Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Recuerdo del primer mensaje :
Tanto aprendices como refugiados tienen la posibilidad de usar la sala para practicar y aprender magia. Esta sala tiene la característica de cambiar mágicamente para adaptarse en cada momento al tipo de clase que esté dando cualquiera de los profesores de la isla, facilitando la distribución apropiada y dotándola de los materiales necesarios.
Te avisaré el día y la hora.- Bromeé con el sexy lobo antes de acercarme a la mitad del salón. Ahora que había terminado su tabaco, mis pulmones estaban a salvo.
Asentí rapidamente ante la explicación de Chloe, que aunque era correcta, bien era aburrida, pues era fácil aprender a las historias de los griegos todo lo que quisiera, pero hasta que no aprendiera a apreciar la planta, sus flores y sus inmensos poderes, no pasaría mi clase.- Bien, Chloe.- Susurró lanzándole una mirada a Altair, aunque se volvió algo más de cómplice en cuanto hizo aquella pregunta. Era algo básico para quien conocía un poco de la planta, pero mejor no perder oportunidades de evaluar gratuitamente a los alumnos.
Me acerqué con aquel cadencioso paso hasta cogerme del brazo de Altair con ambas manos. Tenía un olor un tanto canino, pero aquel fuerte brazo compensaba todos sus defectos. Solté un suspiro, que ya me había olvidado de los alumnos y de los permisos para salir de la isla. A fin de cuentas, si hacíamos el viaje él y yo solamente, me resultaba mucho mejor.
Quien quiera acompañarnos, venga por favor. El resto, tienen la tarde libre. Investiguen de los asfódelos, los revisaremos la próxima clase y espero la participación de todos.- Una chica se paró al instante, tras consultar con uno de sus compañeros, que al final también aceptó. Lástima, ya no tocaría viaje de campo sola con Altair.
Asentí rapidamente ante la explicación de Chloe, que aunque era correcta, bien era aburrida, pues era fácil aprender a las historias de los griegos todo lo que quisiera, pero hasta que no aprendiera a apreciar la planta, sus flores y sus inmensos poderes, no pasaría mi clase.- Bien, Chloe.- Susurró lanzándole una mirada a Altair, aunque se volvió algo más de cómplice en cuanto hizo aquella pregunta. Era algo básico para quien conocía un poco de la planta, pero mejor no perder oportunidades de evaluar gratuitamente a los alumnos.
Me acerqué con aquel cadencioso paso hasta cogerme del brazo de Altair con ambas manos. Tenía un olor un tanto canino, pero aquel fuerte brazo compensaba todos sus defectos. Solté un suspiro, que ya me había olvidado de los alumnos y de los permisos para salir de la isla. A fin de cuentas, si hacíamos el viaje él y yo solamente, me resultaba mucho mejor.
Quien quiera acompañarnos, venga por favor. El resto, tienen la tarde libre. Investiguen de los asfódelos, los revisaremos la próxima clase y espero la participación de todos.- Una chica se paró al instante, tras consultar con uno de sus compañeros, que al final también aceptó. Lástima, ya no tocaría viaje de campo sola con Altair.
La aprobación de la profesora me hace sentir cierto orgullo por haber respondido bien, aunque eso de haber dado una respuesta incompleta me frustra un poco. Según Altair falta información, y me pide además más usos de esa planta. Todavía no he llegado a esa parte, así que respondo algo dubitativa. - Creo que para las pociones curativas, pero no estoy segura del todo. - admito con humildad, pensándome eso de la excursión al cementerio que proponen. Un trabajo de campo puede estar bien, aunque cambie un poco la programación del día. Parece que la profesora no tiene muchas ganas de que vayamos, pero puede que sea impresión mía. Cierro el cuaderno, guardando en la mochila eso y el resto de cosas que tengo por la mesa.
- Yo me uno, así recojo muestras. - si hubiese sabido todo lo sucedido en el castillo Le Fay no estaría yendo a la excursión, pero desconozco todo eso por ahora. - También necesito recoger plantas alucinógenas y otras drogas, que mis compañeros hippies de la furgo me han hecho un encargo. ¿Encontraremos algo de eso en el cementerio? ¿los asfódelos sirven para drogarse? - pregunto poniéndome al lado de la profesora y de Altair, desapareciendo de alli con ellos y el resto de alumnos que han decidido acompañar. Esto de ir de excursión con el profe macizorro tiene un plus, luego le daré envidia a Azahar con esto.
- Yo me uno, así recojo muestras. - si hubiese sabido todo lo sucedido en el castillo Le Fay no estaría yendo a la excursión, pero desconozco todo eso por ahora. - También necesito recoger plantas alucinógenas y otras drogas, que mis compañeros hippies de la furgo me han hecho un encargo. ¿Encontraremos algo de eso en el cementerio? ¿los asfódelos sirven para drogarse? - pregunto poniéndome al lado de la profesora y de Altair, desapareciendo de alli con ellos y el resto de alumnos que han decidido acompañar. Esto de ir de excursión con el profe macizorro tiene un plus, luego le daré envidia a Azahar con esto.
Habían pasado varios semanas desde que el misterioso clon parecía que había desaparecido de la faz de la tierra. Una pena porque Markus quería haberle pedido un autógrafo, pero no pudo ser posible.
Por lo que tuvo que replantear su estrategia. Había que saber quién era ese clon misterioso y si tiene relación con el derrumbe de la isla de Ouroboros que había visto en la visión compatida con Lyran Knox, otro que hacía tiempo que no había visto. Y lo más complicado, si el derrumbe de la isla era inevitable, ¿cómo podía precisamente eso, evitarse?
Para lo cual Markus Tesla se había adjudicado una sala para él solo. Durante este tiempo había estado siguiendo los pasos del famoso clon, había entrado en sus aposentos y había rebuscado cualquier cosa que podría serle de interés. Lo único que había encontrado es una pequeña torre con cables escondida en un armarito.
Reposaba en una mesa, junto con un mapa donde había varias ubicaciones marcadas, entre ellas el castillo de Canterbury. Markus desconocía qué podría haber de interés en tal castillo, aunque no se había pasado todavía por él, le daba susto, en especial después de ver el hombre de negro atacando los calabozos.
Al lado de todo eso estaba el aparato de su invención que se supone que tenía la función de recuperar la magia a aquellos que se la habían robado previamente, por motivo de las calaveras. Pero finalmente todos se habían curado y recuperado sus poderes, por lo que no pudo llegar a probarla nunca.
Markus se sienta delante de la pizarra blanca donde tenía apuntadas varias fórmulas físicas, dibujos arcanos de diversos tipos y alguna fórmula alquímica. Comía una porción de pizza de piña mientras revisaba o intentaba averiguar para qué servía la torre, quién era el clon malvado y qué quería conseguir con todo eso. Y por otro lado, ¿cómo hacer que la isla no se caiga? ¿qué podría ocasionarlo?
-Markus sabe que la isla flota gracias a la magia. Es una magia arcana y poderosa. ¿Puede ser la Alianza humana capaz de hacer que la isla caiga con sus armas convencionales? A Markus no le parece, para eso está Snagov con sus dragones protegiendo la isla. ¿Quizás quitando la magia de la isla? ¿Pero quién puede quitar la magia de la isla¿ ¿Por qué? ¿El clon? ¿Los Souls? Qué difícil- el científico se rasca la cabeza y se frota los ojos -Markus desconoce los culpables, pero ¿cómo puede evitar que caiga la isla? ¿contrarrestar magia poderosa? Markus necesitaría fuente poderosa de magia para proporcionársela a la isla, ¿de dónde sacarla? ¿varitas?..... ¿Y las calaveras? Si tienen la funcioón de desactivar magia, puede que sean capaces de reactivarla de alguna forma. Uhm... -
Por lo que tuvo que replantear su estrategia. Había que saber quién era ese clon misterioso y si tiene relación con el derrumbe de la isla de Ouroboros que había visto en la visión compatida con Lyran Knox, otro que hacía tiempo que no había visto. Y lo más complicado, si el derrumbe de la isla era inevitable, ¿cómo podía precisamente eso, evitarse?
Para lo cual Markus Tesla se había adjudicado una sala para él solo. Durante este tiempo había estado siguiendo los pasos del famoso clon, había entrado en sus aposentos y había rebuscado cualquier cosa que podría serle de interés. Lo único que había encontrado es una pequeña torre con cables escondida en un armarito.
Reposaba en una mesa, junto con un mapa donde había varias ubicaciones marcadas, entre ellas el castillo de Canterbury. Markus desconocía qué podría haber de interés en tal castillo, aunque no se había pasado todavía por él, le daba susto, en especial después de ver el hombre de negro atacando los calabozos.
Al lado de todo eso estaba el aparato de su invención que se supone que tenía la función de recuperar la magia a aquellos que se la habían robado previamente, por motivo de las calaveras. Pero finalmente todos se habían curado y recuperado sus poderes, por lo que no pudo llegar a probarla nunca.
Markus se sienta delante de la pizarra blanca donde tenía apuntadas varias fórmulas físicas, dibujos arcanos de diversos tipos y alguna fórmula alquímica. Comía una porción de pizza de piña mientras revisaba o intentaba averiguar para qué servía la torre, quién era el clon malvado y qué quería conseguir con todo eso. Y por otro lado, ¿cómo hacer que la isla no se caiga? ¿qué podría ocasionarlo?
-Markus sabe que la isla flota gracias a la magia. Es una magia arcana y poderosa. ¿Puede ser la Alianza humana capaz de hacer que la isla caiga con sus armas convencionales? A Markus no le parece, para eso está Snagov con sus dragones protegiendo la isla. ¿Quizás quitando la magia de la isla? ¿Pero quién puede quitar la magia de la isla¿ ¿Por qué? ¿El clon? ¿Los Souls? Qué difícil- el científico se rasca la cabeza y se frota los ojos -Markus desconoce los culpables, pero ¿cómo puede evitar que caiga la isla? ¿contrarrestar magia poderosa? Markus necesitaría fuente poderosa de magia para proporcionársela a la isla, ¿de dónde sacarla? ¿varitas?..... ¿Y las calaveras? Si tienen la funcioón de desactivar magia, puede que sean capaces de reactivarla de alguna forma. Uhm... -
Me habia pasado las semanas y semanas desde aquel bodorrio y posterior ataque soulistico metido en diversos cuartos de la isla, aferrado a los planos de la estrella de la muerte como yo la habia llamado, estudiandola de arriba abajo. Me habia colado en las aulas cuando me cansé de investigar en los asesos y habia mandado mensajes a mi hermano y a mis compatriotas rusos a ver si ellos me podian ayudar. Los rusos siempre ayudan, cuando se trata de cosas grandes voladoras.
Y luego me habia dedicado a stalkear a Marcus, el de las pizzas. Finalmente un dia lo vi entrando a una de las aulas y lo perseguí, y me colé en el aula, con los planos y muchas cucharas.
-Marrrrrrrkus!! - le dije, o le grité, acercandome a el por la espalda. Le tiré un puñado de cucharas como regalo. Las habia recolectado para el o algo asi. Estaba concentrado y comia pizza y leia formulas. - TE ESTABAS ESCONDIENDO DE MI?! - me daba igual. Yo era un alumno entregado. Me senté a su lado y extendí los planos frente a nuestras narices y segui hablando como si nada. - TENGO INFORRMACION RELEVANTE SOBRRE ESTO! MIS CAMARRADAS EN SAN PETERRSBURGO ME HAN INFORRMATIZADO QUE ESTOS PLANOS REPRRESENTAN ALGO DE GRRAN TAMAÑO!
"la escala estaba ahi en pequeñito, jeje"
- ES UN ARRMA DE CONCETRRACION Y AMPLIFICACION! Tengo mas planos, y mas dibujos. Si, mira
Me quité la mochila de la espalda y empecé a sacar planos metidos en tubos y botellas de vodka, algunas vacias, otras a medio vaciar, mientras farfullaba algo sobre espionaje ruso y estadounidense, celulas de conversion, escudo ionizante, telon de acero, carrera espacial, etc etc....
Y luego me habia dedicado a stalkear a Marcus, el de las pizzas. Finalmente un dia lo vi entrando a una de las aulas y lo perseguí, y me colé en el aula, con los planos y muchas cucharas.
-Marrrrrrrkus!! - le dije, o le grité, acercandome a el por la espalda. Le tiré un puñado de cucharas como regalo. Las habia recolectado para el o algo asi. Estaba concentrado y comia pizza y leia formulas. - TE ESTABAS ESCONDIENDO DE MI?! - me daba igual. Yo era un alumno entregado. Me senté a su lado y extendí los planos frente a nuestras narices y segui hablando como si nada. - TENGO INFORRMACION RELEVANTE SOBRRE ESTO! MIS CAMARRADAS EN SAN PETERRSBURGO ME HAN INFORRMATIZADO QUE ESTOS PLANOS REPRRESENTAN ALGO DE GRRAN TAMAÑO!
"la escala estaba ahi en pequeñito, jeje"
- ES UN ARRMA DE CONCETRRACION Y AMPLIFICACION! Tengo mas planos, y mas dibujos. Si, mira
Me quité la mochila de la espalda y empecé a sacar planos metidos en tubos y botellas de vodka, algunas vacias, otras a medio vaciar, mientras farfullaba algo sobre espionaje ruso y estadounidense, celulas de conversion, escudo ionizante, telon de acero, carrera espacial, etc etc....
Markus decide sentarse en el suelo con las piernas cruzadas una sobre otra, como un indio. Enfrente de él está el pizarrón blanco con las fórmulas mágicas, las fotos que a él le parecían de interés y un montón de post-its de colorines. Algunas imágenes estaban conectadas con hilos de colores, otras rodeadas de flechas o con un montón de círculos, trazandos casi de una forma obsesiva y compulsiva. Para un ignorante podrían parecer que el contenido de esa pizarra era aleatorio y caótico, pero en la mente entrópica de Markus todo aquello y ese orden tenía un esquisito orden. Tan esquisito como la pizza.
Estaba tan concentrado que no se percató de la entrada del ruso loco -¡Yo!- Markus se pone de un salto de pie, por efecto del susto. Luego Yaroslav le lanza cucharas por lo que lo considera un saludo ruso y le imita, buscando la cubertería que había robado en la boda de Ian y Cat, lanzándola al aire, como si se tratara de pesado y brillante confeti -¡SALUDOS RUSOS SALUDOS RUSOS!-
A Markus la actitud del ruso loco le sigue pareciendo sospechosa, sobre todo porque actúa como si realmente se conocieran. Y vale, bueno, tiene razón, se estaba escondiendo del hombre de pelo blanco porque le daba un poco de susto. Era como un conejo de esos albinos con los ojos rojos, mal yuyu. Pero esta vez le ha dado caza, habrá que escuchar lo que dice, más que nada porque parece que tiene cosas últiles, piensa Markus en silencio, estudiando al varón.
-¿Pero cómo va a concentrar y aumentar a la vez? ¿Qué es, una lupa gigante? ¿Y qué concentra y qué aumenta? ¿Hormigas? ¿Átomos de gas Helio?- Markus se quita la chaqueta y se sube las mangas de la camisa, cogiendo el mapa y pinchándolo en un hueco libre de la pizarra. No tenía sentido ponerlo ahí, al menos no aparentemente, ¿o sí? -¿Y dices que es un aparato muy grande? ¿Cómo de grande? ¿Como el London Eye? A Markus le gustan las norias, le recuerdan a las pizzas. Uhm.... pizzas....- Pensaba Markus en voz alta, colocando su mano en su barbilla, entrecerrando los ojos como si eso ayudara al entendimiento del plano. En realidad no sirve para nada, porque no tiene ni pajolera idea de para qué puede servir eso y hay ciertos nombres de aparatos que se le escapaban a su entendimiento. Que Markus es físico, no ingeniero industrial... Pero él aparenta entender lo que está viendo. Mentira. Es un buen actor.
Estaba tan concentrado que no se percató de la entrada del ruso loco -¡Yo!- Markus se pone de un salto de pie, por efecto del susto. Luego Yaroslav le lanza cucharas por lo que lo considera un saludo ruso y le imita, buscando la cubertería que había robado en la boda de Ian y Cat, lanzándola al aire, como si se tratara de pesado y brillante confeti -¡SALUDOS RUSOS SALUDOS RUSOS!-
A Markus la actitud del ruso loco le sigue pareciendo sospechosa, sobre todo porque actúa como si realmente se conocieran. Y vale, bueno, tiene razón, se estaba escondiendo del hombre de pelo blanco porque le daba un poco de susto. Era como un conejo de esos albinos con los ojos rojos, mal yuyu. Pero esta vez le ha dado caza, habrá que escuchar lo que dice, más que nada porque parece que tiene cosas últiles, piensa Markus en silencio, estudiando al varón.
-¿Pero cómo va a concentrar y aumentar a la vez? ¿Qué es, una lupa gigante? ¿Y qué concentra y qué aumenta? ¿Hormigas? ¿Átomos de gas Helio?- Markus se quita la chaqueta y se sube las mangas de la camisa, cogiendo el mapa y pinchándolo en un hueco libre de la pizarra. No tenía sentido ponerlo ahí, al menos no aparentemente, ¿o sí? -¿Y dices que es un aparato muy grande? ¿Cómo de grande? ¿Como el London Eye? A Markus le gustan las norias, le recuerdan a las pizzas. Uhm.... pizzas....- Pensaba Markus en voz alta, colocando su mano en su barbilla, entrecerrando los ojos como si eso ayudara al entendimiento del plano. En realidad no sirve para nada, porque no tiene ni pajolera idea de para qué puede servir eso y hay ciertos nombres de aparatos que se le escapaban a su entendimiento. Que Markus es físico, no ingeniero industrial... Pero él aparenta entender lo que está viendo. Mentira. Es un buen actor.
Me cubrí mi cabeza de la lluvia de cubiertos. Vaya. Asi que tenia muchos. Mi regalo no debia de haberle impresionado para nada.... porque ya tenia un monton...y esa era su manera de decirmelo.
-Vale...mensaje captado.... - dije con cara de cachorrito dolido.
"bueno, tranquilo, no llores"
- No, una lupa no, esferra, como una esperra gigante. Concetrrra y amplifica en el nucleo y luego expande. Mis camarradas rrusos lo han investigado a fondo y sus serrvicios de espionaje en amerrica han dado con planos bastante similarres a lo que yo les pasé, es algo a escala grrande, te digo! Algo voladorr, ademas, como un satelite militarrizado.
Uno de los planos que me habian hecho llegar, mas detallado, consegui sacarlo de sus tubos y lo pegué al lado del que habia pegado Markus.
-AJAAAAAA! - dije. Y luego me quedé en silencio. No tenia nada mas que aportar al asunto. - El prroblema es...que no sabemos que es lo que concentrra y amplifica.
-Vale...mensaje captado.... - dije con cara de cachorrito dolido.
"bueno, tranquilo, no llores"
- No, una lupa no, esferra, como una esperra gigante. Concetrrra y amplifica en el nucleo y luego expande. Mis camarradas rrusos lo han investigado a fondo y sus serrvicios de espionaje en amerrica han dado con planos bastante similarres a lo que yo les pasé, es algo a escala grrande, te digo! Algo voladorr, ademas, como un satelite militarrizado.
Uno de los planos que me habian hecho llegar, mas detallado, consegui sacarlo de sus tubos y lo pegué al lado del que habia pegado Markus.
-AJAAAAAA! - dije. Y luego me quedé en silencio. No tenia nada mas que aportar al asunto. - El prroblema es...que no sabemos que es lo que concentrra y amplifica.
- mapa :
- to grande:
Markus alza la ceja cuando ruso loco le dice que ha captado un mensaje, ¿cómo lo ha hecho? Markus quiere saber -¿Has captado un mensaje? ¿Cómo? ¿Estaba codificado? ¿escrito en morse o estaba escrito en cada una de las 11 cuerdas que definen la estructura del universo? El universo es bonito, lleno de casuística y entropía. La entropía es bella, pero tenemos que luchar contra ella si queremos vivir. Es como el malo de un RPG... ¿qué estaba Markus diciendo?- No, en serio, ¿qué estaba diciendo Markus? Se ha perdido.
Ruso loco parece seguir con su discurso sobre el artefacto que le han descrito sus amiguis rusos. Seguramente sean amiguis majos que te ayudan con sus tejemanejes. Al pareccer el objeto que tenemos entre manos es un artefacto que, como Markus había pronosticado muy acertadamente, es una lupa gigante con forma de bola. -¿Satélite militarrizado? Tenemos una lupa gigante con forma de pelotita pero en lugar de aumentar hormigas aumenta núcleos... ¿no? Espera, ¿dices que hay más? ¿Dónde? Yo sé de los planes malvados de un espía que estaba haciendo cosas raras en Canterbury. ¿Quizás quieran lanzar más satélites militarrrrizados por el mundo como si quisieran hacer una red de satélites militarrrrizados con forma de lupa gigante? ¿Querrán concentrar los rayos de sol para achicharrrrrarnos?- Markus se siente fuera de onda, hay demasiadas variables a considerar, y todavía hay que resolver el misterio de la isla
-Si fuese de cristal podríamos pensar que son las malvadas calaveras de los Souls estos chungos que vienen a romper los juguetes de Markus. Pero son diferentes. Vamos a concentrarnos. Ahm.... Markus necesita pizza- Markus se acerca al esquema, pegando casi la punta de la nariz para seguir las líneas que marcan los circuitos. Mientras Markus estudia el dibujo come pizza y no para de decir, uhm... uuuhm.... como si estuviera descubriendo algo, pero en realidad de mentira, Markus es un gran actor de método. Súbitamente dice Eureka y se separa del dibujo, apuntando con su Tesla dedo un punto en concreto -A Markus eso le recuerda mucho a una bobina de Tesla, pero al contrario. En lugar de disipar energía, como que sirve para concentrarla y usarla para sus funciones básicas... Mira ruso, mira, aquí está el receptor, enganchado a la batería autorrecargable. Pues vaya ingenieros, ya podrían usar placas solares, como hace todo el mundo. El asunto es, ¿qué absorbe y concentra? Energía... en el espacio... ¿qué buscarán los militarrrrres desde allá arriba? ¿Para qué querrán encerrar el planeta en una red de pesca de satélites militarrrrrres? Markus no entiende para qué encerrar humanos, total, ya estamos enjaulados...- Markus come
Ruso loco parece seguir con su discurso sobre el artefacto que le han descrito sus amiguis rusos. Seguramente sean amiguis majos que te ayudan con sus tejemanejes. Al pareccer el objeto que tenemos entre manos es un artefacto que, como Markus había pronosticado muy acertadamente, es una lupa gigante con forma de bola. -¿Satélite militarrizado? Tenemos una lupa gigante con forma de pelotita pero en lugar de aumentar hormigas aumenta núcleos... ¿no? Espera, ¿dices que hay más? ¿Dónde? Yo sé de los planes malvados de un espía que estaba haciendo cosas raras en Canterbury. ¿Quizás quieran lanzar más satélites militarrrrizados por el mundo como si quisieran hacer una red de satélites militarrrrizados con forma de lupa gigante? ¿Querrán concentrar los rayos de sol para achicharrrrrarnos?- Markus se siente fuera de onda, hay demasiadas variables a considerar, y todavía hay que resolver el misterio de la isla
-Si fuese de cristal podríamos pensar que son las malvadas calaveras de los Souls estos chungos que vienen a romper los juguetes de Markus. Pero son diferentes. Vamos a concentrarnos. Ahm.... Markus necesita pizza- Markus se acerca al esquema, pegando casi la punta de la nariz para seguir las líneas que marcan los circuitos. Mientras Markus estudia el dibujo come pizza y no para de decir, uhm... uuuhm.... como si estuviera descubriendo algo, pero en realidad de mentira, Markus es un gran actor de método. Súbitamente dice Eureka y se separa del dibujo, apuntando con su Tesla dedo un punto en concreto -A Markus eso le recuerda mucho a una bobina de Tesla, pero al contrario. En lugar de disipar energía, como que sirve para concentrarla y usarla para sus funciones básicas... Mira ruso, mira, aquí está el receptor, enganchado a la batería autorrecargable. Pues vaya ingenieros, ya podrían usar placas solares, como hace todo el mundo. El asunto es, ¿qué absorbe y concentra? Energía... en el espacio... ¿qué buscarán los militarrrrres desde allá arriba? ¿Para qué querrán encerrar el planeta en una red de pesca de satélites militarrrrrres? Markus no entiende para qué encerrar humanos, total, ya estamos enjaulados...- Markus come
- Erm....tu mensaje estaba codificado en terrible inglés. Yo lo decodifica en ruso. Asi lo entiendo. En mi mente todo es ruso.
Me señale en la sien paseandome por su cuarto mirandolo todo con suma curiosidad. Creo que he pasado demasiado tiempo en esta isla, rodeado de locos, estudiando planos, comunicandome en secreto con mis camaradas y tratando de averiguar conspiraciones. Se me esta yendo un poco el perolo.
- No lo sé, ese de Canterrburry, tiene algo que ver con la Alianza? Podemos hacerrles una visita, ya sabes....VISITA
Entrecomillé lo de visita poniendo cara de sociopata con sed de sangre. Suspiré y me quedé de pie junto a Markus mirando los planos mientras este mascaba pizza o vete a saber que alimento arrevenío se estaba comiendo. Me pasé una mano por la barbilla, a parte de lo que me habian dicho, poco mas llegué a saber.
- Quizá sea parra tenerr localizados a todos los seres magicos, como una red de...ya sabes....inspectorres....de.... eso. Da, da. Crreo que te dejarré los planos a ti, Marrkus. Yo ya poco mas puedo hacerr. Perro intenta buscarrle un punto debil, o algo porr el estilo. Sea lo que sea no serrá bueno parra nosotrros.
"yo deberia ir a ver al jefe que hace tiempo que no se de su existencia"
Hablamos durante horas de cosas incomprensibles para el resto de los mortales, hasta que al final acabamos tan hasta los cojones que decidimos marcharnos los dos de la isla, a por pizza, por ejemplo.
Me señale en la sien paseandome por su cuarto mirandolo todo con suma curiosidad. Creo que he pasado demasiado tiempo en esta isla, rodeado de locos, estudiando planos, comunicandome en secreto con mis camaradas y tratando de averiguar conspiraciones. Se me esta yendo un poco el perolo.
- No lo sé, ese de Canterrburry, tiene algo que ver con la Alianza? Podemos hacerrles una visita, ya sabes....VISITA
Entrecomillé lo de visita poniendo cara de sociopata con sed de sangre. Suspiré y me quedé de pie junto a Markus mirando los planos mientras este mascaba pizza o vete a saber que alimento arrevenío se estaba comiendo. Me pasé una mano por la barbilla, a parte de lo que me habian dicho, poco mas llegué a saber.
- Quizá sea parra tenerr localizados a todos los seres magicos, como una red de...ya sabes....inspectorres....de.... eso. Da, da. Crreo que te dejarré los planos a ti, Marrkus. Yo ya poco mas puedo hacerr. Perro intenta buscarrle un punto debil, o algo porr el estilo. Sea lo que sea no serrá bueno parra nosotrros.
"yo deberia ir a ver al jefe que hace tiempo que no se de su existencia"
Hablamos durante horas de cosas incomprensibles para el resto de los mortales, hasta que al final acabamos tan hasta los cojones que decidimos marcharnos los dos de la isla, a por pizza, por ejemplo.
Mientras, en algún lugar de Irlanda...
Científico Alianza Humana escribió:El equipo de ingenieros de la Alianza continúa con su frenética actividad previa al lanzamiento de uno de los seis satélites que se pondrán en órbita en tan sólo unos minutos. Ha sido mucho tiempo de preparación y todo se ha medido hasta el más mínimo detalle, lo que no asegura que el lanzamiento vaya a ser un éxito. Cualquier fallo puede provocar consecuencias desastrosas, no sólo por la falta de coordinación con el resto, sino por la pérdida de algo muy costoso y difícil de de desarrollar. Los políticos y demás autoridades se encuentran ya en el exterior para observar el proceso a una distancia prudencial, fuera de peligro. También se encuentran allí los dueños de las empresas de tecnología y armamento que han aportado su capital al proyecto, pendientes de que su dinero les reporte beneficios. De no ser así no financiarían a los gobiernos. El plano de los satélites está proyectado en una de las pantallas gigantes con las que cuenta la sala de mando del edificio militar en el que nos encontramos, donde efectuamos las últimas comprobaciones.
En la sala de control se respira tensión máxima, todos se encuentran en sus puestos, a la espera de recibir los mensajes necesarios para iniciar la maniobra. - Los japoneses acaban de efectuar el lanzamiento del suyo. Permanecemos a la espera de la señal de Australia. - comunico al resto de la sala mediante los cascos que llevo puestos, mientras controlamos en una pantalla transparente la trayectoria del satélite recién lanzado desde Tokyo. A continuación recibimos el mensaje de la base de los australianos, cuyo lanzamiento parece funcionar también sin problemas. El siguiente punto de lanzamiento está en la arrasada Francia, cuyos núcleos de población mermaron a más de la mitad tras el ataque sufrido. Es la base de la Alianza en Marsella la que se encarga de cumplir con su parte.
- Somos los siguientes. Preparando la lanzadera... - todo el mundo sabe ya lo que tiene que hacer, no estarían aquí de ser mediocres. El silencio se adueña de la sala mientras los presentes contienen la respiración. - 3, 2, 1...
Andreas Wilhelm escribió:Llegué al area donde se controlaria el lanzamiento un tanto despues que Eamon. En cuanto mi comitiva me dejó en el lugar indicado los despaché, y fui a reunirme con la elite- aquel dia, veriamos el mundo cambiar.
Me posicioné junto a Eamon e intercambiamos algunas palabras necesarias en lo que a ponernos al dia respecta. El pequeño golpe sufrido hacia unos dias a causa de la perdida de los cabecillas de la revolucion poco nos iba a afectar dentro de poco si esto salia bien...al contrario sus acciones nos habian venido de perlas para poder presionar en el panorama politico externo al pais para acelerar algunos acontecimientos.
Comenzaron los lanzamientos en serie de los satelites. Primero Japón, luego Australia....seguidos por Francia....conteniamos la respiracion cada vez que se iniciaba uno, y respirabamos de nuevo al oir que habia entrado en orbita de modo exitoso. Ahora, le tocaba a nuestra base. Comenzó la cuenta atrás y se produjo el despegue. No es que yo entendiese muy bien todo el lenguaje de ingenieria aeronautico-espacial, pero por los mensajes que se iban desprendiendo, se veia que el lanzamiento iba bien. Cada una de las fases se cumplió como debia, hasta que finalmente el cuarto satélite, el de la base de Irlanda, estuvo en órbita. El anuncio vino acompañado de efusivos aplausos del personal que se habia estado dejando el pellejo en el proyecto en estos ultimos tiempos, y algun que otro abrazo aislado. Yo tenia las manos entrelazadas tras mi espalda mirando el enorme panel que notificaba que se estaba iniciando la siguiente cuenta atrás por parte de los estadounidenses, en su base de lanzamiento en las Montañas Rocosas.
- En el 1492 los europeos descubrieron lo que ellos llamaron el Nuevo Mundo....hoy en el 2040 ya no hay ni un solo rincon mas por descubrir en este pequeño planeta. Pero aun así, hoy estamos creando un mundo nuevo. Uno que ellos no esperaban...
Éamon O'Connell escribió:Wilhelm hizo una de sus entradas tardías y casi teatrales, de modo que casi parecen premeditadas. A nadie pareció importarle la tardanza del ministro, todo el mundo estaba ya inmerso en el ambiente tenso que se vivía en la base. La expectativa generada era grande, se contenía la respiración en los momentos previos a los lanzamientos. Las primeras noticias positivas, provenientes de otros países, aportaron algo de calma. El silencio sólo se interrumpía por los aplausos cada vez que algo salía bien, y por las comunicaciones entre unos puntos del planeta y otros. Cualquier otra charla no tenía espacio en este momento.
Todos los presentes teníamos la sensación de estar asistiendo a algo realmente importante, un acontecimiento histórico de los que serán recordados, tal vez comparable con hitos como la llegada del ser humano a la Luna, o el fin de las grandes guerras. No sabíamos a ciencia cierta si lo que estábamos haciendo conseguiría el final de la guerra que vivimos en nuestros días, pero con toda seguridad inclinará la balanza a nuestro favor, dejará de ser una guerra mágica. Los ahogaremos definitivamente.
Los lanzamientos estaban casi finalizados, tras el de Estados Unidos sólo quedaba por lanzar el satélite procedente de Brasil, el cual se puso en órbita sin mayor problema. Un estruendoso aplauso llenó el lugar en cuanto la misión estuvo concluida, la culminación de la obra había llegado a su fin. Los potentes satélites antimagia se interconectaron unos con otros, creando una red capaz de anular la fuente de energía mágica del planeta. Probablemente no habríamos conseguido el detalle final de los satélites de no haber contado con las investigaciones de un mago entre los científicos de nuestras filas. Él será otro de los perjudicados, pero ni siquiera sabe que se usaron ciertos datos de sus investigaciones para estos menesteres. Suele pasar cuando te crees más listo que todos.
Los efectos anuladores de los satélites no tardarían en sentirse, y si todo ha funcionado como debería...
- Claro que es un nuevo mundo. Uno mejor en el que no tendremos que temer el abuso de poder de esos seres. El mundo que debería haber sido si no hubiesen dado la cara esos engendros. Deberían haber permanecido ocultos como hicieron tanto tiempo, pero les dio por ponerse supremacistas y mira lo que han conseguido. Ahora se darán cuenta de que nuestra ciencia es muy superior a su magia. - sonreí de manera jactante antes de brindar con las copas que nos proporcionaron, la proeza merecía celebración. Horas después abandonaríamos ambos Irlanda en nuestro jet privado, de vuelta al trabajo en Londres, donde esperaríamos las primeras reacciones de unos y otros.
- INFORMACIÓN:
Datos funcionamiento satélites y efectos: https://magicworldwar.forosactivos.net/t839-s-a-m-9917
- IMPORTANTE:
- A partir de la colocación de este post entran en vigor los efectos, pueden comenzar a darse cuenta. Es decir, a partir de ahora no pueden hacer magia (consultar efectos en la ficha de personaje)
- Cronología: el lanzamiento sucede alrededor de un mes después del rescate de los campos. Si os habéis quedado "atascados" en ese día o posteriores tenéis que actualizar vuestra situación en el siguiente post que hagáis (haciendo un salto temporal, elipsis, lo que queráis mientras quede coherente)
Noviembre de 2040
La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en Beinn Dearg , lugar donde se realizó el ritual.
Pasaba de ir a la maldita fiesta de renacimiento de Ouroboros o como la hubiesen llamado, y pasaba de ponerme traje para ir a hacer el papel del marido de Le Fay. Llevábamos ya algún tiempo sin estar bien, y no me apetecía fingir y hacer como si no pasase nada. Últimamente apenas nos comunicábamos ni teníamos contacto, más allá de lo concerniente a nuestro hijo. Apenas llevábamos un año casados y ya estábamos en crisis. Ni siquiera sabía que pintaba yo aquí, tal vez debería marcharme.
Mis pasos acaban llevándome al edificio de la academia, recientemente reformada, aunque todavía no han reiniciado las clases. Decido meterme en el edificio a pesar de ser de noche, cualquier cosa con tal de alejarme de la fiesta. Ni sé si ella ha ido, solo sé que el crío lo hemos dejado con Chloe. Recorro los pasillos sin rumbo, llegando hasta una de las aulas, la de pociones. Allí me dedico a echar un vistazo por encima, recordando mis tiempos de alumno e imaginando cómo sería ser profesor. Seguro que me cabrearía rápido, poca paciencia.
Mis pasos acaban llevándome al edificio de la academia, recientemente reformada, aunque todavía no han reiniciado las clases. Decido meterme en el edificio a pesar de ser de noche, cualquier cosa con tal de alejarme de la fiesta. Ni sé si ella ha ido, solo sé que el crío lo hemos dejado con Chloe. Recorro los pasillos sin rumbo, llegando hasta una de las aulas, la de pociones. Allí me dedico a echar un vistazo por encima, recordando mis tiempos de alumno e imaginando cómo sería ser profesor. Seguro que me cabrearía rápido, poca paciencia.
Apareció cerca de la biblioteca, uno de los pocos lugares que conocía en la isla del tiempo en que había estado en ella. Su ajuar era un vestido negro, ceñido de elegante modo hasta debajo de las rodillas y abierto a partir de esa altura. Combinaba con ella, con su humor usual, con su misterio y con su cabello, que en realidad era lo único que importaba. La curiosidad la tenía caminando con el rumbo que las sombras le indicaban, aunque no era hacia el lugar más probable. Vio a lo lejos el motivo por el cual caminaba en esa dirección.
Cómo no se me ocurrió antes...- Murmuró antes de rolar los ojos y girar en un pasillo, alejándose del chico y dirigiéndose a la fiesta. En el instante, las sombras se volvieron más obtusas, chirriantes, difíciles de ignorar mientras revoloteaban por los lugares. Sabía bien que eran difíciles de ignorar, por lo que terminó deshaciendo sus pasos y acercándose a donde vio al chico alejarse.
No tardó demasiado en llegar. Parecía un edificio de aulas, una siguiendo a otra. No eran pequeñas, pero eran para pocos estudiantes. Se veía algo de élite que en un pasado pudo interesarle, pero que ahora se sentía como algo fuera de lugar. Cuando llegó al aula correcta, dentro vio una figura alta, fornida, que le pareció conocida. Se recargó en la puerta, con los brazos cruzados sobre el regazo, observando con curiosidad al susodicho.
¿Te haz perdido o la fiesta se volvió más aburrida de lo que debería?
Cómo no se me ocurrió antes...- Murmuró antes de rolar los ojos y girar en un pasillo, alejándose del chico y dirigiéndose a la fiesta. En el instante, las sombras se volvieron más obtusas, chirriantes, difíciles de ignorar mientras revoloteaban por los lugares. Sabía bien que eran difíciles de ignorar, por lo que terminó deshaciendo sus pasos y acercándose a donde vio al chico alejarse.
No tardó demasiado en llegar. Parecía un edificio de aulas, una siguiendo a otra. No eran pequeñas, pero eran para pocos estudiantes. Se veía algo de élite que en un pasado pudo interesarle, pero que ahora se sentía como algo fuera de lugar. Cuando llegó al aula correcta, dentro vio una figura alta, fornida, que le pareció conocida. Se recargó en la puerta, con los brazos cruzados sobre el regazo, observando con curiosidad al susodicho.
¿Te haz perdido o la fiesta se volvió más aburrida de lo que debería?
Me acerco a los estantes de libros que hay en la clase, curioseando por encima los nombres de algunos de ellos. Unos cuantos me suenan de mis tiempos de estudiante, y otros no los había visto en la vida. Finalmente cojo uno que me llama la atención, cuyo título reza: "Principios básicos de la poción matalobos y su evolución." Saco el libro del estante, yendo hacia la mesa del profesor para apoyarme de espaldas en el borde. Apenas he comenzado a leer cuando empiezo a escuchar pasos aproximándose cada vez más, y a sentir un olor más o menos familiar. Por eso apenas me inmuto cuando aparece la chica en la puerta del aula, ni me llevo sobresalto alguno.
- Esa fiesta es el último lugar en el que estaría ahora mismo. - respondo sin alzar la vista del libro, cerrándolo segundos después. Dejo el libro sobre la mesa, aunque probablemente decida hacerme un préstamo y llevármelo para leer con más calma. - ¿Y tú? - pregunto cuando por fin la miro, señalando hacia ella con un gesto de la cabeza. La muchacha iba arreglada, como si viniese del salón de baile. - ¿Has estado en la fiesta? ¿han acabado ya con su parafernalia? - no no quiero reconocerlo, pero tengo más que curiosidad por saber si Catherine ha ido, o qué está sucediendo allí. - No te habrán mandado a buscarme, ¿no? - era eso, o me había seguido al verme venir hacia acá.
- Esa fiesta es el último lugar en el que estaría ahora mismo. - respondo sin alzar la vista del libro, cerrándolo segundos después. Dejo el libro sobre la mesa, aunque probablemente decida hacerme un préstamo y llevármelo para leer con más calma. - ¿Y tú? - pregunto cuando por fin la miro, señalando hacia ella con un gesto de la cabeza. La muchacha iba arreglada, como si viniese del salón de baile. - ¿Has estado en la fiesta? ¿han acabado ya con su parafernalia? - no no quiero reconocerlo, pero tengo más que curiosidad por saber si Catherine ha ido, o qué está sucediendo allí. - No te habrán mandado a buscarme, ¿no? - era eso, o me había seguido al verme venir hacia acá.
Sin traje. Fue el rasgo que más le llamó la atención. Tan contrastante con el resto de las personas de la isla en ese momento. Si quería pasar desapercibido no lo lograría. Y en aquella aula... una negación plausible. ¿Estudiante? ¿Profesor? Conocía ese rostro, lo habría visto en alguno de los castillo con todos los refugiados, pero sentía que él no era uno más.
Comenzó a caminar, con un andar lento, suave. El chico no se espantaba fácilmente, ya había comprobado eso, pero el misterio era grande y la curiosidad aún mayor. Tardó quizás demasiado en llegar a la mesa. No tenía intenciones de tocarla, y aún así colocó las puntas de los dedos sobre ella, sintiendo la madera sin perderse un segundo del rostro del moreno. Se tomó el comentario y la pregunta muy literales, con media suave sonrisa.- Y sin embargo te mantienes aquí, a dos pasos. Estas sin estar, pero al alcance. A una llamada... ¿Por qué? Suena complicado.- Su mirada se paseo por el libro que recién dejada, levantando una ceja al ver el título que ponía la portada, inquiriendo al chico sin palabras por el interés en los lobos. ¿Sería uno o quería serlo? Tantas preguntas y aún no lograba recordar su rostro.- A decir verdad, aún no he llegado. Eso de llegar elegantemente tarde se me da. Había cosas que quería omitir. Ese tiempo de espera entre la gente llegando y el meollo del asunto.
¿A buscarte? - Definitivamente no había sido un refugiado más. Debía ser alguien importante para creer que una desconocida le conocería y que, más aún, alguien mandaría a buscarle. Podía identificarse en tal egocentrismo, aún si él no lo decía con aquellas intenciones. Bingo.- No, me he desviado al verte. Sobre todo por la pinta. ¿Qué te trae aquí? ¿Infiltrado o forastero?
Comenzó a caminar, con un andar lento, suave. El chico no se espantaba fácilmente, ya había comprobado eso, pero el misterio era grande y la curiosidad aún mayor. Tardó quizás demasiado en llegar a la mesa. No tenía intenciones de tocarla, y aún así colocó las puntas de los dedos sobre ella, sintiendo la madera sin perderse un segundo del rostro del moreno. Se tomó el comentario y la pregunta muy literales, con media suave sonrisa.- Y sin embargo te mantienes aquí, a dos pasos. Estas sin estar, pero al alcance. A una llamada... ¿Por qué? Suena complicado.- Su mirada se paseo por el libro que recién dejada, levantando una ceja al ver el título que ponía la portada, inquiriendo al chico sin palabras por el interés en los lobos. ¿Sería uno o quería serlo? Tantas preguntas y aún no lograba recordar su rostro.- A decir verdad, aún no he llegado. Eso de llegar elegantemente tarde se me da. Había cosas que quería omitir. Ese tiempo de espera entre la gente llegando y el meollo del asunto.
¿A buscarte? - Definitivamente no había sido un refugiado más. Debía ser alguien importante para creer que una desconocida le conocería y que, más aún, alguien mandaría a buscarle. Podía identificarse en tal egocentrismo, aún si él no lo decía con aquellas intenciones. Bingo.- No, me he desviado al verte. Sobre todo por la pinta. ¿Qué te trae aquí? ¿Infiltrado o forastero?
La chica decide acercarse finalmente, como si tuviese curiosidad por el motivo por el que me encuentro aquí. Lo que me fastidia es que ha acertado en eso de que no quiero estar en la fiesta pero a pesar de todo estoy cerca de ella. - Muy observadora. - replico mientras pienso algo más que añadir, no precisamente para justificarme. - Una cosa es lo que se quiere, y otra la responsabilidad. Sí, puede que nos compliquemos demasiado. - no podía largarme de la isla dejando a mi hermana sola al cuidado del crío, tal vez hiciese falta que fuese. O tal vez debería estar yo encargándome de él. Me doy cuenta de cómo levanta la ceja al mirar la portada del libro que estaba leyendo, a lo que alzo un hombro sin darle importancia.
- ¿Los licántropos también leemos, sabes? - doy por supuesto que ella sabe de mi condición, ya que tuvieron que encerrarnos en las mazmorras del castillo Le Fay a mí y a varios licántropos, cuando sucedió todo aquello de las transformaciones aleatorias por la falta de magia. Echo mano de uno de los papeles que hay en la mesa, extendiéndolo sobre ésta como si me pensara escribir una nota o algo por el estilo. La explicación sobre por qué ella no está en la fiesta me parece más o menos creíble, no percibo nerviosismo en ella o muestras de estar mintiendo. - Cuando llegues estarán todos borrachos. Qué pereza. Sí, buscarme, por orden de Catherine tal vez. - gruño un poco molesto, sin tener muy claro por qué lo estoy. Miro mis pintas cuando las menciona, que contrastan con las suyas, elegantes como para ir a esa fiesta. Cuando me dice eso de infiltrado o forastero me doy cuenta de que no me conoce, aunque yo sí que la recuerdo a ella del día del rescate, y de lo que vino después en el castillo. - Tu nombre no es de los que olvidaría. Mi madre se llamaba igual. Yo si te conozco, Victorya. De todo lo que ha pasado estos meses. No hemos hablado, pero sí me he ido enterando de quiénes eran unos y otros. Ian Hacksaw. - hago la presentación formal, aunque no al estilo lobo olisqueando, sino echando la mano.
- ¿Los licántropos también leemos, sabes? - doy por supuesto que ella sabe de mi condición, ya que tuvieron que encerrarnos en las mazmorras del castillo Le Fay a mí y a varios licántropos, cuando sucedió todo aquello de las transformaciones aleatorias por la falta de magia. Echo mano de uno de los papeles que hay en la mesa, extendiéndolo sobre ésta como si me pensara escribir una nota o algo por el estilo. La explicación sobre por qué ella no está en la fiesta me parece más o menos creíble, no percibo nerviosismo en ella o muestras de estar mintiendo. - Cuando llegues estarán todos borrachos. Qué pereza. Sí, buscarme, por orden de Catherine tal vez. - gruño un poco molesto, sin tener muy claro por qué lo estoy. Miro mis pintas cuando las menciona, que contrastan con las suyas, elegantes como para ir a esa fiesta. Cuando me dice eso de infiltrado o forastero me doy cuenta de que no me conoce, aunque yo sí que la recuerdo a ella del día del rescate, y de lo que vino después en el castillo. - Tu nombre no es de los que olvidaría. Mi madre se llamaba igual. Yo si te conozco, Victorya. De todo lo que ha pasado estos meses. No hemos hablado, pero sí me he ido enterando de quiénes eran unos y otros. Ian Hacksaw. - hago la presentación formal, aunque no al estilo lobo olisqueando, sino echando la mano.
Sonrió con suficiencia al escuchar la aceptación del chico. El por qué sus responsabilidades le obligaban a mantenerse al pendiente lo desconocía, pero entendía el sentimiento.- No se pueden evadir las responsabilidades. O aprendes a llevarlas o cortas de raíz. Es muy difícil ir en contra de lo que el corazón quiere.- Susurró con una suave voz, pensando en las implicaciones que una responsabilidad podría traerle a un lobo. ¿Licántropo? Definitivamente estaba interesada. Mago habría dicho si se lo hubieran preguntado, pero todos se veían como magos.- Veo que sí, seguro es una pasión si también quieres poder hacerlo en luna llena.- Ya había visto lo sucedido con Kyllian y Leila, que siendo ferales debía ser distinto, pero similar. La época oscura sin magia había sido difícil para todos.
Borrachos hablan más y cuidan menos la lengua. Es el momento perfecto para llegar... Le Fay, por supuesto. Es un alivio no deberle nada. Parece que piensa en misiones muy extrañas.- Soltó la mesa con cuidado, sonriendo al ver que había hecho pensar al chico sobre su atuendo.- No te preocupes por el atuendo, a los licántropos se les perdona.- Ironizó puntual.
Se sintió extrañamente halagada cuando el joven lobo recordó su nombre, por los motivos que fueran. No había estado muy activa, excepto en momentos muy puntuales y en aquel memorial.- Espero ser igual de memorable y haber dejado una buena impresión.- No lo esperaba, lo sabía, pero trataba de ser amable.- Ian. Que bueno por fin poner un nombre a un rostro. Te vi alguna vez, un poco solitario antes que el castillo terminara en cenizas. Me imagino que Adam Hacksaw será parte de tu vida. Tampoco le conozco, pero el apellido tiene su historia.- Estaba por acercarse más al joven, cuando su celular sonó. Quizás por primera vez en algún tiempo.
Incrédula, leyó una y otra vez las palabras de su teléfono una vez en sus manos. Y pensar que había pensado en dejarlo. Tras una búsqueda rápida, encontró algunos fragmentos de video que los humanos subían a las redes. Bendito era internet.- Demonios, lo sabía. Esto va a traernos problemas.- Murmuró por lo bajo, dudosa de si lo que debía hacer era ir a buscarle o... no. A fin de cuentas, ganó un poco su sentido de responsabilidad, tal como la de él.- Habría ignorado esto si no me hubieras hablado de lo que uno quiere y lo que debe.- Él, Johan, seguramente estaría en la fiesta. Si no, ya estaba por ahí, podía pasar.- Tendremos que dejar nuestra charla para después, a menos que quieras ser un caballero y escoltarme al gran salón; las cosas se acaban de complicar como no tienes idea. La Alianza por fin hizo su jugada.- Guardó su teléfono en la bolsa infinita, lanzándole una mirada, pensando en si no habría sido más sencillo buscar al padre del chico cuando tuvo la oportunidad, antes que a Johan. Se dio media vuelta de inmediato, caminando con calma y a la vez con prisa, saliendo del aula y dirigiéndose al gran salón.
Borrachos hablan más y cuidan menos la lengua. Es el momento perfecto para llegar... Le Fay, por supuesto. Es un alivio no deberle nada. Parece que piensa en misiones muy extrañas.- Soltó la mesa con cuidado, sonriendo al ver que había hecho pensar al chico sobre su atuendo.- No te preocupes por el atuendo, a los licántropos se les perdona.- Ironizó puntual.
Se sintió extrañamente halagada cuando el joven lobo recordó su nombre, por los motivos que fueran. No había estado muy activa, excepto en momentos muy puntuales y en aquel memorial.- Espero ser igual de memorable y haber dejado una buena impresión.- No lo esperaba, lo sabía, pero trataba de ser amable.- Ian. Que bueno por fin poner un nombre a un rostro. Te vi alguna vez, un poco solitario antes que el castillo terminara en cenizas. Me imagino que Adam Hacksaw será parte de tu vida. Tampoco le conozco, pero el apellido tiene su historia.- Estaba por acercarse más al joven, cuando su celular sonó. Quizás por primera vez en algún tiempo.
Incrédula, leyó una y otra vez las palabras de su teléfono una vez en sus manos. Y pensar que había pensado en dejarlo. Tras una búsqueda rápida, encontró algunos fragmentos de video que los humanos subían a las redes. Bendito era internet.- Demonios, lo sabía. Esto va a traernos problemas.- Murmuró por lo bajo, dudosa de si lo que debía hacer era ir a buscarle o... no. A fin de cuentas, ganó un poco su sentido de responsabilidad, tal como la de él.- Habría ignorado esto si no me hubieras hablado de lo que uno quiere y lo que debe.- Él, Johan, seguramente estaría en la fiesta. Si no, ya estaba por ahí, podía pasar.- Tendremos que dejar nuestra charla para después, a menos que quieras ser un caballero y escoltarme al gran salón; las cosas se acaban de complicar como no tienes idea. La Alianza por fin hizo su jugada.- Guardó su teléfono en la bolsa infinita, lanzándole una mirada, pensando en si no habría sido más sencillo buscar al padre del chico cuando tuvo la oportunidad, antes que a Johan. Se dio media vuelta de inmediato, caminando con calma y a la vez con prisa, saliendo del aula y dirigiéndose al gran salón.
- No todas las responsabilidades son malas. - replico pensando en algo en concreto, en mi hijo. Es una responsabilidad, pero él no tiene la culpa de nada. Es cierto que a veces si que pienso que Catherine y yo nos precipitamos un poco en eso de casarnos y ser padres. Casi no tuvimos tiempo a desarrollar la relación de convivencia. Le dedico una media sonrisa sarcástica a la chica cuando dice que sería un problema intentar leer en luna llena. - Ya ves. Todavía no conozco a ningún licántropo que haya conseguido dominarse hasta ese punto. Ni siquiera Altair, que se supone que es el que mejor controla. - y los del clan demostraron que ni ellos podían resistir a la locura que supuso el bloqueo de la magia. Casi revientan al pobre Jarkko. Y yo casi que también.
Lanzo una mirada de confusión a la morena, sin comprender por qué quiere llegar cuando estén todos borrachos. No creo que les saque información interesante. - Bueno, digamos que algo le debes. - puntualizo alzando un momento las cejas, intentando que hiciese memoria. Recordar es bueno, no permitir que el tiempo distorsione
nuestra percepción de la realidad. - Ella nos cedió el castillo en el que pasamos tantos meses. Sobrevivimos, en parte, gracias a los recursos que allí había. - y ahora todo destrozado. Una mierda.
- Tranquila, la impresión es favorable. Sé que participaste con Tesla y los demás en la construcción de la réplica aquella, la que se usó en el día de la convergencia. Y no sé qué historias del corazón de Jo. Has sido útil. - todos deberíamos serlo. Yo me pasé la mitad del proceso siendo un licántropo jodido e inestable. Sólo pude ayudar a defenderlos de los centinelas y del fuego, aquel día en el que sacaron a los presos tan heridos. Asiento a lo de mi padre, sabedor de las historias que le habrán contado sobre él. - Imagino. - Ninguna buena, eso seguro. Decido no entrar ahí, no hay confianza como para eso.
Intento enterarme de qué va el mensaje que recibe en el móvil como para que se altere tanto, al parecer algo relacionado con el deber. - ¿Ha pasado algo malo? - me tocará echar un vistazo ami abandonado teléfono para enterarme, aunque me gustaba más el método de la moneda comunicadora. Lástima que no podamos usarla. - Pues no pensaba aparecer en la fiesta, pero...¿Qué cojones han hecho ahora? - pregunto alarmado por eso de que la Alianza había movido pieza, aunque me quedo con la duda porque ella se marcha al salón a informar de lo que quiera que sea. Gruño fastidiado al quedarme allí, agarrando el trozo de papel que había cogido antes con la intención de dejarle una nota a Catherine. Después salgo del aula, y posteriormente del edificio de la academia.
Lanzo una mirada de confusión a la morena, sin comprender por qué quiere llegar cuando estén todos borrachos. No creo que les saque información interesante. - Bueno, digamos que algo le debes. - puntualizo alzando un momento las cejas, intentando que hiciese memoria. Recordar es bueno, no permitir que el tiempo distorsione
nuestra percepción de la realidad. - Ella nos cedió el castillo en el que pasamos tantos meses. Sobrevivimos, en parte, gracias a los recursos que allí había. - y ahora todo destrozado. Una mierda.
- Tranquila, la impresión es favorable. Sé que participaste con Tesla y los demás en la construcción de la réplica aquella, la que se usó en el día de la convergencia. Y no sé qué historias del corazón de Jo. Has sido útil. - todos deberíamos serlo. Yo me pasé la mitad del proceso siendo un licántropo jodido e inestable. Sólo pude ayudar a defenderlos de los centinelas y del fuego, aquel día en el que sacaron a los presos tan heridos. Asiento a lo de mi padre, sabedor de las historias que le habrán contado sobre él. - Imagino. - Ninguna buena, eso seguro. Decido no entrar ahí, no hay confianza como para eso.
Intento enterarme de qué va el mensaje que recibe en el móvil como para que se altere tanto, al parecer algo relacionado con el deber. - ¿Ha pasado algo malo? - me tocará echar un vistazo ami abandonado teléfono para enterarme, aunque me gustaba más el método de la moneda comunicadora. Lástima que no podamos usarla. - Pues no pensaba aparecer en la fiesta, pero...¿Qué cojones han hecho ahora? - pregunto alarmado por eso de que la Alianza había movido pieza, aunque me quedo con la duda porque ella se marcha al salón a informar de lo que quiera que sea. Gruño fastidiado al quedarme allí, agarrando el trozo de papel que había cogido antes con la intención de dejarle una nota a Catherine. Después salgo del aula, y posteriormente del edificio de la academia.
Caminaba por los pasillos de los edificios de la isla tomada del brazo del moreno cuando por fin llegaron al lugar estipulado. El salón era amplio y le traía a la mente sensaciones extrañas mientras cruzaba la puerta. Se encontraba aún vacío, pues iban temprano.- No recuerdo cuando fue la última vez que estuve en un lugar de estos. Me quedé muy atrás en educación.- Ciertamente trataba de recordar su antigua escuela, pero de eso hacía ya más de una década. Era precisamente la falta de instrucción apropiada lo que le hizo rechazar por completo el dar clases como lo hacía Reiv, hasta que él le recordó que sí sabía de algo. Tenía ganas de quedarse, de escucharle. Tenía la sensación de que sería fascinante. No le molestaba dejar plantados a los estudiantes, pero ya habían hablado de eso.
Se acercó hasta la mesa del frente, sentándose sobre ella para ver el panorama. Se sintió agradecida de no dar teoría. En la práctica no se necesitaba casi hablar. Después, prácticamente jaló a Reiv, colocándolo entre sus piernas, atrapándolo con pies y manos.- Espero que tengas una buena clase.- Susurró con los labios a milímetros de los suyos, soltando un suave suspiro, alargando un poco el acercamiento antes de alejarse de nuevo, con la mirada clavada en él. Había empezado una campaña de estira y afloja con él por pura curiosidad, que hasta el momento iba divertida por su parte. Dejó de asfixiarlo y se limitó a entrelazar las manos de ambos, mirándole con una suave sonrisa.- ¿Tienes ya todo lo que necesitas? - Antes de irse al borde de la isla, quería estar segura de ello y dejar todo en orden. Cosa que era más fácil decirse que hacerse, pues a medida que llegaba la hora el nudo en el estómago se le hacía más complicado.
Se acercó hasta la mesa del frente, sentándose sobre ella para ver el panorama. Se sintió agradecida de no dar teoría. En la práctica no se necesitaba casi hablar. Después, prácticamente jaló a Reiv, colocándolo entre sus piernas, atrapándolo con pies y manos.- Espero que tengas una buena clase.- Susurró con los labios a milímetros de los suyos, soltando un suave suspiro, alargando un poco el acercamiento antes de alejarse de nuevo, con la mirada clavada en él. Había empezado una campaña de estira y afloja con él por pura curiosidad, que hasta el momento iba divertida por su parte. Dejó de asfixiarlo y se limitó a entrelazar las manos de ambos, mirándole con una suave sonrisa.- ¿Tienes ya todo lo que necesitas? - Antes de irse al borde de la isla, quería estar segura de ello y dejar todo en orden. Cosa que era más fácil decirse que hacerse, pues a medida que llegaba la hora el nudo en el estómago se le hacía más complicado.
Habían transcurrido ya varios días desde aquella fiesta dada por los Descendientes, esa que había sido cualquier cosa menos una fiesta normal. Enfrentamientos entre unos y otros, elecciones de nuevos miembros del Consejo, posesiones y amenazas...finalizando con aquel extraño mensaje de Johan en las pantallas de la ciudad de Londres. Aquello era imposible, pues él no se había movido de la fiesta en todo el rato. Después él mismo nos aclaró que eso fue un mensaje falso, de aquel impostor que le había salido. No sabíamos cuál podía ser el siguiente movimiento, quitando el de avisar a los renegados para que no se volviesen en contra. Todavía estaban decidiendo qué hacer.
Por mi parte permanecí a la espera, en Ouroboros, encargándome de hacer eso que dije en la fiesta de colaborar en lo de instruir alumnos. En principio era algo más bien destinado a los miembros del Consejo, pero entre que estaban bastante ocupados y que ahora había más gente en la isla, habían decidido aceptar ayuda externa. El día de la primera clase decidí ir acompañado por Juliet, que también había aceptado colaborar de algún modo en la isla. - Tampoco te dieron oportunidad de estudiar, te encerraron demasiado pronto. - respondo a eso de que se quedó atrás en lo académico, intentando que no suene a que me apena lo que le hicieron. - Digamos que yo tampoco llegué a mucho...nos quemaron el colegio en las narices. - me encojo de hombros pensando en que aquello debería haberme bastado para no unirme a los aurores, pero no. Tuve que ser idiota.
Echo un vistazo al reloj, que marcaba unos cinco minutos antes de la hora de la clase, lo que hace que me entren ciertos nervios. - Creo que tendría que haber dicho que no e irme a lo del campo de entrenamiento directamente. - me quejo un momento antes de que me atraiga hacia ella, subiendo sus manos hasta su cintura cuando ella me atrapa entre sus piernas. En los últimos días habíamos mantenido este tipo de juegos más de lo habitual, especialmente después de la conversación en los jardines. Era como recuperar todas aquellas cosas que el tiempo de encierro y sus consecuencias nos habían arrebatado. Aprovecho sus segundos de acercamiento para robarle un beso rápido, cosa que hace que tenga aún menos ganas de dar clase ahora. - Presiento que va a ser un desastre. Debería haberla preparado más. Y...me van a comparar con los otros profesores. - confieso con cierto fastidio, asintiendo a eso de tener todo preparado mientras señalo con la cabeza hacia una carpeta de la mesa.
- No te extrañe si acabo antes de tiempo y voy a verte al campo de entrenamiento. En eso tienes práctica, lo has hecho durante bastante tiempo. ¿Qué vas a hacer para empezar la clase? - incluso cuando nos encerraron y la pusieron como entrenadora de gladiadores como parte del "trato" con Blair. Vuelvo a acercarme a sus labios con la intención de alargar un poco más el momento, pero en ese instante nos interrumpen un par de risitas de dos alumnos que están en la puerta, a punto de entrar a la clase. Me separo más o menos rápido, carraspeando mientras miro hacia abajo maldiciendo lo oportunas que son. - Pasad, pasad...podéis ir sentándoos.
Por mi parte permanecí a la espera, en Ouroboros, encargándome de hacer eso que dije en la fiesta de colaborar en lo de instruir alumnos. En principio era algo más bien destinado a los miembros del Consejo, pero entre que estaban bastante ocupados y que ahora había más gente en la isla, habían decidido aceptar ayuda externa. El día de la primera clase decidí ir acompañado por Juliet, que también había aceptado colaborar de algún modo en la isla. - Tampoco te dieron oportunidad de estudiar, te encerraron demasiado pronto. - respondo a eso de que se quedó atrás en lo académico, intentando que no suene a que me apena lo que le hicieron. - Digamos que yo tampoco llegué a mucho...nos quemaron el colegio en las narices. - me encojo de hombros pensando en que aquello debería haberme bastado para no unirme a los aurores, pero no. Tuve que ser idiota.
Echo un vistazo al reloj, que marcaba unos cinco minutos antes de la hora de la clase, lo que hace que me entren ciertos nervios. - Creo que tendría que haber dicho que no e irme a lo del campo de entrenamiento directamente. - me quejo un momento antes de que me atraiga hacia ella, subiendo sus manos hasta su cintura cuando ella me atrapa entre sus piernas. En los últimos días habíamos mantenido este tipo de juegos más de lo habitual, especialmente después de la conversación en los jardines. Era como recuperar todas aquellas cosas que el tiempo de encierro y sus consecuencias nos habían arrebatado. Aprovecho sus segundos de acercamiento para robarle un beso rápido, cosa que hace que tenga aún menos ganas de dar clase ahora. - Presiento que va a ser un desastre. Debería haberla preparado más. Y...me van a comparar con los otros profesores. - confieso con cierto fastidio, asintiendo a eso de tener todo preparado mientras señalo con la cabeza hacia una carpeta de la mesa.
- No te extrañe si acabo antes de tiempo y voy a verte al campo de entrenamiento. En eso tienes práctica, lo has hecho durante bastante tiempo. ¿Qué vas a hacer para empezar la clase? - incluso cuando nos encerraron y la pusieron como entrenadora de gladiadores como parte del "trato" con Blair. Vuelvo a acercarme a sus labios con la intención de alargar un poco más el momento, pero en ese instante nos interrumpen un par de risitas de dos alumnos que están en la puerta, a punto de entrar a la clase. Me separo más o menos rápido, carraspeando mientras miro hacia abajo maldiciendo lo oportunas que son. - Pasad, pasad...podéis ir sentándoos.
Si bien el tema de la educación no era muy de su agrado, enteramente por su falta de instrucción adecuada, Reiv lo zanjó de una manera que incluso la hizo sonreír. Por alguna razón, la manera en que dijo que les quemaron el colegio le divirtió hasta sacarle una risilla. Eso bastó para no tener que pensar de nuevo en cosas horribles y detener los recuerdos.
Si fueras al campo me habría que tenido que buscar otro lugar y probablemente no habría aceptado. No soy muy diestra en nada más.- Bromeó, tratando de relajarle. La verdad es que su clase le daba intriga, pero también estaba un tanto escéptica por el tema elegido. Cuando la conversación se volvieron acciones, y las acciones en aquel rápido beso, su cabeza se fue atrás, alejándose y su dedo rápidamente selló y alejó los labios del moreno de ella. Había perdido un punto al ser lenta y dejarse besar, aunque no importaba mucho porque iban más o menos iguales y solo ella iba llevando esa cuenta. Le dedicó una mirada retadora y una sonrisa que denotaba un poco de satisfacción porque ahora participaba abiertamente.- Te servirá para saber si te gusta esto de dar clases y si no quieres, no tienes que volver, ya estás grande.- Bromeó mientras echaba un vistazo a la carpeta, abriéndola y hojeándola con una mano para luego devolver la mirada al moreno.
No hagas eso, privarás a tus alumnos de tu compañía. Además, si lo haces, tendré que ser más dura con los míos para hacerme ver ruda. Además, quizás nadie vaya, o van y son idiotas, o van y no quiero dar clases, pero empezaré con espadas. La postura es lo más básico.- Susurró, dejando de hablar poco a poco al ver sus intenciones de besarla de nuevo. Su mirada quedó fija en sus labios, preparada para girar el rostro o hacerse atrás un instante antes de que sucediera, por lo que no alcanzó a escuchar a los recién llegados hasta que les descubrieron en plena escena. Ella también soltó una risilla por lo oportunos que eran y ahora veía que había decidido bien; le alegraba haber sido ella quien lo acompañó a él, pues le habría cortado un poco los ánimos que fuera al revés. Se levantó de la mesa de un salto, mientras sus estudiantes pasaban. Aprovechando que iban distraidos escogiendo asientos para acercarse a Reiv de manera indiscreta, justo como si estuviera a punto de darle un beso, y girando el rostro en el último instante, dejando el beso en la mejilla. Tenía que nivelar el juego antes de irse.- No los dejes muy fascinados, así si no te dejo volver no los decepcionarás.- Bromeó mientras caminaba a la salida de espaldas a la puerta, diciendo adios con la mano justo antes de salir. Se perdió al poco tiempo por los pasillos hasta salir del edificio, con rumbo conocido a su destino. Soltó un suspiro profundo, pues aún no estaba convencida de aquello, pero lo hecho hecho estaba.
Si fueras al campo me habría que tenido que buscar otro lugar y probablemente no habría aceptado. No soy muy diestra en nada más.- Bromeó, tratando de relajarle. La verdad es que su clase le daba intriga, pero también estaba un tanto escéptica por el tema elegido. Cuando la conversación se volvieron acciones, y las acciones en aquel rápido beso, su cabeza se fue atrás, alejándose y su dedo rápidamente selló y alejó los labios del moreno de ella. Había perdido un punto al ser lenta y dejarse besar, aunque no importaba mucho porque iban más o menos iguales y solo ella iba llevando esa cuenta. Le dedicó una mirada retadora y una sonrisa que denotaba un poco de satisfacción porque ahora participaba abiertamente.- Te servirá para saber si te gusta esto de dar clases y si no quieres, no tienes que volver, ya estás grande.- Bromeó mientras echaba un vistazo a la carpeta, abriéndola y hojeándola con una mano para luego devolver la mirada al moreno.
No hagas eso, privarás a tus alumnos de tu compañía. Además, si lo haces, tendré que ser más dura con los míos para hacerme ver ruda. Además, quizás nadie vaya, o van y son idiotas, o van y no quiero dar clases, pero empezaré con espadas. La postura es lo más básico.- Susurró, dejando de hablar poco a poco al ver sus intenciones de besarla de nuevo. Su mirada quedó fija en sus labios, preparada para girar el rostro o hacerse atrás un instante antes de que sucediera, por lo que no alcanzó a escuchar a los recién llegados hasta que les descubrieron en plena escena. Ella también soltó una risilla por lo oportunos que eran y ahora veía que había decidido bien; le alegraba haber sido ella quien lo acompañó a él, pues le habría cortado un poco los ánimos que fuera al revés. Se levantó de la mesa de un salto, mientras sus estudiantes pasaban. Aprovechando que iban distraidos escogiendo asientos para acercarse a Reiv de manera indiscreta, justo como si estuviera a punto de darle un beso, y girando el rostro en el último instante, dejando el beso en la mejilla. Tenía que nivelar el juego antes de irse.- No los dejes muy fascinados, así si no te dejo volver no los decepcionarás.- Bromeó mientras caminaba a la salida de espaldas a la puerta, diciendo adios con la mano justo antes de salir. Se perdió al poco tiempo por los pasillos hasta salir del edificio, con rumbo conocido a su destino. Soltó un suspiro profundo, pues aún no estaba convencida de aquello, pero lo hecho hecho estaba.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Página 2 de 4. • 1, 2, 3, 4
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.