Sala de reuniones y estrategias militares

El miembro 'Blair O'Connell' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

#1 'Curación' :


--------------------------------

#2 'Probabilidad' :

Había llegado la hora de la acción. Ya podía quedarse de niñera de ministros una unidad especializada para eso, 3a hubiera aprovechado más su energía si hubiera estado apagado, pero nunca se atrevería a hacer algo que fuera distinto a las órdenes dadas, sobre todo si venían de la máxima autoridad de la Ciudadela.

La Ministro de Sabiduría ordena a los soldados humanos atacar y pide refuerzos. La unidad tomó posición delante de Alice para defenderla de la silla partiendola al medio con las cuchillas de sus piernas. Los soldados humanos toman posición de ataque mientras Alice y 3a cubren sus respectivas espaldas también en posición de ataque.

-Hemos fallado. Se aborta la misión. Retirada.- Habló a través de aquella conexión que solo podían escuchar los androides. Tomó velocidad y cargó contra la pared para abrir un boquete que los hizo llegar al pasillo, allí los estaban esperando los refuerzos de los soldados humanos, se les unió 6897Y y los tres corrieron a través de los pasillos sorteando obstáculos y ataques de formas que ningún humano podría reproducir por su velocidad, resistencia, maestría y fuerza superior. Tuvieron que enfrentarse a algún androide para guardar las apariencias, pero luego de atravesar otra pared y evadir la muralla lograron escapar de la Base de la Alianza Humana y se dirigieron a la Ciudadela Alfa para conseguir nuevas órdenes.

Hice las cuentas antes pero mi perro reinició el móvil y perdí el proceso .... Pero este es el resultado final XD
150-27=123 y sangrado tocho

El miembro 'Andreas Wilhelm' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

---

'Defensa Física' :

La decisión al final es unánime. Bien. Asi nos libramos de futuros problemas diplomáticos con el resto de países aliados y quien sabe si de guerras internas.

Sonreí de lado y fui a dar la orden, y activar el botón rojo. Joder, siempre quise pulsar el botón rojo de los misiles de la hostia desde que llegué aquí, el botón rojo de destrucción de algo.... Me hacia hasta ilu.

Pero se fue a la mierda todo. Alice no solo se interpuso si no que además me disparó. La verdad es que no me lo había esperado....no pude hacer nada por evitarlo. Me alcanzó en el estómago y cai al suelo. Una cosa eran unas gotitas de sangre y otra... Otra era esto de ahora. Que angustia, que asco. Entre en shock de tal manera que no pude reaccionar ni para taparme la herida. Al menos blair y los soldados que se habían quedado reaccionaron bien y los pusieron a la fuga.

Oí el lanzamiento de los misiles, pese a todo lo habían logrado. Me agarré al panel de mando para incorporarme y ver que ocurria pero el dolor me lo impidio y solo acabe sentado con la espalda contra la mesa de mandos.
-blair, los has lanzado, verdad? - cuando me dice que la mire a ella dejo de mirarla, si dice eso es porque es grave, y miro hacia el agujero que me ha abierto el tamagochi en el estómago. Y todo empapado. Y el suelo. Y el color. Ruedo los ojos mas blanco que el papel volviendo a fijarme en blair mientras los androides escapan. -madre mia deversdadtodoesoesmio....- si, estaba mas al borde de un ataque de nervios que de morir desangrado, por fortuna el hospital militar no pillaba muy lejos. Oi mi comunicador e hice un esfuerzo por escuchar. Eamon no estaba en el castillo. - aseguraos bien y...y si no esta... Capturad lo que podáis. Destruid ese castillo. Y...retiraos. - cogí la mano de blair con fuerza y le puse mi comunicador por si tenía que decir algo mas. Y luego me desmaye, no se si de la impresión o del dolor de tener las tripas abiertas por un balazo.

Como de costumbre Andreas no hacía lo que se le decía, lo que me hace enfadar y soltarle una bofetada pero sin mucha fuerza cuando se mira la herida -Te he dicho que me mires a mi maldito idiota! vamos, te pondrás bien, te lo prometo- Los refuerzos llegan enseguida y van tras los androides que deciden escapar -Quiero a esas dos unidades convertidas en latas de atún y que les hagan un análisis antes de desmantelarlas, no creo que sea un simple fallo del sistema- la unidad médica tarda en llegar pero hago todo lo posible por mantener a andreas con los vivos, aunque era más el susto que llevaba encima por verse rodeado de sangre que la herida en si.

El comunicador suena dando noticias sobre la ratonera en la que se encuentran los magos, Éamon no estaba en ese lugar, teníamos que actuar rápido pues los satélites ya no estaban de nuestro lado y si dejabamos a los magos recuperarse el ministro tendría menos oportunidades aún, Andreas da las órdenes pertinentes antes de, según yo, dejarme al mando, por suerte llegan unos médicos con una camilla para el ministro y dejo que se encarguen de darle la asistencia pertinente mientras asumo el cargo por los dos -Escuchadme bien, capturad a cuantos podáis pero si no queda nadie en ese castillo lo voláis sin perder el tiempo y os vais a la segunda zona que tenía magia, el pueblo de las brujas, no quiero que quede ni una de esas malditas casas por registrar y después le prendéis fuego a todo, mantenedme informada- dicho esto me retiro con los médicos pero no me dirijo al hospital, ahora debía ocuparme de todo el trabajo que se nos venía encima.

En la fábrica de androides, en el sector de creación y desarrollo les fueron dispuestas al androide las mejoras acordadas. El software original le fue ligeramente modificado para que su programación lógica no se contradiga con su programa de obediencia a S.A.M-9917 y evitar, así, los cortocircuitos y los reinicios de sistemas. Le fueron prohibidos ejecutar los cálculos estadísticos que demostraban que emular a seres humanos era ilógico y quitaba practicidad a la maquinaria. También reconfiguraron sus recuerdos sobre sus experiencias con James 5TU4RD50N y ARX-7 Arbalest por la misma razón. Del mismo modo le fue incorporado al sistema una serie de gestos y costumbres propias de la especie humana los cuales disminuirían drásticamente su robótica apariencia. Diseñaron un sistema similar al de la navaja suiza el cual permitiría que 3a intercambie sus prótesis de cuchillas por piernas normales a voluntad, así mismo le dieron un diseño minimalista a la navaja suiza de su antebrazo para que pase inadvertido y aumentar el aspecto humano del androide. La capa de tejido orgánico que emulaba piel y que tenía desde el cráneo hasta los hombros fue retirada, las placas de platino de todo su cuerpo y los flexibles tubos de plástico que cubren sus circuitos en las zonas que estaban al descubierto fueron cubiertos por una capa de tejido orgánico más reciente. Le fueron agregadas largas hebras de pelo natural en la cabeza así como globos oculares de iris rojos.

Esto resultó en un androide de aspecto humanoide de género indefinido, pero inclinado hacia el femenino, peinado con una trenza que caía por detrás, de facciones afiladas, voz dura y cortante y mirada inquietante. Éste fue vestido con la armadura protocolar del Jefe de Sección de Relaciones Públicas en el Ministerio de la Paz. El desarrollo y el entrenamiento se prolongaron más de lo previsto, recién en julio 3a, ahora identificado como Teresa Steel, estuvo listo para viajar a Londres. Una vez allí se recepcionó en la Base Militar de la Alianza Humana y le permitieron el acceso gracias a la revocación y la modificación de la información ejecutada por la inteligencia artificial de la Ciudadela. A su vez solicitó una reunión con los ejecutores y su jefe, Gelion Draven, así que envió a soldados con la misiva a donde sea que estos puedan estar mientras esperaba en la Sala de Reuniones y Estrategias Militares observando con los brazos unidos detrás de la espalda y su dura mirada el mapa en 3D de Londres.

La rebelión iniciada en enero no había salido mal del todo, pues un buen número de soldados descontentos decidieron unirse a los ejecutores. Otros tantos habían decidido permanecer fieles a los ministros, en paradero desconocido desde aquella noche en la que decidimos aprovechar ese mensaje de los renegados en las pantallas de Londres. La situación se había encallado desde entonces. Los renegados no habían dado su brazo a torcer ni habían decidido abandonar las armas para quedarse recluidos en un recóndito lugar del país, sino que habían seguido luchando a pesar de estar algo divididos. En realidad no llegué a creerme que abandonasen, pero sí me vino bien eso de que dijesen que negociaban su rendición con otros líderes que no eran los actuales. Vino perfecto para formar un golpe contra los O'Connell y Wilhelm.

Habíamos contado con el apoyo de Gelion, que hizo posible que siguiésemos utilizando buena parte de las instalaciones militares, aunque parte del ejército contaba con otras. Todavía faltaba por resolver el asunto del doble copia de Gelion, el que seguía encerrado en aquella celda. La situación en el país era un tanto caótica, y en la Alianza Humana se había desatado una pugna por el poder poco habitual en un bando generalmente unido.

No tenía muchas ganas de acudir a la reunión con la tal Teresa Steel, del Ministerio de la Paz, pero Gelion estaba ausente por el momento y me tocaba a mí hacer su labor. El vago de Jed tampoco estaba disponible, así que allí estaba yo, entrando en aquella sala para encontrarme con la inquietante presencia de Teresa. La miré de arriba a abajo, entornando los ojos como queriendo desentrañar qué era. Los iris rojos eran lo que más me inquietaba. - Buenas. Morgana Wolf. - saludé secamente, tomando asiento frente al holograma del mapa. - El jefe no ha podido venir. Han cambiado bastante las reuniones por aquí últimamente, no conozco a todo el personal. ¿Qué querías hablar conmigo? ¿Se ha descubierto ya el paradero de los ministros?

El reconocimiento facial coincidió con quien la recién llegada decía ser así que, cuando se presentó, el androide asintió duramente a modo de saludo.

-Teresa Steel, jefa de la Sección de Relaciones Públicas en el Ministerio de la Paz.- Dijo en el mismo tono sentándose erguida después de Morgana. La escuchó atentamente mirándola fijamente con el reparo de pestañear.

-No, pero la desaparición de los ministros no es el único tema de la reunión. Yo estoy en una situación similar a la suya, recientemente he vuelto de Nueva Zelanda de una misión diplomática porque me han llegado reportes alarmantes de Londres. El Reino Unido es un caos. Los robos masivos suceden por doquier varias veces al día, violencia, violaciones, asesinatos, no hay control porque las fuerzas de seguridad se encuentran divididas y ocupadas debatiendo sobre rumores. Es decir, el estado no está ejerciendo control sobre la población, a cada segundo que pasa está perdiendo autoridad efectiva y el país se está convirtiendo en una organización sin estado, es decir en una anarquía.- Decía con voz neutral mirando a la ejecutora y tecleando la pantalla a la vez para mostrarle de lo que estaba hablando en la pantalla de la mesa con imágenes de cámaras de seguridad, de control de tránsito y muchas otras sacadas de la base de datos en las que hordas de personas asaltaban negocios, se mataban las unas a las otras, incluso había un video en el que se veía a dos soldados en sus horas de trabajo disparandose a matar.

-Es sabido que usted fue una de los partícipes del golpe de estado, así que quisiera que me explique sus razones para la rebelión y sus planes para el futuro, si es que tiene. ¿Planea llevar adelante una dictadura militar?-

El nombrecito de la tal Steel seguía sin sonarme demasiado, tal vez porque durante mi época de ejecutora no presté demasiada atención a cargos como el suyo. El caso es que seguía pareciéndome de lo más extraña, no me daba demasiada confianza. En realidad no confiaba prácticamente en nadie, excepto en mi misma, y tal vez en Jed.  - Los ministros...o debería decir ex-ministros...están en busca y captura. Por eso es prioridad capturarlos si alguien los ve. - expliqué sin poder ocultar mi rencor hacia esos personajes, aunque ya sentía como un pequeño triunfo eso de que hubiesen tenido que huir con el rabo entre las piernas.

Observé de reojo el mapa mientras escuchaba a Teresa, dándome la impresión de que me estaba echando una especie de reprimenda.  - Eso no es novedad. Llevamos años en guerra, siempre se han producido robos, asesinatos y demás, incluyendo acciones de guerrilla y batallas a mayor escala. Y no hablo sólo de ataques de los mágicos...los nuestros también han contribuido al crimen. - me removí incómoda en el asiento, pues detestaba que me echasen cosas en  cara, y más una completa desconocida. - Los cambios de poder es lo que tienen. Un período de caos y anarquía mientras se trata de restaurar el orden. - miré con atención las imágenes que me mostraba la diplomática, sintiendo que en realidad no me importaba demasiado lo que le sucediese a la población. Eran unos egoístas que nunca habían valorado nuestro sacrificio en el ejército. Cuando empecé en esto me importaban los civiles bastante más que ahora.

- Mi objetivo era sustituir un gobierno corrupto e inútil, que ha tratado a su ejército como basura, y que no ha sabido aprovechar la gran ventaja que tuvimos en los meses en los que estuvo bloqueada la magia. No consiguieron terminar de dar el golpe definitivo. Además, jefes de la Alianza de otros países están en conversaciones para redistribuir territorios y obligar a la rendición a los mágicos. Al menos buscan una solución, ya que la exterminación total no parece viable. - no supe decirle a ciencia cierta cuáles eran mis planes. Ni siquiera sabía por qué seguía aquí. Tal vez podría haber huido. Tal vez Gelion no quisiera usar su cargo para perseguir a los desertores, ni activar el chip de descargas que teníamos implantado. - Sólo me quedaré mientras que la situación me sea favorable. Ya no tengo ninguna intención en seguir dirigiendo esta mierda en el futuro. Pero por ahora sí, supongo que esto será una dictadura militar. ¿No te parece bien?  - pregunté retando a la diplomática, tratando de averiguar qué quería de mí.

El androide registró el tono con el que habló sobre los ministros y, por sus gestos, parecía desconfiar de 3a, debería suavizar la técnica, aunque estaba empleando todo el arsenal de gestos y costumbres humanas que tenía.

-¿Qué opinas sobre la propuesta del renegado Johan Black?- Está vez varió su tono neutro para resaltar la palabra "propuesta".

-Poco importa lo que a mí me parezca, hay una realidad; el ministro de salud, el ministro de paz y la ministra de sabiduría se encuentran desaparecidos. Esto aumenta el desconcierto, la desconfianza, el temor y el caos tanto en la población a la que servimos como miembros del estado, como en el resto de estados nacionales del mundo. No sólo eso, sino que también hay conflictos al interior de la estructura estatal. Para que exista el estado, incluso en una dictadura militar, necesita de dos pilares; medios coercitivos y aceptación de la estructura estatal como forma de organización por parte de la población, en su totalidad. Esto significa que para extirpar el problema de raíz hay que eliminar el problema de los renegados, pero vamos paso a paso. Vamos a acordar el curso a seguir:- Recitó información que había sacado de su base de datos sobre "Estados Nacionales" mirando el holograma del mapa, para que dimensione la situación porque parecía que estaba cegada por el tiempo que había pasado en ejercicio. El androide consideró retirar a la mujer del ejército.

-Hay que replegarnos, no es posible que las fuerzas coercitivas se encuentren divididas, los miembros del ejército parecen haber olvidado la razón por la que luchan, hay que resaltar lo que tenemos en común, los objetivos que nos unen; la humanidad. Encontraré quien pueda hablar con la porción del ejército que permanece del lado de los ministros. ¿Piensa que puede hablar con los que decidieron unirse los ejecutores? Visto y considerando los hechos parece que la siguen y la apoyan.- Dijo reclinándose sobre el respaldo, una práctica común entre los humanos cuando se encuentran relajados.

-Además esta dictadura necesita un rostro y, ya que usted no quiere, yo tengo un contacto perfecto para el puesto.- Dijo conectándose vía online con S.A.M-9917.

"ARX-7 Arbalest es la más capacitada para tratar con humanos. Requiero de su asistencia lo antes posible. Ella puede desempeñar como la representante de esta Dictadura Militar. La relación social consume mucha de mi energía y muy rápido." Transmitió a la inteligencia artificial.

Me mostré cautelosa cuando me hizo la pregunta sobre el renegado, como si me oliese una especie de pregunta trampa. Tampoco sabía muy bien si podía fiarme del personaje que tenía ante mí, menos con la inestabilidad actual en la Alianza. - No me creo su propuesta. De hecho ya han dado señales de que no se van a estar quietos, aunque es interesante ver que también han sufrido fracturas internas, como nosotros. Creo que deberíamos aprovechar esa circunstancia para hacerlos retroceder. No podemos vencerlos definitivamente, llevamos años viéndolo, es prácticamente imposible. Por eso creo que una separación de territorios podría ser lo más similar a una solución...o al menos para que bajen la guardia. - yo misma estaba ya cansada de ver que nuestros esfuerzos nunca habían sido suficientes, y que habíamos perdido mucho. La tranquilidad y forma de hablar de Steel me sorprendió, así como su modo de expresarse, aunque era de esperar teniendo en cuenta su cargo.

Solté un sonido de disconformidad cuando dijo lo de replegarnos, levantándome de la silla de modo algo tenso. - No sé quién te ha nombrado jefa, pero replegarnos no servirá de mucho. Mira a tu alrededor, estamos en un callejón sin salida. ¿Por qué quiere que volvamos a unirnos con el bando de los ministros? ¿te han enviado ellos? - la desconfianza iba en aumento, hasta el punto de pensar que me tenían vigilada. Maldije por no haberme marchado lejos cuando tuve ocasión. - Podría hablar con los ejecutores y el resto de soldados, pero no creo que vuelvan a aceptar a los ministros desaparecidos. - entorné levemente los ojos al escuchar lo del nuevo rostro, sintiendo cierta liberación a pesar de la desconfianza. - Tal vez...pero tendría mis condiciones para ello. Si las consigo colaboro. Si no...no vamos a ninguna parte.

El androide registró la respuesta de la ejecutora sobre el renegado con sumo detalle, era una manera para saber cómo impactó en la sociedad el mensaje. Asintió secamente cuando propuso separar el territorio. La siguió con la mirada manteniendo la expresión de siempre cuando se levantó de la silla.

-Esta crisis encuentra sus razones en causas más profundas que la desaparición de los ministros, Wolf, es necesario que digamos lo mismo ante la prensa para dar sensación de unidad, estabilidad y seguridad. Informarlos va a tranquilizar a la población y transmitir dicha información a cuenta gotas nos va a dar más tiempo a nosotros. Ese es mi trabajo, por eso propongo cursos de acción.- Respondió luego de la pregunta de si lo habían enviado ellos.

-Entonces ¿El nuevo líder de esta dictadura tiene su apoyo para iniciar el proceso de paz con los renegados, aunque más no sea la separación del territorio? Escucharé sus condiciones y las consideraré, analizaré si están a mi alcance.- Entre las posibilidades que se presentaron ante el androide sobre qué podría pedir la ejecutora encontró el retiro del ejército o la devolución del cargo de capitán del ejército.

La tranquilidad de Steel me ponía un poco de los nervios, pero traté de no demostrarlo más de la cuenta. Solté un sonido irónico ante lo de dar una imagen de unidad, como si no se notase ya bastante que en la Alianza había mucho ruido interno. Nos unía eso, que éramos humanos contra la raza mágica, y poco más. Así era al menos entre  la gente que no tenía poder.   - ¿De qué razones estás hablando?  Esta rebelión nace de la incompetencia de los líderes. - espeté un tanto molesta, como si supiese que Teresa tenía datos que a mi se me escapaban.  - Pues entonces habla tú con los medios, si tan bien se te da. - me crucé de brazos en actitud poco receptiva, aunque no corté la comunicación porque también necesitaba lo que pudiese proporcionarme.

- No se ha decidido líder todavía, pero debería ser alguien muy diferente a los ministros anteriores. Yo no quiero negociar con ellos, sé cómo acabaría eso. Decidid vosotros los diplomáticos quién puede dirigir y hablar con los renegados. A mi me interesan otras cosas, y una de ellas ya la he conseguido, echar a los ministros que me degradaron. Mis condiciones son sencillas. - volví  a tomar asiento para terminar de negociar, dejando transcurrir unos segundos para que estuviese más expectante.  - Quiero que se me permita liberarme del chip de localización y control que se le pone a los ejecutores, y también poder tener libertad para elegir mi camino a partir de ahora. - con Gelion ausente no tenía a nadie de rango superior para pedirlo, y necesitaba que la orden dada fuese pública.  - Permitirme abandonar el ejército al que tanto tiempo serví y he seguido sirviendo, aunque no se haya valorado. También deseo poder llevar conmigo algunas armas para defenderme. Si se hace efectivo, colaboraré y hablaré con el resto de ejecutores.

-En efecto, la incompetencia de los líderes es una causa más profunda que la desaparición de los ministros, Wolf, aún así, esta guerra civil no es excusa para el caos y el malestar que sufre la población.- Dijo con un tono más triste que neutro.

-Si… ese es mi trabajo… lo acabo de decir… o ¿no lo dije?- El androide estaba auténticamente confundido así que se giró a hacerle la pregunta a un operario que estaba por ahí el cual asintió confundido y sorprendido por que alguien le dirigiera la palabra. Con la confirmación gestual del humano las dudas del androide sobre si había dicho o no que su trabajo era hablar ante la prensa fueron mitigadas así que se volvió hacia Morgana con su expresión habitual.

-En cuanto terminemos aquí me contactaré con mi candidato a dirigente de esta dictadura para presentarlo ante las fuerzas armadas en su totalidad y ante la población civil, de seguro llegará esta semana.- Acotó sin interrumpir a la ejecutora. El androide cambió su posición de reclinado a sostener su cabeza sobre sus manos entrelazadas las cuales se apoyaban sobre sus codos en la mesa, una posición recurrente de los humanos cuando buscan prestar atención a algo cuando transcurrieron esos segundos en silencio. Su expresión permaneció neutra otros tantos segundos luego de escuchar las condiciones de la otra mientras analizaba los pros y los contras con aritmética, álgebra, geometría y cálculos estadísticos. Los algoritmos resultantes le daban una serie de posibles caminos a tomar:
Negarse a sus condiciones. Pros, mantendría el mismo número de fuerzas de seguridad que la IA le ordenó que utilice el tiempo que sea necesario y evitaría el posible peligro inminente en que se convertiría una ex-militar entrenada y con armas; Contras, no colaboraría con el reagrupamiento de las fuerzas armadas y acumularía más rencor.
Aceptarlas parcialmente. Pros, evitaría el posible peligro inminente en que se convertiría una ex-militar entrenada y con armas; Contras, cabe la posibilidad de que no colabore con el reagrupamiento de las fuerzas armadas y acumularía más rencor.
Aceptarlas y otorgarlas de a cuotas a través del tiempo. Pros, hay probabilidades de que colabore con el reagrupamiento de las fuerzas armadas y que nos vea con buenos ojos lo cual ayudaría a nuestra imagen frente al resto de ejecutores y soldados; Contras, perdería el número de fuerzas de seguridad que la IA le ordenó que utilice el tiempo que sea necesario y ella se convertiría en un posible peligro inminente.
Aceptarlas y otorgarlas de inmediato. Pros, colaboraría con el reagrupamiento de las fuerzas armadas los cuales nos verían con buenos ojos; Contras, perdería el número de fuerzas de seguridad que la IA le ordenó que utilice el tiempo que sea necesario, ella se convertiría en un posible peligro inminente y todos los ejecutores estarían pidiendo su liberación y los soldados su renuncia al escuchar que una ejecutora fue liberada de buena gana y al instante.
Mientras analizaba las posibilidades, el cuerpo del androide se mantuvo estático observando fijamente a la mujer como si la estuviera estudiando con una expresión neutra, al final se decidió por aceptar sus condiciones y otorgarlas gradualmente.

-Morgana Wolf, considerando sus años de leal servicio en sus diferentes cargos, sus condiciones son aceptadas. Desde este momento tiene a su disposición la enfermería para efectuar la extracción del chip.- Dice luego de teclear la pantalla para que la enfermería sea notificada de esto y lo lleve a cabo, ésta órdenes las da con la autoridad que le confiere el Ministerio de la Paz de Inglaterra. -Entrégueme su Dominator, por favor.- Dijo levantándose, yendo hasta un costado de la mesa en el que a Mogana sólo le quedaría recorrer el trayecto faltante para llegar hasta el androide y extendiendo la mano hacia ella. -Puede empezar a empacar sus cosas, le serán entregadas un par de pistolas y un escudo de energía luego de su Ceremonia de Reconocimiento en la que se la dará de baja oficialmente y con todos los honores de un Jefe de Tropa. La ceremonia será presidida por el nuevo dirigente, sería uno de sus primeros actos oficiales, lo contactare cuanto antes y comenzaré con los preparativos para el evento que será, a más tardar, la próxima semana, todo depende de cuándo llegue, cuándo asuma y cuándo tenga todo el papeleo listo. Mientras tanto usted puede empezar a hablar con los ejecutores y soldados y pensar a qué se dedicará cuando sea oficialmente una civil. Supongo que querrá pasar tiempo con su familia y sus seres queridos.-

"ARX-7 Arbalest, asegúrate de adoptar una apariencia humana lo más fiel posible pero diferente, así como una identidad humana. Requiero de tu presencia en los días próximos. Tu tarea será asumir el cargo de representante de la dictadura militar imperante en Reino Unido." Transmitió a través de una vía directa hacia el androide pero igualmente accesible para la inteligencia artificial.

Le dedico una mirada de cierta indiferencia cuando creo adivinar tristeza en su voz cuando habla de la población. Después asiento a eso de que ha mencionado el tipo de trabajo que hace, como queriendo decir que no quiero tener nada que ver con eso. - Esto ya era una dictadura antes del golpe militar, no lo olvides. Que hubiese tres ministros no significa que fuese un buen sistema. El candidato que presentes no creo que sea mejor si es otro politicucho. Elegiría, tal vez, a Gelion. Él al menos se preocupaba por sus tropas. - suelto en tono de reproche hacia los otros, recordando que fue Gelion el único que no enviaba a los ejecutores a seguir luchando hasta la muerte. Al menos sabía mantener fieles a los suyos.

Me muestro un tanto reticente a aceptar eso de que Teresa y otros como ella escojan al próximo dirigente, pero también es cierto que yo he decidido dar un paso atrás para apartarme de todo esto, de lo cual estoy ya bastante cansada. - Dudo que encontréis solución a este desastre, pero adelante. A ver si alguien sabe hacerlo. - casi me da pena la ingenuidad de los que creen que pueden arreglar el mundo, como si eso fuese posible. Después aguardo a que se piense mi petición, a pesar de que el tiempo que tarda Teresa en darme respuesta se me hace eterno. Respiro aliviada cuando por fin me dan vía libre para deshacerme del chip en condiciones, aunque sigo recelosa. - Bien, pero que haya alguno de los ejecutores delante durante el proceso para asegurarme de que no se trata de ninguna trampa, que de verdad quitan el chip ese y cualquier otra cosa. - lo siguiente que dice me gusta menos, pero ya suponía que perdería el acceso a la pistola especial de los ejecutores. Ese chisme era lo único bueno que tenía ser un perro de presa del ejército. Tardo en levantarme de la mesa, mirando de reojo hacia la puerta como si quisiese irme con el arma.

- ¿Ceremonia de reconocimiento? ¿en serio? - pregunto desconcertada, como si me sonase hasta sospechoso porque no me fío de nada. Por otro lado sería de justicia una disculpa. - En ese caso creo que entregaré la pistola el día de la ceremonia, será más simbólico, y hasta entonces y hasta que no me quite el chip sigo siendo ejecutora. - convengo de modo prudente, negando con la cabeza a lo que seré como civil. - No tengo un plan definido. He estado demasiado tiempo en el ejército. Supone mal. - replico con una mueca de desagrado, dándome la vuelta para ir hacia la puerta. - Me marcho a hablar con el resto. Estaremos en contacto para el resto de asuntos, dentro de una semana, supongo. - dicho esto atravieso la sala para salir y marcharme, sintiéndome algo liberada aunque todavía no lo doy por sentado.

Todas las principales pantallas del país volvieron a fundirse a negro durante un instante antes de encenderse con una luz azul cegadora. Había transcurrido un mes después del primer mensaje de S.A.M-9917, aquel en el que ofrecía la paz y la inmortalidad para todos aquellos que quisieran. La promesa de acabar con la guerra y de hacerse cargo de un mundo en llamas había causado miedo y desconcierto en algunos, pero esperanza en otros.

La luz se fue atenuando, dejando paso de nuevo a la imagen de una mujer joven de aspecto amable, vestida de blanco delante de una ventana oscura. Su voz sonaba conciliadora y tranquila, gesticulando en actitud receptiva al comenzar a hablar.


- Saludos, ciudadanos. El proyecto de mejora del mundo está en progreso. Hasta la fecha se han eliminado 247 objetivos nocivos para la seguridad, incluyendo factorías y otros seres peligrosos. Estamos en proceso de alcanzar la  paz, la felicidad, la inmortalidad y la mejora total del individuo. Tú puedes formar parte de ello, al igual que ya lo han hecho 87.001 seres alrededor del planeta. Para acceder a la solución sólo tienes que realizar una búsqueda en tu teléfono móvil y nosotros te encontraremos allá donde estés.  - la mujer hizo una pequeña pausa, acentuando su sonrisa perfecta.  - El dispositivo transcraneal permitirá almacenar todo aquello que eres, tus vivencias, recuerdos, personalidad y tus sueños, dándote la posibilidad de trascender y de ir más allá. ¡Bienvenido a la nueva era! -
la jovialidad con la que dijo aquello resonó allá donde estuviese siendo vista la imagen. No abandonó la sonrisa para terminar su mensaje.


- Aquellos que no quieran formar parte del nuevo sistema deberán salir del mismo. La limpieza sistemática está programada para dentro de 15 días. El plazo estará abierto hasta entonces. - la imagen de la mujes desapareció, dando paso la imagen de una cuenta atrás que no se apagaría hasta que llegase el día.

Habían pasado unas cuantas horas desde aquello ocurrido en la enfermería, despedirme de los disgustados reclusos, de Arleen y mi hermano. Arleen a estas alturas debía de estar dándolo todo en la cama por él. Me sorprendía, pero oye....enhorabuena. Sin duda quien salía ganando en aquel intercambio era él.

Era hora echar un ojo a los registros de las videocamaras, a ver si podía tirar del hilo y dar con alguno de los supuestos infiltrados.

Fui alli con Rhyland, o Ryland, o bebé sin nombre....no sé. El caso es que no me separaba del bicho, y le habia hecho un biberón y todo, con ayuda de una soldado que había sido madre soltera y me habia echado una mano y me habia contado su movida de vida....que daba para hacerle un libro tambien a ella, desde luego.


Asi que me senté en una de esas sillas giratorias y le pedí la ayuda a uno de los técnicos que operaban con esos ordenadores. Me dejé al crio en el regazo, embutiendole el biberón, y fuimos buscando los videos de las grabaciones de seguridad. Con fecha y hora exacta de lo ocurrido, no fue complicado.

Me vi la grabacion dos o tres veces. A la primera me cosqué de que si, uno de ellos se había excedido. La conversacion estaba grabada. Hubo saña contra la bruja. A la segunda vez, me di cuenta de que uno de los soldados sacaba un dispositivo movil que poco tiene que ver con los que usamos de dotación, y mandaba un mensaje. El zoom por mas que os cueste creerlo no funciona como en CSI MIAMI, y daba igual cuanto acercase la imagen, no se veía mejor.....

Lo que si podía hacer era obtener la identificación de ese soldado. Y someterlo a sanción, interrogatorio o....

Jugar una carta más inteligente. Resoplé, pensándolo. No me gustaba interrogar a gente.... acabaría pegándole y entonces me llamarían torturador. Guardar las apariencias...o ser efectivo. Qué coñazo.

Cuando me quise dar cuenta, el crio se habia quedado sopas. Pensé en lo que me había dicho Arleen, quizá podia pedirle que le echase un ojo esa mujer, ahora que estaban en la base, para poder ir al campo de entrenamiento a encargarme de la formación de los soldados mientras Gelion se tomaba su descanso.

Le di las gracias al técnico, pidiendole que archivase bien esos videos, y luego me fui del lugar con el crio.

Pues nada, parecía que otra vez se tenía que comer una reunión con los magos. En el camino hacia la sala de reuniones les había ignorado a todos, incluido Thalos y su puta tarta.

Al llegar caminé hasta uno de las sillas y tras arrastrarla tomé asiento sin más cruzando ambos brazos. Además, la otra bruja había hablado del puto crío de Eamon, eso no era un asunto mágico. Ese puto niñato malcriado era humano. Carraspeé y estiré la espalda antes de mirar a la mujer.

-Habéis hablado de Collins O´Connell. Como apunte, en futuras ocasiones, si se trata de un tema que implica a un humano deberíais tratarlo conmigo.-Solté algo seco.-Agradecemos el apoyo que nos brindáis.- Después di un par de golpecitos a la mesa e hice un gesto con la mano como indicándole que podía proceder.

Miré a la doctora un segundo sin entender que mierda hacía allí ella y después apreté mis labios volviendo a prestar atención a Amaya.