Recuerdo del primer mensaje :
Entrada al Área Militar. Huelga decir que está vigilada noche y día por dos Robots Centinelas, ademas por cámaras y sensores láser y de sonido, tambien detectan los campos de magia si se acercan demasiado. Asi que ni un solo bicho magico se acerca sin que salten las alarmas. A no ser que sea un intruso mágico permitido, claro está. Tienes tu identificación? Tu escáner de retina es válido? Si no lo es, largo de aqui.
Soldado Alianza Humana
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
- ¡ Dense la vuelta con las manos en alto! - grito al ver que mi primer disparo ha fallado y que Morgana no parece estar de mi lado. No dejo de apuntar mientras retrocedo unos pasos, cayendo al suelo varios metros más allá al recibir el golpe de viento de Ellyos. Me incorporo despacio y dolorido, mandando otro mensaje a todas las unidades. - ¡Solicito refuerzos YA! ¡Wolf es una traidora, se ha unido a los renegados! - demasiadas manzanas podridas en la Alianza, ya no podíamos creer en nadie.
El centinela me asegura protección y que no se escapen los intrusos, así que utilizo mi arma en modo cobertura, creando un pequeño escudo para evitar que le impacte de lleno la bola mágica que lanza uno de los magos. Después lanzo una ráfaga de disparos hacia el tipo que me atacó con viento, Ellyos. Me doy cuenta de que la tercera en discordia ha cogido los papeles que tiró Morgana al suelo, algo que de seguro es importante.
- ¡Devolved eso! ¡No os servirá de nada huir! ¡vayáis donde vayáis ya os tenemos acorralados, no podéis dar un paso sin que lo sepamos!
---------------------------
ataque:
0 dado + 10 base + 5 bonus arma= 15 a Ellyos
defensa:
30 dado + 10 base + 5 bonus arma= 45 para el centinela
El centinela me asegura protección y que no se escapen los intrusos, así que utilizo mi arma en modo cobertura, creando un pequeño escudo para evitar que le impacte de lleno la bola mágica que lanza uno de los magos. Después lanzo una ráfaga de disparos hacia el tipo que me atacó con viento, Ellyos. Me doy cuenta de que la tercera en discordia ha cogido los papeles que tiró Morgana al suelo, algo que de seguro es importante.
- ¡Devolved eso! ¡No os servirá de nada huir! ¡vayáis donde vayáis ya os tenemos acorralados, no podéis dar un paso sin que lo sepamos!
---------------------------
ataque:
0 dado + 10 base + 5 bonus arma= 15 a Ellyos
defensa:
30 dado + 10 base + 5 bonus arma= 45 para el centinela
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Tecnológica' :
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Tecnológica' :
Ellyos Kakumei
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
10 dados + 5 base + 10 habilidad = 25 defensa, se anula el daño
------------------------------------------------------------------------------------
El guardia se volvió a levantar y me disparó una rafaga de balas, cerré mis ojos y empecé a concentrarme mientras el sonido de las balas llegaba a mis oidos. Volví a abrirlos antes de que me alcanzaran, estos brillaban con fuerza y ya no eran ojos de un humano normal, eran de dragón, las balas empezaron a congelarse y quedaron momentaneamente suspendidas en el aire, rodeadas de hielo cual estrellas en el firmamento y empezaron a caer lentamente al suelo, partiéndose en miles de pedazos, como si copas de fino cristal cayeran y se rompieran.
Victorya había asegurado los planos que Morgana había robado y Johan nos agarró para desaparecer pero su habilidad no funcionaba, el centinela estaba impidiendo que pudiera utilizar su habilidad para marcharnos, así que me ordeno salir volando y llevarme a Victorya, me negaba en rotundo a dejarlo solo, pero si me quedaba, podría liarla y fastidiarlo todo. Me transformé en dragón y chillé fuertemente al soldado de manera amenazadora, con una garra mientras movía las alas fuertemente, sujeté a Victorya, y con la otra, por mucho que no le gustase, a Johan. El viento me empezó a rodear y salí disparado hacia el cielo, volando velozmente gracias al empuje del viento sobre mi.
- Nunca jamás de los jamases me pidas que te abandone, porque jamás lo haré - le dije en el aire a Johan con mi potente vozarrón de dragón.
------------------------------------------------------------------------------------
El guardia se volvió a levantar y me disparó una rafaga de balas, cerré mis ojos y empecé a concentrarme mientras el sonido de las balas llegaba a mis oidos. Volví a abrirlos antes de que me alcanzaran, estos brillaban con fuerza y ya no eran ojos de un humano normal, eran de dragón, las balas empezaron a congelarse y quedaron momentaneamente suspendidas en el aire, rodeadas de hielo cual estrellas en el firmamento y empezaron a caer lentamente al suelo, partiéndose en miles de pedazos, como si copas de fino cristal cayeran y se rompieran.
Victorya había asegurado los planos que Morgana había robado y Johan nos agarró para desaparecer pero su habilidad no funcionaba, el centinela estaba impidiendo que pudiera utilizar su habilidad para marcharnos, así que me ordeno salir volando y llevarme a Victorya, me negaba en rotundo a dejarlo solo, pero si me quedaba, podría liarla y fastidiarlo todo. Me transformé en dragón y chillé fuertemente al soldado de manera amenazadora, con una garra mientras movía las alas fuertemente, sujeté a Victorya, y con la otra, por mucho que no le gustase, a Johan. El viento me empezó a rodear y salí disparado hacia el cielo, volando velozmente gracias al empuje del viento sobre mi.
- Nunca jamás de los jamases me pidas que te abandone, porque jamás lo haré - le dije en el aire a Johan con mi potente vozarrón de dragón.
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ellyos Kakumei' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Mágica' :
'Defensa Mágica' :
Robot Centinela
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
La protección del soldado con su el escudo de tecnológico de su arma y mi propios escudos de energía consiguen bloquear el ataque que dirige el mago hacia mi. No sufro ningún daño en mis circuitos ni en mi estructura, y ni siquiera tengo que esperar a que el soldado de un comando de voz para actuar. El protocolo a seguir en estos casos es el de persecución infinita para abatir al enemigo. Guardo el cañón de mi brazo un momento, elevándome sobre los propulsores de mis pies para quedar suspendido a varios metros sobre el suelo. El enorme dragón se lleva a los dos que ya tenía en la base de datos, Johan Black y Victorya Blanc, pero ahora ya tengo una nueva cara y datos para enviar al registro central de criminales.
- Protocolo de persecución activado. Rastreo iniciado. Enviar señal al resto de unidades.- salgo volando velozmente para perseguir sin descanso al dragón y sus tripulantes , allá donde decidan ir.
--------------------
defensa centinela:
15 dado + 25 base= 40 + 45 del soldado darkred= 85, supera ataque
- Protocolo de persecución activado. Rastreo iniciado. Enviar señal al resto de unidades.- salgo volando velozmente para perseguir sin descanso al dragón y sus tripulantes , allá donde decidan ir.
--------------------
defensa centinela:
15 dado + 25 base= 40 + 45 del soldado darkred= 85, supera ataque
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Robot Centinela' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Centinela defensa' :
'Centinela defensa' :
Sigo tirada en el suelo con las manos cubriendo mi cabeza mientras se suceden los ataques y disparos de unos y otros, como si ninguno de los dos bandos tuviese nada que ver conmigo. Cierro los ojos con fuerza, encogiéndome cada vez más, esperando a que todo cese. En otras ocasiones yo habría sido la primera que estuviese ahí luchando y disparando, pero no ahora. Mi mente es un lugar bombardeado y casi destruido, un lugar lleno de delirios por el cautiverio y de órdenes y voces que no son la mía. Peleo conmigo misma, con las voces de mi cabeza, intentando desenterrar la mía aunque sea débil. Me incorporo hasta ponerme de rodillas con un grito de locura, arañando mis mejillas con las uñas durante los segundos que dura ese grito.
Bajo la cabeza respirando agitadamente cuando por fin enmudezco, poniéndome en pie lentamente y de manera algo tambaleante. Estoy confusa y no termino de comprender la situación. No es que no recuerde lo que he hecho, pero tengo la sensación de que esa era otra persona, que no era yo la que entró en la base y robó los planos. El centinela y el dragón se alejan, demasiado rápidos como para poder alcanzarlos. Mi odio hacia ellos ya no es suficiente para mantenerme en pie, me siento vacía, como una especie de despojo de la Alianza, un despojo humano. Hacer la guerra era mi único objetivo, y ahora ya no creo en nada ni en nadie. Además, ahora con lo que he hecho pasaré a la categoría de traidora para ellos. Ni siquiera sé si quiero seguir aquí, con aquellos que no hicieron todo lo posible por encontrarme y sacarme de aquel zulo infernal. Tampoco sé si merece la pena intentar fugarme, no tengo a dónde ir ni meta alguna. Me vuelvo hacia el soldado que ha quedado en el lugar, que se ha acercado a mí antes de que me de cuenta. Éste me da una descarga eléctrica con el táser que lleva, haciendo que caiga desmayada en sus brazos. Después me arrastra al interior del recinto, hacia un futuro incierto.
---------------
post 5 de 5 de control mental, fin.
Bajo la cabeza respirando agitadamente cuando por fin enmudezco, poniéndome en pie lentamente y de manera algo tambaleante. Estoy confusa y no termino de comprender la situación. No es que no recuerde lo que he hecho, pero tengo la sensación de que esa era otra persona, que no era yo la que entró en la base y robó los planos. El centinela y el dragón se alejan, demasiado rápidos como para poder alcanzarlos. Mi odio hacia ellos ya no es suficiente para mantenerme en pie, me siento vacía, como una especie de despojo de la Alianza, un despojo humano. Hacer la guerra era mi único objetivo, y ahora ya no creo en nada ni en nadie. Además, ahora con lo que he hecho pasaré a la categoría de traidora para ellos. Ni siquiera sé si quiero seguir aquí, con aquellos que no hicieron todo lo posible por encontrarme y sacarme de aquel zulo infernal. Tampoco sé si merece la pena intentar fugarme, no tengo a dónde ir ni meta alguna. Me vuelvo hacia el soldado que ha quedado en el lugar, que se ha acercado a mí antes de que me de cuenta. Éste me da una descarga eléctrica con el táser que lleva, haciendo que caiga desmayada en sus brazos. Después me arrastra al interior del recinto, hacia un futuro incierto.
---------------
post 5 de 5 de control mental, fin.
Rei Wells
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Habia llegado al lugar cuando todo ya se habia calmado solo para llegar a ver el espectaculo de el soldado dandole una descarga electrica a la que supuse que era Morgana Wolf habiendo que cayera desmayada. Hubiera llegado mas temprano si no hubiera sido porque el puto auto de la alianza se descompuso y tuve que hacer el resto del camino a pie, desde el E.I.E hasta aqui.
Me acerque al soldado pidiendole informacion y explicaciones de porque habia hecho eso. Me conto toda la historia y solo bufe mirando el cuerpo de la soldado en el suelo para luego verla siendo arrastrada hacia adentro, como si de una muñeca de trapo se tratara.
''Estupidos saco de huesos... La Alianza necesita un cambio urgentemente''
Pensé mientras ingresaba al lugar y enviándole un mensaje a Andreas con toda la información que tenia, sumado a que debía haber una urgente reparación en todos los vehículos de la alianza. Pero al menos tenia la información que ellos querían. Morgana era una traidora que había regalado nuestros planos sin mas.
En mi viaje hasta aquí pude notar que mis circuitos fallaban a mi favor. Las cámaras de mis ojos se habían desconectado por lo que la central no podía ver nada de lo que yo veía, y tampoco tenían ningún registro de mis acciones o pensamientos, por lo cual podía guardar información importante para mi. Tenia que idear mi plan rápido, antes de mi próximo arreglo.
Me acerque al soldado pidiendole informacion y explicaciones de porque habia hecho eso. Me conto toda la historia y solo bufe mirando el cuerpo de la soldado en el suelo para luego verla siendo arrastrada hacia adentro, como si de una muñeca de trapo se tratara.
''Estupidos saco de huesos... La Alianza necesita un cambio urgentemente''
Pensé mientras ingresaba al lugar y enviándole un mensaje a Andreas con toda la información que tenia, sumado a que debía haber una urgente reparación en todos los vehículos de la alianza. Pero al menos tenia la información que ellos querían. Morgana era una traidora que había regalado nuestros planos sin mas.
En mi viaje hasta aquí pude notar que mis circuitos fallaban a mi favor. Las cámaras de mis ojos se habían desconectado por lo que la central no podía ver nada de lo que yo veía, y tampoco tenían ningún registro de mis acciones o pensamientos, por lo cual podía guardar información importante para mi. Tenia que idear mi plan rápido, antes de mi próximo arreglo.
Erebo
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Desciendo en la entrada de la base en mi forma de dragón ahciendo todo el ruido posible para llamar la atención y regreso a mi forma humana para que puedan ver claramente quien soy y así organizar el revuelo que necesitan, al principio los soldados que hay por las puertas no dan crédito a lo que ven, se quedan petrificados sin saber que hacer, di un golpe en el suelo con el pie, haciendo que la tierra temblase un poco y algunas lanzas rocosas salieran del suelo para despertarlos un poco.
- ¡Cu cu! Adivinad quien ha vuelto y no con intenciones muy amistosas - dije riendo
Enseguida el revuelo que se organizó fue mayúsculo, soldados saliendo de todas partes, alarmas y muchos nervios por el aire mientras yo mantenía mi completa calma, después de todo no tenía el chip y si fuese necesario podía transformarme en dragón y meter más miedo aún, solo espero que los otros dos puedan colarse sin problemas gracias a esto, sino, de una patada en el trasero los cuelo enseguidita.
- ¡Cu cu! Adivinad quien ha vuelto y no con intenciones muy amistosas - dije riendo
Enseguida el revuelo que se organizó fue mayúsculo, soldados saliendo de todas partes, alarmas y muchos nervios por el aire mientras yo mantenía mi completa calma, después de todo no tenía el chip y si fuese necesario podía transformarme en dragón y meter más miedo aún, solo espero que los otros dos puedan colarse sin problemas gracias a esto, sino, de una patada en el trasero los cuelo enseguidita.
Éamon O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Paso la jornada supervisando varios proyectos que se están terminando de desarrollar en la base militar, como los experimentos que traen de los campos de concentración o detalles de finalización de unas cuantas armas. No me puedo quejar del modo en que marchan buena parte de los planes, y me satisface bastante ver que la población tiene más simpatía hacia mi por eso de ser un político tullido que pasea con su bastón por todos lados. Andreas anda algo desaparecido, y empieza a darme mala espina que pueda estar conspirando contra mí por envidia. En la universidad siempre solía tener envidia cuando yo sacaba más nota que él, o al menos esa es la impresión que me daba.
Casi doy por terminada la jornada de supervisión tras unas cuantas horas por allí, pero la furiosa llamada de las alertas de emergencia me indica que no podré marcharme de allí todavía. Pido a un grupo de soldados que me escolten debidamente hasta la entrada, lugar en el que deben evacuarme del lugar de un modo seguro. Por el camino me informan de que el causante de todo esto es Erebo, que ha vuelto al redil de una manera más que agresiva.
- Era de esperar. Veremos si podemos domarlo, si no habrá que acabar con él de una vez por todas, antes de que siga descontrolándose y trayendo problemas. - por fin llegamos frente al muro de seguridad de la entrada, pidiendo que abran la puerta para salir a recibir al disidente. Camino hacia el dragón con cierta dificultad, rodeado por mi escolta en todo momento.
- Erebo...¿recuerdas cuando te dije que si hacías lo que debías todo iría bien, verdad? - mi tono es paternalista, mi lenguaje corporal aparentemente apaciguador. Chasqueo la lengua a modo de reproche, como si estuviese decepcionado con él. - No va bien porque has desobedecido...mira lo que has hecho, ¿no te das cuenta de que este camino no lleva a nada bueno? recapacita...podemos hacer que todo vuelva a ser como antes. Tu seguridad, tranquilidad, poder aniquilar al enemigo cuando te plazca...y tu inspector. El otro camino únicamente te traerá soledad y muerte. Creo que no quieres eso...
Casi doy por terminada la jornada de supervisión tras unas cuantas horas por allí, pero la furiosa llamada de las alertas de emergencia me indica que no podré marcharme de allí todavía. Pido a un grupo de soldados que me escolten debidamente hasta la entrada, lugar en el que deben evacuarme del lugar de un modo seguro. Por el camino me informan de que el causante de todo esto es Erebo, que ha vuelto al redil de una manera más que agresiva.
- Era de esperar. Veremos si podemos domarlo, si no habrá que acabar con él de una vez por todas, antes de que siga descontrolándose y trayendo problemas. - por fin llegamos frente al muro de seguridad de la entrada, pidiendo que abran la puerta para salir a recibir al disidente. Camino hacia el dragón con cierta dificultad, rodeado por mi escolta en todo momento.
- Erebo...¿recuerdas cuando te dije que si hacías lo que debías todo iría bien, verdad? - mi tono es paternalista, mi lenguaje corporal aparentemente apaciguador. Chasqueo la lengua a modo de reproche, como si estuviese decepcionado con él. - No va bien porque has desobedecido...mira lo que has hecho, ¿no te das cuenta de que este camino no lleva a nada bueno? recapacita...podemos hacer que todo vuelva a ser como antes. Tu seguridad, tranquilidad, poder aniquilar al enemigo cuando te plazca...y tu inspector. El otro camino únicamente te traerá soledad y muerte. Creo que no quieres eso...
Erebo
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Estaba yo en la entrada con mi explosión de ira, después de todo no me hace ni puta gracia que el carnerito Wilhelm vaya soltando cosas sobre mi y más mi nombre verdadero, cuando veo que llega rodeado por una escolta Eamon, cojeando y con un bastón, a saber que estuvo haciendo en mi ausencia. Me empieza a reprochar con su habitual tono paternal que me sienta como una patada en los huevos, pongo cara de enfado y me cruzo de brazos. Tiene suerte de que haya hecho una promesa de no matarlo a él ni a Andreas, porque sino le estampaba ahora mismo el jeto contra el suelo.
- Amo Eamon... ¿Cómo voy a recapacitar? si yo he estado obedeciendo todo el rato, joder, ¿y que recibo a cambio? una puñalada en la espalda. Joder, cuando fuimos a por los magos disidentes por orden de Andreas, su hemanito, tuvo la brillante idea de quererme regalar como si fuera un souvenir a esos magos, mi inspector no toleró ese comportamiento y lo quiso impedir, y a Andreas no se le ocurre otra cosa mejor que mandarle a ese bocazas de Jed a matarme. ¿Cómo voy a volver aunque sea bajo tu cuidado si van a estar los Wilhelm dentro jodiendo? Si no saben hacer nada a derechas, así está la Alianza, que se rompe a cachos porque no es capaz de mantener el orden dentro. - sí, lo reconozco, soy muy mal hablado.
Bufé enfadado, claro, es muy fácil echarme a mi el marrón de todo, cuando fue la culpa de dos lumbreras con un palo metido en el culo, que serían capaces de vender la ciudad entera sólo por salvar sus míseros traseros de políticos. Me quedé de pie, de brazos cruzados, sin dar signos de inminente violencia o pelea. Por ahora había conseguido llamar la atención sobre mi.
- Amo Eamon... ¿Cómo voy a recapacitar? si yo he estado obedeciendo todo el rato, joder, ¿y que recibo a cambio? una puñalada en la espalda. Joder, cuando fuimos a por los magos disidentes por orden de Andreas, su hemanito, tuvo la brillante idea de quererme regalar como si fuera un souvenir a esos magos, mi inspector no toleró ese comportamiento y lo quiso impedir, y a Andreas no se le ocurre otra cosa mejor que mandarle a ese bocazas de Jed a matarme. ¿Cómo voy a volver aunque sea bajo tu cuidado si van a estar los Wilhelm dentro jodiendo? Si no saben hacer nada a derechas, así está la Alianza, que se rompe a cachos porque no es capaz de mantener el orden dentro. - sí, lo reconozco, soy muy mal hablado.
Bufé enfadado, claro, es muy fácil echarme a mi el marrón de todo, cuando fue la culpa de dos lumbreras con un palo metido en el culo, que serían capaces de vender la ciudad entera sólo por salvar sus míseros traseros de políticos. Me quedé de pie, de brazos cruzados, sin dar signos de inminente violencia o pelea. Por ahora había conseguido llamar la atención sobre mi.
Éamon O'Connell
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Avanzo un poco más hacia él, de manera lenta pero constante, apoyando el bastón a cada paso. Parece que por ahora no va a seguir provocando destrozos, pero tampoco quiero acercarme demasiado. Me detengo cuando estoy a unos 5 metros, aproximadamente, sin alejarme demasiado de la seguridad de los soldados que me escoltan. Este bicho está muy loco, no es conveniente confiarse por si acaso se le cruzan los cables. No puedo evitar regodearme internamente cuando, a pesar de todo, me sigue llamando "amo". Tiene tan asumida la esclavitud que no es capaz de rebelarse contra ella a nivel de vocabulario. Suelto un largo suspiro, asintiendo con la cabeza como si le diese parte de la razón, pero sólo enparte.
- Todo el tiempo no, Erebo. Lo que hizo Michael fue una jugada absurda, errores de novato. No te habríamos entregado a esos magos, y de hecho creo que ellos tampoco te querían. Fue un cúmulo de despropósitos. Primero el error de Michael, después el del ejecutor que te vigilaba. Debería haber tenido la suficiente sangre fría para seguir la orden de un superior, el capitán de la Alianza, pero no lo hizo. Si le parecía incorrecto debería haber actuado de otro modo, dando un aviso a Andreas o a mí, pero no así. Provocó que el ejecutor que controlaba se volviese loco, así que hizo mal su trabajo. Y tú hiciste mal por hacerle caso. Dices que la Alianza se rompe...pero sólo podremos mantenerla unida si nos unimos para ir en la misma dirección, si cada uno sabe cuál es su lugar. Yo te ofrezco una oportunidad de perdón si prometes tu sumisión. Será la última que tengas, así que aprovéchala bien. En un lado tienes seguridad y la posibilidad de volver a ver a tu ejecutor con vida. Por otro tienes un futuro incierto, lejos de la Alianza Humana. - recalco la palabra humana para que se de cuenta de que los que tenemos el poder en este bando somos los humanos, así es como debe ser. Ellos son simples herramientas, de las que prescindiremos cuando ganemos la guerra.
- Se agota el tiempo, Erebo. Tienes que decidir ya. - no sé si viene sólo o no, pero por si acaso debemos estar preparados. Ha pasado mucho tiempo fuera, no sabemos si alguien lo ha manipulado contra nosotros o si ha hecho aliados. Dudo que haya conseguido amigos, teniendo en cuenta su carácter, así que me decanto por la primera opción o por la de que vaya por libre.
- Todo el tiempo no, Erebo. Lo que hizo Michael fue una jugada absurda, errores de novato. No te habríamos entregado a esos magos, y de hecho creo que ellos tampoco te querían. Fue un cúmulo de despropósitos. Primero el error de Michael, después el del ejecutor que te vigilaba. Debería haber tenido la suficiente sangre fría para seguir la orden de un superior, el capitán de la Alianza, pero no lo hizo. Si le parecía incorrecto debería haber actuado de otro modo, dando un aviso a Andreas o a mí, pero no así. Provocó que el ejecutor que controlaba se volviese loco, así que hizo mal su trabajo. Y tú hiciste mal por hacerle caso. Dices que la Alianza se rompe...pero sólo podremos mantenerla unida si nos unimos para ir en la misma dirección, si cada uno sabe cuál es su lugar. Yo te ofrezco una oportunidad de perdón si prometes tu sumisión. Será la última que tengas, así que aprovéchala bien. En un lado tienes seguridad y la posibilidad de volver a ver a tu ejecutor con vida. Por otro tienes un futuro incierto, lejos de la Alianza Humana. - recalco la palabra humana para que se de cuenta de que los que tenemos el poder en este bando somos los humanos, así es como debe ser. Ellos son simples herramientas, de las que prescindiremos cuando ganemos la guerra.
- Se agota el tiempo, Erebo. Tienes que decidir ya. - no sé si viene sólo o no, pero por si acaso debemos estar preparados. Ha pasado mucho tiempo fuera, no sabemos si alguien lo ha manipulado contra nosotros o si ha hecho aliados. Dudo que haya conseguido amigos, teniendo en cuenta su carácter, así que me decanto por la primera opción o por la de que vaya por libre.
Las apariciones y desapariciones ya no eran un tema tan escalofriante para la joven pelirroja. A diferencia de la primera vez, ahora podía 'aterrizar' con la familiaridad y la confianza con la que Reiv lo hacía, pero siempre alerta ante cualquier peligro, pues aunque sabían el lugar donde aterrizaban, no sabían la situación.
Llegaron entonces a la entrada de la base de la Alianza. Lo sabía solo porque sentía la esencia de Erebo cerca, y porque no lo sentía contento. Había volado muy rápido y aquello era digno de admirarse, pero no había tiempo. Tomó a Reiv de la muñeca y corrió con él hasta cubrirse entre arbustos y árboles. De ahí podían ver la situación, aunque no podían escuchar bien a los humanos.- ¿Cómo se supone que vamos a entrar? - Preguntó mientras trataba de encontrar con la mirada una entrada alternativa.- Creo que nos precipitamos un poco con esto... Me da algo de mala espina. No debemos separarnos.- Susurró, levantándose ligeramente para comenzar a caminar sigilosamente entre los árboles, acercándose lo más posible a los edificios.- ¿Tienes idea de cómo entrar o de cómo encontrar el aparato?
Llegaron entonces a la entrada de la base de la Alianza. Lo sabía solo porque sentía la esencia de Erebo cerca, y porque no lo sentía contento. Había volado muy rápido y aquello era digno de admirarse, pero no había tiempo. Tomó a Reiv de la muñeca y corrió con él hasta cubrirse entre arbustos y árboles. De ahí podían ver la situación, aunque no podían escuchar bien a los humanos.- ¿Cómo se supone que vamos a entrar? - Preguntó mientras trataba de encontrar con la mirada una entrada alternativa.- Creo que nos precipitamos un poco con esto... Me da algo de mala espina. No debemos separarnos.- Susurró, levantándose ligeramente para comenzar a caminar sigilosamente entre los árboles, acercándose lo más posible a los edificios.- ¿Tienes idea de cómo entrar o de cómo encontrar el aparato?
-Nos aparecemos bastante cerca de la base militar, pero teniendo la prudencia de hacerlo a cierta distancia como para poder observar la situación antes de aproximarnos más. Juliet es más rápida que yo y enseguida tira de mi muñeca para ir a ocultarnos mejor entre los árboles y arbustos que hay en las inmediaciones del gran recinto militar. Desde allí valoraremos el modo de entrar y comprobaremos cuál es la mejor opción. El dragón negro se ha adelantado bastante, hasta el punto de estar ya hablando con uno de los peces gordos que ha salido a su encuentro. Lo malo es que también hay un montón de soldados escoltándolo, así que o bien se distraen con él y no nos prestan atención, o bien se reparten la tarea y van a por nosotros.
- ¿Ese tío no es el que estaba en la reunión aquella en la que negociamos cuando lo de la epidemia? Seguro que ya está con sus rollos negociadores absurdos. – murmuro mientras entorno los ojos y pongo la oreja para ver si me entero de algo de lo que dicen, aunque no consigo enterarme de la conversación. Después desvío la mirada hacia mi compañera, resoplando levemente ante la pregunta de cómo vamos a entrar. He de reconocer que lleva razón y sí que nos hemos precipitado un poco, tal vez por lo que ha sucedido en Hogsmeade.
- Lo sé, sonaba más fácil mientras se planeaba. Nos hemos lanzado un poco como locos, pero nos las apañaremos. Además, tiene que venir más gente. – o eso habían dicho en la reunión, espero que no nos dejen tirados. La sigo entre los árboles, buscando ruta alternativa para entrar. Estoy más que de acuerdo con ella en lo de no separarnos, no sólo para mantenernos protegidos, sino porque solemos hacer buen equipo en situaciones de este tipo. Además, sé por experiencia lo traicionero que puede ser este lugar y no voy a perderla de vista ni a dejar la más mínima opción de que le pase nada si puedo evitarlo.
- Deberíamos ir por la parte de los hangares, si es un arma grande es probable que la tengan ahí dentro. Hay que aprovechar mientras estén entretenidos con Erebo, pero no puedo aparecerme dentro porque tienen campos antiaparición. Tampoco puedes transformarte en dragón para sobrevolar el muro porque te localizarían enseguida. Eso sin contar los centinelas que deben estar vigilando el perímetro y que no tardarán en darse cuenta de nuestra presencia. – para cuando termino de enumerar las muchas adversidades llegamos hasta la zona exterior del recinto más cercana a los hangares, alejándonos así de la puerta principal.
– Creo que voy a intentar sobrecargar el sistema eléctrico para que dejen de funcionar sus sistemas de manera temporal al menos. Supongo que todas sus mierdas anti nosotros dependen de la electricidad.- es una simple teoría, pero no me detengo demasiado a meditarla. Me concentro durante varios segundos, cerrando los ojos y respirando hondo mientras comienzo a generar electricidad a lo largo de mis brazos, dirigiéndola hacia los puños. Éstos comienzan a chisporrotear de manera violenta, momento que aprovecho para dirigir una potente descarga eléctrica de barrido hacia una de sus torres de control, hacia la iluminación de la zona y hacia lo que creo que es el tendido eléctrico.
Las luces de la zona oscilan como si se fuesen a apagar, y de la torre de control saltan varios chispazos, pero aun así no consigo fundirlo todo hubiese querido. – Mierda...- murmuro jadeando por el esfuerzo de concentrar semejante descarga, fastidiado porque creo que ahora sí que van a localizarnos por mi culpa.
-------------------
éxito: logra afectar al sistema eléctrico
fallo: no logra nada
- ¿Ese tío no es el que estaba en la reunión aquella en la que negociamos cuando lo de la epidemia? Seguro que ya está con sus rollos negociadores absurdos. – murmuro mientras entorno los ojos y pongo la oreja para ver si me entero de algo de lo que dicen, aunque no consigo enterarme de la conversación. Después desvío la mirada hacia mi compañera, resoplando levemente ante la pregunta de cómo vamos a entrar. He de reconocer que lleva razón y sí que nos hemos precipitado un poco, tal vez por lo que ha sucedido en Hogsmeade.
- Lo sé, sonaba más fácil mientras se planeaba. Nos hemos lanzado un poco como locos, pero nos las apañaremos. Además, tiene que venir más gente. – o eso habían dicho en la reunión, espero que no nos dejen tirados. La sigo entre los árboles, buscando ruta alternativa para entrar. Estoy más que de acuerdo con ella en lo de no separarnos, no sólo para mantenernos protegidos, sino porque solemos hacer buen equipo en situaciones de este tipo. Además, sé por experiencia lo traicionero que puede ser este lugar y no voy a perderla de vista ni a dejar la más mínima opción de que le pase nada si puedo evitarlo.
- Deberíamos ir por la parte de los hangares, si es un arma grande es probable que la tengan ahí dentro. Hay que aprovechar mientras estén entretenidos con Erebo, pero no puedo aparecerme dentro porque tienen campos antiaparición. Tampoco puedes transformarte en dragón para sobrevolar el muro porque te localizarían enseguida. Eso sin contar los centinelas que deben estar vigilando el perímetro y que no tardarán en darse cuenta de nuestra presencia. – para cuando termino de enumerar las muchas adversidades llegamos hasta la zona exterior del recinto más cercana a los hangares, alejándonos así de la puerta principal.
– Creo que voy a intentar sobrecargar el sistema eléctrico para que dejen de funcionar sus sistemas de manera temporal al menos. Supongo que todas sus mierdas anti nosotros dependen de la electricidad.- es una simple teoría, pero no me detengo demasiado a meditarla. Me concentro durante varios segundos, cerrando los ojos y respirando hondo mientras comienzo a generar electricidad a lo largo de mis brazos, dirigiéndola hacia los puños. Éstos comienzan a chisporrotear de manera violenta, momento que aprovecho para dirigir una potente descarga eléctrica de barrido hacia una de sus torres de control, hacia la iluminación de la zona y hacia lo que creo que es el tendido eléctrico.
Las luces de la zona oscilan como si se fuesen a apagar, y de la torre de control saltan varios chispazos, pero aun así no consigo fundirlo todo hubiese querido. – Mierda...- murmuro jadeando por el esfuerzo de concentrar semejante descarga, fastidiado porque creo que ahora sí que van a localizarnos por mi culpa.
-------------------
éxito: logra afectar al sistema eléctrico
fallo: no logra nada
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Estaba más concentrada en buscar enemigos en distancias cortas que en lo que pasaba en la entrada de la base con el dragón. Así que le tomó desprevenida la pregunta de Reiv sobre el de la negociación. Paró de caminar para fijar su mirada en él, asintiendo rápidamente.- O'Connell.- No habían caído en sus trampas. Nadie con tres dedos de frente lo hacía, pues era muy obvio que con él los mágicos nunca sacaban beneficio. Pero ¿y si el dragón no tenía tantos dedos de frente? Aquello podía ser un problema, mas siguió el pensamiento de Reiv y comentó contra él para no asustarle. No sabía bien que tal trabajaba bajo presión.- No te preocupes por él. Nadie es tan tonto para caer en sus mentiras.- Murmuró en voz baja, comenzando a avanzar para ver mejor el lugar.
Al menos el moreno se mantenía optimista con eso de que vendría más gente. Ojalá que si. Era un golpe muy duro de hacer entre dos personas, pero la oportunidad estaba puesta en ese mismísimo segundo y desaprovecharla por esperar a otros sería un error grande.- Por los hangares, de acuerdo. Sin dragón, sin desaparición. ¿Podemos usar poderes dentro o también eso lo anula? - No tenía idea de lo que encontrarían al otro lado de las murallas, pero quería asegurarse de que no tendría más sorpresas con su cuerpo y sus habilidades de las que ya esperaba encontrar dentro.
Aunque al inicio apreció la idea de Reiv de sobrecargar el sistema eléctrico, sus esperanzas crecientes se apagaron junto a las pequeñas chispitas que había visto volar hacia las torres de control. La maldición del moreno le confirmó que no había funcionado, por si acaso quedaba la duda. Aspiró fuertemente y exhaló con tranquilidad para luego tomar a Reiv por el rostro al escucharlo jadear por el gigantesco esfuerzo. Le permitió que se tomara un minuto para recuperar el aliento y después colocó un beso en sus labios que duró por eternos segundos, olvidándose del lugar y el momento en el que estaban.- Uno ahora y uno al final.- Murmuró a manera de promesa en la que, cuando ya no hubiera peligro, podrían tomarse otro momento para estar juntos.- Iré primero por ahora, para que recuperes el aliento. Si ves algo o debemos cambiar de dirección, me das dos toques al hombro. Hablemos lo necesario. Avancemos alternándonos la delantera, al menos por ahora. - Susurró, tomando después su mano antes de empezar a correr sigilosamente, buscando un lugar donde las torres de vigilancia fueran un poco menos pronunciadas para hacer una escalera hasta arriba con hielo mientras aún podía hacerlo.
Después de varios minutos corriendo, por fin creyó encontrar un lugar adecuado. Sin salir de los árboles, colocó las manos en el suelo y concentró toda su energía en la creación de hielo. Lejos y pegada a la alta pared, una escalinata de hielo comenzó a aparecer, desde abajo hacia arriba, con escalones amplios y anchos. En su mente, aquella cosa no tenía barandal, pero terminó por ponérselo por si a Reiv le daban miedo las alturas. Finalmente, al terminarse, se concentró en el cielo, tratando de atraer el frío para que de las nubes cayeran copos de nieve... y si eran más como del tamaño de pelotas de golf, mejor aún.
Aunque el trabajo la dejó agotada, no había tiempo de descansar. Tomó tierra con ambas manos y, tras una mirada dulce y sonriente hacia Reiv, se echó a correr en dirección de la escalera. La subió de dos en dos, echando además un poco de tierra en los escalones, por si el hielo era resbaloso. Al llegar a los últimos, se olvidó de subirlos y se lanzó al puente al que habían llegado, que conectaba dos edificios. Rodando con manos y hombros, terminó de pie, agachándose rápidamente contra un muro que había cerca mientras esperaba a que Reiv llegara. En sus oídos escuchaba todo con total claridad. Principalmente su respiración y el latir de su corazón, con esa tranquilidad que tanto le asustaba, pues le recordaba que no era la primera vez que su vida estaba en juego. Sabía que debía hacer diez mil personas ahí, así que debía ser diez mil veces más lista de lo que había sido...
Desenfundó su daga y la tomó con tranquilidad en su mano. Si había necesidad de silenciar a alguien, ese silencio sería permanente.
Al menos el moreno se mantenía optimista con eso de que vendría más gente. Ojalá que si. Era un golpe muy duro de hacer entre dos personas, pero la oportunidad estaba puesta en ese mismísimo segundo y desaprovecharla por esperar a otros sería un error grande.- Por los hangares, de acuerdo. Sin dragón, sin desaparición. ¿Podemos usar poderes dentro o también eso lo anula? - No tenía idea de lo que encontrarían al otro lado de las murallas, pero quería asegurarse de que no tendría más sorpresas con su cuerpo y sus habilidades de las que ya esperaba encontrar dentro.
Aunque al inicio apreció la idea de Reiv de sobrecargar el sistema eléctrico, sus esperanzas crecientes se apagaron junto a las pequeñas chispitas que había visto volar hacia las torres de control. La maldición del moreno le confirmó que no había funcionado, por si acaso quedaba la duda. Aspiró fuertemente y exhaló con tranquilidad para luego tomar a Reiv por el rostro al escucharlo jadear por el gigantesco esfuerzo. Le permitió que se tomara un minuto para recuperar el aliento y después colocó un beso en sus labios que duró por eternos segundos, olvidándose del lugar y el momento en el que estaban.- Uno ahora y uno al final.- Murmuró a manera de promesa en la que, cuando ya no hubiera peligro, podrían tomarse otro momento para estar juntos.- Iré primero por ahora, para que recuperes el aliento. Si ves algo o debemos cambiar de dirección, me das dos toques al hombro. Hablemos lo necesario. Avancemos alternándonos la delantera, al menos por ahora. - Susurró, tomando después su mano antes de empezar a correr sigilosamente, buscando un lugar donde las torres de vigilancia fueran un poco menos pronunciadas para hacer una escalera hasta arriba con hielo mientras aún podía hacerlo.
Después de varios minutos corriendo, por fin creyó encontrar un lugar adecuado. Sin salir de los árboles, colocó las manos en el suelo y concentró toda su energía en la creación de hielo. Lejos y pegada a la alta pared, una escalinata de hielo comenzó a aparecer, desde abajo hacia arriba, con escalones amplios y anchos. En su mente, aquella cosa no tenía barandal, pero terminó por ponérselo por si a Reiv le daban miedo las alturas. Finalmente, al terminarse, se concentró en el cielo, tratando de atraer el frío para que de las nubes cayeran copos de nieve... y si eran más como del tamaño de pelotas de golf, mejor aún.
Aunque el trabajo la dejó agotada, no había tiempo de descansar. Tomó tierra con ambas manos y, tras una mirada dulce y sonriente hacia Reiv, se echó a correr en dirección de la escalera. La subió de dos en dos, echando además un poco de tierra en los escalones, por si el hielo era resbaloso. Al llegar a los últimos, se olvidó de subirlos y se lanzó al puente al que habían llegado, que conectaba dos edificios. Rodando con manos y hombros, terminó de pie, agachándose rápidamente contra un muro que había cerca mientras esperaba a que Reiv llegara. En sus oídos escuchaba todo con total claridad. Principalmente su respiración y el latir de su corazón, con esa tranquilidad que tanto le asustaba, pues le recordaba que no era la primera vez que su vida estaba en juego. Sabía que debía hacer diez mil personas ahí, así que debía ser diez mil veces más lista de lo que había sido...
Desenfundó su daga y la tomó con tranquilidad en su mano. Si había necesidad de silenciar a alguien, ese silencio sería permanente.
No las tengo todas conmigo respecto a la conversación que estaban teniendo Erebo y Eamon, a pesar de que Juliet piense que el dragón no va a caer en sus mentiras. A los políticos se les da muy bien manipular, y el antiguo ejecutor no parecía muy conforme con colaborar con nosotros para intentar rescatar a su inspector y tratar de descubrir el arma de la Alianza. Sigo dándole vueltas un rato a eso, hasta que la pregunta de la pelirroja me saca de dichas cavilaciones. Niego con cierta confianza, estoy casi seguro de ello.
- Que yo sepa no, sólo tienen campo antidesaparición, similar al de los centinelas. Creo que por ahora sólo pueden inhibir el uso de magia usando esos chips que dan descargas eléctricas. -
precisamente con lo eléctrico trato de meterme, fracasando en el primer intento de echar abajo el sistema para facilitarnos la labor. Dejo de maldecir interna y externamente en cuanto ella toma mi rostro con sus manos para besarme durante unos segundos, haciendo que por un momento deje de importarme el fallo, la misión, y el peligro de estar aquí. Y así podríamos haber seguido, de no ser porque quedarnos quietos supondría un error fatal en este tipo de situación. Dejo mi frente apoyada contra la de ella, con una ligera sonrisa al escuchar la promesa de que habrá otro al final. - Te tomo la palabra, recuérdalo cuando lo consigamos. Lo haremos rápido y nos iremos a celebrarlo por ahí. - o esa es al menos la intención, cuanto más tiempo estemos, peor.
Volvemos a ponernos en marcha tras acordar cómo nos moveremos y coordinaremos a partir de ahora, dejando que ella tome la delantera para buscar un nuevo modo de entrar. La idea de las escaleras de hielo no se me habría ocurrido ni teniendo los poderes, yo soy más de destruir y romper cosas. Suelto un silbido de admiración cuando termina el espectáculo del hielo, alzando el pulgar en señal de aprobación cuando ella me mira sonriente por lo que acaba de hacer. Echo a correr tras ella en cuanto comienza a subir la escalinata, aunque me lo tomo con algo más de calma tras un casi resbalón en el tercer escalón. Intuyo que no tardarán en seguirnos, se habrán mosqueado con lo que le ha sucedido antes a a las luces y buscarán culpables.
Tras unos segundos consigo llegar arriba, tardando algo más que Juliet por eso de no querer caerme patéticamente por las escaleras. Salto al puente metálico al que salta ella, imitando por unos segundos la posición acechante y de escucha que adopta mi compañera. Enseguida me pongo en pie, haciendo un gesto para que me siga por la pasarela metálica. - Busquemos la zona de hangares...puede que lo estén montando allí. - murmuro mientras sigo avanzando de manera sigilosa. - Tendremos que bajar al suelo, o tirarnos desde aquí. - al menos ya estamos dentro del recinto, dejando atrás la primera línea de defensa que constituye el muro.
Las cámaras que hay a ambos lados de la pasarela metálica se mueven a nuestro paso, por lo que seguramente ya sepan que hay intrusos. Decido intentar lo de la electricidad una vez más, por pura tozudez y porque ya me he recuperado un poco del intento anterior. Además, unos minutos en los que no tengan electricidad nos vendrán bien, aunque luego lo reparen. Coloco ambas manos en el pasamanos del puente metálico, descargando una potente descarga eléctrica que resulta más efectiva que la anterior. Las cámaras se estropean por sobrecarga, la iluminación de la zona se ve afectada, llegando a fundirse en parte del recinto, y la torre de control más cercana se queda a oscuras. Lo malo es que el vigilante de dicha torre comienza a disparar en dirección al puente, así que toca avanzar rápido y escabullirnos. - ¡Corre! - tiro de su mano para quitarla rápido de la zona peligrosa, avanzando a la carrera por la pasarela para llegar a unas escaleras que nos lleven a la parte de abajo, a la zona en la que se encuentran los barracones, zona de entrenamiento, hangares y demás.
-------------
éxito: consigue tirar el sistema eléctrico temporalmente
fallo: no consigue nada
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Con la espalda contra la pared y a la espera de Reiv, solo podía pensar en lo diferente que eran las situaciones en las que se metían. De repente se encontraban en un atardecer romántico frente a la costa en una hermosa playa, y ahora dentro del lugar más peligroso de Inglaterra. Mientras veía subir a Reiv por la escalera, sintió dolor en el pecho que no podía describir. Tenía que regresarlo sano y salvo a como diera lugar. Al menos él tenía una familia que le esperaba. Él tenía a su padre y su hermano, y fácilmente podría encontrar otra chica que le hiciera feliz.
Mientras los pensamientos negativos la hundían, sacudió la cabeza al ver que Reiv se encontraba con ella y caminó tras él lentamente, tal como pedía. Con un gesto de las manos, el hielo se deshizo en cientos de copos de nieve que se esparcieron por el suelo y flotaron en el viento por eternos segundos, esparciéndose para dejar el menor rastro. Ya no había marcha atrás
Reiv no tarda mucho en intentar lo de la electricidad de nuevo, lo que la hizo rechistar a pesar de que esta vez había funcionado.- Reiv, guarda tus energías.- Le dijo mientras corría tras él cogiéndole la mano mientras huían de los disparos. Bajaron con rapidez las escaleras, enfrentándose de pronto a la sensación de que aquello no había sido tan buena idea. Tomó con más fuerza su mano al ver la estructura de los barracones. Tras una rápida mirada hacia allí, decidió tomar la ruta opuesta, donde se veían los edificios grandes. No sin antes dejar un poco de hielo en la escalera con la intención de que se quebrara el cuello quien los seguía.
No soltó a Reiv en ningún momento. No sabía quien corría con más agilidad y temía ser ella la más rápida. Sabía que se equiparaban y compenetraban al momento de luchar, pero no tenía ni idea de cómo le iría a él en una carrera de velocidad, sobre todo contando que él era más grande y pesado... y un objetivo más alcanzable aunque el tono de su propio cabello le dibujara la diana en la espalda.
Cada vez veían el lugar más cercano y se alejaban más del edificio principal. Adentro de los grandes hangares sería más fácil escapar que en la zona abierta de combates. Y peor aún, si les habían visto, tendrían poco tiempo para revisar. No tardaron mucho en encontrar algunos vehículos estacionados cerca de los hangares. Jaló al moreno hacia allí y finalmente logró poner algo que le cubriera las espaldas, agachándose para alcanzar a tomar un poco de aire y ver la situación. Aún había manera de salir volando de allí, pero era arriesgado pues estaba despejado y sería muy visible. Tendría que ser el último recurso.
- Tenemos que apresurarnos. Joder, si saben que estamos aquí no tardarán en venir. Encontramos la cosa gigante en forma de bola, me transformo y sacamos eso de aquí.- Murmuró, tratando de poner en claro el plan aunque distaba mucho de ser algo tan lineal. ¿Y si nadie más entraba a la base? ¿Y si alguien entraba y se quedaba dentro? Ya no sabía que sería peor... Se colocó en cunclillas. Lista para correr en cuanto Reiv se repusiera.
Mientras los pensamientos negativos la hundían, sacudió la cabeza al ver que Reiv se encontraba con ella y caminó tras él lentamente, tal como pedía. Con un gesto de las manos, el hielo se deshizo en cientos de copos de nieve que se esparcieron por el suelo y flotaron en el viento por eternos segundos, esparciéndose para dejar el menor rastro. Ya no había marcha atrás
Reiv no tarda mucho en intentar lo de la electricidad de nuevo, lo que la hizo rechistar a pesar de que esta vez había funcionado.- Reiv, guarda tus energías.- Le dijo mientras corría tras él cogiéndole la mano mientras huían de los disparos. Bajaron con rapidez las escaleras, enfrentándose de pronto a la sensación de que aquello no había sido tan buena idea. Tomó con más fuerza su mano al ver la estructura de los barracones. Tras una rápida mirada hacia allí, decidió tomar la ruta opuesta, donde se veían los edificios grandes. No sin antes dejar un poco de hielo en la escalera con la intención de que se quebrara el cuello quien los seguía.
No soltó a Reiv en ningún momento. No sabía quien corría con más agilidad y temía ser ella la más rápida. Sabía que se equiparaban y compenetraban al momento de luchar, pero no tenía ni idea de cómo le iría a él en una carrera de velocidad, sobre todo contando que él era más grande y pesado... y un objetivo más alcanzable aunque el tono de su propio cabello le dibujara la diana en la espalda.
Cada vez veían el lugar más cercano y se alejaban más del edificio principal. Adentro de los grandes hangares sería más fácil escapar que en la zona abierta de combates. Y peor aún, si les habían visto, tendrían poco tiempo para revisar. No tardaron mucho en encontrar algunos vehículos estacionados cerca de los hangares. Jaló al moreno hacia allí y finalmente logró poner algo que le cubriera las espaldas, agachándose para alcanzar a tomar un poco de aire y ver la situación. Aún había manera de salir volando de allí, pero era arriesgado pues estaba despejado y sería muy visible. Tendría que ser el último recurso.
- Tenemos que apresurarnos. Joder, si saben que estamos aquí no tardarán en venir. Encontramos la cosa gigante en forma de bola, me transformo y sacamos eso de aquí.- Murmuró, tratando de poner en claro el plan aunque distaba mucho de ser algo tan lineal. ¿Y si nadie más entraba a la base? ¿Y si alguien entraba y se quedaba dentro? Ya no sabía que sería peor... Se colocó en cunclillas. Lista para correr en cuanto Reiv se repusiera.
Robot Centinela
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Dos unidades Centinela se movilizan finalmente ante la alerta de intrusos. Les ha costado ponerse en marcha porque la ultima actualizacion ha sido muy pesada y se les han incluido muchos firewalls y cosas antimalignas y moderneces nuevas. Van propulsados por los reactores de los pies y vuelan por la zona de la entrada en persecucion de dos intrusos , Reiv Juliet, que se acercan a los hangares peligrosamente.
Los localizan con sus radares, no pueden esconderse a sus bionicos ojos, ni tras las paredes ni con invisibilidades que valgan. Sus ojos lo ven todo, o casi todo....
Cuando los tienen en la mira, el protocolo a seguir en estos casos es de destruccion, no de detencion, pues han violado espacio restringido. Aunque será una destruccion un tanto pasiva, al inicio no parecerá tal cosa.
Se posan en el suelo mientras despliegan sus cañones y disparan, cada uno de ellos hacia un intruso distinto.
CENTINELA ROJO OSCURO ATACA A REIV
20+25=45
CENTI ROJO ATACA A JUL
20+15=35
Los localizan con sus radares, no pueden esconderse a sus bionicos ojos, ni tras las paredes ni con invisibilidades que valgan. Sus ojos lo ven todo, o casi todo....
Cuando los tienen en la mira, el protocolo a seguir en estos casos es de destruccion, no de detencion, pues han violado espacio restringido. Aunque será una destruccion un tanto pasiva, al inicio no parecerá tal cosa.
Se posan en el suelo mientras despliegan sus cañones y disparan, cada uno de ellos hacia un intruso distinto.
CENTINELA ROJO OSCURO ATACA A REIV
20+25=45
CENTI ROJO ATACA A JUL
20+15=35
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.