ENTRADA

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'Defensa Física' :

El intento del androide de re-capturar al prisionero se ve frustrado nuevamente por el ser mágico sin signos vitales. De a poco, los insurrectos abandonan el campo de batalla ya sea convirtiéndose en sombras, montando a lomos de un licántropo o volando. Mientras el androide calcula las graves heridas del ejecutor concluye en que está fuera de combate, un soldado rodaba por el destruído suelo para matar unos insectos que le habían subido al cuerpo dejando su puesto de batalla, pero, al menos, quedaban dos soldados en sus respectivos tanques que pedían que abran las puertas del muro lo cual 3a escuchó por el intercomunicador incorporado. El androide hizo que su pistola en gancho volviera a su lugar, tomó velocidad, pasó por medio de entre los tanques y salió por la puerta de la defensa exterior hacia donde se encontraban los que no habían logrado escapar del lugar. Luego del ataque del centinela saltó por encima de éste en busca de su presa, pero cuando estaba por agarrar a la última prisionera que quedaba esta se evaporó producto de magia y en su puño solo encerró aire.

Se irguió, escaneó la zona y concluyó en que, en los alrededores, no quedaban seres mágicos, solo rastros de ellos que llevaban a callejones sin salida. Ingresó en la base con su rostro de una sola expresión mientras escribía en un word de computadora con la que estaba conectado gracias a la red informática, todos los acontecimientos ocurridos con la objetividad propia de una máquina mientras se dirigía hacia la enfermería.

La contienda terminó con la huida de los intrusos en la base, aunque muchos de ellos se marcharon gravemente heridos. En nuestro bando las bajas también habían sido cuantiosas, al igual que los destrozos de algunas zonas de la base. Con sus malditos trucos de magia y atacando en grupo siempre logran encontrar alguna falla para poder importunarnos, aunque sea a un gran coste para ellos. El equipo de salvamento acudió a recoger a los soldados heridos, entre ellos el ejecutor Jed. A todos ellos se los llevan a la enfermería para que se recuperen. Los equipos de mantenimiento comienzan a reparar rápidamente los desperfectos, poniéndose también en contacto con los ingenieros para averiguar qué pueden hacer para reparar el muro y para mejorar la seguridad, de modo que no puedan burlar la primera barrera pasando por aire o saltando con ayuda de medios mágicos.

....


Tras más de una semana de trabajo duro el lugar vuelve a quedar en condiciones, tal y como estaba antes del ataque. Las nuevas medidas de seguridad todavía no están implementadas, pero están en proceso. Además...la Alianza ya está moviendo ficha por otro lado...

Tras despertar había empezado a andar. Mi mente nublada por las drogas no pensaba con claridad. Simplemente andaba por inercia, como en un sueño en el que debía encontrar la forma de volver.
De alguna forma logré dar con el sitio. Mi aspecto seguía siendo desastroso. Mi cabeza estaba rapada a cachos y tenía agujeros y heridas en varias partes de mi cuerpo.
Pasé el escáner de seguridad y varias puertas con total normalidad. Hasta que al adentrarme salieron en mi busca varios soldados que directamente me apuntaron con sus armas. Mi visión seguía borrosa y estaba muy cansado. Los soldados se quejaban de algo de una celda, no lo entendí bien al principio.
-Apartad de mi camino...
No sabía si debía poner en aviso a los ministros. No sabía más allá de que estaba negociando mi liberación de aquella ciudad y de pronto me encontraba en una playa. No sabía los términos acordados en esa liberación.
Avancé un paso y todos cargaron sus armas. Pasé mis ojos por todos ellos cuando el que estaba al mando del escuadrón me instó a regresar a la celda donde me encontraba.
Por un momento pensé en la tortura mental a la que sometíamos a los prisioneros. Estaba pasando yo por algo parecido tal vez... ? Avancé otro paso agarrando la pechera del guardia mientras el resto no dudó en apuntarme nerviosos.
-En esa celda hay un impostor. ¡Idiotas!
Se rieron. Se rieron y les miré como si fuesen la panda de idiotas más idiotas que hubiese visto en la vida.
-Comprobadlo... comprobadlo y avisad a la bruja de Blair.
Hablaron por sus radios varias veces y apareció. La mirada. Esa mirada en sus caras en las que efectivamente se sentían como unos idiotas. En esa celda estaba yo, pero también estaba aquí. No sabían que hacer.
-Avisad... a esa... zorra.
Solté al jefe de escuadrón mientras avanzaba por el pasillo con el peor de los humores.

Había enviado a Blair y a los críos lejos de Londres, lo más lejos posible para que no los encontrasen. Todo era posible después de esa basura de mensaje retransmitido por el Black, mintiendo sobre falsos acuerdos y llamando a la rebelión contra los líderes de la Alianza. Me arriesgué a ir a la base militar, a pesar de que podía ser un riesgo si había insurgentes en las filas. Por ello me aseguré de ir con mis escoltas de confianza y de tomar varias precauciones más por si la cosa se ponía fea. De Wilhelm no sabía nada, tal vez se hubiese cagado en los pantalones al ver lo de la tele, tal vez habría salido corriendo rápidamente.

Nada más llegar a la base me encuentro con caras raras entre los soldados, como si algunos estuviesen dudando de lo que habían visto en ese mensaje. Les eché una mirada de advertencia porque no quería ver el más mínimo atisbo de duda en sus rostros, y proseguí por el pasillo hasta encontrarme una extraña escena. Gelion diciendo que había un impostor en la celda y los soldados con gesto atónito al recibir un mensaje por sus comunicadores. - La bruja de Blair no va a recibirte hoy, pero le encantará saber cómo te refieres a ella. Últimamente se aburre y seguro que le entretiene probar sus torturas contigo. - espeté a sus espaldas, acercándome a él y a los soldados mientras avanzan por el pasillo. - ¿Qué hace este tío aquí? ¿por qué no está encerrado en su celda? - Uno de los soldado me explica rápidamente que "Gelion" no ha salido de su celda, que sus guardianes acaban de comprobar que sigue allí. Obviamente hay un impostor, pero no sabemos cuál es. También estaba claro que tenían que ver con lo de la llamada a la rebelión, muchas casualidades para una noche. - Detenedlo. Vamos a poner a ese par de dos cara a cara y veremos quién es el impostor, y qué tienen que ver con lo que está pasando.

Llego con el grupo de soldados procedente de Trafalgar Square, tras la conversación con Morgana y Nathan. La discreción era la prioridad por el momento, al menos hasta que encontrásemos a Éamon, Wilhelm o Blair, aunque nada se sabía de los dos últimos. La única noticia era que Éamon acababa de ir a la base militar, así que allí nos trasladamos. Revocarlos en el mando parecía tentador, aunque también había miedo por lo que pudiese pasar, como que todo saliese mal y nos fusilasen por traidores, o que el cambio no fuese a mejor. Habría que probar.

No tardamos el localizar a Éamon, que anda metido en una discusión con el jefe de ejecutores, el que supuestamente estaba en una celda. Eso de que parezca que hay dos nos deja un poco desconcertados, pero decidimos cumplir la orden de llevarnos a Gelion para no mosquear a Éamon. Ordeno a parte de mi grupo que se lleven  a Gelion de allí, aunque por lo bajo pido que lo saquen de la base para que podamos llevarlo con Morgana y así comprobar qué está pasando. Otra parte del grupo nos quedamos con Éamon mientras que se llevan al Draven.

- Señor, esto no es seguro, debemos sacarlo de aquí de inmediato. Han alertado de posibles intentos de rebelión. Síganos, le escoltaremos. - finalemte conseguimos convencer a Éamon para que se venga con nosotros y deje los interrogatorios para otro momento, saliendo de la base mientras prometemos llevarle a un lugar seguro. O no...
......
éxito: sacan a Gelion de allí con éxito
fallo: no funciona

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'Probabilidad' :

El tiempo que duró el trayecto me sirvió para pensar, para enfriar las ideas... y no era lo único que se había helado, mi cuerpo estaba entumecido por las gélidas temperaturas. Avanzaba tiritando y abrazando a mi hermano para protegerlo del húmedo frío invernal que calaba hasta los huesos. Esperaba conseguir ropa, comida y una cama para mi hermano y otra para mí en la base. Ansiaba ver también el taller de desarrollo tecnológico, pensaba mejor cuando soldaba cosas.

La realidad era que, por más que consiguieramos llegar a la isla mágica, no tenía un plan para recuperar a mi padre y a mi hermana. Tomaría tiempo, años, décadas tal vez. Me sentía frustrado e impotente. ¿Quién sabe lo que le harían a mi padre? Y mi hermana crecería sin saber su verdadera identidad, sin su familia. ¿Y si no los volvíamos a ver? No. No lo permitiría. Cada día de mi vida, cada paso que dé será para estar más cerca de ellos. Cada palabra que pronuncie será para alcanzarlos.

No podíamos hacerlo solos, necesitabamos aliados. Una media sonrisa cansada resquebrajó mis labios paspados. Era momento de poner en práctica los conocimientos en ciencias diplomáticas que nuestros padres nos habían alentado a estudiar para entrar en el mundo de la política. Mi hermano y yo los habíamos acompañado a eventos de estado, sabía que por ejemplo había que mostrarse educado y agradable. Nuestro aliento salía en forma de vaho gris a intervalos breves y nos detuvimos frente al videoportero.

Apreté el botón para llamar la atención de lo que sea que esté adentro, este podría vernos por las cámaras. Impaciente acerqué mi ojo al escáner de retina esperando que las puertas se abran y nos dejen pasar para refugiarnos del frío.

Opción impar-H
Opción par-R


Una ráfaga de disparos se escuchó a lo lejos en el interior del complejo. Después varias más. El escáner de la puerta no parecía funcionar pero las cámaras si.

Después de unos minutos se escucharon ruidos al otro lado. Las puertas se abrieron por fin y el sonido de la batalla fue más claro entonces. No tardaron en aparecer de entre las sombras varios androides que les apuntaban con armas, algunos con ellas saliendo de su propio cuerpo.

-Identificación, motivo e intenciones de la visita-Exclamó uno de ellos sin que el resto dejase de apuntar. Al fondo se escuchó algo, alguien dijo algo parecido a "los tenemos casi encima" y una de los androides miró hacia aquel lugar.-Usa los protocolos de seguridad de las puertas.

Otro susurró que así perderían terreno y el androide, que tenía cuerpo femenino y podría pasar por humana excepto por la herida que recorría su cuerpo y dejaba mostrar su interior sintético volvió a mirar a los chicos.-¿Os han mandado ellos?-Agarró al que estaba más cercano a su cuerpo y lo atrajo hacia ella, cogiéndolo de la camiseta y apuntando con el arma a su cabeza.-Responde!

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'Dado (10)' :

Mis músculos se tensaron al escuchar las señales de conflicto dentro. Ingenuo de mí pensar que una base militar sería un lugar seguro pero ¿dónde más encontraríamos naves? En Galway, tal vez, pero eso quedaba muy lejos. Me puse entre Michael y las puertas cuando se abrieron, para cubrirlo. Con los ojos muy abiertos por el desconcierto, levanté las manos indicando que no teníamos intenciones de atacar al ver armas apuntandonos y claramente superándonos en número.

-Yo soy Collins y él es mi hermano Michael O’Connell. Necesitamos provisiones, coordenadas, una nave con el tanque lleno y nos vamos.- Hablé a trompicones, temblando por el frío y por el miedo a que abran fuego. Nuestra identidad era de fácil acceso en internet, si decíamos que éramos otras personas solo hacía falta una simple búsqueda para que descubran que estábamos mintiendo. Nuestro apellido podía meternos en problemas, pero no me avergonzaba de él.

Por lo poco que entendía, había dos bandos, al menos, que estaban en pleno enfrentamiento. -¿Q-qué?- Pregunté confundido cuando la mujer preguntó si alguien nos había mandado. -¡No!¡No!¡Nadie nos mandó!- Grité desesperado agarrando la mano que sujetaba mi camiseta. -¿Qué está pasando?- Pregunté absolutamente tenso. Mis ojos se movieron ansiosos, tratando de encontrar alguna forma de zafarnos y se encontraron con la herida que delataba la raza de la que me tenía atrapado.

-Puedo ayudar, puedo repararte o... al menos hacer un arreglo temporal.- Ya que estamos en el baile... ¡bailemos! -¿Todos aquí son androides?- Tal vez había, entre los que teníamos ante nosotros, humanos con partes de su cuerpo biónicas.

Aparecimos en la zona de la base militar tras haber desaparecido de Ourboros de manera un tanto apresurada. Teníamos intenciones de bajar, pero el guardia pesado lo había acelerado todo. No teníamos por qué seguir respondiendo sobre algo de lo que no teníamos ni idea, y ahora por fin podíamos ir por libre. Solté a Thalos en cuanto nuestros pies estuvieron en el suelo, echando un rápido vistazo alrededor en busca de posibles enemigos.

- Han pasado unas semanas desde que acabamos con S.A.M... ¿Qué crees que han hecho los liberados durante este tiempo? ¿se habrán ido todos los androides a la Ciudadela? - me intrigaba bastante el comportamiento que habrían tenido, pensando que me habría sentido muy confuso después de estar meses en la mente colmena. Comenzamos a avanzar con prudencia hacia la zona de la entrada militar, que no parecía muy distinta a como la habíamos conocido. Le hice un gesto a Thalos para que se detuviese, y otro después para que mirase en dirección a la entrada. Aún nos quedaban como unos cien metros para llegar, pero las puertas se habían abierto y parecía que había gente hablando.

- Mierda...Ya la han tomado. - maldije por lo bajo pensando que llegábamos tarde, que teníamos que haber reaccionado antes de que algún grupo volviese a hacerse con el control. - ¿Y ahora qué? ¿inspeccionamos o vamos al lío a ver de qué van?

Nada más aparecer alli lo pude notar, simplemente por el olor del aire. No sabía como explicarlo, pero era el olor del conflicto. Entrecerré la mirada, observando hacia el complejo, que estaba cerrado a cal y canto, mientras oia a Johan.

- Mmmm....lo dudo....algunos seguirán aquí. Recuerda que muchos parecen absolutamente humanos. Yo? Me habría dedicado a acumular armas y comida. - sí, muy básico, pero la supervivencia era lo que era. - Y papel higiénico. Seguro que ya no queda. Estarán confusos, todos. Necesitan saber que ha pasado, lo que ocurrió en las Torres. Hay que dar un anuncio o algo.

Avancé con Johan, preparando mi arma. Me pareció distinguir a dos crios en la lejanía, pues acababan de abrirse las puertas, y desde el interior se oian tiroteos lejanos. Asi que ya estaban en disputa.

- Esa falsa paz no podía durar mucho. Vamos al lío, si no nos acercamos no nos vamos a enterar de nada. - conforme nos acercabamos, pude reconocer a los dos chavales jovenes. - Esos son los hijos de los O'Connel? Que hacen aqui? - si que se habian dado prisa en echarlos de la isla. Claro, con su madre muerta y su padre entrerrejas....

Me fijé mejor en la rubia que lo tenía apresado... androides?
- Te dije que no todos se habian ido. - farfullé a Johan en voz baja, no me hacía gracia que la base hubiese caido en manos de los androides, aunque...claro, ya no eran marionetas de Sam. Me preguntaba si nos habrían visto ya, a estas alturas. Me di cuenta de que tenían a Collins amenazado con un arma a la cabeza, asi que levanté mi propio arma en direccion a los androides.
- Baja el arma, es un civil menor de edad. - dije con tranquilidad y me detuve a cierta distancia, la tenía a tiro.

- Supongo que quedarán los soldados chipeados que estuviesen por aquí cuando todo terminó. Quién sabe si habrá surgido algún cabecilla para aprovechar la situación... - lo del papel higiénico me hizo gracia, pero lo de la comida tenía más sentido. Seguro que había escasez después de tanto tiempo sin comercio de ningún tipo. El mundo ya estaba en el caos antes del control de la máquina, y había quedado mucho peor después de eso. - Podríamos probar una visita a la torre de telecomunicaciones, a ver si sigue en pie. Desde ahí podemos intentar lanzar un mensaje, aunque la otra vez acabó fatal. - al final decidimos que no quedaba otro remedio que acercarse a la puerta, aunque pareciesen hostiles con los dos chavales que habían llegado.

- ¿Esos críos? habrán venido al único lugar que conocen...pero no sé qué esperaban. Ya no tienen ningún poder en ese sitio. - avancé a paso rápido junto a Thalos, aunque manteniendo cierta distancia al llegar por aquello de que estaban encañonando a uno de los hermanos. No me dio buena espina eso de que fuesen androides apuntando a personas, como si no hubiésemos avanzado nada. Evité sacar el arma tal y como había hecho Thalos, pero sí que me preparé por si tenía que atacar con magia.

- No son peligrosos, solo son unos huérfanos. Puedes dejarlos marchar. - o casi, porque con el padre encerrado era prácticamente lo mismo. Sus padres habían sido lo peor, pero ellos no tenían la culpa de sus acciones. - Venimos a ver la base militar. ¿Hay alguien al mando? - dudé un momento en dar nuestros nombres, aunque si realmente eran androides probablemente tuviesen alguna información sobre nosotros en su base de datos. - Queremos negociar y colaborar. S.A.M-41020 dijo que a partir de ahora haríamos eso. ¿Lo habéis visto por aquí o ha regresado a la Ciudadela Alpha?



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éxito: funcionan las negociaciones
fallo: no funcionan

El miembro 'Johan Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

La androide analizó el tono, volumen y timbre de voz del muchacho. Parecían afirmaciones correctas pero debía asegurarse. No contestó a ninguna de las preguntas, procesó datos e ignoró a los presentes recién llegados.

Sus compañeros por otro lado apuntaron al que había sacado el arma, tal y como marcaba su programación base no atacarían a ningún humano a menos que peligrase su existencia.

-Solicitud aceptada-Dijo por fin la mujer soltando al chiquillo de golpe. Alzó la vista hasta el moreno.-Han ofrecido sus servicios, ahora procederán a las reparaciones.-Procesó de nuevo las palabras del hombre y luego señaló a su compañero.-No detecto negociación en sus acciones.-Más disparos hicieron que mirase de reojo hacia el interior y de nuevo al moreno, bajando la mano.-Desconocemos el paradero de S.A.M. -Miró a uno de sus compañeros en ese momento que negó y volvió a observar a los hombres.-Si toman acciones violentas nos veremos obligados a defendernos, tal y como estamos haciendo con los humanos que se encuentran aquí.

Me estremecí cuando el silencio fue interrumpido y sentí el movimiento de los androides. Si no hubiera tenido un arma apuntándome, hubiera corregido lo de “menor de edad” por joven adulto. En cambio me limité a resoplar ofendido, hubiera buscado con la mirada al que lo había dicho pero temía que, en cuanto le saque los ojos de encima al androide con aspecto de mujer, me dispare. Lo de “huérfanos” me molestó más aún, mi padre no estaba muerto... hasta donde sabía, tal vez tenían información que yo no conocía. Me debatía en mirar a mi hermano o no, mi vida estaba en manos de los algoritmos del autómata y, si moría, antes quería mirar a Michael una última vez.

Los segundos de tenso silencio me resultaron eternos y no pude apartar los ojos de la androide buscando algún tipo de respuesta en sus gestos. Cuando al fin reaccionó y me soltó, suspiré el aire que no me había dado cuenta que retenía. Mientras buscaba entre mi ropa desgastada las herramientas y le hacía un gesto a mi hermano para que se acerque, sostenga y me alcance los instrumentos cuando los necesite, miré a los recién llegados. Se trataba del desertor Draven y el mago rebelde Black, a este último podíamos pedirle que nos llevara a la isla, pero en el supuesto caso de que aceptara ¿Cómo encontraríamos a papá y a Erin? Necesitabamos más tiempo para tener algo sólido; información, armas, aliados, etcétera. Me desesperaba no poder ir por mi familia en ese mismo instante, elegir cualquier otra cosa que no sea ir a la isla mágica se sentía como traicionarlos, como si les estuviera dando la espalda. Debía recordarme a cada instante que las decisiones que tomaba eran para estar más cerca de ellos por más que a simple vista pareciera que me alejaba.

Trabajando para calculadoras mejoradas, defendidos por un conspiradores y no solo eso, sino que además yo estaba dispuesto a pedirles ayuda. Que bajo habíamos caído. En verdad solo tenía el destornillador y la llave stillson, aunque el sable láser podría servirme para cortar metal que no sirviera o soldar. Analicé con la mirada las averías del robot con aspecto de mujer con los disparos de fondo, era tecnología muy avanzada y los nanobots estaban haciendo su trabajo para repararla. Me incliné para ver mejor una parte muy dañada en su costado, mis dedos estaban entumecidos por el frío pero aún así encendí la espada para soldar un tubo apoyando apenas la punta del arma lo suficiente para calentar el material y esparcirlo con el destornillador a modo de mini espátula. En el proceso me manché con combustible que se filtraba, pero intenté sellarlo. Miré de reojo tanto a Johan como a Thalos cuando mencionó que se estaban defendiendo de humanos dentro de la base para enseguida volver los ojos a donde estaba trabajando.

-¿Por qué los atacan los humanos?- Pregunté mientras seguía arreglando como podía. No sabía si nos reconocerían a mi hermano y a mí los humanos que estaban dentro de la base y si eso ayudaría o no a cesar el conflicto, pero planeaba entrar para averiguarlo. También tenía ganas de preguntarles a los androides por qué se quedaban, pero decidí que mejor no.

Johan no se andaba con sutilezas y preguntó de modo absolutamente directo a aquellos androides. Al menos, parecieron dejar de tomarla con los adolescentes. A mi me apuntaron, cosa normal teniendo en cuenta que yo les apuntaba a ellos. Entrecerré la mirada. Seguía teniendoles mania a las chatarras esas....por todo lo ocurrido en la Ciudadela Alpha. Aquello fue una pesadilla. Pero debia recordarme a mi mismo que entonces aun obedecian ordenes de la Alianza humana. La misma que estaba intentando reformar.

- Está bien. - bufé cuando dijo que no detectaba negociacion en mis acciones. Dejé de encañonarles, sacando el dedo del gatillo en gesto de "paz", mostrando mis manos antes de enfundar la pistola.

Y más disparos, aquello no me gustaba. Chasqueé la lengua, mirando a Johan y luego al par de rubios aquellos. Los androides solo atacarian si los atacaban primero, como los humanos que atacaban en la base....? De lo que había visto actuar a "James", me lo creia.

- Los atacan porque quieren echarlos de la Base Militar y tomar ellos el control. - respondí a Collins, aunque este habia preguntado a la androide, pero apostaba a que no me equivocaba. - no es asi? Por qué no os retiráis de aquí? Que datos tenéis de los humanos que están lanzando el ataque?


Miré a Johan de reojo, la situacion que habiamos encontrado no me gustaba nada y no parecia sencilla.

"me parece que nos hemos topado de bruces con una lucha de poderes sobre esta base, no va a ser sencillo...."

Tomé como una tregua temporal eso de que la androide soltase al chaval, aunque ahora les tocase reparar eso que habían prometido. - No detectas negociación porque la negociación viene ahora, cuando bajéis las armas. - repliqué antes de que bajase el arma, mirando inquieto hacia la dirección en la que se escuchaban los disparos.  - Pues habría que buscarlo. Ahora hay dos versiones nuevas de lo que era S.A.M. Deberíais poneros en contactos. - tal vez el educado trajeado podría pacificarlos un poco, y nosotros podríamos encargarnos de los humanos.  - Dejadnos paso para que hablemos con ellos. Podemos solucionarlo. - me fijé un momento en Collins cuando nos miró de reojo mientras proseguía con las reparaciones, pensando en el futuro tan complicado que tendrían unos chavales como ellos en las calles de la ciudad de Neo Londres. - Aquí no podéis hacer nada. Te pasará como en la misión del subterráneo. Más te vale buscar otro lugar al que ir. - recordaba haber visto a ese crío ahí por primera vez, y de haberme preguntado qué mierdas estaban haciendo sus padres para enviarlo. Luego supe de quién era hijo, y no me extrañó.

- ¿Y para qué queréis esta base militar? - pregunté a la androide para que me diese su lógica para estar luchando, porque la de los humanos la entendía mejor. Odiarían a aquellos que les habían esclavizado durante tantos meses. - ¿Tenéis algún propósito vital ahora que no seguís a la mente colmena? - entre Thalos y yo ya les habíamos soltado demasiadas preguntas, así que esperé con tensa calma hasta que se decidiesen si nos dejaban pasar o si teníamos que pasar a algo más que palabras. Me adelanté un par de pasos a Thalos después de ver su cara de no gustarle un pelo la situación, esperando que pudiésemos apañárnoslas a pesar de ser solo dos.

Escuché la respuesta del desertor mientras quitaba unos trocitos de plástico rotos, era una sensación extraña meter la mano en algo que simulaba tanto ser un humanoide, era como pasar entre órganos reales. Miré al mago cuando nos habló, recordé la ocasión a la que se refería, había sido abrumador y no quería volver a pasar por eso. ¿A dónde más podríamos ir?¿A alguna casa abandonada? Con suerte encontraríamos basura. No quería separarme de Michael pero arrastrarlo dentro tampoco parecía la mejor opción. Debíamos intervenir, de otra forma nunca aprenderíamos a ser verdaderamente útiles y siempre nos estarían diciendo que más nos valía buscar otro lugar al que ir.

-Desde mi punto de vista, mi hermano y yo somos los que están colaborando.- Respondí mientras me enderezaba. Michael se encargaba de sostener la llave stillson y de darme apoyo moral. -Es lo mejor que pude hacer sin las herramientas del taller del desarrollo tecnológico.- Le dije al androide con aspecto de mujer apartándome de ella ya que había terminado. Quería saber el estado de ese sector y si Michael y yo podríamos acceder, pero entre Draven y Black ya le habían hecho suficientes preguntas, no me respondería. Me acerqué a otro androide para seguir con las reparaciones junto a mi hermano, vi al mago adelantarse y pasé mi mirada del desertor al androide con aspecto de mujer pendiente de sus reacciones.