Sector I: Seguridad

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'Probabilidad' :

Y sonreía. Él, tan pancho. Con esa sonrisilla suya, natural, con sangre bajándole de la boca. Le limpié un poco con la tela de la muñeca, rápido, porque no me gustaba verle en ese estado. Y él me decía que siendo urraca eso no pasaba. -Lo sé, lo sé, lo sé… No… No deberías haberte expuesto así… No está bien, no… No es correcto, ¡Mírate! Estás hecho polvo.- Intentaba mantenerme fuerte para que viera que podía protegerle. No quería que tuviera miedo. No quería que le pasara nada. No sé porqué el bastón llegó a hacer un brillo raro cuando lo estaba abrazando bien abrazado, casi como si quisiera consolarlo. Pero en el fondo quien necesitaba consuelo era yo. Luego, cuando le arreglaba el pelo, me dijo que iba a estar bien.

-Sí, en cuanto acabemos con esto iremos a por Dyos, le zurraremos al otro si es necesario, y nos iremos de aquí como si nada hubiera pasado…- No sé porqué le estaba quitando arrugas de encima. Me sentía casi una abuelita. Me sentí algo mejor al poder ponerme de pie y estar allí al frente. Miraba al centinela, desafiante. No sabía si iba a hacer pum o no. Sentí algo a mi espalda, me giré durante unos segundos. Se estaba poniendo de pie. Casi iba a decirle algo cuando vi un rayo salir de la cabeza destrozada de aquella cosa.

Tragué saliva. Pero al final, una barrera de viento y Zer’tath hicieron la mayor parte del trabajo, y yo salí ileso. Se disipó la energía pero me cegó bastante, por lo que entrecerré los ojos muy molesto. Y un pitido. -No.- Y todo lo que alcancé a decir antes de eso fue esa pequeña negación. Lo siguiente que noté fue un ardor de ojos, un estruendo horrible, el fuego, las llamas, el humo, la chatarra golpear a Zer’tath con muchísima rabia, que hacía todo lo posible por mantenerse en su lugar. Pero pronto un cacho del escudo cedió y salió volando. Y con él, otro, otro y otro. Algo que ni pude ver acabó por darme en el pecho, tirándome al suelo. Totalmente acobardado me hice un ovillo. No veía nada. Estaba completamente cegado por el brillo de la explosión y los ojos me ardían. Aunque pronto noté que todo ardía. El ruido. Había prendido en llamas todo aquello. Y el olor a ropa quemada me sacó de aquel ensimismamiento.

Me puse de pie aún a ciegas, buscando mi bastón, pero ni estaba conmigo ni parecía ir a acudir. Poco a poco me atreví a abrir mi destrozadísima mirada. Atisbé a Roäc intentando taparse contra una pared. Lo debía haber tirado con muy mala ostia ahí. Mi bastón ya estaba cercano a él, en forma nuevamente protectora. Me llevé una mano a la boca. Corrí hacia él y me arrodillé a su lado, intentando ignorar las llamas de los alrededores y concentrándome en apagar lo que pudiera de nuestras ropas a base de pisotones, y el bastón intentaba lo mismo. Me toqué un lado de la capucha para comprobar que la pluma siguiera donde tocaba y noté que ardía la pinta. Apagué el fuego de esta con un apretón con la mano, quemándome en el acto, y  la metí bajo mis ropas para protegerla.

-Roäc… ¡Debise haberte preocupado de protegerte a ti mismo!- Le recriminémientras le dirigía una temblorosa mano a su brazo, intentando quitárselo de la cara para darle un trozo capa que me acababa de arrancar para que no respirara aquellos humos. Yo me refugiaba en mi bufanda. -Ya me han dado las suficientes ostias en mi vida. Y ni una me va a doler más que lo que te vayan a hacer a tí, ¿E-Entendido?- No iba a perderle allí. Mis ojos brillaban con tal determinación.

Cogí una ver más a Zer’tath y lo acerqué a él, tratando de procurar apuntar la sanación a su torso. Me daba miedo que con el golpe le hubiera hecho daño a algún órgano interior. Salió algo mejor que la última vez, como si el mismo bastón comprendiera la importancia de aquello. -L-Lo siento, no… no debería haberte echado bronca, es solo que… ¡Estoy nervioso!- Trataba de intentar que se aclarara un poco con donde estaba cada cosa. El suelo, el techo. Para que pudiera caminar. Me quedé muy arrodillado a su lado, el bastón nuevamente formaba un escudo alrededor nuestra. Le ofrecí mi hombro. -Agárrate a mí. Vamos a ir a buscar a Dyos, ¿Entendido? Y nos iremos de aquí.- Hacía la mejor cara que se podía en aquellas situaciones. -No todos pueden decir que han destrozado un centinela. Lo… ¡Lo hemos hecho genial! ¿S-Sí?- No me estaba esforzando en ser optimista. Me estaba esforzando en creérme lo que yo mismo decía. Y, más o menos, lo conseguía. Porque estaba logrando no ponerme a llorar y hundirme.

Que viniera lo que le diera la gana. Iban a tener que arrebatarme aquel convencimiento mío a base de palos. Y ni con esas iba a rendirme. -Hemos hecho nuestro trabajo. Pero… Odio el fuego.- Aún tenía los ojos entrecerrados. Brillaba todo demasiado. -¿E-Estás mejor?


Defensa: 43 de Roäc + 15 armor + 5 base + 5 racial + 10 habilidad + 15 dados = 93
Daño recibido: 100 - 93 = 7
PS: 150 - 7 = 143

PS sanados al pajarracu: 20 (dados) + 10 (base) = 30

El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa Mágica' :


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#2 'Curación' :


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#3 'Probabilidad' :

Sigo hecho un guiiñapo en el suelo hasta que siento cerca la presencia de Osten y alargo una mano para tocar el bastón, pero Vor llega rápido. Creo que apaga algo del fuego que pueda haberse prendido en mi ropa. Y me dice algo asi como...como que suena a bronca.

-¿Eahhh? Tu que dices ya?

Le respondo asi con mucho desparpajo pero voz cansada. Me incorporo un poco con su ayuda apoyandome la espalda en la pared, me duele todo el puñetero cuerpo y tengo ya algunas manchas de sangre en las zonas de mi ropa que eran blancas antes. Sobre el negro pues no se nota. Uso su trozo de capa para respirar y lo miro con un ojo guiñado pero por el dolor, cuando dice aquello de las hostias recibidas en su vida. Asiento con la cabeza, aunque yo seguiria haciendo lo mismo. PArece jodidamente determinado, como le voy a llevar la contra ahora?

Respiro aliviado cuando concluye su sanacion, que esta vez le ha salido de modo impecable, y a Osten tambien. Agradezco el acto con una fluida reverencia de mi cabeza, sintiendo que las heridas mas serias se han cerrado.
-¿Nervioso? Pero si esto es del tó emocionante!

Me agarro a su hombro y con su ayuda y el de mi palo de madera, me pongo en pie. El fuego empieza a molestar y como no hagan algo para apagarlo podria extenderse por mas pasillos.
-Aja, hay que encontrarlo. Vamos pallá

Le hago un gesto por donde creo recordar que él marcho. Que si estoy mejor? Infinitamente mejor! llevaba tiempo sin sentirme tan vivo. Ni tan apalizado, claro. Tambien daria cualquier cosa por algo de comer y un bosquecito tranquilo, pero eso ya vendria despues. Y tal cosa se evidencia por el gesto que le dedico. -Yo estoy mejor, pero y tus ojos?

-¡Lo que oír, eso decir yo!- Le había respondido yo así muy a grito pelao también. Aún en esas seguía él manteniendo su… Curiosa forma de ser. Aquel acento suyo, tan rarillo, tan único. Pero no sonaba excesivamente animado. No, claro que no. Se había acabado de comer una soberanísima ostia. Y estaba incluso manchado de sangre y no me gustaba nada ver aquello. Se me turbaba la expresión al verlo así. Me apetecía… No sé. Cogerlo en brazos y salir de allí pitando. Pero teníamos cosas a hacer. Ni siquiera abría bien los ojos e incluso asintió muy tranquilo a lo que yo acababa de decirle.

No se si curarle le hizo más bien a él o a mí. Pero yo me quedé muy tranquilo al verle gastar un poco mejor cara. Y se puso a reverenciarme. Yo fruncí el ceño y negué la cabeza. -¡Nervioso! Sí. Claro que estar nervioso, ¡No ser emocionante! Pero yo no convencer de contrario, ¿No? ¿NO? ¡Va, vamos!- Me costaba más que nunca hablar en aquella lengua, por culpa de la tensión. Pero lo intentaba. No estaría él para descifrar drow de acento cerrao.

Se pudo poner en pie y yo suspiré un poco más tranquilo al verlo sostenerse. Yo le pasé una mano por su cuerpecillo de elfo y agarré con fuerza su tórax, por el otro lado, para mantenerlo de pie. -C-Cuando estar mejor avisar. No dejar de apoyar antes… O… Bueno, ¡No avisar! No estar bien. Tu agarra. Ya decidir yo cuando estás sano.- Le gruñí un poco rápidamente, relajando la expresión en mi rostro. Y estuvo de acuerdo en ir a buscar a Dyos. Me hizo un gesto en dirección a donde se había ido el drow, con una expresión un poco rara. Le alcé una ceja.

-¡No estar lo suficiente mejor!- Negué con la cabeza caminando medio a ciegas, confiando en que el bastón pudiera cubrirnos un poco de alguna llamarada agresiva o alguna porquería que fuera a caer del techo. -¿Mis ojos? Oh, de puta madre.- Solté con ironía y estos entrecerrados. Usaba el estoque para ver si me la iba a meter con algo, y abría estos muy de vez en cuando. Me lloriqueaban un poco. A decir verdades, el propio Zer’tath parecía un poco confuso en las llamas. Lo notaba casi preguntándome donde ir. Y yo pensaba, “Pues no lo sé”.

-Ese culovago de Dyos tardar demasiado… No creo que el… esto… el… herm…- Hermano. No. Yo seguía convencido de que eso no podía ser -Hermoso ese le haya hecho nada malo… ¿No? ¡Maldita sea!- Me di cuenta de que estaba refunfuñando. Otra vez. Pero me quitó todo el mal humor el llegar un pasillo en dirección a la enfermería, aunque yo no sabía a donde iba aún. Ya no había fuego. Sin secarme los lagrimones de la cara abrí los ojos, agradeciendo la luz artificial mucho antes que la de las llamas. -¿Tu te crees? ¡Es un adolescente rebelde! No volver a casa a buenas horas…- Era un comentario con la única finalidad de animar al pajarraco. Una chorrada. Pero me permitió hacer buena cara, ya fuera solo por acompañar aquella frasecita.

No me detengo en el pasillo, sigo corriendo hasta llegar al sitio por donde entré, aunque otra puerta enorme impide el paso. Los soldados no me siguen, de momento, pero los magos tampoco. Suspiro y dejo a la chica en el suelo, sentandome al lado con las piernas cruzadas. Respiro despacio y tomo toda la concentración que puedo para usar mis poderes y restaurar un poco el cuerpo de Pamela. "Lo sieto rubia... Te prometo que no volveré a cotillear a dos drows que hablan". Cierro los ojos y dejo mi cabeza apoyada en la pared, tengo sueño y estoy cansada. Pero escucho algo, no como pasos sino... Palas. Tierra. Gente echando tierra sobre mí. Abro los ojos pero no estoy en el suelo, sino tumbada sobre un enorme agujero y siendo enterrada por sombras que no dejan de tirarme arena encima.

-¡NOOO!

Curacion: 20+10=30
Vida: 5+30=35 ps

El miembro 'Pamela Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Curación' :

Sueño o realidad:

La niña abrió los ojos y agradeció imternamente las leves luces que había en aquella sala, que la alejaban de su pesadilla. Tosiendo se incorporó poco a poco, hasta quedar de pie, buscó a la persona que pegó el grito de su sueño, ya que no provino de ella. A su lado encontró a una mujer rubia, que estaba gritando como una loca. Con un quejido de dolor, Moth se acercó a la joven y la sacudió con su mano esquelética.

-Shh, no hagas ruido. Que viene el coco

Le dijo en un tono conciliador aunque Moth no sabía quién era ese tal "Coco" ni porqué no debía venir.

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102 - 5(sangrado) = 97

El sector I era igual de gris y asqueroso que todos los otros sectores. Salvo porque este estaba, en parte, incendiado. Y tanto el pajarraco como yo sabíamos perfectamente porqué. En cuanto llegamos lo primero que vimos fue un drow un poco… Espatarrao. -Míralo, qué destrozo. No está bien, esto. Dyos… ¿Me oyes? Ven aquí. ¿Eres ya tu?- Me acerqué a él con cuidado por si aún quería atacarme, entrecerrando los ojos al ver la preciosa herida que le había dejado. Suspiré. Suspiré mucho. Porque no me gustaba haberle hecho eso y porque me sabía bastante mal… Y… Sabía que lo que había ocurrido en el segundo sector no tenía nombre, la forma de la que lo había atacado no era, desde luego, muy adecuada.

Yo me tapé un poco el hombro que él me había abierto para que no se preocupara por ello y traté de cargarle un brazo encima mía de la misma forma que Roäc había hecho conmigo, sin separarme demasiado del semielfo. Le pasé una mano por encima al casco al drow, más o menos afectivo. -Vamos a salir de aquí ya, ¿De acuerdo? Nos vamos a ir todos en paz, tranquilamente… Y no va a pasar nada más. Ya casi estamos fuera.- Pensaba en los que habíamos dejado atrás con algo de culpabilidad, pero…

Al mirar hacia delante descubrimos que Zer’tath no mentía. Habían allí dos… mujeres. Mujeres. Mal empezábamos. Avancé tan rápido como podía con los dos orejas picudas hacia ellas, aunque no parecían estar libres de la locura general. No entendía qué pasaba y no quería ni hacerlo. -Me parecer estupendo que… estar flipándolo en colores ahora mismo, pero nos tenemos que ir fuera. No somos héroes, no somos más que una panda de elfos en el momento equivocado en el lugar equivocado. Pero si poder irnos con algo bueno…

Mandé a mi bastón a adoptar forma de tabla para cargar con la niña. No podía llevarla a ella en el hombro ya, porque estaba hecha polvo. Esperaba que no se asustara mucho. Miré a la rubia que parecía fuera de sí. -¿Puedes empujarla tu o lo que sea?- Pregunté al pajarraco, un poco nervioso… Las dos estaban heridas. -Por lo que más querer, muchachas… No… No nos cuestionar mucho. Haced de esto algo fácil y agradable y os sacar a todas de aquí, y… habrá paz. ¿Lleváis mucho tiempo aquí?- Miré a todo el grupito que formábamos, listo para seguir. -Igual ser mejor hablar fuera, eh…


Moth, no se si leíste que hay un gas alucinogeno, es importante ^^"

Me habia pasado todo el trayecto acojonadisimo porque no hacia mas que ver cientificos y gente que queria hacerme daño. Lo peor de todo es que a ratos tambien me daba miedo ver a Vor'Kalth a mi lado, porque no tenia muy claro si era él, o si era yo, o si me queria atacar o ya no. Al llegar al sector anterior, aunque las alucinaciones habian ido disminuyendo de intensidad gracias a Roäc, aun no habia estado demasiado fino como para poder percatarme de la presencia de mi hermano alli. Simplemente me pareció verlo. Pero ¿realidad o alucinación?

Lo que si fue muy real fue el dolor de culo cuando algo me empujó, me hizo avanzar varios metros y atravesar el horrible boquete de una puerta metalica. Cai sin la gracia tipica de los drows al suelo, de culo, quedandome con una pata para un lado y  otra para el otro. Sacudi la cabeza dandome cuenta entonces que me habian puesto un casco. No aguanté la respiracion ni nada, porque de eso no me habia enterado mucho tampoco.

Veo alli a dos mujeres, una de ellas es una chiquilla. No pasa mucho tiempo hasta que llegan los otros dos, antes de que yo haya podido hacer nada. Cuando Vor se acerca a mi, por fin comienzo a verlo como debe ser. Estiro un brazo hacia el dejandome ayudar.

-que...que si soy yo...? -miro al suelo, luego lo miro a él. No tenia ni idea de que habia pasado y creo que preferia no saberlo, parecia que hacia unos momentos se hubiese desatado el infierno en mi cabeza. -creo que si.

Miro a mi alrededor con atencion, parece que estoy dejando de ver y oir cosas extrañas. La realidad vuelve a golpear con fuerza. Es mejor, aunque no mucho mejor, que el mundo de las alucinaciones. Lo que dice Vor de salir de ahi cuanto antes me parece la mejor idea en mucho tiempo.
-Si, ya habra tiempo para preguntas y explicaciones luego... -muevo el hombro con molestia, dandole una palmada a Vor en las costillas para indicarle que puede soltarme y puedo caminar solo. -Por ahi.- les marco el rumbo que debemos seguir si queremos salir de ahi cuanto antes, y con vida.

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100+40(cura vor) = 140
y detiene el sangrado

Me sentí decepcionado al saber que no podia quedarme con el lobo de mascota. Pero que se le va a hacer. Buscaria un gato. Ademas el perro habia empezado a dejar de gustarme en cuanto supe eso de que mordía. Me mordí el labio inferior cuando Vor me agarro de la mano para ponerla en su cara y comprobar la temperatura que habia alcanzado el anillo, y me echo la bronca para decirme que no hiciese eso mas. Yo no era un buen sanador, todo lo contrario. Pero si le habia conseguido dar unos cuantos minutos mas de vida a ese hombre, cualquier quemadura que pudiera llevarme en el dedo del anillo habria merecido la pena.

Osten se largó por donde envie a Dyos, luego volvió, diciendonos que habia mas gente al otro lado de la puerta. Supuse entonces que debian de ser el resto de presos que habian liberado. Levanté mis cejas sabiendo que tambien necesitarian ayuda,  y aunque no queria dejar a los dos magos y a su perro enorme atrás, no me quedó mas opción cuando me agarró por la muñeca y atravesamos el agujero de la puerta. Y ya estabamos alli.

-El aire, el aire! Hay un gas venenoso, por eso estais todos asi. O estabais, a ti parece que se te está pasando. Por eso estoy en plan ventilador. Ya veras que agujetas mañana- informo al semidrow, poniendome cerca de ellos para volver a crear otro corrientazo de viento y expulsar de esta zona el aire contaminado, dejando circular el nuevo con constantes movimientos de mis brazos. -Por lo visto aqui tambien está, porque mira a la rubia.

Corro hacia ella mirando de reojo a Osten, que habia sido muy osado al pronunciarse de ese modo con su hermano. No sabia hasta que punto recordaria Vor las cosas pero como me tocase inventar excusas el baston se iba a llevar otro capon, aunque acabase haciendome yo mas daño en los nudillos que otra cosa. Pese a todo, la intervencion habia estado bien, y habia parecido convencer a los que medio conservaban la cordura. Claro, que esos se contaban con los dedos de una mano: los soldados. Vor se encarga de la niña, y yo me acerco a Vanessa con cuidado, tomandola de la mano para que se ponga en pie y podamos avanzar. Pero...hay un problema. No tardamos en toparnos con la ultima puerta de Seguridad, cerrada, por supuesto. La miro con los ojos muy abiertos, yo habia dejado escapar a yellow y ahora no teniamos soldado que nos abriese. Y los magos que podian ayudarnos, los hemos dejado atrás...con una punzada de culpa miro atrás, y luego miro a la cria, y luego a Dyos. Me acerco a él y le quito el casco que le habia puesto antes, el de soldado, poniendomelo de nuevo. Habia observado que para hablar pulsaban un boton de la zona de la oreja y comunicaban, asi que supuse que estaba integrado en el casco. Carraspeo entonces, muy mucho, buscando ese botoncito. Efectivamente oigo unos ruidillos que me indican que ahi hay un canal de radio o algo abierto.
-Mayday, Verde? Soy amarillo, los putos maricones estos...no te lo vas a creer pero se me han olvidado las claves y no puedo abrir las puertas. Echame una mano, guapa.- y lo digo con la voz mas grave de la que soy capaz, por fortuna el viento que estoy generando probablemente cause algunas interferencias.

"Ok, y si no funciona ya puedes ir haciendo memoria de las teclas que ha pulsado el otro. AFG! debí haber prestado mas atencion"

Estaban ahí pegándose todos, cortándose las venas, y me tenía que venir amarillo a pedirme contraseñas y claves. Era imbécil. Le sonaba raro el casco y aún más la voz. No era la voz... de siempre. Sonaba muy emplumao. Pero que mucho, en plan, como si fuera un elfo maricón haciendo voz grave. Seguramente ya le hubieran cortado los cojones, ¿Sonaban así los castrati? Bueno. A saber.

-¿Cómo que se te han olvidado? ¿Es que te las memorizaste alguna vez? ¿No puedes ir por la de emergencia? ¡Eso te pasa por saltarte las clases y mirarme el culo las pocas que venías, cochino de mierda!- ¿Y si lo dejaba colgado? No. Seguro que esas conversaciones quedaban todas guardadas. Qué asco, nope, nope. Eso era una muy mala idea. -A ver, ya sabes que la contraseña es... [NÚMEROS RANDOM]- Gruñí de muy mala manera. -¡Y haz que te miren el casco! Aunque, espera... ¿No estaba tu casco ahí escacharrado? ¡Me dijiste que sí! ¿Le has robado el casco a alguien? O, espera, ¿¡NO SERÁS...!? ME CAGO EN TU PADRE, NO ERES AMARILLO, CIERTO? QUÉ HABÉIS HECHO CON ÉL, MISERABLES? O espera, decidme que está muerto, LO AGRADECERÍA MUCHO, PERO AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGH

Me acababa de empanar que no era amarillo. Y eso podía comportar consecuencias. Aunque en ese momento ya empezaba a importarme todo poco.

Permanezco ajeno a todo lo que sucede a mi alrededor, a los gritos, las carreras, los tiros, los golpes, a todo. El tiempo se detiene para mí desde que comenzó la alucinación hasta el momento en que me clavo la daga en el pecho, haciendo que el metal se alargue para atravesarme de lado a lado. Sólo el intenso dolor físico que experimento consigue sacarme ligeramente de la alucinación provocada por los efectos del gas. A esto se suman otros ataques externos que recibo, como el disparo de Ailanthus al costado o el del otro soldado random. Habrían acabado por fulminarme definitivamente de no ser porque algo hace el peto que llevo puesto, además de un par de curaciones, principalmente la del elfo. Apenas soy consciente del momento en que sucede eso, ya que por un lado se mezclan los sonidos y visiones borrosas de la realidad y por otro se dispersan en espiral todos esos fantasmas del pasado que me han rodeado hasta dejarme casi sin aire en los pulmones.

Lo último que veo antes de que se marchen los drows es el molesto brillo del anillo usado para la sanación. También escucho algo lejana la voz de Lyran, gritando algo así como que tenemos que seguir, arrancando la daga que me he clavado en el pecho. El maldito gas me ha pasado bastante factura, haciendo de mi mismo otro enemigo, jodiendo más la misión de rescate.

- No, no se puede seguir, ya no merece la pena...- murmuro por lo bajo sin mucho sentido, refiriéndome sobre todo a lo que acababa de ver en la visión anterior. Soy arrastrado y empujado por Lyran a través de la abertura que habíamos abierto en la puerta anterior, pasando así a este sector, el I, aquel por el que accedimos hace ya, aunque parece que han pasado siglos desde entonces. Avanzamos un poco más por el pasillo, sin ver nada delante nuestro, ni real ni imaginario. Los drows han debido de marcharse ya. Detrás se escucha el aullido del lobo, lo que hace que espabile un poco. Este sonido me ayuda a recordar dónde estábamos, y lo que habíamos venido a hacer. Porque todavía se podía hacer, ¿ o acaso ya no había posibilidad?. Dejo de avanzar siendo arrastrado como un autómata, agarrando el brazo de Lyran para que se detenga. Con la otra mano me apoyo en la pared, me cuesta seguir caminando a pesar de que hayan conseguido mantenerme un poco con las curaciones. Todavía no me he librado de los efectos del gas, así que no puedo evitar ver su cara algo similar a los fantasmas de mis alucinaciones. Me repito mentalmente que él no está muerto, aunque tampoco estoy seguro de nada. - Lyran...no estamos muertos, todavía. - afirmo más para convencerme a mí mismo que para convencerlo a él, escuchando al licántropo acercarse cada vez más. - Todavía podemos...podemos sacarlo de aquí, salir los tres. Antes de que vuelvan...los fantasmas. Los he visto, a todos. - añado con la mirada perdida, sin querer que me atrapen otra vez. Sacudo la cabeza ligeramente, procurando mantener un mínimo de cordura. - Ya hemos estado aquí antes, conocemos la salida. Sólo queda correr, y que nos siga. - un último esfuerzo y estaremos casi en la salida. Intento como puedo seguir avanzando por aquel interminable pasillo, esperando encontrar pronto la puñetera salida.


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defensa física: 5 dado + 5 peto + 10 stat def. física=20
ataques recibidos: 35 de Ail+ 20 de verde=55
daño total recibido: 55-20=35
sanaciones recibidas: 40+10=50
PS: 35 - 35=0; 0+50=50
(sin sangrado, post 3)

El miembro 'Adam Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Defensa Física' :

Escucho una voz entre palazo y palazo de tierra, una niña pequeña que me dice que no grite. Miro alrededor pero no veo más que el hueco en el que estoy, aunque giro el rostro a un lado y otro buscandola desesperada. Intento respirar para que no me de un chungo o algo asi, por lo que cuando siento una mano cogiendo la mia la aprieto fuertemente, volviendo poco a poco al sector I de los campos de concentración en los que estoy atrapada. Un fuerte mareo se hace dueño de mi cabeza, pero empiezo a tomar conciencia de los demás. Drows. Dos. "No me jodas..." He tenido suficiente pero el chico elfo que me ayuda a levantarme impide que salga corriendo aun. Una cosa rara se mueve y carga a la chica que se ha despertado, la miro fijamente y luego al elfo cuando ve la puerta. Sep. Atrapados. O no.
Él coge todo suyo el casco de un soldado y empieza a hablar con una voz que no es la suya, buscando las claves para abrirla. Me acerco a la pequeña aun mareada y pongo una mano en su brazo.

-¿Estás bien? Vamos a... Salir de aqui.

O eso espero, mientras el chico elfo introduce el código y la jodida puerta se abre. No, no habían esperado a los otros magos pero a mi me importa bien poco, solo quiero salir de aquí con Moth y ponernos a salvo.

El miembro 'Pamela Ackerman' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Que era un gas el causante de todo aquello. Ahora entendía el viento, y eso justificaba que tuviera derecho a despeinarme libremente. -Sí, yo… Yo estar mejor ya. Pero no querer separarme aún. T-Tengo miedo…- Y me daba cosa eso de quedarme solo, ya no fuera por el aire. Sencillamente porque era muy cobarde. Y me decía que debía estar allí por la rubia. Me había podido acercar a Dyospiros sin que se me lanzara encima o sin mayores accidentes: Parecía confuso al principio pero prontamente se tranquilizó o pareció darse cuenta de qué iba pasando.

Aceptó mi ayuda, y en cuanto dijo “creo que sí”, me permití esbozar una sonrisa sincera. Bastante. Igual incluso muy bobalicona. Pero era una pequeña buena noticia después de todo aquello y me di aquel lujo: Sonreírle. Estuvo de acuerdo con salir de allí y dijo que ya explicaría luego. Asentí pacientemente. Aunque el golpe en las costillas me pilló por sorpresa. Alcé las cejas y le fruncí el ceño, pensándomelo dos veces. -... Ngh.- Le gruñí. No quería dejarle así, en paz, que caminara él solo. Me daba la sensación de que tenía muy mala pinta y que debía aún necesitar ayuda. Aquel hombro… Se lo había curado, sí, pero… No podía soportar ver esa herida. Le miré con tristeza y traté de pasar de ello.

La rubia se fue espabilando y fue ayudada por Roäc. Me los miré a ambos sin decir nada, como si analizara un poco la situación. Y luego reparé en la enjuta cría que había cogido con Osten. -No… No voy a hacerte nada, ¿De acuerdo?- Le dije en silencio, cargándola en brazos yo y dejando mi bastón libre. Hubo algo extraño en mí: Algo de afecto hacia la cría. Procuré arroparla porque la veía tan flaca que me daba miedo que se me congelara en los brazos. Yo tenía muy mala pinta y quizás la asustaba. Entre mis dientes serrados, un corte en el hombro, otro en la cara vendada, las manos manchadas y la ropa igual… Suspiré y observé con el ceño fruncido el engaño que se le ocurrió a Roäc para abrir la puerta. Sentía los gritos de verde incluso desde unos metros de distancia: La cuestión es que pudimos pasar finalmente.

Miré a la rubia, que se dirigió a la cría mientras esperábamos a que nuestro pajarraco se aclarara. -Tu ser maga, ¿Cierto? ¿Poder sacar aquí con magia borrás de aparecer y desaparecer a cría? Parecéis que os conocer ya.- Le pregunté, balanceándome en el sitio, tratando de hacerle buena cara. Y entonces la puerta se abrió. Escuchaba pasos desde los del otro sector, ya venían, ellos y su chucho. Empecé a correr como alma que lleva al diablo, siguiendo a Dyos para no perderme. -¡NO PIENSO HACER RESPONSABLE DE CHUCHO!- Y eso fue todo lo que me atreví a decir.

Atravesamos el sector tan bien como pudimos: Tanto lo que ardía como lo que no. Llegamos a pasar por aquella zona, que definitivamente debía tener mejor aspecto por culpa de la alarma anti incendios. Pero el fuego y el humo seguían allí, y sobretodo, los pedazos del centinela. Mandé a Zer’tath a recoger alguna piececilla más porque sí, sin soltar a la cría en ningún momento. Finalmente llegaríamos exactamente al mismo lugar por el que habíamos venido… Ya solo nos separaban unos pasos del exterior. El aire de fuera, frío, llenaba ya aquella sala en la que estábamos. Ya habían rastros de sangre en ella. Era exactamente la misma en la que el comité de soldados nos había recibido.

Con aire distante la miré una última vez y fruncí el ceño, dejando a la cría al lado de la rubia. -Ya… Casi se acabar. Vamos.- Tras aquella breve conmoción me pegué a los míos ya con las manos libres, recogiendo lo que mi bastón había atrapado de camino. Y finalmente alcanzamos la salida, destrozada por nuestra entrada tan estupenda. (NO SE SI HAY PUERTAS CERRADAS PERO TENEMOS AL PÁJARO ABRIDOR DE PUERTAS, ASÍQUE-) Contemplé la noche, con su asquerosa Luna llena allí, arriba. Contemplándonos como si fuéramos miserables. Mandé a Zer’tath que brillara un poco para poder guiar a nuestro pajarraco si lo necesitaba, mirándomelos a los dos.

-Ya… estamos fuera. Nosotros no podemos hacer esos trucos de magia. Deberíamos intentar conseguir… alguna cosa de estas con su motor infernal.- Y me permití sonreír. -Ya se acabó. Esta tortura, ya se acabó.- Me acerqué un poco al pajarraco y con la mirada seria, con el único ojo que llevaba al aire libre… Me atreví a pedirle un pequeño favor. No sin dudar un poco. Vacilar, incluso. -Saber que… es mucho pedir, pero… ¿P-Poder acompañar de camino a donde sea? Es decir, no… ¡No pájaro! Querer hablar, y, oh… Bueno… ¡Tu entender! No sé. Tenso todo. Miedo… Yo… ¡Yo sentirme mal! Mirar qué le hacer a Dyos. No… N-No abandonar tú, ¿Sí?- La otra vez al transformarse le había tirado un bolazo de nieve.

Esta vez no lo iba a hacer. Pero prefería que no lo hiciera él.

Resoplo agotadisimo, respodiendo a la sonrisa del semidrow con un breve asentimiento de mi cabeza. Seguimos en el mismo equipo, por fin. Corro todo lo que mis piernas me permiten, sin salirme demasiado de la esfera de viento que Roäc genera, gracias a la cual mi cabeza está cada vez mas despejada. Observo de reojo a Vor, que carga a una diminuta chiquilla en brazos, lo cual me parece más que aceptable. Pero nos damos de bruces contra una nueva puerta...aunque Roäc parece dar rapidamente con la solucion. Tras varios chillidos que deben de haberlo dejado sordo, él abre las puertas y podemos continuar con el recorrido.

Miro a Pamela, la mujer rubia que corre con nosotros ahora. Vor le pide que si es maga pueda sacar de ahi a la chiquilla en cuanto salgamos del area antidesaparicion del complejo, pero decido advertirla.
-Tendreis que correr unos cuantos metros y alejaros de este sitio, si no, creo que no funcionará.

Yo tambien oigo aullidos por ahi atrás, y eso nos hace correr mas rapido si cabe, hasta la salida del sector I. Por fin estamos al aire libre...por fin! Tengo la impresion de han debido pasar horas y horas y horas....sea como sea, por fin dejamos de tener techo sobre nuestras cabezas. Respiro el aire, como nuevo. Es la segunda vez que salgo de ese sitio. Victorioso. Más o menos...
-Vale, largáos de aqui, ya! -le grito a la bruja, esperando que ella se haga cargo ahora de la niña y que huya de alli. Nosotros, a correr, hay que alejarse de los soldados, del lobo...de todo

"joder, de todo"

Echo a correr y de pasada me percato de algo que no habia visto antes. Un hermoso vehiculo de dos ruedas (propiedad del sr. Ailanthus) mucho mejor que mi vespino...claro, que yo no se que es su moto. Pero se la voy a robar igual. Silbo a Vor y a Roac. El trasto es enorme. Pido a Vor que use un fragmento de su baston para que se acople a la cosa esta donde se mete la llave de la moto que ahora mismo no me sale el nombre(¬¬). Cuando la oigo arrancar y emitir un sonido mucho menos patetico que mi vespino, me doy cuenta de que tenemos vehiculo. Uno grande y veloz. Que igual nos matamos, porque no se conducir algo tan grande, porque no es lo mismo que conducir una motito de 25 cc...pero en el fondo yo soy un drow que naci para vivir en la carretera, solo que aun no lo he descubierto. Yo estoy flipandolo en colores mientras los otros dos hablan de cosas de acompañarse y tal, pero pronto les pego un berrido y se suben a la parte del paquete de la moto. Y aun queda hueco para mi. Tras subir y mirar un poco los controles basicos, que supongo que seran como en una moto normal pero mas prós, meto primera y arranco, dejando atras los aullidos, los gases toxicos, las puertas cerradas y los disparos, y esperando tambien que los demas hallen su manera de marcharse de alli.