Recuerdo del primer mensaje :
Esta amplia cueva de difícil acceso se encuentra por los alrededores del pueblo abandonado de Bastion Hollow, subiendo un trecho en la ladera de una montaña. Durante años, sirvió como refugio a prófugos de la ley y disidentes. Ha sido testigo de varias escaramuzas, y muchas de sus piedras están teñidas de sangre. El derrumbamiento de una de sus paredes dejó recientemente al descubierto otra sección de la cueva con un riachuelo subterráneo y numerosas cámaras, hasta el momento desconocido, ampliando considerablemente el tamaño ya de por si grande de esta cueva.
Mientras llevaba a mi papá a la cueva, de a ratos paraba para ver si alguien nos estaba siguiendo, pero en todo el trayecto no nos siguió nadie por suerte. -Por lo que vi en tu pasado- le comente a mi padre con una cara de "A la próxima te mato yo" -Quisiste ayudar, pero tienes 198 años pa, ya no estas para estas cosas- le comente mientras soltaba un suspiro, por suerte el sabia lo de mi habilidad de entrar en los recuerdos de alguien y se que entenderá el porque me fije para ver el porque termino en ese estado. Este solo se reía mientras le regañaba, pero por suerte estaba vivo aun, lo malo es que se pronto quedara inconsciente y eso esperaba que no.
Al llegar a la cueva lo bajo con cuidado para que no se caiga y entramos para ver quienes habían, pero por suerte había sido la primera en traer un herido. Pude ver a Vor, Roäc, Edhel, una Drow y un joven que se me hacía familiar tal vez lo conocí en mi trayecto por alguna parte del mundo. -Buenas- salud con una pequeña sonrisa posada en mis labios, observo a mi padre mientras que este se quería hacer el que no le dolía nada y que era fuerte como para mantenerse de pie -Sabes que tocas cama y te tumbas de una, o no?- le comente mientras me acercaba a él para ayudarlo a sentarse en una camilla y así poder ayudarlo. Así que una vez que se sento en la cama, saque los medicamentos que me dio Vanessa y observe a mi sombra para que me traiga una jeringa para inyectarle un medicamento bastante fuerte para que el dolor se valla más rápido.
Luego observo a Yang que viene corriendo hacia mi y pega un salto para subir a la camilla mientras se queda observándome, así que mande a mi sombra para que me traiga los dos huevos de dragón así no los deja solos, observo luego a Edhel para pedirle un poco de ayuda -Necesito un poco de ayuda- le comente a Edhel mientras recostaba a mi padre para sacarle la parte de arriba y así poder sacarle las balas. Por suerte fueron tres y en el mismo lugar, así que un bisturí y una pinza fueron suficientes para poder sacarle las tres balas y con aguja e hilo poder cerrarle la herida, pero sabía que necesitaría que lo curaran con magia, yo si supiera lo hubiera hecho pero bueno. Pensaba irme rápido, pero mejor me quedaré un rato acá. Pasar tiempo con mi padre después de tanto tiempo será hermoso, un reencuentro un poco más tranquilo, poder charlar cuando se recupere un poco más y así para ponernos al día así cuando vuelva al campo, volveré mejor psicologicamente sabiendo que si salgo viva podré estar con mi padre.
Al llegar a la cueva lo bajo con cuidado para que no se caiga y entramos para ver quienes habían, pero por suerte había sido la primera en traer un herido. Pude ver a Vor, Roäc, Edhel, una Drow y un joven que se me hacía familiar tal vez lo conocí en mi trayecto por alguna parte del mundo. -Buenas- salud con una pequeña sonrisa posada en mis labios, observo a mi padre mientras que este se quería hacer el que no le dolía nada y que era fuerte como para mantenerse de pie -Sabes que tocas cama y te tumbas de una, o no?- le comente mientras me acercaba a él para ayudarlo a sentarse en una camilla y así poder ayudarlo. Así que una vez que se sento en la cama, saque los medicamentos que me dio Vanessa y observe a mi sombra para que me traiga una jeringa para inyectarle un medicamento bastante fuerte para que el dolor se valla más rápido.
Luego observo a Yang que viene corriendo hacia mi y pega un salto para subir a la camilla mientras se queda observándome, así que mande a mi sombra para que me traiga los dos huevos de dragón así no los deja solos, observo luego a Edhel para pedirle un poco de ayuda -Necesito un poco de ayuda- le comente a Edhel mientras recostaba a mi padre para sacarle la parte de arriba y así poder sacarle las balas. Por suerte fueron tres y en el mismo lugar, así que un bisturí y una pinza fueron suficientes para poder sacarle las tres balas y con aguja e hilo poder cerrarle la herida, pero sabía que necesitaría que lo curaran con magia, yo si supiera lo hubiera hecho pero bueno. Pensaba irme rápido, pero mejor me quedaré un rato acá. Pasar tiempo con mi padre después de tanto tiempo será hermoso, un reencuentro un poco más tranquilo, poder charlar cuando se recupere un poco más y así para ponernos al día así cuando vuelva al campo, volveré mejor psicologicamente sabiendo que si salgo viva podré estar con mi padre.
Los presentes aquí en la cueva actúan algo… extraño. Sobre todo aquellos dos hombres que están un poco más allá. Aunque no me atrevo a mirarlos mucho ya que uno de ellos tiene una mirada de pocos amigos. Pero después de todo no es un asunto que me incumba lo que pase entre ellos, solo me atengo a observarlos de reojo cuando noto que no están mirando hacia aquí.
Uno de ellos, el de pelo largo, suelta algunas palabras. Muchas palabras a decir verdad. Me sobresalto un poco cuando se refiere a mí, pero solo quiere saber quien soy. Me quedo mirándolo algo perplejo por lo que acaba de decir, y en parte por el hecho de que lo que dice no suena tan ilógico… -Espero se trate de la “cosa numero uno”… Roäc. –Le digo al elfo usando el nombre con el que se presentó. Aunque no estoy del todo seguro si es un elfo. Se parece un poco… ¿los elfos tienen las orejas algo puntudas no? Creo que no he visto a suficiente número de ellos como para asegurarlo. –Me llamo Ryan. –Termino por decirle con una pequeña sonrisa, intentando ser lo más amigable posible.
El siguiente en acercarse y presentarse es el otro hombre, el drow. Pero ahora que lo puedo ver de más cerca, él tampoco se parece mucho a los otros que he visto de esa raza… -Algunas personas tienen rasgos de más de una raza, a eso se le llama híbrido. –Me susurra la voz que sale del arma que cuelga desde mi cintura. Oh… no lo sabía… Creo que ahora lo entiendo mejor. Me giro con intención de contestarle, pero me quedo callado, no es momento de hablar con él ahora. Por el contrario levanto la cabeza para mirar a Vor’Kalth, que así dice que se llama. Solo le sonrío, dando por hecho que ya escuchó cuando le dije mi nombre a su amigo.
Parece que después de todo no a todos les estaba yendo tan bien, o no todos estaban tan muertos como para no poder venir hasta aquí, porque una chica peliazul llega cargando a un sujeto más grande. No parece muy herido, aunque esa percepción mía cambia un poco cuando le descubren la parte superior… Por suerte su hija sabe lo que hace, o eso se nota mientras le quita las balas incrustadas en su cuerpo. Entrecierro un poco los ojos viendo como trabaja. –Va a estar bien… mira todos los que hay aquí para que lo sanen. No te preocupes. –Esta vez agacho más la cabeza mirando la katana para contestarle. –Lo se… –Digo en voz baja, poniéndome de pie para estirarme y husmear por sobre los hombros de los que están adelante como ayudan a ese hombre.
Uno de ellos, el de pelo largo, suelta algunas palabras. Muchas palabras a decir verdad. Me sobresalto un poco cuando se refiere a mí, pero solo quiere saber quien soy. Me quedo mirándolo algo perplejo por lo que acaba de decir, y en parte por el hecho de que lo que dice no suena tan ilógico… -Espero se trate de la “cosa numero uno”… Roäc. –Le digo al elfo usando el nombre con el que se presentó. Aunque no estoy del todo seguro si es un elfo. Se parece un poco… ¿los elfos tienen las orejas algo puntudas no? Creo que no he visto a suficiente número de ellos como para asegurarlo. –Me llamo Ryan. –Termino por decirle con una pequeña sonrisa, intentando ser lo más amigable posible.
El siguiente en acercarse y presentarse es el otro hombre, el drow. Pero ahora que lo puedo ver de más cerca, él tampoco se parece mucho a los otros que he visto de esa raza… -Algunas personas tienen rasgos de más de una raza, a eso se le llama híbrido. –Me susurra la voz que sale del arma que cuelga desde mi cintura. Oh… no lo sabía… Creo que ahora lo entiendo mejor. Me giro con intención de contestarle, pero me quedo callado, no es momento de hablar con él ahora. Por el contrario levanto la cabeza para mirar a Vor’Kalth, que así dice que se llama. Solo le sonrío, dando por hecho que ya escuchó cuando le dije mi nombre a su amigo.
Parece que después de todo no a todos les estaba yendo tan bien, o no todos estaban tan muertos como para no poder venir hasta aquí, porque una chica peliazul llega cargando a un sujeto más grande. No parece muy herido, aunque esa percepción mía cambia un poco cuando le descubren la parte superior… Por suerte su hija sabe lo que hace, o eso se nota mientras le quita las balas incrustadas en su cuerpo. Entrecierro un poco los ojos viendo como trabaja. –Va a estar bien… mira todos los que hay aquí para que lo sanen. No te preocupes. –Esta vez agacho más la cabeza mirando la katana para contestarle. –Lo se… –Digo en voz baja, poniéndome de pie para estirarme y husmear por sobre los hombros de los que están adelante como ayudan a ese hombre.
El tal Roac... me confirmó que todo aquel material era de ellos. Hay que ver cómo avanzan las tecnologías. Tampoco era exactamente una guarida de elfos oscuros... entonces sólo era una guarida de gente, normal y corriente. Asentí con la boca abierta, mirándoles demasiado curiosa hasta que el chico blanco me preguntó mi nombre. - Soy Faeryl... - el nigromante... menudo estaba hecho Ilzt - ese tío... - dije con desgana finjida - lo acabo de conocer... ¿y vosotros? ¿es de fiar? A mí no me cae nada bien... - negué con la cabeza enérgicamente haciendo mover también mis trenzas. En realidad estaba semi-mintiendo, porque básicamente no quería llevarme mal con aquellos chicos, y bueno... era conocida cierta repulsión a los nigromantes...
El otro chico, más drow, se atrevió a hablarme. Aunque tenía una expresión en la cara no demasiado agradable centré mi atención en él. Dijo que era una enfermería de batalla, abrí mis ojos, y mi boca- Oohh,... así que eres medio drow... y hay más... Oish, gracias gracias, ¡muchas gracias! - dije con bastante alegría. No había pasado por alto lo de la batalla, no tenía demasiado interés en saber qué había ahí fuera, así que me quedé allí. Tenía más interés en aquellos chicos que me habían curado. Debían de ser de fiar, más le valía a Ilzt que fuese así... estaba desarmada y... era de los primeros contactos cordiales que tenía con otra gente que no fuesen elfos oscuros. - ¿Y tú? - señalé al medio elfo oscuro con una sonrisa, y los ojos abiertos, muy abiertos, estaba enfadado, se lo notaba - ¿qué te pasa amigo? - puse morritos, me disgustaba estar en un sitio extraño con alguien enfadado. Si eran amigos de Ilzt... debía causarles buena impresión.
Al poco rato, llegaron allí más personas, más caras pálidas que me incomodaron un poco más... así que me mantuve sentadita en la camilla como una niña buena esperando a Ilzt y moviendo mis piernas en el aire.
El otro chico, más drow, se atrevió a hablarme. Aunque tenía una expresión en la cara no demasiado agradable centré mi atención en él. Dijo que era una enfermería de batalla, abrí mis ojos, y mi boca- Oohh,... así que eres medio drow... y hay más... Oish, gracias gracias, ¡muchas gracias! - dije con bastante alegría. No había pasado por alto lo de la batalla, no tenía demasiado interés en saber qué había ahí fuera, así que me quedé allí. Tenía más interés en aquellos chicos que me habían curado. Debían de ser de fiar, más le valía a Ilzt que fuese así... estaba desarmada y... era de los primeros contactos cordiales que tenía con otra gente que no fuesen elfos oscuros. - ¿Y tú? - señalé al medio elfo oscuro con una sonrisa, y los ojos abiertos, muy abiertos, estaba enfadado, se lo notaba - ¿qué te pasa amigo? - puse morritos, me disgustaba estar en un sitio extraño con alguien enfadado. Si eran amigos de Ilzt... debía causarles buena impresión.
Al poco rato, llegaron allí más personas, más caras pálidas que me incomodaron un poco más... así que me mantuve sentadita en la camilla como una niña buena esperando a Ilzt y moviendo mis piernas en el aire.
El chico me agradece la indicación y llegamos juntos a la cueva, donde están el resto. El de piel clara empieza a hablar mucho y muy rápido, presentándose y pidiéndonos nuestros nombres también. Un poco impresionado por la rapidez dejo que Ryan diga su nombre primero, lo miro ahí en la camilla sentado, esperando a los heridos, y luego de que el chico drow diga su nombre (también complicado, como todos los de los elfos oscuros) les doy una sonrisa amplia.
-Perdonad mis modales, los nervios me traicionan. Soy Edhel Knox, encantado. Y espero que sea lo primero que has dicho…
La chica parece algo incómoda, lo más normal dado que este ni es su lugar ni nosotros su gente, por lo que me dirijo a revisar el material e intentar no incomodarla más, bien es conocido el genio que tienen. Estoy en esas tareas simples cuando llega Bastet con un hombre de pelo blanco, bastante herido. En seguida lo recuerdo del bar, su padre que la estaba buscando y quería que le contase sobre ella. Al final se fue muy rápido... Pero parece que sirvió de algo. Ella saluda con cortesía y lo ayuda a tumbarse en una de las camillas libres, poniéndose manos a la obra mientras mi pide ayuda. No tardo en remangarme la camisa, dejando mi katana y las espadas gemelas a un lado, para estar más cómodo.
-¿Qué tal va la batalla?
Me da un poco de cosa lo que pueda decir, y es que siempre me recorre la agonía en estos momentos, como una esposa preocupada por su marido. Yang aparece un poco de la nada, pero después de la sorpresa inicial la acaricio un momento antes de ponerme con Antonio, Bastet siempre hace cosas extrañas. Cuando ella cierra la herida dejo mis manos sobre su piel, a escasos centímetros, concentrando mi energía de sanación en las palmas y transmitiéndola a su cuerpo, a la vez que emite un ligero color verde brillante.
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Curación; 20 (dados) + 10 (habilidade) = 30 PS para Antonio
Toma, se acabó mi mal karma con Edhel
-Perdonad mis modales, los nervios me traicionan. Soy Edhel Knox, encantado. Y espero que sea lo primero que has dicho…
La chica parece algo incómoda, lo más normal dado que este ni es su lugar ni nosotros su gente, por lo que me dirijo a revisar el material e intentar no incomodarla más, bien es conocido el genio que tienen. Estoy en esas tareas simples cuando llega Bastet con un hombre de pelo blanco, bastante herido. En seguida lo recuerdo del bar, su padre que la estaba buscando y quería que le contase sobre ella. Al final se fue muy rápido... Pero parece que sirvió de algo. Ella saluda con cortesía y lo ayuda a tumbarse en una de las camillas libres, poniéndose manos a la obra mientras mi pide ayuda. No tardo en remangarme la camisa, dejando mi katana y las espadas gemelas a un lado, para estar más cómodo.
-¿Qué tal va la batalla?
Me da un poco de cosa lo que pueda decir, y es que siempre me recorre la agonía en estos momentos, como una esposa preocupada por su marido. Yang aparece un poco de la nada, pero después de la sorpresa inicial la acaricio un momento antes de ponerme con Antonio, Bastet siempre hace cosas extrañas. Cuando ella cierra la herida dejo mis manos sobre su piel, a escasos centímetros, concentrando mi energía de sanación en las palmas y transmitiéndola a su cuerpo, a la vez que emite un ligero color verde brillante.
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Toma, se acabó mi mal karma con Edhel
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El miembro 'Edhel Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Ya no me importaba si me moria porque por fin pude ver a mi hija, quería verla por última vez pero ella no tiene eso en mente, me dijo que necesito ser curado así que sin protestar accedi a que me ayudara. Así que me sujete bien de ella para asi pegara un salto y tomara vuelo,hacia tiempo que no me llevaban, me acuerdo que mi amada solia llevarme al cielo para que los dos contemplaramos el atardecer o el amanecer, eran tiempos hermosos y tranquilos. Las cosas se pusieron mas hermosas cuando tuvo a Bastet, esos ojos azules como los de su madre eran perfectos y esas alas terriblemente enormes aun para ser una bebe eran hermosas, todo era hermoso hasta que mi amada fue asesinada, a mi me secuestraron por dos años mientras que mi hija tuvo que aprender a vivir sola y luego el saber que pedir toda mi magia era el mismisimo infierno.
Pero escuchar a mi hija me saco de mis pensamientos, sabia que ella podía ver el pasado de cualquiera (bueno, mientras que la otra persona sea débil) y me dijo lo ultimo que hice, ser regañado por mi hija hacia que una gran sonrisa se posara en mis labios mientras la escuchaba. -Necesitaban ayuda, lo malo es que no estoy para esto ya- le respondí con un tono cansado, usar magia para aparentar mis 40 años era agotador así que de seguro cuando me saque las balas tendré que volver a mi verdadero aspecto, cuando llegamos me ayudo a bajar con cuidado para que no me cayera y su sombra traía a Zeus y Night, aun no me acostumbro a ver esa habilidad de mi hija pero bueno no puedo hacer nada. -Su hija no aparenta 38 ni en pedo- me dijo Night mientras comenzaba a corretear por la cueva mientras que Zeus cazaba su cena y para mi suerte no tardamos mucho en encontrar como una especie de enfermería improvisada, así que observo una camilla y camino hacía ella pero mi hija se acerca para ayudarme, -Lo se cariño, ya ando bastante agotado- respondí de forma amable ya que no puedo ser como lo soy con los demás con mi propia hija, ademas ella tenia razón ya que cuando me recostara me iba a dormir enseguida. Observo como esta busca una jeringa para inyectarme algún tipo de medicamento para el dolor, mientras que Yang aparece y brinca hacia la cama, el medicamento era por lo visto bastante fuerte ya que el dolor se me había pasado, ya sin mas me ayudo a recostarme para luego sacarme el saco, camisa y de mas para sacarme las condenadas balas.
-Parece que te enseñaron bien- le dije mientras ella sacaba las balas, no perdí mucha sangre esta vez así que mi hija comienza a cerrarme la herida mientras dos huevos se acercan a nosotros y eso me dejo impactado. "¡¿Mi hija, ya es madre?!" me preguntaba una y otra vez mientras que el joven de pelo azul del bar se acercaba para terminar de curarme las heridas, escucho que le pregunta como va la batalla y eso me hacía pensar en un montón de cosas, pero luego observo detalladamente los huevos y noto que son de dragón. "Tal vez los encontró y estará buscando a sus padres..." era algo que estaba en duda, pero si mi hija hubiera sido madre o si estuviera con alguien se que me lo contaría enseguida, así que solo me recosté en la camilla nuevamente y observe a mi hija hablar con Edhel. No se porque pero no podía parar de sonreír, me gustaría saber que mi hija esta con este joven ya que el fue amable en cuidarle a Yang ademas se nota que le tomo cariño a la pequeña.
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70 PS - 5 (Sangrado fuerte): 65 PS
30 (Curación de Edhel) + 65 PS: 95 PS
Pero escuchar a mi hija me saco de mis pensamientos, sabia que ella podía ver el pasado de cualquiera (bueno, mientras que la otra persona sea débil) y me dijo lo ultimo que hice, ser regañado por mi hija hacia que una gran sonrisa se posara en mis labios mientras la escuchaba. -Necesitaban ayuda, lo malo es que no estoy para esto ya- le respondí con un tono cansado, usar magia para aparentar mis 40 años era agotador así que de seguro cuando me saque las balas tendré que volver a mi verdadero aspecto, cuando llegamos me ayudo a bajar con cuidado para que no me cayera y su sombra traía a Zeus y Night, aun no me acostumbro a ver esa habilidad de mi hija pero bueno no puedo hacer nada. -Su hija no aparenta 38 ni en pedo- me dijo Night mientras comenzaba a corretear por la cueva mientras que Zeus cazaba su cena y para mi suerte no tardamos mucho en encontrar como una especie de enfermería improvisada, así que observo una camilla y camino hacía ella pero mi hija se acerca para ayudarme, -Lo se cariño, ya ando bastante agotado- respondí de forma amable ya que no puedo ser como lo soy con los demás con mi propia hija, ademas ella tenia razón ya que cuando me recostara me iba a dormir enseguida. Observo como esta busca una jeringa para inyectarme algún tipo de medicamento para el dolor, mientras que Yang aparece y brinca hacia la cama, el medicamento era por lo visto bastante fuerte ya que el dolor se me había pasado, ya sin mas me ayudo a recostarme para luego sacarme el saco, camisa y de mas para sacarme las condenadas balas.
-Parece que te enseñaron bien- le dije mientras ella sacaba las balas, no perdí mucha sangre esta vez así que mi hija comienza a cerrarme la herida mientras dos huevos se acercan a nosotros y eso me dejo impactado. "¡¿Mi hija, ya es madre?!" me preguntaba una y otra vez mientras que el joven de pelo azul del bar se acercaba para terminar de curarme las heridas, escucho que le pregunta como va la batalla y eso me hacía pensar en un montón de cosas, pero luego observo detalladamente los huevos y noto que son de dragón. "Tal vez los encontró y estará buscando a sus padres..." era algo que estaba en duda, pero si mi hija hubiera sido madre o si estuviera con alguien se que me lo contaría enseguida, así que solo me recosté en la camilla nuevamente y observe a mi hija hablar con Edhel. No se porque pero no podía parar de sonreír, me gustaría saber que mi hija esta con este joven ya que el fue amable en cuidarle a Yang ademas se nota que le tomo cariño a la pequeña.
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-Oh por el santisimo manto de la virgen de Móstoles, alguien en este sitio está casado? Le puede explicar alguien que cosas se hacen en un matrimonio? - no me pregunte nadie de donde me sacaba ese tipo de expresiones o vocablos, no sabria decir el origen. Cosa del pasado, supongo -Aunque realmente no se tiene por qué esperar pero....
Me casi da un ataque de risa y luego hago un gesto como si me echase la cremallera en la boca, no pensaba decir nada mas de ese tema por mucho que me tirase de la lengua. Percibí que mi semidrow estaba celoso de la belleza de la recien llegada, y mas aun, de que yo la hiciese resaltar.
- Bueno, pero no tiene un pelo tan bonito como el de Ailanthus, o si? - un par de codazos a sus costillas.
"se lo voy a rapar, se va a quedar calvo como un huevo. Pobre primo mio"
Afortunadamente la chica se tomaba los insultos y gruñidos de Vor con bastante filosofia, lo cual era bueno. Miré la cicatriz que ella tenia en la cara, y luego miré la de Vor. Lo cierto es que se antojaban algo parecidos, salvando las diferencias, claro está, y la cara de perros que se gastaba él.
-Faeryl, encantado. A Ilzt...lo conocimos en una Torre muy chunga. No te cae bien? A mi me cae majo. Está como un poco pallá, pero te hace ofertas nigrománticas. Y muchas de nadas, siempre es un placer ayudar a alguien
Con la llegada de Edhel y Ryan Vor me soltó algo en drow y lo miré con mis dos cejas levantadas, respondiendole en un lenguaje drow muy mal usado.... -¿Muy guapos? No tanto como tú- aproveché que se puso a mi lado para soltarle otro codazo entre las costillas. Osten volvio a hablarnos, y desgraciadamente aquello no podia significar nada bueno. -¿Qué? Descuartizando a un renegado? Por qué Ailanthus haria eso, Osten? -le hablé al colgante, un tanto estresado. Por momentos, mirando a Edhel y a Ryan, pensé que debería irme de alli, dejar la enfermeria en sus manos y.... -No, Vor, no puede habernos traicionado. Dyospiros es amigo con los renegados, no lo haría.... - le eché un brazo sobre los hombros cuando se apoyó en mi.
-Edhel, Ryan, sanadores los dos supongo? -suspiré, ambos esperaban lo mismo que yo, que fuese el caso numero 1 -Tampoco tengo idea de como va la batalla. Podría darme una vuelta...sé moverme rapido y pasar desapercibido. Nadie se fijaría en una urraca en plena batalla. Y si hay alguien muy jodido alli, puedo hacer que aguante hasta traerlo a este sitio.
Habian llegado los primeros heridos. Miré un poco mosca a Ryan porque hablaba con una espada....y luego levante mi mano lanzando un hechizo de curacion hacia Antonio, para hacer un poco de support a lo que Edhel habia realizado antes. Si, pareceria que podrian apañarse. Me separé de Vor y luego miré a los presentes. -Voy a darme una vuelta por alli, prometo volver rapido. Tú- le di a Vor en el pecho con mi indice. -No te muevas.
Me convertí en urraca rapidamente. Tenia idea de como traer aqui a cualquiera que encontrase herido y necesitase ser transformado. Con un graznido volé alejandome de ellos y saliendo de las grutas, sobrevolando el bosque direccion a las calles. No era tan grande ni tan peligroso como un dragon, pero oye, menos balas.
_________
sanacion PA ANTONIO
40 vilya+ 10 racial= 50 PS
Me casi da un ataque de risa y luego hago un gesto como si me echase la cremallera en la boca, no pensaba decir nada mas de ese tema por mucho que me tirase de la lengua. Percibí que mi semidrow estaba celoso de la belleza de la recien llegada, y mas aun, de que yo la hiciese resaltar.
- Bueno, pero no tiene un pelo tan bonito como el de Ailanthus, o si? - un par de codazos a sus costillas.
"se lo voy a rapar, se va a quedar calvo como un huevo. Pobre primo mio"
Afortunadamente la chica se tomaba los insultos y gruñidos de Vor con bastante filosofia, lo cual era bueno. Miré la cicatriz que ella tenia en la cara, y luego miré la de Vor. Lo cierto es que se antojaban algo parecidos, salvando las diferencias, claro está, y la cara de perros que se gastaba él.
-Faeryl, encantado. A Ilzt...lo conocimos en una Torre muy chunga. No te cae bien? A mi me cae majo. Está como un poco pallá, pero te hace ofertas nigrománticas. Y muchas de nadas, siempre es un placer ayudar a alguien
Con la llegada de Edhel y Ryan Vor me soltó algo en drow y lo miré con mis dos cejas levantadas, respondiendole en un lenguaje drow muy mal usado.... -¿Muy guapos? No tanto como tú- aproveché que se puso a mi lado para soltarle otro codazo entre las costillas. Osten volvio a hablarnos, y desgraciadamente aquello no podia significar nada bueno. -¿Qué? Descuartizando a un renegado? Por qué Ailanthus haria eso, Osten? -le hablé al colgante, un tanto estresado. Por momentos, mirando a Edhel y a Ryan, pensé que debería irme de alli, dejar la enfermeria en sus manos y.... -No, Vor, no puede habernos traicionado. Dyospiros es amigo con los renegados, no lo haría.... - le eché un brazo sobre los hombros cuando se apoyó en mi.
-Edhel, Ryan, sanadores los dos supongo? -suspiré, ambos esperaban lo mismo que yo, que fuese el caso numero 1 -Tampoco tengo idea de como va la batalla. Podría darme una vuelta...sé moverme rapido y pasar desapercibido. Nadie se fijaría en una urraca en plena batalla. Y si hay alguien muy jodido alli, puedo hacer que aguante hasta traerlo a este sitio.
Habian llegado los primeros heridos. Miré un poco mosca a Ryan porque hablaba con una espada....y luego levante mi mano lanzando un hechizo de curacion hacia Antonio, para hacer un poco de support a lo que Edhel habia realizado antes. Si, pareceria que podrian apañarse. Me separé de Vor y luego miré a los presentes. -Voy a darme una vuelta por alli, prometo volver rapido. Tú- le di a Vor en el pecho con mi indice. -No te muevas.
Me convertí en urraca rapidamente. Tenia idea de como traer aqui a cualquiera que encontrase herido y necesitase ser transformado. Con un graznido volé alejandome de ellos y saliendo de las grutas, sobrevolando el bosque direccion a las calles. No era tan grande ni tan peligroso como un dragon, pero oye, menos balas.
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sanacion PA ANTONIO
40 vilya+ 10 racial= 50 PS
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Lo miré con desconcierto cuando empezó a recitar unas palabras raras, que a mi me sonaban a rito satánico, sobre una virgen y no sé que mierdas más. Venía a preguntar si nadie estaba casado. “Pero si estamos solos, pollo”, pensé. Pero él reía y luego se calló. -Pos le pregunto a Dyos.- “Cuando se despierte, claro”. Iría personalmente con él a la base de los renegados para que me contara algo en la litera, como en los viejos tiempos. Echaba en falta aquellas charlas… Tan curiosas de antes de ir a dormir. O incluso cuando le comenté que me gustaba Roäc… Oh, que recuerdos.
La existencia de aquella recién llegada (que bien visto si que era algo mona, a pesar de lo mucho que me quería engañar y del miedo que me daban las mujeres) y mis comentarios provocó que me sacara a flote lo de Ailanthus. Su pelo. -P-Pero… ¡Ailanthus es como de la familia! Él tiene derecho a tener pelo bonito. Tu lo llamas primo. Es bonito que la family pueda ser bonita, ¿No? Si te soy sincero a mi el Ailhierbas me da como mal rollo, eso de que me cortar el careto…- La chavala demostró algo de paciencia al no responderme mal aún con mis malas caras.
Faeryl. Dijo que el tío no le caía nada bien. Roäc comentó que le caía bien… Yo me quedé un poco así como confuso. -A ver, a mi los nigromantes no me gustar, pero dentro de nigromantes Ilzt no es… ¿Malo? No lo sé, está como un poco hecho mierdas, pero… No ma hecho nada raro. Y quiere que le salvemos el culo al Srey. Si es amigo de Ail creo que es amigo nuestro…??- No hablaba muy normal. Si no confuso. No sabía que pensar de él. Y me confundía más la amistosa forma de tratar de la drow, que poco a poco fue mutando mi expresión de enfado a una más confusa. Tenía una sonrisilla así como simpática. Yo la miraba con los ojos abiertos.
-¿Que qué me pasa? Pos…- Tosí. Cambié al drow. -Que él considera a todo el mundo más guapo que yo. Y… Que tenemos un amigo en coma. Y el otro es un poco subnormal y como no se las apañe bien acabará igual o peor.- Era, en resumen, mi mayor preocupación. Entonces vino aquel momento en el que pregunté a Roäc si le parecían guapos… Y me dijo que no tanto como yo. Ni le di importancia que hablara en mierdidrow, yo me quedé ahí confundidísimo y colorado. “Oh, que no me tiene como el último mono…”
Eso me hizo tranquilizar un poco más el cuerpo. Aún con sus golpes de costillas. El comentario de Osten le desconcertó, y yo… Me miré al colgante fijamente. “Osten. Que sabes que puedo saber que piensas. Podría ver lo que tu estás viendo…” En eso pensaba (y más o menos se lo transmitía mentalmente al bastón) hasta que decidió hablar. -C-Creo que el renegado es como… Raro… Ha hecho algo raro con la Alianza… No lo he entendido mucho, pero el hermano de Piros da miedo…- ¿Piros? ¿No había otra forma de llamar a Dyos? Casi le iba a criticar su forma de llamarlo cuando me pasó un hombro por encima del hombro. Lo que aproveché para pegarme a él.
-Creo que Osten se equivocar. No lo escuchas, ¿No? Ese tonillo de no saber mucho qué está diciendo… Yo se lo noto.- “Joder, que éramos gemelos.”
Entonces preguntó si los otros eran sanadores y encima llegó un tío herido… Bueno, que lo trajo así como la niña alada. Los miré con los ojos entrecerrados dejando que Roäc socializara por mí. “Esto solía ser al revés, oye…” Sin embargo empezó a hablar de que iba a ir a la batalla en plan de forma urraca. -O-Oye, que no es la mejor opción.- ¿No iba a ir, no? No quería que se pusiera en peligro. Pero no. Él quería ir, y yo… Como que me quedé un poco confuso. Miré al herido al que él había curado, al chico que hablaba con su espada… “Míralo que tonto, hablando con un objeto”. Sin pensar en que yo le hablaba a un cacho cristal. PERO AL MENOS no era el único, Roäc también. Eso me hacía menos tonto.
Por eso salté un poco cuando de repente Roäc dijo que iba a dar una vuelta. Tocándome con el dedo índice. -E-E-ESPERA RÖAC, NO, NO-- Antes de que pudiera agarrarle se había convertido en urraco y… Marchado. Me quedé ahí. Luego me senté al lado de Faeryl. -O-Oye Fae… Tu puedes en plan… ¿Una trenza? Llevas trenzas, y yo no trenzo, Dyos me trenza a mi esta peque… Así una grande por detrás… V-Voy a ir detrás de él. No no no lo voy a dejar ahí solo, ¿No? Y si… ¿¡Y si le hacen algo!? ¡En campos le hicieron mucho daño! ¿Y si se lo llevan? Que no… Dyos me dijo que cuidara de él. N-No voy a…
Fui soltando verborrea yo también hasta que me hizo la trenza. Entonces salté y dije un “gracias” en drow super rápido antes de salir disparado fuera de las grutas, echando una orden mental a Osten para que viniera desde casa con un cacho más grande. Pero que dejara otro para Dyos. Una vez hecho eso, me monté en el bastón (y ayudándome un poco de la levitación de la pluma, para no pesarle tanto) me dirigí directamente a calles.
La existencia de aquella recién llegada (que bien visto si que era algo mona, a pesar de lo mucho que me quería engañar y del miedo que me daban las mujeres) y mis comentarios provocó que me sacara a flote lo de Ailanthus. Su pelo. -P-Pero… ¡Ailanthus es como de la familia! Él tiene derecho a tener pelo bonito. Tu lo llamas primo. Es bonito que la family pueda ser bonita, ¿No? Si te soy sincero a mi el Ailhierbas me da como mal rollo, eso de que me cortar el careto…- La chavala demostró algo de paciencia al no responderme mal aún con mis malas caras.
Faeryl. Dijo que el tío no le caía nada bien. Roäc comentó que le caía bien… Yo me quedé un poco así como confuso. -A ver, a mi los nigromantes no me gustar, pero dentro de nigromantes Ilzt no es… ¿Malo? No lo sé, está como un poco hecho mierdas, pero… No ma hecho nada raro. Y quiere que le salvemos el culo al Srey. Si es amigo de Ail creo que es amigo nuestro…??- No hablaba muy normal. Si no confuso. No sabía que pensar de él. Y me confundía más la amistosa forma de tratar de la drow, que poco a poco fue mutando mi expresión de enfado a una más confusa. Tenía una sonrisilla así como simpática. Yo la miraba con los ojos abiertos.
-¿Que qué me pasa? Pos…- Tosí. Cambié al drow. -Que él considera a todo el mundo más guapo que yo. Y… Que tenemos un amigo en coma. Y el otro es un poco subnormal y como no se las apañe bien acabará igual o peor.- Era, en resumen, mi mayor preocupación. Entonces vino aquel momento en el que pregunté a Roäc si le parecían guapos… Y me dijo que no tanto como yo. Ni le di importancia que hablara en mierdidrow, yo me quedé ahí confundidísimo y colorado. “Oh, que no me tiene como el último mono…”
Eso me hizo tranquilizar un poco más el cuerpo. Aún con sus golpes de costillas. El comentario de Osten le desconcertó, y yo… Me miré al colgante fijamente. “Osten. Que sabes que puedo saber que piensas. Podría ver lo que tu estás viendo…” En eso pensaba (y más o menos se lo transmitía mentalmente al bastón) hasta que decidió hablar. -C-Creo que el renegado es como… Raro… Ha hecho algo raro con la Alianza… No lo he entendido mucho, pero el hermano de Piros da miedo…- ¿Piros? ¿No había otra forma de llamar a Dyos? Casi le iba a criticar su forma de llamarlo cuando me pasó un hombro por encima del hombro. Lo que aproveché para pegarme a él.
-Creo que Osten se equivocar. No lo escuchas, ¿No? Ese tonillo de no saber mucho qué está diciendo… Yo se lo noto.- “Joder, que éramos gemelos.”
Entonces preguntó si los otros eran sanadores y encima llegó un tío herido… Bueno, que lo trajo así como la niña alada. Los miré con los ojos entrecerrados dejando que Roäc socializara por mí. “Esto solía ser al revés, oye…” Sin embargo empezó a hablar de que iba a ir a la batalla en plan de forma urraca. -O-Oye, que no es la mejor opción.- ¿No iba a ir, no? No quería que se pusiera en peligro. Pero no. Él quería ir, y yo… Como que me quedé un poco confuso. Miré al herido al que él había curado, al chico que hablaba con su espada… “Míralo que tonto, hablando con un objeto”. Sin pensar en que yo le hablaba a un cacho cristal. PERO AL MENOS no era el único, Roäc también. Eso me hacía menos tonto.
Por eso salté un poco cuando de repente Roäc dijo que iba a dar una vuelta. Tocándome con el dedo índice. -E-E-ESPERA RÖAC, NO, NO-- Antes de que pudiera agarrarle se había convertido en urraco y… Marchado. Me quedé ahí. Luego me senté al lado de Faeryl. -O-Oye Fae… Tu puedes en plan… ¿Una trenza? Llevas trenzas, y yo no trenzo, Dyos me trenza a mi esta peque… Así una grande por detrás… V-Voy a ir detrás de él. No no no lo voy a dejar ahí solo, ¿No? Y si… ¿¡Y si le hacen algo!? ¡En campos le hicieron mucho daño! ¿Y si se lo llevan? Que no… Dyos me dijo que cuidara de él. N-No voy a…
Fui soltando verborrea yo también hasta que me hizo la trenza. Entonces salté y dije un “gracias” en drow super rápido antes de salir disparado fuera de las grutas, echando una orden mental a Osten para que viniera desde casa con un cacho más grande. Pero que dejara otro para Dyos. Una vez hecho eso, me monté en el bastón (y ayudándome un poco de la levitación de la pluma, para no pesarle tanto) me dirigí directamente a calles.
Que mi padre le gustara que lo regañara por haberse metido en un bonito lió me causaba gracias, ya que tendría que ser al revés, el me tendría que estar regañando por estar en una guerra en donde puedo salir lastimada, me pueden matar o me pueden llevar a esos campos que ellos tienen. Pero mientras que tenga a mi sombra eso sinceramente no pasara, del quedar herida eso podría ser ya que safe de pedo de los balazos que estaban regalando allá. -Ahora solo te toca descansar- le dije mientras acariciaba su cabeza, se que necesitaba descansar y recuperar fuerzas, así que me quedare un rato más para ver como va su recuperación y cuando vea que ya esta mejor marcho para el campo de batalla, mi padre se levanto al ver los dos huevos de dragón pero se que este sabia mucho de criaturas y todo así que cuando se calmo no fue necesario explicarle.
Edhel se acerca para ayudarme y curarlo un poco mas, para luego preguntarme que tal va la batalla -Por ahora bastante heavy- le respondí mientras soltaba un suspiro -En un momento parecía que estaba lloviendo, pero solo eran las ráfagas de balas que estaban tirando desde los aviones- le comente mientras observaba a mi papá, este tenía una sonrisa posada en sus labios y en eso entendía bien el porque, luego Edhel acaricia a Yang y suelto una pequeña risa. -Parece que le tomaste cariño- agrego con tono amable mientras me acerco para acariciar a Yang, los dos huevos los puse al lado de la camilla de mi padre así cuando volviera me iba con mi papa y con estos dos junto con Yang obvio.
Escucho a Roäc y a Vor hablar, pero solo me quede escuchando mientras me sentaba al lado de mi padre para obsérvalo, por lo visto Roäc lanzo algún tipo de magia curativa porque mi padre se estaba viendo cada vez mejor y de seguro que no tardara en recuperarse del todo. Pero antes que pudiera decirle gracias, este se convierte en urraca y vuelta para donde esta la batalla y fijarse si puede traer algunos heridos, de seguro Lea necesitara venir ya que le dieron algunos cuantos balazos y recuperarse le vendrá bien. De pronto me sentía mareada, la cabeza me daba vueltas y no entendía el porque, después de varios minutos se paso por suerte y observe a mi sombra que estaba extraña, como si tuviera algo que decirme o darme. -¿Estas bien?- le pregunte a mi compañera -Si si, estoy bien- me responde con un tono bastante extraño. "¿Que le estará pasando?" me preguntaba una y otra vez, hasta que me hizo seña de algo raro y luego recordé la nano-tecnología, así que me quede observando a mi padre para ver si estaba mejor y así volver para allá y comentarles lo que se, pero primero lo primero que mi padre este fuera de peligro.
Edhel se acerca para ayudarme y curarlo un poco mas, para luego preguntarme que tal va la batalla -Por ahora bastante heavy- le respondí mientras soltaba un suspiro -En un momento parecía que estaba lloviendo, pero solo eran las ráfagas de balas que estaban tirando desde los aviones- le comente mientras observaba a mi papá, este tenía una sonrisa posada en sus labios y en eso entendía bien el porque, luego Edhel acaricia a Yang y suelto una pequeña risa. -Parece que le tomaste cariño- agrego con tono amable mientras me acerco para acariciar a Yang, los dos huevos los puse al lado de la camilla de mi padre así cuando volviera me iba con mi papa y con estos dos junto con Yang obvio.
Escucho a Roäc y a Vor hablar, pero solo me quede escuchando mientras me sentaba al lado de mi padre para obsérvalo, por lo visto Roäc lanzo algún tipo de magia curativa porque mi padre se estaba viendo cada vez mejor y de seguro que no tardara en recuperarse del todo. Pero antes que pudiera decirle gracias, este se convierte en urraca y vuelta para donde esta la batalla y fijarse si puede traer algunos heridos, de seguro Lea necesitara venir ya que le dieron algunos cuantos balazos y recuperarse le vendrá bien. De pronto me sentía mareada, la cabeza me daba vueltas y no entendía el porque, después de varios minutos se paso por suerte y observe a mi sombra que estaba extraña, como si tuviera algo que decirme o darme. -¿Estas bien?- le pregunte a mi compañera -Si si, estoy bien- me responde con un tono bastante extraño. "¿Que le estará pasando?" me preguntaba una y otra vez, hasta que me hizo seña de algo raro y luego recordé la nano-tecnología, así que me quede observando a mi padre para ver si estaba mejor y así volver para allá y comentarles lo que se, pero primero lo primero que mi padre este fuera de peligro.
El movimiento dentro de la cueva empieza a ser cada vez más notorio. El hombre de pelo largo ayuda a sanar al otro recién llegado acompañado con su hija, mientras los demás parecen hablar de la situación que se está dando en la superficie. ¿Preocupados? Seguramente, ¿quién no lo estaría? Yo lo estoy, no quiero que nadie muera allá afuera. Levanto la mirada ante la pregunta de Roäc, quien parece tener intenciones de irse. –S-Si, lo soy. –Le digo algo inseguro. Si tienes en cuenta que mi magia puede curar entonces si puedes llamarme sanador, si tienes en cuenta que la última vez que la utilicé no sirvió de mucho…. Entonces no tanto. Además hace mucho tiempo de eso, espero que la magia no pierda su efecto si la dejas de usar mucho tiempo.
Antes de que pueda darme cuenta, el que parece elfo se aleja de la cueva transformado en urraca, rumbo al campo de batalla si mal no escuché. El otro hombre que estaba junto a él parece preocupado, se nota en su forma de actuar, y no tarda mucho en retirarse también. Ahora somos un poco menos en el interior de la enfermería improvisada, pero estoy seguro que dentro de poco vendrán más, más heridos supongo…
Doy un par de pasos lentamente para acercarme al hombre que está con la chica peliazul. Parece que está sanando bien, gracias a la magia de Edhel en conjunto con el hechizo de Roäc que sumó antes de irse. –Me alegra que esté bien. –Comento mirando su herida en un tono algo bajo por si interrumpo algo entre ambos. –Es muy valiente por salir a luchar, al igual que su hija por haberlo traído hasta aquí. –Agrego mirando a la chica. Cualquiera que luche en esas terroríficas batallas se merece mi admiración. Bueno… los que pelean por defender una buena causa claro. Los demás son asesinos sin buenas razones, los mismos que casi me matan hace ocho años…
Vuelvo a tomar mi lugar en la camilla libre de al lado, sentándome para estar más cómodo. –Yo me quedaré aquí, porque afuera no puedo hacer mucho… –Digo algo avergonzado por no tener el valor de salir a defender el lugar como los demás. Pero levanto la cabeza y agrego mirando a la chica peliazul con una sonrisa. –Así que vigilaré que descanse como es debido. –Le digo refiriéndome al hombre de pelo blanco, ya que no se si ella permanecerá por aquí o se irá a seguir ayudando allá afuera. Después de todo su padre está seguro en la cueva.
Antes de que pueda darme cuenta, el que parece elfo se aleja de la cueva transformado en urraca, rumbo al campo de batalla si mal no escuché. El otro hombre que estaba junto a él parece preocupado, se nota en su forma de actuar, y no tarda mucho en retirarse también. Ahora somos un poco menos en el interior de la enfermería improvisada, pero estoy seguro que dentro de poco vendrán más, más heridos supongo…
Doy un par de pasos lentamente para acercarme al hombre que está con la chica peliazul. Parece que está sanando bien, gracias a la magia de Edhel en conjunto con el hechizo de Roäc que sumó antes de irse. –Me alegra que esté bien. –Comento mirando su herida en un tono algo bajo por si interrumpo algo entre ambos. –Es muy valiente por salir a luchar, al igual que su hija por haberlo traído hasta aquí. –Agrego mirando a la chica. Cualquiera que luche en esas terroríficas batallas se merece mi admiración. Bueno… los que pelean por defender una buena causa claro. Los demás son asesinos sin buenas razones, los mismos que casi me matan hace ocho años…
Vuelvo a tomar mi lugar en la camilla libre de al lado, sentándome para estar más cómodo. –Yo me quedaré aquí, porque afuera no puedo hacer mucho… –Digo algo avergonzado por no tener el valor de salir a defender el lugar como los demás. Pero levanto la cabeza y agrego mirando a la chica peliazul con una sonrisa. –Así que vigilaré que descanse como es debido. –Le digo refiriéndome al hombre de pelo blanco, ya que no se si ella permanecerá por aquí o se irá a seguir ayudando allá afuera. Después de todo su padre está seguro en la cueva.
Roac era muy majo para ser un cara pálida. Realmente no sabía si decir que Ilzt era majo o no. Los nigromantes solían caer mal... pero aquel elfo decía que sí. Y yo sólo quería caer bien y no sabía qué decir. La confusión parecía que no era sólo mía, también de Vor... y ahí el chaval se sumergió en un lío de nombres y cosas en las que ya me perdí. En definitiva, me quedé con la idea de que Ilzt no era tan malo, no debía ser tan malo si siendo nigromante y tan extravagante, tenía amigos y eso...
No sabía si era imaginación mía pero me sentía un pelín observada por el pequeño semidrow. Aún así lo soporté, yo también era demasiado curiosa, era como recibir la misma incomodidad que yo producía en la gente. Y entonces me contó lo que le pasaba, en drow, poniendo toda mi atención en él... poco se fue desvaneciendo y formulando una respuesta forzada. - Vaya... los drows somos muy nuestros, ya sabes, tenemos nuestra belleza particular. - le miré la cara inclinando la cabeza - Eres joven, pero serás guapete, lo sé porque de eso sé mucho - sonreí asintiendo la cabeza en plan maternal, como si de verdad lo supiera. De lo demás que me contaba... no sabía realmente qué decir, supuse que tenía algo que ver con la batalla esa... y preferí no decir más...
La llegada de más caras pálidas no-elfos no me gustó mucho, me sentía incómoda y además cuando me quise dar cuenta Vor, y Roac, convertido en una urraca, marchándose éste último hacia afuera. Un poco extrañada, el otro elfo oscuro se sentó a mi lado... y... me pidió una trenza. Y entre que él hablaba sobre que tenía que ir con el otro y blablablaba, rápidamente me puse a hacerle una gran trenza, bastante alegre, pues acababa de conocer al primer de drow (Ilzt) desde que que vine a la superficie y en un sólo día ya estaba haciendo amiguitos. - Bien, ten cuidado pequeño padawán - después de que Vor se fuese me sentí bastante sola. No quería tampoco tener contacto con aquellos magos... pero la hiperactividad y el aburrimiento que me consumía me obligaron a bajarme discretamente a bajarme de la camilla, abrochar el cinto con mi espada a la cintura y buscar la salida de aquella cueva. Y con un poco de suerte el bosque o algún lugar de referencia para volver a mi casa.
--------
ME VOY A UN LUGAR DONDE NO ME SALTEN ¬¬
No sabía si era imaginación mía pero me sentía un pelín observada por el pequeño semidrow. Aún así lo soporté, yo también era demasiado curiosa, era como recibir la misma incomodidad que yo producía en la gente. Y entonces me contó lo que le pasaba, en drow, poniendo toda mi atención en él... poco se fue desvaneciendo y formulando una respuesta forzada. - Vaya... los drows somos muy nuestros, ya sabes, tenemos nuestra belleza particular. - le miré la cara inclinando la cabeza - Eres joven, pero serás guapete, lo sé porque de eso sé mucho - sonreí asintiendo la cabeza en plan maternal, como si de verdad lo supiera. De lo demás que me contaba... no sabía realmente qué decir, supuse que tenía algo que ver con la batalla esa... y preferí no decir más...
La llegada de más caras pálidas no-elfos no me gustó mucho, me sentía incómoda y además cuando me quise dar cuenta Vor, y Roac, convertido en una urraca, marchándose éste último hacia afuera. Un poco extrañada, el otro elfo oscuro se sentó a mi lado... y... me pidió una trenza. Y entre que él hablaba sobre que tenía que ir con el otro y blablablaba, rápidamente me puse a hacerle una gran trenza, bastante alegre, pues acababa de conocer al primer de drow (Ilzt) desde que que vine a la superficie y en un sólo día ya estaba haciendo amiguitos. - Bien, ten cuidado pequeño padawán - después de que Vor se fuese me sentí bastante sola. No quería tampoco tener contacto con aquellos magos... pero la hiperactividad y el aburrimiento que me consumía me obligaron a bajarme discretamente a bajarme de la camilla, abrochar el cinto con mi espada a la cintura y buscar la salida de aquella cueva. Y con un poco de suerte el bosque o algún lugar de referencia para volver a mi casa.
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ME VOY A UN LUGAR DONDE NO ME SALTEN ¬¬
Estaba agotado, el sueño me ganaba y estar recostado en una camilla hacía que mis ojos se cerraran cada vez más y más. Solo pude escuchar que mi hija me decía que tenía que descansar, obviamente que tiene razón, ademas desde que llegue estoy que ando por todos lados y solo duermo una siestas de 3 horas apollado contra el tronco de un árbol y eso no es bueno. -Esta bien hija- le dije mientras soltaba un bostezo del sueño, mientras cerraba los ojos escuchaba a mi hija hablar con Edhel y luego a otro joven hablar.
"El sueño me gana..." y con ese último pensamiento, mientras que Night se acostaba en mi pecho y Zeus se ponía al lado mio para dormir, cerré mis ojos y comencé a dormir.
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95 PS + 50 (Sanación de Roäc): 145 PS
Lo mande a dormir, listo XD
"El sueño me gana..." y con ese último pensamiento, mientras que Night se acostaba en mi pecho y Zeus se ponía al lado mio para dormir, cerré mis ojos y comencé a dormir.
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95 PS + 50 (Sanación de Roäc): 145 PS
Lo mande a dormir, listo XD
Y explotó. De una vez. No sabríais cuantas ganas tenía de que eso ocurriera. Nos pilló demasiado lejos como para que nos pudiera realmente afectar, pero la cuestión es que hizo pum. Y que nos dejó en paz. Ante eso, el chaval utilizó un tono que no me gustó nada en absoluto para pedir que lo soltara. -Tienes un tono muy arrogante para alguien a quien le han tenido que salvar el culo, ¿No? Pero veo que te preocupa más agradecer a una tía que se ha molestado en lanzar un solo ataque antes de pirarse.- ¿Qué? Era un dragón orgulloso. Y también uno cabreadísimo. Si bien tenía aquella tendencia a ayudar, en aquel momento no quería sentir que el hecho de que prestara una garra fuera lo normal.
Y encima me venía con borderías. Agarré a Zoey con molestia, no precisamente con suavidad. Aunque ella no iba a quejarse. Parecía muy obsesionado con la chavala… -Tsss, venga, vamos a slavarte a tu princesita. Espero que no te olvides de contarle que un dragón intervino en vuestro romántico y fallido paseo a la ciénaga.- Empecé a aletear con fuerza en dirección a las cuevas. A un ritmo en el que él pudiera seguirme fácilmente.
Fue un viaje bastante corto a vuelo, aunque tuve que acomodarme a bastante altura para esconderme de posibles centinelas. Llegaríamos al cabo de unos minutos, en los que aproveché para descender nuevamente en picado hacia la primera apertura más o menos visible. Una vez en el suelo le dejaría a su chavala entre sus brazos antes de transformarme. Con toda la tranquilidad del mundo. Dudaba que le fuera a sorprender ver a un hombre allí donde había un dragón. -Sígueme. Creo que los huelo…- Gruñí después de soltar un par de sonoros “sniff”.
Con el mandoble en mano, aún con las heridas que también aparecían en la forma elfa, me abrí paso entre aquella oscura y agobiante cueva. Y húmeda. Hice un pequeño fuego en mi mano para que pudiéramos vernos. Me dejé guiar por el olor a fármacos y otras mierdas de enfermería, así como una particular peste a… A sangre. Más allá de la mía. Encontramos con poca dificultad la enfermería, donde había un par de chavales. Me senté en una de las camillas, alzando una ceja al ver el peliazul. -¿Tu no eras el primo del jeforro?- Le pregunté con curiosidad, antes de sentarme en una camilla comiendo lo que encontré sobre esta.
-Estos suicidas se han metido en ciénaga y prácticamente se les muere la chacha, así que si tenéis magia de esa chunga de curar, todo sería bastante bonito. Ella dudo que vuelva al campo de batalla, pero…- Eché una severa mirada a Narth. -En cuanto la estabilicéis un mínimo me gustaría pedir un poco de ayuda para cerrarme estas jodidas heridas…- Me señalé el sangrante pecho -Porque me gustaría asegurarme de que los culos brigadienses salgan de allí un poco reconocibles.
Había una peliazul también con un tío raro en una camilla. "Primeros heridos, imagino." Y me encogí de hombros.
PS: 96 - 5 (sangrado fuerte) = 91
Y encima me venía con borderías. Agarré a Zoey con molestia, no precisamente con suavidad. Aunque ella no iba a quejarse. Parecía muy obsesionado con la chavala… -Tsss, venga, vamos a slavarte a tu princesita. Espero que no te olvides de contarle que un dragón intervino en vuestro romántico y fallido paseo a la ciénaga.- Empecé a aletear con fuerza en dirección a las cuevas. A un ritmo en el que él pudiera seguirme fácilmente.
Fue un viaje bastante corto a vuelo, aunque tuve que acomodarme a bastante altura para esconderme de posibles centinelas. Llegaríamos al cabo de unos minutos, en los que aproveché para descender nuevamente en picado hacia la primera apertura más o menos visible. Una vez en el suelo le dejaría a su chavala entre sus brazos antes de transformarme. Con toda la tranquilidad del mundo. Dudaba que le fuera a sorprender ver a un hombre allí donde había un dragón. -Sígueme. Creo que los huelo…- Gruñí después de soltar un par de sonoros “sniff”.
Con el mandoble en mano, aún con las heridas que también aparecían en la forma elfa, me abrí paso entre aquella oscura y agobiante cueva. Y húmeda. Hice un pequeño fuego en mi mano para que pudiéramos vernos. Me dejé guiar por el olor a fármacos y otras mierdas de enfermería, así como una particular peste a… A sangre. Más allá de la mía. Encontramos con poca dificultad la enfermería, donde había un par de chavales. Me senté en una de las camillas, alzando una ceja al ver el peliazul. -¿Tu no eras el primo del jeforro?- Le pregunté con curiosidad, antes de sentarme en una camilla comiendo lo que encontré sobre esta.
-Estos suicidas se han metido en ciénaga y prácticamente se les muere la chacha, así que si tenéis magia de esa chunga de curar, todo sería bastante bonito. Ella dudo que vuelva al campo de batalla, pero…- Eché una severa mirada a Narth. -En cuanto la estabilicéis un mínimo me gustaría pedir un poco de ayuda para cerrarme estas jodidas heridas…- Me señalé el sangrante pecho -Porque me gustaría asegurarme de que los culos brigadienses salgan de allí un poco reconocibles.
Había una peliazul también con un tío raro en una camilla. "Primeros heridos, imagino." Y me encogí de hombros.
PS: 96 - 5 (sangrado fuerte) = 91
Mientras andaba encargándome del padre de Bastet los dos chicos de antes en la enfermeria de la base desaparecen, seguidos por la drow que no parece sentirse muy cómoda entre nosotros. Dejo a Antonio durmiendo y observo a Ryan sentado junto a el en la camilla contigua. Le doy a Bastet unas vendas de las que ella ha traído para que la herida de su padre no se abra si realiza grandes esfuerzos, entonces llegan el dragon de la Brigada y otros dos, entre ellos una joven desmayada o...
Me acerco rápido y preocupado al alado, tomando a Zoe de entre sus brazos y dejándola en una camilla. No tiene muy buena pinta, está en el límite y su respiración es cada vez más tenue. Tiene heridas por todas partes, pero comienzo por quitar su sudadera que molesta y sus armas, tirando todo al suelo. Unos profundos agujeros han atravesado sus brazos y parte de su torso, provocando hemorragias por doquier. Escucho a Nery detrás y asiento a su pregunta sobre mi relacion con mi primo, él no se encontraba especialmente bien cuando los ayudé tras el ataque al palacio, no me recuerda demasiado. Miro a Ryan un momento y con voz suave le pido que ayude al dragon.
-Ryan encárgate de él, por favor.
Sé lo importante que es Nery para la Brigada, y sobre todo en esta batalla que como he oido depende mucho del apoyo aéreo, lo necesitan de vuelta para pelear. Comienzo a limpiar las heridas con el material que hay, aunque no es muy efectivo, me doy cuenta, ya que es una elfa y eso complica las cosas. Después de la Curacion de Antonio estoy un poco cansado, pero no voy a dejar que nadie muera si puedo evitarlo, no he vuelto para ver morir a gente. Empiezo cerrando sus heridas, que son lo mas urgente, luego sacaria las balas que se alojan dentro de su cuerpo.
---------
Curacion: 0 (putos dados y karma y asgfkejs) + 10 (habilidad) = 10 para Zoey
Me acerco rápido y preocupado al alado, tomando a Zoe de entre sus brazos y dejándola en una camilla. No tiene muy buena pinta, está en el límite y su respiración es cada vez más tenue. Tiene heridas por todas partes, pero comienzo por quitar su sudadera que molesta y sus armas, tirando todo al suelo. Unos profundos agujeros han atravesado sus brazos y parte de su torso, provocando hemorragias por doquier. Escucho a Nery detrás y asiento a su pregunta sobre mi relacion con mi primo, él no se encontraba especialmente bien cuando los ayudé tras el ataque al palacio, no me recuerda demasiado. Miro a Ryan un momento y con voz suave le pido que ayude al dragon.
-Ryan encárgate de él, por favor.
Sé lo importante que es Nery para la Brigada, y sobre todo en esta batalla que como he oido depende mucho del apoyo aéreo, lo necesitan de vuelta para pelear. Comienzo a limpiar las heridas con el material que hay, aunque no es muy efectivo, me doy cuenta, ya que es una elfa y eso complica las cosas. Después de la Curacion de Antonio estoy un poco cansado, pero no voy a dejar que nadie muera si puedo evitarlo, no he vuelto para ver morir a gente. Empiezo cerrando sus heridas, que son lo mas urgente, luego sacaria las balas que se alojan dentro de su cuerpo.
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Curacion: 0 (putos dados y karma y asgfkejs) + 10 (habilidad) = 10 para Zoey
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Edhel Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Escuche al joven de pelo blanco que me hablaba y con una sonrisa en su rostro, hacía tiempo que no veía a alguien sonreír de forma tan normal ya que muchos solo lo hacían porque si, -Por suerte con ayuda de Edhel y de Roäc se curara más rápido- le comente con una leve sonrisa mientras levitaba para sentarme en el aire (típica costumbre mía) -Será valiente, pero se metió en un lugar donde no tenía ningún apoyo- respondí al comentario amable que hace Ryan sobre mi padre y sobre mi.
Me quede observando a Yang y a los dos huevos, sinceramente ya era como una madre, pero necesitaba estar segura que los padres de estos dos no los estuvieran buscando pero bueno. Mi sombra decide explorar la cueva por su cuenta y vigilar la zona para que nadie de la Alianza apareciese, yo por mi parte me quede mirando a Ryan y a Edhel de reojo. Ryan comenta que se quedará acá porque allá no hará mucho y en eso estaba equivocado -Te equivocas- le dije con tono firme -Si estuvieras allá, podrías curar al instante y así no estarían yendo y viniendo, pero también es un riesgo- solté un suspiro y escucho lo ultimo que agrega. -No creo que haga mucha falta, ya que esta casi al cien por ciento curado- comente con una sonrisa en forma de agradecimiento, luego la Drow que estaba con nosotros desaparece ya que se notaba bastante incomoda y eso me parecía extraño pero bueno cada uno a su manera.
Pasaron diez minutos, si no me equivoco, y llegan tres personas más: un dragón; un alado y una elfa, esta última estaba bastante herida y Edhel va rápido a atenderla, mientras que Ryan va con el dragón a curarlo. Edhel a duras penas conjura algo, así que me acerco a él y pongo mi mano en su hombro -Descansa un poco y recupera energías, yo tratare de sacarle las balas y el dolor- le dije con una sonrisa y enseguida me puse manos a la obra con la joven. Primero me traje un bisturí y pinza para poder abrir y sacarle las balas que tenía adentro, luego la anestesia y un medicamento fuerte que sacaba el dolor en minutos. Sin mas cosas que agarrar comencé, primero puse la anestesia para que cuando se despertara no sintiera el dolor y luego de eso puse el medicamento contra los dolores que eso haría una mezcla fuerte que no sintiera dolor cuando se tocara en los lugares afectados. Luego comencé abrir las heridas, solo las abrí un poquitos más, y con la pinza saque las balas una por una y con cuidado, tratando de no mandarme ninguna macana. -Solo falta cerrarlas y listo- me dije para mi misma mientras agarraba la aguja con hilo y comenzaba a coser las heridas hasta cerrarlas a todas, y por último con gaza y alcohol tape las heridas para que se desinfectaran a la vez. Observe luego a Ryan y levite un medicamento hacía él, -Trata de no usar tanta magia, sino la herida sanara mal. Ademas te puedes llegar a agotar rápido- le informe ya que he visto que muchos curaban siempre con magia y algo mal siempre salia, ademas esta tratando con un dragón y era un poco más complicado.
Pero luego me acerque a Ryan y al dragón -Edhel ahora es toda tuya la joven, le saque las balas, desinfección fuera y cerré sus heridas- le dije mientras lo miraba a los ojos fijamente, ademas pasaron treinta minutos y el pequeño descanso le abra servido de algo. Luego observe al dragón y este si que estaba algo jodido junto con la elfa. -La joven solo necesitará reposo por ahora, aquel joven de seguro que una pequeña curación y con su factor de regeneración serán suficiente para dejarlo al cien por ciento, y vos quedarte quieto por un rato. Estas bastante jodido- le comento mientras observo sus heridas así que agarro una jeringa y acerco el medicamento que use anterior mente -Esto te sacara el dolor, después de eso Ryan puedes proseguir- agregue mientras le inyectaba el medicamento y luego observe a Ryan a los ojos. -Pido perdón por ser así- le dije a Edhel y a Ryan -Años de entrenamiento me volvieron un poco mandona- solté una pequeña risa, y con eso último me acerque a Narth para ver sus heridas.
Me quede observando a Yang y a los dos huevos, sinceramente ya era como una madre, pero necesitaba estar segura que los padres de estos dos no los estuvieran buscando pero bueno. Mi sombra decide explorar la cueva por su cuenta y vigilar la zona para que nadie de la Alianza apareciese, yo por mi parte me quede mirando a Ryan y a Edhel de reojo. Ryan comenta que se quedará acá porque allá no hará mucho y en eso estaba equivocado -Te equivocas- le dije con tono firme -Si estuvieras allá, podrías curar al instante y así no estarían yendo y viniendo, pero también es un riesgo- solté un suspiro y escucho lo ultimo que agrega. -No creo que haga mucha falta, ya que esta casi al cien por ciento curado- comente con una sonrisa en forma de agradecimiento, luego la Drow que estaba con nosotros desaparece ya que se notaba bastante incomoda y eso me parecía extraño pero bueno cada uno a su manera.
Pasaron diez minutos, si no me equivoco, y llegan tres personas más: un dragón; un alado y una elfa, esta última estaba bastante herida y Edhel va rápido a atenderla, mientras que Ryan va con el dragón a curarlo. Edhel a duras penas conjura algo, así que me acerco a él y pongo mi mano en su hombro -Descansa un poco y recupera energías, yo tratare de sacarle las balas y el dolor- le dije con una sonrisa y enseguida me puse manos a la obra con la joven. Primero me traje un bisturí y pinza para poder abrir y sacarle las balas que tenía adentro, luego la anestesia y un medicamento fuerte que sacaba el dolor en minutos. Sin mas cosas que agarrar comencé, primero puse la anestesia para que cuando se despertara no sintiera el dolor y luego de eso puse el medicamento contra los dolores que eso haría una mezcla fuerte que no sintiera dolor cuando se tocara en los lugares afectados. Luego comencé abrir las heridas, solo las abrí un poquitos más, y con la pinza saque las balas una por una y con cuidado, tratando de no mandarme ninguna macana. -Solo falta cerrarlas y listo- me dije para mi misma mientras agarraba la aguja con hilo y comenzaba a coser las heridas hasta cerrarlas a todas, y por último con gaza y alcohol tape las heridas para que se desinfectaran a la vez. Observe luego a Ryan y levite un medicamento hacía él, -Trata de no usar tanta magia, sino la herida sanara mal. Ademas te puedes llegar a agotar rápido- le informe ya que he visto que muchos curaban siempre con magia y algo mal siempre salia, ademas esta tratando con un dragón y era un poco más complicado.
Pero luego me acerque a Ryan y al dragón -Edhel ahora es toda tuya la joven, le saque las balas, desinfección fuera y cerré sus heridas- le dije mientras lo miraba a los ojos fijamente, ademas pasaron treinta minutos y el pequeño descanso le abra servido de algo. Luego observe al dragón y este si que estaba algo jodido junto con la elfa. -La joven solo necesitará reposo por ahora, aquel joven de seguro que una pequeña curación y con su factor de regeneración serán suficiente para dejarlo al cien por ciento, y vos quedarte quieto por un rato. Estas bastante jodido- le comento mientras observo sus heridas así que agarro una jeringa y acerco el medicamento que use anterior mente -Esto te sacara el dolor, después de eso Ryan puedes proseguir- agregue mientras le inyectaba el medicamento y luego observe a Ryan a los ojos. -Pido perdón por ser así- le dije a Edhel y a Ryan -Años de entrenamiento me volvieron un poco mandona- solté una pequeña risa, y con eso último me acerque a Narth para ver sus heridas.
El padre de la chica se duerme, para descansar y recuperarse como debe ser. Mientras ella permanece a su lado, sentada en el aire y hablando conmigo que estoy a poca distancia en la camilla contigua. Me quedo pensando un momento en lo que dice, para luego contestarle. –Ya… pero si me expongo a mucho peligro sin poder defenderme terminaré siendo una carga. –En mi interior me aterra ver cada a cara o tener cerca una vez más a esas cosas metálicas, y tampoco quiero terminar en la enfermería siendo yo el herido a atender. Luego sonreí por saber que su padre se encontraba casi curado del todo, mientras por la otra zona de la cueva la chica drow se aleja fuera de aquí.
Pasaron varios minutos y por la entrada llegan dos hombres más, uno de los cuales trae una mujer gravemente herida en sus brazos. Ella necesita una ayuda bastante importante, y por suerte es Edhel quien se encarga de ella. Mientras tanto, yo sigo con su instrucción de ayudar al otro chico de cuernos. Me acerco hasta él, tomando algunos elementos de la mesa de al lado de su camilla. Hay algunos rasgos en el que delatan que se trata de un dragón, y no se muy si debo tratan de alguno forma especial sus heridas como tal, es la primera vez que veo uno de cerca. Acerco de a poco mi mano hacia su pecho, mientras mi anillo empieza a brillar un poco. Sin embargo, me detengo al ver que tengo un medicamento acercándose por el aire hacia mí, seguido por las palabras de la chica peliazul. –S-Si, tienes razón. –Le digo tomando el medicamento que me acerca. Tomo algunas gazas y empiezo a limpiar las heridas del su cuerpo. –No se ve nada bien… Pero seguro te pondrás bien pronto. –Comento mientras le desinfecto la zona y le aplico el medicamento. Teniendo en cuenta el estado en que está la chica que trajo en sus brazos, sus heridas parecen muy leves. Aplico un poco de anestesia, y con la ayuda de la aguja y el hilo termino de cerrar sus heridas en el momento que la hija del hombre peliblanco vuelve a acercarse. Ella le aplica un medicamento más para que su dolor sea mas leve. Después de eso, termino de limpiarle y desinfectarle las heridas al chico. –¿Cómo te sientes? –Le pregunto observando su pecho ahora un poco más sano, con una mejor apariencia. Se lo ve bastante fuerte, por lo que no creo que esto le sea un gran impedimento.
Dejo las cosas a un lado y limpio mis manos para quitarles las pequeñas manchas de sangre que quedaron en mis dedos. –No te preocupes… Una ayuda nunca está de más. –Le digo a la chica peliazul sonriendo. Que alguien me oriente un poco en esto es bueno, al menos hasta que me vuelva a acostumbrar a sanar a la gente. Me muevo por la cueva acercándome hacia los demás, mirando como evoluciona la elfa que es la más grave. Aún así no dudo que pueda recuperarase por completo con la ayuda de Edhel.
_____________________________________________________
Curación: 20 (dado) + 10 (habilidad) = 30 para el chico dragón.
Pasaron varios minutos y por la entrada llegan dos hombres más, uno de los cuales trae una mujer gravemente herida en sus brazos. Ella necesita una ayuda bastante importante, y por suerte es Edhel quien se encarga de ella. Mientras tanto, yo sigo con su instrucción de ayudar al otro chico de cuernos. Me acerco hasta él, tomando algunos elementos de la mesa de al lado de su camilla. Hay algunos rasgos en el que delatan que se trata de un dragón, y no se muy si debo tratan de alguno forma especial sus heridas como tal, es la primera vez que veo uno de cerca. Acerco de a poco mi mano hacia su pecho, mientras mi anillo empieza a brillar un poco. Sin embargo, me detengo al ver que tengo un medicamento acercándose por el aire hacia mí, seguido por las palabras de la chica peliazul. –S-Si, tienes razón. –Le digo tomando el medicamento que me acerca. Tomo algunas gazas y empiezo a limpiar las heridas del su cuerpo. –No se ve nada bien… Pero seguro te pondrás bien pronto. –Comento mientras le desinfecto la zona y le aplico el medicamento. Teniendo en cuenta el estado en que está la chica que trajo en sus brazos, sus heridas parecen muy leves. Aplico un poco de anestesia, y con la ayuda de la aguja y el hilo termino de cerrar sus heridas en el momento que la hija del hombre peliblanco vuelve a acercarse. Ella le aplica un medicamento más para que su dolor sea mas leve. Después de eso, termino de limpiarle y desinfectarle las heridas al chico. –¿Cómo te sientes? –Le pregunto observando su pecho ahora un poco más sano, con una mejor apariencia. Se lo ve bastante fuerte, por lo que no creo que esto le sea un gran impedimento.
Dejo las cosas a un lado y limpio mis manos para quitarles las pequeñas manchas de sangre que quedaron en mis dedos. –No te preocupes… Una ayuda nunca está de más. –Le digo a la chica peliazul sonriendo. Que alguien me oriente un poco en esto es bueno, al menos hasta que me vuelva a acostumbrar a sanar a la gente. Me muevo por la cueva acercándome hacia los demás, mirando como evoluciona la elfa que es la más grave. Aún así no dudo que pueda recuperarase por completo con la ayuda de Edhel.
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Curación: 20 (dado) + 10 (habilidad) = 30 para el chico dragón.
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El miembro 'Ryan Lovegood' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Una lechuza procedente de Irlanda llega hasta la cueva de la desesperación en la que se encuentra Bastet. El animal hace el recorrido hasta el lugar en el que está instalada la enfermería, tirando una carta al suelo con el nombre de la susodicha. Después se marcha de allí, volando hacia el exterior. La carta va cerrada con un lacre que presenta una calavera, emblema de los Soul. El texto de la carta dice así:
Adramelech Svensson escribió:Bastet, Kosuke y yo conseguimos escapar de la torre, estamos a salvo. Hay motivos para creer que los nigromantes que la habitaban están controlados, por ahora. Desaparecieron del lugar y esperamos que no vuelvan. Te escribo esperando recibir noticias tuyas y del resto, ya que no supimos nada de vosotros después de que desaparecieseis del lugar. Contacta conmigo en cuanto tengas la oportunidad. Saludos
Fdo.
Adramelech
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