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Enero 2.043

Trama XI: After the Blackout (trama de transición y exploración)
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AÑO 2.043
Durante siglos sus mundos permanecieron separados, pero eso terminó. El mundo mágico y el humano se encontraron y se desató la guerra, extendiéndose alrededor del mundo sin control. Miedo, odio, ambición...todas ellas armas poderosas. El choque entre la raza humana y la mágica resulta ya imparable. Uno por uno van cayendo, ¿quién será el primero en morder el polvo?
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Castillo  - Página 3 Empty Castillo {06.02.20 23:46}

Recuerdo del primer mensaje :

Castillo  - Página 3 Pendra


El castillo de los Pendragon se encuentra en el centro de un territorio oculto que ocupó el linaje siglos atrás. Los primeros habitantes llamaron a este territorio Ávalon, un lugar imbuido de magia antigua, protegido de cualquier intrusión exterior no deseada. El gran castillo alberga a la familia Pendragon, a su corte y a sus vasallos. El ejército vive en los alrededores.

A este territorio se accede a través de una de las rutas inexploradas que se encuentra en la cueva de Merlín , situada en Tintagel, el antiguo hogar de los Pendragon. El acceso requiere un pago de sangre a la roca en la que se encuentra la ruta, y sólo la sangre Pendragon es válida para activarla. Cualquiera que llegue hasta aquí (como en el caso de los vasallos) debe ser acompañado por un Pendragon. Tras recorrer unos 20 kilómetros se alcanza la salida, formada por un arco de piedra con antiguas inscripciones. La bruma lo envuelve todo antes de atravesar el arco. El velo gris de este mundo se levanta y todo se convierte en plateado cristal. Después se ve la inmensa campiña verde, tendida ante un fugaz amanecer.

Nota: otro modo de acceso es a través del Sanguis Ligno, y una tercera vía a través de la cueva de Gough, cruzando en barca las brumas de Ávalon previo pago de sangre.


Última edición por Admin el 20.06.21 15:03, editado 2 veces

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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {25.05.21 18:10}

Habían pasado días desde la gran, pretenciosa, y apresurada boda; y aquella noche era la primera vez que lograba conciliar el sueño de verdad. No sabía si era la marca, la maldición, pero a ella le atribuía el insomnio y la necesidad incesante de pensar y darle vueltas a las cosas que todavía no tenían solución. Y que nunca la tendrían. En su afán de no pensar, había buscado refugio en todo lo que conocía que le quitaba las malas sensaciones del cuerpo y todo lo que le embotaba la cabeza, con resultados nada propios de ella, pero que había logrado mantener ocultos en la oscuridad de su habitación. Shyvanna y ella siempre habían sido más similares de lo que nunca aceptaría, pero ella sabía mantenerlo en privado.

Había un dolor que había estado tratando de enterrar con Aelle. Un dolor muy impropio de ella. Nunca había estado muy unida a la abuela, o eso creía, pero era quién más había hecho el intento de integrarla a un lugar al que sentía no pertenecer. La había instruido durante la boda de Shyvanna para que estuvieran en paz, y antes de eso siempre procuraba moldear su carácter indómito para hacerlo más agradable para sus hermanos, para hacerla a ella más agradable en general. En su momento, había soportado en silencio y con molestia cada sermón que diaria y religiosamente le daba, pero ahora se sentía vacía. Sola. Frunció el ceño aún con los ojos cerrados. Nunca le había molestado esa palabra. Sola. Siempre la había tomado con orgullo, pero ahora era diferente. Diferente... Ella se había creído diferente y ahora resultaba que aquel secreto le revelaba que era ella la más parecida a su difunta abuela de todos los que vivían en ese oscuro castillo.

El sol aún no salía cuando abrió los ojos con ese pensamiento, y la soledad que había logrado enterrar el día anterior volvía con fuerza renovada. El vino de sangre había logrado que le doliera la cabeza, y aquello pocas veces lo conseguía. Ella era centrada, disciplinada a muerte, hacía las cosas con seguridad y a su modo; Fiera. Recta. Implacable. El modelo de un Pendragón. Pero en ese momento se sentía fuera de todo balance. Miró entonces las finas telas doradas y rojas que caían desde el dosel de su cama. Eran hermosas pero siempre le habían disgustado. Todas las mañanas quería arrancarlas o quemarlas, las detestaba, y precisamente por eso las conservaba. Usaba aquello para ejercitar su fuerza de voluntad, su dominio sobre sus emociones y sobre sí misma. Era su manera de... vivir con la incomodidad. De recordarse que para ganar sus batallas debía estar cómoda con todo lo que viniera en su dirección. Su manera de recordarse de dominar sus sentimientos. Ese día, tenía más cosas en la cabeza que eso.

Rodó al costado, viendo la botella vacía sobre la mesa de noche. En la copa quedaba un trago solo desde hacía varias horas, pero era agua lo que necesitaba. Se giró de nuevo para ver el techo y se sentó, llevándose las manos al rostro con cuidado y pasándose el cabello detrás de las orejas. Sintió las sábanas junto a ella removerse y soltó un suspiro.- Sal de aquí.- Le susurró, pero no a quien estaba junto a ella, sino a la silueta que se mantenía con la espalda recta y una rodilla elegantemente sobre la otra en la pequeña sala de su habitación. No hacían falta las palabras amables entre ellos.

Una silueta conocida protestó, levantándose y acercándose al gran ventanal, abriéndolo para que el joven de cabello oscuro saliera por él tras darle una seña con la cabeza. El más joven accedió sin contratiempos, conocía bien al mayor y terminó por salir de la cama y transformarse justo tras lanzarse por el balcón. La pelirroja soltó un gruñido. ÉL la entendía mejor que nadie, incluso más que ella misma, sobre todo en ese momento que lo que quería era callarlo todo. Él sabía a qué se debía el dolor en el centro de su pecho y si ella le hubiera dejado ayudarla quizás habría lidiado con eso más fácil. Pero verle, sobria, le echaba en cara todo de lo que estaba tratando de huir. Era un espejo en el que no quería verse reflejada.

¿Terminaste de hacerte la víctima?

Cállate.- Le advirtió a aquella silueta en la oscuridad con fiereza en la mirada. Si hubiera podido, habría prendido fuego al castillo entero en ese mismo instante.- Sal de aquí, no me hagas repetirlo.

Aunque sea muy entretenido verte en tu espiral de autodestrucción, ya es hora de que dejes el duelo. Ve a buscarlo.

No es tu asunto.- Murmuró, aunque el sonido de desaprobación del elfo le sacó un gruñido. ¿Podía detestarle más en ese momento? - No iré a ver a Goth. Esto no cambia nada. Todo sigue igual. Él siempre ha estado ahí, y siempre estará.- Y ella seguía siendo la que no encontraba su lugar, solo que antes no le había molestado.

De todos sus nietos, tú eres la única que heredó su TOC.- Chasqueó al final, pues veía el defecto y la oportunidad en aquel trastorno, aunque lo que en realidad quería decir era que era su viva imagen.- La única que entenderá su dolor. Él la amó.

¿Y tú qué sabes de amor? - Le miró, pero esta vez fulminándole en su dolor hasta que aquel molesto sonido de sus labios lo convirtió todo en rencor.- Love is a battlefield. Aún eres joven para saberlo.- Tras aquello, el alto elfo dirigió al balcón como el joven antes que él había hecho.

Espera.- Ordenó, arrugando las sabanas entre los puños por tener que ceder ante él. No quería preguntarle porque, en cierto modo, sabía que no le diría.- ¿Puedo transformarme? ¿Eso está dentro de mis capacidades? - Preguntó con la voz más sedosa, pero no sin aquella ira contenida. En el fondo sabía que una voz más amable no funcionaría con él, pero valía la pena intentarlo.

Le preguntas al dragón equivocado.- Murmuró, girándose hacia la ventana para salir al exterior.- ¡Espera! - Le detuvo de nuevo. Esta vez, esperó a que él se girara a verla antes de continuar.- Encuéntralo.- Odió la sonrisa triunfal que el contrario le dedicó antes de largarse de aquel lugar, como tanto había deseado. Sola de nuevo en aquella habitación, seguía teniendo el maldito nudo en el estómago. Se dirigió al baño, limpiándose cada centímetro de su blanca piel con ahínco, buscando borrarse las sensaciones de las ultimas noches. Buscando volver a ser ella misma. Cuando logró que el espejo le reflejara una imagen con la que podía lidiar, vestida de negro de pies a cabeza, salió de su habitación y de su miseria, alejándose del castillo antes de que el sol saliera. La niebla espesa se Avalon era su única compañía.
Darren Pendragon
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {26.05.21 23:47}

Darren no podía responder, no sabía qué responder por mucho que ella se lo exigiera. Un silencio doloroso, confuso es lo único que podía ofrecerle ante aquel tormento de ideas que no dejaban de atormentarle, de aquella pesadez en el pecho que no le dejaba apenas coger aire para responder, ni siquiera, con hilo de voz. No pudo, a pesar de aquella sacudida que era como fuego, tampoco hizo además por suavizarse aquel daño, suponía que era lo que se merecía. La mirada baja, la cabeza gacha le terminó por arrancar un susurro inaudible. Claro que confiaba en ella, porque por ella daría su vida. Era lo único que tenía, ¿cómo podía pensar aquello? Aquello hizo que se empaparan los ojos y necesitó abrir levemente la boca, como si quisiera decir aquello… pero la voz no salió. Ya no eran el uno para el otro, ahora ya… ya no.

Apretó las muelas y un leve suspiro siguió a aquella disculpa, que se repitió en un hilo de voz cada vez más tenue, más débil, apenas tenía aire para poder responder, y necesitó todo lo que le quedaba para volver a responder -…Lo siento…- Repitió, una vez más, esperando que aquellas dos palabras pudieran abarcar todos los pensamientos que habían cruzado su mente en aquellos días, esperaba que recogiera su molestia, su silencio, su testarudez, su distancia, el no haber podido estar cuando despertó, el haberle hecho sentirse humillada por ir a Ouroboros, por hacerla pensar que tendría que dejar su puesto como líder de los dragones. Por haberla dañado de aquella forma silenciosa, indiferente e hiriente. Y ahora la tenía pegada a su pecho, de nuevo, olía su perfume, notaba su corazón cerca de nuevo. Trató de abarcarla con sus brazos y, con sumo cuidado, para pegarla a él más, en un abrazo infinito que deseaba que les fusionara en un solo ser, como debía haber sido siempre… pero terminó por caer. Y fue ella la que le recibió y aquello tranquilizó su alma, le dio luz y esperanza. Había claridad en mitad de la oscuridad de aquellos días

Negó en silencio. Ella tenía razón. Él ruso simplemente había sido uno más… quizás la gota que había colmado el vaso. Darren tenía la sensación de que no era ella la que tenía que disculparse, sino él, alzó la mirada hasta Shyvanna, pero negaba. Sabía que estaba mal, todo estaba mal, había sido irracional -No. No tendría que haber entrado… Debía haberme quedado fuera y callar- Ver, oír y callar, como otras tantas veces. Sin sentimientos. Un guerrero no tiene sentimientos porque le nubla el juicio y hace que se pierda la razón. Estaba entrenado para ello, ¿por qué hizo lo contrario ese día? Podía haberle dado la noticia de que Wthyr había despertado en otro momento. Ver, oír y callar. -No quiero el puesto de los dragones. Es tuyo. Tú te lo ganaste, con tu sudor y lágrimas. No quiero arrebatarte algo que te pertenece- Él lo había visto, había estado con ella cuando Artamir la rechazaba y hasta qye consiguió el yague. Y qué le quedaba a él, ya ni lo sabía. Apretó el puño, con la mirada todavía ladeada -No sé que… perdí el control… fue…- Visceral e irracional. Era la sensación de soledad y abandono la que le nubló el juicio. Y la actitud del plebeyo para con el resto de los Pendragon tampoco no ayudó: eran una familia, eran un todo, ¿Cómo podía permitir que se riera así de todo su linaje? No, claro que no podía permitirlo, ¿pero era aquello un justificante? No, claro que no lo era -No supe valorar las consecuencias- Reconoció. Se volvió a disculpar, ahogando las palabras en un último suspiro. -No quiero convertirme en un asesino. No me dejes solo, no quiero estar solo- Porque cuando lo estaba todo era oscuridad, estaba perdido, abandonado. Encontrarían la manera. Asintió en silencio, con la mirada pegada al suelo. Se sentía débil, humillado, no quería que nadie le viera así, pero con Shyvanna… con Shyvanna era diferente, porque ella no le humillaría por sentimental, por débil, por básico, porque ella le prometería que no iba a estar solo. O eso esperaba. Aquello era un clavo ardiente al que se agarraba como si fuera su última esperanza.
Shyvanna Pendragon
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {27.05.21 15:08}

No entendía porqué seguía disculpándose. Es decir, en aquella bruma de ira y molestia con la que había llegado a Avalon sólo había deseado que se arrodillara, que se arrastrara por el piso para pedirle disculpas por su actitud…pero ahora…Ahora quizás era más consciente de que las palabras sobraban. Sólo quería que todo fuera como antes, así…como ahora. Entre sus brazos donde siempre había encontrado, refugio. Era su hogar. El único sitio donde conseguía un amor puro y cristalino que no debía buscar en otro lado.

Cuando alzó finalmente la cara, conectó con sus ojos esmeraldas y subió las manos hacia su rostro deteniendo ese incesante movimiento de negación que estaba haciendo. Escuchó, atentamente lo que le decía… Callar. ¿Cuándo se había callado con ella? -Nunca lo habías hecho, no sé qué fue diferente pero ya no importa…Ya solo somos tú y yo. No te tienes que callar conmigo- Murmuró manteniendo su mirada en él con una leve sonrisa. No era consciente de la necesidad que había tenido de abrazarlo, de sentirlo, de tocarlo hasta ese momento.

La información de la Brigada le pilló desprevenida durante un momento y entonces recordó sus últimas palabras antes de retirarse a ver a la abuela. Cerró los ojos un instante, siendo ella ahora la que sentía flojo el cuerpo. Soltó el rostro de Darren y se sentó sobre sus talones, bajando la cara un poco -No voy a renunciar, pero creí que si la abuela sabía porqué te habias cargado el tratado en Ouroboros sería ella la que me eliminara del cargo. Y si hay alguien que sé que puede llevarlo- Y que no fuese Lake – Eres tú- Añadió mordiéndose suavemente el labio porque ese momento había sido el instante en el que el declive comenzó. No había podido curar a su abuela con éxito, la maldición se la había comido y luego… Por Arturo, todo parecía tan lejano de aquel momento en el que Thoren le había sonreído… Parecía otra vida, otra historia.

Alzó suavemente la mirada hacia él cuando le dijo que no quería ser un asesino porque… Porque a Shyvanna no le importaba convertirse en una genocida si era por salvarlo a él. O a cualquiera de sus hermanos, de ser necesario. Pero sobre todo, a él. Sin embargo, aquella petición le partió el corazón en mil pedazos y volvió a sentir que las lágrimas le recorrían el rostro -Perdón…por hacerte creer que era así- Susurró acercándose a él para volver a coger su rostro y que le mirara -Siempre voy a estar contigo…To whatever end- Murmuró en lengua antigua, dejando escapar el aire antes de apoyar su frente en la de él y cerrar los ojos otra vez - To whatever end- Se repitió, tanto para él, como para ella -No quiero descubrir quienes somos sin el otro. No quiero vivir sin una parte de mí...No quiero conocer el otro lado del mundo sin ti-

Darren Pendragon
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {27.05.21 23:30}



Aquel instante de conexión con el azul de los ojos de Shyvanna le hizo creer, que de verdad, no estaba solo en aquel tormento. Que todo saldría bien, que lo solucionarían, que volverían a ser uno. Le infundió esperanza que se abría camino entre toda aquella confusión y tozudez y sí, egocentrismo. Asintió en silencio, bajando la mirada. Decía que ya no importaba, pero claro que importaba. Porque no quería compartirla con otros, quería que solo fueran ella y él… ELLA y ÉL. Acercó con suavidad la mano curtida para posarla sobre las de su hermana. Claro que no lo había hecho nunca, porque nunca lo había tenido que ver de una forma tan sangrante y hasta ese momento todo eran tonteos o habladurías que siempre se había negado a creer. En aquel momento, parte de él pensó que Shyvanna se iría con aquel plebeyo para siempre. Y no lo podía permitir, no lo quería permitir, porque ¿qué era él sin ella? Un mar de dudas, de caos, de pesar, de tristeza... Hasta Gwen se había dado cuenta de que algo pasaba. Hasta su hermana pequeña se había dado cuenta de que algo le habían arrancado en aquella habitación, que parte de ellos se había desgarrado con la agresión del hermano rubio. Al final, Thoren sí se había llevado a Shyvanna de aquella habitación y se la había quedado con él. -Prométemelo- Le pidió, con un tono grave debido al nudo de la garganta -Que solo somos tú y yo. Por favor…- Porque de todas las cosas que había pasado, lo que más temía es no poder estar con ella, de tener que sobrevivir a la soledad. -Prométemelo- Porque él lo dejaría todo por ella, moriría por ella si llegara el momento.

El movimiento de Shyvanna le hizo alzar levemente la mirada para comprobar que estaba bien, que aquella maldición no iba a hacerle el mismo mal que a Cedric. Le daría toda su magia si aquella cosa se la reclamaba para salvarle la vida. Se le cortó la respiración cuando aquel pensamiento cruzó su mente. Sin embargo le habló de aquella isla del infierno. Vivían mejor antes de conocer Ouroboros y el Consejo. Darren miró a su hermana sin terminar de entender aunque debía reconocer que el hecho de que no fuera a renunciar le quitaba un peso de encima ¿El tratado de Ouroboros? Ni se había dado cuenta del tratado de no agresión de Ouroboros. Darren ató todos los cabos que le faltaban, y volvió a ser consecuente de todos sus actos. Había sido impulsivo, irracional. Se había dejado llevar y había fastidiado todos los planes que los hermanos habían hecho para Ouroboros… antes de que decidieran rechazar el puesto ya no iban a poder optar a ello por su culpa y su idiotez. Quizás Wthyr lo sabía… qué tontería, su hermano claro que lo sabía. Por eso le dijo aquello de comparar estupideces y los propios errores. En efecto, era una estupidez. Se removió incómodo en el suelo, tratando de alejar los monstruos que le decían que debía haber acabado con aquel plebeyo como lo hizo con Viggo, pero en aquel momento se centró en el miembro del peliblanco. En verdad que quería arrancárselo: no el corazón, ni la cabeza… solo quería dejarle eunuco. La estaba tocando con su cuerpo desnudo, se iban a disponer a … negó en sus pensamientos. No quería reconocerlo. Bajó la mirada con aquella muestra de confianza sobre dirigir los dragones. No quería ese puesto, no quería Ouroboros, y a veces tampoco quería Avalon. Solo quería una cosa y la tenía allí delante de él, tan cerca y tan lejos a la vez. Buscó la mano de su hermana. Se la apretó con fuerza y con la otra le secaba las lágrimas que le recorrían el rostro. Buscó su mirada, con cansancio y dibujó una leve sonrisa -Soy un monstruo. Lo soy por hacer llorar a la mujer más bella, fuerte y valiente que conozco. Por hacer llorar a la mujer que más quiero- Enarcó levemente las cejas y se mordió el labio. Y entonces fue cuando lo supo. Lo vio en la mirada profunda de Shyvanna y buscó su conexión. El dedo pulgar borraba aquel dolor que recorría sus mejillas mientras que con el resto de la mano acariciaba la cara y el pelo de Shyvanna. Era perfecta, y él la había roto. Porque él era el era el imperfecto y se había convertido el monstruo que se atrevía a dañarla, el ser que había jurado que mataría se atrevía a dañar a su hermana -To whatever end- Repitió con ella mientras sus frentes hacían contacto, su olor le envolvía, le recordaba quiénes eran, quién era. Que juntos eran indestructibles -Porque juntos llegaremos hasta el fin del mundo, más allá de las nieblas de Avalón- Era una promesa y un recordatorio de cuando eran jóvenes y buscaban irse de Avalon. Sin ella más allá no había nada, sin ella no podría andar cualquier camino. Porque ella era el pensamiento que le ayudaba a levantarse de la cama, el órgano que bombeaba su sangre, el corazón de sus sentimientos. Porque ella era él. Ella y él.

Juntos.
Hasta el final.
Wthyr Pendragon
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {31.05.21 22:19}

El trayecto en dragón hasta las ruinas de Tintagel fue bastante rápido, pues teníamos prisa por llegar a Ávalon de una vez. El agotamiento físico y mental de Catherine la llevó a ir dando cabezadas a duermevela, de modo que tenía que sujetarla contra mi pecho para que no se cayese, agarrándome al dragón con la mano libre. Ambos íbamos arrebujados en nuestras capas para combatir el frío invernal, y sólo nos bajamos las capuchas una vez que entramos en Ávalon a través del círculo de teletransporte  que había en las ruinas. Aparecimos directamente en el Sanguis, donde comencé a dar instrucciones a los guardias mientras ayudaba a Catherine a bajar del dragón.  - Buscad a los líderes del linaje Hammurabi y al de Cleopatra. Me reuniré con ellos mañana para tratar unos asuntos. Por la noche quiero reunir al resto de vasallos, hay varias cosas que quiero anunciar. - también tenía que hablar con mis hermanos, especialmente con Gwen, pero a ellos los localizaría por mi cuenta. Había sido un mes en el que nos habíamos visto poco.

Después de aquello nos dirigimos a pie al castillo, aunque seguí sosteniéndola por la cintura durante el resto del camino.  Al entrar di una  orden a los sirvientes para que no pasasen a nuestra habitación para despertarnos ni a llevar el desayuno, que supiesen que no debían pasar si no eran expresamente llamados. También les dije que preparasen algo ligero de comer y lo dejasen en la puerta en unos minutos.   - Dormirás conmigo, sin discusión. Es el mejor modo de controlarlo hasta que sepamos qué hacer. Hay mucho por investigar, pero puedo quedarme unas horas más antes de marcharme. - recorrimos el pasillo que llevaba hasta mis aposentos, donde la guié hasta la cama en la que habíamos estado durante la noche de bodas.

- Debes fortalecerte y regenerar magia para enfrentarte a lo que sea, en la vida real o en sueños. Para escapar de los ataques de pánico. Esa sanadora sólo propone cosas que te hacen débil...no te entiende. Ni siquiera sabe lo que sientes cuando estás al máximo de tu poder ni hasta dónde puedes llegar. Mucho más cuando nos unimos.  Intenta tomar mi energía y mi magia como yo hice antes. No podemos esperar para seguir practicando. - extendí la palma de mi mano hacia arriba, cogiendo la suya para colocarla encima. Con contacto era más sencillo siempre. También hice contacto visual con ella, asegurándome de que seguían siendo sus ojos y no aquellos otros que helaban la sangre.  - Trata de sentirla...lo has hecho en otras ocasiones. Intenta tomarla y hacerla tuya. - esperaba que no se rindiera sin intentarlo al menos una vez, por muy agotada que estuviese.
Catherine Le Fay
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {31.05.21 22:47}

Había encontrado un momento de paz antes de partir a Avalon y le había enviado un mensaje a Ian para que estuviera informado de todo. No quería preocuparlo pero tampoco iba a ocultarle información. En el vuelo de dragón había encontrado… ¿Paz? No sabía qué tenían aquellas criaturas que en cuanto se montaba y pasaban unos minutos volando perdía la consciencia y acababa durmiendo. O lo que sea que se llamara aquello. Debía agradecer que a Wthyr le interesaba mucho que estuviera viva porque de lo contrario…

La habían hecho cambiarse por algo en sus mismos colores, era un modelo de los últimos que había encargado pero que tenía una cantidad grande de cadenas y pequeñas joyas. Se había cambiado ante el gesto de tensión de la muchacha. Aparentemente, era su “entrada oficial” a Ávalon y debía ir exquisita. Como si le importara una mierda lo que opinaran pero la muchacha se había visto tan apurada que termino cediendo.

Bajó con ayuda de Wthyr y se reacomodó el abrió mientras empezaba a dar órdenes. Tenía el gesto hosco…Podrían haber volado por un par de horas más y eso le aportaría más descanso. Ahora sólo tenía más sueño y más mala hostia. Se dejó llevar por Wthyr ignorando a todas las miradas que se posaban en ellos excepto por una en particular que casi se había atravesado en el camino. Alzó los ojos para observarla y la pedantería que recibió la hizo arquear una ceja. Pero no le dio más importancia.

Las órdenes las agradeció en silencio. No sólo para que no le molestaran sino para que, si la oían gritando, no se pusieran en peligro al entrar -Haz algo para protegerte… Piedras o algún hechizo- Murmuró, desconfiando de sí misma pero entendiendo que si estaba sola quizás no podría despertar. Al menos él sabía lo que sucedía y cómo reaccionar, más o menos. Anotó aquello de que podría quedarse unas horas antes de marcharse y sintió de pronto un vacío en el estómago. ¿La iba a dejar sola? ¿Ahí? ¿En Ávalon? ¿Y qué se supone que debía hacer? No preguntó nada, se quedó en silencio.

Estaba de acuerdo en aquello de regenerar magia pero lo de los ataques de pánico le hizo alzar la mirada hacia él con un gesto de duda en el rostro, negando suavemente con la cabeza -Nadie lo hace- Susurró porque no quería traer a Ian a colación y es que, aunque estaba segura de que él no sabía lo que se sentía realmente, podía reconocer los signos en seguida y la hacía hablar…Cortando el momento antes de que siguiera de camino hacia una caída sin fin. Le pareció curioso que pensara que tenía algo que ver con la magia. Miró su mano y luego la propia, la diferencia en tamaño y luego lo observó a los ojos. Tensó suavemente los labios y cuando su mente trajo como recuerdo el agobiante momento en el que pensó cómo Lykaios perdía su magia por culpa de las esposas, la bruja cerró los ojos con el ceño fruncido y un gesto adolorido. Sacudió la cabeza, intentando sacar aquello de su mente -Si te hago daño, avísame- Murmuró, sintiendo ya el cosquilleo de su magia bajo la piel.

Estaba agotada y sobre vestida, con lo cual: incómoda, sentía un punzante dolor de cabeza y su mente no dejaba de saltar de un pensamiento a otro. Frotó suavemente su mano contra la de él tratando de despertar la magia y al rozarle sintió de pronto el ronroneo de la energía penetrar bajo su piel, pequeños hilos de magia empezaron a subir por sus venas y Catherine soltó un pequeño gemido. Era cálido, era precioso, era magia pura que recorría su cuerpo haciéndolo sentir vivo donde siempre había estado entumecido. Y quería más…Por supuesto que quería más. De pronto, le recorrió un escalofrío cuando se percató de que en vez del zumbido que solía oír era un tambor… Un… Parpadeó levemente, siendo consciente de que estaba percibiendo el latido de Wthyr. Bajó la vista hacia sus manos y con los dedos trazó el recorrido de la sangre en sus antebrazos yendo y viniendo con cada bombeo, se acercó un par de pasos y vio hacia su corazón, tocó con el índice, al mismo ritmo que su corazón y se preguntó… Si movía más fuerte ¿Se aceleraría? O si… Alzó la mirada acercándose un poco más y prosiguió el camino de un torrente que parecía más fuerte que el resto, siguió con el dedo el trazo hasta que dio con la yugular de su cuello. Se oía, se sentía más fuerte. Después se dividía hacia su cabeza, en una red…Viggo -Puedo matarte- La sola certeza de eso hizo que el instante en el que había cruzado ese pequeño limite de espacio personal, descubriendo sus poderes, se rompiera. Se echó hacia atrás aterrada pero la separación le resultó tan brusca que soltó un quejido, llevándose una mano al pecho, como si hubiese logrado sincronizar el latido de ambos a raíz de la magia -¿Qué es esto? ¿Estás seguro de que esto no te pasó con ninguna de tus esposas?- A ella con Ian fijo que no. No basaban su relación en magia, como tampoco en el ámbito físico. Trascendía esos aspectos. Se frotó suavemente la zona del corazón pero se calmó, en cierta medida, porque se sentía… Mejor -¿Te sientes bien?-


OFF: Lo logra: Éxito
No lo logra: Fallo


Última edición por Catherine Le Fay el 31.05.21 23:03, editado 1 vez
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {31.05.21 22:47}

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


'Probabilidad' :
Castillo  - Página 3 7zMvKjD
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {01.06.21 18:09}

- Es fácil, no eres tan infalible con las sombras. - repliqué con rapidez a eso de protegerme con piedras o algún hechizo, la parte de las sombras no me amedrentaba. Ahora estaría prevenido. - Además, no me dormiré como la vez anterior. - esperé a que su mano hiciese contacto con la mía, notando esa especie de electricidad extraña que aparecía cuando hacíamos aquello. Ya estaba más acostumbrado a la sensación, y en cierto modo empezaba a volverse adictiva. La necesitaba de una forma un tanto inesperada.

- Vamos...ahora atráela hacia ti. - murmuré alzando la mirada de nuestras manos hasta sus ojos, dejándome llevar más por la intuición que por un saber real sobre qué debíamos hacer. Con el paso de los segundos comencé a notar una especie de hormigueo por todo el cuerpo, siendo más consciente del latido de mi corazón, y del suyo propio. Iban casi al unísono. Lo estaba logrando, aunque su control sobre el torrente sanguíneo no era como el de alguien experimentado. Había entrenado con mis hermanos, sabía exactamente lo que se sentía cuando uno de los rivales se propasaba. Aún así comencé a notar el corazón más acelerado de la cuenta, y un cansancio que no venía precisamente de no dormir. Moví la cabeza levemente hacia atrás mientras sus dedos ascendían por mi cuello, justo en la yugular. La miré fijamente desde esa posición cuando hizo aquella declaración sobre poder matarme, dibujando una leve y enigmática sonrisa en mi rostro.

- Podrías...pero tendrías que desearlo realmente. - la voluntad de matar era determinante. No se mataba por "error". El modo tan repentino en que se echó hacia atrás me provocó una especie de bajada de tensión por lo brusco del corte, como si se hubiese llevado de golpe más energía de la cuenta. Tomé aire un par de veces seguidas antes de sentarme con la cabeza baja en la cama que teníamos al lado, tardando unos segundos en contestar mientras me recuperaba y ubicaba las ideas. Volví a levantar la cabeza para mirarla, asintiendo a eso de encontrarme bien. Más o menos.

- Únicamente durante la ceremonia del matrimonio, pero de una forma muy leve, nada que ver con esto. Nuestra magia es capaz de potenciarse entre sí, de combinarse y de retroalimentarse. Antes lo intuía, pero ahora estoy seguro de ello, y eso que apenas hemos hecho los primeros descubrimientos. Quién sabe hasta dónde podríamos llegar... - mis ojos brillaron de manera ambiciosa al imaginar futuros escenarios, la idea del poder ilimitado era tentadora. Regresé de nuevo a tierra por aquello de ser práctico, señalándole la cama para que se tumbase. - Pero para eso debemos sobrevivir, y hacer nuestra parte. Duérmete de una vez. Me quedaré mientras y te despertaré en unas horas, porque después tengo que marcharme a resolver varios asuntos.

--------------------

éxito: No bajona de energía
fallo: Bajona de energía


Última edición por Wthyr Pendragon el 01.06.21 22:10, editado 1 vez
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {01.06.21 18:09}

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados


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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {02.06.21 12:58}

-Yo no soy infalible, a saber lo que hace la otra- Le espetó frunciendo suavemente el ceño porque encima de que se preocupaba le soltaba aquella tontería de las sombras. Ella temía otra cosa porque si Morgana no había podido controlar las sombras antes de que la hirieran entonces… ¿Era mínimo su control? ¿Tenía otras habilidades? ¿Sólo podría usar las propias o si la poseía sería ella con sus habilidades?

Lo cierto es que poco después se dejó llevar por el torrente de magia que se divertía en su propio cuerpo, reconociendo la propia y complementándose.  Estaba bastante abstraída, el zumbido y el momento de descubrir una nueva habilidad, pero… más que eso, el saber que tenían una capacidad mágica que superaba con creces cualquier cosa que hubiese imaginado. Incluso su potenciador… Alzó la vista hacia él cuando soltó aquello de que podría y aunque vio su sonrisa no la compartió -No soy yo la que me preocupa ¿Entiendes? - Ahora tenía ese conocimiento, ahora sabía que podía también usar su habilidad y eso era peligroso porque los recuerdos de Viggo seguían presentes y latentes, vivos en su memoria.

Lo miró un poco preocupada cuando se sentó en la cama y se sentó a su lado preguntándose… ¿Si lo tocaba, podría regresarle su energía? No supo muy bien qué hacer porque ella no quería tocarlo más… ¿Y si lo ponía peor? Aunque la canalización necesitaba concentración. Tensó los labios brevemente. Observó sus ojos cuando empezó a pensar sobre el futuro, el desarrollo de esa especie de conexión que tenía y la morena le miró con una ceja arqueada -Céntrate. Si quedamos hechos un trasto después de hacerlo no servirá de nada. Apenas hemos estado un par de minutos y tras ello nos hemos debilitado muchísimo. Es un riesgo que no se puede correr- Le informó, al ver si por su propia ambición que no difería mucho de la propia pero Catherine era más precavida -¿Qué sucedería en una hora? ¿En dos? ¿Qué pasa si sin…- El golpe de un recuerdo hizo que parara de hablar y parpadeó, mirando al Pendragon con un gesto de agonía.  Se incorporó, ahora se sentía más segura en sus pies tras el momento con Wthyr y empezó a caminar por la habitación llevándose una mano a la boca como si no pudiera creérselo -Podríamos morir, Wthyr… Es que…- Se llevó las manos a la sien un poco agobiada mientras las piezas caían en su lugar -Es que… Creo que Elise y Layla murieron haciendo esto…- Tenía sentido, las dos habían sido encontradas por Rhaegar y lo recordaba bien: Los cuerpos inertes, cerca y… Negó suavemente con la cabeza.

Escuchó eso de sobrevivir y asintió con suavidad, pero las imágenes iban y venían constantemente. ¿Desmond y Rhaegar también habían compartido eso? El hechizo…Había costado la vida de Rhaegar -Dormir…- Rodó los ojos.  Aquello le parecía lejano, estúpido y sumamente inútil cuando acababan de descubrir lo que podían hacer juntos. Pero… Anteia se lo había dicho y sabía que su cuerpo lo necesitaba. Escuchó ruidos afuera y recordó que habían ordenado comida así que empezó por quitarse el abrigo y dejarlo en el primer sitio que vio. El vestido, negro, era abrigado, pero de una forma rara…porque era como muy etéreo así que se cogió las telas con poca ceremonia para poder caminar bien y abrió la puerta encontrando la bandeja. La levitó hasta una mesa de la habitación y vio los baúles propios, y también los levitó. Si iba a dormir… Buscó uno en particular y al reconocerlo lo abrió, cogió los dos peluches de Aedan, y lo cerró luego. No tenía nada que agregar, sobre todo, porque su cabeza iba a mil por hora. Tenía que hablar con Rhaegar la próxima vez que volviera a Ouroboros y decirle que, encima, podía robarse la habilidad de Wthyr.

Se acercó al plato mirando qué podía haber y cogió un poco de queso para llevárselo a la boca de un mordisco. Se sentó en un sofá y empezó a sacarse los zapatos que le habían pedido que se pusiera y que eran incómodos no, lo siguiente. También algunas de las partes superiores del vestido, quedando con una especie de túnica negra más llevadera. Se levantó y cogió unas uvas, fue hasta la cama, del otro lado de Wthyr  y mientras las comía se quedó mirando los baúles. No debería haber dejado que recogieran sus cosas sin supervisar. ¿Y si alguien tocaba lo que no debía? Bueno…De haberlo hecho ya estarían muertos. Cuando fuese a Ouroboros tendría que recuperarlo. O quizás no. Mordió otra uva con un gesto un poco ausente y luego paseó la vista por la habitación.

-No voy a tomar riesgos- Susurró y movió una mano con suavidad, la oscuridad de la habitación se removió lentamente y ante ellos aparecieron sus dos lobos elementales que acudieron hacia ella. Les acarició suavemente el hocico antes de señalarles el piso para que se echaran -Creo que fueron ellos…Sólo que de forma incorpórea- Le explicó a Wthyr, finalmente reaccionando y girándose hacia él. Se acomodó entre las almohadas y abrazó los peluches, inclinando la cabeza para inspirar y atrapar el aroma de Aedan que aún tenían impregnado. Cerró los ojos y…Por lo que fueron unos cuantos minutos Catherine sinceramente intentó que su cabeza se liberara y pudiera dormir, pero era imposible. Se reacomodó varias veces sobre el colchón, pero tampoco funcionó. Al final, abrió los ojos y miró de reojo al Pendragon con curiosidad. Alargó una mano hasta él y apoyó su índice sobre su muñeca, de nuevo sintió ese maravilloso y adictivo ronroneo de la magia, pero leve…breve…sólo quería escuchar, sentir. Cerró los ojos y se concentró en el sonido, no sólo de su latido, sino el de ella y antes de darse cuenta se quedó dormida y su mano se deslizó fuera del contacto con él.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {02.06.21 17:55}

Parpadeó cuando le pidió que se lo prometiera. ¿Por qué? ¿Por qué necesitaba esa seguridad? Tensó los labios -Siempre hemos sido sólo tu y yo…- Murmuró acariciándolo con suavidad -Te lo prometo- Repitió, porque si era lo que necesitaba oír para sanar eso roto que estaba dentro de él se lo repetiría mil y una vez. Se lo repetiría hasta que ya no le quedara voz y cuando sucediera, se lo escribiría o hallaría la manera de seguir asegurándoselo. Fuese como fuese.

Notó, en el cambio en su rostro, que había sido consciente de lo que realmente les podría haber costado ese momento de tanta rabia. No pudo ayudarle porque lo cierto es que haber hecho cosas sin pensar les podría arruinar todo por lo que habían esperado durante tantos años. Sin embargo…¿Qué podría decir ella? Si ella misma había secuestrado a Sofía sólo porque su melena roja le había llamado la atención. Un punto rojo de exuberante bella dentro de un montón de gente de lo más común. Claro que había fijado sus ojos en ella. Y bien le había servido para asustar a los Descendientes tras el rompimiento de la espera para el parlamento pero…Había sido irracional también aunque sin generar daño. Inspiró profundamente…Al menos ya no tenían que preocuparse por la isla, Wthyr se encargaría de informar las nuevas a los del Consejo.

Volverían a Ávalon y se quedarían allí.

-No digas eso- Murmuró apretándole de vuelta para luego liberarse de su agarre para dejarle un golpe cariñoso en el hombro -Yo también te quiero- Le respondió subiendo una mano para acariciarle la mejilla, sonriéndole. Apoyó el pulgar en el labio de Darren y lo presionó para que se lo soltara, entrecerrando suavemente los ojos -¿Qué es lo que no me estás diciendo?- Susurró con curiosidad. Había algo…

La seguridad con la que finalmente dijo aquellas palabras… Incluidas aquellas que hablaban de algo más allá de lo que siempre había sido su hogar se asentaron en Shyvanna para darle calma y tranquilidad, una que sólo conocía con él -Más allá de todo, porque en cualquier otra vida, te encontraré. Siempre te encontraré- Le dijo sonriéndole otra vez y se refugió en sus brazos de nuevo, apoyando la cabeza contra su pecho y permitiéndose reforzarse en él, en saber que estaban bien…Y si se moría mañana, entonces ya no se arrepentiría de nada.

O quizás de no ver a Cedric. Con ese pensamiento, tras unos minutos, se separó de su hermano y le pidió que fueran a verlo juntos así que se perdieron por los pasillos en dirección a la habitación del hermano menor.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {02.06.21 21:08}

Comprendí que los poderes que temía eran los de Morgana, no los suyos, pero aún así esperaba que un espíritu no podría hacer mucho más de lo que haría el cuerpo poseído. Me fastidió que se diese cuenta de mi bajada de energía, pues no la había previsto y a mí nadie me decía que me centrase.  - Estoy centrado. Es porque he sido generoso y te he dejado tomar suficiente energía para reponerte. Podría haber aguantado más. - no ahora mismo, pero si lo controlábamos...tal vez. Pasé una mano por mi cara como para despejarme, aunque hizo más efecto la hipótesis que lanzó Catherine sobre lo que podría sucedernos, y sobre lo que creía que le había pasado a su familia. Recordé esos nombres por lo que había escrito en el lienzo, ahí no ponía la causa de la muerte. Aquello me produjo cierta inquietud, de ser así habría que aprender a controlarlo muy bien.

- ¿Y para qué experimentarían ellas la absorción de energía mágica? creo que no hay manera de averiguar si fue por eso.- terminé por echarme de espaldas a la cama cuando por fin accedió a dormir, siguiéndola con la mirada mientras se movía por la habitación para comenzar a quitarse parte de la ropa tan arreglada con la que había llegado. Por un momento quise que siguiese quitándose prendas, pero rápidamente me saqué esa fugaz idea de la cabeza para incorporarme y descalzarme, quitándome también la capa que aún llevaba puesta. Me saqué también el jubón, quedando únicamente con la camisa. No pretendía dormirme, así que tampoco quise ponerme demasiado cómodo. Seguí observándola de reojo mientras cogía aquellos peluches infantiles, haciendo un imperceptible gesto de contrariedad porque no había querido traerse a su hijo. Eso sólo indicaba desconfianza, si no lo tendría a temporadas. Me fijé en que sólo picó un par de cosas del plato, aunque no le insistí en comer más porque era preferible que durmiese. La invocación de los lobos de sombras me incomodó un poco, así que los vigilé por si acaso se volvían en contra.  - Espero que se controlen. Si no, lo haré yo. - advertí antes de que empezase a reacomodarse, intentando hacer yo lo mismo pero quedándome boca arriba. Pasaban los minutos y no dejaba de removerse, como si le costase encontrar postura. La acabé mirando de reojo al ver que acercaba su mano hacia mí, dejando que la pusiese sobre mi muñeca para hacer contacto aunque fuese mínimo. Después de aquello no tardó en dormirse, y a mí empezaba a costarme mantenerme despierto. Acabé deslizando mi mano hacia la suya para entrelazarla cuando ésta se soltó, buscando de nuevo esa sensación relajante que había sentido. Apenas pasaron unos minutos hasta que caí también dormido, a pesar de haber intentado evitarlo.
.
.
.

Esta vez no hubo pesadillas de por medio, y cuando volví a despertar ya estaba atardeciendo a juzgar por la poca luz que entraba por los ventanales. Maldije internamente al darme cuenta de que había perdido casi todo el día, girándome de lado en la cama para mirar a Catherine. Ella seguía plácidamente dormida, abrazada a los peluches de su hijo. De ese modo hasta parecía pacífica y no alguien que negociaba y discutía hasta la última coma de un acuerdo. Moví mi mano hacia su rostro de manera inconsciente, apartando un par de mechones de pelo para verla mejor. Pasé algunos segundos más sin darme cuenta de que estaba fijándome en sus labios entreabiertos, acabando por girarme hacia el otro lado porque hacer eso eran estupideces no prácticas. Me incorporé de mala gana y cogí algo de ropa para irme al cuarto de baño, aseándome por un rato antes de regresar ya vestido a la habitación. Al menos le había dado unos minutos más para dormir, pero debía despertarla antes de marchar. Volví a la cama para sentarme en el borde, apoyando una mano en el lateral de su cadera para moverla levemente. - Catherine, despierta. Tengo que marcharme y no puedes quedarte durmiendo. Es muy tarde.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {02.06.21 22:11}

Sin sueños, sin preocupación, sin pesadillas, nada. Solo paz y calma. Una profundidad llena de oscuridad, pero de la que estaba familiarizada. No había miedo, no había otra cosa que calidez. Hasta que algo sucedió. Cuando Wthyr se apartó de ella, Catherine se removió un poco pero no llegó a despertarse del todo. No podía. Había dormido como pocas veces en este último mes y no quería salir de la cama. No.

Pero un ligero movimiento y la voz del Pendragon despertándola la hicieron soltar un quejido y lo primero que se le vino a adormilada mente fue -¿Por qué? - Quizás con un pequeño ataque de amnesia en el que no recordaba que no debía quedarse durmiendo sola por si a Morgana le daba por hacer alguna especie de aparición estelar y asesinar a los Pendragon para hacerse con Ávalon. Pero no tardó mucho en llegar esa información a su mente y supo que, si, debía espabilarse.

Se alejó de la mano de Wthyr para ponerse boca arriba y estirarse un poco, poniendo los pies en punta y las manos hacia arriba pero sin soltar a los peluches. Bostezó un poco y luego se volvió a acomodar como si no tuviera ninguna intención de salir de la cama. Aún así, abrió los ojos y lo miró. Estaba recién bañado y cambiado. Instantes después los volvió a cerrar. Ahora era el Rey de Ávalon y tenía que ir a hacer sus gestiones -Ya estoy despierta, puedes irte-  los dos lobos se levantaron de dónde habían estado observándola a ella y al Pendragon de forma vigilante, cual perros guardianes. Uno de ellos se acercó y golpeó con su hocico el pie de Catherine y la morena abrió los ojos de nuevo para girarse un poco y mirarlo por encima del hombro -No me voy a dormir… haré...- ¿Qué iba a hacer? Se restregó un ojo mientras se incorporaba para sentarse, acomodándose la tela de la falda para que no se le subiera. También la manga, pero para que no se le bajara -Vaciaré mis baúles. Eso me mantendrá ocupada- Y distraída. Se recostó del cabezal de la cama, aún adormilada y decidió mirar a Wthyr de nuevo -¿Hay espacio en el armario? - Preguntó con cierto tacto esperando que comprendiera que ahí había mucha ropa… de sus mujeres muertas. Y no sabía bien cómo decirle que no quería esa ropa.


Última edición por Catherine Le Fay el 03.06.21 9:35, editado 1 vez
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {03.06.21 1:13}

Costó un poco despertarla, pero al final lo hizo. Dejé que ella misma se diese cuenta de por qué tenía que despertarse, dejando que se tomase su tiempo en espabilar. - Espero que cuando me marche no te des media vuelta para dormir más. - repliqué a eso de que podía irme ya, poniéndome en pie para alejarme un par de pasos de la cama. Los molestos lobos de sombras seguían allí, vigilantes. Por lo menos la empujaban para que no se durmiese de nuevo. Sus planes no parecían muy interesantes, y tal como lo planteaba parecía que realmente estaba prisionera.

- Puedes mandarle eso al servicio y dedicarte a dar un paseo por Ávalon, conocer el lugar y conocer gente. Es mejor que quedarte aquí encerrada ordenando armarios. - de todos modos sabía por dónde iba lo del espacio de los armarios, y acabé dirigiéndome a uno de ellos para abrirlo de par en par. La otra vez se vistió con esa ropa por obligación, pero entendía que no se sintiese cómoda usándola. Tampoco tenía sentido conservarla. Ya guardaba algún recuerdo de ellas y no era precisamente ropa. Apoyé la mano un momento en la puerta del armario antes de separarme, girándome visiblemente más serio.

- Tírala. O haz lo que quieras. - me di media vuelta para dirigirme hacia la puerta del cuarto, deteniéndome un instante antes de salir pero sin mirarla más. - Volveré luego. Avísame si es necesario. - abandoné el cuarto tras aquella fría despedida, saliendo después del castillo para comenzar con todo lo que tenía en mente.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {03.06.21 10:01}

-No- Le respondió al Pendragon. No iba a dormirse, no sola al menos. Pero eso también implicaba adecuarse a los horarios en los que Wthyr decidiera ir a dormir y sospechaba que no era muy asiduo a un horario en particular. Pero bueno, ella tampoco. Aunque no le gustaba tener que depender mucho de él en ese aspecto.

Al escuchar las opciones que planteo, Catherine bajó la mirada y jugueteó un poco con los pies sobre las sábanas. ¿Qué diría si le comentaba que las miradas la ponían nerviosa? Seguramente le diría que es una tontería, que tenía que ser fuerte, que ahora era su reina y más blablablá que no quería escuchar. La gente iba a tener curiosidad, la iban a mirar demasiado y quizás habría alguien que se atreviera a dirigirle la palabra…¿Qué se supone que debía hacer? ¿Cómo debía tratarlos? Todos ellos tenían una especie de soberbia a la hora de tratar a la gente. Catherine directamente ni los trataba, en Ouroboros más allá de un par de sonrisas forzadas nunca se vio en la necesidad de socializar, quizás porque no necesitaban conocerla…Sabían perfectamente su historia y su legado, por ende, podría ser respeto, temor o no sabía el qué pero se mantenían alejados. Al menos cuando estaba sola.

Inspiró lentamente mientras lo observaba dirigirse al armario -No suelo tirar la ropa de los fallecidos- Le respondió porque la de su familia siempre la había reservado o donado. En todo caso, la guardaría en un baúl. Estaba segura de que ese castillo debía tener alguna especie de sótano. Aunque si le daba libertad quizás la donaría. O no. ¿La gente la querría? ¿Sabiendo que perteneció a mujeres que fallecieron probablemente por una maldición? ¿Qué sentirían si Cath se tomara el atrevimiento de hacer eso con sus antiguas reinas? ¿Acaso fueron queridas? ¿Cuánto tiempo estuvieron al lado de Wthyr? Frunció el ceño al pensar en ello, otra vez cayendo en ese bucle de comparación interminable.  Le miró, a la espalda, porque no se giró y no respondió a su despedida. Cuando se fue sintió que el nudo en el pecho empezaba a soltarse. Cualquier resquicio de “normalidad anormal” que hubiesen tenido se había esfumado. Los lobos se le quedaron mirando mientras Catherine tomaba los peluches y los traía a su rostro, inspirando profundamente el aroma de Aedan.

Miró por las ventanas y se dio cuenta, recién entonces, de cómo atardecía. Se había dormido más que un par de horas. Se incorporó  y lo primero que hizo fue recoger las piezas de ropa que tenía y fue a por el abrigo, sacó su bolsa mágica, la abrió para meter los peluches así nadie del servicio los cogía y los toqueteaba. Sacó el espejo con un gesto casi torcido y lo movió suavemente -¿Ian?- Tras comprobar que no, no funcionaba, lo dejó sobre una de las mesas y fue a mirar al armario para ver donde colgar su abrigo pero había tanta ropa… Dejó escapar el aire lentamente.

Pero de pronto escuchó la voz de Ian y por un momento pensó que se estaba volviendo loca. Tardó un instante en reaccionar e ir a por el espejo, observando la imagen de Ian y casi…Casi… Casi le da un infarto. Es más, sintió una pequeña punzada en el corazón y se llevó las manos ahí. ¡ESTABA LOCO! ¡ESTABA LOCO!

“No te muevas un paso más. Quédate donde estás. Si te ven, te van a matar”, le envió el mensaje mental mientras iba a por un par de pantalones de uno de los baúles y se quitaba aquella especie de túnica negra y se ponía un jersey. Cogió la bolsa, metió el espejo en esta y luego la metió en un bolsillo del abrigo que se puso encima. Desapareció a los elementales y salió de la habitación intentando dilucidar cómo abandonar el castillo.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {10.06.21 20:02}

Todo a su alrededor se había tornado en oscuridad. Ya no percibía ni las miradas, ni los gestos ni la maldita gente que se le atravesaba en el medio del camino. Ya no había cabida para la ansiedad. Ahora todo lo que era estrés, todo lo que era dolor, todo lo que era culpa se había convertido en ira. No supo en qué momento había convocado sus elementales pero estaban a su lado, escoltándola. Ingresó al castillo y avanzó por uno de los largos pasillos para luego doblar hacia donde no era, encontrándose de lleno con una sirviente que la miró con sorpresa -¿Mi señora?- Inquirió con duda y, quizás, algo de miedo -Llévame a mis aposentos- Le ordenó sin mirarla a la cara ni reconocerla. De esa forma, cuando la maldita isla cayera en manos de Morgana y los matara a todos no tenía que llorar…Si es que ella quedaba viva en algún rincón de su mente.

Avanzó en silencio, llevándose una mano hacia el brazo. Sabía que Wthyr había hecho magia y había cerrado el sangrado. Como si se fuera a morir por esa herida… Lo que había temido fue entrar en rango de esa espada. De esa rabia. Sacudió la cabeza, tratando de quitarse la imagen de la vikinga de la mente. Ingresó a la habitación y cuando la muchacha preguntó si necesitaba algo más Catherine negó con la cabeza bruscamente y en seguida ésta se marchó. Otra vez en esa maldita habitación. Tan antigua, tan distinta…Si la residencia Pendragon le traía recuerdos, este castillo despertaba memorias antiguas y recientes y ninguna de ellas era positiva.

Se quedó un momento, parada y mirando alrededor mientras el dolor del brazo se irradiaba. Miró por encima del hombro hacia la puerta y puso un hechizo de silencio…Entonces gritó. Gritó todo lo que le dio la garganta. No sólo de dolor, sino también por la frustración que la recorría entera y por el destino de mierda que se veía delante de ella. Quizás todo era más fácil si se rendía, si se acostaba a dormir y le entregaba todo a Morgana. Que hiciera lo que le diera la gana con esa isla de mierda…

Cerró los ojos y negó con la cabeza. No, no podía ser así de egoísta. No podía dejar a Ian, ni Aedan...Ni a los estúpidos Pendragon que la odiaban. Ya tenía la muerte de una a su espalda, no iba a cargar con seis más. Se quitó el jersey por encima de la cabeza y observó entonces la herida. Con razón le dolía tanto. Tensó los labios y miró sus baúles. Unos que no había organizado y que, en el fondo, no quería. Haría realidad el hecho de que debía quedarse ahí. Fue hasta el que reconoció como el de objetos y buscó en su kit de pociones, ese, que le había salvado el culo en la misión fracasada. A Ian y a ella. Suspiró brevemente. No podía pensar en él porque entonces sentiría de nuevo la necesidad de irse. Se sentó en el piso y localizó desinfectante y luego el díctamo, empezando a colocarse un par de gotas a lo bruto, soltando un siseo mientras la poción hacía efecto. Soltó un suspiro breve y se miró de nuevo el hombro, no sabía si había quedado bien o no pero le daba igual. Guardó las pociones y se incorporó para ir al baño a darse una ducha teniendo cuidado de no mover el brazo. Tenía que sacarse la sangre.

Eres sangre de mi sangre y huesos de mis huesos.
Te doy mi cuerpo para que los dos seamos uno.
Te doy mi espíritu hasta que termine nuestra vida.


El pensamiento vino tan raudo que la congeló en su sitio. Los votos. Frunció el ceño y los repitió nuevamente en su cabeza, ladeó levemente la propia y se preguntó a qué se refería Gwen con que había roto las promesas hechas al Sanguis Ligno. Si total, sus acuerdos habían sido en otros sitios y el uno hacia el otro. Estos votos… Se miró la mano donde había estado la herida.

Eres sangre de mi sangre y huesos de mis huesos.

¿Era eso lo que afectaba la canalización? ¿Por qué eran uno? ¿Lo que sentía era una parte de sí misma en Wthyr? ¿Una parte de su magia? ¿Era ese el hilo que los unía? ¿Del que había tirado? ¿Y por qué sólo lo había sentido en la isla? La siguiente frase estaba clara, era la descendencia. Su bonita y mágica yegua de cría. Sí, sí, esa parte la tenía aceptada. Pero lo del espíritu…

…Nuestra vida.

Parpadeó, entrando en pánico un momento. Pensando que su vinculación iba más allá…Pero…No, no podía tener ningún tipo de unión rara porque entonces Wthyr habría muerto con su primera esposa. ¿Y si al entregarle su espíritu también lo hacía al Sanguis? ¿Reconocería el Sanguis su alma? ¿O la de Morgana? Las dudas se acrecentaban cada vez más y mientras se metía en la ducha y el agua caliente removía la sangre que cubría su brazo, Catherine se encontró nuevamente perdida y sola.

“Y la mía en ti se está debilitando…”, la morena soltó un chasqueo de lengua cuando repasó las palabras de Wthyr -Como si hubieses tenido alguna para empezar- Rodó los ojos y salió de la ducha para envolverse en una toalla, secarse e ir a ponerse algún pijama propio, desechó los de invierno porque aparentemente los sirvientes habían mantenido la chimenea viva  y sospechaba algún hechizo para mantener la habitación caliente… ”he intentado acercarme a ti para que esto funcione”, hizo la mímica de Wthyr hablando con su tono de mierda -Pues ¿sabes qué? Que el sexo no es una forma de acercarse a las personas- Las respuestas le venían ahora cuando tenía la mente más clara.

“Saca fuerzas aunque no las tengas” … Miró la habitación un instante. El horrible cuadro que le pintaba -Ya te voy a decir de dónde voy a sacar fuerzas si voy a pasar mi maldita vida en este castillo de mierda- Incluso en pijama abrió la puerta de la habitación. Tenía una hora ¿No?Muy bien. La haría valer. Eliminó el hechizo de silencio y sintió el mordisco del frío pero se abrazó a sí misma -Necesito ayuda. Por favor, una docena de personas. Uno de ellos especializado en transformaciones- Expresó mirando a los guardias del final del pasillo, no sabía si era los que la habían visto la noche de bodas, pero tampoco le importaba. Unos minutos después llegaron las personas que buscaba y empezó a dar órdenes a diestro y siniestro empezando por el armario y terminando por la ropa de cama.  Cuando acabaron, todo donde había predominado el color rojo y tonalidades oscuro había cambiado. Los tonos claros hacían un juego precioso con algún que otro carmesí que habían logrado colar pero Catherine había sido particularmente tikismikis así que cuando el cuarto tuvo mucha más luz se sintió más tranquila. En algún momento, había venido un sanador y Catherine le había hecho dos mil preguntas sobre lo que pretendía hacer porque ya no confiaba en nadie. En ninguno. Apenas si confiaba en Wthyr. Sin embargo, dejo que le revisara el hombro vigilandolo y con sus lobos a su lado. Le molestaba soberanamente asi que le mandó reposo.

Finalmente,  allí donde había reinado una decoración demasiado retorcida para su gusto ahora había más formas suaves y menos recargadas. Todo era mucho más…cálido. Curioso para alguien que estaba acostumbrada a trabajar con la oscuridad. El hueco en el armario era amplio, pero, de momento, no sacó su ropa.  Alguien le preguntó por la cena, porque mientras daba órdenes, había terminado de comerse la bandeja anterior. Pocos segundos después se dio cuenta de que le estaban preguntando por la cena de Wthyr y se les quedó mirando con una ceja arqueada -Eh… Pues… Servirle en su…¿Salón privado?- Dijo -Ese…- Señaló el sitio al que habían entrado a redecorar hace unos minutos. Observó en el gesto que iban a preguntarle más cosas y sonrió de lado -Ya podéis retiraros. Muchas gracias- Movió la mano con suavidad señalando hacia la puerta y cuando estuvo sola, apreció la habitación y respiró profundamente. Se sentía más…liviana.

¿Y ahora qué? Miró hacia los baúles pero no tenía muchas ganas de sacar sus pertenencias. Además, ahora que estaba sola con sus pensamientos volvía a analizar todo lo que había pensado sobre los votos. Fue hasta otro de los baúles y sacó una caja de madera con runas alrededor de ella, tras eso se sentó en el medio de la habitación, en un espacio sin alfombra con sus lobos al lado de ella. Abrió la caja y sacó un carboncillo -Debería hacerme con un mapa de Avalon- Les dijo a los lobos, que aparentemente serían su única compañía y mientras empezaba a dibujar en el piso sonrió de lado -¿Sabes Morgana?... – Los símbolos iban dibujando el mapa mental que ella tenía de la isla y en el centro el Sanguis Ligno. El símbolo de poder de los Pendragon -Mientras más te acercas a la luz, mayor será tu sombra- Marcó varios símbolos más, pero eran símbolos extraños para cualquiera que los viera excepto para Catherine, para Maxwell y para los fallecidos Altaïr y Stavron Le Fay. Eran los símbolos de los mapas de ilusiones -Y me pregunto… ¿Le tienes miedo a la oscuridad? – Inquirió mientras marcaba su figura en forma de rombo -¿Eres consciente de que aquí soy más fuerte?- Volvió hacia su izquierda. Aquello era cierto, podía percibir la magia alrededor. Era una isla con una carga que le cosquilleaba debajo de la piel, llamándola, invitándola a recordar antiguos rituales, lenguas muertas, hechizos y maldiciones. Una melodía deliciosa.  -Pero lo sabes, preveías jugar con eso… - Ronroneó con una leve sonrisa y se acomodó de nuevo. No se detuvo demasiado en el cuadrado que representaba a Wthyr, dibujado en la sala de la mesa redonda -Ávalon te reconocerá… Pero este Ávalon no es el que tú conocías y a diferencia de ti, tras tanto vivido, una de mis habilidades es la resiliencia- Fue contándole con una extraña tranquilidad mientras marcaba el rombo dentro del cuadrado dentro del dibujo del Sanguis Ligno -Y yo, a diferencia de ti, estoy dentro de los Pendragon- Murmuró -Formo parte de esta isla-

Eres sangre de mi sangre y huesos de mis huesos.

-Soy una con Wthyr cuando canalizamos. Y ambos somos partes del Sanguis Ligno… Una unión mágica, sí, pero de sangre…- Era una idea que se le había quedado rondando al ver el deseo de Wthyr brillar en sus ojos. La oscuridad formó un pequeño zarcillo en el que Catherine se pinchó el dedo, la sangre brilló roja en sus dedos -Y si ambos nos potenciamos y podemos alimentarnos del otro…Técnicamente…- Catherine apoyó suavemente el dedo en el centro y cerró los ojos, en cuanto lo hizo susurró un par de palabras en latín y cuando las runas brillaron en un color dorado…Lo sintió.

Ahogó un gemido. No sólo sintió el vínculo con Wthyr, no…Iba más allá. Iba… Oh… Por todo Ávalon. Las raíces del Sanguis Ligno iban por toda la isla. Lo conocían todo, lo percibían todo. Era un guardián. Sí, un protector. Y una fuente de magia en una tierra próspera para ello. Catherine apretó los ojos con fuerza para volver al hilo más fuerte, el que la unía a Wthyr, pero también podía percibir a sus hermanos.  Pero se concentró en él y  lo hizo porque cualquier telépata conocía los peligros de una mente demasiado complicada. No, tenía que concentrarse en él. Ubicó su rostro en su cabeza.  Para variar, enojado.

Se preguntó… Qué tan enojado estaría si lo incomodaba.  ¿Podría comunicarse con él, sin usar telepatía? No…Parecía que no eran precisamente palabras lo que podía dedicarle. Pero… Tiró, del lazo, como una especie de saludo entre ellos. Su magia, enroscándose a través de ese hilo dorado que los unía, y reconociendo esa parte de él. Llamándolo.

Sonrió de lado y abrió los ojos -Supongo que eso no te lo esperabas-  

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Última edición por Catherine Le Fay el 20.06.21 15:14, editado 3 veces
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {10.06.21 20:02}

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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {20.06.21 6:01}

Había sido un mes de espera, de vagar por la isla, de entrenar por ahí y de convencer a Reiv que todo estaba bien y que ya faltaba poco para que terminara. Todos los días emprendía una nueva misión para convencerle de que ese día sí verían a Shyvanna. Y no es que le estuviera haciendo la vida imposible, sino que él había sido reticente a tardar mucho en Ávalon y se sentía responsable por todo el tiempo que pasó. Trataba de hacer el tiempo más digerible.

Aquel día, por fin los guardias requirieron de su presencia en una de las salas del castillo. Shyvanna tenía unos minutos libres, según decían, y se los dedicaría. Para ella, aquello era más importante de lo que quería admitir. Se esforzó en que su cabello quedara lindo ese día, pero obtuvo lo mismo que siempre, así que con pesar tuvo que esperar que ser ella misma fuera suficiente. En aquella sala, quería aparentar paciencia, pero de vez en cuando pasaba el peso de un pie al otro, se había comenzado a morder las uñas por primera vez en su vida y jugaba con su cabello sin parar. El corazón le iba a mil por hora y no podía evitarlo. Había visto tantos dragones afuera. Quería estar en ese lugar pero había arruinado sus posibilidades hiriendo de muerte a aquel dragón frente a tres de los hermanos Pendragón. Sentía que estaba frente al tribunal que decidiría su destino. Y si la suerte no estaba a su favor, simplemente... se desmoronaría. Observó a Reiv, tan tranquilo a comparación de ella y quiso ser él. Solo quería "paz" en su vida. Como en Ouroboros. Una vida aburrida. Podía con eso. Pero quizás él no.

Reiv. ¿Crees que me quieran... "aquí"? - Soltó la pregunta que tanto le había rondado, pero no pudo decir la palabra que realmente pensaba al final. No quería asustarlo justo en el momento de la verdad; él no hablaba bien bajo presión. Después de todo, ella había matado a su propia especie, le resultaba hasta lógico que la quisieran muerta. Siempre había creído que él se iría primero y ella sufriría; el pensar que podía ser al revés le dolía más de lo que podía soportar. Todo se le estaba acumulando en el pecho por haberlo reprimido tanto tiempo.- ¿Crees que me perdonen?
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {20.06.21 12:50}

Después de salir de la aburrida reunión se dirigió al castillo, mandó a llamar a sus invitados y se quedó observando la estúpida carta que le había escrito la estúpida de la bruja a SU hermano. Mientras se dirigía al salón la levantó para mirarla a contraluz y ver si podía leer algo.  Aún no tenía el valor de abrir la mensajeria privada de su hermano pero quería estar allí cuando la leyera. ¿Qué tenía que decirle esa mujer que ameritaba semejante carta? Agh. Se la guardó de nuevo dentro de la capa que llevaba  y cuando llegó al salón estaban los dos tortolitos. Recorrió con la mirada  a Juliet de arriba abajo y luego a Reiv.

-Ávalon os ha sentado bien- No iba a disculparse por tenerlos esperando un mes, como tampoco iba a reconocer que se le había olvidado.  Se paró delante de ellos y miró duramente a Juliet durante un largo en silencio, evaluándola -Mañana te espero en el entrenamiento. Necesito evaluar tus cualidades tanto físicas como sociales, tengo que ver cómo te acoplas a la Brigada si es que logras hacerlo- Indicó finalmente el porqué de su estadía allí, de su convocatoria.

-Pero antes que nada, irás y les dirás a todos tus futuros compañeros lo que hiciste en la misión. No toleramos las mentiras, Juliet. Y mi Brigada es mi familia. Así que tu presentación incluirá ese pequeño detalle- Ladeó suavemente la cabeza un momento. Le daba igual si pensaba que estaba siendo dura con ella. Tenía que serlo. Tenía que aprender que sólo tenía como responsabilidad acatar órdenes, el libre albedrío empezaba a acabársele. Volvió lentamente su mirada hacia Reiv y sus ojos brillaron levemente, interés por supuesto. Nuevas presas para su colección. Pero no le dijo nada.

Aún…

Volvió su vista entonces hacia Svart -Tú también, pequeño- Sonrió de lado y se acercó a él, recordando cómo había actuado cuando curó a Reiv. Ese moreno era clave para ambos dragones. Acercó su cara al morro de Svart y se acarició con él, como si se tratara de un gato. Un espontaneo de gesto de fraternidad. Tras eso, volvió sus ojos hacia Reiv -¿Has cabalgado un dragón alguna vez?- Inquirió y no pudo contener la sonrisita perversa que se dibujó en sus labios -Y no hablo del lecho, eso me queda claro- Acarició levemente a Svart y luego volvió hacia la parejita -Juliet tiene que aprender a atacar como dragón y necesitará un jinete. Asumo que preferirá que seas tú y…viceversa- Observó a Juliet  y cogió uno de sus mechones de pelo rojo y lo puso detrás de su oreja, recordando de pronto todos los detalles que le había dado Lake sobre sus encuentros con la especie y ahora que ella había descubierto un parte de sí misma...Deslizó el dedo por la mandíbula de Juliet y bajó por su cuello  y justo cuando iba hacia su escote la apartó -Yo soy más de compartir, en todos los aspectos...Pero - Miró a Reiv un momento, arqueando una ceja como preguntándole – Tenéis pinta de monógamos... En fin,  la batalla se acerca, haríais bien en entrenar juntos cuánto antes-
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {20.06.21 14:53}

Los días habían dado paso a semanas, y las semanas a un mes completo. Todo ese tiempo habíamos permanecido en Ávalon, a la espera de que Shyvanna Pendragon se dignase a aparecer. Al principio empecé a impacientarme por su falta de respeto, pero poco después fui encontrándole el gusto a eso de estar en Ávalon. Aproveché para recorrer la isla con Juliet, para volar con Svart, y para comunicarnos con otros dragones. Además, nadie nos molestó y la comida era bastante buena. Sólo esperaba que no fuese una especie de encerrona o que se olvidasen de nosotros definitivamente.

Fueron a buscarnos llegado el momento, guiándonos al castillo de los Pendragon de una vez por todas. Allí tendríamos una audiencia con Shyvanna, lo cual había puesto a Juliet de lo más nerviosa. Mientras esperábamos la cogí de las manos para que no se mordiese las uñas, girándola hacia mí para que me escuchase. - No va a pasar nada. Si quisieran recriminarte algo no se habrían olvidado durante un mes. Querrá hacerte otras propuestas. Supongo que sí te quieren aquí, esto parece dragonlandia. - bueno, literalmente lo era. Había una concentración de dragones que no había visto en ningún sitio. - Además, estás conmigo. - añadí, como si eso fuese garantía para su seguridad. No dejaría que le hiciesen nada en caso de que se les cruzasen los cables y quisieran hacerla pagar por el accidente del dragón de la Ciudadela Alpha. Suspiré por lo bajo cuando dijo lo del perdón, de eso ya no estaba tan seguro.

- ¿Para qué necesitas su perdón? no les debes nada... - callé en ese preciso instante porque entró alguien a la sala, así que solté a Juliet de una mano y me giré hacia Shyvanna. Sí, tenía razón en que Ávalon nos había sentado bien. Incluso habíamos conseguido ropajes nuevos de los que tenían allí.

- Gracias. Con razón estaba tan bien escondido este sitio. - respondí antes de poner cara rara cuando dijo eso de la Brigada y el entrenamiento de Juliet. Entonces la querían para eso...alistarse en sus filas. Miré de reojo a Juliet, preguntándome qué pensaría de ese trabajo. Eso no cuadraba mucho con los planes de viajar libremente, pero...dependía también de las condiciones que ofreciesen. - Y no mentirá. Dirá que fue a una misión a vida o muerte y que atacó a algo que no se veía en la cápsula en previsión de que pudiese matarla a ella o al resto de la misión. Sois guerreros...no deberían escandalizaros ese tipo de cosas. - no pude morderme la lengua, aunque fue tan rápido en hablar que enseguida pensé que hubiese sido mejor no haberme metido y dejarla hablar a ella.

Svart si que parecía tranquilo con Shyvanna, algo que podía ser buena señal. Por un momento pensé que yo tenía la mente sucia al interpretar mal lo de cabalgar dragones, pero su sonrisita y la aclaración posterior me quitó la duda. Ella sí que lo había preguntado con doble sentido. - Claro que sí. A ambas... - a ver si se creía que me iba a sacar los colores con eso. - Svart es joven aún, pero ya domina bien el vuelo de manera descendente y los aterrizajes. - en cuanto a Juliet...ella me había llevado varias veces, pero era más de volar libre. Necesitaba preguntar más.

- ¿Qué objetivo tiene esto? ¿Nos vas a ofrecer trabajo? ¿en qué andan los Pendragon ahora? -
me quedé a medias con las preguntas a ver su acercamiento a Jul, viendo el claro coqueteo con ella. Al parecer le daba igual una cosa que otra. - Pues yo soy más de acaparar...compartir no me va mucho. - alcé un hombro como quitándole importancia, pero desmarcándome de lo que ella decía. - No sabía que hubiese otra batalla.
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Castillo  - Página 3 Empty Re: Castillo {}

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