Torre de Alta Hechicería [cerca de Monte Aventino]

15-5SB= -5/150
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No estaba seguro de poder lograrlo, mantener el portal abierto, atravesarlo, y luego cerrarlo antes de que Apocalipsis me alcanzase. Porque perdía sangre a marchas forzadas y lo natural en un caso asi, era que el cuerpo dejase de responder. Eso al menos era lo que había pasado la ultima vez que me "morí".

Pero claro, entonces sabía lo que iba a pasar en el sentido de no correr auténtico peligro por ser una farsa, y era la primera vez que lo experimentaba. Ahora me concentré en la mente, esa parte de mi que seguia tremendamente activa, y lúcida. Porque las demás empezaban a negarse a responder.

Salí por el portal, sin ninguna clase de estilo a decir verdad, mas bien rodando como una croqueta que se ha caido del plato.  

"no te desmayes"

Me frené con un brazo, me incorporé clavando una rodilla en el suelo ignorando el dolor de los muchos huesos rotos,  y con la piedra firmemente sujeta, la levanté y apreté los dientes, cerrando el portal escasos dos segundos después de salir yo por  él.

Solo entonces, solo en ese momento cuando la conexion espacial con esa zona del mundo se cortó, dejé de sentir la presión asesina de la magia de esa criatura. Y pude respirar. Bueno, "respirar". La adrenalina pegó un bajón entonces de golpe. Me quedé de rodillas, sentado sobre mis piernas, y dejé caer el baculo de roble y la piedra a ambos lados de mi cuerpo. Más blanco que el papel en las zonas que no cubrían las quemaduras o la sangre, con una brecha que iba desde la frente al centro de la cara, la ropa quemada, al igual que parte de los brazos y piernas, donde se habia pegado la ropa.

"no...te...desmayes...  "

Me estaba forzando a mantener la consciencia, quizá como alguna clase de práctica o entrenamiento cruel para mi mismo. Tenía que dominar esta parte, ser capaz de responder en esa fase y continuar. Pese a saber que ahora mismo mi cuerpo no daba más de si, no podía ni moverlo por lo roto que estaba. Desvié un momento la mirada hacia la Torre, al menos me habia traido de vuelta a donde quería.

Sentía las costillas lacerandome por dentro y sabia que los pulmones estaban comprometidos. De hecho estaba casi seguro de que alguna sobresalía por fuera de la carne. Si seguía con los ojos abiertos y mirando al frente, luchando por pasar algo de aire, era sin duda por la magia del cofre...ya que las heridas, lo quieto que estaba y el charco de sangre que se formaba en cuestion de segundos a mi alrededor era más indicativo de un muerto que de un vivo.

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'Curación' :

Una vez sentado, con ayuda de Allen, divisé a Lyosha venir a paso vivo hacia nosotros y mi ceño se frunció un poco al ver sus ojos. Habia estado llorando? Estaba llorando? Mi cara de agotamiento mudó a una de disculpa silenciosa, sabiendo que era el causante de esas lagrimas. Fruncí los labios mas no me quejé por ese abrazo, dolía porque aun estaba algo hecho polvo pero saber que ella estaba bien lo compensaba.

- Lo siento. - le dije cuando se separó sujetandome de la cara para mirar a los ojos.

Cuando se separó de mi placajeó a Allen. Estuve a punto de decirle que no lo atacara, que habia sido leal en todo momento pese al peligro y que ademas me habia salvado la vida. Pero callé porque no fue necesario, al ver el beso de pelicula que le estampó, al cual el otro respondió.

Ninguno de los dos lo vio, porque estaban muy ocupados, pero sonreí breve y levemente, de lado, en aceptación. Y porque era raro ver a Lyosha asi, después de.... después de todo lo que habia pasado. Yo inevitablemente me acordé de Zaphira, y de lo que Lyosha me habia dicho a mi al respecto sobre ella, sobre nosotros.

A Belialt le cabreó aun más, sin duda, si ya estaba rugiendo de ira por Apocalipsis aquello que vimos le partio el corazon, o el no corazon....no se.

"Vamos, es solo el cuerpo de Diana, su alma te pertenece"

Cuando Allen terminó y me miró como pidiendo perdon o vete a saber, hice un gesto de restarle importancia. Entonces tras la ultima amenaza de Lyo hacia mi, apareció Matvey por un portal y Allen fue a atenderlo.

"Cierto, ha sido él quien abrió ese portal"

Traté de levantarme, aun estaba mareado asi que lo hice despacio pero era agradable volver a estar en control de mi cuerpo. Estiré un poco la espalda, aun me dolía cada terminacion nerviosa por culpa de la faz demoniaca...y eso no podia arreglarlo Allen con su magia. Observé al soul al que acababa de dar la bienvenida hacer su trabajo, pensando que quizá pronto tuvieramos un nuevo lider de hermandad.

- Lyo....reporte?

Un gruñido de satisfacción abandonó a la revenant cuando Allen le devolvió el beso de esa manera y además deslizó sus manos por ella para relajar sus músculos, un movimiento que hizo que todo su cuerpo abandonara parte del estrés que había acumulado estos días y dejó caer todo su peso en él.

Al incorporarse y ver a Khaled, supo que estaba no sólo hecho mierda como ella sino sentido por lo que le había hecho pasar. Pero Lyosha estaba eufórica, a su cruda manera, así que de momento no le cortó las manos a Allen por tomarse la libertad de dejarla en sus piernas. Aún así cuando soltó ese “valió la pena”, Lyosha se giró hacia él para mirarlo con el ceño fruncido e iba a soltarle un cachetón cuando escuchó esa especie de disculpa a Belialt.

Lyosha se crujió el cuello en un movimiento calculado y volvió a girarse hacia Khaled esperando ver los ojos de Belialt pero no, lo encontró a él. Pero todo pasó a otro plano cuando Matvey apareció, en su niebla de emoción por haber sobrevivido y tener a su hermano allí se había olvidado de su otro vínculo pero… Era…extraño.

La incertidumbre le dio vía abierta a Allen para girarla y cuando le soltó aquello de que no había terminado con ella, Lyosha lo miró con cara de …confusión. Aún no estaba segura de lo que estaba sintiendo pero sí sabía que tenía que agradecerle a otra persona. Empezó a incorporarse para ir con Matvey cuando Khaled se levantó y le pidió reporte. Eso la detuvo en el acto y la hizo girarse hacia él con los ojos entrecerrados -Mi hermano mayor ha estado desaparecido casi tres días, aparece medio muerto amenazando con llevarse al infierno a su nieto y a mí. Ese es tu reporte, Khaled, ve a descansar, maldita sea. Hoy me haces caso a mí-

Lyosha trotó hacia donde estaba Matvey y se arrodilló delante de él, ignorando el hecho de mancharse las rodillas de sangre. Al verlo al rostro supo lo cansado que estaba  y lo cruda que había sido la batalla donde sea que hubiesen ido. Con suavidad, le retiró el pelo de la cara hacia atrás y atrajo el rostro de Matvey hacia ella, no para besarlo sino para que lo viera. Su cuota de contacto físico extremadamente satisfactorio y sexual ya estaba copado por los próximos meses -Sé que tengo que darte las gracias- Le dijo en ruso y presionó el pulgar contra la barbilla del nigromante -Pero tengo muchas ganas de golpearte por hacerme sentir que te morías y me arrastrabas contigo- Cogió la manga de su camiseta y empezó a limpiarle la cara de los restos de sangre con el ceño fruncido, sin duda, algo que siendo Lyosha como era no estaba muy…visto, pero no dejaba de sentirse… extraña cuanto menos -No lo hagas de nuevo- Buscó su mirada con la propia -Por favor-

*Habla en ruso tol rato con Matvey


vamos a liarla

¿Estabilidad del sello? 1 fatal, 20 se mantiene

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'Dado (20)' :

-5-20= -25/150
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Por el momento, seguia siendo capaz de mantener los ojos abiertos, de ver que ocurría a mi alrededor, de pasar aire a los pulmones (aunque de modo doloroso) y no.... no quedarme apagado del todo. Solo podía confiar en que la magia del cofre estuviera funcionando adecuadamente en su escondite, y aprender del proceso.

Lo hacía. Sin duda lo hacía. El moreno de ojos verdes debía ser un soul reaper sanador, porque se acercó a mi e imponiendo sus manos, comenzó a curar aquellas heridas que por su desagradable aspecto, eran ciertamente incompatibles con la vida, y aun más con un estado de consciencia lúcido como el mío. Lúcido por la mirada, porque hablar, hablaba lo que se dice nada. Emití un gemido sordo cuando gracias a la magia, los huesos comenzaron a ponerse en su sitio, y los órganos internos dejaron de estar desgarrados. La herida de la cabeza también se cerró en parte.

Empecé a respirar con más fluidez, aunque aun tenía que sacar sangre de los pulmones y reponer toda la que habia perdido, de algun modo.

Cuando Allen terminó, ya era capaz de vocalizar algo, pero primero tosí, cubriendome la boca con el codo porque me estaban dando arcadas de tanta sangre que habia tragado. AL terminar, y cuando ya era un poco más persona, miré al sanador que me habia dado las gracias.

- Si...no hay de qué. Supongo. Estamos en paz.

Aquello me habia dejado agotado del todo. No solo la hostia, si no...aguantar despierto todo el proceso. Inspiré y solté el aire despacio, desvié la mirada a Khaled que ahora estaba de pie tan pancho después de haber liado tamaño problema con las Torres. Lyosha se metió en mi campo visual, siendo extremadamente....fisica para lo que me tenía acostumbrado. Sin duda la sensacion de que sus nexos con este mundo se debilitasen debían de haber permitido a parte de Diana filtrarse a través de ella. O quizá solo estaba genuinamente preocupada.

"nah, en ese caso nos habria empalado con las estacas"

Me hablaba en un perfecto ruso y le devolví la mirada de modo indescifrable, pues ni yo mismo sabía que estaba pensando en esos instantes.
- Iba a ser un encargo sencillo, según el joven Svensson. No esperaba...eso. - aparté la mirada de ella, e hice ademán de levantarme, pero lo dejé estar con una mueca de dolor.


- Necesito... .- necesitaba mandar un mensaje. Levanté el antebrazo, donde llevaba el comunicador pero....estaba medio roto por culpa de la hostia que me habian pegado. Maldije por el contratiempo, concentrandome para mandar un patronus que salio un poco triste y flojo, pero se fue con el mensaje que queria enviar al Consejo. Resoplé al acordarme de toda la faena que teniamos alli con los Pendragon, se me habia olvidado por unos felices y moribundos segundos. Todo eso mientras Lyo me amenazaba con que no volviese a hacer de nuevo aquello. - Tal como están las cosas va a ser complicado. - farfullé, mirando con hastío y desesperanza el comunicador roto. Tan roto como nuestro futuro.

Miré a Khaled, él los habia metido ahi asi que....
- Tengo algunas teorías pero....pueden esperar. - mis ojos se quedaron colgados en el nigromante mas tiempo del necesario, haciéndome muchas preguntas sobre lo que habia visto ahi en Giza. Ese precio...valía la pena? Tan irreversible era ese pacto?


"supongo que tendría sus motivos...."

- Me he enterado de lo del Coliseo. Iré con vosotros si aun no es tarde. Tengo más deberes que atender allí tambien.

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-25+93=68/150 SP

Sentir el peso del delicioso cuerpo de la peliblanca sobre mí hizo que mi estado alterado disminuyera a pesar del dolor corporal, era el momento de paz que tanto necesitaba pero suspiré cansado al ver su ceño fruncido, estaba recuperando el aire aún y no tenía aliento para explicarle que, si Belialt me mataba ahora, solo le pediría un beso más a la Soul e iría al infierno sin chistar. Cuando Khaled hizo ese gesto como diciendo que no me preocupara me pregunté si Belialt de verdad podría zafarse del control del nigromante o era algo que me había dicho para intimidarme. ¿Por qué antes Khaled no podía dominarlo y ahora parecía que si? Cosas de nigromantes seguramente. Luego de eso fuí hacia el misterioso sujeto para sanarlo al tiempo que observaba sus terribles heridas curarse de a poco. A ese no se le había salido el cerebro del cráneo por pura suerte. Lo sostuve de un brazo para que pueda agarrarse de algo mientras tosía y asentí cuando dijo que estábamos en paz, Lyosha se unió poco después para limpiarlo y hablarle pero no entendí una palabra.

Sabía que él hablaba el mismo idioma que yo porque antes lo había escuchado pero me mantuve en lo mío aunque paré la oreja cuando se puso a hablar en un idioma que sí entendía. -Yo también voy. Tengo cuerda para otro rato.- Al escuchar lo del Coliseo supuse que los Souls habían ido por la revancha. -Vuelvo enseguida.- Dije levantándome gruñendo por el dolor de heridas que todavía no habían sanado y volví junto a Khaled para que no se me escape, le puse las manos en los hombros y me concentré en dirigir la energía sanadora que burbujeaba bajo mi piel desde mis manos hacia él. -Otra cosa: mantén el fuego lejos de mí, por favor.- Le pedí mientras el anillo volvía a resplandecer en mi mano, había tenido suficiente con las quemaduras. -Cuando vuelva voy a chequear tu estado de salud.- Le indiqué e hice mi camino de vuelta deteniéndome junto a la Matriarca y el extraño para apoyar mis manos en los hombros del hombre y enviar más magia curativa hacia él.

Curación: 10 dado + 23 stat + 10 calavera + 40 Vilya = 83 (32 a Khaled y 51 a Matvey)
PS: 76

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'Curación' :

Rodé la mirada breve pero locuazmente cuando lyosha me dio ese reporte y luego se fue a hablar con matvey, conversación que por cierto entendí.

Tenía cierta razón en lo que decía, y de todos modos debía revisar a astaroth, puede que su vínculo estuviese comprometido.

Aún así algo me hizo fruncir el ceño. Tres días? Observé a Allen aprovechando su segunda curación, entrecerrando algo los ojos.

- tantos días? Juraría que nosotros hemos estado fuera solo.... Una hora o dos a lo sumo....

Parecía que la misión estaba ya en marcha y llegaba tarde. Era capaz de esperar...

-vigilaré a astaroth. Pero si me necesitáis, iré. Tendréis que avisarme con patronus o.... Otro tipo de mensajeros.

Ya que las conexiones mentales no funcionarían conmigo. Miré a matvey, si él iba a ir, podría ser mi nexo. El sabría de sobra enviar un mensajero.

Dicho esto, les deseé éxito, desapareciendo de allí para reaparecer en el interior de la Torre, donde buscaría a astaroth.

Lyosha observó a Matvey, sosteniéndole la mirada, y cuando soltó aquello del encargo sencillo; le sonrió abierta y genuinamente -Oh, Matvey… ¿Cuándo hemos hecho algo sencillo los Svensson?- Inquirió con rintintin, negando con la cabeza y de sólo pensar en esa frase de nuevo le entró un poco de risa que intentó controlar mientras lo limpiaba. Escuchó aquel “necesito” mientras miraba su antebrazo y Lyosha sinceramente no entendió qué quería -¿El qué?- El patronus salió un poco deslucido pero quiéne era ella para juzgar.

Acabó de limpiarlo y se alejó para mirarlo de nuevo -Yo lidio con lo complicado. Es mi día a día- Especificó como si aquello fuese una nimiedad total. Miró el aparatito que tanto odio parecía despertar en Matvey e hizo una mueca -¿Te molesta que se hayan roto tus joyas? Puedo reponerlas- Le dijo como si le pareciera impensable que un pedazo de metal fuera tan importante, pero los humanos tenían una manía para atarse a las cosas materiales…

Miró hacia Khaled cuando Matvey le respondió con cara de “ve a poner tu culo en una cama”, pero no continuó más sino que oyó que le hacía caso y asintió -Es probable que necesitamos portales. Hasta entonces, descansa- Repitió y se volvió a Matvey cuando mencionó que él también iba, lo miró de arriba a abajo con un gesto que dejaba entrever que no tenía ninguna pinta de que iba a servir de nada. Encima se sumó el otro y Lyosha la verdad estaba un poquito hasta los cojones de la gente suicida. Aún así se puso en pie y convocó su armadura, esta vez la verdadera, su hermosa y perfecta forma como matriarca de la hermandad de metal.

-Como queráis. No te quejes sin intento mantenerte con vida- Le espetó a Matvey poniendo los ojos en blanco antes de desaparecer de allí rumbo a las grutas.

El portal se abrió frente a las grandes escalinatas que daban a la Torre, en el Monte Aventino. Los souls fueron saliendo, asi como los presos que habian sido rescatados por ellos, bastante variados a decir verdad porque…algunos eran souls de Agripa, otros eran simples humanos, y luego estaban el enano, la anciana extraña, la androide que seguia a Lyosha y el mago de pelo blanco, de acento ruso. El caso es que me sonaba…ese no habia estado en Ouroboros?

Cuando salí, cerré el portal tras de mí, observando a mis dos acompañantes demoníacos. Entonces recibí un ajetreado pensamiento de Catherine, extremadamente…preocupada por Wthyr.

“Si, acabamos de aparecer con todos los presos y los Soul Reaper frente a su Torre. Todo ha salido bastante bien. Parece que no hay bajas”

-Que hace el imbécil de Wthyr ahora abajo cuando no hace falta ya? -farfullé para mi mismo, sin saber si Cath podría percibir esa linea de pensamiento. Jugando con su mente? Quien estaba con él? Parecía peligroso….

“Que se pudra. Se merece encontrarse con la horma de su zapato”

Fue mi primer pensamiento. Sin duda, era lo que pensaba. Sin embargo, Cath habia dicho “ no puedo…” dejarlo en sus manos. En primera persona. Si no hacian algo ellos lo haría ella. Sería tan impulsiva de arriesgar su vida y la de Aedan. Por un momento pensó….¿Y qué? A ella podría traerla de vuelta. A Aedan también.

“Detente”

Se lo dijo a sí mismo o se lo dijo a Cath?

“Voy a ver qué puedo hacer. Si está sufriendo algun tipo de ataque mental es mejor que mande a alguien que sea inmune a ello”

Se volvió hacia Valqar y el otro demonio, que se veía cada vez más debilitado. Estar tanto tiempo en este plano ya les estaba pasando factura a ambos…y no tardarían demasiado en tener que retornar. Pero antes les mandó una ultima mision.
-Tú ya conoces a Wthyr Pendragon. - le habló al primero, usando la lengua de los demonios, aquellas horribles palabras. - Está abajo, en el laberinto, o las prisiones donde hemos estado antes. Localiza su alma y sácalo de alli…vivo, a ser posible, empleando cualquier medio necesario. Ya entiendes a qué me refiero .Entrégamelo cuando lo hagas.

Los dos demonios se esfumaron, desapareciendo de mi vista. Yo me quedaría ahi, esperando…

Seguía sin creerme que hubiésemos conseguido escapar de aquellos calabozos, incluso después de cruzar aquel portal.   Ya había empezado a pensar que moriría en aquel agujero, que nadie vendría a rescatarme, así que cuando me vi fuera de peligro pude soltar por fin con un grito blasfemo en ruso toda la tensión acumulada tras todo el tiempo de encierro y la huida. Ya les daría las gracias cuando estuviese más entero.

Me aparté de todos para irme a un rincón en las escaleras, sentándome allí y apoyándome de lado en la pared para echarme en la herida de hachazo la dosis de díctamo que me había entregado la pelirroja de la Brigada antes de irse. Aquello dejó de sangrar casi enseguida, comenzando a curarse lentamente mientras humeaba la herida. Mientras tanto me quedé allí totalmente empanado y mirando al infinito sin saber cómo actuar a continuación. Pensé en enviar un mensaje a mi hermano, pero él ni siquiera sabía que yo había estado en peligro, así que tampoco lo necesitaría por el momento.

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PS: 100 - 20 SB= 80 (y frena sangrado porque Mérida le dio díctamo en el laberinto)

Atravesar el portal dejando supervivientes en esos guardianis le sabía a…derrota. Lyosha se detuvo en las escaleras observando a los Souls ir ingresando en la torre lentamente Aún sentía la adrenalina de la batalla recorriendo su cuerpo. Sabía que el golpe heriría más el ego que el grueso militar del Papa pero… Miró hacia el cielo, esperando que el barco de la Brigada volviera rápido, entonces podría tomarlo como un… No, la palabra no era éxito. Aquello era una batalla, no la guerra.

El peliblanco se separó del grupo y Lyosha lo miró un momento -Sube a la enfermería, eres bienvenido en la torre- Le dijo formalmente antes de volverse hacia donde estaba Matvey, sus dos demonios flanqueandolo. La peliblanca los miró con curiosidad pero también aprehensión, porque como a alguno de ellos le apeteciera llevársela… bueno…podría seguir batallando un largo rato. Volvió la vista hacia la androide - Y  tú puedes descansar también. Eres libre-

-¿Wthyr?- Inquirió y el apellido le hizo un poco de rintintin. Esa palabra no tenía traducción en la lengua de los demonios (?). Las demás no las pilló del todo pero tuvo una idea general cuando los espectros desaparecieron. La mirada azul de Lyosha se volvió hacia él con curiosidad -¿A dónde se han ido?- Preguntó antes de caminar un par de pasos hacia él -Entiendo que a quien buscabas no se encontraba en el Coliseo. Puedes contar con mi apoyo para su rescate. Supongo que ahora te debo más de una…- Dejó escapar el aire lentamente, levantando su arakh para observarlo. Debía limpiar la sangre -¿Estrenamos mi regalo?-

Flash3/4

El vuelo desde el Coliseo hasta el monte Aventino fue veloz, aprovechando que el cuerpo del poseído todavía tenía la sangre suficiente como para moverse así. El demonio comenzó a descender en círculos sobre la explanada de la torre, en la que el grupo del nigromante comenzaba a dispersarse. Finalmente aterrizó, batiendo las alas antes de posarse en el suelo de manera pesada. Los ojos del Pendragon se habían tornado negros por completo, sin expresión alguna. Hizo una reverencia ante el nigromante, inclinando la cabeza.

- Lo he traído, por los medios que fuese, tal y como me dijiste. - en realidad no había agotado todas las vías para traerlo, pero eso no tenía por qué saberlo su invocador. Notó la furia del huésped por el lugar al que le había traído, y por la reverencia solemne que había hecho, pero la ira de aquel mortal no le importaba lo más mínimo, ni podía hacer nada por evitar que utilizasen su cuerpo. Era como un parásito sin importancia.

- Dicta las órdenes, Rasputín. Dime si permaneceré en este cuerpo o si hay algún otro propósito.-


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PS: 100 -20 SB= 80

Seguí ahi, quieto, esperando. Sabía que si algo le pasaba a Wthyr, me enteraría mediante Catherine, fuese una cosa u otra... Si había tensión en mi espera, era imposible de decir.

Lyosha no tardó en acercarse a mi. La mujer, despierta como siempre, habia entendido algo en todo ese enjambre de palabras que le habia dedicado alos demonios.

- Wthyr Pendragon. Si.

"¿Está poseido, verdad?... Hacia dónde va? Hacia ti?"

- Recuerdas la conversacion que tuvimos hace un tiempo en mi sótano? Han ido a traerme ese problema  con el que te dije que quería acabar. - hablé con gran tranquilidad, que pasaría si lo mataba alli mismo? Nada, seria absurdo. Para eso lo habria  dejado morir en el sitio aquel. Wthyr era peligroso pero asi, ahora, podría ser mas util vivo que muerto...

- En fin, que le he salvado la vida. - finalicé, mirando a Lyosha, al tiempo que el pensamiento de Cath llegaba a mi cabeza. - Solo que no como a todo el mundo le gustaría, claro.

"Veo que ha funcionado. Ahora es inmune a cualquier tipo de control mental, truco, ilusión o tortura...sí, hacia el Monte Aventino. Nos vemos aquí"

- Gracias, Lyosha, por ofreceros de nuevo a ayudar. ¿Cuánto más tiempo vamos a seguir tú y yo con eso de seguir en deuda el uno con el otro? - le dije mirandola de reojo, esperaba la llegada de Wthyr de un momento a otro debido a las palabras de Catherine.  - Porque no me disgusta.

El vodka, cierto. Iba a responderle que sí, pero entonces apareció aquella mancha en el cielo y vi descender a Wthyr a tierra con...aquellas alas. Sabía que la faz demoniaca de Valqar proporcionaba alas de sombras, porque lo habia estudiado a fondo, pero aquellas no eran de sombras, no exclusivamente. De dragon?

- Me encantaría brindar contigo por este trofeo que tengo delante. Pero no puedo desentenderme de él aun... - le respondí a la peliblanca sin apartar mirada de Wthyr. Seguro que ella lo entendía.

- Hay más ordenes, Valqar. Todavía queda trabajo por hacer aquí. No es exactamente lo que te dije que sería, pero creo que el cuerpo de un.... "rey"...no está tampoco mal. - sí, dije rey con cierto desprecio. Sabía que la consciencia de Wthyr seguia por ahi. - Perfil bajo, Valqar. Catherine lo sabe, es mentalista y le has echado de su cabeza al entrar tu.

Pensaba en las posibilidades, en que podia hacer. Hacerle firmar el tratado. Hacerle usar sus poderes sobre las almas para entrar en el Sanguis y acabar con él. Revocar sus poderes sobre los dragones....hacerle decirles a todos sus vasallos y familiares que se olvidaran de Ouroboros para siempre. Y luego dejarlo morir accidentalmente...

Al escuchar aquello de la conversación y su "problema", Lyosha alzó suavemente una ceja y estudió lo que aquellas palabras podrían llegar a significar. Alzó el arakh de nuevo y pensó que sería tan interesante conocer aquel problema y atravesarlo de largo a largo -Entiendo- Musitó asintiendo.

-¿Vas a solventarlo ahora?- Preguntó pero lo siguiente hizo que frunciera el ceño. ¿Salvarle la vida? -¿Por y para qué?- Pero mientras hacía aquella pregunta algunas de las frases dichas a aquellos demonios cobraban algo de sentido, como si los huecos que no llegaba a traducir se hubiesen rellenado con el contexto. Ladeó la cabeza para estudiar a Matvey desde otra perspectiva que hasta el momento no había visto en él. Una más retorcida, evidentemente. Más a lo que ella estaba acostumbrada a ver en un nigromante.

La peliblanca alzó un hombro con desinterés como respuesta a su pregunta -Estoy en un cuerpo inmortal y tú… - Guardó silencio un momento y entrecerró los ojos. Él debería haber estado muerto al cruzar aquel portal. Sus heridas y sangrado eran suficientes para hacer perecer a cualquiera -Eres un enigma- Añadió antes de sonreír levemente por eso de que no le disgustaba -Ni a mí. Pero el destino es impredecible, Matvey. Y no tiene por costumbre hacer feliz a las personas. No te acostumbres-  vaya si lo sabía ella.

Finalmente el Pendragon apareció volando hasta ellos y la revenant lo observó de arriba a abajo, soltando una risita pérfida al ver sus ojos cubiertos de negro -Ah, Rasputin. No esperaba menos- Mencionó al ver que el hombre estaba total y absolutamente poseído -Abriré la botella. Si me la termino, tú te lo pierdes- Dijo sin apartar la mirada de Wthyr, antes de dar media vuelta e ingresar a la torre dejándolos a ellos con sus cosas y ella fue a buscar el alcohol que tanto necesitaba… luego haría un recuento de la misión. De camino ordenó que le avisaran cuando el barco de la Brigada llegará. Si lo veían…

Dirigió el grifo hacia la torre observando desde lejos las alas de Wthyr sin comprender de dónde habían salido. O quizás sí y lo que no podía era digerir la sorpresa. La presión en su vientre se notó de nuevo mientras volaba y apretó las muelas. Tenía que descansar… lo sabía, pero aquello le tomaría sólo un momento.

Aterrizó con el grifo porque, la verdad estaba agotada para crear otro portal, y descendió con muy poca gracia aunque el grifo se hubiese inclinado para ayudarla. Fijo la vista en Wthyr y observó sus ojos que no eran más que la confirmación a su sospecha. Cerró los ojos, soltando un cansado suspiro, antes de ir caminando hacia Matvey. Quería revisarlo, quería saber si se encontraba bien pero se negaba a acercarse a él con sus bebés. No, no sabía que demonio estaba poseyendolo y quizás estaba bajo el control de Matvey pero … la frase que le había dicho cuando estuvo embarazada de Aedan seguía penetrando su mente: Hay cosas que buscan cualquier resquicio de vida a la que aferrarse.

Dirigió sus ojos a Matvey y reconoció en él, un profundo cansancio quizás tanto como el de ella. Se apartó el pelo desordenado de la cara y se paró delante de él en silencio. Esos tres días habían sido quizás los más intensos de su vida. En el primero, la batalla en Ouroboros que había dejado su seguridad por el piso. El segundo la reunión en el Consejo donde la habían tratado como una traidora y luego el ataque de los vikingos. Y ahora… ahora se daba cuenta de que no las tenía todas consigo, que en la situación en la que estaba ni siquiera podía ayudar del todo a Giordano. Es más, no pudo ni ayudar a Wthyr.

Se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas pero no podía dejarse ver por un demonio en ese estado. Ellos se alimentaban de la debilidad y desgracia de los demás. No sabía a qué casa pertenecía pero lo que sí sabía es que una ilusión no serviría de nada. Apretó las manos contra su vientre, con un gesto de molestia, cuando otra contracción la atacó pero eso hizo que se aclarara su mente y sorbiera por la nariz. Se inclinó hacia adelante para rodear a Matvey con los brazos y apoyar su cabeza en el centro de su pecho.

"Estaba aterrorizada… pensé que el Papa estaba allí y lo estaba torturando… y él… bajó porque no quería que yo siguiera agotandome al tener el portal abierto de la arena…"

Lo apretó un poco más y trató de seguir manteniendo las lágrimas a raya aunque cada vez era más difícil.

"Me acordé de Ian… de cómo cuando me ayudó lo secuestraron y lo … lo torturaron. Este hombre, ese Papa, es un… es un…"

Se le escapaban las palabras porque todo lo que quería decir era un sin fin de cosas altisonantes que, pese a que Cath no era la elegancia en sí misma, si que tenía cierta educación.

"Tenía miedo… de que lo mataran. Tengo miedo de que Gio tenga un anillo y… no pueda detener esa maldición o que Wthyr no pueda purificar su sangre. Y no puedo hacer nada, no de…"

Otro momento de tensión en su vientre hizo que rompiera el abrazo e inspirara profundo, llevándose las manos allí y haciendo una mueca de incomodidad. Si, tenía que descansar como había dicho Lykaios.

-Ah… por Morgana…- Respiro lentamente y luego miro a Matvey - ¿Te ayudo? ¿A exorcizarlo? ¿Quién es?-

Off:
¿Se controla? : Éxito: si se controla

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

- Ah...siempre hay más órdenes. - respondió con una voz que parecía de ultratumba, ladeando la cabeza. Esperaba haber sido llamado para propósitos interesantes, no sólo para hacer un rescate. Podía notar en su interior la furia del poseído ante las palabras  del nigromante, pero ese sentimiento sólo le hacía afianzar más su poder sobre Wthyr.  - Es irrelevante que lo sepa. De nada servirá que se oponga, ni nos interesa lo que opine. -   el demonio clavó la mirada en Lyosha cuando dijo que se retiraba, pero no dijo nada de ella hasta que estuvo a solas con Matvey. Había reconocido ese cuerpo.  - Poseer el cuerpo de una alada sería toda una proeza. - quería tentarlo, y también quería disponer del cuerpo que mejor le viniese. Tuvo que ordenar al mago que poseía que usase su magia de sangre para frenar los sangrados, pues el cuerpo se estaba debilitando conforme hablaban. Después de aquello no siguió la conversación, ya que llegó la mujer de la  que Matvey había avisado.

Se giró hacia ella para observarla impertérrito, sin variar la expresión lo más mínimo. La mente del Pendragon se agitó ante la presencia de Catherine, especialmente cuando la vio hacer aquel gesto de dolor. - Puedo acabar con su vida y su sufrimiento si lo deseas...es la misión de los Verdugos.- susurró en una especie de diálogo interno con Wthyr, buscando provocar más desesperación en él con esa verdad. - Ella morirá igualmente. - añadió de manera lúgubre mientras la joven abrazaba al nigromante, escena que le resultó indiferente al demonio. Comenzó a avanzar hacia ellos lentamente, con las sombras de las alas ondeando a su paso.

- Dame un objetivo o comenzaré a buscarlos yo mismo.

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PS: 80 -20SB= 60 (frena sangrado porque le ordena a Wthyr que use magia de sangre)