Despertarse con los besos de Sofía por su cuerpo le había puesto de buen humor, muy buen humor a decir verdad. Todo su cuerpo respondía a la cercanía y al aroma de la mujer, como si la noche anterior no hubiese sido suficiente. Hoy tenía la mañana libre, entraba a trabajar en la tarde según el cuadrante que había organizado Fred así que estiró un brazo para atrapar a su futura esposa por la cintura y atraerla hacia él. Un gruñido bajo, casi perezoso, se abrió paso a través de su garganta. Sentía la tersura de la piel de la pelirroja contra él y su calor, haciéndole muy difícil la idea de salir de la cama.
-Hoy es día de negocios- Murmuró con los ojos aún cerrados, dejándose besar por Sofía todo lo que quisiera -Propongo quedarnos en la cama hasta satisfacer plenamente nuestros deseos- Eso de que iba a ser uno de esos días que no acababan nunca no le hacía mucha gracia, casi como si estuviera llamando a una batalla o alguna cosa así que con el propósito de alejar esos pensamientos la atrajo más hacia él y hundió la cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. Sus dientes encontraron la piel suave de la Descendiente y mordieron con suavidad -Podría desayunarte, sabes? - Se río, bajo, antes de buscar el rostro de ella y mirarla a los ojos, subió una mano hasta su mejilla, acariciándola aunque sabía que sus propios dedos eran rústicos y callosos para la suavidad de su piel. Su pulgar pasó a través de su labio inferior como pensando en 10 mil cosas pecaminosas que le haría nada más empezar la mañana, sus ojos siguieron el trazo antes de verla a ella un momento -¿Qué tienes planeado en tu agenda?-
-Hoy es día de negocios- Murmuró con los ojos aún cerrados, dejándose besar por Sofía todo lo que quisiera -Propongo quedarnos en la cama hasta satisfacer plenamente nuestros deseos- Eso de que iba a ser uno de esos días que no acababan nunca no le hacía mucha gracia, casi como si estuviera llamando a una batalla o alguna cosa así que con el propósito de alejar esos pensamientos la atrajo más hacia él y hundió la cabeza en el hueco entre su cuello y su hombro. Sus dientes encontraron la piel suave de la Descendiente y mordieron con suavidad -Podría desayunarte, sabes? - Se río, bajo, antes de buscar el rostro de ella y mirarla a los ojos, subió una mano hasta su mejilla, acariciándola aunque sabía que sus propios dedos eran rústicos y callosos para la suavidad de su piel. Su pulgar pasó a través de su labio inferior como pensando en 10 mil cosas pecaminosas que le haría nada más empezar la mañana, sus ojos siguieron el trazo antes de verla a ella un momento -¿Qué tienes planeado en tu agenda?-
Recibió al moreno en el presente con una bella sonrisa llena de felicidad, dedicándose un instante a contemplar la belleza de su rostro a primera hora de la mañana. Sus primeras palabras le sacaron una sonrisa extrañada.- ¿Día de negocios? - ¿Habían acordado algo la noche anterior que no recordaba? Después del baño se le habían apagado todos los pensamientos, si era sincera. Vagamente recordaba alguna negociación que habían dejado pendiente durante la fiesta, pero supo bien que no se trataba de eso cuando el contrario usó las palabras "satisfacer", "cama" y "deseos" en la misma oración. Rio suavemente antes de volver a estirarse y dejarle un suave beso en los labios, dejando que la acomodara junto a él a placer mientras buscaba su propio confort.- Su propuesta será revisada, le informaremos en algunas horas.- Bromeó, volviendo a besar su mejilla y a acariciarle el pecho con ternura.
La ligera mordida del contrario le sacó una sonrisa, mordiendo a la vez su oreja mientras pensaba en el desayuno.- Hmmmm, yo podría desayunar fruta, tortitas con mermelada de frutos rojos, algo de jugo... huevos, si, con tocino o jamón, un pain au chocolat calientito... y un café de leche muy muy cargado.- Quizás lo que más deseaba era el café y era lo que menos debía tocar. No tenía exactamente hambre, pero el antojo era bastante extremo en ese momento. Cuando dejó de pensar en sus necesidades, pudo ver por fin por primera vez los ojos del contrario, en aquel tono tan profundamente hermoso que adoraba. Amanecer juntos le resultaba romántico y adorable a niveles insospechados.- Hoy solo debo supervisar unas tantas pociones más tarde. Supuse que mis alumnos tomarían el día, así que no cargué la agenda. Las dejé ayer concentrándose y deberían estar listas esta noche o mañana si hizo demasiado frío anoche. Buscaré el piano para Arleen y si todo está listo, me pasaré por el hospital. ¿Qué hay de ti?
La ligera mordida del contrario le sacó una sonrisa, mordiendo a la vez su oreja mientras pensaba en el desayuno.- Hmmmm, yo podría desayunar fruta, tortitas con mermelada de frutos rojos, algo de jugo... huevos, si, con tocino o jamón, un pain au chocolat calientito... y un café de leche muy muy cargado.- Quizás lo que más deseaba era el café y era lo que menos debía tocar. No tenía exactamente hambre, pero el antojo era bastante extremo en ese momento. Cuando dejó de pensar en sus necesidades, pudo ver por fin por primera vez los ojos del contrario, en aquel tono tan profundamente hermoso que adoraba. Amanecer juntos le resultaba romántico y adorable a niveles insospechados.- Hoy solo debo supervisar unas tantas pociones más tarde. Supuse que mis alumnos tomarían el día, así que no cargué la agenda. Las dejé ayer concentrándose y deberían estar listas esta noche o mañana si hizo demasiado frío anoche. Buscaré el piano para Arleen y si todo está listo, me pasaré por el hospital. ¿Qué hay de ti?
Soltó un “umjum” bajo cuando preguntó lo del día de negocios -Yo propongo y tu aceptas- Dijo, escondiendo la sonrisa de pillo que se dibujó en sus labios -Te prometo que ninguno de los dos pierde- Le soltó con un tono que dejaba en profunda evidencia todo lo que estaba pasando por su mente mientras la oía reírse, aquello le hizo sonreír mientras volvía a acariciar su piel bajo sus dedos. Fue momento para él de reír cuando le soltó aquello de “su propuesta será revisada” y entonó una canción de espera por pura inercia -Si pasan más de 10 minutos diré que fue todo aprobado por silencio administrativo- Murmuró sintiendo sus labios en su mejilla.
Le sorprendió que, de pronto, empezara a enumerar cosas para el desayuno. Algo quizás demasiado primitivo en él se despertó y espabiló, sacándolo del sopor del amanecer para observarla. Sobre todo, cuando pidió el café. Frunció el ceño -¿Café? ¿No prefieres un… eh.. té o infusión? Alguna cosa tengo…Arleen bebía de eso- Dijo “eso” como si fuera una cosa extraña. Se incorporó un poco. Sentándose ya para poner el cuerpo en movimiento mientras se preguntaba cuántas de esas cosas tenía -Un pain au de qué?- Inquirió pensando que, aunque sonaba francés, quizás era algo griego y no se estaba enterando.
Asintió suavemente a todo lo que Sofía le estaba diciendo mientras le ponía un par de mechones detrás de la oreja -Entro en la tarde, tengo que ir organizando los grupos para la misión abajo. Fred se va a encargar de los juicios de los humanos y están las deportaciones, pero primero quiero supervisar cada una de ellas y las zonas donde l…- Un patronus que no tardó en reconocer hizo que se le escapara un suspiro -Amaya- Estaba despierta. Si tenía los cojones de mandarle un patronus…¡Con órdenes! ¡Con ÓRDENES! Ladró una risa, pensando que SAM no había destruido el espíritu de la general. Aún así… Estiró los brazos hacia Sofía, atrayéndola hacia sí mismo y besándola con cierta emoción. Estaba viva y dando órdenes. Una de dos mujeres en su familia habían vuelto a su espíritu. Cuando se separó de Sofía -Primero que nada, desayunar- Dijo, no iba a desatender a su futura esposa por ir corriendo a ver a su prima. Le respondió el patronus y luego se incorporó de la cama, trayendo consigo a Sofía por supuesto, para dejarla en el baño y que hiciera sus cosas. Él aprovechó y se cepilló los dientes rápido antes de bajar a hacer el desayuno, pillando la primera camiseta que vio, no sin antes dejarle una nalgada a Sofía, por supuesto.
Abajo tenía gran parte de las cosas que había pedido y el aroma a café empezó a inundar el piso inferior mientras le mandaba un patronus a sus hermanos informándole de que Amaya estaba despierta, y otro a sus sobrinos para que fueran a verla. A Fred en particular le avisó de lo de Darren para que empezara a investigar.
Le sorprendió que, de pronto, empezara a enumerar cosas para el desayuno. Algo quizás demasiado primitivo en él se despertó y espabiló, sacándolo del sopor del amanecer para observarla. Sobre todo, cuando pidió el café. Frunció el ceño -¿Café? ¿No prefieres un… eh.. té o infusión? Alguna cosa tengo…Arleen bebía de eso- Dijo “eso” como si fuera una cosa extraña. Se incorporó un poco. Sentándose ya para poner el cuerpo en movimiento mientras se preguntaba cuántas de esas cosas tenía -Un pain au de qué?- Inquirió pensando que, aunque sonaba francés, quizás era algo griego y no se estaba enterando.
Asintió suavemente a todo lo que Sofía le estaba diciendo mientras le ponía un par de mechones detrás de la oreja -Entro en la tarde, tengo que ir organizando los grupos para la misión abajo. Fred se va a encargar de los juicios de los humanos y están las deportaciones, pero primero quiero supervisar cada una de ellas y las zonas donde l…- Un patronus que no tardó en reconocer hizo que se le escapara un suspiro -Amaya- Estaba despierta. Si tenía los cojones de mandarle un patronus…¡Con órdenes! ¡Con ÓRDENES! Ladró una risa, pensando que SAM no había destruido el espíritu de la general. Aún así… Estiró los brazos hacia Sofía, atrayéndola hacia sí mismo y besándola con cierta emoción. Estaba viva y dando órdenes. Una de dos mujeres en su familia habían vuelto a su espíritu. Cuando se separó de Sofía -Primero que nada, desayunar- Dijo, no iba a desatender a su futura esposa por ir corriendo a ver a su prima. Le respondió el patronus y luego se incorporó de la cama, trayendo consigo a Sofía por supuesto, para dejarla en el baño y que hiciera sus cosas. Él aprovechó y se cepilló los dientes rápido antes de bajar a hacer el desayuno, pillando la primera camiseta que vio, no sin antes dejarle una nalgada a Sofía, por supuesto.
Abajo tenía gran parte de las cosas que había pedido y el aroma a café empezó a inundar el piso inferior mientras le mandaba un patronus a sus hermanos informándole de que Amaya estaba despierta, y otro a sus sobrinos para que fueran a verla. A Fred en particular le avisó de lo de Darren para que empezara a investigar.
Qué difícil. Se nota que eres un vendedor con experiencia.- Bromeó, porque poniéndolo así y con aquella sonrisa irresistible, no podía mirar a otro lado ni pensar en otra cosa. Con una sonrisa divertida, terminó dejándole un beso al moreno por seguir su juego. No se había dado cuenta cuando, pero en cierta manera ya eran confidentes, y eso le agradaba.- Oh, eso puede servir en el ejército, pero en el Consejo nos tomamos nuestro tiempo.- Sonrió antes de dejarle en los labios un suave beso que terminó antes de poder saciar sus propios deseos.
No, no, no, quiero un café, necesito un café con locura.- Sentenció resignada con el rostro en un puchero a sabiendas que no era la mejor bebida en su estado. Por lo general, era algo que no consumía, pero si sus ganas eran tan fuertes era porque sería una dificultad durante todo el embarazo.- Pain au chocolat. Es un pan de hojaldre delicioso con chocolate dentro, caliente, suave, delicioso, delicioso, delicioso.- Cerró los ojos porque la boca se le hizo agua mientras pensaba y describía aquel manjar. Desde su posición, le gustó ver al moreno ponerse en acción, espabilándose como una mañana cualquiera. Le gustó que el contrario le acariciara el cabello, esta vez siendo ella quien ponía atención. Frunció el ceño de manera absoluta cuando escuchó la palabra "deportación" y se incorporó de golpe hasta sentarse.- ¿Cómo que deportaciones?- Preguntó, y estaba por replicar, pero entonces llegó el patronus de Amaya. Entendió en ese momento que él lo que hacía era seguir órdenes y que si quería anularlas, lo que tenía que hacer era irse directo a la fuente, por lo que no replicó más. De verlo tan emocionado y feliz, le respondió el abrazo y se contagió. El día anterior había estado apagado por Amaya y ahora estaba feliz, y lo adoraba.- A desayunar pues.- Le respondió, dejando el mal trago atrás para después. Dejó entonces que la dirigiera al baño y esperó su turno para utilizar el lavamanos mientras lo veía tan lleno de energía de un instante a otro.
Después de la nalgada, se quejó sonoramente por el ultraje, pero el moreno iba tan campante hacia la cocina que ya no hubo ocasión de replicarle. Frente al espejo, se peinó el cabello con los dedos. Definitivamente necesitaba sus cosas en ese lugar, pero cada vez que entraba parecía que sería la última y que no era algo que valiera la pena. Al final y por toda la actividad del día anterior, sus suaves ondas parecían rizos más salvajes, pero debía admitir que el look le gustaba, le sentaba bien. Encontró su ropa interior, pero estaba bastante mojada junto al desastre general que era el baño. Terminó por recogerlas y dejárselas al moreno en el cesto de la ropa sucia por venganza. Por no correrse con ella la primera vez. Luego se dirigió a su armario. Tras analizar sus opciones un rato, se colocó una camisa blanca sencilla, que le quedaba larga para blusa, pero bastante corta para ser un vestido, cubriendo poco más que sus muslos. Se colocó el cinturón verde que la noche anterior había usado para su vestido y... a decir verdad, no se veía tan mal. Terminó por ponerse sus tacones altos, el collar y los colgantes de esmeralda y se aprobó en el espejo antes de bajar las escaleras.
Soltó un suspiro una vez abajo, porque tenía hambre y el olor de la comida la hacía flotar en una nube. Dio un par de vueltas mientras llegaba a la cocina, sonriéndole ampliamente ante la visión de comida. Se recargó en la encimera para verlo.- Y quiero un sandwich con jamón y queso, y un muffin de moras azules y muero por unas de esas galletas de churro que venden en el Mercado antes de mi cumpleaños, y quiero chocolate caliente, y quiero un coulant y te quiero a ti.- Remató, caminando hasta él para dejarle, nuevamente, un beso en la mejilla antes de abrazarse a su espalda por unos segundos y alejarse rápidamente hasta sentarse en la mesa y comenzar a bostezar y estirarse nuevamente.
No, no, no, quiero un café, necesito un café con locura.- Sentenció resignada con el rostro en un puchero a sabiendas que no era la mejor bebida en su estado. Por lo general, era algo que no consumía, pero si sus ganas eran tan fuertes era porque sería una dificultad durante todo el embarazo.- Pain au chocolat. Es un pan de hojaldre delicioso con chocolate dentro, caliente, suave, delicioso, delicioso, delicioso.- Cerró los ojos porque la boca se le hizo agua mientras pensaba y describía aquel manjar. Desde su posición, le gustó ver al moreno ponerse en acción, espabilándose como una mañana cualquiera. Le gustó que el contrario le acariciara el cabello, esta vez siendo ella quien ponía atención. Frunció el ceño de manera absoluta cuando escuchó la palabra "deportación" y se incorporó de golpe hasta sentarse.- ¿Cómo que deportaciones?- Preguntó, y estaba por replicar, pero entonces llegó el patronus de Amaya. Entendió en ese momento que él lo que hacía era seguir órdenes y que si quería anularlas, lo que tenía que hacer era irse directo a la fuente, por lo que no replicó más. De verlo tan emocionado y feliz, le respondió el abrazo y se contagió. El día anterior había estado apagado por Amaya y ahora estaba feliz, y lo adoraba.- A desayunar pues.- Le respondió, dejando el mal trago atrás para después. Dejó entonces que la dirigiera al baño y esperó su turno para utilizar el lavamanos mientras lo veía tan lleno de energía de un instante a otro.
Después de la nalgada, se quejó sonoramente por el ultraje, pero el moreno iba tan campante hacia la cocina que ya no hubo ocasión de replicarle. Frente al espejo, se peinó el cabello con los dedos. Definitivamente necesitaba sus cosas en ese lugar, pero cada vez que entraba parecía que sería la última y que no era algo que valiera la pena. Al final y por toda la actividad del día anterior, sus suaves ondas parecían rizos más salvajes, pero debía admitir que el look le gustaba, le sentaba bien. Encontró su ropa interior, pero estaba bastante mojada junto al desastre general que era el baño. Terminó por recogerlas y dejárselas al moreno en el cesto de la ropa sucia por venganza. Por no correrse con ella la primera vez. Luego se dirigió a su armario. Tras analizar sus opciones un rato, se colocó una camisa blanca sencilla, que le quedaba larga para blusa, pero bastante corta para ser un vestido, cubriendo poco más que sus muslos. Se colocó el cinturón verde que la noche anterior había usado para su vestido y... a decir verdad, no se veía tan mal. Terminó por ponerse sus tacones altos, el collar y los colgantes de esmeralda y se aprobó en el espejo antes de bajar las escaleras.
Soltó un suspiro una vez abajo, porque tenía hambre y el olor de la comida la hacía flotar en una nube. Dio un par de vueltas mientras llegaba a la cocina, sonriéndole ampliamente ante la visión de comida. Se recargó en la encimera para verlo.- Y quiero un sandwich con jamón y queso, y un muffin de moras azules y muero por unas de esas galletas de churro que venden en el Mercado antes de mi cumpleaños, y quiero chocolate caliente, y quiero un coulant y te quiero a ti.- Remató, caminando hasta él para dejarle, nuevamente, un beso en la mejilla antes de abrazarse a su espalda por unos segundos y alejarse rápidamente hasta sentarse en la mesa y comenzar a bostezar y estirarse nuevamente.
Sonrío aquella referencia sobre los diferentes tiempos en los organismos en los que trabajaban pero no respondió. Silencio administrativo. Le sorprendió gratamente la entrega total a beber café, era lo que a él le gustaba. Quizás tenía algún antojo y si ella quería café, Vishous le iba a dar café. Algo quizá primitivo en él despertó con el deseo de servirla, de saciarla, así no fuera en la cama. Pero lo del hojaldre…Eso le quedaba grande no, grandísimo… Tendría que pedirle alguna especie de …comunicación directa con Charles para que le concediera todos sus deseos -Ese te lo debo- Pero no por mucho tiempo, pensó para sus adentros.
Le sorprendió que la palabra “deportación” la pillara desprevenida, suponía que sería un consenso de todo el Consejo cuando se activó esa normativa. Vishous no estaba de acuerdo pero más allá de asegurarse que abajo todo estuviera bien y no fuesen recibidos de mala manera…Dejarlos en un hogar que no se fuera a caer sobre sus cabezas y quizás algo de dinero pero la conversación quedó para después. Él bajó y la verdad es que lo que pedía Sofía no era demasiado complicado así que se ocupó de hacerlo bastante rápido y emplató.
La mirada de Vishous se deslizó hacia la pelirroja observando que su camisa le quedaba bien. Muy bien…Demasiado bien. Las siguientes palabras hicieron que su desayuno pareciera mucho más complicado -Vamos por parte…- Dijo y cuando se acercó a él estuvo a punto atraparla en sus brazos para servirle ese “te quiero a ti” con facilidad, pero le abrazó por la espalda. Ladeó la cabeza cuando le dejó el beso -No puedes pretender ir vestida así y que no acabe tomándote sobre la mesa, Sofía- Le especificó mientras con su poder de portales iba dejándole los platos encima de la mesa -Así que desayuna bien…Que luego tienes algo de cardio que hacer- Le dijo mientras se acomodaba un poco la ropa interior ante la reacción que había tenido su cuerpo al adivinar su desnudez bajo la camisa. Terminó de hacer la última petición, el sándwich, y fue con él hacia allí. Sentándose en la silla del lado y señalándole el café y la leche -No sé como quieres tomarlo- Él lo hacia negro y sin azúcar, pero sospechaba que quizás le apetecía echarle leche así que lo dejó a su gusto. Sin esperar demasiado empezó a picar de lo que había cocinado mientras la observaba de reojo -¿No sabías de la puesta en marcha de la orden 9.8?- Le preguntó arqueando una ceja, ciertamente escéptico -¿No la aprobáis entre todos? Los refugiados vuelven abajo y los humanos con cargo son enviados a prisión para que comiencen los juicios- Le explicó resumidamente.
Le sorprendió que la palabra “deportación” la pillara desprevenida, suponía que sería un consenso de todo el Consejo cuando se activó esa normativa. Vishous no estaba de acuerdo pero más allá de asegurarse que abajo todo estuviera bien y no fuesen recibidos de mala manera…Dejarlos en un hogar que no se fuera a caer sobre sus cabezas y quizás algo de dinero pero la conversación quedó para después. Él bajó y la verdad es que lo que pedía Sofía no era demasiado complicado así que se ocupó de hacerlo bastante rápido y emplató.
La mirada de Vishous se deslizó hacia la pelirroja observando que su camisa le quedaba bien. Muy bien…Demasiado bien. Las siguientes palabras hicieron que su desayuno pareciera mucho más complicado -Vamos por parte…- Dijo y cuando se acercó a él estuvo a punto atraparla en sus brazos para servirle ese “te quiero a ti” con facilidad, pero le abrazó por la espalda. Ladeó la cabeza cuando le dejó el beso -No puedes pretender ir vestida así y que no acabe tomándote sobre la mesa, Sofía- Le especificó mientras con su poder de portales iba dejándole los platos encima de la mesa -Así que desayuna bien…Que luego tienes algo de cardio que hacer- Le dijo mientras se acomodaba un poco la ropa interior ante la reacción que había tenido su cuerpo al adivinar su desnudez bajo la camisa. Terminó de hacer la última petición, el sándwich, y fue con él hacia allí. Sentándose en la silla del lado y señalándole el café y la leche -No sé como quieres tomarlo- Él lo hacia negro y sin azúcar, pero sospechaba que quizás le apetecía echarle leche así que lo dejó a su gusto. Sin esperar demasiado empezó a picar de lo que había cocinado mientras la observaba de reojo -¿No sabías de la puesta en marcha de la orden 9.8?- Le preguntó arqueando una ceja, ciertamente escéptico -¿No la aprobáis entre todos? Los refugiados vuelven abajo y los humanos con cargo son enviados a prisión para que comiencen los juicios- Le explicó resumidamente.
Hizo un puchero y gimoteó cuando el contrario le negó su pain au chocolat... No sabía si tendría crema de avellanas y pan normal, eso también serviría para distraerle el antojo... pero necesitaría la versión real tarde o temprano. Al final, según la reacción del contrario, su atuendo había pasado la prueba de fuego con méritos, y eso la hizo sonreír felizmente.
No es mi culpa, mi ropa estaba mojada en el baño y tenía que ponerme algo para desayunar.- Volvía a su mente lo de dejar algún vestido por allí, pero seguía pensando que no era necesario, y por eso siempre acababa en situaciones similares. Menos mal que se sentó pronto, porque los platos comenzaron a aparecer en la mesa.- Las embarazadas no hacen ejercicio.- Repitió el argumento que alguna vez le habría dicho y que él le había rebatido. Trató de esperar al contrario para empezar a desayunar, pero tenía tanta hambre que le fue imposible. Inició cortando un bocado de los huevos y se lo llevó a la boca con exquisito deleite. En su boca hambrienta parecía mil veces mejor de lo que era. Tras eso, bebió un poco de jugo y le sonrió al contrario que llegaba a la mesa con su sandwich. Lo recibió con copiosos besos en la mejilla a modo de gratitud por todo lo que hacía por ella y le quitó el sandwich de las manos, llevándoselo a la boca encantada por el sabor.- Dios, esto está delicioso.- Le sonrió, que a pesar de ser algo tan simple, de verdad tenía una necesidad por comerlo que la hacía disfrutarlo en demasía. Cuando llegaron al café, la consciencia le remordió un poco y terminó por echarle un poco a una taza con leche. Le puso azúcar, bastante diferente a como él lo tomaba, y lo bebió con tristeza porque habría cambiado de tazas con él sin pensárselo, pero era lo más que podía hacer. No tardaron mucho en hablar de temas que no le agradaban, así que trató de responderle, pero dejando a la imaginación los detalles.- Es... algo que plantearon en el último cónclave, pero fue bastante polémico. Había demasiados temas sobre la mesa. No es sencillo escuchar y aceptar 20 puntos de vista. Deberían hablar con Sayid de nuevo al respecto.- No quería meterse directamente a darle otra dirección a la Guardia. No era que no pudiera, sino que aquello solo causaría confusión de a qué Descendiente debían escuchar y no era ella la mejor parada al respecto.
Terminó por comerse una tortita, algo de fruta y su sandwich, con su café y jugo enteros. Entre bocado y bocado, feliz por el desayuno, abrumaba al contrario con besos y caricias que se fueron haciendo más melosas conforme su ansiedad se saciaba y su humor iba a mejor. Apenas terminar, un patronus urgente irrumpió en el piso y, aunque triste, dejó que el contrario partiera tras un gran beso de despedida. Ella terminó por recoger la cocina y los platos antes de salir del lugar, cerrarlo y partir hacia su cabaña para iniciar su día.
No es mi culpa, mi ropa estaba mojada en el baño y tenía que ponerme algo para desayunar.- Volvía a su mente lo de dejar algún vestido por allí, pero seguía pensando que no era necesario, y por eso siempre acababa en situaciones similares. Menos mal que se sentó pronto, porque los platos comenzaron a aparecer en la mesa.- Las embarazadas no hacen ejercicio.- Repitió el argumento que alguna vez le habría dicho y que él le había rebatido. Trató de esperar al contrario para empezar a desayunar, pero tenía tanta hambre que le fue imposible. Inició cortando un bocado de los huevos y se lo llevó a la boca con exquisito deleite. En su boca hambrienta parecía mil veces mejor de lo que era. Tras eso, bebió un poco de jugo y le sonrió al contrario que llegaba a la mesa con su sandwich. Lo recibió con copiosos besos en la mejilla a modo de gratitud por todo lo que hacía por ella y le quitó el sandwich de las manos, llevándoselo a la boca encantada por el sabor.- Dios, esto está delicioso.- Le sonrió, que a pesar de ser algo tan simple, de verdad tenía una necesidad por comerlo que la hacía disfrutarlo en demasía. Cuando llegaron al café, la consciencia le remordió un poco y terminó por echarle un poco a una taza con leche. Le puso azúcar, bastante diferente a como él lo tomaba, y lo bebió con tristeza porque habría cambiado de tazas con él sin pensárselo, pero era lo más que podía hacer. No tardaron mucho en hablar de temas que no le agradaban, así que trató de responderle, pero dejando a la imaginación los detalles.- Es... algo que plantearon en el último cónclave, pero fue bastante polémico. Había demasiados temas sobre la mesa. No es sencillo escuchar y aceptar 20 puntos de vista. Deberían hablar con Sayid de nuevo al respecto.- No quería meterse directamente a darle otra dirección a la Guardia. No era que no pudiera, sino que aquello solo causaría confusión de a qué Descendiente debían escuchar y no era ella la mejor parada al respecto.
Terminó por comerse una tortita, algo de fruta y su sandwich, con su café y jugo enteros. Entre bocado y bocado, feliz por el desayuno, abrumaba al contrario con besos y caricias que se fueron haciendo más melosas conforme su ansiedad se saciaba y su humor iba a mejor. Apenas terminar, un patronus urgente irrumpió en el piso y, aunque triste, dejó que el contrario partiera tras un gran beso de despedida. Ella terminó por recoger la cocina y los platos antes de salir del lugar, cerrarlo y partir hacia su cabaña para iniciar su día.
Aparecieron en….el piso de Vishous. Cuando Arleen miró alrededor y se dio cuenta de dónde estaban hizo una pequeña mueca pero lo primero que se le vino a la mente fue…-Esto no era... Mmm... V no tiene buen vino- Soltó un “hmmm” por lo bajo y soltó a Gelion cuando empezó a percibir dolor… Tenía una herida en el muslo en la que tardó en fijarse porque la cabeza le daba algo de vueltas. Maldijo apretando los dientes. Se dejó caer en el piso y se levantó la falda, cerró los ojos y trató de concentrarse en sanarse. La magia de sus manos pronto empezó a hacer efecto y la herida cerró, dejando de sangrar pero permanecía aún un poco abierta, quizás necesitara algún tipo de vendaje y, definitivamente, reposo. Tomó una larga inspiración, contuvo el aire y lo dejó salir.
Observó a Gelion un momento y fue mínimamente consciente de que había secuestrado un humano, eso podría ser peligroso, pero lo cierto es que lo que es “igual no es trampa. Alzó la mirada hacía los árboles donde estaba Onyx -¿V?- Preguntó en un tono más o menos alto y el halcón sólo pio. Rodó los ojos y abrió la puerta de la terraza con un movimiento de mano -¿Vishooous?- Repitió mientras empezaba por sacarse los tacones. Probablemente su hermano estuviese en el hospital o con Sofía.
¿Se escinde? Pos sí xD pero se cura. No lanzo dado porque tiene stat y anillo.
Observó a Gelion un momento y fue mínimamente consciente de que había secuestrado un humano, eso podría ser peligroso, pero lo cierto es que lo que es “igual no es trampa. Alzó la mirada hacía los árboles donde estaba Onyx -¿V?- Preguntó en un tono más o menos alto y el halcón sólo pio. Rodó los ojos y abrió la puerta de la terraza con un movimiento de mano -¿Vishooous?- Repitió mientras empezaba por sacarse los tacones. Probablemente su hermano estuviese en el hospital o con Sofía.
¿Se escinde? Pos sí xD pero se cura. No lanzo dado porque tiene stat y anillo.
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Gelion Draven
Raza
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Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Entorné los ojos por lo de su marido. ¿Qué me importaba su marido y la relación que tuviesen? el tema no era ese y seguía centrada en escuchar lo que le venía en gana. Fruncí el ceño sin comprender lo siguiente, no lo de la educación. No dudaba que el maridito era mucho más educado que yo. Lo de que creía que intentaba matarme.-¿Eso a qué viene?-Le di un par de toquecitos en la cabeza, muy poco sutiles.-¿Eres tan lista que te has olvidado de interpretar el contexto de una conversación?
Iba a responder a su insulto o más bien a eso de que lo bien que había intentado encajar yo en su islita, cuando tiró del maletín e instintivamente lo sujeté con firmeza. Por joder, claro. Sin embargo la muy bruja nos desapareció.
Gruñí nada más aparecer, escuchando ese molesto plop e intentando no caer al suelo, cosa que conseguí a duras penas. Además mi bastón había quedado abandonado junto al coche. Un coche ahora abierto que desvalijarían a la primera de cambio.
Ella empezó a divagar sobre el vino mientras yo intentaba descifrar dónde carajos me había traído. No fue difícil descubrirlo en cuanto miré el horizonte. Más allá de los árboles de esa terraza extraña se veía la ciudad mágica. Giré el rostro hacia ella que estaba tirada en el suelo y mantuve la mirada clavada mientras apretaba mis dientes.
No dije nada. No mientras intentaba calmarme para no reaccionar como lo hubiese hecho estando en mi puesto anterior. Desvié la mirada cuando habló con alguien y descubrí a una rapaz ahí plantada en ese bosque de la puñetera terraza rara. "¿V?" Arqueé una ceja y entonces la vi alzarse y abrir la puerta entrando a aquel lugar mientras preguntaba por su hermano.
Solté aire, resoplando y mirando al cielo y fui tras ella.-¿Me has traído a Ouroboros?-No había alzando el tono, sin embargo si que era tenso y molesto, muy serio. -¿A la casa de tu hermano?¿En serio?-Me di cuenta de que llevaba ese puto maletín en la mano así que sin pensarlo cogí fuerzas y lo lancé hacia el vacío de la terraza, antes de seguir persiguiéndola.-¿Y ahora qué?¿Cuál es tu gran plan en este berrinche caprichoso por decirte cuatro verdades?
Apreté los labios y cuando la alcancé, tomé su brazo con fuerza tirando de ella para que me mirase a la puta cara.
Iba a responder a su insulto o más bien a eso de que lo bien que había intentado encajar yo en su islita, cuando tiró del maletín e instintivamente lo sujeté con firmeza. Por joder, claro. Sin embargo la muy bruja nos desapareció.
Gruñí nada más aparecer, escuchando ese molesto plop e intentando no caer al suelo, cosa que conseguí a duras penas. Además mi bastón había quedado abandonado junto al coche. Un coche ahora abierto que desvalijarían a la primera de cambio.
Ella empezó a divagar sobre el vino mientras yo intentaba descifrar dónde carajos me había traído. No fue difícil descubrirlo en cuanto miré el horizonte. Más allá de los árboles de esa terraza extraña se veía la ciudad mágica. Giré el rostro hacia ella que estaba tirada en el suelo y mantuve la mirada clavada mientras apretaba mis dientes.
No dije nada. No mientras intentaba calmarme para no reaccionar como lo hubiese hecho estando en mi puesto anterior. Desvié la mirada cuando habló con alguien y descubrí a una rapaz ahí plantada en ese bosque de la puñetera terraza rara. "¿V?" Arqueé una ceja y entonces la vi alzarse y abrir la puerta entrando a aquel lugar mientras preguntaba por su hermano.
Solté aire, resoplando y mirando al cielo y fui tras ella.-¿Me has traído a Ouroboros?-No había alzando el tono, sin embargo si que era tenso y molesto, muy serio. -¿A la casa de tu hermano?¿En serio?-Me di cuenta de que llevaba ese puto maletín en la mano así que sin pensarlo cogí fuerzas y lo lancé hacia el vacío de la terraza, antes de seguir persiguiéndola.-¿Y ahora qué?¿Cuál es tu gran plan en este berrinche caprichoso por decirte cuatro verdades?
Apreté los labios y cuando la alcancé, tomé su brazo con fuerza tirando de ella para que me mirase a la puta cara.
She is broken and won't ask for help
El maldito Gelion le había dado golpes en la cabeza y Arleen había visto rojo. ¿Cómo se atrevía a hacerle un gesto tan insultante? ¡Ella no era una cabeza hueca? Y una cosa llevó a otra y allí estaban, no donde ella planeaba, pero era un sitio familiar con lo cual…Bien. La herida de la pierna le molestaba al caminar y notaba que el dolor le subía un poco hasta la cadera. Quizás debía ir al hospital y que le revisaran la cicatrización, ahora estaba paranoica.
She is hard on herself
-Sí- Le respondió entre dientes pensando en qué carajo pretendía hacer con él ahí -Sí- Repitió porque no iba a decirle que había sido un error de cálculo por el alcohol que se le había subido tan fuerte a la cabeza. No pretendía traerlo ahí pero sabía que, en cualquier caso, ella podría interceder y tranquilizar a V. Sólo iba a poner las cosas en orden…
She is messy but she's kind
¿Berrinche caprichoso? ¿Eso era lo que estaba teniendo? Soltó una risa floja hasta que Gelion la cogió del brazo con fuerza y le dio la vuelta, miró su mano sobre ella con un gesto de ira. ¿Quién se creía que era para tocarla de esa manera? -NO LO SÉ- Le gritó y tras sacarse eso del pecho sintió que la respiración se le aligeraba.
She is hard on herself
-NO SÉ. NO SÉ LO QUE ESTOY HACIENDO. ¿MI PLAN? ¡MI PLAN ERA IRME DE ESTA MALDITA ISLA! ¡MI PLAN ERA ESCAPAR DE AQUÍ A MI HOSPITAL! - Siguió gritando mientras forcejeaba para que la dejara ir -PERO NO ME DEJAIS PORQUE ME JUZGAIS POR UNA VIDA QUE NO ELEGÍ. NACÍ Y CRECÍ EN OUROBOROS, FUI FINALISTA DE UN TORNEO, ESTOY CASADA CON UN DESCENDIENTE Y ESTUDIO CON UNO… ¡TENGO LA VIDA PERFECTA! ¡LA VIDA QUE TODO EL MUNDO ENVIDIARÍA Y YO SÓLO… - Gruñó mientras el jaleo que estaba armando para liberarse iba subiendo en fuerza, el corazón empezó a acelerársele con rapidez y también la respiración, pero curiosamente sus ojos sólo brillaban por el alcohol no por lágrimas. Quizás es que ya se le habían acabado. Lo había aceptado, Sayid se había ido porque no soportaba su fracaso. Giordano porque tenía otras cosas que hacer, aunque sabía que confiaba en ella lo extrañaba. Seguía de baja del hospital excepto por Iroh que cada vez le veía con menos esperanza. Y ya había rebasado la paciencia de sus hermanos. Tampoco se hablaba con su madre y la relación con su padre se había enfriado porque no quería ver en la cara la decepción por su fracaso. No porque lo demostrara sino porque intentaría ayudarla, solucionarle la vida.
She's imperfect but she tries
-QUIERO HACER EL BIEN… QUIERO SANAR ¡PORQUE ES LO ÚNICO QUE SÉ HACER! - Finalmente subió la mirada hacia Gelion para mirarlo a los ojos aún obstinada -PERO SOY UNA VELA ¿NO? ¡Y NO IMPORTA SI SOY UNA VELA MECÁNICA O DIGITAL! ¡UNA QUE NO ARMA INCENDIOS A MENOS QUE ESTÉ ROTA! ¡COMO YO!- Porque le venía perfecta la metáfora del cortocircuito -PORQUE NO IMPORTA LO QUE HAGO, TODO ES UN ERROR, ¿CURAR PACIENTES? SECUESTRO ¿SONREÍR? INTENTO DE ASESINATO ¿SER MADRE? ABORTAR ¿CREAR UN HOSPITAL? ATENTADO Y MUERTES A DIESTRA Y SINIESTRA Y PRÓXIMA GUERRA MÁGICO-HUMANA-
She is all of this mixed up
And baked in a beautiful pie
¿Y QUÉ HACES TÚ CUANDO TE PREGUNTO CÓMO HACERLO? ME GRITAS, ME JUZGAS Y ME CULPAS POR TENER VIDA DE PIJA… ¡VETE A LA MIERDA, GELION! ¡VETE A LA MIERDA!- La realidad de sus palabras le golpeó con tanta fuerza, fracaso tras fracaso porque cada plan que hacía estaba destinado a ello -PORQUE AUNQUE QUIERA LO ÚNICO QUE NO PUEDO REPARAR ES UN CORAZÓN DAÑADO….¡ESE NO ES MI TRABAJO!- Terminó gritándole en un tono superior pero esas palabras… No iban del todo para él, estaba reflejando su propia ira, hablaban de sí misma y de su propio corazón. -¡¡DÉJAME EN IR Y NO ME TOQUES CON TUS MANOS PRINGADAS DE PORQUERÍA!!- Le dijo histérica al recordar lo que había hecho con la mesa pero se vengó, usó la sangre que estaba en sus manos de la herida en la pierna y se las restregó por todo el pecho del uniforme con rabia, ya no le importaba que se viera bien con él.
And I just ran out of band-aids
I don't even know where to start
'Cause you can bandage the damage
You never really can fix a heart
El maldito Gelion le había dado golpes en la cabeza y Arleen había visto rojo. ¿Cómo se atrevía a hacerle un gesto tan insultante? ¡Ella no era una cabeza hueca? Y una cosa llevó a otra y allí estaban, no donde ella planeaba, pero era un sitio familiar con lo cual…Bien. La herida de la pierna le molestaba al caminar y notaba que el dolor le subía un poco hasta la cadera. Quizás debía ir al hospital y que le revisaran la cicatrización, ahora estaba paranoica.
She is hard on herself
-Sí- Le respondió entre dientes pensando en qué carajo pretendía hacer con él ahí -Sí- Repitió porque no iba a decirle que había sido un error de cálculo por el alcohol que se le había subido tan fuerte a la cabeza. No pretendía traerlo ahí pero sabía que, en cualquier caso, ella podría interceder y tranquilizar a V. Sólo iba a poner las cosas en orden…
She is messy but she's kind
¿Berrinche caprichoso? ¿Eso era lo que estaba teniendo? Soltó una risa floja hasta que Gelion la cogió del brazo con fuerza y le dio la vuelta, miró su mano sobre ella con un gesto de ira. ¿Quién se creía que era para tocarla de esa manera? -NO LO SÉ- Le gritó y tras sacarse eso del pecho sintió que la respiración se le aligeraba.
She is hard on herself
-NO SÉ. NO SÉ LO QUE ESTOY HACIENDO. ¿MI PLAN? ¡MI PLAN ERA IRME DE ESTA MALDITA ISLA! ¡MI PLAN ERA ESCAPAR DE AQUÍ A MI HOSPITAL! - Siguió gritando mientras forcejeaba para que la dejara ir -PERO NO ME DEJAIS PORQUE ME JUZGAIS POR UNA VIDA QUE NO ELEGÍ. NACÍ Y CRECÍ EN OUROBOROS, FUI FINALISTA DE UN TORNEO, ESTOY CASADA CON UN DESCENDIENTE Y ESTUDIO CON UNO… ¡TENGO LA VIDA PERFECTA! ¡LA VIDA QUE TODO EL MUNDO ENVIDIARÍA Y YO SÓLO… - Gruñó mientras el jaleo que estaba armando para liberarse iba subiendo en fuerza, el corazón empezó a acelerársele con rapidez y también la respiración, pero curiosamente sus ojos sólo brillaban por el alcohol no por lágrimas. Quizás es que ya se le habían acabado. Lo había aceptado, Sayid se había ido porque no soportaba su fracaso. Giordano porque tenía otras cosas que hacer, aunque sabía que confiaba en ella lo extrañaba. Seguía de baja del hospital excepto por Iroh que cada vez le veía con menos esperanza. Y ya había rebasado la paciencia de sus hermanos. Tampoco se hablaba con su madre y la relación con su padre se había enfriado porque no quería ver en la cara la decepción por su fracaso. No porque lo demostrara sino porque intentaría ayudarla, solucionarle la vida.
She's imperfect but she tries
-QUIERO HACER EL BIEN… QUIERO SANAR ¡PORQUE ES LO ÚNICO QUE SÉ HACER! - Finalmente subió la mirada hacia Gelion para mirarlo a los ojos aún obstinada -PERO SOY UNA VELA ¿NO? ¡Y NO IMPORTA SI SOY UNA VELA MECÁNICA O DIGITAL! ¡UNA QUE NO ARMA INCENDIOS A MENOS QUE ESTÉ ROTA! ¡COMO YO!- Porque le venía perfecta la metáfora del cortocircuito -PORQUE NO IMPORTA LO QUE HAGO, TODO ES UN ERROR, ¿CURAR PACIENTES? SECUESTRO ¿SONREÍR? INTENTO DE ASESINATO ¿SER MADRE? ABORTAR ¿CREAR UN HOSPITAL? ATENTADO Y MUERTES A DIESTRA Y SINIESTRA Y PRÓXIMA GUERRA MÁGICO-HUMANA-
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¿Y QUÉ HACES TÚ CUANDO TE PREGUNTO CÓMO HACERLO? ME GRITAS, ME JUZGAS Y ME CULPAS POR TENER VIDA DE PIJA… ¡VETE A LA MIERDA, GELION! ¡VETE A LA MIERDA!- La realidad de sus palabras le golpeó con tanta fuerza, fracaso tras fracaso porque cada plan que hacía estaba destinado a ello -PORQUE AUNQUE QUIERA LO ÚNICO QUE NO PUEDO REPARAR ES UN CORAZÓN DAÑADO….¡ESE NO ES MI TRABAJO!- Terminó gritándole en un tono superior pero esas palabras… No iban del todo para él, estaba reflejando su propia ira, hablaban de sí misma y de su propio corazón. -¡¡DÉJAME EN IR Y NO ME TOQUES CON TUS MANOS PRINGADAS DE PORQUERÍA!!- Le dijo histérica al recordar lo que había hecho con la mesa pero se vengó, usó la sangre que estaba en sus manos de la herida en la pierna y se las restregó por todo el pecho del uniforme con rabia, ya no le importaba que se viera bien con él.
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Gelion Draven
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Bando
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Edad
Nacionalidad
Su grito hizo que estirase mi cuello apartando mi cuerpo por un segundo de ella. No me había esperado esa reacción para nada. Habría esbozado una sonrisa de no ser porque siguió gritando.
Apreté con mas fuerza afianzando el agarre mientras hablaba y hablaba. Sin cambiar mi expresión rematadamente seria. Dejé que se desahogase y finalmente no pude evitarlo. Una amplia sonrisa seguida de una risa, mientras inclinaba mi cabeza hacia atrás. Fue breve, negué e hice un gesto con la mano extendiendo mi palma como mostrando a la propia Arleen a un invitado imaginario.-¡POR FIN! ¡Joder! ¡Por fin te oigo hablar a ti de verdad!-Y era un alivio.
-No te estoy juzgando ni culpando pedazo de imbécil. Solo te preparo para lo que tienes que enfrentar abajo.-Solté ahora recriminando sus palabras. -Siento que no te guste tu perfecta vida de mierda. Bienvenida al club. Eso no importa.-Tensé la mano con cierta fuerza apretando mis labios con rabia.-Y siento que esperases palabras bonitas y ánimos por mi parte. ¡No soy así!
Aparté el flequillo que me molestaba y no hacía más que colarse en mi visión y gruñí mirando a otro lado.-¿Sabes la diferencia entre nosotros? Yo jamás traté de encajar en vuestra islita pero tú si que quieres hacerlo abajo. Aprende, asume la realidad y no te romperás cuando las cosas se pongan feas.
Chasqué la lengua cuando dijo que no le tocase y que la dejase ir.-¡PERO SI ERES TÚ LA QUE ME HA TRAÍDO AQUÍ!-Entonces hizo eso, miré la pechera del uniforme y alcé la vista hacia ella incrédulo.-¿En serio Doc?-Apreté mis labios ahora y no solo no la solté sino que la acerqué y planté la otra mano en toda su cara, restregándola para después apartarla mirándola seriamente.
Joder que ganas tenía de callarle la puta boca.
Apreté con mas fuerza afianzando el agarre mientras hablaba y hablaba. Sin cambiar mi expresión rematadamente seria. Dejé que se desahogase y finalmente no pude evitarlo. Una amplia sonrisa seguida de una risa, mientras inclinaba mi cabeza hacia atrás. Fue breve, negué e hice un gesto con la mano extendiendo mi palma como mostrando a la propia Arleen a un invitado imaginario.-¡POR FIN! ¡Joder! ¡Por fin te oigo hablar a ti de verdad!-Y era un alivio.
-No te estoy juzgando ni culpando pedazo de imbécil. Solo te preparo para lo que tienes que enfrentar abajo.-Solté ahora recriminando sus palabras. -Siento que no te guste tu perfecta vida de mierda. Bienvenida al club. Eso no importa.-Tensé la mano con cierta fuerza apretando mis labios con rabia.-Y siento que esperases palabras bonitas y ánimos por mi parte. ¡No soy así!
Aparté el flequillo que me molestaba y no hacía más que colarse en mi visión y gruñí mirando a otro lado.-¿Sabes la diferencia entre nosotros? Yo jamás traté de encajar en vuestra islita pero tú si que quieres hacerlo abajo. Aprende, asume la realidad y no te romperás cuando las cosas se pongan feas.
Chasqué la lengua cuando dijo que no le tocase y que la dejase ir.-¡PERO SI ERES TÚ LA QUE ME HA TRAÍDO AQUÍ!-Entonces hizo eso, miré la pechera del uniforme y alcé la vista hacia ella incrédulo.-¿En serio Doc?-Apreté mis labios ahora y no solo no la solté sino que la acerqué y planté la otra mano en toda su cara, restregándola para después apartarla mirándola seriamente.
Joder que ganas tenía de callarle la puta boca.
-¿DE QUÉ TE RÍES? - la ira no hacía más que seguir subiendo y el hecho de que, en ese instante, estuviera reconociendo no solo todos sus fracasos sino esa necesidad de irse de ahí, ese vacío horrible que sentía en el pecho y que no era más que el cúmulo de fracasos de los que tenía memoria y él… se riera. De ella. De su sinceridad.
Pero lo que vino después hizo que parpadeará un momento. ¿A ella? ¿De verdad? ¿Y entonces quién era exactamente? Le miró con el ceño fruncido -¿Y eso te hace gracia? ¿Oírme así?- no comprendía. Y lo demás … si lo que tenía que enfrentar abajo era simplemente más gente como él, no estaba segura de poder soportarlo.
-Lo que espero es DECENCIA. ¿CREES QUE ERES EL PRIMERO EN DECIRME QUE NO SÉ NADA DE LA TIERRA? ¿CREES QUE ERES EL PRIMERO EN LLAMARME ILUSA? ¿IMBÉCIL? ¿ESTÚPIDA? NO, NO LO ERES- Elevó la voz de nuevo porque simplemente no podía callarse. Tenía que sacar toda esa mierda que tenía dentro y ahora, que el alcohol la ayudaba, y que las lágrimas no le cerraban la garganta lo necesitaba. Le miró a los ojos cuando le dijo que no se rompiera -YA ESTOY ROTA. ¿NO ME ESTAS ESCUCHANDO?- Le espetó y volvió a mover el brazo con brusquedad tratando de librarse pero no había manera y estuvo por un instante muy tentada de lanzarle un ataque … que le haría cosquillas. -¿ACASO ME VISTE LLORAR EN EL HOSPITAL? CUMPLI MI FUNCIÓN, CURAR. ES LO QUE PRETENDO HACER-
Lo de que ella le hubiese traído era cierto, pero no implicaba que la cogiera del brazo de esa forma. Lo que no se espero fue la revancha. Ahogó un gemido de indignación de forma tan dramática que cuando lo volvió a mirar sólo podía pensar en venganza. Le pasó la mano por el pelo revolviendoselo, pero también mojándose los dedos y haciendo un enchastre de sangre y vino ayer le pasó por la cara con la misma brusquedad (o al menos esa era su intención) -AL MENOS AQUÍ NADIE VA A MATARTE. ESO TE LO PUEDO ASEGURAR YO-
Pero lo que vino después hizo que parpadeará un momento. ¿A ella? ¿De verdad? ¿Y entonces quién era exactamente? Le miró con el ceño fruncido -¿Y eso te hace gracia? ¿Oírme así?- no comprendía. Y lo demás … si lo que tenía que enfrentar abajo era simplemente más gente como él, no estaba segura de poder soportarlo.
-Lo que espero es DECENCIA. ¿CREES QUE ERES EL PRIMERO EN DECIRME QUE NO SÉ NADA DE LA TIERRA? ¿CREES QUE ERES EL PRIMERO EN LLAMARME ILUSA? ¿IMBÉCIL? ¿ESTÚPIDA? NO, NO LO ERES- Elevó la voz de nuevo porque simplemente no podía callarse. Tenía que sacar toda esa mierda que tenía dentro y ahora, que el alcohol la ayudaba, y que las lágrimas no le cerraban la garganta lo necesitaba. Le miró a los ojos cuando le dijo que no se rompiera -YA ESTOY ROTA. ¿NO ME ESTAS ESCUCHANDO?- Le espetó y volvió a mover el brazo con brusquedad tratando de librarse pero no había manera y estuvo por un instante muy tentada de lanzarle un ataque … que le haría cosquillas. -¿ACASO ME VISTE LLORAR EN EL HOSPITAL? CUMPLI MI FUNCIÓN, CURAR. ES LO QUE PRETENDO HACER-
Lo de que ella le hubiese traído era cierto, pero no implicaba que la cogiera del brazo de esa forma. Lo que no se espero fue la revancha. Ahogó un gemido de indignación de forma tan dramática que cuando lo volvió a mirar sólo podía pensar en venganza. Le pasó la mano por el pelo revolviendoselo, pero también mojándose los dedos y haciendo un enchastre de sangre y vino ayer le pasó por la cara con la misma brusquedad (o al menos esa era su intención) -AL MENOS AQUÍ NADIE VA A MATARTE. ESO TE LO PUEDO ASEGURAR YO-
Gelion Draven
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-No! Oírte por fin sin toda esa fachada que te dicen que debes tener y tú te crees a pies juntillas!-Repliqué como si fuese obvio. Era como la vez que había tirado el expediente a la chimenea, ahí había sido ella por un breve instante.
-¡PUES YO NO SOY DECENTE!DISCULPE SU ALTEZA DESCENDIENTE-Hice un burlesco gesto como haciendo una reverencia y luego encogí mis hombros, señalándome.-¿ Y por qué mierda te pones así si no soy el primero?!-Iba alternando sus frases con las mías y en general, en esa habitación no se podía escuchar nada más que gritos y más gritos.
-Tu no estás rota.-Respondí indignado, como si fuese pecado decir eso, con una mueca de desprecio en mi rostro.-¡Precisamente! Una persona rota no se mantiene entera en una situación así. Pero estás a esto-Plante la mano frente a su rostro, casi juntando índice y pulgar.-De que alguien te rompa y entonces ya no tendrás la oportunidad que dices que buscas.-Comenté casi siseante.
Arrugué la nariz cuando decidió cobrarse venganza y cerré los ojos intentando apartar la cara. Apretando mis labios quedando mirando hacia otro lado. Gruñí por lo bajo y entonces soltó aquello último. La miré de reojo sombríamente.
Aguanté unos segundos así y después me lancé contra ella empujándola fuertemente contra cualquier mueble de la habitación, sujetándola con firmeza, apretando mucho. Manteniéndole la mirada busqué algo sobre aquel mueble. Al cogerlo un líquido se derramó y se escuchó como caía algo al suelo. El olor era claramente de flores. Di un golpe a esa cosa que se partió y resultó ser un jarrón y lo acerqué a su cuello. Pero lo lancé a un lado instantáneamente después.-¡Bien!
La empujé nuevamente sin ningún miramiento y me aparté por fin.-Quédate en tu isla segura y así seguirás viviendo una vida de mierda pero vivirás.-Murmuré cansado mientras rondaba por la habitación hasta que me tiré sobre un sillón que había allí. Gruñí inclinando mi cabeza para mirar al techo.-Ahora llama a tu hermano para que me maten o sácame de aquí. -Chasqué la lengua.-Tendré que avisar a los guardias que la obra se cancela.-Murmuré por lo bajo.
-¡PUES YO NO SOY DECENTE!DISCULPE SU ALTEZA DESCENDIENTE-Hice un burlesco gesto como haciendo una reverencia y luego encogí mis hombros, señalándome.-¿ Y por qué mierda te pones así si no soy el primero?!-Iba alternando sus frases con las mías y en general, en esa habitación no se podía escuchar nada más que gritos y más gritos.
-Tu no estás rota.-Respondí indignado, como si fuese pecado decir eso, con una mueca de desprecio en mi rostro.-¡Precisamente! Una persona rota no se mantiene entera en una situación así. Pero estás a esto-Plante la mano frente a su rostro, casi juntando índice y pulgar.-De que alguien te rompa y entonces ya no tendrás la oportunidad que dices que buscas.-Comenté casi siseante.
Arrugué la nariz cuando decidió cobrarse venganza y cerré los ojos intentando apartar la cara. Apretando mis labios quedando mirando hacia otro lado. Gruñí por lo bajo y entonces soltó aquello último. La miré de reojo sombríamente.
Aguanté unos segundos así y después me lancé contra ella empujándola fuertemente contra cualquier mueble de la habitación, sujetándola con firmeza, apretando mucho. Manteniéndole la mirada busqué algo sobre aquel mueble. Al cogerlo un líquido se derramó y se escuchó como caía algo al suelo. El olor era claramente de flores. Di un golpe a esa cosa que se partió y resultó ser un jarrón y lo acerqué a su cuello. Pero lo lancé a un lado instantáneamente después.-¡Bien!
La empujé nuevamente sin ningún miramiento y me aparté por fin.-Quédate en tu isla segura y así seguirás viviendo una vida de mierda pero vivirás.-Murmuré cansado mientras rondaba por la habitación hasta que me tiré sobre un sillón que había allí. Gruñí inclinando mi cabeza para mirar al techo.-Ahora llama a tu hermano para que me maten o sácame de aquí. -Chasqué la lengua.-Tendré que avisar a los guardias que la obra se cancela.-Murmuré por lo bajo.
Un dardo, directo a su orgullo. ¿Por qué le dolía tanto que le llamara fachada? Ella sabía lo que hacía, se escudaba en la educación y en la cara bonita para esconder lo que sentía porque no quería incomodar a los demás y cuando sacaba su personalidad, entonces, la desestimaban. Como Sayid -¡NO ME LLAMES ASÍ!- No quería oírlo, no quería pensar en su esposo, porque ella lo había arruinado todo. Su madre había prometido algo que no era y que no sabía ser.
-¡PORQUE TE HE DADO MI MEJOR VERSIÓN!- Le gritó a Gelion cuando preguntó porqué se ponía así con él -TE HE TRATADO CON AMABILIDAD, CON EDUCACIÓN, HE USADO MI MAGIA EN TI HASTA QUEDAR EXHAUSTA, TE HE PROTEGIDO PARA QUE NO TE PUSIERAN LAS MANOS ENCIMA EN OUROBOROS Y AÚN ASÍ SIGUES TRATANDOME MAL ¿QUIÉN TE DAÑÓ TANTO QUE TIENES QUE DAÑAR A TODOS A TU ALREDEDOR?-Porque no había sido tan estúpida de obviar algunas de las palabras que le había dedicado a Thalos. Tenia poco tacto y nada de delicadeza. Jo le decía las cosas y Oscurus también, pero había formas y formas.
Soltó una risotada cuando le dijo que no estaba rota -¿Entones POR QUÉ ME SIENTO ASÍ?- Le gritó de vuelta, porque simplemente no podía bajar el tono. Seguía subiendo, seguía en un bucle imposible en el que su ira no hacía más que soltar lo primero que se le venía a la mente. Miró sus dedos y por un instante quiso manotearlos para que los sacara de su cara. ¿Sería cierto? ¿Se podía seguir soportando más fracasos? ¿Más dimes y diretes? ¿Más opiniones no bienvenidas?
El arranque le agarró de sorpresa y siseó cando recibió el golpe en la espalda por el mueble, escuchó el líquido y volteó la cara para ver qué había rota, pero se quedó congelada en el instante en el que le puso eso al cuello. El peligro que era Gelion se asentó en su estómago y apaciguó su ira…de una forma distinta -A ti- Le murmuró porque con la cercanía que tenían era estúpido gritar-Nadie va a matarte a ti- Cuando volvió a empujarla, Arleen trasbilló pero no llegó a caer porque se cogió del mueble. Sin embargo, el dolor de la pierna recién curada le subió por la cadera y recordó que debía ir al baño a vendársela -Hazlo. Nadie lo necesita, me lo dejaste claro-
Se le humedeció la mirada, pero no por sus palabras, sino por el dolor. Era lo que suponía le iban a decir sus hermanos, su prima, Sayid, su cuñada, sus padres… Excepto quizás Jo, quizás Oscurus, quizás Giordano. Ignoró su petición de que lo sacara de allí y fue hasta el baño cojeando, cerró la puerta con fuerza y se sentó en el suelo cerca del armario de Vishous, sabía que tenía un kit de primeros auxilios de los días que había vivido allí. Cuando se levantó la falda del vestido la herida se había abierto y tenso los labios. Si hubiese díctamo quizás podría solucionarlo, pero entre las pociones no estaba así que simplemente la limpió, manteniendo sus hipidos muy bajos, y luego se vendó el muslo con cierta presión. Guardó todo lentamente y se incorporó para lavarse las manos a conciencia, lamentando que su precioso vestido se hubiese manchado, luego la cara. Ambas cosas le ayudaron a bajar el mareo y pensar realmente en lo que estaba haciendo.
¿Por qué se había comportado como una cría? ¿Por qué ese tipo sacaba lo peor de ella? Se acomodó la ropa y también el cabello y salió del baño, lanzó un accio para atraer los zapatos y aunque sabia que aquello iba a molestar se los puso igualmente, Tras eso se acomodó la falda del vestido y extendió la mano hacia Gelion, sin mirarlo, esperando que se incorporara y de esa forma desaparecerse. Sólo esperaba ir a parar al lugar adecuado y no escindirse en el camino.
-¡PORQUE TE HE DADO MI MEJOR VERSIÓN!- Le gritó a Gelion cuando preguntó porqué se ponía así con él -TE HE TRATADO CON AMABILIDAD, CON EDUCACIÓN, HE USADO MI MAGIA EN TI HASTA QUEDAR EXHAUSTA, TE HE PROTEGIDO PARA QUE NO TE PUSIERAN LAS MANOS ENCIMA EN OUROBOROS Y AÚN ASÍ SIGUES TRATANDOME MAL ¿QUIÉN TE DAÑÓ TANTO QUE TIENES QUE DAÑAR A TODOS A TU ALREDEDOR?-Porque no había sido tan estúpida de obviar algunas de las palabras que le había dedicado a Thalos. Tenia poco tacto y nada de delicadeza. Jo le decía las cosas y Oscurus también, pero había formas y formas.
Soltó una risotada cuando le dijo que no estaba rota -¿Entones POR QUÉ ME SIENTO ASÍ?- Le gritó de vuelta, porque simplemente no podía bajar el tono. Seguía subiendo, seguía en un bucle imposible en el que su ira no hacía más que soltar lo primero que se le venía a la mente. Miró sus dedos y por un instante quiso manotearlos para que los sacara de su cara. ¿Sería cierto? ¿Se podía seguir soportando más fracasos? ¿Más dimes y diretes? ¿Más opiniones no bienvenidas?
El arranque le agarró de sorpresa y siseó cando recibió el golpe en la espalda por el mueble, escuchó el líquido y volteó la cara para ver qué había rota, pero se quedó congelada en el instante en el que le puso eso al cuello. El peligro que era Gelion se asentó en su estómago y apaciguó su ira…de una forma distinta -A ti- Le murmuró porque con la cercanía que tenían era estúpido gritar-Nadie va a matarte a ti- Cuando volvió a empujarla, Arleen trasbilló pero no llegó a caer porque se cogió del mueble. Sin embargo, el dolor de la pierna recién curada le subió por la cadera y recordó que debía ir al baño a vendársela -Hazlo. Nadie lo necesita, me lo dejaste claro-
Se le humedeció la mirada, pero no por sus palabras, sino por el dolor. Era lo que suponía le iban a decir sus hermanos, su prima, Sayid, su cuñada, sus padres… Excepto quizás Jo, quizás Oscurus, quizás Giordano. Ignoró su petición de que lo sacara de allí y fue hasta el baño cojeando, cerró la puerta con fuerza y se sentó en el suelo cerca del armario de Vishous, sabía que tenía un kit de primeros auxilios de los días que había vivido allí. Cuando se levantó la falda del vestido la herida se había abierto y tenso los labios. Si hubiese díctamo quizás podría solucionarlo, pero entre las pociones no estaba así que simplemente la limpió, manteniendo sus hipidos muy bajos, y luego se vendó el muslo con cierta presión. Guardó todo lentamente y se incorporó para lavarse las manos a conciencia, lamentando que su precioso vestido se hubiese manchado, luego la cara. Ambas cosas le ayudaron a bajar el mareo y pensar realmente en lo que estaba haciendo.
¿Por qué se había comportado como una cría? ¿Por qué ese tipo sacaba lo peor de ella? Se acomodó la ropa y también el cabello y salió del baño, lanzó un accio para atraer los zapatos y aunque sabia que aquello iba a molestar se los puso igualmente, Tras eso se acomodó la falda del vestido y extendió la mano hacia Gelion, sin mirarlo, esperando que se incorporara y de esa forma desaparecerse. Sólo esperaba ir a parar al lugar adecuado y no escindirse en el camino.
Gelion Draven
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La seguí con la mirada hasta que dio el portazo. Gruñí de nuevo y cerré los ojos apretándolos. Aquello me había dejado exhausto. Froté mis ojos con la mano mientras escuchaba ruido que venía del baño.
En realidad sus palabras no me habían herido ni lo más mínimo. Lo único que me ponía de los nervios era esa cabezonería y esa falta de entendimiento. Pero al menos había explotado con fuerza y no por unos segundos. Eso era algo que creía que la castaña era incapaz de hacer. Suspiré cansado y tardó unos minutos más en salir del baño. Los suficientes para recuperar fuerzas.
La observé en una silenciosa tensión. Otra vez se había puesto la careta ¿no es así? Aparentemente perfecta. Ignoré los zapatos volando. Miré su mano y aparté la mirada chascando la lengua.-Ya te lo dije. Los magos...la guerra. -Jugueteé con mis manos, apretando la una contra la otra antes de incorporarme acompañando a aquel movimiento un quejido.-Mis palabras y mi forma de decir las cosas, por muy poco amables o respetuosas que sean...no pretendían hacer daño. No quieres verme haciendo daño.-Volví a mirarla con seriedad.
-Sería peor tenerse como enemigo a uno mismo. Como te pasa a ti- Sabía que estaba borracha como una cuba, así que intentaba hacer tiempo si pretendía desaparecerse. Me acerqué a ella metiendo ambas manos en mis bolsillos y alcé ambas cejas.-¿Quieres gritarme? Hazlo...¿Quieres pegarme?¿Tirarme una copa encima?¿insultarme? Adelante. Pero no me eches la culpa de que te sientas así.
En realidad sus palabras no me habían herido ni lo más mínimo. Lo único que me ponía de los nervios era esa cabezonería y esa falta de entendimiento. Pero al menos había explotado con fuerza y no por unos segundos. Eso era algo que creía que la castaña era incapaz de hacer. Suspiré cansado y tardó unos minutos más en salir del baño. Los suficientes para recuperar fuerzas.
La observé en una silenciosa tensión. Otra vez se había puesto la careta ¿no es así? Aparentemente perfecta. Ignoré los zapatos volando. Miré su mano y aparté la mirada chascando la lengua.-Ya te lo dije. Los magos...la guerra. -Jugueteé con mis manos, apretando la una contra la otra antes de incorporarme acompañando a aquel movimiento un quejido.-Mis palabras y mi forma de decir las cosas, por muy poco amables o respetuosas que sean...no pretendían hacer daño. No quieres verme haciendo daño.-Volví a mirarla con seriedad.
-Sería peor tenerse como enemigo a uno mismo. Como te pasa a ti- Sabía que estaba borracha como una cuba, así que intentaba hacer tiempo si pretendía desaparecerse. Me acerqué a ella metiendo ambas manos en mis bolsillos y alcé ambas cejas.-¿Quieres gritarme? Hazlo...¿Quieres pegarme?¿Tirarme una copa encima?¿insultarme? Adelante. Pero no me eches la culpa de que te sientas así.
No sabía a qué venía eso de los magos y la guerra. Sinceramente, estaba harta. Lo dejaría en su maldita base y … y volvería a su vida de mierda a beberse sus botellas de vino pijo, a dormir la borrachera y mañana despertarse para su turno de tarde.
-Crees que no hacen daño. Pero tampoco te importa si lo hacen- Le respondió y arqueó una ceja cuando no le cogió la mano. ¿No quería irse ya? ¿A que estaba esperando? -No mides porque a ti no te afecta nada. Quizás lo que te falta a ti, y a media sociedad, es empatía. Es solidaridad. Es misericordia- Le respondió y lo dejo acercarse. Había ignorado deliberadamente su quejido. No quería que lo tocará, no le había dejado ver bien su rodilla y… ¿De qué serviría? Era un desagradecido que tenía su propio hospital. Pues que lo ayudaran. Se ahorró decir que si ELLA hubiese hecho las prótesis que llevaba no se estaría quejando. Porque… oh, claro, sería de pija. Y oh, claro, que vergüenza llevar algo mágico.
-Callate de una vez. Nadie te está pidiendo charla de psicología. ¿A dónde te llevo? ¿A la base, el bar o el hospital?- arqueó las cejas ante las proposiciones que le estaba haciendo. Le apetecía hacerlas todas. Sí, sin duda. -No te estaba echando la culpa de nada más que de tu falta de tacto… lo demás… - Sonrió alzando las cejas -Lo he estado estudiando desde hace unas semanas. Sé que soy yo- Que no podía hacer nada. Ni ayudar a nadie. Apartó la mirada de él y cuando lo hizo se fijó de nuevo en el jarrón así que fue hasta allí con el paso un poco regular y cogió los trozos poco a poco, aunque los malditos se movían de un lado a otro -Decide a dónde- Insistió. Quería acabar con eso de una maldita vez y volver a su residencia para darse un gesto con una buena copa y … y una fresas. Tenía hambre. Si, podría comer un plato… italiano. Por la envidia sana que tenía por Giordano. Ojala pudiera tener su confianza. Su ego. A él no le importaba que le explotarán las cosas en la cara...seguía y seguía. Cuando tuvo todos los pedazos se dirigió hacia el baño para tirarlos a la basura pero no logró apuntar bien y de le cayeron todos al piso así que se inclinó y volvió a recoger dándose cuenta del riesgo que podía conllevar desaparecerse.
-Tienes dos opciones. O esperas a que se me baje el vino o llamo a Fred para que te baje- No podía llamar a V, sabía en qué podía acabar eso. Además debía estar ocupado con los miembros de su escuadrón… que estaban lastimados por su estupidez. Joder. Pero no podía ir así al hospital. Pensó en su cuñada… y se incorporó tras tirar los pedazos para ir al mueble y ver si conseguía algo de ropa de Sofía.
-Crees que no hacen daño. Pero tampoco te importa si lo hacen- Le respondió y arqueó una ceja cuando no le cogió la mano. ¿No quería irse ya? ¿A que estaba esperando? -No mides porque a ti no te afecta nada. Quizás lo que te falta a ti, y a media sociedad, es empatía. Es solidaridad. Es misericordia- Le respondió y lo dejo acercarse. Había ignorado deliberadamente su quejido. No quería que lo tocará, no le había dejado ver bien su rodilla y… ¿De qué serviría? Era un desagradecido que tenía su propio hospital. Pues que lo ayudaran. Se ahorró decir que si ELLA hubiese hecho las prótesis que llevaba no se estaría quejando. Porque… oh, claro, sería de pija. Y oh, claro, que vergüenza llevar algo mágico.
-Callate de una vez. Nadie te está pidiendo charla de psicología. ¿A dónde te llevo? ¿A la base, el bar o el hospital?- arqueó las cejas ante las proposiciones que le estaba haciendo. Le apetecía hacerlas todas. Sí, sin duda. -No te estaba echando la culpa de nada más que de tu falta de tacto… lo demás… - Sonrió alzando las cejas -Lo he estado estudiando desde hace unas semanas. Sé que soy yo- Que no podía hacer nada. Ni ayudar a nadie. Apartó la mirada de él y cuando lo hizo se fijó de nuevo en el jarrón así que fue hasta allí con el paso un poco regular y cogió los trozos poco a poco, aunque los malditos se movían de un lado a otro -Decide a dónde- Insistió. Quería acabar con eso de una maldita vez y volver a su residencia para darse un gesto con una buena copa y … y una fresas. Tenía hambre. Si, podría comer un plato… italiano. Por la envidia sana que tenía por Giordano. Ojala pudiera tener su confianza. Su ego. A él no le importaba que le explotarán las cosas en la cara...seguía y seguía. Cuando tuvo todos los pedazos se dirigió hacia el baño para tirarlos a la basura pero no logró apuntar bien y de le cayeron todos al piso así que se inclinó y volvió a recoger dándose cuenta del riesgo que podía conllevar desaparecerse.
-Tienes dos opciones. O esperas a que se me baje el vino o llamo a Fred para que te baje- No podía llamar a V, sabía en qué podía acabar eso. Además debía estar ocupado con los miembros de su escuadrón… que estaban lastimados por su estupidez. Joder. Pero no podía ir así al hospital. Pensó en su cuñada… y se incorporó tras tirar los pedazos para ir al mueble y ver si conseguía algo de ropa de Sofía.
Gelion Draven
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-No he dicho que lo creyese sino que no lo pretenden. Y sí, me da exactamente igual si lo hacen. -Acepté de buena gana aquello. Me tragué una risa pero se notó cuando dijo que no me afectaba nada y que no medía, lanzándole una mirada de incredulidad.-Tampoco eres Miss Empatía que digamos.
Pasé la lengua por mi colmillo cuando me mandó callar, intentando no ofuscarme demasiado y crují mi cuello. La seguí con la mirada y giré mi cuerpo para tenerla de frente mientras recogía aquello.-Ya...-No tenía claro que hubiese pillado el concepto de qué tipo de problema era ella para sí misma.-Veamos...así que no me afecta nada...uhummm.-Comencé a pasearme por la habitación, cojeando, lentamente.-Según tú...no me afectó la guerra, no me afectó que me criasen en el odio hacia los magos...oh por supuesto no me afectaron los años del ejército...mucho menos que me metiesen una pila en el cuello y claro...¿Cómo me iba a afectar que mi mujer matase a mis hijos y se suicidase? Prff...-Hice un gesto con la mano como restándole importancia.
-No tuve misericordia por una persona que claramente tiene un instinto de supervivencia nulo y que hubiese acabado muerta en el metro de Londres...-Continué enumerando.-Ni empatía, por supuesto, cuando la llevé a tomar una copa porque absurdamente se había deprimido pensando que un atentado había sido única y exclusivamente por su culpa...-Carraspeé.-Ni tuve empatía cuando le presté un walkman para que se calmase y se sintiese mejor.
Paré mis pasos a su frente y silbé de forma exagerada asintiendo después. Chasqué la lengua.-Tienes razón, soy una persona horrible por decir las cosas de una forma que no te gustan.-Alcé ambas cejas volviendo a andar.-Puedo esperar.-Contesté a lo de sus opciones- OH!-Alcé un dedo girando para mirarla.-Es verdad, se me olvidaba lo de preocuparme para que seas consciente de que cuando el hospital esté en marcha vas a encontrarte con este tipo de mierdas todo el puto rato. ¡Totalmente fuera de lugar!-Ironicé.
Pasé la lengua por mi colmillo cuando me mandó callar, intentando no ofuscarme demasiado y crují mi cuello. La seguí con la mirada y giré mi cuerpo para tenerla de frente mientras recogía aquello.-Ya...-No tenía claro que hubiese pillado el concepto de qué tipo de problema era ella para sí misma.-Veamos...así que no me afecta nada...uhummm.-Comencé a pasearme por la habitación, cojeando, lentamente.-Según tú...no me afectó la guerra, no me afectó que me criasen en el odio hacia los magos...oh por supuesto no me afectaron los años del ejército...mucho menos que me metiesen una pila en el cuello y claro...¿Cómo me iba a afectar que mi mujer matase a mis hijos y se suicidase? Prff...-Hice un gesto con la mano como restándole importancia.
-No tuve misericordia por una persona que claramente tiene un instinto de supervivencia nulo y que hubiese acabado muerta en el metro de Londres...-Continué enumerando.-Ni empatía, por supuesto, cuando la llevé a tomar una copa porque absurdamente se había deprimido pensando que un atentado había sido única y exclusivamente por su culpa...-Carraspeé.-Ni tuve empatía cuando le presté un walkman para que se calmase y se sintiese mejor.
Paré mis pasos a su frente y silbé de forma exagerada asintiendo después. Chasqué la lengua.-Tienes razón, soy una persona horrible por decir las cosas de una forma que no te gustan.-Alcé ambas cejas volviendo a andar.-Puedo esperar.-Contesté a lo de sus opciones- OH!-Alcé un dedo girando para mirarla.-Es verdad, se me olvidaba lo de preocuparme para que seas consciente de que cuando el hospital esté en marcha vas a encontrarte con este tipo de mierdas todo el puto rato. ¡Totalmente fuera de lugar!-Ironicé.
-¿Ah no?- Le preguntó a Gelion cuando le soltó que ella no era Miss Empatía pero poco después se dio cuenta de que lo decía en serio y parpadeó sorprendida. Eso le causó cierta impresión porque quizás tenía una imagen muy elevada de sí misma, una imagen en la que su empatía y amabilidad era el ejemplo por el cual muchos debían regirse. Porque…ella era perfecta. “Era”, para los demás, pero la verdad era otra.
If I'm honest I know I would give it all back
For a chance to start over
And rewrite an ending or two
For the girl that I knew
Empezó a mirarlo de reojo cuando enumeró situaciones, por inercia bajó la mirada a su pierna, y tensó los labios. Sus ojos volvieron a alzarse con rapidez hacia él cuando habló de su mujer sabiendo que…Había estado fuera de lugar, que había presionado hasta un punto que no debía. Empezó a sentirse incómoda, empezó realmente a…Necesitar otra copa de vino. Sentía una opresión en el pecho -Nunca tuve que sobrevivir- Murmuró en un hilo de voz. Excepto en el torneo pero allí... No, no quería recordarlo. Ella lo tenía todo, no tenía que tomar ni decisiones porque su vida había estado predeterminada desde el momento 1. Era la princesa de los Royden y como tal se merecía la vida de una Reina, de una esposa de Descendiente y por ende debía cumplir ciertos requisitos. Aún podía recordar la decepción de su madre al ser derrotada por Maxwell.
-¡Claro que fue por mi culpa! ¡Porque yo soy la que estoy buscando hacer algo por la sociedad como excusa para salir de aquí! Porque…- Porque era egoísta. Oh… Era egoísta. Era lo que le había dicho Sayid. Y tenía razón. Se le quedó mirando cuando se detuvo frente a ella, parando sus pasos -No... No, Gelion- Se llevó las manos a la cara para ocultar la frustración que estaba ganándole a la cordura, ella no pensaba que él fuera mala persona sólo que le faltaba mucho tacto. Ella en cambio: Egoísta y poco empática. Era una persona de lo peor. Usando las necesidades de otros como razón para salir de Ouroboros y no enfrentar lo que realmente le sucedía. Como estaba haciendo ahora, simplemente huía. Ese había sido su primer pensamiento, huir…
Quizás esa si era la persona que era y por eso intentaba siempre controlar a Vishous, porque sus arranques tenían consecuencias. ¿Y los de ella? ¿Los de ella qué? Respiró, respiró un par de veces escuchando lo último que le dijo y bajó las manos de la cara limpiándose las lágrimas. Acortó la distancia entre ellos y le pasó los brazos por el cuello, dándole un abrazo cortísimo-Lo siento, por todo- Murmuró antes de alejarse con el ceño fruncido, bajando la mirada a sus manos -Sé que no eres… una máquina, por eso no quería que te trajeran a Ouroboros. Y te traje…Agh, por el Consejo!- Miró hacia el techo agobiada por un instante. Ahora siendo más consciente de la tontería que había hecho. Observó la puerta del loft, si V llegaba a aparecer… Iba a … Liarla. Y Gelion quería esperar. De acuerdo…Entonces… Miró hacia Gelion y se percató del uniforme. Si iban a esperar -Quítatelo, te lo lavaré…- Si lo bajaba cubierto de sangre aquello iba a traer más problemas. Se giró y fue hacia el armario de Vishous sacando un jersey negro, seguramente le quedaba mejor que la ropa de cualquier otro hombre de Ouroboros. Lo dejó en la cama, se tomó un momento para quitarse los zapatos y fue hasta las escaleras. Mejor bajarlas sin tacones de 7cm.
-Bajaré. Me tomaré un café…O algo- En realidad, debía tomar agua y comer algo. Se cogió del pasamanos con fuerza y empezó a bajar lenta y calculadamente porque los escalones se movían de una forma muy fuerte. Frunció el ceño, pensando que en su maldita vida iba a beber otro vino que fuese el de su casa. Y en esas botellas estaba pensando cuando a mitad de la escalera perdió pie en un escalón y se fue de culo por lo que restaba de escalera. Al llegar al final, maldijo porque la mayor cantidad de su peso había caído sobre su brazo derecho. Gruñó un poco pero se incorporó, tratando de no avergonzarse más de lo que ya lo había hecho. Tardó un par de segundos pero se cogió del reposabrazos y se impulsó hacia arriba, pegando el brazo derecho a su torso. Ni se le ocurrió mirar hacia arriba porque seguro el otro acababa riéndose. Se dirigió a la cocina a por un vaso de agua. O dos.
Egoísta, poco empática y encima torpe.
Quizás hasta su elegancia era predispuesta por sus padres.
Probabilidad: ¿Se cae? Se cae xD
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Empezó a mirarlo de reojo cuando enumeró situaciones, por inercia bajó la mirada a su pierna, y tensó los labios. Sus ojos volvieron a alzarse con rapidez hacia él cuando habló de su mujer sabiendo que…Había estado fuera de lugar, que había presionado hasta un punto que no debía. Empezó a sentirse incómoda, empezó realmente a…Necesitar otra copa de vino. Sentía una opresión en el pecho -Nunca tuve que sobrevivir- Murmuró en un hilo de voz. Excepto en el torneo pero allí... No, no quería recordarlo. Ella lo tenía todo, no tenía que tomar ni decisiones porque su vida había estado predeterminada desde el momento 1. Era la princesa de los Royden y como tal se merecía la vida de una Reina, de una esposa de Descendiente y por ende debía cumplir ciertos requisitos. Aún podía recordar la decepción de su madre al ser derrotada por Maxwell.
-¡Claro que fue por mi culpa! ¡Porque yo soy la que estoy buscando hacer algo por la sociedad como excusa para salir de aquí! Porque…- Porque era egoísta. Oh… Era egoísta. Era lo que le había dicho Sayid. Y tenía razón. Se le quedó mirando cuando se detuvo frente a ella, parando sus pasos -No... No, Gelion- Se llevó las manos a la cara para ocultar la frustración que estaba ganándole a la cordura, ella no pensaba que él fuera mala persona sólo que le faltaba mucho tacto. Ella en cambio: Egoísta y poco empática. Era una persona de lo peor. Usando las necesidades de otros como razón para salir de Ouroboros y no enfrentar lo que realmente le sucedía. Como estaba haciendo ahora, simplemente huía. Ese había sido su primer pensamiento, huir…
Quizás esa si era la persona que era y por eso intentaba siempre controlar a Vishous, porque sus arranques tenían consecuencias. ¿Y los de ella? ¿Los de ella qué? Respiró, respiró un par de veces escuchando lo último que le dijo y bajó las manos de la cara limpiándose las lágrimas. Acortó la distancia entre ellos y le pasó los brazos por el cuello, dándole un abrazo cortísimo-Lo siento, por todo- Murmuró antes de alejarse con el ceño fruncido, bajando la mirada a sus manos -Sé que no eres… una máquina, por eso no quería que te trajeran a Ouroboros. Y te traje…Agh, por el Consejo!- Miró hacia el techo agobiada por un instante. Ahora siendo más consciente de la tontería que había hecho. Observó la puerta del loft, si V llegaba a aparecer… Iba a … Liarla. Y Gelion quería esperar. De acuerdo…Entonces… Miró hacia Gelion y se percató del uniforme. Si iban a esperar -Quítatelo, te lo lavaré…- Si lo bajaba cubierto de sangre aquello iba a traer más problemas. Se giró y fue hacia el armario de Vishous sacando un jersey negro, seguramente le quedaba mejor que la ropa de cualquier otro hombre de Ouroboros. Lo dejó en la cama, se tomó un momento para quitarse los zapatos y fue hasta las escaleras. Mejor bajarlas sin tacones de 7cm.
-Bajaré. Me tomaré un café…O algo- En realidad, debía tomar agua y comer algo. Se cogió del pasamanos con fuerza y empezó a bajar lenta y calculadamente porque los escalones se movían de una forma muy fuerte. Frunció el ceño, pensando que en su maldita vida iba a beber otro vino que fuese el de su casa. Y en esas botellas estaba pensando cuando a mitad de la escalera perdió pie en un escalón y se fue de culo por lo que restaba de escalera. Al llegar al final, maldijo porque la mayor cantidad de su peso había caído sobre su brazo derecho. Gruñó un poco pero se incorporó, tratando de no avergonzarse más de lo que ya lo había hecho. Tardó un par de segundos pero se cogió del reposabrazos y se impulsó hacia arriba, pegando el brazo derecho a su torso. Ni se le ocurrió mirar hacia arriba porque seguro el otro acababa riéndose. Se dirigió a la cocina a por un vaso de agua. O dos.
Egoísta, poco empática y encima torpe.
Quizás hasta su elegancia era predispuesta por sus padres.
Probabilidad: ¿Se cae? Se cae xD
Dados
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puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Gelion Draven
Raza
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Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
-Y tampoco escuchas a los que si han tenido que hacerlo.-Repliqué, no por echárselo en cara sino por toda esa actitud que tenía. Parecía que en su cabeza viviese en un constante estado en el que se le juzgaba y no podía darse cuenta de que a veces la gente simplemente da su opinión por otras razones.
Froté mi rostro cansado cuando volvió a repetir que era su culpa. Nada, no había manera de que se sacase de la cabeza que no era la razón, que ninguna persona en si misma tenía culpa de la situación en la que vivíamos en tierra. ¿Excusa? La miré extrañado. ¿Y para qué quería largarse de la puñetera isla perfecta?
Gruñí por ese abrazo y desvié la mirada, apartándola de ella. Definitivamente estaba mal de la cabeza o ese vino le había sentado rematadamente mal. Fruncí el ceño y miré hacia la pechera del uniforme, manchada. -Nah.-Pero ella se puso a hurgar en el armario y sacó un jersey. Continué con cara de pocos amigos, o de confusión. ¡No pensaba ponerme esa cosa de su hermano!
Suspiré cuando decidió bajar y simplemente fui hacia el baño en el que se había encerrado antes. Abrí el grifo y pillé una toalla de manos, mojándola y restregando ésta por el estropicio del uniforme. Chasqué la lengua y abrí la botonera de la chaqueta para limpiarla mejor, dejando a la vista la camiseta interior. Paré cuando extendí la mancha aunque al menos ahora no era tan evidente. Escuché un ruido fuerte pero ningún grito. -¿Todo bien?-Alcé la voz un poco.
Crují mi cuello, estaba cansado mentalmente. La pierna me dolía pero podía aguantar. Llené mis manos con agua y me refresqué la cara. Cerré el grifo antes de pasar la mano por mi flequillo y al salir, sin haberme secado, la doctora aún no estaba ahí.
Salí del cuarto del hermanísimo, bajando las escaleras con lentitud y fui a la cocina, donde me apoyé de espaldas en el mostrador, agarrando el borde del mismo con ambas manos. Gruñí por lo bajo porque no podía dejar de pensar en la duda que rondaba mi cabeza.-¿Y por qué no te vas y ya?¿Es por tu familia?¿Es por lo que puedan pensar? -Solté sin más y encogí mis hombros.-¿Por qué no haces lo que quieres Doc?-Pregunté con absoluta curiosidad entrecerrando los ojos.
Froté mi rostro cansado cuando volvió a repetir que era su culpa. Nada, no había manera de que se sacase de la cabeza que no era la razón, que ninguna persona en si misma tenía culpa de la situación en la que vivíamos en tierra. ¿Excusa? La miré extrañado. ¿Y para qué quería largarse de la puñetera isla perfecta?
Gruñí por ese abrazo y desvié la mirada, apartándola de ella. Definitivamente estaba mal de la cabeza o ese vino le había sentado rematadamente mal. Fruncí el ceño y miré hacia la pechera del uniforme, manchada. -Nah.-Pero ella se puso a hurgar en el armario y sacó un jersey. Continué con cara de pocos amigos, o de confusión. ¡No pensaba ponerme esa cosa de su hermano!
Suspiré cuando decidió bajar y simplemente fui hacia el baño en el que se había encerrado antes. Abrí el grifo y pillé una toalla de manos, mojándola y restregando ésta por el estropicio del uniforme. Chasqué la lengua y abrí la botonera de la chaqueta para limpiarla mejor, dejando a la vista la camiseta interior. Paré cuando extendí la mancha aunque al menos ahora no era tan evidente. Escuché un ruido fuerte pero ningún grito. -¿Todo bien?-Alcé la voz un poco.
Crují mi cuello, estaba cansado mentalmente. La pierna me dolía pero podía aguantar. Llené mis manos con agua y me refresqué la cara. Cerré el grifo antes de pasar la mano por mi flequillo y al salir, sin haberme secado, la doctora aún no estaba ahí.
Salí del cuarto del hermanísimo, bajando las escaleras con lentitud y fui a la cocina, donde me apoyé de espaldas en el mostrador, agarrando el borde del mismo con ambas manos. Gruñí por lo bajo porque no podía dejar de pensar en la duda que rondaba mi cabeza.-¿Y por qué no te vas y ya?¿Es por tu familia?¿Es por lo que puedan pensar? -Solté sin más y encogí mis hombros.-¿Por qué no haces lo que quieres Doc?-Pregunté con absoluta curiosidad entrecerrando los ojos.
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