Villa Imperiale - Le Fay Pendragon

La visita se estaba volviendo muy escabrosa, con Catherine con el aura por los suelos. Normalmente le confiaría cualquier cosa, pero le estaba hablando de darle su sangre, cosa que los Pendragón podrían usar en cualquier momento, y además con aquel estado demacrado que la hacía dudar hasta de su sombra. Se dedicó a respirar profundo y a hacer sus cosas mientras meditaba sobre los tatuajes. No le enloquecían tampoco. Lo que terminó de tintar sus sentimientos fue que se llamara anormal y que hablara de manera tan sombría. Le cedió el té, se sentó frente a ella y cuando dejó de beber le empujó suavemente el vaso para que diera otro sorbo. Entre más bebiera, mejor se sentiría, de eso estaba segura.- Catherine, me imagino que no me trajiste para que te sermonee, y perdona que sea yo quien te lo diga, pero tu expertise está en los maleficios, ¿verdad?. Es magia negra. Se que estás cansada, pero si tu mente no tiene la estabilidad, tu voluntad no tendrá la fuerza para evitar que tu poder te consuma. Y lo digo por el hijo que llevas dentro. Si dejas que te consuma, también lo pondrás en una situación difícil.- Se irguió poco a poco, suspirando porque tenía la sensación de que no importaría mucho lo que le dijera en ese preciso instante, quizás después.

Curiosa, alzó la mano para coger el pergamino y comenzó a leer con cuidado.- Espinos sagrados...- Susurró después de un rato, mientras seguía leyendo, soltando suspiro tras suspiro mientras entendía lo que trataban de hacer. Era como leer la crónica de una muerte anunciada, pues se había esperado ese final desde la primera oración... Se pasó una mano por la cara, enfocando los dedos en el puente de su bella y perfecta nariz.- ¿Cómo se enteraron de esto? Son secretos milenarios. Es magia muy poderosa.- De repente, le vino a la mente las palabras de Gaia y cerró los ojos un instante, bajando la mano para volver a leer el pergamino mientras recitaba algunas palabras de su Diosa.- En los rincones olvidados de la memoria, entre las sombras de los ancestros, se oculta el camino hacia la restauración...- Se dio tiempo de pensar en silencio, hasta que escuchó el pero de Catherine, mirándola fijamente antes de asentir con cuidado.- Tienes razón, requiero de permisos... especiales. No es que no sea capaz de forzar la tierra y crear lo que necesitan, pero todo sale mejor cuando las cosas se alínean a los deseos de la naturaleza. Es como... Matvey, un poco. Sus rituales son muy específicos. Pero dime una cosa. Si pretenden hacer una... copia "buena", ¿a quién quieren enterrar bajo el árbol? Dicen que Charles está bajo el Sanguis...

Dejó la pregunta flotando en el aire mientras veía la daga que le ofrecía Catherine. Se veía bastante filosa. La tomó, pero aprovechó el movimiento para tomar los dedos de Catherine y ungirle la muñeca con el aceite que había preparado. A ver si mejoraba más rápido en sus malestares. Tomó la daga y, con mucho cuidado, se miró los dedos de las manos hasta comenzar a clavarla en el dorso de pulgar. La sangre fluiría mejor en ese punto. Sabía que una gota con sería suficiente, así que abrió su piel con cuidado, tratando de aguantarse el dolor y la molestia. Terminó por dejar la daga en la mesa y apretar su dedo para que salieran las gotas necesarias antes de cubrirse la herida con fuerza. Cuando pudo calmar su ansiedad, miró a Catherine con cuidado, recordando las últimas sesiones del Consejo con ella.- Hice un ritual hace poco. Encontré a Gaia en Stonehenge.

Miró el té de nuevo cuando se lo arrimó y bebió otro sorbo pequeño. Como volviera a hacérselo lo iba a tirar al piso como hacía su gata. O quizás no. El líquido entraba bien, pero no llevaba genial que la obligaran a hacer cosas.  Volvió la vista hacia ella cuando empezó a habla de su área de trabajo pensando, equivocadamente, que iba a referirse al tema del Sanguis Ligno pero luego habló…de su estabilidad mental y alguna especie de vínculo con su magia. ¿Tendría que ver? ¿Realmente tendría que ver?  Si quería hacerla sentir mal por su actitud, sin duda lo había logrado. Ahora se sentía aún peor madre de lo que ya había rumiado. Ya no sólo por ser ella quien era si no que no había pensado que su magia podía jugarle en contra.

“Puta mierda todo. Maldita Morgana y todos los que vinieron tras ella”

No le dijo nada, absolutamente nada, simplemente se giró de nuevo al té y bebió un poco más dejándola a su bola con la lectura mientras la morena seguía rumiando lo que le había dicho. Si es que ni su magia estaba hecha para los niños. ¿Cómo podía querer ser buena madre si descendía de una perra obsesiva con la venganza? ¿Y qué hacía? Pues se embarazaba por estúpida e iba continuando su linaje maldito por el mundo.

-No sé. Pregúntale a Cedric- Que trabajaran juntos y se entendieran, ese no era su campo y tampoco le interesaba. Le sostuvo la mirada tras el “pero” y luego arrugó el ceño -A nadie… ¿No son los árboles, sin necesidad de un cuerpo mágico en sus raíces, lo suficientemente poderosos para crear el portal?- Inquirió -Eso entendí. No vamos a enterrar a nadie. Tendrán que tener magia por sí mismos. Antes de lo de Charles existía eso...así que...no lo veo necesario-

En el momento de intercambio de la daga, le puso algo en la muñeca, y la miró raro -¿Qué es eso?- Preguntó con brusquedad, apartando la mano después para mirársela. No le gustaba que le tocaran y menos que le pusieran cosas sin su autorización. La dejó hacer el tema de la sangre para luego coger el bol y preparar la tinta con el ceño fruncido -¿Dónde quieres el tatuaje? Matvey ha prohibido las extremidades y lo mejor es una zona que no se vea o a la que sea difícil de acceder- Dijo mientras preparaba la máquina, oyendo lo último y ralentizando los movimientos hasta detenerse. Alzó la vista hacia ella.

Gaia era…
Lo que la Dama del Lago era para Merlín.
O lo que Morgana debía ser para ella.

-¿Es todo lo que soñaste que era?- Le preguntó porque no pudo evitar notar el cambio en su rostro al mencionarla. Esperaba que sí. Que al menos uno de ellos tuviera algo positivo que sacar de la maldita situación de mierda en la que estaban sumergidos todos y que muy probablemente los llevara a una muerte prematura. Excepto a Jack, a ese ya le había llegado la hora. Y a sus ideas también.

Vio claramente que sus palabras no le hicieron bien a Catherine. Se estaba dando cuenta que cuando ella estaba por los cielos se le hacía muy difícil encontrar las palabras para hacer que la gente mejorara.- Solo quiero decir que debes estar bien para tu bebé. Yo puedo ayudarte todo lo que necesites. Debo admitir que no sé por lo que pasas, en absoluto. Aura solo me daba muchas ganas de dormir.- Susurró, tratando de ofrecerse para ella. En realidad todo había ido de maravilla hasta que el Sanguis llegó a Ouroboros. Se calló mejor, porque no quiso seguir hablando y que después pensara que le estaba diciendo que su bebé era malo, o algo así. Se dedicó mejor a leer, porque era bastante lo que había en el pergamino.

¿¿A Cedric?? - Su sorpresa era clara. Habría pensado que Gwen sería la que conociera los detalles del Sanguis, pero mejor así. Se llevaba mejor con Cedric que con la morena. Asintió suavemente, a sabiendas de que el portal podía abrirse sin nadie más de por medio, pero a veces crear cosas paralelas servía más para llevar a cabo los rituales.- Está bien, me pondré a trabajar en esto. Te avisaré cuando tenga el permiso necesario y consiga la tierra apropiada.

Sabía que Catherine se desharía del contacto en un instante, y que probablemente se pondría arisca, pero tenía que tratar de ponerle un poco, y eso hizo.- Te hará bien. Te ayudará a descansar y a relajarte.- No quería entrar muy a detalle en los ingredientes, pero todo iría bien con ella. En tanto a lo del tatuaje, soltó un suspiro mientras la veía prepararse.- Sabes, no me gustan los tatuajes, quizás en la nuca, o detrás de la oreja si es posible... No sé que pensará V al respecto tampoco. Tú tienes varios, ¿no es así? ¿Dónde duele menos?- Tampoco le iba a pedir en un lugar muy raro, como en la planta del pie para no tener que verlo. Le daba curiosidad saber dónde le gustaría a V, así que terminó por enviarle un mensaje preguntando dónde le gustaría que se tatuara si, hipotéticamente, tuviera que hacerlo para algo del Consejo. Igual no iba a esperar, terminaría por hacérselo en la nuca.

Cuando pasaron al tema de Gaia, su rostro se iluminó de nuevo, su sonrisa brilló a pesar de cualquier cosa que pudiera pasar. Había visto a la más benévola diosa, que había compartido su luz y su sabiduría a manos llenas, a más no poder.- Es todo eso y más. A comparación, siento que toda mi vida antes de ese día ha sido gris y triste. Desde ese momento, mi corazón está lleno.- Y quería que el resto del mundo fuera tan feliz como ella misma lo era.

Bebió un trago más del té, sintiéndose un poco más ligera. Esperaba que no le entrara el sueño en pleno tatuaje. Acarició un momento la porcelana de la taza mientras Sofía seguía hablando. La escuchaba, sí que la escuchaba. Pero es que no tenía ganas de ser positiva, de ser buena…Estaba en un momento en el que quería quejarse, regodearse en todo lo negativo que estaba sintiendo. ¿Acaso no podía? ¿Por qué no? Miró hacia la puerta por inercia y por tonta. ¿Cuándo vendría Wthyr? ¿Y por qué usaría la puerta? -¿Quieres que te lo explique?- Preguntó con un tono bajo y sombrío, moviendo lentamente sus ojos violetas hacia ella. No sabía lo que estaba sintiendo así que no podía simplemente decirle “Necesitas estar bien”. No era tan fácil. ¡NO ERA TAN FÁCIL! Y ella no estaba allí para complacer a Sofía. En realidad, ni a Sofía ni a nadie.

-Sí- Dijo poniendo los ojos en blanco -Es como una biblioteca andante. Le gustan sus libros y le gusta investigar- Normal, con la biblioteca de Alejandría a mano hasta a ella le daban ganas de aprender pero su dislexia se metía en medio y le afectaba -Demás está decir que tenemos el tiempo en contra- Le apremió Catherine bebiendo otro trago del té.

-¿Qué es?- Insistió con el ceño levemente fruncido -Entiendo tus intenciones pero… no…no hagas eso- Murmuró con el gesto aún más confundido e irritado y se concentró en lo suyo para tratar de equilibrar su ánimo. ¿Qué demonios le había puesto? La mirada se le iba cada tanto a la muñeca -Tenía- Corrigió  -En Beltane perdí muchos…en el ritual que hicimos-  Miró hacia su panza con el gesto algo confundido, pensando que ese día habían pasado demasiadas cosas. Su memoria vagó a lo que sucedió aquel día, todo gracias a Shyvanna… Fue un día… Intento y con cada memoria el gesto de Cath fue suavizándose hasta que dibujó una pequeña sonrisa.

“Sé que debería estar agradecida y, en realidad, hasta curiosa de cómo existes…Pero llegaste en tan mal momento”, pensó. Aún así se dedicó a analizar. ¿Cuándo era un buen momento? Catherine nunca había planeado, per sé, tener un bebé y ahora era madre de cuatro. Inspiró profundo y no supo si el té, el aceite o los recuerdos de Beltane pero se encontraba de mejor humor.

Y con ganas de ver a Wthyr.

-La nuca es la mejor opción, duele, pero tampoco es muy grande. Quizás en la unión…- Dijo señalándose entre el torso y el cuello. La idea de Gwen había sido muy buena y casi todos habían tomado esa opción, incluida ella.

El tema de Gaia le iluminó el rostro y se preguntó si así se hubiese comportado ella si realmente Morgana hubiese sido una aliada y no una pesadilla. Entre los recuerdos de Beltane y la energía que exudaba Sofía, logró sonreír un poco más -Me alegro, con sinceridad- Reconoció -Usa toda esa energía para esta tarea…- Dijo indicando el pergamino -El tiempo nos corre en contra-

Suspiró entonces y le indicó que se girara para empezar con el tatuaje sin mucha más dilación, pero aprovechó para sacarle conversación (¡Lo nunca visto!) y que así se distrajera con el tatuaje -¿Qué tipo de ritual hacías? ¿es como Beltane?- Preguntó ladeando la cabeza mientras continuaba concentrada en su trabajo.

La pregunta de Catherine le resultó... sombría, por decir lo menos. Respiró profundo, a sabiendas de que lo que venía no podía ser bueno, pero con la certeza de que si quería ayudar a Catherine tenía que escucharla, comprenderla. Suspiró de nuevo.- Si quieres contarme, te escucharé.- Susurró, aceptaría sus palabras y todo lo que quisiera decirle.

Entendió entonces que tenía que empezar a leer más a Cedric. De seguro tenía cosas que decirle sobre lo que querían hacer, y si había especificaciones, él las tendría claras.- Lo tenemos. Pero es mejor hacerlo bien. Es mejor... prepararlo bien para que sea el primer intento el que logremos realizar. Trataré de hablar con Cedric, aunque haré todo con rapidez.

Cambiaron al tema más amable del aceite que le había colocado, aunque parecía que no le gustaba a Cath. Al final, decidió confesar el secreto y hablar sobre lo que había puesto en el aceite y sus pociones.- Es menta y lavanda. En una pequeña dosis, pero tú eres pequeña. El té tiene varias cosas, manzanilla, hojas de frambuesa para ayudarte con el parto, cosas que te harán bien. También traje para que prepares más tazas si lo deseas. Sé que no te gusta que te toquen, no lo haré más, solo sentí... que lo necesitabas.- Le aseguró, pero es que tenía que estar segura de que realmente usara al menos unas gotas del aceite. La calmarían. Escuchó entonces sobre sus tatuajes, escuchando "Beltane" y preguntándose si tenía el mismo significado que los rituales que hacía su madre en Beltane. Porque si seguían la tradición Celta... trató de disimular la sonrisilla suavemente, agachando un poco el rostro.

Asintió rápidamente cuando le dijo que la nuca era lo mejor. Tenía la sensación de que dolería más de lo que Cath le quería confesar. Ojalá hubiera traído algo para el dolor.- De acuerdo. No sé qué vayas a ponerme, ¿sería muy raro que te pidiera que hagas algo lindo? - Mientras se resignaba, comenzó a amarrarse el cabello en un pequeño moño detrás de la cabeza, lo más arriba que pudo para descubrir su nuca, aunque algunas suaves ondas que caían a los lados de sus mejillas no las pudo contener. Se comenzó a acomodar sobre su silla, tratando de encontrar una posición en la que no fuera a moverse tanto ni a arruinar el trabajo de Catherine.

El solo pensar en el tatuaje la hizo tener un escalofrío ya en posición. Sin embargo, le entró una risilla tonta cuando preguntó que tipo de ritual hacían.- Sí... supongo que si. Vishous me ayudó en Stonehedge. Unimos el cielo y la tierra y Gaia apareció.- El solo recordar el momento le hizo soportar el dolor inicial del tatuaje y poder bajar un poco su estrés para mantenerse tranquila durante la sesión.- Vishous está un poco extraño desde entonces. No comprende mi emoción por ver a Gaia, para él se le apareció un extraterrestre y no sé como explicárselo.- Dijo con una suave risa. Él estaba destinado a cosas mucho más grandes. Debía prepararlo para cuando el Universo se desdoblara ante él. Habría cosas más extrañas que un poco de magia milenaria.

Generalmente, cuando Catherine utilizaba aquel tono la gente solía reprimir sus intentos de acercamiento. Sin embargo, Sofía no. La morena paseó los ojos violetas por su rostro lentamente, recordando los momentos en los que Sofía había estado allí para ella -No- Dijo, negando con la cabeza. No se sentía cómoda compartiendo su oscuridad sólo para atenuar la llama de los demás. Era algo…cruel. Y, en el fondo, le hacía sentir incómoda así que dejó el tema detrás.

Asintió, tranquila de que Sofía era consciente del poco tiempo que tenían. Saber que Wthyr estaba con Excalibur no añadía tranquilidad a su estado. Esperaba que los tatuajes funcionaran.

Escuchó los detalles del té como si estuviera explicándole física avanzada pero no interrumpió, simplemente se concentró en su sentido del olfato al beber otro trago y luego se miró la muñeca, acercándola a la nariz y, en efecto, reconociendo lo que decía -Gracias- Porque bien fuese aquello o Beltane, todo había aligerado su carga mental.

En cuanto hablaron del tatuaje, Catherine movió el diseño hacia Sofía -No creo que sea tu estilo…- Susurró un poco incómoda -Pero es tu sigilo, si te es de ayuda o referencia. Luego puedo hacerte algo lindo si lo deseas, puedo diseñarlo para ti- Lo que había comenzado como un hobbie ahora era algo… Bonito. Le gustaba que las personas cercanas llevaran algo que ella había diseñado especialmente para ellos. Tanto Ian como Wthyr portaban sus diseños, estos del Consejo apenas cambiaba el sigilo y no era lo mismo pero…Sentía una mezcla de orgullo y satisfacción al verlos.

Asintió mientras continuaba con el tatuaje, oyendo la aclaración de Sofía sobre el ritual. Nunca se había fijado demasiado en el teniente Royden pero… los recuerdos de Beltane estaban frescos y una cosa llevo a la otra y pensó que el teniente sin duda cumpliría magníficamente con un ritual como el de Beltane. Aquello le robó una sonrisa y agradeció que Sofía estuviera de espaldas para que no viese su sonrojo.  

-¿Extraño?- Inquirió mientras continuaba, tratando de hacer el relleno cuan rápido fuera posible para que sufriera menos. La explicación hizo que soltara un leve suspiro -Sofía…- Acabó soltando una risa -Pero ¿Qué esperas?- La risa se extendió un poco más -Los Descendientes, y perdona que peque de soberbia, estamos en otro nivel. Las deidades o incluso nuestros poderosos ancestros, cualquier vínculo o aparición para nosotros es una bendición, algo que pasa a la historia…Para los demás son mitos y leyendas- Empezó a trazar la parte final, el de Sofía lo había hecho pequeño pero era intrincado por la cantidad de consonantes en su apellido - ¿Cómo crees que reaccionaría un mago cualquier a estar frente a Excalibur? ¿O Merlín?- Frunció el ceño -Es normal que esté un poco… extraño. Creo que hasta yo lo estaría, básicamente, porque no comprendo lo que es Gaia en sí. No de la misma forma que tú al menos- Limpió un poco la zona y miró más o menos el avance -Ya casi.

Había viajado junto a Cedric hasta Italia, cada uno en su dragón, y durante el camino no había dejado de quejarse de lo estúpida que le parecía la Dama del Lago, lo mucho que se había equivocado con Lake, y la putada que era un Pendragon sin poderes. Es que no estaba de acuerdo en nada, empezando por las cosas absurdas que había dicho aquel ente al que antes le tenía respeto, y terminando porque la espada había vuelto a la familia pero no era suya.

- ¿Pero sabes lo que más me jode de todo...? - prosiguió después de haberse callado un rato, asegurando que ya dejaba estar el tema. - Que estoy seguro que era todo una mierda de broma pesada por parte de Leroy. Que sea él el primero que entre con el supuesto hechizo, bendición o lo que sea eso. Si tiene que morir alguien, que sea él. Sinceramente, tenía mucho más sentido que el digno fueses tú. ¿Pero Lake? si sólo piensa en sí misma. No entendí nada. - comenzaron a descender en los terrenos de la villa con los dragones, aterrizando en un lugar espacioso algo alejado de la casa. No sabía cómo se encontraría a Catherine, pues entre unas cosas y otras llevaban algunos días separados. Mientras avanzaban hacia la casa le contó por encima a Cedric que la casa era un préstamo de los Soul Reapers. Chanchullos de su esposa.

- Te dejaré unas cuantas cosas para que te lleves, y en menos de una semana podemos reunirnos de nuevo para ultimar los detalles de la misión.

Al entrar no se la encontró sola, sino acompañada por Dioscórides. No le hizo mucha gracia verla allí, pero comprendió que era por el tema del tatuaje. Desvió la mirada rápidamente hacia Catherine, que parecía bastante cansada a pesar de su rostro de concentración en lo que estaba haciendo. No podrían hablar a solas hasta que se fuese Sofía. - Shyvanna te envía recuerdos. - comentó a modo de saludo con tono sarcástico, en referencia a aquel primer encuentro que había tenido con los Pendragon. - Tal vez puedas hablar de árboles con Cedric de regreso a casa. - en resumen, que no se entretuviese mucho por allí.

Me debatía entre la gracia que me hacía un Wthyr emberrinchado, quejándose y protestando desde inicio a fin de viaje, y la tragedia que suponía lo que le había ocurrido a Lake....que finalmente se habia entregado totalmente a la espada perdiendo su magia al completo. Porque yo habia decidido hacerme a un lado. Por qué Lake tenia que ser tan complicada? Si no quería, simplemente me lo hubiera pedido. No me gustaban las medias tintas. Tanto la deseaba, para qué, dadas las circusntacias? Bueno, sí....salvarnos a todos. Pero eso entraba en su agenda?

Miré a Wthyr y me encogí de hombros con frustración. Claro que no entraba en su agenda. Quizá lo que pasaba es que sus ansias por ser agradecida o venerada eran superiores a...a qué?

Qué se piensa Lake que va a lograr con Excalibur sin una gota de sangre en sus venas? Yo tampoco lo entiendo Whtyr, pero aqui hay algo muy raro, algo que no entiendo. Lake habló de extremos pero yo dije que no pensaba lo mismo. No puede ser por eso que la Dama del Lago nos eligiera a ambos y nos diera a elegir de ese modo.

Mucho texto, lo sé, lo siento. Lo dejé un rato ahi para que lo leyese. Definitivamente, Catherine iba a tener que enseñarme telepatía. Asentí a lo que dijo mi hermano, porque en cierto modo compartía su sospecha, asi que le di la razon. Y si Leroy habia hecho algo?

Al llegar alli, miré el bonito lugar que se habia agenciado mi hermano con su mujer, y le sonreí levantando las cejas.

"Ah, si te permitieras ser feliz"

Entramos en la casa, y mi hermano soltó un acido saludo asi que le pegué un codazo para que fuera más educado. Sonrei a Sofía y paseé la mirada por ahi, buscando a su marido...no estaba? No, solo Catherine. Me pareció curioso darme cuenta de que me sentí un poco decepcionado, pero decidí ignorarlo.

Lo de la espada está solucionado. Deberiamos probar con el hechizo de protección que dijo Leroy. Si funciona, necesitaremos el portal?

Escribí, mirando a la pelirroja y a mi hermano. Que no tuviera tanta prisa por despacharnos.

Terminó por asentir suavemente, un poco decepcionada, cuando Catherine se negó a dejarle entrar en su mente por tan solo un instante a través de sus sentimientos. Era complicada, pero si quería entenderla realmente, tenía que empezar por darle exactamente el espacio que necesitaba. Dejó el tema atrás, no solo por la paz entre ambas, sino para que ella pudiera estar trranquila en su propia casa. Se enfocó entonces en sonreírle por lo que sí podía hacer por ella, que era explicarle lo que estaba usando y tomando. Era su manera de cuidar a los que estaban cerca de ella, a través de aligerar su ánimo y el pesar de cuerpo y alma con sus pociones y remedios.

Pasando a temas de tatuajes, observó con atención lo que Catherine planeaba ponerle por toda la eternidad detrás de su cuello y se alegró de no tener que verlo sobre su piel. Trató de encontrarle el lado positivo, lo más positivo posible, y luego cayó en que las pociones más poderosas no eran siempre las que sabían a zarzamora; y aún así las tomaba sin gestos, convencida de que la magia que harían en ella sería lo verdaderamente importante.- Mi sigilo... Los sigilos se intencionan, ¿no es así?- Si el solo propósito de su creación era mantener a Charles fuera de su cuerpo valía la pena, pero ojalá sirvieran para algo más si iba a estar con él por la eternidad.- Quizás le puedas poner una flor al lado, después.- Sonrió hacia Catherine, quizás una linda flor no fuera tan malo. Además, estar abierta a ello también mantenía la puerta abierta en algo que Catherine gustaba de hacer. Finalmente, dejó que comenzara y si bien se mantuvo tensa los primeros minutos, comenzó a relajarse. A relajarse, sí, pero no a sentir menos dolor. La acupuntura era lo más cercano que había tratado y no era ni remotamente lo mismo.

Le agradeció a la vida que Catherine no preguntara más por el ritual, aunque estaba decidida a contarle lo que Gaia le había dicho para ver si le daba un nuevo ángulo a sus palabras. Aún así, le daba un poco de pena cuando recordaba lo de las orejas y la cola. Iba a asentir a lo de extraño cuando la escuchó carcajearse. Como nunca en la vida. Lo jamás escuchado. Y se estaba riendo de ella, eso le pareció gracioso.- ¿Cómo que cómo reaccionaría? Catherine... somos seres mágicos, es hipócrita que seamos tan escépticos cuando nuestra magia viene directo de esos seres.- Mencionó con tranquilidad y una gran sonrisa en los labios, manteniéndose lo más quieta posible. La verdad es que ahora entendía un poco la diferencia de reacciones, pero no era justo. No debía ser así.- Es hasta cínico que incluso entre nosotros mismos nos veamos con malas caras, que juzguemos la magia de los otros, pero entiendo tu punto. La verdad es que desde ese momento me siento como tocada por un Dios. Abrazada por ella en todo momento, no se aleja nunca de mi lado.- Y entonces descansó un instante y relajó los hombros como nunca cuando la morena se detuvo para observar el proceso y levantar un poco el cuello; lo justo para encontrarse con los recién llegados. Oh, no...- Salúdala de mi parte, siempre es un placer venir, sobre todo por mi voluntad. Hola, Cedric.- Le respondió a Wiwi con una media sonrisa que luego miró a Catherine porque le pareció muy gracioso e irónico su comentario. Mira que si no les gustaba lo entendía, pero es que la puya la tenía que devolver.- El portal, tengo entendido, es para entrar a la dimensión del Sanguis. ¿No es así?

-Se pueden usar para distintas cosas, así que sí, supongo…- Dijo concentrada mientras procedía con el sigilo escuchando la sugerencia de la flor, sonrió de lado -Claro, cuál es tu flor preferida?- Preguntó mientras su mente divagaba en posibles diseños para aquel tatuaje.

-No- Dijo negando suavemente -O sea…- Es que mientras ella más lejos estuviera de Morgana, mejor…Pero era cierto que no dejaba de ser una Descendiente de esa bruja. De esa gran bruja. Inspiró profundo haciendo una pequeña mueca -No sé si escépticos, es sólo que no te planteas en la vida estar cara a cara con ellos y el encuentro puede ser…- Catherine trató de recordar el suyo y se mordió la parte interna de la mejilla tratando de encontrar una palabra que se ajustara sin revelar la existencia del alma de Morgana -Estremecedor- Por decir algo sencillo.

“Supongo que eso es bonito…y no que te estén susurrando cómo hacer perecer a la gente”

-Me alegro- Seguía con el tatuaje cuando llegaron Wthyr y Cedric, al primero ya  había sentido su cercanía gracias al vínculo que compartían así que cuando saludó detuvo el aparato y miró a Wthyr a los ojos, sonriendo brevemente,  y notando su tensión casi de inmediato. No evitó que sus ojos fueran a sus manos, luego a su espalda e hizo lo mismo con Cedric. Frunció el ceño ¿Dónde estaba Excalibur? Estableció contacto mental con él mientras se concentraba en continuar con el tatuaje -Hola Cedric-

“Hola para ti también…¿Qué pasó?”

La respuesta de Sofía no tardó y Catherine sonrió brevemente, era interesante recordar que algunas flores tienen espinas. Alzó la mirada para observar a Cedric…a sus letras pero cuando varias de ellas se movieron de su sitio, frunció el ceño enojada y volvió la vista al tatuaje sin entender algo más que “árbol” -Sí…- Respondió a Sofía porque era lo único a lo que podía responder. No sabía qué preguntaba Cedric -Sofía ha dicho que tiene que hablar contigo, Cedric y se ha preguntado de dónde has sacado tanta información- Dijo cuando acabó, limpiando un poco la zona y dándole un toque en el hombro -Ya está-  Dejó la máquina y la encantó para que se limpiara sola y guardara. Con ella ya estaban todos los sigilos de los interesados hechos.

Suspiró brevemente como para sacarse un peso de encima y se volvió hacia el té, bebiendo un trago algo más largo. Cerró los ojos brevemente, disfrutando del brebaje antes de abrirlos y mirar a Wthyr esperando que le aclarara cosas…y ¿Quién sabe? ¡Fuera su puto esposo y viniera a darle algo de atención!

- No lo sé, me sigue pareciendo todo muy extraño. Sigue sin encajarme. - confesó a su hermano antes de entrar definitivamente en la casa, donde no pensaba decir nada de lo sucedido mientras estuviese allí Sofía. El codazo de Cedric le hizo rodar los ojos con disimulo, no le apetecía tener en cuenta los modales en ese momento. Al menos la pelirroja no pareció ofenderse por el comentario, sino que le siguió el juego. Igual no era tan estirada y mojigata, después de todo. - Se los daré. - asintió con la cabeza levemente, arqueando levemente la ceja por lo de voluntad propia. Era porque su esposa les había pedido que fuesen para los tatuajes. Amistad tampoco tenía claro que hubiese.

- Así es, se habló de la posibilidad de crear portal de entrada de ese modo, pero no quedaba claro si evitaría que muriésemos ahí dentro. Para eso era supuestamente el hechizo del que habló vuestro amigo Leroy. Yo creo que si funciona no necesitamos el portal, pero hay que hacer primero la prueba. No podemos tardar mucho, ese velo no para de avanzar.

"Es largo de explicar. Estoy indignado, pero te lo cuento después. ¿Cómo estás tú?"

Hizo contacto visual con Catherine cuando ésta le habló mentalmente, caminando hacia ella mientras terminaba de despachar el tatuaje de Sofía. Observó de reojo el brebaje que estaba bebiendo, suponiendo que era alguna cosa de la "Hierbas" que tenían de invitada. - ¿Qué es eso? - Se situó a la espalda de Catherine para apoyar una mano sobre su hombro, inclinándose sobre ella para besarla en los labios. Jengibre, frambuesa...hierbas, definitivamente. Nada alcohólico o drogas alucinógenas. Se separó después, volviendo a erguirse tras ella. Iba a decir algo más sobre empujar al estúpido de Leroy a la isla para probar lo de la espada, pero en ese momento escuchó llorar al niño en la habitación. Sabía que estaba con la niñera, pero quería ir él. - Ahora vuelvo. - se dio media vuelta, abandonando el salón para dirigirse a la habitación.

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Niño interrupción?

El miembro 'Wthyr Pendragon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Disimulé una sonrisa cuando Sofía devolvió el golpe verbal, evidentemente no emití sonido alguno pero miré divertido a la pelirroja. Luego, miré a Cath y casi pude leer en su rostro la confusión con mis escritos. Hice una mueca de leve disgusto por ello, recordando que a ella le costaba seguirme cuando se trataba de leer. Hice un gesto de "mas o menos" a la pregunta de Sofia.

"No es eso exactamente"

Pero Catherine respondió que si, a lo que yo negué de nuevo. Asentí porque sí, hablaría con Sofía de lo que quisiera. Y de donde había sacado tanta información? Pues de la biblioteca y los escritos de Avalon, de recopilar información aquí y allá, de leer y de estudiar mucho. De ser una persona culta, en resumen. Pero era demasiado largo explicar algo tan sencillo y la conversación ya me habia dejado por detras otra vez, sobre todo porque Wthyr reforzó la idea erroneamente de para que queriamos el portal.

"De verdad en esta familia parece que comparten media neurona"

No es eso.

Se formaron las letras doradas, desvaneciendose al momento. Avancé hasta donde estaban ellas, pidiendo papel y lapiz con un gesto. O que por el contrario.... nuevas letras comenzaron a aparecer, ahora mas despacio.

Catherine, ya se que vamos justos de tiempo, pero estaría genial que me enseñaras telepatía.

Asintió levemente ante los sigilos y despues se quedó pensativa. Nunca había considerado ponerse uno, pero por cuestión de protección era capaz de tatuar a su propia hija, aunque seguramente V tendría un problema con ello por su propia experiencia. Se tensó un momento, relajándose de nuevo y volviendo una suave sonrisa a sus labios cuando le preguntó por su flor favorita.- Le llaman la reina de la noche. Nace a la media noche y vive unas pocas horas hasta su muerte en la madrugada. Su perfume es exquisito, lo uso para el mío y le nombran misterio de medianoche. Es la flor más perfectamente hermosa, crece en una planta que no es muy vistosa, pero florece como ninguna otra. Y consumirla tiene efectos excitantes, alucinógenos, convulsionantes, y finalmente letales.- Susurró, describiendo como pudo aquella pequeña y hermosísima flor blanca que abría una vez al año. Le encantaba la historia, y no la contaba mucho pero era feliz de decírsela a quien lo preguntara.

Estremecedor.- Suspiró al escuchar aquella palabra. Sonaba a que así se había quedado Vishous al ver a Gaia. Estremecido hasta las venas. Tendría que hablar con él de nuevo, esta vez con un enfoque diferente gracias a Catherine, pensando en que podría haber sido muy abrumador para él. Incluso terrorifico.

La escena de Wiwi llegando le pareció de lo más curiosa. Un minuto atrás estaba en total apertura con Catherine, pero ahora era como estar en la guarida del león, pero... sin león. Verlos tan hogareños los hacía más "humanos" y no le gustaba humanizarlos, porque entonces terminaría por empatizar con ellos, por darles la oportunidad y quererlos a manos llenas como quería a todo y a todos. Se dedicó mejor a escuchar lo que le decían del árbol. Por lo que decían Catherine y Wthyr, la verdad lo hacían sonar redundante y no crearía un portal solo para que terminaran por no usarlo y quedara abierto por la eternidad. Estaba comenzando a decidirse en no hacerlo cuando se fijó en Cedric que negaba a todo lo que los otros dos decían. No era eso. Sus letras eran muy claras así que puso atención. Por un segundo. Cuando Cath anunció el término del tatuaje, se irguió y comenzó a estirar los músculos de su espalda, cuello y hombros que se habían entumido por la posición. No tardó en sentir el escalofrío de tener a Wthyr tan cerca de Catherine, y de ella, pero fuera de su campo de visión. Y luego escuchar el beso que se dieron. Estaban demasiado cerca, por Gaia, que tomaran una habitación. Lo que no pudo evitar fue ver a Catherine de reojo con una mínima sonrisa en los labios por lo atento que parecía Wthyr al ir a atender a su hijo. Maldita sea, no lo quería idealizar como a una buena persona, porque entonces...

Cuando se sentó en condiciones, pudo ver al par dentro de su campo de visión. Lo de la telepatía se le hacía curioso que no la supiera ya, porque ya tenía sus años, ¿no? No podía ser la primera vez que se exasperaba de que no lo leyeran cuando hablaba.- ¿Siempre haz vivido en estas cirrcunstancias?

Escuchó atenta la historia de Sofía y le pareció bastante interesante. La herboristería no era su fuerte  y le pareció que la última parte de la historia tenía un giro cruel…Lo que hizo que le gustara más -Luego puedes enviarme una foto al brazalete y haré el diseño para ti- Le respondió. En cuanto al encuentro con Gaia esperaba que hubiese comprendido su punto de vista y que eso le ayudara con el teniente Royden.

Desvió brevemente la mirada hacia Wthyr cuando dijo que estaba indignado. ¿Qué había pasado? La pregunta respecto a ella hizo que negara con la cabeza brevemente. “Bipolar…cansada, con la cabeza pensando en Beltane y lo que hicimos…”, le confesó mientras venía hacia ella observándola. Se removió brevemente en el asiento incapaz de contener el escalofrío que le recorrió -Un té- Dijo muy diligentemente -Me lo ha traído Sofía- Respondió girándose hacia él y cerrando los ojos al recibir sus labios en un beso breve.

Ella quería más pero…había invitados. Ya había acabado el tatuaje ¿Por qué no se iban?

Escuchó a Zephyr y tuvo el impulso de pararse pero al ver que Wthyr iba hacia allá asintió con suavidad dejando la responsabilidad a él y sonriendo de camino. Cuando le conoció nunca pensó que sería un padre tan atento.  Volvió la mirada hacia Cedric leyendo eso de “no es eso” y frunció el ceño -Pensé que sí- Murmuró confundida pero… Bueno, es que nunca le leía bien.

Movió el papel y lápiz pero las letras empezaron a aparecer y la bruja intentó no parecer una estúpida mirándolas. Reconoció su nombre porque…Lo tenía más que memorizado. Luego interpretó lo demás un poco por contexto y porque entendió lo de telepatía -Sí- Asintió con suavidad -Lo teníamos pendiente y hay poco más que yo pueda hacer en este estado…- Ladeó la cabeza igualmente -Pero ¿Podríamos empezar más tarde, en la noche? Me gustaría descansar un poco y…- Miró hacia la habitación -Lo de Zephyr debe de ser hambre- Se incorporó con cuidado y miró hacia Sofía -Gracias por el té y el aceite. Cuidate el tatuaje y que no le dé el sol…  Te dejo en buenas manos- Miró hacia Cedric con una sonrisa  -Te espero en la cena-

“Aunque yo no voy a cocinar”

Tras eso se dirigió a la habitación que compartía con Wthyr a paso lento pero seguro. Abrió la puerta con cuidado porque sí que sentía que era hora de comer…Pero no de amamantar. Pero eso no tenían porqué saberlo Cedric y Sofía. Se acercó entonces a Wthyr y Zephyr, alargando una mano hacia el cabello azabache del niño para acariciarlo -¿Qué pasó?- Preguntó finalmente justo antes de que le llegara un patronus de Gwen.

"Ni un puto minuto"

Miró a Wthyr con una sonrisa cansada mientras respondía el patronus indicándole que lo abriría hacia Italia pero en el exterior de su casa por tema de espacio y con PD a Gio de que esperaba que nada explotara. La verdad no sabía que tan grande serían los artilugios o qué tan peligrosos. Cogió la piedra y abrió el portal desde el hospital hasta la parte exterior de la casa poco tiempo después.

Se alejó de la reunión del salón sin tener demasiada prisa por volver, le apetecía estar un rato a solas para pensar y no tener que discutir sobre ningún tema. Al llegar a la habitación tomó a Zephyr en brazos, acunándolo un poco para que se calmase. No tardó mucho en conseguirlo, había cogido práctica en los casi cuatro meses que iba a hacer pronto el niño. Lo difícil iba a ser cuando viniese su hermano, iba a ser prácticamente como criar gemelos. La voz de Catherine lo sacó de sus cavilaciones, acercándose un poco más a ella mientras acariciaba al pequeño. - Así que...pensando en Beltane y en lo que hicimos...- repitió las palabras que ella había dicho mentalmente antes de que él se fuese a la habitación, esbozando una media sonrisa mientras mientras buscaba su mirada.

- ¿Y era para bien o para querer matarme por hacer que estés como estás? - porque era evidente que su estado le estaba agotando y absorbiendo la energía a un nivel superior al de la otra vez, y que el asunto de ir acelerado provocaba que todo se sintiese con más intensidad. Sujetó al crío con un solo brazo, bajando la mano libre para posarla en el vientre de ella. En apenas una semana había aumentado mucho, lo que le hacía pensar que tal vez en dos semanas más llegase el momento. Ojalá fuese antes de tener que ir a la misión.

- Lo que ha pasado es un sinsentido. Lake ha sacado la espada. La maldita Excalibur es suya ahora.- repuso contrariado, retirando la mano que tenía sobre ella para echarse el pelo hacia atrás en un gesto de frustración. - Ah, y ha tenido que entregar sus poderes a cambio. Iba a ser Cedric, pero ella se ofreció. Es todo muy extraño. - en ese momento les llegó el mensaje de Gwen, así que la dejó responder y crear el portal para lo que quiera que tuviese que contarles. - Al final tendremos reunión familiar improvisada. - soltó en tono poco sociable, entregándole a Zephyr con cuidado para que se lo quedase ella mientras él salía de la habitación en dirección a la zona de la piscina.

Encogió los hombros cuando Giordano repitió lo de puntiagudo con un gesto de no tener remota idea de como eran esas cosas.-Como la sangre...-Soltó mirando el dibujo con curiosidad, haciendo un símil basado en su campo de magia.-No sé...pensé que se vería más...-Encogió de nuevo los hombros mirando las ondas.-Maligno.-Soltó como si nada antes de darle la espalda.

Llegado el punto en el que comenzó a examinar las raíces parecía que estaba tardando más de la cuenta. Echó un vistazo hacia atrás al escuchar la silla pero volvió a posarla al frente. Al parecer seguía con aquella lentitud mental, suspiró nuevamente tratando de buscar las palabras, debido a su silencio, para expresarse sin comprometerse demasiado.-Que yo no te haría ...-Pero dejó de hablar al recibir respuesta. Por la que por cierto consideró que había vuelto a incomodarle u ofenderle.-Claro.-Respondió sin aclarar más ni ahondar en el tema.

Apretó los labios al escuchar aquello de que no estaba siendo fácil y a pesar de que al parecer le había advertido de ello, la morena no se tomó las palabras de DaVinci como un signo de que fuese a tocarla de nuevo. Una vez más se tensó al sentir el roce de la camisa y de pronto. Pegó un respingo por el portal y el grito de Giordano.

Instantáneamente miró al portal y pasó la camisa por encima de su cabeza recolocándola con rapidez para después agarrar la cota de cuero. Comenzó a ponérsela de camino a los artilugios de la sábana, cogiendo lo que pudo.-¿Vais a ayudar?-Sonaba algo más fría. No quería que nadie viese su espalda, mucho menos sus hermanos. Ya les había advertido de que no conocían muchas cosas sobre el Sanguis pero no estaba dispuesta a cargarles con más peso. Cruzó el portal con varios de los instrumentos para dejarlos en el suelo viendo a su hermano y Catherine en el lugar. Hizo la debida inclinación protocolaria.-Radares y atrapa...¿fantasmas?-Frunció el ceño mirando hacia el portal como preguntando.

Y volvió a cruzarlo una vez más para cargar con más de ellos y proceder nuevamente.

Cruzando de: https://magicworldwar.forosactivos.net/t1296p40-sotano-hospital#47638

Sí, desde que tengo memoria.

Respondí a Sofía reubicando algunas letras y haciendo aparecer otras nuevas con la magia. Estiré los labios en una supuesta sonrisa, estaba acostumbrado pero me pareció adorable que la pelirroja me preguntara por ello. Me habian contado mis padres que de bebé destrocé algunas cosas con mis llantos, y posteriormente con mis primeras palabras, pero yo no me acordaba de eso. En seguida aprendí que no debía usar mi voz en lugares públicos o edificados... asi que en realidad, aprender a hablar había sido una auténtica tortura y todo un reto para mi. Y en no hablar, el tiempo de juego de niño, ya de por si escaso para un Pendragon, se habia vuelto nulo para mi.

Pero escribir toda esa explicación era demasiado larga así que simplemente sonreí, asentí a Catherine y la vi retirarse con Wthyr para cuidar de su pequeño, dejandome a solas con Sofia. La miré alzando las cejas como pidiendole permiso, acompañandolo despues con un gesto de mis manos, para poder sentarme cerca de ella. Me acerqué a donde estuviera antes sentada para el tatuaje, indicándole de paso, al cruzar a su lado, que no dejara que el pelo le rozara la zona, recogiendome el mio propio en una coleta para señalar la base de mi cuello y luego el suyo.

"mejor que no toque ahi o correrá riesgo de infección"

Luego me senté, comenzando a escribir ahora en el papel.

Catherine te habrá contado algo sobre lo que hablamos de los árboles de Avalon alli en el circulo de los druidas. Resulta que hace muchos siglos, eran venerados como catalizadores de magia, otorgaban poder y protección. De hecho, nuestro Sanguis nos proporcionaba todo eso, hasta que decidió dejar de hacerlo. Imagina una vara de mago de poder a gran escala... Cuando dos arboles se unian, se dice que podían crear un portal a otro mundo. Esto es algo que no se ha visto hasta el momento. Sospechamos que esto es lo que ha ocurrido al unirse el sanguis de avalon con el de ouroboros, lo que pasa es que este portal...está hacia afuera. Mi hermana Gwen propuso replicar la union de dos arboles mágicos por el motivo de crear un portal para poder acceder al mundo del Sanguis Ligno, pero eso era antes de recuperar Excalibur...aunque no estamos seguros de que lo de Excalibur nos garantice un pase seguro allí... y el otro motivo es el de crear una fuerza similar, opuesta y benigna, a la del Sanguis, para combatirlo desde un plano físico y mágico al mismo tiempo. Quizá drenando su magia hacia otro foco. Ahí sería donde entrarían tus poderes. Tengo entendido que tienes que pedir permiso a Gaia o algo. Cuéntame más.

Sí, me había pasado un rato escribiendo. Una vez terminado el pergamino, se lo extendí a Sofía, para que leyera.

Se despidió de Catherine con una sonrisa, asegurándole que se cuidaría el tatuaje según le indicaban. Era el primero que se hacía, así que procuraría ser responsable con él. No podía verlo en realidad, aunque le hubiera gustado echar un vistazo. Seguramente su piel estaba al rojo vivo después de tanto tiempo bajo la aguja y lo mejor sería esperar. No podía esperar a ver que cara ponía Vishous; la emocionaba un poco, y pronto la emoción pasó a angustia y luego otra vez a emoción en un ciclo que no tenía fin.

Esperó a que Catherine se fuera para leer a Cedric y devolverle la sonrisa. Aquella tenía que ser la represión más grande a la que nadie se hubiera sometido. Cómo poder expresarse, sentirse ignorado todo el tiempo, rechazado incluso si nadie leía sus ideas. Basta. Su mente siempre se iba hacia el lado empático, y no podía empatizar tanto con los Pendragón. Pero era Cedric...- ¿Reconoces el tono de tu voz? ¿Sabes cómo suena? Debe haber sido muy difícil.- Porque lo de él no era ser mudo, sino que escogía no hablar para no hacer daño, según entendía. Al final, no sabía si era un tema que le incomodaba, así que pidió disculpas antes de terminar molestándole.- Perdona la intromisión, es que me... soy muy dada a indagar en las personas cuando trato de entenderlas. Sí, siéntate, por favor.- Dijo al ver que señalaba la silla. Tampoco era su casa, pero se veía que Cedric era considerado y amable.

Justo estaba pensando en deshacer el moño que se había hecho sobre la cabeza cuando entendió lo que Cedric quería decirle.- Oh, no... ¿no debe tocarlo mi cabello? No lo sabía, gracias, es el primero que me hago.- Susurró, acomodándose el moño mejor para no deshacérselo y después acomodándose ella misma sobre la silla para darle la cara mientras lo veía comenzar a escribir. Fue algo tardado, a decir verdad. Le hubiera dicho que era más fácil con magia que con sus propias manos, pero lo dejó ser mientras pensaba en ello. Al final, concluyó que quizás no era tan mala idea la de Wthyr y, solo quizás, aquella conversación podía llevarse a cabo en el aire sin causar daños graves. Cuando terminó de escribir, tomó el papel y comenzó a leer, conversando a medida que pasaba las palabras.La primera oración captó su atención y, de manera inconsciente, llevó la mano a la de Cedric para tomársela.

¿El círculo de los druidas? ¡Entonces también tiene origen en la tradición celta!- Podía ser un detalle insignificante para él, podía haberlo dicho sin darle importancia, pero para ella era la conexión que necesitaba. Era la confirmación de que estaba en lo correcto en sus conjeturas sobre el árbol. Si no le hubieran hecho tanto gaslighting en los últimos meses y la hubieran escuchado... Claro que sabía lo que le contaba, que eran venerados, que otorgaban poder y protección, que eran simplemente maravillosos. No supo en qué momento, pero tan absorta como estaba en aquella carta, apretó suavemente la mano del contrario con una esperanza implícita en ella de que realmente tenían posibilidades contra el árbol. A fin de cuentas, ella siempre solía ser muy de piel cuando estaba a gusto con la persona. Incluso con Catherine se le iba un poco.- Normalmente, en estos árboles, en los importantes al menos, quien ofrece el poder y la protección suele ser Gaia, con otros nombres quizás, pero es ella. Sin embargo, siempre ha habido otros que perdieron su gracia y cayeron sobre la merced de demonios o espíritus, o que se mueven por la energía de la ira o la avaricia. Le decía a Catherine que es hipócrita de nuestra parte no ver la magia a pesar de que somos seres mágicos. Los simbolismos que el árbol está dando son muy claros, el infierno está subiendo, así lo hizo.- Susurró. El estudio de la botánica la había llevado por muchas ramas -pun intended- más con el fin de develar los orígenes de cada planta, sobre todo cuestiones de simbolismos, magia antigua y rituales milenarios. Su familia había sido muy buena con ello por generaciones y aunque muchas cosas sonaban a leyendas, los libros de sus antepasados estaban llenos de verdad.- Hacia afuera, te refieres a que... podrían salir por el portal seres de otras dimensiones, ¿cierto? ¿Cuándo dejó de darles poder, protección? - Tener un árbol igual en el sentido contrario también tendría implicaciones en aquel otro mundo, si es que llegaban a la misma dimensión.

Cuando terminó de leer, leyó de nuevo y se quedó pensando en las últimas palabras. Es verdad que así lo había descrito en más de una ocasión, como un "permiso", pero no era más distinto que el resto de sus compañeros, que entendían las reglas y las usaban para manipular su poder a su antojo. La cosa es que ella se aseguraba de algo antes.- No es pedir permiso per se. Es como...- Tendría que describirlo desde el inicio. Con muchas personas no daba la explicación completa, pero parecía que Cedric podría entenderlo mejor que el resto.- Me gusta escuchar la opinión del ecosistema. Puedo plantar un pino en medio del desierto, pero el entorno no lo cobijará nunca y tendré que encargarme de que no muera yo misma. El "permiso" que pido es más bien una opinión, preguntar cómo hacer para mantener el equilibrio del ecosistema en donde quiero influir y saber que se adaptará bien al entorno.- En realidad, si quería, podía hacer crecer lo que desease, donde desease, pero el costo de mantener algo vivo cuando era rechazado por el entorno iba directamente a afectar su magia, debía sentirse lo que mantener un portal abierto o un clon en algún lado.- En el caso del Sanguis, cuando la consciencia de un bosque declina a Gaia, ella deja de tener deseos por ese lugar, y por ende no me acompaña en mis decisiones, no responde por ese lugar. A Gaia no debe gustarle el Sanguis Ligno, porque destruyó el delicado equilibrio. No la sentí ahí en absoluto cuando lo toqué en Ávalon. Si quisieramos hacer un árbol sagrado, tendría que ser en un lugar que Gaia desee protejer. El permiso sería para que el bosque lo aceptara y no dependiera de mi magia permanente para estar vivo. Que se una a la tierra.

- Ah....ayudar? Ah! Claro! Sí, sí, voy.... - fui ahogando la risa mientras empezaba a meter los radares al otro lado del portal, cagándome en todo. Por el susto, por la tontería, por... agh, no quería quedarme de brazos cruzados. Era suficiente lo que habia hecho? Cuatro inventos? No, no era suficiente. Haria el radar para las hadas, con los datos que habia sacado del oscilómetro y....

Suspiré un poco yendo a por las siguientes cajas, mas pesadas, mirandola a ella de reojo. Alguien mas sabria de esas cicatrices? No podía sacarme esa imagen de la cabeza. Empecé a sudar reventado de tanto mover cajas, eché un ojo mas porque....y si me habia dejado alguna dosis por ahi por el suelo? Pero no. Aquello me puso de mal genio y entré en el modo huraño de nuevo.

"vamos a por ese maldito tatuaje y luego china town"

- Venga, que os enseñe a usarlos. Ya están todos. - dije chocando mis manos y frotándolas después, algo apremiante, como si tuviera prisa.