Villa Imperiale - Le Fay Pendragon

Sofía Dioscórides escribió:Se despidió de Catherine con una sonrisa, asegurándole que se cuidaría el tatuaje según le indicaban. Era el primero que se hacía, así que procuraría ser responsable con él. No podía verlo en realidad, aunque le hubiera gustado echar un vistazo. Seguramente su piel estaba al rojo vivo después de tanto tiempo bajo la aguja y lo mejor sería esperar. No podía esperar a ver que cara ponía Vishous; la emocionaba un poco, y pronto la emoción pasó a angustia y luego otra vez a emoción en un ciclo que no tenía fin.

Esperó a que Catherine se fuera para leer a Cedric y devolverle la sonrisa. Aquella tenía que ser la represión más grande a la que nadie se hubiera sometido. Cómo poder expresarse, sentirse ignorado todo el tiempo, rechazado incluso si nadie leía sus ideas. Basta. Su mente siempre se iba hacia el lado empático, y no podía empatizar tanto con los Pendragón. Pero era Cedric...- ¿Reconoces el tono de tu voz? ¿Sabes cómo suena? Debe haber sido muy difícil.- Porque lo de él no era ser mudo, sino que escogía no hablar para no hacer daño, según entendía. Al final, no sabía si era un tema que le incomodaba, así que pidió disculpas antes de terminar molestándole.- Perdona la intromisión, es que me... soy muy dada a indagar en las personas cuando trato de entenderlas. Sí, siéntate, por favor.- Dijo al ver que señalaba la silla. Tampoco era su casa, pero se veía que Cedric era considerado y amable.

Justo estaba pensando en deshacer el moño que se había hecho sobre la cabeza cuando entendió lo que Cedric quería decirle.- Oh, no... ¿no debe tocarlo mi cabello? No lo sabía, gracias, es el primero que me hago.- Susurró, acomodándose el moño mejor para no deshacérselo y después acomodándose ella misma sobre la silla para darle la cara mientras lo veía comenzar a escribir. Fue algo tardado, a decir verdad. Le hubiera dicho que era más fácil con magia que con sus propias manos, pero lo dejó ser mientras pensaba en ello. Al final, concluyó que quizás no era tan mala idea la de Wthyr y, solo quizás, aquella conversación podía llevarse a cabo en el aire sin causar daños graves. Cuando terminó de escribir, tomó el papel y comenzó a leer, conversando a medida que pasaba las palabras.La primera oración captó su atención y, de manera inconsciente, llevó la mano a la de Cedric para tomársela.

¿El círculo de los druidas? ¡Entonces también tiene origen en la tradición celta!- Podía ser un detalle insignificante para él, podía haberlo dicho sin darle importancia, pero para ella era la conexión que necesitaba. Era la confirmación de que estaba en lo correcto en sus conjeturas sobre el árbol. Si no le hubieran hecho tanto gaslighting en los últimos meses y la hubieran escuchado... Claro que sabía lo que le contaba, que eran venerados, que otorgaban poder y protección, que eran simplemente maravillosos. No supo en qué momento, pero tan absorta como estaba en aquella carta, apretó suavemente la mano del contrario con una esperanza implícita en ella de que realmente tenían posibilidades contra el árbol. A fin de cuentas, ella siempre solía ser muy de piel cuando estaba a gusto con la persona. Incluso con Catherine se le iba un poco.- Normalmente, en estos árboles, en los importantes al menos, quien ofrece el poder y la protección suele ser Gaia, con otros nombres quizás, pero es ella. Sin embargo, siempre ha habido otros que perdieron su gracia y cayeron sobre la merced de demonios o espíritus, o que se mueven por la energía de la ira o la avaricia. Le decía a Catherine que es hipócrita de nuestra parte no ver la magia a pesar de que somos seres mágicos. Los simbolismos que el árbol está dando son muy claros, el infierno está subiendo, así lo hizo.- Susurró. El estudio de la botánica la había llevado por muchas ramas -pun intended- más con el fin de develar los orígenes de cada planta, sobre todo cuestiones de simbolismos, magia antigua y rituales milenarios. Su familia había sido muy buena con ello por generaciones y aunque muchas cosas sonaban a leyendas, los libros de sus antepasados estaban llenos de verdad.- Hacia afuera, te refieres a que... podrían salir por el portal seres de otras dimensiones, ¿cierto? ¿Cuándo dejó de darles poder, protección? - Tener un árbol igual en el sentido contrario también tendría implicaciones en aquel otro mundo, si es que llegaban a la misma dimensión.

Cuando terminó de leer, leyó de nuevo y se quedó pensando en las últimas palabras. Es verdad que así lo había descrito en más de una ocasión, como un "permiso", pero no era más distinto que el resto de sus compañeros, que entendían las reglas y las usaban para manipular su poder a su antojo. La cosa es que ella se aseguraba de algo antes.- No es pedir permiso per se. Es como...- Tendría que describirlo desde el inicio. Con muchas personas no daba la explicación completa, pero parecía que Cedric podría entenderlo mejor que el resto.- Me gusta escuchar la opinión del ecosistema. Puedo plantar un pino en medio del desierto, pero el entorno no lo cobijará nunca y tendré que encargarme de que no muera yo misma. El "permiso" que pido es más bien una opinión, preguntar cómo hacer para mantener el equilibrio del ecosistema en donde quiero influir y saber que se adaptará bien al entorno.- En realidad, si quería, podía hacer crecer lo que desease, donde desease, pero el costo de mantener algo vivo cuando era rechazado por el entorno iba directamente a afectar su magia, debía sentirse lo que mantener un portal abierto o un clon en algún lado.- En el caso del Sanguis, cuando la consciencia de un bosque declina a Gaia, ella deja de tener deseos por ese lugar, y por ende no me acompaña en mis decisiones, no responde por ese lugar. A Gaia no debe gustarle el Sanguis Ligno, porque destruyó el delicado equilibrio. No la sentí ahí en absoluto cuando lo toqué en Ávalon. Si quisieramos hacer un árbol sagrado, tendría que ser en un lugar que Gaia desee protejer. El permiso sería para que el bosque lo aceptara y no dependiera de mi magia permanente para estar vivo. Que se una a la tierra.