Bosque de Sherwood

Su plan en verdad era muy estúpido, entregar un mágico a los mágicos. Ojala hubieran aceptado y le hubieran quitado el chip a Erebo. Así se hubiera dado cuenta de que su plan era una puta mierda. Ademas no puedes usar como moneda de cambio a un mágico... Entregándoselo a otros mágicos, era un plan estúpido... Él era estúpido, todos los humanos lo eran.

-Pues que bien te salio el plan, Michael... Excelente.

No pude evitar sonreír de lado al ver a Jed apretar la mandíbula luego de decir que era inútil. Me divertían las reacciones humanas. En todo momento me quede unos cuantos pasos detrás de Jed. Intente mandarle un mensaje a Bram al momento que el exterminador lo localizo, pero no llegue a tiempo antes de verlo disparar.

''Mierda...''

Sabia que de todos modos lo paralizaría por lo que solo me quede mirando esperando ver que era lo que sucedía.

Iba en mi moto to pró conduciendo a una velocidad a la que multarían a cualquiera, menos a mi, claro. Era todo culpa del carril bus, siempre es culpa del carril bus. Abandoné los comodos caminos asfaltados para asaltar algunos mas pedregosos, pero aquella carisima moto lo aguantaba todo y muy bien. En el audifono del casco, iba escuchando las direcciones que tenia que tomar para llegar al punto en el que estaban Michael y, afortunadamente, tambien estarian los traidores. La direccion de GPS a veces se veia interrumpida por el canal de comunicacion que tenia con los operarios del E.I.E, los cuales estaban trabajando en conseguir una señal limpia con el androide. Cuando llegase allí les sería mas facil rastrearla.

Me llegó otro mensaje, pero este venia de la Base Militar, y esperé que tambien se lo comunicasen a Michael. Morgana Wolf habia aparecido.

"mierda, no tengo tiempo para pensar en eso ahora. Pasito a pasito"

Morgana y su repentina aparición tendrian que esperar un poquito. Me interné en el bosque por un camino de tierra, pero aun no llegaba a donde estaban ellos. Aun asi el rugido del potente motor de la moto, se hacia escuchar a bastante distancia.

Leí los mensajes de Rei por lo que intente que apuráramos el paso. Poco después note como mis sensores detectaban otra forma de vida que no tenia que ver con animales ni mi compañero.

-Corre...-Fue lo único que llegue a decirle a Erebo mientras me giraba para detectar a Jed y justo detrás de él venían Michael y Rei. Fueron los únicos rostros que salieron de mis archivos antes de caer al suelo por el disparo que recibí del ejecutor que me buscaba y el mismo que me tenia rencor.

Mis circuitos, dañados por los ataques del demonio y ahora siendo afectados por esa descarga eléctrica lograron fallar para terminar por apagar mis sistemas casi por completo. Aunque no quedaba mucho para que mis sistemas terminaran por apagarse por completo dejando solo un cuerpo de metal, con los ojos abiertos pero sin ningún tipo de luz, color o movimiento como lo estaban normalmente y dejando un rostro neutral e inerte.

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Defensa:

0 dado + 6 start + 10 habilidad= 16 -72 = 56

56 - 121 = 65PS

El miembro 'Bram Leroux' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

Sin saber muy bien porque, Bram aceleró nuestra marcha, pero igualmente le seguí, cada vez lo notaba mas nervioso y no lo entendía... ¿o es que yo tengo demasiados nervios de acero y por eso conservo algo más de tranquilidad que él en estos momentos? Lo último que escucho de Bram antes de que se desplome al suelo impactado por un rayo paralizador de la pistola de Jed es que corra. Me giro bruscamente, pero para mi es como si el tiempo se hubiera ralentizado y mi cuerpo se moviese a camara lenta a la vez que el cuerpo de Bram cae lentamente hacia el suelo.

Agarré a Bram antes de que tocara el suelo y vi como se quedaba inmovil e inerte mientras veía las figuras de nuestros asaltantes acercarse, lentamente, como pases de fotografía. Suavemente deposito a Bram en el suelo y beso su frente pasando mi mano por su cara, no quiero dejarlo, estoy perdido, confuso, no sé qué hacer... Me levanto y salgo corriendo, miro hacia atrás, a Bram tendido en el suelo.
- ¡Volveré para buscarte en cuanto pueda! ¡Lo prometo!

Sigo corriendo, todo lo que mis piernas dan de si, saliendo de aquel endemoniado bosque, sigo corriendo sin parar, mi corazón late a mil por hora, no se ni a donde ir, no hay nadie cerca para ayudarme ¿es realmente correcto lo que he hecho? Vuelvo a mirar hacia atrás, ya no se ve ninguna figura, sólo árboles frondosos tapándolo todo.

El disparo de Jed dio de pleno en el objetivo, por fin era de utilidad más que dar por saco al igual que la Inspectora, ya me encargaré de los dos en cuanto volvamos a la base, a lo mejor un programa de reeducación no les vendría nada mal, creo que Andreas aún no controla muy bien cuanta lejía hay que echar en los cerebros para que sean obedientes. Por desgracia Erebo se escapó al final, mierda ostia puta me cago en todo. Llamo a Andreas para informarle de lo sucedido mientras me acerco al cuerpo de Bram para examinarlo, es gracioso que alguien se preocupe por colocarlo bien en el suelo antes de escapar. Pse, más gracia tiene aun que alguien sea capaz de enamorarse de un dragón, parece que los cuentos de viejas no sriven una mierda porque nadie aprende de que son malos y nunca van a hacer nada bueno por nadie.

Espero allí de pie junto a Bram a que lleguen Rei y Jed, Andreas no creo que tarde mucho en localizarnos, de hecho por si acaso le pasé a su teléfono nuestra posición por Alianza Maps para que pudiera encontrarnos fácilmente, lo que no se es que tendrá en mente hacer con Bram para que haya cambiado totalmente nuestos planes. El otro problema va a ser poder capturar a Erebo, aun teniendo chip y estando localizado nos va a dar problemas, y más si al final algún mago mediocre decide meterse enmedio, pero siempre podemos aprovecharnos de Bram para que venga dócilmente de vuelta al redil.

Me cagué en la puta cuando, pese a haberle dado al primer objetivo, al apuntar al segundo este echó a correr  y se perdio entre los arboles, saliendo de mi rango de tiro posible. El puto dragon! corria como un gamo, y a ese lo odiaba mas que al otro. Pero al menos habia abatido a uno de ellos.... bajé la dominator y eché a correr, quiza lo pillase. Pero cuando llegué a donde bram vi alli a Michael, que habia llegado antes que yo, el muy patas largas, vete tu a saber como. Lo miré a él mientras me acercaba al inspector.

-Voy tras el dragón? Puedo darle caza si me autorizáis....

me agaché junto a Bram para comprobar que la paralisis fuese efectiva, entonces me quedé mirandolo con cara extrañada, pues su gesto...sus ojos, eran como dos cámaras apagadas. Su rostro, como el de un muñeco, no habia ninguna expresion. Parecia como ....

"no me jodas"

Alcé la mirada hacia Michael. Un dragon, dos androides.. la alianza era de todo menos humana.
-No me jodas que él es tambien un puto cyborg....no confíais en la raza humana? nos teneis que tener vigilados por maquinas? Como esperais que confiemos en vosotros , si vosotros no lo haceis? Y que coño tiene que pasar para que una máquina falle de este modo...?

Le pregunté poniendome en pie, acercandome a  él un tanto en actitud ciertamente desafiante. Rei estaría a punto de aparecer en escena...y si ella era como Bram? Hasta ahora se habia mostrado infalible, pero joder...ya no podia fiarme de nadie....

Había llegado mientras que Jed se estaba quejando de que Bram era un androide, solo me quede viendo como el objetivo mágico se alejaba.

''Maldito idiota.. Aun con advertencias y no pudiste librarte del estúpido humano...''

-Corrección, es un androide y somos mucho mas eficientes que los humanos. Sobre todo por la fuerza, la energía y la forma en que portamos nuestras armas. Ademas nuestra puntería es exacta y nuestro alcance es mucho mejor que el de cualquier arma de fuego.

Dije seriamente en lo que me cargaba el cuerpo de Bram al hombro, como si de un saco de patatas se tratara.

-Y sobre todo es mucho mas fácil para la alianza el mantener monitoreados a los ejecutores por medio de nuestros ojos, cámaras y conexión con la central. -Dije mirando a Jed para luego darle una descarga pequeña eléctrica en el cuello, con mi mano, por haberle faltado el respeto a un superior.

Finalmente llegué en la moto a donde mi hermano, que ademas me habia mandado ubicaciones nuevas, siempre muy al tanto el chaval. Me bajé y me quité el casco, apagando el ruidoso motor que habia anunciado mi llegada...

Pero la fiesta ya habia terminado. El androide yacía ahi tirado, y del dragon ni rastro.
-Oh, has perdido al dragon de Eamon... Donde ha ido? - no suponia mucho problema mientras llevase el chip - Será mejor que me pongais al dia, no me he venido desde Londres a este bosque solo por el placer de respirar aire puro....

Rei Wells cargaba ya con el androide en cuestión, el que habia estado dando problemas de lealtad. Me comunicaron por el pinganillo que ya tenian acceso a su CPU

-Desactivadlo, aunque está en paralisis. Rei, por favor, lleva al sujeto al E.I.E. Dejalo en la entrada, los operarios se encargarán de él a partir de ese punto. Lo vamos a mantener en suspensión de momento, pero no vamos a "borrarlo".  Lo usaremos para atraer a Erebo, como tú Mike ya habrás pensado en hacer. Le diremos que se ha enamorado de un androide y que si quiere que éste mantenga sus recuerdos, tendrá que volver con nosotros. Hay que hacerle llegar ese mensaje. Crees que Jed puede encargarse? Si, Jed, luego te daremos algunas pruebas para que Erebo te pueda creer, porque si no va a pensar que bromeas. Unos cuantos videos serán la solucion perfecta.  La otra misión...la de los fugados, tendrá que esperar por el momento.

"lo cierto,  hermanito, es que andamos escasos de personal...."

-A no ser que movilices a tus soldados del ejército....y a tus Centinelas.

"que tambien podria servir"

-Otra cosa, Mike...me han comunicado que ha aparecido Morgana Wolf. Era cabo del ejército. Habia estado secuestrada por los Renegados, es todo un poco extraño, deberias investigarlo.

Miré mi reloj. Si Erebo no accedía, simplemente borraríamos las memorias de Bram y lo enviaría con una orden de cazar y matar al dragón, porque asi seria todo mas jodidamente dramatico. Pero eso no lo dije en voz alta...era mi plan C.

Jed se acercó a Bram también para comprobar como estaba y se llevó una gran sorpresa, parece que él no tenía ni idea de que los Inspectores eran androides y se puso bastante nervioso, por no decir que empezó a cuestionarlo todo, por este tipo de cosas es preferible un androide, se explica por si solo el que los necesitemos, sonriendo le respondí.

- Tu pregunta se responde por si sola. Dime, Jed, al menos una razón de peso por la que debo confiar en ti, siempre cuestionas mis órdenes, te alteras por nada y nos desafías, por no decir que eres un ex-criminal. Dame una buena razón Jed para confiar en ti y te permitiré estar más libre y menos controlado y quizás si acabas demostrando algo de buena fe te conceda un día libre al mes o incluso a la semana en que puedas hacer lo que quieras, fuera de la Alianza, pero para ello necesito que me demuestres que realmente puedo confiar en ti como para hacerlo.

Al poco rato llegó mi hermano, Andreas, en moto, parece que mis indicaciones le llegaron a tiempo. Se bajó de ella, se quito el casco e inspeccionó el lugar preguntando por Erebo y pidiendo un informe de lo sucedido para ponerse al tanto, tendré que explicarle desde el momento en que buscando a los presos dimos con el demonio.

- Si mal no recuerdo, Erebo ha sido amablemente cedido a usufructo a Eamon de tu parte, ya que está domesticado por ti, por lo tanto más que de Eamon es una propiedad Wilhelm. Sobre lo sucedido, siguiendo la pista de los presos hemos llegado a una zona donde estaban realizando una especie de ritual demoniaco y el demonio estaba fuera de lugar, así que neutralizamos dicho ritual, por cierto, al volver me gustaría que un médico de la Alianza me revise, en el ritual estaba uno de los del Consejo de magos, así que concerté una cita con él y como "muestra de buena fe" les iba a entregar a Erebo como rehén hasta nuestra reunión - recalqué las comillas con los dedos - no era más que un cebo para ellos, ya que a través de su chip podriamos averiguar su base y en caso de querer liberarlo podriamos usarlo como excusa para declararles guerra por transigir nuestra buena fe contractual, además Erebo es una bomba de relojería, tarde o temprano al tener sus poderes de vuelta se desataría y provocaría el caos entre ellos. Pero claro sucedió que Bram de repente tuvo sentimientos de cuento de Disney y salió corriendo para impedir que siguieramos tratando a Erebo como un "objeto", me agredió, robó un coche y aquí acabó su persecución. Lo gracioso es que Erebo se tomó su tiempo para colocar bien el cuerpo de Bram en el suelo y huir rápidamente, quizá lo motivó a escapar porque normalmente obedece sin rechistar.

Andreas propuso un plan para recobrar a Erebo, no estaba mal de hecho coincidía en un punto conmigo, usar a Bram como cebo para recuperar al dragón, aunque le veía dos problemas pequeños, pero quizás solucionables si le ponemos un poco de ingenio, decidí comunicarle a mi hermano mi visión sobre su propuesta, además del problema de los fugados y la chica que regresó de su cautiverio.

- Andy, tu plan tiene un par de problemillas solucionables, el primero es que Jed y Erebo se odian a muerte, puede que quizá eso interfiera con la misión y el segundo problema le veo es que Erebo piense que Bram fue programado así especialmente para mantenerlo bajo nuestro yugo, es decir, "hemos creado un androide para tenerte contento y nos obedecieras sin saber que tenías otra correa invisible llamada sentimientos, por la cual te sería imposible dejarnos sin poner en peligro a Bram mientras en tu ignorancia no sabías que era un androide", quizá no se lo tome muy bien y haga caso omiso, después de todo es una máquina de odio profundo, hay que plantearselo de manera que se lo trague bien. Sobre los fugitivos ya veré, no puedo lanzar al ejercito así como así, sería una llamada a la guerra para ellos y sobre Morgana, me encargaré de que alguien la vigile... Rei, ¿crées que podrías averiguarlo y de paso comprobar de que ahora no está al servicio del enemigo e intenta alguna estupidez?

Michael me respondió con una de aquellas sonrisas que ya empezaba a conocer de "me importa una mierda lo que me digas". A lo que mis ojos se estrecharon mas en sendas rendijas de desconfianza y rabia, mas aun mientras lo escuchaba responderme con aquella condescendencia.

-Te voy a dar un par de razones de peso, sí. Dime tú quien es quien está aqui de pie a tu lado apretando el gatillo por tí pese a ser un ex-criminal. Bram, Erebo? Disculpa si mi genio te molesta, capitán... pero prefiero ladrar a lamer culos. Y sin embargo no soy yo quien ha salido corriendo.

Señalé en ademan despectivo por donde habia huido el dragón. Escuché a Rei y me giré levemente a mirarla. Tenía muy claro que eran evidentemente superiores a nosotros, por como se expresaba. Se cargó a Bram al hombro como si le pesase menos que una pluma. Se acercó y esta vez no se dedicó a usar sus habilidades para curarme si no para darme una descarga eléctrica en todo el cuello. Por fortuna habia sido pequeña asi que no me causó paralisis, solo dolor y un desagradable cosquilleo con sensacion de adormecimiento en los dedos de la mano. Le gruñí y me aparté de ella, alejandome de Michael y de Rei, no quería hablar mas con ellos. Me quedé al margen mientras Andreas hablaba con ellos y Michael le respondia, debatiendo cosas que pudieran hacer. Ni si quiera me habian autorizado a ir tras Erebo...

-Repito que simplemente podríais dejarme ir tras él ahora, no puede usar magia, es mejor pillarlo antes de que se aleje mas o encuentre ayuda, joder!! - no podía con ellos. Aporreé con el puño el tronco del arbol en el cual me habia apoyado de espaldas. - Ya intentareis convencerlo de lo que sea cuando lo hayamos atrapado, pero ahora hablar no arregla nada! Si le quitan el chip, o se lo quita el mismo, se podrá convertir en dragon. Entonces será dificil de verdad.

"idiotas, ineptos, incompetentes...."

Gire mis ojos al escuchar el lloriqueo de Jed al enterarse que estaba siendo vigilado constantemente y por querer ser un elfo libre. Me gire al momento que Andreas apareció y asentí la cabeza aceptando su orden acomodando mejor a Bram en mi hombro. Estaba por retirarme cuando escuche la orden que Michael intento darme y me gire a mirarlo.

-Lo lamento, señorito Michael, pero mis comandos aun no han sido actualizado con su voz, por lo tanto no respondo a sus ordenes... Solo respondo a las ordenes de el señor Andreas y el señor Eamon... -Dije tranquilamente mirándolo a los ojos, mientras los míos se movían por cada registro, movimiento o niveles de vitalidad que estos captaban.

-Y con respecto al plan para atraer a Erebo... Podrían enviarme a mi, nunca tuve problemas con Erebo ya que nunca hablamos... Podríamos decirle que Bram estará bien solo si vuelve. No hay necesidad de mentir ni de decir la verdad completamente. Ademas la conexión de mis cámaras están conectadas las 24 horas con la central al igual que mi ubicación y los registros de audio, tanto los míos como los que me rodean. Después de todo, dudo Erebo quiera ver a alguno de ustedes, ademas de que tengo ciertas cosas que puedo usar para que confie en mi... -Sobre todo los mensajes de aviso que le envie a Bram al momento que se escaparon, pero eso era algo que habia logrado mantener en la parte oculta de mi sistema.

-Pero solo es una idea... -Me encogí de hombros, restandole importancia para dirigirme al auto a paso calmado para dejar a Bram en los asientos de atrás por lo que bufe mirando al androide apagado.- Idiota... Idiotas... -Dije en lo que me giraba mirando por donde había venido y en donde se suponía que estaban los tres humanos. Lo bueno de la pelea con el demonio era que algunos de mis circuitos de habían roto y la central no se enteraba al 100% de lo que yo estaba haciendo por lo que volví mi brazo un lanza granadas apuntándola en donde se suponía que estaban aquellos tres reunidos. Lo bueno del denso bosque es que ellos no llegaban a verme, ni yo a ellos... Al menos no con mi vista normal, pero pude hacerlo al cambiar mi vista a infrarrojo por lo cual podía ver el calor de sus cuerpos calculando la distancia a la que estaban de mi. Baje mi brazo volviendo a tener mi mano en lugar de aquella potente arma. No seria conveniente asesinarlos a los tres juntos... Al menos no si quedaba Eamon aun vivo...

-Pues vete para el hospital en cuanto terminemos aquí. -le dije sencillamente a mi hermano cuando pidió que le gustaria le revisase un médico, él tenía suficiente autoridad como para solicitar que lo vieran tanto en el hospital militar como en el civil.

-Una pena que no te haya salido bien lo del dragón, Mike. Pero recuerda una cosa: ya rompieron un pacto de no agresión, o eso hicimos ver, así que no necesitamos mas excusas para bombardearlos cuando y cómo nos plazca. Y no entiendo por qué a los malditos programadores les pareció interesante dotar a una máquina de simulaciones de emociones. Ya he hablado con ellos.

"me preocupa el punto al que han logrado desarrollar las IA"

Cruzo mis brazos y pongo la mirada en blanco al escuchar sus elucubraciones sobre el dragón y sus posibles reacciones. No es que le falte razón, en algunas cosas al menos, pero mi punto de vista es bastante diferente....
- Lo cierto es que tampoco ha dudado en abandonar aquí el cuerpo del androide, igual solo era un juguete para él. Vayamos paso por paso en esto. Lo primero es recuperarlo, y luego... ya veremos.

Le encargó a mi inspectora que fuese a comprobar ella el status de Morgana Wolf, pero Rei negó aquel comando.
-Hazlo, Rei. Ve a hablar con Morgana después de dejar a Bram en el edificio. - luego la escuché y negué con la cabeza. Tanto ella como Michael parecian extremadamente preocupados porque el dragón se tomase bien las cosas. - Me importa un pepino en vinagre que Erebo quiera vernos las caras o no, desde cuando mimamos a los ejecutores?. Llevate a Bram al E.I.E, como te he dicho, y luego ve a comprobar el status de Morgana. Pronto recibirás mas órdenes, Inspectora Wells. Tengo la esperanza, por decirlo de alguna manera, de que tú no tengas que terminar como Bram.

Porque aquel discurso suyo anterior sobre la evidente superioridad de las maquinas no me habia gustado nada. Estaba bien que nosotros lo supiesemos, pero la androide habia desarrollado su autopercepcion bastante más allá. Ella se marchó al coche y quedé con los otros dos. Entonces recibí una llamada telefonica, no dije nada, solo hablaron del otro lado hasta que finalmente colgué.

- Eamon ha sido trasladado de gravedad al hospital, un accidente de tráfico...aparentemente . Tú, ve al hospital, pero ten cuidado. - le dije a mi hermano menor. - Jed, tú tras Erebo, pero no lo mates, traelo vivo a los campos, de momento su chip sigue activo y te puedo indicar su ubicacion. No le digas nada sobre la naturaleza de Bram, ya nos encargaremos nosotros. - me dirigí a mi moto. - Yo iré a supervisar los ajustes de Bram y luego iré al hospital, habrá que ver si se nos muere el ministro o que puñetas pasa.

Subí al vehículo, esperando que entre todos pudieramos poner todas las malditas cosas en orden, puesto que se me acumulaba el trabajo desde que a Ares le había dado por liberarse, aunque bien pensado, sus chips seguían activos..... Me puse el casco y arranqué, marchandome de alli a toda velocidad, sin haberme percatado de aquella extraña actitud de Rei.

Por suerte ninguno más se dirigió a mi para nada mas, salvo Andreas para darme luz verde en salir ahora mismo tras Erebo, aunque con las ordenes de no matar, traer vivo y reservarme la verdad... resoplé satisfecho porque por fin me habian dado permiso para hacer lo que simplemente, era la táctica mas sensata en este momento. Aunque yo aun estaba algo herido, confiada en que Erebo tambien lo estuviese.

-Entendido.

No dije nada mas, recibí las coordenadas que me diera Andreas y me aparté de ellos. Mi ceño se frunció mas al recordar que aquella misma mañana el imbecil de Bram me habia puesto una correa al cuello y que ahora solo era un maldito saco de circuitos. Me daba igual.

Eché a correr, no habia tiempo que perder y no me iban a prestar un vehículo, pero el dragon de momento parecia que tampoco tenia uno. Asi que solo era cuestion de tiempo....

Acabé dejando atrás la espesura del bosque de Sherwood, marchando de allí definitivamente.

Andreas parecía bastante molesto, así que preferí no continuar con el tema de la conversación para no alterar más a las masas, ya que cada uno de noosotros tenía una visión muy distinta sobre la materia. Al menos me da carta blanca para ir a que me hagan una pequeña inspección médica. Nuestra conversación se ve interrumpida por una llamada que le hacen a Andreas de la que nos informa al finalizar diciendo que Eamon ha tenido un accidente automovilístico y está ingresado, me pidió como hermano mayor que tuviera cuidado en mi vuelta. Afirmé con la cabeza.

- Iré al hospital a hacer mi chequeo y de paso le haré una visita, a ver si puedo poner a alguien a investigar lo que ha pasado.

Yo también recibo una llamada del cuartel informando de que hay problemas en la base, resoplo algo enfadado, cuando el día no es propicio, rápidamente empeora. Contesto enfadado al teléfono, a veces me pregunto para que los soldados tienen la cabeza aparte de adorno.

- Andreas, tenémos una brecha de seguridad, dos sospechosos y la excapitana Morgana Wolf, ya se están tomando medidas, ¡¿es que no se pueden parar quietos los putos magos?! - dije mientras montaba en mi coche

Ya estaba dentro del auto viendo como el resto se iban cada uno por su lado. Cuando ya no detecte síntomas vitales me gire hacia el asiento de atrás para entrar en los sistemas de Bram grabando todos sus recuerdos y sentimientos, como en una especie de copia de seguridad.

Guarde el pendrive en mi bolsillo y arranque el vehículo para dirigirme al edificio y dejar al androide en el laboratorio diciendo que eran ordenes de Andreas y luego me dirigí a la entrada del edificio en busca de Morgana Wolf.

Con cuidado de no echar abajo el poco mobiliario que aún resistía, Friedrich escudriñaba la cocina buscando un objeto en concreto que le pudiera ser de utilidad. La noche, según podía ver por el gran agujero de la pared por el cual había entrado, estaba apunto de caer sobre aquel pueblecito británico, el cual parecía haber perdido todo interés para los supervivientes y saqueadores una vez la comida y los recursos para rapiñar empezaron a escasear. No era la primera vez que hacía una parada por allí, había estado en el lugar tres o cuatro veces ya, y, si bien la primera noche le fue imposible dormir tranquilo por miedo a despertarse con un cuchillo en el cuello o algo peor, había cogido confianza al no ver a absolutamente nadie por allí cuantas veces más había estado. La última noche, hacía tres semanas, la había pasado a pierna suelta durmiendo en la cocina, despreocupándose por encontrar el falso hueco del suelo donde solía esconderse a descansar. Seguramente, pensó, aún tuviera tiempo de llegar a la guarida de los Blood Keepers antes de toparse con saqueadores por Sherwood, pero aquella casa en Edwinstowe era lo bastante segura para esconderse, y él tenía demasiada hambre para dar un solo paso más.—Bingo...—no pudo evitar sonreír, alcanzando un cazo lleno de polvo que se escondía en el fondo del mueble. Orgulloso de su pequeño descubrimiento, giró inocentemente la rueda de la hornilla, esperando que saliera algo de gas aún a sabiendas de que aquello era improbable. Nada de nada, y un rubor de vergüenza cruzó su rostro, ¿cómo podía esperar que una casa tuviera gas para cocinar? Se sintió estúpido, sin embargo, aquello no le causó mayores preocupaciones, pues aún con la falta de rapidez mental que el hambre le daba, el mago no tardó en encontrar una solución. Recordaba que la casa tenía una chimenea, y por si fuera poco, había leña cortada junto a la misma.

Sin perder un segundo aún a pesar de la falta de ganas que el hambre le daba, Friedrich colocó los trozos de madera en la chimenea y encajó como pudo una rejilla en la misma para no tener que preocuparse de sostener con su magia el cazo. Colocó el agua y las pocas provisiones que tenía sobre el mismo, algunas verduras y un poco de carne de pollo, y lo puso todo sobre la rejilla, haciendo arder la madera con un leve ademán de la mano. Con las piernas pegadas al pecho, el mago se sentó, haciendo bailar con su mano el fuego de forma distraída. Aquella semana, como casi siempre que no tenía nada que hacer, su rutina había consistido en buscar... ¿supervivientes? Más que supervivientes, buscaba partidarios. Le daban igual los humanos, los elfos, los vampiros... "Todos ellos podían irse al infierno" pensó mientras removía, con ayuda de la telequinesis, los alimentos dentro del cazo para que no se quemaran. Lo único que Friedrich buscaba era magos y brujas, gente que estuviera como él se encontraba en el pasado, y a los que pudiera convencer de que, de lejos, la solución más racional consistía en ponerse en su mismo bando. Una olla hirviendo al fuego y un discurso sobre la injusticia podían avivar el odio mucho más que un lavado de cerebro bien hecho, eso estaba claro. Sin embargo, había gente que no se dejaba engañar tan facilmente, y esos eran los más problemáticos. Casi tenía a aquel grupo en el bote hace un par de días, pero el idealista de turno tuvo que saltar con sus polladas sobre igualdad y comprensión. Bleh, ya se acordarían de él cuando les dieran el número en el campo de concentración. Aquellas cosas le daban ganas de dar un chivatazo anónimo a la humanidad. Con ayuda de su magia, Friedrich colocó la olla a sus pies, removiendo la comida lentamente con la cuchara y dejando que el olor lo transportara a aquellas sopas que hacía su madre. Aquella, por algún extraño motivo, olía exactamente igual. El mago no pudo evitar empezar a salivar antes de hundir la cuchara en el caldo.

Tres días, tres días en el maldito bosque y nada bueno. El saqueador que le vendió el sitio aseguro que había por lo menos una caravana llena de armas y suministros que aprovechar, bastardo malnacido... Además, ni siquiera había buenas piedras en ese bosque. -CANSADO CANSADO CANSADO-  grito antes de dejarse caer de espaldas a la hierba: ¿es que no hay nada que un pobre trasgo pueda encontrar es este maldito bosque?

Betsy roncaba, seguro que la pobre tenía hambre... Hacía mucho que no ponía ningún huevo y su leche estaba agria, no comía bien, seguro que de saberlo su tía le pegaría una buena regañina “llevártela del pantano para eso Boggarth, eres un cabeza de cazo ni siquiera puedes cuidar de tu ornitorranco” Sonrió al pensar eso caaabeeezaaa de caaaaaaaaaazo, siempre le gusto este insulto, le producía cosquillas al pronunciarlo.

Podría haberse quedado en la hierba, hambriento durante horas, no le molestaba tener hambre, le recordaba que aun estaba consciente bajo ese cuerpo, que aun no estaba ido del todo, le recordaba las comilonas en casa y su apestoso y querido pantano. Pero un olor lejano lo interrumpió, no era de uno de sus platos favoritos, ni queso ni cangrejo.  Pero era comida. Levanto la mirada, justo a tiempo para ver como Betsy salía en carrera hacia aquella dirección, al trote la siguió, “joder, quien diría que un ornitorranco puede correr tanto cuando el hambre le aprieta”

Siguió a Betsy hasta una vieja casucha, no le gustaba la idea de socializar con hombres, magos, licántropos, gárgolas, animales, plantas o goblins. En fin, que no quería hablar con nadie, sabía que no era muy buena compañía, además, en el mejor de los casos su interlocutor lo respetaría, lo cual aun haría más aburrida la interacción, hacia mucho que había perdido las ganas de hablar. Entre los escombros, un pequeño agujero, a través de el Boggarth observo un cazo, un olor seguramente merecedor de el adjetivo delicioso flotaba en el aire, vio como Betsy se acercaba, ella sí que tenia don de gentes siempre haciendo amigos, sonrió plácidamente. De repente pero se percato de algo, el cazo se removía solo, no podía ser ¿magia? No no no, eso no iba bien.-BETSY RUFIANES ESCONDETE- grito. Betsy es escondió entre unos escombros y él se tapo rápidamente la boca al ver que el mago a lo lejos se giro alarmado. No no no Boggarth, ¿¡porque has gritado?! Las palabras de la tía, recuerda, “escóndete si ves un mago, y cuando no mire apuñálale en el an…” en fin bajo la cintura, la tía nunca era muy sutil. Decidió seguir el ejemplo de Betsy escondiéndose tras un barril mientras rebuscaba algo útil en su saco.

El mago dio un pequeño y ridículo grito junto respingo hacia atrás al sentir como al contacto de su lengua con la cuchara de hierro y con el caldo de la sopa su lengua comenzaba a arder. Maldito entre dientes mientras sentía como su esófago quemaba conforme el calor llegaba hasta el estómago. Tomando grandes bocanadas de aire para aliviar el ardor, colocó el cazo en el suelo y, con ayuda de su magia, comenzó a mover la cuchara a gran velocidad dentro del mismo para que se enfriara.—Mierda, joder. Al menos no lo ha visto nadie...—unas patitas comenzaron a sonar cada vez más fuertes, hasta detenerse junto a él. Más extrañado que asustado, retrocedió un par de centímetros impulsándose con el culo y las piernas, mientras aquel pequeño animalillo le observaba con los ojos abiertos de par en par. "Un ornitorrinco" pensó, con el gesto torcido por la extrañeza. ¿Qué hacía aquel bicho allí? No solo en ese pueblo, sino en Inglaterra en general. Seguramente, pensó, su madre fue criada en cautividad y buscó una forma de salir de la jaula cuando tuvo la oportunidad. Desde luego, una cría no era. Chasqueó la lengua, haciendo un ademán con la mano para impedir que el animal, mientras él estaba sumido en sus pensamientos, metiera la cabeza en la sopa. ¿Por qué tenía que darle tantas vueltas a todo?

—¿Te quieres estar quieto?—preguntó con hastío, antes de hacer levitar hasta ellos un pequeño cuenco de cristal ornamentado en el cual vertió un poco de sopa hasta que una extraña voz gritona le alarmó. ¿Rufianes? ¿Pero qué coj...? Su sobresalto se convirtió en una sonora carcajada en cuanto vio a aquella criatura bajita, y tuvo que soltar el cazo para no tirarlo todo riéndose mientras este terminaba de esconderse tras un barril.—¿Qué se supone que pasa contigo? No voy a hacer daño a tu pequeño amig...—antes de haber podido terminar la criatura ya había desaparecido, y a juzgar por las sombras que dibujaban las llamas, hasta detrás de unos escombros había llegado correteando, dejando a "su héroe" frente al "rufián". "Frente a", por decir algo. Con un ademán de la mano y sin preocuparse por usar el bastón que descansaba a su lado, el mago trató de hacer que el barril se desplazara hacia la derecha, dejando a la criatura visible.—¿Se puede saber por qué me tienes tanto miedo? No quiero hacerte daño, enano...—

-No quiero hacerte daño enano, dijo el mago sin cuidado...- Canturreo Boggarth mientras hurgaba en su bolsa nervioso  -No quiero hacerte daño enano, dijo el mago antes de ser cegado- Lanzo un puñado de polen a lo ojos del mago. Betsy gruño. -Que forma tan sutil de darme ordenes querida- agarro su cuchillo de hueso cortando a aquel mago tras la rodilla. -Al goblin no pueden coger si ellos ya no pueden correr- Canturreo de nuevo mientras arrojaba arena al fuego y la oscuridad llenaba esa habitación de nuevo, dejándola en el mismo silencio en el que había vivido esos años desocupada... vacía... Otro gruñido de Betsy rompió la calma, -Sisi querida, ahora le cuento el motivo de mi agresión, no fuera que el pobre se quedara en su confusión- Betsy gruño mas fuerte -¿¡Queeee?! ¿¡ No te gusta que hable en rima!? Quisquillosa, y yo que hago un esfuerzo para darle humor a esta carnicería, ni siquiera aprecias mis detalles... En fin señor mago, le juzgo de antemano. No es personal, mas bien es una cuestión temporal, los nuestros fueron vuestros esclavos más nosotros no lo aceptamos, así los goblins ni buenos ni malos os somos extraños y si una noche oscura con un mago nos cruzamos... pues... no preguntamos-.


-Eh, que debe de doler un montón, pero no me digas que no te impresiona esta rima y esta canción-. Dijo el goblin mientras se fundía en las sombras y desaparecía en la sala

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Ataque: 15 base +20 dados + 10 ataque o defensa | si se usan habilidades especiales aprobadas al ataque
Sigilo: Éxito