Playa de Durdle Door

El primer lugar en el que pensé al desaparecerme de la base de la Alianza fue algo cercano, como una posada en las afueras de Londres. No tenía tiempo de pensar en mucho más. En aquel lugar apenas estuve unos minutos, alrededor de 10, lo suficiente para tranquilizarme por lo sucedido y pensar en que he estado a punto de ser capturado. Sigrid me había permitido escapar, eso ha hecho que corrobore que puedo confiar en ella, aunque mi plan haya salido bastante mal. Después de todo no podía esperar mucho acudiendo a la boca del lobo. Lo que me preocupa es que ahora se ha quedado allí sola, y tal vez le echen la culpa por haberme dejado escapar, aunque no sepan que ha sido a propósito. No tengo mucho más tiempo para pensar porque un mensaje de Cate se cruza en mi mente, pidiendo que acuda a la playa. Espero que sean buenas noticias, así que me desaparezco casi de inmediato, reapareciendo en la playa en la que estuvimos una vez.

Camino por la arena bastante impaciente, esperando encontrarla a no mucho tardar, aunque la playa es bastante amplia. Mientras camino me noto el efecto de algún que otro golpe recibido en la breve pero intensa escaramuza, sobre todo el golpe en la mejilla, el que me dio Sigrid con la culata del arma. Todavía no he podido mirarlo, pero seguro que llevo un buen porrazo, a juzgar por lo que se nota. Por fin encuentro a Cate, mirando al mar en un aparente estado de paz infinita, o por lo menos esa es la imagen que a mi me da en este momento. Me acerco despacio y sin decir nada, sentándome a su lado en la arena, aunque a decir verdad me gustaría tumbarme y descansar un rato.

- Creo que tu día ha sido mejor que el mío...- bromeo mientras me paso una mano por el cuello algo adolorido por la llave que me tiró al suelo, estirándome después un poco - ¿que querías decirme? ¿Hay novedades de lo que hablamos?

Al ver la cara que pone Cate al verme imagino la pinta que debo tener, aunque no debería ser mucho, han sido unos cuantos golpes sin más importancia. Niego a lo de la adrenalina y el lío, precisamente no iba buscando eso, era más bien por cuestiones prácticas. O tal vez si lo iba buscando y no lo sé. Lo que si es seguro es que es un poco estúpido acercarme a ese sitio yo solo. Al menos conseguí mi objetivo, localizarla. Podría haber vuelto sin respuesta alguna, pero no ha sido así.

- Estuve por ahí haciendo el capullo y...nada, me han pegado un poco. Ha salido bien para lo que podría haber sido.

"espero que Sigrid se enterase del mensaje para contactar en otras ocasiones, no puedo volver a ir por allí"

Aprovecho el agua que llega hasta nuestros pies para mojarme un poco la mano, echándola así en el golpe de la cara para que el fresco ayude. Después vuelvo a mirarla a ella, intrigado por lo que me ha llamado. - Lo de los golpes ahora es un asunto menor, cuéntame tú...aunque deduzco por lo calmada que estabas que ha ido bien, ¿no?

"de no ser así no estaría aquí tan relajada."

- ¿Te han hecho caso? ¿o han sido muy cabrones?

Me quedo mirandolo con un gesto que es de clara preocupación. ¿Y si no estaban listos? Aparto la mirada confundida y la fijo en mis pies. ¿Y si estaban tan acostumbrados a la guerra que no podian vivir en paz? Se me hizo un nudo en el estómago y estruje mis manos. ¿Y si necesitaban vivir al limite? ¿Y si nunca podrian dejarlo ir? De repente me dieron náuseas y frunci el ceño sacando los pies de la arena y sentandome en pose india. No digo nada al respecto porque no consigo que decirle. ¿Agradecer porque habia quedado vivo? Me mareo un poco de todos los pensamientos que se mezclan en mi mente y solo el movimiento de Ian hace que alce la mirada hacia sus ojos. Me quedo mirándolo mientras se aplica el agua y después asiento sintiendo que el corazón se me acelera sin razón alguna.
"Si... digamos que.."
-Ha ido bien. He salido airosa-
Comento con tranquilidad, ya no la.emoción que me invadía antes.
-Voy a intervenir en nombre de Los Descendientes. Tanto en el mundo humano como en el mágico para enseñarles que vivir en paz es posible-
"¿Porque es posible, no Ian?"
Me quedo mirándolo mas tiempo como si pudiese analizarlo solo con la vista. No queria hacerle la prueba ni a él ni a Azahar. Queria creer que ellos podían dejar las rencillas atrás. Su argumento pendía de un hilo, de la reacción de Ian. Todo lo que habia construido y defendido delante de Los Descendientes dependía de él y de ahora. Y no me gustaba eso.

Suelto con alivio el aire tras haber contenido la respiración unos segundos, esperando una respuesta positiva. Ha salido bien, lo que es un triunfo doble, para nosotros los que estamos fuera de esa isla y para la propia Catherine, que ha reafirmado su posición en el consejo. Cierro el puño y lo muevo hacia abajo en señal de victoria, sonriendo satisfecho.

- ¡Sí! ¡sabía que lo lograrías! ¡Eres la hostia!- le doy una palmada amistosa en la espalda, aunque no me doy cuenta de que la doy algo más fuerte de lo que debería, sobre todo por los efectos de la luna que influyen en la fuerza, haciendo que aumente. Sus palabras me producen una especie de subidón que hace que me olvide momentáneamente de las incomodidades de los porrazos, de la preocupación por la situación que he dejado en las puertas y en general de todo un poco.

"ojalá y fuera posible eso de enseñar a vivir en paz...espero que tenga éxito"

- Y...¿cómo lo piensas hacer? ¿por dónde vas a empezar? Puedo intentar echarte una mano, ya que te has mojado con esto no estaría bien que ahora te dejásemos todo el trabajo a ti.

"además, que una sola persona no puede lograrlo"

Cuando llegue me había parecido que Cate estaba en calma, pero ahora la mirarla a los ojos no me pasa desapercibido su desasosiego, como si ella sola se hubiese dado cuenta de que lo realmente complicado viene ahora. Y no se equivoca. Convencer a un grupo de los suyos puede ser fácil, más o menos, pero tratar de hacer que la gente viva en paz, enseñarles a convivir, no es una tarea nada sencilla. Sobre todo si no se es capaz de dejar atrás el miedo y el odio.

- No será fácil, eso debes saberlo de antemano. Pero no estás sola.

Me pilla por total sorpresa la emocion de Ian. Siendo el tan de emociones mas profundas y escuetas. Logra robarme una sonrisa porque es el primero en mostrar orgullo por algo que hizo pero de pronto me pega. La palmada me hace inclinarme hacia delante obligandome a apoyar una mano en la arena. Me incorporó mirándolo con una ceja arqueada
-Pues que extraña forma de expresarte-
Murmuró para después recibir la retahíla de preguntas que me hacen respirar profundo. ¿Como lo pensaba hacer? Eso era tan difícil. Me pongo un poco seria porque me ha quedado sentido el hombro ya que nunca me habian pegado (e.e) y me vengo agarrando un poco de agua con arena tirandosela a la camisa.
-Tienen que pasar una prueba. Sólo los que la superen pueden ir a Ouroboros-
Explico escuchando lo de ayudarme. El podria guiarme a personas que considerara oportunas para el nuevo mundo o eso esperaba.
-Me van a ayudar. Rose y Mei sobretodo porque la prueba se hara de ilusiones. Puedes ir haciendo una lista de personas... que crees que podrian ir-
"tenemos que seleccionar. Tengo... tengo que seleccionar"
Jugueteo con la arena cuando Ian me responde la mirada y dice aquello que si bien es reconfortante todavía no me tranquiliza del todo.
"Pero soy yo la que tiene que elegir"
-Esta bien... estoy bien... ¿Tienes amigos humanos?-
Cuestiono tratando de pasar de tema porque no quiero hablar de mis sentimientos con él.

Me doy cuenta de que tal vez he sido bruto de más con mi palmada amistosa, esperando no haberle hecho daño a pesar de que haya hecho de que se vaya hacia delante. - Lo siento, lo he hecho sin pensar y...no...

"¿No estoy acostumbrado a tratar con chicas? Nah, depende de qué chicas, hay algunas que son más brutas que yo incluso"

- Cosas de la luna llena, no calculo. - al decirlo caigo en la cuenta de que apenas queda nada para que aparezca la luna en el cielo, ha pasado el mes demasiado rápido, no me apetece para nada volver de nuevo a transformarme. Siempre parece que pasa muy deprisa, lo que hace que pierda buena parte del buen humor inicial que tenía. Tampoco sé si Cate tendrá ganas de seguir entrenando con eso o si estará demasiado cansada para controlarme.

- Tal vez deberías irte...nada garantiza que vaya a salir bien. Además la vez anterior estábamos en tu piso, había más gente...aquí nadie se enteraría si pasase algo.

Protesto un poco cuando me tira agua y arena a la ropa, quedando ahi la mancha de barro. Algo que por otro lado da igual porque ya voy sucio de estar antes tirado en el suelo. Alzo las cejas con incredulidad cuando me menciona lo de la prueba. Pensaba que ya habíamos pasado suficiente en el torneo, que había sido bastante puesta a prueba todo aquello. Al escuchar un poco mejor me doy cuenta de que ha dicho 'tienen' así que eso supongo que me excluye. Me destenso un poco al saber que ya no estoy a prueba, aunque me incomoda eso de que tengan que poner a prueba a la gente.

- Espera, espera...¿me estás pidiendo que elija yo a quién entra y quién no? ¿una lista? No puedo hacer eso, Cate...no...me parece justo.

"me pone en un compromiso. Por mi ayudaría a todos los que pudiese. Pero si dice que elijamos es que no pueden ir todos. Mierda"

Aunque puede que aún no la conozca lo suficiente sí que se lo justo para darme cuenta de que me está cambiando de tema con lo último que dice de los amigos humanos. No tengo inconveniente en responderle, pero no la voy a dejar tan fácilmente cuando está claro que está algo tocada en este momento. - Claro...tal vez amigos lo que se dice amigos no, pero sí compañeros. Uno de los de la Brigada de las Mil Grullas es humano, no es mal tipo. Y bueno...hay una soldado que creo que está de nuestra parte. ¿Por qué lo dices? ¿para las pruebas?

Me río un poco de que empiece a darme explicaciones negando con la cabeza para que pare porque me hace sentir incómoda.
-No te preocupes-
Murmuro y escucho aquello de la luna llena que me lleva a mirar hacia el cielo notando que está tan a punto que podría reventar. Sonrío un poco internamente por aquello hasta que escucho que Ian empieza a excusarse, lo miro con una seriedad mortal.
-Te prometí que no ibas a volver a hacerle daño a alguien. Soy una persona que cumple sus promesas, Ian-
Doy por zanjado el asunto porque me da bastante igual eso de que no haya nadie, puedo desaparecerme si algo empieza a salir mal aunque confío en mí y en él para que funcione. YA le había dicho los pasos, él tenía que llevarlos a cabo.
“No…¿Por qué siempre me entiende mal? Debe tener cera en los oídos. Seguro no hay hisopos o algo”
-No, Ian. Te pido que me sugieras gente. Tu…conoces a más gente que yo…
“Por no decir que yo no conozco a casi nadie. Ha quedado lindo. Aplaudo para mí”
-La justicia no existe, Ian. Si existiera mi papá habría triunfado y estaría vivo. Pensé que a esta altura ya sabrías que está sobrevalorada.
Ruedo la vista por mi pensamiento triste y escucho con atención lo que va diciendo sonriendo porque al final mi instinto me ha ayudado.
-Esa es la prueba. Pero tienes prohibido decir nada. Se probará a cada bando con respecto al contrario. Aquellos capaces de poner valores por encima de esta guerra podrá ir a Ouroboros. No es una prueba como el torneo, Ian. Es una prueba muy…mía. Yo… Soy yo la que tengo que decidir-

Su respuesta a mi petición de que se marche resulta tajante, se pone tan seria que incluso parece más mayor de lo que es, casi como si me estuviese dando una orden. Por un lado tengo ganas de seguir con ese entrenamiento, pero por otro me preocupa que no funcione, no puedo evitarlo. - Como quieras entonces, pero prométeme que si algo no funciona te largarás antes de que pueda siquiera alcanzarte. - esta vez soy yo el que la mira con total seriedad, de manera imperativa porque no voy en broma y espero que de verdad lo haga a la mínima que vea peligro para su integridad física.

- Es que tengo demasiada gente que sugerirte, de hecho podría darte la lista casi en este momento...algunos ya los sabes. Mi hermana, Lyran, Azahar...la esposa de Lyran. - me doy cuenta de que no he dicho en primer lugar a toda mi familia, en parte a propósito porque siempre me cuesta un poco mencionara mi padre. Definitivamente no puedo pasar de él, me resulta imposible hacerlo. - Mi padre...es un capullo y ha hecho muchas cosas malas, pero no quiero que le pase nada. Hay más amigos, como Jarkko...también licántropo. La gente de la Brigada...algunos más de la antigua Resistencia...no sé, es demasiada gente tal vez.

Hago un sonido de desaprobación cuando me dice que la justicia no existe, no estoy del todo de acuerdo en esa afirmación, y aunque entiendo más o menos a que se refiere creo que hay que corregir un poco lo que dice. - No existe para algunos porque está al servicio de otros, y la han pervertido. Ya no es nuestra justicia, es SU justicia...la de aquellos que hacen lo que les da la puta gana y siempre ganan. Además...respecto a lo de tu padre...no hubo justicia en su momento, pero la venganza es otra forma de justicia. Yo no lo descartaría del todo.

"siempre que descubriese a los culpables, claro"

Se me debe quedar cara de idiota al darme cuenta de que acaba de hacerme la 'prueba' aunque yo no me haya dado cuenta. En teoría debemos de responder algo que no suene belicoso contra otras razas, así que en ese sentido he respondido bien. - No parece muy difícil, pero no sé si muchos la pasarán...- la influencia de la luna llena comienza a hacerse presente, de tal manera que siento que apenas quedan unos minutos para que se inicie la transformación. El corazón ha comenzado a latirme más fuerte, bombeando en el pecho con furia. Respiro hondo mirando al frente, avisando de ello a mi acompañante. - Apenas nos queda tiempo, voy a alejarme un poco, para darte espacio. No te acerques todavía.- la advierto mientras me levanto de la arena, buscando un lugar al que alejarme.

Me quedo más tranquila cuando Ian no insiste en que me vaya y vuelvo a estirar las piernas con un deje de tranquilidad, hasta que me retruca de una manera que me jode. Tenso los labios un poco y lo miro notando que no va a aceptar un no en lo absoluto.
-Está bien. Te lo prometo-
“Aunque no voy a dejar que ocurrar. Igual no quiero que me muerda, ni quiero ser loba. Aunque mola eso de ser mullidito y calientito. Y tener dientes y garras de vez en cuando”
Divago un poco mentalmente porque si bien el lo ve como una maldición yo podía recibir entrenamiento de Altair y podía ser mucho más poderosa que siempre. Miro las olas y el reflejo de la luna en esta pensando en eso cuando Ian comienza a hablar.
-¿Lyran es el padre de Azahar no? ¿Cómo se llama su mamá?-
“Debe ser muy feliz”
Sonrío alegrandome por ella mientras escucho lo de su padre y no puedo evitar recordarlo, pero me abstengo de decir que Ian se parece mucho a él y no me refiero a lo físico. Algo en su aura, en su forma de ser y manejar los sentimientos y expresiones.
-Los probaré a todos Ian, a todos. No te preocupes La Brigada, Lykaios y yo hablamos de eso-
“Y después de lo de los lobos, pero mejor entreno con Ian y después con él”
Miro hacia el cielo pensando que el peliazul está por algún lado posiblemente encerrándose porque sabe que está por perder el control y me entra un poco la tristeza de no ser lo suficiente poderosa para ayudarlos a ambos pero lo dejo pasar cuando me habla de justicia.
-La venganza envenena-
“Y Altair era muy vengativo”
Me río en sus narices cuando me mira como idiota y niego con la cabeza -No es tan fácil. A ti te conozco…- Explico haciendo énfasis en eso de “te conozco” porque sé que sólo he tenido que preguntarle, a los demás se las haré muy diferente -Tampoco se la quiero hacer a Azahar. Pero a ella no la conozco tan bien- No entré en su mente ni la exploré, porque ella no era una licántropa en peligro.
-Oh.. Eh, sí. Ok-
Mumuro y me incorporo mientras observo la playa con algo de recelo a ver si no hay nadie y también me alejo dejando una distancia prudente. En realidad quería ir con él para tratar de cubrir un poco su dolor, pero necesitaba todas mis fuerzas para la retención de la ira del lobo y no quería arriesgarme estando aquí sola. Me abrazo a mi misma porque la noche empieza a ponerse con más brisa y los pantalones mojados no ayudan.
“Voy a terminar resfriandome”
Espero pacientemente a que Ian-lobo venga por aquí, preparada para gritar o llamarlo por si decide irse por otra presa.

Apenas me da tiempo a responderle a Catherine sobre el nombre de la madre de Azahar, Anteia, ni tampoco a decirle mucho más sobre la parte sobre la que más tendría que hablar, la de la venganza. Lleva razón en que envenena y he de recordarme que algo así fue lo que le pasó a mi padre cuando decidió unirse a los aurores. Aún así quiero pensar que debe haber casos y casos, aunque algo me dice que aunque esté justificada nunca tiene una utilidad real. - Trataré de recordarlo en un futuro. En realidad...no conozco a nadie a quien le haya servido. - reconozco aunque no me haga demasiada gracia, en ese sentido ella lleva razón. La conversación podría haber sido más larga de no ser por la inminente transformación, así que cuando me levanto de la arena comienzo a alejarme de ella, tal vez unos 15 o 20 metros,lo suficiente para que Cate tenga espacio para huir si hace falta.

Cuando llega el momento en que no puedo dar un paso más caigo a la arena, hincando una rodilla sobre ésta para acabar apenas un instante después con las dos rodillas clavadas en el suelo, sintiendo cada músculo agarrotado por el dolor de la transformación que se inicia. Tanto el corazón como la respiración se aceleran, en un ritmo frenético que durará mientras dure el proceso. Gruño de dolor mientras los huesos se desencajan, comenzando a cambiar su tamaño, forma y disposición, de tal manera que se asemejan cada vez más a los del cuerpo de un licántropo. La ropa se revienta como de costumbre, aún no he dado con unas que se transformen a la vez.

Alrededor de cinco minutos después el cambio es ya completo, no queda rastro de mi parte humana, lo único que puede verse ahora es a un gran lobo negro alzando la cabeza para aullar a la luna. Después me giro lentamente, husmeando el aire como si buscase algo, gruñendo. Mis ojos acaban posándose en Catherine, mi instinto animal se desata y no hay nada que lo sujete, así que salgo corriendo de manera furiosa hacia ella, levantando bastante arena en el proceso. Cuando estoy lo suficientemente cerca salto con una de las garras por delante, con la intención de derribarla y así dejarla a mi merced.

Siento que empieza a caer una lluvia liviana, apenas un rocío y observo el cielo que empieza a oscurecerse aunque la luna sigue brillando altiva y hermosa como ella sola. Meto las manos en los bolsillos del pantalón tratando de conseguir algo de calor sin lograr mucho pensando que es buena idea que lleve camisa manga larga y no como siempre suelo vestir. Recuerdo de pronto la vez que conocí a Ian y cómo me había corregido el hecho de aparecer en un paraje nevado con una camisa y un jean medio roto.
Ah… mi armario-.
Murmuro para mí misma pensando que mi madre había tenido serios problemas conmigo por la forma en la que me vestía y la música que escuchaba. Pero eso había quedado atrás. Escucho a lo lejos el aullido del lobo y trago saliva tratando de estar mentalmente preparada y empezando a tantearlo. Reconozco que está la presencia del lobo y sé exactamente cuando me detecta, es curioso que aún no haya reconocido mi aroma ni mi superioridad. No contaba con que iba a hacer todo desde el comienzo y el temor se apoderó de mí.
“Desmond. Es luna llena...Invade”.
Le doy la orden a Desmond para que se mantenga en vigilancia de mi estado regalandole una imagen de donde estoy actualmente pero eliminando a Ian-Lobo de la imagen. Saco las manos de los bolsillos como preparandome para combatir cuando el licántropo viene hacia mí. El instinto de superviviencia me grite que empiece a correr pero es más fuerte mi sentido de la promesa así que cuando salta impongo una barrera de protección que logra bloquear por poco al licántropo.
“HEY! ¡NO TIENES PERMITIDO ATACARME! ¡RECONOCEME! ¡SOY TU ALFA”
Espeto con la fiereza que sé que necesito para bajar la intensidad de la ira del licántropo. Doy un par de pasos hacia atrás pero intento mantener firme mi aura y proyección.
“Llama a Ian. Los tres tenemos que hablar. Vamos. Aulla. Llámalo. Ahora”
Vuelvo a indagar en la mente de Ian mostrándole quién era y lo que sucedía.
“Eres Ian. Vuelve a mí”
De la nada se ilumina gran parte de la playa cuando un relámpago ilumina el cielo y segundos más tarde un trueno hace temblar el piso.
“Está lejos la tormenta aún. Pero no lo suficiente”.

Noto que sigue enfurecido, que bufa y que de mueve inquieto buscando la falla para atravesar mi barrera protectora. Mantengo las manos en alto para aparentar que la sigo manteniendo y, para mi satisfacción, noto que el lobo comienza a reconocerme. Aun asi me mantengo tensa. Cierro los ojos cuando el aullido del lobo empieza a, curiosamente, relajarme pues podia identificarme con esos sentimientos de una manera que pocos entenderían. Me saca de mi pequeño espacio de placer y tranquilidad el pensamiento de Desmond, pero me otorga seguridad que también ayuda.
"No me vigiles tanto que vas a hacer conexión con ian"
Cuando su mirada me busca de esa manera, me siento su ancla a tierra y esa ligera intimidad me incomoda pero lo dejo pasad porque hay cosas más importantes. Bajo las manos dando a entender que puede acercarse y confío en él
-Usaré mi voz, asi la empiezan a reconocer-
Le digo y doy dos pasos hacia él sin querer tentar mucho la situación
-Ian... debes comprender que ahora eres uno. Sólo estas desdoblandote. Esa ira que generalmente guardas se libera en esta forma por instinto natural. No vas a poder reprimirla... Y tu... lobo, tienes una parte humana que desaprueba tus ataques a humanos y criaturas. Tu debes comprender que el vive las consecuencias de tus actos.
Me acerco un poco más hasta quedar a un palmo de distancia y clavo mis ojos brillantes en él decidiendo dejar de hablarle como si fuesen distintos
-Necesitas drenar. Corre. Conoce esta parte de ti. Su fuerza, su impetu, sus debilidades. Vamos... hazlo. No le haras daño a nadie.

Las palabras de Cate me llegan con cierta dificultad, como con interferencias, como si retumbasen en mis oídos. No es un problema de audición, ni mucho menos. Mis sentidos están más afinados que nunca. Es más bien un problema de desdoblamiento de 'personalidad' en dos partes, la racional y la irracional, humano y bestia a la vez. Muchas explicaciones que me cuestan entender, aunque el fondo del mensaje me llegue. No es suficiente para aplacar la furia interna. Algo en mi interior bulle tratando de rebelarse, como si no aceptase el tener que someterse. ¿Mi alpha? ¿quién dice que eso deba ser así? ¿lo he aceptado realmente?. Sólo con que me hable no parece suficiente, tal vez debería ejercer una fuerza de dominación más potente sobre mi mente, algo así como implantar su conciencia en la mía para dirigir mis movimientos a placer. Pero no es eso lo que está haciendo, sino que está tratando de hallar la conexión entre mis dos partes, haciendo que estén en paz.

Me pide que libere energía, que corra, que me suelte. Y eso es precisamente lo que mi fuerza interior me pide hacer. Apenas estoy a un palmo de distancia de ella, con mi mirada clavada en la suya, una mirada aparentemente tranquila e indescifrable. Hasta el momento en que algo de la conexión que me mantenía tranquilo se rompe, haciendo que todo lo que ha construido caiga, liberando la energía que más o menos contenía. La furia se ve reflejada en mis ojos en ese preciso instante, haciendo que gruña de manera agresiva a la par que trato de derribarla en el suelo de un zarpazo en el hombro. Si consigo tirarla al suelo no tardaré en ir a por ella para soltar alguna dentellada, una peligrosa y fatal dentellada.
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1- éxito (controla al lobo)
2- fallo (no funciona)

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Probabilidad' :

Me doy cuenta demasiado tarde que algo cambia en él,  ya no es su mirada cálida  la que me devuelve la atención,  por el contrario,  es una furia con el mundo. Antes dd reaccionar recibo un golpe que me tira al suelo, me golpea la cabeza y me lastima severamente el hombro. La camisa se ha roto y es posible que un hilillo de sangre este recorriendome el brazo porque  lo siento  húmedo.  Pero es la falta  de aire lo que me traiciona.  El golpe hizo que lo expulsara y no podia hacerlo volver a entrar. Eso...Eso y el dolor. No era el dolor que me infligia con los tatuajes, tampoco era el de perder a alguien...Era un dolor físico  y lacerante, que quemaba y ardía
-IAN
Grito como si con eso lo puedo hacer reaccionar, pero en el fondo se que no servirá,  giro sobre mi misma varias  veces  mientras pienso que hacer. La adrenalina debe de servir de algo  porque me pongo en pie y empiezo a correr agarrandome el hombro. Sé  que eso sólo  lo atraerá  asi que me detengo y me giro hacia él  levemente molesta. Usando una capacidad  mental que no conocía porque  nunca habia tenido que sobrevivir.
"Le prometí  a Ian que no iba a lastimar a nadie más.  Le prometi que  me iba a ir. Pero no te lo permitiré, no lo haré. No ahora"
-Lo siento, Ian-
Emulo cada ápice  de dolor que la transformación le hace sentir a Ian y lo duplico, lo triplico, cogiendole un gusto sádico.
"Tu lo haces sufrir, lo haces arrepentirse. El no eligió esto. Detente, de una puta vez. Basta ya con la matanza, no tiene sentido "
Tiemblo un poco por culpa del esfuerzo de imponerme, del golpe que me provoca aturdimiento, del frío y de los sentimientos que se acumulan en mi interior. Quería irme, porque lo habia prometido, queria sacarme el dolor de encima, pero no podía dejar pasar esta afrenta o no me respetaría
-A tu Alpha, no lo atacas. DOBLEGATE!-


Dado de golpe.
0  Rasguño
10 golpe minimo.
20 golpe  medio.
30 golpe critico. (Sangre y pupa fea)

El miembro 'Catherine Le Fay' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Ataque Físico' :