Playa de Durdle Door

- Son caras de la misma moneda. Cuanto más te distancias, más te evitas, porque cada vez hay más incomodidad por ambas partes. - no terminamos de ponernos de acuerdo en la definición, pero bueno, así suele pasarnos muchas veces, nos cuesta ver las cosas de la misma manera y por eso chocamos de vez en cuando. La verdad es que me tranquiliza bastante cuando reconoce que estaba exagerando, que todo fue cosa del momento. Me daba miedo creer que su forma de pensar había cambiado a una tan radical de un día para otro. - Menos mal, ya te veía como la nueva Señora Oscura.- comento con cierto tono de ironía, pero realmente aliviado por saber que no quería decir eso. Borro todo tono de ironía al escuchar su tono dolido por la pérdida de confianza en aquellos en los que había confiado, los miembros del Consejo. Puedo intuir cómo se podía sentir, pero no saberlo. No sé si será algo similar a lo que yo sentí cuando mi padre se metió a auror, pero sería podría ser.

- Decepción, tristeza, rabia...cuando alguien te falla no sabes en qué creer o si podrás volver a confiar. Creo que...puedo entenderlo. - consigo en ese momento algo así como una comprensión mutua, salvando las distancias y las circunstancias. Ella también admite que dijo lo del capricho por estar dolida, pero ella no podía hacer más por ayudarme con lo de aprender a controlarme. - Soy un terco, ya lo sabes. Ni aunque hubieses hecho el mejor entrenamiento del mundo lo habría aceptado. Sólo porque quería hacerlo un logro mío, aunque suene egoísta.- eso y que el accidente que sucedió en la playa me bloqueaba a la hora de enfrentarme a nuevos entrenamientos de control de la forma de licántropo junto a ella. Conforme la conversación va fluyendo y nos vamos sincerando me voy sintiendo más liberado, incluso me doy cuenta de que realmente me quiere cerca al pedirme que no me haga a un lado.

Lo de exiliar a su linaje no me parecería tan terrible, estarían libres de obligaciones y reglas, pero para ellos supongo que supondría un fracaso. Me preocupa que afirme que seguiría el mismo camino que Stavron en caso de que fuesen en su contra, pues el camino de su padre no acabó bien. - La historia no tiene por qué repetirse, aprendamos de lo que pasó para llevar ventaja. Además...tus hermanos no necesitan protección, sobre todo Rhaegar.- a Desmond lo veía más tiernito ante el mundo, más frágil. Rodeo las rodillas con los brazos con la vista puesta en el la bruma que va cubriendo el mar, algo más tenso al escuchar hablar de Maxwell, del cual me revela una faceta que desconocía. Él no parecía tener debilidades, pero Catherine me acaba de revelar una: Stavron.

- Habría que descubrir por qué se obsesionó tanto con tu padre, o qué sucedió para que quiera saber de él a toda costa. Suena bastante raro. Tú eras demasiado pequeña para enterarte...podría estar usando todo eso de la memoria de tu padre para llevarte a su terreno. - no sé cómo responder bien a eso de cómo se sabe si alguien está manipulado, a pesar de tener algunas ideas. - Pues...los manipuladores comunes, no los que usan poderes mentales, suelen intentar ganarse a la víctima, llevarla a su terreno, conocerla, acercarse...así les resulta más sencillo que calen en ellos sus ideas. Fingen ser aliados con objetivos comunes, o te hacen distanciarte de tu entorno. Algo así sería, en términos generales. - con Maxwell nada de eso haría falta, teniendo el poder mental y sus ilusiones le sobra todo lo demás. Sigo dándole vueltas a eso de la debilidad de Max, que confirmaría que todos tenemos nuestros puntos débiles en el terreno psicológico, nadie se libra.

Termino por dejarme caer de espaldas para tumbarme a su lado, pasando una mano tras mi cabeza y dejando otra sobre el pecho. El breve momento de silencio se rompe con las preguntas de Catherine cargadas de ira, seguidas de un golpe en el brazo que me pilla desprevenido. Me giro repentinamente para mirarla apoyando un codo en la arena al quedar de lado. Al principio no comprendo del todo el motivo de sus lágrimas, pero no tardo en darme cuenta el motivo por el que lo dice. Los ganadores pueden escoger maestro para su aprendizaje, tienen más derechos dentro de la isla, y supongo que con eso un mayor status para relacionarse con los Descendientes. Haber llegado a la final del torneo no sirve de mucho si no te alzas como uno de los vencedores, aunque gracias a la amistad con Catherine hayamos tenido un acceso más fácil a la isla. Acerco mi cuerpo un poco más al suyo a la par que aproximo una mano a su mejilla, apoyándola levemente sobre ésta para limpiar algunas de sus lágrimas con el pulgar.

- ¿Habría cambiado algo con eso? ¿no podemos hacer lo que queramos como hemos estado haciendo hasta ahora? - susurro debido a la distancia que he acortado, siendo consciente de lo cerca que he quedado de ella cuando no puedo dejar de mirar alternativamente sus ojos y sus labios.

-Bueno, el gen corre en la familia- Dijo Catherine con cierto tono jocoso pues Morgana Le Fay no era muy valorada en el sentido de la magia blanca, ni siquiera en hechizos de protección; por el contrario, su ámbito de investigación era un poco más retorcido y destinado a la magia negra. Por eso Catherine era experta en los hechizos de sangre, vínculos, maldiciones, entre otros menesteres asociados con esa área. Supuso que por eso el hechizo de la ubicación de la casa Hacksaw le había salido “mal” y Max la había corregido.  Asintió suavemente con la cabeza cuando habló sobre los sentimientos que se había apoderado de ella aquel día y que desde entonces no la habían abandonado, únicamente habían aminorado su fuerza para dar paso a un estudio más lógico y taimado de las cosas. No podía dejarse llevar por los sentimientos así nada más.

-No es egoísta. Sé lo que buscas. Paso mi vida intentando probar al consejo que lo que hago, lo que soy, es cosa mía y no de ellos. Que mi poder viene de mi sangre y que no tienen idea de cuan poderosa soy, que me subestiman Aunque al final del día siempre mendigue aprobación- Habían llegado a un “mutuo” acuerdo. Era increíble lo fácil que se le hacía confesar cosas. Al menos a él. Reconocer sus debilidades, que eran bastante visibles para todo el mundo, pero que ella estaba empeñada en no reconocer. Es más, que nunca reconocería frente a nadie más. Catherine se conocía bien. Sabía cuales eran sus problemas, de donde radicaban, de dónde provenían. Pero sus demonios nunca la abandonaban, seguían atormentándolas porque ella los dejaba. Eran sus enemigos y también sus amigos, su propia zona de confort levantada en unas murallas de desprecio propio, de metas inalcanzables puestas ahí para retorcerse en la desdicha y siempre señalar a los culpables exteriores cuando sabía que la mayoría de sus pesares venían de dentro.  -No hablo de protección como tal. Simplemente, no quiero dejarles el Consejo. Soy la hermana mayor y es mi responsabilidad. Mi linaje se extenderá para que ellos no lleven esa carga. Es lo que debió hacer Altair por Layla, es lo que debió hacer Layla por mí. Pero aparentemente no tenemos buena suerte. Intentaré ser yo quien cambie eso- Alzó con suavidad el hombro pensando que necesitaba una reunión con sus hermanos después de lo del Castillo.

En el momento en que hablan de Max notó que la tensión que se acumuló en los hombros de él y en los de ella -Lo vio morir. Estaba ahí cuando sucedió todo, Ian. Supongo que durante todos estos años cultivó odio hacia el Consejo por haber matado a su padre...O tutor...Y ahora que es todo una ...Que todo se ha caído ante sus ojos necesita comprobar que es verdad ¿No crees?- Cuestionó con el ceño levemente fruncido. Si ella se había enterado hace dos meses, o un poco más, y necesitaba aclararlo todo no quería pensar en lo que 12 años podría llegar a acumularse. Respiró profundamente cuando habló sobre lo de la manipulación -Pero…¿Por qué querría Max manipularme? No tiene sentido. ¿Qué es lo que podría llegar a querer de mí? No obtiene nada- Le dijo Catherine a Ian con un tono medio vago mientras apretaba con suavidad sus dedos sintiendo la serpiente que se formaba sobre su anular. Pero es que casandose con ella tampoco ganaba nada, sólo status. Incluso sus hijos llevarían su apellido, no el de él. Empezaba a fruncir el ceño, como si hubiese algo que intentaba dilucidar pero terminaba escapándosele -No sé, Ian. Max no ha hecho más que ayudarme. Creo. Me ayudo a descubrir lo del consejo, a reclamar mi legado. O sea… No sé. Me entrena. Pero...He estado alejada de ustedes. De ti…Y todos piensan lo mismo.  Joder, estoy muy confundida-

Maldijo internamente cuando Ian empezó a limpiarle las lágrimas y luego posó los ojos sobre los de él. No le incomodo, ni le importo la escasa distancia que había entre ellos. La respuesta nació de sus labios rápidamente. Sin filtro, sin pensar -¿No es así como funciona todo? Tú tienes la libertad de hacer lo que quieras y yo no. Si hubieses ganado… Todo sería más fácil, Ian… Porque… Porque quiero estar contigo. Porque necesito estar contigo-

Acercar posturas y entenderse nunca es tarea fácil, llegué a pensar que no lo haríamos, y menos desde que discutimos, pero finalmente parece que empezamos a comprendernos  conforme vamos hablando. Agradezco esa comprensión de su parte respecto a la idea que yo tengo de probarme a mí mismo y conseguir las cosas por mis medios, pues ella hace algos similar con su posición en el Consejo. A pesar de las similitudes hay una diferencia muy importantes entre lo que hacemos ambos.

- Pero tú dices que lo haces para demostrarlo al Consejo, que quieres su aprobación. Yo no busco la aprobación de nadie, sólo la mía. No avergonarme o sentirme mal respecto a lo que hago o lo que consigo. deberías  preguntarte si algo que haces te gusta a ti, si lo apruebas o si es lo que realmente quieres hacer, antes de preguntarte si le gustaría al Consejo. Así no te traicionarás a ti misma. Sé que es fácil decirlo sin estar en tu posición, y se supone que esperan unas cosas de ti...pero no tienes que hacer todo lo que ellos harían.

Intento explicarme lo mejor que puedo, aunque no sé si he acabado haciéndole más lío, o si ha entendido lo que quiero decir con priorizar sus propias decisiones sobre las que esperan de ella. Además, tampoco está muy claro que es lo que esperan de ella. Yo no sé si sería capaz de aguantar esa responsabilidad, pero sí que la entiendo mucho con lo de querer evitar eso para sus hermanos. - Ya...supongo que yo haría lo mismo con Chloe. No sé si eso o si dar un maldito golpe de Estado en los Descendientes y refundarlo con los que me fueran afines.- bromeo con esa posibilidad, aunque no me parece tan mala idea. Dinamitar algo cuando no funciona bien no es tan mala opción, a pesar de que parezca demasiado radical y haya quien prefiera reformar y arreglar lo que ya hay. - Tú lo has dicho, tus hermanos no llevarán la carga, pero si tu descendencia. Es evitar un problema para tener otro... si pudieseis hacer cambios en el modo de hacer las cosas puede que no fuese tan malo. - comento de manera pensativa, dándole vueltas a otros posibles modos de hacer todo más sencillo en esa institución con siglos de antigüedad. Los torneos, el Consejo, los aprendices...precisamente comienza a hablar de cierto aprendiz que me inquieta, Maxwell, y sobre todo de lo que pareció afectarle la muerte del patriarca Le Fay. Puede que la falta de Stavron le afligiese hasta el punto de volverse un tipo turbio y que no me da confianza, pero supongo que yo también odiaría al Consejo si sospechase que han matado a mi mentor.

- No sé qué puede querer exactamente, pero está claro que estando cerca de ti tiene más poder. Puede intentar usarte como colaboradora para su venganza contra el Consejo, o ...- ella está muy segura de que lo único que ha hecho hasta ahora es intentar ayudarla, y es cierto que no la ha perjudicado en serio más allá de desestabilizarla un poco emocionalmente con su llegada y el juego del castillo Le Fay, pero sigo pensando que es curioso tanto apoyo sin esperar nada a cambio. - yo qué sé, aislarte para que sólo cuentes con él, entrar al Consejo o algo. No podemos saberlo a ciencia cierta. Puede que ni siquiera tú, leyéndole la mente...- las barreras mentales de Max probablemente impedirían que viese más allá, y no creo que ella quiera usarlas. Ojalá supiese yo lo que se le pasa por la cabeza cuando tendido a su lado me inclino un poco sobre ella para secar sus lágrimas, sin querer apartar mi mirada de la suya.

Precisamente por esa libertad que dice que tengo yo podría dar el paso que quiero dar en estos momentos, dejarme llevar sin pensar en nada más, demostrarle que puede estar con quien quiera y hacer lo que quiera, sea yo ganador o no. Su confesión final es lo único que necesito para dejar de contenerme o intentar no pensar en ella, para saber que no he malinterpretado ninguna señal, como pensé el día que pasamos juntos después de mi rescate. Acaricio su mejilla con la mano que ya tenía puesta sobre ella , mientras termino por acortar la escasa distancia que separa nuestros rostros hasta rozar sus labios. Cierro  los ojos cuando inicio por fin ese beso que llevaba demasiado tiempo esperando y que no puedo creer que por fin esté sucediendo, comenzando despacio al principio, como tomándome mi tiempo para aprovechar este momento. Me separo mínimamente de ella tras unos segundos, sonriendo levemente y apoyando mi frente contra la suya. - Ya estás conmigo, todo es tan fácil como esto...tú también puedes ser libre y hacer lo que quieras...-

Catherine miró a Ian largamente mientras le hablaba sonriendo de lado. Era una buena utopía -Es que…- Se pasó un dedo entre las cejas, como queriendo explicarle. Se ponía nerviosa cuando tocaban este tema. Empezaban a tartamudear o dejar largos espacios silenciosos. Max era el que solucionaba esas cosas. Con su galantería y elegante maniobrar siempre resolvía con palabras todo. Ella carecía de eso -El Consejo es...Es…- Movió las manos con suavidad para formar una especie de círculo y llevarlo hacia arriba, como si fuese un Dios. -Y yo crecí soñando estar en él. Queriendo ser parte de él. Resignada a que nunca lo haría. Quiero ser tan recordada como Morgana, quiero aportar algo al mundo y quiero que me respeten…- Se mordió el labio un poco incómoda -Pero todo comienza en casa no? ¿Es eso lo que intentas decirme? Pero… ¿Cómo lo haces? ¿Cómo? Es que no lo sé hacer… No sé...Yo sólo…-  Crispó los dedos hacia arriba frustrándose de la nada, como si tuviera demasiadas cosas en las manos y estuviese tratando de equilibrarlas para que al final todas se cayeran al piso. -Agh-

Lo del golpe de estado le hizo reír, la ocurrencia también se le había pasado por la mente pero oyendolo desde el exterior era sumamente extraño. Algo de...sentido de propiedad respecto al Consejo que la hacía burlarse siquiera de un intento, aunque ella misma había dicho esas palabras -Te diría que es demasiado fuerte, pero se está desmoronando solo. Me encantaría refundarlo pero hay tres generaciones en el consejo Ian, no nos pondremos nunca de acuerdo. Todos crecimos en diferentes tiempos y tenemos otras prioridades. Pasaron 12 años...Y ahora con mis amigos en él es que logramos los votos suficientes para interceder. Las reglas vienen desde que existe el mundo. Es...sería extraño cambiar su naturaleza- Cuando hablaron de la descendencia, Catherine bajó la mirada con preocupación. Tampoco quería eso para sus hijos -Alguien tiene que hacerlo- Terminó por soltar y aquel momento le recordó tanto la conversación con el señor Lyran que se sintió repentinamente tan incómoda. ¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Estaba bien sacrificar su felicidad y la de sus hijos por un bien mayor?

Sí, por supuesto que estaba bien. Creyó. Dubitó. No tomó una decisión.

Alzó la mirada de la arena para mirar a Ian con un deje de sospecha y extraño en los ojos -Yo no me voy a vengar del consejo. Me duele mucho lo que sucedió. Pero Matvey estaba haciendo lo legalmente correcto y mi padre lo pidió. Respeto a mi padre lo suficiente por lo que hizo como para hacer algún movimiento contra el Consejo y cargarme la protección que él nos dio- Defendió su postura aunque no pudo evitar que lo dicho por Ian fuese un trago amargo que le hizo crispar los dedos nuevamente alrededor de aquella serpiente en su dedo. -No puede ser eso, no podría entrar al Consejo mientras yo viva. Aparte, el Consejo lo detesta- Indicó haciendo una mueca con los labios. Los escenarios a los que la llevaba la conversación eran demasiado turbios como para pensar que Max podría armarlos.

Cerró los ojos cuando le acarició la mejilla sonriendo brevemente por el gesto y sintiendo cómo llega a acortar las distancias haciendo que su corazón palpite con fuerza. El roce de sus labios genera una descarga eléctrica que le recorre todo el cuerpo como nunca le había pasado antes. Al menos no con tanta fuerza. Una de sus manos sube por el pecho de Ian hasta apoyarla en su nuca disfrutando del contacto de sus labios que propagan calor por su cuerpo que bastante frío soportaba a la intemperie. El momento se extendió y todas las dudas de Catherine se disiparon, los planes maquiavélicos de quien sea, las luchas de poderes, la guerra, el mundo se alejó; dejando de atormentarla para sólo ser ella misma y responder a lo que ella quería. Abrió los ojos cuando se separó escuchando lo que le decía y sonriendo de lado . Si todo se redujera solamente a eso, se rió un poco de lo complicada que era la vida...Y decidió cogerla por un brazo y guardarla en una cajita muy lejos de ella, sintiendo un empoderamiento tonto, una valentía y rebeldía juvenil de olvidarse de todo lo que no fuese ellos en ese momento. Rozó con su nariz la de él antes de buscar sus labios nueva y torpemente, llevada más por aquel impulso repentino de demostrarle lo que sentía por él con aquel beso que se convirtió en uno lento pero intenso, emulando cómo Ian había calado en ella durante aquellos casi dos años.

Si fácil fuese darle una respuesta para solucionar lo del Consejo lo haría, pero no se me ocurre nada por el momento que sea lo suficientemente bueno, excepto lo del golpe de Estado ese que dije. Tal vez no sea tan mala idea, se podría hacer incluso sin llegar a la violencia. - Tampoco lo sé, pero encontraremos la manera. Se supone que observando y con calma, esperando la ocasión. O eso es lo que he oído decir, luego me cuesta ponerlo en práctica, soy impaciente. - reconozco que eso de ir despacio con los planes no es lo mío, y como no es cuestión de entrar arrasando y provocar ora guerra interna pues... - Entonces es sólo cuestión de tiempo, que vayan llegando nuevas generaciones y que tengan menos peso las anteriores. No quieras hacerlo todo de una vez, ve ganando apoyos poco a poco. - aconsejo para que no se desespere y vaya ganando adeptos, al fin y al cabo sin apoyos no se va a ningún lado.

Por lo que Catherine me da a entender me parece que no va a hacer ningún movimiento contra Matvey ahora que sabe la verdad sobre la muerte de su padre, en respeto a éste y para no perder la protección que les dio. Es una decisión complicada y dolorosa, pero probablemente sea lo más sensato. - Ya tomarás la última decisión cuando uses el disco ese para invocarlo, y de todos modos el Consejo debería rendir cuentas por no haberte informado antes. - decido no decir nada más de Max por ahora, pues eso de que no puede entrar mientras ella viva hace que tenga pensamientos conspiranoicos de lo que él podría querer, y puede que me esté precipitando al ir tan lejos.

Además, todos esos temas parecen quedar a un lado cuando por fin conseguimos dar ambos el paso, ya que ella corresponde a mi atrevimiento inicial a la hora de comenzar el beso. Sigo sin poder creerme que me haya correspondido, tal como empezó el día no podría imaginarme que fuera a acabar así, en esta playa, como si no hubiese pasado el tiempo. Me encuentro nuevamente con sus labios cuando es ella la que inicia el segundo acercamiento, despacio pero con intensidad. Ladeo la cabeza profundizando más el beso, acompasando nuestros ritmos poco a poco con el paso de los segundos, encontrando uno propio en el que fundirnos. Me inclino un poco más sobre ella mientras enredo una mano en su cabello, llevando la otra bajo su camiseta en descenso desde su cintura a su cadera. El frío del ambiente parece olvidarse al contacto de su piel, olvidando también cualquier otro problema del que estuviésemos hablando antes.

El momento en el que dice “encontraremos” la manera hace que le sonría. Siempre incorporándose a sus planes, apoyándola incluso cuando se equivocaba. Dejándola equivocarse porque estaba bien aprender de sus errores, mientras otros se empeñaban solo en solucionarlos y taparlos. Respiro profundamente, como si el aire que llenaba sus pulmones le diera alguna paz. Tendría que esperar, debería tener paciencia. Era un rasgo algo particular en Catherine. A veces podía accionar de manera irreverente y echar por el piso su entrenamiento en paciencia y, en otras, era digno ejemplo a seguir… por algo sus hermanos siempre caían en sus trampas.


-Realmente creo que el consejo no lo sabía y temo que los secretos más oscuros van a empezar a salir a la luz- Indicó Catherine recordando muy bien la reacción de estupefacción de todos. En realidad existía la posibilidad de que la pelinegra ni siquiera deseara ahondar más en el tema. Para ella le quedaba un solo paso, el disco y una vez invocado y visto quería creer que tenía la madurez para dar por zanjado el tema.


Por Morgana, esperaba que si.


Las palabras pronto empiezan a sobrar porque el lenguaje corporal lo sustituye. El cuerpo de Catherine responde solo, en un eco de los sentimientos que se agolpan en su interior. Con suavidad se movió acoplándose a la figura de Ian mientras mantenía sus labios sobre los suyos. Para cualquier espectador, con suficiente luz, podría ver las mejillas de la joven cubiertas por un fuerte rubor que se acrecentaba a medida que sentía las manos de Ian se deslizaban por su cuerpo. No realmente por vergüenza, era placer. Su mano libre busca también el calor del cuerpo masculino deslizando su mano por debajo de la camisa, recorriendo los músculos de su espalda. En el calor del momento ninguno de los dos se percata del clima que hay afuera de la burbuja que han creado para si, pero la naturaleza los obliga a volver a la tierra con una ola que les alcanza hasta las rodillas mojandolos con agua helada. Catherine siseo con fuerza contra los labios de Ian y abrió los ojos mirándolo antes de soltar una risita irónica por la situación. No quería alejarse de el, le estaba gustando demasiado el camino que tomaba  aquel encuentro. Lentamente le pasó ambos brazos por el cuello y visualizo un lugar que había conocido hace poco y que, según lo que sabía, estaba ya deshabitada pero protegida. Le sonrió fugazmente antes morderle el labio inferior y desaparecer de la playa.

Había corrido por bastante tiempo me sentía algo fatigada pero sentía que estaba cerca del lugar al que debía llegar, por algún extraño motivo que aun desconocía. Mire hacia todos lados acomodando mejor la tela que cubría parte de mi rostro al igual que mi capucha para evitar que el sol me molestara. Aunque realmente los movimientos llegaban a ser involuntarios. Sentía como si yo no hubiera querido correr, ni siquiera conocía ese lugar ni de su existencia.

''Eres mía ahora''

Escuche una extraña voz en mi cabeza, sin notar en ningún momento el radical cambio de mis ojos los cuales se volvieron completamente negros, mi cuerpo se movía por si solo. ¿Que era lo que me estaba sucediendo? pude sentir como caminaba tranquilamente por la playa, era un lugar realmente bonito...Si no estabas en mi situación.

''Jarkko...Ayuda, por favor''

''Él no vendrá por ti... Nadie te salvara''

Mis ojos se llenaron de lagrimas las cuales terminaron por derramarse por mis mejillas pero aun así mi rostro seguía inerte, como si no fuera yo...Como si ya no pudiera sentir nada.

No es que me hubiese resultado rastrear a Azazel hasta este lugar. En principio me lo habia tomado como un juego pero cuando su rastro me guió fuera del bosque, empecé a mosquearme, a preocuparme, por lo que sabia de ella no es que se fuese a alejar tanto por su cuenta. Pensé: Secuestro? Pero no. No habia ningun olor junto al rastro de ella.... raro.

Ademas era de dia, mas raro. Y una playa? Empecé a enfadarme porque pronto el olor a salitre, la brisa marina, y todas esas cosas, comenzaron a confundir mi pobre olfato lobuno. Pero por fortuna para entonces ya estaba lo suficientemente en área como para que mis ojos me permitieran distinguir una figura humana allá en la distancia, en la arena. Entorné la mirada, jurando que debia de ser ella.

Así que habia llegado de verdad sola hasta aqui? Quizá me habia preocupado por nada....Comencé a caminar hacia allá, pero como aun quedaba muy lejos, terminé por echar a correr....iba bastante despreocupado, y hasta llamé su nombre

-Azazel! Que haces aqui tan lejos? Has decidido explorar por tu cuen....?

Detuve mis palabras, y mis zancadas, deteniendo mi carrera aun a unos diez metros de ella. De pronto, una sensacion rara. Un impulso extraño, no habría podido explicarlo. Mis puños se apretaron inconscientemente, parecía que algo en mí había reconocido otro algo en ella, pero en verdad, ninguna de aquellas cosas nos pertenecia a ninguno de los dos. Una advertencia, quizá. Cuando le conté sobre como un mago me ayudó a restablecer mis brazos, no le conté que lo hizo con los restos de la sombra de un demonio, cuando había perdido todo su poder. Entonces era inocuo, pero de algun modo, estaba relacionado con aquello que ahora habitaba en su interior. Pero yo no lo supe, obviamente. Solo tuve un mal presentimiento y no supe relacionarlo.

Me aproximé a ella tras segundos convenciendome a mi mismo de que debia de estar alucinando. Por el momento, solo veía su espalda, no habia visto aun su cara.

-Hace demasiado sol aun. Deberiamos volver.

Pude sentir otra presencia junto conmigo en la playa y me lo confirmo el hecho de escuchar aquella voz...

''Jarkko''

Intente hablar pero algo me lo impidió, aquella cosa en mi interior me negó el derecho a advertirle al licantropo sobre lo que llevaba dentro y lo del humo en la cueva. Pude escuchar mi propia risa salir de mis labios, pero era mas desagradable, al menos yo la escuchaba distinta. Era una risa burlona ante las palabras del castaño para girarme a verlo. Mis lagrimas aun seguían cayendo por mis mejillas pero la tranquilidad de mi rostro demostraba lo contrario a lo que yo sentía. Miedo, desesperación, me sentía atrapada, sin poder decir nada.

-No iré a ningún lado contigo...J-Jarkko...Y me da igual el sol...v-ve-te... -Pude hablar entre las palabras de la bestia en mi interior. Su voz era tranquila, como si no tuviera aquel nudo en la garganta que al menos yo si sentía. En cambio mi voz sonaba rota, llorosa. Y por culpa de poder hablar pude sentir la furia de aquella cosa.

-Lárgate de aquí, pulgoso.

''No le hagas nada, por favor''

''No le haré nada... Solo lo tratare como el pulgoso que es''

El demonio estaba lo suficientemente concentrado como para lograr crear cristal en mis manos, unas finas y afiladas agujas de cristal, de unos 20 centímetros de largo, y con un movimiento de mano se las arroje en dirección a sus extremidades, sin importar como terminara.

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Ataque a Jarkko
15 dado + 19 base + 10 habilidad= 44

El miembro 'Azazel Dostyan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

Me bastó su risa extraña para saber que algo no iba bien. Creía conocerla, desde hacia poco, pero...creía conocerla. A que venía esa risa de psicopata? Me negaba a creer que me hubiese podido confundir con ella o que estos meses me hubiese tenido engañado...

Cuando se giró vi su rostro, un rostro tranquilo pero con lágrimas cayendo por sus mejillas. Que estaba pasando aquí? La sombra de la que estaban hechos mis brazos se agitó, y yo sentí su agitacion desviando muy brevemente mi mirada hacia mi mano, extrañado y alertado. No era la primera vez que sentia aquello, pero ahora tenia en frente la prueba de la evidencia, lo que los hacia reaccionar asi. Fuera lo que fuera, tenía que ver con artes oscuras.... y magia prohibida.

- Eres tú, Azazel? - pregunté dudoso cuando me habló, parecian dos personalidades luchando por su cuerpo. Le habian hecho algo, empezaba a quedarme claro...

Fruncí mi ceño mirandola mas serio cuando aquella personalidad que yo no conocía parecio tomar el control. Sentí la furia retorcerse en mi interior. Quizá porque yo mismo habia sido controlado por ciertas personas en algunos momentos de mi vida, odiaba ver a alguien que habia perdido su voluntad y su propio control. Y eso, estaba claro, era lo que le habian hecho a ella.

Fue bastante rapido, como hizo aquello que lanzó contra mi. Y aunque lo esquivé en su mayoria, algunos acabaron clavados en mi hombro y en los brazos. Arranqué aquellas agujas que se habian clavado en mi brazo normal, y el que estaba formado por sombras se encargó de expulsarlas por si mismo.

-No sé quien te está controlando, no sé que te ha pasado ni si puedo ayudarte... pero no voy a dejar que te hagan esto. Y si tengo que luchar.... - no quería, claro que no quería, la sola idea de tener que atacarla me repelía. Pero no hacer nada seria incluso peor. Intentaría ser no letal, unicamente. - lo haré. Y encontraré quien sí pueda ayudarte. - por el momento, me negué a usar las sombras. Apreté los puños y alrededor de mis hombros y brazos chisporroteó un montón de energía que cobró forma en unas cadenas luminosas enredadas por mis brazos, largas y colgantes mas allá del suelo. Aunque parecía muy firme, seguia teniendo mis dudas sobre si seria capaz de atacarla.

-Intenta resistir, Azazel... - me acerqué mas a ella, estaba prevenido, aunque de momento no parecia que fuese a hacerle nada


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15 dados+ 10 base+5 lican= 30 defensa fisica
44-30=14 ps
150-14=136 PS

El miembro 'Jarkko Cirth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

-Oh claro que soy yo... ¿Es que acaso no lo ves? -Hago varias señas exageradas señalándome para bajar el pañuelo que cubría parte de mi rostro mirándolo con una gran sonrisa y el ceño un tanto fruncido. Reí al ver que había logrado llegar a alcanzarlo con las agujas de cristal aunque no lo había herido lo suficiente como me hubiera gustado.

''Déjalo, por favor''

''Lo dejare... Pero muerto''

-Nadie me esta controlando, tonto... Y aunque alguien lo estuviera haciendo de todos modos iba a dejarte... No puedo creer que te hubieras metido con alguien como esta tipa- Sonreí de oreja a oreja al escuchar que pelearía conmigo. Por otro lado las lagrimas seguían cayendo con mas intensidad. -Ya nadie puede ayudarme... Este cuerpo me pertenece ahora- Sonriendo y viendo como hacia aparecer esas extrañas cadenas, me arrepentía de no haberlo poseído a él en lugar de a esta tonta. Mire hacia atrás seriamente para volver la vista al licantropo.

Busque, con mis poderes, una de las rocas cubiertas por la arena para arrojarsela, simplemente apuntando a su cuerpo, sin importar donde fuera a pegarle. El demonio nos estaba llamando y no tardaría en acudir a él, por lo que apenas arrojada la roca salí corriendo en dirección a cueva donde el mal aguardaba.

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Ataque a Jarkko
15 dado + 19 base + 10 habilidad= 44

Soy idiota, olvide el dado

El miembro 'Azazel Dostyan' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Mágico' :

136+5 (reg. lican) = 141 PS
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-No...no lo veo....no pareces tú.... - sus ojos se habian vuelto negro, y parecía carente de cualquier sentimiento que viese en ella antes. Empecé a sentirme culpable por haber dejado la cueva, fuera lo que fuera lo que le habia pasado, le habia ocurrido alli....

Noté unos goterones de sangre caliente y oscura escurrir por mi hombro y caer en la arena. Miré las manchas, me habia herido mas de lo que pensaba. Pero que podia hacer? Estaba solo en esto...el clan no podia ayudarme. Estaban demasiado lejos ahora, pero debía intentar llevarla con algun chamán, quiza ellos pudiesen ayudarla.

Me extrañó aquello que dijo de que iba a dejarme, porque ella sonaba como alienada, ahora no me cabia duda. No la tomé en serio verdaderamente, por qué debería?
-No tengo que creerte, demonio. - le dije con toda la superstición que cabia en mi ser, que era bastante.

No dejó de llorar en ningun momento, clamando que ella le pertenecía ahora. Negué con mi cabeza lentamente, negandome a la idea de perderla nada mas encontrarla. Avancé algo mas, dudando, no era capaz de atacarla, y me estaba empezando a dar cuenta. Cuando lanzó aquella roca tuve que tirarme a la arena para esquivarla, pero me impactó en una pierna y sentí un agudo dolor en ésta, que ademas habia quedado machacada. Me incorporé, quitandome con gran esfuerzo la roca de encima, y vi que habia salido corriendo.

-ESPERA! NO ME DEJES!! - Me pusé en pie mientras gritaba, pero se me habia roto un hueso de la pierna y me cai de bruces a la arena, llenandome la cara a base de bien. Maldije y me limpié la cara, desesperado, mirando por donde ella desaparecía corriendo, observando su silueta haciendose mas pequeña cada vez. Golpee la arena con el puño, y las cadenas de luz desaparecieron de alrededor de mis brazos. Me sentía absurdamente abandonado, aun cuando supiera que no era culpa suya y que necesitaba ayuda. Pero no sabia a donde se dirigia, y con un hueso roto, no podia salir ahora corriendo tras ella.
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20 dados+ 10 base+5 lican= 35 defensa fisica
44-35= 9
141-9-5 (sangrado fuerte)= 127 PS/150

El miembro 'Jarkko Cirth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa Física' :

Habíamos llegado al lugar en lo que guiaba a los dos chicos. En verdad no me sentía para nada bien como para estar con mi animo habitual. Tanto tiempo sin poder estar junto a quien quería, sabiendo que le había hecho daño y sin poder controlar mis acciones.

Habíamos caminado un muy largo tramo, sin descansar para poder encontrar al castaño. Podía sentir la arena bajo mis botas, la noche había aparecido nuevamente por lo que baje mi capucha acomodando un poco mi cabello que era movido por la salada briza marina. Pero sin quitar mi vista del frente para lograr encontrar a aquel hombre al que tanto amaba.

La desesperación comenzaba a llenarme al momento en que sentía que estábamos tardando demasiado en encontrarlo, y era algo que me estaba destruyendo internamente. Siempre fui alguien positiva, pero ahora que no lo tenia a él mi sonrisa ya no nacía, ya no me sentía feliz.

Habíamos caminado demasiado. Las piernas me dolían, estaba fatigado y cansado. Habíamos intentado detenernos algunas veces pero la drow se negó, aunque tenia sentido el no querer detenerse, yo también pensaba que debíamos seguir hasta llegar a encontrar a Jarkko aunque no se me hacia un comportamiento de alguien que era solo una amiga.

Pero reste total importancia ya que cada vez nos encontrábamos mas cerca de la playa hasta que por fin llegamos. Se me hacia algo difícil sentir un rastro concreto, el viento salado, olor a pescado, los distintos olores en la arena, hacían aun mas difíciles la búsqueda. Pero a medida que íbamos caminando por el lugar pude sentir un ligero olor a sangre que se fue acrecentando a medida que nos íbamos acercando al herido y ensangrentado bulto. Salí corriendo hacia el hombre para arrodillarme junto a él y tomar sus signos vitales.

-Jarkko... Vamos amigo... Estamos aquí, te encontramos y te llevaremos para que te curen... Vamos, manco, despierta...-Golpee suavemente su mejilla con la esperanza de que estuviera vivo aun e intentando mantener mi actitud divertida, aunque en este momento estaba bastante preocupado.

-Me dijiste que estaba herido... Pero no pensé que estaría tan hecho mierda -Le dije a la drow, si al menos me hubiera dicho las dimensiones de sus heridas habría traído algo para curarlo o a alguien que pudiera ayudarlo mejor.