Las palabras del recién llegado, Kyllian, tenían mucho sentido. La gente que no sabía lo que estaba pasando se encontraba tensa.
- Tenemos que comunicarnos con todos los habitantes de la isla cuanto antes, explicarles la situacion, y pedirles su ayuda.... es lo mejor que podemos hacer. Creo que Newton y yo podríamos encargarnos de eso. - al fin y al cabo, eramos de los mas mayores en el Consejo, y a ninguno de los dos se nos daba nada mal hablar en público. - No podemos retenerlos bajo un toque de queda por mas tiempo sin explicarles por qué. Convocamos una audiencia para hacer el comunicado en algun lugar público? Podemos contar con el apoyo de los civiles, parte de los renegados, de la Brigada, y quizá de los Clanes....
Cuando Adael me habló sobre Arturo y su acompañante, asentí. Nos vendría bien cualquier tipo de ayuda externa.
-Supongo que es de fiar. - concluí. Me quedé mirando al que se presentó como Newt Scamander. Solo un necio no conocería ese nombre, y aunque mi rama no eran las criaturas magicas, su nombre no me era desconocido, y ahora sabia por qué su cara me sonaba tanto, lo cual me hizo mirarlo con gran curiosidad, como era posible?...sin embargo... - Newt Scamander nació en 1897. Pero sin embargo, tienes su cara... - lancé una rápida mirada a Catherine.
"Compruébalo, por favor."
Me mantuve al margen de discutir como atacar a un dragon. Yo les enviaría demonios, todos los que pudiese. Igual que al resto de vasallos traidores. Catherine se puso a darle tareas rapidamente a Arturo,y le negué a lo de mi vínculo con los demonios.
- Yo los obligo, no me tienen ningún aprecio como habrás podido comprobar. - me señalé el pecho, la herida que me hizo aquel demonio habia sido bien curada pero aun asi habia dejado una cicatriz que ni el mas esmerado sanador podría eliminar.
Lancé una fria y penetrante mirada a Zaphira, que seguia erre que erre. - No nos has ofendido, Zaphira. El Consejo está por encima de todos, me parece que eres tú la que no ha entendido mis palabras. Por encima de Le Fay, de Tepes, de Da Vinci, de Rasputín...y de Merlín. Y si tu sirves a la casa de Merlin, sirves al Consejo. - remarqué una vez mas mis palabras. - Igual...que nosotros.
No me ofendía, pero me tocaba las narices, a decir verdad. - Zaphira. Tu experiencia te está librando de caer bajo su control pero...si como dices te enfrentas al primogénito...entonces serás un peligro para nosotros.
En mis palabras estaba implicito un "deberias retirarte antes de que eso ocurra"
Se fue tras un ultimo anuncio por parte de un guardia, que no pintaba nada bien. Asentí a los consejos de Sayid con algo de pesar, pero tenía razon, habria que hacer comprobaciones. Justo tras su marcha, llegó el patronus de Bella. Por dentro, me dejó algo perplejo. ME pasé una mano por la frente.
- Voy a decirle que se presente aquí de inmediato. - le respondí con un patronus, igual que ella habia hecho.
- Tenemos que comunicarnos con todos los habitantes de la isla cuanto antes, explicarles la situacion, y pedirles su ayuda.... es lo mejor que podemos hacer. Creo que Newton y yo podríamos encargarnos de eso. - al fin y al cabo, eramos de los mas mayores en el Consejo, y a ninguno de los dos se nos daba nada mal hablar en público. - No podemos retenerlos bajo un toque de queda por mas tiempo sin explicarles por qué. Convocamos una audiencia para hacer el comunicado en algun lugar público? Podemos contar con el apoyo de los civiles, parte de los renegados, de la Brigada, y quizá de los Clanes....
Cuando Adael me habló sobre Arturo y su acompañante, asentí. Nos vendría bien cualquier tipo de ayuda externa.
-Supongo que es de fiar. - concluí. Me quedé mirando al que se presentó como Newt Scamander. Solo un necio no conocería ese nombre, y aunque mi rama no eran las criaturas magicas, su nombre no me era desconocido, y ahora sabia por qué su cara me sonaba tanto, lo cual me hizo mirarlo con gran curiosidad, como era posible?...sin embargo... - Newt Scamander nació en 1897. Pero sin embargo, tienes su cara... - lancé una rápida mirada a Catherine.
"Compruébalo, por favor."
Me mantuve al margen de discutir como atacar a un dragon. Yo les enviaría demonios, todos los que pudiese. Igual que al resto de vasallos traidores. Catherine se puso a darle tareas rapidamente a Arturo,y le negué a lo de mi vínculo con los demonios.
- Yo los obligo, no me tienen ningún aprecio como habrás podido comprobar. - me señalé el pecho, la herida que me hizo aquel demonio habia sido bien curada pero aun asi habia dejado una cicatriz que ni el mas esmerado sanador podría eliminar.
Lancé una fria y penetrante mirada a Zaphira, que seguia erre que erre. - No nos has ofendido, Zaphira. El Consejo está por encima de todos, me parece que eres tú la que no ha entendido mis palabras. Por encima de Le Fay, de Tepes, de Da Vinci, de Rasputín...y de Merlín. Y si tu sirves a la casa de Merlin, sirves al Consejo. - remarqué una vez mas mis palabras. - Igual...que nosotros.
No me ofendía, pero me tocaba las narices, a decir verdad. - Zaphira. Tu experiencia te está librando de caer bajo su control pero...si como dices te enfrentas al primogénito...entonces serás un peligro para nosotros.
En mis palabras estaba implicito un "deberias retirarte antes de que eso ocurra"
Se fue tras un ultimo anuncio por parte de un guardia, que no pintaba nada bien. Asentí a los consejos de Sayid con algo de pesar, pero tenía razon, habria que hacer comprobaciones. Justo tras su marcha, llegó el patronus de Bella. Por dentro, me dejó algo perplejo. ME pasé una mano por la frente.
- Voy a decirle que se presente aquí de inmediato. - le respondí con un patronus, igual que ella habia hecho.
La bruja sabía lo que vendría a continuación. La videncia le quitaba emoción a la vida. Por el camino se dejó a si misma un recordatorio para un futuro en el Palantir y hechizó sus propios recuerdos modificandolos a sabiendas de los riesgos que ello conllevaba. Sus memorias en la Montañas del Dragón mutaron, ya no se había encontrado en una de las más altas cumbres frente a la entrada de uno de los antiguos templos de dragones, borró la nieve, los petroglifos y símbolos, los dragones, la voz del dragón, sus dientes, el hombre Pendragon, su conversación, todas las palabras se evaporaron.
En su lugar se encontró caminando en los pasillos de un castillo entre gruesas columnas de frío mármol, en eso un grupo de pequeños y desalineados elfos domésticos la rodearon para acumularse a su alrededor hasta dejarla enterrada en una montaña de aquellos apestosos seres mientras ella gritaba en vano por ayuda. De ahí sus recuerdos saltan hasta encontrarse en la Plaza Central. La imagen de ser cubierta por elfos domésticos dejo temblando a la mujer.
Aún así, reunió fuerzas para continuar. Ingreso en la sala de reuniones generales con una expresión ida y se detuvo un momento apenas cruzo la puerta para mirar a todos los allí presentes.
-Requerimos de febrero y pon la ropa.- Murmuró por lo bajo. Avanzó con paso elegante y mirada ausente, su suave caminar la hacia parecer flotar por la habitación cual fantasma. Su aura helada era difícil de ignorar. Dirigió su mirada donde Desmond había sido atravesado para detenerse al lado del nigromante y mirarlo.
-----------------------------------------------
Off: usó la habilidad VIDENCIA Mejora 1: Revivir. Permite crear la ilusión de recrear recuerdos pasados con total nitidez, tanto suyos como de otros. Así mismo podría modificarlos, creando serios traumas. (X aniver.)
En su lugar se encontró caminando en los pasillos de un castillo entre gruesas columnas de frío mármol, en eso un grupo de pequeños y desalineados elfos domésticos la rodearon para acumularse a su alrededor hasta dejarla enterrada en una montaña de aquellos apestosos seres mientras ella gritaba en vano por ayuda. De ahí sus recuerdos saltan hasta encontrarse en la Plaza Central. La imagen de ser cubierta por elfos domésticos dejo temblando a la mujer.
Aún así, reunió fuerzas para continuar. Ingreso en la sala de reuniones generales con una expresión ida y se detuvo un momento apenas cruzo la puerta para mirar a todos los allí presentes.
-Requerimos de febrero y pon la ropa.- Murmuró por lo bajo. Avanzó con paso elegante y mirada ausente, su suave caminar la hacia parecer flotar por la habitación cual fantasma. Su aura helada era difícil de ignorar. Dirigió su mirada donde Desmond había sido atravesado para detenerse al lado del nigromante y mirarlo.
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Off: usó la habilidad VIDENCIA Mejora 1: Revivir. Permite crear la ilusión de recrear recuerdos pasados con total nitidez, tanto suyos como de otros. Así mismo podría modificarlos, creando serios traumas. (X aniver.)
Arturo Lizarraga
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Al poco de entrar y ojear el área, Adael nos saluda y con señas nos invita acércanos, parece que llegamos cuando la situación se había caldeado bastante y antes de empezar a tener alguna perspectiva de lo que sucedía, un hombre bastante barbudo y un poco intimidante se acerca a mí, tratando de confirmar mi identidad al mencionar que estuve en el torneo—Ehh, si, de alguna forma logré llegar a la final—Adael explica brevemente el motivo de mi presencia en este lugar. Su atención recae en Newt y se presenta, a lo cual el magizoologista responde de igual manera, expresando poder ayudar en lo que le fuera posible.
La presentación de Newt hace que el señor barbudo logre identificarlo, pero como era de esperarse, tiene sus dudas, pero por la situación parece que decide confiar en su palabra. Puede que luego intenten interrogarlo otra vez, pues por lo que Newt me comentó se supone que ya había comprobado su historia.
En el fondo se escuchaba un encuentro con Sofia, la Descendiente que sirvió de anfitriona en mi primera prueba del torneo. A está distancia no alcanzo a escuchar nada, pero se puede notar diversas emociones con sus reacciones, desde alivio, preocupación y tensión. Y físicamente se notaba que la había pasado muy mal estos días, debió estar en primera línea en este preludio de guerra.
Al llegar, una de las pocas personas que se percató de nuestra llegada y aunque no era necesario y hasta comprensible, nos dio un cordial pero breve saludo así como su presentación mediante su apellido, primer linaje que confirma la veracidad de las leyendas inglesas, tendré que prepararme para los descendientes Pendragón y de Merlín para armar el trío legendario, aunque estos últimos según sus leyendas no tuvieron sucesores—Arturo—respondo mientras asiento levemente saludando de manera oriental unos cuantos grados.
No pasa mucho tiempo para que otra persona entre al salón y lo reconozco, no solo por el torneo, sino que también estuvo en la zona residencial, se suponía que estuviera ahí, habrá escapado de alguna forma. Explicó la situación que la gente vivía en el aislamiento forzado y Adael confirma tal comentario a raíz de lo que yo le dije hace una hora, por lo que lanza varios patronus con un mismo mensaje. Luego pasa a hablar con Kyllian para preguntarle su disposición de defender la isla y después a todos pues la situación es precaria. Pero él centra su atención en Le Fay, quien ella ya estaba preparada para la llegada al endilgarle unas tareas, siendo la principal la de apoyar el reclutamiento de personas aptas para la defensa, lo que no me esperaba era que nos arrastrara a Newt y a mi a tal tarea. Otra persona en el circulo interno nos indica a donde ir y que él mismo nos instruirá luego de que nosotros llevemos personas para la causa.
Entre la plática que escuchaba, pude enterarme de la situación general, aunque ya sabía de un tipo de enemigo, aquí se habla de cómo enfrentarles. Pero Zaphira da con la debilidad primordial pero difícil de atacar, sus alas, sin ellas, pierden la ventaja del cielo. Y aun así, son enemigos a tener en cuenta. Son tanques en casi cualquier situación, cielo, tierra y agua en el caso de los que sea su territorio. Pero la Descendiente pasa al dialogo general hablando sobre un par de cosas que no logro entender en un inicio, pero se me prende el foco poco después. Hablan de control mental en los dragones, sobre si es un encantamiento, su propia lengua, un vínculo—¿y quién dice que no lo hacen por voluntad propia?—suelto sin percatarme que he pensado en voz alta—oh, lo siento, sigan con lo suyo—digo al darme cuenta.
Zaphira toma palabra a las cuestiones que le presentaban, mostrando su espada para explicar porque ella no estaba siendo controlada—¿es posible hacer un control mental sin afectar demasiado al controlado?—esta vez sí estoy consciente de que puedo ser escuchado—digo, no puedes controlar a alguien que ya está siendo controlado, ¿verdad?—es una idea descabellada, pero podría funcionar como contramedida, al menos temporalmente. Zaphira termina su dialogo al dar un detalle del enemigo, el cual me entero de que es el linaje que acababa de pensar, pero lo había descartado, ellos manejan magia de sangre, una magia con el cual ya he enfrentado y tengo una historia, pero deberé dejar de lado para centrarme.
Poco a poco varios iban asintiendo al hecho de que ya era hora de actuar y con ayuda mejor. Algo que todos puso en alerta, aun mas de lo que ya estaban, fue la llegada de uno de los guardias con un informe preocupante. De esa forma la sala empezaba a tener actividad y concurrencia. Mientras esto ocurría, un escalofrío me recorre el cuerpo incluso antes de que la puerta de la entrada se abra para dejar paso a una mujer de expresión nula, la cual nos da un vistazo un momento antes de ir en dirección del tipo barbudo.
Ya hay un par que se han ido, pero yo espero a que Killyan decida realizar la comisión que le dieron para seguirle, que todavía no conozco del todo la isla.
Pd: no le salten al pobre Scamandy :c
La presentación de Newt hace que el señor barbudo logre identificarlo, pero como era de esperarse, tiene sus dudas, pero por la situación parece que decide confiar en su palabra. Puede que luego intenten interrogarlo otra vez, pues por lo que Newt me comentó se supone que ya había comprobado su historia.
En el fondo se escuchaba un encuentro con Sofia, la Descendiente que sirvió de anfitriona en mi primera prueba del torneo. A está distancia no alcanzo a escuchar nada, pero se puede notar diversas emociones con sus reacciones, desde alivio, preocupación y tensión. Y físicamente se notaba que la había pasado muy mal estos días, debió estar en primera línea en este preludio de guerra.
Al llegar, una de las pocas personas que se percató de nuestra llegada y aunque no era necesario y hasta comprensible, nos dio un cordial pero breve saludo así como su presentación mediante su apellido, primer linaje que confirma la veracidad de las leyendas inglesas, tendré que prepararme para los descendientes Pendragón y de Merlín para armar el trío legendario, aunque estos últimos según sus leyendas no tuvieron sucesores—Arturo—respondo mientras asiento levemente saludando de manera oriental unos cuantos grados.
No pasa mucho tiempo para que otra persona entre al salón y lo reconozco, no solo por el torneo, sino que también estuvo en la zona residencial, se suponía que estuviera ahí, habrá escapado de alguna forma. Explicó la situación que la gente vivía en el aislamiento forzado y Adael confirma tal comentario a raíz de lo que yo le dije hace una hora, por lo que lanza varios patronus con un mismo mensaje. Luego pasa a hablar con Kyllian para preguntarle su disposición de defender la isla y después a todos pues la situación es precaria. Pero él centra su atención en Le Fay, quien ella ya estaba preparada para la llegada al endilgarle unas tareas, siendo la principal la de apoyar el reclutamiento de personas aptas para la defensa, lo que no me esperaba era que nos arrastrara a Newt y a mi a tal tarea. Otra persona en el circulo interno nos indica a donde ir y que él mismo nos instruirá luego de que nosotros llevemos personas para la causa.
Entre la plática que escuchaba, pude enterarme de la situación general, aunque ya sabía de un tipo de enemigo, aquí se habla de cómo enfrentarles. Pero Zaphira da con la debilidad primordial pero difícil de atacar, sus alas, sin ellas, pierden la ventaja del cielo. Y aun así, son enemigos a tener en cuenta. Son tanques en casi cualquier situación, cielo, tierra y agua en el caso de los que sea su territorio. Pero la Descendiente pasa al dialogo general hablando sobre un par de cosas que no logro entender en un inicio, pero se me prende el foco poco después. Hablan de control mental en los dragones, sobre si es un encantamiento, su propia lengua, un vínculo—¿y quién dice que no lo hacen por voluntad propia?—suelto sin percatarme que he pensado en voz alta—oh, lo siento, sigan con lo suyo—digo al darme cuenta.
Zaphira toma palabra a las cuestiones que le presentaban, mostrando su espada para explicar porque ella no estaba siendo controlada—¿es posible hacer un control mental sin afectar demasiado al controlado?—esta vez sí estoy consciente de que puedo ser escuchado—digo, no puedes controlar a alguien que ya está siendo controlado, ¿verdad?—es una idea descabellada, pero podría funcionar como contramedida, al menos temporalmente. Zaphira termina su dialogo al dar un detalle del enemigo, el cual me entero de que es el linaje que acababa de pensar, pero lo había descartado, ellos manejan magia de sangre, una magia con el cual ya he enfrentado y tengo una historia, pero deberé dejar de lado para centrarme.
Poco a poco varios iban asintiendo al hecho de que ya era hora de actuar y con ayuda mejor. Algo que todos puso en alerta, aun mas de lo que ya estaban, fue la llegada de uno de los guardias con un informe preocupante. De esa forma la sala empezaba a tener actividad y concurrencia. Mientras esto ocurría, un escalofrío me recorre el cuerpo incluso antes de que la puerta de la entrada se abra para dejar paso a una mujer de expresión nula, la cual nos da un vistazo un momento antes de ir en dirección del tipo barbudo.
Ya hay un par que se han ido, pero yo espero a que Killyan decida realizar la comisión que le dieron para seguirle, que todavía no conozco del todo la isla.
Pd: no le salten al pobre Scamandy :c
Kyllian Evans
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Cuando llegué pocos me hicieron mucho caso, pero era normal, al parecer el toque de queda no era por ir de chachis por la vida y tener toda la ciudad para una juerga descendentil con barcos y putas, me quedé calladito un momento después de informar y saludé a Arturo con un movimiento de cabeza -a ti no te he visto en cuidados intensivos... ¡no tenías el gripa..aah..aaaah- chus, aún me quedaban secuelas de aquel dichoso virus, saqué un pañuelo de mi bolsillo y me limpié la nariz cuando Adael reparó en mi -ah.. si, si, la peña está nerviosa por ahí abajo- dije con la voz rara mientras terminaba de limpiarme los mocos, volviendo a guardar el pañuelo.
La siguiente pregunta me hizo encogerme de hombros -pues si hay que repartir tortas se reparten, que la maldita lagartija dorada me dejó sin premio ¿me daréis algo? rollo una casa nueva y eso, los dormitorios están bien pero quiero un vater para cag..defecarrr tranquilo- que estaba frente a los descendientes y tenía que ser fisno.
Por fin Catherine me habló pero no para nada bueno -¿Qué?- "joder Catherine como te pasas" pensé cuando me dijo lo de las cuatro misiones y encima me endosaba a los otros dos que habían venido también -¿no vale con ir a repartir tortas? jope... está bien, yo iré a hablar con la brigada que una vez el del pelo azul me clavó un cuchillo, los otros dos panoli... compañeros que pidan ayuda en los dormitorios- que difícil era eso de hablar bien.
Los planes seguían volando de un lado a otro de la sala y el moro majo nos dijo dónde ir cuando reuniéramos a la gente, ellos seguían a lo suyo y yo le hice un par de caras raras a la morena a ver si conseguía que se riera así sin más en medio de la reunión, pero un guardia entró para llevarse a la señora de pelo blanco que pasó a mi lado y me hizo echarle un vistazo a sus reales posaderas que no estaban nada mal, después el tipo majo se fue con ella. Empezaba a aburrirme y bostecé pensando en que primero tenía que ir a avisarle a Leila de lo que pasaba, después de todo por eso había salido... después la revisión en el hospital por leproso y de repente un frío que te mueres, se me erizaron todos los pelos del cogote y entonces una mujer blanca apareció con rollo fantasmal y dando muy mal rollo, al parecer se trataba de otra descendiente y traía un olor raro, como a cueva de dragones que me hizo taparme la nariz -Joder, aquí todo huele a viejo y a caca de dragón- le comenté a Arturo por lo bajo.
-En fin, que no me necesitáis así que yo me vo...ostras!- otro guardia hizo acto de presencia y casi me lo como cuando apareció frente a mi -¿os regalan a los enlatados o los clonáis como a la guardia imperial?- aquel hombre venía acelerado, con otro mensaje, los enemigos esperaban a los descendientes con no sé que historia de un parlamento, pero ese ya no era asunto mío, así que desaparecí de vuelta a los dormitorios y con una misión de regalo, gracias Catherine.
La siguiente pregunta me hizo encogerme de hombros -pues si hay que repartir tortas se reparten, que la maldita lagartija dorada me dejó sin premio ¿me daréis algo? rollo una casa nueva y eso, los dormitorios están bien pero quiero un vater para cag..defecarrr tranquilo- que estaba frente a los descendientes y tenía que ser fisno.
Por fin Catherine me habló pero no para nada bueno -¿Qué?- "joder Catherine como te pasas" pensé cuando me dijo lo de las cuatro misiones y encima me endosaba a los otros dos que habían venido también -¿no vale con ir a repartir tortas? jope... está bien, yo iré a hablar con la brigada que una vez el del pelo azul me clavó un cuchillo, los otros dos panoli... compañeros que pidan ayuda en los dormitorios- que difícil era eso de hablar bien.
Los planes seguían volando de un lado a otro de la sala y el moro majo nos dijo dónde ir cuando reuniéramos a la gente, ellos seguían a lo suyo y yo le hice un par de caras raras a la morena a ver si conseguía que se riera así sin más en medio de la reunión, pero un guardia entró para llevarse a la señora de pelo blanco que pasó a mi lado y me hizo echarle un vistazo a sus reales posaderas que no estaban nada mal, después el tipo majo se fue con ella. Empezaba a aburrirme y bostecé pensando en que primero tenía que ir a avisarle a Leila de lo que pasaba, después de todo por eso había salido... después la revisión en el hospital por leproso y de repente un frío que te mueres, se me erizaron todos los pelos del cogote y entonces una mujer blanca apareció con rollo fantasmal y dando muy mal rollo, al parecer se trataba de otra descendiente y traía un olor raro, como a cueva de dragones que me hizo taparme la nariz -Joder, aquí todo huele a viejo y a caca de dragón- le comenté a Arturo por lo bajo.
-En fin, que no me necesitáis así que yo me vo...ostras!- otro guardia hizo acto de presencia y casi me lo como cuando apareció frente a mi -¿os regalan a los enlatados o los clonáis como a la guardia imperial?- aquel hombre venía acelerado, con otro mensaje, los enemigos esperaban a los descendientes con no sé que historia de un parlamento, pero ese ya no era asunto mío, así que desaparecí de vuelta a los dormitorios y con una misión de regalo, gracias Catherine.
Guardia de Ouroboros
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El guardia entró tan apresuradamente a la sala que casi se da de bruces con uno de los presentes. Su comentario hizo que el soldado Alastor de la casa de los Xian entornase sus rasgados ojos antes de proceder a quitarse el casco para sujetarlo con su mano derecha.
Varios compañeros quedaron a la espera al otro lado de las puertas.
Se acercó un par de pasos a los presentes y llevó un puño hacia su corazón inclinando su cabeza en un saludo formal antes de recuperar la compostura observando a los miembros del consejo y demás personas que se encontraban en el lugar.
-Mis señores Descendientes...el área residencial ha sido atacada por dragones. Estamos trabajando en solucionarlo, mas precisamos de ayuda con el fuego y...
Otro de sus compañeros entró tan apresurado como él hacía unos segundos y le comentó algo por lo bajo antes de salir de la sala de reuniones.
Alastor frunció su ceño antes de volver a pronunciarse.
-La familia Pendragón ha llegado a la plaza central. Solicitan...
Apretó los labios por unos segundos.
-Solicitan parlamento bajo el antiguo código.
Xian no sabía a que podrían hacer referencia exactamente con aquello así que pasó la mirada por todos aquellos presentes intentando buscar respuestas.
-Al parecer han traído ofrendas.
Varios compañeros quedaron a la espera al otro lado de las puertas.
Se acercó un par de pasos a los presentes y llevó un puño hacia su corazón inclinando su cabeza en un saludo formal antes de recuperar la compostura observando a los miembros del consejo y demás personas que se encontraban en el lugar.
-Mis señores Descendientes...el área residencial ha sido atacada por dragones. Estamos trabajando en solucionarlo, mas precisamos de ayuda con el fuego y...
Otro de sus compañeros entró tan apresurado como él hacía unos segundos y le comentó algo por lo bajo antes de salir de la sala de reuniones.
Alastor frunció su ceño antes de volver a pronunciarse.
-La familia Pendragón ha llegado a la plaza central. Solicitan...
Apretó los labios por unos segundos.
-Solicitan parlamento bajo el antiguo código.
Xian no sabía a que podrían hacer referencia exactamente con aquello así que pasó la mirada por todos aquellos presentes intentando buscar respuestas.
-Al parecer han traído ofrendas.
-Excelente observación Sayid, es por eso que lo estoy anotando, para hacerlo cuando tenga tiempo.- Dijo mientras escribía. Cuando escuchó el nombre del hombre de pecas y pelo rubio rizado se quedó desencajado ¿Newt Scamander?¿EL Newt Scamander? Miró al resto de miembros del Concejo sorprendido esperando que alguien corrobore esa información y miró a Arturo del mismo modo ya que él fue el que trajo al sujeto.
Entonces Altaïr hizo acto de presencia y comenzó a proponer ideas, incluso Arturo dió sus propias acotaciones las cuales eran buenas, las propuestas que sonaban le sabían prometedoras pero el joven maestro no intervino ya que se encontraban fuera de su especialización, tenía cierta base de conocimiento en todo el resto de magias pero prefería que hablen los expertos. Hizo una anotación mental de convocar a hechiceros elementaristas de la tierra para encargarse de las cadenas.
-He enviado mensajes a muchos con los que trabajo, espero que alguien venga.- Mencionó cuando el licántropo se mostró a favor de pedir ayuda y se pronunció de acuerdo con la audiencia que propuso el nigromante. Comenzaron a llegar guardias con informes y Zaphira se retiró al tiempo que Sayid. Inmediatamente después la sala comenzó a enfriarse y cuando se fijó en el origen de la baja de temperatura se encontró con la médium. Entonces otro guardia apareció para informar que los traidores habían atacado la zona residencial, estaban listos para dialogar y traían ofrendas, momento en el que Kyllian se retiró. Adael se acercó a Artie y al que decía ser Newt
-El que les dijo de ir a los campos era Sayid Ibn Salah, Descendiente de Saladino, los campos quedan en la región noreste de la isla, a la derecha de la zona recidencial y a la izquierda del Jardín Dioscórides.- Les indicó en el mapa que traían. Alternó la mirada entre ambos para dirigirse a el experto druidista.
-Acompaña a Arturo, si eres quien dices ser, te sentirás como en tu casa en los campos… salvo por los ejércitos y… bueno… Que el Espíritu de la Naturaleza los proteja.- Dijo con una pequeña sonrisa y poniendo una mano en el hombro de Arturo y otra en la de Newt, súbitamente puso cara de haber recordado algo.
-¡Ah! Y pregunten por magos elementaristas de la tierra que se especialicen en el metal cuando busquen voluntarios.- Dijo para luego retirarse, no sin antes hacer un saludo general al estilo oriental para todos los presentes.
Entonces Altaïr hizo acto de presencia y comenzó a proponer ideas, incluso Arturo dió sus propias acotaciones las cuales eran buenas, las propuestas que sonaban le sabían prometedoras pero el joven maestro no intervino ya que se encontraban fuera de su especialización, tenía cierta base de conocimiento en todo el resto de magias pero prefería que hablen los expertos. Hizo una anotación mental de convocar a hechiceros elementaristas de la tierra para encargarse de las cadenas.
-He enviado mensajes a muchos con los que trabajo, espero que alguien venga.- Mencionó cuando el licántropo se mostró a favor de pedir ayuda y se pronunció de acuerdo con la audiencia que propuso el nigromante. Comenzaron a llegar guardias con informes y Zaphira se retiró al tiempo que Sayid. Inmediatamente después la sala comenzó a enfriarse y cuando se fijó en el origen de la baja de temperatura se encontró con la médium. Entonces otro guardia apareció para informar que los traidores habían atacado la zona residencial, estaban listos para dialogar y traían ofrendas, momento en el que Kyllian se retiró. Adael se acercó a Artie y al que decía ser Newt
-El que les dijo de ir a los campos era Sayid Ibn Salah, Descendiente de Saladino, los campos quedan en la región noreste de la isla, a la derecha de la zona recidencial y a la izquierda del Jardín Dioscórides.- Les indicó en el mapa que traían. Alternó la mirada entre ambos para dirigirse a el experto druidista.
-Acompaña a Arturo, si eres quien dices ser, te sentirás como en tu casa en los campos… salvo por los ejércitos y… bueno… Que el Espíritu de la Naturaleza los proteja.- Dijo con una pequeña sonrisa y poniendo una mano en el hombro de Arturo y otra en la de Newt, súbitamente puso cara de haber recordado algo.
-¡Ah! Y pregunten por magos elementaristas de la tierra que se especialicen en el metal cuando busquen voluntarios.- Dijo para luego retirarse, no sin antes hacer un saludo general al estilo oriental para todos los presentes.
Catherine se cruzó de brazos mientras escuchaba con atención lo que Sarah y el hijo de Snagov tenían que decir. Tenía que tratar de recordar todo eso porque era sumamente importante. De esa forma tendría suficientes ideas para generar ilusiones o estrategias con su magia… Lo que se preguntaba era si seguiría siendo reactiva o proactiva. Iba tirando a la segunda opción. Observó el patronus de ida y vuelta de Matvey y entrecerró los ojos mirándole. De pronto cuando hizo conexión con él escuchó lo de Newt, que lo examinara y le pareció de lo más extraño… ¿Por qué? Porque Catherine es disléxica y la lectura no es su fuerte. Hacía un hechizo de lectura para los libros que le interesaban porque solía dolerle la cabeza cuando se enfocaba mucho en ello pero…Confiaba en Matvey. Se giró hacia Newt e hizo una revisión a fondo de su historia lo que hizo que la muchacha abriera los ojos levemente sorprendida y tras ello se girara a Matvey.
“Estuvo congelado en su maletin durante años. Lo de los satélites deshizo el hechizo. Lo que no sé es porqué no está loco”
Alzó suavemente el hombro, ya no podía seguir dedicándole más tiempo. Sin embargo, las preguntas de Arturo le parecieron tan interesantes que se acercó a él mirándolo con una expresión indagatoria en la mirada -Planteas un buen cuestionamiento- Reconoció y le recorrió el rostro con sus ojos celestiales. Las preguntas de Kyllian le hicieron mirarlo y entrecerró los ojos -Desmond ha fallecido, mi antigua casa está a tu disposición siempre que sepas cuidarla- Expresó ladeando la cabeza con suavidad. Pero cuando llegó Bella todo mutó, la morena clavó su mirada en la mujer y sin dilataciones rebuscó en su mente. Sus recuerdos estaban algo mezclados y le parecieron realmente turbios lo que le hizo fruncir el ceño. ¿Qué demonios hacían esos elfos? Le pareció tan extraño que intentó ir un poco más hacia atrás pero no había nada realmente importante después de que dejara a Matvey en el hospital.
“Por ahora no ha tenido contacto con los Pendragon pero le ha pasado algo muy extraño. Habla con ella…”
Le sugirió a Matvey y tras ello carraspeó un poco dirigiéndose a la médium -Te agradecería que no te acercaras a mi hijo ni a mi familia, ni siquiera en tus pensamientos- Lo dijo en un tono neutral pero su rostro no era para nada amigable. Arturo dijo otra cosa importante y Catherine asintió -En realidad, sí. Es decir, tienes que poder tener un mayor nivel de coacción para romper el control anterior y, si lo logras, quedará bajo tu mando. No es algo que recomiende porque no esta bien jugar con la voluntad de otras personas. Aparte tendrías que mantener el control constantemente pues ellos querrán reconquistar. Un gasto de energía, una estrategia arriesgada pero factible- Expresó con naturalidad mientras se acomodaba un poco la ropa. Aquella ropa más formal y elegante, a lo Le Fay real, era de lo más incómoda y resultaba incluso incompatible con los tatuajes y el piercing de la nariz…Pero lo hacía por su hermano. Alzó la vista hacia Kyllian con una mirada asesina.
“Te he escuchado, controla tus palabras”
Y, finalmente, todo se fue al garete. De pronto llegó un guardia explicando las solicitudes de los Pendragon, también sus ataques. Catherine apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando llegó otro guardia avisándole que su casa había sido atacada. La mujer iba a desaparecerse cuando llegó un enfermero diciéndole que Ian y Aedan estaban en el hospital. La bruja tensó la mandíbula y miró a Matvey con la ira delineando sus ojos -¿Antiguo código? Una mierda. Fuego se responde con fuego- Espetó proactiva y desapareció para hacer una parada antes de ir al hospital.
OFF: Perdón pero no hay mucho orden y tengo que mover a Cath. Besitos!
“Estuvo congelado en su maletin durante años. Lo de los satélites deshizo el hechizo. Lo que no sé es porqué no está loco”
Alzó suavemente el hombro, ya no podía seguir dedicándole más tiempo. Sin embargo, las preguntas de Arturo le parecieron tan interesantes que se acercó a él mirándolo con una expresión indagatoria en la mirada -Planteas un buen cuestionamiento- Reconoció y le recorrió el rostro con sus ojos celestiales. Las preguntas de Kyllian le hicieron mirarlo y entrecerró los ojos -Desmond ha fallecido, mi antigua casa está a tu disposición siempre que sepas cuidarla- Expresó ladeando la cabeza con suavidad. Pero cuando llegó Bella todo mutó, la morena clavó su mirada en la mujer y sin dilataciones rebuscó en su mente. Sus recuerdos estaban algo mezclados y le parecieron realmente turbios lo que le hizo fruncir el ceño. ¿Qué demonios hacían esos elfos? Le pareció tan extraño que intentó ir un poco más hacia atrás pero no había nada realmente importante después de que dejara a Matvey en el hospital.
“Por ahora no ha tenido contacto con los Pendragon pero le ha pasado algo muy extraño. Habla con ella…”
Le sugirió a Matvey y tras ello carraspeó un poco dirigiéndose a la médium -Te agradecería que no te acercaras a mi hijo ni a mi familia, ni siquiera en tus pensamientos- Lo dijo en un tono neutral pero su rostro no era para nada amigable. Arturo dijo otra cosa importante y Catherine asintió -En realidad, sí. Es decir, tienes que poder tener un mayor nivel de coacción para romper el control anterior y, si lo logras, quedará bajo tu mando. No es algo que recomiende porque no esta bien jugar con la voluntad de otras personas. Aparte tendrías que mantener el control constantemente pues ellos querrán reconquistar. Un gasto de energía, una estrategia arriesgada pero factible- Expresó con naturalidad mientras se acomodaba un poco la ropa. Aquella ropa más formal y elegante, a lo Le Fay real, era de lo más incómoda y resultaba incluso incompatible con los tatuajes y el piercing de la nariz…Pero lo hacía por su hermano. Alzó la vista hacia Kyllian con una mirada asesina.
“Te he escuchado, controla tus palabras”
Y, finalmente, todo se fue al garete. De pronto llegó un guardia explicando las solicitudes de los Pendragon, también sus ataques. Catherine apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando llegó otro guardia avisándole que su casa había sido atacada. La mujer iba a desaparecerse cuando llegó un enfermero diciéndole que Ian y Aedan estaban en el hospital. La bruja tensó la mandíbula y miró a Matvey con la ira delineando sus ojos -¿Antiguo código? Una mierda. Fuego se responde con fuego- Espetó proactiva y desapareció para hacer una parada antes de ir al hospital.
OFF: Perdón pero no hay mucho orden y tengo que mover a Cath. Besitos!
Newt Scamander
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Al parecer la presentación por parte de Newt había hecho que algunas cejas se levantaran. Esto venía ocurriendo desde que el magizoologista había despertado en ese mundo nuevo, sin embargo, aun no lograba acostumbrarse a esa reacción. Tímido como era, Newt se encogió levemente en su sitio ante la atención no deseada y agradeció cuando esta se dirigió de nuevo y casi de inmediato al asunto más importante que los ocupaba.
Escuchó atentamente lo dicho por la joven con aires de dragón, porque para Newt ella tenía todo ese porte para el tan bien conocido. La intervención sobre el ataque, las alas, el control mental... había que admitir que lo que mencionaban sobre los dragones lo sobrecogía y estuvo a punto de intervenir, de decir que no era necesario atacar a esas criaturas, que había otras formas, pero simplemente no le salió la voz.
Arturo intervino hablando sobre el control mental y de hecho lo que dijo tenía sentido, sin embargo, eso no minimizaba la sensación de horror que a Newt le invadía de sólo pensar en que las criaturas seguían siendo usadas como armas o herramientas aun en este tiempo. Era algo que no podía soportar.
Adael se acercó a Arturo y Newt, colocando su mano sobre sus respectivos hombros y confiándoles una tarea. Newt asintió con la cabeza.- Si puedo evitar alguna catástrofe pueden contar con mi cooperación. Los dragones... no son malos, puedo imaginar que hay muchas especies que aun me son desconocidas y puedo entender el temor que les tienen dada la situación actual, pero no son malos, son criaturas nobles, no hay que pensar en los puntos débiles para atacarlos, hay que buscar la forma de hablar con ellos.-
Sí, eso sonaría raro, quizá todos lo tildaran de loco, pero su experiencia le dictaba a hacer eso, porque para él era lo correcto.
Aun los presentes tenían dudas sobre la identidad de Scamander, la expresión de sus rostros era igual que la de todos quienes escuchaban su nombre, pero estaba el extra de quizá creer que a estas alturas él debería haberse vuelto loco.... Si le preguntaran a su hermano Theseus, este diría que no puede volverse loco alguien tan peculliar como Newt.
Scamander miró a Arturo.-¿Nos vamos?-Le preguntó, ansioso por ir a los campos. La verdad, era algo que sentía que necesitaba y, aunado al asunto de los dragones, le instaba a darse prisa con ello aun más.
Escuchó atentamente lo dicho por la joven con aires de dragón, porque para Newt ella tenía todo ese porte para el tan bien conocido. La intervención sobre el ataque, las alas, el control mental... había que admitir que lo que mencionaban sobre los dragones lo sobrecogía y estuvo a punto de intervenir, de decir que no era necesario atacar a esas criaturas, que había otras formas, pero simplemente no le salió la voz.
Arturo intervino hablando sobre el control mental y de hecho lo que dijo tenía sentido, sin embargo, eso no minimizaba la sensación de horror que a Newt le invadía de sólo pensar en que las criaturas seguían siendo usadas como armas o herramientas aun en este tiempo. Era algo que no podía soportar.
Adael se acercó a Arturo y Newt, colocando su mano sobre sus respectivos hombros y confiándoles una tarea. Newt asintió con la cabeza.- Si puedo evitar alguna catástrofe pueden contar con mi cooperación. Los dragones... no son malos, puedo imaginar que hay muchas especies que aun me son desconocidas y puedo entender el temor que les tienen dada la situación actual, pero no son malos, son criaturas nobles, no hay que pensar en los puntos débiles para atacarlos, hay que buscar la forma de hablar con ellos.-
Sí, eso sonaría raro, quizá todos lo tildaran de loco, pero su experiencia le dictaba a hacer eso, porque para él era lo correcto.
Aun los presentes tenían dudas sobre la identidad de Scamander, la expresión de sus rostros era igual que la de todos quienes escuchaban su nombre, pero estaba el extra de quizá creer que a estas alturas él debería haberse vuelto loco.... Si le preguntaran a su hermano Theseus, este diría que no puede volverse loco alguien tan peculliar como Newt.
Scamander miró a Arturo.-¿Nos vamos?-Le preguntó, ansioso por ir a los campos. La verdad, era algo que sentía que necesitaba y, aunado al asunto de los dragones, le instaba a darse prisa con ello aun más.
-Uff… no te voy a engañar, creo que no han dejado hueso entero. Pero estoy bien… estaré bien.- Corrijo a mi compañera cuando se interesa por mi estado. Agradezco la magia de Catherine, guiñándole un ojo con agradecimiento. Más allá de mi llegada intento engancharme en lo que vaya pudiendo de la conversación. Para empezar los presentes están pidiendo ayuda a Zaphira, cosa que ya intentamos hacer en su momento, pero que salió igual de mal que por ahora. Sigo y seguiré sin entender su reticencia. Los años le han dado sabiduría, pero también terquedad.
Entre los que entran después al parecer hay uno de ellos que dice ser Newt Scamander. Algo imposible como reseña Matvey. Si fuera el mismo Newt tendría 144 y no… ¿cuántos años tendrá? ¿25, 30 a lo sumo? Me hubiese encantado levantarme y examinarle la cara, como lo hacen los jueces de los concursos de perros con los concursantes. Pero no, tuvo que resistirse a sus impulsos. Pero no pudo apartar la vista de él, a pesar de que Catherine diera el visto bueno de su locuaz presentación. Arrugó el ceño, no le quitaría la vista de encima, ¡sobre todo porque estaba con la eminencia en criaturas! Un Magizoólogo de los de verdad.
Siguiente punto del día: ¿Cómo parar un dragón? Parecía tener nombre de película de animación. Hablaban de control mental. Observé al joven Tepes, al que se habían dirigido en numerosas ocasiones. Tímidamente habló, un tanto impresionado por la situación -La… magia de dragones es una magia antigua y arcana. El control de los mismos es parte de la especialización… No es una hipnosis, se aproxima más al control de elementales o al que hacen los nigromantes con los demonios… Es parecido al control mental pero no es exactamente lo mismo- Le guiñé un ojo cuando terminó, buen trabajo. -Como dice Catherine en ese aspecto lo único que podemos hacer es combatir su control con nuestro control, y ninguno de los dos estamos lo suficientemente preparados para ello. Quizás, se me ocurre, que podamos buscar algún artefacto que pueda protegerlos del control de alguna forma, alguna runa… Apenas contamos con dragonolistas en nuestras filas. Y tampoco dragones, han sido todos evacuados a una isla que solo yo conozco. Lo suficientemente lejos de la isla, de los Pendragones y de la inteligencia artificial esa- Que como no tenemos problemas, deciden acumularse…. -Yo hablo con ellos…- Contesta Khal Snagov a la pregunta de Catherine de cómo lo hace él.
Echo un vistazo al libro que pasa Adael, viendo que hay algunas imprecisiones. Como por ejemplo el número de dragones. Por un lado tenemos los dragones de la luz, los llamados benignos o metálicos: dorados, plateados y broncíneos. En ese libro faltan dos, considerados casi extintos: los acres y los cobrizos. Por otro lado los dragones de la oscuridad, llamados malignos: rojos, negros, azules y blancos. Igualmente falta uno: los de color verde. Tres dragones faltan. Entonces se me vino a la cabeza tres nombres: Sirrush, Seiryu, Ascalon. Ellos regresarán. Los horrores no han terminado. ¿Casualidad? Empezaba a dudarlo.
-La mayor debilidad de un dragón es su orgullo- Respondí cuando trataban el tema. La siguiente parte le horrorizaba escucharlo. -No. Ellos no han hecho nada para que les ataquéis así. No uséis enfermedades contra los dragones, luego todo esto termina por descontrolarse, si nos pareció horrible cuando los humanos enviaron SPM contra nosotros, no tiene lógica que hagamos lo mismo con los dragones- Atacar a sus alas… -Eso solo les puede servir cuando están en su forma aérea. Y si es que tiene alas. No, la magia dragón se combate con magia dragón. Y en ese sentido…- Suspiro -Estamos jodidos- Miro a mis compañeros con gravedad. De verdad pensaba que teníamos poco que hacer contra los dragones. -Podríamos luchar contra su fuego, contra su hielo, contra sus vapores venenosos… Tenemos elementaristas- Qué horror me parece que ataquen a los “indefensos” dragones. Menos mal que el rubio me secunda la observación. Pero los problemas no dejan de aparecer y aparecer. Los Pendragón exigen parlamento a la antigua. ¿A la antigua? ¿Qué mierda significa esto? Me retuerzo de dolor cuando Catherine se va al hospital y empiezan a salir de la sala. Gruño molesta cuando vuelve a haber noticias, y es que, según Sayid, todos debíamos personarnos en la Plaza para cumplir con el antiguo pacto de Parlamento. Me río en su cara por su forma de parlamentar. En cualquier caso, hago un gesto de despedida a los compañeros y me desaparezco de allí con el joven Tepes.
Entre los que entran después al parecer hay uno de ellos que dice ser Newt Scamander. Algo imposible como reseña Matvey. Si fuera el mismo Newt tendría 144 y no… ¿cuántos años tendrá? ¿25, 30 a lo sumo? Me hubiese encantado levantarme y examinarle la cara, como lo hacen los jueces de los concursos de perros con los concursantes. Pero no, tuvo que resistirse a sus impulsos. Pero no pudo apartar la vista de él, a pesar de que Catherine diera el visto bueno de su locuaz presentación. Arrugó el ceño, no le quitaría la vista de encima, ¡sobre todo porque estaba con la eminencia en criaturas! Un Magizoólogo de los de verdad.
Siguiente punto del día: ¿Cómo parar un dragón? Parecía tener nombre de película de animación. Hablaban de control mental. Observé al joven Tepes, al que se habían dirigido en numerosas ocasiones. Tímidamente habló, un tanto impresionado por la situación -La… magia de dragones es una magia antigua y arcana. El control de los mismos es parte de la especialización… No es una hipnosis, se aproxima más al control de elementales o al que hacen los nigromantes con los demonios… Es parecido al control mental pero no es exactamente lo mismo- Le guiñé un ojo cuando terminó, buen trabajo. -Como dice Catherine en ese aspecto lo único que podemos hacer es combatir su control con nuestro control, y ninguno de los dos estamos lo suficientemente preparados para ello. Quizás, se me ocurre, que podamos buscar algún artefacto que pueda protegerlos del control de alguna forma, alguna runa… Apenas contamos con dragonolistas en nuestras filas. Y tampoco dragones, han sido todos evacuados a una isla que solo yo conozco. Lo suficientemente lejos de la isla, de los Pendragones y de la inteligencia artificial esa- Que como no tenemos problemas, deciden acumularse…. -Yo hablo con ellos…- Contesta Khal Snagov a la pregunta de Catherine de cómo lo hace él.
Echo un vistazo al libro que pasa Adael, viendo que hay algunas imprecisiones. Como por ejemplo el número de dragones. Por un lado tenemos los dragones de la luz, los llamados benignos o metálicos: dorados, plateados y broncíneos. En ese libro faltan dos, considerados casi extintos: los acres y los cobrizos. Por otro lado los dragones de la oscuridad, llamados malignos: rojos, negros, azules y blancos. Igualmente falta uno: los de color verde. Tres dragones faltan. Entonces se me vino a la cabeza tres nombres: Sirrush, Seiryu, Ascalon. Ellos regresarán. Los horrores no han terminado. ¿Casualidad? Empezaba a dudarlo.
-La mayor debilidad de un dragón es su orgullo- Respondí cuando trataban el tema. La siguiente parte le horrorizaba escucharlo. -No. Ellos no han hecho nada para que les ataquéis así. No uséis enfermedades contra los dragones, luego todo esto termina por descontrolarse, si nos pareció horrible cuando los humanos enviaron SPM contra nosotros, no tiene lógica que hagamos lo mismo con los dragones- Atacar a sus alas… -Eso solo les puede servir cuando están en su forma aérea. Y si es que tiene alas. No, la magia dragón se combate con magia dragón. Y en ese sentido…- Suspiro -Estamos jodidos- Miro a mis compañeros con gravedad. De verdad pensaba que teníamos poco que hacer contra los dragones. -Podríamos luchar contra su fuego, contra su hielo, contra sus vapores venenosos… Tenemos elementaristas- Qué horror me parece que ataquen a los “indefensos” dragones. Menos mal que el rubio me secunda la observación. Pero los problemas no dejan de aparecer y aparecer. Los Pendragón exigen parlamento a la antigua. ¿A la antigua? ¿Qué mierda significa esto? Me retuerzo de dolor cuando Catherine se va al hospital y empiezan a salir de la sala. Gruño molesta cuando vuelve a haber noticias, y es que, según Sayid, todos debíamos personarnos en la Plaza para cumplir con el antiguo pacto de Parlamento. Me río en su cara por su forma de parlamentar. En cualquier caso, hago un gesto de despedida a los compañeros y me desaparezco de allí con el joven Tepes.
Le dejó un frasquillo en las manos a Sarah. Una poción de apenas unos mililitros de un color púrpura intenso.- Solo unas gotas, Sarah. Bajo la lengua. Dejará de doler y eso hará que todo sane más rápido.- Murmuró con una sonrisa, tomando las manos de la chica entre las suyas para que no dejara ir la poción. Después tuvo que separarse para atender al resto.
Se le daba muy muy bien hacer como que su atención estaba fija en aquella reunión informal del Consejo aunque en realidad estaba más preocupada por las dolencias de Sarah. En realidad para la charla de dragones ella era totalmente inútil, a menos que... Una idea zurcó su cabeza mientras alzaba las cejas mirando a la nada, analizando lo que acababa de pensar. Ni siquiera supo en qué parte de la conversación iban cuando decidió decirla en voz alta, pero al dar un corto vistazo, Altair ya estaba ahí, igual que Bellatrix, y Sayid se había retirado... Con Altair, le sonrió y se llevó una mano al pecho en signo de cariño para él. No podía ir interrumpiendo la reunión cada vez que alguien llegaba para abrazarle, así que decidió acercarse a él hasta el final.
Scopolia carniolica, o quizás Mandrágora autumnalis... Escopolamina... Ya que les gusta mucho mi campo de cultivo, quizás podríamos prepararlo antes de que le prendan fuego.- Algo ocurrió. Todo cambió más bien. Los Pendragon estaban justo afuera. ¿Habían vuelto? ¿Por qué? Tampoco entendía lo del antiguo código, fuese lo que fuese seguro que Sayid tenía la respuesta. Me acerqué a Altair para estrecharlo en mis brazos antes de comenzar a caminar a la salida de la sala, justo donde aquellos estaban pidiendo audiencia. Ah, solo esperaba que no fuera solo para quemarlos a todos.
Arturo Lizarraga
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Kyllian se acuerda de mí y me saluda mientras comenta que me reconoce, pero estornuda fuertemente antes de terminar una afirmación, pero logro notar a que se refiere—en teoría debería tenerlo, pero me contaron que de alguna forma me salvé, puede que tenga una inmunidad natural a esa cepa. La verdad, he estado entre tanta mierda que puede que mi sistema inmunológico se haya reforzado—confieso al final. Él se vuelve a Adael y Catherine confirmando su disposición de defender la isla, y si hay recompensa mejor. Y dejémoslo así, que su objetivo no era necesario que lo dijera. Termina accediendo a la misión y nos encarga los dormitorios. Como siempre, termino envuelto en otras cosas, pero tampoco es que pueda negarme y asiento.
La revelación y confirmación de Newt causa un revuelo silencioso entre los presentes. Percibo la mirada atónita de Adael—no solo tengo el don de meterme en grandes problemas, también de conocer a gente interesante—digo con cierto orgullo, aunque lo primero no es digno de orgullo…aunque sea verdad. En cuanto a Newt, empiezo a pensar que estoy a lado de alguien importante, un personaje histórico en todo derecho. No es el primero que me topo, pero esas curiosidades serán para contar luego.
El planteamiento que mencioné en voz alta sin darme cuenta pareció causar interés, la descendiente Le Fay se me acercó para confirmarme su interés en la cuestión—bueno, es una posibilidad, también tienen libre albedrío o eso tengo entendido—al menos esa es mi experiencia con otras razas. Catherine volvió a dirigirme la palabra para corregir mi idea—me lo temía—expresé luego de escuchar su explicación. Aunque al parecer es una idea que se puede realizar, pero solo de manera estratégica y puntual.
Cosa que confirma una pelirroja, pero está consciente de sus limitaciones en estos momentos y sugiere otra alternativa para tratar el tema del control mental sobre los dragones. Aunque da en el clavo sobre un detalle sobre ellos, su orgullo, al menos en los mitos y leyendas. Pero está en contra de tácticas ofensivas demasiado agresivas contra ellos—eso es algo virtualmente imposible de hacer—vuelvo a comentar—si con uno solo ya es difícil de tratar, con un ejército en contra no podemos darnos el lujo de elegir a ellos sobre nosotros—siendo un ambientalista de corazón es algo que me duele también, pero si es en defensa propia, no es reprochable la muerte de un animal salvaje—es posible que el control mental sea puesto sobre una buena parte de ese ejército, por lo que he escuchado eso no parece haber duda, pero también existe la posibilidad de que otro porcentaje esté apoyando voluntariamente al enemigo. Para el caso de los controlados, debemos encontrar al controlador o controladores y eliminarlos lo antes posible—diablos, puede que esté entrometiéndome más de la cuenta.
La alternativa que la pelirroja había sugerido era la poca ayuda que podemos usar y son los elementalistas y vuelvo a tomar la palabra—yo soy un elementalista mult...—me detengo al recordar mi situación y suspiro antes de proseguir—un elementalista de fuego con experiencia, apoyare en todo lo posible en los campos como se me instruyó, pero no sin antes intentar realizar la comisión de reclutar voluntarios.
Un guardia más aparece para susurrarle algo más al que está dando el anuncio del ataque al área residencial. El enemigo quiere dialogar jactándose de un código o pacto y tratando de llamar la atención con ofrendas. Algo que Catherine no le hizo ninguna gracia, a nadie de hecho—esto suena a una trampa—pronuncio con una moderado volumen.
Luego de lo sucedido con la mujer que el grupo llama Bellatrix, antes de irse por completo Kyllian casi me susurra algo que bien podría considerar irrelevante, pero termina por llamarme la atención y lo retengo en mi memoria. Me acerco a Adael—psst, hey...creo que hay algo raro con ella—señalo con la cabeza a Bellatrix—y no solo por lo evidente, sé que no debería sospechar de nadie al ser nuevo, pero la pelirroja que desconozco su nombre, ha dicho que la mayoría los dragones de la isla han sido evacuados, lo curioso es que el tipo de hace rato, Kyllian, ¿no?, me ha dicho algo extraño, puede que ella haya estado con dragones, pero no veo signos de batallas, ¿vez que algo no encaja?—no he sobrevivido a conspiraciones sin aprender alguna que otra cosa—no sé quien puede confirmar las sospechas, pero supongo que tu tendrás mejor idea de quien puede.
Luego de otra platica, Adael se acerca a mí y a Newt, para explicarnos la identidad de quien nos sugirió los campos, así como la ubicación de los mismos, que no dista mucho de la zona residencial, algo que concuerda con el reciente informe—en mi mundo decimos “que Gaia te proteja”, pero el punto es dar buenas vibras, ¿no?—respondo ante el comentario de protección—muy bien, elementalistas metálicos, anotado—digo antes de que desaparezca de la sala.
Ya es momento de irnos, y Newt lo sugiere con entusiasmo a diferencia de su usual nerviosismo—claro, entre más rápido terminemos, menos muertes habrá—porque es lo único que no podremos evitar al 100%. Ahora que conocemos mejor la zona, podemos teletransportarnos de forma directa a las zonas puntuales y al tocar el hombro de Newt nos vamos de ahí.
La revelación y confirmación de Newt causa un revuelo silencioso entre los presentes. Percibo la mirada atónita de Adael—no solo tengo el don de meterme en grandes problemas, también de conocer a gente interesante—digo con cierto orgullo, aunque lo primero no es digno de orgullo…aunque sea verdad. En cuanto a Newt, empiezo a pensar que estoy a lado de alguien importante, un personaje histórico en todo derecho. No es el primero que me topo, pero esas curiosidades serán para contar luego.
El planteamiento que mencioné en voz alta sin darme cuenta pareció causar interés, la descendiente Le Fay se me acercó para confirmarme su interés en la cuestión—bueno, es una posibilidad, también tienen libre albedrío o eso tengo entendido—al menos esa es mi experiencia con otras razas. Catherine volvió a dirigirme la palabra para corregir mi idea—me lo temía—expresé luego de escuchar su explicación. Aunque al parecer es una idea que se puede realizar, pero solo de manera estratégica y puntual.
Cosa que confirma una pelirroja, pero está consciente de sus limitaciones en estos momentos y sugiere otra alternativa para tratar el tema del control mental sobre los dragones. Aunque da en el clavo sobre un detalle sobre ellos, su orgullo, al menos en los mitos y leyendas. Pero está en contra de tácticas ofensivas demasiado agresivas contra ellos—eso es algo virtualmente imposible de hacer—vuelvo a comentar—si con uno solo ya es difícil de tratar, con un ejército en contra no podemos darnos el lujo de elegir a ellos sobre nosotros—siendo un ambientalista de corazón es algo que me duele también, pero si es en defensa propia, no es reprochable la muerte de un animal salvaje—es posible que el control mental sea puesto sobre una buena parte de ese ejército, por lo que he escuchado eso no parece haber duda, pero también existe la posibilidad de que otro porcentaje esté apoyando voluntariamente al enemigo. Para el caso de los controlados, debemos encontrar al controlador o controladores y eliminarlos lo antes posible—diablos, puede que esté entrometiéndome más de la cuenta.
La alternativa que la pelirroja había sugerido era la poca ayuda que podemos usar y son los elementalistas y vuelvo a tomar la palabra—yo soy un elementalista mult...—me detengo al recordar mi situación y suspiro antes de proseguir—un elementalista de fuego con experiencia, apoyare en todo lo posible en los campos como se me instruyó, pero no sin antes intentar realizar la comisión de reclutar voluntarios.
Un guardia más aparece para susurrarle algo más al que está dando el anuncio del ataque al área residencial. El enemigo quiere dialogar jactándose de un código o pacto y tratando de llamar la atención con ofrendas. Algo que Catherine no le hizo ninguna gracia, a nadie de hecho—esto suena a una trampa—pronuncio con una moderado volumen.
Luego de lo sucedido con la mujer que el grupo llama Bellatrix, antes de irse por completo Kyllian casi me susurra algo que bien podría considerar irrelevante, pero termina por llamarme la atención y lo retengo en mi memoria. Me acerco a Adael—psst, hey...creo que hay algo raro con ella—señalo con la cabeza a Bellatrix—y no solo por lo evidente, sé que no debería sospechar de nadie al ser nuevo, pero la pelirroja que desconozco su nombre, ha dicho que la mayoría los dragones de la isla han sido evacuados, lo curioso es que el tipo de hace rato, Kyllian, ¿no?, me ha dicho algo extraño, puede que ella haya estado con dragones, pero no veo signos de batallas, ¿vez que algo no encaja?—no he sobrevivido a conspiraciones sin aprender alguna que otra cosa—no sé quien puede confirmar las sospechas, pero supongo que tu tendrás mejor idea de quien puede.
Luego de otra platica, Adael se acerca a mí y a Newt, para explicarnos la identidad de quien nos sugirió los campos, así como la ubicación de los mismos, que no dista mucho de la zona residencial, algo que concuerda con el reciente informe—en mi mundo decimos “que Gaia te proteja”, pero el punto es dar buenas vibras, ¿no?—respondo ante el comentario de protección—muy bien, elementalistas metálicos, anotado—digo antes de que desaparezca de la sala.
Ya es momento de irnos, y Newt lo sugiere con entusiasmo a diferencia de su usual nerviosismo—claro, entre más rápido terminemos, menos muertes habrá—porque es lo único que no podremos evitar al 100%. Ahora que conocemos mejor la zona, podemos teletransportarnos de forma directa a las zonas puntuales y al tocar el hombro de Newt nos vamos de ahí.
Catherine me confirmó sobre la identidad del supuesto Scamander. Que era autentico. Aquello no pudo menosque resultarme fascinante y en otra situacion mas favorable sin duda habriamos podido hablar mas.
Estaba de acuerdo con sus aportaciones sobre los dragones.
- No es justo que los matemos si no están actuando por voluntad propia. Auque no nos confundamos, no creo que ese sea el caso de todos.
Bella llegó, por suerte, despejando en parte las dudas acerca de su paradero. Aunque para variar, con sus rarezas.
- Estás bien, Bella? Dónde te habías metido? - teníamos que hablar sobre el asunto ese...y Aedan, como bien habia expresado Catherine. Yo tambien quería asegurarme de que hubiese descartado esa estupida idea.
Kyllian hizo un comentario raro que me hizo alzar una ceja. Entonces apareció el guardia. Ataques con fuego y.... el antiguo código. Lo miré incredulo, no podia creer que hubiesen apelado a aquello. Me hice un facepalm bastante lento pero elocuente.
- No me lo puedo creer..... eso no. Por los nueve infiernos...justo lo que nos faltaba.
Al final se marcharon todos y me quedé a solas con Bella.
- No tenemos mucho tiempo...si han convocado el viejo código debemos asistir. Pero antes me gustaría que respondieses a mis preguntas. Dejaste entrar al espíritu de Charles, o realmente fue forzado? Los Pendragon....han contactado contigo durante este tiempo que has estado ausente?
Estaba de acuerdo con sus aportaciones sobre los dragones.
- No es justo que los matemos si no están actuando por voluntad propia. Auque no nos confundamos, no creo que ese sea el caso de todos.
Bella llegó, por suerte, despejando en parte las dudas acerca de su paradero. Aunque para variar, con sus rarezas.
- Estás bien, Bella? Dónde te habías metido? - teníamos que hablar sobre el asunto ese...y Aedan, como bien habia expresado Catherine. Yo tambien quería asegurarme de que hubiese descartado esa estupida idea.
Kyllian hizo un comentario raro que me hizo alzar una ceja. Entonces apareció el guardia. Ataques con fuego y.... el antiguo código. Lo miré incredulo, no podia creer que hubiesen apelado a aquello. Me hice un facepalm bastante lento pero elocuente.
- No me lo puedo creer..... eso no. Por los nueve infiernos...justo lo que nos faltaba.
Al final se marcharon todos y me quedé a solas con Bella.
- No tenemos mucho tiempo...si han convocado el viejo código debemos asistir. Pero antes me gustaría que respondieses a mis preguntas. Dejaste entrar al espíritu de Charles, o realmente fue forzado? Los Pendragon....han contactado contigo durante este tiempo que has estado ausente?
Tiritaba levemente por lo ocurrido con los elfos, su mirada turbada estaba puesta en el nigromante cuando éste preguntó si se encontraba bien. Desvió un momento la mirada para perderla en algún punto lejano, luego devolverla a él y asentir suavemente.
-He estado buscando a Júpiter.- Respondió con voz pausada. Le extrañó la pregunta ya que creía recordar que se lo había mencionado, últimamente era casi lo único a lo que estaba abocada.
-¿Y tú cómo estás?- Preguntó refiriendose al incidente con el demonio que ocurrió en la sala en la que se encontraban en ese preciso momento. Los comentarios por lo bajo no se hicieron esperar, como siempre la presencia de la bruja levantaba murmullos los cuales ya ni se esforzaba en escuchar, ya tenía suficiente con los espíritus hablándole al oído día y noche sin cesar. Pero hubo un comentario que sí escuchó que trataba sobre la clonación. Se preguntó si sería posible replicar el alma, crear almas gemelas, una misma alma en diferentes cuerpos…
Un soldado informó sobre ataques en la zona residencial, la llegada de la familia Pendragon a la Plaza Central y su solicitud de parlamento cuando repentinamente una punzada de dolor atravesó su cabeza lo que la hizo cerrar los ojos, llevarse una mano a la frente y respirar hondamente. Estaba habituada a las migrañas ya que venían con las visiones y con las palabras de las almas, pero en éste caso no se trataba de ninguna de esas circunstancias.
-Grazia divina, que Dios me libre.- Dijo simplemente en parte como respuesta a la Le Fay y también como una queja por el dolor de cabeza. Mientras se masajeaba las sienes, los presentes se indignaban por la actitud de los Pendragon. La mujer aún temblaba suavemente por lo ocurrido con los elfos y por el dolor de cabeza que afortunadamente ya iba disminuyendo en intensidad mientras los asistentes se retiraban. Lo miró con una mezcla de indignación y comprensión cuando le hizo las preguntas. Le dolía que él también desconfiara de ella, pero lo comprendía así que, transcurrido un momento de silencio, respondió.
-No, los Pendragon no se contactaron conmigo tras la muerte de Desmond y, sobre Charles, luego de invocar al escriba, el espíritu encontró una brecha que yo dejé en un descuido lo que le permitió acceder a mi cuerpo. Para cuando me dí cuenta ya era demasiado tarde y él tenía el control. La verdad es que no es la primera vez que me sucede…- Explicó con voz pausada y la mirada fija en los ojos del otro.
-Lo siento si mi conducta te ha decepcionado Mat.- Dijo con voz suave, tan distinta a la que usaba en presencia de otros, pero conservando el misticismo de siempre.
-He estado buscando a Júpiter.- Respondió con voz pausada. Le extrañó la pregunta ya que creía recordar que se lo había mencionado, últimamente era casi lo único a lo que estaba abocada.
-¿Y tú cómo estás?- Preguntó refiriendose al incidente con el demonio que ocurrió en la sala en la que se encontraban en ese preciso momento. Los comentarios por lo bajo no se hicieron esperar, como siempre la presencia de la bruja levantaba murmullos los cuales ya ni se esforzaba en escuchar, ya tenía suficiente con los espíritus hablándole al oído día y noche sin cesar. Pero hubo un comentario que sí escuchó que trataba sobre la clonación. Se preguntó si sería posible replicar el alma, crear almas gemelas, una misma alma en diferentes cuerpos…
Un soldado informó sobre ataques en la zona residencial, la llegada de la familia Pendragon a la Plaza Central y su solicitud de parlamento cuando repentinamente una punzada de dolor atravesó su cabeza lo que la hizo cerrar los ojos, llevarse una mano a la frente y respirar hondamente. Estaba habituada a las migrañas ya que venían con las visiones y con las palabras de las almas, pero en éste caso no se trataba de ninguna de esas circunstancias.
-Grazia divina, que Dios me libre.- Dijo simplemente en parte como respuesta a la Le Fay y también como una queja por el dolor de cabeza. Mientras se masajeaba las sienes, los presentes se indignaban por la actitud de los Pendragon. La mujer aún temblaba suavemente por lo ocurrido con los elfos y por el dolor de cabeza que afortunadamente ya iba disminuyendo en intensidad mientras los asistentes se retiraban. Lo miró con una mezcla de indignación y comprensión cuando le hizo las preguntas. Le dolía que él también desconfiara de ella, pero lo comprendía así que, transcurrido un momento de silencio, respondió.
-No, los Pendragon no se contactaron conmigo tras la muerte de Desmond y, sobre Charles, luego de invocar al escriba, el espíritu encontró una brecha que yo dejé en un descuido lo que le permitió acceder a mi cuerpo. Para cuando me dí cuenta ya era demasiado tarde y él tenía el control. La verdad es que no es la primera vez que me sucede…- Explicó con voz pausada y la mirada fija en los ojos del otro.
-Lo siento si mi conducta te ha decepcionado Mat.- Dijo con voz suave, tan distinta a la que usaba en presencia de otros, pero conservando el misticismo de siempre.
- Para qué buscabas a Júpiter?- sabía que para ella debía tener sentido pero yo probablemente obtendría deepskyblueotra respuesta tipo galimatías imposible de entender. - Yo estoy bien, recuperado y descansado para hacer frente a la nueva amenaza.
Ella parecía atacada por una fuerte migraña, no le quité ojo de encima mientras hablabamos. Supuse que aquello daba por zanjado el asunto con Aedan Le Fay. No habria más comentarios al respecto, no habrían mas propuestas descabelladas.
Capté que mi duda la ofendía, pero no podía menos que hacerlo, dudar.
- Los demás serán menos comprensivos, Bella.... - escruté sus ojos cuando me explicó aquello, no lo había dejado entrar a propósito. Finalmente, asentí. - Bien, te creo...
Luego se diculpó con aquel tono de voz, mas familiar y cercano. Decepcionar no era la palabra...Le puse mi mano sobre la suya, de modo breve, mientras le respondia.
- No es eso, no me has decepcionado. Es solo que ahora debemos estar más unidos que nunca. Sé que sabrás estar a la altura de lo que viene.
Había decidido creerla y darle mi confianza. Dejé su mano y me levanté, teniamos por delante una maldita fiesta.
- Ahora...a prepararse para el festín.
"Debo pasar antes por mi sótano...."
Me despedí de Bella, y, tras ello, desaparecí rumbo a mi sótano, pues tenía que poner en marcha algunas medidas de seguridad general y personal. Tras aquello, desaparecería rumbo a la plaza
Ella parecía atacada por una fuerte migraña, no le quité ojo de encima mientras hablabamos. Supuse que aquello daba por zanjado el asunto con Aedan Le Fay. No habria más comentarios al respecto, no habrían mas propuestas descabelladas.
Capté que mi duda la ofendía, pero no podía menos que hacerlo, dudar.
- Los demás serán menos comprensivos, Bella.... - escruté sus ojos cuando me explicó aquello, no lo había dejado entrar a propósito. Finalmente, asentí. - Bien, te creo...
Luego se diculpó con aquel tono de voz, mas familiar y cercano. Decepcionar no era la palabra...Le puse mi mano sobre la suya, de modo breve, mientras le respondia.
- No es eso, no me has decepcionado. Es solo que ahora debemos estar más unidos que nunca. Sé que sabrás estar a la altura de lo que viene.
Había decidido creerla y darle mi confianza. Dejé su mano y me levanté, teniamos por delante una maldita fiesta.
- Ahora...a prepararse para el festín.
"Debo pasar antes por mi sótano...."
Me despedí de Bella, y, tras ello, desaparecí rumbo a mi sótano, pues tenía que poner en marcha algunas medidas de seguridad general y personal. Tras aquello, desaparecería rumbo a la plaza
-El Padre de la Luz me ha mandado sueños, Júpiter tiene siglos y siglos de sabiduría de la familia Alighieri.- Compartió con seriedad pero de forma confidencial y asintió satisfecha con la respuesta del nigromante sobre su recuperada salud.
Rasputín se mostró convencido con la respuesta de la bruja pero le indicó que deberían estar juntos para hacer frente a ese nuevo reto. Le sorprendió un poco su contacto, pero no lo rechazó, desvió la mirada de sus ojos para pozarla allí donde sus manos se unían.
La mujer no sabía si podría trabajar en equipo con aquellos hipócritas que se hacían llamar miembros del Concejo. Nunca la escuchaban. La tildaban de loca. Pero estaría dispuesta a hacerlo si Matvey se lo pedía, como era el caso. Bellatrix hizo un leve y casi imperceptible gesto de hastío cuando el hombre mencionó el festín, le agradaba poco las reuniones sociales si no era ella quien elegía a los asistentes.
Se despidió del nigromante y se levantó de la mesa para salir de la sala de reuniones generales a pié, necesitaría caminar un poco para prepararse mental, física y espiritualmente para estar rodeada de seres vivos, ella prefería a los muertos.
Rasputín se mostró convencido con la respuesta de la bruja pero le indicó que deberían estar juntos para hacer frente a ese nuevo reto. Le sorprendió un poco su contacto, pero no lo rechazó, desvió la mirada de sus ojos para pozarla allí donde sus manos se unían.
La mujer no sabía si podría trabajar en equipo con aquellos hipócritas que se hacían llamar miembros del Concejo. Nunca la escuchaban. La tildaban de loca. Pero estaría dispuesta a hacerlo si Matvey se lo pedía, como era el caso. Bellatrix hizo un leve y casi imperceptible gesto de hastío cuando el hombre mencionó el festín, le agradaba poco las reuniones sociales si no era ella quien elegía a los asistentes.
Se despidió del nigromante y se levantó de la mesa para salir de la sala de reuniones generales a pié, necesitaría caminar un poco para prepararse mental, física y espiritualmente para estar rodeada de seres vivos, ella prefería a los muertos.
Sayid Ibn Salah
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Llevaba muchos días trabajando en la estrategia para la misión, haciendo números, sopesando pros y contras, hablando con muchos y descansando francamente lo justo pero aquella mañana me sentía con energía a pesar de mi ejercicio matutino con mi mujer que me dejaba más revitalizado que agotado, la vida marital me iba francamente bien quitando el hecho de que ella estaba empeñada en bajar a la misión.
Al entrar en la sala de reuniones los pergaminos con mapas y apuntes además de distintos cálculos me esperaban sobre la mesa y una pizarra muy grande con más datos -Los números no nos favorecen...- dije para mi mismo mirando todo aquello pero mientras hubiera una mínima probabilidad de victoria me esforzaría por cumplirla.
Empecé a trabajar sin demora mirando mi brazalete para saber si alguien había confirmado su asistencia a la reunión que se celebraría en unas horas, de momento mi primera cita era con Sarah Darwin, esperaba que no se retrasara demasiado.
Al entrar en la sala de reuniones los pergaminos con mapas y apuntes además de distintos cálculos me esperaban sobre la mesa y una pizarra muy grande con más datos -Los números no nos favorecen...- dije para mi mismo mirando todo aquello pero mientras hubiera una mínima probabilidad de victoria me esforzaría por cumplirla.
Empecé a trabajar sin demora mirando mi brazalete para saber si alguien había confirmado su asistencia a la reunión que se celebraría en unas horas, de momento mi primera cita era con Sarah Darwin, esperaba que no se retrasara demasiado.
Tal y como había acordado con Sayid, me acerqué, otra vez, a las dependencias de la Guardia. Cualquiera diría que era mi segunda casa. Aproveché para terminarme el café antes de entrar para que me calentara el cuerpo. Como había ido tan aprisa, de un sitio a otro, no llevaba el suficiente abrigo como para una mañana de diciembre y mi cuerpo estaba un poco entumecido y las mejillas sonrojadas. Al acceder al interior de edificio me froté las manos, para entrar en calor, dejé el vaso vacío en la papelera y caminé por los pasillos hasta la sala de reuniones, donde un guardia a la entrada me había indicado que me esperaba Sayid.
Toqué la puerta, esperé dos segundos de cortesía y abrí, entrando. -Buenos días Sayid- Dije al pasar, saludándole. Le tendí la mano, pero no sabía si esto era demasiado formal, o si había que hacer una reverencia…. Total que me hice un lío yo sola y al final doblé las rodillas, como si llevara un vestido. Me sentí un poco estúpida en ese momento -Perdona, he dormido, poco, mal y me acabo de tomar un café- Intenté disculparme esperando que no se haya dado cuenta de que mis neuronas tenían que conectar todavía. Había aprovechado el frío mañanero para despejarme, bueno intentarlo, pero creo que en verdad se me había congelado el cerebro. -Perdona por parecerte tan sosa en el mensaje, pero tengo que comentarte algo que quizás podría serte de interés para la estrategia para cuando vayamos a enfrentar a la IA- Esperé a que me invitara a sentarme, al fin y al cabo, este era casi como su segundo despacho, y así podría aprovechar para ver cómo podía gestionar el tema de Bellatrix, la posibilidad que sea liberada, los portales…
Toqué la puerta, esperé dos segundos de cortesía y abrí, entrando. -Buenos días Sayid- Dije al pasar, saludándole. Le tendí la mano, pero no sabía si esto era demasiado formal, o si había que hacer una reverencia…. Total que me hice un lío yo sola y al final doblé las rodillas, como si llevara un vestido. Me sentí un poco estúpida en ese momento -Perdona, he dormido, poco, mal y me acabo de tomar un café- Intenté disculparme esperando que no se haya dado cuenta de que mis neuronas tenían que conectar todavía. Había aprovechado el frío mañanero para despejarme, bueno intentarlo, pero creo que en verdad se me había congelado el cerebro. -Perdona por parecerte tan sosa en el mensaje, pero tengo que comentarte algo que quizás podría serte de interés para la estrategia para cuando vayamos a enfrentar a la IA- Esperé a que me invitara a sentarme, al fin y al cabo, este era casi como su segundo despacho, y así podría aprovechar para ver cómo podía gestionar el tema de Bellatrix, la posibilidad que sea liberada, los portales…
Sayid Ibn Salah
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ya llevaba un rato revisando documentos cuando por fin llamaron a la puerta, dejé lo que estaba haciendo y me levanté para recibir a mi invitada -Adelante- Dije por cortesía y me quedé esperando a que la pelirroja atravesara la sala hasta acercarse a mi -Buenos días Sarah- la chica me tendió la mano en un gesto muy formal que me pareció extraño pero en cuanto se inclinó correspondí haciéndole una reverencia.
hice un gesto con la mano para indicarle que tomara asiento mi lado, esperé a que se sentara para entonces poder hacerlo yo -No te preocupes Sarah, con protocolo o no siempre es un placer poder atenderte ¿Quieres un té para entrar en calor? ¿ tal vez otro café?- me había traído de casa el juego que nos había regalado Sean por la boda porque mientras trabajaba era de gran ayuda no tener que detenerme para preparar algo caliente, pedí un té para mi y esperé a que ella hiciera su pedido antes de apoyar mis manos sobre la mesa y entrelazarlas.
Hice un gesto de negación para indicarle a mi compañera que no hacia falta disculparse -Tranquila, nunca viene mal algo de formalidad pero me resultó bastante curioso- como ya me había dicho en el mensaje tenía información para mi sobre la misión -Cualquier cosa que nos sea de ayuda puede marcar la diferencia, como puedes ver intento no dejar nada al azar- dije señalando todos los pergaminos, apuntes además de la gran pizarra a mi espalda -un simple grano de arena puede desestabilizar una balanza así que lo que sea que creas importante no dudes en decírmelo- y con esas palabras me quedé esperando por eso queme sería de interés según la pelirroja.
hice un gesto con la mano para indicarle que tomara asiento mi lado, esperé a que se sentara para entonces poder hacerlo yo -No te preocupes Sarah, con protocolo o no siempre es un placer poder atenderte ¿Quieres un té para entrar en calor? ¿ tal vez otro café?- me había traído de casa el juego que nos había regalado Sean por la boda porque mientras trabajaba era de gran ayuda no tener que detenerme para preparar algo caliente, pedí un té para mi y esperé a que ella hiciera su pedido antes de apoyar mis manos sobre la mesa y entrelazarlas.
Hice un gesto de negación para indicarle a mi compañera que no hacia falta disculparse -Tranquila, nunca viene mal algo de formalidad pero me resultó bastante curioso- como ya me había dicho en el mensaje tenía información para mi sobre la misión -Cualquier cosa que nos sea de ayuda puede marcar la diferencia, como puedes ver intento no dejar nada al azar- dije señalando todos los pergaminos, apuntes además de la gran pizarra a mi espalda -un simple grano de arena puede desestabilizar una balanza así que lo que sea que creas importante no dudes en decírmelo- y con esas palabras me quedé esperando por eso queme sería de interés según la pelirroja.
- Arrrrrrrrrrrghhhhhhhhhh.... - gruñí arrastrando mis pies, el baston de roble me iba enorme. Todo me quedaba grande! maldita pocion mutlijugos.
Aquella noche estaba deprimido y aburrido y le habia dado al vodka, estaba leyendo los mensajes de mis compañeros, y sin querer, les respondi, me di cuenta del error y aunque lo borré, era tarde y Jack me delató malamente. Ahora tenia que dar explicaciones.
Aun iba "disfrazado" con la poción multijugos, mi apariencia era la de un crio de 11-12 años, una risa. Odiaba esa apariencia pero ningun Pendragon tendría sospechas...ni si quiera sus dragones, aunque los tuviera encima...apestaba a colonia de nenuco.
Entré a la sala de reuniones pegando un portado. - ARGH! - dije cabreado, sentandome o mas bien dejandome de caer cabreado en una de las sillas. Miré a los alli presentes. Saqué de mi bonita chaquetita una petaca y luego una botella de vodka, pegando un trago primero a una y luego a otra.
- Creo que os debo una explicación....en fin, me habria gustado que hubiese mas gente....pero con vosotros bastará. Sobre todo contigo, Sayid. Tengo efectivos bélicos que ofrecerte, me han llegado cosas a mis oidos.... - hablaba muy serio pero con tono...infantil.
Aquella noche estaba deprimido y aburrido y le habia dado al vodka, estaba leyendo los mensajes de mis compañeros, y sin querer, les respondi, me di cuenta del error y aunque lo borré, era tarde y Jack me delató malamente. Ahora tenia que dar explicaciones.
Aun iba "disfrazado" con la poción multijugos, mi apariencia era la de un crio de 11-12 años, una risa. Odiaba esa apariencia pero ningun Pendragon tendría sospechas...ni si quiera sus dragones, aunque los tuviera encima...apestaba a colonia de nenuco.
Entré a la sala de reuniones pegando un portado. - ARGH! - dije cabreado, sentandome o mas bien dejandome de caer cabreado en una de las sillas. Miré a los alli presentes. Saqué de mi bonita chaquetita una petaca y luego una botella de vodka, pegando un trago primero a una y luego a otra.
- Creo que os debo una explicación....en fin, me habria gustado que hubiese mas gente....pero con vosotros bastará. Sobre todo contigo, Sayid. Tengo efectivos bélicos que ofrecerte, me han llegado cosas a mis oidos.... - hablaba muy serio pero con tono...infantil.
Tal y como me indicó Sayid, tomé asiento junto a él y sonreí cuando destensó la situación sobre mi torpeza con él. Generalmente no solíamos tratar asuntos personales, y casi todas las veces que nos hemos visto ha sido en los Cónclaves o las reuniones interminables del Consejo. Rechacé el café educadamente -Como me tome otro, no habrá isla para pararme los pies. Gracias por la oferta- y aunque las galletas tenían un aspecto apetitoso, dado que se acababa de meter una tostada entre pecho y espalda, decidió también rechazarlas. Quizás para más adelante.
Sonreí y me tranquilizó que intentara tener todos los cabos atados, dado que me estaba planteando, muy seriamente, si debía bajar a ayudar. Quizás necesitasen ayuda… Preguntaría a ver qué haría Amaya y bajaría en apoyo a la guardia. -Me alegro que creas que pueda ser útil. Te cuento: he encontrado una aliada, que nos querría echar una mano. Podría crear portales, y creo que sería muy útil para poder sacar a grandes cantidades de personas del campo de batalla, si hiciera falta- Intenté crear expectativas sobre el tipo de ayuda que quería colaborar, esperando Suspiré y me reacomodé en el asiento, ahora llegaba la parte más complicada. Esperé a ver su reacción para amoldar la mía -Pero.. hay un problema con esa colaboración. Es Bellatrix, ya sé que … en fin. Es Bella. Me solicitó vernos y me comunicó que quería ayudarnos… - Se colocó el pelo detrás de la oreja, un tanto incómoda, siguió hablando -No estoy del todo segura de si debemos fiarnos, después de lo de Matvey… pero empiezo a pensar que, aunque ella misma se ha declarado culpable, no lo es y que…- Iba a continuar cuando un portazo me hizo sobresaltarme y botar en mi asiento. Miré sin entender porqué había un niño … preadolescente en la sala de reuniones.
Seguí al Matvey disfrazado con la mirada, enmudecida. Al parecer también tenía propuestas que ofrecer a Sayid, de modo que le devolví la mirada, esperando que me presentara o que me dijera cómo un niño de 12 años podía tener participación en la batalla que estaba por llegar.
Sonreí y me tranquilizó que intentara tener todos los cabos atados, dado que me estaba planteando, muy seriamente, si debía bajar a ayudar. Quizás necesitasen ayuda… Preguntaría a ver qué haría Amaya y bajaría en apoyo a la guardia. -Me alegro que creas que pueda ser útil. Te cuento: he encontrado una aliada, que nos querría echar una mano. Podría crear portales, y creo que sería muy útil para poder sacar a grandes cantidades de personas del campo de batalla, si hiciera falta- Intenté crear expectativas sobre el tipo de ayuda que quería colaborar, esperando Suspiré y me reacomodé en el asiento, ahora llegaba la parte más complicada. Esperé a ver su reacción para amoldar la mía -Pero.. hay un problema con esa colaboración. Es Bellatrix, ya sé que … en fin. Es Bella. Me solicitó vernos y me comunicó que quería ayudarnos… - Se colocó el pelo detrás de la oreja, un tanto incómoda, siguió hablando -No estoy del todo segura de si debemos fiarnos, después de lo de Matvey… pero empiezo a pensar que, aunque ella misma se ha declarado culpable, no lo es y que…- Iba a continuar cuando un portazo me hizo sobresaltarme y botar en mi asiento. Miré sin entender porqué había un niño … preadolescente en la sala de reuniones.
Seguí al Matvey disfrazado con la mirada, enmudecida. Al parecer también tenía propuestas que ofrecer a Sayid, de modo que le devolví la mirada, esperando que me presentara o que me dijera cómo un niño de 12 años podía tener participación en la batalla que estaba por llegar.
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