Ministerio de la Paz

El tio no me saluda y yo inflo los pulmones abriendo las aletas de mi nariz, tope de indignado.

"joder! por muy ministro que seas, saludame! buenos días científico! como estas?! que tal el viaje aquí?! muchas gracias por venir en tu dia libre a hacer el trabajo...!AHG! políticos!"

sonrio como buen científico un poco pelota, pero se ve el disgusto en mis ojos...ha pasado totalmente de mi. Lanzo una miradita complice a mi compañero conductor guardia, que se ha percatado de lo mismo. Empujo a Rybar levemente por el hombro para traerlo a primer plano y que el mandamas pueda verlo mejor.

-Se llama Rybar Dvorak, señor- pronuncio su nombre un poco con asquete. No solíamos llamarlos por sus nombres en aquellas celdas, y menos en las enfermerías. Mas bien sujetos de experimentación. Miro al mago de reojo.

"espabila joder, que te he drogado. Si no va a parecer que te he dejao tonto..."

Mi vista que va esclareciendose un poco mas repara por fin en el hombre tras el escritorio. Dejo de obsevar con odio al cientifico...Si. El de ahi adelante, ese tiene pinta de ser otro jefazo. No se que planean, pero no me gusta. Mi expresion no varia, por culpa de la mascara, pero mis ojos destilan odio y mis labios desden.

Cuando pregunta por mi nombre al cientifico en vez de a mi directamente casi siento como me hierve la sangre. Aprieto los dientes pegandole al cientifico un meneo con mi hombro, cuando se atreve a tocarme de nuevo. Mi mente esta despertando, y de qué manera. Una un tanto violenta.

-Rybar Dvorak imbecil!!! Lo has pronunciado mal!

Le habria partido la cabeza ahi mismo...con mi propia cabeza porque otra cosa no tengo. Pero el guardia que tengo a mi lado me sujeta rapidamente retirandome del cientifico. Miro a Robbert, resoplando, cansado por haber realizado tan solo aquel brusco movimiento.

-Quien demonios eres tu. Presentate como es debido - un enemigo, eso lo tenia claro. Me permiti mirar mas a mi alrededor. Estaba....puñeteramente rodeado de tecnologia .A traves de los ventanales veia altos edificios. Estaba claro...me encontraba en pleno centro de Londres.

"aquella ciudad que deberia ser nuestra...."

El mago... Rybar comienza a despertarse, no de la manera que me hubiera gustado pero en fin, tiro de toda la templanza de la que soy capaz. Como si no hubiese visto su reacción violenta me preparo para tratarle con extrema cortesía.
- Rybar Dvorak... bienvenido. - bienvenido entre comillas como camiones. - Siento lo que sea que le hayan hecho, no volverá a ocurrir. - lanzo una falsa mirada de culpabilidad al científico. Hago un gesto a los guardias para que lo traigan hacia mí y lo sienten al otro lado del escritorio.

- Soy Robbert Mori, por suerte o por desgracia soy el Ministro de la Paz. - intento tratarle con la máxima cordialidad posible. - Dígame siendo realista, ¿qué puedo hacer para compensar estos infortunios? - me imagino que le han debido torturar de lo lindo.

Pronuncia mi nombre, me dice que soy bienvenido y me pide disculpas por las molestias que me hayan podido causar. No se si reirme o llorar cuando asevera que no va a volver a ocurrir, y una sonrisa crispada y poco cuerda en mi boca debe denotar que no le creo...

Me guian hasta el frente del escritorio. Tampoco a eso puedo oponer el mas minimo gesto de rebeldia. Si en mis mejores momentos mi fuerza y mi salud no eran de lo mejor, ahora eran pésimos.... Me dejo caer en la silla, agotado. La cabeza me duele tras haber despertado abruptamente de la sedacion, es como si me clavaran un puñal en las sienes repetidamente.

Alzo los ojos a los de mi interlocutor...el dolor y el agotamiento no me impiden realizar un examen visual de mi enemigo. Pelo corto, trajeado, barba perfecta, expresion fria. Gafas tintadas en un interior, guantes en las manos. Oculta algo.

Mareado, aparto los ojos de el otra vez, escuchando que es Ministro de Paz. Algo hace click en mi agotada cabeza.

-...Uno de los tres ministerios del gobierno muggle.- sí. Asi los llamabamos nosotros. No humanos. Si no un termino mas despectivo. -Paz, Salud y...Seguridad?

"siendo realista....? compensar?"

Un Rybar en condiciones le habria escupido a los pies, se habria dado la vuelta y habria ignorado tal insulto a su inteligencia. O le habria lanzado una maldicion y le habria dicho que de que narices iba en un lenguaje educado. Pero ahora me costaba dar con tal altivez, elucubrar semejantes respuestas. Aunque siento la furia golpear en la boca de mi estomago, de modo agrio, mi mirada esta clavada en su escritorio y guardo silencio por largos segundos, un tanto ausente.

"..."

"cuanto tiempo ha pasado?"

Miro el brazo que me falta, el que me habia reventado el drow el dia que me capturaron. Niego con mi cabeza alzando unos ojos frios y cansados hacia Robert.
-No me habeis sacado de mi celda para tomarme el pelo...no quieres saber que puedes ofrecerme para compensarme...si no...lo que yo puedo ofrecerte a ti...me equivoco....? -digo con tono cansino, arrastrado. La respuesta logica habia llegado a mi cabeza con punzante claridad

Seguridad... - Sí, se podría decir que algo así, aunque dadas las circunstacias la seguridad es relativa. - Seguridad según para quién, era obvio, pero sigo manteniendo una actitud cordial.

El chico parece inteligente aunque esté todavía bajo los efectos de los medicamentos, compadezco al pobre 'animal'. Después de haberle arrancado la pierna cuando se le vayan los efectos debe de 'picarle' un poco. Aunque, bueno, mejor hablar con él en estas condiciones que sin medicamentos de por medio.

- Te puedo ofrecer muchas cosas - señalo a su brazo. No me importaba ponerle un nuevo brazo si así podía tener al 'animal' contento. - Puedo ofrecerte vivir, y en buenas condiciones. Por supuesto pido un mínimo de lealtad... ciertos servicios. - sonrío.- Me imagino que ese loco de Andreas se ha dedicado a cortarte en pedacitos, y lo seguirá haciendo si tú y yo no llegamos a un entendimiento.

"Seguridad relativa? Estan en horas bajas?"

Sigo intentando hilar sus frases lo mas rapido que puedo. Pero me vuelvo a recordar constantemente a mi mismo que es posible que mienta...en un cincuenta por ciento o mas de las cosas que dice.

Empieza a decirme las cosas que me puede ofrecer y lo miro con un gesto indescifrable. Pero internamente el pulso se me está acelerando.

"mi magia. Quiero mi magia de vuelta. El brazo me da igual"

Pero se que eso no me lo van a dar....me lo habian quitado. Y lo sabia muy bien, pues cada vez que habia intentado usarla unas terribles descargas electricas me habian hecho besar el suelo y quedar inmovil por horas, preguntandome si mis pulmones y corazon volverian a funcionar a un ritmo normal en algun momento.

-Lo que me habeis quitado es la magia. ¿Puedes devolverme eso? Cualquier vida sin ella...es una vida a medias. -digo con amargura, pero tambien con cierto desprecio hacia los de su raza.

Lo que suponia. Queria usarme como habian usado a ese drow en mi contra. O vete a saber. Pero ciertamente, yo queria vivir. No sabia ni si quiera por qué motivo.... vuelvo a hacer acopio de fuerzas para ordenar mi mente y responder como es debido.

-Es...estoy en esta situacion...por vuestra culpa. Quiero vivir, pero... -mi mueca contrasta con la sonrisa de él.

"no, sin peros. Rybar. Es ahora, o es nunca. Nadie va a venir a por ti como hicieron los Renegados con sus compañeros. Elige ser un superviviente, o un estupido martir...."

E iba a hacer una de las cosas mas dificiles que habia hecho en mucho tiempo. Tragarme mi orgullo, y ademas, delante de un estupido lider muggle. Era como tragarse una puta piedra con pinchos rebozada en mierda de vaca. Pero yo seguia pensando, que vivo tenia mas oportunidades de hacerselas pagar todas que si estaba muerto o troceado. Ya llegaria el momento....

-Qué clase de servicios.- termino preguntando, sacando las palabras de mi boca como si tirase de ellas y pesasen toneladas...los guardias a mis espaldas me recordaban quien mandaba ahi.

"cortarme en pedacitos .De hecho si"

El efecto de los medicamentos y el atontinamiento que obviamente le producen me comienzan a ser incómodos. Tengo la esperanza en que el tiempo que se tira para responderme sea para razonar.
- Tu magia... quizá pueda devolvértela si medio con Andreas. - que más da un mago más un mago menos. Devolverle la magia a un mago y quitársela a 1000 más era totalmente viable.

Su 'Quiero vivir, pero...' incluso me produce pena detrás mi máscara de seriedad. Le hago un gesto a los guardias para se acerquen. - Ajústenle las esposas. - los dos guardias se acercan, supongo que han notado por ahora lo cordial de la reunión y le ajustan las esposas a su brazo y a sus pies.- Perdóneme, pero debo tomar toda precaución posible - hago otro gesto para que todos los guardias que hay en el despacho se vayan, quedándonos solos Miles, Rybar y yo.

- Yo no lo llamaría servicios. No quiero que traiciones a nadie, no quiero a cobarde en mi despacho. Quiero que valores lo que te doy y me 'ayudes desinteresadamente' - al grano- ¿Cómo crees que te ganarías un hueco entre los Renegados?

Lo miro fijamente cuando dice que quiza pueda mediar algo con Andreas. Con ese psicópata. Devolverme la magia... era todo lo que necesitaba,si. Casi parezco despertar mas de golpe ante aquella afirmacion. Aunque una vez mas, esa segunda voz mia me recordaba...

"está mintiendo, Rybar"

Pero aunque mienta. No tengo mas opcion. Un clavo ardiendo. Me agarraria a eso aunque fuera. Los guardias se me acercan para afianzar un poco mis ataduras, y casi me da por reirme por lo innecesario que es. ¿que iba a hacer, abalanzarme sobre el y pegarle un bocado....? Con una leve sacudida me zafo de la ultima de sus manos. Detesto que me toquen. Mi necesitad de espacio vital se ha vuelto mucho mas grande.

Los guardias se marchan, quedando solo tres personas en la sala. Lo que me indica que la cosa se va a poner algo mas seria .Toso un poco, e intento recolocarme mejor en la silla. Me dice que no quiere que traicione a nadie. A mis compañeros, supongo que se refiere. Ha de saber que soy Blood Keeper. Una sensacion de vacio se instala en mi dolorido pecho y miro a Robbert desapasionadamente.

"Ellos me han abandonado"

Pero no digo nada. Por lo visto, su objetivo es la otra faccion de magos. Los Renegados. El hijoputa este....sabe bien que bandos son los que le pueden hacer mas daño. Afortunadamente, no parece saber nada de Ouroboros....

-He matado a varios magos renegados por apoyar a los...humanos. No me tienen en estima.-tuerzo un poco la cabeza. El dolor punzante de la pierna y el hecho de que las cosas comienzan a transcurrir en tiempo normal me indican que los efectos de la sedacion estan quedando atras. -lo mas...amistoso que hice con ellos fue firmar un trato de no agresion. Y tuve que hacerlo por vuestra culpa. Jugasteis bien....

"desgraciados"

-mi vida depende de que te diga que soy capaz de colarme entre ellos?

"mierda...preferiria...preferiria...no....servirlos a ellos? A los muggles? Incluso sea para traicionar a los de la resistencia! Es aberrante...."

Me responde con silencio, al menos es más que un no.

Resoplo un poco cuando escucho que ha matado a varios renegados, va a ser complicado que me sea útil entonces si ya le conocen. - Miles, trae los vasos y el licor. - Miles se apresura a recuperar la bebida que habíamos dejado Andreas y yo, y se toma la licencia de servir, cuando llega al segundo vaso me mira interrogante. Le asiento con la cabeza. Quizá le venga bien a Rybar un trago. Miles tiene además la consideración de dejar el vaso lo más cerca de la mesa posible para que Rybar, con su escasa movilidad debido a las ataduras pueda cogerlo sin problema. Quizá con unos tragos se nos ocurra una solución. Hago caso omiso a lo de mi culpa, bah - Tengo entendido que aceptan a gente de todas las razas, incluida la humana. ¿Porqué no iban a aceptar a un mago que ha ''desertado'' de los Blood Keepers? La aversión a la Alianza sería vuestro punto en común... y no te pido que la dejes de tener Rybar. - digo lo más amigablemente que puedo.

El chico parece ser preciso en sus palabras. - Sí, se podría decir que dependes de eso. - doy un trago de mi vaso - Te hago un favor, ¿dónde prefieres vivir de ahora en adelante? ¿Con los científicos locos de Andreas o entre los Renegados?

Percibo la duda del guardaespaldas del lider politico a la hora de rellenar los dos vasos, el mio concretamente. Claro. Ahora estaba en su territorio. Igual que nosotros los habriamos tratado como inferiores alimañas, igual que de esa manera es como los veiamos, asi nos veian ellos a nosotros, exactamente igual. Cada gesto me hace ser mas y mas consciente..

Deja el vaso con el licor a mi alcance....y miro brevemente el liquido. Dudo que este pretendiendo envenenarme. Seria absurdo .De quererme muerto....ya lo estaria. Y no necesitaba usar un suero de la verdad conmigo. Pero no lo toco, por el momento.

Remuevo un poco la muñeca que tengo atada, lo habian hecho con fuerza. No dejo de repetirme lo humillante que es esto. Pero no era peor de lo que era lo que habia tenido que soportar todos estos meses. Los Renegados...si.

-Los Renegados tienen corazon. Eso es lo que los ha perdido siempre.... el aceptar que podemos convivir con gente como vosotros.

"esta visto que no"

Intento mantener mi odio a raya. Calma. Eso es algo que tendra su salida en momentos mas propicios....

-Pretendes que les haga ver que he desertado. Tardarán tiempo en aceptarme aun con esas. He dicho que tienen corazon, no que sean tontos....

Mi cabeza empieza a aclararse. Que les jodan a todos. En estos momentos siento que lo unico que puedo hacer es lo mas conveniente para mi persona, pues nadie se habia preocupado por mi. Sinceramente ni quiero volver con los cientificos de andreas, cuya sola idea me produce escalofrios de terror, ni quiero vivir con los renegados. Los odio, me odian...y aun asi, odiaría traicionar una sola gota de sangre mágica en favor de los humanos....

Intenta ser amigable conmigo y hacerme ver que me esta haciendo un favor. Alzo unos ojos torvos hacia el, que brillan por el cansancio y la frustracion, oscurecidos sin embargo por la mascara metalica de mi cara. Imagino como seria si tuviese mi magia conmigo. Haria que ese humano que tenia enfrente de mi reviviese sus mas terribles recuerdos. Pero...esa ira ahora no me servia para nada....

"no, obviamente no puedo dejar de lado mi aversion a la Alianza"

-Ellos deben de saber a estas alturas que me ha pasado algo. Que me habeis capturado. Como piensas darle sentido a mi repentina libertad?

Eso era una pregunta importante. Si queria un maldito infiltrado...un maldito perro, como aquel drow del que tanto me habia reido. No hay nada como tragar tu propia medicina.

Se podría decir que me rechaza por ahora el vaso de licor, una lástima, a mí al menos me estaba ayudando a conversar más cómodo con él.
Lo de que los Renegados tienen corazón me hace replantearme varias cosas provocadas por un fuerte palpito. Si este tío se decidía a colaborar conmigo, entonces, estoy ante una oportunidad de oro para recuperar una discreta búsqueda de cierta personita que se atrevió a traicionarme, la primera opción era buscarla en los Renegados, de lo contrario ya dudo que esté viva.

La situación se vuelve un poco difícil de resolver, aunque Rybar hiciese ver que a desertado... seguía siendo un antiguo Blood Keeper y un antiguo preso de la Alianza. Lo que me disponía a hacer era una locura, pero se trataba de un todo o nada. Con excesiva calma y aún dudando abro uno de los cajones del escritorio y saco una pequeña foto. En ella una chica pálida, pelo negro, con unos 16 años y traje de kendo. En el reverso con letra de adolescente ponía 'Alexa Mori. 04-08-2030', era una de las pocas fotos y se la iba a dar como quién regala un bolígrafo. -Esta es otra de las partes de tu servicio. - extiendo la foto hacia él. Voy a simular hablarle sinceramente.- Este es el sentido de tu aparente libertad, reza para que la persona de esa foto esté entre los Renegados. Búscala y ... - niego con la cabeza y rectifico.- No, simplemente, reconócela. - Si la encuentra, lo sabré. Puta locura acabo de hacer dejando su cara con el monstruo este. Quería convencerme de que Alexa no era el motivo de su libertad, obviamente no había pensado en ella antes pero en estos momentos Rybar tenía razón. No era cuestión de enviarlo de una manera tan poco sutil como kamikaze, al menos no ahora. Acababa de convertir a Alexa en un jodida excusa, en el punto de mira. Confío que Rybar sea lo suficientemente inteligente para dar por hecho de que lleva dispositivos para saber todo lo que hace.

El parece tomar una larga pausa, que yo interpreto como un debate mental que esta manteniendo consigo mismo. Vuelvo a acomodarme en la silla, estoy incomodo en la postura que sea.

"maldita espalda...."

Y miro la foto de la joven que me enseña. Alexa Mori. Su hija. Pero....alzo la mirada hacia el. No se parecen en nada. Pero debe ser su hija, los apellidos lo indican. Me la deja al alcance...al parecer quiere que de con su hija entre los renegados.

-...es una bruja?

Podria serlo, o no. Como hemos dicho antes, los renegados acogen a todo tipo de personas. Por un momento, ese hombre me recuerda a mi y a la enfermiza busqueda que emprendi por dar con mi hermana. No paré hasta encontrarla cuando se fugó con aquel humano. Aunque aquellos recuerdos ya solo me traian amargura. Simplemente que la reconociese. ¿No quiere que se lo comunique....?

"...oh"

Una mueca de desagrado mezclada con inseguridad se instala en mis labios al ser consciente de que si no me ha pedido que lo avise, es porque el tendra modo de saberlo .Si llevo un chip que me da descargas cuando hago magia, que me indica que no sirva para mas cosas...? Estoy totalmente controlado.

-Esta bien. Alexa Mori. Pero eso sigue sin ser una excusa para cuando alguien me pregunte como he escapado de las instalaciones de tu compañero Andreas.

Otra pregunta me cruza la cabeza, aunque no es asunto mio. Una vez encuentre a su hija, que haria con ella?
-Supongo...que la jovencita dejó a su padre porque no estaba de acuerdo con lo que hacia.

- No, no lo es. - sería el colmo.

El sólo hecho de pensarlo me revuelve las tripas.

- Si la encuentras entre los Renegados les serás valioso, si no... confío en ti para les des la suficiente lástima para que te acojan. - ahora sí estaba siendo sincero. No quiero darle más vueltas. - Cuanto antes salgas para Bastión Hollow más tiempo tendré para hablar con Andreas y saber qué porcentaje de magia te puede conceder cuando vuelvas. - me dirijo a Miles. - Llama al científico.- Si quería que Rybar saliese cuanto antes le tendría que administrar más medicina para espabilarlo.

... Una pregunta más sobre Alexa y lo mando otra vez con Andreas. Su frase hace que me muerda los labios de rabia y le dé un último pero largo trago a mi copa. - La 'jovencita' es sólo una traidora. - digo con algo más de calma mezclada con desprecio.

Me llaman después de haberme echado abruptamente del despacho del jefazo. Joder yo quería enterarme de todo el salseo que ocurria ahí adentro....pero no...soy un simple funcionario con el sueldo recortado....

Suspiro y dejo la revista de sudokus que había estado usando como entretenimiento.

"seguro que quieren de mis drogas maravillosas"

Me acerco a la puerta junto con Miles, echándole un repasillo. Méh. Me quedo con el conductor, es mas bello. Y simpático. Entro al lugar con mis manos tras la espalda y pregunto a Robbert.

-Me ha llamado, señor?

"venga, que es mi dia libre, llevo casi 24 horas trabajando!"

"Entonces la chica se trata de uno de esos humanos como Imram....de los indecisos"

Da igual. No por ello me causaban menos aversion. O eso creia, ya....ya dudaba que acabase matando al ciego aquel. O al menos intentarlo. Si me ponian la oportunidad en bandeja, quien sabe...pero...

Lo dicho. Estaba en horas bajas. Y ahora parte de mi energia la consumia un odio renovado hacia el ejército de la Alianza. Lo miro friamente con una cara que, a pesar de estar demacrado, palido y bastante flaco...trata de inspirar de todo menos lastima. Simplemente me dice que me busque la vida. Está bien.

"tú tienes mas que perder que yo....lo se...."

He visto de reojo varias fotos familiares por ahi esparcidas. Eso...eso indica una pretension a no eliminar a su hija de su vida. Por mucho que diga que se trata solo de una traidora.

-Hay traidores hasta en las mejores familias. - hablaba por mi hermana.

Llama al cientifico, el cual hace acto de presencia en nada. Por lo visto, pretenden azuzarme a Bastion Hollow cuanto antes. Trago saliva mirando mi unica mano restante. Iba a ser un blanco mas que facil....

Después de ojear los retratos en los que se encontraba Alexa me espeta un comentario sobre los traidores. Me inquieta un poco exponer así la cara y la posición de Alexa, sin embargo es lo que eligió si es que todavía sigue viva. Su comentario va acompañado de una empatía que capto al instante. - Quizás no seamos tan diferentes Rybar. - respondo con soberbia. Miles me echa una mirada un poco confuso. Espero que entienda que al menos a este mago hay que tratarlo bien por el momento

El científico entra en la sala rápidamente. - Sí, aplíquele algo para paliarle el dolor... sin sedarlo. Lo quiero en las mejores condiciones. - le suelto una leve sonrisa a Rybar.

Algo para el dolor que no lo sede. Vale, se lo que ponerle. Abro mi maletín sacando una capsula de vidrio de nolotil inyectable a máxima concentración. Eso le quita tos los dolores a uno. Cargo la agujita y.....miro al mago. Otra vez no se donde pincharle. Pero voy al cuello de nuevo, que ahí pica, seguro.

El mago me mira con cara de odio asesino porque ya le hemos hecho eso muchas veces y la mayoría de ellas no era para paliarle el dolor.
-Bueno, en unos minutos comenzara a hacerle efecto, pero nada de sedarlo. Claro que el efecto se pasara en unas horas...

Miro mi reloj y carraspeo. ¿Nos podemos ir ya, señor ministro? Guardo de nuevo el material usado, frasco vacio, jeringa usada que tendre que tirar mas tarde....supongo que Andreas esta al tanto de todo y le deja al sujeto. Sangre suya ya tenemos  y todas las muestras genéticas que necesitábamos. Ordeno al conductor guardia que saque a Rybar de ahí para dejarme a solas con Robbert unos instantes, entregándole unos cacharritos. Como una Tablet.

-Mire, el controlador del micro, y de la posición geográfica del sujeto. Cortesia de Wilhelm. - los dejo a su alcance, y recibimos información de que quiere que nos llevemos al sujeto ya y lo dejemos libre por ahí.

"oh..."

Me da un poco de pena perder a mi conejillo de indias. Me había encariñado un poco con robocop. Era divertido de investigar. PEro asiento y nos retiramos, llevándonos de ahí a Rybar.

"puede que no seamos tan diferentes"

Ese pensamiento y esa afirmación suya hace que se revuelva algo dentro de mi. Porque aunque una parte de mi lo niega fervientemente, la otra no puede menos que .... Encontrarla cierta. Los dos hemos tenido una traición en la familia por lo que parece, por ser somos. Por odiar y rechazar a los que no son como nosotros. Sabe lo que se siente entonces. Los dos somos líderes de nuestras organizaciones..... bueno. Yo ya no. Yo ya no cuento con ese privilegio. Y mis opciones se reducen a hacer lo que me pide o volver a ese infierno.....

-quizas.... - respondí con tono críptico

El científico a su orden se puso a rebuscar. Yo me aparte levente levemente cuando acercó la aguja a mi cuello. Lo tenía ya lleno de pinchazos y moratones. Lo miré mal, pero no me quejé, para no parecer débil.

No respondo a la última sonrisa de Robert. Pero cuando me sueltan para que pueda andar, agarro el vasito con licor y me lo bebo de un trago, dejándolo vacío en mesa....ahora tras dedicarle una última mirada si que me dejo guiar por los guardias hacia la salida. Ahí me meterían nuevamente en el furgón y me sacarían de allí

En presencia del científico ignoro completamente la escena. Detrás de mis gafas miro hacia abajo con calma hasta que el mago se larga de mi despacho rumbo a las inmediaciones de Bastión Hollow. Como esperaba el científico me da los controladores que me permitirán escuchar todo lo que hable o hablen a Rybar. Esta vez con el científico a solas en mi despacho me permito una actitud más cortés. - Buen trabajo, camarada. - Le hago una mueca de asentimiento y le insto a salir del despacho.

Seguido Miles me informa de unos disturbios en una tal Posada de los Muertos. No han podido recuperar a uno de los capitanes como ya me informó Wilhelm, pero en cambio habían capturado a otro de sus compañeros drow. Debido a que esto concierne al ministerio de la paz en relación con el tal capitán Ailanthus me dispongo a coger mi pistola y a colocármela bajo la chaqueta del traje para ir al sector. Veamos qué me puede decir. Salgo sin prisa del ministerio, en una comitiva de 4 coches blindados y una decena de soldados hacia los campos de concentración que horas antes le había rechazado a Andreas visitar.

La reunión se había fijado a las 4 de la tarde sin embargo yo ya llevaba en la sala de reuniones cerca de 20 min, ultimando detalles, y mi tablet veía la localización de Mike, lo que suponía que era la base renegada con el localizador que le dí hace unas noches. Los teníamos. De cualquier manera necesitaba una última pista, una seguridad de que Ailanthus estaba allí o no para comenzar de forma inminente el ataque a la base subterránea o hacer que saliesen a la superficie. Nuevos centinelas, soldados, tanques, y aviones se encontraban ya esperando una última orden.  Por otro lado Rybar no me había dado información de importancia, simplemente un tal pacto entre Blood Keepers y los Renegados se había roto, de alguna manera aquello nos beneficiaba.

En mi espera miraba con cierta frustración la doce sillas aproximadamente que tenía la sala, antaño todas ellas solían estar ocupadas, y ahora sólo se iban a ocupar tres. Miles cuidadosamente entra en la sala para colocar tres vasos y tres pequeñas botellas de agua para Morgana, que ya llevaba unos días fuera del hospital, y Andreas.