Ministerio de la Paz

Presencio el discurso televisivo de esos idiotas desde la oscura soledad de mi despacho en el edificio ministerial, con una copa de vino en la mano y una sonrisa de escepticismo en el rostro. Cuatro ingenuos han conseguido, no sé cómo, colarse en la torre de telecomunicaciones para lanzar sus mensajes subversivos y llamar a la alteración del orden. Sus acciones de este día no se han limitado a destrozar una de las fachadas del Ministerio de la Paz, ni se han limitado a atacar a nuestros soldados en el parque. Han ido más lejos, utilizando nuestras estructuras de telecomunicaciones para darse voz ante nuestro pueblo. Probablemente muchos ciudadanos los ignoren, pero el mensaje es peligroso, y puede ser suficiente para que unos cuantos descontentos e indecisos comiencen a molestar. Eso nos obligaría a reprimirlos, con la consiguiente mala prensa. El mensaje televisivo concluye con el sonido de disparos, lo cual indica que ya han llegado los soldados para detenerlos. Creí que esos desgraciados habían muerto con la bomba trampa que dejamos que robasen para meter en su base, pero al parecer tienen más vidas que un gato. Habrá que reducirlos a cenizas para asegurarse de que no vuelven más.

"sabremos pronto si su mensaje ha calado y se forma algún tipo de revuelta contra el gobierno. No lo creo, la población parece estar adormecida. Están tan acostumbrados a escuchar noticias sobre injusticias que ya ni sienten ni padecen. Mejor para nosotros."

Marco en mi móvil el número de teléfono de Wilhelm, que supongo que también habrá visto el mensaje esté donde esté. - Wilhelm. Sí, O'Connell al habla. Claro, claro que he visto la mierda esa de mensaje. - bebo un poco más de vino mientras escucho al otro lado del teléfono las quejas de Andreas sobre la seguridad de la torre, a lo que asiento con varios 'aham'. - Esos cuatro payasos no son problema, ya lo sabes. De un modo u otro siempre acabamos aplastándoles. Han tenido años para acabar con la Alianza, y nunca han logrado destruirnos por completo. Les falta la fuerza suficiente, la unión entre ellos. Somos superiores, por mucho que crean lo contrario. Ha llegado la hora de hacer gala de ello, de lo que hemos estado preparando el último año en colaboración con otros gobiernos. - sólo queda ultimar unos cuantos detalles, cuestión de días o semanas como mucho. El señuelo que dejamos cuando robaron los planos les parecerá ahora un juego de niños en comparación con el plan que se está orquestando en la sombra . - Sí. El lanzamiento se realizará desde la base, en las afueras. Tenemos que coordinarnos con nuestros homólogos. Si lo hacemos todos a la vez será más efectivo. Perfecto, allí nos vemos. - cuelgo el teléfono tras acordar varias cosas más con Andreas, terminando mi copa de vino antes de salir del despacho, bastón en mano. A la salida del edificio me espera mi chófer y mi guardaespaldas, con quienes me marcho a la base militar.

Maldito sea el momento en el que me quedé en casa con mi mujer e hij@s viendo la tele. Siempre he odiado con todo lo profundo de mi ser los dibujos de Peppa Pig, pero a mis retoños les encanta.

A la Peppa me la merendaba yo en un espetec. Pero hoy era un día diferente. Hoy cuatro energúmenos se han colado en la tele y han lanzado un mensaje. No solo había magos, también había humanos. ¡YO CONOZCO A TRES DE ESOS IMBÉCILES! Con algunos compartí barracones, otra era la hija de mi superior y con la rubia.... joder a la rubia seguro que le comí los morros en alguna ocasión, y por supuesto no se lo dije a mi mujer.

Pero esto ya estaba pasando de castaño oscuro. Contacté con varios compañer@s, con padres y madres de los amigos y amigas de mis retoños. Quedamos enfrente del ministerio de la paz. A nosotros se nos fueron sumando más y más personas según iban llegando.

Cojo uno de los objetos que me carecterizan como soldado y lo tiro a los ventanales del ministerio, dejando ver mi rostro. -SOLDADO UNIDAD ROJA: NATHAN JAMES YORK. EAMON. ASOMA TU PREPOTENTE CARA A LA CIUDADANÍA. ¡QUEREMOS SABER! ¡LO EXIGIMOS! DEJAD DE MATAR A NUESTROS COMPATRIOTAS. ESTA GUERRA ES VUESTRA, NO NUESTRA-

Y sin que yo lo quisiera, la gente empieza a corear: "¡Esta guerra es vuestra, no nuestra! ¡Libertad a los magos!"

La convocatoria de la manifestación vuela como la pólvora allí o en la Torre de Comunicaciones. En seguida, todo móvil disponible tiene un mensaje de lo que está pasando en el Ministerio de la Paz.

Parece que se lío una buena, había recibido un mensaje de problemas en la torre de telecomunicaciones de parte de Jed pidiendo mi ayuda, pero por los canales de televisión se empezó a emitir un mensaje de apoyo a los magos ni mas ni menos que por parte de un humano y peor aún, de un ex-militar de la Alianza, el mundo se está volviendo loco o es que realmente el apocalipsis existe y es hoy.

No tardan en circular mensajes virales para que la gente haga caso del mensaje televisivo y se manifieste, esto no puede acabar bien. Prefiero ignorar el mensaje de ir a la torre y dejarlo en sus manos capaces e ir al Ministerio de Paz, no puede salir nada bueno de eso, espero que no ocurra, pero pueden acabar pidiendo abrir fuego contra la población y no sería algo acertado, quiza pueda dialogar, o quizás simplemente es una parte de mi que no quiere que el pasado se repita.

Cuando llego, hay una gran multitud furiosa delante del Ministerio gritando, vi como uno de los soldados lanzaba su casco contra las ventanas y decía su nombre. Uno de los muchos soldados que solía ver por los barracones de la unidad que más veces había tenido que enfrentarse a los magos cara a cara. Me voy acercand a él con las manos en el aire, indicando que estoy desarmado, en son de paz, aunque quizás quien mejor me conozca sabe que no necesito un arma para hacer daño, pero ahora mismo mi intención no es esa, solo dialogar. Cuando estoy cerca de él bajo las manos y tomo una postura más relajada.

- Nathan, hijo, ¿qué haces aquí? esta no es la manera más correcta de hacerlo y lo sabes. Una vez un hombre muy sabio dijo "Hablamos mucho de la paz, pero ésta sólo puede existir cuando el ambiente es propicio. Debemos crear esta atmósfera y para hacerlo debemos adaptar la actitud correcta. La paz, básicamente, debe nacer en nosotros mismos", ¿no crees que tiene que haber otra manera? Además,como soldado que eres, ya sabés lo que puede llegar a pasar si la manifestación continua aquí y llegado el caso no me pondré de ningún lado. Ni creo, ni dejo de creer en el mensaje que han dado, pero tengo un pasado lleno de problemas con los magos que me obligó a ser un niño que tuviera que aprender a sobrevivir hasta que la Alianza lo acogió, por ello le debo una lealtad, pero también le debo lealtad a la gente que juré proteger con mi vida, a todos vosotros os debo lealtad, por ello, llegado el caso, no podré ponerme de ningún bando y marchar, a no ser que suceda algo que fuerce mi mano a tomar una postura.

El mensaje de lo que está sucediendo en Londres se ha hecho viral y ha corrido como la pólvora por las redes, llegando hasta mi. Al parecer nuestros compañeros los renegados han dado un mensaje en directo por televisión, desde la torre de telecomunicaciones. A partir de ahí se ha organizado una manifestación espontánea frente al Ministerio de la Paz, a la que he decidido acudir. Katrina me ha aparecido aquí para no perder tiempo alguno en desplazamientos, regresando después rápidamente a casa para quedarse con nuestro hijo tras pedirme que prometa que tendré cuidado. Ojalá pudiese verlo con mis propios ojos, porque el ambiente que se respira en la plaza es el de una multitud harta que reclama contra el gobierno. Camino entre la gente usando mi bastón, pues mis gafas todavía siguen rotas y no he encontrado quien pueda repararlas para que vuelvan a ser útiles. Decido que es buen momento de telefonear a Lykaios, con quien me he mantenido en contacto para enterarme de su investigación en Ouroboros. En un principio le dije que si venía a buscarme para ayudarlos, pero por lo visto no es necesario porque ya hay gente de sobra peinando la zona. Espero que no se aprovechen de ellos en esa isla de asuntos turbios, cada vez hay más problemas allí.

- Lykaios, tienes que escuchar esto. - me separo el teléfono de la oreja para que escuche los gritos de algunas personas contra el gobierno, aunque también es cierto que no todos alzan la voz, sino que permanecen como a la expectativa. - El mensaje de los renegados ha tenido más difusión esta vez, así que como mínimo habrá unos cuantos que jodan al gobierno esta noche. Ya sé que no es la primera vez que hay humanos en contra de esta mierda, mírame a mí, pero juraría que con el paso del tiempo se han ido sumando más. La diferencia es que parece que ahora se están atreviendo a dar la cara. No sé qué va a pasar, pero me quedaré por aquí por si es necesario intervenir. Tengo que hacer fuerza, como humano sin magia que soy. Seguiremos en contacto. - termino de hablar con nuestro capitán tras unos escasos segundos, colgando y guardando el móvil mientra sigo deambulando por la plaza, siguiendo el sonido de la voz de los que más alborotan. El tal Nathan exige al ministro que de la cara, lo que me saca una risa sarcástica. - Dudo que lo haga. Esa gente tiene el culo con la forma del sillón. Mandan a tipos como tú. - alzo la voz también para gritar consignas, buscando caldear los ánimos. - ¡ÉAMON, CABRÓN, ABAJO LA OPRESIÓN! - alguien se acerca al soldado rebelde, hablando con actitud paternalista que en mi opinión sólo esconde manipulación. Decido intervenir en la conversación, aunque no pertenezca al ejército me veo en la obligación de decir algo.

- Las lealtades pueden estar equivocadas, ¿no lo sabías? no puedes ser leal a alguien que tortura de manera sistemática, que asesina por ser diferente, y que persigue a los suyos si los considera traidores a la raza humana. Despierta de una vez. El poder no es más que una ilusión, ellos lo tienen porque la base les apoya. Si pierden la base, lo perderán todo.

Nathan nos había llamado y yo que estaba todo pedo durmiendo la mona en mi casa tirado en la moqueta entre latas vacías de cerveza skoll, leí su mensaje y lo más rápido que mi pedo me permitio, encendí la tele para escuchar los mensajes tiempo antes de que comenzasen los tiros. Entonces lo pasé mal porque supe que los tiradores eran otros compañeros míos que yo mismo había entrenado en la galería de tiro.

Me quedé un buen rato dudando de si acudir al llamamiento mientras los mensajes de volvían virales y mi wasssap petaba. Me puse a fumar como un loco deprimido porque mi vida era una mierda en realidad y no tenía una familia maja como nathan, solo al ejército, y mi pelotón, porque la mujer que amaba huyó un día de modo repentino, dejando el país. A veces sospechaba por qué.

Total que al final agarré mi 4x4 y me planté en pleno ministro buscando a mi compañero, nathan, que estaba ahí liaaandola. Había mucha gente, más de la que esperaba.
- SOLDADO DE LA UNIDAD AMARILLA! JEUNE ADDAMS! Y que se joda el gobierno! Ordenar retirarse a los soldados de la Torre! Nuestras bajas os importan una mierda!

-¿Otra manera dices? ¿Qué otra manera? Creo que se han probado todas las maneras Alasther y está clara que ninguna funciona. NINGUNA. ¿Dónde está nuestro gobierno cuando más le necesitamos? ¿Dónde estás tú cuando caen nuestros compañeros luchando por algo que.... ¡joder que es casi una mentira! ¿Dónde estaba EAMON cuando GARY desapareció? Ya basta Alasther. ¡BASTA! Tus traumas te los solucionas en un psicólogo, y no mandando a morir a los tuyos-

Discuto con el compañero soldado que viene a intentar calmar la situación, pero los ánimos están caldeados. -¿DÓNDE ESTÁ TU GOBIERNO AHORA CUANDO EL PUEBLO EXIGE SABER?- Le grito a Alasther señalando con la palma abierta el Ministerio de la Paz, mis palabras parecen que ser reafirmadas por el comentario de un chico ciego, que va con su bastón y su todo, recalcando lo que dice: -que persigue a los suyos si los considera traidores a la raza humana-

Poco a poco se van uniendo otros personajes a la discusión que mantenemos Alasther y yo, mientras el resto de la gente sigue gritando a Eamon. "NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS", "ANDREAS-BARRIOBAJERAS", "EAMON CABRÓN; ABAJO LA OPRESIÓN", "ESTA GUERRA ES VUESTRA, NO NUESTRA"

Se enciende una de las pantallas gigantes que hay en un edificio próximo al Ministerio, una de las muchas que se encuentran diseminadas por todo Londres. La pantalla gigante muestra un primer plano de Éamon O'Connell, con gesto circunspecto. El mandatario se encuentra lejos de aquí ahora mismo, pues fue a refugiarse a las instalaciones del ejército. Eso no le impide dar su discurso:


- Buenas noches, ciudadanos de Londres. Seguro que muchos de vosotros ya habéis recibido las inquietantes noticias de lo que está sucediendo esta noche frente al Ministerio de la Paz, o habéis visto en televisión un pérfido mensaje emitido por los magos terroristas conocidos como renegados. Pues bien, mi deber para con la nación es comunicaros que hemos sido engañados, todos nosotros. No desean la paz, ni portan verdad alguna en sus palabras. Manipulación, pura y dura. Nuestros servicios de inteligencia han descubierto que el mensaje es sólo una estrategia para agitar a las masas, para hacerlos salir a la calle y hacerlos vulnerables. Por favor, os pido que os pongáis a salvo y os marchéis a casa, hay alerta de atentado en cualquier lugar en el que se reúna una gran cantidad de personas. Están buscando una oportunidad así para masacrar a nuestra raza, ya sean civiles o soldados. Por ello os ruego encarecidamente que abandonéis cuanto antes el lugar en el que estéis. El mensaje es un cebo. La Alianza Humana sólo pretende proteger a su pueblo y alcanzar la paz, protegiéndola de aquellos agitadores que no permiten que vivamos tranquilos. Permaneced fuertes, fieles y unidos contra el enemigo común, es el único camino. El camino que nos llevará a la liberación.

El rostro del político se mantiene serio tras dar su discurso, como corresponde a la gravedad del asunto. Manejar el discurso a su favor es algo que está acostumbrado a hacer, e incluso de situaciones así sabe cómo sacar provecho. Wilhelm y él tuvieron una reunión en cuanto los rumores de revuelta popular se hicieron realidad, amenazando con hacer pedazos la estabilidad de la Alianza. Una maniobra hábil y rápida era requerida, así que se activó el protocolo programado en caso de revueltas populares. No se haría esperar el resultado...

Conduje durante media hora el jeep militar, desde la torre de telecomunicaciones situada en las afueras hasta el mismo corazón de la ciudad de Londres. Antes de abandonar la torre ya me encargué de dejar a salvo a Jed, que sería conducido a la enfermería por los otros soldados. Yo todavía tenía algún asunto pendiente en la ciudad, aunque tenía más ganas de volver a la base que de quedarme por aquí. No tardo demasiado en toparme con la muchedumbre que se manifiesta a las puertas del edificio ministerial, pudiendo comprobar ahora con mis propios ojos cuál ha sido la reacción al mensaje que han dado los renegados. Sabía que había muchos descontentos con ciertas acciones de la Alianza, pero jamás pensé que las cosas acabarían por estallar tarde o temprano, y menos de manera tan inmediata tras un anuncio en televisión. Puede que todo fuese ya una olla a presión, y que eso haya sido sólo el detonante.

Bajo del jeep tras aparcarlo a varios metros de la gente, comenzando a caminar entre ellos con el arma preparada por si es necesario usarla. Todavía estoy en condiciones de luchar, mis heridas no sangran demasiado y por ahora me permiten seguir el ritmo, aunque la de la pierna sea un poco molesta para correr. Me abro paso entre la gente aunque sea a empujones, pues muchos comienzan a abuchearme en cuanto me ven. - Idiotas. Con la de veces que os hemos protegido. Así lo pagáis, desagradecidos de mierda. - insulto cabreada mientras busco a soldados compañeros por ahí, parándome en seco cuando se enciende la pantalla en la que sale Éamon. Su discurso me hace rodar la mirada y bufar con exasperación, a mi no me convence con su palabrería de político. Lo del atentado que dice no parece descabellado, teniendo en cuenta la cantidad de humanos que aquí se reúnen. Puedo intentar sacarlos de aquí a patadas, y sería por su propio bien. - Ya habéis oído, a vuestras putas casas.- o tal vez debería esperar a ver qué pasa, a ver si es cierto lo que dice Éamon.






PS: 123 - 2= 121

Los ánimos se caldean cada vez más y más gente se acerca al Ministerio a protestar, ahora mismo todo es como un pilar tambaleándose que amenaza con caer en cualquier momento, igual que si la espada de Damocles estuviera encima de nuestras cabezas. No se como contestarle a mi compañero, ni qué exactamente decirle, es uno de esos momentos que te das cuenta de que no tienes las capacidades suficientes para tener personas bajo tu tutela. Mandar y obedecer son mis facultades, las relaciones sociales, no. Desde que perdí a mis padres todo lo que aprendí cuando tuve que trabajar en el burdel cuando fui "adoptado" era que a la gente que venía allí no les gustas si les hablas a no ser que los quisieras aburrir, como mucho escuchar, para triunfar tenías que mantener sujeta tu lengua y solo hablar cuando te lo pidieran.

Al poco rato mis pensamientos se ven interrumpidos por el mensaje de Eamon en una de las pantallas, no tiene el valor de aparecer en persona, suspiro, no puedo quitarles de todo la razón pero hay algo en lo que al menos Eamon y yo estamos de acuerdo, ¿y si hay un atentado? es el momento más adecuado para ello con toda la gente que hay, será mejor no bajar la guardia. En el mismo momento empiezo oir unos insultos y una voz muy familiares, fortuna la mía, la persona que menos esperaba tener que acabar encontrandome aquí, aunque si esta aquí es que su misión finalizó. Bueno, por suerte uno de mis mayores temors no se cumplió, que quizás Andreas o Eamon mandasen centinelas a apaciguar las masas. Volví a mirar al soldado Nathan.

- Está bien, doy mi brazo a torcer y doy un voto de confianza por ahora, digo por ahora porque en el fondo no me sigo fiando del todo, pero chicos, si llega a pasar algo aquí quiero que me ayudéis a proteger a los ciudadanos y a ponerlos a salvo, ¿de acuerdo? estaré por aquí vigilando en caso de que alguien intente alguna tonería contra la gente, no voy a disolveros, pero me tenéis que ayudar en el caso de que sea necesario. - Por dentro suspiré, espero estar tomando la decisión adecuada.

Me habia enterado de toda la movida desde un movil que le habia robado a un pringaillo cerca de mi centro comercial abandonado. Alli solo saqueaba yo, joer. El mensaje de los renegados circulaba ya por todo Youtube.... aunque muchos los estaban capando ya. El caso es que no pude resistirme, soy asi de imbecil. Sabia los riesgos y tal...pero si se manifesaba gente del ejercito contra el propio ejercito, aquello queria verlo. Ademas, tenia mis motivos para detestar a esos politicos..

Asi que me pertreché con todo lo que me pudo parecer necesario y, transformado en gato, me acerqué a la manifestacion. Bastaba que me fichase algun soldado de aquellos con su scooter o que alguna camara de escaner lo hiciese para que se liase parda. Antes de entrar en el gentio, volvi a mi forma humana sin ser visto escondido tras una cabina telefonica. No queria asustarlos. Me eché la capucha roja encima de la cabeza y me prendi un cigarrillo mal liado, metiendome al lio.

- Ey, esto mola. - sonrei animado por todo el riot que alli habia y me meti en la multitud, dejandome llevar. Agarré un megafono por ahi que tenia uno, pero este si, pidiendolo prestado.

"Lo siento Javert...si estuvieses aqui....no...si estuvieses vivo... me echarias una buena bronca, verdad?"

Llegué justo a tiempo de presenciar el mensaje de Eamon por aquel televisor gigante....

- COBARDES! MENTIROSOS! VOSOTROS MISMOS OS QUITASTEIS DE EN MEDIO A FREDERIC JAVERT! DAD LA CARA! YA NO HABLAIS DEL ANTIGUO CAPITAN DEL EJERCITO, VERDAD?! A QUIEN COÑO LE IMPORTA! ASESINOS! -vale, lo reconozco, me estaba calentando rapidamente. - Y COMO NO, LE ECHASTEIS LA CULPA A LOS RENEGADOS....CUANDO ELLOS NO TUVIERON NADA QUE VER!! DONDE ESTA MI PADRE, CABRONES!?

Un par de grandes camiones de mudanzas procedentes de las afueras se aproximan a la zona del tumulto, portando en su interior una interesante carga. Los vehículos no tienen en el exterior ningún emblema que los identifique, nada que indique su procedencia, a excepción del rótulo de la función que cumplen: mudanzas. Los conductores aparcan a un par de manzanas de la manifestación, bajando junto a un par de ayudantes para liberar por fin la carga que va en su interior. Cuatro enfurecidas criaturas conocidas como trolls salen de su interior, gruñendo y babeando como bestias que llevan encerradas demasiado tiempo. Sus cuerpos muestran las huellas de la experimentación y el sufrimiento. Cortes, heridas, laceraciones...incluida una marca de cirugía en la base de la nuca. Si esas bestias no actúan como deben recibirán una potente descarga eléctrica. Los operarios azuzan a los violentos seres con la ayuda de látigos y pistolas que dan pequeñas descargas, dirigiéndolos cual agresivo rebaño hacia la zona en la que se reúne la gente.

Nada puede impedir que los cuatro trolls entren arrasando en la manifestación, emitiendo agresivos sonidos guturales mientras corren en desbandada aplastando todo a su paso. El troll darkred se dirige hacia donde es encuentran algunos soldados, junto con Alasther e Imram. Su puño dirige un potente ataque de barrido contra ese grupo, al cual hace blanco de su ira. El troll red comienza a pisotear a la gente que vociferaba, alterado y enloquecido por todo lo que le ha pasado y por el estruendo del lugar. Está completamente fuera de control, incluso arroja manifestantes por los aires. Uno de ellos, orange , se detiene un segundo con los ojos entornados como rendijas, husmeando el aire con aspecto taimado. Todo lo que puede serlo uno de su especie. Entonces arranca de cuajo uno de los árboles de la calle, comenzando a usarlo como mazo contra los manifestantes. El más rezagado, brown , alza los brazos al aire repetidas veces mientras emite sonidos que suenan a danza ritual. Después le llama la atención el tío del megáfono, Mike, así que va a por él para arrebatárselo. El método elegido es un salvaje cabezazo.

off:

Los ánimos de los soldados siguen bastante caldeados, aunque el tipo que trata de calmarlos lo intente. Supongo que es un superior o algo así, Alasther lo llama uno de ellos mientras le reclama por un tal Gary, que intuyo será un compañero muerto o desaparecido. Chasqueo la lengua cuando Alasther ignora mis comentarios sobre dejar de obedecer a la Alianza, así que presto atención al mensaje que se escucha a tanto volumen por todo el lugar. Al menos durante unos segundos se escuchan menos gritos, como si la gente quisiese escuchar lo que dice Éamon. - A mi me parece un grandísimo hijo de puta y un falso. Quiere meter miedo a la gente con un atentado para que estén callados y no les molesten. ¡ES MENTIRA! ¡NO LE ESCUCHÉIS! ¡SÓLO QUIERE ASUSTAROS! - grito a pleno pulmón para que me oigan el mayor número de personas posibles, separándome un poco del grupo en el que estaba Alasther hablando con los soldados. Por ahora parece que no va a intentar coaccionarlos, pero yo tampoco me fío, al igual que dice él.

Una voz que me suena familiar se pone a hablar desde un megáfono, y en cuanto dice cuatro palabras ya sé quién es. El crío que inicio la batalla de Bastion Hollow en la que traicionó a los renegados, empujándolos a salir de la base para enfrentar batalla. El hijo del desaparecido capitán ha hecho acto de presencia en el momento oportuno, sacando comentarios de expectación y sorpresa entre la gente y provocando que cualquier periodista y cámara que haya en la manifestación acudan a él para preguntarle sin descanso. Le exigen pruebas. Le preguntan que qué hizo la Alianza con su padre. Otros le dicen que es un farsante. Dependerá del tipo de prensa que sea, pero la mayoría es afín al gobierno, pocos escapan de sus garras. De repente el estruendo de unas fuertes pisadas llega hasta mis oídos, seguido de sonidos propios de orcos, gigantes o trolls. A saber. Esto empieza a darme muy mala espina. No entiendo cómo pueden haber llegado cuatro trolls de repente hasta el centro de Londres, y precisamente aquí.

"Espero que no sea el puto Dvorak y sus Blood Keepers aprovechando la coyuntura. Lo joderían todo. No, ahora no"

Las pisadas se escuchan cada vez más cerca de donde estoy yo, el peligro inminente hace que saque la katana del bastón para estar listo. Entre el griterío aterrorizado de la gente cuesta centrarse, así que no consigo esquivar la primera embestida del troll con el puño, que me golpea fuertemente en las costillas arrojándome por los aires a unos cuantos metros. Caigo encima de unas cuantas personas, acabando al instante en el suelo, doblado sobre mi mismo por el dolor mientras trato de volver a respirar. El golpe ha debido partirme alguna que otra costilla, pero he de levantarme rápido si no quiero acabar aplastado por los trolls o por la gente asustada. Me pongo en pie tambaléandome un poco, tanteando en el bolsillo de mi cazadora el móvil con el que hablé con Lykaios hace un momento. Esta vez le envío un audio, algo rápido. - Lykaios...no sé qué está pasando, de repente han entrado unos cuantos trolls arrasando con todo...están atacando a la gente. Esto puede joderlo todo. - vuelvo a guardar el móvil, pensando en lo extraño que es que Éamon haya hablado de atentados y acto seguido haya sucedido esto. Intentaré proteger a la gente que hay aquí como pueda, así que me lanzo a pelear con el que tengo más cerca ahora, red. Descargo un tajo con mi katana a una de sus piernas, con la esperanza de derribarlo. Es como si estuviese atacando un tronco, parece muy difícil herirlo así de un sólo corte.

Al poco del camion de mudanzas sigue otro, este pone "mascotas a domicilio". Tambien aparca lo suficientemente lejos de la manifestacion como para no ser visto.... con mas discrecion que con los trolls, unas cuantas acromantulas son liberadas. Estan hambrientas, pues llevan meses sin comer. No hace falta ni guiarlas. Ellas saben, como en su tela de araña, donde esta su comida. Lo sienten con sus ocho patas en el asfalto de la ciudad.

Echan a correr a velocidad asombrosa, algunas suben por farolas y fachadas. Pronto llegan al borde de los manifestantes.

La acromantula DARK RED trepa por una farola y sube por la fachada hasta colocarse en la pantalla en la que hasta hacia un momento habia salido Eamon, para desde alli, saltar sobre el SOLDADO DARKRED NATHANcon ideas de comerselo.

Otra, la red, se dedica a atacar a varios manifestantes, mordiendole la pierna a un hombre mayor e inoculándole su veneno que primero inmoviliza y luego acaba matando. Pero se lo comeria antes, eso seguro.

Orange se tira sobre las espaldas del cientifico darkred buscando mordisquearle la cabeza, y brown decide atacar a Morgana, lanzandole tela de araña a la cara antes de saltar sobre ella.

Sigo intentando que la gente se largue de aquí, aunque no parecen estar muy por la labor y me van a obligar a poner el arma en modo paralizador. A unos cuantos metros localizo a mi inspector, diciendo algo así como que no va a dispersar a la gente. Bufo molesta porque eso no ayuda a lo que tenemos que hacer, no porque esté a favor de Éamon, sino porque me jode que por un mensaje televisivo la gente se haya decidido a salir a manifestarse. - ¡Alasther! ¡te necesitábamos en la torre! ¿por qué no viniste con la llamada de Jed? - le grito desde mi posición, sin poder acercarme más debido al gentío que nos separa. Podría seguir reclamándole más cosas al inspector, pero algo llama más mi atención en ese momento.

Mike, el hijo del del desaparecido capitán, da la cara delante de todo el mundo sin cortarse un pelo. Gritando a los cuatro vientos cosas que nadie sabía. - joder...ese crío está loco. - recuerdo aquel plan que se orquestó para utilizar al joven, utilizando la supuesta muerte-desaparición de su padre para hacerle creer que lo habían matado y que el único modo de vengarse era entregar en bandeja a los renegados, traicionándolos y dejándolos vendidos en el campo de batalla. El muy ingenuo pico, como cualquier joven desesperado haría. Yo tampoco salí muy bien parada de aquel combate con los renegados, pues acabé siendo encerrada por ellos. Mike me visitó cuando estuve en aquellos asquerosos calabozos, buscando sacarme algo de información en lo referente a su padre. No obtuvo demasiado. Lo único que sé es que está diciendo la verdad, es hijo de aquel capitán al que tanto admiraba. Obviamente cometió errores, como permitir que seres mágicos tuviesen la opción de optar a puestos de más control. Ahí patinó notablemente. Me abro paso hasta él de manera brusca, pegando golpes a la gente con la culata de mi pistola para que se aparten. - ¡MIKE! ¡tu padre no era tan idiota como para dejar que le matasen, cállate de una vez! ¡pero lo harán contigo si te pones ahí en medio, imbécil! - la cantidad de reporteros que se arremolinan a su alrededor no me dejan acercarme, todos están ávidos de noticias y del morbo que da conocer que el capitán tenía un hijo. A estas alturas ya me da igual si la prensa se pone a contrastar que lo que estoy diciendo no tiene nada que ver con lo que hicimos que vendiesen los periódicos en su momento. Creo que los jefes ahora mismo tienen cosas más urgentes que atender que el castigarme por desmentir una noticia - Tal vez desapareció por voluntad propia, eso nunca lo sabremos. Sí, el puto Javert tenía un hijo. Mago, para más señas. - respondo con cara de malas pulgas cuando un par de reporteros se giran para preguntarme si confirmo o desmiento la noticia. Ya puestos a decir la verdad podríamos contar que los renegados manipularon mi mente y me utilizaron hasta el punto de hacerme parecer una traidora, pero a estas alturas no sé si importa mucho ya. El daño está hecho.

Al caos reinante se le une todavía más caos, la aparición de 4 trolls hace que cunda el pánico entre los manifestantes. Esto es justo de lo que ha hablado Éamon hace unos minutos, aprovechar la multitud para atacar. Ahora es cuando la gente se arrepentirá de haber salido a la calle. - ¡HUID DE UNA VEZ! ¡ENTRAD AL EDIFICIO! - Apunto la Dominator al troll brown, precisamente el que viene a embestir en la zona en la que estoy yo. Después aprieto el gatillo para disparar un cañonazo de energía en dirección a la cabeza del bicho, aunque al ser un objetivo en movimiento es más complicado. Unos invitados menos ruidosos se infiltran también entre la gente, repugnantes arañas gigantes que empiezan a atacar a todo el mundo. Una de ellas, acromántula brown , me arroja una pegajosa tela a la cara que me hace perder toda la visibilidad que tenía. Con una mano trato de despegarla de mi cara, mientras que con la otra no suelto la pistola y disparo a ciegas para que no se acerque. Acabo siendo derribada en el suelo por la araña, sintiendo su arácnido y peludo cuerpo encima y un ruido muy desagradable que intento acallar a base de disparos.

ps:

Científico
Están las cosas muy caldeaditas. Los soldados están especialmente mosqueados con el gobierno, y con razón. Reconozco que yo he tenido suerte pues he estado en un palito todo este tiempo a diferencia de ellos, en mi laboratorio, sin molestar a nadie y sin ser molestado.
Por otro lado también es verdad que Ramón y Andreas tienen un gobierno muy opaco y a saber qué es lo que hacen a nuestras sombras y de hecho no es él el que da el discurso en persona, sino usando un plasma. Qué vergüenza de líder.

Pero sus palabras me hacen dudar y me agitan. ¿Y si tiene razón y el objetivo de los resistentes es convocar a la masa? ¿Quién dice que no hayan sido ellos los que han convocado está manifestación? Me siento encerrado y dudoso y a mi alrededor hay varias personas igual de confundidas. Algunos empiezan a dispersarse gracias a las órdenes de Morgana y la amenaza de atentado... Que se termina por cumplir.

Por el final de la calle aparecen Trolls y acromántulas. Yo conocía alguno de esos bichejos porque los había usado en el laboratorio para desarrollar armas contra ellos, pero no esperaba verlos en persona. La gente corre despavorida y yo con ellos sin saber que nos vamos a meter en la boca del lobo o de la acromántula en este caso. Delante de mis narices, acromántula red se come a un señor mayor, para espanto de todos los presentes. Sin embargo, al volver la vista me topo cara a cara con acromántula Orange que intenta comérseme la cabeza. Caigo al suelo, muy torpemente, antes de que cierre sus quelíceros en mi ser, reptando por debajo del cuerpo peludo de la araña. No tengo armas, soy un civil, solo puedo correr, gritar, llorar y huir. Me agarro a la parte central del prosoma de la araña, como una chinche, donde los artejos de las patas se articulan con el resto del cuerpo.

Genial, tengo que aguantar las réplicas de Morgana mientras el calentón entre la gente aumenta, haciendo que sus protestas suban, para colmo viene el que debe ser el hijo de uno de los anteriores capitanes a dar aún más la nota y a caldear más los ánimos, bueno Alasther paciencia, paciencia ratones que ardió el molino, mientras todo quede en palabras, no ha de pasar nada malo.

Bendita mi boca para que habré hablado demasiado deprisa... Salidos de la nada aparecen cuatro criaturas gigantescas, acompañados de arañas que empiezan a atacar la población. Mierda, mierda, mierda, mierda, esta era la oportunidad perfecta para un ataque, y nadie lo ha visto venir. Uno de ellos se acerca hacia nosotros, miro a los pocos soldados que tenemos por ahi.

- Necesitamos refuerzos, no vamos a poder contra esos seres solos, tenemos que poner a la gente a salvo como sea.

No tengo ni puta idea de como me las voy a apañar para poder distraer a un troll de ese tamaño sin que me aplaste en el intento, tengo que pensar tácticas y... ¡mierda! una de las arañas gigantes salta en dirección a Nathan, no había reparado en ella, hasta que se vio casi encima de él por estar distraido viendo como el otro troll se acercaba, empujo con fuerza a Nathan hacia un lado para apartarlo de la trayectoriaa grito de "NATHAN! CUIDADO!" y aprieto los puños para sacudirle un golpe a la acrumantula dark red y tirarla al suelo o apartarla el tiempo suficiente para sacar la pistola y dispararle un par de tiros al troll dark red para llamar su atención y solo se centre en mi. Guardo la pistola y cojo los cuchillos preparado para cuando la acromantula vuelva intentar tomar acción mientras en mi cabeza pienso que jodido milagro puedo ahcer para que una araña gigante y un troll no me maten mientras la gente corre.

Jeune (Soldado amarillo) se reúne con los demás vociferantes de la plaza, quedando al lado de Nathan (Soldado PNJ rojo) Cuando la pantalla se despilega y aparece el jefe de gobierno me quedo callado. Algo dentro de mi corazón de PNJ quiere respuestas y mi cerebro PNJ en realidad exige no saber más. Escuchamos todos lo que dice. Hay gente que se muestra confusa, otros enfadados.
-El mensaje es un cebo ¿Es realmente un cebo?-Dudo de la veracidad de las palabras, pues lo que había escuchado en la tele no parecía mentira. Nunca había dudado de lo que se decía en la televisión, hasta este momento. La cabeza de PNJ me va a estallar. Alasther me vuelvo a hablar y le estudio de arriba a abajo, con cara de asco -Si esperas que tenga que darte las gracias por no disolvernos, lo llevas claro- Me bajo de la altura para estar a la misma altura que los demás
-Cuenta con ello- Elevo el dedo pulgar ante la petición de Alasther, mientras me acerco a Nathan -Tío, deberías relajarte y medir lo que dices. Pueden acusarte de traición. Igual es mejor que dejes todo esto... mira, la gente se está disolviendo y puede que Alasther y Eamon tengan razón y haya peligro de atentado... ¿no?
Nathan suspira. Otra voz se alza hablando de otro compañero desaparecido en combate. La lista de gente muerta o desaparecida es tan larga... Tal vez tendría que parar todo esto de una vez, ¿no?

Sin embargo la revuelta se ve interrumpida cuando unos pasos hacen retumbar todo el suelo. Al final de la calle aparecen unos trolls cuatro o cinco y por otro lado otras tantas arañas asquerosas
-AHHH JODER ESOS BICHOS ME DAN MIEDO, Tío! Esas mierdas pican que no veas
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-Tranquilo, ¿vale? Ármate y ve a ayudar a la gente. Puta mierda, tete. "A la mierda la manifestación pacífica. ¿Alguien nos habrá vendido, pero quién?" Sigo a Jeune con la mirada mientras se prepara para luchar sin percatarme de que una asquerosa araña gigante se me viene encima. Alasther me saca del marrón cayendo al suelo. Desde allí cojo mi pistola y disparo a acromántula darkred una ráfaga de disparos, uno tras otro, lo justo para que deje a Alasther en paz y éste pueda salir corriendo. -Maldito bicho, ¡qué pena que no tenga matacucarachas para acabar contigo-
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Me separo de mis compañeros justo cuando troll darkred ataca con su puño. Me llevo toda la ostia del mundo que me lanza a la otra punta de la plaza, chocando con alguien. Tal vez fueran los periodistas que estaban acosando a preguntas a Mike -Mirad. Cuando salga de esta también me dedico al modelaje, podéis llamarme en cuanto tengáis alguna publicidad chula que hacer- Les doy mi tarjeta con mi número de teléfono pero nuestra transacción se ve interrumpida con el empujón de la peñita que sale corriendo -Venga, venga, ahora fuera. Baish baish- Me pongo de pie otra vez, con dificultad por la ostia que me habían dado aunque no parecía nada grave. Posiblemente los que me hayan frenado el golpe hayan recibido la peor parte de un cuerpo lanzado con aceleración de 50 m/s2 y una masa de casi 90Kg. F= m*a = 50*90 = 4500N -Y perdonar por el talegazo de 4500 newtons!! Ahora se los voy a devolver todas de a una, ya verás. Maldito bicho- Centro mi atención en troll darkred, que es el que me ha mandado a la mierda, usando contra él el rifle de ataque. Las balas vuelan y rozan algunas cabezas de despistados, pero la gran mayoría impacta en su objeto, la cochina criatura mágica

La verdad no me habia esperado que me rodearan unas cuantas camaras y tios con el movil haciendome preguntas. De poco no le zurro a uno con el megafono del susto

-Quita, leches, que de lejos tambien se hablar! -  le dije a la cara usando el megafono, dandome cuenta de ello despues. Debio quedar medio sordo. - Ups-perdon

"en realidad no"

- Quereis pruebas? Frederic Javert y Angela Scott eran mis padres... y Angela era bruja...y han desaparecido los dos sin dejar rastro. Mi padre estaba al tanto de que mi madre y yo eramos magos, pero no nos rechazaba por ello...solo...nos dejó de lado. FARSANTE NO, INVESTIGAD UN POCO, IDIOTAS!

"ughh"

Me podia el mal genio y se me estaban acercando mucho. Hurgué con velocidad en mi cazadora y saqué una foto que...oye, sonará moñas, pero me era preciada. Salia yo de enanoide con mis padres y se la restregué a un objetivo de la camara. Entonces oi una voz conocida y me guardé la foto. Morgana! Me sorprende que venga hacia mi, vendrá a pegarme.

-Lo que quiere decir es que...en realidad.... magos y humanos nunca hemos estado demasiado lejos...huh? - ella confirmó mi parentesco y entonces los periodistas si que se volvieron locos del todo a preguntas.

Entonces fue cuando se lio pardisima. Primero escuché gritos  y vi a la peña correr y empujarse. Me empezó a entrar el agobio del siglo, una estampida humana! Habia peor manera de morir que agobiado bajo un monton de cuerpos humanos luchando por respirar, a lo Jon Snow?

Luego vi los trols y las acromantulas. Los periodistas...bueno,algunos huyeron, otros mas apasionados e insensatos se quedaron grabando cuales periodistas de guerra.

Varios soldados, manifestantes inocentes, civiles....se ven atacados y yo observo un tanto paralizado. Seria TAN facil huir de ahi. Dejarles con el marrón. Pero no. No es el momento. Vine aqui y no voy a huir, aunque no tenga ni puta idea de que hacen aqui estos trolls ni las arañas.

Veo a un trol que viene a por mi directito de cabeza. el TROL BROWN. Pero Morgana le dispara en la cabeza, lo cual me da algo de tiempo a mi para esquivar o al menos pensar como hacerlo. Uso una llamarada que sale de la palma de mi mano para propulsarme mas hacia un lado y esquivar al maldito trol

"concentracion, Mike"

Con la izquierda sujeto la muñeca de mi mano derecha, abriendo la palma en direccion a la acromantula que parece que quiere besar a Morgana. Si quiero quitarsela de encima sin achicharrarla a ella, tengo que lanzar las llamas rectas, finas y concentradas en un solo haz, con la menor dispersion posible.
-SI SE TE QUEMA EL PELO NO ES MI CULPA!! - le disparé el fuego a la ACROMANTULA BROWN esperando quitársela de encima a la soldado. Que por qué le echaba una mano? Supongo que porque al menos no tenia ocho patas.... y podia ayudarme a ayudar a las demas personas.   - Que se supone que hacen aqui estos animales?!

El troll darkred gruñe dolido ante los disparos de Alasther y soldado yellow, convirtiendo al inspector en el blanco de su ira por el momento. Corre hacía él aplastando a alguno que otro por el camino, babeando desaforadamente. Cualquiera diría que desea arrancar la cabeza a cualquiera con el que se cruce. - Grov' nak!! - Pega una fuerte patada contra Alasther en cuanto lo encara, como quien patea un estorbo que se encuentra en medio. Después clava su mirada salvaje en el otro soldado que le estaba disparando, yellow, con toda la intención de ir ahora a por él. El hambre le hace actuar de manera más desesperada, y no es la primera vez que prueba la carne humana.

*****

Aplastar gente no apacigua la sed de sangre del troll red , que ve interrumpida su masacre cuando alguien le ataca a la pata con una katana. La bestia se gira exhalando vaho en forma de aliento pestilente, agarrando en su puño al individuo ciego que ha osado atacarle. El troll cierra la mano en torno a él, buscando inmovilizarlo y aplastar sus huesos con toda su furia y fuerza. Apenas consiguió herir al enorme ser en la pierna, pero fue lo suficiente como para que el troll busque deshacerse del enemigo que lo ataca.

*****

El árbol arrancado sigue haciendo estragos en las manos del troll orange, que usa el tronco como si de un mazo se tratase. La gente sale despedida por los golpes que le propinan, provocando numerosos heridos al agitar su improvisada arma. De repente se detiene en seco, volviendo a husmear el aire para ver dónde están sus congéneres. Uno de ellos está siendo atacado con disparos, así que se dirige hacia él rápidamente, haciendo el ruido de una manada en estampida. - ¡Kalak na'ak thur! - brama contra la mujer rubia que ha atacado al troll brown, al cual trata de defender. El inmenso troll pega un fuerte pisotón a una de las piernas de Morgana, aprovechando que está tirada en el suelo tratando de defenderse de una acromántula. Tal vez después pudiese comerse ambas cosas.

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El intento del troll brown de hacerse con el megáfono acaba en frustración de troll, que es una de las peores. No la toleran en absoluto. Además le disparan hacia la cabeza, algo que esquiva por poco. Emite un gruñido lastimero al sentir el cañonazo de energía pasar muy cerca de él, buscando con indignación al culpable de aquello. Su cabeza gira alternativamente para mirar a Mike y a Morgana, como si se decidiese entre uno y otro. Primero matar problema, después coger tesoro. O eso es lo que parece pensar al final el troll. Decide imitar al troll que ha ido a auxiliarle, yendo a pisotear también a Morgana mientras repite las palabras del otro. - ¡Kalak na'ak thur! -

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