Página 26 de 26. • 1 ... 14 ... 24, 25, 26
Recuerdo del primer mensaje :
Los casos más críticos reciben una supervisión más profunda
Mantuvo la leve sonrisa de lado con su respuesta aunque en el fondo se preguntaba qué otra persona estaba por ahí que le soltaba las cosas como eran. ¿Tomaría en cuenta las tonterías de Adael? -Bueno, me parece bien. A veces necesitamos que la sinceridad sea el punto de referencia de la gente que nos rodea-
Se humedeció los labios cuando preguntó por el embarazo y asintió suavemente a lo de las alteraciones temporales -Algo por el estilo. Pero fue un poco aterrador al principio. Morgana basó su laberinto en esas cuevas- Le dijo a Matvey que conocía más o menos el tema -Pensé que me había encerrado- Confesó aún con algo de resquemor pero cuando guardó silencio intentó percatarse de la melodía que solía escuchar cuando estaba allí y Morgana hacía de las suyas. No estaba, solo silencio.
-No sé si fue plantado con su autorización- Le reconoció a Matvey en voz baja. Al menos, no era eso lo que le había parecido. Pero tampoco podía confirmarlo -La relación que tienen con el Sanguis es muy extraña, Matvey. Lo adoran pero odian que requiera sacrificios Pendragon. A veces cuando preguntó solo me sueltan una letanía. Tenemos algunas teorías pero tengo que ir con cuidado, de momento- Dijo llevándose una mano al vientre, recordando algo que le había dicho Wthyr - ¿Sabías que el árbol me había pedido a mi? Modo Catherine Pendragon… No sé. ¿Será la maldición? ¿Sabría que yo era una parte de la solución?- Suspiró quedamente, con más preguntas que respuestas.
Al hablar de Mei, Cath no mantuvo el gesto neutro como siempre. Estaba genuinamente preocupada -Lo sé- Comentó en respuesta a Matvey -Pero…ella… Khan… ¿Cómo es que el mundo se ha vuelto tan desastroso que gente tan joven y buena se ve obligada a este tipo de cosas? ¿A intervenir?- Negó con la cabeza -En el fondo tenía la esperanza de que cuando acabáramos con SAM…todo estaría bien, todo estaría en paz. Fui una ilusa siquiera al creerlo- Volvió la vista hacia él y negó con la cabeza cuando le preguntó lo de Wthyr -Lo vi apenas unos minutos porque me llegó tu mensaje y me corría prisa verte y también solucionar lo de Ivanov-
Se le quedó mirando en silencio cuando su gesto no cambió ante la pregunta y luego sonrió de lado con tristeza -No puedo- Mencionó ante su sugerencia - Usé el disco hace un tiempo ya, antes de que Desmond falleciera. Precisamente por todo el tema de los Pendragon. Me ayudó a encontrar los diarios de Uther y me dijo lo de la víbora de Elise- Y había implantado la idea de los revenant en su cabeza lo suficiente para que buscará información.
Aquello le recordó al dragón y le miró un momento con los labios tensos -Ha sido difícil lidiar con la muerte de Thauren en Avalon… para mí- Expresó tratando de corregirse -El vínculo que tienen los Pendragon con sus dragones es único, lo he presenciado… y ese dragón fue quien me trajo aquí cuando me envenenaron, entre otras cosas…- Como su viaje en la boda… o el tirabuzón que le había enseñado el Pendragon en la coronación. Eran recuerdos que curiosamente la llenaban de alegría por saber cómo se había sentido en ese momento- Pero … lo curioso es que, cuando me enteré de lo que habías hecho, estaba sorprendentemente orgullosa de tu despliegue de poder. Y tuve que controlar mi expresión…- Golpeó su hombro con el propio y luego suspiró.
Se humedeció los labios cuando preguntó por el embarazo y asintió suavemente a lo de las alteraciones temporales -Algo por el estilo. Pero fue un poco aterrador al principio. Morgana basó su laberinto en esas cuevas- Le dijo a Matvey que conocía más o menos el tema -Pensé que me había encerrado- Confesó aún con algo de resquemor pero cuando guardó silencio intentó percatarse de la melodía que solía escuchar cuando estaba allí y Morgana hacía de las suyas. No estaba, solo silencio.
-No sé si fue plantado con su autorización- Le reconoció a Matvey en voz baja. Al menos, no era eso lo que le había parecido. Pero tampoco podía confirmarlo -La relación que tienen con el Sanguis es muy extraña, Matvey. Lo adoran pero odian que requiera sacrificios Pendragon. A veces cuando preguntó solo me sueltan una letanía. Tenemos algunas teorías pero tengo que ir con cuidado, de momento- Dijo llevándose una mano al vientre, recordando algo que le había dicho Wthyr - ¿Sabías que el árbol me había pedido a mi? Modo Catherine Pendragon… No sé. ¿Será la maldición? ¿Sabría que yo era una parte de la solución?- Suspiró quedamente, con más preguntas que respuestas.
Al hablar de Mei, Cath no mantuvo el gesto neutro como siempre. Estaba genuinamente preocupada -Lo sé- Comentó en respuesta a Matvey -Pero…ella… Khan… ¿Cómo es que el mundo se ha vuelto tan desastroso que gente tan joven y buena se ve obligada a este tipo de cosas? ¿A intervenir?- Negó con la cabeza -En el fondo tenía la esperanza de que cuando acabáramos con SAM…todo estaría bien, todo estaría en paz. Fui una ilusa siquiera al creerlo- Volvió la vista hacia él y negó con la cabeza cuando le preguntó lo de Wthyr -Lo vi apenas unos minutos porque me llegó tu mensaje y me corría prisa verte y también solucionar lo de Ivanov-
Se le quedó mirando en silencio cuando su gesto no cambió ante la pregunta y luego sonrió de lado con tristeza -No puedo- Mencionó ante su sugerencia - Usé el disco hace un tiempo ya, antes de que Desmond falleciera. Precisamente por todo el tema de los Pendragon. Me ayudó a encontrar los diarios de Uther y me dijo lo de la víbora de Elise- Y había implantado la idea de los revenant en su cabeza lo suficiente para que buscará información.
Aquello le recordó al dragón y le miró un momento con los labios tensos -Ha sido difícil lidiar con la muerte de Thauren en Avalon… para mí- Expresó tratando de corregirse -El vínculo que tienen los Pendragon con sus dragones es único, lo he presenciado… y ese dragón fue quien me trajo aquí cuando me envenenaron, entre otras cosas…- Como su viaje en la boda… o el tirabuzón que le había enseñado el Pendragon en la coronación. Eran recuerdos que curiosamente la llenaban de alegría por saber cómo se había sentido en ese momento- Pero … lo curioso es que, cuando me enteré de lo que habías hecho, estaba sorprendentemente orgullosa de tu despliegue de poder. Y tuve que controlar mi expresión…- Golpeó su hombro con el propio y luego suspiró.
- El laberinto de Morgana sigue en su sitio, no? - le pregunté, solo por asegurarme, solo por cautela. Las zonas de antimagia naturales...podían suponer a veces una carta ganadora incluso para nosotros.
"asi que tu tampoco lo sabes"
Pensé cuando reconoció no estar segura de si Wtyr habia autorizado aquello.
- Lo sé. Es como un dios para ellos. - respondí ante aquella brizna de información que me dio, guardándome para mi lo absurdos que me parecian por esas creencias, y el enormisimo error que habian cometido al plantar aqui uno. Me quedé en silencio, escuchando.... mi ceño se frunció, trataba de oir lo que habia oido antes. Lo que me habia saturado tanto que me habia hecho apagarme. - Contiene almas de los difuntos. Éste, de los difuntos de la batalla... Es una entidad...quizá un portal, no, un plano entre ambos planos a lo peor, con el reino de los espíritus. Por eso busca esas cantidades de magia y sangre, para subsistir en este mundo. Como ves, yo también tengo mis teorías.
"Y yo no tengo por qué ir con cuidado"
- ¿Cuantas semillas produce ese arbol? Pueden sembrar la tierra de ellos? - eso...seria un problema. - Mmm...te reclamó? Los espiritus lo hicieron. Tiene sentido. Si gusta de alimentarse de la sangre Pendragon, le conviene que sigan vivos. Tu hijo romperá la maldición que amenaza sus vidas, asi que...te pidió porque está buscando sobrevivir. - me detuve y la miré. -No tendría sentido que el Sanguis buscase tu destrucción, no hasta haber roto la maldición. Después de eso...ya veremos. Si ambos tuvisteis ese sueño...visión...puede ser que algo o alguien ajeno la haya implantado en vuestras mentes.
"no seria la primera vez en la historia que pasa algo asi"
- Ten cuidado pues. - habian muchas cosas que teniamos que contarnos el uno al otro, al parecer. - Se suicidó cuando se vio superado. Crearon una zona de antimagia al lograr llegar a él. Con los Pendragon acordé una prórroga para hablar del Tratado. - pero tenia la sensacion de que las cosas no iban a acabar bien. Cath no pareció entenderme cuando le dije que le preguntara eso a su padre ella misma. De pronto me habló de Thauren y de lo dificil que habia sido lidiar con su muerte en Avalon.
- Ha sido dificil....lidiar con la muerte de todos. Los he oído...retorcidos de dolor...el joven dragón que abatimos...los guardias de Ouroboros...estan todos aqui... - y aun oía su murmullo. Sabía que tenía que intentar solucionarlo de algun modo, pero, cómo? Enfurecerlo podía causar riesgos para los que reposaban sus heridas. Oscurus debería organizar un traslado. Se lo comunicaría.
Luego me soltó eso de que pese a lo duro que habia sido para ella, se sintió orgullosa de mi despliegue de poder, y la miré con un gesto que podría clasificarse como....muy paternal y conmovido, dentro de lo que yo solía expresar.
- Thauren ya descansa, por si te sirve de algo. Su regreso a este mundo no fue como el de un revenant, no conservaba su personalidad... - carraspeé. - No se si sabrás que he podido realizar una investigacion mas a fondo con los revenant ultimamente e incluso pude practicar... y creo que no me has entendido cuando te he dicho que le preguntes a tu padre tú misma. Cuando me perdí en el reino de los espiritus, no volví solo. Vamos...tienes que saludar a alguien.
"asi que tu tampoco lo sabes"
Pensé cuando reconoció no estar segura de si Wtyr habia autorizado aquello.
- Lo sé. Es como un dios para ellos. - respondí ante aquella brizna de información que me dio, guardándome para mi lo absurdos que me parecian por esas creencias, y el enormisimo error que habian cometido al plantar aqui uno. Me quedé en silencio, escuchando.... mi ceño se frunció, trataba de oir lo que habia oido antes. Lo que me habia saturado tanto que me habia hecho apagarme. - Contiene almas de los difuntos. Éste, de los difuntos de la batalla... Es una entidad...quizá un portal, no, un plano entre ambos planos a lo peor, con el reino de los espíritus. Por eso busca esas cantidades de magia y sangre, para subsistir en este mundo. Como ves, yo también tengo mis teorías.
"Y yo no tengo por qué ir con cuidado"
- ¿Cuantas semillas produce ese arbol? Pueden sembrar la tierra de ellos? - eso...seria un problema. - Mmm...te reclamó? Los espiritus lo hicieron. Tiene sentido. Si gusta de alimentarse de la sangre Pendragon, le conviene que sigan vivos. Tu hijo romperá la maldición que amenaza sus vidas, asi que...te pidió porque está buscando sobrevivir. - me detuve y la miré. -No tendría sentido que el Sanguis buscase tu destrucción, no hasta haber roto la maldición. Después de eso...ya veremos. Si ambos tuvisteis ese sueño...visión...puede ser que algo o alguien ajeno la haya implantado en vuestras mentes.
"no seria la primera vez en la historia que pasa algo asi"
- Ten cuidado pues. - habian muchas cosas que teniamos que contarnos el uno al otro, al parecer. - Se suicidó cuando se vio superado. Crearon una zona de antimagia al lograr llegar a él. Con los Pendragon acordé una prórroga para hablar del Tratado. - pero tenia la sensacion de que las cosas no iban a acabar bien. Cath no pareció entenderme cuando le dije que le preguntara eso a su padre ella misma. De pronto me habló de Thauren y de lo dificil que habia sido lidiar con su muerte en Avalon.
- Ha sido dificil....lidiar con la muerte de todos. Los he oído...retorcidos de dolor...el joven dragón que abatimos...los guardias de Ouroboros...estan todos aqui... - y aun oía su murmullo. Sabía que tenía que intentar solucionarlo de algun modo, pero, cómo? Enfurecerlo podía causar riesgos para los que reposaban sus heridas. Oscurus debería organizar un traslado. Se lo comunicaría.
Luego me soltó eso de que pese a lo duro que habia sido para ella, se sintió orgullosa de mi despliegue de poder, y la miré con un gesto que podría clasificarse como....muy paternal y conmovido, dentro de lo que yo solía expresar.
- Thauren ya descansa, por si te sirve de algo. Su regreso a este mundo no fue como el de un revenant, no conservaba su personalidad... - carraspeé. - No se si sabrás que he podido realizar una investigacion mas a fondo con los revenant ultimamente e incluso pude practicar... y creo que no me has entendido cuando te he dicho que le preguntes a tu padre tú misma. Cuando me perdí en el reino de los espiritus, no volví solo. Vamos...tienes que saludar a alguien.
Asintió con suavidad -Pero sólo Ian sabe dónde está. Wthyr me sugirió quemarlo con fuego dragón y así nos olvidamos de, al menos, una cosa- Mencionó suspirando brevemente y tratando de no recordar las sensaciones de sus visiones.
En cuanto al Sanguis, había tantas preguntas que a veces le daba vergüenza volver sin nada pero definitivamente, al día siguiente, intentaría hablar con Gwen -Sí, fue su creadora. Había un Sanguis en Tintagel pero el Sanguis de Ávalon es distinto porque Igraine utilizó su magia de almas para unir a Charles al árbol- Le explicó a Matvey lo poco que había podido recopilar de información -Morgana, en su momento, le dijo algo a Ian sobre su magia de almas- Mencionó mirando a su padrino y escuchando aquello de los planos. Parecía una teoría…acertada -Entonces… ¿Esas almas están contra su voluntad? ¿No pueden cruzar totalmente?- Ladeó la cabeza -¿Conoces a Savannah? Es licántropa, está viviendo con Ian pero es medium y habla con los espíritus- Quizás ella podía ayudarles.
Lo de las semillas hizo que negara con la cabeza -No lo sé, pero no lo dudo. Sin embargo, en una conversación que tuve con ellos muy por encima…hablaban siempre como que Ouroboros era el último resquicio libre del Sanguis, supongo que por estar volando… ¿Eso quiere decir que toda la tierra tiene sus raíces? Yo logré conectarme con él una vez pero no me atreví a ir mucho más allá porque… Era complicado-
Lo cierto es que viéndolo desde esa perspectiva, quizás el Sanguis daba otro veredicto en cuanto naciera el niño. Aquello no la dejó para nada tranquila y tendría que hablarlo con Wthyr -No…La que tuvimos juntos fue otra, del futuro… Él muriendo y yo…- Negó con la cabeza, no quería hablar de eso -La del Sanguis fue de él, yo tuve otra respecto al nacimiento pero tenía que ver con Morgana. Es que no sé donde daré a luz y…todo es muy complicado, Matvey- Soltó lo último con un cansancio notable.
Lo del tratado le pilló desprevenida pero sólo asintió, era comprensible después de todo lo que había sucedido en Roma. Y aquello de suicidarse… El orgullo hasta el último momento, la soberbia lo había llevado a ello. Increíble. Bajó la mirada sin decir nada. Por lo menos, se habían librado del hombre.
-Lo entiendo…- Dijo cuando mencionó que había sido difícil lidiar con la muerte de todos porque como Descendiente sentía que era un fracaso no haber podido protegerlos. Como Reina, más de lo mismo. Había estado ausente, perdida -¿En el Sanguis?- Preguntó con el ceño levemente fruncido cuando mencionó que estaban todos ahí. Tras eso, el gesto de Matvey cambió ante sus palabras y Catherine le regaló una sonrisa breve -¿Sí?- Inquirió arqueando las cejas con sorpresa y luego entrecerró los ojos al oír que no era un revenant. ¿Entonces qué era? -No lo sabía… ¿Por qué? Es decir… ¿Para qué? Me dijiste que no era viable- Murmuró con el ceño fruncido justo antes de sentir que el corazón se le detenía en el pecho.
Catherine observó a Matvey con intensidad mientras sentía que se le humedecía la mirada -Matvey…- Le advirtió, con sólo su nombre, que no la ilusionara, porque en ese instante aunque su mente no paraba de hacer preguntas en una serie que Wthyr llamaría “bloqueo por exceso de preguntas”; la morena no encontraba la forma de hablar. Es más, no se sentía con suficiente fuerza para poder incorporarse. Era como si bajo sus pies se hubiese abierto una grieta inmensa en el que se mezclaban el pasado, el presente y el futuro con un sabor agridulce que no le agradaba del todo. Buscó su mirada, sus ojos, pensando que quizás podía ser una treta del demonio que ahora tenía atado a sí mismo pero no, permanecían azules y claros como los de siempre. Pero no había rastro de maldad sino pura sinceridad y entonces…
El terror se apoderó de ella.
-No- Murmuró negando con la cabeza varias veces y moviéndose un poco en la camilla para asentar su postura ahí -No puedo- Insistió apoyando el báculo sobre la camilla y llevándose ambas manos a la cara, tapándosela para que no le viera llorar de esa forma tan desconsolada porque en lo único en lo que podía pensar era en cómo ella era el ejemplo perfecto de un desastre viviente. La última vez que lo había visto… Había quedado bien. Estaba feliz, con su matrimonio estable, en el camino correcto como Descendiente…Con Desmond a su lado.
¿Ahora?
Había fallado en proteger a sus hermanos, había fallado en romper la maldición, había perdido el Castillo Le Fay, la confianza del Consejo, el laberinto de Morgana, había roto su matrimonio y se había casado con un hombre que en el principio no había sido más que su enemigo. Su vida personal era un desastre, su vida profesional más de lo mismo. Estaría decepcionado… Muy decepcionado de ella. No podía verlo porque no iba a soportar su mirada.
En cuanto al Sanguis, había tantas preguntas que a veces le daba vergüenza volver sin nada pero definitivamente, al día siguiente, intentaría hablar con Gwen -Sí, fue su creadora. Había un Sanguis en Tintagel pero el Sanguis de Ávalon es distinto porque Igraine utilizó su magia de almas para unir a Charles al árbol- Le explicó a Matvey lo poco que había podido recopilar de información -Morgana, en su momento, le dijo algo a Ian sobre su magia de almas- Mencionó mirando a su padrino y escuchando aquello de los planos. Parecía una teoría…acertada -Entonces… ¿Esas almas están contra su voluntad? ¿No pueden cruzar totalmente?- Ladeó la cabeza -¿Conoces a Savannah? Es licántropa, está viviendo con Ian pero es medium y habla con los espíritus- Quizás ella podía ayudarles.
Lo de las semillas hizo que negara con la cabeza -No lo sé, pero no lo dudo. Sin embargo, en una conversación que tuve con ellos muy por encima…hablaban siempre como que Ouroboros era el último resquicio libre del Sanguis, supongo que por estar volando… ¿Eso quiere decir que toda la tierra tiene sus raíces? Yo logré conectarme con él una vez pero no me atreví a ir mucho más allá porque… Era complicado-
Lo cierto es que viéndolo desde esa perspectiva, quizás el Sanguis daba otro veredicto en cuanto naciera el niño. Aquello no la dejó para nada tranquila y tendría que hablarlo con Wthyr -No…La que tuvimos juntos fue otra, del futuro… Él muriendo y yo…- Negó con la cabeza, no quería hablar de eso -La del Sanguis fue de él, yo tuve otra respecto al nacimiento pero tenía que ver con Morgana. Es que no sé donde daré a luz y…todo es muy complicado, Matvey- Soltó lo último con un cansancio notable.
Lo del tratado le pilló desprevenida pero sólo asintió, era comprensible después de todo lo que había sucedido en Roma. Y aquello de suicidarse… El orgullo hasta el último momento, la soberbia lo había llevado a ello. Increíble. Bajó la mirada sin decir nada. Por lo menos, se habían librado del hombre.
-Lo entiendo…- Dijo cuando mencionó que había sido difícil lidiar con la muerte de todos porque como Descendiente sentía que era un fracaso no haber podido protegerlos. Como Reina, más de lo mismo. Había estado ausente, perdida -¿En el Sanguis?- Preguntó con el ceño levemente fruncido cuando mencionó que estaban todos ahí. Tras eso, el gesto de Matvey cambió ante sus palabras y Catherine le regaló una sonrisa breve -¿Sí?- Inquirió arqueando las cejas con sorpresa y luego entrecerró los ojos al oír que no era un revenant. ¿Entonces qué era? -No lo sabía… ¿Por qué? Es decir… ¿Para qué? Me dijiste que no era viable- Murmuró con el ceño fruncido justo antes de sentir que el corazón se le detenía en el pecho.
Catherine observó a Matvey con intensidad mientras sentía que se le humedecía la mirada -Matvey…- Le advirtió, con sólo su nombre, que no la ilusionara, porque en ese instante aunque su mente no paraba de hacer preguntas en una serie que Wthyr llamaría “bloqueo por exceso de preguntas”; la morena no encontraba la forma de hablar. Es más, no se sentía con suficiente fuerza para poder incorporarse. Era como si bajo sus pies se hubiese abierto una grieta inmensa en el que se mezclaban el pasado, el presente y el futuro con un sabor agridulce que no le agradaba del todo. Buscó su mirada, sus ojos, pensando que quizás podía ser una treta del demonio que ahora tenía atado a sí mismo pero no, permanecían azules y claros como los de siempre. Pero no había rastro de maldad sino pura sinceridad y entonces…
El terror se apoderó de ella.
-No- Murmuró negando con la cabeza varias veces y moviéndose un poco en la camilla para asentar su postura ahí -No puedo- Insistió apoyando el báculo sobre la camilla y llevándose ambas manos a la cara, tapándosela para que no le viera llorar de esa forma tan desconsolada porque en lo único en lo que podía pensar era en cómo ella era el ejemplo perfecto de un desastre viviente. La última vez que lo había visto… Había quedado bien. Estaba feliz, con su matrimonio estable, en el camino correcto como Descendiente…Con Desmond a su lado.
¿Ahora?
Había fallado en proteger a sus hermanos, había fallado en romper la maldición, había perdido el Castillo Le Fay, la confianza del Consejo, el laberinto de Morgana, había roto su matrimonio y se había casado con un hombre que en el principio no había sido más que su enemigo. Su vida personal era un desastre, su vida profesional más de lo mismo. Estaría decepcionado… Muy decepcionado de ella. No podía verlo porque no iba a soportar su mirada.
- Le preguntaré a Ian, entonces... - nunca estaba de mas asegurarse. Wthyr hablando de quemar cosas que no le gustaban? Que grandiosa novedad.
Recordé algo entonces que hasta el momento, habia permanecido en el fondo de mi mente.
"El dragon y la serpiente...en menos de un año...el infierno en la tierra."
Pensé que Wthyr le habia ocultado la informacion sobre esta nueva maldicion. Quizá hasta que diera a luz. No necesitaba una preocupacion mas. Pero si cuando tuviera a los niños, él no se lo decía, lo haría yo.
- Asi que.... Igraine ligó a Charles al árbol. Al vengativo Charles. - repetí pensativo. Quizá él dominaba la voluntad del grupo de almas. Lo que habia que hacer era mandarlas al otro lado, a todas. - Que le dijo Morgana a Ian? Que quería de su magia de almas? - era un detalle que podía ser importante.
Planteó las raices del arbol de Avalon como una red que se extendía por todo el mundo. Como si fuera el mismisimo Yggdrasil.
- Acaso las ramas del Sanguis no habrían podido alcanzar nunca la Isla Flotante? Solo las raíces deben preocuparnos? - sonreí de lado. - Entonces solo necesitamos acabar con las nornas que cuidan sus raices... - estipulé. Aunque estas no serían nornas. Y en Ouroboros no las había, sin duda. Quiza en Avalon.
Miré alrededor y negué con la cabeza. El hospital de Ouroboros...
- Aqui desde luego, no deberías dar a luz. De hecho ningun paciente debería estar aqui ya. - mi mirada y mi voz se endurecieron. - Han acabado con nuestro hospital.
Preguntó que por qué ahora, o para qué. Me encogí de hombros, no tenía una sola respuesta para eso.
- Cosas que antes creia que no eran viables han resultado serlo.
Su reaccion no fue la que esperaba. Mas bien parecio darle un ataque de ansiedad. Comenzó a llorar y negar, tapándose la cara. La miré entre confuso y preocupado. Era porque temía decepcionarlo? Le horrorizaba que hubiese vuelto?
- Qué? Por qué no? Nadie más sabe que está aqui... estuvo en el Vaticano conmigo...ya está al corriente de muchas cosas
Recordé algo entonces que hasta el momento, habia permanecido en el fondo de mi mente.
"El dragon y la serpiente...en menos de un año...el infierno en la tierra."
Pensé que Wthyr le habia ocultado la informacion sobre esta nueva maldicion. Quizá hasta que diera a luz. No necesitaba una preocupacion mas. Pero si cuando tuviera a los niños, él no se lo decía, lo haría yo.
- Asi que.... Igraine ligó a Charles al árbol. Al vengativo Charles. - repetí pensativo. Quizá él dominaba la voluntad del grupo de almas. Lo que habia que hacer era mandarlas al otro lado, a todas. - Que le dijo Morgana a Ian? Que quería de su magia de almas? - era un detalle que podía ser importante.
Planteó las raices del arbol de Avalon como una red que se extendía por todo el mundo. Como si fuera el mismisimo Yggdrasil.
- Acaso las ramas del Sanguis no habrían podido alcanzar nunca la Isla Flotante? Solo las raíces deben preocuparnos? - sonreí de lado. - Entonces solo necesitamos acabar con las nornas que cuidan sus raices... - estipulé. Aunque estas no serían nornas. Y en Ouroboros no las había, sin duda. Quiza en Avalon.
Miré alrededor y negué con la cabeza. El hospital de Ouroboros...
- Aqui desde luego, no deberías dar a luz. De hecho ningun paciente debería estar aqui ya. - mi mirada y mi voz se endurecieron. - Han acabado con nuestro hospital.
Preguntó que por qué ahora, o para qué. Me encogí de hombros, no tenía una sola respuesta para eso.
- Cosas que antes creia que no eran viables han resultado serlo.
Su reaccion no fue la que esperaba. Mas bien parecio darle un ataque de ansiedad. Comenzó a llorar y negar, tapándose la cara. La miré entre confuso y preocupado. Era porque temía decepcionarlo? Le horrorizaba que hubiese vuelto?
- Qué? Por qué no? Nadie más sabe que está aqui... estuvo en el Vaticano conmigo...ya está al corriente de muchas cosas
Dejó el tema del laberinto de lado cuando Matvey dijo que hablaría con Ian, lo que le hizo reflexionar sobre la relación que había entre los dos. Ian no se había relacionado mucho con casi ninguno de sus amigos Descendientes, quizás por su propia culpa de no saber cuidar relaciones. Pero con Matvey, él conocía y respetaba su vínculo… En el fondo, Wthyr también pero las cosas eran distintas porque partían de un punto diametralmente diferente. Soltó un leve suspiro.
Parpadeó para volver su atención a Matvey cuando hablaban del Sanguis y asintió, eso era exactamente lo que había pasado -Un padre traicionado, un padre de luto- Eso era lo único que podía pensar, más allá de la política -Una madre dolida creó una monstruosidad, creo, sin saber lo que llegaría a suceder. No lo sé Matvey, creo que nunca pensó que el árbol terminaría pidiendo algo a los Pendragon. Pero es sólo una corazonada- Mencionó para luego entrecerrar los ojos y cruzar los brazos, recordar lo que Morgana había dicho a Ian le ponía los pelos de punta.
-Le preguntó porqué no había entrenado su fragmentación de almas, que sería útil para volver en caso de que muriese. Hablaba de algo como el destino, jugando con los Pendragon, Eire y Le Fay y que habia puesto a mi disposición las armas, que sólo debía usarlas- Recordó porque esa advertencia hacia Ian no le había gustado para nada. Se humedeció los labios -Ian le preguntó si eso ayudaría a la maldición y ella le dijo que no, que podía entrenar su alma, infiltrarse y destruirlos desde dentro. Quiere matarlos y Wthyr lo sabe, porque… - Volvió la mirada hacia él un instante -Porque Morgana intentó poseerme una vez después de que Wthyr y yo canalizaramos juntos. De no ser por mis elementales trayendome de vuelta…Quizás habría asesinado a Wthyr a sangre fría-
Apartó la cabeza hacia otro lado, pensando que cada vez tenía menos ganas de seguir hablando de Morgana. Lo de las ramas y eso la hizo negar con la cabeza -No tengo idea- Porque era la verdad, pero podía ser una teoría -Pero entonces debemos vigilar estas raíces…- La advertencia sobre el hospital hizo que tensara los labios -Anteia me dijo que la señorita Royden estaba haciendo un hospital en tierra. Me reuniré mañana con ella para conocer un poco más del proyecto, quiero intentar financiarlo para que haga un ala de maternidad- Le avisó con tranquilidad, esperando que esa carta estuviera disponible aún -Puede ser una opción para todos, supongo-
El asunto de los revenant era un poco más complicado y la respuesta de Matvey, críptica. Catherine entrecerró los ojos pero después todo su mundo se resquebrajó de tal forma que, incluso físicamente, temblaba -¡Porque no soy nada de lo que él querría!- Se retiró las manos de la cara cuando le dijo que ya sabía cosas y frunció el ceño preocupada -¿En Roma? ¿Qué sabe? ¿Sabe lo del Castillo? ¿Lo de Desmond? - Inspiró con profundidad negando con la cabeza de nuevo -¿Sabe que ya no estoy con Ian? ¿Que ni siquiera estoy entrenando a Aedan?- Se limpió las lágrimas en un vano intento de aclarar su mente pero parecía circular sobre más de lo mismo
Parpadeó para volver su atención a Matvey cuando hablaban del Sanguis y asintió, eso era exactamente lo que había pasado -Un padre traicionado, un padre de luto- Eso era lo único que podía pensar, más allá de la política -Una madre dolida creó una monstruosidad, creo, sin saber lo que llegaría a suceder. No lo sé Matvey, creo que nunca pensó que el árbol terminaría pidiendo algo a los Pendragon. Pero es sólo una corazonada- Mencionó para luego entrecerrar los ojos y cruzar los brazos, recordar lo que Morgana había dicho a Ian le ponía los pelos de punta.
-Le preguntó porqué no había entrenado su fragmentación de almas, que sería útil para volver en caso de que muriese. Hablaba de algo como el destino, jugando con los Pendragon, Eire y Le Fay y que habia puesto a mi disposición las armas, que sólo debía usarlas- Recordó porque esa advertencia hacia Ian no le había gustado para nada. Se humedeció los labios -Ian le preguntó si eso ayudaría a la maldición y ella le dijo que no, que podía entrenar su alma, infiltrarse y destruirlos desde dentro. Quiere matarlos y Wthyr lo sabe, porque… - Volvió la mirada hacia él un instante -Porque Morgana intentó poseerme una vez después de que Wthyr y yo canalizaramos juntos. De no ser por mis elementales trayendome de vuelta…Quizás habría asesinado a Wthyr a sangre fría-
Apartó la cabeza hacia otro lado, pensando que cada vez tenía menos ganas de seguir hablando de Morgana. Lo de las ramas y eso la hizo negar con la cabeza -No tengo idea- Porque era la verdad, pero podía ser una teoría -Pero entonces debemos vigilar estas raíces…- La advertencia sobre el hospital hizo que tensara los labios -Anteia me dijo que la señorita Royden estaba haciendo un hospital en tierra. Me reuniré mañana con ella para conocer un poco más del proyecto, quiero intentar financiarlo para que haga un ala de maternidad- Le avisó con tranquilidad, esperando que esa carta estuviera disponible aún -Puede ser una opción para todos, supongo-
El asunto de los revenant era un poco más complicado y la respuesta de Matvey, críptica. Catherine entrecerró los ojos pero después todo su mundo se resquebrajó de tal forma que, incluso físicamente, temblaba -¡Porque no soy nada de lo que él querría!- Se retiró las manos de la cara cuando le dijo que ya sabía cosas y frunció el ceño preocupada -¿En Roma? ¿Qué sabe? ¿Sabe lo del Castillo? ¿Lo de Desmond? - Inspiró con profundidad negando con la cabeza de nuevo -¿Sabe que ya no estoy con Ian? ¿Que ni siquiera estoy entrenando a Aedan?- Se limpió las lágrimas en un vano intento de aclarar su mente pero parecía circular sobre más de lo mismo
No estaba alli para juzgar el pasado de Igrainne y Charles, si no para entenderlo. Asi que no respondi a lo que dijo Catherine, solo lo asimilé y lo archivé, pensativo. Expulsé aire por la nariz lentamente cerrando los ojos ante la nueva información sobre Morgana. Si no supiera mejor que eso, Morgana parecería una aliada util contra los Pendragon. Su alma, sí.
- Le Fay quiere Avalon para sí. - murmuré al final, abriendo los ojos y pasandome una mano por la barba aun con ese aire meditabundo. Alcé una ceja cuando me dijo que quería financiar el hospital de la señorita Royden. Bueno, su circo, sus monos. Ahi no tenia mucho que opinar yo.
La conversación habia ido por otros derroteros con la mención...no, la confesión mas bien, de lo que yo habia hecho con su padre: traerlo de vuelta. Me dolía ver que eso la estaba haciendo sufrir de nuevo. Arrebatárselo ya fue duro, pero al devolvérselo no habia esperado...esto. Soltó eso de no ser "nada de lo que el querría" y mi ceño se frunció.
- ¡El quería que fueras feliz! ni que eso dependiera de ti! Si no lo eres no quiere decir que seas un fracaso! - basicamente, eso era lo que yo querría de ella. Estaba poniendo mis palabras en Stavron pero estaba seguro de que eso era lo que él deseaba tambien para ella. - Escucha. Aun estas recorriendo ese camino. - asentí conforme decía todo aquello, qué importaba? - Sí, sí, lo sabe, Catherine. - me levanté y me puse frente a ella. - Basta ya. Él...está aqui... él me lo...no me lo pidió, se lo pedí yo. Aceptó de muy buen grado. Escucha, está aqui. Y no se por cuánto tiempo. Pero no será eterno. Y la segunda vez, será definitiva. Tenemos poco tiempo en esta vida, Cath...menos del que pensamos... no permitas que tus inseguridades te hagan perderlo. Te llevaré con él...si es que lo encuentro en esta maldita UCI... - miré alrededor, primero tendría que salir de el recinto en el que estaba yo para ir a buscar a Stavron. Sabía que estaba ahi, eso sin duda.
- Le Fay quiere Avalon para sí. - murmuré al final, abriendo los ojos y pasandome una mano por la barba aun con ese aire meditabundo. Alcé una ceja cuando me dijo que quería financiar el hospital de la señorita Royden. Bueno, su circo, sus monos. Ahi no tenia mucho que opinar yo.
La conversación habia ido por otros derroteros con la mención...no, la confesión mas bien, de lo que yo habia hecho con su padre: traerlo de vuelta. Me dolía ver que eso la estaba haciendo sufrir de nuevo. Arrebatárselo ya fue duro, pero al devolvérselo no habia esperado...esto. Soltó eso de no ser "nada de lo que el querría" y mi ceño se frunció.
- ¡El quería que fueras feliz! ni que eso dependiera de ti! Si no lo eres no quiere decir que seas un fracaso! - basicamente, eso era lo que yo querría de ella. Estaba poniendo mis palabras en Stavron pero estaba seguro de que eso era lo que él deseaba tambien para ella. - Escucha. Aun estas recorriendo ese camino. - asentí conforme decía todo aquello, qué importaba? - Sí, sí, lo sabe, Catherine. - me levanté y me puse frente a ella. - Basta ya. Él...está aqui... él me lo...no me lo pidió, se lo pedí yo. Aceptó de muy buen grado. Escucha, está aqui. Y no se por cuánto tiempo. Pero no será eterno. Y la segunda vez, será definitiva. Tenemos poco tiempo en esta vida, Cath...menos del que pensamos... no permitas que tus inseguridades te hagan perderlo. Te llevaré con él...si es que lo encuentro en esta maldita UCI... - miré alrededor, primero tendría que salir de el recinto en el que estaba yo para ir a buscar a Stavron. Sabía que estaba ahi, eso sin duda.
Asintió con un sólo movimiento de cabeza pero luego la movió con algo de preocupación aunque no las vociferó en voz alta. Quería Ávalon, sí…Pero ahora Ávalon no era sólo Ávalon ¿verdad, Wthyr? Inspiró profundamente, no conocía demasiado bien a Morgana pero su reputación le precedía…
-¡Pero lo he INTENTADO!- Le espetó tratando de hacerle comprender que la felicidad no era algo que estuviera al alcance de su mano, no ahora por lo menos…Y los apenas pequeños momentos en los que se había sentido plena no podían hacer balanza con aquellos en los que había sufrido. Negó levemente con la cabeza y lo miró -¿Alguna vez se acaba Matvey?- Preguntó aunque sabía que la respuesta no sería lo que quería oír. Quiso saber si él era feliz -¿Tú lo eres?- Ella no tenía a nadie a quien emular o que fuese el retrato de la felicidad de una forma en la que a ella le gustaba.
Su padre sabía cosas, demasiadas. Se escondió de nuevo entre sus manos, apretando con fuerza sus ojos, tratando de parar porque sabía que debía hacerlo…Por sus bebés -Él lo quería…- Murmuró finalmente con la voz aún tomada pero un poco más tranquila, no quería que le golpeara la cabeza con el báculo otra vez después de ese “basta ya” -¿Por qué crees que te lo pregunté en primer lugar?- Inquirió alzando la mirada hacia él y limpiándose las lágrimas -Pero fuiste tan tajante… Y yo sé que cuando te pones así…no tengo que meter las narices- Era algo que había aprendido con el tiempo. Matvey nunca le había negado ni conocimiento ni respuestas pero cuando se ponía firme sobre algo había poco que hacer al respecto.
“...no permitas que tus inseguridades te hagan perderlo”
Le recorrió el rostro en silencio -¿Está vinculado a ti, verdad?- Eso era de las pocas cosas que había aprendido sobre los revenant -Si lo pierdo es muy probable que sea porque te he perdido a ti también- Era una idea con la que tenía que empezar a hacerse la paz -Y hablas del tiempo como si se te escapara entre los dedos- Cerró los ojos -¿Estás hablando del tratado?- Preguntó con una triste solemnidad antes de soltar un largo suspiro tomó el báculo y empezó a moverse para bajarse de la camilla haciendo claros gestos de incomodidad -Espero poder influir en él lo suficiente para evitar más muertes- Murmuró en voz baja mirando alrededor de la UCI un momento. Estaba agotada y cansada… E hizo algo que en cualquier otro momento de su vida, o quizás en cualquier otra circunstancia, nunca hubiese hecho. Pero lo necesitaba, como necesitaba respirar. Deslizó su mano en la de Matvey y la tomó, como reafirmándose sobre sus talones con la fuerza de su padrino -Tu vínculo debería decirte dónde está. Concéntrate en él…A mi me sirve con Wthyr- Dijo alzando un hombro con suavidad -Puedo canalizar mi energía hacia ti si lo necesitas- Eso también lo hacía con Wthyr, aunque no sabía si funcionaría con Matvey. Tendría que probar.
-¡Pero lo he INTENTADO!- Le espetó tratando de hacerle comprender que la felicidad no era algo que estuviera al alcance de su mano, no ahora por lo menos…Y los apenas pequeños momentos en los que se había sentido plena no podían hacer balanza con aquellos en los que había sufrido. Negó levemente con la cabeza y lo miró -¿Alguna vez se acaba Matvey?- Preguntó aunque sabía que la respuesta no sería lo que quería oír. Quiso saber si él era feliz -¿Tú lo eres?- Ella no tenía a nadie a quien emular o que fuese el retrato de la felicidad de una forma en la que a ella le gustaba.
Su padre sabía cosas, demasiadas. Se escondió de nuevo entre sus manos, apretando con fuerza sus ojos, tratando de parar porque sabía que debía hacerlo…Por sus bebés -Él lo quería…- Murmuró finalmente con la voz aún tomada pero un poco más tranquila, no quería que le golpeara la cabeza con el báculo otra vez después de ese “basta ya” -¿Por qué crees que te lo pregunté en primer lugar?- Inquirió alzando la mirada hacia él y limpiándose las lágrimas -Pero fuiste tan tajante… Y yo sé que cuando te pones así…no tengo que meter las narices- Era algo que había aprendido con el tiempo. Matvey nunca le había negado ni conocimiento ni respuestas pero cuando se ponía firme sobre algo había poco que hacer al respecto.
“...no permitas que tus inseguridades te hagan perderlo”
Le recorrió el rostro en silencio -¿Está vinculado a ti, verdad?- Eso era de las pocas cosas que había aprendido sobre los revenant -Si lo pierdo es muy probable que sea porque te he perdido a ti también- Era una idea con la que tenía que empezar a hacerse la paz -Y hablas del tiempo como si se te escapara entre los dedos- Cerró los ojos -¿Estás hablando del tratado?- Preguntó con una triste solemnidad antes de soltar un largo suspiro tomó el báculo y empezó a moverse para bajarse de la camilla haciendo claros gestos de incomodidad -Espero poder influir en él lo suficiente para evitar más muertes- Murmuró en voz baja mirando alrededor de la UCI un momento. Estaba agotada y cansada… E hizo algo que en cualquier otro momento de su vida, o quizás en cualquier otra circunstancia, nunca hubiese hecho. Pero lo necesitaba, como necesitaba respirar. Deslizó su mano en la de Matvey y la tomó, como reafirmándose sobre sus talones con la fuerza de su padrino -Tu vínculo debería decirte dónde está. Concéntrate en él…A mi me sirve con Wthyr- Dijo alzando un hombro con suavidad -Puedo canalizar mi energía hacia ti si lo necesitas- Eso también lo hacía con Wthyr, aunque no sabía si funcionaría con Matvey. Tendría que probar.
- Lo sé! - sabía que lo había intentado, que había buscado su propia voz dentro del Consejo y que la había encontrado. - Pero ahora mismo no depende de ti asi que no te fustigues por eso. - entonces me lanzó esa pregunta tan directa, y tan personal. Tardé algunos segundos de más en responderle. - No, no se acaba... - lo siguiente....en fin, dificilmente ahi yo podía ser un ejemplo a seguir. La verdad es que pocas veces me habia parado a pensar sobre mi propia felicidad, si la tenia o no. Recordaba momentos felices y dichosos, pero eran breves, fugaces. Y cada uno de esos recuerdos felices venía con una gota venenosa, la certeza de saber que no eran para mi, y de que tampoco iban a durar. - Lo fui. - ahora, evidentemente, no.
- Hmh...sobre eso...le dije a tu padre que fui yo quien te quitó de la cabeza que lo trajeras de vuelta. - el ritual se pagaba a un precio, aunque yo habia tomado ciertos atajos por Valqar, eso no quitaba lo que aguardaba al final. - Hay más sobre la resurrección de lo que pone en los libros, Cath. - afirmé a su pregunta sobre el vínculo. Además...quedaba Altair. Su alma seguia atada a aquella daga, alli en mi sótano. Pero seguia demasiado cansado aun como para....
- Ah...sí. Por el Tratado. - en parte era verdad, en parte no. - Yo también lo espero. - pero Wthyr parecía muy convencido a no vernos como aliados. Claro lo habia dejado en las criptas.
Despues tomó mi mano y la miré pausadamente a los ojos, cansados y algo rojos de llorar como habia estado. Canalizar magia? Ella podia ubicar a Wthyr y canalizar su magia a traves de el? Algo me habia dejado caer...Afirmé y me concentré tal como me habia dicho. Se trataba de buscar hilos. Cerré los ojos para visualizarlos. Las almas, todas ellas. Un entramado que flotaba en el ambiente. Y habían dos, una muy débil, apenas visible....apenas tangible. Pues era más una simple sensación. Y la otra, que destacaba clara sobre todas las demas. Ese era el vínculo con Stavron. Abrí los ojos y comencé a seguirlo, decidiendo adelantarle algo de información.
- Sé que conoces ese rostro. Vi su muerte en el paseo a la plaza de San Pedro.
Nuestros pasos nos llevarian por los pasillos a una sala no muy lejana en la cual, estaba ingresado y monitorizado Stavron.
- Hmh...sobre eso...le dije a tu padre que fui yo quien te quitó de la cabeza que lo trajeras de vuelta. - el ritual se pagaba a un precio, aunque yo habia tomado ciertos atajos por Valqar, eso no quitaba lo que aguardaba al final. - Hay más sobre la resurrección de lo que pone en los libros, Cath. - afirmé a su pregunta sobre el vínculo. Además...quedaba Altair. Su alma seguia atada a aquella daga, alli en mi sótano. Pero seguia demasiado cansado aun como para....
- Ah...sí. Por el Tratado. - en parte era verdad, en parte no. - Yo también lo espero. - pero Wthyr parecía muy convencido a no vernos como aliados. Claro lo habia dejado en las criptas.
Despues tomó mi mano y la miré pausadamente a los ojos, cansados y algo rojos de llorar como habia estado. Canalizar magia? Ella podia ubicar a Wthyr y canalizar su magia a traves de el? Algo me habia dejado caer...Afirmé y me concentré tal como me habia dicho. Se trataba de buscar hilos. Cerré los ojos para visualizarlos. Las almas, todas ellas. Un entramado que flotaba en el ambiente. Y habían dos, una muy débil, apenas visible....apenas tangible. Pues era más una simple sensación. Y la otra, que destacaba clara sobre todas las demas. Ese era el vínculo con Stavron. Abrí los ojos y comencé a seguirlo, decidiendo adelantarle algo de información.
- Sé que conoces ese rostro. Vi su muerte en el paseo a la plaza de San Pedro.
Nuestros pasos nos llevarian por los pasillos a una sala no muy lejana en la cual, estaba ingresado y monitorizado Stavron.
Negó con la cabeza cuando mencionó que no dependía de ella -No puedo hacer responsable a otros de mi propia felicidad, Matvey. No es justo…Ni para ellos, ni para mí- Eso era algo a lo que se había comprometido Wthyr y ella. No que pudiera decírselo a Matvey pero lo cierto es que ahora la perspectiva con la que estudiaba su propia felicidad era un poco más agria. Y su respuesta no ayudo. Era simplemente la responsabilidad de ser una Descendiente lo que hacía de su vida un intrincado asunto lleno de problemas a solucionar y poco espacio para vivir. -Ya…yo también- Murmuró apartando la vista hacia algún lado en particular recordando que Ian y Wthyr también lo habían sido. Contuvo el aire un momento antes de soltar un largo suspiro.
Le recorrió el rostro cuando reconoció que le había dicho a su padre lo de la desestimación de esa idea, asintió una sola vez sin mucho qué decir -Lo sé. Por eso te pregunté primero. A veces seré muy impulsiva pero tampoco soy idiota. Es tu poder el que lo mantiene aquí- Le advirtió con cierto rintintin, porque él había crecido en poder y había acumulado conocimiento durante muchos años pero…Ella también.
-Quizás deberíamos bajar un poco nuestras expectativas, así no nos decepcionamos- Aunque supuso que la noticia de que Thauren ya descansaba podría aliviar a Wthyr, no lo suficiente para hacer nada de relevancia en el tratado pero como una persona a la que le tenía cierto respeto y consideración; era consciente de que se sentiría mejor.
Le devolvió la mirada en silencio después de tomarle la mano. ¿Qué se creía? ¿Que porque Stavron había vuelto iba a dejar de ser importante en su vida? Él suplió lo que Stavron había dejado vacío y esperó que pudiera leerlo en su mirada porque la sola idea de poder ponerlo en palabras le hacía un nudo en la garganta. Apretó levemente su mano.
Lo que no entendió fue lo del rostro y desvió la mirada hacia él -No te entiendo- Reconoció, sin hacer las conexiones necesarias porque ella no había estado en la plaza de San Pedro. Avanzaron y Catherine no necesitó que le dijera quien era porque Donovan estaba parado en el borde de la camilla. Catherine parpadeó de sorpresa. ¿Cómo demonios se había metido el cuervo ahí? El pájaro voló hasta posarse en su hombro y le dio un leve picotazo de saludo en la cabeza antes de volver a su sitio. Fue entonces cuando bajó la vista hacia el cuerpo que estaba en la camilla y se quedó tiesa en el instante. Las palabras de Wthyr de pronto revivieron en su mente y la morena solo alzó suavemente las cejas pensando en la ironía de la vida -Adriano- Murmuró volviendo la vista hacia Matvey -Wthyr y yo intentamos comprarle tiempo para que pudiera despedirse de su familia pero él me dijo que lo vio… En la batalla, caído- Los sentimiento se arremolinaban raros en su corazón porque…
Ese no era su padre.
Era un tipo italiano.
Al que no le gustaba el acento de Wthyr.
Parpadeó de nuevo, recordando que pese a todo había sido bastante educado y no dejaba de ser una cara “familiar” y agradable. Nada como los rasgos duros y angulares de su padre. Soltó lentamente la mano de Matvey para acercarse a Adri… A su padre con el ceño levemente fruncido, notando que descansaba con profundidad. Movió las sábanas con poco cuidado y buscó el brazo donde había estado el anillo, recorriendo las marcas de aquellas venas oscuras que estaban un poco menos negras contra la palidez de su piel, resquicios de lo que había sido la maldición que lo había llevado a morir. Acarició su piel y luego tomó su mano apretándola, con los labios hechos una línea mientras contemplaba su rostro. No sabía qué esperar de su padre, no sabía cuales iban a ser sus primeras palabras pero de momento…
De momento necesitaba procesarlo todo.
Volvió la vista hacia Matvey con una leve sonrisa -Gracias- Susurró antes de guardar el brazo de su padre y cubrirlo con la manta. Caminó hacia Matvey para detenerse delante de él -Necesitamos descansar… Vienen días movidos y necesitaremos energía. Y tú… tú te has pasado, has cruzado varios límites- Le dijo con bastante conocimiento en la mirada -Ahora puedes comunicarte conmigo vía patronus y cartas. No puedo…- Miró hacia el centro de su cabeza como para hacerle referencia a su conexión mental, pero no comentó nada más - Hablaré con las sacerdotisas sobre el Sanguis pero hay que tener un segundo plan para la gente en el hospital- Se apoyó en el báculo durante un instante -Tengo que descansar y tú también- Susurró finalmente -Hablemos mañana. Quizás puedo venir un rato antes de ir a ver a Aedan- Sonrió de lado y finalmente movió la cabeza en un gesto de despedida, abriendo un portal hacia Ávalon y desapareciendo por él finalmente.
Le recorrió el rostro cuando reconoció que le había dicho a su padre lo de la desestimación de esa idea, asintió una sola vez sin mucho qué decir -Lo sé. Por eso te pregunté primero. A veces seré muy impulsiva pero tampoco soy idiota. Es tu poder el que lo mantiene aquí- Le advirtió con cierto rintintin, porque él había crecido en poder y había acumulado conocimiento durante muchos años pero…Ella también.
-Quizás deberíamos bajar un poco nuestras expectativas, así no nos decepcionamos- Aunque supuso que la noticia de que Thauren ya descansaba podría aliviar a Wthyr, no lo suficiente para hacer nada de relevancia en el tratado pero como una persona a la que le tenía cierto respeto y consideración; era consciente de que se sentiría mejor.
Le devolvió la mirada en silencio después de tomarle la mano. ¿Qué se creía? ¿Que porque Stavron había vuelto iba a dejar de ser importante en su vida? Él suplió lo que Stavron había dejado vacío y esperó que pudiera leerlo en su mirada porque la sola idea de poder ponerlo en palabras le hacía un nudo en la garganta. Apretó levemente su mano.
Lo que no entendió fue lo del rostro y desvió la mirada hacia él -No te entiendo- Reconoció, sin hacer las conexiones necesarias porque ella no había estado en la plaza de San Pedro. Avanzaron y Catherine no necesitó que le dijera quien era porque Donovan estaba parado en el borde de la camilla. Catherine parpadeó de sorpresa. ¿Cómo demonios se había metido el cuervo ahí? El pájaro voló hasta posarse en su hombro y le dio un leve picotazo de saludo en la cabeza antes de volver a su sitio. Fue entonces cuando bajó la vista hacia el cuerpo que estaba en la camilla y se quedó tiesa en el instante. Las palabras de Wthyr de pronto revivieron en su mente y la morena solo alzó suavemente las cejas pensando en la ironía de la vida -Adriano- Murmuró volviendo la vista hacia Matvey -Wthyr y yo intentamos comprarle tiempo para que pudiera despedirse de su familia pero él me dijo que lo vio… En la batalla, caído- Los sentimiento se arremolinaban raros en su corazón porque…
Ese no era su padre.
Era un tipo italiano.
Al que no le gustaba el acento de Wthyr.
Parpadeó de nuevo, recordando que pese a todo había sido bastante educado y no dejaba de ser una cara “familiar” y agradable. Nada como los rasgos duros y angulares de su padre. Soltó lentamente la mano de Matvey para acercarse a Adri… A su padre con el ceño levemente fruncido, notando que descansaba con profundidad. Movió las sábanas con poco cuidado y buscó el brazo donde había estado el anillo, recorriendo las marcas de aquellas venas oscuras que estaban un poco menos negras contra la palidez de su piel, resquicios de lo que había sido la maldición que lo había llevado a morir. Acarició su piel y luego tomó su mano apretándola, con los labios hechos una línea mientras contemplaba su rostro. No sabía qué esperar de su padre, no sabía cuales iban a ser sus primeras palabras pero de momento…
De momento necesitaba procesarlo todo.
Volvió la vista hacia Matvey con una leve sonrisa -Gracias- Susurró antes de guardar el brazo de su padre y cubrirlo con la manta. Caminó hacia Matvey para detenerse delante de él -Necesitamos descansar… Vienen días movidos y necesitaremos energía. Y tú… tú te has pasado, has cruzado varios límites- Le dijo con bastante conocimiento en la mirada -Ahora puedes comunicarte conmigo vía patronus y cartas. No puedo…- Miró hacia el centro de su cabeza como para hacerle referencia a su conexión mental, pero no comentó nada más - Hablaré con las sacerdotisas sobre el Sanguis pero hay que tener un segundo plan para la gente en el hospital- Se apoyó en el báculo durante un instante -Tengo que descansar y tú también- Susurró finalmente -Hablemos mañana. Quizás puedo venir un rato antes de ir a ver a Aedan- Sonrió de lado y finalmente movió la cabeza en un gesto de despedida, abriendo un portal hacia Ávalon y desapareciendo por él finalmente.
Después de calmar y alimentar a Zephyr se había despedido de Wthyr, se encontró con su padre y se fueron a Ouroboros. Catherine apareció en el centro de la isla, en el edificio del Consejo despidiéndose de su padre brevemente y avisándole que luego lo buscaría. Tras eso se desapareció y apareció en la puerta del hospital. Se tambaleó un poco al estar encima de una de las raíces y miró con cierta preocupación cómo se estaban extendiendo. Volvió la vista hacia el castillo Pendragon y se preguntó…Si ahora podía ir. Seguramente. Gwen le había dicho que no sabían si su sangre sería bien recibida, sería cosa de probarlo. Si no, nunca lo sabrían. También debía visitar a Mei.
Con paso lento pero seguro fue hasta la recepción y pidió saber dónde estaba su hija. Le informaron que estaba en la zona de neonatos pero que se requería una autorización especial porque era una zona protegida por orden de Oscurus -Es MI hija- Espetó con la mismísima irritación que ya traía desde el día de nacimiento. Aquellas palabras hicieron que la mujer de allí le mirara en silencio y luego le informó que Ian ya estaba con ella y que sólo podía estar una persona.
-Ah- Cierto, porque Ian si podía y ella no. Pues eso se acababa hoy -¿Si él sale puedo entrar?- La mujer asintió brevemente dubitativa y ella le pidió las direcciones. Fue caminando hasta allí y esperó fuera de las puertas de aquel área antes de enviarle un mensaje mental a Ian.
“Hey… estoy fuera. ¿Puedes salir? Quiero ver a Aelin”
Con paso lento pero seguro fue hasta la recepción y pidió saber dónde estaba su hija. Le informaron que estaba en la zona de neonatos pero que se requería una autorización especial porque era una zona protegida por orden de Oscurus -Es MI hija- Espetó con la mismísima irritación que ya traía desde el día de nacimiento. Aquellas palabras hicieron que la mujer de allí le mirara en silencio y luego le informó que Ian ya estaba con ella y que sólo podía estar una persona.
-Ah- Cierto, porque Ian si podía y ella no. Pues eso se acababa hoy -¿Si él sale puedo entrar?- La mujer asintió brevemente dubitativa y ella le pidió las direcciones. Fue caminando hasta allí y esperó fuera de las puertas de aquel área antes de enviarle un mensaje mental a Ian.
“Hey… estoy fuera. ¿Puedes salir? Quiero ver a Aelin”
Durante los días que siguieron al nacimiento de Aelin apenas se había alejado del hospital excepto para lo imprescindible. Aprovechaba la mediación de Chloe para poder quedarse más tiempo del permitido con la pequeña, que poco a poco iba mejorando su estado general. Con Catherine se había comunicado un poco, pero todavía no había podido verla en persona. Lo entendió porque debía estar aún recuperándose del parto y no habría podido ir, pero sí que la echó en falta en los momentos de mayor preocupación por la cría. Tampoco le habría contado nada de lo que intentó hacer con Morgana, y esperaba que Matvey no se fuese de la lengua. Su mano había mejorado poco a poco, aunque de un modo algo más lento de lo habitual teniendo en cuenta que con su regeneración de licántropo las heridas se curaban rápido. Aún así eso era lo que menos le importaba en ese momento, lo principal era que su hija mejorase.
Esa misma mañana le dijeron que al día siguiente podría llevársela a casa, así que estaba bastante más animado. Por eso salió rápidamente en cuanto le llegó el mensaje mental de Cath diciendo que estaba allí, encontrándosela en la entrada de la zona en la que estaban. Tenía mucho que decirle...
Nada más verla le dio un efusivo abrazo que no quiso cortar rápido, no después de todo lo que habían pasado y lo que significaba que hubiesen nacido. - Te he echado de menos. - susurró contra ella antes de separarse definitivamente, fijándose mejor en su cara. Tenía aspecto de cansada, pero era lógico que así fuese. - Chloe me dijo que te pidió que te quedases descansando. ¿Estás mejor? ¿Te han tratado bien? - se ahorró el decir si la habían tratado como una yegua de cría, que era para lo que la querían. - Me han dicho que mañana podremos llevarnos a Aelin a casa, que ya ha mejorado lo suficiente. Le he estado dando biberón, y tiene más fuerzas. Aedan la conoció el otro día. - supuso que le daría pena haberse perdido su reacción, aunque podía contárselo si quería.
Esa misma mañana le dijeron que al día siguiente podría llevársela a casa, así que estaba bastante más animado. Por eso salió rápidamente en cuanto le llegó el mensaje mental de Cath diciendo que estaba allí, encontrándosela en la entrada de la zona en la que estaban. Tenía mucho que decirle...
Nada más verla le dio un efusivo abrazo que no quiso cortar rápido, no después de todo lo que habían pasado y lo que significaba que hubiesen nacido. - Te he echado de menos. - susurró contra ella antes de separarse definitivamente, fijándose mejor en su cara. Tenía aspecto de cansada, pero era lógico que así fuese. - Chloe me dijo que te pidió que te quedases descansando. ¿Estás mejor? ¿Te han tratado bien? - se ahorró el decir si la habían tratado como una yegua de cría, que era para lo que la querían. - Me han dicho que mañana podremos llevarnos a Aelin a casa, que ya ha mejorado lo suficiente. Le he estado dando biberón, y tiene más fuerzas. Aedan la conoció el otro día. - supuso que le daría pena haberse perdido su reacción, aunque podía contárselo si quería.
Al ver salir a Ian, le sonrió, agradeciéndole lo rápido que había salido. La mirada se le fue a la puerta con un gesto de añoranza. Sabía que él no iba a negarle verla, que no iba a poner peros. Dejó que la rodeara con los brazos antes de hacerlo ella, hundiendo la cabeza contra su pecho y cerrando los ojos. Con Ian conseguía un nivel de paz que pocas veces había vivido desde la muerte de su padre así que se aferró a él, deseando que ese sentimiento se quedará para siempre con ella.
-Y yo a ti- Le dijo con un nudo en la garganta pero se obligó a hablar, a hacer que las palabras salieran a través de él. La mención de Chloe hizo que se tensara brevemente…pero ¿Estaba sobreactuando? ¿Estaba siendo irracional? Chloe había ayudado a su pequeña a recibir los cuidados que necesitaba. Soltó un leve suspiro -Mejor… cansada. Zephyr come muy a menudo y eso no puede hacerlo nadie más que yo. Es que… es muy pequeño- Le explicó pero no quiso entrar en más detalles así que apartó la mirada de él, sabía que a Ian no le interesaba saber nada sobre su hijo.
Tras eso, su pregunta estaba clara. Catherine asintió, en ese aspecto no tenía ninguna queja. Es más había momentos en los que estaba allí, simplemente acompañándola cuando ella sabía que seguramente tenía mil cosas que hacer. Catherine lo agradecía, no quería sentirse sola -Está pendiente y colabora en lo que puede. En ese aspecto no puedo quejarme… pero bueno, era un acuerdo al que habíamos llegado - Añadió, aún así… -Igual se nota que lo hace por voluntad propia- Metió las manos en los bolsillos del vestido, volviendo a mirar la puerta.
Le miró a él cuando dijo que ya podrían llevársela y por la forma en que se lo comentó, Catherine…supo como iba a ir su siguiente conversación pero… quiso atrasarla pero era tontería. Aelin no volvería a pisar Ávalon si por Ian fuera, y la cuestión es que tras la advertencia de Oscurus y la sensación que Catherine había tenido en el parto… no estaba segura de que la niña debía estar allí. Además… Ian estaría en su casa, con Anteia, que era mucho mejor madre que ella. Azahar también le ayudaría, Savannah… no le faltarían manos. No la necesitaría y estaría mejor protegida. El nudo se apretó aún más pero se obligó a hablar -¿A que hora te han dicho que puedes llevártela?- Preguntó en voz baja -¿La llevaras a tu casa, no?- Añadió mientras sentía que la represa que estaba conteniendo sus sentimientos desde hace días empezaba a tener fisuras -Hoy… Wthyr me preguntó cómo presentaríamos a Aelin y le he dicho que debíamos decir la verdad. Me comentó que aún así proclamaría que sería su protegida y que crecería en igualdad de condiciones que Zephyr- No lo estaba mirando, se había fijado en algún detalle mínimo de su ropa y había centrado su atención ahí -Lo que no le dije es que Aelin probablemente nunca retorne a Ávalon… ¿Verdad?- Preguntó finalmente con un hilo de voz y batallando para detener la férrea voluntad que tenían sus labios para ponerse a temblar.
La noticia de que Aedan ya le había conocido fue una patada en el estómago. Se había perdido muchos momentos con su niño en los últimos cinco meses y esa sensación no haría más que empeorar, porque ahora de perdería los momentos de Aelin también. Le costó contener las lágrimas.
"Puedes intentarlo, Catherine, pero es imposible hacer feliz a todo el mundo. Llegará un momento en el que tendrás que tomar una decisión y esa decisión va a romper tu corazón y el de uno de ellos. Puedes postergarla todo lo que quieras, pero tendrás que hacerlo”
Quizás su padre estaba equivocado y lo único que tenía que romper era su propio corazón, ya aprendería a vivir solo con las piezas rotas. Esperó un momento para controlar sus emociones y cuando supo que no se le quebraría la voz, asintió y preguntó -¿Cómo se lo tomó? ¿Estaba feliz?-
-Y yo a ti- Le dijo con un nudo en la garganta pero se obligó a hablar, a hacer que las palabras salieran a través de él. La mención de Chloe hizo que se tensara brevemente…pero ¿Estaba sobreactuando? ¿Estaba siendo irracional? Chloe había ayudado a su pequeña a recibir los cuidados que necesitaba. Soltó un leve suspiro -Mejor… cansada. Zephyr come muy a menudo y eso no puede hacerlo nadie más que yo. Es que… es muy pequeño- Le explicó pero no quiso entrar en más detalles así que apartó la mirada de él, sabía que a Ian no le interesaba saber nada sobre su hijo.
Tras eso, su pregunta estaba clara. Catherine asintió, en ese aspecto no tenía ninguna queja. Es más había momentos en los que estaba allí, simplemente acompañándola cuando ella sabía que seguramente tenía mil cosas que hacer. Catherine lo agradecía, no quería sentirse sola -Está pendiente y colabora en lo que puede. En ese aspecto no puedo quejarme… pero bueno, era un acuerdo al que habíamos llegado - Añadió, aún así… -Igual se nota que lo hace por voluntad propia- Metió las manos en los bolsillos del vestido, volviendo a mirar la puerta.
Le miró a él cuando dijo que ya podrían llevársela y por la forma en que se lo comentó, Catherine…supo como iba a ir su siguiente conversación pero… quiso atrasarla pero era tontería. Aelin no volvería a pisar Ávalon si por Ian fuera, y la cuestión es que tras la advertencia de Oscurus y la sensación que Catherine había tenido en el parto… no estaba segura de que la niña debía estar allí. Además… Ian estaría en su casa, con Anteia, que era mucho mejor madre que ella. Azahar también le ayudaría, Savannah… no le faltarían manos. No la necesitaría y estaría mejor protegida. El nudo se apretó aún más pero se obligó a hablar -¿A que hora te han dicho que puedes llevártela?- Preguntó en voz baja -¿La llevaras a tu casa, no?- Añadió mientras sentía que la represa que estaba conteniendo sus sentimientos desde hace días empezaba a tener fisuras -Hoy… Wthyr me preguntó cómo presentaríamos a Aelin y le he dicho que debíamos decir la verdad. Me comentó que aún así proclamaría que sería su protegida y que crecería en igualdad de condiciones que Zephyr- No lo estaba mirando, se había fijado en algún detalle mínimo de su ropa y había centrado su atención ahí -Lo que no le dije es que Aelin probablemente nunca retorne a Ávalon… ¿Verdad?- Preguntó finalmente con un hilo de voz y batallando para detener la férrea voluntad que tenían sus labios para ponerse a temblar.
La noticia de que Aedan ya le había conocido fue una patada en el estómago. Se había perdido muchos momentos con su niño en los últimos cinco meses y esa sensación no haría más que empeorar, porque ahora de perdería los momentos de Aelin también. Le costó contener las lágrimas.
"Puedes intentarlo, Catherine, pero es imposible hacer feliz a todo el mundo. Llegará un momento en el que tendrás que tomar una decisión y esa decisión va a romper tu corazón y el de uno de ellos. Puedes postergarla todo lo que quieras, pero tendrás que hacerlo”
Quizás su padre estaba equivocado y lo único que tenía que romper era su propio corazón, ya aprendería a vivir solo con las piezas rotas. Esperó un momento para controlar sus emociones y cuando supo que no se le quebraría la voz, asintió y preguntó -¿Cómo se lo tomó? ¿Estaba feliz?-
Ese "y yo a ti" que le dijo le resultó tan reconfortante como el abrazo, saber que todavía le echaba de menos y no rechazaba su contacto. Se mantuvo así algunos segundos, cerrando los ojos sin querer tener la necesidad de pensar en nada más. Pero no podían. Había asuntos que tratar, lo que harían a partir de ahora con sus hijos y con ellos mismos. La confirmación de que se encontraba bien fue lo que necesitaba escuchar, pero decidió ignorar deliberadamente todo lo concerniente al otro hijo. Evidentemente deseaba que naciese bien, sobre todo porque su vida era el precio que exigía la maldición para desaparecer, para dejar libre por fin a Aedan. Ella pareció darse cuenta de que él no le preguntaba nada, y tal vez por eso prefirió no dar más detalles. - Bien. - respondió escuetamente a lo de que la estaban tratando como merecía, porque era así como debía ser.
- Mañana a las 10 podemos llevárnosla. - y remarcó el podemos claramente. Era una manera de decirle que se iban juntos, indirecta pero clara. Se dio cuenta de que no lo miraba, que hablaba como con cautela. Inspiró profundamente, tratando de armarse de paciencia. Wthyr tenía intenciones de que su hija volviese a Ávalon, y se había inventado toda esa parafernalia de "permitirle" ser igual que un príncipe. - Aelin no necesita nada de eso. Sólo a su madre, a su padre, y a su hermano, que es Aedan. Nos necesita a los cuatro lejos de Ávalon. - cogió su mano al notar que estaba por ponerse a temblar, dándole algunos segundos más para asimilarlo todo.
- Aedan se lo tomó bien. Tenía curiosidad al principio...pero enseguida vio que no podía jugar con él y se aburrió. - omitió la parte en la que casi se le cae de los brazos al crío por sacarla de la habitación, cuando pasó todo el jaleo con Jarkko, Savannah y Lorcan. No era cuestión de ponerla más nerviosa. Tampoco, ni de broma, le contaría lo de Morgana. Antes no tenían secretos de ningún tipo, pero se había vuelto habitual poco a poco. - Cath...no sólo Aedan es libre de la maldición. Tú también lo eres, de todo. Ya está, está a salvo. Recuerda que lo hiciste por eso, por salvarlo. Por eso te apoyé aunque me doliese, porque la vida de nuestro hijo lo valía. Permítete ser feliz. No le debes nada a ese hombre, ya le diste todo lo que quería. No te ata nada a él...que se quede con su hijo, que te permita verlo cuando quieras, pero por fin puedes volver a tu vida anterior. De verdad que no hay consecuencias que temer. - puso todo su empeño en convencerla, buscando su mirada sin soltar su mano.
- Mañana a las 10 podemos llevárnosla. - y remarcó el podemos claramente. Era una manera de decirle que se iban juntos, indirecta pero clara. Se dio cuenta de que no lo miraba, que hablaba como con cautela. Inspiró profundamente, tratando de armarse de paciencia. Wthyr tenía intenciones de que su hija volviese a Ávalon, y se había inventado toda esa parafernalia de "permitirle" ser igual que un príncipe. - Aelin no necesita nada de eso. Sólo a su madre, a su padre, y a su hermano, que es Aedan. Nos necesita a los cuatro lejos de Ávalon. - cogió su mano al notar que estaba por ponerse a temblar, dándole algunos segundos más para asimilarlo todo.
- Aedan se lo tomó bien. Tenía curiosidad al principio...pero enseguida vio que no podía jugar con él y se aburrió. - omitió la parte en la que casi se le cae de los brazos al crío por sacarla de la habitación, cuando pasó todo el jaleo con Jarkko, Savannah y Lorcan. No era cuestión de ponerla más nerviosa. Tampoco, ni de broma, le contaría lo de Morgana. Antes no tenían secretos de ningún tipo, pero se había vuelto habitual poco a poco. - Cath...no sólo Aedan es libre de la maldición. Tú también lo eres, de todo. Ya está, está a salvo. Recuerda que lo hiciste por eso, por salvarlo. Por eso te apoyé aunque me doliese, porque la vida de nuestro hijo lo valía. Permítete ser feliz. No le debes nada a ese hombre, ya le diste todo lo que quería. No te ata nada a él...que se quede con su hijo, que te permita verlo cuando quieras, pero por fin puedes volver a tu vida anterior. De verdad que no hay consecuencias que temer. - puso todo su empeño en convencerla, buscando su mirada sin soltar su mano.
La reacción de Ian era tan opuesta a la de Wthyr que le causaba vértigo. ¿ Por qué se comportaba así? No lo entendía del todo más allá de que trasladará el odio que le tenía Wthyr a su hijo. Un niño inocente que no tenía culpa de nada.
-Vale- Dijo mirando hacia la puerta, organizaría su tiempo para venir, sea como fuere aunque dudaba que Wthyr le dejara sacar a Zephyr de Avalon, pero si en estaba cerca su hora de comer no podía dejarlo. A saber cómo pasaban la noche. Inspiró lentamente, manteniendo un control escaso sobre sus emociones y cuando Ian le dijo que su niña solo necesitaba a su familia fuera de Avalon, Catherine perdió cualquier atisbo de compostura y empezó a llorar porque de todas las cosas del mundo que podía ofrecerle a Aelin, esa no era una de ellas. Ni a Aelin, ni Aedan ni Ian. Si miraba desde lejos casi podía juzgarse a sí misma peor madre que Elise, porque la suya había sido pésima pero al menos había estado presente. Incluso cuando su padre murió.
Asintió a lo de Aedan pero no respondió. ¿Para qué? No necesitaba más detalles. Ian podía contarle hasta la temperatura que hacía e igualmente lo único que ella podía ver era su ausencia. Con la mano libre, se pasó la muñeca por las mejillas mientras él hablaba pidiéndole algo que su corazón anhelaba pero que no podía ofrecer. Inspiró cuando habló de "su" hijo, como si ella no le hubiese llevado en su vientre durante meses -Siempre hay consecuencias… Ian, es un contrato mágico. Parte de ese contrato era no separarme de él una vez que la maldición estuviera rota… ¿Cuántas veces debo explicarlo? ¿Cuantas veces más vas a recordarme todo lo que podría tener y no tengo?- Sorbió por la nariz y negó con la cabeza -He trabajado mucho estos meses para hacer mi paz con lo que será mi futuro pero nada me preparó para esto. Para que duela tanto- Estaba cansada, estaba harta de siempre sentir tanto dolor, de no poder disfrutar de nada en la vida por demasiado tiempo porque le era arrebatado.
Cerró los ojos con pesar -Olvida mi propuesta de llevar a Aedan a Ávalon- Negó levemente antes de mirarlo -Y de que le conozca- mantendría dos vidas, buscaría la forma, no pertenecería a ninguna enteramente y no tenía porqué responder a nadie que no fueran sus hijos -Mejoraré mi disposición y si hay un día que necesitas que lo cuide, avísame y vendré a Ourobo… - Se detuvo pensando en el Sanguis y en todos los problemas que había allí -A la cabaña. Le diré que eliminé el hechizo, que saque a los guardias… y que no ponga dragones a sobrevolar. Aedan ni Aelin no sabrán detalles de mi otra vida- Bajó la vista hacia sus manos entrelazadss y se dio cuenta de las heridas -¿Qué te ha pasado?- Preguntó, volviendo a limpiarse las lágrimas.
-Vale- Dijo mirando hacia la puerta, organizaría su tiempo para venir, sea como fuere aunque dudaba que Wthyr le dejara sacar a Zephyr de Avalon, pero si en estaba cerca su hora de comer no podía dejarlo. A saber cómo pasaban la noche. Inspiró lentamente, manteniendo un control escaso sobre sus emociones y cuando Ian le dijo que su niña solo necesitaba a su familia fuera de Avalon, Catherine perdió cualquier atisbo de compostura y empezó a llorar porque de todas las cosas del mundo que podía ofrecerle a Aelin, esa no era una de ellas. Ni a Aelin, ni Aedan ni Ian. Si miraba desde lejos casi podía juzgarse a sí misma peor madre que Elise, porque la suya había sido pésima pero al menos había estado presente. Incluso cuando su padre murió.
Asintió a lo de Aedan pero no respondió. ¿Para qué? No necesitaba más detalles. Ian podía contarle hasta la temperatura que hacía e igualmente lo único que ella podía ver era su ausencia. Con la mano libre, se pasó la muñeca por las mejillas mientras él hablaba pidiéndole algo que su corazón anhelaba pero que no podía ofrecer. Inspiró cuando habló de "su" hijo, como si ella no le hubiese llevado en su vientre durante meses -Siempre hay consecuencias… Ian, es un contrato mágico. Parte de ese contrato era no separarme de él una vez que la maldición estuviera rota… ¿Cuántas veces debo explicarlo? ¿Cuantas veces más vas a recordarme todo lo que podría tener y no tengo?- Sorbió por la nariz y negó con la cabeza -He trabajado mucho estos meses para hacer mi paz con lo que será mi futuro pero nada me preparó para esto. Para que duela tanto- Estaba cansada, estaba harta de siempre sentir tanto dolor, de no poder disfrutar de nada en la vida por demasiado tiempo porque le era arrebatado.
Cerró los ojos con pesar -Olvida mi propuesta de llevar a Aedan a Ávalon- Negó levemente antes de mirarlo -Y de que le conozca- mantendría dos vidas, buscaría la forma, no pertenecería a ninguna enteramente y no tenía porqué responder a nadie que no fueran sus hijos -Mejoraré mi disposición y si hay un día que necesitas que lo cuide, avísame y vendré a Ourobo… - Se detuvo pensando en el Sanguis y en todos los problemas que había allí -A la cabaña. Le diré que eliminé el hechizo, que saque a los guardias… y que no ponga dragones a sobrevolar. Aedan ni Aelin no sabrán detalles de mi otra vida- Bajó la vista hacia sus manos entrelazadss y se dio cuenta de las heridas -¿Qué te ha pasado?- Preguntó, volviendo a limpiarse las lágrimas.
La reacción de Catherine al decirle todo aquello no fue la que esperaba. Quería verla aliviada, liberada, confiando en sus palabras. Se le cayó el alma a los pies al verla llorando, suponiendo que eso era una negativa para lo que le estaba proponiendo. Aún así apretó más fuerte su mano porque quizás lo que necesitaba era un empujón para tener el valor de dar ese paso. Alzó la otra mano hasta su mejilla, limpiando sus lágrimas con el pulgar. - Lo has estado pasando muy mal, y aún tienes miedo de que no se haya solucionado. Pero te prometo que he visto desaparecer la marca en Aedan, y que está todo en orden. - al escuchar lo del "contrato mágico" bajó la mano lentamente, negando con la cabeza. Después soltó la otra mano que le había tomado, cerrando los ojos porque necesitaba calmarse para no gritar que ese puto contrato podía deshacerse.
- El de nuestro matrimonio también lo era, y lo rompimos. ¿Recuerdas el vínculo en la boda cuando nos dimos el sí quiero? ¿recuerdas lo que sucedió cuando firmamos el divorcio? no era un simple papel, también era un contrato mágico. Lo rompimos porque debíamos, y aquí estamos. Yo qué sé, habla con él, dile que eres infeliz y que no quieres estar allí. La parte principal ya la has cumplido. No eres su maldita esclava para quedarte allí atada. La mayoría de estos contratos se pueden romper de MUTUO acuerdo. Consigue que te libere. - sentía rabia y a la vez un nudo en la garganta que hacia que cada vez le costase más soltar todo lo que quería. Pensó que llegado el momento lo intentaría, no que se resignaría por miedo.
- Pues la aceptación duele, y mucho. No te rindas sin ni siquiera decirle que no quieres seguir cumpliendo con sus fantasías megalómanas de tener una reina Le Fay. - la miró con los ojos centelleantes, planteándose por primera vez una posibilidad... - A no ser que en el fondo seas tú la que quiere seguir allí...en esa historia. - a ver si es que ahora le tenía lástima al otro o algo así. Ya le había dicho una vez algo similar, pero el hecho de que pudiese estar sintiendo algo por el otro...le revolvía el estómago.
- No. - la cortó en seco cuando volvió a hacer una vez más eso de intentar partirse por la mitad, de hacer que todos estuviesen más o menos satisfechos excepto ella. Ya estaba harto de eso, no quería seguir así, ni que Catherine viviese de esa manera. Ignoró también la pregunta sobre la herida de su mano, aunque ella se había dado cuenta cuando las habían tenido entrelazadas. - No es nada. - otra mentira más. Tragó pesadamente, sintiendo que le faltaba el aire por lo que iba a decir. No era una decisión meditada, pero lo había visto claro en aquel momento. Era una vida de mierda para todos, con constantes tiras y afloja.
- Te lo voy a poner fácil. Me quitaré del medio. Te llevarás a Aelin, te llevarás a Aedan. No tendrás que dividirte nunca más...desapareceré de vuestras vidas. Aedan es pequeño, me olvidará pronto. Aelin no me conocerá. Tendrán a su madre. - notó que el dolor en el pecho se acrecentaba a cada palabra, así que no quiso seguir allí ni un segundo más. Pasó de largo de ella, deteniéndose apenas unos metros después. - Ve a ver a nuestra hija. Queda a tu cargo. Si algún día cambias de idea...sabrás encontrarme. - tras eso cerró los ojos, desapareciéndose de allí sin volverse a mirarla.
- El de nuestro matrimonio también lo era, y lo rompimos. ¿Recuerdas el vínculo en la boda cuando nos dimos el sí quiero? ¿recuerdas lo que sucedió cuando firmamos el divorcio? no era un simple papel, también era un contrato mágico. Lo rompimos porque debíamos, y aquí estamos. Yo qué sé, habla con él, dile que eres infeliz y que no quieres estar allí. La parte principal ya la has cumplido. No eres su maldita esclava para quedarte allí atada. La mayoría de estos contratos se pueden romper de MUTUO acuerdo. Consigue que te libere. - sentía rabia y a la vez un nudo en la garganta que hacia que cada vez le costase más soltar todo lo que quería. Pensó que llegado el momento lo intentaría, no que se resignaría por miedo.
- Pues la aceptación duele, y mucho. No te rindas sin ni siquiera decirle que no quieres seguir cumpliendo con sus fantasías megalómanas de tener una reina Le Fay. - la miró con los ojos centelleantes, planteándose por primera vez una posibilidad... - A no ser que en el fondo seas tú la que quiere seguir allí...en esa historia. - a ver si es que ahora le tenía lástima al otro o algo así. Ya le había dicho una vez algo similar, pero el hecho de que pudiese estar sintiendo algo por el otro...le revolvía el estómago.
- No. - la cortó en seco cuando volvió a hacer una vez más eso de intentar partirse por la mitad, de hacer que todos estuviesen más o menos satisfechos excepto ella. Ya estaba harto de eso, no quería seguir así, ni que Catherine viviese de esa manera. Ignoró también la pregunta sobre la herida de su mano, aunque ella se había dado cuenta cuando las habían tenido entrelazadas. - No es nada. - otra mentira más. Tragó pesadamente, sintiendo que le faltaba el aire por lo que iba a decir. No era una decisión meditada, pero lo había visto claro en aquel momento. Era una vida de mierda para todos, con constantes tiras y afloja.
- Te lo voy a poner fácil. Me quitaré del medio. Te llevarás a Aelin, te llevarás a Aedan. No tendrás que dividirte nunca más...desapareceré de vuestras vidas. Aedan es pequeño, me olvidará pronto. Aelin no me conocerá. Tendrán a su madre. - notó que el dolor en el pecho se acrecentaba a cada palabra, así que no quiso seguir allí ni un segundo más. Pasó de largo de ella, deteniéndose apenas unos metros después. - Ve a ver a nuestra hija. Queda a tu cargo. Si algún día cambias de idea...sabrás encontrarme. - tras eso cerró los ojos, desapareciéndose de allí sin volverse a mirarla.
Ella también había visto la marca desaparecer, la había sentido en su propio cuerpo, había oído el murmullo mientras le abandonaba y como su cuerpo y su alma se sentían más ligeros. Pero Ian no era experto en maldiciones. Y esa se le había pasado hasta a Stavron. Intentó contener sus lágrimas y controlarse, porque Ian tenía razón. Lo suyo también había sido un contrato y… y no estaban malditos. ¿Verdad? Lo había roto por pura necesidad y aún así seguían bien.
"Solo traicionaría mi palabra y su confianza"
Sentía un peso nuevo, un nudo en el pecho al pensar en cómo se sentiría Wthyr si le dijera que necesitaba volver con Ian. La odiaría, de la misma forma en que lo había hecho antes de casarse con ella. Cualquier paso que hubiesen dado a ese futuro al que Catherine se había resignado y que, de alguna manera, empezaba a vislumbrar, se destrozaría
¿Por qué era todo tan difícil? Empezaban a sentir el caos in crescendo en su cabeza.
"No te rindas sin ni siquiera decirle que no quieres seguir…"
Alzó la vista hacia él, aún empañada de lágrimas dándose cuenta de que tenía razón. Se estaba dando por vencida cuando ni siquiera había hablado con Wthyr. ¿Podría entenderla? No lo sabía. Era mucho más probable que aquella discusión fuera incluso peor que está porque Wthyr era capaz de hacerle daño con un par de palabras bien elegidas. Ian lo hacía sin percatarse de su poder sobre ella. No comprendió de inmediato las palabras de Ian, el ruido en su cabeza demasiado grande para hacerlo, pero cuando lo hizo frunció el ceño -No quiero ser reina- Y Ávalon era una isla preciosa, pero seguía sintiéndose insegura en sus calles.
Aquella negativa fue como un látigo, la hizo estremecerse ante la firmeza con la que soltó el "no" y frunció el ceño, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano -No se ve como nada- Murmuró irritada antes de ver el cambio en su gesto. Temió. Supo que lo que sea que estaba por decirle iba a destrozarla e intentó prepararse para ello.
Pero falló.
-No- Negó sintiendo que todo a su alrededor empezaba a girar. Como si hubiese estado parada en una alfombra y alguien, simplemente, la hubiese quitado de un sopetón -No, no, no- Negó, no podía imaginarse un mundo sin él. No quería conocer un mundo sin él -Ian- No podía hacerle eso a sus hijos. No … no podía hacerse eso a ella misma. Caminó detrás de él con la mano extendida para alcanzarlo, escuchando aquello sobre Aelin -Escúchame- Le pidió histérica antes de verlo desaparecer. Un momento estaba y al siguiente ya no, su desaparición generó un hueco en su pecho. Un dolor lacerante que la hizo llevarse las manos a la cara y luego al cabello, cerrando los dedos en las hebras oscuras y tirando de ellas.
No podía perderlo, no podía. Dejó que su espalda golpeara contra la pared y se deslizó por ella al piso, cerrando los ojos para luego soltar su cabello y taparse la cara. Necesitaba gritar, necesitaba llorar, necesitaba coger al destino del pescuezo y destrozarlo con sus propias manos. La tristeza no tardó mucho en volverse ira contra algo tan intangible como era la vida misma. Ella no había decidido estar maldita, ni siquiera era su error y sin embargo, había tenido que pagar las consecuencias arruinando su vida y, de camino, la de Ian y la de Wthyr.
No supo cuánto tiempo pasó allí sentada, dejando que la rabia, el dolor y el temblor en sus manos pasará y se calmara. No podía ver a Aelin en ese estado. Cuando escuchó pasos se obligó a incorporarse y elevar una ilusión sobre su rostro. Era una de las enfermeras y cuando la vio, le sonrió -Disculpa…Tengo…- Se detuvo… no iba a mentir, no tenía porqué. Tenía poderes que le conseguían lo que querían, quizás es lo que quería el destino, que empezara a ver lo que deseaba y tomarlo -Traeme cinco botes de leche de amapola - Ordenó a la mujer -No hables con nadie, ve y vuelve rápido - Catherine esperó a que la mujer volviera y le arrancó los botes de la mano -Vete y olvida esto- Le espetó y esperó a que se fuera para beber un par de tragos. Se sorprendió de no sentir remordimiento alguno sino más bien alivio de que hubiese conseguido lo que quería de forma tan fácil. Ojalá pudiera hacer así con todo.
"Poder, puedo"
Chasqueó la lengua como desaprobandonese pensamoento. Fijó su mirada en las puertas mientras esperaba que la leche de amapola hiciera efecto. No podía ver a Aelin en ese estado. Ni a Aelin ni a ninguno de sus hijos. Guardó el resto de los botes en los bolsillos de su vestido. Cuando el efecto de la leche le golpeó, Catherine finalmente entró a la zona de neonatos y fue guiada hasta la incubadora tras ponerse las protecciones. La primera imagen de Aelin era distinta a la que recordaba y aquello la hizo sonreír -Pue… - No, no quería preguntar -Dámela, quiero sostenerla- Ian le había dado el biberón, eso quería decir que podían sacarla. El encargado le abrió la incubadora y le explicó cómo sacarla, Catherine siguió sus instrucciones y sostuvo a su niña en brazos, sentirla respirar con más fuerza y moverse con más vigor la hizo sentir en paz. Tenía que agradecerle a Chloe, a Oscurus y a Ian por cuidarla en su ausencia. Bajó un poco la cabeza hacia la de ella y le dejó un beso en la frente antes de sonreírle y empezar a hablarle. Estuvo allí por un par de horas y luego volvió a Avalon, durante ese día estuvo yendo y viniendo sin dar demasiadas explicaciones a nadie básicamente porque no le apetecía.
Atendió a Zephyr y Aelin como pudo y le aviso a Wthyr que el día siguiente se llevaría sus hijos a Avalon, sin añadir más. Con él tenía que hablar pero primero iba a ser sumamente egoísta. En efecto, al día siguiente retiró a Aelin y fue a buscar a Aedan para irse a Ávalon.
"Solo traicionaría mi palabra y su confianza"
Sentía un peso nuevo, un nudo en el pecho al pensar en cómo se sentiría Wthyr si le dijera que necesitaba volver con Ian. La odiaría, de la misma forma en que lo había hecho antes de casarse con ella. Cualquier paso que hubiesen dado a ese futuro al que Catherine se había resignado y que, de alguna manera, empezaba a vislumbrar, se destrozaría
¿Por qué era todo tan difícil? Empezaban a sentir el caos in crescendo en su cabeza.
"No te rindas sin ni siquiera decirle que no quieres seguir…"
Alzó la vista hacia él, aún empañada de lágrimas dándose cuenta de que tenía razón. Se estaba dando por vencida cuando ni siquiera había hablado con Wthyr. ¿Podría entenderla? No lo sabía. Era mucho más probable que aquella discusión fuera incluso peor que está porque Wthyr era capaz de hacerle daño con un par de palabras bien elegidas. Ian lo hacía sin percatarse de su poder sobre ella. No comprendió de inmediato las palabras de Ian, el ruido en su cabeza demasiado grande para hacerlo, pero cuando lo hizo frunció el ceño -No quiero ser reina- Y Ávalon era una isla preciosa, pero seguía sintiéndose insegura en sus calles.
Aquella negativa fue como un látigo, la hizo estremecerse ante la firmeza con la que soltó el "no" y frunció el ceño, limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano -No se ve como nada- Murmuró irritada antes de ver el cambio en su gesto. Temió. Supo que lo que sea que estaba por decirle iba a destrozarla e intentó prepararse para ello.
Pero falló.
-No- Negó sintiendo que todo a su alrededor empezaba a girar. Como si hubiese estado parada en una alfombra y alguien, simplemente, la hubiese quitado de un sopetón -No, no, no- Negó, no podía imaginarse un mundo sin él. No quería conocer un mundo sin él -Ian- No podía hacerle eso a sus hijos. No … no podía hacerse eso a ella misma. Caminó detrás de él con la mano extendida para alcanzarlo, escuchando aquello sobre Aelin -Escúchame- Le pidió histérica antes de verlo desaparecer. Un momento estaba y al siguiente ya no, su desaparición generó un hueco en su pecho. Un dolor lacerante que la hizo llevarse las manos a la cara y luego al cabello, cerrando los dedos en las hebras oscuras y tirando de ellas.
No podía perderlo, no podía. Dejó que su espalda golpeara contra la pared y se deslizó por ella al piso, cerrando los ojos para luego soltar su cabello y taparse la cara. Necesitaba gritar, necesitaba llorar, necesitaba coger al destino del pescuezo y destrozarlo con sus propias manos. La tristeza no tardó mucho en volverse ira contra algo tan intangible como era la vida misma. Ella no había decidido estar maldita, ni siquiera era su error y sin embargo, había tenido que pagar las consecuencias arruinando su vida y, de camino, la de Ian y la de Wthyr.
No supo cuánto tiempo pasó allí sentada, dejando que la rabia, el dolor y el temblor en sus manos pasará y se calmara. No podía ver a Aelin en ese estado. Cuando escuchó pasos se obligó a incorporarse y elevar una ilusión sobre su rostro. Era una de las enfermeras y cuando la vio, le sonrió -Disculpa…Tengo…- Se detuvo… no iba a mentir, no tenía porqué. Tenía poderes que le conseguían lo que querían, quizás es lo que quería el destino, que empezara a ver lo que deseaba y tomarlo -Traeme cinco botes de leche de amapola - Ordenó a la mujer -No hables con nadie, ve y vuelve rápido - Catherine esperó a que la mujer volviera y le arrancó los botes de la mano -Vete y olvida esto- Le espetó y esperó a que se fuera para beber un par de tragos. Se sorprendió de no sentir remordimiento alguno sino más bien alivio de que hubiese conseguido lo que quería de forma tan fácil. Ojalá pudiera hacer así con todo.
"Poder, puedo"
Chasqueó la lengua como desaprobandonese pensamoento. Fijó su mirada en las puertas mientras esperaba que la leche de amapola hiciera efecto. No podía ver a Aelin en ese estado. Ni a Aelin ni a ninguno de sus hijos. Guardó el resto de los botes en los bolsillos de su vestido. Cuando el efecto de la leche le golpeó, Catherine finalmente entró a la zona de neonatos y fue guiada hasta la incubadora tras ponerse las protecciones. La primera imagen de Aelin era distinta a la que recordaba y aquello la hizo sonreír -Pue… - No, no quería preguntar -Dámela, quiero sostenerla- Ian le había dado el biberón, eso quería decir que podían sacarla. El encargado le abrió la incubadora y le explicó cómo sacarla, Catherine siguió sus instrucciones y sostuvo a su niña en brazos, sentirla respirar con más fuerza y moverse con más vigor la hizo sentir en paz. Tenía que agradecerle a Chloe, a Oscurus y a Ian por cuidarla en su ausencia. Bajó un poco la cabeza hacia la de ella y le dejó un beso en la frente antes de sonreírle y empezar a hablarle. Estuvo allí por un par de horas y luego volvió a Avalon, durante ese día estuvo yendo y viniendo sin dar demasiadas explicaciones a nadie básicamente porque no le apetecía.
Atendió a Zephyr y Aelin como pudo y le aviso a Wthyr que el día siguiente se llevaría sus hijos a Avalon, sin añadir más. Con él tenía que hablar pero primero iba a ser sumamente egoísta. En efecto, al día siguiente retiró a Aelin y fue a buscar a Aedan para irse a Ávalon.
Según salíamos de la trampa de SAM un grupo de centinelas hicieron acto de aparición. Sencillamente les dediqué una mirada evaluadora pero no pude detenerme más pues estábamos trabajando a contrarreloj en aquel momento. Sí, habían conseguido cesar el sangrado de Chloe pero todavía seguía realmente jodida. Arleen no tenía mucho mejor aspecto. Esperaba que, la diosa le sonriera esta vez.
Aparecí directamente en la UCI junto con Belle, para evitar movimientos innecesarios de Arleen o de Chloe. Habían llevado al tanque que había pedido, el del bigote no la usaría en un tiempo largo. Dejé a Arleen en una cama, que era la que yo cargaba y todo el personal se empezó a ocupar de ella como si estuviéramos en urgencias. En verdad, y dadas las circunstancias, gran parte de la plantilla se había acercado para ayudar a las compañeras. Dada la desnudez de la pelirroja no hizo prepararla para nada, la máquina empezó a burbujear y a brillar con aquel aspecto azulado.
Arleen.
Giré sobre mi propio eje para hacerme un hueco en la camilla donde estaban empezando a tratar y monitorizar a la maga. Las pociones, de todo tipo y color, empezaron a moverse entre las distintas manos de los sanadores. Magia, díctamo para el cuero capilar achicharrado. Esperé poder darlo todo para sanar aquella zona quemada. Alguien, al otro lado, empezó a evaluar el estado de los órganos que habíamos conseguido. Pero ya había pasado demasiado tiempo sin riego, o estaban tan sucios que era imposible poder trasplantarlos en la forma convencional. En el caso de Arleen la culpa era la cauterización del miembro debido al láser. Puta mierda, ninguno de los tres. Grité un “Mierda” bastante sonoro porque, definitivamente, la suerte me había dejado de acompañar. Y Sean tampoco había contestado al patronus. El servicio médico trabajó a destajo bajo la intensa luz azul del tanque bafta mientras alguien se encargaba del brazo de Belle.
En fin: vida, función, órgano.
¿Qué órganos servirían para ser trasplantados? Por orden de corte:
Dedo (Chloe) - Pie (Arleen) - Lengua (Ben)
Aparecí directamente en la UCI junto con Belle, para evitar movimientos innecesarios de Arleen o de Chloe. Habían llevado al tanque que había pedido, el del bigote no la usaría en un tiempo largo. Dejé a Arleen en una cama, que era la que yo cargaba y todo el personal se empezó a ocupar de ella como si estuviéramos en urgencias. En verdad, y dadas las circunstancias, gran parte de la plantilla se había acercado para ayudar a las compañeras. Dada la desnudez de la pelirroja no hizo prepararla para nada, la máquina empezó a burbujear y a brillar con aquel aspecto azulado.
Arleen.
Giré sobre mi propio eje para hacerme un hueco en la camilla donde estaban empezando a tratar y monitorizar a la maga. Las pociones, de todo tipo y color, empezaron a moverse entre las distintas manos de los sanadores. Magia, díctamo para el cuero capilar achicharrado. Esperé poder darlo todo para sanar aquella zona quemada. Alguien, al otro lado, empezó a evaluar el estado de los órganos que habíamos conseguido. Pero ya había pasado demasiado tiempo sin riego, o estaban tan sucios que era imposible poder trasplantarlos en la forma convencional. En el caso de Arleen la culpa era la cauterización del miembro debido al láser. Puta mierda, ninguno de los tres. Grité un “Mierda” bastante sonoro porque, definitivamente, la suerte me había dejado de acompañar. Y Sean tampoco había contestado al patronus. El servicio médico trabajó a destajo bajo la intensa luz azul del tanque bafta mientras alguien se encargaba del brazo de Belle.
En fin: vida, función, órgano.
¿Qué órganos servirían para ser trasplantados? Por orden de corte:
Dedo (Chloe) - Pie (Arleen) - Lengua (Ben)
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Oscurus Galenus' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
En cuanto apareció en el hospital lo miraron con seriedad pidiéndole que mantuviese la calma. Obviamente no lo hizo, estaba de los nervios. Lo guiaron hacia la UCI, acompañado en todo momento por sus amigos Jarkko y Savannah. Por el camino fueron explicando poco a poco que Chloe y Adam estaban graves, que había sido un suceso en tierra.
No quisieron decirle nada más hasta que no llegaron al lugar y pudo verlos, ambos inconscientes en sus camas, monitorizados y con vias y demás cosas conectadas.
- Cómo ha sido? Quién les ha hecho esto? - preguntó con un nudo en la garganta cuando por fin consiguió reaccionar antes la imagen, angustiado por no saber nada de lo sucedido. No era la primera vez que los Hacksaw acababan así, pero no por ello sufría menos cuando algo les sucedía.
Empezó a faltarle el aire conforme fueron explicándole todo, el secuestro multitudinario, la tortura a Chloe, lo de su padre al intentar vengarla...ese monstruo le había destrozado la vida a su hermana. Quería asesinarlo con sus propias manos, aunque no sirviese ya de nada. Tampoco podía hacer eso, según decían el culpable ya estaba muerto. Siguió respirando cada vez más rápido hasta el punto de tener que apoyarse en Jarkko porque se estaba mareando, sin ser capaz de decir una palabra más durante las horas que siguieron a aquello. No avisó a Catherine ni a nadie más, la cabeza no le daba para más en esos momentos ni en los días siguientes.
......
1-2 Se queda allí en shock
3-4- avisa a Catherine
5-6- ataquito de ira
7-8- ataquito de ansiedad
9-10- un poco de los anteriores
No quisieron decirle nada más hasta que no llegaron al lugar y pudo verlos, ambos inconscientes en sus camas, monitorizados y con vias y demás cosas conectadas.
- Cómo ha sido? Quién les ha hecho esto? - preguntó con un nudo en la garganta cuando por fin consiguió reaccionar antes la imagen, angustiado por no saber nada de lo sucedido. No era la primera vez que los Hacksaw acababan así, pero no por ello sufría menos cuando algo les sucedía.
Empezó a faltarle el aire conforme fueron explicándole todo, el secuestro multitudinario, la tortura a Chloe, lo de su padre al intentar vengarla...ese monstruo le había destrozado la vida a su hermana. Quería asesinarlo con sus propias manos, aunque no sirviese ya de nada. Tampoco podía hacer eso, según decían el culpable ya estaba muerto. Siguió respirando cada vez más rápido hasta el punto de tener que apoyarse en Jarkko porque se estaba mareando, sin ser capaz de decir una palabra más durante las horas que siguieron a aquello. No avisó a Catherine ni a nadie más, la cabeza no le daba para más en esos momentos ni en los días siguientes.
......
1-2 Se queda allí en shock
3-4- avisa a Catherine
5-6- ataquito de ira
7-8- ataquito de ansiedad
9-10- un poco de los anteriores
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado (10)' :
'Dado (10)' :
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Página 26 de 26. • 1 ... 14 ... 24, 25, 26
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.