Planta de cuidados intensivos

Estaba al borde de terminar sus horas de voluntariado del día y este había tenido tintes demasiado raros. Después de ver a Kyllian, revisó temas administrativos, firmó cosas, registró su huella en el checador, le dieron un extenso tour por todas las áreas del hospital. Conoció a Aurora, una chica maja que estaba en recepción, le enseñaron a leer y llenar los reportes médicos y un largo etcétera. Sentía que tenía que memorizar demasiadas cosas y que aprender no era lo mismo después de que dejas la escuela. Le costaría bastante todo el papeleo, pero al menos la habían asignado, de manera preliminar, al área de atención primaria. Podía sanar heridas sin mucha complicación y quitar dolorcitos, eso les quitaría algo de trabajo a los médicos de verdad. Abrumada, pensaba en todo aquello que necesitaba consultar con Reiv, todo lo que le habría dicho, mencionarle sus dudas e inseguridades respecto a todo. Él siempre la hacía sentirse mejor. Con su uniforme nuevo, que parecía pijama, y su gafete, se dirigió al área de cuidados intensivos.

Al entrar, parecía que alguien se había puesto mal. Le dio un vuelco al corazón mientras se acercaba al lugar donde estaba el alboroto, hasta que escuchó la voz de Reiv. Corrió al instante hasta donde Aldaron y Chloe se encontraban. Reiv se quejaba de dolor. En otros tiempos, le hubiera hecho una curación y ya, pero desde la operación había comenzado a entender que sus poderes no iban a ser omnipotentes, y que tenía que dejar a los verdaderos médicos actuar.- ¡Reiv! - Le llamó, mirando después a Aldaron y Chloe, preguntándose por qué necesitaban a alguien con magia blanca. Había tanto que no entendía, tantas preguntas. Se acercó por el lado donde estaba Chloe, aunque quitándose de su camino. Había vomitado, algo le dolía, magia blanca, ¿Josephine? Se llevó las manos a la nuca.- Aldaron... ¿Chloe?- Murmuró, por si acaso podía hacer algo para ayudarle, porque por sí sola, en aquella condición, sentía que no podría tomarse la iniciativa de hacer nada.

-Para eso está la experiencia joven padawan!- le respondí a Chloe, después de todo sus horas de trabajo casi gratuito no eran para nada -Equivocarse es bueno, te ayuda a aprender, pero también debes estar segura de lo que haces, no creo que lo hubieras matado, solo retrasado el diagnóstico correcto, pedir una segunda opinión tampoco viene mal - y eso lo sabía yo de sobra porque me pasaba discutiendo con Lucio horas sobre tratamientos y síntomas.

-Esa cosa es un grano en el culo, espero que acaben pronto con ella y vamos a necesitar mucho personal cuando bajen a luchar contra eso ,así que presta mucha atención que te voy a necesitar- a ella y a toda la plantilla y a saber quien sería el guapo que bajaría con los demás porque este cuerpo serrano se desintegraba con solo mirarlo, fijo, era más útil vivo que muerto. Una vez más asentí, Chloe había dado en el clavo igual que quien estuviera divirtiéndose con el chico, alabados fueran mis años de experiencia porque era bastante raro ver una cosa así -Correcto, magia negra y yo de eso ni zorra hija, ayúdame a darle asistencia- ahora solo nos quedaba esperar que viniera alguien que si supiera del tema y hacer todo lo posible por mantenerlo con vida.

Una voz familiar vino desde atrás, la reconocía y estaba llamando al moreno, Juliet había conseguido entrar en el peor de los momentos -No te preocupes, solo es un pequeño inconveniente Juliet, se pondrá bien- en realidad no lo sabía pero solo me faltaba que a la otra pelirroja le diera un ataquito ahí en medio, Chloe siguió haciendo preguntas y ya que Juliet estaba y me sonaba que también quería a prender solté el rollo de profe -Los elfos somos afines a la naturaleza ,por tanto se me dan bien las plantas así que las pociones son algo que se me da bien, no digo que no haya tenido que aprender, me dejé los sesos estudiando pociones con los discórides, por eso elegí especializarme en ello, pociones, venenos y antídotos... la cerbatana es un extra- sonreí de forma juguetona mientras seguía asistiendo a Reiv al que ya parecía hacerle efecto el calmante -Debes elegir lo que te guste y que al mismo tiempo pueda ayudar a los demás-

- Uff...menos mal. Me dejas más tranquila así. La verdad es que temo perder a un paciente, y mucho más si pienso que no lo hice lo suficientemente bien. - confesé mis temores al elfo, pues aún no había sucedido algo así, aunque había atendido a familia y amigos bastantes veces durante las batallas. Ya llevaba unos cuantos años haciéndolo.  - Parece que si bajan seremos mucho más útiles aquí. Estuve en la Ciudadela...aún no había nanobots, pero los androides iban todos a por Anteia y a por mí, por ser sanadoras. No es práctico que bajemos. Lo que hace falta es alguien rápido sacando heridos, más que sanadores de terreno. - o eso me había parecido entender con todo lo que pasó en ese lugar. Al final tuvieron que cargar conmigo y no fui de ayuda.  Volví a mirar hacia donde estaban los Soul, pensando en la conversación pendiente que tenía con ellos.

Volví a prestar atención a Aldaron cuando me pidió asistencia en magia de sanación como mantenimiento, concentrándome en canalizar a través de mis manos, ayudada por el anillo, que emitía una tenue luz azulada. Giré un momento la cabeza al escuchar la voz de Juliet, que parecía desconcertada al vernos allí con Reiv. Aldaron se apresuró en calmarla,  y yo me limité a asentir aunque no estuviese muy segura.  - Ya le hemos dado un antídoto para el veneno que le ha puesto así, y creemos que también puede haber algo de magia negra. Por eso esperamos a alguien especializado. - después atendí a la explicación de Aldaron sobre cómo eligió lo que quería ser, aunque en su caso fue algo natural, por afinidad. Yo no tenía claro hacia qué tenía afinidad.  - Tiene sentido...ahora falta que encuentre algo en lo que sea buena, o algo en lo que crea que puedo ayudar más. -  bajé las manos dejando de asistir a Aldaron, echando un vistazo de nuevo hacia la zona donde estaba Lyosha.  - Mientras esperamos a que venga alguien creo que voy a ver si necesitan algo los Soul. Estaré por aquí cerca. Creo que de momento os podéis apañar.  - animé a la chica por si quería echar una mano. A continuación ayudé a un compañero de la limpieza mágica, encargándome de llevarme fuera el cubo de metal mientras él  usaba un hechizo para limpiar el suelo de cualquier rastro de sangre.

Después me acerqué al lugar en que estaban Khaled y Adramelech, aunque permaneciendo aún a cierta distancia para darles privacidad, al menos hasta que se percatasen de que yo estaba allí.

Los pinchazos siguieron de manera aleatoria por todo el cuerpo, algunos más intensos y repetidos, otros menos. Busqué aplacar el calor de mi cara con el frescor de la almohada, cerrando los ojos mientras escuchaba  de fondo algo de magia negra, algo de Josephine. Mi mente tampoco conectaba demasiado las ideas, todo era difuso y empezaba a estar más adormilado por el sedante que ya empezaba a hacer efecto. Luché por mantenerme despierto un poco más, abriendo los ojos al escuchar una voz que ya había escuchado cuando estaba dormido. Esta vez no confundí la figura borrosa con la de Chloe, como me había sucedido antes. Era ella, si no me engañaban los embotados sentidos.

- Jul...- extendí la mano hacia ella, intentando tocarla para saber si era de verdad. Me pareció que iba vestida como una enfermera, y eso me hizo dudar sobre si era real o no. Tal vez sí. Los sueños no dolían tanto. No aguanté mucho con la mano extendida, volviéndola a dejar caer sobre el colchón por falta de fuerzas.  - Huye...huye del dragón...de ellos...del metal...es imposible.- murmuré algunas cosas que parecían no tener sentido, ni siquiera sabía lo que había dicho. Los ojos se me volvieron a cerrar por la sedación, quedando en un estado intermedio entre el sueño y la consciencia.

Otra vez hablaban de magia negra y ahora también decían cosas de venenos.- ¿Ve... Ve... Veneno, qué veneno? - De eso no tenía ni idea, ¿cómo se había podido envenenar? Estaba ahí desde que llegaron de la misión. La voz le temblaba más de lo que debería, todo por culpa de la terrible tensión que tenía en el cuerpo. Se obligaba a estar quieta, porque en otra situación estaría por todos lados, impidiéndoles hacer su trabajo y estorbando. Ahora se tenía que controlar. ¡Y ellos tan tranquilos! ¡Y Chloe se iba! Pensó en pedirle que volviera para ayudar a Reiv pero para cuando logró abrir la boca ya se había puesto a cuidar de alguien más. Se cubrió la cara con las manos, pegándose a la pared para dejar de estorbarles. Tenía ganas de ponerse a llorar ahí y salir por el pasillo pidiendo ayuda, pero respiró profundo. Al menos hasta que su nombre llegó a sus oídos. Se destapó el rostro al instante, corriendo para tomar la mano de Reiv, que cayó de nuevo al colchón antes de poder tomarla. Le colocó una mano en la mejilla.- Aquí estoy, aquí estoy.- Susurró, apretando un poco la mano. Sopló un poco de aire fresco sobre su frente, para que se repusiera del vomito y también le quitó el cabello del rostro hacia atrás. Tenía que saber que estaba ahí, tenía que hacérselo sentir aunque no pudiera entenderlo. Después escuchó el resto y quedó pasmada. ¿Huir? ¿¡Huir sin él!? Huir del dragón.- ¿De los Pendragon?... Descansa, no voy a separarme de aquí.- Susurró, aunque sabía que la promesa no sería tan fácil de llevar a cabo, pero al menos podía llevar esa más a cabo que la de huir. Después de todo, no había lugar seguro. Pensó un momento en huir del dragón. Ya se lo había dicho antes, que quería que no estuviera cerca de los Pendragon. Eso era muy obvio, aunque también podía estar delirando por el dragón de China Town.- Aquí estaré.- Prometió de nuevo cuando pareció quedarse inconsciente de nueva cuenta. Le estaba estorbando al señor de la limpieza, pero solo se hizo un paso más lejos, no se quitó. Miró a Aldaron, preocupada, triste, cansada, desanimada, para finalmente soltar un suspiro.

No podía mentirle a Chloe, ser médico no solo significaba salvar vidas, a veces también las podíamos perder porque después de todo no eramos dioses, pero si no se lo decía tampoco pasaba nada, eso no era mentir, de momento lo mejor era no desanimarla y que pillara confianza.

-Eso mismo pienso yo, te puedo hacer las pociones que quieras y una apendicectomía en un periquete pero ¿Luchar? ¿estamos locos? eso no viene en mi contrato ni en mi formación- eso y que lo único que tenía en forma era el culazo porque del resto iba blandito.

Juliet apareció en la sala y nos había escuchado hablar del veneno y todo el percal que nadie sabía como había ocurrido, tanto Chloe como yo intentamos calmarla y darle asistencia al chico mientras la dragona permanecía atenta pero al margen pero entonces Chloe decidió irse ella solita con los del fondo de la habitación, estaba feo decirle "quieta! me debes sumisión!" así que la dejé irse pero después le tiraba de la oreja. La dragona tuvo la oportunidad de acercarse y tomar la mano de su novio para escuchar las palabras que este decía, yo no entendía nada solo la escuché decir algo de los pendragon y entonces me dio el ataquito ¿eran ellos los culpables de eso? y si era así ¿cómo y quien los había dejado entrar?

Divagué un poco y por fin alguien especializado en magia blanca apareció, no era Josephine pero era mejor que nada, de inmediato nos indicó que siguiéramos con la asistencia y se puso a hacer cosas raras con las manos haciendo que salieron brillitos, estos se posaron sobre el cuerpo de Reiv y entonces apareció un hilo negro muy extraño sobre la cabeza del moreno, la chica se acercó y con su mano cortó el hilo acompañado de un haz de luz y entonces nos explicó que era el vínculo que habían establecido entre él y el muñeco vudú -Qué? esa cosa chunga aún existe!? - las constantes de Reiv parecieron estabilizarse y con el rato que habíamos pasado los informes de toxicología llegaron -Ajá! lo sabía, veneno, pero es un poco raro... parece la raíz del traidor pero no es totalmente eso... - por si acaso le daría un antídoto más universal y le recetaría unas cuantas sanaciones más durante cada hora por ese día.

Miré a Juliet que aún parecía angustiada -Tranquila, ya está fuera de peligro, pero ¿sabes de alguien que quiera hacerle daño? no es por asustarte pero ni el veneno ni la magia negra son accidentes, investigaremos qué ha pasado pero de momento puedes quedarte aquí a vigilarlo-

Llegó de pronto otro médico a tratar con los dolores de Reiv. Quedó de lo más impresionada cuando vio el hilo negro que salía de su cabeza. Cada vez se sentía más pequeña e ignorante en un mundo de magia que ni siquiera pensaba posible y no conocía. Se limitó a sostener la mano del moreno y tratar de reconfortarlo mientras los médicos hacían sus procedimientos. Ya era mucho que le dejaran estar ahí, suponía que era quizás porque no estaba haciendo el escándalo que quería hacer. Después de cortar el hilo, todo pareció ir mejor, pues el moreno se quedó tranquilo y las máquinas dejaron de pitar como desquiciadas. No sabía nada de vudú ni de raíz de traidor, así que veía a Aldaron como si estuviera hablando en chino.

Al menos, terminó por dirigirse a ella para tratar de tranquilizarla. Escuchó sus palabras y negó rápidamente.- No, él es tan bueno y noble, todos le quieren, nadie le haría daño. Él no haría daño a nadie.- Susurró mirándole con amor, aunque la interminable lista comenzó a pasar por su cabeza, dándose cuenta de que de bueno y noble no había más que en su cabeza.- B-Bueno...- Sí, quedaba mal soltar la lista después de defenderle tan cariñosamente.- No sé si todos estén en la isla p-pero... Smaug el dragón, Tobías Gu... Tobías algo. Los Pendragon no terminaban de caerle bien pero ellos nunca le hicieron nada... Adele, ¡ella! no sé su apellido, pero ella ha estado molestándonos mucho y está en la isla, aprovecha para meterse con él cada que nos ve.- Descartó a Thalos por no tener magia y a algunos más que no tenían caso.

Al final todo salió bien y pudimos solucionar la crisis, di las gracias al pnj porque soy muy majo y lo dejé que se marchara pero ahora debíamos tener mucho cuidado con  el paciente. Pregunté a Juliet por los posibles enemigos de Reiv, en principio parecía todo una angelito pero me hizo levantar una ceja con la lista de nombres que vino después, me llevé un dedo al entrecejo para masajearlo y relajarlo porque con 200 años no me podía permitir arrugas "si es que no todos pueden ser majos como yo y llevarse bien" miré a la pelirroja unos instantes y después al chico -Vamos a revisar las cintas de seguridad y los ingresos, recepción, todo para ver si alguno de los que has mencionado ha estado aquí recientemente, pasaré el caso a la guardia y veremos que pasa, pero antes aparta un segundín que le haga un examen rápido a tu novio, me preocupan esas décimas de fiebre que tuvo antes de la locura esta-

Esperé a que la dragona se apartara y entonces retiré la sábana y subí la bata, otro buen mozo pero casado... en fin, palpé el abdomen del chico y revisé sus heridas, torcí el gesto cuando vi la coloración roja y el calor de las mismas, miré a Juliet sin una expresión demasiado seria -Vale bonita, a tu novio se le han juntado varias cosas, me lo voy a llevar para examinar mejor sus heridas y hacerle un drenaje si hiciera falta, es algo normal así que no te preocupes, pero cuando vuelva vas a tener que quedarte para asegurarnos que no se cuela nadie aquí ¿me haces ese favor?-

Me acerqué hasta las otras enfermeras para que se llevaran a Reiv a quirófano, ya le habíamos dado antibióticos como para darle una buena cagalera así que tocaba abrir y limpiar si se habían llenado las heridas de pus -Llamad a la guardia y pedidles que nos envíen a alguien para investigar un intento de asesinato, porque vamos, digo yo que darle veneno a alguien en cama no es para darle cariñitos, haced que revisen las cintas de seguridad y los registros de entrada, lo que haga falta, avisad también a su hermano, Johan Black- con todo preparado me llevé a Reiv y ya lo devolvería a cuidados intensitos.

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Éxito: solucionan el problema sin abrir
Fallo: nada, a rajarlo otra vez

El miembro 'Aldaron Failon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Asintió suavemente ante la necesidad de buscar a los culpables en cámaras de seguridad. Tenía la sensación de que ninguno de los tres que había mencionado habría entrado por medios convencionales. Smaug no gustaba mucho de convertirse en humano y Tobías... Bueno, no iba a dejar su registro en el mostrados. Adele tampoco. Solo quedaba esperar a que la investigación soltara algo. Se apartó despacito y mirándole como cachorro apaleado cuando la quitó para examinarle, sonrojándose un poco al verle haciéndole cosas.

Cuando comenzó con su "Bonita", sintió que la estaba preparando para decirle algo muuuuuy malo. Pero inició hablando de manera normal, con cosas que entendía y dejándola un poco más tranquila.- ¡Si! Me puedo quedar con él.- Asintió, suspirando profundamente con una sonrisa en los labios. Era todo lo que había entendido y todo lo que le importaba. Se despidió Reiv con unas pocas palabras y salió del cuidados intensivos para quedarse por los pasillos, para que así terminaran de limpiar todo lo que había quedado por el piso. Esperó afuera, por ahí sentada por un rato. Al menos hasta que volvió Reiv con las enfermeras. Aprovechó para, de manera muy torpe y poco social, tratar de hacerse amiga de las enfermeras del área, pero la verdad era que se le daba poco y mal. Al final solo se fue a sentar con Reiv, tomándole la mano con cuidado mientras pensaba en lo que le había dicho cuando despertó.

Me quedé callado un buen rato tras haber respondido a Khaled, desviando después la mirada hacia el fondo de la sala cuando hubo jaleo por alguien que parecía estar mal. La chica Hacksaw también había acudido a la emergencia, pero supuse que por el momento no podría venir a hablar con nosotros, al menos hasta resolver el problema. Esperaba que a Lyosha no le pasase nada de eso. Volví a fijarme en ella, suspirando con resignación porque tocaría esperar hasta que despertase. Tras varios minutos se acercó Chloe hasta nosotros, aunque se mantuvo a una distancia prudencial para darnos espacio. Le hice un gesto de que podía acercarse, para que supiese que la había visto.

- Confío que en que puedas hacer algo. Nos han explicado antes lo serio que puede ser el tema de los nanobots. - Khaled no querría separarse de allí tan fácilmente, aunque no sabía si se podía quedar. - Ya se ha hecho costumbre que ayudes a los Soul. - comenté con una leve sonrisa, moviendo un momento hacia arriba el hombro del brazo metálico. Después miré a Khaled, algo más serio. También lo ayudó a él, y nos dio cobijo en su casa. - Debería marcharme a cumplir con la misión que has dicho, Khaled. No sé si te dejarán quedarte, pero a esa chica del fondo la han dejado, así que... - deberían permitirle también a él. - Vendré a relevarte luego. - dicho esto me di media vuelta, comenzando a caminar con la muleta hasta la salida de esa zona. Después, al llegar al hall, me desaparecí del hospital para ir a a torre.

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off: Adra fuera. El post de respuesta a lo anterior está una página o dos atrás xD

Había escuchado las palabras de Adramelech pero no respondí, pues a mis oidos sonaban como el consuelo que cualquiera desearía oir. Se generó bastante caos cuando un paciente entró en estado grave, lo cual me hizo fruncir el ceño.

No me preocupaba demasiado el asunto de los ojos, mientras Maera caminase por estos reinos, podia ordenarle que se los regenerase, tal como hizo con mi brazo. El problema sería si no despertaba de ese letargo.

- Hazlo. - le hice un gesto a Adramelech para que se marchara. Era probable que en algun momento los medicos decidiesen que se habia acabado la visita y en ese instante estaba pensando en si llevarme a Lyosha de alli, a nuestra torra. Quizá cuando tuviese mas datos sobre su estabilidad o no. No me hacia ninguna gracia que estuviese alli rodeada de magos. Pero...ella se lo había buscado. Ella había ido en esa misión por voluntad propia.

"Y ya eres mayorcita, Lyo"

Miré a Chloe que se habia quedado ahi plantada como si no supiese si terminar de acercarse o no. Volví a mirar a Lyosha y puse mi mano sobre la suya. Pero no ocurrió nada. La absorción de energía vital no era algo que pudiese ocurrir de modo inconsciente.
- Cuando despertará? - pregunté finalmente a la joven, apartándome de la camilla de Lyosha.

Me mantuve apartada hasta que Adramelech se dio cuenta de que estaba allí y me hizo un gesto para que me acercase. Sonreí levemente por su comentario sobre que ya era habitual que ayudase a los Soul. - Podría decir lo mismo de vosotros. Los Soul también nos habéis ayudado bastante, sobre todo en la Ciudadela para poder escapar.  - Lo conseguimos gracias a ella, y a Khaled. - miré significativamente al nigromante con gesto de claro agradecimiento, pensando que ojalá pudiese devolverle el favor haciendo algo útil por Lyosha.

- Es complicado...nunca antes nos habíamos enfrentado a los nanobots. Intentaré hacer algo para que mejore más rápido, tienes mi palabra. - me despedí de Adramelech antes de que se marchase, quedando a solas con Khaled. Su presencia siempre resultaba algo intimidante, pero no en el mal sentido. No podía contestar con claridad a su pregunta. Suspiré, acercándome a la cama para poner una mano sobre el antebrazo de Lyosha.  - No estoy segura. Tiene suerte de seguir con vida...el tiempo que tarde depende de su cuerpo. - cerré los ojos para concentrarme en canalizar mi magia de sanación con la técnica de dejar un remanente de dicha energía en el cuerpo de la persona que quería sanar. El anillo comenzó a desprender su característica luz azulada mientras la magia fluía a través de mis manos en dirección al cuerpo de Lyosha. Me mantuve así durante más de cinco minutos, hasta que consideré que era suficiente y comencé a sentir fatiga. La luz se mantuvo sobre el cuerpo de Lyosha a pesar de que detuve la canalización, y ahí se quedaría durante las próximas horas.

- Espero que esto sirva...aunque no puedo garantizarte nada. Puedes quedarte, si quieres. A ella también le hemos dejado. - esta vez señalé hacia Juliet, al fondo de la zona de camas. Parecía que ya habían dejado al otro paciente estable. A continuación me despedí del Soul con una sonrisa, saliendo de allí para seguir con el trabajo.

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1- Se queda como está según el primer dado que se lanzó (9 semanas,  8 porque estamos pasando ya a la semana de la BODA)
2- Despierta ya, pero tiene que quedarse 2 semanas en el hospi
3- Despierta ya, pero tiene que quedarse en el hospital 3 semanas
4- Despierta ya , pero tiene que quedarse 1 mes
5- Despierta ya, pero tiene que quedarse en el hospital 2 meses
6- Despierta en 3 semanas
7- Despierta en 4 semanas
8- Despierta en 5 semanas
9- Despierta en 7 semanas
10- Se queda como está según el primer dado que se lanzó (9 semanas,  8 porque estamos pasando ya a la semana de la BODA)

off: Como ha salido el 3 podéis hacer que despierta, pero haced que suceda días después para coincidir con el día de la boda

El miembro 'Chloe Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado opciones' : 3

Por supuesto que Lyosha no tenía idea de tiempos, de días, ni de semanas. Sumida en una oscuridad perenne su alma iba y venía de un lado a otro. Algo la despedazaba por dentro, queriendo arrastrarla una y otra vez al verdadero plano al que pertenecía. Podía sentir sus garras incrustándose en su alma, torturandola no sólo astralmente sino en su mente. Los recuerdos felices se emborronaban para recordar los pecados por los que había pagado en el infierno, dándole un aspecto retorcido a lo que fuese su vida anterior y su vida actual. Si es que se podía llamar de esa manera. Sin embargo, algo cambió. Algo que sacó las garras de aquel infernal ser de su alma. Una luz. Lyosha se agarró a esa luz a sabiendas de que era su única esperanza de vida. Y esperó. Esperó por lo que creyó fue una eternidad.

Entonces, su cuerpo despertó.

Lo primero que sintió fue la vulnerabilidad. Ignoraba porqué no veía nada o porqué no podía abrir los ojos, pero las delicadas tela de la bata y la sábana habían hecho que se sintiera desnuda. ¿Dónde estaba su armadura, su arak, su calavera? La sola idea de haberlos perdido hizo que su corazón se acelerara y sus manos se movieron lentamente, ya que le dolía hasta respirar, buscando los puntos de metal de aquel lugar. Todo vibraba, aún no tenía la suficiente fuerza para levantarlos, pero no reconocía a ninguno de los antes mencionados.

Miedo. Un sentimiento al que no estaba acostumbrada se generó en su ser. ¿Y si lo había perdido todo? ¿Y si había caído en manos de SAM? Lo último que recordaba era el dolor y cómo había intentado salvarse a sí misma. ¿Estaba en ouroboros? ¿O había sido raptada? Subió una de sus manos para tocarse el torso soltando un siseo de dolor antes de ir subiendo hacia su nuca buscando saber si tenía algún punto de metal allí. Al no encontrarlo, suspiró con algo que parecía más un gemido de dolor que se permitió tener, creyéndose sola. Podría haber llorado, de verdad que podría, pero necesitaba saber porqué no veía. Se llevó una mano a las vendas tratando de hallar un sitio para romperlas con gestos cada vez más desesperados.

Los días parason sin demasiadas complicaciones. Al final, se había ganado a una de las enfermeras que, cómo no, era muy extrovertida y le había cogido cariño después de verla algunos días en terapia intensiva. Después de la petición del elfo, no había tenido necesidad de ser voluntaria para estar con Reiv, pues le había bastado aquella orden para estar junto a su cama, atendiéndole diariamente.

Para su sorpresa. Su GRAN sorpresa. Una invitación llegó sin anunciarse. Una boda de la que no tenía idea y que tampoco sabía que la pareja existía. Recordó haber ayudado a Sayid en el videoclub y que, cuando se fue tras Reiv, fue Arleen quien le hizo el relevo. Al parecer, según las enfermeras, y todo el personal del hospital, la fiesta era grande, pero muy exclusiva, lo que no explicaba en absoluto cómo ella había obtenido una invitación. Algunas le ofrecieron cuidar a Reiv por ella, pero les declinó amablemente.

Cuando el día llegó, la gente iba corriendo de un lado al otro, revisando pacientes a detalle y con rapidez para que, en el cambio de guardia, pudieran irse a la boda sin contratiempos. Juliet, quien ya se había hecho de una silla cómoda en el área de cuidados intensivos, había decidido no acudir desde que recibió la invitación. Su mano yacía sobre la cama, tomada de la del moreno, esperando. Aquella vez se sentía menos miserable que la última vez. Tenía plena confianza en que se despertaría. Pero a veces las fuerzas le fallaban y se aguantaba hasta media noche para buscar un momento de paz, desahogando su espíritu deshecho como podía. En algún momento de la mañana, en un instante, se sentó derecha en la silla como si un rayo la hubiera recorrido, mirando fijamente el suelo mientras en el pecho sentía una necesidad infranqueable. Se aferró a la mano de Reiv, tratando de que aquel sentimiento pasara, pero fue bastante inútil. Trató de ignorarlo por un rato, algunos minutos, pero al final, tuvo que ceder. Soltó la mano del moreno, pidió a una enfermera que le cuidara por un momento mientras volvía y salió de aquel lugar con toda la rapidez con la que sus piernas, y luego sus alas, le permitieron.

Observé a la joven con curiosidad, una curiosidad que no traslucía a mi expresión, mientras analizaba su aura. Me resultaba curioso como todavía, ningun acto de crueldad o maldad, había hecho presa de aquel aura. Me preguntaba si era cuestión de tiempo y cuanto tardaría.

Cuando finalizó, le hice un gesto de asentimiento con la cabeza. Bien, así sería mas facil. La observé marchar y luego miré a mi alrededor...no había manera en que fuese a dejarla alli a solas.


De esa manera, algunos días fueron pasando. Yo pasaba mucho tiempo alli, asegurándome de que el descanso de Lyosha fuera el adecuado, aunque las pesadillas la atormentasen por dentro, su mundo externo debía permanecer en calma.

Me hallaba inmerso en un diálogo con Belialt cuando noté como mi hermana comenzaba a dar, por fin, muestras de vida. Observé su mano moverse hacia su pecho, que se movía de modo irregular a causa de la agitación. Estando ciega, sin saber su situación, y con el cuerpo aterido de dolor. El caso era que conocía bastante bien esa sensación.

Cuando llevó las manos a sus vendas para tratar de retirarlas, moví las mias y se las sujeté, bajándoselas despacio.

"por fin despiertas"

- Ya era hora, Lyo. Estaba empezando a aburrirme.... - miré a mi alrededor, enviando a la mente de Lyosha una nítida visión del exterior. Lo que vería, si ella pudiese. Fue una visión muy realista, sin efectos especiales esta vez, pues mi unica intencion era mostrarle el mundo a su alrededor que no podía ver. - Permíteme que sea tus ojos por ahora. Los tuyos quedaron dañados durante vuestra batalla.

Sentir que le ponían las manos encima la puso en alerta, tan en alerta, que las cosas metálicas a su alrededor vibraron con más fuerza pero no logró hacer lo que quería: Que alguna barra de metal atravesara esos brazos y se lo quitaran de encima. Su debilidad era palpable y cuando escuchó la voz de Khaled dejó de resistirse. La imagen en su mente fue nítida y aquello la tranquilizó, más aún el hecho de que su hermano estuviera allí. Eso implicaba que no había sido raptada. Inspiró algunas veces, sintiendo ráfagas de dolor.

Su silencio se mantuvo al escuchar el resultado del ataque de SAM. Tragó en seco y removió las manos para que Khaled la soltara. No quería su contacto, ni el de él ni el de nadie. En la oscuridad física que tenía no podía siquiera empezar a comprender cómo sería su vida de ahora en adelante. Tendría que acostumbrarse a la falta de visión para poder volver a pelear y eso necesitaba mucho entrenamiento. Demasiado. No estaría lista para la gran misión. Sería una... ¿Espectadora? Se tendría que quedar en la Torre mientras los demás hacían algo.

-Fue un ataque a traición- Indicó negando con la cabeza pero sintiendo que volvía a dolerle todo -¿Todos volvieron vivos?- Preguntó de forma hosca.

Si por ella fuera me habría atravesado con cualquier metal que hubiese logrado mover. No me extrañaba. Al menos dejó su inutil pelea cuando supo que era yo y que este no era territorio hostil. Se removió y la solté, aquellos aspavientos tampoco me eran desconocidos. Tardó demasiado en responderme y debido a su ceguera, pude imaginarme lo que estaba pensando. Si algo odiaba Lyosha Svensson, era sentirse débil y desvalida.

- Tranquila. Recuperarás la vista.

"En cuanto traiga aquí a Maera o saque a Lyosha de aquí"

-Hm... - emití un quedo sonido por lo bajo cuando preguntó si todos volvieron vivos. No lo sabía y no me importaba, a salvedad de Adramelech. -Adramelech sí. No sé quienes más fuisteis en esa misión. Pero tengo constancia de otros Soul que partieron contigo y que no han retornado. - respondí de modo pausado ante su hostilidad. - Ha sido una batalla dura, por lo que he podido ver en la UCI. Supongo que no tengo que preocuparme de que acabases así porque tuvieras pocas ganas de pelear....

Había pasado una semana y algo y a parte de descansar y venir a ver a Erika, además de buscar un casuto en condiciones, no había hecho mucho más. No me había podido encontrar con Johan y supuse que era porque tenía que poner en orden unos cuantos asuntos personales. Que marrón.

La cosa era que parecía que iba a salir adelante. No había tenido mucho tiempo de volver a pensar en lo de un mes antes hasta que al llegar a la planta para ir a ver a Erika de nuevo y ver si le habian dado ya el alta para poder irnos y vi a Khaled alli, cerca de una de las camas, la que debía de ser Lyosha.

"no es momento para tratar temas de espiritismo"

Me dije a mi mismo, de malas. Al llegar al lado de Erika le pellizqué una mejilla a ver cómo reaccionaba.
- Eh, tienes mejor aspecto.