Recuerdo del primer mensaje :
Los casos más críticos reciben una supervisión más profunda
Aparecí directamente en la zona de cuidados intensivos cargando con una sangrante Mérida al hombro, junto a mi compañera Cleo que llevaba a Emily. Enseguida acudieron los médicos para dar prioridad a las más heridas, poniéndolas sobre dos camillas para llevárselas a examinarlas y atenderlas de urgencia. - La pelirroja...va a necesitar al nigromante. Está poseída. - Avisé para que supiesen que debían tener cuidado. Me quedé allí plantado con la mirada perdida en la puerta por las que las habían metido, intentando digerir todo lo que había sucedido a última hora. Habíamos logrado sacar a Gen, era lo único bueno de tanto despropósito. Normalmente terminábamos la mayoría de las misiones celebrando y borrachos como rusos, pero esta vez era diferente. Sólo tenía ganas de irme a descansar y de saber que todos iban a salir de esto. Pedí a Cleo que me llevase a donde tuviesen a Lykaios y a Gen, dejándome guiar por ella hasta que estuvimos donde los estaban atendiendo.
Al llegar me encontré a ambos rodeados de gente, como Lyran, Josephine, y una médica que no conocía. - ¿Cómo están? ¿Se pondrán bien? - me acerqué con preocupación, abriéndome hueco entre los demás e intentando no pisar el charco de sangre que había dejado el jefe en el suelo. Parecía que había despertado, aunque tenía muy mal aspecto. - He traído a todos, tranquilo. Emily y Mérida ya están aquí. - omití eso de que casi se matan entre ellas, y lo del endemoniamiento. Tampoco quise recordarle que habíamos perdido de vista a Delsin por el camino. No quería ni pensarlo.
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PS Ben: 106
PS: Mérida: -101
PS Emily: 130
Al llegar me encontré a ambos rodeados de gente, como Lyran, Josephine, y una médica que no conocía. - ¿Cómo están? ¿Se pondrán bien? - me acerqué con preocupación, abriéndome hueco entre los demás e intentando no pisar el charco de sangre que había dejado el jefe en el suelo. Parecía que había despertado, aunque tenía muy mal aspecto. - He traído a todos, tranquilo. Emily y Mérida ya están aquí. - omití eso de que casi se matan entre ellas, y lo del endemoniamiento. Tampoco quise recordarle que habíamos perdido de vista a Delsin por el camino. No quería ni pensarlo.
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PS Ben: 106
PS: Mérida: -101
PS Emily: 130
**** En Stonehenge ****
Adael y yo llegamos a donde están Ben, Mérida y Emily, siendo el primero el que confirma mis sospechas, tal y como había indicado Johan con los que ya habían subido previamente. ¿Acaso había plaga de endemoniados? ¿Se había dedicado el personal a dar un paseo por el infierno sin protección?. No me atrevía a preguntar qué habrá pasado o qué habrán visto para que hasta tantas personas en esta situación. El comentario de la pelirroja me rompe el corazoncito, y, aunque me entran ganas de mandarla a la mierda, me reprimo y me muerdo la lengua. Demonios que solo quieren crear discordia. Adael, que cura a Ben, es el único que no ataca a Mérida, pero entre los tres, conseguimos derrotarla, que cae redonda. Pero Emily tampoco está bien, no sé si será posesión o drama o trauma o algo que no logro discernir, pero no está bien. Cuando conseguimos reagrupar al grupo de brigadistas, Ben nos desaparece, dejando allí a los Descendientes.
**** Hospital ****
Aparecemos en el hospital y enseguida unos celadores nos vienen con camillas y material para tumbar a nuestros compañeros y empezar a aplicar curas. Aparto a Ben del lado de Mérida una vez que está tumbada en la cama y empizo a aplicarle las curas pertinentes para frenar los sangrados que le ha abierto Emily con su magia, hasta que casi parece un cromo con tanta gasa, esparadrapos y tiritas. No estoy segura de qué me ha dicho Ben, pues estaba concentrada en otra cosa, de modo que le mando al fondo del pasillo -Traed esencia de díctamo para las quemaduras. Y rebastacedoreas. Muchas. Y llamad a Matvey también, dedidle que se le acumula el trabajo por aquí-
Mientras las enfermeras empiezan a inyectar reabastecedoras a la pelirroja, llegan médicos para valorar y las camillas se mueven de un lado para otro, cambio de guantes y paso a ver a Emily, cogiendo el díctamo de camino. -Escuece, pero con esto las quemaduras sanarán rápido- Le digo con suavidad, avisando a mi compañera. Aún no había mediado palabra con ella, y tocaba averiguar cómo de mal podría encontrarse. -¿Qué ha pasado? ¿Cómo estás?- Le pregunto con delicadeza mientras se aplica el díctamo, que humea en verde.
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15 (Dados) + 10 (habilidad) = 25 PS para Mérida y cede el sangrado brutal.
Adael y yo llegamos a donde están Ben, Mérida y Emily, siendo el primero el que confirma mis sospechas, tal y como había indicado Johan con los que ya habían subido previamente. ¿Acaso había plaga de endemoniados? ¿Se había dedicado el personal a dar un paseo por el infierno sin protección?. No me atrevía a preguntar qué habrá pasado o qué habrán visto para que hasta tantas personas en esta situación. El comentario de la pelirroja me rompe el corazoncito, y, aunque me entran ganas de mandarla a la mierda, me reprimo y me muerdo la lengua. Demonios que solo quieren crear discordia. Adael, que cura a Ben, es el único que no ataca a Mérida, pero entre los tres, conseguimos derrotarla, que cae redonda. Pero Emily tampoco está bien, no sé si será posesión o drama o trauma o algo que no logro discernir, pero no está bien. Cuando conseguimos reagrupar al grupo de brigadistas, Ben nos desaparece, dejando allí a los Descendientes.
**** Hospital ****
Aparecemos en el hospital y enseguida unos celadores nos vienen con camillas y material para tumbar a nuestros compañeros y empezar a aplicar curas. Aparto a Ben del lado de Mérida una vez que está tumbada en la cama y empizo a aplicarle las curas pertinentes para frenar los sangrados que le ha abierto Emily con su magia, hasta que casi parece un cromo con tanta gasa, esparadrapos y tiritas. No estoy segura de qué me ha dicho Ben, pues estaba concentrada en otra cosa, de modo que le mando al fondo del pasillo -Traed esencia de díctamo para las quemaduras. Y rebastacedoreas. Muchas. Y llamad a Matvey también, dedidle que se le acumula el trabajo por aquí-
Mientras las enfermeras empiezan a inyectar reabastecedoras a la pelirroja, llegan médicos para valorar y las camillas se mueven de un lado para otro, cambio de guantes y paso a ver a Emily, cogiendo el díctamo de camino. -Escuece, pero con esto las quemaduras sanarán rápido- Le digo con suavidad, avisando a mi compañera. Aún no había mediado palabra con ella, y tocaba averiguar cómo de mal podría encontrarse. -¿Qué ha pasado? ¿Cómo estás?- Le pregunto con delicadeza mientras se aplica el díctamo, que humea en verde.
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15 (Dados) + 10 (habilidad) = 25 PS para Mérida y cede el sangrado brutal.
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El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
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Arleen no hizo más que sonreirle con profunda alegría a Lykaios cuando Ben llegó dando aquella noticia -A descansar- Ordenó por última vez sabiendo que debía acudir a ayudar pero antes de ir, alzó la mirada hacia el pelirrojo -¿Alguien podría decirme dónde está el Descendiente Lucio?- Preguntó con voz baja, y en su tono se notaba bastante preocupada. Tras ello miró a Lykaios y luego a Jo, era ella la que se estaba encargando así que dejó que le respondiera y se retiró con la cabeza algo baja para ir a atender a los demás.
Se encontró con Cleopatra y otras personas que estaban atendiendo a la pelirroja. Al escuchar lo de Matvey tragó en seco. Después observó a la alada, que era a quien atendía Cleopatra. Arleen volvió hacia la pelirroja apartandole el cabello del rostro y notando la oscuridad que parecía absorber su tez pálida. La imagen no estaba siendo muy favorecedora, ni tampoco el pulso. Ya Matvey se había llevado al Sr. Le Fay. La mujer cerró los ojos y se dedicó a emitir su aura sanadora hacia la pelirroja pensando en la necesidad de aislarla como lo había hecho Matvey. Recordó las piedras pero no tenía ninguna. Necesitaban ayuda, por si despertaba.
-Debemos moverla de esta zona. Si está poseída podría armar un caos con el resto de los heridos- Sintió tristeza al verla de esa forma. Era la segunda vez. Sintió que la vida era profundamente irónica porque justo había mentado aquella melena poco antes -Cleopatra...- Llamó acercándose y viendo a la alada con un gesto muy extraño en el rostro -Necesito hablar contigo un momento- Indicó y la tomó suavemente del brazo para apartarla. Acortó la distancia y habló en voz baja -La última vez que Mérida estuvo aquí estuvo varios meses en coma después de, precisamente, una posesión. No quiero informarselo al líder de la Brigada, pero temo que su cuerpo no aguante otro exorcismo- Se estrujó las manos con nerviosismo -El Descendiente Rasputin acaba de partir llevándose al Sr. Le Fay para otro exorcismo. No son fáciles... Tenemos que estabilizarla pero también aislarla. No podemos poner en riesgo al resto de heridos- Tensó los labios y frunció suavemente el ceño -Debemos llevarla a quirófano y el Descendiente Lucio no está. ¿Vienes conmigo?- Inquirió.
Sanación: 10 + 5 + 10: 25
PS Mérida: -101 + 50 (Cleo + Mérida): -51 PS
Se encontró con Cleopatra y otras personas que estaban atendiendo a la pelirroja. Al escuchar lo de Matvey tragó en seco. Después observó a la alada, que era a quien atendía Cleopatra. Arleen volvió hacia la pelirroja apartandole el cabello del rostro y notando la oscuridad que parecía absorber su tez pálida. La imagen no estaba siendo muy favorecedora, ni tampoco el pulso. Ya Matvey se había llevado al Sr. Le Fay. La mujer cerró los ojos y se dedicó a emitir su aura sanadora hacia la pelirroja pensando en la necesidad de aislarla como lo había hecho Matvey. Recordó las piedras pero no tenía ninguna. Necesitaban ayuda, por si despertaba.
-Debemos moverla de esta zona. Si está poseída podría armar un caos con el resto de los heridos- Sintió tristeza al verla de esa forma. Era la segunda vez. Sintió que la vida era profundamente irónica porque justo había mentado aquella melena poco antes -Cleopatra...- Llamó acercándose y viendo a la alada con un gesto muy extraño en el rostro -Necesito hablar contigo un momento- Indicó y la tomó suavemente del brazo para apartarla. Acortó la distancia y habló en voz baja -La última vez que Mérida estuvo aquí estuvo varios meses en coma después de, precisamente, una posesión. No quiero informarselo al líder de la Brigada, pero temo que su cuerpo no aguante otro exorcismo- Se estrujó las manos con nerviosismo -El Descendiente Rasputin acaba de partir llevándose al Sr. Le Fay para otro exorcismo. No son fáciles... Tenemos que estabilizarla pero también aislarla. No podemos poner en riesgo al resto de heridos- Tensó los labios y frunció suavemente el ceño -Debemos llevarla a quirófano y el Descendiente Lucio no está. ¿Vienes conmigo?- Inquirió.
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PS Mérida: -101 + 50 (Cleo + Mérida): -51 PS
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El miembro 'Arleen Royden' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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El silencio de Emliy me destroza por dentro. No puedo siquiera imaginarme qué es lo que habrán visto o hecho para estar toda la brigada en esta situación. El silencio entre ambas es tan tangible que podría cortarse cual rebanada. Curo las heridas y quemaduras con las distintas pociones que me van suministrando, en silencio respetuoso. No iba a ser yo la que forzara a mi compañera de brigada… si es que realmente era ella y no estaba también poseída por alguien o algo. Lo bueno es que me permite poder escuchar otras conversaciones que se medio emborronan con otras. Tras aplicar las curas, ayudo a recostarse a mi compañera. Una de las enfermeras le pone un calmante para el dolor que la termina por dejar sedada, tranquila y dormida.
Suspiro, y me aparto de allí, para empezar a encargarme de Mérida de nuevo. Me mirada se cruza con la de Arleen, que me ha tomado el relevo sin que me diera cuenta. –Está poseída- Confirmo a la compañera del hospital. –Y no sé qué magia le habrán aplicado que le haya causado tanta herida. Le he puesto reabastecedora y le he curado los sangrados- Informo de lo que he hecho a mi compañera de la Brigada. La estudio con la mirada con infinita tristeza, recordando el día en el que lo estábamos pasando en grande en la boda bailando como locas. Sé que está en buenas manos, pero también sé que se va a curar pronto, pero no puedo evitar pensar en lo peor. Agarro la barandilla de la camilla donde está la pelirroja y sigo la camilla por el hospital, a las órdenes de Arleen. Alzo la mirada cuando me llaman, secándome los vidriosos ojos. Nos apartamos del tumulto mientras la camilla sigue su curso, sin perderla de vista.
Y por supuesto las noticias no son nada halagüeñas. ¿Por qué tendría que salir algo bien? No puede curarse y ya está. Joder, ni que la Brigada estuviera maldita, una mano negra o algo. Roza la desesperación –Lo sé, pero estoy segura que…- no puedo continuar la frase porque iba a continuar con que Rasputín podría hacer algo por ella. Está grave y hay que actuar ya. –Claro-
Mala idea, una muy mala idea. Necesitaba despejar la cabeza, claro, pero METER LAS MANOS EN LAS VÍSCERAS DE LA PERSONA POR LA QUE ESTÁS PREOCUPADA NO AYUDA. Pero me salió de dentro, casi como un instinto maternal. –Arleen, ¿no hay más nigromantes que nos puedan ayudar con esto, verdad?- “Al menos que esté vivo….”
Y sin que me diera cuenta ya estábamos preparándonos para operar.
Y entonces, caí en la cuenta.
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0 Dados+ 10 habilidad = 10 PS para Emily
Suspiro, y me aparto de allí, para empezar a encargarme de Mérida de nuevo. Me mirada se cruza con la de Arleen, que me ha tomado el relevo sin que me diera cuenta. –Está poseída- Confirmo a la compañera del hospital. –Y no sé qué magia le habrán aplicado que le haya causado tanta herida. Le he puesto reabastecedora y le he curado los sangrados- Informo de lo que he hecho a mi compañera de la Brigada. La estudio con la mirada con infinita tristeza, recordando el día en el que lo estábamos pasando en grande en la boda bailando como locas. Sé que está en buenas manos, pero también sé que se va a curar pronto, pero no puedo evitar pensar en lo peor. Agarro la barandilla de la camilla donde está la pelirroja y sigo la camilla por el hospital, a las órdenes de Arleen. Alzo la mirada cuando me llaman, secándome los vidriosos ojos. Nos apartamos del tumulto mientras la camilla sigue su curso, sin perderla de vista.
Y por supuesto las noticias no son nada halagüeñas. ¿Por qué tendría que salir algo bien? No puede curarse y ya está. Joder, ni que la Brigada estuviera maldita, una mano negra o algo. Roza la desesperación –Lo sé, pero estoy segura que…- no puedo continuar la frase porque iba a continuar con que Rasputín podría hacer algo por ella. Está grave y hay que actuar ya. –Claro-
Mala idea, una muy mala idea. Necesitaba despejar la cabeza, claro, pero METER LAS MANOS EN LAS VÍSCERAS DE LA PERSONA POR LA QUE ESTÁS PREOCUPADA NO AYUDA. Pero me salió de dentro, casi como un instinto maternal. –Arleen, ¿no hay más nigromantes que nos puedan ayudar con esto, verdad?- “Al menos que esté vivo….”
Y sin que me diera cuenta ya estábamos preparándonos para operar.
Y entonces, caí en la cuenta.
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El miembro 'Cleopatra' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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En mi inconsciencia soñé, soñé con voces y sombras que me susurraban y perseguían. Oí gritos y desesperación. Seguramente mi cuerpo reaccionó estremeciéndose por aquello pero al despertar....al despertar simplemente tenía una sensación de angustia espantosa. Como si algo aterrador me rodease.
Esa sensación se convirtió en una realidad cuando todo era oscuridad.
"¿que?"
Intenté moverme en el espacio que tenía a mi disposición y mis manos no tardaron en encontrar paredes. Apenas había espacio en ese lugar. Palpé la pared con insistencia, me rodeaba por completo.
"¿Estoy encerrada?¿Otra vez?"
La angustia era real. Golpeé la pared con insistencia, el sonido era metálico.
-¿PERO ESTO QUE ES?!!!
Seguí golpeando e incluso comencé a dar patadas a la pared a la par que soltaba improperios.
Esa sensación se convirtió en una realidad cuando todo era oscuridad.
"¿que?"
Intenté moverme en el espacio que tenía a mi disposición y mis manos no tardaron en encontrar paredes. Apenas había espacio en ese lugar. Palpé la pared con insistencia, me rodeaba por completo.
"¿Estoy encerrada?¿Otra vez?"
La angustia era real. Golpeé la pared con insistencia, el sonido era metálico.
-¿PERO ESTO QUE ES?!!!
Seguí golpeando e incluso comencé a dar patadas a la pared a la par que soltaba improperios.
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El miembro 'Genievre Rousseau' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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'Dado opciones' : 4
Desvié la mirada hacia la medimaga morena que se me acercó (Arleen) con informacion sobre Anteia. La miré con el ceño fruncido algo preocupado por eso de que habia tenido que drogarla....esperaba que no hubiese vuelto a entrar en crisis.
- Ah, gracias.... iré a verla en nada. Pero ella está bien, no?
Vi llegar a Ben con los demás, y aquello me hizo lanzar un suspiro de alivio
- lo habeis conseguido. Se pondrá bien...Jo se está encargando de él. - aunque seguia paliducho, lo que mas me preocupaba era que su cabeza no parecía estar donde debía de estar. Arrugué el ceño y me tragué mi preocupacion.
- ya está con vosotros.... - sabía que su brigada eran tan familia como yo. - estará bien. Si me necesitais....un mensaje, ya lo sabes. - le di a Ben un apretón en el hombro.
Despues me fui con los enfermeros a donar sangre, que falta les hacia dadas las circunstancias. Fui a ver a Anteia, que seguía dormida por efecto del sedante. Despues de pasar alli unas horas y recuperarme yo mismo un poco más, me llevé a mi mujer del hospital, a terminar de reponernos en casa, donde podria encontrar mas tranquilidad.
- Ah, gracias.... iré a verla en nada. Pero ella está bien, no?
Vi llegar a Ben con los demás, y aquello me hizo lanzar un suspiro de alivio
- lo habeis conseguido. Se pondrá bien...Jo se está encargando de él. - aunque seguia paliducho, lo que mas me preocupaba era que su cabeza no parecía estar donde debía de estar. Arrugué el ceño y me tragué mi preocupacion.
- ya está con vosotros.... - sabía que su brigada eran tan familia como yo. - estará bien. Si me necesitais....un mensaje, ya lo sabes. - le di a Ben un apretón en el hombro.
Despues me fui con los enfermeros a donar sangre, que falta les hacia dadas las circunstancias. Fui a ver a Anteia, que seguía dormida por efecto del sedante. Despues de pasar alli unas horas y recuperarme yo mismo un poco más, me llevé a mi mujer del hospital, a terminar de reponernos en casa, donde podria encontrar mas tranquilidad.
Una alarma empieza a sonar en cada zona del Hospital Mágico anunciando un problema. El protocolo de los sanadores es evacuar, en lo posible, a la mayoría de los enfermos estables. Los que no son protegidos con ellos a través de barreras defensivas.
Pronto la Guardia de Ouroboros empieza a invadir el hospital, yendo hacia la zona de quriófanos.
Aparte de ello uno de los sanadores que se había quedado cuidando a Gen tras la orden de Arleen es comunicado de la solicitud del Descendiente Gio por otro sanador. Logra escucharla pese a todo -Tranquila, estás en Ouroboros. Vamos de camino a sanarte- Informó tan alto como pudo pensando que capaz no le llegaba el sonido. Tras ello sacan a Gen siguiendo las directrices del Descendiente.
Al ver que Lykaios reaccionaba me quedé algo más tranquila. Fui a contestarle pero la otra medimaga Arleen se me adelantó asegurándose de que el peliazul no se levantase de la cama.
-Eso es. Tu Brigada está aquí.
Le aseguré aunque a lo lejos si que pude distinguir el mal estado de una de ellos. Por suerte Arleen ya se había puesto en marcha para ayudar a la muchacha.
Decidí entonces quitarme el anillo que le había robado para volver a ponérselo. Ben apareció justamente para confirmarle que había traído a los suyos.
-¿Ves?ahora...a descansar como te ha mandado la sanadora.Ahora vengo.
Salí de la zona donde se encontraba Lykaios para aproximarme a algún armariete. Lyran estaba allí. Sonreí asintiendo a lo de la necesidad de sangre.
-Aunque creo que será mejor que vayas a descansar Lyran. Hay gente de sobra para ayudar y tu debes estar cansado.
Apreté suavemente su brazo en una especie de gesto reconfortante a la par que me aseguraba de que realmente con descansar valía para él. Recogí una matalobos del armario y volví junto a Lykaios. Como no estaba segura de su capacidad para atender a razones en aquel momento simplemente pasé el líquido a una jeringuilla y comencé a inyectárselo.
-No sé cuando es luna llena pero no necesitamos que te transformes aquí.
Solté con suavidad aunque seria mirando después alrededor.
-Voy a ver si queda algo de esencia escrúpulos de nahlrout por algún lado, calmará tu mente.
Murmuré justo antes de que alguien empezase a golpear el chisme metálico que habían traído. Arqueé una ceja.
"Hay alguien ahí?"
Miré el trasto sin saber muy bien que hacer, por suerte unos guardias entraron a la zona para llevarse el chisme y justo cuando iba a preguntar sonó aquella alarma. Fruncí mi ceño y pasé la mano por mi rostro.
"¿Algo más?"
Suspiré y miré a Ben.
-Benjamin... esa alarma significa que tenéis que salir de aquí. Puedes llevarte a Lykaios , que descanse. Nosotros nos ocupamos del resto.
La alada que venía con ellos estaba siendo atendida o eso pude observar desde mi posición. Suspiré mientras la gente corría de un lado para otro.
"Creo que voy a necesitar un vino después de esto"
Comencé a andar para dirigirme a aquellos que no estaban lo suficientemente estables como para salir del hospital. El protocolo decía que debíamos protegerles. Casi me arrollaron por el pasillo y chasqué la lengua.
"O tal vez dos"
-Eso es. Tu Brigada está aquí.
Le aseguré aunque a lo lejos si que pude distinguir el mal estado de una de ellos. Por suerte Arleen ya se había puesto en marcha para ayudar a la muchacha.
Decidí entonces quitarme el anillo que le había robado para volver a ponérselo. Ben apareció justamente para confirmarle que había traído a los suyos.
-¿Ves?ahora...a descansar como te ha mandado la sanadora.Ahora vengo.
Salí de la zona donde se encontraba Lykaios para aproximarme a algún armariete. Lyran estaba allí. Sonreí asintiendo a lo de la necesidad de sangre.
-Aunque creo que será mejor que vayas a descansar Lyran. Hay gente de sobra para ayudar y tu debes estar cansado.
Apreté suavemente su brazo en una especie de gesto reconfortante a la par que me aseguraba de que realmente con descansar valía para él. Recogí una matalobos del armario y volví junto a Lykaios. Como no estaba segura de su capacidad para atender a razones en aquel momento simplemente pasé el líquido a una jeringuilla y comencé a inyectárselo.
-No sé cuando es luna llena pero no necesitamos que te transformes aquí.
Solté con suavidad aunque seria mirando después alrededor.
-Voy a ver si queda algo de esencia escrúpulos de nahlrout por algún lado, calmará tu mente.
Murmuré justo antes de que alguien empezase a golpear el chisme metálico que habían traído. Arqueé una ceja.
"Hay alguien ahí?"
Miré el trasto sin saber muy bien que hacer, por suerte unos guardias entraron a la zona para llevarse el chisme y justo cuando iba a preguntar sonó aquella alarma. Fruncí mi ceño y pasé la mano por mi rostro.
"¿Algo más?"
Suspiré y miré a Ben.
-Benjamin... esa alarma significa que tenéis que salir de aquí. Puedes llevarte a Lykaios , que descanse. Nosotros nos ocupamos del resto.
La alada que venía con ellos estaba siendo atendida o eso pude observar desde mi posición. Suspiré mientras la gente corría de un lado para otro.
"Creo que voy a necesitar un vino después de esto"
Comencé a andar para dirigirme a aquellos que no estaban lo suficientemente estables como para salir del hospital. El protocolo decía que debíamos protegerles. Casi me arrollaron por el pasillo y chasqué la lengua.
"O tal vez dos"
Enfoqué a Lyran y luego a Arleen, su cara me sonaba de algo. Me la quedé mirando fijamente cuando me habló, y luego me tumbó de vuelta en la camilla. Me costaba entender un poco lo que me decían porque mi cabeza volvía a estar a mil por hora, asi que gruñí. Escuché a Ben y lo miré, tenía los ojos de color rojo encendido y unas ojeras dignas de un yonki. Pero estaba aqui y las habia traido...
- Gracias...pero...falta gente..... - susurré, limpiandome la sangre de la boca. Despues agarré a Ben por el brazo. Los había visto morir...a todos.... - Ben...tienes que llevartelos de aquí... - la verdad, no sabia muy bien lo que decía. Debia de tener fiebre o algo. Alucinaciones. O no.
"Gen?"
Me parecia oir gritar a Gen. Traté de levantarme de nuevo, y grité su nombre una y otra vez, un poco como un perturbado mental todavía. Era como si no sintiese que ya estabamos a salvo. Ademas de eso, de pronto empezaron a sonar las alarmas. Ben se encargó de evitar que me bajase de la camilla y sujetarme un poco en lo que Jo me metía la matalobos. Volví a gruñir, cabreado. Estaba pasando algo nuevamente.
- Ya basta! - quería salir de alli a toda costa. Y llevarme al a Brigada conmigo.
- Gracias...pero...falta gente..... - susurré, limpiandome la sangre de la boca. Despues agarré a Ben por el brazo. Los había visto morir...a todos.... - Ben...tienes que llevartelos de aquí... - la verdad, no sabia muy bien lo que decía. Debia de tener fiebre o algo. Alucinaciones. O no.
"Gen?"
Me parecia oir gritar a Gen. Traté de levantarme de nuevo, y grité su nombre una y otra vez, un poco como un perturbado mental todavía. Era como si no sintiese que ya estabamos a salvo. Ademas de eso, de pronto empezaron a sonar las alarmas. Ben se encargó de evitar que me bajase de la camilla y sujetarme un poco en lo que Jo me metía la matalobos. Volví a gruñir, cabreado. Estaba pasando algo nuevamente.
- Ya basta! - quería salir de alli a toda costa. Y llevarme al a Brigada conmigo.
Lyran me tranquilizó respecto al estado de Lykaios, diciendo que se recuperaría. Sabía que el jefe era fuerte y que había salido de muchas, pero la verdad es que no lo había visto así antes. Asentí a lo de avisarle con cualquier cosa, dándole las gracias antes de que se fuese. De Emily, Mérida e Imram no sabía nada todavía, y menos de Gen, que seguía metida en aquella cosa de Giordano. Todo era un desastre. - Lo sé, sé que falta gente. Le...le encontraremos. - no lo dije muy convencido, ni siquiera sabíamos si Delsin habría sobrevivido a aquello. - Pero primero tienes que recuperarte, te necesitamos fuerte. - apreté su hombro cuando él me cogió por el brazo, mirándole extrañado. - Aquí están bien, es un hospital. Están atendiendo a todos. Les van a curar, ya verás. - hice un gesto a Jo cuando regresó con la poción matalobos, como queriendo decirle que Lykaios desvariaba un poco. Se había quedado muy tocado, y no era para menos.
Los gritos de Gen me hicieron alarmarme, necesitaba enterarme de qué pasaba y por qué se la llevaban unos guardias de Ouroboros. - ¿Y eso? ¿Por qué la sacan de aquí? ¿van a quitarle las máquinas que lleva? - tenía que ser eso, no podía ser otra cosa. Estaba preocupado y no había respuestas. Sujeté a Lykaios cuando intentó levantarse y forcejear para que no le pusieran la poción, sin costarme demasiado porque él estaba débil. - ¿Irnos? ¿Pero qué está pasando? Arggh, ¡nadie dice nada! - las alarmas indicaban que algo iba mal, pero si ella me recomendaba sacar a Lykaios, eso haría. - No te preocupes, jefe, te saco y ahora vengo a por los demás, cuando terminen de curarlos. - dicho esto volví a echar a Lykaios a la camilla, robando por ahí una leche de amapola para que se durmiese y descansase. Empujé la camilla hasta salir de la zona de cuidados intensivos, para ir a la zona de atención primaria.
Los gritos de Gen me hicieron alarmarme, necesitaba enterarme de qué pasaba y por qué se la llevaban unos guardias de Ouroboros. - ¿Y eso? ¿Por qué la sacan de aquí? ¿van a quitarle las máquinas que lleva? - tenía que ser eso, no podía ser otra cosa. Estaba preocupado y no había respuestas. Sujeté a Lykaios cuando intentó levantarse y forcejear para que no le pusieran la poción, sin costarme demasiado porque él estaba débil. - ¿Irnos? ¿Pero qué está pasando? Arggh, ¡nadie dice nada! - las alarmas indicaban que algo iba mal, pero si ella me recomendaba sacar a Lykaios, eso haría. - No te preocupes, jefe, te saco y ahora vengo a por los demás, cuando terminen de curarlos. - dicho esto volví a echar a Lykaios a la camilla, robando por ahí una leche de amapola para que se durmiese y descansase. Empujé la camilla hasta salir de la zona de cuidados intensivos, para ir a la zona de atención primaria.
Las pesadillas tras el paso por el infierno azotaron mi mente en cuanto lograron estabilizarme, curando mis heridas con magia, sacando el metal de éstas y reponiendo la sangre perdida con pociones reabastecedoras de sangre. Poco después comencé a removerme incómodo en la cama en la que me habían dejado, murmurando cosas sin demasiado sentido, o llamando a Katrina en sueños. No dejaba de imaginar una y otra vez cómo los demonios la arrastraban a ella al infierno y yo no podía alcanzarla. Después sólo pude sentir la mirada acusadora de Rybar, atravesándome como un puñal. Se llevaba a Rhados, me alejaba de él. La Brigada también se esfumaba, demonios en forma de androides los arrastraban a un desguace infinito en el que se escuchaban horribles chillidos.
Me incorporé de la cama sobresaltado y gritando, desubicado, completamente a oscuras porque me habían quitado las gafas mientras me atendían. Por el olor y los sonidos parecía un hospital, pero mis sentidos estaban alterados por el trauma del paseo demoníaco. Tenía que salir de allí fuera como fuera, todo me daba vueltas y me aterraba a partes iguales. Las alarmas que sonaban en ese momento ayudaron a que no me escuchasen a mí, así que decidí arrancarme cualquier vía que llevase puesta para intentar bajarme de la cama. Tanteé a mi alrededor, encontrando en el carrito de al lado mis gafas especiales. Al ponérmelas pude ubicarme mejor, al menos supe reconocer que estaba en el hospital de Ouroboros. Ni rastro de los demás. - Los han matado, los han matado, los han matado... - comencé a murmurar frenéticamente, balanceándome sentado en el borde de la cama. En cuanto reuní unas pocas fuerzas me levanté, echando a andar lentamente por el pasillo. Iba medio perdido, buscando una puerta. Con el revuelo no repararon en mí, así que pude escaparme, comenzando a vagar por la isla.
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off:dado opciones para ver cuánto le afecta el paso por el infierno
Me incorporé de la cama sobresaltado y gritando, desubicado, completamente a oscuras porque me habían quitado las gafas mientras me atendían. Por el olor y los sonidos parecía un hospital, pero mis sentidos estaban alterados por el trauma del paseo demoníaco. Tenía que salir de allí fuera como fuera, todo me daba vueltas y me aterraba a partes iguales. Las alarmas que sonaban en ese momento ayudaron a que no me escuchasen a mí, así que decidí arrancarme cualquier vía que llevase puesta para intentar bajarme de la cama. Tanteé a mi alrededor, encontrando en el carrito de al lado mis gafas especiales. Al ponérmelas pude ubicarme mejor, al menos supe reconocer que estaba en el hospital de Ouroboros. Ni rastro de los demás. - Los han matado, los han matado, los han matado... - comencé a murmurar frenéticamente, balanceándome sentado en el borde de la cama. En cuanto reuní unas pocas fuerzas me levanté, echando a andar lentamente por el pasillo. Iba medio perdido, buscando una puerta. Con el revuelo no repararon en mí, así que pude escaparme, comenzando a vagar por la isla.
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El miembro 'Imram' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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De todos los incendios que había vivido, el de aquel sueño era el peor. Un fuego lleno de personas que gritaban con desasosiego infinito, atormentadas. Sus quemaduras eran tan grandes y profundas que podía escuchar la piel tirante y sus dientes apretándose entre sí.
Y luego oscuridad. Una inmensa oscuridad en la que oía voces del pasado, juzgándome. Invitándome a quedarme. Y gritos,muchos gritos, tantos gritos que...
Desperté de golpe con el sonido de la alarma.
"Hostia puta!"
Tardé un momento en espabilarme y descubrir una especie de hospital caótico ante mis ojos. Me desperecé estirándome y froté mis ojos.
"que guapo el sueño no?"
Y de pronto me fijé, eso no era un hospital hospital. Eso era...
-Un puto hospital mágico.
Susurré para mi misma flipando con tanto brilli brilli de un lado para otro y tanta peña vestida to raro. Vale, que ya había visto magos antes pero joder había muchos y el sitio era como muy....mágico.
Entre el caos y tal aproveché para levantarme. No había mucha gente haciéndome caso así que disimuladamente seguí el flujo de la gente que estaba abandonando el lugar.
Si había un hospital, había una ciudad. Mágica, joder. Así que salí por las puertas haciéndome la sueca.
Y luego oscuridad. Una inmensa oscuridad en la que oía voces del pasado, juzgándome. Invitándome a quedarme. Y gritos,muchos gritos, tantos gritos que...
Desperté de golpe con el sonido de la alarma.
"Hostia puta!"
Tardé un momento en espabilarme y descubrir una especie de hospital caótico ante mis ojos. Me desperecé estirándome y froté mis ojos.
"que guapo el sueño no?"
Y de pronto me fijé, eso no era un hospital hospital. Eso era...
-Un puto hospital mágico.
Susurré para mi misma flipando con tanto brilli brilli de un lado para otro y tanta peña vestida to raro. Vale, que ya había visto magos antes pero joder había muchos y el sitio era como muy....mágico.
Entre el caos y tal aproveché para levantarme. No había mucha gente haciéndome caso así que disimuladamente seguí el flujo de la gente que estaba abandonando el lugar.
Si había un hospital, había una ciudad. Mágica, joder. Así que salí por las puertas haciéndome la sueca.
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El miembro 'Sigrid Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Catherine y yo reaparecimos nuevamente en el hospital trayendo a Ian, justo después de que los nigromantes hubiesen conseguido liberarlo de aquel maldito demonio. Aquel ser había estado a punto de devorarlo tras salir de su cuerpo, y así hubiese sido de no ser por la rápida intervención de Matvey, y poco después de Khaled. Tan impactado había quedado por lo sucedido que no había conseguido reaccionar para darles las gracias por lo que habían hecho. Esperaba tener ocasión de hacerlo más tarde, ambos lo merecían. Era una locura pensar que en el mismo día Khaled había intervenido dos veces para salvar a mis hijos. Quién me lo iba a decir hace unos cuantos años...
Se llevaron a Ian en una camilla al llegar a la entrada del hospital, así que seguimos rápidamente a los médicos mientras lo llevaban a la zona de terapia intensiva para estabilizarlo. Traté de explicar lo que había sucedido, incluida la última parte en la que el demonio le hirió con un zarpazo y comenzó a morderle con aquella boca asquerosa. - Matvey dijo que era un demonio corruptor...- Expliqué a los médicos al recordar lo que había dicho el nigromante. Puede que fuese importante. Nos pidieron que nos quedásemos fuera mientras le examinaban para ver qué le sucedía, así que nos tocó esperar en el pasillo hasta tener más noticias. Comencé a caminar de un lado a otro, nervioso. Catherine debía estar igual de inquieta que yo, y más después de que los guardias la avisasen de que había cónclave. Me detuve a su lado, haciendo un gesto hacia la puerta por la que habían metido a Ian.
- Ya ha pasado lo peor. Puedes ir a ese Cónclave, yo me quedaré esperando. - sus obligaciones de miembro del Consejo la obligaban a tener que ir incluso en momentos así, cosa que veía un poco injusta. Me alegraba de no ser uno de ellos. Me apoyé de espaldas en la pared, con las manos en los bolsillos mientras miraba hacia abajo. - A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que no es fácil estar con un Hacksaw, ¿verdad? - me preguntaba si Victoria habría actuado de otro modo de saber lo que nos deparaba el futuro. Tal vez hubiese elegido otro camino, ya nunca lo sabría.
Se llevaron a Ian en una camilla al llegar a la entrada del hospital, así que seguimos rápidamente a los médicos mientras lo llevaban a la zona de terapia intensiva para estabilizarlo. Traté de explicar lo que había sucedido, incluida la última parte en la que el demonio le hirió con un zarpazo y comenzó a morderle con aquella boca asquerosa. - Matvey dijo que era un demonio corruptor...- Expliqué a los médicos al recordar lo que había dicho el nigromante. Puede que fuese importante. Nos pidieron que nos quedásemos fuera mientras le examinaban para ver qué le sucedía, así que nos tocó esperar en el pasillo hasta tener más noticias. Comencé a caminar de un lado a otro, nervioso. Catherine debía estar igual de inquieta que yo, y más después de que los guardias la avisasen de que había cónclave. Me detuve a su lado, haciendo un gesto hacia la puerta por la que habían metido a Ian.
- Ya ha pasado lo peor. Puedes ir a ese Cónclave, yo me quedaré esperando. - sus obligaciones de miembro del Consejo la obligaban a tener que ir incluso en momentos así, cosa que veía un poco injusta. Me alegraba de no ser uno de ellos. Me apoyé de espaldas en la pared, con las manos en los bolsillos mientras miraba hacia abajo. - A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que no es fácil estar con un Hacksaw, ¿verdad? - me preguntaba si Victoria habría actuado de otro modo de saber lo que nos deparaba el futuro. Tal vez hubiese elegido otro camino, ya nunca lo sabría.
Desde la salida de la casa de Matvey, Adam se había encargado de todo. Le habían dado prioridad a Ian por ser su esposo, eso estaba clarísimo, pero era Adam quien había dicho todo. Cuando les habían ordenado esperar afuera, Cath se mantuvo parada mirando hacia las puertas sin moverse. Por sus ojos pasaba Adam una y otra vez caminando y Catherine seguía igual de tiesa.
-Maldito cónclave de mierda- Soltó en cuanto Adam se dirigió a ella y en sus ojos brillaba la ira aunque Adam no podía verlo -Maldito Guardia- Que se lo había recordado, sus manos se cerraron en puños con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos -No es como me lo imaginaba, no…- Indicó Catherine y finalmente se movió, mirándolo -Siempre encontré a mi familia muerta. No viví esto- Dijo señalando hacia la puerta de adentro -La impotencia, la ira, el dolor…La ansiedad. No soy buena con estos sentimientos…Y en el maldito cónclave se van a enterar- Advirtió con molestia.
Se llevó las manos a la cara y se la tapó, apretándose los ojos para tratar de concentrarse -Espero que sea sobre los humanos. Espero que Gio diga de tirarles bombas y que Tesla los electrocute hasta morirse. Espero que Newton lo apruebe, espero que podamos desatar la mayor masacre de la historia hasta que se vean reducidos a cenizas y el mundo sea nuestro- Se quedó en silencio un rato y luego se quitó las manos de la cara para mirar a Adam con un gesto algo extraño en el rostro. Tal vez como excusándose de la petorata animal que acababa de soltar. Se pasó el pelo tras las orejas como intentando concentrarse.
Miró de nuevo hacia donde estaba Ian y frunció el ceño -Tenemos que hablar de ese demonio…Si persigue a su familia estará cazando a Aedan y Aedan tiene potencial mágico. Mucho…- Inspiró profundamente y se llevó las manos en la cadera antes de girarse -Voy a traerlo… Estoy segura de que Ian querrá verlo, al menos así estará él aquí mientras yo…como siempre, estoy malditamente ausente por... mierdas- Dijo y desapareció directo a la guardería pero lo que se encontró allí no fue lo que esperaba. Era algo sumamente extraño. Volvió de inmediato con el rostro desencajado -Aedan no está- Su tono sonó preocupado -El…El hospital estaba de emergencia y evacuaron a los niños. Como sabían que yo estaba con Ian, Desmond vino a retirarlo…- Sabía que Adam no estaba informado de los últimos cambios de Desmond -No es su contacto de emergencia. Estás tú…Está Anteia. Desmond no está…¿Por qué vino? ¿Cómo se entero?- Negó con la cabeza extrañada cuando recibió otro recordatorio en el brazalete -MALDITA SEA CON EL CÓNCLAVE- Puteó en un grito y miró a Adam -Intentaré contactar con Desmond para que traiga a Aedan aquí, contigo. No quiero que esté con él… Está…raro- Indicó y luego respiró profundo. Esto ya estaba pasando su limite de cosas en un día.
-Intentaré estar vinculada a él… Y a ti. Si se despierta dile que piense en mi- Murmuró como última petición antes de desaparecer hacia el cónclave.
-Maldito cónclave de mierda- Soltó en cuanto Adam se dirigió a ella y en sus ojos brillaba la ira aunque Adam no podía verlo -Maldito Guardia- Que se lo había recordado, sus manos se cerraron en puños con tanta fuerza que los nudillos se le pusieron blancos -No es como me lo imaginaba, no…- Indicó Catherine y finalmente se movió, mirándolo -Siempre encontré a mi familia muerta. No viví esto- Dijo señalando hacia la puerta de adentro -La impotencia, la ira, el dolor…La ansiedad. No soy buena con estos sentimientos…Y en el maldito cónclave se van a enterar- Advirtió con molestia.
Se llevó las manos a la cara y se la tapó, apretándose los ojos para tratar de concentrarse -Espero que sea sobre los humanos. Espero que Gio diga de tirarles bombas y que Tesla los electrocute hasta morirse. Espero que Newton lo apruebe, espero que podamos desatar la mayor masacre de la historia hasta que se vean reducidos a cenizas y el mundo sea nuestro- Se quedó en silencio un rato y luego se quitó las manos de la cara para mirar a Adam con un gesto algo extraño en el rostro. Tal vez como excusándose de la petorata animal que acababa de soltar. Se pasó el pelo tras las orejas como intentando concentrarse.
Miró de nuevo hacia donde estaba Ian y frunció el ceño -Tenemos que hablar de ese demonio…Si persigue a su familia estará cazando a Aedan y Aedan tiene potencial mágico. Mucho…- Inspiró profundamente y se llevó las manos en la cadera antes de girarse -Voy a traerlo… Estoy segura de que Ian querrá verlo, al menos así estará él aquí mientras yo…como siempre, estoy malditamente ausente por... mierdas- Dijo y desapareció directo a la guardería pero lo que se encontró allí no fue lo que esperaba. Era algo sumamente extraño. Volvió de inmediato con el rostro desencajado -Aedan no está- Su tono sonó preocupado -El…El hospital estaba de emergencia y evacuaron a los niños. Como sabían que yo estaba con Ian, Desmond vino a retirarlo…- Sabía que Adam no estaba informado de los últimos cambios de Desmond -No es su contacto de emergencia. Estás tú…Está Anteia. Desmond no está…¿Por qué vino? ¿Cómo se entero?- Negó con la cabeza extrañada cuando recibió otro recordatorio en el brazalete -MALDITA SEA CON EL CÓNCLAVE- Puteó en un grito y miró a Adam -Intentaré contactar con Desmond para que traiga a Aedan aquí, contigo. No quiero que esté con él… Está…raro- Indicó y luego respiró profundo. Esto ya estaba pasando su limite de cosas en un día.
-Intentaré estar vinculada a él… Y a ti. Si se despierta dile que piense en mi- Murmuró como última petición antes de desaparecer hacia el cónclave.
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