Recuerdo del primer mensaje :
Los casos más críticos reciben una supervisión más profunda
Crucé las puertas y llegué a la altura de Adam justo para cuando Cath desapareció. Le miré interrogante pero...si le habían traído allí es que todavía tenía solución.
-Voy a...
Señalé hacia donde se habían llevado al chico. No había cruzado muchas palabras nunca con Adam, es más...creo que las pocas veces que habíamos hablado él todavía era uno de esos Aurores del Glorioso Mago. Seguí mi camino pasando tras las cortinas. Ya estaban trabajando con él.
Uno de los sanadores me instó a comprobar su estado celular así que tomé su mano mientras le curaban los desgarros del pecho. Tardé varios minutos en recorrer todo su cuerpo, buscando y buscando. Inestabilidad mental pero en calma, cicatrizando heridas correctamente...veneno....veneno extraño. Fruncí mi ceño antes de separar mis manos de él y miré a uno de los sanadores.
-Está envenenado pero no reconozco el...
Otro dijo algo de un demonio corruptor. No sabía mucho de demonios la verdad, pero tendría que ver con ese tipo en concreto.
-¿Bezoar?
-Demasiado fuerte para el Bezoar.
-Entonces sanaciones...
-Ininterrumpidas durante 24 horas y en grupo. Haremos turnos.
"mierda..."
-Bien.
Froté mis manos y procedí a recitar junto a varios sanadores mientras otros terminaban de cerrar heridas. Estaba cansada y quería irme a casa pero el resto de sanadores que estábamos a su alrededor también tenían cara de querer largarse de allí. Y ahí estábamos todos en pie manteniendo a raya el veneno.
Tras unas horas algún sanador necesitó un descanso y le cubrieron otros. Poco a poco todos fuimos abandonando la sala mientras se renovaba el personal. Para cuando yo salí tras las cortinas varias horas más tarde, la sanación estaba ganando al veneno por fin.
Regresé junto a Adam que parecía estar más cansado que todo el personal sanador junto. Miré de nuevo a las cortinas y después a él. Mis ojeras eran un poema y tenía calambres en las piernas.
-Está...está ....
Entorné los ojos porque a esas alturas creo que también le faltaba algo de azúcar a mi cerebro para formar frases con normalidad.
-Está superándolo. Estamos haciendo rondas de sanación en grupo, va a tardar unas horas pero saldrá de esta.
-Voy a...
Señalé hacia donde se habían llevado al chico. No había cruzado muchas palabras nunca con Adam, es más...creo que las pocas veces que habíamos hablado él todavía era uno de esos Aurores del Glorioso Mago. Seguí mi camino pasando tras las cortinas. Ya estaban trabajando con él.
Uno de los sanadores me instó a comprobar su estado celular así que tomé su mano mientras le curaban los desgarros del pecho. Tardé varios minutos en recorrer todo su cuerpo, buscando y buscando. Inestabilidad mental pero en calma, cicatrizando heridas correctamente...veneno....veneno extraño. Fruncí mi ceño antes de separar mis manos de él y miré a uno de los sanadores.
-Está envenenado pero no reconozco el...
Otro dijo algo de un demonio corruptor. No sabía mucho de demonios la verdad, pero tendría que ver con ese tipo en concreto.
-¿Bezoar?
-Demasiado fuerte para el Bezoar.
-Entonces sanaciones...
-Ininterrumpidas durante 24 horas y en grupo. Haremos turnos.
"mierda..."
-Bien.
Froté mis manos y procedí a recitar junto a varios sanadores mientras otros terminaban de cerrar heridas. Estaba cansada y quería irme a casa pero el resto de sanadores que estábamos a su alrededor también tenían cara de querer largarse de allí. Y ahí estábamos todos en pie manteniendo a raya el veneno.
Tras unas horas algún sanador necesitó un descanso y le cubrieron otros. Poco a poco todos fuimos abandonando la sala mientras se renovaba el personal. Para cuando yo salí tras las cortinas varias horas más tarde, la sanación estaba ganando al veneno por fin.
Regresé junto a Adam que parecía estar más cansado que todo el personal sanador junto. Miré de nuevo a las cortinas y después a él. Mis ojeras eran un poema y tenía calambres en las piernas.
-Está...está ....
Entorné los ojos porque a esas alturas creo que también le faltaba algo de azúcar a mi cerebro para formar frases con normalidad.
-Está superándolo. Estamos haciendo rondas de sanación en grupo, va a tardar unas horas pero saldrá de esta.
Las ganas de matar de Catherine me resultaban un poco sorprendentes porque no recordaba haberla visto así antes, pero podía entender perfectamente cómo se sentía. Ojalá matar lo solucionase todo, pero no era así. La dejé que se desahogase sin decirle nada ni ponerle cara de que me pareciese una barbaridad lo que decía, más bien asentí como dándole la razón. No me iba a pillar a mí defendiendo a los humanos, aunque esta vez fuese culpa de ellos y de sus aberrantes creaciones artificiales. Hice un sonido irónico al escuchar eso de que tirando bombas el mundo sería nuestro, me pareció ingenuo. Después me recordé lo joven que era ella, la de decepciones que le quedaban aún.
- No cazará a Aedan. Matvey y Khaled ya lo han arrastrado a ese portal de nuevo, y nadie va a pasearse por allí otra vez como para que suceda lo que ha pasado. - en el fondo también temía que pudiese regresar de algún modo, no era la primera vez que ocupaba un cuerpo desde lo de Jason. Me quedé un momento a solas mientras que Catherine fue a buscar al niño, pero no tardó en volver sin él. El estirado de su hermano se lo había llevado sin su permiso. - ¿Para qué? ¿sin avisarte? más le vale devolverlo pronto. - no me hacía gracia ninguna, así que me despedí de ella con otra preocupación más en mente. Josephine no tardó mucho en aparecer para ir a atender a Ian, y al poco salió otro sanador a informarme de que él estaba envenenado por el demonio y que tardarían más rato en solucionarlo. - Puto demonio de mierda...- murmuré cabizbajo cuando me dejaron solo de nuevo, recibiendo en ese momento mensaje mental de Catherine preguntándome por el estado de Ian. - Están intentando curarlo. El demonio lo ha envenenado. No sé nada más por ahora. - dije en voz baja porque se me hacía raro eso de responderle pensando.
Tuve que pasar más rato allí, ya bien entrada la noche, hasta que por fin tuve noticias. Me acerqué a la sanadora con temor de que me dijese algo malo, que por la cara que traía bien podía ser. Pude respirar aliviado cuando me dijo que iba a salir de esto, aunque tardase algunas horas más. - Gracias...muchas gracias por salvarlo. - ya debía unas cuantas en el día de hoy: Khaled, Matvey, Josephine... si no fuese por ellos ni Chloe ni Ian habían sobrevivido. Me despedí de Josephine tras el agradecimiento, viéndola marcharse de allí porque ya había terminado su turno. Ahora sólo quedaba esperar a que terminase la larga noche.
- No cazará a Aedan. Matvey y Khaled ya lo han arrastrado a ese portal de nuevo, y nadie va a pasearse por allí otra vez como para que suceda lo que ha pasado. - en el fondo también temía que pudiese regresar de algún modo, no era la primera vez que ocupaba un cuerpo desde lo de Jason. Me quedé un momento a solas mientras que Catherine fue a buscar al niño, pero no tardó en volver sin él. El estirado de su hermano se lo había llevado sin su permiso. - ¿Para qué? ¿sin avisarte? más le vale devolverlo pronto. - no me hacía gracia ninguna, así que me despedí de ella con otra preocupación más en mente. Josephine no tardó mucho en aparecer para ir a atender a Ian, y al poco salió otro sanador a informarme de que él estaba envenenado por el demonio y que tardarían más rato en solucionarlo. - Puto demonio de mierda...- murmuré cabizbajo cuando me dejaron solo de nuevo, recibiendo en ese momento mensaje mental de Catherine preguntándome por el estado de Ian. - Están intentando curarlo. El demonio lo ha envenenado. No sé nada más por ahora. - dije en voz baja porque se me hacía raro eso de responderle pensando.
Tuve que pasar más rato allí, ya bien entrada la noche, hasta que por fin tuve noticias. Me acerqué a la sanadora con temor de que me dijese algo malo, que por la cara que traía bien podía ser. Pude respirar aliviado cuando me dijo que iba a salir de esto, aunque tardase algunas horas más. - Gracias...muchas gracias por salvarlo. - ya debía unas cuantas en el día de hoy: Khaled, Matvey, Josephine... si no fuese por ellos ni Chloe ni Ian habían sobrevivido. Me despedí de Josephine tras el agradecimiento, viéndola marcharse de allí porque ya había terminado su turno. Ahora sólo quedaba esperar a que terminase la larga noche.
-Que no lo voy a hacer- Le digo a mi primo intentando escaquearme de su agarre. El pelirrojo para ser vegano, tiene una fuerza de cien elefantes...
Desde esta noche que Cleopatra se había encargado de vigilarme, mi interés por las pociones y en especial por las de sanación, había ido en aumento. Todavía rehuía del entrenamiento que mi padrino quería que hiciera con la espada, que todavía seguía colgada ahí. Reluciente y sin usar. Al poco tiempo decidí apuntarme como voluntario en el hospital, ayudando en lo que podía, que reconozco que era bastante poco: acompañaba menores, preparaba pociones, traía cafés... sé que no iba a salvar el mundo así, tampoco lo pretendía ni mucho menos, pero al menos me hacía sentirme útil y no pensar en lo feo que es el mundo de allá fuera.
Hace unas horas empezó el revuelo. No me enteré de qué iba la vaina, pero sabía que iba a haber problemas, de modo que me uní al personal del hospital para echar una mano en lo que pudiera que en mi caso eran poner tiritas y cocinar pociones. Muchas pociones. En una de las entregas por plantas, me enteré de que Chloe, la compañera simpática, estaba ingresada y muy mal herida. No podía dejar de sentirme muy culpable, por alguna razón que no lograba a entender del todo, por lo que esa noche decidí pasármela fabricando pociones que iba a necesitar. El tonto de mi primo me pilló desprevenido a la mañana siguiente, la presente, ojeroso y agotado. Me sonrió de medio lado y me llevó por todo el hospital hasta llegar a la puerta de la habitación de Chloe, lugar donde estamos ahora.
-A ti esa chica te gusta, ¿eh? Dile algo, tío!- Negaba bruscamente, casi que parecía un helicóptero con tanto giro. Me moría de vergüenza. Pero allí estaba , con todas esas pociones que había preparado, ¿qué iba a hacer con ellas? Mandarlas por paquete exprés? Me sentí muy idiota de repente -No podemos estar aquí. Además, no puedo decirle nada, ¿no ves que está muy mal herida? Seguro que la mantienen sedada para el dolor... Tendría que haberle traído otra cosa, qué tonto he sido. Vámonos de aquí, por favor- A cambio de mi reticencia solo recibí un empujón que me hizo quedarme dentro de la sala. Sonreí con cara de circunstancia a los presentes sin saber dónde meterme. Tenía ganas de matar! -Nichollas Simon, ¡cuando salga de aquí juro y perjuro que te voy a matar!- -No hasta que des esas pociones a la persona que le corresponden- Y se puso a tocar la armónica desde el pasillo. Maldito sea. Tragué saliva y avancé hasta donde estaba Chloe descansando. Dejé las pociones en la mesilla de al lado, esperando que cuando las viera una enfermera al pasar se las pudiera administrar. Antes de salir me quedé un segundo parado, mirando a la muchacha. -Pobre... cuánto lo siento-
Desde esta noche que Cleopatra se había encargado de vigilarme, mi interés por las pociones y en especial por las de sanación, había ido en aumento. Todavía rehuía del entrenamiento que mi padrino quería que hiciera con la espada, que todavía seguía colgada ahí. Reluciente y sin usar. Al poco tiempo decidí apuntarme como voluntario en el hospital, ayudando en lo que podía, que reconozco que era bastante poco: acompañaba menores, preparaba pociones, traía cafés... sé que no iba a salvar el mundo así, tampoco lo pretendía ni mucho menos, pero al menos me hacía sentirme útil y no pensar en lo feo que es el mundo de allá fuera.
Hace unas horas empezó el revuelo. No me enteré de qué iba la vaina, pero sabía que iba a haber problemas, de modo que me uní al personal del hospital para echar una mano en lo que pudiera que en mi caso eran poner tiritas y cocinar pociones. Muchas pociones. En una de las entregas por plantas, me enteré de que Chloe, la compañera simpática, estaba ingresada y muy mal herida. No podía dejar de sentirme muy culpable, por alguna razón que no lograba a entender del todo, por lo que esa noche decidí pasármela fabricando pociones que iba a necesitar. El tonto de mi primo me pilló desprevenido a la mañana siguiente, la presente, ojeroso y agotado. Me sonrió de medio lado y me llevó por todo el hospital hasta llegar a la puerta de la habitación de Chloe, lugar donde estamos ahora.
-A ti esa chica te gusta, ¿eh? Dile algo, tío!- Negaba bruscamente, casi que parecía un helicóptero con tanto giro. Me moría de vergüenza. Pero allí estaba , con todas esas pociones que había preparado, ¿qué iba a hacer con ellas? Mandarlas por paquete exprés? Me sentí muy idiota de repente -No podemos estar aquí. Además, no puedo decirle nada, ¿no ves que está muy mal herida? Seguro que la mantienen sedada para el dolor... Tendría que haberle traído otra cosa, qué tonto he sido. Vámonos de aquí, por favor- A cambio de mi reticencia solo recibí un empujón que me hizo quedarme dentro de la sala. Sonreí con cara de circunstancia a los presentes sin saber dónde meterme. Tenía ganas de matar! -Nichollas Simon, ¡cuando salga de aquí juro y perjuro que te voy a matar!- -No hasta que des esas pociones a la persona que le corresponden- Y se puso a tocar la armónica desde el pasillo. Maldito sea. Tragué saliva y avancé hasta donde estaba Chloe descansando. Dejé las pociones en la mesilla de al lado, esperando que cuando las viera una enfermera al pasar se las pudiera administrar. Antes de salir me quedé un segundo parado, mirando a la muchacha. -Pobre... cuánto lo siento-
Comienzo a despertar lentamente tras varias horas en el hospital, y después de varias sanaciones y otras tantas pociones. Al principio no abro los ojos, sólo escucho de modo algo lejano algunos murmullos, o los sonidos de las máquinas del hospital. No soy demasiado consciente de dónde estoy hasta minutos después, cuando por fin me remuevo un poco emitiendo un leve sonido de molestia. Al abrir los ojos me encuentro con una figura algo borrosa cerca de mí, aunque al principio no lo reconozco. Lo último que recuerdo es que una espada me atravesó la espalda desde atrás, así que me llevo una mano al abdomen un tanto asustada. Ya no había herida, pero podía sentir el lugar por el que había pasado. Miré al chico reconociéndolo por fin, una cara amiga. - ¿Justin...? - murmuré débilmente, extendiendo una mano hacia él como pidiéndole que se acercase. A estas alturas ya había reconocido que estaba en el hospital de Ouroboros.
- ¿Y mi familia? ¿qué ha pasado con los demás? - me aterraba la idea de ser la única superviviente de aquello. Era imposible, alguien habría tenido que traerme hasta aquí a pesar de lo mucho que se complicó todo. - Necesito saber...- pedí bastante agobiada, intentando incorporarme lentamente. No estaba en condiciones todavía de ponerme a usar la telepatía para comunicarme, sólo logré que me diese un pinchazo en la cabeza al intentarlo. - ¿Tu familia también está aquí? - caí en que Johan era su padrino, tal vez por eso estuviese en el hospital. Lo del sonido de armónica que se escuchaba me confundió un poco, en el hospital no solía permitirse que tocasen instrumentos.
- ¿Y mi familia? ¿qué ha pasado con los demás? - me aterraba la idea de ser la única superviviente de aquello. Era imposible, alguien habría tenido que traerme hasta aquí a pesar de lo mucho que se complicó todo. - Necesito saber...- pedí bastante agobiada, intentando incorporarme lentamente. No estaba en condiciones todavía de ponerme a usar la telepatía para comunicarme, sólo logré que me diese un pinchazo en la cabeza al intentarlo. - ¿Tu familia también está aquí? - caí en que Johan era su padrino, tal vez por eso estuviese en el hospital. Lo del sonido de armónica que se escuchaba me confundió un poco, en el hospital no solía permitirse que tocasen instrumentos.
-¡Ey!- Aprieto los ojos para regañarme a mí mismo por ese saludo ridículo. En mi mente se me estaba reproduciendo el GIF meme del facepalm. ¿Se podría ser más ridículo? No, claro que no, de haber una foto en la definición del diccionario de “Ridículo” saldría mi cara. -Qui…Quiero decir, hola. ¿Cómo estás?- Me acerco a ella y quedo a su lado, de pie junto a la cama. Es evidente que lo primero que quiere saber es cómo están todos los suyos -Según me han dicho están bien. Descansando y sanándose. Según me he podido enterar, una chica pelirroja que estaba poseída hizo saltar todas las alarmas del hospital. Estás en Ouroboros, a salvo, por cierto.-
Le ayudo a recolocarse en la cama, como buenamente puedo. Me siento un poco pardo en esto, debería ayudar más a la tía Jo con el tema de ser celador en un hospital. -¿Y tú estás bien? Puedo pedir que llamen a alguien si quieres. Yo había venido… traía… bueno, las he preparado yo, esperando que puedan ayudarte- Hablo refiriéndome a las pociones que todavía permanecían en la mesita, donde las había dejado. Eran pociones básicas, pero hechas con mucho amor, ¿vale? Cada una de ellas brillaba con sus propios colores dentro de los frascos y viales correspondientes. El sonido de la armónica desapareció, supongo que a mi primo le habrían largado de allí o había decidido irse por sus propios medios. A saber. -Bien. Johan se ha llevado a Nyara a dar un paseo y mi tía Jo estaba panicando la última vez que la vi. En plan: “sanitaria sobresaturada”, ya sabes. La verdad es que después de que regresasteis hubo bastante revuelo, pero bueno. Ya está todo bien. Ya están todos bien. Ya estás bien. Bueno, claro tienes que descansar por supuesto, pero bien- “Creo. Ahora es cuando dice que ha quedado traumatizada o alguna cosa de estás. Justin idiota” -Y, bueno, si necesitas hablar con alguien o algo de fuera o ver a alguien. Bueno, pídelo, si quieres puedo llamar a alguien- Sí, definitivamente parece una buena solución, me rasco por detrás de la oreja porque no sabía muy bien cómo podía complacerla, o si era mejor que me fuera. -Oh, bueno. Perdona, quizás quieres descansar y te estoy molestando, ya me voy. Me alegro que estés mejor-
Le ayudo a recolocarse en la cama, como buenamente puedo. Me siento un poco pardo en esto, debería ayudar más a la tía Jo con el tema de ser celador en un hospital. -¿Y tú estás bien? Puedo pedir que llamen a alguien si quieres. Yo había venido… traía… bueno, las he preparado yo, esperando que puedan ayudarte- Hablo refiriéndome a las pociones que todavía permanecían en la mesita, donde las había dejado. Eran pociones básicas, pero hechas con mucho amor, ¿vale? Cada una de ellas brillaba con sus propios colores dentro de los frascos y viales correspondientes. El sonido de la armónica desapareció, supongo que a mi primo le habrían largado de allí o había decidido irse por sus propios medios. A saber. -Bien. Johan se ha llevado a Nyara a dar un paseo y mi tía Jo estaba panicando la última vez que la vi. En plan: “sanitaria sobresaturada”, ya sabes. La verdad es que después de que regresasteis hubo bastante revuelo, pero bueno. Ya está todo bien. Ya están todos bien. Ya estás bien. Bueno, claro tienes que descansar por supuesto, pero bien- “Creo. Ahora es cuando dice que ha quedado traumatizada o alguna cosa de estás. Justin idiota” -Y, bueno, si necesitas hablar con alguien o algo de fuera o ver a alguien. Bueno, pídelo, si quieres puedo llamar a alguien- Sí, definitivamente parece una buena solución, me rasco por detrás de la oreja porque no sabía muy bien cómo podía complacerla, o si era mejor que me fuera. -Oh, bueno. Perdona, quizás quieres descansar y te estoy molestando, ya me voy. Me alegro que estés mejor-
Dejo que me ayude a incorporarme despacio, agradeciendo que se tome la molestia. Al menos me tranquilizan las primeras noticias que me da, que todos están bien. Pongo cara de extrañeza con lo de la pelirroja poseída, pero como aún no estoy muy espabilada supongo que lo habré entendido mal. - Sí...estoy bien, creo. Los sanadores de aquí son muy buenos. Sólo me noto un poco débil, pero lo principal que son las heridas ya las han cerrado. - le sonreí por el detalle de prepararme pociones, cogiendo una de ellas para comenzar a tomarla a sorbos. Cuando acabé la dejé de nuevo sobre la mesilla.
- Muchas gracias, Justin. Así estaré bien más rápido. - sentí una especie de escalofrío al recordar la batalla y todos los ataques que recibí antes de caer, escuchando a medias lo que dijo Justin a continuación porque intentaba apartar esas imágenes de mi mente. Si Josephine había acabado saturada seguro que habían venido muchos heridos. Me quedé pensativa unos segundos, negando a eso de que me estaba molestando.
- Tranquilo, me ha venido bien saber cosas para calmarme. ¿Sabes si mi padre y mi hermano están aquí ingresados? me gustaría ir a verlos, si me llevas hasta ellos. - me retiré la sábana de encima con la intención de bajarme de la cama, apoyándome un momento en el hombro de Justin al ponerme de pie.
- Muchas gracias, Justin. Así estaré bien más rápido. - sentí una especie de escalofrío al recordar la batalla y todos los ataques que recibí antes de caer, escuchando a medias lo que dijo Justin a continuación porque intentaba apartar esas imágenes de mi mente. Si Josephine había acabado saturada seguro que habían venido muchos heridos. Me quedé pensativa unos segundos, negando a eso de que me estaba molestando.
- Tranquilo, me ha venido bien saber cosas para calmarme. ¿Sabes si mi padre y mi hermano están aquí ingresados? me gustaría ir a verlos, si me llevas hasta ellos. - me retiré la sábana de encima con la intención de bajarme de la cama, apoyándome un momento en el hombro de Justin al ponerme de pie.
Me alegra que al menos Chloe sepa actuar y no muestre que soy idiota, aunque parece que eso de la pelirroja poseída no le ha terminado de cuajar. La verdad es que tampoco puedo contarle más detalles porque no los tenía, pero vaya, que debía de haberse liado muy gorda en el quirófano como para que hiciesen saltar las alarmas y evacuar a parte del hospital. La verdad es que las cosas habían vuelto a la normalidad muy pronto. -Sí, eso es verdad. Pero bueno, es normal sentirse así. Por eso es mejor descansar hasta que estés repuesta del todo. No te preocupes que si tienes que hacer algo puedo hacerlo yo o pedir que te lo hagan-
Me alegra muy mucho que la poción haya quedado bien, y que por supuesto se la tome y no me la escupa en la cara. Son miedos infundados, claro, porque ella no lo haría, pero, yo qué sé. -Sí. Están por aquí cerca. Tu hermano estaba ingresado, lo han traído hace relativamente poco. Tu padre andaba por aquí. Espera que te ayudo- Voy a buscar por la habitación una bata y las zapatillas de hospital (sí esas horribles!!) para que pueda salir de la cama y no coger una pulmonía. Le ayudo a levantarse de la cama, salir al pasillo e irnos al lugar donde estaban Ian y Adam, a una o dos habitaciones de donde estábamos nosotros. Toco la puerta cuando llegamos, había una enfermera Joy PNJ que estaba haciendo la revisión del paciente de esa hora y rápido salió para dejarlos solos -Os dejo solos, si quieres puedo esperarte fuera- Le digo a Chloe una vez que hemos entrado a la habitación, dispuesto a salir y darles intimidad.
Me alegra muy mucho que la poción haya quedado bien, y que por supuesto se la tome y no me la escupa en la cara. Son miedos infundados, claro, porque ella no lo haría, pero, yo qué sé. -Sí. Están por aquí cerca. Tu hermano estaba ingresado, lo han traído hace relativamente poco. Tu padre andaba por aquí. Espera que te ayudo- Voy a buscar por la habitación una bata y las zapatillas de hospital (sí esas horribles!!) para que pueda salir de la cama y no coger una pulmonía. Le ayudo a levantarse de la cama, salir al pasillo e irnos al lugar donde estaban Ian y Adam, a una o dos habitaciones de donde estábamos nosotros. Toco la puerta cuando llegamos, había una enfermera Joy PNJ que estaba haciendo la revisión del paciente de esa hora y rápido salió para dejarlos solos -Os dejo solos, si quieres puedo esperarte fuera- Le digo a Chloe una vez que hemos entrado a la habitación, dispuesto a salir y darles intimidad.
Las noticias de Justin eran tranquilizadoras hasta cierto punto, porque admitió que Ian también estaba ingresado aquí, así que debía haber acabado mal también. Estaba impaciente por verlos, así que acepté su ayuda para ponerme en marcha y salir al pasillo a buscarlos. Gracias a él pude avanzar sin contratiempos por el pasillo, hasta llegar a la habitación donde estaba mi padre. Suspiré aliviada al ver que él parecía estar entero, así que me separé de Justin para ir a darle un abrazo. - ¡Papá! ¿te encuentras bien? ¿Cómo está Ian? - miré hacia la cama donde estaba mi hermano, que no tenía muy buena cara. Había una sanadora realizando una curación mágica, que salió poco después diciendo que pronto vendría la curación del siguiente turno. Alcé la cabeza hacia mi padre como dubitativa, esperando que me dijese algo más.
Después me volví hacia Justin para darle de nuevo las gracias, caminando hacia él para darle un beso en la mejilla para acompañar el agradecimiento.
- Te has portado muy bien conmigo. Ojalá hubiese más gente como tú, dispuesta a ayudar de manera desinteresada. Sería genial que empezases a formarte con Lucio, podríamos ser compañeros de prácticas en el hospital. Pronto me dejarán trabajar aquí como una sanadora más. Piensa lo que te he dicho, creo que se te da bien, sobre todo lo de las pociones. - dicho esto me despedí de Justin, acercándome a la cama de Ian para tratar de averiguar por qué no había despertado aún.
Después me volví hacia Justin para darle de nuevo las gracias, caminando hacia él para darle un beso en la mejilla para acompañar el agradecimiento.
- Te has portado muy bien conmigo. Ojalá hubiese más gente como tú, dispuesta a ayudar de manera desinteresada. Sería genial que empezases a formarte con Lucio, podríamos ser compañeros de prácticas en el hospital. Pronto me dejarán trabajar aquí como una sanadora más. Piensa lo que te he dicho, creo que se te da bien, sobre todo lo de las pociones. - dicho esto me despedí de Justin, acercándome a la cama de Ian para tratar de averiguar por qué no había despertado aún.
El demonio corruptor había estado muy cerca de matarme con la posesión, además de su posterior expulsión y ataque con veneno. Comencé a recobrar la consciencia lentamente gracias a aquellas sanaciones por turnos que me habían estado haciendo. Todavía quedaban algunas más para que se cumpliesen las 24 horas que habían pedido los sanadores, el tiempo necesario para recuperarme por completo. Mis fuerzas al intentar moverme todavía eran limitadas, así que tardé aún algunos minutos más en despertar.
Al abrir los ojos vi allí a mi padre y a mi hermana, pero no a Catherine. Eso me extrañó, pero mi cabeza por el momento no daba para pensar mucho más. Lo importante es que Chloe parecía recuperada, después de cómo la había visto durante la batalla. Enseguida recordé todo lo que el demonio me obligó a hacer y decir bajo su dominio, recordé todo lo sucedido en el sótano de Matvey. Por un momento tuve miedo de haber hecho algo peligroso, o de que el demonio siguiese allí. - ¿Se ha ido de verdad? ¿Dónde está Catherine? - murmuré con la voz algo ronca mientras trataba de incorporarme.
Al abrir los ojos vi allí a mi padre y a mi hermana, pero no a Catherine. Eso me extrañó, pero mi cabeza por el momento no daba para pensar mucho más. Lo importante es que Chloe parecía recuperada, después de cómo la había visto durante la batalla. Enseguida recordé todo lo que el demonio me obligó a hacer y decir bajo su dominio, recordé todo lo sucedido en el sótano de Matvey. Por un momento tuve miedo de haber hecho algo peligroso, o de que el demonio siguiese allí. - ¿Se ha ido de verdad? ¿Dónde está Catherine? - murmuré con la voz algo ronca mientras trataba de incorporarme.
Poco o nada podía hacer mientras esperaba en el pasillo y recibía algún que otro mensaje de Catherine. Sólo podía informarle de que Ian todavía no despertaba, y que las sanaciones iban a tardar un poco. Sabía que me esperaba toda la noche en vela y parte del día siguiente, así que intenté tomármelo con paciencia ahora que sabía que mi hijo sobreviviría. Todo fue un poco mejor cuando llegó Chloe a la habitación en la que estábamos, así que la abracé aliviado de ver que se había recuperado bastante rápido. La había dejado un poco de lado con todo lo de Ian, pero sabía que no me lo tendría en cuenta. - Estamos bien, no te preocupes. Tú deberías estar descansando. Puedo llevarte a casa para que descanses allí mejor. Tu hermano todavía tiene que quedarse un poco más. - la dejé un momento mientras iba a despedirse de su amigo, aunque alcé una ceja al ver que le daba un beso en la mejilla. No sabía qué tipo de amigo era. Me sonaba que era ahijado del Black. Esperé a que ella regresase y que el otro se marchase para explicarle un poco más lo que le había sucedido a su hermano, y el modo en que conseguimos escapar de la Ciudadela.
- Has tenido suerte de no ver aquello. Fue una huida muy peligrosa. El demonio que poseyó a tu hermano era un Corruptor, por eso les está costando más hacer frente al veneno. - le puse una silla a Chloe para que se sentase, quedándonos junto a Ian hasta que fue despertando. - Tranquilo, los nigromantes lo expulsaron al infierno. No volverá. Catherine está bien, tenía un cónclave y ha tenido que irse. - respondí mientras ponía la mano sobre su frente, comprobando que la fiebre le había bajado un poco. - Mañana podrás marcharte. - en ese momento Catherine volvió a irrumpir en mi mente, pero esta vez era para darme una mala noticia. Se me debió notar en la cara que algo no iba bien, y además por falta de costumbre no pude evitar verbalizar la respuesta que debería haber sido mental. - ¿Qué? ¿¿Aedan?? voy enseguida para la sala de reuniones. - no dije ni una palabra más a Ian ni a Chloe, no había tiempo para explicaciones. Simplemente me desaparecí de allí para ir a ese sitio cuanto antes.
- Has tenido suerte de no ver aquello. Fue una huida muy peligrosa. El demonio que poseyó a tu hermano era un Corruptor, por eso les está costando más hacer frente al veneno. - le puse una silla a Chloe para que se sentase, quedándonos junto a Ian hasta que fue despertando. - Tranquilo, los nigromantes lo expulsaron al infierno. No volverá. Catherine está bien, tenía un cónclave y ha tenido que irse. - respondí mientras ponía la mano sobre su frente, comprobando que la fiebre le había bajado un poco. - Mañana podrás marcharte. - en ese momento Catherine volvió a irrumpir en mi mente, pero esta vez era para darme una mala noticia. Se me debió notar en la cara que algo no iba bien, y además por falta de costumbre no pude evitar verbalizar la respuesta que debería haber sido mental. - ¿Qué? ¿¿Aedan?? voy enseguida para la sala de reuniones. - no dije ni una palabra más a Ian ni a Chloe, no había tiempo para explicaciones. Simplemente me desaparecí de allí para ir a ese sitio cuanto antes.
Catherine apareció en la habitación de Ian, gracias a que la recordaba de haberlo esperado antes de ir al Cónclave. Sin embargo, no duró mucho en pie. En cuanto apareció las rodillas le cedieron y cayó al piso, sosteniendo con un brazo el cuerpo de Aedan que seguía llorando y con la otra apoyándose para no irse de bruces al piso aunque...éste se veía sumamente apetitoso ante el mareo que estaba teniendo. La pelinegra notó, cuando abrió los ojos, las gotas de sangre que empezaban a ensuciar el piso y sabía que eran propias -Ian- Musitó en un hilillo de voz mientras hacía un esfuerzo por ponerse de pie, sin lograrlo a la primera, pero si en la siguiente.
Incluso con las pocas ganas que tenía instaló una ilusión para ocultar su estado a Aedan, se agarró a la camilla y fue caminando lentamente hacia su esposo con una sonrisa en los labios al verlo bien -Dime... Que puedes... que estás... Chloe... - Dijo al verla y frunció el ceño, pero luego negó con la cabeza. Le estaba costando hilar pensamientos debido al dolor de cabeza que tenía instalado en la cabeza. Al llegar hasta donde estaba su esposo, dejó que Aedan se deslizara hasta él. Era evidente que su hijo no tenía un pelo de idiota y sabía perfectamente que su madre no estaba bien -Chloe... Estás...No, Ian...¿estás bien?- Preguntó y negó con la cabeza limpiándose con las mangas antes de sacar su báculo y activarlo, haciendo que el arma fuera construyéndose en un resplandor plateado y púrpura. Agradeció tener el arma en su mano, la fuerza que le daba el báculo, aunque se sentía cada vez más débil y no paraba de sangrar, ya no sólo por la nariz sino por los oídos. Estaba exigiendo demasiado a su cuerpo y lo sabía, pero haría lo que fuera por su familia. Y si la perseguían hasta aquí ella tendría como defenderlos -Irnos...Vámonos. Fuera ...No aquí. Pendragon. Ian. Debemos irnos de la isla-
Incluso con las pocas ganas que tenía instaló una ilusión para ocultar su estado a Aedan, se agarró a la camilla y fue caminando lentamente hacia su esposo con una sonrisa en los labios al verlo bien -Dime... Que puedes... que estás... Chloe... - Dijo al verla y frunció el ceño, pero luego negó con la cabeza. Le estaba costando hilar pensamientos debido al dolor de cabeza que tenía instalado en la cabeza. Al llegar hasta donde estaba su esposo, dejó que Aedan se deslizara hasta él. Era evidente que su hijo no tenía un pelo de idiota y sabía perfectamente que su madre no estaba bien -Chloe... Estás...No, Ian...¿estás bien?- Preguntó y negó con la cabeza limpiándose con las mangas antes de sacar su báculo y activarlo, haciendo que el arma fuera construyéndose en un resplandor plateado y púrpura. Agradeció tener el arma en su mano, la fuerza que le daba el báculo, aunque se sentía cada vez más débil y no paraba de sangrar, ya no sólo por la nariz sino por los oídos. Estaba exigiendo demasiado a su cuerpo y lo sabía, pero haría lo que fuera por su familia. Y si la perseguían hasta aquí ella tendría como defenderlos -Irnos...Vámonos. Fuera ...No aquí. Pendragon. Ian. Debemos irnos de la isla-
Negué a eso de que me llevase a casa porque prefería quedarme hasta que despertase mi hermano. En vez de eso pedí que me diera más detalles de lo que había sucedido. Me llevé las manos a la cara asustada conforme mi padre me iba explicando el modo en el que habíamos conseguido escapar de allí, a través de un portal que hizo Khaled al infierno. En el fondo era un buen tipo y nos había ayudado, aunque ahora lo que me preocupaba era Ian y el veneno que aquel demonio había dejado en él. Nos quedamos esperando un rato más hasta que él despertó, pero apenas hubo tiempo para explicaciones porque nuestro padre decidió marcharse de manera precipitada. Estaba claro que era un mensaje de Catherine sobre Aedan, y por lo rápido que se había ido debía ser algo serio. No ganábamos para sustos. La poca discreción que tuvo al decirlo en voz alta provocó que Ian quisiese levantarse para ir tras él y enterarse de qué estaba pasando, pero le impedí moverse sin demasiado esfuerzo. - No, acabas de despertar, no puedes intentar desaparecerte así como así. Además, han dicho que todavía tienes que quedarte. - volví a empujarlo contra la cama, intentando contactar mentalmente con Catherine para saber qué pasaba.
No pasaron ni 5 minutos cuando ésta apareció en la habitación, cayendo de rodillas al suelo con Aedan en brazos. El pequeño parecía estar bien, al menos a simple vista. Ella no. - ¡ey! - me moví rápidamente hacia ella para tratar de ayudarla, aunque se puso en pie por sí misma. - ¿Qué pasa, Catherine? ¿qué os han hecho? - la acompañé hasta la cama de Ian por si se caía, preocupada al ver la sangre que le salía de la nariz. Apenas entendía lo que decía, como si no fuese capaz de ordenar sus pensamientos. También tuve que obligarla a ella a sentarse en la cama, posando mi mano sobre su frente para comenzar a canalizar magia de sanación y que así dejase de sangrar. Podría haber sido una mejor sanación, pero serviría. Suspiré, mirando a mi hermano y después a ella. El pobre Aedan tenía a sus dos padres pochos a la vez y seguro que me tocaría hacer de canguro .
- Debería verte un médico más cualificado. ¿Pendragon? ¿Iros? ¿de qué hablas? ¿has llegado a ver a mi padre? se ha marchado hace pocos minutos. - tanta intriga me estaba poniendo nerviosa, así que me crucé de brazos esperando explicaciones.
No pasaron ni 5 minutos cuando ésta apareció en la habitación, cayendo de rodillas al suelo con Aedan en brazos. El pequeño parecía estar bien, al menos a simple vista. Ella no. - ¡ey! - me moví rápidamente hacia ella para tratar de ayudarla, aunque se puso en pie por sí misma. - ¿Qué pasa, Catherine? ¿qué os han hecho? - la acompañé hasta la cama de Ian por si se caía, preocupada al ver la sangre que le salía de la nariz. Apenas entendía lo que decía, como si no fuese capaz de ordenar sus pensamientos. También tuve que obligarla a ella a sentarse en la cama, posando mi mano sobre su frente para comenzar a canalizar magia de sanación y que así dejase de sangrar. Podría haber sido una mejor sanación, pero serviría. Suspiré, mirando a mi hermano y después a ella. El pobre Aedan tenía a sus dos padres pochos a la vez y seguro que me tocaría hacer de canguro .
- Debería verte un médico más cualificado. ¿Pendragon? ¿Iros? ¿de qué hablas? ¿has llegado a ver a mi padre? se ha marchado hace pocos minutos. - tanta intriga me estaba poniendo nerviosa, así que me crucé de brazos esperando explicaciones.
La tranquilidad de saber que el demonio se había ido y que Catherine estaba bien apenas me duró unos segundos, pues mi padre reaccionó de manera muy extraña tras recibir un mensaje telepático. - ¿¿Qué?? ¿¿Cómo que Aedan?? ¿qué está pasando? - quise levantarme para seguir a mi padre a donde se supone que había ido, a la sala de reuniones, pero Chloe me lo impidió. Tampoco habría podido ir a ningún lado aunque quisiera, no sabía qué me había hecho ese demonio pero me había dejado hecho mierda.
No pasó apenas tiempo desde mi intento de huida hasta que aparecieron Catherine y Aedan en la habitación, aunque eso tampoco me tranquilizó demasiado al ver el estado en el que venía ella. - No, no...primero dime si estás bien tú. ¿Qué ha pasado en ese cónclave? - La sangre de la nariz era la prueba de que había hecho algún esfuerzo grande con sus poderes, pero no tenía sentido si mi padre había dicho que ella estaba en una reunión con el Consejo, ni tenía sentido que fuese con Aedan. Cogí al niño en brazos cuando ella se acercó a la cama sin ser capaz de hilar una frase, intercambiando una mirada de preocupación con mi hermana. Después extendí mi mano para posarla sobre la mejilla de Catherine, después de que Chloe la hiciese sentarse en la cama. Parecía demasiado tocada como para que pudiésemos hablar ahora de lo que había pasado, fuese lo que puede.
- ¿Los Pendragon? ¿es sobre lo que hablamos en la cabaña antes de aquella fiesta? - hice un gesto a Chloe como queriendo decir que yo tampoco sabía mucho, pero si Catherine estaba así debía ser algo importante, así que no iba a llevarle la contraria en un momento así. Bajé la mano de su mejilla, cerrando el puño. - Puta mierda. Si no podemos estar en la isla y no podemos estar en tierra... - maldije otra vez por lo bajo sin pensar en lo que pudiese escuchar Aedan. Gruñí frustrado antes de mirar a mi hermana, o más concretamente hacia su anillo. - Vamos a necesitar uno de esos. O que vengas con nosotros para ocultar el sitio. -
No pasó apenas tiempo desde mi intento de huida hasta que aparecieron Catherine y Aedan en la habitación, aunque eso tampoco me tranquilizó demasiado al ver el estado en el que venía ella. - No, no...primero dime si estás bien tú. ¿Qué ha pasado en ese cónclave? - La sangre de la nariz era la prueba de que había hecho algún esfuerzo grande con sus poderes, pero no tenía sentido si mi padre había dicho que ella estaba en una reunión con el Consejo, ni tenía sentido que fuese con Aedan. Cogí al niño en brazos cuando ella se acercó a la cama sin ser capaz de hilar una frase, intercambiando una mirada de preocupación con mi hermana. Después extendí mi mano para posarla sobre la mejilla de Catherine, después de que Chloe la hiciese sentarse en la cama. Parecía demasiado tocada como para que pudiésemos hablar ahora de lo que había pasado, fuese lo que puede.
- ¿Los Pendragon? ¿es sobre lo que hablamos en la cabaña antes de aquella fiesta? - hice un gesto a Chloe como queriendo decir que yo tampoco sabía mucho, pero si Catherine estaba así debía ser algo importante, así que no iba a llevarle la contraria en un momento así. Bajé la mano de su mejilla, cerrando el puño. - Puta mierda. Si no podemos estar en la isla y no podemos estar en tierra... - maldije otra vez por lo bajo sin pensar en lo que pudiese escuchar Aedan. Gruñí frustrado antes de mirar a mi hermana, o más concretamente hacia su anillo. - Vamos a necesitar uno de esos. O que vengas con nosotros para ocultar el sitio. -
Se dejó guiar por Chloe hacia la camilla, aún sosteniendo con fuerza el báculo y mirando hacia lo que era la “entrada”. Se sentó al lado de Ian mientras escuchaba todas las preguntas, pero no respondía. Cerró los ojos cuando Chloe empezó a hacer su magia sintiendo que algo dentro de ella se renovaba. Quería más de eso, de ese calor, de sentirse bien y segura. Pero terminó. Se limpió nuevamente la cara con la manga de la camiseta sintiendo entonces la caricia de Ian. Abrió los párpados y lo miró, como si realmente ahora fuera consciente de que estaba allí. Se inclinó hasta pegar su frente a la de él y lo besó apenas unos segundos antes de separarse para escuchar sus preguntas.
-Desmond está poseído- Indicó cambiando una mirada significativa con Ian -Creo que por un Pendragon y… Sí, Adam…Estuve contactando con él durante todo el Cónclave. Desmond había retirado a Aedan, bueno no es Desmond, el bicho ese…De la guardería cuando dispararon las alarmas. Me pareció raro pero tenía que ir al Cónclave, le pedí a Azahar que lo buscara pero no lo encontró. No podía contactar con Desmond, no sé cuando aprendió a hacer oclumancia…- Inspiró profundamente, agotada -Cuando…- La voz perdió fuerza y pronto sintió que no tenía lo suficiente para explicar aquella situación. Se llevó la mano a la cara para ocultar las lágrimas -Tenía a Aedan, estaba empapado de sangre… Nos amenazó. Amenazó a Sean y a mi. A Aedan. Algo de los linajes…Se volvió loco, disparó. Los Guardias nos traicionaron… No lo sé… Creo que lo van a matar- El cuerpo de Catherine se movió cuando empezó a llorar de nuevo, liberando toda la angustia que había vivido desde que Ian había regresado. Manteniendo a raya al demonio, combatiendo mentalmente con él, contactando con Belialt, las ilusiones y mensajes mentales del Consejo, la ansiedad de no conseguir a su hijo y sentir que algo iba mal, Ian sin despertar y luego el punto final…Su hermano, iba a perder a su único hermano y no podía ayudarlo.
-Adam está en el Cónclave- Dijo dejándose caer en la camilla, haciéndose un ovillo al lado de Ian mientras él resumía perfectamente su situación -No podemos ir a la cabaña…Savannah ha venido, ha dicho que Llangoed ya no existe- Musitó contra el hombro de Ian, sintiéndose un poco mejor al estar junto a él. Tras ello escuchó sus palabras y miró a Chloe -Tenemos que practicar oclumancia, Chloe. Si el espíritu sigue en Desmond tiene acceso a nosotras pero nosotras no a él, nos encontrarán- Volvió a ocultar el rostro en el cuello de Ian y se apretó contra él -Pero no podrán acceder. Debemos…debemos ir a tu casa… si es que no la han bombardeado. SAM está destruyendo todos los núcleos mágicos – Inspiró y sintió que tenía ganas de llorar de nuevo al recordar que su propio castillo no eran más que ruinas. Entre lágrimas alargó una mano hacia el cabello de Aedan y se lo acarició -Lo mejor es aparecernos algo lejos de la casa y ver si es seguro- Aedan estaba un poco más tranquilo, pero Catherine podía notar en sus rasgos la ansiedad que tenía sin mencionar que eran las tantas de la madrugada.
De pronto recibió un mensaje de Mei que se le clavó como una estaca al cerebro. Catherine dio un leve quejido antes de responder con un grito de "NO" mental como aviso a Mei. Esperaba que rebuscar en su mente porque lo decia, no se sentía con ganas de enviar un mensaje.
-Desmond está poseído- Indicó cambiando una mirada significativa con Ian -Creo que por un Pendragon y… Sí, Adam…Estuve contactando con él durante todo el Cónclave. Desmond había retirado a Aedan, bueno no es Desmond, el bicho ese…De la guardería cuando dispararon las alarmas. Me pareció raro pero tenía que ir al Cónclave, le pedí a Azahar que lo buscara pero no lo encontró. No podía contactar con Desmond, no sé cuando aprendió a hacer oclumancia…- Inspiró profundamente, agotada -Cuando…- La voz perdió fuerza y pronto sintió que no tenía lo suficiente para explicar aquella situación. Se llevó la mano a la cara para ocultar las lágrimas -Tenía a Aedan, estaba empapado de sangre… Nos amenazó. Amenazó a Sean y a mi. A Aedan. Algo de los linajes…Se volvió loco, disparó. Los Guardias nos traicionaron… No lo sé… Creo que lo van a matar- El cuerpo de Catherine se movió cuando empezó a llorar de nuevo, liberando toda la angustia que había vivido desde que Ian había regresado. Manteniendo a raya al demonio, combatiendo mentalmente con él, contactando con Belialt, las ilusiones y mensajes mentales del Consejo, la ansiedad de no conseguir a su hijo y sentir que algo iba mal, Ian sin despertar y luego el punto final…Su hermano, iba a perder a su único hermano y no podía ayudarlo.
-Adam está en el Cónclave- Dijo dejándose caer en la camilla, haciéndose un ovillo al lado de Ian mientras él resumía perfectamente su situación -No podemos ir a la cabaña…Savannah ha venido, ha dicho que Llangoed ya no existe- Musitó contra el hombro de Ian, sintiéndose un poco mejor al estar junto a él. Tras ello escuchó sus palabras y miró a Chloe -Tenemos que practicar oclumancia, Chloe. Si el espíritu sigue en Desmond tiene acceso a nosotras pero nosotras no a él, nos encontrarán- Volvió a ocultar el rostro en el cuello de Ian y se apretó contra él -Pero no podrán acceder. Debemos…debemos ir a tu casa… si es que no la han bombardeado. SAM está destruyendo todos los núcleos mágicos – Inspiró y sintió que tenía ganas de llorar de nuevo al recordar que su propio castillo no eran más que ruinas. Entre lágrimas alargó una mano hacia el cabello de Aedan y se lo acarició -Lo mejor es aparecernos algo lejos de la casa y ver si es seguro- Aedan estaba un poco más tranquilo, pero Catherine podía notar en sus rasgos la ansiedad que tenía sin mencionar que eran las tantas de la madrugada.
De pronto recibió un mensaje de Mei que se le clavó como una estaca al cerebro. Catherine dio un leve quejido antes de responder con un grito de "NO" mental como aviso a Mei. Esperaba que rebuscar en su mente porque lo decia, no se sentía con ganas de enviar un mensaje.
Alargué la sanación un poco más hasta que noté que Catherine volvía un poco en sí misma, lo justo para que fuese capaz de explicarse. Después me separé para dejarles espacio de reencuentro, aunque escuchando atentamente todo ese asunto raro de los Pendragon y de Desmond. Solté un sonido de indignación al escuchar lo de su hermano con Aedan, lo que me colocaba a mí como mejor tía de Aedan, o mejor tía del mundo, posiblemente. - Demasiadas posesiones ya por hoy. - suspiré cansada, sentándome en la silla que había junto a la cama de Ian. Después de todo me acababa de despertar no hacia demasiado tiempo. Lo único que parecía claro es que ellos estaban amenazados en la isla y que querían irse, pero tampoco era fácil porque abajo estaba S.A.M y encima teníamos casi cualquier sitio al que ir destruido. Con la Alianza también había peligro, pero al menos no era un acoso y derribo tan inmediato.
- En realidad no, Catherine. Nuestra casa se quemó después del rescate de los campos. Nos siguieron y la destrozaron. Habrá que ir a otro sitio. O ser más sensatos y quedarnos aquí, en vuestro piso. Iré con vosotros. Todavía necesitáis una sanadora y algo para ocultar el sitio. Además, por hoy os hago de niñera, ya me lo cobraré. - sonreí a Ian de manera burlona con cara de hermana mafiosa a la que empieza a deberle muchos favores. Tras eso les pedí que me dieran un momento, saliendo de la habitación para ir a buscar a mis compañeros del hospital. Les pedí que nos trajesen algo de ropa para poder marcharnos, y que me dijesen cualquier otra indicación médica que tuviese que seguir Ian en casa. Regresé después de informarme, ducharme y vestirme, entregando la ropa a Ian para que hiciese lo mismo. Esperé unos minutos más hasta que estuvieron preparados, desapareciéndonos de allí los 4 en dirección a su piso.
Aldaron Failon
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la respuesta de Lucio me hizo levantar ambas cejas y frotarme las manos por el inminente salseo que su respuesta me iba a dar -Entonces... ¿Ya te has tirado a Sean o no?- le solté sin más para sber si tenía que abrir la botella de champagne o no. Entorné los ojos ante su propuesta de hacerme las guardias del mes pero eso ya me lo había dicho antes y ahí estaba yo, currando como un chino de sol a sol porque ya empezaban a colarse los primeros rayos del sol por los ventanales -A ver si esta vez es verdad, que contento me tienes-
El siguiente cotilleo ya no fue tan agradable, al parecer se había liado parda en la sala de reuniones y el chico de los Lefay había muerto -Pobre chico... - fue lo único que pude decir mientras me llevaba una mano a la mejilla y negaba con la cabeza pero no teníamos tiempo para lamentos pues no estábamos en las mejores condiciones en el momento.
Lucio dio rápidamente las órdenes a seguir por lo que llevamos rápidamente a los infectados a cuidados intensivos incluyendo a Reiv que se negaba a abandonar a la pelirroja -Yo quiero que el ruso me trate así!- dije por envidia de la buena mientras todos se apresuraban. Negué con la cabeza por lo de los exámenes de sangre -No, tienen mucha fiebre, los resultados se verán alterados... de momento voy a ponerle la vacuna de la rabia y la antitetánica al gato por la mordedura de mono- la antipirética si que era un buen plan pues si les seguía aumentando la fiebre podría llegar a ser fatal.
Asentí a lo de los análisis mirando mi reloj, mi primer impulso fue gritar como un condenado al ver que llevaba casi 48 horas seguidas de servicio con pequeñas siestas de por medio en el cuarto de las escobas pero tenía que centrarme -Si, el virus tiene una alta tasa de virulencia pero al parecer hay gente que no se ve afectada... han pasado unas doce horas desde que los infectados entraron por lo que tengo dos hipótesis, inmunidad o desarrollo lento en otros pacientes-
El siguiente cotilleo ya no fue tan agradable, al parecer se había liado parda en la sala de reuniones y el chico de los Lefay había muerto -Pobre chico... - fue lo único que pude decir mientras me llevaba una mano a la mejilla y negaba con la cabeza pero no teníamos tiempo para lamentos pues no estábamos en las mejores condiciones en el momento.
Lucio dio rápidamente las órdenes a seguir por lo que llevamos rápidamente a los infectados a cuidados intensivos incluyendo a Reiv que se negaba a abandonar a la pelirroja -Yo quiero que el ruso me trate así!- dije por envidia de la buena mientras todos se apresuraban. Negué con la cabeza por lo de los exámenes de sangre -No, tienen mucha fiebre, los resultados se verán alterados... de momento voy a ponerle la vacuna de la rabia y la antitetánica al gato por la mordedura de mono- la antipirética si que era un buen plan pues si les seguía aumentando la fiebre podría llegar a ser fatal.
Asentí a lo de los análisis mirando mi reloj, mi primer impulso fue gritar como un condenado al ver que llevaba casi 48 horas seguidas de servicio con pequeñas siestas de por medio en el cuarto de las escobas pero tenía que centrarme -Si, el virus tiene una alta tasa de virulencia pero al parecer hay gente que no se ve afectada... han pasado unas doce horas desde que los infectados entraron por lo que tengo dos hipótesis, inmunidad o desarrollo lento en otros pacientes-
Le habría lanzado una mirada escandalizada al elfo de haber podido, su comentario sobre si me había tirado a Sean hizo que me pusiese rojo como un tomate. - ¡Shh, baja la voz! serás cotilla... - por un momento casi le contesto, pero me contuve a tiempo para no desvelar nada. - Eso son asuntos privados. - sí que le di la razón a eso de que le haría las guardias, ahí estaba de acuerdo. No dije nada más del asunto Desmond, poco más había que añadir sobre ese trágico hecho. Al llegar a cuidados intensivos repartimos a los pacientes en distintas habitaciones, dejando que Reiv se quedase con Juliet. Los dejamos allí de momento, saliendo al pasillo para hablar a solas. Sonreí levemente por el comentario del elfo sobre el ruso que le tenía loco. - ¿No te hizo Giordano un ruso personal sólo para eso? ¿o te refieres al otro? ha estado hace un rato en la reunión, es muy bruto. - me encogí de hombros, sin comprender por qué le gustaba el ruso.
- Estarán alterados, es cierto, pero podemos intentar sacar muestras del virus. - mi visión comenzaba a aclararse poco a poco, al menos ya podía distinguir formas y luces a través de la agobiante máscara. - Tú no te has contagiado, al parecer. Podríamos tomaros muestras a ti y a otros que no estén contagiados para ver si tenéis algo que pueda ayudar a los demás. Esto no se soluciona con unas simples sanaciones mágicas, hay que hacer más. Ve a que te saquen sangre y de paso descansas. Ya llevas muchas horas aquí. Dejaremos la información al resto del equipo para que sigan investigando. Esto no se va a solucionar en un día.
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post cegado 5 de 5 y fin
- Estarán alterados, es cierto, pero podemos intentar sacar muestras del virus. - mi visión comenzaba a aclararse poco a poco, al menos ya podía distinguir formas y luces a través de la agobiante máscara. - Tú no te has contagiado, al parecer. Podríamos tomaros muestras a ti y a otros que no estén contagiados para ver si tenéis algo que pueda ayudar a los demás. Esto no se soluciona con unas simples sanaciones mágicas, hay que hacer más. Ve a que te saquen sangre y de paso descansas. Ya llevas muchas horas aquí. Dejaremos la información al resto del equipo para que sigan investigando. Esto no se va a solucionar en un día.
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Aldaron Failon
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Ahogué un grito cuando Lucio me dijo que bajara la voz, no podía ver su cara pero si que podía ver como las orejas le hacían de faro por el color rojo intenso que tenían -Aaaaah! entonces es oficial? estáis juntos?- el salseo me podía pero pensándolo mejor... -Oye, pero eso no os dará problemas con el consejo? ya sabes, con toda esa mierda clasista que tenéis... ¿Te puedes creer que antes ha venido Bellatrix con su propio séquito de médicos? menudos aires y lugo va el otro raro exhibicionista y me llama enfermero! como si no llevara ya años aquí de médico! - aún seguía mosqueado por aquello.
Todos pasaron a sus habitaciones y mi comentario sobre el ruso no pasó desapercibido para Lucio -Pero este no piensa! ... aunque para el caso... aún así quiero al de verdad! que me abrace mientras dormimos- me abracé a mi mismo mientra hacía movimientos algo amebosos dejando volar mi imaginación -Exacto! es un macho bruto y con pectorales duros como piedras... ahh! me calienta más que el sol de verano-
Dejamos el cotilleo para después para continuar con lo de los exámenes, al final accedí a lo de sacar sangre, tal vez encontráramos algún anticuerpo útil en los que de momento parecían inmunes -Está bien, vamos a tomar las muestras, lo dejaré todo listo y tu también vete a descansar, pillaré alguna cama por aquí, total, no puedo salir- dije encogiéndome de hombros para después acercarme a susurrar algo al médico al oído -Y si necesitas consejos ya sabes dónde estoy~ y recuerda nada de saliva que eso no vale para nada la primera vez- esperé por la reacción de Lucio para alejarme riendo a carcajadas por su inocencia.
Todos pasaron a sus habitaciones y mi comentario sobre el ruso no pasó desapercibido para Lucio -Pero este no piensa! ... aunque para el caso... aún así quiero al de verdad! que me abrace mientras dormimos- me abracé a mi mismo mientra hacía movimientos algo amebosos dejando volar mi imaginación -Exacto! es un macho bruto y con pectorales duros como piedras... ahh! me calienta más que el sol de verano-
Dejamos el cotilleo para después para continuar con lo de los exámenes, al final accedí a lo de sacar sangre, tal vez encontráramos algún anticuerpo útil en los que de momento parecían inmunes -Está bien, vamos a tomar las muestras, lo dejaré todo listo y tu también vete a descansar, pillaré alguna cama por aquí, total, no puedo salir- dije encogiéndome de hombros para después acercarme a susurrar algo al médico al oído -Y si necesitas consejos ya sabes dónde estoy~ y recuerda nada de saliva que eso no vale para nada la primera vez- esperé por la reacción de Lucio para alejarme riendo a carcajadas por su inocencia.
Finalmente me permitieron quedarme, aunque supongo que fue más por no dejarme salir por si acaso era infeccioso. Nos encaminamos hacia la zona de cuidados intensivos, cosa que me preocupó más porque parecía que era grave. Ignoré durante algunos minutos la conversación de Aldaron con Lucio, que ya venía preparado con su máscara y todo mientras que los pobres plebeyos estábamos ahí sin protección alguna. Ellos salieron al pasillo para seguir hablando después de haber dejado a cada enfermo en una habitación, descansando en una cama en lugar de una camilla. Me acerqué a Juliet al escucharla murmurar algo, sin entender mucho eso de los dragones en la montaña. Probablemente no tuviese sentido. Le hablé en voz baja, intentando calmarla.
- Claro...tú y Lasaña eráis las dragonas en la montaña. Tranquila, estoy contigo. Enseguida te traigo agua. - Estaba delirando, claramente. Aparté un poco mi mano de ella al notar que le molestaba que estuviese frío en comparación con su piel. Ya la había visto mal otras veces, pero ahora era diferente porque la veía peor y no sabía exactamente qué le pasaba. Me incliné para darle un beso en la frente cuando me dijo eso de que no era real, intentando demostrarle físicamente que sí lo era. Después fui hacia el baño de la habitación para llenarle un vaso de agua y para echar más agua a una jofaina, sacando también un paño. Tal vez no servía de mucho, pero podía hacer que se sintiera mejor. Pasé una mano tras su cabeza para ayudarla a incorporarse un poco, acercando después el vaso a sus labios para que bebiese. - Vamos, bebe un poco. Pronto te traerán algo para curarte. Cuando descanses tienes que contarme todo lo del torneo. - omití, obviamente, la parte en la que entré poseído y la cagué de manera exagerada con ella y con Kyllian. Eché un vistazo hacia la puerta medio abierta, observando que Lucio y Aldaron aún seguían allí. Por lo que pille de conversación ambos se iban a retirar a descansar.
- ¿Alguna cosa más que deba saber o hacer antes de que os vayáis?
- Claro...tú y Lasaña eráis las dragonas en la montaña. Tranquila, estoy contigo. Enseguida te traigo agua. - Estaba delirando, claramente. Aparté un poco mi mano de ella al notar que le molestaba que estuviese frío en comparación con su piel. Ya la había visto mal otras veces, pero ahora era diferente porque la veía peor y no sabía exactamente qué le pasaba. Me incliné para darle un beso en la frente cuando me dijo eso de que no era real, intentando demostrarle físicamente que sí lo era. Después fui hacia el baño de la habitación para llenarle un vaso de agua y para echar más agua a una jofaina, sacando también un paño. Tal vez no servía de mucho, pero podía hacer que se sintiera mejor. Pasé una mano tras su cabeza para ayudarla a incorporarse un poco, acercando después el vaso a sus labios para que bebiese. - Vamos, bebe un poco. Pronto te traerán algo para curarte. Cuando descanses tienes que contarme todo lo del torneo. - omití, obviamente, la parte en la que entré poseído y la cagué de manera exagerada con ella y con Kyllian. Eché un vistazo hacia la puerta medio abierta, observando que Lucio y Aldaron aún seguían allí. Por lo que pille de conversación ambos se iban a retirar a descansar.
- ¿Alguna cosa más que deba saber o hacer antes de que os vayáis?
Aldaron no pudo ver la sonrisa que se me dibujó en la cara cuando preguntó si ya era oficial que estábamos juntos, haciéndome bastante ilusión confirmarlo. - Hace meses no me habría atrevido a decirlo, pero sí, ya es oficial que somos pareja. Habíamos pensado irnos a vivir juntos, pero...parece que no podemos tener ni un momento tranquilos. No sé cómo lo hacemos, siempre pasa algo. - ahora no sólo teníamos la amenaza de S.A.M, sino la misteriosa amenaza de los Pendragon que ya era más real que nunca. Suspiré asintiendo a aquello de que nos daría problemas lo de hacerlo oficial. Sabía que algunos no lo verían con buenos ojos. - Ya lo sé, pero no quiero seguir escondiéndome. No hacemos nada malo, cumplimos igualmente con nuestras obligaciones. - hice un sonido de indignación con eso del exhibicionista y con lo de los médicos privados de Bellatrix, aunque al menos había dejado a Matvey a salvo. - La sanidad de Ouroboros es pública, no está al servicio de nadie en concreto. ¿Habrá sobornado con algo a nuestro personal? - tendría que preguntar al personal, ya me enteraría.
Poco a poco conseguí volver a ver, quedándome tranquilo porque así al menos podría ayudar en plenas facultades. - Ya veo tu cara de pervertido de nuevo, eso es buena señal. - le comenté mientras me hablaba del ruso, pensando que Aldaron debía haberse tirado a media isla tranquilamente. Al final nos pusimos de acuerdo en lo que hacer a continuación, aunque le hice un sonido de que bajase la voz cuando me dio ese último consejo y se fue riendo por el pasillo. El caso es que era divertido tenerlo como compañero de trabajo, aunque me avergonzase a veces. Entré a la habitación en la que estaba Juliet, acompañado por un enfermero para que extrajese sangre a la chica. Mientras lo hacia hablé brevemente con Reiv. - Vamos a sacarle sangre para analizarla y ver qué podemos hacer. Por ahora asegúrate de que la fiebre no siga subiendo y de que esté hidratada. Fíjate también en si le cuesta respirar. Pasaremos por aquí pronto, cualquier cosa avisad a los enfermeros. - me despedí de Reiv para ir a la habitación de Kyllian, sacando también una muestra de sangre al paciente 0. Darwin la había liado mucho con su mono del torneo, tendría que hablar con ella para que localizase al maldito mono. Después salí del área de cuidados intensivos, yendo a la zona de personal para intentar dormir algunas horas. Esperaba que Catherine me diese noticias de Sean en algún momento, ya que yo no podía salir por ahora.
Poco a poco conseguí volver a ver, quedándome tranquilo porque así al menos podría ayudar en plenas facultades. - Ya veo tu cara de pervertido de nuevo, eso es buena señal. - le comenté mientras me hablaba del ruso, pensando que Aldaron debía haberse tirado a media isla tranquilamente. Al final nos pusimos de acuerdo en lo que hacer a continuación, aunque le hice un sonido de que bajase la voz cuando me dio ese último consejo y se fue riendo por el pasillo. El caso es que era divertido tenerlo como compañero de trabajo, aunque me avergonzase a veces. Entré a la habitación en la que estaba Juliet, acompañado por un enfermero para que extrajese sangre a la chica. Mientras lo hacia hablé brevemente con Reiv. - Vamos a sacarle sangre para analizarla y ver qué podemos hacer. Por ahora asegúrate de que la fiebre no siga subiendo y de que esté hidratada. Fíjate también en si le cuesta respirar. Pasaremos por aquí pronto, cualquier cosa avisad a los enfermeros. - me despedí de Reiv para ir a la habitación de Kyllian, sacando también una muestra de sangre al paciente 0. Darwin la había liado mucho con su mono del torneo, tendría que hablar con ella para que localizase al maldito mono. Después salí del área de cuidados intensivos, yendo a la zona de personal para intentar dormir algunas horas. Esperaba que Catherine me diese noticias de Sean en algún momento, ya que yo no podía salir por ahora.
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