Planta de cuidados intensivos

Estaba recogiendo las pocas cosas que tenía y a punto de cambiarme del camisón de viaje de hospital cuando apareció Thalos en la zona donde andaba yo. Mi rostro se arrugó entero cuando me pellizcó la mejilla y me hice hacia atrás para librarme de él mirándole como si se le hubiese ido la chaveta.
-EH!¿Pero que mierda...
Me froté la mejilla un poco pensando en si debía pegarle un puñetazo en ese momento o esperar.
"Más tarde...cuando menos te lo esperes Draven"
Entorné los ojos segundos antes de quitarme el camisón ese.
-Seh, me han dado el alta. Estoy hasta las narices de estar aquí.
Estaba poniéndome la camiseta cuando me giré a mirarle alzando ambas cejas.
-¿Sabes lo que es no poder moverte en una maldita semana?
"Si lo sabe ¬¬"
-¿Estando consciente?
"Argdghjfg "
-Necesito estirar las piernas.
Comenté según me vestía , me subí los pantalones con rapidez.
-¿Has visto a Reed?
Pregunté mirando de reojo más bien preguntando si se le había ido la pinza otra vez con el viejo ese con algo de temor. Cuando fuí a abrocharme los pantalones y no pude apreté mis labios y gruñí calzándome las botas de cualquier modo.
-Vámonos de una vez

-¿Cómo puedes estar tan seguro?- Expresó al escuchar aquello de que volvería  a ver  y aunque la duda se había expresado a modo de pregunta, la revenant sabía perfectamente que Khaled hablaba siendo conocedor del tema. No había dubitación en su tono y, por no decir, no adornaba las cosas porque le apetecía. Simple, directo, ignorante de lo que sus palabras podrían generar en los demás. Igual que ella. Svenssons de pies a cabezas.

Lyosha relajó el cuerpo y fue evidente, su respuesta física al saber que su sobrino-nieto no había resultado herido. Su respiración se volvió cada vez más calmada y empezó a ser consciente de su cuerpo. Fue poco a poco moviendo cada parte de él para ver si todo respondía. Escuchó el resto y volvió a cerrar los dedos en un puño -Uno de mis acólitos falleció cuando un androide lo abrazo con una bomba de autodestrucción. Los otros dos los despaché antes de que todo se volviera un caos. Deberían estar aquí- Se removió, inquieta, sintiendo otro ramalazo de dolor y aguantándose a fuerza de terquedad el grito que quería que inundara todo el hospital.

-Su nombre era Lyndon. Acólito de la hermandad de metal desde hace más de un año. Tengo su insignia en mi poder y recibirá la ceremonia que le corresponde ¿Dónde están mis cosas?-Dijo, de modo solemne -Fue dura- Concedió -Y nos atacó al irnos. A traición- Agregó, aunque el nerviosismo seguía perenne pero su fachada física seguía controlada -Eran Adam y Nicholas ... No sé el nombre del otro. Adam es acólito de la hermandad de metal y el otro de la de fuego. El moreno me dijo que Erika había vuelto ¿Dónde está? ¿Se recuperó? ...- A medida que hacía esas preguntas fue consciente de algo. Tal vez...Tal vez la gran batalla ya hubiese sucedido -¿Cuánto tiempo he pasado dormida?...Khaled, quitame la imagen de la cabeza. Mientras vuelvo a ver prefiero fiarme del resto de mis sentidos-

- No, quita esa mirada, descarta la venganza. - le dije al ver como me miró tras el pellizco....estaba planeando su venganza en futuro. - La violencia no te sentará bien ahora mismo.

Abrí la boca para responder cuando me preguntó. Sabia de sobra que yo sabía lo que era pasar semanas en cama. Consciente, sí, también.
- Sí, bastante bien. - le respondí con cierta sorna finalmente cuando me dejó hablar. - No, no lo he visto.... no desde aquello.

Vi que terminó de prepararse y le hice un gesto, señalandole hacia donde estaban Khaled y Lyosha, la última había comenzado a dar señales de vida después de mucho tiempo. Su muerte heroica tendría que esperar a otro momento...porque a esta batalla habia logrado sobrevivir.

- Quizá pueda preguntarle al nigromante - nos aproximamos un poco a donde estaban ellos, pillando la ultima pregunta de la conversacion de Lyo. - Una semana. Tranquila, aun podrás asistir a la Grand Finale.... Tch, y yo que creía que perder un ojo era malo. Me has doblado la apuesta o qué? Si no te da asco puedo prestarte uno de los míos. Regalo de Gelion. - por qué tenía que ir coleccionando venganzas en futuro de mujeres con mal genio? En realidad lo que quería decir era gracias. - No te despegaste de Scalovix en ese sótano. Gracias. - eh, no había sido tan dificil. Después desvié la mirada hacia el nigromante...a ver como introducía yo el tema....

- No se si recuerdas que despues de traer a Astaroth de vuelta acabé con un brazo de menos. Y no sé si habrás notado que vuelvo a tener ambos. Y solo fue cuestión de minutos. - crucé mis dos brazos, Maera podía ser muy caótica pero sus trabajos eran buenos. - He invocado a un demonio a este plano con tales habilidades de regeneración. Te dolerá, pero...quedarán igual que antes. A lo que...viene...otra propuesta...que quizá te haga en otro momento.

Asentí ante sus palabras acerca de Lyndon. - Velaremos porque así se haga. Tus cosas las retiraron los del hospital, están guardadas. Cuando quieras salir de aqui las recuperamos.

Esfumé la visión de su mente, ya se había tranquilizado y ahora quería enfrentar su ceguera, lo cual me parecía bien. Iba responder cuando aquel hombre lo hizo por mi, él y Erika venían juntos. Él hizo una broma, o no se que pretendía, solo se ganó una mirada despectiva por mi parte. Sin embargo lo siguiente que dijo me hizo volver la mirada a Lyosha nuevamente. El apellido aquel...tenía una relacion importante con mi hermana.
- Rodrigo?

Medio rostro se me arrugó en una mueca cuando el cegato captó con claridad mis pensamientos y después crucé mis brazos desviando la mirada haciéndome la digna.
-No sé de que mierdas hablas Draven.
Entorné los ojos-Vaaale...claro que lo sabes...pero tu no tienes que aguantar aquí con un...-Señalé a mi tripa sin saber muy bien como referirme al bebé, porque decir bebé me costaba o niño o cualquier cosa parecida, así que simplemente suspiré.
-¿No has ido a buscarle?
Pregunté muy muy extrañada. Pensaba que iba a andar todo loco en busca del crío no tan crío o del viejo loco.
"¿y que has estado haciendo cegato?"
Estaba terminando de recoger mis cosas cuando dijo eso de preguntarle al nigromante y alcé una ceja viendo que iba para allá.
"¿Qué?espera... joder"
Salí tras él pero al llegar comenzó a hablar y sonreí incómodamente. Después miré a Draven abriendo mucho mis ojos cambiando por completo el gesto cuando soltó aquello, le dí un golpetazo en el brazo con el dorso de la mano haciendo un gesto con mis cejas.
"¿que mierdas dices?"
Miré a Khaled dedicándole un gesto de disculpa mientras Thalos daba las gracias a Lyosha. Miré a la mujer que parecía estar en mejores condiciones que el primer día que la vi a lo lejos en la UCI pero convaleciente todavía.
-Siento no haber podido ayudar más Lyosha... gracias por encargarte de los míos- Agradecí así que ayudase con lo de Johan y con aquellos pertenecientes a la hermandad de fuego que habían quedado en tierra tras mi marcha.
Fruncí el ceño mirando al nigromante preguntar por Rodrigo Scalovix.
-Johan, Rodrigo era su abuelo.
Aclaré a Khaled y crucé mis brazos sobre mi pecho volviendo a mirar a la mujer.
-¿Te han dicho cuanto tienes que quedarte?

Hace una semana y poco...

Me deshice en sombras y me marché tras la camilla de Reiv, yendo a donde quiera que lo llevasen a el....

Y en forma de sombra había permanecido allí. Inamovible, practicamente invisible, el centinela en las sombras. Había contemplado el ir y venir de doctores, los desvelos de Juliet, sentido cada altibajo de sus corazones....

Pero algo pasó un día que me pareció extraño. Pues a simple vista no se pudo ver nada, pero una criatura como yo podía notar que allí había una persona. Y no un médico,pues estos no tienen necesidad de ocultarse...a no ser que quieran ocultar sus acciones. Fui espectador de lo que aquella persona hizo. No había esperado que lo que quisiera fuese acabar con su vida, error mío no adelantarme a sus intenciones.

Cuando ya era tarde, lo unico que pude hacer fue abandonar la sombra bajo la camilla de Reiv y seguir a aquella persona oculta por la capa de invisibilidad.

Sin darse ni cuenta....se había ganado que la oscuridad la siguiera.

-No sé si has notado que no te he mirado desde que Belialt fue un maldito imbécil y que aún me quedan energías para arrancártelo del cuerpo- Expresó así, sin más, dejando entrever el desprecio que sentía por el demonio en ese momento. Se removió en la cama pero sólo para sisear y quedarse rígida en la postura, que poco a poco fue relajando para volver a su sitio. A medida que el dolor aclaraba su mente, retazos de recuerdos volvían a su mente. Se había arrastrado hacia Johan y hacia el peliazul para absorber energía pero no había servido de mucho, la seguían comiendo por dentro.

La voz de Thalos le sonó ronca, pero la reconoció. Eso era u buen indicio, si tenía ánimos para hacer bromitas implicaba que Erika estaba bien -¿Dónde está Erika?- Preguntó con el ceño fruncido aunque aquello no era visible por las vendas. En cuanto mencionó a Svalovix, Lyosha deseo atravesarle el cuello con un tubo de metal pero sólo algunas cosas a su alrededor vibraron y el maldito aparato que vigilaba su ritmo cardíaco se aceleró. Khaled habló. Erika habló. Lyosha guardó silencio durante un tiempo.

-Es hijo de Maharet- Y si hubiese podido mirarlo, habría sido suficiente para que entendiera a quien se refería pero no podía moverse. -La peliblanca que salvé de la calavera de sanación- Iba a omitir que había sacrificado su vida por ello porque no le interesaba que aquellos se enteraran de su movida. Después dirigió la mirada hacia donde creía que estaba Erika -Me encargo de los Souls, independientemente de la hermandad. Pero ahora tú eres su Matriarca y debes reclamar tu puesto y a tus acólitos. Están esperando por ti- Volvió la cabeza brevemente hacia Khaled -Tiene potencial. Muchos lazos sentimentales. Pero potencial- Indicó así como si le diera igual que estuviera delante, que, de hecho, le daba.

-Por cierto, el moreno tuerto y con complejo de payaso tiene fantasmas que quiere corroborar que siguen en el infierno. Y es un fantasma con mucha carga. Se pasó toda la misión con la cabeza en otro sitio. Estuve a punto de matarlo un par de veces. Pero bueno, Erika es una Soul- Dijo y en sus labios se dibujó una sonrisa, no tensa, sino más bien malvada porque claro aquello le daba cierto regocijo -Es decir, quiere pedirte un favor, Khaled- Indicó con un rintintin importante en su tono de voz.

- Ciertamente, esa es una experiencia por la que espero no tener que pasar...nunca. - dije lo de NUNCA muy remarcadamente cuando me dijo que yo no había tenido que estar en cama con una criatura creciendome dentro. Me dieron escalofrios solo de pensarlo y le pasé mi mano por el pelo un par de veces, en plan, "lo siento".

Resoplé cuando me dijo que si no habia buscado a Reed.
- Directamente...no. Esperaba encontrarmelo mientras buscaba una casa... he encontrado un lugar tranquilo. Pero no huele a polvora ni está lleno de mierda....no se. - le indiqué asi que realmente, no habia estado perdiendo el tiempo, aunque no hubiese dado con Reed.

Despues me soltó un codazo por como me habia dirigido a Lyosha, y al ver temblar las cosas de metal a mi alrededor, me di cuenta de por qué. Ah, claro, olvidaba que la Soul era de mecha corta y prendía como la polvora. Después aclararon el asunto de Johan, Maharet y el tal Rodrigo, que no entendí muy bien que pintaba en la ecuacion, pero me interesé mucho por el hecho de que Lyosha hubiese salvado a Maharet, la madre de Johan, en algun momento de su pasado.

Aquello de los "muchos lazos sentimentales" me hizo fruncir el ceño, como si insinuase que yo le era una carga. Pues te jodes como Herodes. Solté un ruido irónico por lo bajo cuando la cegata me llamó tuerto con complejo de payaso.
- Que mal le sientan las bromas a los enfermos.

Luego le soltó aquello a Khaled, asi sin vaselina. El corazón se me saltó varios latidos al mirar al nigromante y pensar que por fin podría tener una respuesta. Lo que dijo Lyosha me hizo mirarla realmente mal, acerca de que estuvo a punto de matarme en un par de ocasiones y que lo unico que lo evitó fue el rango de Erika. Tenía razon en que andé lento en muchas ocasiones y tuve errores malos, pero cuando llegó el momento final supe reaccionar.

No me gustaba hablar de aquello. Así que no le di cancha a la soul.

- Me gustaría confirmar que alguien sigue muerto. Lyosha me dijo que tú eras capaz....

Apreté la mano entorno a la sábana que cubría el cuerpo de Lyosha cuando dijo que aun tenía fuerzas para arrancarme a Belialt, debido a su ira. Noté una punzada de dolor en el pecho causada por el intento de Belialt de hacerse con el control en ese preciso instante, y mi férrea negativa en el momento. Lo había cabreado.

"no vamos a hablar de esto ahora"

Por las palabras de los tres, logré recrear un puzzle de la situación. Johan, el mago de los Renegados, por lo visto estaba conectado por sangre a Rodrigo. Y tal como ella había dado su vida por salvar a Maharet, ahora habia vuelto a hacer algo por el estilo, pero por Johan. Tenía un extraño afán de sacrificio por algo que ahora yacía muerto y no podía decir que lo entendía...del todo. Por otra parte sabía que era aferrarse a algo perdido.

- Supongo que esa es tu manera de hacerlo. - le dije a Lyosha, aunque quizá no me entendiese. Luego soltó aquello acerca del potencial de Erika y levanté brevemente la barbilla. - Lo sé. ¿Por qué te crees que la amenacé en la playa?

Aunque Lyosha se equivocaba en una cosa, precisamente en la de los lazos sentimentales. Quizá ahora fueran cadenas pero en el futuro podían ser látigos que la espoleasen.... - alguna vez has conocido a un líder de la hermandad del fuego que no se dejase guiar por esos impulsos? - recapitulé.

Lo último me hizo dirigir una poco interesada mirada hacia Thalos. Qué típico....
- Y supongo que Lyosha también te dijo que no tomo encargos como si fuese un vulgar médium.... y que no suelo hacer favores gratis.

Ambas cejas se alzaron ante ese nunca repetido dos veces pensando que podría asustarle un poco si decía que seguro que había un hechizo para traspasarle el marrón a él pero al captar su gesto simplemente me reí internamente negando. traumatizarle era divertido pero solamente en algunas ocasiones.
Luego me sorprendió con la noticia de que en realidad si que había estado buscando una casa y al parecer no era un antro de los que le molaban a él.
-oh!... -Tal vez no soné tan entusiasmada como lo hubiese hecho cualquier otra chica pero en realidad no pude evitar escapar una sonrisilla tímida. Encogí mis hombros.-Siempre puedes llenarla de pólvora y esas cosas tuyas, si quieres.
Cuando Lyosha preguntó por mi miré a Khaled de reojo justo mientras aclaraba quién era Johan, claro la venda y todo el rollo,la batalla debía haberle afectado a la vista.
Comenzaron a hablar de mi entre ellos y mi ceño se frunció.
"Muchos lazos sentimentales?WTF?"
Agarré el brazo de Thalos cuando contestó el lanzándole una pequeña mirada que intentaba decir que relajase con ellos, que eran un poco siesos. Aunque las palabras del nigromante me sorprendieron por lo que le miré algo confusa.
-¿Acaso es malo?
"Vamos...no me creo una mierda que no tengáis lazos ni se os escapen impulsos por ellos, sobre todo a Lyosha"
Suspiré negando.
-Bueno, por muy Matriarca que sea...
"Matriarca?suena fatal, prefiero jefa o algo así"
-Los médicos me han dicho que tengo que guardar reposo si no quiero perder a la criatura , así que...tengo que tomar las cosas con calma.
Entorné los ojos porque aquello no iba conmigo. Guardar reposo era una pérdida de tiempo pero claro... no podía hacer otra cosa. Suspiré de nuevo mientras pensaba en el tiempo que tendría que tendría que estar así . Entre tanto se habían puesto a hablar del "fantasma de Thalos", Apreté mis labios cuando la Matriarca del metal dijo aquello de Draven, pero tampoco podía pedirle más a esa mujer, al menos era considerada con él aunque fuese solo porque fuese yo una Soul.
Pedirle un favor a Khaled no traía más que consecuencias, como yo...viviendo en una torre extraña con un montón de críos que hacían chispitas siguiéndome. Además, no entendía la necesidad de Thalos hasta que dijo aquello por lo que fruncí mi ceño.
"Espera...¿Que?"
-¿Estás pensando en tu padre?¿En serio?
"Se le ha ido la pinza"

De haber podido, habría rodado los ojos a Thalos pero no podía. Chasqueó la lengua con cierta insolencia hasta que Khaled habló -¿Subir de círculo en el infierno? Puede ser- Soltó pensando que se refería a eso. Para luego hablar de Erika, Lyosha no se movió aunque quería alzar los hombros y cuando oyó a Erika giro la cabeza -Cuando tienes que elegir entre tu hermandad y los tuyos y las amistades fuera de la hermandad, si, Erika; Suelen ser un dolor de culo- Hablaba por experiencia propia.

-Con calma, muy bien. Puedes presentarte a ellos calmadamente. Aprender sus nombres, sus especialidades, sus vidas y razones para ser Souls- Le indico sintiendo que su tiempo despierta estaba acabándose. El cansancio se hacía notar. La pregunta de Erika hizo que Lyosha sonriera -Turbio. Despertaría interés si no estuviera medio muerta....

-No, no le he dicho nada. No soy tu Relaciones Publicas. - Carraspeó brevemente cuando una voz suave y que olía a demasiado alcohol se acercó a ellos para revisarla -Ahora iros, tenéis asuntos que atender- Los echo deliberadamente.

Erika me agarró del brazo, queria que parase un poco el carro. Probablemente me estaba disparando de más con aquellos dos.

Las palabras de lyosha me hicieron fruncir el ceño, entendia que querian que ella fuese una lider , pero no a costa de su salud y la del crio o cria. Aprete las manos en puños a ambos lados de mi cuerpo. Ademas khaled no parecia dispuesto a colaborar de gratis.

Hice una mueca de fastidio cuando Erika, de pronto, dio en el clavo. La miré de reojo y asentí.
- la cicatriz del cuello. La voz ronca. La cicatriz en la sien. Lo que me dijo. Lo que le ha hecho a Reed. Se que es una locura pero....tengo que descartarlo...

Lyosha dijo “turbio”. No podia estar mas de acuerdo.
- sabes lo que hice pero no cómo lo hice. - le dije a Erika, pero mirando a la Svensson, que nos estaba despachando. - que quieres a cambio, khaled?

La mención de lyo sobre el infierno me hizo ladear levemente la cabeza. Me pareció curioso que fuese ella la que diera consejos sobre lazos emocionales a la otra, sobre todo cuando ella era la que más lazos había establecido fuera de las hermandades. Mis círculos habían sido siempre más cerrados.

Las escuché. A parte de mi y ahora de Astaroth, ningún otro soul había iniciado el camino de la nigromancia. Y es que la calavera se había tornado muy peculiar desde que saliera del infierno. Ahora este humano quería que buscáramos a un muerto, en su nombre.

Las palabras de la mujer y el otro me hicieron llegar a conclusiones rápidas, no parecía que el asunto hubiese cursado sin violencia. Estreché la mirada, observando al hombre mejor. La maldad no estaba para nada ausente en su aura y los pecados cometidos le daban un aspecto retorcido.
- me pregunto qué será....- dije en voz pausada.

Mi hermana necesitaba descansar así que les hice un gesto para llevarnos el asunto a otra parte.
- necesitas energía, Lyo. Ya sabes lo que tienes que hacer. - le di mi mano, y se la estreché por varios segundos, los suficientes por si ella quería hacer algo.

Después la solté y salimos fuera de la zona de intensivos, mientras le exponía a Thalos que era lo que le iba a pedir a cambio. Unirse a nosotros.

Los días que siguieron a la operación de nanobots y al ataque de Adele no fueron precisamente buenos, pues todo aquello había dejado  unos daños para los que necesitaría tiempo de recuperación. Después de la intervención de los sanadores volví a caer en aquel oscuro limbo, del que no saldría en una temporada. Permanecí ajeno a todo lo que sucediese a mi alrededor, mientras mi cuerpo luchaba por reestablecerse y salir adelante.

Fue la mente la que comenzó a despertar poco a poco, percibiendo de manera lejana los sonidos de alrededor y las sensaciones de malestar de mi propio cuerpo. Notaba todo el torso dolorido, pesado. Moverse se antojaba difícil por las escasas fuerzas, que no me respondían como quería. Finalmente logré abrir los ojos, aunque al principio apenas lograba ver con claridad y estaba totalmente desubicado. Dejé escapar un leve sonido de dolor al removerme, costándome bastante alzar la mano para llevarla hasta la mascarilla de oxígeno que llevaba sobre el rostro.

Con el paso de los segundos empecé a procesar que aquello era un hospital, y que yo estaba más jodido de lo había estado otras veces. No sabía qué era lo que había pasado, ni sabía dónde estaba nadie. Ni siquiera era capaz de recordar por qué motivo estaba así, ni el tiempo que había dormido. Comencé a agobiarme por todo aquello, provocando que la máquina que monitorizaba el latido comenzase a pitar más rápido de la cuenta.

Los días pasaron tranquilos en el hospital después de la boda, todos los pacientes iban progresando como era debido y pronto podría darle el alta a muchos de los ingresados, iba caminando a la sala de cuidados intensivos para ver a los dos que quedaban en el lugar, La mejer de cabello blanco con mala uva y Reiv. Ambos se habían quedado en un estado neutral, ni mejoraban ni empeoraban pero la que más me preocupaba era ella pues a pesar de estar consciente cada día se la veía más débil.

Cada día supervisaba las curaciones aquí y allá, de un lado a otro y de vez en cuando me tocaban consultas, odiaba consultas pero era parte de mi trabajo. los que estaban en planta ya parecían verdes y lozanos así que les daría la patada pronto pero no vería a mi ruso sexy así que esos los echaría los últimos.

Llegué al área de enfermeras para ver el historial de ambos pacientes y primero fui a por la mujer de cabello blanco, canalicé mi magia en ella y le hice un chequeo general a ver que tal estaba, sus heridas cicatrizaban de forma muy lenta, sabía que no era un feral o un licano pero era lenta incluso para un humano -esto te va a sonar raro pero ¿se nos escapa algo? algo que no nos hayas comentado como por ejemplo de dónde has sacado esa melenaza de color blanco? - había descartado muchas cosas y solo me quedaba una hipótesis a barajar, iba a preguntarle más cosas a la mujer cuando el pitido de la cama de al lado llamó mi atención, me alejé de Lyosha y fui de inmediato con Reiv que por fin había despertado.

-Quieeeeeto! a ver, ponte la mascarilla y mírame a estos ojazos azules que tengo- le puse de nuevo la mascarilla y una vez más canalicé mi magia pero esta vez con el chico -eso es, tranquilo, respira despacito que te da un chungo... estás en el hospital, a mi me conoces, ¿verdad? he estado contigo en el lefay y durante la cuarentena con Juliet y Kyllian- esperé a que se calmara y seguí hablando pausadamente -Antes de nada Juliet está bien, ha estado cuidando de ti pero creo que hoy tiene otro turno, tu no te preocupes que luego viene- su amigo el feral también se había pasado de vez en cuando pero ese parecía un alma en pena, mejor no le decía nada. hice que una de las enfermeras trajeran un vaso de agua y una pajita para poder acercársela al moreno, le quité la mascarilla y dejé que bebiera poco a poco -¿Mejor?-

Reconocí una voz que me sonaba bastante en cuanto la máquina se puso a pitar. Tuve la sensación de que eso ya lo había vivido, que no era la primera vez que esa voz me decía que me tranquilizase. Eso me hizo dudar de si seguía dormido o no. Enfoqué un poco más la vista en la cara que tenía delante, terminando por identificar quién era mientras me hablaba.  Asentí al recordar su nombre, Aldaron. Estaba en lugar seguro. Empecé a respirar de nuevo con la mascarilla, intentando calmarme. Mi mente iba despacio, pero los nombres de Juliet y Kyllian los reconocí también en cuanto los mencionó. El elfo fue más rápido que yo tratando de formular una pregunta, aunque respondió a lo que quería saber sobre Juliet. El caso es que también creía haberla visto en algún momento, tenía recuerdos borrosos al respecto. Lo último que recordaba era caer del techo de una furgoneta, siendo arrastrado al suelo por un montón de androides. Después nada, estaba seguro de que todo se acababa ahí.

Quise hablar, pero me costaba bastante. Al menos el agua que me dio a beber me ayudó con la garganta. Le miré con un gesto de agradecimiento cuando me preguntó si mejor, centrándome poco a poco. Aparté un ligeramente el vaso, de momento no quería beber más. - Juliet...¿de verdad está bien? - quería creerlo, pero no verla allí me extrañaba. Tal vez me estuviesen mintiendo. La idea me cruzó de manera fugaz, pero fue suficiente para temer.  

- ¿Kyllian volvió? ¿Y Johan? - el feral...la última vez que lo vi acababan de herirle con plata. Le dije que se fuese, que eso era grave. Esperaba que lo hubiese hecho a tiempo. A mi hermano ni siquiera había llegado a verlo. Podía ser que estuviesen todos peor que yo, o que directamente no hubiesen regresado. Puse una cara como queriendo decir que quería saber la verdad. Después intenté removerme un poco, cerrando un ojo un momento con un gesto de molestia. Lo peor era lo débil que me sentía. Ni siquiera sabía el tiempo que llevaba ahí, ni si habíamos conseguido el objetivo de la misión.  - ¿Qué me ha pasado? - murmuré mirando a los chismes que tenía conectados, llevando una mano a la vía del brazo.

-Muy bien, buen chico, ojalá todos los pacientes fueran así- y claramente iba por la albina del otro lado de la sala que tenía más mala leche que un licano con hemorroides. Reiv respondió bien y se fue calmando poco a poco, cuando le di el agua levanté su cama con el botoncito para que esta lo dejara en una posición más o menos cómoda para beber, no estaba sentado del todo pero así reducíamos el riesgo de que se atragantara, Bebió despacito y cuando fue suficiente dejé el vaso en la mesita auxiliar que tenía a un lado -solo habla para contestar mis preguntas, aún estás pocho- hice que la enfermera cerrara las cortinas y me dispuse a escuchar el corazón de Reiv con el estetoscopio, la máquina me daba los latidos pero quería saber que todo iba bien dentro de él.

-Respira profundo, pero sin forzarte, hasta dónde puedas y si sientes dolor paras- le indiqué al chico para que siguiera mis instrucciones, todo parecía en orden así que por el momento contestaría su primera pregunta -y si, Juliet está bien, ahora es voluntaria en el hospital, así la dejamos que se quede contigo porque esto es un área en la que no puede estar cualquiera todo el tiempo, hace su turno la mitad del día y la otra mitad la pasa contigo pero cuando cae la noche la mandamos a casa, solo me faltaba un dragón enfermo- de momento no le iba a decir que lo dejábamos vigilado por si volvían a intentar matarlo, con saber que su novia estaba bien bastaba.

"mierda" fue lo que pensé cuando preguntó por el feral, él estaba... jodido, estaba muy jodido pero era normal después de todo el percal con la niña, yo me había enterado leyendo los informes con cincuenta mil apuntes entre la guardia, los post-its de Anteia, la declaración de Kyllian, el cuadro psicológico que más o menos había visto el de guardia ese día... cincuenta años en la isla y no recordaba haber visto algo así antes. Carraspee un poco y contesté a lo que me preguntaba Reiv, más o menos -El gatazo está bien...físicamente perfecto, como siempre, logramos operar la herida de plata a tiempo así que solo pasó aquí un par de días antes de darle el alta, se ha quedado sin voz de forma temporal pero son efectos secundarios del veneno, cuando baje la inflamación volverá a pegar berridos- a Johan no lo había atendido yo pero lo había visto muy feliz en la habitación de la Blanc cuando fui a echarle un vistazo -Tu hermano está bien, llegó andando solito y donó sangre para ti pero no pudimos usarla, no hubo bajas en la misión según tengo entendido y consiguieron el dichoso androide- ahora que lo pensaba, el tío sexy del quirófano me debía una visita!

Volví a dejar la cama en su sitio y le aparté un poco la sábana a Reiv -Ahora voy a ver como van tus heridas- el pobre chico había sufrido una buena infección así que le puse un drenaje por si acaso que le habíamos quitado en cuanto todo parecía ir bien. Levanté la bata y a simple vista no había rastro de infección, las heridas externas cicatrizaban bien y no parecía haber nada fuera de lo normal, suspiré tranquilo sintiéndome buen médico y volví a dejar la bata en su sitio y la sábana hasta el cuello, bien tapadito cual burrito -Te explico, sufriste un ataque de nanobots por parte de la puñetera IA, son unos bichos diminutos que se te meten en el cuerpo y atacan órganos vitales dejándote para el arrastre, a ti te afectaron el corazón, el hígado y el intestino... por suerte un idiota bajó solito un mes antes y fue el primero en caer así que cuando llegasteis ya sabíamos que hacer- le eché un vistazo a su historial y de momento omitiría el intento de asesinato para que no se pusiera nervioso -por hoy nada de comida, solo puedes beber y poco a poco, te quedarás un par de días aquí para ver como evolucionas y si todo va bien te llevamos a la planta de habitaciones para que puedas recibir visitas-

Las sombras que tenía vigilando a Reiv en el hospital me susurraron nuevas acerca del estado de Reiv.

No tardé mucho en estar allí...no de cuerpo presente, claro. Que el elfo estaba rondando, y chequeando a Reiv. Había sabido también que a ese niño no le había pasado nada. Yo le había dado una oportunidad. Había ella pretendido hacer lo mismo? Le dí más de lo que merecía..... seguramente me arrepintiese de no haber sido más directo. Quiza en algun momento.

Pero también era mejor tener la sombra y el miedo de la duda sobrevolando al enemigo. La certeza de que aun tienes muchas cosas que perder y mucho por lo que sufrir. Llevaba demasiado tiempo fundido con las sombras y me sentía demasiado cómodo.

Por eso me costó un poco adoptar de nuevo mi forma corpórea, sentado a los pies de una de las camas que se habían quedado vacías, cerca de Reiv, con las piernas cruzadas al igual que los brazos.

- Vuestro hospital no es seguro. Casi lo matan desde dentro. - le dije al elfo, pero seguro que eso ya lo sabían. Luego miré a mi hijo. - No puedo verme en un espejo pero estoy seguro de que tienes peor cara que yo.

No opuse mucha resistencia a eso de no hablar demasiado, sólo cuando me hiciese las preguntas. Por ahora no daba mucho más de sí. Obedecí al médico con eso de inspirar cuando usó el estetoscopio, aunque resultaba algo molesto lo de intentar hacer respiraciones profundas. Mientras me revisaba comenzó a responderme a lo de Juliet, cosa que hizo que me preocupase por imaginarla agotada de tanto trabajo y de luego estar conmigo. Hasta que no la viese no me quedaría tranquilo del todo. Lo de Kyllian de no poder hablar me pareció una putada, sobre todo teniendo en cuenta lo mucho que le gustaba hablar al gato. Al menos parecía que era algo temporal. El repaso quedó completo cuando me dijo que Johan también estaba sano y salvo, y que además habían conseguido llevarse al androide.  

- Entonces sirvió para algo...- asentí para mí mismo, algo más satisfecho. - Gracias. Ojalá pueda verles pronto. - Por lo menos no había acabado jodido por nada.
Siguió con la revisión de las heridas, que por suerte parecían estar curando correctamente. Lo que me contó después sobre los nanobots hizo que se me revolviese un poco el cuerpo, especialmente al pensar en todas las partes que me habían afectado. Por eso estaba peor que otras veces con heridas normales. Me dio en qué pensar. Si no fuese por ese "idiota" que mencionó puede que no hubiesen sabido qué hacer. - ¿No me quedarán secuelas, no? es que...ya en otra ocasión me pusieron un chisme en el corazón. - me llevé la mano al pecho algo incómodo y receloso, recordando a Tobías. Asentí a eso de que podría pasar a planta en un par de días, y lo de no comer no me importó mucho porque tampoco tenía nada de hambre.

Desvié la mirada hacia las sombras que comenzaban a formarse en una de las camas que había al lado, identificando rápidamente a Sirius en cuanto por fin tomó su apariencia. Tuve la sensación de que él había estado conmigo de algún modo, aunque no supiese exactamente cómo. Verle me tranquilizó un poco, aunque no duró demasiado. Esta vez logré que mi voz sonase algo más fuerte por la sorpresa.  - ¿¿cómo que matarme?? ¿¿quién?? - giré la cabeza hacia Aldaron como preguntando a qué se refería exactamente, alterándome un poco más de la cuenta por aquello de que hubiesen intentado matarme estando en un hospital. Suspiré cuando me dijo aquello de que tenía mala cara, imaginaba que así debía ser. Al final acabé sonriendo levemente porque hasta parecía que mi vampiro padre había hecho una broma. - Supongo que he estado  a punto de no sobrevivir, ¿no? - pregunté a ambos algo más serio, teniendo miedo sólo de pensarlo.

le estaba explicando a Reiv todo despacito y con buena letra, ya se le había pasado la crisis existencial de despertar en el hospital mientras yo le iba curando y examinando las heridas -Les verás pronto, tu no te preocupes, tu hermano y tu amigo también han venido a verde de vez en cuando, pero como esta es un área restringida para los pacientes más delicados no pueden estar aquí todo el tiempo-

levanté la sábana por la parte de abajo para tocarle las piernas y ver que tal andaba de tono muscular y reflejos, él no había pasado un mes en coma como Sean, había tenido suerte, pero por si acaso que no me quedaran cosas por revisar mucho más con el asunto del veneno. -Tranquilo, Lucio es nuestro cardiólogo estrella, él y yo te hemos operado, un lujazo, no a todos los pacientes los trata el director del hospital- miré la máquina para ver los latidos de su corazón y enseñarle al moreno lo que iba sucediendo -Tu corazón late como debe ser, no hay nada anormal al igual que en las últimas analíticas que te hemos hecho, así que todo norME CAGO EN TODOS LOS...! ESO NO SE HACE!- aquella voz me había tomado por sorpresa, no me lo esperaba y al estar distraído con la maquinita del demonio no me di cuenta cuando apareció el tío sexy del otro día en el quirófano.

Yo, buen elfo mejor persona, había intentado evitar los temas que pudieran alterar al paciente pero ahora llegaba el paliducho sexy con ondulantes pectorales y melena larga para cabalgar al viento y me lo ponía nervioso, claramente se llevó una mirada de desprecio mientras volvía a ponerle la mascarilla con aire a Reiv -¿tu conoces al daddy? se nos coló en el quirofano mientras te estábamos operando, sabes? tenemos seguridad pero si se aparece así de la nada como para decirle que no pase- me hice el loco para no contestar al tema de intento de homicidio y entonces volví a hablar -Verá, este paciente de aquí ha tenido una complicada operación de corazón y debe guardar reposo absoluto mientras se recupera, espero que lo comprenda- después volví mi mirada a Reiv y contesté a su pregunta -Has tenido mucha suerte, así que no hagas que nuestro trabajo sea en vano, te toca descansar y recuperarte, os dejo solos un rato para que habléis DE COSAS NORMALES Y TRIVIALES QUE NO ALTEREN AL PACIENTE- a ver si así me entendía el buenorro inoportuno.