Recuerdo del primer mensaje :
Cada mago o bruja que es detenido y llevado a los campos de trabajo, pasa primero por el SECTOR I, el area de seguridad. Ahi se realiza el registro de sus datos, se les despoja de todos sus efectos personales, se toman muestras y se anotan cuales son sus poderes magicos para poder anularlos. Esta planta cuenta con varias salas, y en caso de que el mago no se muestre colaborativo, se pueden emplear dichas salas para obtener la informacion deseada. Contamos con un amplio abanico de expertos en sacar informacion a las buenas y a las malas. Nada mas ingresar se les implanta el Controlador, un moderno sistema en forma de mini tarjeta de memoria, diseñado recientemente que instalado bajo la piel libera descargas electricas capaces de paralizar, cada vez que el ser mágico hace el intento de usar la magia. Son "inocuos" pero muy dolorosos. Disculpen las molestias.
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El miembro 'Lyran Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Llegué al sector número uno tan rápido como me resultó posible, otra vez corriendo por los pasillos. Esta vez dejé claro a todo individuo que viera que necesitaba que me siguiera. Estábamos bajo ataque. Y tampoco me corté en contar aquella realidad. -Y no quiero saber nada de ideales políticos o de ascos que me podáis tener. No estoy para imbecilidades.- Gruñí ante algunos cuchicheos. -HAY un ataque ahí fuera. Hemos detectado a cinco. No son demasiados. Pero son los suficientes como para ocasionar alguna baja en nuestro bando… Y como comprenderéis, no estoy dispuesto a perder ni una vida. Ni tampoco un preso. Cada fuga es una posible venganza en el futuro.
Pronto me conseguí una pequeña escolta y para cuando llegué al primer sector me encontré ya algunos otros efectivos movilizados. Pero necesitaba con completa urgencia un centinela al menos. ¿No estaría aquel de aquella noche por ahí…? Mandé vía comunicador una solicitud para recibir al menos el soporte de uno. Igual Andreas ya había hecho aquello, pero si acababa con dos tampoco sería un inconveniente.
-No quiero que salgáis a atacar. Hemos de actuar en conjunto.- Fui explicando apresuradamente a los chavales que habían allí reunidos. Chavales, porque… Bueno. Ni uno de los presentes tenía ni la mitad de mi edad, aunque algunos ya tenían muchas arrugas en sus rostros. -Se han dado casos de cámaras inhabilitadas en cuestión de segundos. No podemos fiarnos de ellas. No quiero perderlos de vista, no han de dividirse. Hemos de reducirlos aquí y ahora.- “Pero ellos no creo que sean tan estúpidos de no intentar escaparse por los pasillos”.
Aunque lo más probable es que se perdieran. Ahora me rechinaba la cabeza pensando que Andreas no me había respondido acerca de los fugados. Podían o no conocer toda la estructura interior… Y el no tener certeza me sacaba de mis casillas. -¡Soldados!- Grité finalmente, autoritario. -Formación, ya.- Y poco a poco dejaron de hablar, de dar vueltas, de preguntar… Si todo había ido bien con Andreas no podrían seguir más vías que aquella para entrar a los campos. Estábamos dentro pero prácticamente metidos en el recibidor de seguridad. Yo no dudé en situarme al frente de todos ellos, agachado, con la Dominator en una mano y la cuchilla de la mecánica lista y envenenada la hoja ya. No quería perderme la cara de aquellos desgraciados. Y no iba a quedarme observando desde atrás como un cobarde. Me ajusté la correa aguardando, escuchando los pasos de aquellos que pudieran ir llegando.
Pronto me conseguí una pequeña escolta y para cuando llegué al primer sector me encontré ya algunos otros efectivos movilizados. Pero necesitaba con completa urgencia un centinela al menos. ¿No estaría aquel de aquella noche por ahí…? Mandé vía comunicador una solicitud para recibir al menos el soporte de uno. Igual Andreas ya había hecho aquello, pero si acababa con dos tampoco sería un inconveniente.
-No quiero que salgáis a atacar. Hemos de actuar en conjunto.- Fui explicando apresuradamente a los chavales que habían allí reunidos. Chavales, porque… Bueno. Ni uno de los presentes tenía ni la mitad de mi edad, aunque algunos ya tenían muchas arrugas en sus rostros. -Se han dado casos de cámaras inhabilitadas en cuestión de segundos. No podemos fiarnos de ellas. No quiero perderlos de vista, no han de dividirse. Hemos de reducirlos aquí y ahora.- “Pero ellos no creo que sean tan estúpidos de no intentar escaparse por los pasillos”.
Aunque lo más probable es que se perdieran. Ahora me rechinaba la cabeza pensando que Andreas no me había respondido acerca de los fugados. Podían o no conocer toda la estructura interior… Y el no tener certeza me sacaba de mis casillas. -¡Soldados!- Grité finalmente, autoritario. -Formación, ya.- Y poco a poco dejaron de hablar, de dar vueltas, de preguntar… Si todo había ido bien con Andreas no podrían seguir más vías que aquella para entrar a los campos. Estábamos dentro pero prácticamente metidos en el recibidor de seguridad. Yo no dudé en situarme al frente de todos ellos, agachado, con la Dominator en una mano y la cuchilla de la mecánica lista y envenenada la hoja ya. No quería perderme la cara de aquellos desgraciados. Y no iba a quedarme observando desde atrás como un cobarde. Me ajusté la correa aguardando, escuchando los pasos de aquellos que pudieran ir llegando.
- flashback:
- Lyran lleva parte razón al decir que todavía no le de las gracias, pero yo no le estoy dando las gracias de cara a lo que pueda pasar, que es incierto, sino por el hecho de haberse ofrecido a acompañarme en esta complicada empresa. Ir con él es tener la certeza de ir con un amigo, que no es lo mismo que un compañero de batalla. En el caso de un compañero de batalla puede que sólo te interese mantenerlo con vida porque así también te aseguras la tuya al tenerlo como otro apoyo en la lucha. Por eso, aunque estemos colaborando con los drows y el elfo, dudo que a ellos les vaya a importar mucho sin nos quedamos atrás. Es natural por otro lado, no nos conocemos, y la bondad y el altruismo están sobrevalorados hoy día. Únicamente nos necesitamos por cuestiones logísticas, y trataremos de coordinarnos de la mejor manera posible para que nuestros planes tengan éxito. Atiendo a las explicaciones del drow del extraño bastón, una especie de herramienta mágica que dice que puede estropear máquinas. - Justo lo que necesitamos. Sin sus cacharros sólo son unos muggles inútiles. Por la luz no habrá problema, podemos crear pequeños focos de luz, no mucho más que una linterna, pero será suficiente. Y supongo que habrá suficiente metal por todas partes como para jugar con ellos...- concluyo con cierta nota macabra en la voz, se me ocurren varias cosas que hacer al respecto. Poco a poco la reunión va concretando los puntos a seguir, estando prácticamente terminada, al menos en la parte que me toca. Me preocupa eso de que Azahar vaya con Johan y Thalos, sobre todo porque el sitio al que van puede que sea más peligroso, pero el que debe decidir es su padre, y parece que la deja.
Que volvamos todos , dice el Black. Otro al que dudo que vaya importarle si yo vuelvo o no. Y tampoco tengo muy claro que realmente le importe Ian, puesto que en una ocasión lo expulsó de la base de la Resistencia, cuando sucedió el incidente con los brazos de Jarkko. Seguro que este Black es tan hipócrita como lo era su abuelo, el juez. Me ahorro cualquier tipo de comentario, informando a mi grupo que nos veríamos en las afueras de Londres en 2 días, para iniciar el camino a los campos. Después me marcho de allí, desapareciéndome del lugar. Estos dos días van a ser interminables...
Eternos se hacen los segundos que espero frente a la metálica puerta, preparado para actuar en caso de que Lyran no tenga éxito en su empresa de deshacer parte del muro en agua. No puedo evitar cierta sorpresa cuando el optimista elfo con pintas raras se ofrece así tan alegremente a prestar apoyo en caso de necesitar sanaciones. Puede que me equivocase con él, y si que desee ayudar por el mero hecho de hacerlo. También pide que saquemos a todos los que podamos, algo que no me importa hacer cuando haya cumplido mi prioridad. Además, puede que los prisioneros nos ayuden, puede ser un apoyo más.
- Eso haremos. Al entrar al primer sector arrasamos con lo que haya, y de ahí ya cada grupo irá hacia un lado. Cuanto menos tiempo estemos ahí dentro, más posibilidades de salir enteros. - aseguro para que no vayan a tener la tentación de pasarse del tiempo establecido, dudo que ninguno de ellos quiera quedarse aquí más tiempo, el suficiente tiempo como para no poder marcharse vuelta a casa. El drow pequeñajo susurra algo que no entiendo, pero lo cierto es que suena como acojonado. No es para menos. Bajo la mano que tenía extendida hacia la puerta de metal, al creer que Lyran había conseguido lo del muro, pero nada. Al acercarme corriendo a su posición compruebo que está a medias, ya que queda una placa de metal dentro.
Me concentro para usar mi dominio sobre dicho metal, haciendo que comience a retorcerse, a plegarse lentamente, desprendiéndose del hormigón. Cierro el puño un momento, antes de abrir de nuevo la mano. Extendiendo el brazo hacia delante de manera enérgica, a la vez que suelto un gruñido empujo al empujar fuerza esa gran bola de metal, como si de un proyectil se tratase. El metal termina saliendo por el otro lado, terminando de abrir el boquete necesario para entrar. Atravieso el boquete en primer lugar, asegurándome de que no hay ningún problema, cabemos de sobra por aquel agujero, incluso andando con normalidad. A pesar de ello tengo el corazón a mil por hora, por la inminente batalla y por la incertidumbre de saber si conseguiré encontrar a Ian. Les hago un gesto para que me sigan, todo está en orden por ahora. Espero a Dyospiros para que indique cuál es el camino a seguir, aunque le señalo el edificio que tenemos justo enfrente, ya que todo parece estar dividido en sectores.
- ¿Recuerdas algo más? ¿es esta la entrada? - si es así tenemos que estar preparados, así que saco la katana, esperando una señal por parte del drow guía.
Todo estaba siendo muy divertido y emocionante hasta el momento. No es que no fuese consciente del peligro, pero igualmente todo era emocionante. Vor me masculla algo con su tipico malhumor.
-No, tranquilo, te protegeré, ya verás.
"Bueno, se intentará. No podemos prometer nada"
Y ahostio al aire con mi palo epico definitivo, muy convencido de mis palabras. Absolutamente convencido. Y soltando frases como "ABSOLUTE KILLING PUUUUUUUNCH!" y gritos de karate. Mezclando el ingles, el español y el elfico. Un galimatias, vamos.
Y ahi sigo yo. Echo a correr tras los demas, el viento se arremolina alrededor de mis piernas y se agita junto a mis brazos, viendo las cosas que hace Vor con el baston o el moreno con el metal -Joooooooooooooder que chulo!
Agarro una esquirla de metal que sale por ahi volando y como brilla me la guardo en el cinturon. Arrasar con lo que haya dentro, entendidisisisimo. Dyospiros pronto encabeza la marcha, él conoce el camino mejor....yo me cuelo como los demas por que boquete que abrio Adam. Miro a Dyos, para ver si se acuerda .El morenito pelicorto desenvaina una katana...maravillosamente brillante y pulida...y mis ojos se abren observandola. La echaria en falta si me la quedaba yo?
-Tras de ti, Dyospiros
-No, tranquilo, te protegeré, ya verás.
"Bueno, se intentará. No podemos prometer nada"
Y ahostio al aire con mi palo epico definitivo, muy convencido de mis palabras. Absolutamente convencido. Y soltando frases como "ABSOLUTE KILLING PUUUUUUUNCH!" y gritos de karate. Mezclando el ingles, el español y el elfico. Un galimatias, vamos.
- FLASHBACK:
- Noto su mano sobre la mia y sonrio con suavidad, y me habla de su hermano y de lo que habria dicho. Coincido con él en eso. Y luego menciona aquello otro que me comentó cuando aun pensaba que yo era una simple urraca...ladeo mi cabeza un poquito, estrechando mis ojos. He entendido a la perfeccion lo que ha querido decirme ahi con esas palabras.
-Eso no será necesario, Vor'kalth. De ahi saldrán mas personas pero no menos.
La noche siguiente, antes del ataque, me la pasaria destruyendo grullas de papel mal hechas.
Y ahi sigo yo. Echo a correr tras los demas, el viento se arremolina alrededor de mis piernas y se agita junto a mis brazos, viendo las cosas que hace Vor con el baston o el moreno con el metal -Joooooooooooooder que chulo!
Agarro una esquirla de metal que sale por ahi volando y como brilla me la guardo en el cinturon. Arrasar con lo que haya dentro, entendidisisisimo. Dyospiros pronto encabeza la marcha, él conoce el camino mejor....yo me cuelo como los demas por que boquete que abrio Adam. Miro a Dyos, para ver si se acuerda .El morenito pelicorto desenvaina una katana...maravillosamente brillante y pulida...y mis ojos se abren observandola. La echaria en falta si me la quedaba yo?
-Tras de ti, Dyospiros
Los magos consiguieron abrir un boquete en la puerta a base de retorcer metal, se ve que al del pelo azul algo le salio mal...pero finalmente entramos. Yo iba lanzando globos de oscuridad a cada camara que encontraba. Siento un escalofrio cuando cruzo la muralla, rompiendo a sudar al instante. Y no por el esfuerzo, pues apenas he hecho trabajo fisico. Pero lo disimulo muy bien. Observo a Roäc, y a Vor. Cada vez deseo mas y mas que ninguno de los dos estuviese aqui, que se marchasen. Seria mejor para todos. Pero no tengo derecho a decidir sobre ellos.
Miro a alrededor con ojos nerviosos, posandolos en diferentes puntos. Hay un destello en ellos, de firme locura, de violencia decidida.
-Si. Lo recuerdo. Es por aqui. Pero tenemos que rodear esa torreta un poco.
Y los guío. Curiosamente, tras el asalto inicial, pasamos sin problemas. No puedo sentirme mas extrañado por ello. Cuando llegamos frente a la puerta, que para nada está cerrada, murmuro en voz baja.
-Nos esperan.
Y aquella certeza hace el nudo de mi pecho aun mas fuerte y delirante. Mis armas por supuesto ya estan en mis manos. Sigo liderando la marcha, con pasos silenciosos.
-Confio en vuestra capacidad de ataque de rango...... -yo, salvo lanzar globos de oscuridad y llamas moradas que no queman, no se hacer mucho mas. Y ahi hay otra camarita, la cual tambien dejo ciega bajo un manto de negrura magica impenetrable que aun duraria unos minutos. No hay tiempo para andar. Echo a correr, esperando que ellos me sigan.
Un pasillo, otro, otro....son todos jodidamente iguales. Mi respiracion se agita y miro mis pies. Mi cabeza se desconecta un momento, por un momento, siento que estoy en el pasado. Muerto de miedo y solo pensando en desgarrar lo que se me ponga por delante. El olor del metal y de la sangre...pero no, aqui no huele a sangre, no hoy, no aun. Me detengo, recuperando el aire....
"concentrate. No puedes perderte..."
Apoyo la mano en una de las paredes, escuchando. El pasillo frente a mi esta iluminado. Avanzo entonces, haciendoles un gesto para que me sigan... yo avanzo con premura, con el cuerpo echado hacia delante. Tengo un plan en mi mente. Si hay soldados al torcer aquella esquina, primero crearia una barrera de fuego purpureo para timarlos. Luego los dejaria a ciegas en esas esferas de oscuridad. Apuñalaria al que tuviera mas cerca en cuestion de pocos segundos, y dejaria el resto a los demas y su ataque de rango. Pero cuando giro la esquina y efectivamente me encuentro con un grupo de soldados....el fuego no llega tan rapido como desearia, ni tampoco los globos de oscuridad.
Porque ahi plantado delante de ellos hay un drow, con una pistola, tan tranquilo. Y todos sabemos que es inutil usar habilidades de drow contra un drow. Me lo quedo mirando unos instantes con la mano de mi daga a medio de alzar, son unos microsegundos, pero mis ojos se cruzan con los suyos. No solo por el hecho de que sea un drow si no porque....tiene algo que me es familiar, aunque en ese instante, con todo el cumulo de adrenalina, no me doy cuenta. Me obligo a reaccionar, a hacer algo, o estoy muerto. Mi mano termina de alzarse y prendo en llamas a todos los soldados que lo acompañan. No acabo siendo todo lo efectivo que quisiera, mi daga no acaba en el pecho de nadie, y es un error que tal vez pague caro
-ah.....AHORAAAAAAAA!!!!
Miro a alrededor con ojos nerviosos, posandolos en diferentes puntos. Hay un destello en ellos, de firme locura, de violencia decidida.
-Si. Lo recuerdo. Es por aqui. Pero tenemos que rodear esa torreta un poco.
Y los guío. Curiosamente, tras el asalto inicial, pasamos sin problemas. No puedo sentirme mas extrañado por ello. Cuando llegamos frente a la puerta, que para nada está cerrada, murmuro en voz baja.
-Nos esperan.
Y aquella certeza hace el nudo de mi pecho aun mas fuerte y delirante. Mis armas por supuesto ya estan en mis manos. Sigo liderando la marcha, con pasos silenciosos.
-Confio en vuestra capacidad de ataque de rango...... -yo, salvo lanzar globos de oscuridad y llamas moradas que no queman, no se hacer mucho mas. Y ahi hay otra camarita, la cual tambien dejo ciega bajo un manto de negrura magica impenetrable que aun duraria unos minutos. No hay tiempo para andar. Echo a correr, esperando que ellos me sigan.
Un pasillo, otro, otro....son todos jodidamente iguales. Mi respiracion se agita y miro mis pies. Mi cabeza se desconecta un momento, por un momento, siento que estoy en el pasado. Muerto de miedo y solo pensando en desgarrar lo que se me ponga por delante. El olor del metal y de la sangre...pero no, aqui no huele a sangre, no hoy, no aun. Me detengo, recuperando el aire....
"concentrate. No puedes perderte..."
Apoyo la mano en una de las paredes, escuchando. El pasillo frente a mi esta iluminado. Avanzo entonces, haciendoles un gesto para que me sigan... yo avanzo con premura, con el cuerpo echado hacia delante. Tengo un plan en mi mente. Si hay soldados al torcer aquella esquina, primero crearia una barrera de fuego purpureo para timarlos. Luego los dejaria a ciegas en esas esferas de oscuridad. Apuñalaria al que tuviera mas cerca en cuestion de pocos segundos, y dejaria el resto a los demas y su ataque de rango. Pero cuando giro la esquina y efectivamente me encuentro con un grupo de soldados....el fuego no llega tan rapido como desearia, ni tampoco los globos de oscuridad.
Porque ahi plantado delante de ellos hay un drow, con una pistola, tan tranquilo. Y todos sabemos que es inutil usar habilidades de drow contra un drow. Me lo quedo mirando unos instantes con la mano de mi daga a medio de alzar, son unos microsegundos, pero mis ojos se cruzan con los suyos. No solo por el hecho de que sea un drow si no porque....tiene algo que me es familiar, aunque en ese instante, con todo el cumulo de adrenalina, no me doy cuenta. Me obligo a reaccionar, a hacer algo, o estoy muerto. Mi mano termina de alzarse y prendo en llamas a todos los soldados que lo acompañan. No acabo siendo todo lo efectivo que quisiera, mi daga no acaba en el pecho de nadie, y es un error que tal vez pague caro
-ah.....AHORAAAAAAAA!!!!
Que me iba a proteger. Eso decía el pajarraco. Yo le arqueé una ceja, como recriminando esa decisión, como si no me pareciera bien. Y se puso a dar golpes al aire con esa felicidad suya que no sabía de donde se la sacaba. -¡No necesitar que tu proteger! Al revés… ¡Sí!- Le gruñí yo intentando sonreírle y no consiguiendo más que la mueca más incómoda jamás concebida. Dyospiros estaba muy extraño. Sus ojos adquirían una tonalidad muy rojiza ante la noche, aunque aquella ocasión parecía que los tuviera inyectados ya en sangre. Y parecía sonreír, pero no era algo feliz, si no… Artificial. Agresivo. Pero en el fondo sabía que estaba preocupado, y no solo por él.
Miré a Roäc porque ahora empezaba a no estar tan seguro, me faltaba aquella determinación. También recordé sus palabras.
Era trabajo de los magos abrir aquella muralla. Yo estaba aún muy inmerso en Zer’tath, como si necesitara demasiado de mi concentración para manejar tantos trozos a la vez -cosa que no había probado antes-, pero eso no quitó que viera lo que Lyran y Adam montaron. El primero se acercó a la muralla y puso una de sus manos sobre el muro. Y por arte de magia -literalmente- lo que era pared se convirtió en agua. Entonces pidió la ayuda del otro, quien hizo retorcer el metal a su voluntad. Lo observé con los ojos brillantes. Las tonalidades de estos oscilaban entonces más que nunca entre aquellos tonos que también tenía el bastón de secundarios, violetas y turquesas. Era una mirada crítica, como si estuviera analizando aquel poder.
Desapareció tan buen punto tuvimos vía libre para entrar. Escuché al pajarraco impresionado y asentí a su grito. -Lo es, sí.-
Era tan impresionante como terrorífico... Aquel agujero conducía al otro lado. Y una vez estuviéramos allí quizás ya no habría vuelta atrás. Adam pasó primero muy convencido y luego se dedicó a hacer alguna que otra pregunta al drow. Yo entraba, observando a este en silencio...
... No parecía él. O quizás era más "él" de lo que lo había visto a verle jamás. Le brillaba la sudada piel y su rostro se desencajaba, serio. Quería aún volver a preguntarle si estaba seguro. No. Ya no iba a surgir efecto... y ya sabía que no lo estaba. Recuperé a Zer'tath o al menos la gran parte de este, dejando algún cristal libre para contrarrestar cámaras. Pero habían parecido césar en el ataque. Seguía a Dyos por las instalaciones, silencioso. Él también se dio cuenta: Nos esperaban. - Voy a cubrir. Herir...- Aseguré sin cambiar de idioma, haciendo grandes esfuerzos por mantener su ritmo.
Echaba miradas ocasionales al paajarraco cómo si buscara consejo en sus incoloros ojos. Dyos se puso a escuchar. Una sala iluminada ante nosotros. Susurros impacientes. Y tras una breve señal del drow -nuestro drow- algo pareció parar durante unos instantes su ataque. Y también el mío. Había un drow armado ante una pared de soldados, agazapado, con los ojos brillando en un morado intenso. Su rostro pareció estudiarnos -más al Sreysnah que no al resto- y de repente vi su decisión ser reemplazada por miedo. El fuego fatuo los prendió y el chucho -porque llevaba correa- se apresuró en explicar que no dañaba. Y dio, con voz temblorosa, una señal. Él se incorporó poco a poco.
Yo dirigí a Zer'tath directo contra los soldados. En voz muy baja me apresuré a hacer un comentario al grupo. -¿ Qué hace un drow con ellos? ¿No se parecer...- Pero su voz interrumpió a la mía. Sonaba grave, poseía el don de la palabra. Firme y a la vez aterrorizada. Llegó a mirar mi capucha cómo si algo le llamara la atención... Pero la devolvió a Dyos.
-Así que, vosotros sois los atacantes de esta noche. Esos... que buscan destrozar nuestra paz.- ¿Paz? -Magos y elfos. Y...- No pareció atreverse a seguir. Su voz se imponía sobre el resto. -Es una cortesía dar la oportunidad de rendirse antes de la de luchar. Nada de esto es necesario. Todo puede terminar aquí y ahora. Sin muertes... Mi misión exige solo una cosa... Acabar con la magia. Y YO seré quien la erradique de este mundo. No es necesario seguir tiñiendo los campos de rojo. No hace falta seguir llorando las muchas muertes...- Se tomó unos momentos.
-Quiero que recordéis el nombre de aquel que purgará el mundo de lo arcano. Algunos me conocen como el segundo capitán de la Alianza humana. Otros como mano del capitán Frederic Javert.- Un último silencio. -Pero no soy más que un drow de origenes humildes, dado por muerto por los suyos, odiado mas que amado. Muchos me han conocido por mi real nombre... Ailanthus Sreysnah.
- Flashback:
- -Pero no pienso dejar que vayas solo. No pienso dejar que te hagan nada. La muerte es avariciosa, y ya me ha quitado a un hermano. No pienso permitirle que me arrebate a nadie más.- Frase posesiva donde las hubiera. Era un defecto pero yo jamás lo reconocería como tal, ni estaba dispuesto a intentar quitármelo de encima. -Si quieres cerrar aquellos capítulos de tu vida, te ayudaré en ello. Está decidido.
Miré a Roäc porque ahora empezaba a no estar tan seguro, me faltaba aquella determinación. También recordé sus palabras.
- Flashback:
- Creo que comprendió aquello que le dije. La expresión era extraña. Hacía poco había estado sonriendo, como siempre. Le envidiaba. -No me importa demasiado cuantos más salgan de allí. Sólo necesito que todos los que entremos salgamos esa misma noche.- O incluso podría haber hablado de nosotros tres. Porque tampoco necesitaba nada más.
Era trabajo de los magos abrir aquella muralla. Yo estaba aún muy inmerso en Zer’tath, como si necesitara demasiado de mi concentración para manejar tantos trozos a la vez -cosa que no había probado antes-, pero eso no quitó que viera lo que Lyran y Adam montaron. El primero se acercó a la muralla y puso una de sus manos sobre el muro. Y por arte de magia -literalmente- lo que era pared se convirtió en agua. Entonces pidió la ayuda del otro, quien hizo retorcer el metal a su voluntad. Lo observé con los ojos brillantes. Las tonalidades de estos oscilaban entonces más que nunca entre aquellos tonos que también tenía el bastón de secundarios, violetas y turquesas. Era una mirada crítica, como si estuviera analizando aquel poder.
Desapareció tan buen punto tuvimos vía libre para entrar. Escuché al pajarraco impresionado y asentí a su grito. -Lo es, sí.-
Era tan impresionante como terrorífico... Aquel agujero conducía al otro lado. Y una vez estuviéramos allí quizás ya no habría vuelta atrás. Adam pasó primero muy convencido y luego se dedicó a hacer alguna que otra pregunta al drow. Yo entraba, observando a este en silencio...
... No parecía él. O quizás era más "él" de lo que lo había visto a verle jamás. Le brillaba la sudada piel y su rostro se desencajaba, serio. Quería aún volver a preguntarle si estaba seguro. No. Ya no iba a surgir efecto... y ya sabía que no lo estaba. Recuperé a Zer'tath o al menos la gran parte de este, dejando algún cristal libre para contrarrestar cámaras. Pero habían parecido césar en el ataque. Seguía a Dyos por las instalaciones, silencioso. Él también se dio cuenta: Nos esperaban. - Voy a cubrir. Herir...- Aseguré sin cambiar de idioma, haciendo grandes esfuerzos por mantener su ritmo.
Echaba miradas ocasionales al paajarraco cómo si buscara consejo en sus incoloros ojos. Dyos se puso a escuchar. Una sala iluminada ante nosotros. Susurros impacientes. Y tras una breve señal del drow -nuestro drow- algo pareció parar durante unos instantes su ataque. Y también el mío. Había un drow armado ante una pared de soldados, agazapado, con los ojos brillando en un morado intenso. Su rostro pareció estudiarnos -más al Sreysnah que no al resto- y de repente vi su decisión ser reemplazada por miedo. El fuego fatuo los prendió y el chucho -porque llevaba correa- se apresuró en explicar que no dañaba. Y dio, con voz temblorosa, una señal. Él se incorporó poco a poco.
Yo dirigí a Zer'tath directo contra los soldados. En voz muy baja me apresuré a hacer un comentario al grupo. -¿ Qué hace un drow con ellos? ¿No se parecer...- Pero su voz interrumpió a la mía. Sonaba grave, poseía el don de la palabra. Firme y a la vez aterrorizada. Llegó a mirar mi capucha cómo si algo le llamara la atención... Pero la devolvió a Dyos.
-Así que, vosotros sois los atacantes de esta noche. Esos... que buscan destrozar nuestra paz.- ¿Paz? -Magos y elfos. Y...- No pareció atreverse a seguir. Su voz se imponía sobre el resto. -Es una cortesía dar la oportunidad de rendirse antes de la de luchar. Nada de esto es necesario. Todo puede terminar aquí y ahora. Sin muertes... Mi misión exige solo una cosa... Acabar con la magia. Y YO seré quien la erradique de este mundo. No es necesario seguir tiñiendo los campos de rojo. No hace falta seguir llorando las muchas muertes...- Se tomó unos momentos.
-Quiero que recordéis el nombre de aquel que purgará el mundo de lo arcano. Algunos me conocen como el segundo capitán de la Alianza humana. Otros como mano del capitán Frederic Javert.- Un último silencio. -Pero no soy más que un drow de origenes humildes, dado por muerto por los suyos, odiado mas que amado. Muchos me han conocido por mi real nombre... Ailanthus Sreysnah.
Generalmente, mis barreras mentales estaban siempre alzadas. Desde hacia años habia aprendido el arte de la oclumancia, aquella que te permite cerrar tu mente a criaturas o brujos con habilidades de telepatia. Una manera de proteger tus recuerdos, tus pensamientos, tus secretos y tu autonomia mental, llegado el caso... Eso queria decir que se me habia vuelto tan facil como respirar. Pero para esta ocasion, a peticion de los Le Fay, habia derribado dichas barreras mentales. La presencia de una voz en mi cabeza me resulta extraña, pero respondo a Catherine con un fugaz pensamiento.
"entendido. Por aqui vamos bien. Hemos entrado ya"
Sin duda el despliegue de magia por parte del drow encapuchado y de adam con sus cosas metalicas, y bueno, tambien del otro oscureciendo focos o camaras, era algo digno de recordar o de mencionar.
"espero que salgamos vivos todos de aqui como para poder contarlo"
Suspiro, de verdad que es algo que me gustaria. Cero bajas. Seguimos al drow al interior de la edificacion. Tambien yo pienso que deben de estar aguardandonos, porque tanta quietud asi de pronto no es normal. Caminamos en silencio y, al final, en una esquina, se ve luz por fin. Los drows se adelantan. Yo intercambio una rapida mirada con Adam y asiento, saliendo tras de ellos. Y al torcer la esquina hay un bonito recibimiento, un peloton de soldados muy majo con un drow a la cabeza
"en serio? pero que hace ese ahi?"
Los de su raza parecen quedarse algo paradas, no me extraña, por una parte. Igual hasta se conocen. Es como cuando cogian magos y los reeducaban para enfrentarlos a nosotros. Aunque el encapuchado si ataca con su baston, el otro no lo hace. Yo planto mi mano desnuda contra una puerta situada en la pared derecha del pasillo al que hemos llegado. No me gustan las estrecheces y quizá si no podemos pasar a traves de ellos, podamos bordearlos.
Un cacho de puerta cae derretido en agua, e indico a mis acopampañantes que usemos eso como desvío....hasta que me percato de que lo que habia al otro lado no es un pasillo ni una ruta de escape si no una sala llena de pantallas. Rapidamente me doy cuenta que es la sala de camaras de vigilancia y veo la oportunidad que se nos abre.
-Adam, cúbrenos!!
Puesto que sus habilidades son mucho mas ofensivas que las mias, le pido que haga eso colandome al interior de aquel cuarto. Hay un monton de pantallas, montones...no se cuanto tiempo podran conseguirme pero seguro que es poco. Rapidamente echo un vistazo, veo algo parecido a un quirofano. Hay etiquetitas bajo cada pantalla, con sectores numerados por numeros romanos. En varias ubicaciones de esos sectores, veo que hay gente. Algunos en camillas, otros apresados....solo tengo que memorizar el nombre de los sectores en los que se encuentran. Liberar presos es hacer aliados potenciales.
________________
1 a 2 hay otro pasillo
3 a 5 un cuarto de escobas LOL
6 a 8 sala de cámaras
9 a 10 una de las camaras de torturas
"entendido. Por aqui vamos bien. Hemos entrado ya"
Sin duda el despliegue de magia por parte del drow encapuchado y de adam con sus cosas metalicas, y bueno, tambien del otro oscureciendo focos o camaras, era algo digno de recordar o de mencionar.
"espero que salgamos vivos todos de aqui como para poder contarlo"
Suspiro, de verdad que es algo que me gustaria. Cero bajas. Seguimos al drow al interior de la edificacion. Tambien yo pienso que deben de estar aguardandonos, porque tanta quietud asi de pronto no es normal. Caminamos en silencio y, al final, en una esquina, se ve luz por fin. Los drows se adelantan. Yo intercambio una rapida mirada con Adam y asiento, saliendo tras de ellos. Y al torcer la esquina hay un bonito recibimiento, un peloton de soldados muy majo con un drow a la cabeza
"en serio? pero que hace ese ahi?"
Los de su raza parecen quedarse algo paradas, no me extraña, por una parte. Igual hasta se conocen. Es como cuando cogian magos y los reeducaban para enfrentarlos a nosotros. Aunque el encapuchado si ataca con su baston, el otro no lo hace. Yo planto mi mano desnuda contra una puerta situada en la pared derecha del pasillo al que hemos llegado. No me gustan las estrecheces y quizá si no podemos pasar a traves de ellos, podamos bordearlos.
Un cacho de puerta cae derretido en agua, e indico a mis acopampañantes que usemos eso como desvío....hasta que me percato de que lo que habia al otro lado no es un pasillo ni una ruta de escape si no una sala llena de pantallas. Rapidamente me doy cuenta que es la sala de camaras de vigilancia y veo la oportunidad que se nos abre.
-Adam, cúbrenos!!
Puesto que sus habilidades son mucho mas ofensivas que las mias, le pido que haga eso colandome al interior de aquel cuarto. Hay un monton de pantallas, montones...no se cuanto tiempo podran conseguirme pero seguro que es poco. Rapidamente echo un vistazo, veo algo parecido a un quirofano. Hay etiquetitas bajo cada pantalla, con sectores numerados por numeros romanos. En varias ubicaciones de esos sectores, veo que hay gente. Algunos en camillas, otros apresados....solo tengo que memorizar el nombre de los sectores en los que se encuentran. Liberar presos es hacer aliados potenciales.
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1 a 2 hay otro pasillo
3 a 5 un cuarto de escobas LOL
6 a 8 sala de cámaras
9 a 10 una de las camaras de torturas
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El miembro 'Lyran Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Dado opciones' : 8
'Dado opciones' : 8
Me quedo con algunas de las esquirlas métalicas que saltan por los aires, haciendo que se unan en una bola que llevo a mi bolsillo, para luego. Sigo atentamente las instrucciones dadas por Dyospiros, es nuestra clave para no entrar por el sitio equivocado, o para no perder un tiempo que no tenemos. Rodeamos la torreta que él dice, llegando a una puerta de entrada bastante grande, la que da acceso al sector. Mosqueante ciertamente, así que concuerdo con lo que menciona, seguro que ya han visto algo cuando nos hemos acercado y nos están esperando. Eso o ya se huelen algo tras los ataques múltiples en diversos lugares. Todo está en silencio, un silencio que comienza a hacerse muy pesado de lo extraño que resulta. Echamos a correr para seguir el paso al drow cuando él sale a la carrera. Espero sinceramente que recuerde bien y no se pierda. No queremos acabar metidos en un laberinto mortal sin cumplir nuestros objetivos. Por fin llegamos a un pasillo en el que el drow guía se detiene, deben estar justo a la vuelta de esa esquina.
Y allí nos encontramos con el bonito recibimiento, un pelotón de soldados liderados por un ser exactamente de la misma raza del que nos ha traído hasta aquí. Dejo escapar un sonido irónico, sin bajar la katana ni por un instante. No me hubiese esperado algo así, pero me ha recordado mucho al caso de los licántropos utilizados por el Ministerio. ¿Será algo así?. Su discurso suena cuanto menos, extraño. Poco me importa lo que pueda decirme o sus presentaciones, va listo si piensa que nos vamos a rendir. Los drows se quedan tan sorprendidos como nosotros, o más incluso, porque uno de ellos vacila al atacar, supongo que por ser de su raza o por el factor sorpresa. Uno de ellos pregunta qué hace un drow con ellos, y aunque no sé si es una pregunta para sí mismo o general, respondo con lo que creo.
- A veces son títeres, marionetas. Otras les lavan el cerebro, los reeducan. Otras los obligan. O porque les da la gana. Yo qué sé lo que será ese.- Miro de reojo a Lyran, esperando a ver su reacción, que no puede ser más útil en este momento. Buscar una segunda vía. La otra opción sería atravesar el grupo de soldados para seguir adelante. La pared de al lado se deshace en agua, en parte, dejando una entrada libre a una sala que parece de cámaras de vigilancia. Eso quiere decir que podremos localizar (más o menos) el lugar en el que tienen a Ian encerrado. - ¡De acuerdo, ve buscando mientras lo que necesitamos! - le pido rápidamente antes de regresar justo al umbral del boquete que había abierto, para repeler los intentos de ataque mientras que él intentaba localizar a mi hijo en alguna de las pantallas. - yo me encargo de entretenerlos hasta entonces...date prisa-
"no quiero entretenerme con estos"
En primer lugar trato de usar mi control del metal para hacer salir por los aires cascos y rifles de soldados, y con estos poder crear una especie de barrera, pero las prisas y la tensión me juegan una mala pasada y no lo consigo. Tengo que centrarme o si no voy a resultar pésimo cubriendo la posición. Como la veda ha quedado abierta con el ataque de Dyospiros y ellos no van a tardar en disparar, decido ser yo el que ataque primero, yendo a por el que lidera. Utilizo ahora la bola de metal que me había guardado al principio en el bolsillo del abrigo, haciendo que se disgregue en el aire en numerosas esquirlas afiladas, de no mucho más tamaño que un bolígrafo. Hago que leviten un momento en el aire y después las arrojo a gran velocidad contra Ailanthus, a modo de proyectiles.
------------------
probabilidad: fallo (no quito cascos)
Ataque mágico a Ailanthus: 5 dado + 5 canalizador + 14 stats + 10 habs ficha=34
Y allí nos encontramos con el bonito recibimiento, un pelotón de soldados liderados por un ser exactamente de la misma raza del que nos ha traído hasta aquí. Dejo escapar un sonido irónico, sin bajar la katana ni por un instante. No me hubiese esperado algo así, pero me ha recordado mucho al caso de los licántropos utilizados por el Ministerio. ¿Será algo así?. Su discurso suena cuanto menos, extraño. Poco me importa lo que pueda decirme o sus presentaciones, va listo si piensa que nos vamos a rendir. Los drows se quedan tan sorprendidos como nosotros, o más incluso, porque uno de ellos vacila al atacar, supongo que por ser de su raza o por el factor sorpresa. Uno de ellos pregunta qué hace un drow con ellos, y aunque no sé si es una pregunta para sí mismo o general, respondo con lo que creo.
- A veces son títeres, marionetas. Otras les lavan el cerebro, los reeducan. Otras los obligan. O porque les da la gana. Yo qué sé lo que será ese.- Miro de reojo a Lyran, esperando a ver su reacción, que no puede ser más útil en este momento. Buscar una segunda vía. La otra opción sería atravesar el grupo de soldados para seguir adelante. La pared de al lado se deshace en agua, en parte, dejando una entrada libre a una sala que parece de cámaras de vigilancia. Eso quiere decir que podremos localizar (más o menos) el lugar en el que tienen a Ian encerrado. - ¡De acuerdo, ve buscando mientras lo que necesitamos! - le pido rápidamente antes de regresar justo al umbral del boquete que había abierto, para repeler los intentos de ataque mientras que él intentaba localizar a mi hijo en alguna de las pantallas. - yo me encargo de entretenerlos hasta entonces...date prisa-
"no quiero entretenerme con estos"
En primer lugar trato de usar mi control del metal para hacer salir por los aires cascos y rifles de soldados, y con estos poder crear una especie de barrera, pero las prisas y la tensión me juegan una mala pasada y no lo consigo. Tengo que centrarme o si no voy a resultar pésimo cubriendo la posición. Como la veda ha quedado abierta con el ataque de Dyospiros y ellos no van a tardar en disparar, decido ser yo el que ataque primero, yendo a por el que lidera. Utilizo ahora la bola de metal que me había guardado al principio en el bolsillo del abrigo, haciendo que se disgregue en el aire en numerosas esquirlas afiladas, de no mucho más tamaño que un bolígrafo. Hago que leviten un momento en el aire y después las arrojo a gran velocidad contra Ailanthus, a modo de proyectiles.
------------------
probabilidad: fallo (no quito cascos)
Ataque mágico a Ailanthus: 5 dado + 5 canalizador + 14 stats + 10 habs ficha=34
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El miembro 'Adam Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Ataque Mágico' :
#1 'Probabilidad' :
--------------------------------
#2 'Ataque Mágico' :
Silencio. Durante unos segundos… Aún había silencio. En cuanto se ordenaron todos, tras varios gritos y confusiones, hubo un cortísimo instante de silencio. Y los cuchicheos que podían interrumpirlo eran apresurados, casi como si les doliera romper aquella paz. Paz, paz. Qué irónico sonaba. Todos sabíamos qué se estaba avecinando. Las cámaras habían ido perdiendo visión cada muy poco… ¿Eran realmente cinco? ¿A qué nos enfrentábamos? No lo sabía. Miraba al frente, mis ojos brillantes y furiosos, el violeta adquiriendo unos matices granates. Estaba agazapado. Quería que pudieran los soldados contemplar a nuestros enemigos. Quería que ellos supieran también a qué nos enfrentábamos.
-Los oigo.- Fue un susurro, pero todos lo escucharon. En aquellos momentos ni los ideales políticos ni el asco que pudieran tenerme se interpuso. Estaban muchos de ellos confusos, y me buscaban a mí de soporte, de apoyo, de guía. O tal vez de carnaza. -Y corren…- Los pasos resonaban cada vez más cercanos. Mis orejas hicieron un leve movimiento, escuchando tanto como mi fino oído me permitía. Algunos pasos sonaban más pesados que otros. Algunos parecían ligeros, otros pesados… Antes de que pasaran por la puerta yo tenía la mirada alzada. El púrpura brillando iracundo, como un fuego fatuo…
Eran cinco. Cinco, y solo necesité ver al primero para que mi ira se convirtiera en confusión. Un drow. Un drow, ¿Qué hacía allí? ¿Qué demonios…? No. No me importaba su raza. Mis ojos se quedaron clavados en los suyos, tenía el aspecto de una bestia, de un asesino, con el traje manchado de sangre seca y una mueca extraña en su rostro. Sus ojos. Sus ojos, de color lavanda. Sus facciones. Su pelo, corto. Su oreja, le… faltaba un cacho. Iba armado y durante unos instantes él también intercambió una mirada conmigo. Unos instantes que tiraron por la borda todos aquellos planes que hubiera hecho para ese combate… Me resultaba familiar. No lo había visto en toda mi vida, y sin embargo la sola imagen me hizo comprender que todo encajaba.
La palabra “dalninuk” casi se me escapó de la boca. Pero no. No. No podía ser él. Pero todo encajaba. Había un chaval con él, el viejo también me había hablado de que iba acompañado de un chaval con un palo de cristal o algo así. Y la urraca… No, claro que no había una urraca allí metida, aunque el semi-drow llevaba una pluma de ese animal en la capucha. Tenía una mirada sorprendida, durante los pocos instantes que duró el intercambio. Yo… Yo noté todas mis tripas temblar. Mi rostro se había transformado de aquella impasible máscara que siempre lucía a una de miedo, de terror. Quería vomitar. Joder, ¡JODER! No podía entenderlo. No. De todas las personas que podían venir a atacar, ¿Debía ser él? ¿ÉL? No sabía si él me conocía. No sabía si mis padres le habrían hablado de mí. Por esa razón, pronuncié el discurso, intentando sonar firme, como un preámbulo…
-Muchos me han conocido por mi real nombre… Ailanthus Sreysnah.- No era el nombre lo que importaba. Era el apellido. Uno de ellos sencillamente deshizo un muro y lo convirtió en agua. -Quiero a un par de vosotros tras él.- Gruñí en voz baja a dos soldados mientras me acababa de incorporar. -Y el resto, disparar.- Y escuché el comentario que uno de los magos daba al semidrow, quien aseguraba que podría ser un títere, o un lavado de cerebro, o un reeducado, o un obligado… -¡No tienes ni idea de lo que hablas!- Sí que la tenía. Pero yo era muy infantil. No podía aceptar el mundo tal y como era…
El primero en lanzarse al ataque fue él. ÉL. Primero prendió fuego a los soldados -El fuego fatuo no quema. Es una ilusión.- Me apresuré en explicar. Y luego se lanzó sin dar a nada. Yo no le quité la mirada de encima durante esos instantes. No, aparté la vista de él, notaba que quería soltar todo lo que hubiera comido durante aquellas últimas horas, otra vez. Me mareaba. No lo comprendía. Me iba el pulso a tope y la correa reclamaba mi atención, pero la ignoré. El joven semi-drow dirigió un ataque con su extravagante arma contra algún que otro soldado. Y el mago pareció pelearse un poco contra sus propios poderes, finalmente sacando una bola de metal de su bolsillo y dirigiendo el ataque hacia mí. Estacas de metal pequeñas. Hice una expresión de asco hacia ellas finalmente encontrando un objetivo al que atacar. Alcé el brazo mecánico y las rechacé con la gruesa hoja de esta, con unos movimientos rápidos.
Y busqué mi víctima. Recordé la aparente amenaza de Andreas por haber evitado atacar a Szyraenk en su momento, considerando que no había ido a matarle… Probablemente se esperaría de mí que fuera en esta ocasión directo hacia el desconocido elfo oscuro. No. No. No podía hacer aquello. No comprendía porqué me temblaba el pulso al apuntarle, no sabía porqué temía dañarle, porqué me hacía sentir culpable. Era más joven que yo a pesar de que no lo aparentaba… Y recordaba.
No iba a atacarle. No aún. No había hecho él intento de ir a por mí, debía estar igualmente confuso. Mi brazo se dirigió finalmente hacia el mago que a mí antes me había atacado, disparando sin vacilar un tiro que iba, puramente, a hacer daño. En cuanto acabara con él tendría que pasar con los otros tres: Él y dos criajos. Porque es que eran críos. No… No podía atacarlos. No, joder. Me decía que no. Tenía una dignidad. Eran críos, ellos eran poco más que adolescentes ahí perdidos, en el lugar equivocado… Uno de ellos -el semielfo- lucía un aspecto demasiado inocente. Y el otro no cabía en miedo.
Grité en mi mente buscando algo de ayuda. Pero no recibí ni una respuesta, ¿Qué iba a recibir? ¿A quién le iba a contar todo aquello? Estaba hiperventilando. Estaba lloriqueando. Estaba deseando que aquello acabara tan rápido como fuera posible. Y se suponía que yo debía guiar a todos aquellos soldados que ni conocía a la victoria…
No podía hacer nada de eso. No podía cumplir esas expectativas. -No puedo…- No podía.
Daño recibido: 34 - 30 (Dados) - 23 (base) = :yao:
Daño a Adam: 15 (dados) + 20 (Dominator) + 10 (habilidad) = 45
-Los oigo.- Fue un susurro, pero todos lo escucharon. En aquellos momentos ni los ideales políticos ni el asco que pudieran tenerme se interpuso. Estaban muchos de ellos confusos, y me buscaban a mí de soporte, de apoyo, de guía. O tal vez de carnaza. -Y corren…- Los pasos resonaban cada vez más cercanos. Mis orejas hicieron un leve movimiento, escuchando tanto como mi fino oído me permitía. Algunos pasos sonaban más pesados que otros. Algunos parecían ligeros, otros pesados… Antes de que pasaran por la puerta yo tenía la mirada alzada. El púrpura brillando iracundo, como un fuego fatuo…
Eran cinco. Cinco, y solo necesité ver al primero para que mi ira se convirtiera en confusión. Un drow. Un drow, ¿Qué hacía allí? ¿Qué demonios…? No. No me importaba su raza. Mis ojos se quedaron clavados en los suyos, tenía el aspecto de una bestia, de un asesino, con el traje manchado de sangre seca y una mueca extraña en su rostro. Sus ojos. Sus ojos, de color lavanda. Sus facciones. Su pelo, corto. Su oreja, le… faltaba un cacho. Iba armado y durante unos instantes él también intercambió una mirada conmigo. Unos instantes que tiraron por la borda todos aquellos planes que hubiera hecho para ese combate… Me resultaba familiar. No lo había visto en toda mi vida, y sin embargo la sola imagen me hizo comprender que todo encajaba.
- flashback:
- El viejo Szyraenk me había dicho que mi pariente -tal y como él lo había llamado- era un chaval de apariencia más joven que yo, con pelo corto, con un cacho de oreja faltante. Y los mismos ojos. Mismo color. Aún no acababa de creérmelo. Me tumbé en la camilla de la enfermería unos instantes mientras esperaba a que me vendaran la misma herida que él me había hecho. Con ambas manos encima de mi cadera… El techo metálico devolvía un reflejo rallado de mi persona. Me contemplaba a mi mismo y trataba de pensar en cómo sería. Me sorprendí con una sonrisa irónica en el rostro.
-”Te ha engañado. ¿Cómo has sido tan imbécil de creer las palabras de un drow?- Pero por otra parte una pequeña parte de mí quería creer en esa posibilidad… ¿Pero para qué quería yo un pariente? ¿Qué demonios iba a hacer cuando lo encontrara? ¿Acabar con su sufrimiento? ¿Decirle “SOY YO, NO ESTOY MUERTO”? ¿Abrazarle? ¿Pedir que se uniera a la Alianza gentilamente? No, nada sonaba coherente. Nunca había pensado en que algún familiar fuera a cruzarse en mi vida. Si lo contrario, algún día iba a regresar a casa, decirle a Riddah que finalmente era alguien, restregarle a Neyel mis logros…
Pero, ¿Y qué iba a hacer? Me gustaba pensar que me había mentido. Me aterrorizaba la idea de poder encontrarme a alguien así. Algún familiar. Algún recuerdo, algo que me ligara a mi vida pasada. Pero, ¿Y qué puñetero parentesco iba a tener con ese Sreysnah si fuera cierto? ¿Un sobrino? Había pasado ya el suficiente tiempo como para que Riddah hubiera crecido lo suficiente. Muy probablemente fuera ya una mujer hecha y derecha. Hermosa, probablemente un poco masculina. Siempre lo había sido. Pero Szyraenk pareció dudar de si aquel chaval era más joven que yo. Dijo que lo parecía. Si Riddah había tenido críos deberían tener como máximo… Cuarenta años. Y entonces no habría lugar a confusiones.
En el fondo sabía que no tenía más Sreysnah que pudieran haberme dado un familiar más. No éramos una gran casa. La única opción era… Que tuviera un hermano. Siempre había querido uno...
La palabra “dalninuk” casi se me escapó de la boca. Pero no. No. No podía ser él. Pero todo encajaba. Había un chaval con él, el viejo también me había hablado de que iba acompañado de un chaval con un palo de cristal o algo así. Y la urraca… No, claro que no había una urraca allí metida, aunque el semi-drow llevaba una pluma de ese animal en la capucha. Tenía una mirada sorprendida, durante los pocos instantes que duró el intercambio. Yo… Yo noté todas mis tripas temblar. Mi rostro se había transformado de aquella impasible máscara que siempre lucía a una de miedo, de terror. Quería vomitar. Joder, ¡JODER! No podía entenderlo. No. De todas las personas que podían venir a atacar, ¿Debía ser él? ¿ÉL? No sabía si él me conocía. No sabía si mis padres le habrían hablado de mí. Por esa razón, pronuncié el discurso, intentando sonar firme, como un preámbulo…
-Muchos me han conocido por mi real nombre… Ailanthus Sreysnah.- No era el nombre lo que importaba. Era el apellido. Uno de ellos sencillamente deshizo un muro y lo convirtió en agua. -Quiero a un par de vosotros tras él.- Gruñí en voz baja a dos soldados mientras me acababa de incorporar. -Y el resto, disparar.- Y escuché el comentario que uno de los magos daba al semidrow, quien aseguraba que podría ser un títere, o un lavado de cerebro, o un reeducado, o un obligado… -¡No tienes ni idea de lo que hablas!- Sí que la tenía. Pero yo era muy infantil. No podía aceptar el mundo tal y como era…
El primero en lanzarse al ataque fue él. ÉL. Primero prendió fuego a los soldados -El fuego fatuo no quema. Es una ilusión.- Me apresuré en explicar. Y luego se lanzó sin dar a nada. Yo no le quité la mirada de encima durante esos instantes. No, aparté la vista de él, notaba que quería soltar todo lo que hubiera comido durante aquellas últimas horas, otra vez. Me mareaba. No lo comprendía. Me iba el pulso a tope y la correa reclamaba mi atención, pero la ignoré. El joven semi-drow dirigió un ataque con su extravagante arma contra algún que otro soldado. Y el mago pareció pelearse un poco contra sus propios poderes, finalmente sacando una bola de metal de su bolsillo y dirigiendo el ataque hacia mí. Estacas de metal pequeñas. Hice una expresión de asco hacia ellas finalmente encontrando un objetivo al que atacar. Alcé el brazo mecánico y las rechacé con la gruesa hoja de esta, con unos movimientos rápidos.
Y busqué mi víctima. Recordé la aparente amenaza de Andreas por haber evitado atacar a Szyraenk en su momento, considerando que no había ido a matarle… Probablemente se esperaría de mí que fuera en esta ocasión directo hacia el desconocido elfo oscuro. No. No. No podía hacer aquello. No comprendía porqué me temblaba el pulso al apuntarle, no sabía porqué temía dañarle, porqué me hacía sentir culpable. Era más joven que yo a pesar de que no lo aparentaba… Y recordaba.
- flashback:
- -... ¿Sabes, Velinyon? ¡Yo siempre he querido un hermano! Porque bueno, Riddah era buena chica, la otra ya es otro caso… Pero desde que se decidió por ser una sacerdotisa he desconectado con ella, y… Bueno… ¡No sé! A un hermano le podría haber dicho más cosas.
-¿Y por eso estás ahora tratándome como un crío? Que sí, que estoy un poco cojo, pero…
-Un poco, dices. ¡Te falta una pierna! Y… Supongo que lo hago. Pero eres un hermano menor terrible. No te dejas cuidar.
-Tengo una dignidad, Ail. Puedo valerme por mí mismo. Puedo ir solo, puedo hacer cosas sin que nadie me ayude. Yo tuve un hermano menor, ¡Y te aseguro que son todo desventajas!
Esas eran algunas de mis conversaciones con Velinyon… En paz descanse. Sus palabras jamás me quitaron de la cabeza aquel pequeño capricho de mi joventud. Los años que había pasado con él habían sido los más felices de mi vida. Vivíamos apartados de toda civilización. Era raro si comíamos dos días consecutivos y nos pasábamos mucho pero que mucho rato convalecientes. Pero lo recuerdo con gran cariño, todo aquello. Fue el único momento en el que pude afirmar tener un amigo. Una razón por la que luchar. Algo que proteger.
No iba a atacarle. No aún. No había hecho él intento de ir a por mí, debía estar igualmente confuso. Mi brazo se dirigió finalmente hacia el mago que a mí antes me había atacado, disparando sin vacilar un tiro que iba, puramente, a hacer daño. En cuanto acabara con él tendría que pasar con los otros tres: Él y dos criajos. Porque es que eran críos. No… No podía atacarlos. No, joder. Me decía que no. Tenía una dignidad. Eran críos, ellos eran poco más que adolescentes ahí perdidos, en el lugar equivocado… Uno de ellos -el semielfo- lucía un aspecto demasiado inocente. Y el otro no cabía en miedo.
Grité en mi mente buscando algo de ayuda. Pero no recibí ni una respuesta, ¿Qué iba a recibir? ¿A quién le iba a contar todo aquello? Estaba hiperventilando. Estaba lloriqueando. Estaba deseando que aquello acabara tan rápido como fuera posible. Y se suponía que yo debía guiar a todos aquellos soldados que ni conocía a la victoria…
No podía hacer nada de eso. No podía cumplir esas expectativas. -No puedo…- No podía.
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Daño recibido: 34 - 30 (Dados) - 23 (base) = :yao:
Daño a Adam: 15 (dados) + 20 (Dominator) + 10 (habilidad) = 45
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El miembro 'Ailanthus Sreysnah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Física' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
#1 'Defensa Física' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
Los soldados dispararon a la orden del capitán que los comandaba en aquel momento. Siempre y cuando tuviesen una voz que los liderase seguirían combatiendo.
+ (resultado de dado para cada cual)
1. Adam
2. Vor'Kalth
3. Dyospiros
4. Aiwëndil
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El miembro 'Admin' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#3 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#4 'Ataque Tecnológico' :
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#3 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#4 'Ataque Tecnológico' :
Miento si digo que no me preocupa un poco la jeta de loco concentrado que lleva mi compañero Dyospiros, pero cada cual es libre de loco concentrarse con lo que quiera, ademas entiendo que es importante para el desquitarse. Siempre y cuando no se desquicie demasiado, pero para estoy yo ahi, para si se le vuela demasiado la pinza, frenarle los pies. Por él mismo, mas que nada.
Mientras avanzamos por la base aquella, voy mirandolo todo, con extrema curiosidad y disgusto
-Vaya, esto es horrible. Es casi tan fea como la base de los Renegados. Pero ademas huele raro.
Sigo con mi palo agarrado y avanzo al lado de Vor, que dice que mas bien será al reves eso de proteger. Bueno, si él lo dice. Echo a correr con pasos ligeros por el pasillo pero Dyos frena tan de golpe que estoy a punto de comerme su hombro y estamparme contra él. Hay un puñetero peloton de soldados delante de nosotros a los cuales miro con cara de asombro
"JAH, AHORA ME PARECEIS MAS PEQUEÑOS QUE ANTES"
Y es que siendo una urraca todo impone más. Dyos se queda como paralizado, y yo puedo entender por qué. El parecido es algo a tener en cuenta, y entonces el drow tras su breve discurso suelta un nombre y un apellido que a mi me son mas que conocidos.
"oh, oh no"
Reconozco que yo tambien quedo un par de segundos sin saber que hacer, pero me dura más bien poco. El mago Knox sabe que hacer, una tactica inteligente he de reconocerlo. Iria tras sus pasos de no ser porque tengo algunas tareillas asignadas. Me adelanto a Dyospiros, hablandole al pasar a su lado. -No te dejes llevar, tie que tener alguna explicacion.
La verdad es que en ese momento ocurren muchisimas cosas a la vez. Yo me fijo en que el imponente drow de larguisimas melenas y ojos lilas (que no es mi drow) tiene una pistola gigante y que con ella apunta al mago que controla el metal. No quiero que le pase nada a este ultimo, pero al primero tampoco deberia pasarle nada.... Tambien los soldados nos apuntan. Lanzo un rafagazo de aire con un golpe de mi palo, mi intencion es tanto defender a Adam de ese pedazo disparo que le suelta el drow chungo como golpear con dicha ráfaga a Ailanthus y sus soldados. Aunque al principio sale lo bastante fuerte como para lograr desviar un poco el tiro para llegar a Adam, hay que reconocer que cuando llega a donde está Ailanthus con sus soldados ha perdido bastante fuerza. Con todo el asunto ese, ni me doy cuenta de los bocados que me pegan un par de balas, una en el brazo y otra en un costado. Bueno, si que me doy cuenta, pero cuando ya está saliendo sangre y esas cosas. Mi cara al ver las heridas es totalmente de "ups". Pero no pierdo el tiempo y miro al moreno. Creo que nosotros podriamos apañarnos aqui y de todos modos segun el plan, no merece la pena hacer tapon aqui.
-Deberíais continuar! SAPEEEEEEEEEEE! Y OS LLEVAIS UNA MIJICA DE SOLDAOS CON VOSOTROS!
_____
150-25= 125 PS yo
defensa
15 dado+13 base+10 hab= 38 def a adam
ataquer
5+17+10=32 PS
Mientras avanzamos por la base aquella, voy mirandolo todo, con extrema curiosidad y disgusto
-Vaya, esto es horrible. Es casi tan fea como la base de los Renegados. Pero ademas huele raro.
Sigo con mi palo agarrado y avanzo al lado de Vor, que dice que mas bien será al reves eso de proteger. Bueno, si él lo dice. Echo a correr con pasos ligeros por el pasillo pero Dyos frena tan de golpe que estoy a punto de comerme su hombro y estamparme contra él. Hay un puñetero peloton de soldados delante de nosotros a los cuales miro con cara de asombro
"JAH, AHORA ME PARECEIS MAS PEQUEÑOS QUE ANTES"
Y es que siendo una urraca todo impone más. Dyos se queda como paralizado, y yo puedo entender por qué. El parecido es algo a tener en cuenta, y entonces el drow tras su breve discurso suelta un nombre y un apellido que a mi me son mas que conocidos.
"oh, oh no"
Reconozco que yo tambien quedo un par de segundos sin saber que hacer, pero me dura más bien poco. El mago Knox sabe que hacer, una tactica inteligente he de reconocerlo. Iria tras sus pasos de no ser porque tengo algunas tareillas asignadas. Me adelanto a Dyospiros, hablandole al pasar a su lado. -No te dejes llevar, tie que tener alguna explicacion.
La verdad es que en ese momento ocurren muchisimas cosas a la vez. Yo me fijo en que el imponente drow de larguisimas melenas y ojos lilas (que no es mi drow) tiene una pistola gigante y que con ella apunta al mago que controla el metal. No quiero que le pase nada a este ultimo, pero al primero tampoco deberia pasarle nada.... Tambien los soldados nos apuntan. Lanzo un rafagazo de aire con un golpe de mi palo, mi intencion es tanto defender a Adam de ese pedazo disparo que le suelta el drow chungo como golpear con dicha ráfaga a Ailanthus y sus soldados. Aunque al principio sale lo bastante fuerte como para lograr desviar un poco el tiro para llegar a Adam, hay que reconocer que cuando llega a donde está Ailanthus con sus soldados ha perdido bastante fuerza. Con todo el asunto ese, ni me doy cuenta de los bocados que me pegan un par de balas, una en el brazo y otra en un costado. Bueno, si que me doy cuenta, pero cuando ya está saliendo sangre y esas cosas. Mi cara al ver las heridas es totalmente de "ups". Pero no pierdo el tiempo y miro al moreno. Creo que nosotros podriamos apañarnos aqui y de todos modos segun el plan, no merece la pena hacer tapon aqui.
-Deberíais continuar! SAPEEEEEEEEEEE! Y OS LLEVAIS UNA MIJICA DE SOLDAOS CON VOSOTROS!
_____
150-25= 125 PS yo
defensa
15 dado+13 base+10 hab= 38 def a adam
ataquer
5+17+10=32 PS
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Mágico' :
#1 'Defensa Mágica' :
--------------------------------
#2 'Ataque Mágico' :
Habia respondido a Vor que lo mismo se aplicaba a él, por mi parte, pues yo tampoco estaba dispuesto a perder a nadie por un capricho de venganza mio. Aunque en el fondo, era algo mas que un capricho por venganza. Ya habia derramado bastante sangre no magica como para sentirme satisfecho, asi que en realidad, no era solo eso. Como ya habia dicho antes, queria evitar de verdad que siguieran haciendo lo que ahi hacian. No a costa de mi propia existencia pero....si debia usar una violencia infinita para conseguir el fin que me habia planteado, no me importaba lo mas minimo.
Todos reaccionaron antes que yo. Incluso Roäc. Lyran hace algo junto a una pared y desaparece de mi campo visual. Aunque el destelleo de las pantallas de aquella sala que abre llaman mi atencion un instante. Pero la criatura que tengo delante lo hace mucho más. No ha sido solo su fisico. Es que tenia que decir su nombre. Y completo.
"Títere sin cabeza? Obligado? Cerebro lavado?"
El mago ha dicho un monton de cosas sobre por qué puñetas está ahi ese drow. Pero ESE en concreto?
-No puede ser....Tu estás muerto
Los soldados disparan. Mis reflejos de guerrero y de drow son lo suficientemente agiles para sacarme de esa paralisis y mi cuerpo actúa solo. Un compas circular hacia atras y una espada bien impuesta me salvan de una bala perdida, la cual oigo impactar en el duro acero de mi hoja, la cual obtendría una melladura de aquella parada. Röac pasa a mi lado, me dice algo que apenas escucho, y entonces habia atacado, y defendido a uno de los magos. Ni si quiera me percato de que lo han alcanzado un par de balas. Vor tambien entró en movimiento pero yo, salvo aquella defensa, no hice nada. Miro al que dice ser mi hermano a la cara, una cara que parece contraida por el miedo y la duda, y lo primero que hago es negarme en rotundo a que sea él. Si. Negacion. La primera y mas sencilla de las fases.
"no, no puede ser él. Se parece a mi pero él murio en las cuevas, que demonios va a hacer aqui en este sitio al servicio de estos monstruos? Debieron....han debido usar la informacion que obtuvieron de mi para hacer algo artificial, algo que no es real...."
Desvanezco el fuego fatuo, recordando. Alguna vez habia preguntado por Ailanthus a mis padres. Que dónde estaba, por qué no lo había conocido. Cuando fui algo mas mayor ya las preguntas maduraron tambien. A qué se habia dedicado, por qué se habia ido y por qué lo mataron. En mi familia no les gustaba mucho hablar de aquello. A parte de su nombre y de su sino, habia sabido poco mas de él. Con el tiempo me acostumbré al tabú que era su nombre.
Empiezan a asaltarme otras dudas. Si es verdad, si no es una estratagema de la alianza, que hace aqui? Desde cuando lleva aqui? Por que ....? Tras la impresion inicial, no soy ni capaz de acatarlo. Ni a él ni a ninguno de los soldados. Me aparto y pego mi espalda contra la pared, mareado y respirando muy fuerte, habiendo cortado contacto visual.
"recapitula. Estas en territorio enemigo. ESTAS EN ESE JODIDO TERRITORIO ENEMIGO"
Miro el agujero por el cual se coló Lyran, muy afortunadamente ha dado con una sala de pantallas de vigilancia pero el pasillo por el cual deben cruzar es ese por el que están los soldados, petándolo todo. Debemos desviarlos de alli.
-Vor, Roäc, conmigo!
Los llamo con un siseo, los necesito a mi lado. Lanzo una mirada a Adam y con un brevisimo gesto de mi cabeza les indico que deben seguir por el pasillo que se abre ante nosotros. Luego miro a Ailanthus, despegandome de la pared, levantando mi voz, los ojos ya no brillan rojizos como antes y han vuelto a su lila profundo.
-Tú no puedes ser él. Mi hermano no caería tan bajo...¡estaría mejor muerto! VAMOS A DESTROZAROS! CONOCEMOS ESTE SITIO! NO PODREIS CON TODOS NOSOTROS!
Y suelto una carcajada un tanto demente. Lo amenazo con mi daga, antes de darle la espalda y echar a correr por donde hemos venido, esperando que Roac y Vor me siguiesen. Tuerzo la esquina pero en lugar de seguir por el camino anterior por el que se iba a la salida, tuerzo por el lado contrario, el pasillo seguia un poco hacia allá. Si no recuerdo mal, por ahi se accedia a los quirofanos, uno de los primeros sitios a los cuales se llevan a los presos
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tiro dado de defensa aunque no es necesario, mis stats me cubren
Todos reaccionaron antes que yo. Incluso Roäc. Lyran hace algo junto a una pared y desaparece de mi campo visual. Aunque el destelleo de las pantallas de aquella sala que abre llaman mi atencion un instante. Pero la criatura que tengo delante lo hace mucho más. No ha sido solo su fisico. Es que tenia que decir su nombre. Y completo.
"Títere sin cabeza? Obligado? Cerebro lavado?"
El mago ha dicho un monton de cosas sobre por qué puñetas está ahi ese drow. Pero ESE en concreto?
-No puede ser....Tu estás muerto
Los soldados disparan. Mis reflejos de guerrero y de drow son lo suficientemente agiles para sacarme de esa paralisis y mi cuerpo actúa solo. Un compas circular hacia atras y una espada bien impuesta me salvan de una bala perdida, la cual oigo impactar en el duro acero de mi hoja, la cual obtendría una melladura de aquella parada. Röac pasa a mi lado, me dice algo que apenas escucho, y entonces habia atacado, y defendido a uno de los magos. Ni si quiera me percato de que lo han alcanzado un par de balas. Vor tambien entró en movimiento pero yo, salvo aquella defensa, no hice nada. Miro al que dice ser mi hermano a la cara, una cara que parece contraida por el miedo y la duda, y lo primero que hago es negarme en rotundo a que sea él. Si. Negacion. La primera y mas sencilla de las fases.
"no, no puede ser él. Se parece a mi pero él murio en las cuevas, que demonios va a hacer aqui en este sitio al servicio de estos monstruos? Debieron....han debido usar la informacion que obtuvieron de mi para hacer algo artificial, algo que no es real...."
Desvanezco el fuego fatuo, recordando. Alguna vez habia preguntado por Ailanthus a mis padres. Que dónde estaba, por qué no lo había conocido. Cuando fui algo mas mayor ya las preguntas maduraron tambien. A qué se habia dedicado, por qué se habia ido y por qué lo mataron. En mi familia no les gustaba mucho hablar de aquello. A parte de su nombre y de su sino, habia sabido poco mas de él. Con el tiempo me acostumbré al tabú que era su nombre.
Empiezan a asaltarme otras dudas. Si es verdad, si no es una estratagema de la alianza, que hace aqui? Desde cuando lleva aqui? Por que ....? Tras la impresion inicial, no soy ni capaz de acatarlo. Ni a él ni a ninguno de los soldados. Me aparto y pego mi espalda contra la pared, mareado y respirando muy fuerte, habiendo cortado contacto visual.
"recapitula. Estas en territorio enemigo. ESTAS EN ESE JODIDO TERRITORIO ENEMIGO"
Miro el agujero por el cual se coló Lyran, muy afortunadamente ha dado con una sala de pantallas de vigilancia pero el pasillo por el cual deben cruzar es ese por el que están los soldados, petándolo todo. Debemos desviarlos de alli.
-Vor, Roäc, conmigo!
Los llamo con un siseo, los necesito a mi lado. Lanzo una mirada a Adam y con un brevisimo gesto de mi cabeza les indico que deben seguir por el pasillo que se abre ante nosotros. Luego miro a Ailanthus, despegandome de la pared, levantando mi voz, los ojos ya no brillan rojizos como antes y han vuelto a su lila profundo.
-Tú no puedes ser él. Mi hermano no caería tan bajo...¡estaría mejor muerto! VAMOS A DESTROZAROS! CONOCEMOS ESTE SITIO! NO PODREIS CON TODOS NOSOTROS!
Y suelto una carcajada un tanto demente. Lo amenazo con mi daga, antes de darle la espalda y echar a correr por donde hemos venido, esperando que Roac y Vor me siguiesen. Tuerzo la esquina pero en lugar de seguir por el camino anterior por el que se iba a la salida, tuerzo por el lado contrario, el pasillo seguia un poco hacia allá. Si no recuerdo mal, por ahi se accedia a los quirofanos, uno de los primeros sitios a los cuales se llevan a los presos
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tiro dado de defensa aunque no es necesario, mis stats me cubren
Dados
Raza
mensajes
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Física' :
'Defensa Física' :
El primero en desentenderse un poco de aquella batalla fue Lyran. Se encargó de deshacer una pared y escabullirse por ella, dando con una sala de vigilancia la cual yo me quedé mirando poco más que unos instantes. No era ese mi objetivo, yo debía encargarme de hacer daño, de matar, de causar el caos… O de intentarlo al menos. Ya teníamos allí delante aquel pelotón. Y aquel curioso líder, con su discurso, con el miedo plasmado en su rostro, tan o más desconcertado que Dyos. Y este también había empezado a lucir de otra forma en verlo… Pero fue el nombre lo que acabó de sacarnos a todos -al menos, los que conocíamos el apellido de nuestro Sreysnah- de quicio. ¿Qué… qué hacía allí? Me había hablado Dyos de él en una ocasión muy de pasada, diciendo que estaba muerto… Y justamente eso le recalcó en medio de la batalla, como si le resultara una pesadilla, como si así pudiera quitárselo de encima.
Pero era completamente real. Estaba hecho de carne y hueso. Y sonaba la voz de Adam casi como si acompañara aquella locura, diciendo las razones por las cuales podría haber servido a la Alianza. Pero una cosa era servir y otra… -¿Segundo capitán? Una marioneta… ¿De segundo capitán?- No… No me lo acababa de creer. Pero los soldados le obedecían con naturalidad, él mismo lucía como uno más de aquella asquerosísima organización. Se defendió de Adam casi con naturalidad y luego devolvió el ataque. Mi bastón titubeaba porque yo también lo hacía. A él no le gustaba matar, por muy irónico que pueda parecer ese comportamiento en un arma. Y si yo no se lo imponía no iría a hacer nada útil. Aún así Roäc -quien le había dado un consejo a Dyos, que no se dejara llevar- se movió con mucha rapidez para defender a este. Y se olvidó un poco de defenderse.
Yo no podía dejar de observar a ambos drows. Joder, eran hermanos. Yo tenía aquel concepto distorsionado, integrado. No podía comprender bien qué irían a hacer. Esperaba que Dyos diera alguna señal, alguna pista, que nos guiara. No iba a atacarle sin su permiso. No me sentía bien… Pero sin embargo creo que él no estaba para aconsejar ni guiar. Se apoyaba contra una pared y respiraba con fuerza. No. No podíamos desconcertarnos. No teníamos tiempo. El llamado Ailanthus mascullaba algo por lo bajo titubeante. Yo ya tenía mi bastón entre manos. Miré a Roäc, quien se había llevado algún que otro tiro y la sangre no le iba a dejar descansar. Yo también había recibido algún disparo pero siquiera me había llegado a mover. Ya fuera porque tenían mala puntería o porque estaban todos un poco conmocionados, me fueron a acertar a la armadura. Alguna incluso hizo un “clink” muy gracioso contra un trozo tachonado que me sacó de aquellos pensamientos.
Ya con Zer’tath en mano -no tenía ni idea de cuando había regresado- hice lo que él mismo me comunicó, con su brillo tan característico de color verde. Lo apoyé contra el suelo y tras unas escuetas palabras me decidí por sanar al semi-elfo. No estoy… exactamente seguro de si lo hice por mi instinto protector, o porque no quería atacar. Las palabras de Adam me habían afectado un poco. Igual no era exactamente nuestro enemigo. Yo también me negaba, quizás por esa estúpida creencia que los de mi raza no eran malos -o al menos no tan imbéciles como para unirse a la Alianza-. Pero la cuestión es que allí estaba yo curando, con la mirada un poco perdida, alzando la vista y observando a Roäc sin saber exactamente qué hacer… Quizás fue el empanismo que me concedió una curación escasa, triste, como prevenía que fuera a ser aquel día.
-R-Roäc… ¿Qué hacemos?- Le pregunté abrazado a Zer’tath. La respuesta sin embargo llegó de boca de Dyospiros, que pedía que lo acompañáramos. Había logrado pensar un poco… Era un progreso. -¡Voy!- Le respondí mientras daba media vuelta, muy alegre de poder salir de allí. Los soldados empezaban a confundirse porque no parecían saber si seguirnos a nosotros o a ellos. Aunque tampoco me pasó desapercibido el grito que profirió Dyospiros a… su hermano. Eran palabras o más bien gritos desesperados. A mi se me antojaron algo patéticos, por muy rara que suene esa palabra en mi boca. Lo contemplé con ojos tristes. No, él tampoco entendía nada, y estaba intentando justificarse un poco. Convencerse de que él era el enemigo. Hizo amago de querer atacarle con una risa que me taladró las orejas justo antes de marcharse.
Lo seguí con el bastón acompañándome de nuevo a vuelo. No sabía a donde nos guiaba pero esperaba que fuera a algún sitio decente. El pajarraco debió venir con nosotros. Escuché a mis espaldas una orden por parte de Ailanthus, que mandaba a los soldados a ocuparse de Adam y Lyran. Y luego sus pasos, como un taconeo tras nosotros. Lo miré. Él nos iba a seguir… ¿Sólo? No, no solo. Estaba seguro de que tenía algún plan. Llevaba la pistola alzada como si nos fuera a pegar un tiro en cualquier momento, pero no lo hizo. -... Dyos, ¿Qué quieres hacer con él?- Tal vez le estaba pidiendo demasiado. -Roäc... - Lo llamé muy agobiado con todo. -No estoy seguro de qué está pasando. No me esperaba esto. Creía que iríamos, mataríamos a cualquier humano que se nos cruzara por delante, pero… ¿Y eso?
Llegamos finalmente a una sala como más ancha que el resto. Sentí un disparo a mi espalda. Él. Pero no había apuntado hacia nosotros, si no al suelo. Me di la vuelta. Tenía una expresión un poco indescifrable. Respiraba forzosamente. Abrió la boca como si fuera a hablar y tampoco lo hizo. En aquella sala no habían más soldados, éramos (o eso pensaba) él y nosotros tres. ¿De qué huíamos? -Deberíamos aprovechar, está en desventaja…- ¿Aprovechar para qué? Yo me miré a nuestro drow como si buscara seguir su ejemplo. Zer’tath se escapó de mis manos y adoptó su típica estancia orbitante, como dispuesto a protegerme. En la distancia, se sentía el ruido de un motor...
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Daño recibido: 15 - (5 (defensa física) + 10 (armadura, defensa física) = 0
Curación: 10 base + 10 dados = 20 PS recuperados a Roäc.
Pero era completamente real. Estaba hecho de carne y hueso. Y sonaba la voz de Adam casi como si acompañara aquella locura, diciendo las razones por las cuales podría haber servido a la Alianza. Pero una cosa era servir y otra… -¿Segundo capitán? Una marioneta… ¿De segundo capitán?- No… No me lo acababa de creer. Pero los soldados le obedecían con naturalidad, él mismo lucía como uno más de aquella asquerosísima organización. Se defendió de Adam casi con naturalidad y luego devolvió el ataque. Mi bastón titubeaba porque yo también lo hacía. A él no le gustaba matar, por muy irónico que pueda parecer ese comportamiento en un arma. Y si yo no se lo imponía no iría a hacer nada útil. Aún así Roäc -quien le había dado un consejo a Dyos, que no se dejara llevar- se movió con mucha rapidez para defender a este. Y se olvidó un poco de defenderse.
Yo no podía dejar de observar a ambos drows. Joder, eran hermanos. Yo tenía aquel concepto distorsionado, integrado. No podía comprender bien qué irían a hacer. Esperaba que Dyos diera alguna señal, alguna pista, que nos guiara. No iba a atacarle sin su permiso. No me sentía bien… Pero sin embargo creo que él no estaba para aconsejar ni guiar. Se apoyaba contra una pared y respiraba con fuerza. No. No podíamos desconcertarnos. No teníamos tiempo. El llamado Ailanthus mascullaba algo por lo bajo titubeante. Yo ya tenía mi bastón entre manos. Miré a Roäc, quien se había llevado algún que otro tiro y la sangre no le iba a dejar descansar. Yo también había recibido algún disparo pero siquiera me había llegado a mover. Ya fuera porque tenían mala puntería o porque estaban todos un poco conmocionados, me fueron a acertar a la armadura. Alguna incluso hizo un “clink” muy gracioso contra un trozo tachonado que me sacó de aquellos pensamientos.
Ya con Zer’tath en mano -no tenía ni idea de cuando había regresado- hice lo que él mismo me comunicó, con su brillo tan característico de color verde. Lo apoyé contra el suelo y tras unas escuetas palabras me decidí por sanar al semi-elfo. No estoy… exactamente seguro de si lo hice por mi instinto protector, o porque no quería atacar. Las palabras de Adam me habían afectado un poco. Igual no era exactamente nuestro enemigo. Yo también me negaba, quizás por esa estúpida creencia que los de mi raza no eran malos -o al menos no tan imbéciles como para unirse a la Alianza-. Pero la cuestión es que allí estaba yo curando, con la mirada un poco perdida, alzando la vista y observando a Roäc sin saber exactamente qué hacer… Quizás fue el empanismo que me concedió una curación escasa, triste, como prevenía que fuera a ser aquel día.
-R-Roäc… ¿Qué hacemos?- Le pregunté abrazado a Zer’tath. La respuesta sin embargo llegó de boca de Dyospiros, que pedía que lo acompañáramos. Había logrado pensar un poco… Era un progreso. -¡Voy!- Le respondí mientras daba media vuelta, muy alegre de poder salir de allí. Los soldados empezaban a confundirse porque no parecían saber si seguirnos a nosotros o a ellos. Aunque tampoco me pasó desapercibido el grito que profirió Dyospiros a… su hermano. Eran palabras o más bien gritos desesperados. A mi se me antojaron algo patéticos, por muy rara que suene esa palabra en mi boca. Lo contemplé con ojos tristes. No, él tampoco entendía nada, y estaba intentando justificarse un poco. Convencerse de que él era el enemigo. Hizo amago de querer atacarle con una risa que me taladró las orejas justo antes de marcharse.
Lo seguí con el bastón acompañándome de nuevo a vuelo. No sabía a donde nos guiaba pero esperaba que fuera a algún sitio decente. El pajarraco debió venir con nosotros. Escuché a mis espaldas una orden por parte de Ailanthus, que mandaba a los soldados a ocuparse de Adam y Lyran. Y luego sus pasos, como un taconeo tras nosotros. Lo miré. Él nos iba a seguir… ¿Sólo? No, no solo. Estaba seguro de que tenía algún plan. Llevaba la pistola alzada como si nos fuera a pegar un tiro en cualquier momento, pero no lo hizo. -... Dyos, ¿Qué quieres hacer con él?- Tal vez le estaba pidiendo demasiado. -Roäc... - Lo llamé muy agobiado con todo. -No estoy seguro de qué está pasando. No me esperaba esto. Creía que iríamos, mataríamos a cualquier humano que se nos cruzara por delante, pero… ¿Y eso?
Llegamos finalmente a una sala como más ancha que el resto. Sentí un disparo a mi espalda. Él. Pero no había apuntado hacia nosotros, si no al suelo. Me di la vuelta. Tenía una expresión un poco indescifrable. Respiraba forzosamente. Abrió la boca como si fuera a hablar y tampoco lo hizo. En aquella sala no habían más soldados, éramos (o eso pensaba) él y nosotros tres. ¿De qué huíamos? -Deberíamos aprovechar, está en desventaja…- ¿Aprovechar para qué? Yo me miré a nuestro drow como si buscara seguir su ejemplo. Zer’tath se escapó de mis manos y adoptó su típica estancia orbitante, como dispuesto a protegerme. En la distancia, se sentía el ruido de un motor...
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Curación: 10 base + 10 dados = 20 PS recuperados a Roäc.
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El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
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#2 'Probabilidad' :
#1 'Curación' :
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