Biblioteca de la Academia

Aparecí en la biblioteca mediante un portal demoniaco, unos minutos mas tarde despues de Zaphira. Apenas habia recibido la nota habia venido rapidamente, dejando los asuntos que me ocupaban en la Torre, relacionados con el Portal del Espacio.

Aquello que lei me habia dejado un tanto preocupado, inquieto, no tanto por lo de tener que hablar como por el hecho de no poder volar, cosa que me extrañaba mucho. Que había podido ocurrirle a la dragona para que no pudiese volar?

No nos habiamos visto apenas tras la batalla y los acontecimientos en Ouroboros, cada uno nos habiamos tenido que volcar con los nuestros, pues habian acabado malheridos, y yo mismo tuve que guardar algo de reposo en el hospital pues al final habia acabado totalmente drenado.

La localicé y me aproximé a ella, estaba sentada y leyendo. Movi una silla para sentarme a su lado.

- Zaphira. - miré brevemente a mi alrededor, asegurando el perímetro. Una vieja costumbre.... - Que ocurre? - no me andé con muchos rodeos, pregunté directo mientras la miraba a los ojos y ponía una de mis manos sobre la suya, que aun sujetaba un libro.

Aún enfocada en los libros pude sentir la acumulación de magia que suponía la apertura de un portal, no pasaron muchos minutos desde que envié la nota, en cierto modo me resulto tierno e incluso satisfactorio que el nigromante acudiera a mi de aquella forma pues estaba segura que estaría muy ocupado. No aparté la mirada de mi libro hasta que él se acercó, esperé a que reconociera el terreno y no lo culpaba, tampoco hacía tanto tiempo desde que fuimos enemigos.

Desde el final del asedio había estado evitando al nigromante enfocándome en el trabajo, antes de tomar una decisión quería confirmar los resultados de los análisis. Al escuchar mi nombre de sus labios y la pregunta lo miré a los ojos dejando la lectura -Has llegado pronto.... no quiero darte más problemas de los que ya tendrás pero me temo que esto es un asunto importante y quería consultarlo contigo- yo tampoco me andaría con rodeos e iría directo al punto, como quitar una tirita de golpe.  cerré el libro que estaba ojeando para dejar al descubierto la ecografía que me había dado Chloe, aquello no era más que una pequeña mancha palpitante pero la deslicé sobre la mesa hasta el moreno, dejé que la tomara y le echara un vistazo                y entonces lo solté -Estoy embarazada, así que tenemos que decidir qué vamos a hacer.... he preferido esperar a que me repitieran los resultados para estar seguros, es un embarazo de riesgo así que por eso no he podido ir a buscarte...-

Esperé, miré cada uno de los músculos de su rostro, su reacción algo que me dijera antes que sus palabras lo que opinaba de todo aquello, intenté mantenerme serena pero por dentro estaba hecha un manojo de nervios, ni tan siquiera la más feroz de las batallas me había hecho sentir de aquella forma -Es totalmente inesperado para mi, no pensaba que fuera posible , pero aquí está , si necesitas tiempo lo comprendo, pero no te tomes demasiado , esto afectará a mi decisión de bajar al campo de batalla o no.-

Asentí a lo de los problemas aquellos, si bien era cierto que teníamos unos cuantos, el que más nos había preocupado era Adramelech. No le iba a contar eso ahora mismo, ya que parecía tener asuntos acuciantes que tratar.

No entendí muy bien que era esa foto de manchas negras y raras al principio cuando cerró el libro y me la acercó. Mi ceño se frunció no siguiendo el asunto, pues hacía demasiados años que no veia una de esas y en aquel primer instante, tampoco es que le prestara mucha atención....  Su aclaración rápida me sacó de mis galimatías.

Lo primero que hice al oir eso fue apartar la vista de la ecografía y mirarla a ella, para asegurarme de que no fuese una broma.   Por su seriedad....no, vale, no era una broma.  Noté que el corazón se me había acelerado demasiado, de modo irregular.  

"Qué? Como es posible?"

"Vaya preguntas, a tu edad, Khaled....no recuerdas el momento....? Quieres que te lo narre....?"

"Cállate! No me refiero a eso y lo sabes perfectamente"

Bajé la mirada a la eco de nuevo y luego otra vez a ella.

"Como puede estar tan tranquila?"

Le pedí un momento con un gesto de mi mano, pues ella continuó hablando sobre si debía seguir adelante con el embarazo o no, por poder bajar al campo de batalla, y que teniamos que decidirlo los dos. No necesitaba demasiado tiempo, en realidad, pero al igual que ella, yo tampoco habia contemplado que esto fuera posible. De momento no encontraba las palabras porque demasiados pensamientos se cruzaban por mi cabeza, y yo siempre calculaba muy bien lo que decia antes de hablar.

Tamborileé con mis dedos unos breves instantes sobre la mesa, única evidencia física  de la revolución interna. Habían tantos pros como contras. Era dificil encontrar un atisbo de alegría en una noticia evidentemente buena, cuando todo lo que se me venía a la cabeza era Zayra.

- Te pido que excuses mi silencio, para mi también resulta inesperado...No. Tienes razón. Que posibilidades teníamos...? - dejé de mirar aquella foto con gesto de dudas, negué con la cabeza y fruncí un poco mas el ceño, eso...estaba destinado a ocurrir, no me cabía la menor duda. Me incliné un poco hacia ella. - Dime solo una cosa. Has dicho que es de riesgo. Pone en peligro tu vida?

"Sabes de qué se alimentan los demonios, lo sabes perfectamente....pero.....ahora, aguantaría un exorcismo? No estoy seguro de ello....Sin embargo, ella es una dragona. No se trata de una bruja cualquiera, ni de una humana, es muy distinto. "

La miré con una preocupación que ahora se hizo mas evidente.
- No quiero perderte a ti también.

Le di aquella ecografía al nigromante que en un principio no pareció comprender de que se trataba hasta que la información salió de mis labios con aparente tranquilidad, el silencio se hizo entre ambos y cuando sus ojos se cruzaron con los míos mantuve mi posición con aquel rostro serio que no dejaba lugar a dudad de la veracidad del asunto que estábamos tratando.

Esperé al ver el movimiento de su mano pero no sin antes darle el resto de la información, me crucé de brazos esperando pero cerré las manos con fuerza sobre las mangas de mi ropa, demostrar debilidad no era algo que me hubieran enseñado con los años pero reprimir aquellos sentimientos era cada vez más difícil. mis ojos se apartaron de su rostro para mirar los dedos que se topaban con la mesa una y otra vez hasta que por fin escuché su voz -Como ya he dicho también es inesperado para mi... pensé que no había posibilidad de algo así- en cuanto se inclinó hacia mi di un pequeño bote en la silla casi imperceptible por culpa de la tensión que tenía encima, suspiré ante su pregunta y le enseñé el resto de papeles que me había dado Chloe -De momento solo el bebé, he tenido dolores pero me han dado algo en el hospital, dicen que no puedo moverme y debo guardar máximo reposo, nada de transformarme ni aparecerme.... en resumen, debo convertirme en planta y hacer fotosintesis- la verdad es que la idea no me hacía ninguna gracia, yo necesitaba moverme, pocas veces tomaba descansos y cuando lo hacía era para poder volver al trabajo.

El gesto en el rostro de Khaled cambió y sus palabras consiguieron romper todas mis defensas, tomé su mano para llevarla a mi mejilla y así poder sentir su calor y su tacto -Estoy aterrada Khaled, no por mi... por el futuro de esta criatura inocente que viene a un mundo lleno de caos... lo he pensado mucho ¿qué puedo ofrecerle yo? ¿Cuánto tiempo vivirá? ya he despedido a muchos y siento que todo esto no es más que una jugarreta del destino, un simple cebo de felicidad que nos pueden arrebatar y tengo miedo- bajé la mano de él hasta mi vientre haciendo una pequeña pausa y entonces volví a mirarlo -Pero ¿y si me equivoco? y si es una señal para encontrar algo más allá de la oscuridad... en ese caso me gustaría darle una oportunidad.. darnos una oportunidad-

Miré el resto de papeles, el diagnostico de la joven sanadora era un tanto indescifrable. Pero al parecer, la vida de Zaphira no peligraba, solo la del bebé. Un contra menos. Sin embargo parecía que le frustraba tener que cuidarse durante un tiempo y dejar de matar centinelas, androides, y demás cosas.
- Qué son unos cuantos meses en la vida de un dragón? Mira que eres impaciente....  - le dije apartando la vista sutilmente de los papeles para fijarla en ella, con una ceja levemente alzada por la punta.

La escuché expresar sus miedos, que eran precisamente los mios en este justo instante.

"Al menos ella sabe verbalizarlo"

- No lo sé, Zaphira... - caos?  no era el mundo lo unico que tenia caos encima. -  Eire y Svensson. La Orden de Merlín y los Soul Reaper. - negué con la cabeza, aquello era caos en si mismo. Pasé una mano por mi barbilla, pensativo. - Pregúntale a Sean, que le has ofrecido a él? Creo que eso no deberia ser lo que mas te asustase.

"la parte Svensson, sin embargo...."

Dejé que guiara mi mano desde su majilla hasta el vientre, bajé la mirada ahi por primera vez y me quedé pensativo.  Algo más allá de la oscuridad? Yo no creía en eso, hacía mucho tiempo que no, porque sabia que no había nada de eso aguardando. Quizá a otras personas si les aguardaba eso,  personas como Adramelech o Zaphira, pero a mi, no. Lo que sí creia es que ella y yo habiamos acabado juntos por algo,  y que solo un cobarde se echaría hacia atrás ahora.  La cobardía no estaba entre mis defectos.

- Otra oportunidad.... - repetí sus palabras, mi mano se entretuvo sobre su vientre, aun no podía notar el aura de una nueva vida ahi, pero esperaba poder notarla más adelante. Apoyé mi frente contra la suya, cerrando mis ojos y dejando ir el aire de los pulmones lentamente. - No voy a negártelo. Quiero seguir adelante. Aunque no creo que sea fácil. ¿Qué quieres tú?

El comentario de Khaled sobre el timepo de vida de un dragón m sacó media sonrisa, me lo decía como si supiera mucho de la percepción del tiempo de un ser longevo, o tal vez creía conocerme a mi -No me puedo estar quieta, siento que desperdicio ese preciado tiempo de dragón y ahora no es el mejor momento, necesitamos todas las manos disponibles, hay muchas personas heridas o de baja-

Los sentimientos que estaba reteniendo desde el momento que supe de mi embarazo salieron a la luz en forma de palabras que pude compartir con el nigromante, su tacto me ayudaba a confiar en que podía sacarlo todo sin tapujos. lo primero que expuso él fueron nuestras diferencias, nuestras antiguas riñas, la última de la órden de merlín con el jefe de los Soul Reaper, seguramente algo impensable hace unos años pero ahora de alguna forma era posible y entonces mencionó a Sean, el pobre muchacho estaba atravesando por algo muy malo y aún no tenía respuesta alguna de él -Iré a verlo después, aún no se lo he dicho... no es el momento- pero tal vez si que podría despejar algunas dudas con él, echando la vista atrás recordaba su infancia con mucho cariño y a mis ojos aún era un niño.

La mano de Khaled bajó hasta mi vientre y entonces le dije lo que pensaba, una oportunidad para ese niño que venía en camino, para él una más de volver a empezar y para mi la de formar mi propia familia, cerré los ojos cuando su frente tocó la mía y suspiré tomándome unos segundos antes de sonreír -Me gustan los retos, ya tengo al gran nigromante de los Soul Reaper cometiendo una herejía con alguien de la orden de Merlín, un hijo será pan comido-  aquello lo dije en un tono jocoso para quitarle algo de hierro al asinto pero entonces lo repetí de forma más directa -Si estás conmigo quiero intentarlo-

Decirselo a los de nuestro alrededor tambien iba a suponer un reto, el primero, a decir verdad.

Escuché su respuesta, y la decisión parecía tomada. Hasta curvé los labios en una tenue sonrisa cuando dijo que me tenía cometiendo herejía.
- ¿Pan comido? Entonces vas a tener que quedarte quieta como dice en esos papeles. No se si vas a ser capaz de dejarle el trabajo a otros.

Subi las manos a sus mejillas, le sujeté el rostro y dejé un beso en sus labios antes de separarme. Estar con ella. Claro. El tiempo...sería otra cosa.
- No planeo volver a encerrarme en el infierno de aquí a un futuro lejano...asi que...estoy contigo. - volví a mirar a la eco, y me pasé una mano por la frente, apartando el pelo que se me habia echado encima. Volvía a pensar sobre todo el Zayra, pero tambien en Astaroth. Y también en mi hermana pequeña, Lyosha. Todos muertos, de algun modo. - Estás segura de que no prefieres revisar mi curriculum antes? Sabes que no me gusta mentir...

Abrí los ojos en el momento preciso que Khaled sonrió lo que hizo que mis labios se curvaran aún más, era un momento con un sabor agridulce pero agradable, vendrían muchos obstáculos pero seguramente encontraríamos la forma de superarlos -oh señor Svensson, aún no conoce usted lo testaruda y orgullosa que puedo ser, no saldré de la cama si es preciso- pero para eso necesitaba que me echaran una mano, tal vez mudarme con Sean pero con todo lo que estaba sucediendo con Lucio no estaba muy segura, en cuanto al trabajo... podía hacer papeleo y dar órdenes sentada.

El beso lo recibí de buen grado, aquel era especial, de hecho lo  eran todos y cada uno de los que habíamos compartido desde hacía mucho tiempo y este era el que sellaba un pacto no verbal de ver crecer a nuestro hijo, asentí cuando me dijo que se quedaría conmigo pero entonces se separó y volvió esa taciturnidad seguida de una extraña pregunta -no sé mucho de ti, pero darías cualquier cosa por tu familia, incluso esto de aquí- dije llevando una mano a su pecho dónde su corazón palpitaba -puedes contarme lo que quieras porque no puedo juzgarte por tu pasado, solo por el presente que vives conmigo - aparté la mano volviendo a sentarme en la silla, esta vez apoyando la espalda en el respaldo, me crucé de brazos de forma inconsciente y en ese preciso momento perdí el control sobre mi cuerpo.

-Qué enternecedor... un momento de redención y feliicidad pero siento aguaros la fiesta, esto no entraba en el trato- señalé el vientre de la dragona mientras una malévola sonrisa se dibujaba en el rostro -Verás, adoro cuando dejo pequeñas perlas de sabiduría y me toman por loca, te dije que tendrías un buen regalo de navidad, ya sabes "es difícil cuidar de una vida" , ahora, vamos al grano, la pequeña bolsa que sujeta a tu hijo se está desprendiendo poco a poco, ella no corre peligro, está en el trato, cuidar de su cuerpo y el niño problemático, pero el nuevo no lo cubre la póliza de seguros- pasé un brazo por la parte trasera de la silla mientras me cruzaba de piernas con cierto aire de victoria -Pero verás, me siento especialmente generosa y creo... muchos podemos beneficiarnos con el trato adecuado, yo vuelvo a dejar la placenta como nueva, de lujo, edición coleccionista, todos los accesorios para tu feto, si quieres nace con sombrero incluido pero a cambio... quiero otro cuerpo en cuanto me saques a patadas del cuerpo de la dragona-

- Me lo creeré cuando lo vea con estos dos ojos que tengo. - le respondí, a objeto también de que se lo tomara en serio, si no por su paciencia, por un reto.  - Será semidragón? - añadí después, pensativo.

Zaphira pareció captar que algo me rondaba por la cabeza cuando le dije si no preferia ver mi curriculum antes.  Su frase era cierta, pero no sabía hasta que punto....

- Lo he dado todo por mi familia. Y también lo he quitado. - vidas, muchas vidas. Incluso....las de mi familia, sí.  Estaba dispuesto a contarle algo más, quizá hablarle de Zayra, pero entonces su color de ojos cambió.

Me aparté de ella con cierto fastidio al ver a Maera. Le lancé una mirada peligrosa cuando dijo "esto" y lo excluyó del trato. Era cierto, los tratos con los demonios son así. Por un momento temí que tuviese algo que ver con su mal estado, o que lo estuviera amenazando de modo directo por obtener algo, ante esa idea, no dudaría en desterrarla, y ya lidiaría con los Pendragon despues.

- Si hubieses sido un poco menos críptica tal vez habría sabido a qué te referías y no la habría dejado ir a la batalla. Te gusta esconderme secretos, Maera? Qué poco sabes lo que te conviene..... - amenaza, muy sutil.

Ladeé la cabeza cuando dijo que se sentía generosa. Sus palabras no eran tanto una amenaza como una reformulación de las cláusulas.
- Que te pasa, le has cogido el gusto a la tierra? Ya...te entiendo. El infierno nunca fue para nosotros, y menos para los Devoradores.  - cuando terminó de formular su petición sonreí de lado. Era algo muy sencillo de hacer, e incluso podía ir pensando ya en algunos candidatos...  - Tienes mi palabra. No te desterraré al infierno, podrás tener otro huesped, adulto. Pero solo si la criatura está en perfecto estado. Nada de trucos.

Aceptaba el reto de Khaled sobre moverme o no, al menos eso me ayudaría a estarme quietecita, sin embargo a lo de la raza del pequeño no sabía cómo contestarle solo pude pasarle uno de los libros que estaba leyendo -Es lo más probable, mitad dragón y mitad soul Reaper-

Las ideas que le rondaban por la cabeza sobre su familia no me eran del todo indiferente, yo había hecho mucho por los de Merlín a lo largo de los años, tampoco era una santa y sin duda alguna volvería a hacer lo que fuera por nuestro hijo de ser necesario. Quería seguir hablando con él, decirle que estaría a su lado, que juntos podríamos protegerlo pero entonces Maera tomó el control y Khaled se apartó con desdén.

Me encogí de hombros cuando el nigromante me recriminó por mi forma de decir las cosas pero ese no era mi problema -Me gustan los giros de guion inesperados, que quieres que te diga, además, sigue vivo, es lo que cuenta- La amenaza del nigromante tampoco me pasó desapercibida pero ahora era yo la que tenía el as bajo la manga, aún así me la jugaba con aquel hombre y no sólo con él, también con Belialt que seguramente me estaría observando por ahí tras ese color rojo en los ojos del humano -Bingo, somos creadores, seres de la naturaleza, prefiero caminar bajo el cielo y sobre los bosques no morirme del asco entre el fuego y el azufre- aquel hombre aceptó mi trato pero antes de tomar su mano para sellar el trato añadí algo más -cuerpo adulto con muchos años por vivir y puedo elegir, si estás de acuerdo hay trato- le di la mano y enseguida aquello quedó sellado, pero como siempre, nadie dijo que sería agradable.

Me levanté y en ese momento clavé las manos en el vientre de la dragona a la cual dejé que expresara su dolor abiertamente mientras controlaba su cuerpo y desgarraba la carne, soltó un buen grito r mientras se encogía sobre ella misma y me maldecía pero a mi me interesaba la cara del nigromante ¿haría algún gesto que me diera esa chispa de felicidad viendo cómo sufría la dragona? tal vez, pero si no lo hacía al menos los gritos me reconfortaban. Las manos se movían de un lado a otro, revolviendo, cerrando, reconstruyendo, fueron pocos minutos pero cuando acabé retiré las manos dejando dos agujeros que se cerraron de inmediato dejando la piel sin un solo rasguño -Hecho... ahora a cuidar la dieta- dije con una sonrisa antes de desaparecer dejando el cuerpo de la dragona de nuevo en sus manos.

No entendía qué había hecho Maera, pero estaba agotada, mi cuerpo no me respondía y al estar de pie casi me caigo cuando me fallaron las piernas, por suerte la silla estaba cerca -te juro... que en cuanto salga de mi... la mato- sentencié encontrándome realmente mal, no estaba segura de poder moverme así que solo pude mirar a Khaled -¿Me echa una mano, seños Svensson?-

- Hmm...puedes elegir, a menos que sea alguien que yo excluya, eso por descontado. - terminé de sellar el trato, obviamente no le permitiría poseer a alguien que no me conviniese.

Lo que vino a continuación fue, lo que muchos calificarian como...desagradable. La poca gente que habia en la biblioteca salió de alli horririzada, cuchicheando cosas. Me mantuvo la mirada a pesar del dolor que se dibujaba en sus rasgos. No era plato de gusto verla sufrir y noté como se me encendía la ira en la boca del estómago, pero nunca, nunca me mostraba debil o afectado frente a un demonio. Mi expresión no varió un apice, siguió severa en los ojos de Maera, perforándola con la mirada. Ladeé un poco la cabeza.

- Vaya espectáculo, Maera. Has terminado? - la "opreación" pareció durar horas, mas que algunos minutos...Devoradores. Tan útiles como dañinos en sus métodos. - Bien hecho, "creadora".

En cuanto terminó, me puse en pie para recuperar a Zaphira. Tomé su mano y le ofrecí mi apoyo para levantarse, ayudándola.
- Necesitas descansar...te vienes conmigo por ahora. - su cuerpo necesitaba reposo despues de la agotadora tarea que habia realizado. No podiamos desaparecernos, ni usar un portal demoniaco...pero si un portal normal y corriente. Usando la magia de la piedra, abrí un portal que pudimos cruzar ambos, dirección a la Torre.

Aparecimos directamente en la biblioteca por lo que no me enteré de lo que había hecho Lucio en los calabozos, al llegar los encargados me saludaron y yo respiré profundamente para sentir el olor a pergamino, el papel y la tinta. Caminamos un poco hasta encontrar un lugar apartado en el que levanté un par de barreras para no ser molestados además de no ser escuchados, suspiré profundamente y me incliné ante él -Primero quiero felicitarle por la noticia, así que enhorabuena- dije un poco menos cohibido al estar en un lugar que conocía tan bien -Zaphira se encuentra con los problemas del embarazo, me lo ha dicho esta mañana así que le he pedido que se quede conmigo en mi casa para poder cuidar de ella todo lo posible, no sé demasiado pero supongo que estar sola con las nauseas y todas esas cosas no debe ser agradable y es mi familia... pero quiero extenderle la invitación para que venga cuando quiera verla en cualquier momento-

Esperaba no molestar a aquel hombre ni importunarlo con mis palabras por lo que las estaba midiendo mucho antes de decirlas -también quería expresarle un par de dudas que me surgen respecto a esto y es que Zaphira es muy importante para mi, pase lo que pase nunca le faltará de nada ni a ella ni al niño que viene en camino, que será parte de mi familia y espero que de la suya- hice una mini pausa porque quería saber qué opinaba él pero a lo mejor era un mal plan considerando que con solo toser me iba a hacer pis encima -Ella lleva muchos años dedicando su vida a cuidar de mi familia y no quiero eso para ella, quiero que forme su propia familia, no quiero alejarla de mi lado, eso nunca, pero deseo para ella felicidad y una vida propia junto a la persona que ella elija, se merece eso y mucho más así que por favor, cuide de ella- se me empezaban a cruzar las palabras, me repetía y se me empezaba a desmoronar el protocolo pero lo que necesitaba en ese momento de él era una señal, un gesto, un algo que me asegurara que Zaphira sería feliz con él.

El joven mago nos habia llevado a una biblioteca. La misma donde Zaphira me comunicó lo de su embarazo. Al parecer los Eire tenian una afición a este lugar, a los libros y a la quietud del sitio.  Percibí como levantó unas barreras magicas y miré hacia un lado, antes de mirarlo a él al oirlo darme la enhorabuena. Lo miré con mi expresión igual de fría que antes. La palabra "gracias" no me salía de los labios con facilidad, y esta vez no fue una excepcion.

El chico comenzó a hablar de modo nervioso, yo mantuve los ojos sobre él hasta que me dijo que  el estado de Zaphira no se salía de lo común para un embarazo.
- Así que ya te lo ha contado. Bien. - podría preguntarle mas abiertamente por ella.  Dijo que le habia pedido que se quedara en su casa, lo cual me pareció bien. La Torre Soul a veces era...un cuartel de guerra, sin ir mas lejos.  - Muy amable, Eire. Lo haré. - dije en voz pausada, aceptando su curiosa invitación. Zaphira era libre de pasar su tiempo con su ahijado o en la Torre.

Entorné la mirada levemente,  porque Sean siguió hablando...repitiendome varais veces que Zaphira era su familia. Si, eso ya lo habia entendido, que es su familia. Me quedaba claro.
- Descendiente de Merlín.... - dije arrastrando las palabras y bajando un poco el tono, dando un paso hacia él para hacerle la confidencia. Me incliné hacia delante, ya que él era...bueno. Bajo. - Si lo que me estás preguntando es si tengo pensado hacerme cargo de la criatura como padre, sí... es mi intención hacerlo. No estará sola.

Cuidar de ella. Eso...habría sido facil decir que si, y punto. Pero sería mentir descaradamente.
- Para que eso sea posible lo primero que tendría que hacer es convencerla de que se alejase de los Pendragon. Y tú y yo sabemos que no tendríamos exito mientras sigais librando una guerra secreta contra ellos. Nunca te abandonará.

Despues de irme de la reunión de la plaza habia vagabundeado un poco por los alrededores. Volver a la cabaña andando me iba a llevar un buen rato asi que ya que estaba por el centro decidí hacer algo por ahi antes, me dio el puntazo de acercarme a la biblioteca. Iba estudiando los planos que habia proyectado Sam y que Giordano habia dibujado, mirando las anotaciones, aunque su letra era ininteligible casi.... y....habia usado el italiano a veces.

No la habia pisado desde que estabamos en la isla, y la verdad sea dicha, llevaba muchisimos años sin pisar una biblioteca....asi que la sensacion al entrar fue...extraña. Casi irreal, podria decirse. Moví mis ojos, ambos pues iba sin el parche, clavandolos en las inmensas estanterias, eternos pasillos....

"yo solo no voy a encontrar nada...."

- eh...eh tú. - le dije a uno de los magos que parecia encargado de ese lugar. - Tenéis libros en los que se hable de....

"joder, como explico yo esto"

- cosas de...crecimiento acelerado....

Me llevé una mirada extraña, como de asco, porque cai enseguida en lo mal que debía sonar eso. Como un pervertido total.

- No, no es eso, hostia. Libros de hechiceria de como se puede hacer a alguien subir de edad rapidamente, pasar de niño a adulto en un abrir y cerrar de ojos. - me dejó de mirar como a un pervertido pero aun asi me miró raro. Dijo que iba a buscar algo relacionado con ello, que esperase. - Gracias. - mascullé, antes de sentarme a una de las mesas y extender el plano de las torres para comenzar a analizarlo

Asentí cuando el nigromante afirmó que Zaphira me lo había contado, de hecho me había dicho que el primero en enterarse fue el hombre ante mi. Empecé a contarle sobre mis intenciones para que ella permaneciera en casa e invitarlo a que se pasara, no hubo negativas ni cosas tensas, no más que su mirada inexpresiva hacia mi, me ponía bastante nervioso porque no sabía lo que pensaba, a lo mejor era hornear galletas o enviarme a dar otro paseo por el infierno, a saber.

Khaled era un hombre de pocas palabras y a mi me daba diarrea verbal de vez en cuando, pero yo quería aclarar ciertas cosas a pesar de mi atropellado lenguaje, lo primero era que supiera sobre mi apoyo hacia ellos, más o menos, pero acabé usando palabras que tomaron otro rumbo y aún así aclaró una de mis dudas, suspiré aliviado cuando el nigromante me confirmó que estaría con ella, una cosa menos y una buena noticia que me hizo sonreír.

Le expresé mis deseos para la dragona, merecía un descanso y buscar su propia felicidad lejos de obligaciones para con mi linaje pero eso no sería fácil -Lo sé, pero tendrá que dejarme, algún día... el asunto de los Pendragon es complicado, ella se siente culpable y responsable por cosas que sucedieron hace demasiado tiempo y sigue llevando esa carga- me mordí el labio pensando en ello... si de verdad teníamos que librar una guerra contra ellos Zaphira estaría en primera línea, estaba convencido de ello -En cuanto el asunto de la máquina acabe, el problema de los Pendragon será lo siguiente que debemos enfrentar, pero si llegado el momento ella se viera en peligro, por favor, no lo dude y haga lo que sea mejor para ella y su hijo- esta vez mi mirada era de determinación para con él, yo debía proteger la isla pero ella podía empezar de nuevo.

Con eso no me quedaba mucho más por decir así que deshice las barreras -Por cierto, me ha dicho también que Adramelech no se encuentra bien, siento mucho lo sucedido, de verdad, si llegara a necesitar cualquier cosa Lucio y yo estaremos encantados de ayudar... me alegro de haber podido hablar con usted- le hice una reverencia y entonces me despedí -Hasta pronto señor Svensson- con eso me despedí para perderme en la biblioteca, ya me iba tocando relajarme entre libros, pasaría el resto del día leyendo y después volvería a casa donde me esperaba Zaphira, solo Zaphira...

El chico ignoraba que hacia ya tiempo que Zaphira me habia pedido que metiera un demonio en su interior con tal de no sucumbir al influjo del control Pendragon. O no lo ignoraba? Me pidio que hiciera lo que fuese necesario para protegerla del peligro. Zaphira no iba a librarse de esa carga por mucho que se lo pidiera su ahijado o por mucho que deseara....

- No existen los inicios de cero. Respecto a lo otro...ya lo hice. - muy a mi pesar.... - Y lo haré. Sí. Hasta pronto. - habia llegado el momento de encargarme de Adramelech tambien, al menos, confirmar su estado. Lo vi marchar, sintiendo un profundo dolor de cabeza al pensar en el asunto de los Pendragon y Zaphira, que luego se intensificó con una quemazón extraña en mis muñecas.

"el ritual?"

Asi que estaban en ello. El efecto me resultó cuanto menos curioso, iba a dirigirme a la salida cuando vi al humano de Erika Malfoy leyendo un pergamino en ese extraño lugar. Al pasar a su lado, me detuve un momento, mirandolo desde mi altura.
- No está muerto. - fue todo lo que le dije respecto a su peticion, continuando mi camino para marcharme de alli, pues carecia de mas informacion de importancia.

Después del encontronazo con Astaroth en la plaza y las explicaciones pertinentes sobre el estado de Adramelech terminamos en la UCI. Allí, el hermano de mi mascota querido me explicó que estaba mal, que casi se muere y durante ese tiempo traté de permanecer al lado del inconsciente y bello Adramelech (¡es mío perras! Dejad de hacerle ojitos) y tenerle cogido de la manita en plan último adiós. Sin embargo un PNJ odioso me vino con un recadito en un papel. Le gruñí que no estaba para recados ni mierdas y que si era Lyosha que se podría ir a la mierda tan rápido como había llegado el mensajero.

Pero no, se conoce que la nota era del tipo atractivo de la plaza, el que fumaba. Al que le daba un buen meneo. Y claro una no es de hielo y le quitó la nota de un manotazo al mensajero, echándolo de allí sin muchos miramientos, por mucho que anduviera pidiendo propina. Una hostia a mano abierta le iba a dar por propina. Leí la nota sobre la misión para bajar a la superficie a la voz de ya y el punto de reunión acordado. Le expliqué a Astaroth todo aquello y me dijo que no me preocupara, que él se encargaba de su hermano. Le dio besitos en la frente al durmiente y salió del hospital para llegar andando a la biblioteca, donde el tipo (ains pero mírale que hombros por dioooooosss) debía estar esperándome en el mostrador apoyado -¿Esperas a alguien?- Me coloqué en su misma posición, con los antebrazos apoyados en el filo, sacando el culo bien fuera y sonando de una forma más sexual de lo esperado, pero bueno, ahí estaba la Vane con todas sus armas de mujer. Al instante apareció el guardián de la biblioteca por detrás con un carraspeo y me acomodé bien recta, poniéndome toda colorada -En fin…… Me han dicho que me andabas buscando-

Me quedé ahi esperando y esperando, pero se ve que o no encontraban nada al respecto, o habian decidido pasar de mi. Seguro que se habian ido a la sección de horticultura a darse el lote en lugar de trabajar.

Estaba enfrascado estudiando el plano de la torre, cuando la voz de Khaled me hizo pegar un respingo que traté de disimular. Ni saludó ni hostias, solo me soltó la bomba aquella y se largó antes de que pudiese preguntar nada mas. Sabia de sobra a que se referia, pese a lo raro y parco de su mensaje. Antes de ir a la Ciudadela Alpha, antes de ir a China Town....

Se me aceleró el pulso al comenzar a pensar en las posibilidades, las consecuencias, las variables, todo. No...no recordaba a la perfeccion las pocas palabras que me dedicó. Pero sí la voz, las cicatrices...y la mirada. Era una puta broma? Una pesadilla? Y lo peor de todo....por qué Reed? O mejor dicho.... por qué Reed SEGUÍA vivo?

De pronto las palabras de Vanessa me sacaron de mis pensamientos de modo repentino. Giré la cabeza para mirarla, apartandome la mano de la frente que me habia estado masajeando en un efuerzo por sacarle sentido al asunto (si exito)...que yo la buscaba...para que...?

- ah joder, si.... el mensajero. - en otra ocasion me habria percatado de su tono de ligoteo cutre empleado, pero me habia pillado en mal momento y solo me fije en la rara pose de su culo hasta que llegó el maldito bibliotecario pero solo a carraspear. - Busca en magia negra, imbécil!

Que no podiamos gritar, que nos fuesemos de alli.

- Tsk panda de mojigatos.... - tomé a Vanessa por el antebrazo y la saqué a la puerta, donde no molestasemos. - Dijiste que te ofrecias en la mision de saqueo. Lo de obtener algunos vehiculos en relativo buen estado para tunearlos.

Giré sobre mi misma para mirar hacia el bibliotecario con su carraspera y, con mayor, ante la respuesta de Thalos. Uhm, qué carácter… me gustan los hombres. Los que tiene carácter también, claro. De modo que no pude evitar ponerme a jugar con un mechón que caía por delante de mi hombro de la coleta que recogía mi pelo, Cuando me cogió por el brazo y me arrastró me dejé llevar sin poner muchos impedimentos, añadiendo un “uuuh” divertiso -Ay tigre, yo también me alegro de verte- Añadí una sonrisita un poco bobalicona cuando llegamos al exterior de la biblioteca.

Oh, pero mi gozo en un pozo cuando se conoce que todo aquello era por motivos laborales. Se me partió un poco el corazoncito, si es que tuviera, porque le pertenecía enteramente a una persona que ahora estaba muy malita, pero claro una no es de piedra. Anyway. Me enderecé ante él y me metí las manos en el bolsillo, encogiéndome de hombros -Me pareció que eras el único que sabía de qué iba la vaina y quería poder ayudar. Tengo experiencia en el campo y sé trabajar sin magia y con ella, soy una chica todoterreno. Pero, ¿no va a venir nadie más?- Poco campo íbamos a poder explorar si solo éramos dos y pocos coches podríamos robar solo nosotros. Bueno, qué se le iba a hacer.

- Que va a ser lo siguiente, fingir que te tropiezas para caerte encima de mi? - le dije a la mujer con gesto divertido, porque evidentemente no habia tirado de su brazo para enrollarnos como dos colegiales.
- Es Thalos. Tu eres .... Vanessa? - me quería sonar de algo, si.

Cambió el tercio y se pareció centrar, menos mal. Apreté los dientes, como de inoportuna podia haber sido la noticia de Khaled....?
- Los magos salvo honrosas excepciones están mas perdidos que Marcos en el día de la madre en cuanto se quedan sin magia. - había que tomar un poco las riendas. Dirigí mi mirada al interior de la biblioteca y saqué el galeon cuando dijo aquello. - Genial. Yo hago explotar cosas. Voy a avisar a los Renegados, a ver si se nos une alguien mas. Si solo vamos tu y yo podemos acabar con el culo vendido muy pronto y no podremos ser tan rapidos en la tarea de saquear....cuantas mas manos mejor.

"pero sin pasarse"

- Enviado. Les damos diez minutos para que respondan y si no a tomar por culo.