Torre de Alta Hechicería [cerca de Monte Aventino]

La batalla de la torre nos había dejado para el arrastre a la gran mayoría, ya fuese por un motivo o por otro. El drenaje de energía sufrido me impidió estar al tanto de lo acontecido después de la victoria, y cuando desperté a duras penas logré levantarme de la cama. En la de al lado se encontraba Astaroth, ausente y dormido por completo a pesar de llamarle en repetidas ocasiones. Aquelló me dejó intranquilo, pues no entendía qué le pasaba si no estaba herido, aparentemente. Tal vez también estuviese agotado por el drenaje de magia, pero necesitaba saberlo. Me vestí antes de abandonar la habitación, dispuesto a encontrar a Khaled, Vanessa o Lyosha para que me explicasen lo que había pasado.

Hice un esfuerzo por caminar hacia la sala de la que provenían las voces, llegando allí tan cansado como si acabase de correr varios kilómetros. Apoyé la mano en el marco de la puerta para sujetarme, tomándome algunos segundos antes de hablar. Lo que encontré al entrar era tan extraño que tardé un poco en reaccionar. Hephaestus tenía a una muchacha rubia inmovilizada contra la mesa, sangrando. Paco la amenazaba con electricidad chisporroteando alrededor de su mano.  - ¿Qué está pasando aquí...? - cuestioné mirándolos a todos sin entender nada, dándome cuenta después de que conocía a la chica. Habíamos trabajado en común en algunas misiones, aunque no fuésemos precisamente amigos. - No es una enemiga, ella estaba en el grupo de la Brigada. - después de esa aclaración avancé unos cuantos pasos más, dirigiéndome al viejo porque el solía ser el más sensato. Y seguro que también tenía la información que necesitaba.

- Estoy buscando a Khaled o a Lyosha...necesito saber qué le ha pasado a mi hermano.

Emme  

Marlena volvió por la ventana, colándose a través de ella en plena caida libre gracias a la propulsion de sus llamaradas. Aterrizó de modo grácil en el suelo, y se frotó el culo al levantarse, aun le dolia de la costalada en el barco.

El panorama, para su no-sorpresa, seguia igual, salvo que Adra habia aparecido. Benditos los ojos!

- Adra!!! Tu tía Lyosha está arriba en un barco volador del cual ha venido esta chica que nos estaba espiando...pero, Hephaestus, puedes soltarla. Lyosha ha dicho que la liberemos, pero que se apañe ella solita para regresar al barco. Que no somos lechuzas o algo asi.

Se acercó a la rubia que hasta que el viejo no se decidiera a soltarla, seguia como una bandeja de sushi tendida en la mesa.

- Pues menuda has liado, guapita de cara. - le dijo plantando ambas manos en sus caderas, chasqueando la lengua con desaprobación antes de volver a mirar a sus compañeros.

“No aclares que oscurece.” Pensé mientras a mí alrededor se preguntaban si lo que decía era cierto, además no tenía porqué darle explicaciones a esa gente, a la Brigada sí que se las daría, así que me mantuve callada y en calma a la espera de más suplicio. Me molestó que desconocidos vieran el barco y me disgustó mucho la idea de volver a tener a alguien hurgando en mi mente pero fui feliz al saber que eso último no era una opción aunque la felicidad duró poco porque de repente sentí un terrible escozor a la altura del oído seguido de una rara sensación como de presión o taponamiento. Intenté removerme y gruñí por el dolor mientras los ojos se me inundaban de lágrimas que no cayeron, en su lugar me nublaron la vista. Al intentar serenar mi respiración y escuchar lo que estaban diciendo, me dí cuenta que como que todo sonaba distinto y que un líquido corría por mi cuello.

Para cuando una nueva voz apareció en la sala, yo ya había recuperado la compostura pero era incómoda la forma en la que se escuchaba todo. Dirigí la mirada al recién llegado y alcé las cejas, recordaba que su nombre era difícil pero, desafortunadamente, lo había olvidado. Afortunadamente la pelirroja gritó el apodo; Adra. En verdad no quería volver a ese barril flotante, prefería quedarme en tierra firme, pero mis cosas estaban en el barco y necesitaba agarrar mi dinero o algo para conseguir otro rifle y los elementos que Cleo necesite para volver a ponerme la oreja. Como respuesta a las palabras de la pelirroja me limité a mirarla en silencio, expectante. “Podría haber hecho más lío” Ese pensamiento casi me saca una sonrisa pero mantuve una expresión serena.

Bajó del hipogrifo y lo mandó a descansar antes de avanzar dentro de la torre hacia la sala de reuniones donde había dejado a los demás. Se encontró con que la rubia estaba aún ahí -Que la eche de aquí- Realmente no estaba hiriéndola. Miró hacia Paco, luego hacia Marlena -No respondo de mis actos si la veo pisando nuestro territorio en los próximos minutos- Finalmente se fijo que Adramelech estaba allí y le recorrió con la mirada de arriba a abajo, examinándolo. Si podía ponerse en pie entonces podía ayudarla.

-Hephaestus, por favor, inicia la preparación de los rituales con la hermandad- Ordenó y entonces se giró hacia Adramelech haciendole un leve gesto con la mano -Camina conmigo- Y abandonó la sala para dirigirse al sótano, a la sala de los portales donde Khaled había ganado tiempo y nadie se atrevería a molestarlos.  Mientras lo  hacía, Lyosha se quedó pensando un poco en las palabras de Lykaios y en lo que significaría para ella realmente ponerse en contacto con Diana. ¿Podría sacrificar un poco de su cordura para traer a Khaled?

“Belialt”

Dirigió el pensamiento de nuevo a través del vínculo, deseando realmente que el demonio le escuchara y si no respondía quizás la próxima vez…Sería Diana quien solicitara su presencia. Al llegar cerró la puerta y la recubrió con metal antes de girarse hacia Adramelech -No sé dónde está Khaled y el feral sanador tampoco. La hermandad mental aún no logra contactar con él y asumo que sabes porqué- Se cruzó de brazos -Aún así lo he llamado y no responde- Dijo refiriéndose al demonio.

Tras eso empezó a caminar haciendo una vuelta sobre los portales con un gesto críptico -Iniciaré a los nuevos souls porque tenemos una misión en ciernes con la Brigada de aliado. Pero necesitarán entrenamiento y tú…- Alzó la mirada hacia él con intensidad -Tendrás que reclamar tu liderazgo con la hermandad de la calavera de electricidad, ganándole al tipo nuevo- Porque NO iba a llamarlo Paco -en un duelo…- Finalizó -¿Tu hermano ha despertado?- Inquirió.

Emme

Emme


- Hombre, Adra! - saludó alegremente Paco a Adramelech cuando este entró a la sala, haciendo chispitas entre sus dedos todavía tentado de soltar otra descarga a la feral. Pero no lo hizo. - Pues esque nos estaba espiando desde la ventana, asi con alevosía, ya me dirás tu si eso lo hace una amiga. Yo diria que no.

Alzo ambas cejas negando con cierta condescendencia.

- Lyosha está arriba, negociando la vida de esta mujer con los de la brigada. - dijo Hephaestus con su habitual voz ronca y calma. - Y Khaled no está-

Entonces retornó Marlena con noticias y Lyosha no tardó en volver.

Hephaestus asintió, y usó el control metal para, valiendose de los ropajes de Leila, sacarla de nuevo por la ventana y enviarla hacia arriba, hacia el barco, sin mucho cuidado. Ya vería ella como aterrizaba.

- Entendido. - asintió y el viejo salió de la sala, tenia que preparar a los no-iniciados para recibir la magia en sus cuerpos. El tan esperado dia.

- Yo...yo voy a quemar cadáveres! O nos van a comer las moscas. - dijo Marlena antes de salir de la sala tambien a toda prisa, a hacer barbacoas en el campo de batalla. Y Paco que se vio sin trabajo, decidió irse a echar una siesta.


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off: PNJ y Leila fuera.

Los compañeros de Agripa me pusieron al tanto de la situación con Leila, y también me ubicaron un poco sobre el resto de mi familia. Lyosha no tardó en aparecer, dando órdenes como de costumbre. La intrusa de la Brigada fuera y los demás a hacer cosas. Me despedí de ellos con la promesa de reunirnos pronto para ponernos al día, para hacer otras cosas que no fuesen luchar. Después seguí a mi tía en un respetuoso silencio, en dirección a la sala de los portales. Me ponía algo tenso aquel lugar en el que seguía la escultura de Zayra, aunque de algún modo ya me había habituado a verla ahí. Preferí no mirar demasiado cuando por fin llegamos a la sala, permaneciendo erguido ante Lyosha mientras me explicaba la situación. Me preocupó la desaparición de Khaled, si no había regresado tenía que haber un motivo muy serio detrás.

- Belialt...por eso es imposible contactar mentalmente. Debe estar débil, para mantenerlo a raya necesita estar en plenas facultades. - lo que le extrañó fue que tampoco respondiese al llamado el demonio, aquello complicaba mucho más el encontrarle. - Buscaremos el modo de localizarle. Tal vez podamos contactar con el nigromante de Ouroboros, para que sus demonios busquen al de Khaled y nos digan dónde está. Así podremos ir a por él. - de algo tenía que servir tener contactos, ahora que estaban en buenos términos con los magos de Ouroboros.

Alzó la palma de la mano hacia arriba para conjurar unas chispas de electricidad, dándole a entender que él también quería entrenar a los nuevos.  - Necesitarán toda la guía que podamos darles. - respondió realmente ilusionado por lo que habían conseguido. Recuperar todas las calaveras, sus poderes, derrotar a El Todo, pactar la paz con un número importante de magos, reencontrarse con los compañeros perdidos de Agripa...y ahora por fin iban a dar la oportunidad a otros de experimentar el don de la magia. Lo de retarse con su antiguo compañero le sacó un poco de su momento feliz, sacándole un leve gesto de sorpresa. Claro, hasta ahora el otro era el líder al pensar que él estaba muerto...

- Quiero liderarlos yo. Creo que puedo ganar, y haré que el combate sea justo para ambos. - no estaba dispuesto a que aquello les hiciese llevarse mal, así que tenía que saber cómo hacerlo. Luego bajó la cabeza y negó apenado a lo de su hermano. El pobre no levantaba cabeza.  - Nada. Está ausente. Puede que necesite a Khaled cerca...o que la batalla le afectase más.

Un sólo asentimiento de cabeza fue suficiente para darle a entender a Adramelech que tenía una absoluta razón -Astaroth y él nos compraron tiempo- Explicó Lyosha señalando el portal mientras lo miraba con curiosidad recordando la última vez que había estado en esa sala con los dos nigromantes con los que ahora estaba vinculada. Se humedeció un poco los labios pensando en Matvey antes de escuchar a Adramelech mentarlo -Se llama Matvey- Le dijo como dato de interés -¿Tienes alguna forma de comunicarte con la isla? Porque yo no- Al final no habían coordinado una forma de saber cuándo tenía que reforzar el sello y viajar hasta Ouroroboros le robaría demasiado tiempo.

Observó la mano de Adramelech y sonrió con superioridad -Por supuesto. Necesitan un entrenamiento efectivo e intenso. Saben toda la teoría pero no así la práctica y la magia puede resultar un cambio abrupto en ellos- Siguió caminando hasta ponerse delante de él, viendo el cambio en su rostro respecto al duelo pero encantándole cómo estaba tan seguro de querer liderarlos. Esa era su sangre Svensson -Ganarás. No tienes otra opción. No trabajaré con ese tipo si puedo hacerlo contigo- Empezando porque su sorna no le permitía acatar órdenes y eso la ponía de los nervios. Aparte el nombrecito… Argh.

La noticia sobre su hermano hizo que Lyosha suspirara quedamente -Ser un revenant no es fácil- Le explicó a Adramelech -Existe una dicotomía física, mental y a nivel de alma en la que debes fortalecer tu presencia para que la antigua no retome su lugar- Siguió hablando y decidió darle más información de la que debía pero esperaba poder aclarar algo en la cabeza de su sobrino -Me sucede. Por eso Matvey tuvo que hacer un nuevo sello porque mi recipiente tenía un pedazo de Diana, una alada. Si se extinguía su alma, el cuerpo también. No es fácil- Añadió y dejó caer los brazos para poner las manos en la cadera con el ceño fruncido -Los nigromantes caminan entre los dos mundos y los demonios siempre estarán hambrientos de poder, regresar a un alma  la dimensión que corresponde es… Es recompensado- Siguió Lyosha acercándose al portal -Además de eso, Astaroth no tiene la experiencia de Matvey. Es posible que el hechizo haya drenado su magia y le esté costando mantenerse en el presente con la ausencia de Khaled. Confieso que incluso yo me siento un poco…- Tensó los labios -Pendiendo de un hilo- Se tronó los dedos como decidiendo que no dejaría que eso le afectara más de lo necesario -Así que debes estar preparado. Si me ves más misericordiosa de lo normal, algo va mal-

Hubiese querido recordar más cosas del final de la batalla, pero para ese momento estaba tan drenado de magia que apenas tenía algunas imágenes dispersas en mente de cómo Khaled y Astaroth les consiguieron más tiempo, tal y como decía Lyosha. Se encogió de hombros cuando le dijo lo del modo de contactar con la isla, pues le parecía que allí no llegaban las comunicaciones corrientes con aparatos tecnológicos. - Tengo un colgante de colibrí donado por Lyran Knox, así que podría regresar a la isla llevando el mensaje para Matvey. Lo haré enseguida. - se llevó la mano al colgante, preparado para usarlo en cuanto acabase de conversar con Lyosha. También tenía pendiente lo del entrenamiento, pero lo haría más tranquilo cuando supiese dónde estaba Khaled y cómo podía ayudar a su hermano.

- Ya he iniciado a otros en la hermandad de electricidad, así que puedo guiarlos poco a poco. En cuanto al duelo...probablemente he participado en más batallas y situaciones difíciles que Paco, así que le llevo cierta ventaja. - no quiso sonar soberbio, pero era cierto que había pasado por momentos bastante intensos, en contraste con los que se habían quedado en Agripa. Dejó de usar la electricidad en la palma de su mano cuando pasaron al tema más serio de los revenant, tratando de comprender la complejidad de atar almas a cuerpos distintos. Por un lado le apenaba que tuviese que ser así, que hubiesen tenido que morir y regresar de ese modo. Por otro lo veía como una segunda oportunidad. Hubiese querido abrazar a su tía-abuela, pero no lo hizo porque sabía que a ella no le gustaban el contacto físico.

- Puede sonar egoísta porque no llego a entender del todo por lo que tenéis que pasar...pero yo me alegro de teneros aquí, aunque sea de ese modo, aunque sea con otros cuerpos. - por eso era importante que Khaled volviese, no solo por él, sino para que Astaroth y Lyosha no tuviesen más problemas. Lo del sello y el cuerpo de una alada le pareció bastante interesante, pensando en que le gustaría saber más del tema con explicaciones de Matvey. También le surgió curiosidad sobre por qué su abuelo había elegido el cuerpo de una alada y no otro.

- Entendido, estaré alerta si te veo siendo más amable de la cuenta. - sonrió levemente, retrocediendo después un par de pasos de espaldas antes de darse la vuelta para retirarse. - Voy a mandar el mensaje a Matvey, y a ver a Astaroth. Avísame si necesitas algo. - dicho eso se dirigió a las escaleras, abandonando la sala de los portales para perderse por la torre.

-Perfecto… ¿Quién es ese Lyran Knox?- Preguntó arqueando una ceja pero la verdad es que no le importaba así que movió la mano como diciéndole que no era necesario que le respondiera porque lo siguiente era más importante y tenía razón, él tenía mucha más experiencia que Paco, quien había permitido aquella dictadura estúpida que despreciaba a los Souls.

El asunto de los revenant hizo que Lyosha empezara a moverse hacia el arco que había señalado Matvey, en el que había hecho referencia a que Diana podía contarles un poco más. Vio las marcas pensando que quizás la memoria muscular le daría una respuesta pero nada. -Yo también… Astaroth no lo sé, Adra. Creo que necesita algo que lo ate más a este mundo- Que le recordara quien era y porqué debía ser él el alma predominante en ese cuerpo.

Asintió cuando el moreno entendió a lo que se refería y se despidió con una leve mirada antes de volver a ver el portal.

“Belialt, me estoy aburriendo”.

Dirigió el pensamiento nuevamente hacia él antes de salir de la sala de los portales a ver a la hermandad mental y avisarles que dejaran de buscar a Khaled para encontrar al sanador. Tras eso se perdió por los pasillos hasta que la llamaran para hacer la iniciación.

Aparecí en la zona de abajo, dejando el barco en buenas manos. Había pasado ya día y medio, seguía esperando que Vyras volviese con noticias de Mérida, y entre tanto, darles tiempo a los Soul a recuperarse.


Había avisado a mis compañeros de que iba a bajar, Ben pasaba de unirse, decía que hablar mucho y planear le daba dolor de cabeza, asi que me entregó toda la informacion que habia reunido y ya. Cleo se vendría, o eso me habia dicho. Ella estaba en buenos terminos con los de las Calaveras estos.


Bufé al aparecer alli, el hedor a muerte aun era insoportable, pese a que habian quemado los cadaveres....ahora ademas de a sangre apestaba a piel y carne quemada. Daba nauseas. Olía como el puto infierno, pero en un 5 por ciento de intensidad.

Subí las escaleras de la Torre, que tenia una puerta muy chula y muy chunga. Pero parecía doloroso llamar ahi....así que llamé con el pomo de mi katana, tocando fuertemente varias veces.

- EH, SOY LYKAIOS KNOX, DE LA BRIGADA DE LAS GRULLAS! HE VENIDO A HABLAR CON VUESTRO JEFE PARA HACER COSAS!

De momento, solo me respondía el silencio.

Noticias así como noticias...Lyosha estaba negada a aceptar que Khaled seguía a por uvas pero su ausencia resonaba en los pasillos de la Torre como una moneda en un balde de hojalata. ¿O era solo ella la que lo sentía así? Matvey tampoco había dado señales y a decir verdad, Lyosha iba a coger a los nigromantes y arrastrarlos por el piso en el instante en el que los viera.

Pero tenía cosas que hacer, era la Soul con más alto rango en la torre y tras hacer los rituales y atestiguar el combate en el que Adramelech se había hecho con el patriarcado de la Hermandad de electricidad, para su delicioso orgullo, se había encargado de entrenar a su hermandad dejándoles el tiempo suficiente y exacto para descansar y comer.

El día amaneció con pocas novedades y mientras volvía del comedor fue interrumpida por uno de los acólitos de fuego que informaba de la presencia de un hombre a las afueras gritando su nombre. Lyosha solo necesito el dato de color de pelo para avisarle que lo hiciera pasar y que lo esperaría en la sala de reuniones. Dio aviso a los líderes por si querían interrumpir el entrenamiento y acompañarla pero tampoco lo veía estrictamente necesario.

O quizás si.

Avanzó hasta la sala y observó a través de la ventana que el peliazul venía acompañado de una morena que no le pasó desapercibida. Tal vez el destino no había dejado de proteger la mente de Astaroth tanto como Lyosha había pensado. Si fuera una mujer que dejara mostrar otras emociones que no fuera soberbia, orgullo y malicia; sus labios se habrían curvado en una sonrisa.

Llamó a otro de los acólitos para que sirvieran como mínimo bebidas y tentempiés para los invitados así como solicito los mapas de los pasadizos Souls. Un secreto propio pero que consideró apropiado compartir… llegado el momento. Tras eso se sentó en la cabecera de la mesa, como siempre, armada hasta los dientes.

- Pues digno fijo que no me considera. Soy mas bien indigno. - dije arrascandome dentro del oido con cero elegancia y cero mesura, porque me picaba. Seguro que habia pillado pulgas. - Pero he quedado con Lyosha, es algo asi como una cita, asi que deberia abrirme.

Llevaba todo el rato gesto de asco pues, al igual que a Cleo, el olor a muerte, ahora muerte quemada, me ahogaba y saturaba todos mis sentidos.

Al final nos abrió un soul random llamemosle Alex y nos guió por la Torre hasta llegar a una sal adonde nos esperaba Lyosha. Llevaba bajo mi brazo izquierdo planos de los que me habia dado Ben, Cleo conocía a uno de los soul, un Svensson, y además habia negociado tambien con los de la Calabria para su intervencion en todo esto. Asi que su presencia era indispensable, practicamente.

"eugh"

Intenté disimular mi cara de angustia al ver que habian preparado comida, porque tenia el estomago revuelto por culpa de mi olfato y la peste de afuera....y además en esa sala olía a sangre más fresca....de...Leila? Aqui le habian cortado la oreja?

"Que halagüeño"

Pero conociendome, acabaria comiendo. Miré a Cleo de reojo, con cara de incomodida, y susurré:

- Teniamos que haber traido algo nosotros? Has traido ron? whisky? deberiamos compartir

"espero que ella haya pensado mas que yo....protocolos! cada cual el suyo"

Dejé de hablar por la boca pequeña y finalmente me dirigí a los Soul. Lyosha iba armadisima, lo dejaba ver con tanto metal. Yo solo llevaba mi katana y mi....pata metálica....que seguía siendo incómoda a ratos....

- Os habéis reagrupado durante estos días? Por suerte no han habido novedades en cuanto ataques. Mi contacto ha vuelto del Vaticano, nos ha conseguido esto. - dejé los planos sobre la mesa. - Y contamos con el apoyo de un pequeño grupo de humanos de la Calabria.

PS: 185 – 10 (Maldición, en el otro post lo olvidé) = 175

Entre toda la tensión y el aroma de rededor el tonto de Lyka me hizo dibujar una sonrisa divertida. Iba a reír de una forma muy desinhibida, pero el tufo de la zona se coló en mis pulmones con la primera bocanada y al final terminé por toser… toser y reír a la vez de una forma muy patética. Aquello era un cuadro entre lo grotesco, enfermizo y, había que reconocerlo, tenía su gracia. Puerta cerrada, seguíamos esperando, a pesar del nauseabundo olor que empezaba a picar la nariz -De modo que una CITA con Lyosha. Demasiada mujer para ti- Dejé caer el peso de una cadera a otra con las manos guardadas en la chaqueta, mirando al capi por el rabillo del ojo con cierto tono socarrón. La mano maldita empezaba a picar ya, de modo que decidí ocultarla. Al menos hasta que Khaled me la pudiera mirar con más calma… a Astaroth.

Finalmente uno de los Souls nos abrió la puerta, y una leve bocanada de aire frío acarició mi pelo, como una especie de extraña bienvenida. O quizás es que mi olfato ya se había acostumbrado a aquella peste, o simplemente quedó a un segundo plano ante la presencia de un Soul nuevo que pareció presentarse como Alex con unas facciones muy mediterráneas. Estudié al chico de arriba abajo, para localizarle previamente en la torre, sin éxito, mientras nos guiaba a otra sala donde nos esperaba Lyosha. Y el chico no era el único nuevo, parecía que la torre tenía otro hervor de personal. Como si se hubiera recargado de alguna manera con sangre nueva. -Tenemos un plan. Y tu verborrea natural. Esperemos que con eso sirva- Le respondí en confidencia a Lyka al llegar a la sala con alimentos. Defintivamente, estaban pasando muchas cosas… ¿raras? En la torre. Habría que ver si era para bien o para mal. Por el momento, nada indicaba que la cosa estuviera torcida, a pesar de que Lyosha estuviera armada hasta los dientes y en una posición en la mesa. Estaba claro su mensaje.

-Tanto tiempo…- Era un extraña forma de saludar, pero ese era el objetivo. Lyka habló, tampoco había mucho que añadir -El Coliseo es uno de los centros neurálgicos de la nueva sociedad opresora que se han inventado en Italia. Se ha vuelto a convertir en el centro de atención, divertimento y defensa- Expliqué brevemente a Lyosha sobre las palabras de Lyka. -Entrar, atestar un golpe certero y salir por donde hemos vuelto-

Cuando los invitados llegaron la mayoría de los souls iniciaron la retirada pero Lyosha tenía otra cosa en mente. Observó a Cleopatra a los ojos con un gesto adusto ante su forma de saludo -No te necesito aquí- Le dijo con un tono que carecía de dureza pese a las palabras -Astaroth- Sabía que no era necesario dar más explicaciones que esas así que aunque mantuvo la mirada en ella en una comunicación no verbal, movió una mano para llamar a Geralt y señaló a la pelinegra -Lleva a Cleopatra a la habitación de Astaroth- Ordenó finalmente para luego observar los planos de los que hablaban ambos miembros de la Brigada.

Tenían que preparar de forma cautelosa lo que iban a hacer porque el elemento de sorpresa era clave. Supuso que el Vaticano había reforzado sus defensas tras la derrota en aquel campo que ahora les rodeaba pero los subestimarian al pensar que estaban solos. Lyosha había dividido a los Souls en grupos eficaces derivando a aquellos más antiguos a vigilar el perímetro y evitar espías, no ocurriría lo mismo que con la rubia. Aunque sospechaba que el barco podía verse desde cualquier sitio por su altura. Eran todas variantes a tener en cuenta.

La matriarca se inclinó y tomó un par de uvas para llevárselas a la boca y masticar en silencio. Un grupo de humanos… un grupo de futuros Souls veía Lyosha. Con un movimiento de mano, un pequeño pedazo de hierro empezó a desplegar el mapa - Estarán esperándonos. Y si no lo hacen, entonces es que son idiotas. Podemos jugar con ambas variables- Mencionó la peliblanca tras tragar y estudió los mapas, observando más que nada las partes inferiores y asintiendo para sí misma. Tras unos momentos otras piezas de metal abrieron los mapas de los pasadizos de los Souls. Lo cierto es que aquello no le hacía ni puta gracia pero ella no podía desaparecerse y Khaled… estaba vivo. En algún sitio. Y lo sabía solo porque Astaroth y ella seguían vivos.

-Estos son los túneles subterráneos que usamos nosotros en otrora, siguen vigentes. Al menos gran parte de ellos, es como se mantuvieron vivos nuestros compañeros. Esta información será retirada de vuestro conocimiento una vez acabe la misión. ¿Entendido?- Preguntó alzando la mirada hacia Lykaios. Tenía la hermandad mental y no tenía miedo de usarla -Podemos usarlos como vía de entrada y salida-

Cleo hizo un ruido muy rarito, como de grulla ahogándose mientras se tragaba su merienda, pero luego me di cuenta que es que se estaba riendo y tosiendo a la vez. Lo cual me hizo bastante gracia, y le di unas palmaditas en la espalda.

- Oh ya te digo. No creo que pudiera salir con una Svensson. Eso te lo dejo a ti. - le respondí con el mismo tono que ella, mas o menos.

Conforme avanzabamos por la siniestra Torre esperaba que de verdad el ron no fuese necesario y bastara con los planos y el plan.

Cleo habló resueltamente pero Lyosha le soltó un "no te necesito aqui" , tremendamente tajante. Yo me lo tomé `por el mal camino, evidentemente, como que le estaba haciendo un desprecio, y mi expresión se tiñó de mala hostia.

Hasta que dijo lo de Astartoh. Y entonces, como reflejando mis pensamientos, se me levantó una ceja.

"ahh vale vale.... "

Miré a mi compañera y asentí, como indicándole que se fuera con ese tal Geralt a ver a Astaroth, donde al parecer, la necesitaban.

- Sí, cuento con que nos estén esperando. Aunque el barco tiene sistema de invisibilidad, estoy seguro que podrán detectar cuando nos acerquemos aunque no nos vean, tendrán sistemas de...control o algo asi. Pero igual no nos esperan llegando por varios caminos. Propongo que el barco de la Brigada actúe como distractor mayor. Atacando la cúpula, como si quisieramos entrar por arriba. No quiero perder el barco, asi que una vez hayamos hecho la distracción se retirará lejos del posible fuego enemigo.

Dije señalando esa parte del Coliseo, donde se mostraban las anotaciones de aquel mago que Ben había conseguido. Desvié la mirada hacia sus propios mapas, una cantidad ingente de tuneles subterraneos por toda Roma, pertenecientes a los Soul Reaper.

- Si, no me importa. Pero si ha de ser asi prefiero conocerlos solo yo, o Cleo que ya está aqui. - no quería someter a ningun borrado a más de los mios. - Vosotros podéis usar esos tuneles para llegar a los prisioneros, que son los que nos interesan. Los tenemos mas o menos localizados, segun esto. Esos pasadizos....llegan hasta el subterráneo del Coliseo? Estás segura? No los tendrán controlados? Aquí no aparece nada de eso.- me pareció raro. Me quedé mirando los mapas, pensativo.... parecía demasiado facil. Quizá era porque ahora contabamos con aliados? O era que me estaba dejando escapar algo? Agarré algo de comida de la mesa, echándomela a la boca distraidamente...hasta que me di cuenta que era fruta al masticarla y me la tragué de una. Qué poco me gustaba la fruta.

- Tenemos un guardia encerrado arriba. Crees que con tu habilidad puedes replicar y copiar su armadura?

Ignoró los gestos de ambos porque supo el instante en el que Cleopatra comprendió exactamente su objetivo sin añadir más. Bien, era una chica inteligente. Lyosha podía reconocer, apreciar y respetar eso. Tras ello escuchó a Lykaios proponiendo el barco como gran motivo de distracción, lo que le parecía una buena jugada -Puedo otorgarte un par de acólitos de la hermandad de metal para deflectar parte de los daños. La Brigada no tiene porqué estar sola en el barco- Dijo Lyosha pensando que podía prescindir de algunos compañeros para proteger lo que podría convertirse en una segunda vía de escape.

-Deberíamos hallar una forma de desconectar esos escudos. Asumo que son mágicos. ¿Vendrán de una máquina o tienen a sus guardianes activándolos? ¿Es un hechizo? ¿Un encantamiento? - Era información que le parecía importante. Siguió estudiando todo lo que aparecía en el mapa -Rebota ataques- Dijo golpeando una de las anotaciones -Hay que infiltrarnos y desactivarlo antes de que el barco se acerque. Y debemos ir cuando no esté programada una de sus batallitas- Dijo al señalar el otro escudo. Además la gente sería un puto incordio.

-Bien- Le daba igual quien los conociera siempre que accedieran a borrar la información. Las preguntas de Lykaios eran válidas y Lyosha alzó la mirada del mapa a él, la peliblanca se llevó una uva a la boca, masticó lentamente mientras lo observaba y tragó -Digamos que sí. Están vigilados. Soy de las personas que se prepara para el peor escenario, Lykaios. Es mejor estar preparados que  apenados por las pérdidas-  Había algo, aún así, que le hizo mirar hacia el centro del coliseo y luego a él -¿Sabes?... Cuando estuvieron batallando lograron invocar un monstruo, ¿un golem? ¿algo? Deberiamos tener en cuenta que sus invocaciones son difíciles de matar o neutralizar. Casi asesina a nuestro guardián. Así que si ves alguien canalizandolo, no lo pienses, mátalo-

-También son increíblemente disciplinados. Trabajan como una unidad así que necesitamos una comunicación bien establecida entre ambos grupos. Creo que la hermandad mental podría ayudarnos con ello- Reconoció llevándose otra uva a la boca antes de oír su pregunta sobre la armadura. El gesto de Lyosha se volvió escéptico y durante un largo rato el silencio se extendió entre ambos -Me ofende tu pregunta- Le expresó con un claro tono de desprecio. Había destruido centinelas... y preguntaba por una puta armadura -Mis acólitos pueden hacerlo y supervisaré el trabajo-

- Bien, serán bien recibidos a bordo.  No podremos iniciar ataque directo contra los escudos hasta desactivarlos pero si causar distracción. - comenté asintiendo cuando remarcó que los escudos no solo defendian si no que tenian la capacidad de devolver el daño. Estaban bien pensados y eran una putada.

- Es posible que sean tecnomágicos, la mitad de las cosas del Coliseo lo son. Infiltrarse y desactivarlo es lo mejor que podemos hacer, como has dicho. Lo haremos por la noche, a esas horas está cerrado, no hay espectáculos. - señalé una de las entradas, donde ponía eso del "sello". - Por eso te he dicho si podíais hacer réplicas de las armaduras. Con ellas quizá resulte más facil infiltrarse. Usaremos de guía al guardiani que secuestramos.  Un pequeño grupo tendrá que infiltrarse entonces, desactivar ese escudo.... y mientras el barco se arpoximará. Cuando no hayan escudos, atacamos. Mientras el tercer grupo avanzará por los túneles y cuando iniciemos la distracción, se colarán definitivamente para el rescate. Seguramente haya controles antidesaparición. Y los portales demoníacos preferiría dejarlos como último recurso. Que otras opciones tenemos para sacar rapido a los prisioneros?

Oi lo del elemental aquel que podian invocar, al parecer, una bestia parda que poco tení aque ver con nuestros elementales y que era incluso rival para su guardián. Matar? No sería la primera vez.
- No quiero ser causante de un monton de muertes indirectas, descuida....

Me rasqué la nuca, disciplina? Eso si que no podía prometerselo. Mi Brigada hacían lo que quería en cuanto el guión de la batalla se salía un poco de lo establecido, cosa que pasaba siempre.
- Si...lo de la conexión mental será necesario para coordinar los golpes. - sonreí de lado casi con encanto cuando la mujer se quedó en silencio violento y me miró con asco.  Si es que parecía querer matarte con la mirada. - Gracias. - le dije cuando prometió que sus acolitos harian lo de las armaduras.

- Entonces...nos queda distribución de miembros en los diferentes equipos.  Método de escape rápido para el subsuelo. Localizar desde donde se apagan los escudos. Y si vamos a atacar en tres grupos, deberiamos...ponerles un nombre a cada grupo. Nombres en clave. Nombres chachis. -asentí, cargado de razon. Luego me puse a mirar los planos de Ben, a ver si alguno tenía info sobre la localizacion del control de los escudos.   - Cleo es sanadora. Ella puede ir con  los Soul a los pasadizos.

Le parecía buena opción ir durante el cobijo de la noche aunque ella era más de… Llamar la atención, inevitablemente, no todo el mundo tenía el honor de enfrentarse a ella en batalla. Y ella quería darle la oportunidad a todo aquel que quisiera. Se llevó ahora una fresa y mordió con lentitud antes de masticar, analizando todo lo que Lykaios decía.

-Iré en ese grupo- Le informó a Lykaios -El primero- Añadió por si no comprendía, porque a diferencia de él si por alguna razón las armaduras no eran suficientes para infiltrarse. Bueno, siempre podía rajar gargantas.  Ahora la opción de salir, hizo que levantara la mirada de los mapas para observarlo fijamente -Correr- Expresó con naturalidad -Olvídate de los portales. Mi hermano está en otra misión y Astaroth está…- Desvió la mirada hacia la puerta con un gesto inescrutable -Ya nos dirá Cleopatra- Era curioso cómo… se había ganado el derecho a que Lyosha le llamara por su nombre. Pero bueno, la morena había estado allí cuando trajeron a Astaroth  y eso era algo a tomar en cuenta.

Le miró de nuevo y tensó los labios pensando en la “huida” aunque esa palabra le parecía asquerosa -¿El tipo que secuestraste podrá decirnos lo de la anti desaparición? Podemos romperlos también- Inquirió y de pronto Lykaios empezó a decir lo de los nombres y soltó la palabra “chachi”, aquello…sorprendió genuinamente a Lyosha que se le quedó mirando un par de segundos parpadeando lentamente. Los jóvenes de hoy en día... -¿Chachis? ¿Qué significa chachis?-  Escuchó aquello sobre Cleo y pensó en el feral… Que también debería estar aquí pero estaba en otro sitio según la hermandad mental, pero aún no podían ubicar exactamente dónde por lo que era imposible sacarlos.

-¿Os sabéis remendar solos, en el barco? ¿Prescindireis de vuestra sanadora? Eso suena valientemente estúpido- Reconoció -Tenemos a la hermandad de sanación, no te preocupes por ello. Mantén a Cleopatra a tu lado- Se inclinó en la silla, tamborileando las uñas contra la silla -Puedes bautizar los grupos, me es indiferente. Si es algo que no me gusta, lo cambiaré- Mencionó en un tono neutral -¿Lo haremos esta noche?- Inquirió.