Recuerdo del primer mensaje :
El panorama en el hospital de campaña era desolador. Se sentía... como si hubieran pasado por una guerra. A pesar de que acababa de iniciar, el dolor que estaba causando en los más inocentes era devastador. Tenía la sensación de que, por muchos esfuerzos que hicieran, no podría detener el miedo y la violencia contra aquellas personas inocentes que llegarían a Highlands en breves. Tenía miedo. Mucho miedo. Miedo por su hija, tan lejos de ella, y su esposo, tan expuesto al peligro. Tenía miedo por sus compañeros, porque no eran los típicos soberanos que enviaban a los subordinatos a pelear, sino estarían en primera fila en la lucha que se avecinaba. El Consejo seguiría, con o sin todos ellos, pero podría no ser lo mismo nunca más.
Mientras encontraba el espacio que el bosque y los centauros les habían destinado, varios de los miembros de la Guardia estaban mntando el campamento, una tienda a la vez; levantándolas, hechizándolas y marcando las capacidades de cada una en una lista para comenzar a llenarlas con los refugiados que no tardaban en bajar. Sabía que, para poder evacuar sin algo que urgiera a los pobladores como un ataque directo del Sanguis, se tomarían un poco de tiempo ir por sus familias, algunas de sus pertenencias e incluso algunas mascotas. Al menos esas últimas tendrían un espacio amplio para correr que podrían disfrutar.
Recorrió suavemente, a paso lento, aquel lugar, separando mentalmente el lugar donde estarían los cultivos, las tiendas, los servicios como el comedora... Era un lugar tan puro, tan limpio, con un aire que le permitía respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo tensa que había estado en la isla, como para sentir en aquel lugar una liberación tan grende que le apetecía incluso quedarse. Incluso su cuerpo tenía movimientos más fluídos, aún cuando no creía que le estuviera afectando tanto. La tierra de la isla se estaba envenenando y no poder hacer algo al respecto le estaba haciendo caer en un profundo caos interno. Su equilibrio, el fino equilibrio de la naturaleza, estaban resquebrajándose mientras aquel depredador acababa con todo. ¿Terminaría por engullir el mundo entero si se lo permitían? Ese era un futuro en el que no podría vivir. La angustia y la oscuridad debajo de sus pies serían su perdición. Se acercó a uno de los soldados que conocía como amigo de Vishous, sonriéndole al llegar hacia él.- ¿Sabes en cuanto tiempo más comenzarán a bajar? - La respuesta fue que en dos minutos exactos bajarían, pues les estaban organizando con rapidez. Agradeció la información y se dedicó a hacer el espacio lo más acogedor posible. No sería la casa de nadie, pero llenó las orillas del bosque con grandes arbustos llenos de flores muy variadas y coloridas. Las hizo crecer al frente de cada tienda, en cada espacio que encontró. Mucha lavanda para tranquilizar con el aroma a los asustados habitantes, y hierbas aromáticas para que las tuvieran a mano para cocinar y hacer remedios. Al final, montó una tienda en compañía de los soldados personalmente, dedicándola a la realización de pociones. Si el hospital estaba tan saturado y comprometido, se empezarían a utilizar los remedios naturales.
Cuando los habitantes llegaron, lo hicieron en grandes grupos, a los que recibió personalmente y se encargó de tratar de solucionar sus dudas. Las preguntas eran tan duras como la realidad, y saber que no tenía respuesta para muchas de ellas era desolador, pero hizo compromisos para obtener información y encontrar la mejor solución para cada problema. Después de una ardua jornada dándole techo y comida a cada uno de los ciudadanos de Ouroboros, se tomó un momento para enviar un mensaje al Consejo informando que se completaba la evacuación. Tras un larguísimo día, desapareció de ahí, con promesas que cumplir.
El panorama en el hospital de campaña era desolador. Se sentía... como si hubieran pasado por una guerra. A pesar de que acababa de iniciar, el dolor que estaba causando en los más inocentes era devastador. Tenía la sensación de que, por muchos esfuerzos que hicieran, no podría detener el miedo y la violencia contra aquellas personas inocentes que llegarían a Highlands en breves. Tenía miedo. Mucho miedo. Miedo por su hija, tan lejos de ella, y su esposo, tan expuesto al peligro. Tenía miedo por sus compañeros, porque no eran los típicos soberanos que enviaban a los subordinatos a pelear, sino estarían en primera fila en la lucha que se avecinaba. El Consejo seguiría, con o sin todos ellos, pero podría no ser lo mismo nunca más.
Mientras encontraba el espacio que el bosque y los centauros les habían destinado, varios de los miembros de la Guardia estaban mntando el campamento, una tienda a la vez; levantándolas, hechizándolas y marcando las capacidades de cada una en una lista para comenzar a llenarlas con los refugiados que no tardaban en bajar. Sabía que, para poder evacuar sin algo que urgiera a los pobladores como un ataque directo del Sanguis, se tomarían un poco de tiempo ir por sus familias, algunas de sus pertenencias e incluso algunas mascotas. Al menos esas últimas tendrían un espacio amplio para correr que podrían disfrutar.
Recorrió suavemente, a paso lento, aquel lugar, separando mentalmente el lugar donde estarían los cultivos, las tiendas, los servicios como el comedora... Era un lugar tan puro, tan limpio, con un aire que le permitía respirar profundamente. No se había dado cuenta de lo tensa que había estado en la isla, como para sentir en aquel lugar una liberación tan grende que le apetecía incluso quedarse. Incluso su cuerpo tenía movimientos más fluídos, aún cuando no creía que le estuviera afectando tanto. La tierra de la isla se estaba envenenando y no poder hacer algo al respecto le estaba haciendo caer en un profundo caos interno. Su equilibrio, el fino equilibrio de la naturaleza, estaban resquebrajándose mientras aquel depredador acababa con todo. ¿Terminaría por engullir el mundo entero si se lo permitían? Ese era un futuro en el que no podría vivir. La angustia y la oscuridad debajo de sus pies serían su perdición. Se acercó a uno de los soldados que conocía como amigo de Vishous, sonriéndole al llegar hacia él.- ¿Sabes en cuanto tiempo más comenzarán a bajar? - La respuesta fue que en dos minutos exactos bajarían, pues les estaban organizando con rapidez. Agradeció la información y se dedicó a hacer el espacio lo más acogedor posible. No sería la casa de nadie, pero llenó las orillas del bosque con grandes arbustos llenos de flores muy variadas y coloridas. Las hizo crecer al frente de cada tienda, en cada espacio que encontró. Mucha lavanda para tranquilizar con el aroma a los asustados habitantes, y hierbas aromáticas para que las tuvieran a mano para cocinar y hacer remedios. Al final, montó una tienda en compañía de los soldados personalmente, dedicándola a la realización de pociones. Si el hospital estaba tan saturado y comprometido, se empezarían a utilizar los remedios naturales.
Cuando los habitantes llegaron, lo hicieron en grandes grupos, a los que recibió personalmente y se encargó de tratar de solucionar sus dudas. Las preguntas eran tan duras como la realidad, y saber que no tenía respuesta para muchas de ellas era desolador, pero hizo compromisos para obtener información y encontrar la mejor solución para cada problema. Después de una ardua jornada dándole techo y comida a cada uno de los ciudadanos de Ouroboros, se tomó un momento para enviar un mensaje al Consejo informando que se completaba la evacuación. Tras un larguísimo día, desapareció de ahí, con promesas que cumplir.
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El miembro 'Lemóni Herpeton' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Luego de todo lo ocurrido, huelga preguntar, ¿Y ella donde estaba?...
Nah, es broma, obviamente nadie se lo pregunta, ¿Cómo por que motivo lo harían? Tampoco es que nadie necesite nada de ella ahora mismo, pero dejando de lado los pensamientos intrusivos, sigue siendo menester ver donde está...
Pues ha estado ayudando a mover enfermos luego de lo que pasó con la estampida de criaturas mágicas y toda la cosa, la mordieron un poco y eso, pero han pasado días, así que ya se encuentra mejor, también ha estado leyendo el grupo de los descendientes un poco porque sí, porque teóricamente las cosas que se mandan ahí "le incumben" aunque en realidad poca relación tienen con ella, y además recibió esa carta qué Matvey le mandó a todos los descendientes, aparentemente se ha metido al árbol, ella suspira, ruega para sus adentros qué sea lo que sea, funcione...
No tanto para salvarse, cada vez se pregunta más si realmente todavía le apetece tanto vivir, si no por la isla como tal, toda esta gente y sus vidas, los otros del consejo y sus vidas también, porque ella... Ella nada, ¿Qué tiene? Su puesto en el consejo y solo eso, ella es un título, y solo es eso.
Oh sí, y también Merlín llamó una votación general, ella simplemente escribió una bordería cualquiera por obligación, y se guardó el brazalete, luego procedería a drogarse un poco con leche de amapola, poniendo un par de gotas sobre su lengua, afortunada es de que esa cosa es mágica y una no desarrolla resistencia a ella.
Mientras estaba con la espalda contra un árbol, relajandose en su propia decadencia, solo esperando a que las cosas pasen, pues a fin de cuentas nada podía hacer, nada está en su mano ahora mismo, y eso le duele, pero en fin...
Nah, es broma, obviamente nadie se lo pregunta, ¿Cómo por que motivo lo harían? Tampoco es que nadie necesite nada de ella ahora mismo, pero dejando de lado los pensamientos intrusivos, sigue siendo menester ver donde está...
Pues ha estado ayudando a mover enfermos luego de lo que pasó con la estampida de criaturas mágicas y toda la cosa, la mordieron un poco y eso, pero han pasado días, así que ya se encuentra mejor, también ha estado leyendo el grupo de los descendientes un poco porque sí, porque teóricamente las cosas que se mandan ahí "le incumben" aunque en realidad poca relación tienen con ella, y además recibió esa carta qué Matvey le mandó a todos los descendientes, aparentemente se ha metido al árbol, ella suspira, ruega para sus adentros qué sea lo que sea, funcione...
No tanto para salvarse, cada vez se pregunta más si realmente todavía le apetece tanto vivir, si no por la isla como tal, toda esta gente y sus vidas, los otros del consejo y sus vidas también, porque ella... Ella nada, ¿Qué tiene? Su puesto en el consejo y solo eso, ella es un título, y solo es eso.
Oh sí, y también Merlín llamó una votación general, ella simplemente escribió una bordería cualquiera por obligación, y se guardó el brazalete, luego procedería a drogarse un poco con leche de amapola, poniendo un par de gotas sobre su lengua, afortunada es de que esa cosa es mágica y una no desarrolla resistencia a ella.
Mientras estaba con la espalda contra un árbol, relajandose en su propia decadencia, solo esperando a que las cosas pasen, pues a fin de cuentas nada podía hacer, nada está en su mano ahora mismo, y eso le duele, pero en fin...
Nikolaos Kirgyakos
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Habían empezado algunos entrenamientos pero ante la necesidad de piedras Fenrir pidió a Lorcan que fuera a buscar a Savannah para que pudiera hechizarlas, al ser la única chamana adulta, era la encargada de hacerlas.
Se había seguido encargando de las provisiones desde Grecia y la manada colaboraba con el cultivo y los trabajos más pesados cuando Cohen se tomaba descansos, así como en la colocación de las nuevas tiendas y el orden en general apoyando a la Guardia de Ouroboros.
Volvía de correr un rato, ante la ausencia de gimnasio, cuando se topó con el aroma de la leche de amapola. No tardó mucho en darse cuenta de que provenía de una joven pelirroja a la que reconocía como su compañera del Consejo, aquella que había sido atacada por el árbol.
-Rosse- Saludó acercándose mientras se limpiaba el sudor de la cara con su camiseta de algodón, que luego se retiró, manteniéndola en su mano colgando -¿Qué tal te encuentras?- La había visto colaborando por allí con los pacientes. Recordó haber leído su respuesta a la pregunta de Merlín y el curioso mensaje de este, eso de humillar…
Se había seguido encargando de las provisiones desde Grecia y la manada colaboraba con el cultivo y los trabajos más pesados cuando Cohen se tomaba descansos, así como en la colocación de las nuevas tiendas y el orden en general apoyando a la Guardia de Ouroboros.
Volvía de correr un rato, ante la ausencia de gimnasio, cuando se topó con el aroma de la leche de amapola. No tardó mucho en darse cuenta de que provenía de una joven pelirroja a la que reconocía como su compañera del Consejo, aquella que había sido atacada por el árbol.
-Rosse- Saludó acercándose mientras se limpiaba el sudor de la cara con su camiseta de algodón, que luego se retiró, manteniéndola en su mano colgando -¿Qué tal te encuentras?- La había visto colaborando por allí con los pacientes. Recordó haber leído su respuesta a la pregunta de Merlín y el curioso mensaje de este, eso de humillar…
Rosse McGonagall
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Se encontraba un poco perdida en sus ya muy habituales pensamientos autodestructivos... A los que incluso había dejado de tener miedo, ya tenían un rato ahí, y no había hecho nada en consecuencia de ellos, tampoco se sentía con el ánimo como para hacerlo, la verdad, así que nada que decir...
Y en eso, pudo ver a un hombre guapo, fornido y majo, qué rápidamente reconoció como el más nuevo descendiente, le dió por darle una buena mirada, pero estaba tan decaída qué hasta eso le costaba disfrutar, pero eso no quita que luego procedió a darle una sonrisa y un gesto amigable de saludo.
Hey, Nikolaos.~
Luego, con la pregunta, le dió por emitir una suave risa ligeramente amarga, ¿Cómo se encontraba.
Tan bien como podría estar alguien al borde de otro posible apocalipsis.~
Afirmó a modo de broma, porque al final, eso es lo que la mantenía viva, el humor, aunque sea el más negro.
¿Y tú?
Pues al final, siendo como es ella, que no puede mentir bien ni queriendo, hacer chistes es la única forma en que evita decir que lleva mucho corriendo de sus traumas a toda velocidad, y empieza a perder el paso por el cansancio.
Y también huelga decir que sigue drogandose aunque el guapo Niko la vea, si lo hizo en plena reunión con los Pendragon, bueno, simplemente lo hará en cualquier sitio... Tal vez solo no frente a Oscurus, pero eso es otra cosa.
Oh por cierto, en el grupo ví qué tenias algunas dudas, ¿Qué tal sí aprovechamos para que te ponga un poco al día?
Preguntó, pero más que pregunta, sería un poco el preludio antes de empezar a hablar del asunto.
Veamos... ¿Qué habías preguntado exactamente?...
Procedió a rascarse un poco la cabeza mientras recordaba, otra cosa muy característica de ella es que es bastante dispersa, y como que necesita un momento de juntar sus ideas antes de ponerse a hablar y casi cualquier cosa en general...
Y en eso, pudo ver a un hombre guapo, fornido y majo, qué rápidamente reconoció como el más nuevo descendiente, le dió por darle una buena mirada, pero estaba tan decaída qué hasta eso le costaba disfrutar, pero eso no quita que luego procedió a darle una sonrisa y un gesto amigable de saludo.
Hey, Nikolaos.~
Luego, con la pregunta, le dió por emitir una suave risa ligeramente amarga, ¿Cómo se encontraba.
Tan bien como podría estar alguien al borde de otro posible apocalipsis.~
Afirmó a modo de broma, porque al final, eso es lo que la mantenía viva, el humor, aunque sea el más negro.
¿Y tú?
Pues al final, siendo como es ella, que no puede mentir bien ni queriendo, hacer chistes es la única forma en que evita decir que lleva mucho corriendo de sus traumas a toda velocidad, y empieza a perder el paso por el cansancio.
Y también huelga decir que sigue drogandose aunque el guapo Niko la vea, si lo hizo en plena reunión con los Pendragon, bueno, simplemente lo hará en cualquier sitio... Tal vez solo no frente a Oscurus, pero eso es otra cosa.
Oh por cierto, en el grupo ví qué tenias algunas dudas, ¿Qué tal sí aprovechamos para que te ponga un poco al día?
Preguntó, pero más que pregunta, sería un poco el preludio antes de empezar a hablar del asunto.
Veamos... ¿Qué habías preguntado exactamente?...
Procedió a rascarse un poco la cabeza mientras recordaba, otra cosa muy característica de ella es que es bastante dispersa, y como que necesita un momento de juntar sus ideas antes de ponerse a hablar y casi cualquier cosa en general...
[spoiler="en respuesta a:"]
Lemóni Herpeton escribió:Lemóni por su parte prensó los labios, porque bueno, por mucho que conociera a Catherine, sigue siendo cierto qué la conoce menos que a su maestro, y tampoco es que tenga una relación de confidentes con él de por sí, y eso ya lo dice todo, de hecho es bastante normal que no supiera que tuviera aliados por ahí...
Y-Ya veo...
Pues la situación parece venir de antes, seguramente incluso de antes de que ella quedara lisiada por su primer encuentro con Amnael solo que como a ella las cosas del consejo la verdad que le incumben más bien poco, lo que tenía entendido era básicamente qué solían tener bastantes enemigos, y luego de lo de S.A.M. Se empezaron a llevar mejor con la mayoría... Y luego pasó lo de los pendragon y todo se fue al demonio, básicamente ese es su conocimiento del asunto.
Pero en fin, tenía una poción qué beber, porque es importante estar sana si van a estar deambulando por el campamento, en ese proceso estaba, o al menos esa era su intención, cuando repentinamente pasó todo, llegó la ayuda, y la persona que les ofrecía amablemente ayuda con la enfermedad resultó ser Amnael, y afortunadamente, ella no se tomó demasiado del brebaje, le dió un sorbo y poco más.
¡AH-!
Cuando Khan la tomó, ella procedió a abrazarse de él buscando seguridad, mientras que veía a Amnael, mismo que se retorcía dentro de la vasija qué había usado para intentar engañarlos al sentir los látigos quemar la carne de esta.
¡GRAAHH! ¡MALDITO SEAS!
La voz real de Amnael revereveró de esa garganta humana, una voz sin género definido qué resonaba extrañamente y estaba llena de cólera, se nota que eso genuinamente no se lo esperó.
Entonces una especie de neblina empezó a intentar emerger de la boca de la vasija, Este ser infernal no tenía pensado dejarse atrapar fácilmente, pero por desgracia, terminó siendo frenado en seco, cuando un círculo mágico de color carmesí, inscrito con runas del caos lo rodeó, evitando qué huya del cuerpo.
No esta vez Amnael...
Resonó la voz la voz de Erebus mientras se aproximaba, del lado contrario del qué había venido Khaled, fue ahí qué podrían ver la mezcla entre furia y miedo en los ojos del demonio escurrirse de las manos de un poderoso nigromante era una cosa, pero siendo dos, el escape era imposible, empezó a descender experimentando agonía, con partes del cuerpo de la vasija tomando rasgos demoníacos del cuerpo de Amnael por momentos, solo para acabar volviendo a un aspecto normal por la contención de la magia de Erebus poco después.
¡LOS MALDIGO! ¡LOS MALDIGO A TODOS! ¡YA SEA AHORA O EN MIL AÑOS MÁS!
Chillidos agonicos y distorsionados emergían de la criatura mientras se sumergía cada vez más en el abismo qué era la peor de las prisiones, pero antes de que eso pasara, Amnael notó qué Lemóni lo veía todo, así que la vió directamente, manifestando por un momento su rostro real, ese qué parecía esculpido de mármol azul, con ojos vacíos y de color semejante al de las perlas, y con un tono mucho más calmado, pero todavía lleno de rabia, le dijo.
Ya me entenderás... Lo sé... Y estaré aquí para verlo cuando pase... Pero mientras tanto...
Entonces ese rostro inexpresivo mostraría una sonrisa, que dejaría entrever hileras de dientes afilados, como si fuera un horror de las profundidades del mar.
No hagas nada que no haría yo...
Y poco después su rostro terminó de hundirse en el portal, mancillado por garras qué solo hacían peor su perversa forma, se había ido, al menos por ahora, y el rostro de Lemóni estaba blanco, aunque al mismo tiempo... Algunas cosas que Amnael le había dicho se colaban en su mente sin permiso...
Sin embargo, quien sí que hizo algo cuando el asunto se hubo terminado, fue Erebus quien se acercó momentáneamente a Khaled y protocolarmente, inclinó la cabeza a modo de agradecimiento.
Se le agradece por su inmensa ayuda.
Entonces estaba todo zanjado, podrían ir a lo que sigue... Sea lo que sea eso que sigue.
- Dado:
¿Cómo qué porción de la poción se acaba tomando Lemóni? 2 poco, algún qué otro pensamiento invasivo sobre Amnael.
Y ahi hacía acto de presencia el otro demonio que había detectado con anterioridad al llegar al campamento, colaborando en este caso para apresar al que habíamos decidido, merecía volverse al infierno.
La lucha, entre comillas, no duró demasiado. Amnael resultó no estar, para nada, a la altura.
"era de esperar"
Con un gesto que no se sabía muy bien si era adusto o aburrido, miré a los niños, y después al hombre que presumiblemente era un nigromante también.
- Mi ayuda nunca es desinteresada. Ya me cobraré la deuda. - e iba a irme, pero me permití regalarles un consejo. - Volverá a por ella. Te recomiendo que asesines a cualquier interesado en invocar a ese demonio de vuelta, o que hagas de ella una nigromante en condiciones.
Porque si no, no tardaría mucho en marchitarse, como la brizna de hierba que parecía. Como allí no tenía mucho más que hacer y no me había proporcionado la sangre y la guerra que anhelaba, ahogué un gruñido en mi cabeza y simplemente, me desaparecí de alli.
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Poco podía hacer él allí mientras trataban de contener al demonio para enviarlo de vuelta a su plano. Únicamente podía proteger a Lémoni a su manera, tratando de ocultarla de la vista del demonio. No quiso apartar la vista, por desagradable que fuese la escena, pues le gustaba ver aquel despliegue de poder mágico, el modo en que lo expulsaban de allí. La abrazó un poco más fuerte cuando el ser profirió la amenaza antes de irse al infierno, sin entender muy bien lo que le había querido decir. - No le escuches, sólo quiere asustarte. - murmuró justo antes de que desapareciese por fin, respirando con alivio. Estaban a salvo.
Dio las gracias a Khaled antes de que desapareciese, les había resuelto el problema por mucho que dijese que luego se lo cobraría. - ¿Y quién estaba detrás de la invocación de ese demonio? ¿Quién quiere haceros daño? - interrogó a Erebus casi como un reclamo, porque era algo que debería haber previsto. Luego miró de reojo al frasco roto del suelo, alzando la vista hacia el rostro de Lémoni, más pálido de lo habitual. Se separó un poco de ella para observarla mejor, como evaluando la situación.
- Seguro que quería envenenarnos. ¿Has llegado a beber algo? - ladeó la cabeza con gesto dudoso, pues juraría que había llegado a tiempo, aunque no había manera de estar seguro. Si era así...tenían que buscar antídoto, o hacer que lo expulsase de algún modo. Estaba pensando en ir a buscar a algún sanador por allí, pero en ese momento notó una especie de mareo extraño que le hizo tambalearse apenas unos segundos. Frunció el ceño extrañado cuando aquella sensación pasó, sin comprender a qué venía eso. Él ni siquiera había estado gastando energía.
-----------------------------------
1d20 de menos a más, nivel de pérdida de energía mágica.
8, not bad
Dio las gracias a Khaled antes de que desapareciese, les había resuelto el problema por mucho que dijese que luego se lo cobraría. - ¿Y quién estaba detrás de la invocación de ese demonio? ¿Quién quiere haceros daño? - interrogó a Erebus casi como un reclamo, porque era algo que debería haber previsto. Luego miró de reojo al frasco roto del suelo, alzando la vista hacia el rostro de Lémoni, más pálido de lo habitual. Se separó un poco de ella para observarla mejor, como evaluando la situación.
- Seguro que quería envenenarnos. ¿Has llegado a beber algo? - ladeó la cabeza con gesto dudoso, pues juraría que había llegado a tiempo, aunque no había manera de estar seguro. Si era así...tenían que buscar antídoto, o hacer que lo expulsase de algún modo. Estaba pensando en ir a buscar a algún sanador por allí, pero en ese momento notó una especie de mareo extraño que le hizo tambalearse apenas unos segundos. Frunció el ceño extrañado cuando aquella sensación pasó, sin comprender a qué venía eso. Él ni siquiera había estado gastando energía.
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1d20 de menos a más, nivel de pérdida de energía mágica.
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El miembro 'Khan Tepes' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Nikolaos Kirgyakos
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El miembro 'Nikolaos Kirgyakos' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Lemóni Cefiadis
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Erebus mantuvo un gesto calmo y sin mucho más en este qué micro expresiones, como el hecho de alzar las cejas levemente ante lo que el otro nigromante demonio había dicho, momentos antes de asentir, pues la verdad que era capaz de comprender, él mismo con seguridad habría dicho algo semejante.
En ese caso, supongo que es un hasta entonces.
Lo asimiló, no tendría problemas en retribuir la ayuda, aunque ya no ejerza como nigromante de forma asidua desde que Lemóni nació pero de todos modos, sigue pudiendo ofrecer cosas.
Me aseguraré de ello.
No dudó en responder, y bueno, una vez el hombre que acababa de ayudarle a devolver a Amnael al inframundo se fue, él procedió a ir donde su hija, y antes que nada le tomó la manita y procedió a decirle.
Nunca he ejercido de maestro, pero es obvio qué ya no tenemos tiempo de seguir esperando al Descendiente de Rasputin. Tendré que encargarme de tu educación yo mismo.
Y luego de eso Erebus procedió a observar a Khan, realizando una ligera mueca y comentando calmadamente.
Por supuesto que nadie apunta a hacernos daño, poca gente es tan mezquina, o poderosa, como para buscar a un demonio para un propósito como ese.
Luego de lo dicho, procedió a decir algo más.
Esto es más profundo, y siendo Amnael solo hay un grupo de personas que pueden ser, mi familia extendida.
Lo dejó claro desde el vamos, pero en fin, ¿Y Lemóni qué había estado haciendo todo este tiempo? Bueno, estaba mirando el punto por donde se había ido Amnael, como si estuviera obnubilada, solo respondió cuando Khan habló sobre la poción, hablando de una forma bastante convencida.
Solo un poco, pero no importa, Amnael no me haría daño...
Entonces procedió a mirarlo, antes de agregar.
A-Apuesto que solo se preocupaba por mi salud, ya había oído de la enfermedad antes, tal vez también él, quizás debería ir por más poción ahora...
Pobre Amnael... Quizás si hubiera hablado con él, y se hubiera tomado la poción con calma, hubieran llegado a algún consenso, sabe que ha sido algo malvado... Pero es un artista y alguien con quien comparte muchos gustos, pero el otro nigromante no les dió oportunidad de hablar, y ahora el pobre fue arrojado la peor lugar de existencia...
¿H-Huh? ¿Tienes algo?... ¿A-A tí si te envenenó?...
Eso lo creería, aunque seguro Amnael solo lo hizo por desesperación, debe ser horrible no tener una vasija y tener que volver al abismo, no se lo desearía a nadie...
En ese caso, supongo que es un hasta entonces.
Lo asimiló, no tendría problemas en retribuir la ayuda, aunque ya no ejerza como nigromante de forma asidua desde que Lemóni nació pero de todos modos, sigue pudiendo ofrecer cosas.
Me aseguraré de ello.
No dudó en responder, y bueno, una vez el hombre que acababa de ayudarle a devolver a Amnael al inframundo se fue, él procedió a ir donde su hija, y antes que nada le tomó la manita y procedió a decirle.
Nunca he ejercido de maestro, pero es obvio qué ya no tenemos tiempo de seguir esperando al Descendiente de Rasputin. Tendré que encargarme de tu educación yo mismo.
Y luego de eso Erebus procedió a observar a Khan, realizando una ligera mueca y comentando calmadamente.
Por supuesto que nadie apunta a hacernos daño, poca gente es tan mezquina, o poderosa, como para buscar a un demonio para un propósito como ese.
Luego de lo dicho, procedió a decir algo más.
Esto es más profundo, y siendo Amnael solo hay un grupo de personas que pueden ser, mi familia extendida.
Lo dejó claro desde el vamos, pero en fin, ¿Y Lemóni qué había estado haciendo todo este tiempo? Bueno, estaba mirando el punto por donde se había ido Amnael, como si estuviera obnubilada, solo respondió cuando Khan habló sobre la poción, hablando de una forma bastante convencida.
Solo un poco, pero no importa, Amnael no me haría daño...
Entonces procedió a mirarlo, antes de agregar.
A-Apuesto que solo se preocupaba por mi salud, ya había oído de la enfermedad antes, tal vez también él, quizás debería ir por más poción ahora...
Pobre Amnael... Quizás si hubiera hablado con él, y se hubiera tomado la poción con calma, hubieran llegado a algún consenso, sabe que ha sido algo malvado... Pero es un artista y alguien con quien comparte muchos gustos, pero el otro nigromante no les dió oportunidad de hablar, y ahora el pobre fue arrojado la peor lugar de existencia...
¿H-Huh? ¿Tienes algo?... ¿A-A tí si te envenenó?...
Eso lo creería, aunque seguro Amnael solo lo hizo por desesperación, debe ser horrible no tener una vasija y tener que volver al abismo, no se lo desearía a nadie...
Efecto de la Amorentia 1/10 posts
Khan Tepes
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Khan alucinó un poco con la respuesta de Erebus sobre quiénes podían haber sido los culpables de invocar a ese demonio. Nada más y nada menos que familia lejana. Con eso no necesitaban más enemigos. Hizo un sonido de desaprobación al respecto, pero no añadió nada más. Ellos sabrían cómo solucionar sus asuntos familiares. No pudo evitar mirar con extrañeza a Lémoni cuando dijo aquello de que Amnael no le haría daño, pensando que se había quedado traumatizada o algo.
- Eh...eso es precisamente lo que quería. ¿Es que ya no te acuerdas? ¿De qué estás hablando? ¿llevaba droga o algo la poción esa que te has tomado? Vamos a tener que buscar un antídoto. O sacarte a que te de el aire. O las dos cosas. - el caso es que parecía que se había quedado tocada, pero esperaba que se le pasase en un rato. No estaba seguro de qué poción les había ofrecido porque se había quedado toda regada por el suelo, pero sí que tenía claro que él no había bebido y no tenía ni idea de a qué se debía ese mareo. Había sido como una bajada de tensión extraña.
- No, no es nada. Sólo estoy algo cansado. Espera aquí un momento, voy a la zona de enfermería a ver si me dan algún antídoto para varios tipos de veneno. - dejó que Erebus se quedase a su cargo mientras él se iba a la zona donde atendían a heridos y enfermos, esperando que pudiesen darle lo que buscaban. Se demoró un poco más de la cuenta porque tardaban en dárselo y porque quiso saber si Justin estaba por ahí, pero nada. Hacía días que no iba por allí, y eso le preocupaba un poco. Puede que estuviese en casa de su padrino, ya le escribiría. Regresó de nuevo con Lémoni casi al cabo de media hora, tomándola de la mano con la intención de marcharse de allí. Ya le daría después la poción. - Me la llevo de excursión, que le vendrá bien. - no le pidió permiso a Erebus ni nada, simplemente se marchó de allí con ella sin soltarla de la mano y sin mirar atrás a ver la cara que ponía el padre.
- Eh...eso es precisamente lo que quería. ¿Es que ya no te acuerdas? ¿De qué estás hablando? ¿llevaba droga o algo la poción esa que te has tomado? Vamos a tener que buscar un antídoto. O sacarte a que te de el aire. O las dos cosas. - el caso es que parecía que se había quedado tocada, pero esperaba que se le pasase en un rato. No estaba seguro de qué poción les había ofrecido porque se había quedado toda regada por el suelo, pero sí que tenía claro que él no había bebido y no tenía ni idea de a qué se debía ese mareo. Había sido como una bajada de tensión extraña.
- No, no es nada. Sólo estoy algo cansado. Espera aquí un momento, voy a la zona de enfermería a ver si me dan algún antídoto para varios tipos de veneno. - dejó que Erebus se quedase a su cargo mientras él se iba a la zona donde atendían a heridos y enfermos, esperando que pudiesen darle lo que buscaban. Se demoró un poco más de la cuenta porque tardaban en dárselo y porque quiso saber si Justin estaba por ahí, pero nada. Hacía días que no iba por allí, y eso le preocupaba un poco. Puede que estuviese en casa de su padrino, ya le escribiría. Regresó de nuevo con Lémoni casi al cabo de media hora, tomándola de la mano con la intención de marcharse de allí. Ya le daría después la poción. - Me la llevo de excursión, que le vendrá bien. - no le pidió permiso a Erebus ni nada, simplemente se marchó de allí con ella sin soltarla de la mano y sin mirar atrás a ver la cara que ponía el padre.
Nikolaos Kirgyakos
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Rosse McGonagall escribió:Se encontraba un poco perdida en sus ya muy habituales pensamientos autodestructivos... A los que incluso había dejado de tener miedo, ya tenían un rato ahí, y no había hecho nada en consecuencia de ellos, tampoco se sentía con el ánimo como para hacerlo, la verdad, así que nada que decir...
Y en eso, pudo ver a un hombre guapo, fornido y majo, qué rápidamente reconoció como el más nuevo descendiente, le dió por darle una buena mirada, pero estaba tan decaída qué hasta eso le costaba disfrutar, pero eso no quita que luego procedió a darle una sonrisa y un gesto amigable de saludo.
Hey, Nikolaos.~
Luego, con la pregunta, le dió por emitir una suave risa ligeramente amarga, ¿Cómo se encontraba.
Tan bien como podría estar alguien al borde de otro posible apocalipsis.~
Afirmó a modo de broma, porque al final, eso es lo que la mantenía viva, el humor, aunque sea el más negro.
¿Y tú?
Pues al final, siendo como es ella, que no puede mentir bien ni queriendo, hacer chistes es la única forma en que evita decir que lleva mucho corriendo de sus traumas a toda velocidad, y empieza a perder el paso por el cansancio.
Y también huelga decir que sigue drogandose aunque el guapo Niko la vea, si lo hizo en plena reunión con los Pendragon, bueno, simplemente lo hará en cualquier sitio... Tal vez solo no frente a Oscurus, pero eso es otra cosa.
Oh por cierto, en el grupo ví qué tenias algunas dudas, ¿Qué tal sí aprovechamos para que te ponga un poco al día?
Preguntó, pero más que pregunta, sería un poco el preludio antes de empezar a hablar del asunto.
Veamos... ¿Qué habías preguntado exactamente?...
Procedió a rascarse un poco la cabeza mientras recordaba, otra cosa muy característica de ella es que es bastante dispersa, y como que necesita un momento de juntar sus ideas antes de ponerse a hablar y casi cualquier cosa en general...
Las respuestas de Rosse eran deprimentes, lo cual le preocupaba. Era una muchacha joven y llena de vida que podría enfrentar las calamidades desde otra perspectiva. Eso pensaba él PERO la verdad era que no le conocía ni sabía por todo lo que había pasado así que no podía emitir opinión alguna al respecto, aunque el aroma a leche de amapola…Bueno, no le gustaba para nada.
-¿Lo dices tú o lo dice la leche de amapola?- Le preguntó ladeando la cabeza con un sincero interés por su bienestar -Yo bien, vengo de correr y liberar un poco de estrés. La situación no es favorable, hay que meterle un chute de endorfinas al cuerpo-
Su sugerencia sobre aclararle las dudas hizo que soltara un leve suspiro asintiendo -Lo cierto es que hay cosas que no sé si sucedieron antes de que yo llegara o después. Tienen un claro problema de comunicación. Espero poder idear algo para solucionarlo pronto- Abrió el brazalete para mostrarle lo que había preguntado cuando sintió un bajón brutal de energía, al punto que se mareo y tuvo que sostenerse del árbol para ir descendiendo sobre una rodilla. Agitó suavemente la cabeza con el ceño fruncido antes de lentamente ir acomodándose para colocar la espalda contra el árbol.
-Eso…No es normal- Murmuró Nikolaos con la voz algo tensa, tardó un poco más en abrir los ojos y vio el brazalete leyendo el mensaje de Giordano y…empezando a atar cabos -¿Tú lo has sentido?- Preguntó a la pelirroja.
Rosse McGonagall
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Rosse McGonagall
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Rosse se mantuvo sonriendo, pero suavizó ligeramente su expresión sobre todo porque pudo sentir que Niko parecía en cierto realmente preocupado por la situación, y lo cierto es que a Rosse no le agrada preocupar a la gente, por este motivo fue qué volvió a ponerle el tapón a la leche de Amapola.
Todavía yo, apenas empezaba.
Se encogió suavemente de hombros como si el asunto fuera algo enteramente normal, y luego de eso asintió.
Es una buena idea, también me gusta entrenar para pasar el rato, aunque ahora mismo, no vería donde...
Habría tratado de ir a ese gimnasio de Londres, pero estaba oscuro todo y mejor no se quedó más de unos minutos, y bueno, cabe decir que esto es algo que también ha contribuido a su mal estado actual, antes al menos podía desahogarse forzando su cuerpo.
Pero en fin, mientras pensaba, escuchó algo que le hizo soltar una risa porque era cierto.
Y eso que tenemos estos brazaletes para comunicarnos, imaginate si no...
Esto también era algo malo, pero por supuesto no le quedaba de otra que reírse todo lo que podía de lo malo que pasaba.
Luego de eso procedería a ver las preguntas de Niko, pero cuando estaba pensando las respuestas, de repente sintió qué le agarró un bajón.
Joder, se supone que el efecto solo pega más fuerte si tomas más...
Sí, por un segundo se le hizo qué era la leche de amapola...
Pero... Luego ha visto qué a Niko le pasó también... Y bueno ha estado viendo las cosas que se han ido publicando y recuerda algo que vió en el PIS, algo de que la isla y ellos estaban conectados, entonces frunció el ceño.
El puto árbol...
Luego volteó a ver a Niko y asintió, esto antes de volver a centrarse y decidir responder a sus preguntas para aclararse aunque todavía era visible la rabia qué estaba experimentando.
Los pendragon básicamente quieren unos templos qué estaban enterrados en las montañas... Por qué, ni idea, pero algo de importante tienen, pero parece que los templos en sí son lo que quieren... Y básicamente supongo que si solo los visitan es porque no han averiguado una forma de llevárselos, porque sí no seguro que lo hacen.
Eso en conjunto podría responder más o menos bien a las primeras dudas, pero lo que sigue...
Y no, no significa que podremos volver, significa que le entregamos la victoria a los Pendragon, porque esa cosa se hará todavía más fuerte y en esencia solo evitará qué la isla sea destruida, y si ahora llegar a destruir el árbol es casi qué imposible, si hacemos eso, entonces sí que será imposible de verdad.
Eso era lo que le estresaba, que todos los que piensan que se puede negociar con los Pendragon, deben o ser idiotas, o estar a favor de la idea de ser subyugados por esos putos locos y honestamente, ambas cosas le hacen rabiar.
Por eso mismo es que no pienso darles gusto... Aunque no pueda hacer nada, pienso al menos elegir quien quiero que me mate.
Ya había sido suficiente, tenía que hacer una sesión intensa de lectura, afortunadamente trajo consigo todos los libros de su padre...
Todavía yo, apenas empezaba.
Se encogió suavemente de hombros como si el asunto fuera algo enteramente normal, y luego de eso asintió.
Es una buena idea, también me gusta entrenar para pasar el rato, aunque ahora mismo, no vería donde...
Habría tratado de ir a ese gimnasio de Londres, pero estaba oscuro todo y mejor no se quedó más de unos minutos, y bueno, cabe decir que esto es algo que también ha contribuido a su mal estado actual, antes al menos podía desahogarse forzando su cuerpo.
Pero en fin, mientras pensaba, escuchó algo que le hizo soltar una risa porque era cierto.
Y eso que tenemos estos brazaletes para comunicarnos, imaginate si no...
Esto también era algo malo, pero por supuesto no le quedaba de otra que reírse todo lo que podía de lo malo que pasaba.
Luego de eso procedería a ver las preguntas de Niko, pero cuando estaba pensando las respuestas, de repente sintió qué le agarró un bajón.
Joder, se supone que el efecto solo pega más fuerte si tomas más...
Sí, por un segundo se le hizo qué era la leche de amapola...
Pero... Luego ha visto qué a Niko le pasó también... Y bueno ha estado viendo las cosas que se han ido publicando y recuerda algo que vió en el PIS, algo de que la isla y ellos estaban conectados, entonces frunció el ceño.
El puto árbol...
Luego volteó a ver a Niko y asintió, esto antes de volver a centrarse y decidir responder a sus preguntas para aclararse aunque todavía era visible la rabia qué estaba experimentando.
Los pendragon básicamente quieren unos templos qué estaban enterrados en las montañas... Por qué, ni idea, pero algo de importante tienen, pero parece que los templos en sí son lo que quieren... Y básicamente supongo que si solo los visitan es porque no han averiguado una forma de llevárselos, porque sí no seguro que lo hacen.
Eso en conjunto podría responder más o menos bien a las primeras dudas, pero lo que sigue...
Y no, no significa que podremos volver, significa que le entregamos la victoria a los Pendragon, porque esa cosa se hará todavía más fuerte y en esencia solo evitará qué la isla sea destruida, y si ahora llegar a destruir el árbol es casi qué imposible, si hacemos eso, entonces sí que será imposible de verdad.
Eso era lo que le estresaba, que todos los que piensan que se puede negociar con los Pendragon, deben o ser idiotas, o estar a favor de la idea de ser subyugados por esos putos locos y honestamente, ambas cosas le hacen rabiar.
Por eso mismo es que no pienso darles gusto... Aunque no pueda hacer nada, pienso al menos elegir quien quiero que me mate.
Ya había sido suficiente, tenía que hacer una sesión intensa de lectura, afortunadamente trajo consigo todos los libros de su padre...
Khan Tepes
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Abandonaron nuevamente Ouroboros, sin noticias de Matvey y sin quedarse allí ni un minuto más por temor a las raíces. Se apareció en la zona de enfermería del campamento cargando a Gio y trayendo a Lémoni con él, aunque esa última desaparición lo dejó aún más mareado de lo que ya estaba. Se tambaleó un poco al dejar a Giordano sobre una camilla libre, llamando a los sanadores para que acudiesen a ayudarle.
- Me lo he encontrado desmayado en suelo... tiene un golpe en la cabeza, pero tuvo que pasarle algo antes para caerse asi. Estaba todo lleno de raíces del Sanguis.
Explicó de manera un tanto atropellada, apoyándose después un poco en su amiga para sostenerse porque cada vez se encontraba peor. Se notaba débil, empezaba a ver borroso y le estaban dando escalofríos. Enseguida se apartó de la camilla de Giordano, dejando espacio para que lo examinasen, esperando que no fuera grave. Le hizo un gesto para que Lémoni le acompañase a sentarse en la silla más cercana, volviendo a revisar el brazalete para ver si le habían contestado. Tal vez era pronto, pero nada aún.
- Mm...le he enviado un mensaje a Sofía... aunque seguramente no sea necesario.
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Veneno 6/10
- Me lo he encontrado desmayado en suelo... tiene un golpe en la cabeza, pero tuvo que pasarle algo antes para caerse asi. Estaba todo lleno de raíces del Sanguis.
Explicó de manera un tanto atropellada, apoyándose después un poco en su amiga para sostenerse porque cada vez se encontraba peor. Se notaba débil, empezaba a ver borroso y le estaban dando escalofríos. Enseguida se apartó de la camilla de Giordano, dejando espacio para que lo examinasen, esperando que no fuera grave. Le hizo un gesto para que Lémoni le acompañase a sentarse en la silla más cercana, volviendo a revisar el brazalete para ver si le habían contestado. Tal vez era pronto, pero nada aún.
- Mm...le he enviado un mensaje a Sofía... aunque seguramente no sea necesario.
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Veneno 6/10
Lemóni Cefiadis
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Lemóni sintió un alivio casi inmediato cuando se fueron de Ouroboros, tuvo el presentimiento de que si esa cosa seguía ahí, las cosas no iban a ir demasiado bien para isla... Aunque a decir verdad, con lo destruida qué estaba la plaza, tampoco es que puedan decir que no tiene razones para pensarlo...
Se masajeó las sienes con intención de detener el dolor residual, a veces odia mucho su percepción extrasensorial.
A-Ah... Espero que logren quitar eso de ahí... O no podría volver a Ouroboros...
Eso de tener migraña permanente no es algo que le llame especialmente.
Pero una vez se calmó, apreció mucho mejor el estado de Khan, que la verdad, estaba demasiado mal, cosa que hace que se acerque y deje qué se apoye en ella si lo necesita, ahora empieza a tener miedo de verdad... ¿Y sí esa serpiente?...
¿T-Tal vez esa serpiente podría haber sido venenosa?...
Eso es lo primero se le ocurrió mientras lo acompañaba a la silla, aunque luego al oír lo de Sofía, empezó a unir los puntos, porque la cabeza ya por fin le funcionaba, y se ruborizó fuertemente, como debía de ser.
O-Oh... Y-Yo creo que sí... S-Si si mi padre se llegase a enterar que yo... Con un descendiente...
Porque la cosa de los embarazos y los descendientes es algo rudo políticamente, si su padre se llegase a enterar que fue lo bastante tonta de de exponerse así...
P-Pero fuera de eso... Bebe esto mejor...
Entonces procedería a sacar se su bolsita el antídoto qué no se ha bebido y a tratar de dárselo a Khan, tomando en consideración demasiado tarde el hecho de que acaba de dejar en evidencia qué no se lo bebió...
Pero eso no fue lo peor, lo peor fue qué poco después de formaría un portal cerca de ellos, mismo del qué podrían ver salir a Erebus, quien había estado ocupado siguiendo las pistas qué podría tener de donde estarían sus familiares, pero ahora estaba ahí porque...
Lemóni, ya se ha pasado la hora del desayuno.
Porque no ha respetado el horario, y ella se queda petrificada al escucharlo, era cierto, solo que no había pensado en ello por la locura qué le imbuyó la poción... Definitivamente las cosas no estaba llendo bien...
Se masajeó las sienes con intención de detener el dolor residual, a veces odia mucho su percepción extrasensorial.
A-Ah... Espero que logren quitar eso de ahí... O no podría volver a Ouroboros...
Eso de tener migraña permanente no es algo que le llame especialmente.
Pero una vez se calmó, apreció mucho mejor el estado de Khan, que la verdad, estaba demasiado mal, cosa que hace que se acerque y deje qué se apoye en ella si lo necesita, ahora empieza a tener miedo de verdad... ¿Y sí esa serpiente?...
¿T-Tal vez esa serpiente podría haber sido venenosa?...
Eso es lo primero se le ocurrió mientras lo acompañaba a la silla, aunque luego al oír lo de Sofía, empezó a unir los puntos, porque la cabeza ya por fin le funcionaba, y se ruborizó fuertemente, como debía de ser.
O-Oh... Y-Yo creo que sí... S-Si si mi padre se llegase a enterar que yo... Con un descendiente...
Porque la cosa de los embarazos y los descendientes es algo rudo políticamente, si su padre se llegase a enterar que fue lo bastante tonta de de exponerse así...
P-Pero fuera de eso... Bebe esto mejor...
Entonces procedería a sacar se su bolsita el antídoto qué no se ha bebido y a tratar de dárselo a Khan, tomando en consideración demasiado tarde el hecho de que acaba de dejar en evidencia qué no se lo bebió...
Pero eso no fue lo peor, lo peor fue qué poco después de formaría un portal cerca de ellos, mismo del qué podrían ver salir a Erebus, quien había estado ocupado siguiendo las pistas qué podría tener de donde estarían sus familiares, pero ahora estaba ahí porque...
Lemóni, ya se ha pasado la hora del desayuno.
Porque no ha respetado el horario, y ella se queda petrificada al escucharlo, era cierto, solo que no había pensado en ello por la locura qué le imbuyó la poción... Definitivamente las cosas no estaba llendo bien...
Khan Tepes
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- Ninguno podremos regresar si no quitamos esa cosa de allí.- suspiró con pesar, mirando de reojo a la camilla en la que estaban atendiendo a Giordano unos metros más allá. Agradeció que le acompañara a sentarse en la silla, ya sin intentar esconder que estaba bastante fastidiado conforme pasaban los minutos. Lo de la mordedura de serpiente que dijo ella podía tener sentido, aunque eran conjeturas.
- No lo sé. Ya me pasó algo extraño antes de que me mordiese esa cosa, pero ahora...- dejó caer la cabeza sobre el hombro de ella, apoyando la frente un momento mientras cerraba los ojos. Se sentía como si le estuviese subiendo rápido la temperatura, pero esta vez en mal sentido. Volvió a levantar la cabeza para hablar de lo de Sofía, asumiendo que a Lemoni le había pasado por la cabeza el mismo pensamiento. No se habían parado a pensar en nada...
- ¿A tu padre le molestaría que te líases con alguien del Consejo? ¿Por qué? - iba a seguir interrogando cuando le sacó de la mochila el mismo frasco de antídoto que él le había dado antes, cosa que le molestó bastante porque significaba que le había engañado antes. La miró con gesto de mosqueo, cruzándose de brazos. - Pensé que confiabas en mí, pero no te la has querido tomar. Pues yo ahora tampoco me la tomo.- replicó en tono caprichoso, mirando hacia otro lado. - Además, no eres sanadora, no sabes lo que me pueda estar pasando.- la oportuna llegada del padre le hizo ponerse en tensión, notando que parecía molesto con su hija por lo del horario.
- Bueno, yo iba a invitarla a desayunar ahora, si te sirve de algo. ¿Qué más da la hora? Ya no es una niña.- preguntó con descaro, mitad por estar febril mitad porque las posibles preguntas de Erebus le ponían nervioso. Desvío la mirada al recibir un mensaje de brazalete atrasado, algo que preguntaba si permitían pasar a Gwen o no. Votó claramente un no, ni loco la dejaba volver. Otro mensaje atrasado le llegó segundos después, pero esta vez en forma del Ghoul de Matvey...con una carta que le entregó en último lugar porque lo había olvidado. La leyó de manera más o menos aceptable porque se le juntaban las líneas, pero creyó entender que estaba experimentando con el Sanguis y sus espíritus, arriesgándose hasta el punto de tener que nombrar heredero a Ivanov.
- Pobre Matvey, joder...no es justo. Hay que ayudarle como sea.
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Veneno 7/10
- No lo sé. Ya me pasó algo extraño antes de que me mordiese esa cosa, pero ahora...- dejó caer la cabeza sobre el hombro de ella, apoyando la frente un momento mientras cerraba los ojos. Se sentía como si le estuviese subiendo rápido la temperatura, pero esta vez en mal sentido. Volvió a levantar la cabeza para hablar de lo de Sofía, asumiendo que a Lemoni le había pasado por la cabeza el mismo pensamiento. No se habían parado a pensar en nada...
- ¿A tu padre le molestaría que te líases con alguien del Consejo? ¿Por qué? - iba a seguir interrogando cuando le sacó de la mochila el mismo frasco de antídoto que él le había dado antes, cosa que le molestó bastante porque significaba que le había engañado antes. La miró con gesto de mosqueo, cruzándose de brazos. - Pensé que confiabas en mí, pero no te la has querido tomar. Pues yo ahora tampoco me la tomo.- replicó en tono caprichoso, mirando hacia otro lado. - Además, no eres sanadora, no sabes lo que me pueda estar pasando.- la oportuna llegada del padre le hizo ponerse en tensión, notando que parecía molesto con su hija por lo del horario.
- Bueno, yo iba a invitarla a desayunar ahora, si te sirve de algo. ¿Qué más da la hora? Ya no es una niña.- preguntó con descaro, mitad por estar febril mitad porque las posibles preguntas de Erebus le ponían nervioso. Desvío la mirada al recibir un mensaje de brazalete atrasado, algo que preguntaba si permitían pasar a Gwen o no. Votó claramente un no, ni loco la dejaba volver. Otro mensaje atrasado le llegó segundos después, pero esta vez en forma del Ghoul de Matvey...con una carta que le entregó en último lugar porque lo había olvidado. La leyó de manera más o menos aceptable porque se le juntaban las líneas, pero creyó entender que estaba experimentando con el Sanguis y sus espíritus, arriesgándose hasta el punto de tener que nombrar heredero a Ivanov.
- Pobre Matvey, joder...no es justo. Hay que ayudarle como sea.
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Veneno 7/10
Lemóni Cefiadis
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Lemóni baja la cabeza, comprendiendo qué resulta cierto, nadie podrá volver mientras que esté ahí, puesto que definitivamente era algo muy destructivo, aunque le preocupaba más Khan, al final, Ouroboros no le resulta una pérdida tan grande, sabe que sus padres buscarán forma de darle un futuro con la isla o sin ella.
En fin, la verdad es que ella quería darle a Khan el antídoto de cualquiera de las formas, quería, porque luego se percató de que era el que debía tomarse ella, y no solo fueron las cosas que dijo Khan, si no la súbita llegada de su padre...
Ella se terminó quedando quieta unos segundos, como procesando todo lo que acababa de pasar, mientras que hacía acopio de todas sus fuerzas para evitar que le tiemblen las piernas, estaba como entre la espada y la pared en ese momento, así que tuvo que pensar rápido.
A-Ah... P-P-Padre... Bueno... Verás...
Y procedería a abrazar a Khan de improvisto.
E-Es qué a Khan... L-Lo mordió una cosa muy rara en el lago... Y-Y-Y n-no lo quise dejar solo... E-Era una emergencia...
Hizo lo que pudo por excusarse, pero Erebus no lucía especialmente convencido, aunque Lemóni prosiguió, ahora para Khan.
Y-Y lo siento... L-Lo qué sea que me dió Amnael me volvió loca ¿Vale?... Y-Yo no quería no tomarme el antídoto, solo empecé a pensar cosas extrañas y terminé no haciéndolo...
Y le empieza a entrar el miedo al cuerpo de solo recordar el tipo de cosas que le vinieron a la cabeza, lo que sea que le dió hizo qué perdiera el juicio y empezara a pensar como una especie de cultista obsesionada, y lo más aterrador es que recuerda haber pensado que las cosas que pensaba tenían mucho sentido...
Pero por supuesto no llevaría la fiesta en paz porque Erebus daría un paso adelante.
Ya fue suficiente.
Concretaría mirándolos a los dos de manera determinante, con sus ojos de color carmesí denotando fastidio.
Le permito a Lemóni cierto grado de libertad porque puedo confiar en su buen juicio...
Y entonces procedió a voltear para ver directamente a su hija.
Pero para mantener eso, espero que seas capaz de demostrarme qué sigues sabiendo lo que haces...
Dijo, denotando qué ya se podía oler qué le mentía.
Sin embargo... Tendrás un pase por esta vez... Puedo creer que lo que sea que te dió Amnael te haya afectado... Pero tendrás que volver para tomar el desayuno, puedes venir en compañía si quieres, ya no hay riesgo...
Y también mientras que Erebus hablaba con Lemóni fue qué pasó lo de la carta, y bueno, los dos estaban bastante desconectados del asunto, considerando qué no les incumben mucho las cosas de descendientes, solo voltearon cuando escucharon lo de Matvey, y Lemóni preguntó.
Oh... ¿P-Pasa algo con el maestro Rasputin?...
En fin, la verdad es que ella quería darle a Khan el antídoto de cualquiera de las formas, quería, porque luego se percató de que era el que debía tomarse ella, y no solo fueron las cosas que dijo Khan, si no la súbita llegada de su padre...
Ella se terminó quedando quieta unos segundos, como procesando todo lo que acababa de pasar, mientras que hacía acopio de todas sus fuerzas para evitar que le tiemblen las piernas, estaba como entre la espada y la pared en ese momento, así que tuvo que pensar rápido.
A-Ah... P-P-Padre... Bueno... Verás...
Y procedería a abrazar a Khan de improvisto.
E-Es qué a Khan... L-Lo mordió una cosa muy rara en el lago... Y-Y-Y n-no lo quise dejar solo... E-Era una emergencia...
Hizo lo que pudo por excusarse, pero Erebus no lucía especialmente convencido, aunque Lemóni prosiguió, ahora para Khan.
Y-Y lo siento... L-Lo qué sea que me dió Amnael me volvió loca ¿Vale?... Y-Yo no quería no tomarme el antídoto, solo empecé a pensar cosas extrañas y terminé no haciéndolo...
Y le empieza a entrar el miedo al cuerpo de solo recordar el tipo de cosas que le vinieron a la cabeza, lo que sea que le dió hizo qué perdiera el juicio y empezara a pensar como una especie de cultista obsesionada, y lo más aterrador es que recuerda haber pensado que las cosas que pensaba tenían mucho sentido...
Pero por supuesto no llevaría la fiesta en paz porque Erebus daría un paso adelante.
Ya fue suficiente.
Concretaría mirándolos a los dos de manera determinante, con sus ojos de color carmesí denotando fastidio.
Le permito a Lemóni cierto grado de libertad porque puedo confiar en su buen juicio...
Y entonces procedió a voltear para ver directamente a su hija.
Pero para mantener eso, espero que seas capaz de demostrarme qué sigues sabiendo lo que haces...
Dijo, denotando qué ya se podía oler qué le mentía.
Sin embargo... Tendrás un pase por esta vez... Puedo creer que lo que sea que te dió Amnael te haya afectado... Pero tendrás que volver para tomar el desayuno, puedes venir en compañía si quieres, ya no hay riesgo...
Y también mientras que Erebus hablaba con Lemóni fue qué pasó lo de la carta, y bueno, los dos estaban bastante desconectados del asunto, considerando qué no les incumben mucho las cosas de descendientes, solo voltearon cuando escucharon lo de Matvey, y Lemóni preguntó.
Oh... ¿P-Pasa algo con el maestro Rasputin?...
Khan Tepes
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Tardó unos segundos en reaccionar tras el abrazo y la explicación que empezó a darle al padre, dándose cuenta de que tenía que seguirle el juego en la excusa que le estaban dando. Bueno, en parte no estaba mintiendo, eso había sucedido aunque no fuese la razón real de que se hubiesen retrasado. - Sí...justo lo que está diciendo. - no dudó en subirse un poco el pantalón hasta la rodilla para que pudiese ver que era verdad, dejando ver la herida mal vendada y sin curar. - Además, luego me acompañó a la isla y allí rescatamos a Giordano de las raíces del Sanguis. - señaló hacia donde aún seguían atendiéndolo, para que viese que no mentía. Lo que sí le sorprendió fue el motivo por el que dijo que habia pasado de tomarse la poción.
- Pero debiste confiar en lo que te dije. Lo que el demonio ese te dio...si no era veneno era algún tipo de droga. ¿Qué cosas extrañas pensabas? ¿Paranoias? podrías haberme contado lo que pasaba. - luego miró de mala gana al padre cuando les interrumpió en modo reprimenda, especialmente con su hija. La tenía un poco controlada de más, en su opinión. - Su hija sabe perfectamente lo que hace, y solo han sido unas horas. A no ser que lo que no le guste sea que vaya por ahí conmigo. Puedes hablar claramente. - entrecerró un poco los ojos, como si estuviese terminando de decidir si Erebus le parecía un buen padre o no. Luego le pasó la carta a Lemoni para que la leyese, estaba cansado y le dolía la cabeza como para explicarlo todo con detalle. Era una carta larga, mejor que la viese por su cuenta.
- Eso pasa. Que no podemos encontrarlo ni sabemos cómo ayudar. Vosotros sois nigromantes, de algún modo podríais intentar contactarlo...yo lo haría, pero no tengo esa habilidad. No todos tenemos la capacidad de aprender cualquier tipo de magia, muchas veces hay habilidades que son innatas. - miró de nuevo el brazalete en espera de respuestas, haciendo un sonido de resignación al ver que no había nada.
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veneno 8/10
- Pero debiste confiar en lo que te dije. Lo que el demonio ese te dio...si no era veneno era algún tipo de droga. ¿Qué cosas extrañas pensabas? ¿Paranoias? podrías haberme contado lo que pasaba. - luego miró de mala gana al padre cuando les interrumpió en modo reprimenda, especialmente con su hija. La tenía un poco controlada de más, en su opinión. - Su hija sabe perfectamente lo que hace, y solo han sido unas horas. A no ser que lo que no le guste sea que vaya por ahí conmigo. Puedes hablar claramente. - entrecerró un poco los ojos, como si estuviese terminando de decidir si Erebus le parecía un buen padre o no. Luego le pasó la carta a Lemoni para que la leyese, estaba cansado y le dolía la cabeza como para explicarlo todo con detalle. Era una carta larga, mejor que la viese por su cuenta.
- Eso pasa. Que no podemos encontrarlo ni sabemos cómo ayudar. Vosotros sois nigromantes, de algún modo podríais intentar contactarlo...yo lo haría, pero no tengo esa habilidad. No todos tenemos la capacidad de aprender cualquier tipo de magia, muchas veces hay habilidades que son innatas. - miró de nuevo el brazalete en espera de respuestas, haciendo un sonido de resignación al ver que no había nada.
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