Jack The Ripper Street

Dibujo una mueca de disgusto en el rostro por eso de que tenemos que ir todos en bloque, ya que me apetecía ir por mi cuenta un rato. Si me atreviese a escapar seguramente daría igual que estuviese sola o no, porque los jefes tienen control a distancia de los chips que llevamos implantados. No llegaría muy lejos antes de que diesen la orden de darme una descarga mortal. O tal vez sí, quién sabe. Todavía no estoy preparada para comprobarlo. - Está bien, todos juntos, todo el rato. Aprovechemos entonces para aplastarlos convenientemente con nuestra superioridad. Llenaremos la furgoneta hasta reventar. - sigo a mis compañeros, llevando el arma en posición defensiva. No tardamos mucho en dar con más indeseables a los que capturar, aunque Nathan parece que está un poco verde en esto de detener gente. - Pues haz una llamada rápida y pide que te lo activen, debiste comprobar eso antes de venir a la misión. - reprendo a Nathan con exasperación, pensando que si todavía fuese su jefa lo ponía a limpiar el cuartel entero durante un mes.

Una vez dentro del edificio elegido nos topamos con más desarrapados, entre ellos tres yonkis sentados tranquilamente en una escalera. La rapidez de Jed me deja únicamente con un tío al que escanear, el cual se libra porque es de nuestra raza y no está en la base de datos de delincuentes. El yonki quiere convencerme de que no le mate vendiéndome drogas. - No quieres venderme píldoras mortales. Vas a irte a tu casa y vas a replantearte tu vida- El tipejo no da muchos problemas, se queda completamente en shock al ver a su compañero asesinado en medio de la escalera. - Si vamos haciendo tanto ruido alertaremos al resto del edificio. Sed más cuidadosos. - advierto a Jed para que vayamos tirando abajo puertas de pisos en las plantas por las que vayamos subiendo, aunque algunas de esas puertas están arrancadas y las casas medio abandonadas. Todavía nos quedan algunos pisos por subir, así que seguro que llenamos el furgón.

Me detengo ante una puerta que parece en mejor estado que las otras, indicando al resto que voy a entrar ahí. Disparo a la cerradura con mi pistola, reventando fácilmente la escasa seguridad. Después me cuelo apuntando con el arma, aunque la casa está aparentemente vacía. Me pongo a rebuscar algún indicio de que haya gente viviendo ahí, o de qué tipo. En una caja me encuentro unas cuantas armas bastante antiguas, y en otra latas de comida. - Bah...un piso franco. Pero sin nadie. Podríamos coger de rehén a algún vecino para que delate a los que vivan aquí. Nos ahorraríamos tiempo. Así nos iría guiando puerta por puerta.

Suelto una risotada cuando ambos compañeros se sorprenden de que yo no tenga una dominador en mi poder. -Son los jefazos los que autorizan el uso del arma reglamentaria con sus escáneres y sus tásers. Pero yo no estoy autorizado, ya sabéis, por no estar del todo cuerdo, por lo del drama y esas cosas. - Me hinco el dedo en la sien dibujado un círculo, el típico gesto de alguien que no está muy bien de la azotea. Y aunque intentaba se irónico en la forma, en el contenido había algo de dolorosa realidad.

En realidad, lo divertido de esta conversación es que transcurre en lo vamos entrando en las distintas casa del edificio, después de haber registrado y asegurado la zona. Cargo el brazo inerte del cadáver que ha dejado Jed, todavía fresco, con la punta del arma para soltarlo y que caiga como un peso muerto, como el resto del cuerpo. Ignoro al tercero que ha sobrevivido, pensando  que a ese sí que le hacía una reeducación de esas para hacerle un hombre de provecho para la sociedad.

Después los tres subimos a los pisos de arriba. Tampoco hay mucho que contar, casi roza el aburrimiento, salvo por el piso franco. -Este sitio lleva tanto tiempo vacío que dudo que hasta los vecinos hubiesen sabido que estaba ocupado- Comento pasando el dedo por una mesa de té llena de polvo. Los que vivían allí salieron deprisa y corriendo, pero me temo que hace mucho. No tardan en llegar mensajes de otros compañeros pnj que están haciendo lo propio en edificios colindantes: algunos encuentran sorpresas, otros no, otros dan con la aguja del pajar, y etcétera.

-Vámonos, aquí hay poco que hacer ya- Indico a mis compañeros después de haber inspeccionado el piso franco, y último del edificio, en búsqueda de información que nos podía ser de interés.
Sin embargo, al llegar a la calle nos encontramos con un adolescente parado cual pasmarote. Dudo si deberíamos escanearle, o no. Le doy un codazo a uno de mis compañeros, que decidan ellos. Si es un mago yo no le recuerdo, al menos no como uno de los más buscados.

- Esta mierda tiene de todo menos silenciador, Wolf. No puedo hacer que el láser haga menos ruido. - le dije zarandeando la dominator, pateando el cadaver del yonki aquel escalera abajo. Continuamos planta a planta tirando abajo puertas, aqui no hay mucha mas gente. Miré a Nathan sin comprender.

- Precisamente porque los jodidos ejecutores estamos todos un poco idos de la olla, capullo, nos dan estas armas. - me puse la dominator en mi sien, el arma me escaneó, y apreté el gatillo al mismo tiempo que ella sola se bloqueaba automáticamente. - Si esto hubiese sido un arma normal me habria podido volar la tapa de los sesos, o a ti si empiezas a caerme mal. No somos nosotros quienes elegimos los objetivos, es el arma. - puse una sonrisa burlona- a ver si lo que quieren los jefazos en realidad es que te vueles la tapa de los sesos por deprimido y te quites de en medio a ti mismo....


En el piso franco, aunque interesante, no habia nadie. Confiscamos municiones y armas, y dejamos que los soldados que iban tras nosotros se encargasen del botin, de los paralizados, y de los muertos. Morgana tenía razon por una parte, pero por otra...
-No me apetece ir siguiendo a un yonki, prefiero mi instinto.

Al bajar Nathan localizó a un criaturo, pero que como pude apreciar, tenia una pistola en la mano.
-Está armado! - alcé la dominator hacia él. No habia registros de su persona, asi que el unico modo viable era el paralizer. Disparé, pese a no tener muy buen angulo dado que estaba medio parapetado en la pared de la fachada.

- Pues pide que te fabriquen un silenciador, yo qué sé. Es absurdo que fabriquen satélites que bloqueen la magia pero no puedan poner un puto silenciador a estas pistolas. - hago un malhumorado aspaviento con el arma, saltando el cadáver del tipo que se acababa de cargar Jed. Últimamente habíamos estado más "educados" el uno con el otro, pero hoy no teníamos el día. Hay que acabar el trabajo cuanto antes, al menos el de esta noche. Nos va  a llevar mucho tiempo registrar Londres por completo, me temo que les dará tiempo de avisarse entre ellos, al menos durante la siguiente semana.

Disimulo que me ha hecho gracia la forma borde en la que trata a Nathan, que es como el pardillo del grupo. Por todos es sabida su trágica historia, cómo acabó de ejecutor tras perder a su familia. La verdad es que por dentro debe estar hecho un desastre, aunque por fuera aparente cierta cordura. O tal vez es más fuerte de lo que parece a simple vista. Dejo de observar a Nathan, continuando con la revisión del edificio en el que estábamos, planta por planta, piso por piso. Dedicamos un buen rato a inspeccionar todo el bloque, dedicando al menos media hora en hacer todo el registro. Al final no damos con nada de interés, al menos en este edificio en concreto.  Mi idea de buscar guía no es muy bien recibida, pero tampoco me importa mucho.

- No desistáis, quedan muchos más en este barrio. Algo nos llevaremos. - volvemos a bajar las escaleras del edificio, regresando a la calle. Allí por fin damos con algo interesante, un joven armado del que Jed apunta con celeridad. No sé qué es, pero el caso es hay algo familiar en la cara de ese crío.  - Supongo que os apañáis con el niñato. Voy a seguir revisando edificios. ¡Vosotros dos, conmigo! - hago un gesto a los soldados que nos acompañaban para que se vengan a ayudarme en el registro de edificios, abandonando la calle al entrar a un nuevo bloque en el que espero encontrar algo interesante.

No hemos podido hacer nada para evitar que los soldados de la Alianza nos arresten. La detención ha llevado apenas unos minutos, desde que entraron amenazándonos y cogiéndonos desprevenidos hasta que nos dejaron vestirnos y nos obligaron a bajar las escaleras esposados. Ni Juliet ni yo hemos sido capaces de utilizar nuestros poderes, algo que le hice saber también cuando ella me susurró que no podía hacer magia. Es como si el bloqueo de desaparición que usan los robots centinela se hubiese hecho extensivo al resto de habilidades, y con un rango muy amplio. En más de una ocasión he intentado usar desaparición, como por ejemplo cuando intenté hacer tiempo preguntando cosas en el piso, o mientras bajábamos la escalera. Nada de eso ha servido, hemos acabado capturados de la manera que menos hubiésemos imaginado, sin estar en ninguna misión peligrosa. Esta vez han ido a cazarnos allá donde nos creíamos seguros.

Trato de pensar lo más rápidamente posible, pero mi cabeza sigue sin ser capaz de elaborar un plan de huida que sea bueno, no se me ocurre nada útil. Intercambio miradas con Juliet por el camino, preguntándole con la mirada al llegar a la calle. Claramente le estoy diciendo que si intentamos escapar ahora, aunque parece un poco suicidio en las circunstancias en las que estamos, esposados a la espalda y rodeados de gente con armas. Tenemos las de perder, aunque también perderemos si nos encierran donde quiera que sea que nos lleven. O tal vez sólo nos quieran para ejecutarnos después. También inservible negociar, esta gente no razona.

- Hacer redadas por aquí no sirve de nada, en serio. Casi no pillaréis a ninguno de los nuestros. No sin saber dónde nos escondemos...- dejo el anzuelo para ver si muestras algo de interés, todavía intento ganar algo de tiempo. - Yo sé dónde encontraréis grupos más grandes. Casas, castillos, sitios de reunión, clubs ilegales, bares...sitios a los que no sabéis llegar, aunque os lo diga de palabra. Os puedo guiar. Puedes fiarte o no, pero me importa una mierda lo que les pase mientras que yo obtenga algún beneficio.

Quizás era la hierba o el alcohol lo que le estaba embotando los sentidos, pero se sentía desnuda en más de una manera cuando llegaron los soldados al ataque. Fue una manera muy baja de caer a la realidad, recordándoles que no había lugar seguro y que su santuario eran solo mentiras. En el fondo se sentía culpable por la situación, porque de haber estado cuerda habría insistido en ver la procedencia de los balazos y habría escuchado los cuchicheos de afuera con tiempo de sobra para huir. Mientras se cambiaban y bajaban las escaleras, rehuyó a la mirada de Reiv. No podía evitar sentirla pesada sobre ella cuando trataba de comunicarle con la mirada que quería tratar de escapar. En más de una ocasión hizo caso omiso, como si le diera igual, pero en realidad se sentía preocupada por las posibilidades que aquello planteaba.

Una vez abajo, decidió dejarle a él la decisión de si corrían o no, mirándole fijamente para averiguar el momento preciso en que lo harían. Sin embargo, la cosa no pasó, y ahora, los dos esposados y sin magia no presagiaba para nada bueno. Nadie sabía tampoco que estaban ahí, a excepción de los yonkis del cuarto piso. Cuando Reiv empezó a hablar, dejando en el aire aquella última frase, tuvo que patearle suavemente, alarmada de que en realidad fuera a vender a los mágicos, tal y como lo decía. Habría otras maneras, tenía que haberlas. Se paró junto a él, tratando de no alejarse mucho de él a pesar de las palabras que le timbraban en los oídos como traición. No tenía corazón para ver a las personas del bar, a los renegados ni a su familia encadenados de aquella forma, aunque después de un rato comprendió que la sobrevivencia tenía que ser algo más importante.- Reiv...- Susurró, atrayendo su atención, tratando de preguntar con la mirada si sabía lo que hacía.

Al llegar a la calle me encuentro con que mis compañeros siguen con la captura del chaval ese, así que envío a uno de mis soldados a buscar refuerzos para ayudarles. Me parecen unos torpes por llevar todo este rato para atraparlo, cuando yo he conseguido llevarme a dos en ese tiempo. - ¡Jed, Nathan! ¡cogedlo de una vez sea quien sea, nos estamos largando de aquí en dos minutos! - les grito desde mi posición, sin dejar de vigilar a mis prisioneros. Los guío de camino a los furgones que tenemos aparcados para llevar a los capturados, esperando acabar el trabajo cuanto antes porque sé que todavía nos queda mucho donde buscar. Precisamente de eso me empieza a hablar uno de los detenidos, Reiv, haciendo que arrugue la nariz con escepticismo por lo que me va diciendo.

- Pronto intentas traicionar a tu raza...estoy más que harta de traidores. - en realidad estoy harta de todos, y también de que me intente meter en una conversación que no sé a dónde quiere llevar a parar. Por un lado sería cómodo que nos fuese diciendo dónde están los escondites, pero por otro no me fío porque puede que sea un intento desesperado de conseguir ayuda, o vete a saber. Además, soy una persona de acción, no de tiras y aflojas, ni de negociaciones. - ¿Crees que necesitamos tu patética ayuda para encontrar vuestros escondites? Ya iremos dando con ellos, tardemos lo que tardemos. Ahora que os hemos dejado sin poderes tenemos todo el tiempo del mundo. No hay nada que negociar. No me hagáis perder el tiempo.
- incluyo también a la chica, que parece que se quiere poner a hablar con él. Ahora sí que decido usar el arma, no van a marearme ninguno de los dos. Al final acabo disparando a Juliet en el brazo, más que nada para joder al otro, por eso de que son amantes o vete a saber. - Cierra la puta boca. No quiero escuchar ningún intento más de distraernos de nuestro trabajo. No confío en vosotros

"no confío tampoco en la Alianza...creo que no me puedo fiar de nadie"


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dado opciones 1

par: disparo a Juliet
impar: disparo a Reiv

dado opciones 2

1- brazo
2- pierna
3- hombro
4- costado
5- abdomen
6- brazo
7- pierna
8- hombro
9- costado
10- abdomen

El miembro 'Morgana Wolf' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado opciones' : 10

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#2 'Dado opciones' : 6

Los intentos de comunicación no verbal con Juliet no van demasiado bien, pues me esquiva bastante la mirada y tampoco me deja muy claro si ella está a favor de intentar una huida o no. Finalmente parece que ambos descartamos la idea, aunque me da la impresión de que ella me dejaba la decisión final a mí. El otro tío que intentan capturar tampoco parece que esté para ayudarnos, puesto que Morgana le ha enviado más gente para que no haya manera de que se les escape a los otros dos ejecutores. Por mi parte trato de ralentizar el paso hacia el furgón todo lo posible, porque una vez que estemos dentro será prácticamente imposible salir de ahí.  

Me esperaba la llamada de atención de Juliet desde que empecé a hablar, sabía que mis palabras la iban a hacer reaccionar de inmediato. Su disimulada patada y el modo en que dice mi nombre me dejan claro que no quiere que siga por ahí, no estaría dispuesta a poner en peligro a otros para salvarse ella.  - No te preocupes, sé lo que hago.- susurro de modo críptico, sin poder explicarle que en realidad  pretendía hacerles morder un anzuelo que nos diese la oportunidad de distraerles, de aprovecharse de su ambición. Ya se lo explicaré más tarde, si tenemos ocasión. También, llegado el caso, podría ser una buena manera de tenderles una emboscada para llevarlos a algún lugar en el que sepamos que les superamos en número. A pesar de eso en  ningún caso los llevaría a un lugar como el castillo Black, no les echaría a los lobos encima. Aguardo de manera confiada porque creo que tengo a la soldado donde yo quiero, en una posición en la que le soy necesario.

Mi sorpresa es que Morgana no parece tentada en lo más mínimo, y se cierra en banda a cualquier tipo de diálogo. - Ya te lo he dicho, no vais a encontrarlos por mucho que busquéis porque necesitáis a quien os lo diga. - insisto con tono de exasperación, pasando a sentir miedo en cuanto veo que está dispuesta a dispararnos. - ¡NO!  - grito en cuanto dispara a Juliet en el brazo, que al final sale mal parada por mi culpa. Aprieto los dientes mientras lanzo una mirada de odio a Morgana, sintiéndome completamente impotente porque sé que no puedo hacer nada. - ¡ Estabas hablando conmigo, joder! y no había terminado...ella no ha dicho nada. - El disparo a Juliet ha sido como un aviso para mí, para que deje de intentar negociar. Mi impulso es el de atacar a Morgana, pero aunque consiga hacerle daño, cosa que dudo, seguimos rodeados por soldados. Por otro lado me niego a rendirme sin más, ahora que el plan más sensato ha fracasado. No quiero que nos capturen y nos torturen, tenemos que intentarlo. Trato de nuevo de buscar la mirada de Juliet para que sepa que ahora sí, que voy a hacer algo de manera inminente y que debe estar preparada.  - Corre. Avísalos a todos. - susurro procurando que no me escuche quien no debe, aunque si lo hacen tampoco tendrán mucho tiempo de reacción.

Finalmente me dejo llevar de manera impulsiva, olvidando los razonamientos previos ante la sensación de derrota inminente. Levanto la pierna para tratar de darle una patada a Morgana en su estúpida pistola, intentando que la pierda. Después embisto contra ella para empujarla, esperando al menos crear algo de caos y confusión para que centren su atención en mí.  

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dado probabilidad

¿consigo tirarle la pistola a Morgana?

El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

- Será cabrón, se está escondiendo?

Morgana y los soldados han sido jodidamente rapidos y ya estan de vuelta, Morgana pegando voces. Aun tiene infulas de capitana o algo por el estilo, no tiene remedio.

- Nathan, mueve tu puto culo y ve a por el crio, está armado asi que si tienes que disparar dispara! Tú, ve con el! - le dije a uno de los soldados, para que fuesen a por Reed.

Miré mas detenidamente a Morgana y los presos, los conocia, joder que si. Se me habian escapado no una, si no dos veces. Pero esta noche no. Esta noche eran nuestros. Sonreí, de modo un poco torvo.

- Esta vez no va a venir ningun vampiro a ayudaros

Pero Reiv tuvo la fantastica idea de arrojarse contra Morgana y desarmarla. No sabia que haria ella para defendere pero no iba a dar lugar a ello. Fijé la dominator en la espalda del muchacho, y ésta entró en modo destructor. Desvié a su hombro para no matarlo, pero bien que lo quitaría. Disparé el laser con precisión y luego fui hacia ellos, pegandole una patada a Reiv en la cabeza.

- Aparta de ahi, asqueroso.

A juzgar por las acciones emprendidas una vez en la calle, había alguien más por ahí resistiéndose. Alcanzó a escuchar dos nombres de labios de la chica y algo en el fondo de su cabeza los guardó como si significaran malas noticias. A la rubia la había visto antes, eso era seguro, y el resto de los presentes juntos no despertaban en ella el mal augurio que ella despertaba.

La contestación de la chica cuando Reiv intenta negociar solo acertó a lo que temía, que quizás ella no estaría prestándose para esos juegos. Más aún, algo inquietante despertó en la boca de su estómago al escuchar "ahora que os hemos dejado sin poderes"... No había sido el alcohol, ni las drogas, ni ella misma, sino la Alianza quien había terminado por completar sus planes. Tan sumida en la contemplación estaba que apenas y se dio cuenta del arma un segundo antes de que disparara. Tenía que darle crédito por atinarle al brazo cuando la mitad de él estaba tras su espalda. Tuvo que dar un par de pasos atrás para conservar el equilibrio, soltando un jadeo por el dolor, que de repente se sentía más intenso incluso que la última vez que terminó baleada en el cementerio. Cerró los ojos con fuerza, tratando de aguantar sin dar un espectáculo cuando Reiv inició sus argumentos de nuevo. Se acercó a él entonces para disuadirlo, pero la recibió con un plan que no esperaba. Estaba por disuadirlo de su plan cuando el moreno se dejó llevar en plan kamikaze. Una parte de sí misma sabía que no había manera de escapar, pero que al menos le daría el intento si el moreno ya se había condenado. Echó a correr a la par, aunque solo fueron unos pasos antes de que un brazo le jalara por el hombro y le echara al suelo. La caída fue aún más dolorosa porque significaba que el intento de Reiv había sido en vano.

Alcanzó a ver la pistola caída de la rubia, aunque de nada le serviría teniendo las manos esposadas. Por supuesto, su intento de huída tampoco quedaría impune, perdiendo el aire del cuerpo al sentir una patada en el estómago que no tuvo manera de evitar. Al final, iba a ser que de verdad estaban jodidos y haría falta un milagro para salir bien de esa. Si bien no estaban lejos el uno del otro, la voz de un colegui que llegaba con aquella maldita arma de los ejecutores no dejó lugar a dudas de que aquel podía ser un mal final. Se levantó en carrera apurada, ignorando de nuevo a los soldados y las protestas de su propio cuerpo, colocándose entre aquella arma destructiva, el hombre que la portaba y Reiv, sin poder evitar que el disparo sucediera ni llegando a tiempo para desviarlo de objetivo. Aún no se recuperaba de la patada previa, por lo que su voz saldría temblorosa si llegaba a salir, pero no evitó que se mantuviera en pie, cubriendo al moreno con su cuerpo si fuera necesario. Salvándolo de su propia estupidez.- Basta.- Dijo en voz baja, sintiéndose superada en número y debilitada tras las heridas de Reiv. Ese par conocía muy bien lo que era y ya no le temían. Que manera de terminar un día, que empezó jodido, se recompuso, y acabó del peor modo posible.

El disparo a la pelirroja no parece disuadir al plasta de las negociaciones, que encima se cree con derecho a indignarse porque no quiero negociar con él. - Tú no pones las condiciones aquí. - le dejo claro con tono de mala hostia, sin dejar de apuntarle mientras éste se atreve a susurrarle algo a la otra. De un momento a otro el muy idiota decide que es buena idea pegarme una patada en la mano para tirarme la pistola. No me esperaba una reacción tan estúpida, por lo que me coge por sorpresa y me acaba tirando la pistola al suelo. Acto seguido se me lanza encima como un loco, empujándome lo suficientemente fuerte como para tirarme al suelo de espaldas. La cosa es que no puede hacerme nada, tiene las manos a la espalda y ni siquiera tiene un arma.  La rapidez de Jed me quita al pirado de encima, al cual empujo hacia un lado con sumo desprecio después de que le disparen.

- ¡Joder! ¿¿son idiotas?? ¿en serio creían que llegarían a algún lado? - grito atónita mientras me levanto rápidamente del suelo, dejando que Jed se encargue de Reiv a base de patadas en la cabeza. Disparo a la pierna de Reiv por si acaso le quedasen ganas de levantarse y salir corriendo, aunque con los golpes en la cabeza dudo que pueda. Juliet ha intentado huir durante el burdo intento de rebelión de ambos, pero no ha llegado lejos, como era de esperar. - ¿Basta? no, no basta. No hacéis más que complicar las cosas. Dejad de luchar. Abandonad toda esperanza. No hay salida posible- espeto con rabia  a la muchacha cuando trata de proteger al otro, que ha quedado inconsciente en el suelo por los golpes que se ha llevado. En realidad también estoy hablando de mí misma, no veo salida a esta situación. Ni siquiera podemos usar nuestra propia arma para acabar con nuestras vidas, tal y como dijo Jed hace un rato. Hacer eso sería la última opción. La otra es aguantar como se pueda, aunque sea actuando como una autómata, resistiendo hasta que encuentre un resquicio por el que pueda liberarme del yugo del ejército

- Esta vez no ganáis vosotros. Ya has escuchado a Jed, nadie va a venir a ayudaros. De ahora en adelante más os vale comportaros, si no queréis acabar muertos antes de tiempo. Si fuese tú no me juntaría con suicidas como ese. - suelto con desagrado mientras miro al que hemos dejado KO en el suelo, procediendo a hacer lo mismo con Juliet mediante un golpe en la nuca con la culata de mi pistola. Podría haber usado el modo paralizador, pero me han puesto de muy mal genio y tenía que soltar el golpe.  - Ahora sí, nos largamos. - entre Jed y yo nos encargarmos de tirar a los prisioneros desmayados al furgón que hemos traído, dejándolos todavía esposados y heridos. Tras eso nos montamos en la furgoneta, avisando a Nathan para que venga. Con la ayuda del resto de soldados ha conseguido reducir a al otro chico, Reed. Lo echan también al furgón tras desmayarlo, con lo que damos por terminado el trabajo en estos suburbios. En cuanto Nathan viene con nosotros arrancamos el vehículo, abandonando el lugar con los tres prisioneros.

Tras un par de días de seguir pequeñas pistas por aquí y por allá, dimos con una calle poco conocida. El lugar se veía decrépito si me lo preguntaban a mi, muy feo. No le haría daño tener plantas o cosas de ese tipo, porque vida le faltaba... Nos detuvimos a hablar con algunas personas, sobre todo algunos vagos que había por el sitio. No porque fuera muy notorio, pero por unas cuantas monedas logré disuadir a uno para que me diera seña de una pelirroja por la zona. Señaló un edificio. El más feo entre los feos. Si lo comparaba, yo definitivamente no habría escogido ese... y mi sobrina tampoco (?).

Por la calle había casquillos y un poco de sangre seca, que concordaban un poco con el miedo que tenía la gente a hablar con extraños. Aún así, logramos conocer algo sobre la especie de operativo que se había sucitado hacía algunos días, donde capturaron a varias personas. La narración de los eventos lo hacía todo aún más creepy. Me rehusaba a bajar del coche, teniendo un extraño presentimiento sobre lo que podía haber pasado, aunque con el cansancio que traía encima tampoco me daba para mucho el radar. Aún así, como tenía a la chica cerca, pues tenía que hacer un esfuerzo extra por no quedar como un viejuno...- No creo que fueran tan inconscientes como para vivir aquí, ¿no? Digo, se cae a pedazos y luego hay sangre en todos lados, ¿por qué no se fueron al pueblillo mágico ese? Joder...

Con nuestro coche robado, habiamos avanzado bastante mas de lo que en un principio se pudiera esperar. Habian sido un par de dias de ir tras pistas, buscar mucho y preguntar. La magia de Erika no habia vuelto y para entonces nos habiamos dado cuenta de que no era solo la magia de ella, si no la de mas gente mágica, la que se habia esfumado.

Todo aquello empezaba a oler fatal, y no solo en el sentido figurado ahora que habiamos llegado a los suburbios de Jack the Ripper. Paramos el coche en una zona cuya direccion Thranduil habia sonsacado de un yonki a base de sobornos. Miré por la ventanilla, haciendo evaluacion desde esa posicion

"parece despejado"

- Hablas en plural. Con quien mas dices que vive Juliet? - la zona era un asco, la verdad. Me bajé del coche, preparando mi pistola .Si habian habido redadas hacia poco nada impedia una segunda batida, a veces lo habiamos hecho, el tiempo que yo estuve en el ejercito. La gente tendía a confiarse, creyendo que las patrullas no pasarian dos veces por el mismo sitio....

Inspeccioné el suelo corroborando las historias, los casquillos de balas pertenecian a armas del ejercito. Miré a Erika y Thranduil, que seguian en el interior del coche. El elfo, sin muchas ganas de moverse, aparentemente se habia quedado medio aplatanado.

- Tu es que eres muy finolis, elfo. Quédate aqui que no se te manche el pelo. Voy a mirar en el edificio que me has dicho. Si viene alguien, yo que se...gritad agua o algo por el estilo.

No sabia si me acompañarian o no, pero por lo pronto, me dirigí a ese edificio. Estaba jodidamente desértico. Entré al edificio tomando las medidas de precaucion necesarias, por si habia enemigos por ahi. Pronto me di cuenta de que ahi habia habido batalla, que algo no iba muy bien. Destrozos mas recientes en las paredes, el polvo de las escaleras marcado por huellas de suela militar, y manchas de sangre que raspé con la uña para comprobar como de viejas eran.... empecé a mosquearme

Quizás metí la lengua un poco de más en la conversación, pero como Juliet también lo había hecho con el mago ese, yo tenía perdón. Solté un suspiro que hubiera preferido no hacer, pues el aire del lugar hasta me daba asquito.

- No me hagas mucho caso. No sé si viven juntos. Sé que se ve con el hermano de Johan, ¿cómo se llama? Creo que soy pareja, pero se me da mal eso de ver el romance en el aire...- El romance no, pero la temperatura si. Estaba seguro que compartían piso, los había visto incluso más cerca esta vez que la vez del pueblillo ese que tampoco recordaba el nombre, donde capturamos al Wilhelm, y que ahora, sin magia, no sabía qué haría para llegar hasta él en la cueva en el bosque donde estaba.

Bajé del auto y cerré la puerta tras de mi en cuanto el moreno me dijo finolis. Que sí era, y que sí me jodía que se me manchara el pelo, pero también era mi misión, y no iba a dejar que Thalos me engañara si de pronto había algo que debiera ver. Le dejé un par de instrucciones a Erika. Básicamente lo mismo que Thalos, de echar agua y tal, pero con mi toque romántico.

Fui en modo espía, no haciedo ruido mientras subía. No tardé mucho en llegar con Thalos, que era muy tardado en eso de subir las escaleras. Se había quedado viendo las paredes. Por encima del hombro vi que rascaba sangre y no pude evitar un sonido de asquito.- Eeeeuuuuuuughh, ¿cómo haces eso? Eres humano, tu no te salvas del Sida, la sifilis, la gonorrea, a mi no me importa, de algo me tengo que morir y de viejo no va a ser, pero tu deberías ir con más precaución.- Me adelanté un par de escalones, siguiendo la subida. En realidad no sabía que buscaba. Algunas puertas estaban rotas, otras intactas, había signos de lucha por todos lados, pero era complicado distinguir entre una lucha reciente y una lejana.-¿Tocaremos puerta a puerta? Seguro que ya está deshabitado por aquí. ¿O deberíamos iniciar con las que ya están abiertas, ver dentro, inspeccionar?

Asi que Juliet estaba con el medio hermano de Johan, Reiv? De que cosas se entera uno. Habia levantado mis cejas ante la noticia en plan "ahhm" y asentido varias veces, antes de irme del coche a aquel piso, a hacer mis pesquisas.

Thranduil no tardó mucho en aparecer, para mi sorpresa por su aspecto de cansado de antes, crei que se quedaria en el coche. Lo primero que hizo fue un ruido de asco al pillarme rascando las manchas de sangre.

- El sida no funciona asi, tío. - Dije levantandome, limpiandome la mano en la pechera de su ropa con una sonrrisita. - Creia que los elfos acumulabais muchos conocimientos, ya sabes, por eso de la longevidad y bla bla. - se estaba convirtiendo en una costumbre aquello de lanzarnos pullas. - Por cierto, estás bien? Tienes mala cara.

Y esto ultimo no era una coña ni nada con intenciones de picarle, es que era cierto, parecia muy cansado. Subí con el, en este piso parecia todo visto. Escuché su sugerencia y asentí, aun con mi arma en la mano.
- Seh, tocar puerta por puerta para inspeccionar me parece buena idea.... - dije parandome frente a una de las que estaba cerradas. Sujeté el arma con las dos manos y en lugar de llamar, le pegué una fuerte patada a la puerta que la arrancó de sus goznes y la tiró abajo. No era difcil, la madera del marco estaba medio podrida. - Toc toc.

Entré a la pequeña estancia a inspeccionar, pero alli no habia nada de nada. Hurgué un poco aqui y allá, al menos, encontré pastillas para la tos sabor a menta y una cajita con municiones de bala. Me guardé ambas cosas y luego le ofrecí a Thranduil una de esas pastillitas, tras tomarme yo una. Le indiqué que siguieramos el rumbo hacia arriba.

Inspeccionamos tambien las casas que tenian la puerta abierta, pero parecia no haber nadie en ningun lado, lo cual era raro porque habian signos de que alli habia vivido gente hasta hacia poco, como litronas de cervezas sin acabar o comida que aun no se habia puesto del todo mala. Llegamos a la ultima planta, y allí la puerta tambien estaba abierta, no tuve que golpearla demasiado para que se abriese, solo empujarla.

Por alguna razón, al moreno le interesó bastante el hecho de que Juliet tuviera una pareja. Mientras encontraba el parecido entre Erika y Juliet, me empezaba a dar cuenta del probable por qué. Si no hubiera estado algo abstraido de la situación, tal vez le habría prohibido al moreno acercarse a ella, porque él era un hombre sucio... de esos que no les molesta rascar sangre de una pared y también de los que van por ahí pervirtiendo chiquillas.

- Bah, ¿y yo para qué quiero saber cómo se transmiten sus enfermedades? No me afectan igual, y hasta donde yo sé, a Juliet tampoco. Claro, que si vamos a ser coleguis más seguido tendré que interesarme por cómo se mueren los humanos, pero ve tu a saber qué sale de esa investigación. ¡Que se mueren por todo!- Agrego mientras subimos, dejándome pendiente la pregunta de él. Si ya había notado que me sentía un poco mal, quizás era que estaba demasiado lejos del bosque. No pude evitar darme una palmada en la cara cuando vi a Thalos abrir las puertas a diestra y siniestra, robando cosillas de aquí y de allá. Estaba por renegarle cuando me trajo una pastillita de menta y la acepté con agrado, que esas cosas me encantaban.

A decir verdad, la subida fue más lenta de lo que pensé, pues había muchas puertas abandonadas. Sin embargo, a medida que nos acercábamos al último piso, algo se iba inquietando en mi. La última puerta, abierta, con claros signos de haber sido atracada, nos esperó para echar un vistazo en el interior. Si bien estaba oscuro, la verdad es que me daba algo entrar a las casas así como así, pero en esta había algo. Algo que había sido muy mágico pero ya no.- Aquí hubo alguien antes que nosotros. La puerta está rota justo como tu lo hiciste con el resto. Alguien estuvo aquí antes.- Sin mucho ánimo, me adentré en el pisillo, que no era más que una habitación pequeñaja sin iluminación.

Ando perdido por las calles. He estado andando desde hace días. Bueno, he parado a descansar e intentar comer. Cazar pescado con esta forma es difícil pero no había forma de volver a ser yo de nuevo. Estaba atascado.
Hace unos meses había descubierto que se podía hacer eso. Un dragón australiano me lo dijo. Bueno, màs bien se había reído de mí por no saberlo. En fin, que podía ponerme en modo dos piernas. He de decir que no era para nada algo divertido para mí, pero a veces resultaba útil.
En fin que hacía unos cuantos días andaba yo practicando eso de cambiar y zas!atascado. No hubo forma de volver atrás. Así que decidí volver a casa pero tenía que cruzar la ciudad. A mitad de camino me crucé con una señora y se escandalizó. Gritó algo de que era un pervertido y que me pusiese ropa.
Tras varios días viendo a gente que me miraba raro y gritaba cosa caí en la cuenta. Claro! Esas cosas que se ponen encima los humanos. Así que me puse una sudadera que encontré en un sitio de esos en los que vive la ropa cuando se baña(tendedero), de tosas formas ayer me crucé con otro humano y siguió mirandome raro. Ni idea.
Llevaba varios días rondando la ciudad. Era un fastidio. En vuelo no tardaba más de 5 minutos y yo llevaba días!ser humano es un atraso total. (En realidad estaba dando vueltas a la misma zona todo el rato y con el culo al aire)
Total que andaba yo por allí y de pronto vi a mi amiga encerrada en uno de esos cubos que llevan gente (coche). Que casualidad! Así que tras saludar efusivamente con mi brazo y una sonrisa gigante corrí hacia ella. Corrí mucho, salté y me estampé contra el cristal de delante.
Asomé mi cara aplastada con la sonrisa gigante para verla mejor.
-Ey!!
Mi idioma humano era un poco limitado.

Había pasado bastante rato desde que se fueron. En un principio salí a buscar algún tipo de arma entre los restos y conseguí una navaja cutre rota y una pistola muy mugrienta. Menos era nada.
También había casquillos nuevos, disparados e inservibles pero... Frescos.
Volví al coche y me puse a trastear cob la pistola intentando limpiarla.
-tengo que conseguir un arma decente.
Me sobresalté al notar el movimiento en el capó y pegué un grito de nena al ver un ser semidesnudo pegado al parabrisas delantero.
-que mierda?!
Pegué mi cuerpo al asiento todo lo que pude y entonces me saludó. Le apunté con el arma inservible y fruncí mi ceño.
-Baja del puto coche!energúmeno!