Recuerdo del primer mensaje :
Situada en el East End de Londres, una de las zonas de los suburbios de Inglaterra. Conocida zona por ser donde Jack el Destripador, pseudónimo dado a un asesino en serie (o asesinos) que actuó en la empobrecida área de Whitechapel en Londres en la segunda mitad del año 1888. A día de hoy se ha vuelto de nuevo una zona peigrosa. Los criminales actúan impunemente, sean del bando que sean.
- Si, eso parece.... si estuvieron de redadas, aquí entraron, por el aspecto de la puerta.
Le respondí al elfo, terminando de asegurar la zona comprobando que no hubiese nadie mas en aquel piso, momento en el cual me permití ponerle el seguro a mi arma.
- Pero no hubo ningun tiroteo, con lo cual o no encontraron a nadie, o no opusieron resistencia. Crees que Juliet hubiese podido estar aquí cuando los de la alianza limpiaron este edificio?
Era una posibilidad. La muchacha no aparecia, nos habian dicho que vivia aqui, y por lo que habiamos visto, habian pasado soldados por la zona, y no pocos. Dejé que el elfo investigase la habitacion, al fin y al cabo, era su sobrina, él la conocia mejor que yo y si alguien podía encontrar alguna pista de lo que habia ocurrido aqui o quienes habian sido sus ocupantes, era el elfo. Yo me dediqué a cuidar los accesos como la puerta o las ventanas, aunque algunas estaban tapiadas....me asomé por una rendija fijandome en el coche donde habiamos dejado a Erika, tenia buena visual desde aqui. Vi entonces a lo que parecia un muchacho pelinegro correr como un descosido y estamparse contra el capó del coche de Erika, lo cual me hizo chasquear la lengua.
"espero que la pelirroja no se cargue a ese pobre crio por ir haciendo el gilí"
- Avísame si encuentras algo, Thranduil. Voy para abajo, hay un chiquillo siniestro. Píllame en cuanto puedas.
"joder, y si....?"
Se me pasó por la cabeza que pudiera ser Reed, total, no sabia que aspecto debia tener y la oscuridad de la noche tampoco definia demasiado si era pelinegro o castaño oscuro... Total que me adelanté al elfo y bajé las escaleras del edificio a paso vivo, guardando entonces la pistola cuando estuve en la calle y encaminandome hacia el vehiculo pero con cierta cautela.
- Qué pasa aquí? - inquirí, con todo ciertamente autoritario pero poco formal. -Quien eres tú y que haces sólo por aqui?
Le respondí al elfo, terminando de asegurar la zona comprobando que no hubiese nadie mas en aquel piso, momento en el cual me permití ponerle el seguro a mi arma.
- Pero no hubo ningun tiroteo, con lo cual o no encontraron a nadie, o no opusieron resistencia. Crees que Juliet hubiese podido estar aquí cuando los de la alianza limpiaron este edificio?
Era una posibilidad. La muchacha no aparecia, nos habian dicho que vivia aqui, y por lo que habiamos visto, habian pasado soldados por la zona, y no pocos. Dejé que el elfo investigase la habitacion, al fin y al cabo, era su sobrina, él la conocia mejor que yo y si alguien podía encontrar alguna pista de lo que habia ocurrido aqui o quienes habian sido sus ocupantes, era el elfo. Yo me dediqué a cuidar los accesos como la puerta o las ventanas, aunque algunas estaban tapiadas....me asomé por una rendija fijandome en el coche donde habiamos dejado a Erika, tenia buena visual desde aqui. Vi entonces a lo que parecia un muchacho pelinegro correr como un descosido y estamparse contra el capó del coche de Erika, lo cual me hizo chasquear la lengua.
"espero que la pelirroja no se cargue a ese pobre crio por ir haciendo el gilí"
- Avísame si encuentras algo, Thranduil. Voy para abajo, hay un chiquillo siniestro. Píllame en cuanto puedas.
"joder, y si....?"
Se me pasó por la cabeza que pudiera ser Reed, total, no sabia que aspecto debia tener y la oscuridad de la noche tampoco definia demasiado si era pelinegro o castaño oscuro... Total que me adelanté al elfo y bajé las escaleras del edificio a paso vivo, guardando entonces la pistola cuando estuve en la calle y encaminandome hacia el vehiculo pero con cierta cautela.
- Qué pasa aquí? - inquirí, con todo ciertamente autoritario pero poco formal. -Quien eres tú y que haces sólo por aqui?
Mooshie
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Bando
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Nacionalidad
Vi esa cosa. Esa cosa era una de esas cosas que hacen daño lanzando cosas rápido. Hacían daño a los humanos así que segundos después de poner cara de pánico al verlo suspiré aliviado.
"A mi me hace cosquillas, je"
Entonces vi la mano humana que tocaba mi pecho, era mi mano humana!maldito cuerpo humano!volví a poner cara de pánico y negué varias veces pegado al cristal.
-no!yo solo ey!
Traté de explicar. Bueno, ya dudaba de antes sobre ella. Era mi amiga pero le caía algo mal. Mecachis. Rodé por el capó y agarré la puerta tirando de ella.
-yo solo ey!
De pronto me puse erguido, al escucharlo. Me aupé por encima del coche en plan agazapado con mis manillas humanas sobre el techo y ví a Thalos-mascota. Estaba seguro de que no podía verme, era un experto en eso de jugar a cazar con mi mascota humana. Hice un movimiento de culillo calculando la distancia al objetivo y salté sobre el capó (un poco torpe por eso del cuerpo humano). Corrí en plan to loquer hacia él y me abalancé como si fuese a darle un abrazo pero en vez de eso le dí un cabezazo en el costado y después le chupé la cara. Froté mi cara contra su hombro en plan amoroso y despues rebusqué en el bolsillo de la sudadera, busqué y rebusqué y saqué un pescado un poco mordisqueado lanzándoselo a la cara.
- comer!
Solté sonriendo y asintiendo varias veces. A las mascotas hay que alimentarlas.
"A mi me hace cosquillas, je"
Entonces vi la mano humana que tocaba mi pecho, era mi mano humana!maldito cuerpo humano!volví a poner cara de pánico y negué varias veces pegado al cristal.
-no!yo solo ey!
Traté de explicar. Bueno, ya dudaba de antes sobre ella. Era mi amiga pero le caía algo mal. Mecachis. Rodé por el capó y agarré la puerta tirando de ella.
-yo solo ey!
De pronto me puse erguido, al escucharlo. Me aupé por encima del coche en plan agazapado con mis manillas humanas sobre el techo y ví a Thalos-mascota. Estaba seguro de que no podía verme, era un experto en eso de jugar a cazar con mi mascota humana. Hice un movimiento de culillo calculando la distancia al objetivo y salté sobre el capó (un poco torpe por eso del cuerpo humano). Corrí en plan to loquer hacia él y me abalancé como si fuese a darle un abrazo pero en vez de eso le dí un cabezazo en el costado y después le chupé la cara. Froté mi cara contra su hombro en plan amoroso y despues rebusqué en el bolsillo de la sudadera, busqué y rebusqué y saqué un pescado un poco mordisqueado lanzándoselo a la cara.
- comer!
Solté sonriendo y asintiendo varias veces. A las mascotas hay que alimentarlas.
Seguía mirando incrédula y apuntando cuando soltó que no.
- como que no? Baja ahora mismo o te meto una de estas entre ceja y ceja!
No entendía nada. No paraba de repetir lo mismo y entonces intentó abrir la puerta. Me puse yo a tirar del manillar en dirección contraria a él y paró. Miré a mi espalda y ahí andaba Draven. Volví mi vista al frente y por la ventanilla veía moverse la desnudez del tipo.
"Wtf"
Y saltó. Salí dek coche rápido y apunté con el arma aunque no servía para nada.
-Draven!
"Debe ser un yonki"
Entonces ví sus gestos. Puse cara de asco cuando le lamió la cara y parpadeé un par de veces al ver que le había lanzado un pescado a la cara. No pude evitar reirme antes de apretar mis labios.
Realmente parecía inofensivo. Un crío un tanto raro. Me acerqué con cautela hacia ellos sin dejar de apuntar por si le asustaba o algo.
-quieres decirnos quien eres enano?
- como que no? Baja ahora mismo o te meto una de estas entre ceja y ceja!
No entendía nada. No paraba de repetir lo mismo y entonces intentó abrir la puerta. Me puse yo a tirar del manillar en dirección contraria a él y paró. Miré a mi espalda y ahí andaba Draven. Volví mi vista al frente y por la ventanilla veía moverse la desnudez del tipo.
"Wtf"
Y saltó. Salí dek coche rápido y apunté con el arma aunque no servía para nada.
-Draven!
"Debe ser un yonki"
Entonces ví sus gestos. Puse cara de asco cuando le lamió la cara y parpadeé un par de veces al ver que le había lanzado un pescado a la cara. No pude evitar reirme antes de apretar mis labios.
Realmente parecía inofensivo. Un crío un tanto raro. Me acerqué con cautela hacia ellos sin dejar de apuntar por si le asustaba o algo.
-quieres decirnos quien eres enano?
La pesquisa dentro del pequeño cuartito donde parecían vivir Reiv y Juliet dio más frutos de lo que parecía. Ella no se iría sin esa daga, estaba seguro, pero también estaba su mochila, sus cosas, que no eran muchas, pero comencé a recolectarlas. Tomé lo que encontré después de registrar rápida pero minuciosamente el lugar.- ¿Un chiquillo siniestro? - No alcanzó a preguntar para cuando el ciego ya estaba corriendo escaleras abajo, dejándome solo cuando él había sido el que quería subir. No tardé mucho más, de cualquier modo. No había ni casquillos ni sangre, ni nada aparte de ropa tirada por el suelo que daban un aspecto familiar y salvaje. No podía negar que debieron haber hecho travesuras, pues ya los había visto muy juntitos aquel día. Y justo aquel día habían iniciado las redadas... Las cuentas me daban para algo catastrófico.
Bajé de todos modos con la recopilación de cosas que había encontrado dentro de la mochila de Juliet. No había nada que hacer ahí. Pero me tocó ver el espectáculo que Thalos hacía con un criajo medio desnudo. Si bien la chica trató de no reírse con lo del pescado, yo si me dejé ir con una buena carcajada.
Bajé de todos modos con la recopilación de cosas que había encontrado dentro de la mochila de Juliet. No había nada que hacer ahí. Pero me tocó ver el espectáculo que Thalos hacía con un criajo medio desnudo. Si bien la chica trató de no reírse con lo del pescado, yo si me dejé ir con una buena carcajada.
"por qué se mueve como un gato y no lleva pantalones?"
Mi cara de confusión era evidente. Dirigí mi vista a Erika, con aquel gesto de boca entreabierta y el labio superior ligeramente levantado, en plan "no será este nuestro hijo, no?". No...no, ella habia dicho que se parecia a mi pero en joven, y esta criatura no se me parecia en nada. Pero echó a correr hacia mi como si ....yo que se, no tenia claro que modo de correr era ese. Erika gritó mi nombre y la miré, casi me encogí de hombros. Que iba a hacer? Era un crio, no pensaba disparar.... Se abalanzó hacia mi y lo unico que pude hacer fue frenarlo con los brazos, pero en el ultimo momento echó su enorme cabezón hacia abajo y me dio con todo en las costillas. Solté un "uff!" y eché una pierna hacia atras para amortiguar el impacto y no perder el equilibrio ni caer, cogiendo al crio que habia comenzado a lamerme la cara.
Lo alcé un poco en vilo mientras él se arrefrotaba contra mi.
-Deja de llenarme de babas!
"eughh"
Oía al elfo partirse el ojete tras de mi. No era para menos.... bufé mal humorado intentando despegarme al chiquillo sin pantalones. De pronto, algo humedo, mal oliente y pegajoso se me estampó en la cara....Un pescado, sí, me habia arrojado un pescado crudo. En ese seguido instnate, tuve una sensacion de familiaridad, fue como un flashazo de que esto ya lo habia vivido antes. Miré al crio a la cara, que me asentía como si me acabase de regalar lo mejor del mundo. Le miré a esos ojos verdes y enormes, casi gatunos, y estreché el mio, poco a poco....tratando de....encontrar la similitud...con algo que ya habia visto antes....
- No me jodas....Mooshie?
Solté sus brazos poco a poco y lo dejé en el suelo frente a mi. Me limpié la cara de babas y pescado crudo con el antebrazo, pero el olor aquel no se iría facilmente.... Sonreí, de verdad era él? Había aprendido a hacer eso que hacian los otros dragones?
- Pelirroja, creo que podría ser el dragón.
Miré un momento hacia atrás, hacia Thranduil, que esperaba hubiese logrado superar su ataque de risa y me contase que pruebas habia podido encontrar en aquel piso, aunque yo ya me estaba temiendo lo peor. Menudo equipo formabamos ahora los cuatro elementos que estabamos reunidos en la calle.... ni en chistes....
Mi cara de confusión era evidente. Dirigí mi vista a Erika, con aquel gesto de boca entreabierta y el labio superior ligeramente levantado, en plan "no será este nuestro hijo, no?". No...no, ella habia dicho que se parecia a mi pero en joven, y esta criatura no se me parecia en nada. Pero echó a correr hacia mi como si ....yo que se, no tenia claro que modo de correr era ese. Erika gritó mi nombre y la miré, casi me encogí de hombros. Que iba a hacer? Era un crio, no pensaba disparar.... Se abalanzó hacia mi y lo unico que pude hacer fue frenarlo con los brazos, pero en el ultimo momento echó su enorme cabezón hacia abajo y me dio con todo en las costillas. Solté un "uff!" y eché una pierna hacia atras para amortiguar el impacto y no perder el equilibrio ni caer, cogiendo al crio que habia comenzado a lamerme la cara.
Lo alcé un poco en vilo mientras él se arrefrotaba contra mi.
-Deja de llenarme de babas!
"eughh"
Oía al elfo partirse el ojete tras de mi. No era para menos.... bufé mal humorado intentando despegarme al chiquillo sin pantalones. De pronto, algo humedo, mal oliente y pegajoso se me estampó en la cara....Un pescado, sí, me habia arrojado un pescado crudo. En ese seguido instnate, tuve una sensacion de familiaridad, fue como un flashazo de que esto ya lo habia vivido antes. Miré al crio a la cara, que me asentía como si me acabase de regalar lo mejor del mundo. Le miré a esos ojos verdes y enormes, casi gatunos, y estreché el mio, poco a poco....tratando de....encontrar la similitud...con algo que ya habia visto antes....
- No me jodas....Mooshie?
Solté sus brazos poco a poco y lo dejé en el suelo frente a mi. Me limpié la cara de babas y pescado crudo con el antebrazo, pero el olor aquel no se iría facilmente.... Sonreí, de verdad era él? Había aprendido a hacer eso que hacian los otros dragones?
- Pelirroja, creo que podría ser el dragón.
Miré un momento hacia atrás, hacia Thranduil, que esperaba hubiese logrado superar su ataque de risa y me contase que pruebas habia podido encontrar en aquel piso, aunque yo ya me estaba temiendo lo peor. Menudo equipo formabamos ahora los cuatro elementos que estabamos reunidos en la calle.... ni en chistes....
Seguí riendo y riendo y riendo mientras el chiquillo se restregaba contra Thalos y le daba comida cruda. Lo del pescado fue especialmente cómico. Creo que estuve unos cinco minutos o más partiéndome de la risa, y otros cinco en tratar de calmarme lo suficiente para poder articular palabra.
- JAJAJA ¿Dragón dices? - Me reí otro rato. Había conocido dragones jóvenes antes, y era cierto que muchos podían caer en la categoría de juguetones, aunque se veía bastante peueño, crío.
Tuve que apoyarme en las rodillas para recuperar un poco el aliento, mirando al chiquillo a los ojos. Tenía algo muy característico en la mirada, como si las pupilas fueran diferentes, un poco como las de mis sobrinos. Comencé entonces a hablarle en la lengua de dragones, que si bien había cosas qué hacer con más premura, quizás él podría sacarnos de muchas dudas. "¿Eres dragón? ¿Es tu primera vez transformado? ¿Crees que puedas hacerme un favor?" Pregunté una vez controlado el ataque de risa, ignorando un poco a Thalos, porque si le veía la cara me partía de nuevo.
- JAJAJA ¿Dragón dices? - Me reí otro rato. Había conocido dragones jóvenes antes, y era cierto que muchos podían caer en la categoría de juguetones, aunque se veía bastante peueño, crío.
Tuve que apoyarme en las rodillas para recuperar un poco el aliento, mirando al chiquillo a los ojos. Tenía algo muy característico en la mirada, como si las pupilas fueran diferentes, un poco como las de mis sobrinos. Comencé entonces a hablarle en la lengua de dragones, que si bien había cosas qué hacer con más premura, quizás él podría sacarnos de muchas dudas. "¿Eres dragón? ¿Es tu primera vez transformado? ¿Crees que puedas hacerme un favor?" Pregunté una vez controlado el ataque de risa, ignorando un poco a Thalos, porque si le veía la cara me partía de nuevo.
Me seguí limpiando las babosidades de Mooshie escuchando al elfo hablarle en raro.
- Oye le estas hablando en dragon? No me lo perviertas, es un crio, no lo ves?
No me fiaba, a saber que le estaba diciendo. El caso es que pese a todo, me habia hecho....ilusion? Si puede llamarse asi? El encontrar a Mooshie, en "buen" estado. Pero ahora, corría el riesgo de ser capturado, al igual que todas las demas criaturas magicas de por estos lares. Y mas ahora que no podia pirarse volando sin mas.
- Nos va a tocar cuidar de él...está claro que no puede volver a su forma normal. Si no, lo habria hecho ya. Si la magia está bloqueada o lo que sea, les está afectando tambien a los dragones. Volvamos al coche y larguemonos de aqui. Hay que buscar a los renegados y avisar de lo que ha pasado en este sitio.
Volvimos al coche, y conseguimos que Mooshie se viniese con nosotros. Le dejé el volante a la pelirroja ahora, porque yo tenia que controlar que el crio dragon no se tirase por la ventana en el coche en marcha mientras nos ibamos de alli.
Iniciariamos entonces una ruta de varios dias, yendo de un punto a otro de Londres y alrededores, visitando la base de los renegados o el castillo Black, sin demasiada suerte en encontrar a nadie y con las ideas agotándosenos.
- Oye le estas hablando en dragon? No me lo perviertas, es un crio, no lo ves?
No me fiaba, a saber que le estaba diciendo. El caso es que pese a todo, me habia hecho....ilusion? Si puede llamarse asi? El encontrar a Mooshie, en "buen" estado. Pero ahora, corría el riesgo de ser capturado, al igual que todas las demas criaturas magicas de por estos lares. Y mas ahora que no podia pirarse volando sin mas.
- Nos va a tocar cuidar de él...está claro que no puede volver a su forma normal. Si no, lo habria hecho ya. Si la magia está bloqueada o lo que sea, les está afectando tambien a los dragones. Volvamos al coche y larguemonos de aqui. Hay que buscar a los renegados y avisar de lo que ha pasado en este sitio.
Volvimos al coche, y conseguimos que Mooshie se viniese con nosotros. Le dejé el volante a la pelirroja ahora, porque yo tenia que controlar que el crio dragon no se tirase por la ventana en el coche en marcha mientras nos ibamos de alli.
Iniciariamos entonces una ruta de varios dias, yendo de un punto a otro de Londres y alrededores, visitando la base de los renegados o el castillo Black, sin demasiada suerte en encontrar a nadie y con las ideas agotándosenos.
Kalhenz
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Nacionalidad
Olor a perro mojado, mezclado con cuerpos en descomposición era el humo qué manaba de las alcantarillas, cómo si hidrataran un olor fétido con la esperanza de desvanecerlo de ésta forma. Definitivamente no era el lugar en el qué comprarías los uniformes de tus hijos, o en el qué encontrarías el vestido nuevo para tu esposa. Era un lugar oscuro, las miradas qué te llegaban no eran amables. Algunas incluso vaticinaban un ataque qué nunca se producía. Eso era el callejón más famoso del lado oscuro de la ciudad. Una muestra qué el lugar qué, alguna vez, fue uno de los países más poderosos y brillantes del mundo, tenía una sombra tan oscura cómo el brillo mismo del país.
El trabajo de hoy estaba tan cerca a ser el peor tipo de trabajo qué conocía que estuvo al borde de dejar de lado su hambre o sus deudas para rehusarse. El trabajo de escolta era, por lejos, de los más difíciles de realizar, aburrido, lento y te pagan por tiempo, no por actividad. Esa formula no suele rentar. Pero éste era más complicado todavía, pues era parte de una especie de refuerzo. El contrato consistía en mantenerse a menos de una cuadra de distancia, mezclado entre la gente, sin perder de vista al contratante pero sin qué se note qué lo está vigilando, o sin qué se llegase a pensar qué lo está atacando.
Cuanto miedo podría llegar a tener un mago mestizo para qué pague tanto cómo estaba pagando por su protección. No sabía cuantos eran los otros qué estaban defendiendo al pobre hombre. Ninguno lo sabía, era su prueba qué no confiaba en ellos menos de lo qué confiaba en un hombre armado. Seis hombres le rodeaban de cerca, sus guardaespaldas de confianza.
Todos los presentes tenían alguna forma de enfrentarse a magos y no magos, todos menos Kalhenz. El mercenario sólo tenía sus recuerdos para combatir la magia, dentro y fuera de su ser. Ésta vez iba con su gabán habitual, unas botas negras un pantalón del mismo color y un chaleco gris claro qué cubría una camisa azul marino. Iba con su sable al cinto, más cómo un símbolo de poder qué porque quisiera usarlo con la gente a su alrededor, su pistola estaba dentro de su chaleco. Caminaba lento, miraba distraído aquí y allí los diferentes cachivaches qué ofrecían los desdichados administradores de los diferentes locales del callejón.
Su contratista, por otra parte, iba más rápido, sin apenas ganas de disimular el nerviosismo y las ganas de terminar con lo qué sea qué pudiera estar haciendo y devolverse a su lugar seguro. Realmente no era de su incumbencia, sólo le importaba qué estuviera vivo por el día de hoy, le entregara su paga, y le dejara en paz.
El trabajo de hoy estaba tan cerca a ser el peor tipo de trabajo qué conocía que estuvo al borde de dejar de lado su hambre o sus deudas para rehusarse. El trabajo de escolta era, por lejos, de los más difíciles de realizar, aburrido, lento y te pagan por tiempo, no por actividad. Esa formula no suele rentar. Pero éste era más complicado todavía, pues era parte de una especie de refuerzo. El contrato consistía en mantenerse a menos de una cuadra de distancia, mezclado entre la gente, sin perder de vista al contratante pero sin qué se note qué lo está vigilando, o sin qué se llegase a pensar qué lo está atacando.
Cuanto miedo podría llegar a tener un mago mestizo para qué pague tanto cómo estaba pagando por su protección. No sabía cuantos eran los otros qué estaban defendiendo al pobre hombre. Ninguno lo sabía, era su prueba qué no confiaba en ellos menos de lo qué confiaba en un hombre armado. Seis hombres le rodeaban de cerca, sus guardaespaldas de confianza.
Todos los presentes tenían alguna forma de enfrentarse a magos y no magos, todos menos Kalhenz. El mercenario sólo tenía sus recuerdos para combatir la magia, dentro y fuera de su ser. Ésta vez iba con su gabán habitual, unas botas negras un pantalón del mismo color y un chaleco gris claro qué cubría una camisa azul marino. Iba con su sable al cinto, más cómo un símbolo de poder qué porque quisiera usarlo con la gente a su alrededor, su pistola estaba dentro de su chaleco. Caminaba lento, miraba distraído aquí y allí los diferentes cachivaches qué ofrecían los desdichados administradores de los diferentes locales del callejón.
Su contratista, por otra parte, iba más rápido, sin apenas ganas de disimular el nerviosismo y las ganas de terminar con lo qué sea qué pudiera estar haciendo y devolverse a su lugar seguro. Realmente no era de su incumbencia, sólo le importaba qué estuviera vivo por el día de hoy, le entregara su paga, y le dejara en paz.
Blood Keeper
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Nacionalidad
Alguien sigue con la mirada al grupo de seis hombres que camina por la calle, una mujer entrada en años que ronda su octava década, su quebradizo, largo y desordenado pelo más blanco que canoso atajando en un peinado algo deshecho la delata, así como sus arrugas y su piel colgante que deja vislumbrar el contorno de sus huesos en todo su cuerpo, el rastro de que hubo una época en la que debajo de esa piel hubieron músculos entrenados y ejercitados, aunque todavía se puede ver una espalda ancha, una delgada cintura y cierto porte de superioridad a pesar de sus hundidos hombros, indicios de haber tenido cierta autoridad en algún punto de su vida. La bruja devuelve la baratija que estaba pensando comprar mientras el cuervo en su hombro alza el vuelo y sobrevuela al grupo de hombres siguiendolos. Avanza despacio detrás del grupo y de ella surge una voz ronca y ligeramente aguda pero calmada.
-Sectumsempra- El jade verde del gran anillo de plata que porta y que utiliza como canalizador se ilumina cuando lanza el maleficio sobre los guardaespaldas del mestizo los cuales comienzan a retorcerse por el dolor de las heridas que provoca y, mientras van cayendo inconscientes con heridas sangrantes, el cuervo vuela en picada hacia el nervioso mago, antes de llegar al suelo cambia su forma a la de un hombre que está entre los treinta y los cuarenta años de aspecto rechoncho, con una prominente barriga y una flacida y temblorosa papada.
-¡Petrificus Totalus!- Dice agitado por tanto movimiento, para inmovilizar a su víctima. El mago mestizo termina con los brazos y las piernas pegados muy rígidamente y cae por la pérdida de equilibrio momento que utiliza el animago para registrarlo. Mientras tanto la bruja se mantiene vigilando los alrededores suponiendo que las pocas personas que pasaban asustadas no los atacarian pasando por alto sin querer que el mestizo contrato a más gente que la última vez.
-Sectumsempra- El jade verde del gran anillo de plata que porta y que utiliza como canalizador se ilumina cuando lanza el maleficio sobre los guardaespaldas del mestizo los cuales comienzan a retorcerse por el dolor de las heridas que provoca y, mientras van cayendo inconscientes con heridas sangrantes, el cuervo vuela en picada hacia el nervioso mago, antes de llegar al suelo cambia su forma a la de un hombre que está entre los treinta y los cuarenta años de aspecto rechoncho, con una prominente barriga y una flacida y temblorosa papada.
-¡Petrificus Totalus!- Dice agitado por tanto movimiento, para inmovilizar a su víctima. El mago mestizo termina con los brazos y las piernas pegados muy rígidamente y cae por la pérdida de equilibrio momento que utiliza el animago para registrarlo. Mientras tanto la bruja se mantiene vigilando los alrededores suponiendo que las pocas personas que pasaban asustadas no los atacarian pasando por alto sin querer que el mestizo contrato a más gente que la última vez.
El tiempo habia pasado, habian sido meses largos, llenos de idas y venidas, problemas por un lado y por otro. Las cosas no estaban claras y los bandos cada vez parecian mas desdibujados ante mis ojos. El caos generalizado que se habia apoderado de Londres nos tenía en un estado de alerta permanente, mas incluso que antes, si eso era posible.
Nosotros, el par de drows que se encargaban de alcoholizar a una pequeña parte de los suburbios, nos habiamos mantenido al margen todo lo posible, metidos en nuestros propios asuntos. Cualquiera habria pensado que al volver la magia los problemas que acuciaban a la raza magica habrian desaparecido, pero que va. Nada mas lejos.
Aunque eso tampoco es que fuese nada nuevo para mi. O eso pensaba, mientras pateaba el barrio de Jack el Destripador, en busca de ...bienes y mercancias. Si, vale, podía ser un tabernero, pero el lado de mercenario era dificil de ser extirpado de mi ser. Hacía falta algo mas que un trabajo y las miradas de reproche de mi primo.
Ligero en mi andar, con aquellos pasos que apenas sonaban sobre los adoquines de las calles, y con la capucha del abrigo sobre la cabeza (mas una cuestion de "anonimato" que de frio) caminaba por aquellos callejones como si fuesen mios. Cuando llegué a cierta esquina, localicé a mi contacto. Un hombre mas alto que yo que me esperaba embozado. Me acercaría a él, le daria la mercancia que me habia pedido que consiguiera, él me daría el pago y adiós muy buenas. Nos despediriamos, yo con los bolsillos mas llenos, y esperando no tener que volverle a ver la cara a ese contratista tacaño. Apenas faltaban unos metros para poder llegar y sellar mi negocio cuando el sonido de unos hechizos se hizo oir en la calle contigua que daba a la esquina donde me esperaba el comprador.
El jaleo lo asustó, y salió huyendo cual rata.
-Eh, espera! El trato! No huyas...! - pero huyó. Hice una mueca de frustracion y cabreo. - Me cago en la puta..!
Casi parecio un berrinche infantil cuando bufé y mire en direccion a aquella calle. Vislumbré a un hombre y a una mujer, muy anciana para lo que deben ser los humanos, que se acercaban a la victima inmovilizada.
"blood keepers. Tch..."
Sabia que era mejor no meterse en sus asuntos, pero me acababan de pisar el negocio, tendría que ver si al menos hoy habia manera de no irme con las manos vacías. Conjuré el globo de oscuridad que todos (o casi) los de mi raza eran capaces de crear, y lo miré de reojo. Desde que volvió la magia de aquel modo, habia notado ciertos...cambios en mis habilidades. Era extraño. No sabia explicar exactamente como habia ocurrido pero... Controlé la oscuridad para que se expandiera y fuese hacia el mago que antes habia sido un cuervo, el globo oscuro mudó a forma de latigos que se liaron alrededor del rollizo cuerpo del hombre, incluyendo el cuello, con fuerza, dejandolo tan inmovilizado como a su victima.
- Si mudas a cuervo, haré que te corte el cuello. - dije saliendo de las sombras, con una mueca
"Córvidos."
- Me habeis jodido el negocio, Blood Keepers. Me habéis pisado el terreno. O me compensais economicamente, o no cobráis la recompensa hoy. - dije refiriendome a su "rehén". - Nos conviene llevarnos bien
Nosotros, el par de drows que se encargaban de alcoholizar a una pequeña parte de los suburbios, nos habiamos mantenido al margen todo lo posible, metidos en nuestros propios asuntos. Cualquiera habria pensado que al volver la magia los problemas que acuciaban a la raza magica habrian desaparecido, pero que va. Nada mas lejos.
Aunque eso tampoco es que fuese nada nuevo para mi. O eso pensaba, mientras pateaba el barrio de Jack el Destripador, en busca de ...bienes y mercancias. Si, vale, podía ser un tabernero, pero el lado de mercenario era dificil de ser extirpado de mi ser. Hacía falta algo mas que un trabajo y las miradas de reproche de mi primo.
Ligero en mi andar, con aquellos pasos que apenas sonaban sobre los adoquines de las calles, y con la capucha del abrigo sobre la cabeza (mas una cuestion de "anonimato" que de frio) caminaba por aquellos callejones como si fuesen mios. Cuando llegué a cierta esquina, localicé a mi contacto. Un hombre mas alto que yo que me esperaba embozado. Me acercaría a él, le daria la mercancia que me habia pedido que consiguiera, él me daría el pago y adiós muy buenas. Nos despediriamos, yo con los bolsillos mas llenos, y esperando no tener que volverle a ver la cara a ese contratista tacaño. Apenas faltaban unos metros para poder llegar y sellar mi negocio cuando el sonido de unos hechizos se hizo oir en la calle contigua que daba a la esquina donde me esperaba el comprador.
El jaleo lo asustó, y salió huyendo cual rata.
-Eh, espera! El trato! No huyas...! - pero huyó. Hice una mueca de frustracion y cabreo. - Me cago en la puta..!
Casi parecio un berrinche infantil cuando bufé y mire en direccion a aquella calle. Vislumbré a un hombre y a una mujer, muy anciana para lo que deben ser los humanos, que se acercaban a la victima inmovilizada.
"blood keepers. Tch..."
Sabia que era mejor no meterse en sus asuntos, pero me acababan de pisar el negocio, tendría que ver si al menos hoy habia manera de no irme con las manos vacías. Conjuré el globo de oscuridad que todos (o casi) los de mi raza eran capaces de crear, y lo miré de reojo. Desde que volvió la magia de aquel modo, habia notado ciertos...cambios en mis habilidades. Era extraño. No sabia explicar exactamente como habia ocurrido pero... Controlé la oscuridad para que se expandiera y fuese hacia el mago que antes habia sido un cuervo, el globo oscuro mudó a forma de latigos que se liaron alrededor del rollizo cuerpo del hombre, incluyendo el cuello, con fuerza, dejandolo tan inmovilizado como a su victima.
- Si mudas a cuervo, haré que te corte el cuello. - dije saliendo de las sombras, con una mueca
"Córvidos."
- Me habeis jodido el negocio, Blood Keepers. Me habéis pisado el terreno. O me compensais economicamente, o no cobráis la recompensa hoy. - dije refiriendome a su "rehén". - Nos conviene llevarnos bien
Kalhenz
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La monotonía daría paso al caos en tiempo record. Las cosas se tornaron altamente cambiantes, primero las alarmas se encendieron cuando cayeron los guardaespaldas principales de su comprador. No se paró a detallar al aterrado bulto tembloroso en qué se había convertido su contratante, inmediatamente un ave caía y se transformaba en un regordete Bloodkeeper qué, sin mayor dilación, paralizó al pobre infeliz. Su instinto se activó, no hubo diferenciación entre su movimiento de cabeza, el de cadera y el de su mano en desenfundar la pistola y disparar al enorme objetivo con intenciones letales. Sólo hasta entonces pensó.
Varias cosas le alarmaron: la primera era qué no estaba sólo, no era fácil mantener el vuelo y lanzar maldiciones siendo un animago, y aquel hombre no parecía de los qué pasaban sus días en el salón de duelo. La segunda era qué su cuerpo había actuado por su cuenta en ese instante, sin pensar en las consecuencias o el escenario completo. Sabía qué eran, al menos, dos; qué no eran novatos y qué sabían qué serían esos seis, el anciano ésperaba qué sus guardaespaldas fueran abatidos en un instante ¿qué tan peligroso es éste hombre?.
El tiempo no se normalizó. Su mundo se movía con lentitud, mientras su cerebro procesaba, analizaba y sacaba conclusiones. Necesitaba un curso de acción, lo necesitaba ahora. Su cerebro trabajaba a marchas forzadas. Y compró tiempo. Se le ocurrió nadar en el caos. Empezó a moverse con la turba, oscilando entre una distancia peligrosamente alejada y una peligrosamente cercana. Estaba analizando la situación. Pero eso no fue lo único qué sucedió en ese tiempo.
Los otros tres, hombres también arremetieron con todo contra aquella bola de grasa con sus armas en riste, algunas de fuego. La calle se llenó del sonido y, más importante, el volar de algunos proyectiles de dos pequeños microsubfusiles de uno de los bastardos. En eso otro de los contratados mandó una oleada de oscuridad qué recubrió a el objetivo de dos tiradores y dos camorristas ¡imprudente! Fue el pensamiento del mercenario, quien ahora tenía qué pensar en el fuego aliado para enfrentarse a semejantes monstruos cómo eran los bloodkeepers.
La calle se vació en tiempo record. Los qué podían aparecerse se aparecieron a velocidad vertiginosa. Sonidos de polvos flu y trasladores eran acallados por el sonido repetido de aquellas cocedoras de carne. Los qué se podían transformar para ganar resistencia o velocidad lo hacían y aquellos qué no pintaban de un Romántico rojo el piso. La escena se estaba tornando, lentamente, dantesca mientras los directamente implicados realizaban sus movimientos. Para convertirse en los únicos en la calle poco después. Calle qué, ahora, sería una historia qué contar para aquellos qué sobrevivieran. Kalhenz esperaba contarse entre los qué la pudieran contar, incluso si no tuviera planeado hacerlo.
Una vez se vació el lugar, los sobrevivientes se vieron a la cara. Alcanzó a ver a una anciana. Se le hizo levemente familiar, no sabía quien era. Aunque entre el mundo mágico no había muchas personas qué el conociera qué estuvieran vivas… o no pertenecieran al antiguo ministerio. Palideció, éste enfrentamiento sería algo qué, de poder evitar, sería de prioridad máxima evitar. No perdió tiempo, desenfundó. Su mundo se reduciría a la anciana y él. Su comprador, el gordo panzón, incluso los posibles aliados con los qué halla venido, nada más importaba. Sabía algo, para salir vivo de allí, la anciana no podía hacerlo.
#Batalla
Varias cosas le alarmaron: la primera era qué no estaba sólo, no era fácil mantener el vuelo y lanzar maldiciones siendo un animago, y aquel hombre no parecía de los qué pasaban sus días en el salón de duelo. La segunda era qué su cuerpo había actuado por su cuenta en ese instante, sin pensar en las consecuencias o el escenario completo. Sabía qué eran, al menos, dos; qué no eran novatos y qué sabían qué serían esos seis, el anciano ésperaba qué sus guardaespaldas fueran abatidos en un instante ¿qué tan peligroso es éste hombre?.
El tiempo no se normalizó. Su mundo se movía con lentitud, mientras su cerebro procesaba, analizaba y sacaba conclusiones. Necesitaba un curso de acción, lo necesitaba ahora. Su cerebro trabajaba a marchas forzadas. Y compró tiempo. Se le ocurrió nadar en el caos. Empezó a moverse con la turba, oscilando entre una distancia peligrosamente alejada y una peligrosamente cercana. Estaba analizando la situación. Pero eso no fue lo único qué sucedió en ese tiempo.
Los otros tres, hombres también arremetieron con todo contra aquella bola de grasa con sus armas en riste, algunas de fuego. La calle se llenó del sonido y, más importante, el volar de algunos proyectiles de dos pequeños microsubfusiles de uno de los bastardos. En eso otro de los contratados mandó una oleada de oscuridad qué recubrió a el objetivo de dos tiradores y dos camorristas ¡imprudente! Fue el pensamiento del mercenario, quien ahora tenía qué pensar en el fuego aliado para enfrentarse a semejantes monstruos cómo eran los bloodkeepers.
La calle se vació en tiempo record. Los qué podían aparecerse se aparecieron a velocidad vertiginosa. Sonidos de polvos flu y trasladores eran acallados por el sonido repetido de aquellas cocedoras de carne. Los qué se podían transformar para ganar resistencia o velocidad lo hacían y aquellos qué no pintaban de un Romántico rojo el piso. La escena se estaba tornando, lentamente, dantesca mientras los directamente implicados realizaban sus movimientos. Para convertirse en los únicos en la calle poco después. Calle qué, ahora, sería una historia qué contar para aquellos qué sobrevivieran. Kalhenz esperaba contarse entre los qué la pudieran contar, incluso si no tuviera planeado hacerlo.
Una vez se vació el lugar, los sobrevivientes se vieron a la cara. Alcanzó a ver a una anciana. Se le hizo levemente familiar, no sabía quien era. Aunque entre el mundo mágico no había muchas personas qué el conociera qué estuvieran vivas… o no pertenecieran al antiguo ministerio. Palideció, éste enfrentamiento sería algo qué, de poder evitar, sería de prioridad máxima evitar. No perdió tiempo, desenfundó. Su mundo se reduciría a la anciana y él. Su comprador, el gordo panzón, incluso los posibles aliados con los qué halla venido, nada más importaba. Sabía algo, para salir vivo de allí, la anciana no podía hacerlo.
#Batalla
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El miembro 'Kalhenz' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Tecnológico' :
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Inmediatamente luego del maleficio que hiere a los guardaespaldas la anciana conjura una barrera defensiva temporal para su compañero mientras éste sigue registrando al mestizo, esta es muy débil y una bala hace una herida superficial en la pierna del hombre. Luego no pareciera como si lo necesite, porque los guardaespaldas se reducen entre ellos, así que le quita importancia al hecho de que se agotó el tiempo de la barrera, en vez de eso se centra en encontrar la fuente del primer ataque que parece haber desaparecido, pero en eso el hombre regordete es atrapado por la oscuridad en la despejada y ventosa noche, entonces empieza a chillar en medio de tanto frío y tanta oscuridad, invadido por el pánico.
-¡AHHHHHHH!¡La muerte!¡La muerte vino por mi!¡Me va a llevar!¡¡AHHHHHHH!!¡Señora Prince!¡AUXILIO!- La bruja se gira sorprendida para ver al hombre llorando y moqueando como si hubiera sido maldito por la Maldición de los mocos justo cuando el drow surge de la oscuridad absoluta a una oscuridad menos absoluta. En cuanto la mujer distingue la raza del atacante su expresión muda a una de profundo asco.
-Coincidimos en algo, entonces. A mi me han jodido, seres mágicos inferiores como tú, así como sangre sucias, mestizos, squibs y hasta humanos.- Dijo escupiendo cada palabra con desdén absoluto. -Pero ya no más. Verás, éste mestizo tiene en su poder algo que no le pertenece.- El jade verde de su anillo élfico se ilumina de nuevo cuando conjura un objeto para que salga del estómago del mago en el suelo lo cual lo hace vomitar eso y lo que comió después creando una mezcla de colores en el suelo ya que lo regurgitado se mezcla con la sangre de las profundas heridas de los seis guardaespaldas más el resto de heridos. Con asco toma el envoltorio de látex que levita hasta su mano cubierto de grumos de vaya uno a saber qué y extrae una piedra reluciente y triangular, la piedra de los tres mundos. Se la muestra al drow alzando las cejas como diciendo "te lo dije" y la guarda en un bolsillo interno de su abrigo.
-Con respecto a tu compensación, me veo en la obligación de informarte que no traigo el suficiente dinero encim…-
-¡Señora Prince!¡AUXILIO!¡Por favor!¡Aléjelo de mí! Va a arruinar mi camisa de diseñador y toda esta angustia va a ser que me salgan arrugas, voy a necesitar sesiones de mascarillas todos los días después de esto.- Interrumpe el hombre que se había mantenido sollozando en segundo plano hasta el momento. La nombrada señora Prince cierra los ojos y respira profundo llamándose a la paciencia, cuando vuelve a abrir los ojos cruza su vieja mirada con una que le parece familiar. Entorna la mirada hacia el espectador vestido con gabán, enfocándose en sus facciones las cuales se volvieron pálidas al reconocerla a ella, conjura la Maldición de conjuntivitis que causa irritación en los ojos del objetivo y la dirige hacia él, que ya había desenfundado su arma.
-Tú… formaste parte de las líneas del Ministerio… eras uno de los que tenía apellido de renombre… ¿Britt? No, no, el último Britt fue asesinado ¿Wells? No, no, el viejo Wells tuvo todas mujeres… Gamp… si, Gamp. Recuerdo al niño de los Gamp, me lo crucé varias veces en mi camino cuando era la jefa de Escuadrón de Aplicación de la Ley Mágica y me dirigía a entregar el reporte. ¿Ahora proteges a mestizos? Qué irónicas las vueltas de la vida. Es por magos como tú que el Ministerio fue destruido y ahora me asignan el trabajo sucio y al inútil de Lord Jamón como compañero. ¿Tienes, siquiera, una idea de todo lo que le dedique al Ministerio?-
-Señora Prince ¡Por favor!- Sigue sollozando el otro, ante esto la bruja grita con frustración para luego decir:
-¡Encárgate tú, maldita sea!¡Tu eres un Akaster y eso es un drow!- Luego de decir esto deja a su suerte al mago para centrarse en el Gamp. Ante la negativa de ayudarlo, el Blood Keeper, nervioso, piensa en algo con lo que atacar para lograr liberarse y se le ocurre conjurar una luz, medio tartamudeando dice las palabras y genera un haz de luz bastante decente.
Defensa Mágica red: dado 0 + stat 10 = 10 - ataque de Kalhenz 15 = - 5 daño a orange
Ataque mágico red: dado 5 + stat 10 = 15 a Kalhenz
Ataque mágico orange: dado 20 + stat 10 = 30 a Dyospiros
-¡AHHHHHHH!¡La muerte!¡La muerte vino por mi!¡Me va a llevar!¡¡AHHHHHHH!!¡Señora Prince!¡AUXILIO!- La bruja se gira sorprendida para ver al hombre llorando y moqueando como si hubiera sido maldito por la Maldición de los mocos justo cuando el drow surge de la oscuridad absoluta a una oscuridad menos absoluta. En cuanto la mujer distingue la raza del atacante su expresión muda a una de profundo asco.
-Coincidimos en algo, entonces. A mi me han jodido, seres mágicos inferiores como tú, así como sangre sucias, mestizos, squibs y hasta humanos.- Dijo escupiendo cada palabra con desdén absoluto. -Pero ya no más. Verás, éste mestizo tiene en su poder algo que no le pertenece.- El jade verde de su anillo élfico se ilumina de nuevo cuando conjura un objeto para que salga del estómago del mago en el suelo lo cual lo hace vomitar eso y lo que comió después creando una mezcla de colores en el suelo ya que lo regurgitado se mezcla con la sangre de las profundas heridas de los seis guardaespaldas más el resto de heridos. Con asco toma el envoltorio de látex que levita hasta su mano cubierto de grumos de vaya uno a saber qué y extrae una piedra reluciente y triangular, la piedra de los tres mundos. Se la muestra al drow alzando las cejas como diciendo "te lo dije" y la guarda en un bolsillo interno de su abrigo.
-Con respecto a tu compensación, me veo en la obligación de informarte que no traigo el suficiente dinero encim…-
-¡Señora Prince!¡AUXILIO!¡Por favor!¡Aléjelo de mí! Va a arruinar mi camisa de diseñador y toda esta angustia va a ser que me salgan arrugas, voy a necesitar sesiones de mascarillas todos los días después de esto.- Interrumpe el hombre que se había mantenido sollozando en segundo plano hasta el momento. La nombrada señora Prince cierra los ojos y respira profundo llamándose a la paciencia, cuando vuelve a abrir los ojos cruza su vieja mirada con una que le parece familiar. Entorna la mirada hacia el espectador vestido con gabán, enfocándose en sus facciones las cuales se volvieron pálidas al reconocerla a ella, conjura la Maldición de conjuntivitis que causa irritación en los ojos del objetivo y la dirige hacia él, que ya había desenfundado su arma.
-Tú… formaste parte de las líneas del Ministerio… eras uno de los que tenía apellido de renombre… ¿Britt? No, no, el último Britt fue asesinado ¿Wells? No, no, el viejo Wells tuvo todas mujeres… Gamp… si, Gamp. Recuerdo al niño de los Gamp, me lo crucé varias veces en mi camino cuando era la jefa de Escuadrón de Aplicación de la Ley Mágica y me dirigía a entregar el reporte. ¿Ahora proteges a mestizos? Qué irónicas las vueltas de la vida. Es por magos como tú que el Ministerio fue destruido y ahora me asignan el trabajo sucio y al inútil de Lord Jamón como compañero. ¿Tienes, siquiera, una idea de todo lo que le dedique al Ministerio?-
-Señora Prince ¡Por favor!- Sigue sollozando el otro, ante esto la bruja grita con frustración para luego decir:
-¡Encárgate tú, maldita sea!¡Tu eres un Akaster y eso es un drow!- Luego de decir esto deja a su suerte al mago para centrarse en el Gamp. Ante la negativa de ayudarlo, el Blood Keeper, nervioso, piensa en algo con lo que atacar para lograr liberarse y se le ocurre conjurar una luz, medio tartamudeando dice las palabras y genera un haz de luz bastante decente.
Defensa Mágica red: dado 0 + stat 10 = 10 - ataque de Kalhenz 15 = - 5 daño a orange
Ataque mágico red: dado 5 + stat 10 = 15 a Kalhenz
Ataque mágico orange: dado 20 + stat 10 = 30 a Dyospiros
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El miembro 'Blood Keeper' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Mágico' :
--------------------------------
#3 'Ataque Mágico' :
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Mágico' :
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#3 'Ataque Mágico' :
Cuando comenzó todo aquel fuego cruzado me di cuenta de que yo no era el unico mercenario que andaba por alli, y que aquellos que habian abatido antes y que estaban desangrandose en el suelo tampoco eran los unicos "escudos" del mago paralizado del suelo. Vislumbré la tipica mueca de desagrado en la anciana, aquella con la que miraban todos los blood a aquellos que no eran...bueno, como ellos. Pensé que aquella mujer se veía como una de las matriarcas de allá abajo, de mis ciudades subterráneas. Por el porte y eso. Pero versión paliducha y arrugada. Al que gritaba lo miré, me gustaban los gritos que profería diciendo que yo era la muerte y que habia venido a por el. Aquello me dejó con una inquietante sonrisa en el rostro.
Permanecí impasible ante el escenario aquel del hombre paralizado siendo obligado mediante magia a expulsar lo que habia en sus tripas. No me perdí detalle, eso si. Mi cara cambió un poco el semblante al ver aquella piedra. No sabia lo que era, pero podia percibir la magia latente de su interior.
"un objeto poderoso. Cuanto puede valer?"
El hombrecillo grita mas y mi respuesta es apretar alrededor de su cuello las lenguas de sombras. Se sentía bastante natural, a decir verdad. La atencion de la bruja cambió ahora a la de otro humano, al cual miré de reojo.
"es mala idea quedarse quieto mucho rato"
- Bien, pues si no hay dinero, no esperes aplacar mi mal genio, bruja. - siseé por lo bajo. Ella se fue a centrarse con aquel otro hombre vestido de oscuro. Supongo que por ahora, ni él ni yo debiamos de considernos enemigos. El Lord Jamon (Akaster, al parecer) decidió que podía ser mejor que un drow y la verdad es que acertó con aquel hechizo luminico. Aquello desvaneció las ataduras del blood. Yo intenté defenderme, conjurando unas sombras alrededor de mis ojos (casi como unas gafas de sol, pero hechas de sombras) pero no llegué a tiempo del todo. La luz era mas rapida. Antes de que pudiera protegerme, aquel maldito conjuro de luz me dañó los ojos. Sentí como una quemadura, y un dolor punzante. Aunque quise abrirlos asi de primeras no pude, y al hacerlo, no veia del todo bien.
- Aun puedo oirte! - más o menos. Cabreado, y aun con las sombras sobre mis ojos, no fuese a ocurrirsele hacer aquello de nuevo, saqué mi cuchillo y me lancé como un perro rabioso sobre Lord JAmon, con intenciones de hacer finas lonchas a partir de sus tripas.
defensa magica
0 dados + 10 habilidad personal (sombras) + 10 base -3 de ataque o defensa en lugares muy luminosos o de día= 17
30 atackkkk - 17 defensa= 13 SP pupa (Sangrado leve: Pierdes 5 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 10 puntos) para el proxi.
150-13= 137
ataque fisico a Lord Jamón
5 dados+ 10 hab personal (armas blancas)+5 guanteletes+ 33 base-3 de ataque o defensa en lugares muy luminosos o de día= 50 ps daño
Permanecí impasible ante el escenario aquel del hombre paralizado siendo obligado mediante magia a expulsar lo que habia en sus tripas. No me perdí detalle, eso si. Mi cara cambió un poco el semblante al ver aquella piedra. No sabia lo que era, pero podia percibir la magia latente de su interior.
"un objeto poderoso. Cuanto puede valer?"
El hombrecillo grita mas y mi respuesta es apretar alrededor de su cuello las lenguas de sombras. Se sentía bastante natural, a decir verdad. La atencion de la bruja cambió ahora a la de otro humano, al cual miré de reojo.
"es mala idea quedarse quieto mucho rato"
- Bien, pues si no hay dinero, no esperes aplacar mi mal genio, bruja. - siseé por lo bajo. Ella se fue a centrarse con aquel otro hombre vestido de oscuro. Supongo que por ahora, ni él ni yo debiamos de considernos enemigos. El Lord Jamon (Akaster, al parecer) decidió que podía ser mejor que un drow y la verdad es que acertó con aquel hechizo luminico. Aquello desvaneció las ataduras del blood. Yo intenté defenderme, conjurando unas sombras alrededor de mis ojos (casi como unas gafas de sol, pero hechas de sombras) pero no llegué a tiempo del todo. La luz era mas rapida. Antes de que pudiera protegerme, aquel maldito conjuro de luz me dañó los ojos. Sentí como una quemadura, y un dolor punzante. Aunque quise abrirlos asi de primeras no pude, y al hacerlo, no veia del todo bien.
- Aun puedo oirte! - más o menos. Cabreado, y aun con las sombras sobre mis ojos, no fuese a ocurrirsele hacer aquello de nuevo, saqué mi cuchillo y me lancé como un perro rabioso sobre Lord JAmon, con intenciones de hacer finas lonchas a partir de sus tripas.
defensa magica
0 dados + 10 habilidad personal (sombras) + 10 base -3 de ataque o defensa en lugares muy luminosos o de día= 17
30 atackkkk - 17 defensa= 13 SP pupa (Sangrado leve: Pierdes 5 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 10 puntos) para el proxi.
150-13= 137
ataque fisico a Lord Jamón
5 dados+ 10 hab personal (armas blancas)+5 guanteletes+ 33 base-3 de ataque o defensa en lugares muy luminosos o de día= 50 ps daño
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El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Físico' :
#1 'Defensa Mágica' :
--------------------------------
#2 'Ataque Físico' :
Kalhenz
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El último de los cartuchos calló al piso, Harry pensó qué la mejor manera de proteger a su contratante era cocer a tiros a todos sus oponentes. Pensó mal. Lo único qué había logrado, seriamente, era ser el artífice de una masacre, no es qué le molestase. Estaba preocupado, realmente. Había utilizado toda su munición en acabar con la vida de las amenazas y, en lugar de eso, sólo las había mostrado cómo algo qué no lograría alcanzar. En los pocos años qué llevaba cómo mercenario de profesión nunca le había tocado un escenario donde las únicas armas inútiles eran, de hecho, sus microsubfusiles. Sabía qué los magos sangraban igual qué los mortales, pero no le quedaba claro cómo lograban parar las balas. Por lo qué sabía su único aliado era un ser antropomórfico de extraño aspecto contra tres poderosos magos… no era una batalla qué quisiera librar. Huyó.
La plaza estaba pegajosa y resbaladiza, no estaba presta para grandes maniobras o movimientos elaborados y Kalhenz Gamp lo sabía. La apariencia de la anciana le traía a la mente recuerdos. Recuerdos de épocas más sencillas. De la época en qué era Adorador a la Sangre. Esos recuerdos estaban grabados en fuego, pero, por alguna razón, no lograba dar con el recuerdo correcto. Algo tenía claro: era una mujer importante en su infancia.
La anciana manda una maldición, una maldición inofensiva, a juzgar por su pequeño tamaño y alta velocidad. El mago se da el lujo de lucirse un poco al esquivar ésta y combinarlo con un contraataque. Alza el pie derecho, el del mismo lado de la mano qué porta su pistola, y hace el ademan de dar un paso a la derecha para cargar su peso allí. Acto seguido, y con toda su fuerza, impulsa un potente salto con su pie izquierdo, esquivando con grácil facilidad el maleficio. Gira sus caderas para mejorar su postura, alinea el hombro con la cabeza para apuntar mejor, alinea el tridente para saber donde se dirige la bala. Toca el piso con el pie derecho al tiempo qué el gatillo de su pistola es accionado. Luego posa el pie izquierdo atrás para recuperar balance. Éste chiste le costó un leve resbalón al posar el pie izquierdo, a lo qué se sumó la inercia del salto y el retroceso del arma para lograr qué perdiera completamente el balance. Su buen equilibrio lo libraron de caerse al final.
La respuesta llegó de golpe al escuchar su apellido.
-¿Nana Prince? -dejó salir el mago y, en medio de la fuga, un deje de nostalgia acompañó a la pregunta. La Nana Prince había sido, en tiempos del ministerio una poderosa y respetada Auror. En el ministerio sólo le tenían un reproche: gustaba de consolidar sus relaciones con Adoradores de la Sangre “asesorando” a sus hijos en las artes mágicas. El mago le debía mucho de sus habilidades a la ambición de esa anciana. Aunque anciana sería irse largo. No recordaba a la Nana tan vieja cuando el ministerio aún vivía. Esos veinte años le habían golpeado con todo lo qué podían a esa señora, lo cual la hacía más admirable. Para Kalhenz, sería una buena oportunidad para pagar una vieja deuda. Le libraría a ella de la tortura del cambio, y a las futuras generaciones de su ambición.
La mujer largó un monologo bastante lógico, contando la posición en la qué estaba, de sus veinte años. El heredero Gamp tendría otro. Por la ambición de magas cómo ella y Temerius Jones qué él perdió a su amada y su amor por el mundo. Por magos cómo la mujer qué tenía en frente no era capaz de hacer magia. Por magos cómo ella él quería matar en éste preciso instante. El discurso de la anciana afloró un sentimiento qué había dejado de sentir ese día en las ruinas del Colegio. Indignación e ira.
-¿Lord Jamón? -El apellido le sonaba algún hijo de un miembro del ministerio, seguro también fue instruido por la Nana. Parecía no guardarle mucho aprecio ¿Mal estudiante? Quejicas si es. Avanzó un poco hacía la bruja, cautelosamente buscando el cuerpo a cuerpo.
sería:
Defenza mágica: total de 30(tengo 10 en defenza mágica)
Ataque tecnológico: total de 40(ahora si contaré el +10 de mi habilidad)
La plaza estaba pegajosa y resbaladiza, no estaba presta para grandes maniobras o movimientos elaborados y Kalhenz Gamp lo sabía. La apariencia de la anciana le traía a la mente recuerdos. Recuerdos de épocas más sencillas. De la época en qué era Adorador a la Sangre. Esos recuerdos estaban grabados en fuego, pero, por alguna razón, no lograba dar con el recuerdo correcto. Algo tenía claro: era una mujer importante en su infancia.
La anciana manda una maldición, una maldición inofensiva, a juzgar por su pequeño tamaño y alta velocidad. El mago se da el lujo de lucirse un poco al esquivar ésta y combinarlo con un contraataque. Alza el pie derecho, el del mismo lado de la mano qué porta su pistola, y hace el ademan de dar un paso a la derecha para cargar su peso allí. Acto seguido, y con toda su fuerza, impulsa un potente salto con su pie izquierdo, esquivando con grácil facilidad el maleficio. Gira sus caderas para mejorar su postura, alinea el hombro con la cabeza para apuntar mejor, alinea el tridente para saber donde se dirige la bala. Toca el piso con el pie derecho al tiempo qué el gatillo de su pistola es accionado. Luego posa el pie izquierdo atrás para recuperar balance. Éste chiste le costó un leve resbalón al posar el pie izquierdo, a lo qué se sumó la inercia del salto y el retroceso del arma para lograr qué perdiera completamente el balance. Su buen equilibrio lo libraron de caerse al final.
La respuesta llegó de golpe al escuchar su apellido.
-¿Nana Prince? -dejó salir el mago y, en medio de la fuga, un deje de nostalgia acompañó a la pregunta. La Nana Prince había sido, en tiempos del ministerio una poderosa y respetada Auror. En el ministerio sólo le tenían un reproche: gustaba de consolidar sus relaciones con Adoradores de la Sangre “asesorando” a sus hijos en las artes mágicas. El mago le debía mucho de sus habilidades a la ambición de esa anciana. Aunque anciana sería irse largo. No recordaba a la Nana tan vieja cuando el ministerio aún vivía. Esos veinte años le habían golpeado con todo lo qué podían a esa señora, lo cual la hacía más admirable. Para Kalhenz, sería una buena oportunidad para pagar una vieja deuda. Le libraría a ella de la tortura del cambio, y a las futuras generaciones de su ambición.
La mujer largó un monologo bastante lógico, contando la posición en la qué estaba, de sus veinte años. El heredero Gamp tendría otro. Por la ambición de magas cómo ella y Temerius Jones qué él perdió a su amada y su amor por el mundo. Por magos cómo la mujer qué tenía en frente no era capaz de hacer magia. Por magos cómo ella él quería matar en éste preciso instante. El discurso de la anciana afloró un sentimiento qué había dejado de sentir ese día en las ruinas del Colegio. Indignación e ira.
-¿Lord Jamón? -El apellido le sonaba algún hijo de un miembro del ministerio, seguro también fue instruido por la Nana. Parecía no guardarle mucho aprecio ¿Mal estudiante? Quejicas si es. Avanzó un poco hacía la bruja, cautelosamente buscando el cuerpo a cuerpo.
sería:
Defenza mágica: total de 30(tengo 10 en defenza mágica)
Ataque tecnológico: total de 40(ahora si contaré el +10 de mi habilidad)
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El miembro 'Kalhenz' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
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#2 'Ataque Tecnológico' :
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#2 'Ataque Tecnológico' :
Blood Keeper
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El mago respira hondamente y tose cuando la oscuridad al fin lo libera, su respiración está más agitada que nunca, de hecho se está hiperventilando por la ansiedad y el dolor de su herida en la pierna, es una herida superficial ni siquiera sangra levemente, pero aún así esto genera en él mareos y debilidad al punto del desmayo, instancia a la que no llega porque se relaja al ver a su atacante convaleciente por su hechizo de luz. El Blood Keeper hace gestos de festejo y se felicita a sí mismo por su buen conjuro hasta que el drow dice que todavía puede escucharlo y ve como se le abalanza hecho una furia con los ojos cubiertos por la oscuridad momento en el que el hombre con sobrepeso profiere un penoso y agudo grito totalmente atemorizado por su atacante. Como puede, conjura una barrera defensiva pero esta es demasiado débil y no es suficiente para detener al drow y su cuchillo el cual comienza a perforar el cuerpo del mago abriendo la carne y hundiéndose profundamente lo cual deja salir la sangre a borbotones. Aprisionado y sin escapatoria del cuchillo vuelve a llorar y a gritar fuera de sí mientras piensa cómo sacarse al drow de encima.
-¡Noooo!¡Yo solo quiero volver a mi escritorio!¡A mi oficina en el departamento de permisos de varita!¡Aléjate ser oscuro!¡Vuelve al hoyo del que saliste o… o no volverás a oír nunca más!- Y, tembloroso, lanza la maldición de orejas marchitas la cual hace que las orejas de la víctima caigan hacia abajo como hojas marchitas.
———————————————
La anciana mira impasible cómo el hombre esquiva grácilmente su maldición e incluso se atreve a atacarla con un arma de fuego, ante lo cual ella conjura otra barrera defensiva que alcanza a desviar la bala pero la hiere en el hombro. Tantea con la mano en el origen de su nuevo dolor y ve rastros de sangre que fluye de la piel abierta.
-Señora Prince para ti, yo cuide y eduque a niños para que se convirtieran en poderosos hechiceros, no en traidores cobardes portadores de armas indignas. Eres una vergüenza para tu familia, un puro y poderoso linaje mágico que se remonta a siglos, y mírate ahora; proteges a mestizos por dinero, apuesto que te vendes al mejor postor por lo suficiente para vivir otro día… ¿De qué te sirvieron esas ideas que te metieron en la cabeza en esa maldita escuela de Hogwarts?- A medida que va hablando va alzando la voz, iracunda. Lo mira con profundo odio y puede ver la ira y la indignación en el joven Gamp. Su mirada oscura y vacía recorre todo el cuerpo del otro desde los zapatos hasta la cabeza, había crecido mucho, ya era todo un hombre. La nostalgia que escucha en la voz de su ya adulto estudiante desencadena recuerdos que la hacen sonreír por un momento para que luego las arrugas de su cara vuelvan a su serio lugar.
-Eras tan habilidoso… tus pociones eran extraordinarias y tus maldiciones ¡Oh!¡Tus maldiciones! Eran música para mis oídos. Recuerdo cuando tenías 10 años, aquella vez que tomaste uno de mis libros sin mi permiso e invocaste a un demonio tú sólo… En ese entonces tenía la esperanza de que siguieras mis pasos y te convirtieras en el mayor nigromante de la historia.- Dice con voz menos dura pero igualmente rasposa.
-Lo llamo Lord Jamón cuando me exaspera ¿Recuerdas a la familia Akaster?¿La representante del Ministerio de Magia del Reino de los Países Bajos?- Dice volviendo al presente, dejando atrás el mundo de los recuerdos. Cuando la anciana nota el amague de acercamiento del otro, le lanza un maleficio que emite una luz naranja y que hace que las víctimas se aturdan, se desestabilicen y logra arrojarlas lejos de forma violenta.
Defensa Mágica orange: dado 0 + stat 10 = 10 - ataque de Dyospiros 50 = -40 daño a orange (Sangrado brutal: Pierdes 20 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 25 puntos.) PS = 105 En el próximo post empiezo a restar 20 PS.
Ataque mágico orange: dado 20 + stat 10 = 30 a Dyospiros
Defenza mágica red: dado 15 + stat 10 = 25 - ataque de Kalhenz 40 = -15 daño a red (Sangrado leve: Pierdes 5 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 10 puntos.) PS = 135 En el próximo post empiezo a restar 5 PS.
Ataque mágico red: dado 25 + stat 10 = 35 a Kalhenz
-¡Noooo!¡Yo solo quiero volver a mi escritorio!¡A mi oficina en el departamento de permisos de varita!¡Aléjate ser oscuro!¡Vuelve al hoyo del que saliste o… o no volverás a oír nunca más!- Y, tembloroso, lanza la maldición de orejas marchitas la cual hace que las orejas de la víctima caigan hacia abajo como hojas marchitas.
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La anciana mira impasible cómo el hombre esquiva grácilmente su maldición e incluso se atreve a atacarla con un arma de fuego, ante lo cual ella conjura otra barrera defensiva que alcanza a desviar la bala pero la hiere en el hombro. Tantea con la mano en el origen de su nuevo dolor y ve rastros de sangre que fluye de la piel abierta.
-Señora Prince para ti, yo cuide y eduque a niños para que se convirtieran en poderosos hechiceros, no en traidores cobardes portadores de armas indignas. Eres una vergüenza para tu familia, un puro y poderoso linaje mágico que se remonta a siglos, y mírate ahora; proteges a mestizos por dinero, apuesto que te vendes al mejor postor por lo suficiente para vivir otro día… ¿De qué te sirvieron esas ideas que te metieron en la cabeza en esa maldita escuela de Hogwarts?- A medida que va hablando va alzando la voz, iracunda. Lo mira con profundo odio y puede ver la ira y la indignación en el joven Gamp. Su mirada oscura y vacía recorre todo el cuerpo del otro desde los zapatos hasta la cabeza, había crecido mucho, ya era todo un hombre. La nostalgia que escucha en la voz de su ya adulto estudiante desencadena recuerdos que la hacen sonreír por un momento para que luego las arrugas de su cara vuelvan a su serio lugar.
-Eras tan habilidoso… tus pociones eran extraordinarias y tus maldiciones ¡Oh!¡Tus maldiciones! Eran música para mis oídos. Recuerdo cuando tenías 10 años, aquella vez que tomaste uno de mis libros sin mi permiso e invocaste a un demonio tú sólo… En ese entonces tenía la esperanza de que siguieras mis pasos y te convirtieras en el mayor nigromante de la historia.- Dice con voz menos dura pero igualmente rasposa.
-Lo llamo Lord Jamón cuando me exaspera ¿Recuerdas a la familia Akaster?¿La representante del Ministerio de Magia del Reino de los Países Bajos?- Dice volviendo al presente, dejando atrás el mundo de los recuerdos. Cuando la anciana nota el amague de acercamiento del otro, le lanza un maleficio que emite una luz naranja y que hace que las víctimas se aturdan, se desestabilicen y logra arrojarlas lejos de forma violenta.
Defensa Mágica orange: dado 0 + stat 10 = 10 - ataque de Dyospiros 50 = -40 daño a orange (Sangrado brutal: Pierdes 20 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 25 puntos.) PS = 105 En el próximo post empiezo a restar 20 PS.
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Defenza mágica red: dado 15 + stat 10 = 25 - ataque de Kalhenz 40 = -15 daño a red (Sangrado leve: Pierdes 5 PS en cada post. Se da cuando el ataque que te han lanzado supera a tu defensa por 10 puntos.) PS = 135 En el próximo post empiezo a restar 5 PS.
Ataque mágico red: dado 25 + stat 10 = 35 a Kalhenz
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#1 'Defensa Mágica' :
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