Recuerdo del primer mensaje :
El castillo de Edimburgo es una antigua fortaleza erigida sobre una roca de origen volcánico ubicada en el centro de la ciudad de Edimburgo. Ha sido utilizado con fines de tipo militar desde tiempos prehistóricos, siendo destinado a usos civiles solo hasta épocas muy recientes. Se encuentra emplazado en la cima de la calle Alta o High Street, también conocida como Milla real o Royal Mile.
Fue utilizado como base de operaciones por dos desarrolladores mágicos, siendo posteriormente abandonado por ser descubierto por los soldados de la Alianza.
Fue utilizado como base de operaciones por dos desarrolladores mágicos, siendo posteriormente abandonado por ser descubierto por los soldados de la Alianza.
Khan Tepes
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- Entonces volveré más veces. Tenemos cosas pendientes. - dijo muy convencido y sonriente cuando le aseguró que ella también había dormido bien. Le apretó un poco la mano mientras se incorporaba, todavía reticente a marcharse. Tal vez era él que se estaba poniendo negativo con eso de que con tantos peligros y problemas que tenía que enfrentar no sabía qué pasaría, pero el optimismo de Lemoni hizo que asintiese finalmente. - Eso espero...- aún así no terminaba de quitarse la incertidumbre de encima. - También puedes ir tú a buscarme. Podemos tener una palabra clave para cuando necesitemos ver al otro. - sugirió como idea.
- Te contaré lo que dicen en el Consejo de tu idea. Y te mandaré mensajes. No sé qué método prefieres...- mientras ella no le enviase espíritus o fantasmas para avisar, todo bien. Era como el ghoul de Matvey, le daba grima. Se inclinó sobre ella despacio, dándole un abrazo de despedida apenas segundos antes de que un patronus con la voz de Justin irrumpiese en la habitación. Pegó un pequeño respingo de sobresalto porque no se lo esperaba. Se separó de la chica para observar con perplejidad la forma brillante que le transmitía el mensaje, alzando bastante las cejas por la sorpresa.
- Pero...si lo busqué por el campamento el día que pasó lo del demonio y me dijeron que no estaba. - ¿y ahora qué le iba a decir? habían pasado muchas cosas de por medio...y además no podía entretenerse más si no quería que le acabasen dando un tirón de orejas en el Consejo por estar disperso. - Luego le contesto. - Se bajó de la cama un tanto pensativo, terminando de calzarse y de coger sus pertenencias antes de despedirse definitivamente de Lemoni diciendo que se cuidase, desapareciendo de allí enseguida.
- Te contaré lo que dicen en el Consejo de tu idea. Y te mandaré mensajes. No sé qué método prefieres...- mientras ella no le enviase espíritus o fantasmas para avisar, todo bien. Era como el ghoul de Matvey, le daba grima. Se inclinó sobre ella despacio, dándole un abrazo de despedida apenas segundos antes de que un patronus con la voz de Justin irrumpiese en la habitación. Pegó un pequeño respingo de sobresalto porque no se lo esperaba. Se separó de la chica para observar con perplejidad la forma brillante que le transmitía el mensaje, alzando bastante las cejas por la sorpresa.
- Pero...si lo busqué por el campamento el día que pasó lo del demonio y me dijeron que no estaba. - ¿y ahora qué le iba a decir? habían pasado muchas cosas de por medio...y además no podía entretenerse más si no quería que le acabasen dando un tirón de orejas en el Consejo por estar disperso. - Luego le contesto. - Se bajó de la cama un tanto pensativo, terminando de calzarse y de coger sus pertenencias antes de despedirse definitivamente de Lemoni diciendo que se cuidase, desapareciendo de allí enseguida.
Lemóni Cefiadis
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O-Oh... ¡Sí!~
Afirmó en tono animado, por decir lo menos, pues ella realmente quería que se siguieran viendo, lo deseaba profundamente y además le daba de cierto modo algo que esperar para cuando termine todo eso... Suponiendo qué no acaben todos muertos por culpa de ese árbol.
Pero en fin, incluso si pasa... Pues no sabe, ya verá como consigue volver de una forma u otra, o mantenerse en este mundo, para algo es que completará su formación como nigromante, pero mientras tanto, supone que será lo que tenga que ser, pero de cualquier forma, asiente.
S-Suena bien... A-Aunque no estoy muy segura de que podría ser para que no sea muy evidente...
Porque por supuesto, si no, la palabra clave no tiene gracia ninguna, tiene que ser algo sutil, así que se lleva una manita al mentón mientras piensa al respecto.
O-Oh... M-Muchas gracias... Y a decir verdad... U-Usar cartas me parece bien, creo que es el mejor modo...
Pues puede dibujarles corazones y además le da seguridad de que será más difícil que la gente se entere de lo que dicen... Pero de cualquier forma, le correspondió al abrazo con gusto.
Pero luego, algo la sacó de su tren de pensamiento, un patronus... Con una voz tenía un rato largo sin escuchar, la de Justin, que curioso, lo último que supo de él fue lo que le contó Khan, pero debe estar estar bien si ha estado trabajando todo este tiempo.
H-Huh...
Se notaba qué el asunto era todo un tema, pero era algo de ellos, y a ella poco y nada le concernía, pero al menos le daba gusto que Justin estuviera bien.
Finalmente, le daría un beso en la mejilla a Khan antes de que se desapareciera, y le diría que por favor se cuide también...
Pues por desgracia, ella no podrá cuidarse demasiado, tiene cosas que hacer... Cosas terribles por hacer, pero no queda más remedio, poco después llegaría su padre... Y ella tiene entrenamiento pendiente.
Afirmó en tono animado, por decir lo menos, pues ella realmente quería que se siguieran viendo, lo deseaba profundamente y además le daba de cierto modo algo que esperar para cuando termine todo eso... Suponiendo qué no acaben todos muertos por culpa de ese árbol.
Pero en fin, incluso si pasa... Pues no sabe, ya verá como consigue volver de una forma u otra, o mantenerse en este mundo, para algo es que completará su formación como nigromante, pero mientras tanto, supone que será lo que tenga que ser, pero de cualquier forma, asiente.
S-Suena bien... A-Aunque no estoy muy segura de que podría ser para que no sea muy evidente...
Porque por supuesto, si no, la palabra clave no tiene gracia ninguna, tiene que ser algo sutil, así que se lleva una manita al mentón mientras piensa al respecto.
O-Oh... M-Muchas gracias... Y a decir verdad... U-Usar cartas me parece bien, creo que es el mejor modo...
Pues puede dibujarles corazones y además le da seguridad de que será más difícil que la gente se entere de lo que dicen... Pero de cualquier forma, le correspondió al abrazo con gusto.
Pero luego, algo la sacó de su tren de pensamiento, un patronus... Con una voz tenía un rato largo sin escuchar, la de Justin, que curioso, lo último que supo de él fue lo que le contó Khan, pero debe estar estar bien si ha estado trabajando todo este tiempo.
H-Huh...
Se notaba qué el asunto era todo un tema, pero era algo de ellos, y a ella poco y nada le concernía, pero al menos le daba gusto que Justin estuviera bien.
Finalmente, le daría un beso en la mejilla a Khan antes de que se desapareciera, y le diría que por favor se cuide también...
Pues por desgracia, ella no podrá cuidarse demasiado, tiene cosas que hacer... Cosas terribles por hacer, pero no queda más remedio, poco después llegaría su padre... Y ella tiene entrenamiento pendiente.
Lemóni Cefiadis
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Esto no es bueno, y ella lo sabe, en otras circunstancias, jamás hubiera querido tener que llegar a estos límites, sin embargo, luego de los últimos sucesos con Amnael, y de lo que necesita poder hacer para ayudarle a Catherine a salvar al maestro Rasputin, ella sabe que es la única manera.
Por eso es que se encuentra en este momento en el sótano del castillo el lugar que podría considerarse relativamente seguro para hacer lo que iban a hacer, aunque ningún lugar puede considerarse verdaderamente seguro, solo lo suficientemente para que las cosas no se salgan de control.
En este momento, se encuentra estudiando el lenguaje de los demonios, mismo que es extraño, su construcción no es nada parecida a ninguna lengua terrenal, ni siquiera a la lengua de los muertos, pero, en parte le sabía de cierto modo natural, como si siempre hubiese estado preparada para hablarla.
Y en eso, pudo ver como su padre estaba por decirle algo, algo que seguramente sería importante que escuche, así que antes de seguir con lo que está haciendo, deberá de escuchar a su padre, y seguramente sentirse verdaderamente inquieta por lo que está a punto de escuchar.
Por eso es que se encuentra en este momento en el sótano del castillo el lugar que podría considerarse relativamente seguro para hacer lo que iban a hacer, aunque ningún lugar puede considerarse verdaderamente seguro, solo lo suficientemente para que las cosas no se salgan de control.
En este momento, se encuentra estudiando el lenguaje de los demonios, mismo que es extraño, su construcción no es nada parecida a ninguna lengua terrenal, ni siquiera a la lengua de los muertos, pero, en parte le sabía de cierto modo natural, como si siempre hubiese estado preparada para hablarla.
Y en eso, pudo ver como su padre estaba por decirle algo, algo que seguramente sería importante que escuche, así que antes de seguir con lo que está haciendo, deberá de escuchar a su padre, y seguramente sentirse verdaderamente inquieta por lo que está a punto de escuchar.
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Erebus con un semblanza funesto y severo se encargaba de enseñarle a Lemóni todo lo que tenía que saber acerca de la lengua de los demonios, y tal como esperaba, ella era natural en ello, cosa normal, es algo que le viene en la sangre, algo horrible y con lo que nadie debería estar obligado a cargar... Pero él no creyó que sucedería, de haberlo sabido, jamás hubiera tenido descendencia.
No puede evitar sentir que la culpa se le clava, afilada en el corazón, y todo será mucho peor más adelante, tanto para Lemóni, como para él mismo, por eso es que será honesto con ella, y pararía sus lecciones un momento para explicarle.
Lemóni, este momento es cuando debo disculparme contigo.
Introdujo el hombre.
Juro que nunca quise esto para tí, Tú y tu madre han sido lo único que tengo desde hace muchos años...
Todos los que ella lleva viva.
Lamento, y lamentaré toda mi vida lo que has tenido qué soportar por tu herencia, y también todos lo que aún te queda por soportar... Y debo decirlo ahora, porque una vez que empiece, no habrá tiempo de lamentos...
Y con eso, finalmente procedería a explicar el procedimiento.
Para el entrenamiento, deberás de conocer a un demonio de cada casa, pues la única forma de que logres exaltar el potencial qué has heredado tan rápido, es mediante clases prácticas...
Suspiró.
Primero deberás de enfrentarte a sus siete verdades, estudiar el conocimiento qué yo he descubierto sobre ellos a lo largo de los años, luego deberás enfrentar sus siete tormentos, enfrascarte con ellos en combate singular en una batalla desigual, y finalmente, deberás pronunciar sus siete nombres, y doblegarlos.
Aseveró.
Esto no solo te enseñará a lidiar con las cosas en caso de que ocurra lo peor, si no que te enseñará la lección más importante de todas.
Entonces observó a Lemóni directamente a los ojos con una mirada por demás penetrante.
Tratas con demonios, y creeme cuando te digo que aún no comprendes la real extensión de esas palabras, pero lo harás, y sabrás por qué no quiero esto para tí, y por qué la única razón por la qué hacemos esto es porque las circunstancias nos obligan.
Y finalmente, concluiría.
Te ayudaré durante la extensión del entrenamiento, sanaré tus heridas, pero por desgracia, eso solo mantendrá a salvo tu vida, aún así tu mente, cuerpo y espíritu sufrirán a cada momento, no volverás a ser la misma, nadie vuelve a serlo, solo espero que eso no signifique algo terrible... Pero por ahora, sigamos las lecciones teóricas.
Procedería a enseñarle más sobre la lengua de los demonios, las runas del caos, y los círculos qué utiliza para la manipulación, sellado, invocación y destierro de los demonios todo lo que su pequeña va a necesitar, durante este periodo donde no puede evitar cuestionarse quien de los dos sufrirá más.
No puede evitar sentir que la culpa se le clava, afilada en el corazón, y todo será mucho peor más adelante, tanto para Lemóni, como para él mismo, por eso es que será honesto con ella, y pararía sus lecciones un momento para explicarle.
Lemóni, este momento es cuando debo disculparme contigo.
Introdujo el hombre.
Juro que nunca quise esto para tí, Tú y tu madre han sido lo único que tengo desde hace muchos años...
Todos los que ella lleva viva.
Lamento, y lamentaré toda mi vida lo que has tenido qué soportar por tu herencia, y también todos lo que aún te queda por soportar... Y debo decirlo ahora, porque una vez que empiece, no habrá tiempo de lamentos...
Y con eso, finalmente procedería a explicar el procedimiento.
Para el entrenamiento, deberás de conocer a un demonio de cada casa, pues la única forma de que logres exaltar el potencial qué has heredado tan rápido, es mediante clases prácticas...
Suspiró.
Primero deberás de enfrentarte a sus siete verdades, estudiar el conocimiento qué yo he descubierto sobre ellos a lo largo de los años, luego deberás enfrentar sus siete tormentos, enfrascarte con ellos en combate singular en una batalla desigual, y finalmente, deberás pronunciar sus siete nombres, y doblegarlos.
Aseveró.
Esto no solo te enseñará a lidiar con las cosas en caso de que ocurra lo peor, si no que te enseñará la lección más importante de todas.
Entonces observó a Lemóni directamente a los ojos con una mirada por demás penetrante.
Tratas con demonios, y creeme cuando te digo que aún no comprendes la real extensión de esas palabras, pero lo harás, y sabrás por qué no quiero esto para tí, y por qué la única razón por la qué hacemos esto es porque las circunstancias nos obligan.
Y finalmente, concluiría.
Te ayudaré durante la extensión del entrenamiento, sanaré tus heridas, pero por desgracia, eso solo mantendrá a salvo tu vida, aún así tu mente, cuerpo y espíritu sufrirán a cada momento, no volverás a ser la misma, nadie vuelve a serlo, solo espero que eso no signifique algo terrible... Pero por ahora, sigamos las lecciones teóricas.
Procedería a enseñarle más sobre la lengua de los demonios, las runas del caos, y los círculos qué utiliza para la manipulación, sellado, invocación y destierro de los demonios todo lo que su pequeña va a necesitar, durante este periodo donde no puede evitar cuestionarse quien de los dos sufrirá más.
Lemóni Cefiadis
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Lemóni escuchó cada palabra de su padre, y mientras tanto, no pudo evitar derramar lágrimas, tanto por la tristeza, como el miedo, su padre no es alguien muy expresivo, pero ella sabe en su corazón qué lo que le ha dicho es cierto, que lo que están haciendo en verdad está mal.
Pero no tiene alternativas, ella por su propia cuenta, no tiene forma de hacer lo que Catherine espera de ella, no tiene forma de ayudar a su maestro, no tiene forma de enfrentarse a Amnael, y todas son cosas que la persiguen, cosas a las qué tendrá que encarar...
Ha llegado al punto de no retorno, una vez que pase por esto, podrá pretender, pero la esperanza de volver a ser como solía será vana, y lo peor es que en lo profundo de su ser, algo le dice que ni aunque sea consiente de esto, está verdaderamente preparada para lo que el abismo tiene preparado para ella.
...
No pudo salir del sótano durante toda la extensión del estudio, por lo que rápidamente perdió la noción del tiempo, ha empezado a pedir comida cuando tiene hambre, y dormir cuando tiene sueño, al menos tiene a su padre, quien evita qué su cordura se vea demasiado afectada y está con ella en casi todo momento.
Sin embargo, es consciente de que las lecciones se están terminando, su habla de la lengua demoníaca cada vez mejora y mejora, y empieza a ver diferente las runas del caos, empieza a ver lo que son en lugar de lo que parecen ser.
Por lo tanto, no estuvo sorprendida cuando su padre le avisó qué era hora de encontrarse con su primer demonio...
Pero no tiene alternativas, ella por su propia cuenta, no tiene forma de hacer lo que Catherine espera de ella, no tiene forma de ayudar a su maestro, no tiene forma de enfrentarse a Amnael, y todas son cosas que la persiguen, cosas a las qué tendrá que encarar...
Ha llegado al punto de no retorno, una vez que pase por esto, podrá pretender, pero la esperanza de volver a ser como solía será vana, y lo peor es que en lo profundo de su ser, algo le dice que ni aunque sea consiente de esto, está verdaderamente preparada para lo que el abismo tiene preparado para ella.
...
No pudo salir del sótano durante toda la extensión del estudio, por lo que rápidamente perdió la noción del tiempo, ha empezado a pedir comida cuando tiene hambre, y dormir cuando tiene sueño, al menos tiene a su padre, quien evita qué su cordura se vea demasiado afectada y está con ella en casi todo momento.
Sin embargo, es consciente de que las lecciones se están terminando, su habla de la lengua demoníaca cada vez mejora y mejora, y empieza a ver diferente las runas del caos, empieza a ver lo que son en lugar de lo que parecen ser.
Por lo tanto, no estuvo sorprendida cuando su padre le avisó qué era hora de encontrarse con su primer demonio...
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Pasado el tiempo, Erebus ha notado el avance de su hija, más que suficiente, lo que tal vez no le haya terminado de cuadrar, luego de lo que va a experimentar tendrá sentido, algunas cosas solo se pueden comprender del todo una vez se hablan con verdaderos demonios.
Una vez que ella ha respondido a su llamado, lo primero que hace es entregarle el primer libro.
Este libro te enseñará todo lo que puedo enseñarte sobre la casa a la que pertenece el demonio al qué te enfrentarás, un Asharu...
Elegido como el primero debido a que es el tipo de demonio con el que está más familiarizado, debido a que es el demonio qué guarda en su interior.
Lo estudiarás dos veces, una antes del encuentro, y otra después, solo para asegurarnos.
Lo que experimentará con el demonio, debería ser suficiente para fijar los conocimientos a su mente.
...
Una vez que ella terminase de leer, y de escribir un ensayo sobre el libro, para ayudar al fijar mejor el conocimiento, empezaría el ritual, el momento que le provoca dolor de solo pensarlo, y por desgracia estará forzado a mirar, pues debe asegurarse de que las cosas no se salgan de control...
Una vez que ella ha respondido a su llamado, lo primero que hace es entregarle el primer libro.
Este libro te enseñará todo lo que puedo enseñarte sobre la casa a la que pertenece el demonio al qué te enfrentarás, un Asharu...
Elegido como el primero debido a que es el tipo de demonio con el que está más familiarizado, debido a que es el demonio qué guarda en su interior.
Lo estudiarás dos veces, una antes del encuentro, y otra después, solo para asegurarnos.
Lo que experimentará con el demonio, debería ser suficiente para fijar los conocimientos a su mente.
...
Una vez que ella terminase de leer, y de escribir un ensayo sobre el libro, para ayudar al fijar mejor el conocimiento, empezaría el ritual, el momento que le provoca dolor de solo pensarlo, y por desgracia estará forzado a mirar, pues debe asegurarse de que las cosas no se salgan de control...
Lemóni Cefiadis
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H-Huh... Sí... Me aseguraré de esforzarme...
La pequeña Lemóni tomó el libro... Y entonces se enfrentó a la realidad, los demonios de esta casa alguna vez fueron ángeles qué protegían a la humanidad... Y que eran hoy conocidos como Azotes, había oído de ellos, sí, pero lo que decía en el libro era bastante intenso, y le dejaba claro que eran seres mucho más complejos de lo que ella jamás creyó, además dándole la sensación de que... Se sentía algo mal, no podía evitar preguntarse, si ellos también seguían sufriendo hasta este día...
...
Una vez estudiado el libro y realizado un ensayo del mismo, fue la hora del ritual, pudo ver a su padre invocando al demonio generando un círculo de invocación con solo su magia, que se manifestaba como luz carmesí, y ahí lo vió emerger, un horror carnoso con cuatro brazos, dos piernas, y grandes alas, pero con un rostro extrañamente humanoide, podía ver partes de este ser latir y retorcerse, como si estuviera intentando tomar aire, y estremecerse como si hubiera estado sufriendo, esto antes de que su padre le ordenara una sola cosa, que le provoque dolor a ella, sin llegar a matar, y entonces la criatura se irguió en toda su altura con sus músculos acomodándose en una forma humanoide, y mirándola fijamente.
Lemóni entonces sintió miedo solo de verlo, pero, también, necesitaba hacerle una pregunta, y con su nuevo conocimiento en la lengua de los demonios, procurando ser lo más clara posible, le cuestionó algo.
>¿Qué sientes?<
Pudo ver a la criatura qué le causaba inquietud afilar la mirada por un segundo, o por lo menos eso pareció hacer.
>Lo que tú sentirás...<
Entonces se lanzó al combate casi de inmediato, y Lemóni no logró reaccionar de inmediato, por lo que acabó siendo arrojada por uno de los golpes de los fuertes brazos del demonio, mismo que aprovechó su ventaja para seguir atacando sin dar cuartel alguno y Lemóni pudo sentir su pequeño cuerpo ser gravemente herido en poco tiempo, perdiendo el aliento, seguramente incluso sufriendo alguna fractura, con todo el dolor que conlleva, pero, por alguna extraña razón, no estaba sangrando, aunque ese demonio obviamente era muy fuerte.
Entonces, cuando no pudo levantarse, ese ente se cirnió sobre ella, y... Empezó a curar sus heridas, de una forma muy similar a como su padre suele sanar... Y una vez que hubo terminado, susurró...
>Otra vez...<
Entonces, por medio de una ráfaga de viento la obligó a levantarse, y la pelea empezó a otra vez, está vez ella se defendió más, hizo todo lo que pudo con su magia para intentar derrotar al demonio, pero finalmente, volvió a perder...
>Otra vez...<
Y él ciclo volvió a repetirse...
>Otra vez...<
Combatir...
>Otra vez...<
Perder...
>Otra vez...<
Sanar...
>Otra vez...<
Estaba sufriendo, no solo por lo doloroso qué era luchar contra un oponente superior...
>Otra vez...<
Si no que estaba empezando a sentirse muy frustrada...
>Otra vez...<
No importaba lo duro qué intentase, ganarle luchando de frente era imposible, la sensación de seguir peleando por mucho que sabes que no tiene sentido, es algo mucho más pesado de lo que hubiera imaginado, no es capaz de decir con certeza cuanto lo intentó, cuanto tardó en darse cuenta que solo había una forma de detener esto...
>Otra vez...<
Fue entonces que lo hizo, empezó a hacer lo necesario para averiguar el nombre astral del demonio, incluso mientras estaba siendo apalizada una vez detrás de otra, y apenas podía descansar, pero debía hacerlo, solo de esa forma iba a parar el tormento al qué estaba siendo sometida...
Hasta que finalmente... Como una revelación, le llegó, y una vez que lo hizo, ella gritó el nombre con la fuerza qué le quedaba, mientras ordenaba al demonio retroceder, y este, finalmente lo hizo... Lemóni entonces jadeó y se sostuvo el costado, sintiendo un dolor agudo de inmediato, ahogando un grito y tosiendo, debía tener alguna costilla rota, pero lo que sea que el demonio estuviera haciendo, debía estar evitando qué sufriera una hemorragia...
Entonces fue qué ella lo miró, y pudo notarlo ahora cuando se vió reflejada en su mirada... Ahora los dos se miraban igual el uno al otro.
Fue entonces que le golpeó, pero no el demonio, al qué ella ya tenía a raya gracias a esta magia... Sí no la realización de lo que le quiso decir... Lo que sentía era eso, como si peleara incansablemente, sin sentido, contra alguien o algo que no puede vencer.
Ella entonces lo miró largamente, mientras sentía doler hasta su propia respiración y volvió a sentir que esto no le agradaba, pero... No estaba haciendo nada de esto porque quería, y probablemente, ese demonio tampoco, por lo cual, procedería a hacer el conjuro propicio para desterrarlo... Antes de caer... Y ser socorrida por su padre...
La pequeña Lemóni tomó el libro... Y entonces se enfrentó a la realidad, los demonios de esta casa alguna vez fueron ángeles qué protegían a la humanidad... Y que eran hoy conocidos como Azotes, había oído de ellos, sí, pero lo que decía en el libro era bastante intenso, y le dejaba claro que eran seres mucho más complejos de lo que ella jamás creyó, además dándole la sensación de que... Se sentía algo mal, no podía evitar preguntarse, si ellos también seguían sufriendo hasta este día...
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Una vez estudiado el libro y realizado un ensayo del mismo, fue la hora del ritual, pudo ver a su padre invocando al demonio generando un círculo de invocación con solo su magia, que se manifestaba como luz carmesí, y ahí lo vió emerger, un horror carnoso con cuatro brazos, dos piernas, y grandes alas, pero con un rostro extrañamente humanoide, podía ver partes de este ser latir y retorcerse, como si estuviera intentando tomar aire, y estremecerse como si hubiera estado sufriendo, esto antes de que su padre le ordenara una sola cosa, que le provoque dolor a ella, sin llegar a matar, y entonces la criatura se irguió en toda su altura con sus músculos acomodándose en una forma humanoide, y mirándola fijamente.
Lemóni entonces sintió miedo solo de verlo, pero, también, necesitaba hacerle una pregunta, y con su nuevo conocimiento en la lengua de los demonios, procurando ser lo más clara posible, le cuestionó algo.
>¿Qué sientes?<
Pudo ver a la criatura qué le causaba inquietud afilar la mirada por un segundo, o por lo menos eso pareció hacer.
>Lo que tú sentirás...<
Entonces se lanzó al combate casi de inmediato, y Lemóni no logró reaccionar de inmediato, por lo que acabó siendo arrojada por uno de los golpes de los fuertes brazos del demonio, mismo que aprovechó su ventaja para seguir atacando sin dar cuartel alguno y Lemóni pudo sentir su pequeño cuerpo ser gravemente herido en poco tiempo, perdiendo el aliento, seguramente incluso sufriendo alguna fractura, con todo el dolor que conlleva, pero, por alguna extraña razón, no estaba sangrando, aunque ese demonio obviamente era muy fuerte.
Entonces, cuando no pudo levantarse, ese ente se cirnió sobre ella, y... Empezó a curar sus heridas, de una forma muy similar a como su padre suele sanar... Y una vez que hubo terminado, susurró...
>Otra vez...<
Entonces, por medio de una ráfaga de viento la obligó a levantarse, y la pelea empezó a otra vez, está vez ella se defendió más, hizo todo lo que pudo con su magia para intentar derrotar al demonio, pero finalmente, volvió a perder...
>Otra vez...<
Y él ciclo volvió a repetirse...
>Otra vez...<
Combatir...
>Otra vez...<
Perder...
>Otra vez...<
Sanar...
>Otra vez...<
Estaba sufriendo, no solo por lo doloroso qué era luchar contra un oponente superior...
>Otra vez...<
Si no que estaba empezando a sentirse muy frustrada...
>Otra vez...<
No importaba lo duro qué intentase, ganarle luchando de frente era imposible, la sensación de seguir peleando por mucho que sabes que no tiene sentido, es algo mucho más pesado de lo que hubiera imaginado, no es capaz de decir con certeza cuanto lo intentó, cuanto tardó en darse cuenta que solo había una forma de detener esto...
>Otra vez...<
Fue entonces que lo hizo, empezó a hacer lo necesario para averiguar el nombre astral del demonio, incluso mientras estaba siendo apalizada una vez detrás de otra, y apenas podía descansar, pero debía hacerlo, solo de esa forma iba a parar el tormento al qué estaba siendo sometida...
Hasta que finalmente... Como una revelación, le llegó, y una vez que lo hizo, ella gritó el nombre con la fuerza qué le quedaba, mientras ordenaba al demonio retroceder, y este, finalmente lo hizo... Lemóni entonces jadeó y se sostuvo el costado, sintiendo un dolor agudo de inmediato, ahogando un grito y tosiendo, debía tener alguna costilla rota, pero lo que sea que el demonio estuviera haciendo, debía estar evitando qué sufriera una hemorragia...
Entonces fue qué ella lo miró, y pudo notarlo ahora cuando se vió reflejada en su mirada... Ahora los dos se miraban igual el uno al otro.
Fue entonces que le golpeó, pero no el demonio, al qué ella ya tenía a raya gracias a esta magia... Sí no la realización de lo que le quiso decir... Lo que sentía era eso, como si peleara incansablemente, sin sentido, contra alguien o algo que no puede vencer.
Ella entonces lo miró largamente, mientras sentía doler hasta su propia respiración y volvió a sentir que esto no le agradaba, pero... No estaba haciendo nada de esto porque quería, y probablemente, ese demonio tampoco, por lo cual, procedería a hacer el conjuro propicio para desterrarlo... Antes de caer... Y ser socorrida por su padre...
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Y el espectáculo, ha sido tan indigesto como esperaba, el demonio no tuvo reparos en desquitar su propio tormento de la mejor forma qué tenía a la mano, por medio de una batalla sin cuartel, interminablemente horrible, qué le hacía recordar el por qué no existe belleza alguna en el conflicto.
La escena le quemaba por dentro, estaba totalmente furioso consigo mismo por todo esto, pero en su interior, sabía que la mejor forma de garantizar qué su hija logre su objetivo, es que tenga que hacerlo para detener su sufrimiento...
Estaba apretando los puños mientras veía el tormento avanzar, pero no podía intervenir, por mucho que deseara hacerlo, ella debía ser quien detenga al demonio, pero mientras tanto, simplemente quería detener todo y abrazar a su pequeña hija, pero no podía, ya que en el fondo sabía que no iba a poder protegerla siempre, que ella debía ser capaz de protegerse a sí misma.
El cruento combate se extendió tanto que por un segundo se temió qué no iba a parar nunca, hasta que finalmente... Escuchó el nombre astral del demonio salir de la boca de su hija, y se sintió capaz de respirar de nuevo, lo hizo por fin...
En ese momento solo esperó a que ella misma desterrara al demonio y una vez eso ocurrió, y Lemóni se desplomó, de forma inmediata él fue a ayudarla, la llevó a una cama preparada especialmente para su recuperación, y procedió a sanarla de forma metódica...
...
Por desgracia una vez la pequeña despertó, lo que tuvo que hacer fue hacerle un examen de conocimiento, haciendo preguntas sobre qué tipo de forma apocalíptica tenía el demonio, las propiedades de esta, que saberes utilizó para atormentarla, puesto que también tuvo que asegurarse de que fuera capaz de asimilar esta información en las peores circunstancias.
Y Lemóni, aunque visiblemente agotada y con reflejos de dolor aún, fue capaz de ello, cosa que le enorgulleció, aunque fuera en este contexto tan funesto, Lemóni parecía más reflexiva qué otra cosa después de que el demonio la atormentara, pero todavía faltaba faltaba mucho...
...
Luego de un periodo de recuperación... Y de repaso teórico, volvió a llamar a Lemóni, y le entregó un libro más este sobre el tipo de demonio qué más les apremiaba.
Este libro es de la casa de la qué viene el próximo demonio, es un Lammasu, se trata de la misma casa de la qué viene Amnael.
Le explicó con tal de que comprenda la importancia de que también vea este demonio rápidamente, y de que lo asimile de forma correcta.
Una vez que le dió el libro a Lemóni, ha sido lo mismo, estudio, ensayo, y finalmente, otro ritual más, otro donde debería de ver sufrir todavía más a su hija, de una forma diferente a como ha sufrido hasta ahora, ya que esa es la peor parte, ningún demonio la atormentará de la misma forma, y eso él lo sabe, esto será un horrible sufrimiento para todos de principio a fin.
La escena le quemaba por dentro, estaba totalmente furioso consigo mismo por todo esto, pero en su interior, sabía que la mejor forma de garantizar qué su hija logre su objetivo, es que tenga que hacerlo para detener su sufrimiento...
Estaba apretando los puños mientras veía el tormento avanzar, pero no podía intervenir, por mucho que deseara hacerlo, ella debía ser quien detenga al demonio, pero mientras tanto, simplemente quería detener todo y abrazar a su pequeña hija, pero no podía, ya que en el fondo sabía que no iba a poder protegerla siempre, que ella debía ser capaz de protegerse a sí misma.
El cruento combate se extendió tanto que por un segundo se temió qué no iba a parar nunca, hasta que finalmente... Escuchó el nombre astral del demonio salir de la boca de su hija, y se sintió capaz de respirar de nuevo, lo hizo por fin...
En ese momento solo esperó a que ella misma desterrara al demonio y una vez eso ocurrió, y Lemóni se desplomó, de forma inmediata él fue a ayudarla, la llevó a una cama preparada especialmente para su recuperación, y procedió a sanarla de forma metódica...
...
Por desgracia una vez la pequeña despertó, lo que tuvo que hacer fue hacerle un examen de conocimiento, haciendo preguntas sobre qué tipo de forma apocalíptica tenía el demonio, las propiedades de esta, que saberes utilizó para atormentarla, puesto que también tuvo que asegurarse de que fuera capaz de asimilar esta información en las peores circunstancias.
Y Lemóni, aunque visiblemente agotada y con reflejos de dolor aún, fue capaz de ello, cosa que le enorgulleció, aunque fuera en este contexto tan funesto, Lemóni parecía más reflexiva qué otra cosa después de que el demonio la atormentara, pero todavía faltaba faltaba mucho...
...
Luego de un periodo de recuperación... Y de repaso teórico, volvió a llamar a Lemóni, y le entregó un libro más este sobre el tipo de demonio qué más les apremiaba.
Este libro es de la casa de la qué viene el próximo demonio, es un Lammasu, se trata de la misma casa de la qué viene Amnael.
Le explicó con tal de que comprenda la importancia de que también vea este demonio rápidamente, y de que lo asimile de forma correcta.
Una vez que le dió el libro a Lemóni, ha sido lo mismo, estudio, ensayo, y finalmente, otro ritual más, otro donde debería de ver sufrir todavía más a su hija, de una forma diferente a como ha sufrido hasta ahora, ya que esa es la peor parte, ningún demonio la atormentará de la misma forma, y eso él lo sabe, esto será un horrible sufrimiento para todos de principio a fin.
Lemóni Cefiadis
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Una vez que despertó, su padre estaba ahí, pudo ver lo abatido qué también estaba... Y a pesar de eso, lo primero que hizo fue hacerle un examen, uno que no tuvo problemas en responder, lo quiera o no, el tipo de experiencia qué acaba de tener no es algo que simplemente se pueda ir de la mente...
...
El proceso de recuperación fue duro, porque en escencia solo su cuerpo podía descansar, tenía que seguir ensayando, no podía soltar ni un poco de su conocimiento, pues la única forma de lograr terminar el tormento al qué la sometan los demonios, es poder desterrarlos, y para desterrarlos, tiene que pronunciarlo todo perfectamente...
...
Y finalmente, una vez estuvo en condiciones y su padre le ayudó a recobrar la moral, su siguiente demonio sin dudas era necesario, por lo que, aunque siguiera teniendo miedo del tormento al qué podría someterla, sabe que tiene que poder superarlo.
Así que estudia de forma especialmente rigurosa el libro, revisando qué Amnael... Parece tener la faz de las tormentas, cosa curiosa, le parece que es el saber que menos utiliza, y además, le hace saber que todo es muy extraño... Y que definitivamente, será una sesión dura...
...
Y finalmente, tras el estudio, llegó el encuentro...
Cuando su padre invocó a este demonio, la visión qué tuvo, fue extraña, una figura bella, que podría haber confundido fácilmente con una persona de graciles maneras cuya sola figura le resultaba reconfortante, si no fuera por un detalle... Los brazos.
Tenía tantos... Que no le constaba si realmente eran tantos como parecían o si era alguna clase de ilusión óptica por la posición en que estaban, y terminaban en manos tersas pero con garras además de que sus labios eran de un extraño tono de verde.
Este recibió la misma orden qué el anterior, y la miró, pero sorprendentemente, lo primero que este demonio hizo fue hablarle.
>¿No te parece que esto es demasiado?<
Lemóni entonces alzó las cejas.
>¿D-Demasiado?<
Entonces este ser prosiguió.
>Demasiado para tí, pequeña... No puedes ocultar tus intenciones de mí, sé lo que intentas...<
Entonces Lemóni se sintió sacudida, y pudo ver al ente deslizar una sonrisa por su bello rostro.
>Lo único que realmente quieres es dejar todo el asunto en paz, que las cosas estén bien y ya... ¿Sabes lo fantasioso qué es eso, no? Esperar qué la gente simplemente no sufra, que estén bien y ya, para que su sufrimiento no te moleste... Es casi como si te molestara el hecho de que son seres qué sienten y padecen... Que a pesar de qué les pasen cosas horribles, preferirías qué se resuelva todo de forma mágica...<
Esas palabras le han pegado fuerte a Lemóni, aparte del hecho de que no estaba esperando que el demonio se sentara a charlar con ella... No podía negar que no estaba tan equivocado con algunas cosas que decía... Las cosas habían empezado tan bien cuando se recuperó, y se fueron al infierno tan rápido...
Que quisiera que pudieran arreglarse igual de rápido, desearía no tener que estar haciendo esto por solo una esperanza de que las cosas vayan a mejor, y la sola idea de pensar que incluso si se arregla, tal vez todos terminen con secuelas, le estresa de solo pensarlo, es como si fuera imposible que todo vuelva a estar bien...
Y entonces siente un dolor agudo en uno de sus brazos, y cuando voltea a ver, el demonio está mucho más cerca, y le a agarrado del brazo, clavandole las garras, estas parecen tener la forma perfecta para sujetar.
>P-Pero...<
>¿Cuándo me acerqué tanto?... Fuiste descuidada, pequeña, has puesto demasiada atención a mí voz...<
Entonces procedió a tomarle de brazos y piernas con otras tres de sus extremidades, para finalmente alzarla y observarla directamente con una mirada burlona, sin dudas dispuesta a empezar su tormento de verdad...
>Es triste... Porque tu sueño es imposible...<
Entonces el demonio procedió a dejarle un rasguño en el torso, nada profundo, pero que le hizo soltar un ligero quejido.
>La gente no puede dejar de sufrir... Incluso si tuvieras tanto poder para resolver todos sus problemas... Encontrarán la forma de sufrir más, la realidad es esa. <
>E-Eso no es---<
Lemóni dejó salir otro quejido cuando la criatura a vuelto a rasguñarla, sin dejarla terminar.
>Los mortales son todos pateticos.<
Enunció.
>Hace tanto quisimos ayudarlos, y hoy por hoy ni siquiera puedo entender que les vimos.<
Lemóni experimentaba dolor por los cortes, pero este era poco, lo que de verdad le caía como puñales eran las palabras del demonio, porque en parte empezaba a temer qué pudiera tener razón, que la gente solo seguiría haciéndose daño pasase lo que pasase, de una forma o de otra...
>Y veamos... ¿Qué más deseas? ¿Qué deseos conforman tu más grande anhelo?<
Luego la criatura entrecerró los ojos, aunque en realidad qué le haga falta hacerlo es improbable, lo más seguro es que solo esté siendo teatral, se parece a Amnael en eso.
>Mm... Quieres salvar a tu maestro... Y es genuino, que dulce, debe importarte mucho...<
>L-Lo hace...<
Se reafirmó, y el corruptor asintió por un momento.
>Es una lástima que sea una idea tan ridícula...<
>¿¡Qu--<
Pero no pudo realmente decir nada pues otro zarpazo la forzó a quejarse, podía sentir un poco de sangre asomarse por las heridas, aunque solo fueran superficiales.
>Sí la situación es tan mala para que tu maestro, y repito... Tú maestro, alguien que seguro tenga las mismas habilidades qué tú, pero mejores, y más cosas que seguro aún no te ha enseñado, esté en tanto riesgo...<
Entonces le soltó otro zarpazo y Lemóni empezó a lagrimear.
>¿Qué te hace creer que una niña como tú tiene posibilidad de algo?, No eres ningún héroe de fábula, no eres la elegida de nada, no puedes ni enfrentarme tú sola, de no ser por el nigromante qué me ha invocado, seguro no estarías viva ahora.<
Y así siguió, no sabe cuanto tiempo duró, pero el demonio se dedicó a nombrar sueños y esperanzas uno detrás de otro, destrozando todos y cada uno, mientras hacía lo mismo con su piel y ropa, en ocasiones colocando sus dedos en su boca para cubrirlos con su saliva y dejarle venenosas caricias sobre las heridas, que aumentaban el ardor y dolor qué sentía...
Pero aún así... Tuvo que concentrarse porque si no lo hacía, su dolor solo iba a seguir y seguir, aunque se sienta sin esperanzas, por desesperación es que finalmente logra obtener y gritar el nombre astral del corruptor también.
Este al escuchar su nombre la soltó de golpe y ella cayó, pero incluso desde el suelo, le obligó a tirarse al suelo también, mientras decía.
>N-No es todo cierto... E-Ellos creen en mí... D-Debe ser por alguna razón... No... Puedo... Parar... Aún...<
Debía seguir, si no podía confiar en sí misma, al menos debería poder confiar en lo que los demás dicen, eso debe valer algo, al menos una mínima esperanza, si puede funcionar... Debe intentarse, por lo menos un poco...
Entonces desterró al corruptor y perdió sus fuerzas, desmayandose, y volviendo a ser rescatada por su padre.
...
El proceso de recuperación fue duro, porque en escencia solo su cuerpo podía descansar, tenía que seguir ensayando, no podía soltar ni un poco de su conocimiento, pues la única forma de lograr terminar el tormento al qué la sometan los demonios, es poder desterrarlos, y para desterrarlos, tiene que pronunciarlo todo perfectamente...
...
Y finalmente, una vez estuvo en condiciones y su padre le ayudó a recobrar la moral, su siguiente demonio sin dudas era necesario, por lo que, aunque siguiera teniendo miedo del tormento al qué podría someterla, sabe que tiene que poder superarlo.
Así que estudia de forma especialmente rigurosa el libro, revisando qué Amnael... Parece tener la faz de las tormentas, cosa curiosa, le parece que es el saber que menos utiliza, y además, le hace saber que todo es muy extraño... Y que definitivamente, será una sesión dura...
...
Y finalmente, tras el estudio, llegó el encuentro...
Cuando su padre invocó a este demonio, la visión qué tuvo, fue extraña, una figura bella, que podría haber confundido fácilmente con una persona de graciles maneras cuya sola figura le resultaba reconfortante, si no fuera por un detalle... Los brazos.
Tenía tantos... Que no le constaba si realmente eran tantos como parecían o si era alguna clase de ilusión óptica por la posición en que estaban, y terminaban en manos tersas pero con garras además de que sus labios eran de un extraño tono de verde.
Este recibió la misma orden qué el anterior, y la miró, pero sorprendentemente, lo primero que este demonio hizo fue hablarle.
>¿No te parece que esto es demasiado?<
Lemóni entonces alzó las cejas.
>¿D-Demasiado?<
Entonces este ser prosiguió.
>Demasiado para tí, pequeña... No puedes ocultar tus intenciones de mí, sé lo que intentas...<
Entonces Lemóni se sintió sacudida, y pudo ver al ente deslizar una sonrisa por su bello rostro.
>Lo único que realmente quieres es dejar todo el asunto en paz, que las cosas estén bien y ya... ¿Sabes lo fantasioso qué es eso, no? Esperar qué la gente simplemente no sufra, que estén bien y ya, para que su sufrimiento no te moleste... Es casi como si te molestara el hecho de que son seres qué sienten y padecen... Que a pesar de qué les pasen cosas horribles, preferirías qué se resuelva todo de forma mágica...<
Esas palabras le han pegado fuerte a Lemóni, aparte del hecho de que no estaba esperando que el demonio se sentara a charlar con ella... No podía negar que no estaba tan equivocado con algunas cosas que decía... Las cosas habían empezado tan bien cuando se recuperó, y se fueron al infierno tan rápido...
Que quisiera que pudieran arreglarse igual de rápido, desearía no tener que estar haciendo esto por solo una esperanza de que las cosas vayan a mejor, y la sola idea de pensar que incluso si se arregla, tal vez todos terminen con secuelas, le estresa de solo pensarlo, es como si fuera imposible que todo vuelva a estar bien...
Y entonces siente un dolor agudo en uno de sus brazos, y cuando voltea a ver, el demonio está mucho más cerca, y le a agarrado del brazo, clavandole las garras, estas parecen tener la forma perfecta para sujetar.
>P-Pero...<
>¿Cuándo me acerqué tanto?... Fuiste descuidada, pequeña, has puesto demasiada atención a mí voz...<
Entonces procedió a tomarle de brazos y piernas con otras tres de sus extremidades, para finalmente alzarla y observarla directamente con una mirada burlona, sin dudas dispuesta a empezar su tormento de verdad...
>Es triste... Porque tu sueño es imposible...<
Entonces el demonio procedió a dejarle un rasguño en el torso, nada profundo, pero que le hizo soltar un ligero quejido.
>La gente no puede dejar de sufrir... Incluso si tuvieras tanto poder para resolver todos sus problemas... Encontrarán la forma de sufrir más, la realidad es esa. <
>E-Eso no es---<
Lemóni dejó salir otro quejido cuando la criatura a vuelto a rasguñarla, sin dejarla terminar.
>Los mortales son todos pateticos.<
Enunció.
>Hace tanto quisimos ayudarlos, y hoy por hoy ni siquiera puedo entender que les vimos.<
Lemóni experimentaba dolor por los cortes, pero este era poco, lo que de verdad le caía como puñales eran las palabras del demonio, porque en parte empezaba a temer qué pudiera tener razón, que la gente solo seguiría haciéndose daño pasase lo que pasase, de una forma o de otra...
>Y veamos... ¿Qué más deseas? ¿Qué deseos conforman tu más grande anhelo?<
Luego la criatura entrecerró los ojos, aunque en realidad qué le haga falta hacerlo es improbable, lo más seguro es que solo esté siendo teatral, se parece a Amnael en eso.
>Mm... Quieres salvar a tu maestro... Y es genuino, que dulce, debe importarte mucho...<
>L-Lo hace...<
Se reafirmó, y el corruptor asintió por un momento.
>Es una lástima que sea una idea tan ridícula...<
>¿¡Qu--<
Pero no pudo realmente decir nada pues otro zarpazo la forzó a quejarse, podía sentir un poco de sangre asomarse por las heridas, aunque solo fueran superficiales.
>Sí la situación es tan mala para que tu maestro, y repito... Tú maestro, alguien que seguro tenga las mismas habilidades qué tú, pero mejores, y más cosas que seguro aún no te ha enseñado, esté en tanto riesgo...<
Entonces le soltó otro zarpazo y Lemóni empezó a lagrimear.
>¿Qué te hace creer que una niña como tú tiene posibilidad de algo?, No eres ningún héroe de fábula, no eres la elegida de nada, no puedes ni enfrentarme tú sola, de no ser por el nigromante qué me ha invocado, seguro no estarías viva ahora.<
Y así siguió, no sabe cuanto tiempo duró, pero el demonio se dedicó a nombrar sueños y esperanzas uno detrás de otro, destrozando todos y cada uno, mientras hacía lo mismo con su piel y ropa, en ocasiones colocando sus dedos en su boca para cubrirlos con su saliva y dejarle venenosas caricias sobre las heridas, que aumentaban el ardor y dolor qué sentía...
Pero aún así... Tuvo que concentrarse porque si no lo hacía, su dolor solo iba a seguir y seguir, aunque se sienta sin esperanzas, por desesperación es que finalmente logra obtener y gritar el nombre astral del corruptor también.
Este al escuchar su nombre la soltó de golpe y ella cayó, pero incluso desde el suelo, le obligó a tirarse al suelo también, mientras decía.
>N-No es todo cierto... E-Ellos creen en mí... D-Debe ser por alguna razón... No... Puedo... Parar... Aún...<
Debía seguir, si no podía confiar en sí misma, al menos debería poder confiar en lo que los demás dicen, eso debe valer algo, al menos una mínima esperanza, si puede funcionar... Debe intentarse, por lo menos un poco...
Entonces desterró al corruptor y perdió sus fuerzas, desmayandose, y volviendo a ser rescatada por su padre.
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Y tal como creyó qué pasaría, el siguiente demonio no ha perdido el paso, de hecho, por mucho que las heridas en el cuerpo de Lemóni no son ni por asomo tan graves, sigue siendo cuestionable cual de los dos tormentos resulta peor, puesto que incluso cuando está seguro de que luego de los ataques del azote, los rasguños deben resultar bastante más fáciles de soportar, pero lo que no debe serlo, debe ser la sensación qué debe tener Lemóni cuando el corruptor destroza sus esperanzas una detrás de otra mientras la hiere superficialmente, y por desgracia, así es como se manejan.
La capacidad de esos demonios de conocer los deseos y emociones de la gente es mucho más peligrosa de lo que el común de la gente podría imaginar, no es control mental, no es algo de lo que puedas liberarte, y es algo muy fácil de usar en tu contra.
Le ha resultado desgarrador ver a Lemóni llorar mientras escuchaba las palabras del demonio, era claro que estaba sufriendo de más maneras qué solo físicamente, pero por desgracia, al ver como las heridas se acumulaban, no podía apartar la mirada, debía estar seguro de que Lemóni no perdiera mucha sangre.
Pero no pasó, ese corruptor sabía donde cortar para minimizar el sangrado, solo por causar dolor, cosa que acrecentaba con el veneno qué le estaba impregnando en las heridas, la visión era absolutamente descorazonadora, pero, afortunadamente, también terminó llegando a su fin, cuando Lemóni finalmente ha logrado desterrar al corruptor...
Volvió a llevarla a la cama entonces, y a tratarla, retirando el veneno de su sistema y cerrando sus heridas, su cuerpo en sí no estaba en tan mal estado, pero lo que sin dudas lo estaba cuando despertó... Era su mente, la veía con una mirada vacía, y tuvo que ayudarle para intentar rebajar el daño que el corruptor le hizo a sus emociones, aunque esto no eliminó el examen qué le hizo, y está vez... No sé le dió tan bien, algunas respuestas parecían hacer más referencia a Amnael qué al corruptor actual, pero él se la dió por buena, supone que era natural qué le venga a la mente...
...
Luego de todo esto, de más estudio, finalmente la iba a llamar, aunque con cada demonio qué pasaba, llamarla para el próximo le dolía más, pero tenia que hacerlo, ya habían empezado y debían terminar...
Por lo que le entregó el próximo libro.
Este libro es de la próxima casa qué deberás revisar, los Rabisu, quizás un descanso para la mente, pero no para el cuerpo, desgraciadamente.
Entonces entregó el libro...
...
Pasado el tiempo, su hija terminó otro libro más, y escribió otro ensayo más, que le hizo saber a Erebus qué por desgracia, era la hora de dejar a su hija con esta bestia... Así que no perdería más tiempo, invocaría al demonio y observaría.
La capacidad de esos demonios de conocer los deseos y emociones de la gente es mucho más peligrosa de lo que el común de la gente podría imaginar, no es control mental, no es algo de lo que puedas liberarte, y es algo muy fácil de usar en tu contra.
Le ha resultado desgarrador ver a Lemóni llorar mientras escuchaba las palabras del demonio, era claro que estaba sufriendo de más maneras qué solo físicamente, pero por desgracia, al ver como las heridas se acumulaban, no podía apartar la mirada, debía estar seguro de que Lemóni no perdiera mucha sangre.
Pero no pasó, ese corruptor sabía donde cortar para minimizar el sangrado, solo por causar dolor, cosa que acrecentaba con el veneno qué le estaba impregnando en las heridas, la visión era absolutamente descorazonadora, pero, afortunadamente, también terminó llegando a su fin, cuando Lemóni finalmente ha logrado desterrar al corruptor...
Volvió a llevarla a la cama entonces, y a tratarla, retirando el veneno de su sistema y cerrando sus heridas, su cuerpo en sí no estaba en tan mal estado, pero lo que sin dudas lo estaba cuando despertó... Era su mente, la veía con una mirada vacía, y tuvo que ayudarle para intentar rebajar el daño que el corruptor le hizo a sus emociones, aunque esto no eliminó el examen qué le hizo, y está vez... No sé le dió tan bien, algunas respuestas parecían hacer más referencia a Amnael qué al corruptor actual, pero él se la dió por buena, supone que era natural qué le venga a la mente...
...
Luego de todo esto, de más estudio, finalmente la iba a llamar, aunque con cada demonio qué pasaba, llamarla para el próximo le dolía más, pero tenia que hacerlo, ya habían empezado y debían terminar...
Por lo que le entregó el próximo libro.
Este libro es de la próxima casa qué deberás revisar, los Rabisu, quizás un descanso para la mente, pero no para el cuerpo, desgraciadamente.
Entonces entregó el libro...
...
Pasado el tiempo, su hija terminó otro libro más, y escribió otro ensayo más, que le hizo saber a Erebus qué por desgracia, era la hora de dejar a su hija con esta bestia... Así que no perdería más tiempo, invocaría al demonio y observaría.
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Luego de lo ocurrido con el corruptor, tras haberse desmayado, inevitablemente tuvo pesadillas inquietantes, repitiendo una y otra vez las palabras del corruptor en su mente, mismas que finalmente hicieron qué al despertar, se sintiera horriblemente abatida y con la mente difusa, era verdad lo que creía... Hasta ahora no sabía que tan cruel podía ser un demonio.
Lo que le hizo pensar un momento... En Amnael, aún con todo lo que hizo, nunca le hizo tanto daño, pero seguramente podía, y no sabía como sentirse al respecto, entendería si no quisiera dañarle el cuerpo, ¿Pero y la mente? ¿Por qué la trataba aparentemente con tanto cuidado?...
...
Pero el tiempo pasó, se la pasaba llorando en loe brazos de su padre y estudiando, hasta que recuperó los papeles eventualmente, al menos suficiente para enfrentarse al siguiente horror, un devorador... Este le inquietaba también...
C-Creo que estos aborrecen todo lo que va contra la naturaleza...
Y bueno... Huelga decir que ella misma es bastante antinatural ya desde sus poderes... Cosa que no hace las cosas nada mejores... Pero en fin, tendría que estudiar, y hacer otro ensayo...
...
Entonces llegó el momento, y cuando vió salir al demonio del portal, tuvo que decir que su aspecto la hizo sentirse confusa, por un lado, si observase solo de la mitad de la cara hacia arriba, vería un ser sin dudas muy bello, pero de la mitad de la cara hacía abajo... Podía ver algo sin dudas pesadillezco.
Podía ver la mandíbula carnosa de la cosa, abriéndose a una escala poco natural, como si se tratase de una serpiente, mientras que tenía a lo largo del cuerpo una especie de armadura de placas qué parecían ser de hueso, mismas que cubrían un cuerpo de una altura poco natural, pero a la vez delgado, una figura tan inquietante como la del resto de demonios.
Y entonces fue cuando al demonio le fue dada la misma orden qué al resto de los anteriores, pero en el caso de este, no hubieron palabras, pues este casi de inmediato se limitó a emitir un bramido sobrenatural, y empezar con su tormento.
Extendió una de sus manos, y procedió a moverla extrañamente, hasta que se escuchó un horrible y brutal crujido, pero no venía de nada del demonio, si no que venía de Lemóni, que no tardó en desplomarse, gritar, y vomitar por obra del shock generado por el monstruoso dolor tan repentino...
Pues lo que acaba de pasar, era qué el demonio manipuló la carne que cubre el fémur de una de sus piernas para que se moviera y ejerciera una inmensa presión sobre el hueso, hasta provocarle una fractura compuesta, y al ser este un hueso tan duro el dolor que causa es complicado de explicar, está temblando ahora mismo, sin mencionar lo bizarramente horrible qué es sentir los bordes afilados de su propio hueso roto herir su carne, este shock le hizo imposible tomar pensamiento, al menos hasta que el propio demonio le hizo reaccionar, ¿Cómo? Pues simple...
No sabe cuando lo hizo, pero había invocado a un par de lobos venían a morderla también, y el dolor que le generaron sus dientes la sacó del shock, y le permitió conjurar una barrera mágica capaz de mitigar un poco el asalto.
Pero entonces lo sintió, el demonio empezó a hacer lo mismo con la carne de su brazo, quería hacerle lo mismo que a su pierna, por lo que Lemóni en este caso se preparó, empezó a pensar y a recitar conjuros, para buscar el nombre astral del demonio mientras sentía como su brazo se rompía, a la vez que su barrera, y las bestias iban a morderla...
Pero incluso así... No sé detuvo, no podía... O todo simplemente se volvería peor... Y gracias a ello, en poco tiempo, logró gritar el nombre astral del devorador, en esta ocasión jadeando, temblando...
Pero para evitar que el tormento siga, sosteniendo el control con todo lo que tenía, y luego de eso, se aseguraría de decirle al demonio qué se encargue de reacomodar su carne y los trozos de sus huesos, proceso qué... Fue francamente horriblemente doloroso, quizás tanto como qué se los rompieran en primer lugar...
Pero... Debía seguir... Debía sostenerse... Y así lo hizo hasta que su cuerpo volvió a su sitio, y entonces desterró al tercer demonio... Y finalmente se desmayó, teniendo qué ser socorrida por su padre nuevamente, a la vez teniendo por último pensamiento, que será horrible de principio a fin lidiar con esto...
Lo que le hizo pensar un momento... En Amnael, aún con todo lo que hizo, nunca le hizo tanto daño, pero seguramente podía, y no sabía como sentirse al respecto, entendería si no quisiera dañarle el cuerpo, ¿Pero y la mente? ¿Por qué la trataba aparentemente con tanto cuidado?...
...
Pero el tiempo pasó, se la pasaba llorando en loe brazos de su padre y estudiando, hasta que recuperó los papeles eventualmente, al menos suficiente para enfrentarse al siguiente horror, un devorador... Este le inquietaba también...
C-Creo que estos aborrecen todo lo que va contra la naturaleza...
Y bueno... Huelga decir que ella misma es bastante antinatural ya desde sus poderes... Cosa que no hace las cosas nada mejores... Pero en fin, tendría que estudiar, y hacer otro ensayo...
...
Entonces llegó el momento, y cuando vió salir al demonio del portal, tuvo que decir que su aspecto la hizo sentirse confusa, por un lado, si observase solo de la mitad de la cara hacia arriba, vería un ser sin dudas muy bello, pero de la mitad de la cara hacía abajo... Podía ver algo sin dudas pesadillezco.
Podía ver la mandíbula carnosa de la cosa, abriéndose a una escala poco natural, como si se tratase de una serpiente, mientras que tenía a lo largo del cuerpo una especie de armadura de placas qué parecían ser de hueso, mismas que cubrían un cuerpo de una altura poco natural, pero a la vez delgado, una figura tan inquietante como la del resto de demonios.
Y entonces fue cuando al demonio le fue dada la misma orden qué al resto de los anteriores, pero en el caso de este, no hubieron palabras, pues este casi de inmediato se limitó a emitir un bramido sobrenatural, y empezar con su tormento.
Extendió una de sus manos, y procedió a moverla extrañamente, hasta que se escuchó un horrible y brutal crujido, pero no venía de nada del demonio, si no que venía de Lemóni, que no tardó en desplomarse, gritar, y vomitar por obra del shock generado por el monstruoso dolor tan repentino...
Pues lo que acaba de pasar, era qué el demonio manipuló la carne que cubre el fémur de una de sus piernas para que se moviera y ejerciera una inmensa presión sobre el hueso, hasta provocarle una fractura compuesta, y al ser este un hueso tan duro el dolor que causa es complicado de explicar, está temblando ahora mismo, sin mencionar lo bizarramente horrible qué es sentir los bordes afilados de su propio hueso roto herir su carne, este shock le hizo imposible tomar pensamiento, al menos hasta que el propio demonio le hizo reaccionar, ¿Cómo? Pues simple...
No sabe cuando lo hizo, pero había invocado a un par de lobos venían a morderla también, y el dolor que le generaron sus dientes la sacó del shock, y le permitió conjurar una barrera mágica capaz de mitigar un poco el asalto.
Pero entonces lo sintió, el demonio empezó a hacer lo mismo con la carne de su brazo, quería hacerle lo mismo que a su pierna, por lo que Lemóni en este caso se preparó, empezó a pensar y a recitar conjuros, para buscar el nombre astral del demonio mientras sentía como su brazo se rompía, a la vez que su barrera, y las bestias iban a morderla...
Pero incluso así... No sé detuvo, no podía... O todo simplemente se volvería peor... Y gracias a ello, en poco tiempo, logró gritar el nombre astral del devorador, en esta ocasión jadeando, temblando...
Pero para evitar que el tormento siga, sosteniendo el control con todo lo que tenía, y luego de eso, se aseguraría de decirle al demonio qué se encargue de reacomodar su carne y los trozos de sus huesos, proceso qué... Fue francamente horriblemente doloroso, quizás tanto como qué se los rompieran en primer lugar...
Pero... Debía seguir... Debía sostenerse... Y así lo hizo hasta que su cuerpo volvió a su sitio, y entonces desterró al tercer demonio... Y finalmente se desmayó, teniendo qué ser socorrida por su padre nuevamente, a la vez teniendo por último pensamiento, que será horrible de principio a fin lidiar con esto...
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Y el devorador... Que tal como pensó se destacó por ser el más descarnado, el ver la escena de lo que ocurrió pasarle a su hija francamente le hizo sentir náuseas, fue algo tan horrible ver como hizo qué su propia carne y sangre se volviera contra ella...
Una visión digna del infierno, y nunca mejor dicho, esto, simplemente parece que nunca dejará de ser absolutamente horrido, cada demonio se encarga de traer el tormento a su muy especial forma, cada uno haciendo qué se sienta cada vez peor por todo esto, pero que a la vez, para su infinita desgracia...
Puede notar que está funcionando, Lemóni es cada vez un poco más capaz con su magia qué antes, cada vez lo hace mejor, no solo sus habilidades natas, si no, que su propio instinto parece estar afinandose para permitirle aclararse en los momentos más intensos, para su infinito dolor, el entrenamiento está demostrando tener los resultados esperados.
Por lo que, cuando su hija vuelve a desmayarse, y él se encarga de sanarla otra vez más, sabe que esto va a seguir, va a llevarlo hasta el final, pues por desgracia el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, o en este caso, el camino del infierno.
...
Una vez que se despertó, volvió a hacerle el examen, y a pesar de lo horrible de la situación, ha vuelto a pasarlo, sin dudas había estudiado el libro, y era capaz de saber que demonio estaba enfrentando incluso aunque la estuviera torturando.
...
Luego de eso, vino el estudio extra, el cual ya en este punto estaba muy avanzado, Lemóni ya había absorbido las runas y la lengua de los demonios casi a plenitud, lo indispensable ya lo tenía sin dudas cosa que significaba qué todo estaba avanzando, pero por desgracia... La parte teórica no puede durar eternamente...
...
Luego, tras un tiempo, fue hora del próximo demonio, por lo que Erebus le ha entregado el próximo libro, un libro que marca un horror tan grande como todos los demás, pero al mismo tiempo e igual que todos los demás, único en su ejecución.
Este libro, habla sobre los demonios de la casa Namaru, los demonios de los que suele venir la idea del fuego del infierno y la mayoría de ideas comunes qué se tienen sobre los demonios, pero no por eso debes bajar la guardia o tomarlos menos enserio... No lo olvides, tratas con demonios.
Mientras recordase eso, iba a estar bien, o por lo menos, todo lo bien que es posible estar... Pero en eso, algo más paso, escuchó toques en la puerta del sótano, y se dió cuenta que era su esposa, mimas qué hasta ahora les había estado proporcionando la comida y el agua indispensables.
Y como esperaba, en este punto acabaron teniendo una fuerte pelea, pues aunque ambos sabían que esto no se podía evitar, su esposa tenía más dificultades para asimilarlo, sobre todo el no poder estar para su hija también.
Él intentó hacerle ver que no querría tener que estar presente, pero no funcionó... Al final tuvo que dejarla entrar, luego de terminar de explicarle las cosas, y ella sirvió como apoyo moral para Lemóni mientras estudiaba el libro, cosa que parece que le levantó un poco el ánimo a la pequeña...
...
Pero finalmente, el momento de la invocación llegó, él intentó hacer qué esposa se retirara para no obligarla a ver, pero la respuesta fue negativa, por lo que decidió dejarla estar y entonces procedería a la invocación del demonio qué corresponde ahora, un diablo...
Una visión digna del infierno, y nunca mejor dicho, esto, simplemente parece que nunca dejará de ser absolutamente horrido, cada demonio se encarga de traer el tormento a su muy especial forma, cada uno haciendo qué se sienta cada vez peor por todo esto, pero que a la vez, para su infinita desgracia...
Puede notar que está funcionando, Lemóni es cada vez un poco más capaz con su magia qué antes, cada vez lo hace mejor, no solo sus habilidades natas, si no, que su propio instinto parece estar afinandose para permitirle aclararse en los momentos más intensos, para su infinito dolor, el entrenamiento está demostrando tener los resultados esperados.
Por lo que, cuando su hija vuelve a desmayarse, y él se encarga de sanarla otra vez más, sabe que esto va a seguir, va a llevarlo hasta el final, pues por desgracia el camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones, o en este caso, el camino del infierno.
...
Una vez que se despertó, volvió a hacerle el examen, y a pesar de lo horrible de la situación, ha vuelto a pasarlo, sin dudas había estudiado el libro, y era capaz de saber que demonio estaba enfrentando incluso aunque la estuviera torturando.
...
Luego de eso, vino el estudio extra, el cual ya en este punto estaba muy avanzado, Lemóni ya había absorbido las runas y la lengua de los demonios casi a plenitud, lo indispensable ya lo tenía sin dudas cosa que significaba qué todo estaba avanzando, pero por desgracia... La parte teórica no puede durar eternamente...
...
Luego, tras un tiempo, fue hora del próximo demonio, por lo que Erebus le ha entregado el próximo libro, un libro que marca un horror tan grande como todos los demás, pero al mismo tiempo e igual que todos los demás, único en su ejecución.
Este libro, habla sobre los demonios de la casa Namaru, los demonios de los que suele venir la idea del fuego del infierno y la mayoría de ideas comunes qué se tienen sobre los demonios, pero no por eso debes bajar la guardia o tomarlos menos enserio... No lo olvides, tratas con demonios.
Mientras recordase eso, iba a estar bien, o por lo menos, todo lo bien que es posible estar... Pero en eso, algo más paso, escuchó toques en la puerta del sótano, y se dió cuenta que era su esposa, mimas qué hasta ahora les había estado proporcionando la comida y el agua indispensables.
Y como esperaba, en este punto acabaron teniendo una fuerte pelea, pues aunque ambos sabían que esto no se podía evitar, su esposa tenía más dificultades para asimilarlo, sobre todo el no poder estar para su hija también.
Él intentó hacerle ver que no querría tener que estar presente, pero no funcionó... Al final tuvo que dejarla entrar, luego de terminar de explicarle las cosas, y ella sirvió como apoyo moral para Lemóni mientras estudiaba el libro, cosa que parece que le levantó un poco el ánimo a la pequeña...
...
Pero finalmente, el momento de la invocación llegó, él intentó hacer qué esposa se retirara para no obligarla a ver, pero la respuesta fue negativa, por lo que decidió dejarla estar y entonces procedería a la invocación del demonio qué corresponde ahora, un diablo...
Lemóni Cefiadis
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Bando
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Nacionalidad
Una vez hubo despertado, su padre la había curado, se sentía mejor, sí, pero en su vida nunca experimentó un dolor así de intenso, ha sido quizás una de las peores cosas que le hayan sucedido físicamente, porque en lo que refiere al tormento a nivel general está en entre dicho cual tortura es la peor, sin dudas cada demonio puso de su parte...
...
Las cosas pasaron otro examen, otra nota aprobatoria, al menos estaba tomándole el ritmo a esa parte del entrenamiento, lo de aprovechar su tiempo de recuperación para estudiar, realmente estaba ayudando también...
...
Pero, lo que de verdad le ayudó, fue la repentina llegada de su madre tras un tiempo...
Primero la escuchó pelear con padre, pero finalmente bajó, y Lemóni la abrazó sin reparos... Lo necesitaba, para poder respirar otra vez, aunque eso no quitara qué debía seguir, la necesitaba, y que estuviera ahí le motivaba un poco más a seguir lograndolo.
...
Y finalmente, pasó la entrega del nuevo libro, un libro sobre los vulgarmente llamados diablos, uno de los cuales sería su nuevo atormentador, la verdad eso de que fuera la visión más típica de un demonio... No era nada tranquilizador, le daba... Una horrible sensación de anticipación.
...
Y cuando finalmente vió al demonio... Fue todo lo que podría haber creído qué iba a ser, y mucho más.
La figura oscura se alzó desde el portal donde fue invocada, volando, con un par de alas de color de la ceniza, y que parecían tener ligeras brasas encendidas en algunas partes, pero sí bien solo usaba dos para volar, tenía seis, dos cubriendole el rostro, y dos cubriendole los pies...
Era realmente alto y absolutamente negro, además de que tenía dos enormes cuernos qué se asomaban a pesar de que sus alas le cubrieran el rostro.
Y este... Era el único que estaba mirándola desde el primer momento, no veía sus ojos, pero sabía que estaba mirándola, estaba incluso ligeramente inclinado en su dirección desde el momento de su llegada, y este, tal cual como los tres qué lo precedieron, recibió la orden, y hubo silencio unos eternos segundos...
Pero cuando finalmente habló, su voz, aunque queda, seca y rasposa como la ceniza deslizandose, resultaba absolutamente pavorosa, de una forma qué sin dudas no es natural.
>No hace falta realmente mucho...<
Lemóni, aunque escuchar a este ser era algo que no podía evitar que le diera escalofríos, tuvo que preguntar.
>¿M-Mucho para qué?<
El demonio entonces dejó salir una baja y seca, que resultaba, de alguna forma, incluso más antinaturalmente inquietante qué su voz normal, e hizo lo que pareció un gesto de ver por encima del hombro, a donde están sus padres, antes de decir.
>¿No lo sabes, verdad?<
Respuesta qué por supuesto, solo logró confundirla más, pero parece que su silencio por sí mismo fue suficiente respuesta para el demonio.
>¿Alguna vez te preguntaste que es lo que hace a un monstruo, un monstruo?... ¿Un monstruo puede nacer?...<
Entre más hablaba ese demonio, más confundida se sentía... Pero a la vez en su interior crecía la sensación de que algo estaba muy mal aquí, pero aún así... A diferencia de con el corruptor, tenía la guardia alta, solo evitaba hacer algo de momento por la incertidumbre... ¿Qué estaba intentando decir?...
>¿D-De qué estás hablando?<
>¡ESTOY HABLANDO DE TÍ!<
Exclamó con una voz como un trueno, que le hizo caer de espaldas súbitamente, con un sentimiento de pánico sobrenatural, que le hizo hiperventilarse, mientras el demonio volaba en su dirección, descubriendo sus ojos con lentitud...
Ojos qué solo podrían ser descritos como qué ardían, sin emitir ninguna clase de luz.
>Verás la verdad ahora, esa será tú condena...<
Entonces el demonio le transmitió visiones... Y no hizo solo eso, pudo percibir qué usaba otro de sus poderes, un poder para revelar, para mostrarle la verdad... Pudo ver a sus padres entonces...
Pero solo sabía que lo eran, por el sitio, pues lo que vió, fue terrible, vió una bestia de figura canina, enorme y que parecía tener tanta sangre en sus garras y fauces, que no había forma de que fuera suya, además de que su figura era inimaginablemente oscura, tan oscura, que era casi apenas una silueta.
Y su padre, era casi como una sombra con poca forma, con alas, y ojos distribuidos caprichosamente por una figura que no acababa de ser una figura, definitivamente la silueta de alguna clase de demonio, entonces escuchó una voz, la voz del diablo.
>Monstruos... Ella era una bestia tiempo antes de ser mordida, él era un demonio tiempo de vender su alma...<
Ahora sentía una inquietante sensación, pues recordaba entonces algo que decía el libro, los diablos pueden revelar la verdad... Pero eso... Eso quería decir...
>El mayor logro de la humanidad, es lograr que los mortales malvados necesiten poner excusas u ocultarse...<
Pudo sentir las palabras entrar a su sistema del mismo modo que el miedo que le generaban lo hacía...
>M-Mamá... P-Papá...<
Pudo escuchar otra suave risa venir de parte del demonio.
>La sangre de los inocentes es un gran fertilizante... Eres una hermosa flor... Y eso es tan absurdamente injusto...<
Lemóni tuvo la sensación de que el corazón se le caía al suelo por un segundo, pues incluso antes de que lo dijera el demonio estaba dejando su punto en claro, pero igual terminó por decirlo, por si alguna duda quedase.
>La justicia no existe en este mundo... Los monstruos pueden tener un final feliz... Y los inocentes siempre morirán olvidados... Y la mayor prueba de ello, eres tú... Eres la injusticia...<
Y luego de unos largos segundos, donde pudo sentir el peso de la revelación, tuvo otra visión, está vez se veía a sí misma, y, seguía pareciendose a sí misma, pero... Algo estaba mal, entre más duraba la misión, sentía que algo estaba mal...
>A simple vista nadie podría notarlo...<
Y entonces la visión empezó a cambiar, manchas oscuras empezaron a aparecer a la altura de sus ojos y labios...
>Tal vez pienses que nadie podría notarlo... Y tal vez tengas razón... Podrás engañarte a tí misma... Podrás salir impune de cuanto hagas en esta vida... Pero lo que estas haciendo... Ni siquiera con todo lo que hayas visto entenderás lo que de verdad implica...<
Pausó un momento más...
>¡PERO AHORA LO VERÁS!<
Pudo escuchar lo que pareció ser otro trueno, y lo que pudo ver... Fueron literalmente visiones del infierno... Visiones de una eternidad de tormento y miseria, las risas y llantos de los que un día fueron seres celestiales, y los gritos de las almas...
>Pero ya es tarde para tí... Has cruzado una línea de la qué jamás podrás regresar...<
Pues el utilizar esta magia... Es uno de los actos más viles qué existen... Se trata de nada más y nada menos que un pecado mortal.
>No existe esperanza para tí... Tras la muerte, incluso si finalmente no entregas tu alma a un demonio, el destino qué te aguarda es algo que no podrías concebir... Ya es demasiado tarde para tí, el abismo aguarda tu llegada en un coro eterno de risas y llantos...<
Y mientras lo escuchaba, las visiones qué tuvo... Le han dejado claro el peso de las palabras de este demonio, le han permitido notar, que dice la verdad, ahora que se ha echo con este poder un único destino le aguarda, al final de la ruta es esto todo lo que le espera...
>Y no solo para tí... No existe esperanza... Para nadie...<
Antes de que pudiera procesarlo, casi de inmediato pudo observar visiones de algo más... De la tierra... Y fue solo entonces que realmente fue consiente de la gravedad de lo que ocurría en este mundo, toda su vida vivió en una burbuja...
Pero por lo que ahora ve, puede notar una cosa... Este lugar donde vive... Es verdaderamente horrible, es de verdad... Incluso peor de lo que ella creería posible, personas actuando... Como si no fueran personas, o quizás... Las personas actúan así... Y resulte qué la rara es ella... Por desear un poco de paz.
>Dios existe... Y abandonó este lugar hace mucho tiempo... No existe paz en la vida... No existe paz en la muerte... Solo una eternidad de agonía en todas las direcciones...<
... Y repentinamente, volvió a la realidad, y estaba... Las cosas ya no eran igual.
Solo podía ver los ojos del demonio muy cerca de ella, en algún momento dejó de volar y se cernía justamente sobre ella... No tiene idea cuanto tiempo se miraron, solo sentía las lágrimas resbalar silenciosamente por su rostro, mientras se llenaba con este extraño... Dolor fantasma, no estaba herida...
Pero sentía como si todo el castillo se le hubiera caído encima...
No podía ni siquiera gritar... El demonio ni siquiera estaba haciendo contacto con ella, pero sentía tal peso sobre su ser qué le faltaba el aliento, por la horrible realización... Y peor aún... No había forma de mejorar esto, pues lo peor de todo... Es que el diablo no le mintió, ese es el horror de la verdad, la verdad es cuando una palabra es capaz de tomar forma y alcanzarte, la mentiras pueden lacerarte, pero solo la verdad puede destruirte, ese es el sufrimiento de la verdad...
Pero entonces, en mitad de esta horrorosa situación, parece que el demonio decidió rematar la faena de una vez... Pues Lemóni sintió parte de su ropa quemándose de golpe, descubriendo la parte frontal de su torso...
Y entonces fue qué sintió algo que le hizo quejarse súbitamente del dolor...
El dedo ardiente del diablo empezó a quemar su piel, dibujando sobre la misma, mientras que le volvía a hablar...
>En un mundo donde no existe la justicia, ni la esperanza, ni la paz... Donde ni siquiera la muerte es consuelo...<
Afirmó.
>Y me pregunto... ¿Un monstruo puede nacer?... Solo hay una forma de saberlo... La maldad solo se ve... Cuando no existe ninguna razón para ser bueno...<
Y mientras el demonio dibujaba sobre su piel... Lemóni recitaba... Y recitaba... Hasta que finalmente... Lo encontró... El nombre astral, y está vez, se limitó a decirlo, claramente, pero sin una gran energía... Y una vez lo dijo, solo anunció...
>Supongo... Que solo lo hago por egoísmo...<
Y luego procedió a desterrar al demonio, razonando qué... Es posible que su maestro esté igual de condenado qué ella... Que incluso si lo salva, eso quizás no haga ninguna diferencia...
Pero... Quiere verlo... Al menos... Quiere verlo... Tal vez... Tal vez si funciona, tal vez las cosas puedan ser soportables... Tal vez su propia senda al infierno pueda ser un camino agradable, como la de sus padres, con suerte así será.
Entonces se giró despacio, y estando de lado, se durmió, pues se sentía mortalmente agotada.
...
Las cosas pasaron otro examen, otra nota aprobatoria, al menos estaba tomándole el ritmo a esa parte del entrenamiento, lo de aprovechar su tiempo de recuperación para estudiar, realmente estaba ayudando también...
...
Pero, lo que de verdad le ayudó, fue la repentina llegada de su madre tras un tiempo...
Primero la escuchó pelear con padre, pero finalmente bajó, y Lemóni la abrazó sin reparos... Lo necesitaba, para poder respirar otra vez, aunque eso no quitara qué debía seguir, la necesitaba, y que estuviera ahí le motivaba un poco más a seguir lograndolo.
...
Y finalmente, pasó la entrega del nuevo libro, un libro sobre los vulgarmente llamados diablos, uno de los cuales sería su nuevo atormentador, la verdad eso de que fuera la visión más típica de un demonio... No era nada tranquilizador, le daba... Una horrible sensación de anticipación.
...
Y cuando finalmente vió al demonio... Fue todo lo que podría haber creído qué iba a ser, y mucho más.
La figura oscura se alzó desde el portal donde fue invocada, volando, con un par de alas de color de la ceniza, y que parecían tener ligeras brasas encendidas en algunas partes, pero sí bien solo usaba dos para volar, tenía seis, dos cubriendole el rostro, y dos cubriendole los pies...
Era realmente alto y absolutamente negro, además de que tenía dos enormes cuernos qué se asomaban a pesar de que sus alas le cubrieran el rostro.
Y este... Era el único que estaba mirándola desde el primer momento, no veía sus ojos, pero sabía que estaba mirándola, estaba incluso ligeramente inclinado en su dirección desde el momento de su llegada, y este, tal cual como los tres qué lo precedieron, recibió la orden, y hubo silencio unos eternos segundos...
Pero cuando finalmente habló, su voz, aunque queda, seca y rasposa como la ceniza deslizandose, resultaba absolutamente pavorosa, de una forma qué sin dudas no es natural.
>No hace falta realmente mucho...<
Lemóni, aunque escuchar a este ser era algo que no podía evitar que le diera escalofríos, tuvo que preguntar.
>¿M-Mucho para qué?<
El demonio entonces dejó salir una baja y seca, que resultaba, de alguna forma, incluso más antinaturalmente inquietante qué su voz normal, e hizo lo que pareció un gesto de ver por encima del hombro, a donde están sus padres, antes de decir.
>¿No lo sabes, verdad?<
Respuesta qué por supuesto, solo logró confundirla más, pero parece que su silencio por sí mismo fue suficiente respuesta para el demonio.
>¿Alguna vez te preguntaste que es lo que hace a un monstruo, un monstruo?... ¿Un monstruo puede nacer?...<
Entre más hablaba ese demonio, más confundida se sentía... Pero a la vez en su interior crecía la sensación de que algo estaba muy mal aquí, pero aún así... A diferencia de con el corruptor, tenía la guardia alta, solo evitaba hacer algo de momento por la incertidumbre... ¿Qué estaba intentando decir?...
>¿D-De qué estás hablando?<
>¡ESTOY HABLANDO DE TÍ!<
Exclamó con una voz como un trueno, que le hizo caer de espaldas súbitamente, con un sentimiento de pánico sobrenatural, que le hizo hiperventilarse, mientras el demonio volaba en su dirección, descubriendo sus ojos con lentitud...
Ojos qué solo podrían ser descritos como qué ardían, sin emitir ninguna clase de luz.
>Verás la verdad ahora, esa será tú condena...<
Entonces el demonio le transmitió visiones... Y no hizo solo eso, pudo percibir qué usaba otro de sus poderes, un poder para revelar, para mostrarle la verdad... Pudo ver a sus padres entonces...
Pero solo sabía que lo eran, por el sitio, pues lo que vió, fue terrible, vió una bestia de figura canina, enorme y que parecía tener tanta sangre en sus garras y fauces, que no había forma de que fuera suya, además de que su figura era inimaginablemente oscura, tan oscura, que era casi apenas una silueta.
Y su padre, era casi como una sombra con poca forma, con alas, y ojos distribuidos caprichosamente por una figura que no acababa de ser una figura, definitivamente la silueta de alguna clase de demonio, entonces escuchó una voz, la voz del diablo.
>Monstruos... Ella era una bestia tiempo antes de ser mordida, él era un demonio tiempo de vender su alma...<
Ahora sentía una inquietante sensación, pues recordaba entonces algo que decía el libro, los diablos pueden revelar la verdad... Pero eso... Eso quería decir...
>El mayor logro de la humanidad, es lograr que los mortales malvados necesiten poner excusas u ocultarse...<
Pudo sentir las palabras entrar a su sistema del mismo modo que el miedo que le generaban lo hacía...
>M-Mamá... P-Papá...<
Pudo escuchar otra suave risa venir de parte del demonio.
>La sangre de los inocentes es un gran fertilizante... Eres una hermosa flor... Y eso es tan absurdamente injusto...<
Lemóni tuvo la sensación de que el corazón se le caía al suelo por un segundo, pues incluso antes de que lo dijera el demonio estaba dejando su punto en claro, pero igual terminó por decirlo, por si alguna duda quedase.
>La justicia no existe en este mundo... Los monstruos pueden tener un final feliz... Y los inocentes siempre morirán olvidados... Y la mayor prueba de ello, eres tú... Eres la injusticia...<
Y luego de unos largos segundos, donde pudo sentir el peso de la revelación, tuvo otra visión, está vez se veía a sí misma, y, seguía pareciendose a sí misma, pero... Algo estaba mal, entre más duraba la misión, sentía que algo estaba mal...
>A simple vista nadie podría notarlo...<
Y entonces la visión empezó a cambiar, manchas oscuras empezaron a aparecer a la altura de sus ojos y labios...
>Tal vez pienses que nadie podría notarlo... Y tal vez tengas razón... Podrás engañarte a tí misma... Podrás salir impune de cuanto hagas en esta vida... Pero lo que estas haciendo... Ni siquiera con todo lo que hayas visto entenderás lo que de verdad implica...<
Pausó un momento más...
>¡PERO AHORA LO VERÁS!<
Pudo escuchar lo que pareció ser otro trueno, y lo que pudo ver... Fueron literalmente visiones del infierno... Visiones de una eternidad de tormento y miseria, las risas y llantos de los que un día fueron seres celestiales, y los gritos de las almas...
>Pero ya es tarde para tí... Has cruzado una línea de la qué jamás podrás regresar...<
Pues el utilizar esta magia... Es uno de los actos más viles qué existen... Se trata de nada más y nada menos que un pecado mortal.
>No existe esperanza para tí... Tras la muerte, incluso si finalmente no entregas tu alma a un demonio, el destino qué te aguarda es algo que no podrías concebir... Ya es demasiado tarde para tí, el abismo aguarda tu llegada en un coro eterno de risas y llantos...<
Y mientras lo escuchaba, las visiones qué tuvo... Le han dejado claro el peso de las palabras de este demonio, le han permitido notar, que dice la verdad, ahora que se ha echo con este poder un único destino le aguarda, al final de la ruta es esto todo lo que le espera...
>Y no solo para tí... No existe esperanza... Para nadie...<
Antes de que pudiera procesarlo, casi de inmediato pudo observar visiones de algo más... De la tierra... Y fue solo entonces que realmente fue consiente de la gravedad de lo que ocurría en este mundo, toda su vida vivió en una burbuja...
Pero por lo que ahora ve, puede notar una cosa... Este lugar donde vive... Es verdaderamente horrible, es de verdad... Incluso peor de lo que ella creería posible, personas actuando... Como si no fueran personas, o quizás... Las personas actúan así... Y resulte qué la rara es ella... Por desear un poco de paz.
>Dios existe... Y abandonó este lugar hace mucho tiempo... No existe paz en la vida... No existe paz en la muerte... Solo una eternidad de agonía en todas las direcciones...<
... Y repentinamente, volvió a la realidad, y estaba... Las cosas ya no eran igual.
Solo podía ver los ojos del demonio muy cerca de ella, en algún momento dejó de volar y se cernía justamente sobre ella... No tiene idea cuanto tiempo se miraron, solo sentía las lágrimas resbalar silenciosamente por su rostro, mientras se llenaba con este extraño... Dolor fantasma, no estaba herida...
Pero sentía como si todo el castillo se le hubiera caído encima...
No podía ni siquiera gritar... El demonio ni siquiera estaba haciendo contacto con ella, pero sentía tal peso sobre su ser qué le faltaba el aliento, por la horrible realización... Y peor aún... No había forma de mejorar esto, pues lo peor de todo... Es que el diablo no le mintió, ese es el horror de la verdad, la verdad es cuando una palabra es capaz de tomar forma y alcanzarte, la mentiras pueden lacerarte, pero solo la verdad puede destruirte, ese es el sufrimiento de la verdad...
Pero entonces, en mitad de esta horrorosa situación, parece que el demonio decidió rematar la faena de una vez... Pues Lemóni sintió parte de su ropa quemándose de golpe, descubriendo la parte frontal de su torso...
Y entonces fue qué sintió algo que le hizo quejarse súbitamente del dolor...
El dedo ardiente del diablo empezó a quemar su piel, dibujando sobre la misma, mientras que le volvía a hablar...
>En un mundo donde no existe la justicia, ni la esperanza, ni la paz... Donde ni siquiera la muerte es consuelo...<
Afirmó.
>Y me pregunto... ¿Un monstruo puede nacer?... Solo hay una forma de saberlo... La maldad solo se ve... Cuando no existe ninguna razón para ser bueno...<
Y mientras el demonio dibujaba sobre su piel... Lemóni recitaba... Y recitaba... Hasta que finalmente... Lo encontró... El nombre astral, y está vez, se limitó a decirlo, claramente, pero sin una gran energía... Y una vez lo dijo, solo anunció...
>Supongo... Que solo lo hago por egoísmo...<
Y luego procedió a desterrar al demonio, razonando qué... Es posible que su maestro esté igual de condenado qué ella... Que incluso si lo salva, eso quizás no haga ninguna diferencia...
Pero... Quiere verlo... Al menos... Quiere verlo... Tal vez... Tal vez si funciona, tal vez las cosas puedan ser soportables... Tal vez su propia senda al infierno pueda ser un camino agradable, como la de sus padres, con suerte así será.
Entonces se giró despacio, y estando de lado, se durmió, pues se sentía mortalmente agotada.
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Este tormento resultó, especialmente complejo...
Sobre todo porque el demonio tomó un rumbo qué él no hubiera pensado en primera instancia, pero que visto en retrospectiva, era realmente muy probable que ocurriese, el diablo usó el saber del resplandor para la tortura... Y dejó qué Lemóni supiera... Todo.
Hasta donde había podido oír... Y eso...
Es algo que nunca creyó qué tendría que ver, pensó que las cosas podrían seguir como hasta ahora por siempre, pero, luego de lo que acaba de ocurrir... Por primera vez en muchos años... Siente miedo, al ver a Lemóni dormir en el suelo.
Y cuando voltea a ver a su esposa, puede darse cuenta, de que se siente igual que él, pues aunque ellos se conocen muy bien el uno al otro... Lo cierto es que la pequeña jamás lo hizo, por lo mismo, simplemente atinó a decirle.
Por esto es que lo decía.
Entonces ella guardó silencio por un segundo, antes de responder.
Lo siento...
La escuchó decir, y honestamente, no recuerda cuantos años tiene sin escuchar una disculpa de parte de su esposa, pero eso, ya después lo hablarán, por ahora, ambos llevan a Lemóni a la cama para que pueda dormir adecuadamente.
...
Una vez Lemóni estuvo despierta, él quizo decirle cosas, y la miró, y cuando vió la forma en que ella lo miraba de vuelta, se dió cuenta de que también quería decirle cosas, pero ninguno de los dos dijo nada...
Entonces, luego de un tiempo que se sintió eterno, él habló, para hacerle el examen sobre el demonio, mismo que Lemóni respondió de forma perfecta, sin dudas era completamente capaz de decir que es lo que el demonio le hizo exactamente, y eso era suficiente, para ese punto, su madre había vuelto a irse, para traer más comida, pero él sabe que definitivamente ella no volverá a entrar...
...
Luego de tora jornada de estudios y repasos, volvería a ser el día correspondiente, otro libro que iría de sus manos a las de su hija, para que viera el siguiente demonio al qué se tendría que enfrentar.
El siguiente demonio pertenecerá a la casa de los Annunaki, y este libro tiene lo que necesitas saber acerca de ellos...
Los malefactores artifices del infierno con la capacidad de crear los más horribles artilugios qué puedan ser concebidos y más...
...
Una vez que Lemóni entregó el ensayo derivado del libro sobre los Malefactores... No puede aplazarse más, Erebus realiza la invocación correspondiente, todo sea por seguir hasta el final, hasta que sea necesario, ya que en este punto, incluso pensar en detenerse ya es ingenuo. No puede quedar a la mitad, la lección debe ser completa.
Sobre todo porque el demonio tomó un rumbo qué él no hubiera pensado en primera instancia, pero que visto en retrospectiva, era realmente muy probable que ocurriese, el diablo usó el saber del resplandor para la tortura... Y dejó qué Lemóni supiera... Todo.
Hasta donde había podido oír... Y eso...
Es algo que nunca creyó qué tendría que ver, pensó que las cosas podrían seguir como hasta ahora por siempre, pero, luego de lo que acaba de ocurrir... Por primera vez en muchos años... Siente miedo, al ver a Lemóni dormir en el suelo.
Y cuando voltea a ver a su esposa, puede darse cuenta, de que se siente igual que él, pues aunque ellos se conocen muy bien el uno al otro... Lo cierto es que la pequeña jamás lo hizo, por lo mismo, simplemente atinó a decirle.
Por esto es que lo decía.
Entonces ella guardó silencio por un segundo, antes de responder.
Lo siento...
La escuchó decir, y honestamente, no recuerda cuantos años tiene sin escuchar una disculpa de parte de su esposa, pero eso, ya después lo hablarán, por ahora, ambos llevan a Lemóni a la cama para que pueda dormir adecuadamente.
...
Una vez Lemóni estuvo despierta, él quizo decirle cosas, y la miró, y cuando vió la forma en que ella lo miraba de vuelta, se dió cuenta de que también quería decirle cosas, pero ninguno de los dos dijo nada...
Entonces, luego de un tiempo que se sintió eterno, él habló, para hacerle el examen sobre el demonio, mismo que Lemóni respondió de forma perfecta, sin dudas era completamente capaz de decir que es lo que el demonio le hizo exactamente, y eso era suficiente, para ese punto, su madre había vuelto a irse, para traer más comida, pero él sabe que definitivamente ella no volverá a entrar...
...
Luego de tora jornada de estudios y repasos, volvería a ser el día correspondiente, otro libro que iría de sus manos a las de su hija, para que viera el siguiente demonio al qué se tendría que enfrentar.
El siguiente demonio pertenecerá a la casa de los Annunaki, y este libro tiene lo que necesitas saber acerca de ellos...
Los malefactores artifices del infierno con la capacidad de crear los más horribles artilugios qué puedan ser concebidos y más...
...
Una vez que Lemóni entregó el ensayo derivado del libro sobre los Malefactores... No puede aplazarse más, Erebus realiza la invocación correspondiente, todo sea por seguir hasta el final, hasta que sea necesario, ya que en este punto, incluso pensar en detenerse ya es ingenuo. No puede quedar a la mitad, la lección debe ser completa.
Lemóni Cefiadis
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En el momento que despertó... Solo pudo ver a su padre... Y sentir... Sentir qué ni siquiera sabía que debería estar sintiendo, pensaba... Que debía decir algo, pero luego pensaba... ¿Algo como que?... ¿Qué quedaba por decir?... ¿Importaba decir algo a estas alturas?... Eso era lo horrible de la verdad...
Simplemente, no queda nada que decir, los hechos han sido puestos sobre la mesa, y ella ha sido forzada a observar todo el peso de sus implicaciones, lo que todo lo que le queda es pensar como se siente, pero eventualmente, se acab andando cuenta... De qué ni siquiera hay tiempo para eso...
...
Otro examen y otra temporada de estudios... Una de las cosas buenas que tiene Lemóni es que tiene una cierta capacidad de perderse en lo que hace... Ella realmente ama la magia, después de todo, aunque esta será la más complicada de amar seguramente, pero en este punto...
No importa, tiene que centrarse, con el tiempo, cada vez siente el lenguaje menos como algo forzado, y más como algo que le viene naturalmente, cosa que lleva a que en ocasiones murmure cosas que piensa en ese lenguaje, incluso sin acabar de darse cuenta, por la concentración.
...
Y entonces, otro libro cayó en manos... Sobre malefactores esta vez...
C-Creo... Que esto también dolerá...
Ya empezaba a anticiparlo... Y una vez que terminó de estudiar, y procedió a entregar el examen correspondiente, las cosas fueron en escencia lo que pensó que iban a ser, para su inmensa desgracia, cabe decir...
...
El demonio en esta ocasión, cuando salió... Era enorme, todos los demonios eran grandes de cierta forma, sin embargo, este ser, era una mole qué parecía compuesta de metales retorcidos, que debía medir por lo menos unos cuatro metros, como un golem de infernal construcción...
Pudo verlo moverse lentamente, incorporandose desde el portal, haciendo crujir las rocas qué de la mejor forma qué podían toleraban su peso, podía ver en sus ojos brasas ardientes, como si fuera un enorme horno de fundición alimentado por las llamas del propio infierno, y cuando se alzó en toda su altura, pudo notar su figura humanoide.
Pero que parecía al mismo tiempo ser algún tipo de mecanismo extraño y dolorosamente complejo, lleno de filos metálicos diseñados para causar dolor, en esto pensaba ella, cuando su padre dió la misma orden de siempre, y este demonio, como otros antes también hicieron, esperó...
Pero en su caso, no parecía interesado en una conversación tampoco, no, su espera tenía otra finalidad, de alguna forma, incluso a pesar de lo innatural del aspecto de sus ojos, podía notar qué estaba... Meditando, estaba analizando la situación a profundidad... Hasta que en algún punto, Lemóni decidió empezar de una vez con sus conjuraciones...
Pero entonces, el demonio rugió, muy cerca de ella y ella pudo sentir el poder de su voz arrojarla contra la pared del fondo violentamente, lugar donde casi de inmediato sintió como si las propias piedras del muro la atraparan en la posición qué quedó, entonces el demonio finalmente habló.
>No estoy seguro de que es lo que ocurre, sin embargo... No sé tiene una oportunidad de experimentar tan sencilla con mucha frecuencia...<
Entonces el enorme monstruo procedió a ir a un sitio diferente del sótano, concretamente al area de mazmorras qué todo buen castillo posee, y literalmente arrancó una de las puertas metálicas con sus enormes manos de aspecto igualmente metálico.
Y procedió a darle forma al metal por medio de su extraño saber y usando extremidades adicionales más pequeñas qué se desplegaron desde partes de su piel metálica, hasta que finalmente... El aparato estuvo listo.
El demonio procedió a llevarlo, realmente era pequeño, por lo que el demonio todavía metal sobrante qué quizás ocuparía más tarde, pero lo primero que hizo, fue colocar el aparato sobre el brazo de Lemóni, una especie de pesadillezca maquina llena de pequeños engranajes, y piezas de metal.
Con el tirón de una pequeña palanca cuatro de las piezas metálicas se cerraron sobre el brazo de Lemóni, lo bastante fuerte para causar un poco de dolor, pero ya ni de lejos suficiente para hacerle emitir ruido alguno, lo que realmente lo hizo, fue lo próximo.
El demonio empezó a girar una rueda, que Lemóni rápidamente se dió cuenta de que una pieza de metal afilada se clavaba en su brazo, haciéndola quejarse finalmente, pero, tras cierto punto, empezó a sentir un dolor mucho peor, y no comprendía, apenas resistió las ganas de gritar...
>Ya debe estar por llegar a los nervios.<
Eso le hizo abrir los ojos de par en par, antes de emitir un horrible grito cuando el demonio empezó a girar una rueda diferente, el dolor fue tan intenso qué le hizo tener espasmos terribles, aunque no sabe si es solo el dolor lo que lo provocó.
>Funciona bastante bien...<
Afirmó el ser, aparentemente ensimismado, mientras que Lemóni, quien ha logrado evadir el shock por poco, gracias a haber experimentado dolor así de extremo hace unos dos demonios, continuó, conjurando, buscando el aliento perdido, pero el demonio no se quedó quieto...
Fue de regreso a la puerta, a crear otro aparato de pesadilla, y para la desgracia de Lemóni... Logró terminarla mucho más rápido de lo que ella pudiera averiguar su nombre astral, y la trajo, era era más grande, suficiente para usar lo que restaba de la puerta para su fabricación.
Y lo puso sobre su torso, teniendo qué anclarlo a la pared para que funcione como debe.
>Esta es la versión qué hace falta probar realmente.<
Afirmó mientras que manipulaba las cuatro ruedas qué tenía ese aparato con cuatro de sus extremidades adicionales más pequeñas, y Lemóni entonces supo que debía darse prisa, por lo que recobró el aliento, y siguió conjurando... Sintiendo el dolor de como el metal se encajaba en la carne en puntos maliciosamente dolorosos... En cierto punto tuvo que hacer una pausa para vomitar pero el malefactor no pareció inmutarse, como si eso fuese normal o algo esperado incluso aaunque sus extremidades quedaron cubiertas...
Fue entonces... Cuando sentía que se le empezaba a ir el aliento otra vez, y el dolor no le permitía acabar de pensar bien, lo logró, y pronunció el nombre del demonio, llevándolo a retirar las piezas de tortura de forma segura de su cuerpo, por lo que esté giró las ruedas otra vez, y ella pudo sentir el metal salirse de su piel, pero su cuerpo por entero se sentía extraño, algunas partes no las sentía, y otras dolían horriblemente... Pero aún así, ella decidió decirle algo...
>Un poco más... Y eso pudo no haber tenido arreglo...<
Entonces le pareció ver una sonrisa en la mirada de esta criatura.
>Exacto...<
Fue lo último que dijo antes de que lo desterrara, y ella se desmayara, sobre la pared, pues estaba bastante bien afirmada a ella, el demonio de verdad hizo un trabajo destacable...
Simplemente, no queda nada que decir, los hechos han sido puestos sobre la mesa, y ella ha sido forzada a observar todo el peso de sus implicaciones, lo que todo lo que le queda es pensar como se siente, pero eventualmente, se acab andando cuenta... De qué ni siquiera hay tiempo para eso...
...
Otro examen y otra temporada de estudios... Una de las cosas buenas que tiene Lemóni es que tiene una cierta capacidad de perderse en lo que hace... Ella realmente ama la magia, después de todo, aunque esta será la más complicada de amar seguramente, pero en este punto...
No importa, tiene que centrarse, con el tiempo, cada vez siente el lenguaje menos como algo forzado, y más como algo que le viene naturalmente, cosa que lleva a que en ocasiones murmure cosas que piensa en ese lenguaje, incluso sin acabar de darse cuenta, por la concentración.
...
Y entonces, otro libro cayó en manos... Sobre malefactores esta vez...
C-Creo... Que esto también dolerá...
Ya empezaba a anticiparlo... Y una vez que terminó de estudiar, y procedió a entregar el examen correspondiente, las cosas fueron en escencia lo que pensó que iban a ser, para su inmensa desgracia, cabe decir...
...
El demonio en esta ocasión, cuando salió... Era enorme, todos los demonios eran grandes de cierta forma, sin embargo, este ser, era una mole qué parecía compuesta de metales retorcidos, que debía medir por lo menos unos cuatro metros, como un golem de infernal construcción...
Pudo verlo moverse lentamente, incorporandose desde el portal, haciendo crujir las rocas qué de la mejor forma qué podían toleraban su peso, podía ver en sus ojos brasas ardientes, como si fuera un enorme horno de fundición alimentado por las llamas del propio infierno, y cuando se alzó en toda su altura, pudo notar su figura humanoide.
Pero que parecía al mismo tiempo ser algún tipo de mecanismo extraño y dolorosamente complejo, lleno de filos metálicos diseñados para causar dolor, en esto pensaba ella, cuando su padre dió la misma orden de siempre, y este demonio, como otros antes también hicieron, esperó...
Pero en su caso, no parecía interesado en una conversación tampoco, no, su espera tenía otra finalidad, de alguna forma, incluso a pesar de lo innatural del aspecto de sus ojos, podía notar qué estaba... Meditando, estaba analizando la situación a profundidad... Hasta que en algún punto, Lemóni decidió empezar de una vez con sus conjuraciones...
Pero entonces, el demonio rugió, muy cerca de ella y ella pudo sentir el poder de su voz arrojarla contra la pared del fondo violentamente, lugar donde casi de inmediato sintió como si las propias piedras del muro la atraparan en la posición qué quedó, entonces el demonio finalmente habló.
>No estoy seguro de que es lo que ocurre, sin embargo... No sé tiene una oportunidad de experimentar tan sencilla con mucha frecuencia...<
Entonces el enorme monstruo procedió a ir a un sitio diferente del sótano, concretamente al area de mazmorras qué todo buen castillo posee, y literalmente arrancó una de las puertas metálicas con sus enormes manos de aspecto igualmente metálico.
Y procedió a darle forma al metal por medio de su extraño saber y usando extremidades adicionales más pequeñas qué se desplegaron desde partes de su piel metálica, hasta que finalmente... El aparato estuvo listo.
El demonio procedió a llevarlo, realmente era pequeño, por lo que el demonio todavía metal sobrante qué quizás ocuparía más tarde, pero lo primero que hizo, fue colocar el aparato sobre el brazo de Lemóni, una especie de pesadillezca maquina llena de pequeños engranajes, y piezas de metal.
Con el tirón de una pequeña palanca cuatro de las piezas metálicas se cerraron sobre el brazo de Lemóni, lo bastante fuerte para causar un poco de dolor, pero ya ni de lejos suficiente para hacerle emitir ruido alguno, lo que realmente lo hizo, fue lo próximo.
El demonio empezó a girar una rueda, que Lemóni rápidamente se dió cuenta de que una pieza de metal afilada se clavaba en su brazo, haciéndola quejarse finalmente, pero, tras cierto punto, empezó a sentir un dolor mucho peor, y no comprendía, apenas resistió las ganas de gritar...
>Ya debe estar por llegar a los nervios.<
Eso le hizo abrir los ojos de par en par, antes de emitir un horrible grito cuando el demonio empezó a girar una rueda diferente, el dolor fue tan intenso qué le hizo tener espasmos terribles, aunque no sabe si es solo el dolor lo que lo provocó.
>Funciona bastante bien...<
Afirmó el ser, aparentemente ensimismado, mientras que Lemóni, quien ha logrado evadir el shock por poco, gracias a haber experimentado dolor así de extremo hace unos dos demonios, continuó, conjurando, buscando el aliento perdido, pero el demonio no se quedó quieto...
Fue de regreso a la puerta, a crear otro aparato de pesadilla, y para la desgracia de Lemóni... Logró terminarla mucho más rápido de lo que ella pudiera averiguar su nombre astral, y la trajo, era era más grande, suficiente para usar lo que restaba de la puerta para su fabricación.
Y lo puso sobre su torso, teniendo qué anclarlo a la pared para que funcione como debe.
>Esta es la versión qué hace falta probar realmente.<
Afirmó mientras que manipulaba las cuatro ruedas qué tenía ese aparato con cuatro de sus extremidades adicionales más pequeñas, y Lemóni entonces supo que debía darse prisa, por lo que recobró el aliento, y siguió conjurando... Sintiendo el dolor de como el metal se encajaba en la carne en puntos maliciosamente dolorosos... En cierto punto tuvo que hacer una pausa para vomitar pero el malefactor no pareció inmutarse, como si eso fuese normal o algo esperado incluso aaunque sus extremidades quedaron cubiertas...
Fue entonces... Cuando sentía que se le empezaba a ir el aliento otra vez, y el dolor no le permitía acabar de pensar bien, lo logró, y pronunció el nombre del demonio, llevándolo a retirar las piezas de tortura de forma segura de su cuerpo, por lo que esté giró las ruedas otra vez, y ella pudo sentir el metal salirse de su piel, pero su cuerpo por entero se sentía extraño, algunas partes no las sentía, y otras dolían horriblemente... Pero aún así, ella decidió decirle algo...
>Un poco más... Y eso pudo no haber tenido arreglo...<
Entonces le pareció ver una sonrisa en la mirada de esta criatura.
>Exacto...<
Fue lo último que dijo antes de que lo desterrara, y ella se desmayara, sobre la pared, pues estaba bastante bien afirmada a ella, el demonio de verdad hizo un trabajo destacable...
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El demonio qué vino, tal como los demás, se encargó de ser innenarrablemente cruel, a su propia y especial manera, una manera que si es sincero, le a causado un especial horror, a tal punto qué este es el único hasta ahora que le hizo dudar sobre si debería de intervenir...
Pues hasta ahora ningún demonio ejerció una tortura tan peligrosa, fue capaz de dilucidar qué ese tipo de heridas podrían tener una severidad mayor de la qué el ejercicio podría permitir, esto le hizo dar un paso al frente, al menos hasta que escuchó el nombre del demonio salir de la boca de Lemóni...
Fue entonces además qué realmente acabó de entender hasta donde llegaba la determinación de su hija para llevar esto hasta el final... Al verla inclusive tolerar la remoción de los aparatos de tortura de parte del demonio cosa que esté punto, empezaba a hacer qué él mismo experimente cierto nivel de dolor, aunque en su caso, es simplemente algo psicosomatico...
Una vez que esté horror terminó nuevamente, no tuvo reparos en usar fuerza bruta mágica para sacar a su hija de la pared y luego, sanarla... Una sanación especialmente compleja, a decir verdad, perdió una cierta cantidad de sangre y tiene nervios dañados...
...
Una vez que finalmente despertó, está vez antes de empezar con el examen, la abrazó, no solo queriéndole darle algo de confort, si no, de cierta forma también dándoselo a sí mismo... Y una vez hecho, otra evaluación... Otro gran resultado.
...
Tras un tiempo especialmente largo de recuperación y de estudio, desgraciadamente, volvería a llegar el día en que tendría que enfrentarse a otro demonio, pero él francamente... Simplemente, en este punto, quería aplazarlo, pensar que quizás necesitaba más tiempo de recuperación, incluso pensando en llevársela a Grecia y buscarse la vida lejos de todo esto, mientras se recuperaba...
Pues, sabía que las cosas no iban a mejorar, que los siguientes demonios serían tan terribles como todos los anteriores, por eso, decidió no mencionarlo, mientras solo veía a su hija seguir progresando, hasta que, por desgracia, ella misma terminó preguntando, pues era claro que sabía que no había marcha atrás, así que le entregó el siguiente libro.
Este libro habla sobre los demonios de la casa Neberu... La casa a la que pertenece el siguiente demonio al qué enfrentarás.
Entonces fue qué entregó ese libro, y permitió a su hija estudiar con calma después de suspirar...
...
Y entonces, la misma historia otra vez... Otra sesión de estudio, otro ensayo destacable, y finalmente, otro encuentro con un demonio, procedería a invocar al próximo portador del tormento, pensando en lo profundo, que al menos todo esto está cada vez más cerca del fin.
Pues hasta ahora ningún demonio ejerció una tortura tan peligrosa, fue capaz de dilucidar qué ese tipo de heridas podrían tener una severidad mayor de la qué el ejercicio podría permitir, esto le hizo dar un paso al frente, al menos hasta que escuchó el nombre del demonio salir de la boca de Lemóni...
Fue entonces además qué realmente acabó de entender hasta donde llegaba la determinación de su hija para llevar esto hasta el final... Al verla inclusive tolerar la remoción de los aparatos de tortura de parte del demonio cosa que esté punto, empezaba a hacer qué él mismo experimente cierto nivel de dolor, aunque en su caso, es simplemente algo psicosomatico...
Una vez que esté horror terminó nuevamente, no tuvo reparos en usar fuerza bruta mágica para sacar a su hija de la pared y luego, sanarla... Una sanación especialmente compleja, a decir verdad, perdió una cierta cantidad de sangre y tiene nervios dañados...
...
Una vez que finalmente despertó, está vez antes de empezar con el examen, la abrazó, no solo queriéndole darle algo de confort, si no, de cierta forma también dándoselo a sí mismo... Y una vez hecho, otra evaluación... Otro gran resultado.
...
Tras un tiempo especialmente largo de recuperación y de estudio, desgraciadamente, volvería a llegar el día en que tendría que enfrentarse a otro demonio, pero él francamente... Simplemente, en este punto, quería aplazarlo, pensar que quizás necesitaba más tiempo de recuperación, incluso pensando en llevársela a Grecia y buscarse la vida lejos de todo esto, mientras se recuperaba...
Pues, sabía que las cosas no iban a mejorar, que los siguientes demonios serían tan terribles como todos los anteriores, por eso, decidió no mencionarlo, mientras solo veía a su hija seguir progresando, hasta que, por desgracia, ella misma terminó preguntando, pues era claro que sabía que no había marcha atrás, así que le entregó el siguiente libro.
Este libro habla sobre los demonios de la casa Neberu... La casa a la que pertenece el siguiente demonio al qué enfrentarás.
Entonces fue qué entregó ese libro, y permitió a su hija estudiar con calma después de suspirar...
...
Y entonces, la misma historia otra vez... Otra sesión de estudio, otro ensayo destacable, y finalmente, otro encuentro con un demonio, procedería a invocar al próximo portador del tormento, pensando en lo profundo, que al menos todo esto está cada vez más cerca del fin.
Lemóni Cefiadis
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Una vez despertó... No sé sintió totalmente recuperada, fue gracias a ello qué entendió de verdad que tan grave fue el daño que recibió de parte del malefactor, aunque la verdad, el dolor de por sí ya había siendo suficiente para que tuviera una sensación horrible de lo que le pasó...
Pero, al menos recibió un abrazo, el cual ella finalmente correspondió, le gusta el afecto físico, quiere recibirlo siempre qué le sea posible, es una de las pocas cosas que le quedan, si su alma nunca conocerá confort, que por lo menos su cuerpo sea capaz de hacerlo es lo mínimo.
...
Exámenes... Estudios... Cada vez era todo menos complicado, no podía evitar empezar a relacionar el estudio con cierto descanso, mantiene su mente ocupada y se recupera del dolor mientras estudia, eso simplemente hace que empiece a gustarle de cierta forma estudiar, y al final, considerando el destino qué le aguarda... ¿Qué importa lo que esté estudiando?...
...
Lo que sigue de esto es extrañamente... Silencio, tras un tiempo, se sentía capaz de enfrentar a su próximo demonio, pero... Su padre no decía nada, así que en algún punto le tiró de la ropa cual niña pequeña, antes de decir.
P-Padre... Ya estoy lo bastante bien... ¿Podemos proseguir?
Y una vez preguntó... Recibió otro libro, un libro sobre otro tipo de demonio más, concretamente sobre los perversos, demonios con el poder de leer la creación y conocer el destino, algo que le resulta inquietante solo de pensarlo.
...
Una vez terminado el estudio del libro y el ensayo escrito, lo que sigue está muy claro, y cuando la invocación empieza, ella no tiene reparos en observar, llena de una oscura expectativa, y aún en este punto, de miedo, pues lo cierto es que nunca ha sido capaz de adivinar la forma en que el próximo demonio la atormentará.
Es entonces que lo ve, se alza lentamente con sus alas, estas alas oscuras pero todavía con un plumaje denso y suave, puede percibir una extraña y pálida luz salir de los ojos de esta criatura de piel color gris oscuro.
Puede ver además unos extraños apéndices qué recuerdan a tentáculos oscuros salir de su espalda y retorcerse de forma aleatoria, mientras el resto de la figura se queda estática, mirando en su dirección... Pero no la mira a ella, tiene la mirada ausente, y su expresión, parece denotar una tristeza insondable, mientras que su presencia, trae una extraña sensación de fatalidad, como si el fin de alguna forma estuviera cerca.
Y entonces su padre dió la orden al demonio, que como todos los demás tuco su propia reacción, este casi de inmediato dijo.
>Ya lo sé.<
Fue seco, pero contundente...
Luego de eso, un portal se abrió sobre todos, uno que dejaba ver el exterior del castillo, la azotea del castillo, concretamente, apuntando al cielo estrellado, mismo que el demonio procedió a observar, como si quiera darse un momento para... Algo, no sabe qué, pero realmente parece estar tomándose un momento.
>Qué... ¿Qué es lo que será esta vez?...<
El demonio esperó un segundo, y, como si utilizara su capacidad de leer las mareas del destino para darse algo de contexto mediante el futuro, respondió.
>Es una buena pregunta...<
Pausó...
>¿Por qué no lo ves tú misma?<
Fue entonces que fue rodeada por una ilusión, podía percatarse debido a lo surrealista qué era, era como si el cielo estrellado de repente lo absorbiera todo, dejando el castillo atrás, y aunque ella seguía sintiendo el suelo bajo sus pies, no lo veía más, y es ahí, cuando más cosas fueron pasando...
De repente se vió a sí misma... Frente al mismo demonio qué ahora estaba frente a ella.
Este demonio le estaba mostrando a esta otra ella su futuro, le mostraba el castillo de Edimburgo flotando entre las nubes, con una Lemóni adulta, en la sala del trono, con una chaqueta negra, y una corona sobre la cabeza, entonces, el demonio qué le muestra a su otra yo el futuro, le dice.
>Luego de todo lo que pasaste, todo problema te parecerá irrisorio, eventualmente te hartarás de lo humanos qué son todos, y te alejarás, muriendo en soledad...<
Y entonces... Otro demonio apareció en otro lugar, con otra ella, y el demonio también le mostró el futuro... Cientos, no, miles de personas empaladas en raíces sangrientas, algunas todavía retorciendose, incluyendo ella misma, mientras que el demonio dice.
>Todo esfuerzo será en vano, ninguno de sus propósitos rendirá frutos por mucho que se esfuercen...<
Y entonces, apareció otro demonio más, y otra ella más, a la que nuevamente le muestra su futuro, lo que proyecta esta vez es a una Lemóni adulta, con un aspecto desmejorado, rodeada de botellas, y desnuda sobre una cama, sola, mientras que coloca el cañón de su pistola de sangre en su boca.
>Al final no podrás soportarlo, te quemarás en placer hasta consumirte por completo, y ni siquiera eso te hará sentir mejor.<
Y siguió... Una... Y otra... Y otra...
Visiones palabras, tantas... Tantas qué no puede contarlas, el ambiente súbitamente se tornó demencial, veía la misma escena con infinidad de resultados distintos, siempre ella, siempre el demonio... Pero el futuro era siempre distinto, cada uno más horrido, descorazonador, y hasta apocalíptico qué el anterior, el demonio le mostró en la ilusión, todas las formas en que podría atormentarla, mostrándole todas las agonizantes posibilidades de lo que podría ser su vida, en un desfile demencial de imágenes terribles, escenas de pena y dolor interminable donde ella es la protagonista, y peor, todas ellas, se sienten al menos mínimamente plausibles, por lo que, ilusión o no, la molestia qué provocan existe.
Pero entonces entre todas la horribles posibilidades, escuchó algo, su propia voz, una qué decía en el idioma de los demonios.
>No entiendo... ¿Esto... Debería ser un tormento?...<
Entonces ella giró la cabeza en esta dirección... Y pudo verse a sí misma mirando una posibilidad, una sola posibilidad...
Lo que veía era una imagen de ella misma sentada con un libro en las manos, tomando a la vez nota de lo que dice el maestro Rasputin, y ella sonreía suavemente, y mientras tanto, el demonio diría.
>El ciclo se repetirá... Aunque logres un momento de paz, este no durará.<
Pero entonces, ella misma dijo...
>Tan solo... Tan solo un instante...<
Sí la vida no tiene valor alguno por sí misma... Tal vez un simple instante pueda valerlo todo entonces caminó en dirección a esta posibilidad, saliendo de la voragine, pasando a través de su otra yo, misma qué rápidamente se disolvió como si fuera humo...
Avanzó con determinación hacia la visión qué mostraba el demonio y trató de tocarla... Sintiendo de súbito un dolor terrible... Todo su ser se sacudió en sufrimiento, pero... No paró, siguió atravesando, quería llegar... De alguna forma... Aunque el dolor seguía...
No sabe cuanto tiempo duró, pero... Finalmente todo su cuerpo cruzó hacía la visión... Y entonces, la ilusión por entera se fue, estaban en la azotea del castillo, y ella estaba justo al borde de la corniza, mientras el demonio volaba justo frente a ella... Y esta vez... Sí la miraba en verdad...
>Sé que sabes, que aunque veo el futuro... Puedo crear ilusiones... Por eso, hasta qué llegue el momento... En tu corazón no volverá a existir la certeza... Podría ser todo realidad, o podría ser todo fantasía, o quizás, ninguna de ambas... Esa será tu verdadera condena.<
Entonces, Lemóni, pensando en todo lo que acababa de ver, la asfixia... El dolor... El alivio... No pudo ni siquiera llorar cuando esas últimas palabras llegaron a sus oídos... Pues ahora, al menos una cosa sabía... Su sufrimiento, aunque asegurado... Siempre será incierto, de alguna manera, siempre lo será.
Entonces ella empezó a conjurar, y el demonio... Simplemente esperó, como si su trabajo ya estuviera hecho, y lo supiera, por eso mismo, ella no dijo más nada, se limitó a desterrar al demonio al final de todo, antes de simplemente caer de espaldas sobre la azotea del castillo... Y permitirse colapsar, perdiendo el conocimiento.
Pero, al menos recibió un abrazo, el cual ella finalmente correspondió, le gusta el afecto físico, quiere recibirlo siempre qué le sea posible, es una de las pocas cosas que le quedan, si su alma nunca conocerá confort, que por lo menos su cuerpo sea capaz de hacerlo es lo mínimo.
...
Exámenes... Estudios... Cada vez era todo menos complicado, no podía evitar empezar a relacionar el estudio con cierto descanso, mantiene su mente ocupada y se recupera del dolor mientras estudia, eso simplemente hace que empiece a gustarle de cierta forma estudiar, y al final, considerando el destino qué le aguarda... ¿Qué importa lo que esté estudiando?...
...
Lo que sigue de esto es extrañamente... Silencio, tras un tiempo, se sentía capaz de enfrentar a su próximo demonio, pero... Su padre no decía nada, así que en algún punto le tiró de la ropa cual niña pequeña, antes de decir.
P-Padre... Ya estoy lo bastante bien... ¿Podemos proseguir?
Y una vez preguntó... Recibió otro libro, un libro sobre otro tipo de demonio más, concretamente sobre los perversos, demonios con el poder de leer la creación y conocer el destino, algo que le resulta inquietante solo de pensarlo.
...
Una vez terminado el estudio del libro y el ensayo escrito, lo que sigue está muy claro, y cuando la invocación empieza, ella no tiene reparos en observar, llena de una oscura expectativa, y aún en este punto, de miedo, pues lo cierto es que nunca ha sido capaz de adivinar la forma en que el próximo demonio la atormentará.
Es entonces que lo ve, se alza lentamente con sus alas, estas alas oscuras pero todavía con un plumaje denso y suave, puede percibir una extraña y pálida luz salir de los ojos de esta criatura de piel color gris oscuro.
Puede ver además unos extraños apéndices qué recuerdan a tentáculos oscuros salir de su espalda y retorcerse de forma aleatoria, mientras el resto de la figura se queda estática, mirando en su dirección... Pero no la mira a ella, tiene la mirada ausente, y su expresión, parece denotar una tristeza insondable, mientras que su presencia, trae una extraña sensación de fatalidad, como si el fin de alguna forma estuviera cerca.
Y entonces su padre dió la orden al demonio, que como todos los demás tuco su propia reacción, este casi de inmediato dijo.
>Ya lo sé.<
Fue seco, pero contundente...
Luego de eso, un portal se abrió sobre todos, uno que dejaba ver el exterior del castillo, la azotea del castillo, concretamente, apuntando al cielo estrellado, mismo que el demonio procedió a observar, como si quiera darse un momento para... Algo, no sabe qué, pero realmente parece estar tomándose un momento.
>Qué... ¿Qué es lo que será esta vez?...<
El demonio esperó un segundo, y, como si utilizara su capacidad de leer las mareas del destino para darse algo de contexto mediante el futuro, respondió.
>Es una buena pregunta...<
Pausó...
>¿Por qué no lo ves tú misma?<
Fue entonces que fue rodeada por una ilusión, podía percatarse debido a lo surrealista qué era, era como si el cielo estrellado de repente lo absorbiera todo, dejando el castillo atrás, y aunque ella seguía sintiendo el suelo bajo sus pies, no lo veía más, y es ahí, cuando más cosas fueron pasando...
De repente se vió a sí misma... Frente al mismo demonio qué ahora estaba frente a ella.
Este demonio le estaba mostrando a esta otra ella su futuro, le mostraba el castillo de Edimburgo flotando entre las nubes, con una Lemóni adulta, en la sala del trono, con una chaqueta negra, y una corona sobre la cabeza, entonces, el demonio qué le muestra a su otra yo el futuro, le dice.
>Luego de todo lo que pasaste, todo problema te parecerá irrisorio, eventualmente te hartarás de lo humanos qué son todos, y te alejarás, muriendo en soledad...<
Y entonces... Otro demonio apareció en otro lugar, con otra ella, y el demonio también le mostró el futuro... Cientos, no, miles de personas empaladas en raíces sangrientas, algunas todavía retorciendose, incluyendo ella misma, mientras que el demonio dice.
>Todo esfuerzo será en vano, ninguno de sus propósitos rendirá frutos por mucho que se esfuercen...<
Y entonces, apareció otro demonio más, y otra ella más, a la que nuevamente le muestra su futuro, lo que proyecta esta vez es a una Lemóni adulta, con un aspecto desmejorado, rodeada de botellas, y desnuda sobre una cama, sola, mientras que coloca el cañón de su pistola de sangre en su boca.
>Al final no podrás soportarlo, te quemarás en placer hasta consumirte por completo, y ni siquiera eso te hará sentir mejor.<
Y siguió... Una... Y otra... Y otra...
Visiones palabras, tantas... Tantas qué no puede contarlas, el ambiente súbitamente se tornó demencial, veía la misma escena con infinidad de resultados distintos, siempre ella, siempre el demonio... Pero el futuro era siempre distinto, cada uno más horrido, descorazonador, y hasta apocalíptico qué el anterior, el demonio le mostró en la ilusión, todas las formas en que podría atormentarla, mostrándole todas las agonizantes posibilidades de lo que podría ser su vida, en un desfile demencial de imágenes terribles, escenas de pena y dolor interminable donde ella es la protagonista, y peor, todas ellas, se sienten al menos mínimamente plausibles, por lo que, ilusión o no, la molestia qué provocan existe.
Pero entonces entre todas la horribles posibilidades, escuchó algo, su propia voz, una qué decía en el idioma de los demonios.
>No entiendo... ¿Esto... Debería ser un tormento?...<
Entonces ella giró la cabeza en esta dirección... Y pudo verse a sí misma mirando una posibilidad, una sola posibilidad...
Lo que veía era una imagen de ella misma sentada con un libro en las manos, tomando a la vez nota de lo que dice el maestro Rasputin, y ella sonreía suavemente, y mientras tanto, el demonio diría.
>El ciclo se repetirá... Aunque logres un momento de paz, este no durará.<
Pero entonces, ella misma dijo...
>Tan solo... Tan solo un instante...<
Sí la vida no tiene valor alguno por sí misma... Tal vez un simple instante pueda valerlo todo entonces caminó en dirección a esta posibilidad, saliendo de la voragine, pasando a través de su otra yo, misma qué rápidamente se disolvió como si fuera humo...
Avanzó con determinación hacia la visión qué mostraba el demonio y trató de tocarla... Sintiendo de súbito un dolor terrible... Todo su ser se sacudió en sufrimiento, pero... No paró, siguió atravesando, quería llegar... De alguna forma... Aunque el dolor seguía...
No sabe cuanto tiempo duró, pero... Finalmente todo su cuerpo cruzó hacía la visión... Y entonces, la ilusión por entera se fue, estaban en la azotea del castillo, y ella estaba justo al borde de la corniza, mientras el demonio volaba justo frente a ella... Y esta vez... Sí la miraba en verdad...
>Sé que sabes, que aunque veo el futuro... Puedo crear ilusiones... Por eso, hasta qué llegue el momento... En tu corazón no volverá a existir la certeza... Podría ser todo realidad, o podría ser todo fantasía, o quizás, ninguna de ambas... Esa será tu verdadera condena.<
Entonces, Lemóni, pensando en todo lo que acababa de ver, la asfixia... El dolor... El alivio... No pudo ni siquiera llorar cuando esas últimas palabras llegaron a sus oídos... Pues ahora, al menos una cosa sabía... Su sufrimiento, aunque asegurado... Siempre será incierto, de alguna manera, siempre lo será.
Entonces ella empezó a conjurar, y el demonio... Simplemente esperó, como si su trabajo ya estuviera hecho, y lo supiera, por eso mismo, ella no dijo más nada, se limitó a desterrar al demonio al final de todo, antes de simplemente caer de espaldas sobre la azotea del castillo... Y permitirse colapsar, perdiendo el conocimiento.
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El tormento qué este demonio realizó a su hija... Resultó un completo misterio puesto que el demonio ha cubierto todo con un velo ilusorio qué apenas permitía distinguir las cosas, sin embargo, Erebus ya se había esforzado por hacer esto suficiente, como para saber que podía tener garantías de que el demonio seguiría sus instrucciones, pues de no saberlo, nunca hubiera tomado el riesgo.
Por lo mismo, incluso aunque no fuera consciente de que estaba ocurriendo exactamente, seguía también con la certeza de que debía estar siendo abrumadoramente horrible, como las veces anteriores, pero a la vez, le genera incertidumbre no tener claro que ocurre exactamente.
Y cuando vió al ser abrir un portal, él casi de inmediato abrió uno que se dirigía a la misma locación qué dejaba ver tras ese portal, la azotea del castillo, y ahí contempló la conclusión, conclusión qué al escucharla, le dejó claro lo que pasó...
La ilusión contenía lo que bien pudieron ser visiones del futuro... O mentiras, simples mentiras, y Lemóni difícilmente lo sabría, por lo cual, seguramente no tenga sentido preguntarle sobre el asunto, lo más que lograría con ello sería ponerla mal, y no eso no tiene sentido alguno.
Por eso, cuando la ve desplomarse sobre el piso de la azotea, va a recogerla como todas las veces, notando qué se encuentra totalmente ilesa, al menos a primera vista, pero aún así, procurará usar magia de sanación en ella, percatandose entonces de que sí le fue inflingido dolor, pero no convencionalmente, el demonio lo hizo con el saber los portales.
...
Una vez Lemóni despertó, está vez fue ella quien lo abrazó, y en este punto, él decidió hacer lo mismo, no es como si hicieran falta palabras para dar cuenta de que le hacía falta, así que así se mantuvieron unos segundos...
Pero a su vez, desgraciadamente esto aún no se había terminado, por lo que eventualmente tuvo que hacerle el exámen, mismo que Lemóni volvió a responder perfectamente, parecía muy consiente de los poderes del demonio qué acababa de enfrentar, y también cabe decir que eso parecía estar dándole problemas.
...
Y finalmente, luego de más estudio, más recuperación, y un momento en que Lemóni empezó a hacer dibujos, mayormente de siluetas humanas, cosa que considerando la creciente facilidad con la que Lemóni manejaba el lenguaje demoníaco y su comprensión cada vez mayor de la magia asociada a el... Terminó dejándola estar.
Hasta que llegó el momento de entregarle el próximo libro primero fue entregarlo y finalmente decir...
Lemóni, el final ha llegado, este es el último demonio qué habrás de enfrentar para completar tu prueba, y además el qué necesitas para el conocimiento qué requieres... Y este libro habla sobre ellos, habla sobre los Halaku.
Y una vez que lo entregó... Esperaría, lo típico, una larga sesión de estudio, y un ensayo a profundidad sobre el tema, y esto era señal de que debía darle a su hija este último gran tormento, estuvo por hacerlo, pero pro primera vez, ella interrumpió...
Y la escena qué siguió, le dejó claro que esto ya se había terminado, por lo cual, salió a través de un portal, en dirección al exterior del palacio, para volar alto, y utilizar el saber del firmamento para ver el campamento a pesar de la distancia, y comprobar su estado, a sabiendas de que su hija, ya en este punto iba a estar bien.
Por lo mismo, incluso aunque no fuera consciente de que estaba ocurriendo exactamente, seguía también con la certeza de que debía estar siendo abrumadoramente horrible, como las veces anteriores, pero a la vez, le genera incertidumbre no tener claro que ocurre exactamente.
Y cuando vió al ser abrir un portal, él casi de inmediato abrió uno que se dirigía a la misma locación qué dejaba ver tras ese portal, la azotea del castillo, y ahí contempló la conclusión, conclusión qué al escucharla, le dejó claro lo que pasó...
La ilusión contenía lo que bien pudieron ser visiones del futuro... O mentiras, simples mentiras, y Lemóni difícilmente lo sabría, por lo cual, seguramente no tenga sentido preguntarle sobre el asunto, lo más que lograría con ello sería ponerla mal, y no eso no tiene sentido alguno.
Por eso, cuando la ve desplomarse sobre el piso de la azotea, va a recogerla como todas las veces, notando qué se encuentra totalmente ilesa, al menos a primera vista, pero aún así, procurará usar magia de sanación en ella, percatandose entonces de que sí le fue inflingido dolor, pero no convencionalmente, el demonio lo hizo con el saber los portales.
...
Una vez Lemóni despertó, está vez fue ella quien lo abrazó, y en este punto, él decidió hacer lo mismo, no es como si hicieran falta palabras para dar cuenta de que le hacía falta, así que así se mantuvieron unos segundos...
Pero a su vez, desgraciadamente esto aún no se había terminado, por lo que eventualmente tuvo que hacerle el exámen, mismo que Lemóni volvió a responder perfectamente, parecía muy consiente de los poderes del demonio qué acababa de enfrentar, y también cabe decir que eso parecía estar dándole problemas.
...
Y finalmente, luego de más estudio, más recuperación, y un momento en que Lemóni empezó a hacer dibujos, mayormente de siluetas humanas, cosa que considerando la creciente facilidad con la que Lemóni manejaba el lenguaje demoníaco y su comprensión cada vez mayor de la magia asociada a el... Terminó dejándola estar.
Hasta que llegó el momento de entregarle el próximo libro primero fue entregarlo y finalmente decir...
Lemóni, el final ha llegado, este es el último demonio qué habrás de enfrentar para completar tu prueba, y además el qué necesitas para el conocimiento qué requieres... Y este libro habla sobre ellos, habla sobre los Halaku.
Y una vez que lo entregó... Esperaría, lo típico, una larga sesión de estudio, y un ensayo a profundidad sobre el tema, y esto era señal de que debía darle a su hija este último gran tormento, estuvo por hacerlo, pero pro primera vez, ella interrumpió...
Y la escena qué siguió, le dejó claro que esto ya se había terminado, por lo cual, salió a través de un portal, en dirección al exterior del palacio, para volar alto, y utilizar el saber del firmamento para ver el campamento a pesar de la distancia, y comprobar su estado, a sabiendas de que su hija, ya en este punto iba a estar bien.
Lemóni Cefiadis
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Una vez hubo despertado, lo primero que vió fue a su padre, y tuvo que abrazarlo, en ese instante, se percató de lo importante que era el presente, el pasado es un recuerdo, y el futuro un misterio horrible, pero él estaba ahí ahora, y tenia qué aprovechar eso.
Por eso se quedó ahí un rato largo, no está muy segura de cuanto, pero se quedó, hasta llegó el momento del próximo exámen... Fue fácil para ella, pues los poderes del demonio eran justamente lo que no dejaba de resonarle en la cabeza, y seguramente no lo haría jamás... Como el del resto...
Si, ahora notaba el por qué ese estilo de enseñanza servía tanto.
...
Tras el estudio, donde prácticamente esta lengua era otra más de las que hablaba, podía incluso pensar usándola, todo de una forma bastante libre, el entrenamiento nuevamente le demostraba lo útil qué había sido.
Y entonces... Finalmente llegó el momento de la verdad... El único demonio qué no ha revisado aún, el verdugo, justo el qué Cath le ha pedido qué estudie, esto es algo que le dió vueltas en la cabeza mientras estudiaba, mientras realizaba el ensayo, está idea potenciaba su estudio...
Y entonces, cuando finalmente su padre iba a invocar al demonio, ella dijo.
No... Está bien... Ya fue suficiente...
Pausó.
Yo lo voy a hacer.
Miró a su padre directamente mientras decía esto, pues era consiente de una cosa... Ella no había sido la única que sufrió durante todo este proceso...
Su padre seguramente también tuvo una experiencia realmente agónica con cada tortura, tanto o más que ella misma, por lo tanto, iba a dejarlo respirar, y parece que él lo entendió, pues no tardó mucho en irse, y ella entonces hizo lo propio...
Enteramente sola, hizo la invocación...
Y pudo verlo emerger...
Una sombra, una figura apenas distinguible de alguna forma, pasaba por el portal, no sabía como se veía, no podía ver a través de esta oscuridad, que parecía incluso más profunda qué la oscuridad natural y que le daba una sensación de miedo presenciar...
Pero, aunque temiera, aunque se supiera como una mortal enfrente de un demonio, no hubo titubeos esta vez, pues lo hacía porque sabía que no existe otra opción, motivo por el cual lo primero que le dijo a este ser fue.
Bienvenido.
En un lenguaje más terrenal, pues semejante palabra no existe en el lenguaje de los demonios.
>Tenemos asuntos qué atender...<
Y así lo hizo... No solo pensaba completar su entrenamiento, si no también llegar al fondo de la investigación qué tenía que hacer... Esto es lo que hará desde ahora.
Por eso se quedó ahí un rato largo, no está muy segura de cuanto, pero se quedó, hasta llegó el momento del próximo exámen... Fue fácil para ella, pues los poderes del demonio eran justamente lo que no dejaba de resonarle en la cabeza, y seguramente no lo haría jamás... Como el del resto...
Si, ahora notaba el por qué ese estilo de enseñanza servía tanto.
...
Tras el estudio, donde prácticamente esta lengua era otra más de las que hablaba, podía incluso pensar usándola, todo de una forma bastante libre, el entrenamiento nuevamente le demostraba lo útil qué había sido.
Y entonces... Finalmente llegó el momento de la verdad... El único demonio qué no ha revisado aún, el verdugo, justo el qué Cath le ha pedido qué estudie, esto es algo que le dió vueltas en la cabeza mientras estudiaba, mientras realizaba el ensayo, está idea potenciaba su estudio...
Y entonces, cuando finalmente su padre iba a invocar al demonio, ella dijo.
No... Está bien... Ya fue suficiente...
Pausó.
Yo lo voy a hacer.
Miró a su padre directamente mientras decía esto, pues era consiente de una cosa... Ella no había sido la única que sufrió durante todo este proceso...
Su padre seguramente también tuvo una experiencia realmente agónica con cada tortura, tanto o más que ella misma, por lo tanto, iba a dejarlo respirar, y parece que él lo entendió, pues no tardó mucho en irse, y ella entonces hizo lo propio...
Enteramente sola, hizo la invocación...
Y pudo verlo emerger...
Una sombra, una figura apenas distinguible de alguna forma, pasaba por el portal, no sabía como se veía, no podía ver a través de esta oscuridad, que parecía incluso más profunda qué la oscuridad natural y que le daba una sensación de miedo presenciar...
Pero, aunque temiera, aunque se supiera como una mortal enfrente de un demonio, no hubo titubeos esta vez, pues lo hacía porque sabía que no existe otra opción, motivo por el cual lo primero que le dijo a este ser fue.
Bienvenido.
En un lenguaje más terrenal, pues semejante palabra no existe en el lenguaje de los demonios.
>Tenemos asuntos qué atender...<
Y así lo hizo... No solo pensaba completar su entrenamiento, si no también llegar al fondo de la investigación qué tenía que hacer... Esto es lo que hará desde ahora.
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Todo este tiempo... Y no ha logrado nada...
Nada más que confirmar lo que ya sabía, los Halaku no pueden llevar a gente sin un demonio dentro por sus portales, al menos no de la forma normal, por lo cual... No puede evitar sentirse muy frustrada, porque hasta ahora no ha tenido noticias de su maestro... Y supone que Catherine debe estar muy ocupada, pero solo puede pensar en eso que le dijo de que sería clave...
Aún no sabe como o por qué... Pues no ha logrado más que frustrarse a sí misma.
Sin mencionar qué ha estado teniendo pesadillas de forma incansable casi a diario dese qué terminó su entrenamiento, pero aún así se fuerza a dormir nuevamente, aunque eso a su vez provoca qué tenga qué dormir por plazos, lo que lleva a que no descanse profundamente, y finalmente termina deteriorandose igual, pero sufriendo incluso más, sin mencionar el hecho de que Amnael ha estado mucho tiempo inactivo y eso provoca qué se empiece a sentir paranoica.
Tal vez por eso hace esto...
Tal vez ya a llegado el punto en que ha perdido el juicio... O tal vez simplemente ha dejado de negar la realidad, a sabiendas de que esto es lo que debió haber hecho desde el principio, pero en fin, es lo que hay, es lo que puede hacer... Y es lo que hará.
Se le puede ver mirandose al espejo mientras sus padres se encuentran ausentes, no volverán en un par de horas y eso es suficiente para ella, además de que tiene su anillo Vilya encendido para mantener protegida la casa... Así evitará molestias.
Mientras se ve a sí misma, con un vestido grisáceo pero nacarado, y con la corona de los Nerva qué tiene entre las manos, sabe que está lista, está lista para esta puesta en escena, para darle inicio a su plan, debe funcionar, y cuando funcione, quizás todos sus problemas puedan resolverse de algún modo y todo vuelva a ser como era...
Por eso, finalmente se apareció en el sótano, mismo que estaba decorado de antemano, pétalos de flores, perlas, e incienso de sándalo, además de varias velas en los candelabros del lugar, todo listo para que empiece...
Supongo que ya es hora...
Entonces, con el objetivo de buscar librarse de todos sus problemas de una vez, empezó a conjurar una invocación en el idioma de los demonios.
Entonces de sus manos emergió la magia, semejante a una especie de humo rojizo y brillante qué poco a poco empezaría a formar un círculo de invocación, y finalmente un portal por donde podría entrar... Justamente a quien buscaba traer.
Bienvenido... Seas...
Nada más que confirmar lo que ya sabía, los Halaku no pueden llevar a gente sin un demonio dentro por sus portales, al menos no de la forma normal, por lo cual... No puede evitar sentirse muy frustrada, porque hasta ahora no ha tenido noticias de su maestro... Y supone que Catherine debe estar muy ocupada, pero solo puede pensar en eso que le dijo de que sería clave...
Aún no sabe como o por qué... Pues no ha logrado más que frustrarse a sí misma.
Sin mencionar qué ha estado teniendo pesadillas de forma incansable casi a diario dese qué terminó su entrenamiento, pero aún así se fuerza a dormir nuevamente, aunque eso a su vez provoca qué tenga qué dormir por plazos, lo que lleva a que no descanse profundamente, y finalmente termina deteriorandose igual, pero sufriendo incluso más, sin mencionar el hecho de que Amnael ha estado mucho tiempo inactivo y eso provoca qué se empiece a sentir paranoica.
Tal vez por eso hace esto...
Tal vez ya a llegado el punto en que ha perdido el juicio... O tal vez simplemente ha dejado de negar la realidad, a sabiendas de que esto es lo que debió haber hecho desde el principio, pero en fin, es lo que hay, es lo que puede hacer... Y es lo que hará.
Se le puede ver mirandose al espejo mientras sus padres se encuentran ausentes, no volverán en un par de horas y eso es suficiente para ella, además de que tiene su anillo Vilya encendido para mantener protegida la casa... Así evitará molestias.
Mientras se ve a sí misma, con un vestido grisáceo pero nacarado, y con la corona de los Nerva qué tiene entre las manos, sabe que está lista, está lista para esta puesta en escena, para darle inicio a su plan, debe funcionar, y cuando funcione, quizás todos sus problemas puedan resolverse de algún modo y todo vuelva a ser como era...
Por eso, finalmente se apareció en el sótano, mismo que estaba decorado de antemano, pétalos de flores, perlas, e incienso de sándalo, además de varias velas en los candelabros del lugar, todo listo para que empiece...
Supongo que ya es hora...
Entonces, con el objetivo de buscar librarse de todos sus problemas de una vez, empezó a conjurar una invocación en el idioma de los demonios.
Entonces de sus manos emergió la magia, semejante a una especie de humo rojizo y brillante qué poco a poco empezaría a formar un círculo de invocación, y finalmente un portal por donde podría entrar... Justamente a quien buscaba traer.
Bienvenido... Seas...
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