Castillo de Edimburgo

Al final había recibido otro mensaje de Lémoni en el que le informaba de que se habían mudado al castillo de Edimburgo, así que estuvo un buen rato dándole vueltas sobre si ir o no. Por un lado le daba bastante vergüenza después de todo lo sucedido, pero por otro tenía la necesidad de saber cómo estaba después de lo del demonio.

Terminó de poner en orden sus asuntos, respondiéndole a Catherine el mensaje pero sin decirle que había encontrado tres huevos de dragón en los templos, y después de eso se desapareció hacia la zona del castillo. Ya había estado allí una vez años atrás, así que recordaba más o menos el lugar al que quería ir. Una vez allí echó un vistazo por los alrededores, aunque no quería levantar sospechas por si su padre no quería que recibiera visitas. Merodeó durante un rato hasta que empezó a caer la tarde, pareciéndole ver por fin a Lémoni en una de las ventanas. Quiso llamar su atención para que le abriera, así que cogió unas cuantas piedras pequeñas del suelo para levitarlas en el aire, lanzándolas después de manera guiada contra la ventana.

Había estado ayudando, pero dentro de todo, no podía alejar lo evidente de su mente: Khan.

Además de que había recibido una carta suya, misma qué terminó haciendo qué su padre le hiciera muchas preguntas, afortunadamente, su mayor preocupación parecía ser que Amnael, el demonio, no se hubiera metido en el cuerpo de Khan en algún punto o algo por estilo, y que hubieran salido heridos, de resto no pidió detalles, cosa que ella agradeció, aunque de todas formas no fue algo cómodo para ella.

Una vez caída la tarde decidió volver a su habitación, que ya en este punto estaba decorada y todo...

Y procedió a estudiar, enfocandose en su libro con el objetivo de mantenerse distraída de la forma en que sus propios pensamientos la inquietaban ahora, al menos hasta que escuchó golpecitos en su ventana... Giró la cabeza despacio, y observó pequeñas piedras, así que se acercó y miró por la ventana...

¿Khan?...

Entonces procedió a abrir la misma, estaba bastante alto, normalmente se hubiera aparecido ahí, pero su padre no quería que saliera del castillo... Y la verdad que ella tampoco estaba muy deseosa de desobedecerlo con las circunstancias como estaban.

¡H-Hola! ¿C-Cómo te sientes?

Es lo primero que debía preguntar, porque bueno, la cosa con Amnael no fue nada agradable para él, o al menos eso le pareció a ella mientras que veía todo, y de hecho era una de las cosas que más miedo le daban, no quería que Khan empezara a sentir aversión hacia ella por la experiencia o algo así, eso la pondría muy triste.

Por el contrario, de hecho le gustaría abrazarlo, pero sabe que no es buen momento... Aunque eso no quita que quiera hacerlo, y su cabeza es básicamente un desastre ahora mismo.

Volvió a mirar a su alrededor un tanto inquieto durante los segundos que esperó hasta que le abrieron la ventana, respirando aliviado al ver que la que se asomaba era ella y no otra persona diciéndole que se fuese. Se llevó un dedo a los labios como queriendo decirle que bajase la voz, y enseguida alzó el pulgar en señal de que estaba bien. Luego hizo otro gesto en señal de que esperase, que iba a subir. Si se quedaba ahí abajo no podían estar hablando a gritos. Se desapareció de allí para aparecerse en la ventana, colándose así en la habitación de su amiga. Bajó al suelo de un pequeño salto, quedando al lado de ella. Rápidamente retrocedió un par de pasos hacia atrás, pasándose una mano por la nunca y carraspeando un poco.

- ¿Cómo estás tú? me dijeron que tu padre logró expulsar al demonio. Estaba preocupado por ti...sé que los exorcismos son complicados. - aparentemente se la veía bien, incluso tenía buen color de cara. Se metió las manos en los bolsillos porque no sabía muy bien qué hacer con ellas, aunque intentaba no apartarle la mirada. - Por eso he venido a visitarte. ¿No te dejan salir, verdad?- se fijó en la habitación que le habían arreglado, como si planeasen quedarse ahí una temporada. Seguramente su padre querría tenerla muy controlada a partir de ese momento.

- También quería pedirte disculpas...- no sabía si ella se acordaría de todo, y a él mismo le daba corte hablar de eso, pero tenía que decirlo. Al menos tenía la seguridad de que no había llegado demasiado lejos con ella, no como para arrepentirse. - Tú...¿sabes lo que pasó, no?

Primero que nada, Lemóni se llevó las manos a la boca al percatarse de lo que había hecho, sí, no era buena idea qué grite, se nota de lejos que no tiene la cabeza en su sitio en ese momento, hasta ella misma se está dando cuenta... No importa cuanto lo ignore, tiene la mente alborotada.

Estaba un poco perdida en sus pensamientos, cuando de repente Khan se apareció en la ventana, y ella se le quedó mirando, ¿Se habrá ido solo un segundo o más? Quien sabe... Solo sabe que cuando bajó se ha vuelto a inclinar en su dirección.

¿Por qué motivo? Prefiere no pensarlo o sufrirá un ataque de vergüenza... Peor del qué está por sufrir.

Aah-

Entonces procede a tambalearse de forma bastante cómica y poco práctica mientras que se esfuerza por recuperar su posición erguida, con el rostro más rojo qué un tomate.

Ahsiyoestoy-

Entonces respiró, procurando recobrar sus capacidades de habla coherentes, parecía que Khan se apartó.

Y-Yo... E-Estoy bien... M-Mi p-padre logró expulsarlo, s-sí...

Entonces procuró explicar un poco como fue el asunto.

P-Pero fue más intimidandolo... H-Huyó para que no lo desterraran... P-Por eso estoy... B-Bien...

Eso último le costó decirlo, porque era mentira y ella no es buena mintiendo, no está bien, no desde lo que le dijo Amnael, o desde lo que le demostró, pero está dispuesta a pretender.

N-No... P-Por qué Amnael s-sigue ahí fuera... H-Hasta que sea desterrado... N-No estaré segura...

Eso lo sabe, después de lo que su padre le explicó... Le queda claro que ese demonio debe permanecer en el abismo por qué si no, simplemente no la dejará...

Peor incluso eso pasa a segundo plano cuando Khan saca el tema de lo que pasó y Lemóni casi pareciera que intenta inventar el rojo más rojo qué exista en su rostro, casi tiene la sensación de que lo escucha hablar en cámara lenta, mientras toda su vergüenza la ahoga.

Y-Yo... B-Bueno... E-Es que...

Sus habilidades léxicas ahora están apagadas, sip, mientras que mira a Khan, como intentando responderle y a la vez perdida en sus pensamientos, recordando todo, y como podría despertarse de ella, dejándose llevar por la vergüenza qué le implica.

Puso cara de circunstancia al entender que el demonio no había sido desterrado, sino sólo expulsado. Eso significaba que podía volver, y que no estaba a salvo. - Aún sigo sin entender por qué te escogió a ti, pudiendo escoger a alguien con más poder, más adulto.- comentó pensativo, aunque viendo lo vicioso que era el demonio...le pareció entender que la quería por su inocencia, para divertirse a su costa. - ¿Amnael? ¿así se llamaba el maldito demonio aquel? Matvey sabría más, pero de momento no sabemos nada de él. Es como si se hubiese esfumado. Yo he estado trabajando en un asunto de los templos y...bueno, sigo con la intención de colarme en Ávalon. - se separó un poco de la ventana para caminar un poco por la habitación, dándole la espalda un momento antes de girarse hacia ella nuevamente. Seguro que estaba asustada por la posibilidad de que esa cosa regresara.

Por mucho que intentase aparentar normalidad le costaba, porque el tema seguía ahí y los balbuceos y el sonrojo de Lémoni lo hacía todo más evidente. Suspiró frustrado cuando no logró darle una respuesta, dánodse cuenta de que él tendría que llevar el peso de la conversación. Sacó las manos de los bolsillos y se fue directo hacia ella, aunque se detuvo a una distancia prudencial. - Quiero decir que no sirve de nada hacer como si eso no hubiese sucedido, y que siento haberme pasado, aunque no fuese culpa de ninguno de los dos. Por eso le dije al demonio que nunca pasaría nada si tú no querías. - desvió la mirada un momente, mordiéndose un poco el labio inferior con gesto de confusión. ¿Le gustaba Lémoni?¿Justin? ¿los dos a la vez? tenía la cabeza hecha un lío y ni siquiera debería estar pensando en esas cosas, sino en sus obligaciones.

- Tal vez debería marcharme. No quiero incomodarte. - se alejó nuevamente, dirigiéndose a la ventana por la que había entrado. Le daba algo de pena dejarla sola de nuevo, pero le daba la impresión de que ella estaba tan nerviosa que no iba a lograr juntar dos palabras seguidas.

Cuando vió a Khan reaccionar a lo del demonio, comprendió por supuesto, ella seguía con miedo también... Definitivamente no quería que Amnael se quedase con su cuerpo, solo pensarlo le daba escalofríos, tenía que cuidarse, pero al menos sabía que mientras estuviera con su padre estaría a salvo.

H-Huh...

Claro, Khan no sabía el por qué... Pero ella sí, o al menos lo sabe ahora, después de escuchó qué dijo, y de lo que ha vivido, no le quedan dudas de ello, pero solo pensarlo le asusta, así que no tiene valor de hablar de eso.

Pero en todo caso, asintió, Amnael es su nombre.

C-Cierto, o-ojalá estuviera... P-Pero no desapareció...

Ella entonces fue a voltear un segundo a su bolsita mágica, y de ahí sacó algo, unas instrucciones qué le llegaron.

P-Parece qué está dentro del árbol... Y-Y me llegaron instrucciones sobre como... T-Teoricamente, contactarlo...

Eso es algo que piensa que Khan debe de saber, pero que con todo el desastre, ella había tenido tiempo de analizar más bien poco, y también escuchó con atención lo que él dijo, templos y colarse en Ávalon...

Bueno, ahí no sabe que decirle, ella es solo una chica y ya, no una espía o guerrera, por lo que solo escucha con atención.

Y además está ocupada teniendo un ataque... Pero ni ese ataque le logra afligir más que la visión de Khan llendose, alejándose de ella, justo lo que no quería.

Aunque primero le dijo sobre qué era inútil fingir qué no había pasado, y ella lo sabía, lleva todo este tiempo intentándolo pero no sirve de nada, y que lo sentía, se disculpó, ella negó varias veces con la cabeza, no tenía nada de que disculparse, él no hizo nada malo...

Por eso, cuando lo vió acercarse a la ventana, decidió mandar su propia timidez al demonio y correr directo hacía él abrazandolo desde atrás.

Nooo...

Alcanzó a decir con voz suplicante, no quería volver a quedarse sola, odiaba estar sola.

¿Y-Y que hay si si lo quiero?...

Por una vez en su vida dejó qué uno de sus pensamientos se escape por su boca, aunque termina temblando al percatarse de lo similar qué se acaba de escuchar a Amnael, paranoica por lo que le dijo, pero aún así.

E-Escucha... Khan... No... No me molestó nada de lo que hiciste... N-No fue cosa tuya... Y-Y aunque lo hubiera sido.

Al menos da forma a algunas de sus alborotadas ideas, no quiere que piensa que ella no lo quiere cerca, la realidad es todo lo contrario, no quiere estar sola más.

Le sorprendió que ella supiese dónde estaba Matvey, empezando a plantearse que tal vez hubiese pasado por alto algún mensaje del Consejo en el brazalete. Tendría que revisarlo todo de nuevo, por si acaso había información al respecto. - ¿Pero cómo ha hecho eso? ¿qué más te dijo? ¿Y si se ha perdido en ese árbol?- parecía una misión peligrosa y que él supiese nadie le había acompañado. Era como si el Consejo estuviese esperando a que Matvey lo solucionase todo, y eso era imposible.

Se quedó pensando en qué hacer para ayudar, aunque se le fue el hilo pronto cuando se pusieron con el "tema" de la vergüenza. Tan apurada la vio que tomó la decisión de irse, al menos hasta que ella le dio aquel sorpresivo abrazo por la espalda pidiéndole que no se marchara. Se quedó paralizado un instante y sin saber cómo reaccionar, pues esta vez había sido Lémoni la que había actuado por voluntado propia. De repente empezó a ponerse nervioso.

- ...¿Quieres que me quede? - se giró despacio hacia ella ante la última confesión, haciendo que se le acelerase el pulso al mirarla cara a cara y coger sus manos. Esta vez no había hechizo de atracción de por medio, pero era indudable que evocar aquellos recuerdos le hacía sentir cosas que no esperaba. Saber que no lo culpaba y que no se sentía mal con él por aquello le quitaba un gran peso de encima. - Temía haber estropeado todo y que ya no quisieras ser mi amiga después de eso. Lo peor es que...después de lo del otro día no he podido dejar de pensar en ello. En cómo sería si tú quisieras. Me decía a mí mismo que estaba mal pensarlo, que no debería...no imaginé que hubieses pensado lo mismo...- negó con la cabeza, sin ocultar lo confuso que había estado todos esos días. Después subió las manos por sus antebrazos, llegando con una de ellas hasta el rostro de la muchacha. Delineó despacio con el pulgar el labio inferior de ella, dejando entrever con ese gesto los pensamientos que estaba teniendo. Esta vez si era dueño de ellos, era consciente y no tenía que estar luchando contra esa manipulación.

N-No sé casi nada del asunto, al menos no con certeza... S-Solo me llegaron las instrucciones...

Supone que él buscaba ir solo, o tal vez no tenía alternativa, ambas son igual de posibles pero de cualquier forma, ella tiene fé en su maestro... Le tiene en estima tan alta, que cree en sus métodos sin cuestionar.

Sin embargo, dadas las circunstancias ese pensamiento se derretía y se convertía en espuma.

Sí...

Eso quería, que se quede, no sabe hasta cuando, solo sabe que no quiere dejarlo marchar...

Cuando se empezó a girar la mirada de Lemóni se elevó a la par que su agarre se volvía más ligero, viendo directamente a Khan, todavía avergonzada por lo que ella misma acaba de decir, pero se sentía extrañamente mejor, como si hubiera dejado salir algo que había estado reprimiendo durante mucho tiempo, era bueno.

Yo... Estuve exactamente igual... Hasta la última palabra...

Se mostró genuinamente sorprendida, hasta el punto en que sus habilidades léxicas volvieron súbitamente para expresar su incredulidad... ¿Entonces todo este tiempo... Lo que pensaba no estaba mal? Hubiera jurado qué debía de preocuparse, ¿No la iba a ver mal por ser así?

Por un segundo apretó las manos ajenas, antes de sentir como las subía por sus brazos y finalmente llegó a su rostro, con un suave gesto qué dejó de manifiesto qué aparentemente, no solo habían estado pensando lo mismo, si no qué de hecho lo seguían haciendo, y no hacía falta ser telepata para saberlo.

A-Amnael había dicho algo que me asustó... P-Pero seguro era solo otro engaño... Sí aún quieres estar cerca... De mí...

Sí, decidió pensar eso, si estaba bien... Entonces eso no podría tener sentido...

Khan...

Esta vez se inclinó en su dirección notablemente y sin detenerse, mientras que con sus manos libres volvía a abrazarlo, y comenzaba a levitar suavemente buscando quedar a la altura de su rostro, y por supuesto, buscando eso en lo que era evidente qué ambos pensaban en el momento.

Se quedó sin información del tema de Matvey, así que tendría que investigar por su cuenta. Lo que vino después hizo que su foco de atención cambiase por completo, centrándose en la muchacha  tras su confesión. Ya no sentía como un error el haber pensado en ella durante esos días, porque no había sido el único. Además Lémoni parecía haber reunido el valor suficiente para decírselo sin titubear. - ¿Qué te dijo? ¿Por qué te asustó? - preguntó mientras terminaba de deslizar el dedo para sujetarla ahora por la barbilla, con un leve temor en la mirada por lo del demonio. No se lo pensó al escuchar si todavía quería estar cerca, porque si no fuese así no habría ido a buscarla a su nueva casa. Asintió lentamente y convencido, pues sí que tenía ganas de estar con ella.

La expectativa de lo que estaba por suceder lo puso en tensión e hizo que un cosquilleo se instalase en su cuerpo, todavía con el corazón apresurado. Cerró los ojos mientras sus labios se rozaban, esta vez sin prisa y sin sensaciones raras como la vez anterior. Subió la otra mano por su cintura aún con cierta torpeza, atrayéndola más hacia él mientras ladeaba un poco la cabeza, encontrándose finalmente con su boca y entreabriendo un poco más los labios. No sabía muy bien lo que estaba haciendo, pero se dejó llevar por las sensaciones y tras ese primer contacto empezó a encontrar un ritmo entre ambos. Al separarse se dio cuenta de que la estaba abrazando, y de que estaba muy a gusto de ese modo. Le apartó un mechón de la cara y sonrió todavía algo cortado pero con complicidad por lo que acababan de hacer por voluntad propia, aunque tenía dudas de si lo había hecho bien o no. - ¿Esto ha sido por lo del otro día o...ya lo habías pensado antes? - porque a él sí que se le había cruzado algún pensamiento por la cabeza de que le parecía guapa, aunque no había ido más allá. Tal vez fuese una mezcla de eso y de que ambos se sentían solos, además de lo revolucionados que habían quedado días atrás.

De haber estado más atento habría escuchado algunos ruidos provenientes del piso de abajo, donde empezaban a preparar la mesa para llamar a cenar. En ese momento era un atolondrado que no se paraba a pensar en que sus padres estaban en la casa. El caso es que quería quedarse, aunque sabía que no podía. - Si no puedes salir de aquí...no vamos a poder vernos. Quiero conocerte más. Ir juntos a buscar a Matvey, a rescatar a los dragones. Con lo que tú sabes y lo que yo sé podemos hacer algo importante. ¿Vendrías conmigo? -

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éxito: No los interrumpen
fallo: sí

El miembro 'Khan Tepes' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Ella sintió algo de miedo, y fue notorio en su rostro por unos momentos, cuando le preguntó que dijo, había sido inquietante, en otro momento quizás hubiera respondido de inmediato, pero ahora mismo, iba a esperar, estaba ocupada con otra cosa, con algo que quería y que iba a conseguir.

Cuando finalmente se acercaba el momento sentía su pulso acelerado, la verdad no creyó que esté encuentro sería así... Creyó qué la odiaría por lo que había estado pensando, pero... No, no resultó ser así, cerró los ojos y ladeó la cabeza, sintiéndose cada vez más cerca, hasta que finalmente sintió los labios ajenos...

Ella a diferencia de Amnael, no tenía experiencia, así que al besar fue bastante torpe, pero de todos modos lo acabó por disfrutar, estuvo ahí por un momento, que aún así se le había antojado un poco corto, pero obvio estando como estaba ahora, que sentía que se le había acalorado más que el rostro, todo se sentiría breve.

Cuando lo vió sonreír, ella también sonrió... Se sentía extrañamente segura ahora, a diferencia de lo normal que se sentía como si cualquier desliz pudiera arruinarlo todo, ahora estaba bien, como si esto hubiera sido lo que necesitaba.

Huh... Bueno, ya lo había pensado al menos alguna otra vez...

No negaría eso, la verdad que le ha parecido apuesto desde siempre, eso es algo que no puede negar, y ella tiene una imaginación bastante activa, eso también es cierto, pero también es otro tema...

Por ahora, se había olvidado de todo, como si estuviese tan aliviada qué los demás asuntos del mundo dejaran de importar por un instante al menos.

Yo... Sí quiero ir contigo... También quiero hacer algo para ayudar al maestro Rasputin, y a tí, y llegar a conocernos bien, poder incluso aprender de tí si es posible...

Porqué al final del día, para ella es una forma de sentirse cerca también pues para ella la magia es algo especial.

L-Lo malo... Es que mi padre no dejaría que me fuera mientras Amnael siga ahí fuera... M-Me está buscando... Lo sé...

Piensa que es buen momento para decir lo que hay que decir, mientras abraza a Khan.

En algún punto me dijo... Que busca la belleza... El carisma... Qué busca el potencial mágico... Pues la gente con habilidades ya desarrolladas, es difícil de moldear...

Tragó.

Pero nada de eso es el problema... E-El problema...

Y finalmente, lo dice.

Es que dijo que le gustaba especialmente... P-Por qué nos parecemos mucho...

Y solo recordarlo le da escalofríos, la verdad.

No pudo evitar sentirse halagado al saber que Lémoni también se había fijado en él antes, que se le había pasado por la cabeza. Hasta se ilusionó al pensar que se iba a ir con él a buscar aventuras y a conocerse, pero tuvo que bajar de la nube en cuanto le recordó que no podía irse por lo del demonio.

- Ah...mierda. Por un momento se me había olvidado. No estarás segura hasta que se capture. - suspiró decepcionado, pues iba a ser muy difícil visitarla. Podía decirle a su padre, pero...no se sentía cómodo explicando nada. Su gesto evidenció su preocupación por la obsesión del demonio con ella, por querer a una persona por moldear y de la que aprovecharse.

- Yo no creo que os parezcais... tú no eres así. Sólo quiere hacerte a su manera. - ahora si en algún momento ellos decidían ir más allá sería porque ambos quisieran, no obligados no controlados.

- Dime cómo puedo ayudarte. - La abrazó intentando tranquilizarla, aún reticente a marcharse de allí a pesar de que desde el piso de abajo alguien la estaba llamando para ir a cenar. Le apetecía quedarse, pero...

- Ahora sí que tengo que irme. - susurró antes de volver a buscar sus labios, con un beso de despedida que le apeteció alargar, explorando un poco más.







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Éxito: la llaman desde abajo
Fallo: entran en la habitación

El miembro 'Khan Tepes' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

En ese momento las cosas eran confusas, estaba bien, pero mal... Por un lado sentía que se había sacado muchas cosas de encima, y estaba ligera ahora mismo, pero por el otro lado, salir a hacer cosas es algo que tendrá que esperar, al menos hasta que Amnael vuelva al abismo.

S-Si... Necesitaremos devolverlo al abismo...

Es el mejor lugar a donde se puede mandar a un demonio, hasta donde sabe, aunque también ahora que lo piensa... Ya fue desterrado una vez, la primera vez que la atacó... ¿Cómo habrá vuelto? La idea le hace rascarse la cabeza...

Aunque luego de eso, lo siguiente que escuchó de Khan la hizo sentir tranquila.

Gracias...

Ella no quería sentirse malvada, y que Khan le dijera que no era así le ayudaba mucho, al punto en que mostró una suave sonrisa agradecida.

Luego, ante su siguiente pregunta, prensó los labios unos segundos, pensando.

Tal vez... ¿Tú sabes quienes más recibieron las instrucciones?...

Pudo explicar más, pero luego Khan fue claro con lo que dijo, ella asintió, si tenía que irse, no iba a retenerlo más, porque aparte.

Yo también... Mamá se molesta si no bajo a cenar...

Pero claro también se acercó a Khan para compartir ese beso de despedida... Y aunque lo disfrutó, decidió no extenderlo en exceso para que el tiempo no se les fuera.

Una cosa más...

Diría antes de separarse del abrazo finalmente.

Sí quieres volver a visitarme... Necesitaré siempre un aviso, de ahora en adelante cubriré el castillo con la protección de mi anillo Vilya...

Y procedió a mostrarle el anillo, sip, tiene uno.

Dados:

El miembro 'Lemóni Herpeton' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Negó con la cabeza a su pregunta, lamentando no poder echarle una mano. Le hubiera gustado saber cómo ayudarla, pero no tenía ni idea sobre eso de las instrucciones que ella decía. Si había algún mensaje de Matvey o alguna novedad se le había pasado. O tal vez no hubiese contado con él. Eso le disgustó, aunque al menos tenía el encargo de Catherine sobre el tema de los dragones. Tardó un poco más en despedirse de Lémoni a pesar de que la estaban llamando desde el piso de abajo, gustándole aquella sensación de riesgo porque se suponía que no debería estar ahí. Finalmente se separó, dejándola ir tras ese breve encuentro que había acabado de una manera muy diferente a la que había imaginado. Iba sólo con intención de saber cómo estaba y de disculparse, pero al final había logrado hasta llevarse uno de esos besos con los que había fantaseado.

- Espero que no tengas que seguir aquí encerrada mucho tiempo, que logren dar caza al demonio. Veré si logramos dar con Matvey también. Te enviaré cartas...y vendré a visitarte. La próxima vez llamaré a la puerta. Después de todo no creo que a tu padre le moleste que venga a verte, ¿no? - además, podía jugar la carta de ser uno de los Descendientes, que eso siempre tenía importancia. Se fijó en el anillo que podía usar para ocultar localizaciones, preguntándose si sería efectivo contra demonios. No lo dijo por si aquello le hacía tener miedo, pero le entró la duda.

- Está bien. Nos vemos pronto. Ten cuidado. - se inclinó un momento hacia ella para dejarle un beso en la mejilla, sin darle tiempo a nada más antes de desaparecerse del dormitorio.

Estos días... Ha seguido con la cabeza hundida en el libro que le había prestado su admirado maestro, el cual francamente empieza a temer qué pueda volverse un préstamo qué no pueda ser devuelto otra vez, han pasado... Muchos días... Y todavía no sabe si su maestro ya derrotó al árbol.

No quiere pensarlo, pero tiene miedo de que algo le haya pasado ahí dentro, aunque sea un descendiente... Y hablando de descendientes... Recibió la visita de uno, Khan, y esta vez vino de frente, por lo que ella quitó la protección del Vilya y claro, tuvo que explicar a su padre un poco de cosas...

Pero no mucho, y cuando finalmente Khan explicó qué les iban a dar ayuda, su padre no dudó en dejar qué fuera, e ir él mismo para ayudar en la caza del demonio, ella por su parte iría bastante apegada a Khan todo el camino...

Una vez se hubo llevado a Khan, apareció en el castillo, y lo llevó levitando a una habitación de las múltiples qué no se usaban, y luego de eso, iría por su padre, mismo con el que ya en este punto había hablado...

Erebus le confesó qué deseaba qué no llegase el día en que tuviera que enfrentarse a algo de la escala de esto, pues la gente sobrevive no siendo héroes, pero también entiende si quiere salvar a su maestro, y que además si el descendiente le dejó las instrucciones debe ser por alguna razón, así que con el dolor de su corazón, le da su voto de confianza, pero sí va a hacer algo peligroso, estará para vigilarla.

Ella le agradece a su padre por todo, y luego ambos van a donde está Khan, Erebus usa el saber del despertar para sacarle el veneno del cuerpo, y sanar su herida.

Sin embargo, no hace más, desaparece para permitir qué hablen, siendo consiente de que ahora si es necesario, al menos para la idea que tiene su hija, por mucho que no le guste la idea, y bueno, una vez concluido esto, Lemóni inhala y exhala...

Es momento de enviar un mensaje a Catherine.

Apenas se dio cuenta del momento en el que su amiga lo encontró tirado en la posada, ni de que se desapareció con él. Ni siquiera recordaba el momento en el que Erebus lo atendió para curarle la herida y neutralizar el veneno. Únicamente tenía recuerdos confusos de sueños sobre dragones...muy parecidos a los de los libros que había visto con Catherine.

Despertó horas después ya cerca del anochecer, sin saber muy bien dónde estaba ni cómo había llegado hasta allí. Estaba en una cama que desconocía, pero un olor a limón reconocible le hizo darse cuenta de que estaba a salvo. Tras abrir los ojos tardó algunos segundos más en reaccionar, enfocando a alguien sentado en el lado de la cama en la que estaba. - ¿Lemóni? ¿dónde estamos? ¿fuiste a buscarme...?- se removió un poco bajo las sábanas, incorporándose un poco. Seguía cansado, pero se encontraba mucho mejor. Intuía que ella había tenido algo que ver. A lo mejor al final sí que le había dado el antídoto que él se había negado a tomar sólo por cabezonería y orgullo.

- Espero que tu padre no siguiese regañándote después de que me fuese. - recordó el mosqueo del señor padre de ella, y cómo de irresponsable le había hecho sentir. Ojalá no le hubiese hecho más preguntas comprometidas a su hija sobre la noche anterior porque ahora ya había visto el tipo de cabreos que se pillaba.

Lemóni estaba terminando de mandar el mensaje a Catherine, la única miembro del consejo con quien puede contactar directamente ahora mismo, pues Khan está inconsciente y el maestro Rasputin en el interior del árbol, desea con todo su corazón haber tomado la decisión correcta, no sabe lo que podría desencadenarse, pero sí existe una oportunidad de ayudar a su maestro... Siente qué tiene que al menos sugerirla, por mucho que esté al nivel de un salto de fé.

Ella entonces que vió a Khan despertar, y casi de inmediato su rostro se iluminó, y procedió a abrazarlo cuando se incorporó, estaba aliviada, aunque sabía que su padre podría hacerlo.

M-Me da mucho gusto que estés bien...

Entonces luego responde.

Estamos en el castillo de Edimburgo... Y sí... E-Es qué todavía quiero verte...

Comentó mientras se le abrazaba, ahora sin segundas intenciones.

Sí... Todavía lo hizo un rato más...

Bastante, bastante más de hecho tuvo una discusión muy fuerte con sus padres, y los entendía, y peor fue cuando les reveló lo de las instrucciones, pero finalmente pudo hacer qué comprendan qué necesitaba hacer esto, y que si ella tenía las instrucciones era por alguna razón...

Pensaba tomarse esta como quizás... La última prueba qué le deje su maestro, espera poder lograr algo.

P-Pero... No te preocupes... No preguntó sobre... Bueno... Ya sabes...

Y se ruborizó fuertemente al pensar en eso, le daba vergüenza... Pero no se arrepentía.

L-Lo qué sí... Es que deberíamos hablarle a la maestra Discorides, por precaución... S-Solo no me han descubierto gracias al baño qué me dí... D-De otra forma madre ya sabría...

Porque su madre es una mujer lobo, pero eso es más una curiosidad qué otra cosa.