Hogsmeade

Yo estaba con mi cerveza sentado, al parecer no habia sido el ultimo en llegar porque al poco, entraron mas personas, dragones variados entre ellos. Los saludé con una sonrisa alzando mi jarra, que despues llevé a mis labios para beber, anulando un poco todas las señales olfativas tan fuertes que me estaban llegando. La luna llena estaba al caer....

Me alegraba ver que dos de los que habiamos rescatado de los campos (Ellyos padre y Vyka) se habian unido a nuestra causa, aun fuese de modo temporal. No opiné mucho sobre la magia negra, porque yo lo mas chungo que hacia con la magia era poder controlar la sangre de la peña, y generalmente, solia usarlo mas para curar que para hacer daño...pero si se terciaba.... miré a Ellyos senior, que al parecer se referia al dragon negro que vimos en la gruta de las conchas de no muy buenas maneras.

- Todos merecemos una segunda y hasta una tercera oportunidad. - sonreí por el alegato tan fervoroso de Juliet, me gustó bastante como habia hablado. Cierto, era tontería eso de encasillar. - Por supuesto. Como no todos los lobos son bestias salvajes, cierto?

Luego Sophia habló de cosas de listos, y mi cerebro ya habia sobrepasado los 7 minutos en los que podía estar centrado, atento, escuchando y procesando info dificil...asi que mientras ella hablaba, yo me tragué mi bebida. Asentí al final de su charla. esperaba que alguien la hubiese entendido.... En esto, que entró Erebo, haciendo una broma rara sobre violar gente. Bajé mi jarra de cerveza lentamente una vez me la habia bebido,con la mirada en Erebo y las cejas levantadas cuando se refirió a mi. Al terminar de escucharlo sonrei de lado dejando la jarra en la mesa con un fuerte porrazo. Y habia orgullo en mi sonrisa.

- Se me da bien liarla parda, y no hay nada mejor que una cerveza para arreglar las cosas. Y por lo que ha dicho mi primo aqui presente...veo que ahora NECESITAS que mi brigada y yo la liemos parda por ti. Alguien que sacar de las garras de la Alianza? Contad con nosotros. Tenemos curriculum en ello.... Johan! - dije poniendome en pie. - Tengo que irme, la luna llena se acerca. Cuenta con la Brigada para cualquier misión, ya sea de rescate o apoyo. Nos conocen bien...y yo a ellos. Avísame en cuanto iniciéis maniobras y prepararé a los mios. Vamos a tocarles las narices una vez mas.

Me separé de la mesa y fui hacia la puerta, despidiendome por el camino de la gente. A mi primo le solté un abrazo knox de los buenos, y finalmente salí por la puerta, para posteriormente, desaparecerme de alli.

- No se me da muy bien eso de equipos y cooperación, estoy más acostumbrando a estar solo y a recibir órdenes - dije encogiéndome de hombros - y lo que me mandas es una misión suicida, no solo para mi, sino también para quien me acompañe, soy el trofeo personal de Andreas y Eamon, si me ven aparecer por ahí sin más los guardias, el revuelo va a ser muy grande y probablemente ponga en peligro a Bram, que ahora mismo esta capturado dentro en algún sitio por tratar de liberarme - después miro a Reiv - chaval, al único sitio que tenía acceso era a mi celda, si necesitas colarte en otro lado de la Alianza, tendrás que buscar la manera, si tienen algo oculto que necesitéis sacar, tendréis que averiguar donde está - me cruzo de brazos y me quedo pensativo por un momento - obviamente un dragón a sus puertas causará mucho revuelo como para que los guardias se distraigan de otras cosas, pero como voy a arriesgar mi culo y de paso que es en la Alianza, buscad dentro a Bram y quitárselo de sus mugrientas zarpas.

Crucé las piernas y me puse a beber un poco más del whisky que había cogido de la barra, internamente sentía como una lucha entre sentimientos, de desesperación, de desconfianza, todos mis pensamientos se ven frustrados y destruidos con el ruido del golpe seco de una jarra de cerveza vacía contra la mesa, Lykaios, hablando y sonriendo con mucho orgullo, no sabía si tomar eso como un signo de prepotencia o de que estaba totalmente loco de la cabeza, vi como se marchaba, por lo visto era un hombre lobo y se marchaba antes de que le entrase hambre de Caperucitas. No estoy muy contento con el plan, pero por ahora no puedo hacer nada más que todo esto.

- Versión corta, Bram era mi superior, era quien estaba a cargo de controlarme y vigilarme, nos enamoramos, se enfada por el trato inhumano que recibía yo cada día, se rebela y me "secuestra" para liberarme de ellos.

Me empecé a reír con el comentario de Reiv, tal como hablaba parecía que su hermano era el malo de una película de villanos y que él era el héroe de la peli que deja en ridículo todos los planes malignos. Muevo la cabeza mientras río como diciendo "eres incorregible". Mi padre se pone un poco nervioso, por no decir pesado con algunos temas, se nota que la edad y alguna que otra cosa más le pesa encima que no está muy amable, suspiro un poco cansado, espero que poco a poco socialice y se le pase el mal humor.

- Vale, puedo ir con ellos, además en caso de necesidad soy un dragón bastante veloz o si por el contrario fuera necesario asistencia médica que espero que no.

Me pongo en pie y me voy al lado de Thalos y Thranduil para el momento en el que quieran marchar y empezar con su parte de la misión puedan. En un principio miro hacia mi padre, parece estar más perdido en sus pensamientos que atento a su alrededor, supongo que se estará haciendo a la idea de que ya no soy un niño y de que quiero ayudar, de todas maneras no me va a pasar nada malo y Johan y sus amigos tampoco van a permitirlo.

- Bueno, si necesitáis también puedo llevaros, os puedo dejar en el sitio que me digáis en un periquete, no os preocupéis, estoy acostumbrado a llevar gente a mis espaldas.

- ¿¿Quéeee?? Osea, Johan lleva a mi hijo a misiones de las que no se sabe como salen de ellas con vida, su hermano de fiesta a emborracharse y solo los cielos saben a que más... por los sagrados vientos, los Black sois peligrosos...

Suspiro, que amistades hace el inocente de mi hijo, es increíble que todavía no le haya pasado nada malo aún, alguien en el cielo debe estar velando por él, alguien muy poderoso, porque sino no me lo explico. Parece que mis opiniones suscitan un poco de polémica, puede que haya sus excepciones, pero normalmente los dragones negros es mejor darles de comer aparte, además este que ha entrado tiene bastante arrogancia y no se como es que ha tardado tanto en escapar y buscar ayuda, a saber cuales son sus intereses de verdad.

- Vale, tenemos a personas para descifrar como deshacernos de la amenaza de los centinelas, otros que van a levantar dudas entre los humanos y por último quienes van a ir a destruir el nuevo artefacto... ¿el resto que hacemos mientras todos ellos están con sus respectivas misiones? Si sirve de algo yo soy un dragón meteorólogo, puedo cambiar el tiempo meteorológico a mi antojo.

Me quedo de brazos cruzados y miro hacia mi hijo que se va a junto de los que va a tener como compañeros de misión, no me gusta mucho, pero ya está creciendo, escapando de mi control paterno, empezando a vivir, aunque por dentro no puedo dejar de preocuparme por él siendo tan inocente. "Ten cuidado, la guerra no es un juego, pequeño", pensé para mis adentros.

Parece que ahora soy el chico de los recados, o el que le toca el trabajo de limpiar la mierda de mi hermano, joder no ha parado quieto el puto dragón de los cojones, está dando más problemas que la oposición antes de las elecciones. Parece que su última aventura lo ha llevado hasta Hogsmeade, voy en helicóptero y por el camino leo las notas que Andreas me ha pasado, en lugar de un ataque en combate, haré un ataque psicológico.

Al llegar bajo del helicóptero y le digo al piloto que apague el motor para que se me pueda oír bien. Cojo un megáfono y me dirijo a una plaza cercana para que el mensaje recorra las calles. Sonriendo enciendo el aparato y empiezo a dar el mensaje con voz alta y clara.

- Atención a todos, se busca a un peligroso maleante, es un dragón negro que responde al nombre de Erebo, es altamente peligroso, es capaz de matar a sangre fría como lo hizo con su familia, no esperéis ningún tipo de compasión por su parte si os encuentra, no tiene ningún tipo de sentimientos, solo odio. Se ofrecerá una gran recompensa a quien de noticias de su paradero o si lo atrapa vivo. - espero un rato y me río, vuelvo a encender el aparato para darle esta vez donde más duele - Erebo, se que me oyes, ¿por qué hacer esto más difícil? Vuelve pacíficamente y podrás recuperar tu cómoda vida y también a Bram, si muestras signos de portarte bien, Andreas te llegará a perdonar y hará la vista gorda, todo volverá a ser como antes, no busques fuera lo que no puedes encontrar, nadie te ayudará, fuera de la Alianza todo es peligroso, ¿por qué no dejas de huir por una vez? Siempre lo has hecho, has huido de todos tus problemas, no has sabido enfrentarte a ellos, toda tu vida es una mentira, igual que tu nombre... el cual te has cambiado para poder huir de tu vida pasada también... ¿verdad, Kingukosuto Rudora?

Dicho eso apagué el megáfono y me puse a reír maliciosamente, o la gente temía por la presencia del dragón y se replanteaban el tenerlo cerca, o él mismo aparecía por una razón u otra, si no era por acabar con su propio sufrimiento y regresar o bien enfadado, porque si todo lo demás de antes no lo hacía ponerse nervioso, el escuchar su nombre verdadero, que tanto odia y elude lo hará.

Decidi pasar bastante de Reiv y sus mierdas de magia negra o cualquier indirecta que me lanzase. Me aburria seguirle el royo mas alla. A Sophia la escuche con mas interes por lo que decia, pues tenia mucho sentido. La deje terminar de hablar, mientras Johan me prometia que lo de keira no se iba a repetir. Parecia que no,desde luego....ya teniamos a Sophia. Y estaba de nuestro lado.

- Tal como estan las cosas...en lugar de entrar a saco a buscar ese arma, yo propondria meter espias. Ya, ya... somos pocos humanos en la Resistencia y a mi me tienen fichado, asi que no puedo hacerlo. Pero me parece lo mas inteligente, que entrar ahi a saco. Aunque tambien necesitariamos mas tiempo para eso...y es algo que no tenemos.

Mientras debatian demas cosas, y yo me dirigia hacia la puerta porque ya tenia mision e incluso ayudantes, esta se abrio nuevamente y entraron Lyran y el dragón aquel tan mencionado. Me parecio un fanfarrón nada mas abrir su boca. Pero lo dejé pasar, no tenia ganas de joder a nadie mas. El rubiales dijo algo que podia ser interesante...asi que meteorologo.

- Puedes mandarme una buena cantidad de niebla a la ciudad? Nada que llame demasiado la atencion pero si que restrinja un poco a las camaras de a pie de calle. Bueno, nos vamos, tenemos unas motos aguardando afuera. - hice un gesto a Thran y a Ellyos para que me acompañasen, pero cuando tenia la mano en el pomo de la puerta , se oyó aquella voz por megafonia. Y me quedé parado escuchando, pero farfullé.

-Como lo han localizado aqui? - pregunté a Lyran. - Dijisteis que le habiais quitado el chip.

El hombre del megáfono, que jugaba al juego psicológico, terminó. Yo por mi parte tenía claro que no iba a dejar que nadie fuese chantajeado, asi que abrí la puerta mirando al dragon peliblanco.

-Tio. Ahora entiendo que te cambiases de nombre. Es jodidamente impronunciable.

Miré a Johan y le indiqué con un gesto de mi cabeza que iba a salir. El del megáfono no estaba solo. Era un cebo. Iban a haber mas, seguro. Asi que salí y cerré la puerta, la posada no quedaba muy lejos de la plaza. Caminé hacia la plaza, la tenia a tiro de vista...y de pistola. Hay algunas personas por ahi dando vueltas, mas les vale largarse rapido de alli. Vi al tipo con el megáfono ya agachado....me sonaba bastante...no era el notas de la television? Ese al que Andreas habia nombrado como cabeza del ejército?

- La Alianza no es bienvenida aquí.

Disparé un par de veces al aire para que los pocos que habian por ahi se acojonasen y terminaran de largarse...era un pueblo de gente magica, no obstante. Dudaba que se posicionaran del lado del ejército. Después, apunté a Michael y disparé a una zona no vital de su cuerpo. No quería matarlo....

- Y esto significa no bienvenido.


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off: si prefieres k vayamos a dados, avisa y tiro

La reunión parecía casi concluida. Dejando de lado el revuelo que se había hecho con el dragón que acababa de entrar, todo había ido bien. Pero mi pobre e ingenua sobrina... Había conocido solo un par o tres dragones negros, y eran la cosa más rara, pues podían vivir en armonía, aunque no demasiado juntos. Necesitaba estar más precavida también con los de su propia especie. Aunque este dragón negro en particular me agradaba. Sonaba a a que le gustaba folletear por ahí y esas cosas, y tenía tiempo sin un compañero de putas con quien compartir u par de buenos culos.

Sacándome un poco de mis pensamientos, Johan dispuso el equipo maravilla de Thalos, Ellyos y yo mismo. Que el tal Ellyos tenía cara de ser un dragón noble, así que seguramente todo iría bien a menos que Thalos le tomara tirria.

O al menos eso pensamos hasta que las calles se llenaron de ruido. Y por lo que decía, no parecía ser de seres mágicos. Pensé rápidamente. El pueblo era de mágicos, así que no había nada raro en que todos estuviéramos aquí, pero ¿Thalos? Él era humano y nos convenía que lo siguieran viendo como tal al menos hasta plantar los explosivos. Tendría que hacerse sin permitir que reconocieran al jodido tuerto.

Tiré al piso el cigarrillo y me levanté pisándolo para dirigirme a la puerta.- Bueno, creo que es hora de ir empacando.- Señalé los planos. Era mejor que no supieran de la ventaja que teníamos.- No dejes que se meta en tu cabeza. Si lo logra, ellos ganan.- Dije al dragón nuevo antes de terminar con mi última sentencia.- Juliet, sal de aquí, cariño. Pero no te vayas con ese...- Murmuré antes de escuchar las balas al aire, corriendo y cerrando la puerta tras de mi. Al menos vi al idiota caminando hacia la plaza central. No se veía muy herido. Rodé los ojos, metí las manos en los bolsillos y comencé a caminar hacia su dirección, silbando a ratos.

No pensaba que mi plan fuera a dar sus frutos tan pronto, de repente se escucharon sonidos de disparos al aire y mi sorpresa es ver a una de las personas fichadas por la Alianza, un humano traidor a la causa y que solo ha dado más que problemas, veo como me apunta con la pistola y dispara, rápidamente saco la espada de mi espalda y me trato de proteger con ella, siento como el acero de la hoja tiembla al recibir el impacto de la bala, no iba a ninguna zona vital pero me hubiera jodido bastante también.

- Mirad a quien tenemos aquí... a un traidor, ¿no me digas que eres tu la nueva niñera del dragón? Espero que tengas un buen chaleco antibalas, en cualquier momento se le pueden cruzar los cables y tratar de apuñalarte por la espalda, incluso desarmado es capaz de darle problemas a un ejecutor bien armado, por no mencionar que casi lo mata - le señalo con el extremo de la espada - devuelve al dragón y haré la vista gorda, no le diré a nadie que has estado por aquí, es un problema demasiado grande para que tu lo manejes, ¿o en tus años de la Alianza cuando te decían que algo secreto, como un arma, no aprendiste que es secreto y no se debe tocar y así debe quedar, en secreto?

Conociendo el perfil de este tipo, lo mejor es andarse con cuidado, no creo que por las buenas vaya a cooperar, así que me quedo vigilante por si vuelve a disparar, un poco de ejercicio no me vendrá mal y quien sabe, a lo mejor llevo doble sorpresa de vuelta a la Alianza, mi hermano Andreas se quedará impresionado de mis capacidades por fin, no entiendo como un humano puede aliarse con esos seres hambrientos de poder y destrucción.

La junta parecía ir bien, a pesar de los ligeros enfrentamientos que había de vez en cuando. La mayoría parecían ir de un ego herido a rencillas de mucho tiempo atrás. Pero no le incumbía. Su trato estaba en los planos y en Johan. El resto parecía haber pasado por alto el hecho de haber estado con la Alianza, y buena razón tenían, pues entre ellos mismos había gente que había cambiado de bando. Sobre todo el dragón del que habían estado hablando, que llegó con un madurito guapo.

Asintió rápidamente a lo que Sophía mencionaba. No le causaba sorpresa, pocas cosas lo hacían, pero sabía bien que no se habían topado antes. No pasó mucho tiempo antes de que ella misma comenzara a sacar sus conclusiones de los planos. Algunas se veían bien. Sobre todo conocía la constitución de los últimos centinelas ppor lo que había estudiado la noche anterior, pero las siguientes parecían demasiado descabelladas para ser algo que sacó solamente de esos planos. No pudo evitar alzar una ceja cuando escuchó aquella teoría del satélite. Pero eso podía descartarse rápidamente.- No, no, pero en caso de un satélite necesitan algo más grande para ponerlo en órbita. Los centinelas no tienen la capacidad para subir más allá de la estratósfera y para poner un satélite necesita estar a quinientos kilómetros de la tierra... Es fácil corroborar esa teoría. Necesitamos encontrar el cohete que enviarían a colocar esta cosa. Debe ser algo muy grande, muy visible y muy fácil de identificar, pero puede estar en cualquier lugar. Sin un cohete no pueden colocarlo, pero eso no quiere decir que no puedan utilizarlo. Se me ocurre que en lugar de inutilizarlo, pudieramos reordenarlo para que dañe a los centinelas.

De repente, el dragón de la Alianza interrumpió la reunión. Con todo lo que decía era realmente un antes y un después en todo. Ese era el tipo de dragones del que le habían contado en historias... No del tipo violador, sino del tipo malo. Lo ignoró porque no tenía nada que decirle y porque ella al parecer no sería nunca su objetivo. Sin embargo, Reiv si que parecía tocado con aquello de la magia negra.- No quiero manejarla... Quiero dominarla. Hacerla mía. Aunque luego me aburra y me estorbe y llegue a odiarla.- Susurró a Reiv, buscando que Johan no escuchara porque le había visto ya su cara de disgusto. Sobre todo porque no quería que el chiquillo de Reiv le dijera que no tenía actitud para hacer las cosas.

Trató de respirar lo más profundo posible y enfocarse en la información de los planos, aunque la explicación de Sophía la perdió en el primer instante y no pudo reprimir un bostezo, aun cuando sabía que era algo rudo. Y la parte en la que Victorya discernía también llegó a ser algo aburrido. De todo ello solo captó que aquella cosa debía ser localizada.

Por más que quiso defender a los dragones negros, el caso de Erebo era indefendible. Pero fue un buen escarmiento para recordar que no todos los dragones van a ser amables con otros de la misma especie. Era triste pensarlo así, tal como Reiv lo decía con tantas peleas entre nosotros mismos, pero era mucho cuestión de personalidades. Él mismo hasta hacía poco no se llevaba bien con su hermano, y peor aún, no parecía tener demasiados amigos de su propia especie, pero estaba trabajando en ello. Finalmente, le sonrió tímidamente a Lykaios cuando escuchó que se ponía de acuerdo con ella, y asintió brevemente. No podía negar que él le agradaba y que esas ligeras intervenciones de él siempre eran muy beneficiosas.

Al menos, con la asignación de roles, parecía que todos estábamos en la misma página. Había prioridades más grandes que las rencillas ridículas. Una vez cerca de Reiv, le susurró cerca del oído.- ¿Quieres de verdad que me una más con otros dragones? - Bromeó en doble sentido justo antes de escuchar que Reiv quiere meterlo a la misión, llevándose la sorpresa de su vida. Afortunadamente, el negro parecía no conocer nada de la base de la Alianza, y eso era bueno, porque no soportaba su presencia. Era como sentirse atrapada en paredes angostas.- ¿Tienes al menos una idea de dónde está la esfera o tu enamorado? ¿Qué tal si él no quiere venir? ¿De verdad esperas que busquemos una pelota de metal que no tenemos idea de dónde está y saquemos a un tipo que se llama Bram de la base de la Alianza sin que nadie sea capturado? Supongo que podemos ir preguntándole a quien veamos por ahí...- Ironizó. Seguramente a él no le importaba la última parte, pero si antes de su encargo ya parecía una misión excesiva, no podía pensar en ir preguntando persona por persona si alguno era Bram.

El revuelo afuera por quien sea que buscara al dragón recién llegado hizo que el par de bobos de Thalos y su tío salieran corriendo, no sin antes tener una frase de apoyo por parte del elfo para con Reiv.- Sí, tío...- Susurró sonrojándose ligeramente, principalmente por las ocurrencias y el poco filtro bucal que mostraba su tío en ciertas ocasiones. Y aunque en realidad no tenía intenciones de irse sin Reiv, no podía negar que era lindo que alguien se preocupara.- Si la Alianza está aquí, no sé si es mejor quedarnos o irnos, pero alguien debe cuidar los planos. Y debemos movernos rápido.

El jefe de la Brigada nos da su completo apoyo una vez que se entera más o menos de qué van las misiones que traemos entre manos, aunque no puede quedarse mucho más rato a ultimar detalles debido a cuestiones lunares. - Gracias Lykaios, sabía que podíamos contar con vosotros.- nuestra colaboración mutua viene de lejos, nunca nos han fallado. No sé por qué, pero me viene el recuerdo de cuando fuimos nosotros a apoyarlos a una misión en Francia contra los ministeriales, en una de nuestras primeras colaboraciones. - No te entretengo más por ahora, te mandaré un mensaje con cualquier cosa que haga falta y para avisar cuando se haga lo de la base militar. - me despido del Knox joven antes de que se marche, prestando ahora atención al asunto de la misión en la que estarán Reiv, Juliet y tal vez Erebo. El dragón no parece muy convencido de ir con ellos, alegando que no sabe trabajar en equipo y que lo están buscando.

- Entonces no te dejaban moverte por la base de la Alianza...qué limitados están los movimientos de los ejecutores. Eso complica un poco las cosas. Ellos pueden intentar buscar a la persona que quieres, pero no van a tener ni idea de quién es si no vas con ellos. Si no los acompañas nada asegura que la misión tenga éxito. Además, es tu oportunidad de ir y rescatar personalmente a la persona que quieres. ¿Vas a dejar que la responsabilidad de hacer eso recaiga sobre unos completos desconocidos? ¿o vas a estar ahí, atento y haciendo todo lo posible para que todo salga bien? Así no tendrás que lamentar nada, pase lo que pase. - presiono a Erebo para que se implique en lo que hay que hacer en la base, pues si decide ir por su lado no habrá colaboración posible. La mayoría de los dragones de la taberna empiezan a darme dolor de cabeza, exceptuando a Ellyos hijo y a Juliet. El padre de Ellyos entra en modo viejuno y se queja de nuevo de la mala influencia que somos los Black para su hijo, a lo que respondo con un pequeño resoplido.

- Su hijo está viviendo más aventuras ahora que en toda su vida, déjelo divertirse. - le dedico una mirada cómplice a Ellyos, añadiendo que él, Thalos y Thranduil pueden marcharse a hacer eso cuando deseen. Después me pienso el ofrecimiento del padre, buscando encajarlo con eso de su poder meteorológico. Thalos le pide algo de ayuda con la niebla para ser menos visible en el ataque, así que le sugiero que se una a ellos, al menos por ahora. Además, así podrá echarle un vistazo a su hijo aunque sea de lejos. Niego con la cabeza a eso que dice Thalos de los espías, está claro que no tenemos tiempo. - Ese es el problema, no tenemos a nadie nuevo y de confianza que pueda infiltrarse. Tú fichado, Imram de la Brigada, fichado. Sophia, fichada. Y perdí a la rehén Wolf que usamos para robar los planos. No queda otra que entrar como se pueda, aunque no sea la opción más sigilosa o apropiada.- comienzo a recoger los planos tras escuchar los detalles del arma que da Victorya, lo cual hará que sea fácil de encontrar, al menos por su envergadura. Presto atención a eso que dice de usar el chisme para revertir su posible efecto, así que es importante no romperlo si se encuentra.

- Ya habéis escuchado, intentaremos robarla y traerla aquí. Me uniré a vosotros en caso de que encontréis algo útil o necesitéis ayuda. Todo el que quiera puede unirse a esa misión, aunque al inicio es mejor que sean pocos...hasta que sean descubiertos. - toca dar la reunión por concluida en cuanto nos sorprende la voz del capitán de la Alianza hablando por un megáfono. Inmediatamente miro a Lyran, buscando una respuesta a lo que ha preguntado Thalos sobre el chip. No sé cómo cojones nos han localizado. Corro hacia la ventana para asomarme, localizando al Wilhelm menor. Parece estar solo, pero no hay que fiarse. Dudo que no tenga refuerzos. - Erebo, no le hagas ni caso. Te está chantajeando para que vuelvas a tu jaula. Puedes tener a la persona que quieres sin necesidad de ser prisionero. - el capitán también intenta ponernos en contra del dragón, contándonos cosas de su pasado u ofreciendo recompensas. A lo mejor los que acabamos pidiendo recompensa somos nosotros, que no de ideas. Me aparto de la ventana para entregar los planos a Sophia y a Victorya, que son las que van a trabajar con ellos. - Os dejo al cargo. Creo que el único lugar en el que podéis investigar tranquilas es en Ouroboros. Sophia conoce una manera de llegar, deja que ella se encargue. Yo voy a salir con Thalos y Thranduil, lo entretendremos mientras desalojáis esto y cada uno se va a su misión o a ponerse a salvo. ¡Vamos, largaos!- les meto prisa a todos en general, que si nos quedamos aquí parados puede ser nuestra perdición. Después salgo de la taberna, comenzando a canalizar magia a a lo largo de uno de mis brazos para acabar arrojando una potente ráfaga de energía en dirección al capitán Wilhelm.

- No seas pesado y deja de joder. Tendrás que conformarte con jugar con tus robots, los dragones no son cosa vuestra.

Resoplo enfadado, todo son quejas, no se si realmente alguien quiere ayudar y para colmo viene a avinagrarme mas el petardo del Wilhelm menor. Hago muecas y uso la mano como si fuera una boca diciendo un "bla bla bla bla", si, soy una persona horrible, malvado, la bruja de los cuentos, el terror de los mortales, que vamos que en el infierno cuando muera los demonios me proclamaran el rey por mi maldad suprema. Lo que me acabo jodiendo de verdad ya, lo que hizo que todo mi cabreo explotara y subiera exponencialmente, fue escuchar mi nombre, a lo que con fuerza di un puñetazo en una mesa, astillándola y rompéndola. Grité fuertemente como un dragón cabreado puede hacer.

- ¡ESE NOMBRE NO EXISTE! ¡ ESE NOMBRE MURIÓ HACE MÁS DE MIL AÑOS! - volví a dar otro bufido y mire a los que supuestamente iban a ser mis compañeros de equipo - ¿Queréis destrucción y caos para poder entrar? !Vale, de acuerdo! Os enseñaré como un dragón negro puede volver loca a una ciudad, cuando lleguéis no encontraréis ni un guardia que os moleste.

Voy hacia la puerta y la abro enfadado, fuera me transformo en dragón y vuelo en dirección la Alianza para hacer la parte que me toca de la misión, y por su bien espero que merezca la pena.

La reunión concluyo antes de lo esperado, la voz de alguien por megafonía retumbó por todo el pueblo para ofrecer una recompensa por el dragón negro, no se porque la Alianza se toma tantas molestias por un dragón, ni que fuera una mina de diamantes, o hubiera algún tipo de razón secreta por la cual el dragón no debía ser visto en público. La cosa es que uno de mis compañeros salió apurado y se escucharon disparos, cosa que me asustó y vi como el elfo, mi otro compañero, salió tras el anterior.

- Me voy con mis compañeros, suerte a todos con sus misiones - dije haciendo una reverencia.

Salí corriendo del local hasta alcanzar a Thranduil que estaba un poco más atrás, observé como Thalos se enzarzaba con uno de los peces gordos de la Alianza, no se si era muy buena idea, como el resto del personal de la Alianza se presentase aquí íbamos a tener grandes problemas, porque no es muy normal que el capitán se presente así solo y sin refuerzos en un lugar con población predominante mágica, o era un suicida o tenía un as bajo la manga.

- ¿Y si se trata de una trampa y estamos picando en ella? - le sugerí a Thranduil

Al final la gente y yo no hacemos muy buenas migas aunque tampoco pongo mucho de mi parte por ser agradable. No me gusta nada que Johan me replique diciéndome que al menos mi hijo se lo pasa bien y está contento y que debería dejarlo vivir, ya veremos como cambia de actitud el día en que sea padre y la Alianza casi extermine a su familia. Me levanto al ver que todos los de mi grupo se marchan, debería ir marchando e ir invocando la niebla para que cuando lleguen ya entren sin ser vistos, pues me va a llevar un buen rato.

Salgo afuera, suspiro y me convierto en dragón de nuevo y agitó las alas pesadamente para intentar levantarme en vuelo, aún me sigue costando volar después de tanto tiempo sin hacerlo, me da cierta vergüenza verme así, así que no puedo evitarme el sonrojarme hasta que consigo levantar el vuelo, rumbo Inglaterra, al menos desde el aire mientras mantengo la canalización de la niebla para que no se disipe podré vigilar a mi hijo y ver que no le ocurra nada. Al llegar a mi destino, me quedo flotando en el aire y comienzo a canalizar mi poder, moviendo las corrientes de aire para que se den las condiciones óptimas para que una buena niebla se desate por todos los rincones, sobretodo en la zona a la que deben entrar, donde está más concentrada y espesa que en los alrededores.

Parece que mis explicaciones fueron algo acertadas, excepto con respecto al nuevo arma, parece ser que lo más probable es que la Alianza ocultase una base de lanzamiento y fuera desde ella donde pondrían en órbita el satélite, lo cual nos dejaba una cuenta atrás un poco corta, pues básicamente ¿donde podrían tener semejante instalación oculta donde nadie pudiera dar cuenta de que están enviando algo en secreto al espacio?

Las cosas parecen empeorar cuando llega uno de los dirigentes de la Alianza, el Capitán del ejercito, me entra algo de miedo, pues no debería ser vista por ellos de nuevo, prefería que siguieran pensando que me habían matado de verdad. Johan nos apura para que escapemos, escondamos los planos y los sigamos estudiando en secreto, nos propone que vayamos a Ouroboros, aunque según recuerdo, mi presencia no fue grata por allí debido a la ley que tenían. Cogí el espejo de mi bolsillo y envié un mensaje a Lucio: "Necesito que vengas a recogerme, la Alianza esta aquí y necesito que me escondas a mi y a una amiga para que podamos estudiar unos planos que les hemos robado, dice Johan que deberíamos ir a Ouroboros, aunque no se si nos dejarán entrar como al última vez".

El dragón negro no parece ser de los que trabajan bien en equipo, así que tengo la intuición de que no vendrá con nosotros, y si viene será de mala gana. Además, por lo que dice se ve que no conoce el interior de la base militar de la Alianza, por lo que dudo que una vez dentro pueda sernos de gran ayuda. Demasiadas cosas que buscar ahí dentro...un arma, su amante...

- Eso, tú te vienes con nosotros, que no tenemos ni idea del careto que tiene el tipo que buscas.- es lo único en lo que estoy de acuerdo con Johan, ahora que Erebo ha decidido venir y montar jaleo en la entrada para que podamos entrar con menos dificultad. Lanzo a Victorya una mirada de reojo , pensando que se le va la olla cuando susurra eso de dominar la magia negra aunque llegue a odiarla. - Mm...sí, creo que...deberías olvidarlo por una temporada.

"loca oscuraca"

Después niego fervientemente al comentario de Juliet de unirse a otros dragones, porque eso puede desatar el apocalipsis si se ponen a pelear entre ellos. - Mejor que no, que aquí se han juntado 4 y mira lo que ha pasado. - el dragón de la Alianza se enfurece en cuanto su antiguo amo le increpa, hasta el punto de volverse completamente loco de rabia. - Es momento de largarse, Juliet. Aquí ya se encargan de retener al pirado del megáfono.- nosotros tenemos una misión que cumplir, y ellos otro. No sé cómo va salir todo esto, pero ya necesitaba movimiento de este tipo. Cojo la mano de Juliet, desapareciéndome de allí con ella para dirigirnos a terrenos hostiles.

La calma parecia reinar en aquella reunion en la cual pese a haber opiniones diversas, todos hacian esfuerzos por reconducir sus naturalezas hacia una lucha comun contra un enemigo comun. Crucé mis brazos por delante del pecho cuando los mas jovenes, Reiv y Victorya, hablaron de la magia negra. Tan a la ligera. Estaba bien que no la temiesen pero de ahi a no respetarla.... cierto era, conocer era poder. Bien conocia sus entresijos yo, y bien que los evitaba. No dije nada al respecto. No estaba alli para aleccionar a ninguna mente que, a bien seguro, no queria escuchar.

Las explicaciones de Sofia me resultaron claras y comprensibles, y asentí concentrado, aun de brazos cruzados. Sonreí por la intervencion de mi primo. Me encantaba su espiritu, asi como la demostracion de Juliet. Le correspondi al abrazo cuando pasó a mi lado y nos despedimos. Parece que cada cual esta listo para su mision, entonces voy a preguntarle a Johan que si me necesitan para hacer algo cuando se oye por megafonia todo aquello...

Que escucho en absoluto silencio.

"Genial. Si las cosas estaban mal, se ponen peor"

Miré a Erebo, solo para decirle lo mismo que los demás, pero reaccionó con una furia inesperada. Thalos fue el primero en salir, Johan y Thranduil tras ellos.

-Esperad un momento...

Les dije a los que se iban tan rapido, pero no hubo modo. Reiv se marchó con Juliet tambien rapidamente a comenzar su mision, Ellyos padre a hacer sus nieblas, Ellyos hijo, con los de la plaza....y Erebo salio anunciando que la iba a liar parda en la entrada.

-Espera, es cierto que no sabemos como es Bram! Sin tí no va a ser sencillo encontrarlo!!!

"Las cosas se piensan mas, joder!"

Como me gustaria estar ahora mismo en mi casa con mis hijos y no quebrandome la cabeza con cosas de esas. Gruñí llevándome las manos a la cabeza y miré a las unicas dos que quedaban alli, Vyctoria y Sophia, que tenian la mision de proteger los planos. Las miré porque ambas seguian aqui y no parecian con intenciones de moverse....

- ...sabeis llegar a Ouroboros? Os puedo teletransportar alli directamente. Junto con esos planos.

"Y empezar a hacer algo util en lugar de quejarme mentalmente, mierda"

De repente llega la caballería de Thalos, otro mago más que dispara una fuerte ráfaga de energía, salto de mi posición hacia un lado para evitar que la potencia de su ataque me de, resoplo enfadado, estos magos no saben cuando rendirse, ni dar su causa por perdida, y lo peor de todo es que haya traidores a nuestra raza que se unan a su causa, todos ellos acabaran en el mismo sitio, en una confortable celda de rehabilitación, donde acabarán siendo algo de provecho para la sociedad.

- ¿Qué es esto, la sociedad protectora de dragones? ¿Acaso tenéis idea de donde os estáis metiendo? Ese dragón es un peligro suelto, no os dejéis llevar por extraños fanatismos de héroes y salvadores, poniendo en peligro a mucha gente inocente.

Tengo que pensar en que hacer, si aun fuera solo contra Thalos no pasaría nada, pero si ya hay un mago de por medio y que dispara energía, intentar huir ahora en el helicóptero sería un suicidio porque podría derribarlo con otro cañonazo suyo, si son ellos dos solos puedo intentar apañarmelas como Capitán del ejercito que soy, o despistarlos por las encrucijadas de las calles y entonces huir con el helicóptero, al menos debería anular al mago, es el más peligroso ahora mismo.

El capitán desvió mi bala de un modo un tanto inesperado, a decir verdad. Alcé una ceja por aquello. Habilidad mezclada con suerte, quizá. La proxima vez, no le dispararía solo una bala. Michael empezó con su retahíla solo digna de alguien de su posicion

-Thalos Draven reportándose, señor. - dije de modo extremadamente lacónico y  burlón. - No intentes meterme miedo en el cuerpo, señor. No temo a los dragones malvados. - ladeé mi cabeza con aquella sonrisa en mis labios. - Tampoco me dejo chantajear.  Y obviamente, no, no aprendí eso. Aprendí que la Alianza está llena de mentirosos  que se aprovechaban de criaturas mágicas para servirse a si mismos, y que por ende, menospreciaban a los humanos. No te lo tomes a mal, mi capitán por aquel entonces era otro...

Ellyos, Thranduil y Johan no tardaron en estar conmigo. Era fácil sentirse respaldado asi. Algo que no le dije a Michael pero que tambien habia aprendido en la Alianza, era a pensar por mi mismo. Aunque eso fue al descubrir que mi vida para ellos valía media mierda, la mia  y la de todos. Vale, Erika tuvo mucho que ver. Pero Johan también. Por cierto, que Wilhelm esquivó tambien el ataque de Johan. Chasqueé la lengua disgustado y elevé la pistola hacia él

"tenemos trabajo que hacer y él probablemente tenga refuerzos cerca acechando. Vamos a secuestrarlo y punto, joder"

- No me vengas con superioridades morales, la seguridad de los inocentes te importa una mierda. - y le disparé no una vez si no dos, esta vez ni el espiritu de Bruce Lee le salvaría el culo.

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paso a dados, we are in Trama GLobal

5 dados+ 5 bonus humano+ 26 base= 36 Ps ataque tecno a Michael

El miembro 'Thalos Draven' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Tecnológico' :