Comedor de la Academia Ouroboros

Fui todo el camino desde las mazmorras hasta el comedor pensando en eso de los soldados abeja, no podía dejar de tener en mente la imagen de gente disfrazada de abeja, como aquel personaje de aquellos populares dibujos muggles. No se lo dije a mi invitado, por supuesto, no podía perder mi apariencia seria frente a él. Fue interesante saber que la proporción de magos era similar. Le sonreí asintiendo a eso de los dragones, casi me daban ganas de decirle a Zaphira que le hiciese luego una demostración, sería interesante. Intuí que en su mundo no sucedía así lo del tema dragón.

- Exacto, la disciplina histórica requiere ser estudiada desde diferentes fuentes para obtener la verdad. Soy la prueba plausible de que sí tuvo descendencia, y de que muchos personajes históricos influyentes eran de raza mágica. Claro que...eso es algo que muchos no sabían. Hasta que se reveló. - el largo recorrido dio para ponerle al día de más asuntos relacionados con el contexto en que se encontraba, así que traté de dar respuesta a todos sus preguntas, usando un tono tranquilo mientras caminaba con las manos en la espalda. - Isla Ouroboros, hogar de los Descendientes, sus aprendices, y otras familias. La ubicación no es fija, así que no es fácil de localizar, y está protegida por hechizos. - siguió contándome sobre las facciones de su mundo, y todas las cosas me resultaban familiares en cierto modo. - Fenicios, griegos y cartagineses. - recité como cuando estudiaba Historia de la Península Ibérica, pensando en Zaphira con lo de los templarios. - Zaphira estuvo con los templarios, luego tenéis una charla sobre eso. -
lo miré sorprendido porque en su mundo aún seguían ocultando lo mágico, cosa que pasaba aquí hace años. - Pues vaya...al final todo estallará de un modo u otro. Aquí tienes buenos especialistas de la tecnomagia, como Giordano Da Vinci y Markus Tesla. También me incluyo. -
por fin llegamos al comedor, atestado de gente y lleno de barullo. Ya me estaba llamando mi sofá, mi manta y mi libro. Llegué al grupo para hablar principalmente con Zaphira, llevando a Arturo hasta allí. Saludé en general, en especial a Adael y a Sean.

- Os presento a Arturo, un viajero interdimensional que ha llegado aquí por error, a través de cierto portal interesante que tienen los Soul Reaper en su torre. - carraspeé mirando a Adramelech, bien callado se lo tenían los desgraciados. - No sabíamos si era peligroso, así que lo hemos encerrado temporalmente e interrogado para saber más sobre él. El caso es que no parece problemático, pero va a estar en libertad vigilada. -
informo a Zaphira, decidiendo ser malvado con ambos. Sonreí de modo abuelil encantador, pero que te la mete igual. Era casi como esas señoras que se cuelan en la cola del súper. - Tú le vigilarás, porque le dan cosa los templarios, así es como terapia de choque. Lo puedes bajar a tierra, y que empiece a colaborar con la causa. En esta isla no quiero ninis, aquí se trabaja y se lucha por los demás. - dicho esto me di la vuelta, despidiéndome. - He de marcharme a atender unos asuntos, ya me informarás. - abandoné el comedor, yéndome para mi casa.

Para sus adentros pensó que no le habría gustado el recibimiento a Sean y que Zaph, más que ruda, resultó ser una inesperada aliada de Khaled. El hechicero vio cómo, a su lado se formó una densa capa de hielo, no supo qué hacer con eso hasta que esta empezó a resquebrajarse y apareció Ellyos dentro de ella, se limitó a quitarse el polvo de hielo que cayó sobre él con magia elementarista del aire. Asintió de acuerdo con lo que Sean decía sobre la familia. La hermana del miembro del Consejo se alejó molesta y Adael sostuvo la seria mirada de la Soul mientras su colega daba su respuesta, no podía hacer mucho más, no quería hablar sobre algo de lo que no sabía, no hizo más que acotar un breve comentario mostrándose de acuerdo con las palabras del descendiente de Merlín y de Adramelech. Se ruborizó con los halagos de Sean e hizo un gesto de "calla, calla, que me ruborizas" pero después se dio cuenta que el otro no podría verlo por su condición. Le hizo gracia el comentario de lo difícil que es ordenar sin poder ver, así que rió con el grupo. Se echó hacia atrás en la silla soltando los cubiertos cuando Rubi le graznó de ese modo. Hizo un facepalm al saber el nombre real de la criatura.

-Ohhhhhhh… si, ese es un nombre más bonito. Lo siento Rubi, en el club de pintura Giordano se refería así a ti sin parar y… bueno, pensé que ese era tu nombre.- Dijo rascándose la nuca y volviendo a agarrar los cubiertos para llevarse otro bocado a la boca. Asintió con vehemencia cuando Sean dijo lo de los kneazles.

-¡Es tan lindo! Es un pequeño y adorable cachorro de kneazle con un manto carey por pelaje, de color negro casi todo el cuerpo, con motitas pequeñas en algunas zonas y en otras manchas más grandes de color naranja, tiene grandes y puntiagudas orejas, grandes ojos amarillos y el extremo de la cola con más pelaje que el resto de la extremidad, como la cola de un león. Los kneazles también identifican a personas sospechosas.- Estaba muy emocionado con su nueva mascota. Comió otro bocado y alcanzó a ver el gesto de Adramelech a Rosse mientras el otro hablaba sobre los jardines.

-Con mucho gusto les haremos una demostración con mis estudiantes, pero mañana, hoy ya se deben estar llendo a dormir. Hablando de eso, Sean ¿Pensaste sobre mi propuesta de averiguar si puedes hacer magia elementarista de la tierra? Si puedes, podré enseñarte una técnica para ver a través de la tierra, sería algo así como ver con los pies, podrás sentir las vibraciones de la tierra y ver donde está todo. Podrías tener la magia elementarista escondida por ahí, esperemos que sea de la tierra.- Observó a Ellyos entablar conversación con Rosse para bajar el tono del ambiente, cosa que agradeció. Cuando Zaph llegó, Adael estaba masticando otro bocado así que la saludo con la mano. No le extrañó la escena de ella y Sean, ella era así, solo se dedicó a seguir masticando. Los Souls parecían querer retirarse ya, así que Adael les intentó dar las indicaciones para llegar a la zona residencial y a sus aposentos por sí solos.

-Salen por esa puerta, siguen derecho hasta encontrar una gran construcción frente al lago, si adentro hay personas con batas blancas, es porque entraron al hospital, la zona residencial está justo del otro lado del lago, tendrían que rodearlo, si hay muchos cuadros y una gran escalera central que lleva a pisos superiores están en el lugar indicado, creo que las habitaciones para invitados especiales están en el 5to piso, pueden usar las escaleras o el ascensor, no hace falta que le digan al zombie del ascensor a qué piso van, él lo sabrá, lo marcará y los llevará automáticamente.- Dijo mientras se llevaba a la boca otro bocado. Entonces llegaron Newton y Razor y, luego de saludar al descendiente, miró al viajero interdimencional auténticamente pasmado, era una presentación fuerte, aunque ya lo había visto en la Torre de Alta Hechicera, en aquel momento ni siquiera había pasado por su mente que fuera un viajero interdimensional. Se despidió de Newton después de la orden que este le dio a la dragona y le habló al recién llegado.

-Así que "Colega elemental" ¿hm? Yo te seguiré llamando Razor ¿Qué elemento manejas?- Le preguntó ofreciéndole un asiento para que coma con ellos y se llevó otro trozo a la boca.

-Y tú Ellyos?¿Manejas el aire o el agua?- Preguntó intrigado.

Dejé un momento a Sean, ya le daría de comer como se debía, además tenía que decirme la razón por la cual me había hecho llamar, después de todo por eso había vuelto a la isla. El comedor staba muy animado y a nadie parecía importarle lo del dragón desconocido lo que me hace suspirar algo exasperada -Pero vamos a ver, de qué nos sirve la seguridad de este lugar? que alguien se asegure de que ese dragón rellena el formulario, alguien tiene que hacerse responsable de él si se va a quedar- por cosas como esa muchas veces me tocaba ser el poli malo, tenía que hablar con Sayid para reorganizar a los de la orden que parecía que se dedicaban a tocarse el ombligo.

Adramelech pretendía marcharse de forma inmediata así que me doy prisa en explicarle -el tipo que ha entrado por el portal está aquí, de momento está bajo custodia pero...- en ese momento entró Newton con el mencionado -Hablando del diablo...- dije esperando a que se unieran, Newton dio el informe y me pasó el marrón , me crucé de brazos y levanté una ceja -En serio me vas a dejar con el marrón? menuda cara más larga tienes chaval- miré a Adramelech resignada -Ese es el informe, ahora yo me encargo del forastero.... ya que no te vas hoy te daré lo que tienes que llevarle mañana de momento tengo que encargarme de ese- señalé a Razor clavándole la mirada mientras me crujía los dedos -Los templarios teníamos muchos métodos de disciplina, come bien porque mañana empieza tu iniciación, te lo advierto, vas a sudar sangre- mi mirada era seria y parecía que hablaba muy enserio pero solo Sean se había dado cuenta de algo, le estaba metiendo el miedo en el cuerpo.

Segui escuchando sus conversaciones, suspirando una vez que la hermana molesta de Adael se fue. Mire a todos, y sonreí ligeramente a la aparición de Ellyos en una de las sillas de nuestra mesa. Le pase mi plato de comida, el cual estaba intacto, con el cuchillo clavado en medio, y luego le entregue el tenedor, para que pudiera comenzar a comer, ya que era notorio el hambre que sufría.

El ruido en el comedor era ya bastante molesto, el lugar estaba repleto y en verdad ya me estaba llegando a irritar. Hubo algo que cambió un poco de humor, y fue el comentario de Ellyos.

-Muchas gracias, cariño. A mi me gusta tu cabello, se ve suave, luego debes decirme el truco para tener un cabello así.-Dije sonriendo de lado, lo tenia de vista del burdel, pero se notaba que era alguien agradable. Espere a que un señor anciano presenta a Arturo, otro que se uniría al barullo del comedor, me sorprendió en verdad la capacidad que tenía este lugar. Intenté no reírme ante la reacción de Zaphira cuando le echaron el muerto a ella. Le dijo a Adra que ya mañana le daría algo para Khaled. Por lo que entendí Zaphira estuvo en la torre mientras nosotros hablábamos fuera… Y ahora le envía algo a Khaled… O son narcotraficantes o ahí hay algo. La chispa del infierno al fin se encendió en los pantalones del viejo Khaled.

Asentí ante el gesto de Adra por lo que me levanté de mi silla tomando mi bolso y acomodándolo mejor en mi hombro.- Con su permiso, nos retiramos por hoy. -Le dije a Adael de manera amable. Le revolví un poco el cabello a Ellyos dándole una pequeña sonrisa.- Luego nos vemos. -Le dije al dragón de forma algo dulce, di un adiós general a todos los que estaban en aquella mesa. Ya finalizadas las despedidas tome a Adra de la mano para salir del comedor siguiendo las instrucciones de Adael para poder llegar a las habitaciones.

Las nobles intenciones de Adramelech sin duda decían mucho de su persona, era muy gentil y parecía preocupado lo que me llevaba a pensar que de haber sido un poco más tolerantes nos habriamos ahorrado muchos disgustos, por suerte los Soul Reaper ya no eran el enemigo, estreché mi mano en el brazo que el chico me había ofrecido como guia -No te preocupes, solo debo acostumbrarme, estoy esperando a que Rubi crezca un poco más, sus lágrimas son curativas y tal vez con eso Lucio pueda hacer algo, pero tendré en cuenta tu oferta, Gracias, es bueno contar con amigos como tu- o al menos esperaba que lo fuéramos, no habíamos tenido especial contacto anteriormente pero deseaba poder hablar más con él.

Adael pronto me propuso lo de la magia elemental pero no estaba muy seguro de ello -Muchas gracias Adael, lo pensaré, aunque me temo que mi magia no es muy afín al control elemental, puedo invocar elementales pero solo los de luz y me temo que con eso poco puedo hacer, de momento con Rubi me apaño, es un gran compañero y también es muy inteligente, espero que se lleve bien con tu nuevo amigo- El fenix aleteó un poco como si estuviera orgulloso por tanto halago, desde luego parecía entender todo lo que se le decía "debería preguntarle a Sarah" pensé para mi mismo mientras Adael comentaba las caracteristicas de su nuevo amigo.

Zaph entró en el comedor tan afectuosa como siempre, quizás demasiado y gracias a Merlín que no podía ver las caras de los otros mirándome mientras me trataba como a un niño pequeño -Zaph! no hagas eso! he comido bien...- nada, como si le hablara a la pared, estaba tan abochornado que hasta sentí el calor en mir orejas de lo rojo que estaba. La atención de la dragona pasó al joven Soul, al parecer había pasado algo para que la albina necesitara informar a Khaled, supuse que sería la complicación que había mencionado Adael momentos antes. Jack también hace su entrada y venía con alguien nuevo, una presencia que no había sentido nunca pero su aura tenía algo extraño, era un mago pero con un ligero matiz que no sabía identificar, por no habar de cierta turbidez en su interior que hizo al fénix graznar -Eres nuevo por aquí? parece que a Zaph ya la conoces, me presento, Me llamo Sean Eire, descendiente de Merlín, espero que puedas ayudarnos de ahora en adelante- incliné ligeramente la cabeza a modo de saludo para después volver con mi taza de té.

Todos se iban retirando de la mesa y dado que Zaphira se iba a quedar de encargada con el nuevo no había nada que hacer de momento -Estás ocupada así que me retiro por el momento, no seas muy dura con él, tiene que durar mucho tiempo- dije con una sonrisa a la dragona, los Soul también se levantaron para retirarse -Buenas noches a los dos, espero podamos volver a pasar un rato juntos mañana- los despedí para hacer lo propio yo también -Intenta sacar un ratito para mi, necesito que me ayudes con cierto asuntillo que tengo entre manos- ahora una reverencia al resto de la mesa -me retiro por hoy,ha sido un placer, con permiso- dicho esto me desaparecí para continuar con mis deberes.

Me quedé un buen rato pensativo cuando Adramelech me dijo que en realidad el me tenía que dar las gracias y que la hermandad del Aire estaba creciendo gracias a mi. Al final la neurona en mi cabeza hizo cortocircuito y entendí el porqué, el jaleo aquel, mi perdida temporal de poderes, él me los había robado, quise enfadarme, pero enfadarme no era mi estilo y él tampoco es que muestre una actitud muy mala.

- Entonces creo que ya sé de qué te conozco... Aunque podría haber sido de otra manera, si me lo hubieras pedido por favor quizás te hubiera ayudado... en fin, te perdono - me sonrojo y pongo las manos en las mejillas - Es que no me puedo enfadar contigo, ¡eres tan mooooooono! - dije riéndome - Si necesitas ayuda, puedo enseñar a los que sean de esa hermandad, dado que sus poderes proceden de los míos.

Desgraciadamente el ambiente no estaba siendo particularmente bueno, por un lado estaban Sean y Adael tratando de que el ambiente fuera lo más acogedor, por otro lado la familia de Adael no estaba ayudando mucho. Me distraje un momento de la situación cuando Rosse hizo el comentario sobre mi pelo.
- ¡Oh! Esp es porque uso un jabón de mi propia receta, es sencillo de hacer, usando unas pocas plantas ayuda a reparar hasta el cabello más castigado.

Llegó un señor mayor con otro hombre, ¿serán igual de viejos o el pelo blanco ya es algo que viene natural? Resulta que el otro recien llegado era un viajero interdimensional, me rasqué la barba, era algo que no entraba dentro de mis conocimientos.
- Pensaba que no habia otras dimensiones como esta, que el plano astral o espiritual era el único a mayores... interesante...

Uhm vaya, la señora se estaba tomando muy enserio lo del formulario y que alguien se tenía que hacer cargo de mi, me sentía como un niño pequeño en una guardería, y lo más probable es que acabe preguntando que es el 90% de cosas que pone en el formulario.
- Uhm, no se rellenar formularios... bueno, nunca rellené uno así que no sé que tengo que hacer... - Adael me preguntó que elemento era mi especialidad - Pues soy un dragón elemental de viento, ahora mismo puedo usar el viento tanto para curar como para hacer daño y con la práctica ahora puedo mover vientos más fríos y congelar la humedad ambiental para usar hielo, aunque soy un dragón muy joven, tengo 150 años aún así que estoy en época de aprender, aunque realmente me gusta más ser un dragón sanador e ir ayudando.

En efecto, me he topado con verdades históricas de lo más bizarras, como por ejemplo, los Templarios de mi mundo, son más antiguos que la edad del medievo, su verdadera historia se remonta a la Mesopotamia conocida y aún más atrás de eso. Y no necesariamente los personajes históricos eran mágicos ahí, pero o eran miembros de alguna sociedad secreta o eran manipulados por las mismas, aunque ha habido algunas excepciones—no es de extrañar que note mi emoción al contar esto. Antes de meterme en el meollo de las sociedades secretas, ya era un fanático regular de estos temas y relacionados. Luego el señor Newton me cuenta sobre la isla, llamada Ouroboros, base de la “cábala” de los Descendientes y asociados. La misma es móvil y contiene protecciones mágicas para evitar ser detectada—vale, tienen similitudes con los Fenicios, ellos han hecho algo así, pero con una ciudad, bautizada como Nueva Cartago—me cuenta sobre la señorita Victoria, que en realidad se llama Zaphira, podría extrañarme su comentario de que estuvo con los Templarios, pero hay 2 opciones: que todavía sigan existiendo y se haya separado de ellos o que fue miembro en el medievo, por lo que su edad es considerable, pero sabiendo su raza, me parece creíble.

Con sorpresa reacciona cuando hablaba de que lo sobrenatural seguía manteniéndose en secreto en mi mundo y me asegura que de alguna manera va a estallar—supongo que sí, pero de la peor forma posible, y la verdad no sé cómo lograron los Illuminatis evitarlo la vez en que media Nueva York fue destruida hace un par de años—respondo como si fueran cosas “normales” en un trabajo.  Newton también habla sobre otros linajes que hacen de mi lado científico fangirlee internamente y que el mismo también maneja la tecnomagia—entonces tengo algo que les parecerá de lo más fascinante, pero cuando tengan tiempo se los mostrare—primero que nada, debo comer y dormir antes de fraternizar con los residentes o de empezar a investigar sobre mi cacería próxima.

Tocamos otros detalles menores antes de llegar al destino que era un gran comedor grupal. Un diseño funcional pero con detalles peculiares una vez te pones a observar con detenimiento. El señor Newton me dirige a una mesa particular donde está quien me trajo en primer lugar, la dragona precavida. Una vez con ellos, soy presentado, por un momento su tono cambia pero vuelve a su profesionalismo, yo mientras en silencio hago el saludo vulcano, haciendo evidente mi frikismo—espero que me indiquen aspectos sociales aceptados o no—nunca esta demás estar consciente de este detalle—quisiera evitar malentendidos en la medida posible—si a veces en un mismo país existen diferencias sociales, ya me imagino que una isla móvil y aislada ha de tener sus propias particularidades.

Entonces noto una peculiar sonrisa del señor Jack, por alguna razón me dio escalofríos. No tardo en descubrir porque. Resulta que me deja bajo el cuidado de Zaphira, alias Victoria. Mi broma resulto en mi contra…y no porque ella me de alguna clase de miedo, hay otra razón de por medio, por lo que ahora me resulta inconveniente—disculpe señor Newton, le concedería el comentario de la terapia si fuera Illuminati, ellos se odian a muerte, mi facción no tiene tal aversión a los templaretes, solo nos enfrentamos porque son parte de la competencia—recalco, aunque si tengo alguien que me cae más que mal entre las filas de los cruzados. La dragona se pone reclamar a Newton y luego se dirige al otro tipo que estaba en mi primera cárcel, al parecer iba de salida junto con una mujer que no conozco. En eso, siento la mirada penetrante de Zaphira y escucho crujir algo. Esto me da mala espina—mira señorita Victoria…digo, Zaphira, ¿cierto?, como ya dije, no tengo nada contra los Templarios—yo como persona al menos…el historial de mi facción si tuvo que ver con el final de los Rojos y eso no pienso mencionarlo, ya será bastante problema si se entera del nombre de mi cábala—y además, no creo que sea necesaria tal iniciación, ya tuve mi entrenamiento espartano en su debido momento—replico restándole importancia la advertencia. Newton se aleja como si de Tuxedo Mask se tratase, que básicamente es dejando el trabajo a alguien más.

Otra persona del grupo se presenta, Sean Eire. Es educado y…—el señor Newton ya me había mencionado el asunto de los Descendientes—me froto el dorso de la nariz en señal de que esto está superándome—pero esto no lo esperaba… y descuida, ayudare en lo que pueda mientras prosigo con mi empresa personal—le respondo el saludo al final. Eire igualmente va de salida pero su ultimo comentario sobre mí, desentona mi primera impresión de el—oye, que no soy carne de cañón—pero lo digo en plan broma, pues puedo entender que lo dice en el buen sentido, no parece ser del tipo dictador militar que envía a sus hombres a una muerte segura. Finalmente se despide de todos y se va unos momentos después de la pareja anterior.

Mientras me sumía en mis pensamientos si estar bajo el cuidado de una dragona sería perjudicial para mi persona, escucho que me dirigen la palabra, resulta que es Adael la única persona que fue buena conmigo desde el inicio—es un alias, las facciones de mi mundo son sociedades secretas, por lo que el nombre real es raro usarlo fuera de tu círculo de confianza o con miembros de tu cábala, pero aquí en teoría no sería necesario—Adael inquiere sobre mi elemento—en teoría soy un elementalista múltiple, poseía el control de 5 elementos, pero por alguna razón, el cruzar a este universo me altero de alguna manera y ahora solo puedo usar el fuego—hago una pequeña demostración con el dedo índice y luego lo apago. Voy a tener que investigar este asunto luego, y ver si puedo recuperar mis poderes.

Adael se distrae con otra persona que tiene a lado. Esta da su opinión sobre el tema de las dimensiones. Su aspecto me parece familiar, pero entre tanta vestimenta peculiar no logro rememorar porque la apariencia de la nueva cara me suena de alguna parte—créeme, hay tantas cosas que ignoramos y uno necesitara más de un centenar de vidas para siquiera raspar la superficie—lo digo por experiencia propia, no es la primera vez que me alejo de mi plano para ir a otras realidades, pero ir a un universo alternativo si es nuevo para mí—¿Y bien? Donde están los platos y donde puedo ir por la comida?—inquiero cuando mi estómago ha perdido la paciencia entre presentaciones y diálogos con los nuevos.

No pasó por alto como el dragón logró llegar a Rosse con las palabras justas. Alzó los hombros cuando Sean reiteró la misma respuesta que ya le había dado antes, en alguna ocasión sobre la magia elemental de la tierra. El hechicero miró de reojo a la dragona mientras masticaba un bocado y ella se quejaba de la seguridad, para sus adentros pensó que, al menos se preocupaba por la seguridad, cuando se trataba de un dragón visiblemente inofensivo, pero se preocupaba.

-Creo que no están muy acostumbrados a las multitudes.- Acotó al comentario de Zaphira sobre la cara larga de Adramelech refiriéndose también a Rosse. Miró extrañado a Razor cuando hizo ese saludo que el descendiente nunca había visto en su vida para luego mirarse la mano, intentarlo un par de veces hasta darse por vencido y continuar comiendo.

-¡Buenas noches!- Les deceo a los Souls encantado con la amable despedida de Rosse y a Sean. Ante el desconocimiento del nuevo dragón sobre como rellenar el formulario Adael se ofreció a ayudarlo al día siguiente.

-Necesitarás algunos consejos para lidiar con Zaphira; Llámala "señora" o "señora Zaphira", nunca jamás digas una palabra sobre el desorden en el que Sean mantiene la biblioteca, ni siquiera en chiste, mejor aún, nunca digas una palabra que pueda dar a entender que el linaje de Merlín hizo algo mal, tiempo atrás ella se dedicó a combatir la hechicería perversa y con malas intenciones, pero hoy la vi coqueteando con un personaje siniestro, portador de un demonio y artífice intelectual de un grave ataque a esta isla con mis propios ojos, ver para creer.- Dijo luego que el viajero interdimensional le restara importancia a la iniciación de la dragona, Adael tampoco le daba mucha importancia, pero tener de enemiga a la dragona sería un inconveniente si el plan era quedarse en la isla. Asintió ante la información que el dragón le daba, al parecer manejaba la magia elemental del aire y la combinaba con la del agua. El joven maestro miró sorprendido a Razor cuando mencionó que controlaba 5 elementos.

-¿Cinco elementos? Wow. Si, eso pudo haber pasado porque en esta dimensión la mayoría de los magos elementaristas pueden controlar solo un elemento, pueden hacer combinaciones, como Ellyos, que maneja la magia elemental del aire y la combina con la del agua, pero los únicos usuarios conocidos que manejan los cuatro elementos somos los descendientes de Moisés que fuimos unidos al Espíritu de la Naturaleza. ¿Cinco elementos? ¿Fuego, aire, agua, tierra y energía?- Preguntó auténticamente intrigado. Los nuevos intercambiaron unas palabras sobre las dimensiones lo cual no era un área en el que Adael se encontrara muy ilustrado, ni de su particular interés así que se limitó a continuar comiendo. Cuando Artie preguntó por los platos y la comida el descendiente hizo aparecer un plato rebosante de sabrosa comida en la mesa.

-Buen provecho, come rápido porque el horario predeterminado para comer ya se está acabando.- Le advirtió mientras él también apresuraba un vaso de agua para bajar la comida y dejar espacio en su estómago para meter más alimento.

-Tu también Ellyos. Necesitarán dormir bien así mañana, luego de un desayuno ligero, están listos para entrenar. ¿Nos vemos mañana por la mañana en el campo de entrenamiento? ¿Qué opinas señora Zaphira? O mantendrás ocupado durante todo el día a Razor? Pero tu no tienes escusas Ellyos, además haremos lo del formulario.- Dijo para luego comer otro bocado.

Me levanté en el momento que Sean decidió abandonar la sala, quería acompañarlo pero ahora estaba de niñera y no podía dejar mi posición -Iré a verte después, no te preocupes- Miré hacia la puerta, tanto Adramelech como Rosse pasaron junto a unos guardias que hicieron un gesto que no me agradaba en absoluto, ya lo arreglaría después, a ver si a mi me miraban de la misma forma, ojalá se atrevieran a hacerlo. Volví a sentarme para retomar la conversación, el dragón era bastante joven y me recordaba horriblemente a Lasaña, me ponían nerviosa pero al parecer Adael se encargaría de él, por otra parte el de cabello blanco parecía haber entendido algo mal -No es una opción ni una pregunta, vas a hacerlo y punto, no te equivoques, que hayas salido del calabozo no quiere decir que seas libre- sentencié manteniendo mi mirada fija en él para que viera que en la mía era totalmente seria, iba a pasar por el aro le gustara o no.

Adael de nuevo empezó a hablar, me crucé de brazos y levanté una ceja mientras lo escuchaba, era cierto que me gustaba que me trataran con respeto, eso no se lo iba a discutir, después de todo era la mayor de toda la isla y no costaba nada poner el "señora delante" pero lo de no decir nada malo de los de Merlin ya empezó a sonarme a recochineo, aún así no dije nada pero en cuanto sacó de nuevo el tema de Khaled bufé -pero vamos a ver... a ti no hay quien te entienda, vas de super amigo con Adramelech y de bueno con eso de meterlos en la isla y formar el nuevo gobierno mágico pero te molesta que tenga un acercamiento con uno de ellos, te diré una cosa, no le debo nada a nadie que no sea la casa de Merlin y a pesar de estar aquí desde que se fundó la isla no soy un descendiente, así que puedo intimar con quien me de la gana ¿te crees que no sé lo del demonio que tiene khaled dentro? por favor, he luchado contra ellos incontables veces y sé lo que hago al igual que él, entre los dos te sacamos 1600 años como mínimo así que no vengas a enseñarle a un padre como hacer hijos que os he cambiado los pañales a todos, hasta a Newton- no quería ser demasiado ruda con el chico así que añadía algo -os tengo mucho aprecio a todos y cada uno de vosotros, he conocido a vuestros padres, abuelos, bisabuelos... y los he despedido a todos y cada uno de ellos mientras yo sigo aquí, velando por vosotros y al igual que yo confío en todos vosotros espero recibir lo mismo a cambio-

Esperé por todos para que terminaran de cenar, la hora de comer ya estaba acabando y me tenía que llevar al nuevo recluta a su habitación y una vez acabaron todos me levanté -Vamos, te llevaré a tu habitación- en ese momento Adael me hizo una pregunta sobre la agenda del nuevo - no lo ocuparé todo el día, probablemente no dure ni una hora, si está entero cuando acabemos es todo tuyo- una vez más me levanté y me retiré del comedor con el chico rumbo a las habitaciones donde claramente quedaría encerrado hasta la mañana siguiente cuando fuera a recogerlo para ir a entrenar.

Ya había descansado lo suficiente y me encontraba ya mejor, además de que estaba un poco aburrida y el libro que estaba leyendo ya lo terminé. Recordé las palabras de Lucio sobre encontrarnos en el comedor, la verdad es que tenía algo de hambre y no me vendría nada mal un bocadito antes de volver a dormir.

Torpemente me dirigí al comedor siguiendo las instrucciones de una de las enfermeras y luego uno de los guardas, al llegar toqué suavemente con los nudillos la puerta por si acaso había alguien y estaban en reunión o algo, abrí la puerta y pasé, vi que había gente cenando y charlando, tímidamente me dirigí a un asiento libre, me estaba dando mucha vergüenza por la cantidad de desconocidos que había.

- Espero no estar interrumpiendo una reunión - dije tímidamente - Me llamo Sophia y he venido a cenar un poquito antes de acostarme...

Intenté disimular mi rojez debido a la vergüenza que mi timidez me estaba dando, cogí un plato y me serví un poquito de una bandeja. Me puse a comer intentando no llamar mucho la atención, aquello sabía como a pavo de navidad, aunque más suave y con el regustillo de una especia que no conocía, estaba bastante delicioso y la ensalada estaba aliñada en su punto, el puré de patata no se hacía empalagoso y también estaba rico.

Parece que a Adael le gusta picar a Zaphira, parecen la típica pareja de ancianos que llevan mas de 40 años casados, que parece que se odian pero en realidad no pueden pasar el uno sin el otro, lo cual me sacó una sonrisa tierna, me recordaban a mis padres a veces, por lo que se ve Zaphira es una dragona de muchos años y ha protegido a varias generaciones de los residentes de esta isla.

- De donde yo procedo... bueno yo era su dragón guardían, bueno mi familia, también he visto a un par de generaciones

El nuevo y Adael son elementaristas, pueden manejar más de un solo elemento... todos... y yo aquí y mi duo elemento gracias a que puedo mezclar, hice pucheros, pero al menos puedo decir que soy bueno manejando mi elemento... uhm... novatamente bueno usándolo y estoy orgullosamente feliz. Escuché que Zaphira le estaba echando ojitos a un hombre con un demonio, en mi cabeza circularon miles de imágenes por segundo y me empecé a poner rojo.

- Uhm... uhm... ¿Cómo expreso esto? Sí te emparejas con alguien con un demonio... ¿es un... trío? - me puse más rojo, sé que era estúpido pero mi inocente curiosidad me estaba matando.

Entré una mujer nueva a la estancia y se sentó a comer, la saludé y me presenté cuando de repente escuché a Adael increpandonos de que debíamos acostarnos temprano que mañana había mucho que hacer, entrenamiento o algo así, a lo que puse mala cara y quejándome cual niño pequeño cuando su madre le manda levantarse y solo quiere dormir 5 minutitos más.

- ¿E-entrenar? P-pero, pero yo solo vine aquí buscando a un amigo, seguí su rastro y me perdí ¿Por qué tengo que entrenar? Soy un dragoncito monoso e indefenso que no hace daño a una mosquita y me porto bien.

Todos los presentes despiden a la pareja, yo solo les hago una seña con la mano de “adiós” muy sencillo sin pronunciar palabra. Al ver como intentaba minimizar mi situación para mañana, Adael intenta hacerme ver que debo tomar a Zaphira en serio, y llamarla con respeto. Así como un par de reglas no escritas sobre el linaje de Merlín. De hecho ella reacciona al asegurarme que el entrenamiento se va a hacer quiera o no—solo era una sugerencia, no más decía—muestro las palmas de las manos en plan retirada de ese asunto.

El otro elementalista comento la particular dicotomía que mostraba la dragona entre sus acciones pasadas y su ligoteo con Khalid creo entender—sí, mantendré distancias con ese tipo—me dio escalofríos el recordarle un momento—y por lo demás, anotado, pero estaba interesado en costumbres o reglas sociales generales, luego me pondré al tanto—poco después de que me pregunte sobre mis elementos, le respondo debidamente y el joven descendiente parece intentar explicar mi situación—en mi mundo la cosa es similar, incluso el Moisés de mi mundo difiere un par de detalles de lo que se cuenta en la Biblia, pero volviendo al tema, la gran mayoría de elementales solo usan un elemento, de vez en cuando aparece alguno que consigue 2  o 3 si alguien es afortunado, pero tuve los 5 desde que se activaron mis poderes, de hecho, me fue necesario un tatuaje mágico que me permitía tener mayor control—muestro uno de los tatuajes de mi mano a modo de ejemplo—Acertaste en 4 de 5, el ultimo era el rayo, en mi mundo se maneja como un elemento aparte, con su propia rama de utilidades. En fin, cuando tenga tiempo investigare mi situación.

Como Adael se prestó a ayudarme con el tema de la comida, yo me dispuse a sentarme en un área disponible y a comer. El plato dado es propio de la isla, supongo que es una forma de presentación general, muy buena idea. No soy de hacerle ascos a la gran mayoría de comida, así que comienzo a devorarlo, aunque poseo algún que otro alimento que en definitiva no me gusta por completo. Mencionan a Zaphira y el entrenamiento pero ahora que estoy a merced, no reclamo más de lo que ya lo hice. Ellyos hace un berrinche sobre el tema, parece más un niño, cosa que llega a contrastar bastante con su apariencia… ¿será esa su personalidad o solo está en broma?

Ellyos comenta que también es un dragón, y veo que no podre percatarme de si uno esta disfrazado a menos que ellos mismos lo revelen. Solo espero no enemistarme con alguno, porque la tendré canutas. Poco después hace un comentario de lo más gracioso y suerte que no tenía nada en la boca cuando lo escuche, porque eche una carcajada bien a gusto—jajajajaja….ja…ja…no, mas bien seria porno en vivo…siendo más amables, el termino seria voyerismo y tampoco es que sea muy bueno—me seco unas lágrimas que solté por la risa. Seguía comiendo y respondiendo alguna duda menor sobre mi situación cuando llega una mujer que pareciera querer unirse al grupo. Ella se presenta como Sophia y yo solo saludo con la mano, que no podía hablar.

Una vez terminado, Zaphira me guía a donde podría dormir. Me despido del grupo. Disfruto del paisaje mientras soy llevado a mi destino. Encuentro un pelín difícil decidirme qué tipo de arquitectura es la usada en la isla, hay ciertos parecidos a unos conocidos, pero no termino de convencerme del todo. A llegar, veo que mi cuarto es sencillo, pero es mejor que una celda—disculpa señora Zaphira, cuide mis armas, que he de suponer que no las tendré de vuelta hasta que todas las dudas sobre mi persona sean despejadas—nunca me las dieron luego de salir de la celda de esta isla.

-¿Alguien de los presentes pidió algo de ti?- Le dijo a la dragona muy serio mirándola a los ojos cuando ésta terminó de hablar.

-Te diré otra cosa, si tanto aprecio nos tienes, apegate a tu deber para con la casa de Merlín y no interfieras más.- Ellyos agregó un comentario sobre su familia de dragones y luego lo del trío. La última acotación de éste dejó a Adael con los ojos abiertos como platos mientras Razor reía. Empezó a sentir fuertes arcadas ante la imagen de Zaphira, Khaled y un demonio mantenido relaciones carnales. Se levantó presuroso de la mesa y se dirigió a la ventana por la que el dragón había metido la cabeza, haciendo a varias personas a un lado para llegar. Cuando alcanzó a llegar regurgito todo lo que había comido en el pasto del jardín, Sofía se enfadaria sin duda, pero era mejor que hacerlo frente a los otros comensales. Se encontraba con medio cuerpo afuera y medio adentro del comedor. Como pudo volvió a la mesa medio mareado y conoció a Sophia, se presentó, a su vez, medio inestable.

-Verás que encontrarás a ese amigo, lo impresionaras y no querrá volver a separarse de ti cuando vea los poderes geniales que desarrollarás con entrenamiento.- Dijo algo ido. Aguantó el equilibrio sobre sus endebles piernas hasta saludar a Razor y a la dragona cuando iban de salida, momento en el que perdió por completo las fuerzas y se desplomó contra el suelo desmayado. Varios curiosos lo rodearon esperando descubrir qué le había pasado. Por fortuna allí se encontraba Sophia, una estudiante de Galeno que explicó a los presentes que Adael se encontraba bien, que solo había sufrido un desmayo. Entre algunas personas lo llevaron a sus aposentos, allí Sophia usó sus poderes sobre la luz para aliviar el espíritu de Adael, o al menos eso fue lo que le dijeron al joven mago.

Ben me había llevado al comedor tras sacarme del hospital. No me pregunteis por qué, yo iba medio grogi por las drogas para descansar.

Me había despertado allí y Ben, además de ponerme al día, me había insistido en que comiese algo.

Pero sinceramente no me apetecía en lo más mínimo. Lo único que me apetecía era whisky, y de eso no me dieron al verme cubierto aún por vendas. Entre eso y mi ojerosa cara, y la expresión medio ausente, no tenía muy buen aspecto.

Solo podíamos esperar. A Ben le llegaron buenas noticias de Mérida, y unos guardias nos informaron sobre el paradero de Gen. Emily seguía en el hospital.

Mi cabeza ya discurría con más normalidad, aunque no estaba como antes. Se notaba en lo poco que hablaba.

- ben, podemos largarnos ya de aquí? Eso es absurdo. Vamos a verlas.- le dije un tanto malhumorado.

Me llevé a Lykaios al comedor con la intención de que cenase y se pusiese fuerte comiendo, pero nada, no fue la solución. Debía estar muy chungo para no tener hambre, siendo que él devoraba como una bestia. Por mi parte me cogí todo lo que pude del buffet porque a mi los nervios me daban mucha hambre. Me debatía entre caerme de sueño encima del plato de arroz o seguir comiendo, pero opté por lo segundo.  - Venga, jefe, come algo, lo necesitas. - le pasé delante de la cara una tableta de chocolate, la última que había conseguido de la bandeja pegándome con una de esa señoras de buffet que llenan el plato modo torre como si no hubiese un mañana.

Al menos nos dieron buenas noticias sobre lo de Mérida, ya habían conseguido sacarle de dentro el demonio ese. Ojalá no le hubiésemos zurrado tanto en Stonehenge, ahora tardaría más en recuperarse. Pensé que cuando estuviese bien le dejaría resarcirse pegándome como quisiera, incluso con el bate.

- ¿Largarnos? puedo llevarte a dormir, pero seguro que no te quedas tranquilo. Va, vamos a buscarlas. Cuando estéis mejor volveremos al barco todos juntos. - me arrepentí al momento de decir todos, habíamos perdido a uno de los nuestros. Ayudé a Lykaios a levantarse de la silla de ruedas en la que lo había traído, justo cuando recibió el mensaje de Catherine. Torcí el gesto porque no me parecía buen momento para ir, pero no quedaba otro remedio. Tras eso salimos del comedor, mientras decidíamos si íbamos primero a ver a nuestras amigas o si íbamos directamente a esa reunión. Por el camino nos encontramos a un desorientado Imram, al que estuvimos guiando para que pudiese ir a recoger a su hijo de la guardería para que por fin se fuesen a descansar ambos a uno de los edificios de refugiados.

Después de dormir la mona nos despertamos en la habitación y me reí por el comentario de Mérida sobre sus pechos, esa chica no tenías vergüenza de nada, me levanté de la cama y ella no pudo evitar fijarse en la cicatriz de mi cuello -Esta es de Leila, me rompió la tráquea de un mordisco, la maldita no me soltaba- me di la vuelta y en mi espalda había unas cuantas más -esta es de Lykaios, dagazo de plata, una historia larga, y el resto regalos de los campos de concentración- latigazos de esos que Éamon me había dado como regalo de bienvenida. La idea de comer algo fue bien recibida pero no sabía si las cocinas estaban abiertas o el comedor, pero algo encontrariamos.

Puse cara de rancio cuando la chica me propuso unirme a la brigada -¿y vivir bajo el mismo techo que Leila? no gracias, además, tenía pensado unirme a la guardia para tener huevo aquí y poder...- "poder mantener a la niña" pero eso ya no parecía una opción, así que cambié las palabras -poder vivir tranquilito en esta isla pero creo que me iré con los renegados, Johan me lo propuso hace tiempo- la esperé mientras se vestía para después salir de allí y pasar rápidamente por mi habitación para vestirme y así bajar al comedor.

Al entrar en aquel lugar... había demasiada gente, muchos refugiados que estaban nerviosos por lo que pasaría con el consejo y los forasteros -Menudos animos... vamos a la cocina a ver si está el Drow majo, te va a encantar, hace un cocido de esos que te taponan las arterias-

Antes de salir fue al aseo a cepillarse los dientes, escuchándolo de fondo. Las historias de Kyllian no dejaban de sorprenderla. Leila…Lykaios ¿Tenía algo en contra de la Brigada  o al revés? ¿Por qué Leila lo atacaba? ¿Por qué lo atacó el jefe con algo tan hiriente? ¿Cómo es que Lykaios tenía esa daga de plata que podía ser mortal para él? -¿Estuviste en los campos?- Su mirada por primera vez desde que le había conocido se tornó consternada. Tenía alguna idea de lo que pasaba allá dentro pero no había tenido momento de hablar con Gen acerca de ello. Se mordió al labio inferior -Nosotros rescatamos  a una amiga hace poco. ¿Es tan feo como lo cuentan?- Inquirió pensando que sus propias historias pasaban a un segundo plano cuando se hablaba de los campos.

Escuchar aquello de lo de vivir bajo el techo de Leila le hizo hacer una mueca con los labios -Ya, lo entiendo. Pero… ¿ustedes tenían algo? Oficial me refiero…- Preguntó porque no se aclaraba muy bien de qué iba todo. Escuchó aquello de la Guardia pero no hizo gesto, sin embargo, cuando habló de los renegados sí. Sonrió de lado -Son un buen equipo, estarás bien con ellos- Eran una especie de…¿Primos? De la Brigada. Recordaba muchas misiones junto a ellos y eso le parecía bien. Kyllian parecía buen tipo y le apetecía hacer alguna que otra misión con él. Pensando en ello sacó la moneda y le escribió a Lykaios -Pero también parece que tienes contactos aquí, podrías estar perfectamente en la guardia- Dijo refiriéndose a la Descendiente,  mientras miraba la moneda y terminaba de enviar el mensaje. La guardó de nuevo en su bolsillo.

-Esto me recuerda… Cuando la base de la Brigada de Francia …- No terminó la frase sino que escuchó aquello del drow y pensó en Dyospiros. ¿Dónde estaría? Ufff, lo había súper abandonado con Ben -Puede ser el primo de Dyospiros- Expresó con tranquilidad pensando en un guiso así de fuertote y riendo. Empezaron a caminar y fue Kyllian quien los pasó a la cocina. Estaba segura de que tenía que buscar a alguien con capucha o un lugar oscuro, por eso de la sensibilidad a la luz -¿Cómo se llama?- Preguntó antes de seguirlo -Ya le he escrito a Lykaios, cuando me diga algo te aviso-

-Sep, me metieron porque el ministro quería encontrar a Leila, la iban a pillar, me puse en medio y voilá! cuatro meses de lujo con todo incluido en los campos de concentración, espectáculo de magos y bestias mágicas matándose entre ellos los sábados por la noche- me encogí de hombros por la pregunta ¿habían sido los campos tan malos? dependía del punto de vista, a mi no me habían disparado como a Reiv pero me habían lavado el cerebro, solo de recordarlo me daba escalofrios -Depende de como tengan el día los minions locos, si les da por torturarte, experimentar o simplemente dejarte morir en una celda-

El tema de la feral me sacaba de quicio y fruncí el ceño cuando ella me preguntó sobre "lo nuestro" -Sinceramente, ella me hizo pensar que ibamos en esa dirección, ¿crees que me haría cargo de una niña que no es mía sin más?- aunque también estaba el interés de recochinearme frente a Éamon lo que no quitaba que no hubiera sentido algo -Pero fuera lo que fuera murió anoche, no tengo porqué aguantar humillaciones de nadie... pero me preocupa Lila- . Agradecí el cambio de tema sobre unirme a los renegados, no eran mala gente y así podría irme de fiesta con Reiv de vez en cuando cosa que dudaba si me quedaba en la isla -No sé, creo que lo de la guardia se va esfumando, ya no me parece tan buen plan-

Una vez en el comedor Mérida parecía conocer al Drow del cual le hablaba -El grandote de anoche? sabes, me suena que ya lo había visto, pero al chiquitín lo conocí en el castillo le fay cuando el jaleo de la magia, es muy majo- eché un vistazo dentro y no parecía haber nadie pero las ollas estaban puestas y olía bastante bien, me colé dentro y empecé a olisquear lo que había por ahí -uh! lo que yo decía, cocido! te apetece?- dije mientras metía la zarpa para robar un cacho de carne y metérmelo a la boca, ardía como un demonio y tuve que soplar mientras masticaba - fale frafiaf uh, uh, hu-

Lo que relataba Kyllian le hizo alzar las cejas con cierta sorpresa. Se abrazó a sí misma un poco temerosa de imaginar aquellos escenarios pensando en sí misma, en lo que podían hacer si la atrapaban a ella. Volvió a temer por su seguridad y la de sus amigos. ¿Clones? ¿Y si la clonaban como a Gen? Se removió un poco sintiendo el estómago revuelto ya no sólo por la resaca sino por las ideas que empezaban a inundar su cerebro. Pero el tema cambió a Leila y, evidentemente, estaba un poco de mala hostia -No lo sé. Pareces una buena persona- Explicó alzando un hombro pensando que todo el tema de la rubia era un poco escabroso -Sólo quería dejarlo un poco en claro porque bueno…No suelo liarme con los novios de mis amigas- Indicó alzando suavemente las cejas -Podemos hablar con Lykaios para saber si él la ha visto- Al pensar en eso sacó la moneda del bolsillo y leyó el mensaje sonriendo de lado -Dice que en cinco minutos está aquí- Le volvió a escribir diciéndole que estaban en la cocina.

Siguió caminando tras Kyllian -Oh Dyospiros… Pueees aparentemente estuvo en un par de misiones. También conocía a Ben- Le sonrió con tranquilidad aunque no se sentía de esa manera. ¿Sería el alcohol? Escuchar lo del jaleo de la magia le hizo recordar su arco y lo acarició con aire un poco nostálgico, pensando en cuánto se había apoyado en su magia en vez de en la arquería que era una de sus pasiones. Pensando en ello puso una mano a su lado y convocó unas llamas. Volvían a ser azules. ¿Con quién podría hablar acerca de eso? Las apagó en seguida cuando Kyllian habló del cocido -¡Sí! Un plaaaaatooooo. Y agua, tengo la boca mega reseca – Con un movimiento de mano atrajo un par de platos y se los tendió a Kyllian mientras ella buscaba unos vasos y servía agua para los dos. Después de eso hizo un salto y se sentó en la mesada esperando que Kyllian le acercara el plato y bebiendo medio vaso de agua.   Aprovechó para buscar alguna otra cosa para los perros, encontrando algo de carne y unos huesos así que los puso en otros platos y se los dio de comer. También les puso uno de agua y les dio una caricia a cada uno.

Tras eso se levantó  recibió el plato de Kyllian, en seguida comió una de las cucharadas y se detuvo…Se detuvo con los ojos cerrados para saborearla. No importaba lo caliente que estuviera, ella podía soportarlo -Mmmmmm….- Se rió un poco pero conteniendo la comida en su boca -Esto lo hizo entonces el drow? Joder lo necesitamos en la Brigada. ¡Te lo robo! ¡No lo reclutes para los renegados!- Le dijo señalándolo con el dedo a modo acusatorio mientras cruzaba las piernas por los tobillos que quedaban flotando ya que estaba sentada en la encimera. Siguió comiendo un poco pensativa mientras miraba el plato -So… Sé que es traer un poco temas escabrosos pero… ¿Sabes qué tan mal está todo allá abajo?- Preguntó tratando de quitarle un poco de peso a la pregunta ya que no quería indagar mucho en el tema. Quedaban dos semanas aún. Podría empeorar o mejorar.