Finalmente, Svart había decidido bajar y terminó por esconderse debajo de las mesas. Mientras ella recorría la sala con la mirada, se dio cuenta de que quizás el dragón ya era demasiado grande para aquel sitio. Ella misma se sentía encerrada tras haber estado libre durante un tiempo. Del mismo modo que el dragón, la arquitectura del lugar le llamaba la atención. Le parecía improbable que aquello fuese hecho con magia, pero aún más difícil el que lo hubieran hecho con recursos normales o humanos. Ya preguntaría después si eso. Cuando estaba pensando en tomar asiento, pues no había muchas posibilidades de que "Irina" se convirtiera en el alma de la fiesta, Reiv se adelantó en un intento de relajarla tal vez. Aunque podía llegar a parecer tensa, era simplemente que no estaba acostumbrada a socializar. En realidad, lo había evitado todo lo posible en el coliseo con tal de no tener que asesinar después a nadie a quien tuviera en estima.- Gracias.- contestó tomando la copa y dando un trago pequeño a ella mientras escuchaba la oferta del moreno. No le daba mucha confianza eso de las habitaciones, así como tampoco se las daba a las del moulin. Estar bajo techo se había convertido en algo que desconfiar para ella.- Gracias, no te preocupes, buscaré donde dormir en los jardines en un rato más... Y no tendríamos por qué molestar a tu maestro, con conocer a Svart me doy por bien servida.- Susurró con tal de que nadie se enterara de dónde estaría después de la fiesta y de quitarle un poco de hierro a sus palabras y la obligación del moreno. Después de todo, una habitación en un lugar desconocido se volvía una trampa si no sabias como salir. Por lo de Snagov, realmente no se preocupaba. No creía que hubiera algo que le pudiera enseñar de si misma.
Cuando Indira se acercó a Reiv a amedrentarle por beber alcohol, se dio cuenta de que entre ellos había algo extraño. Era algo como confianza o familiaridad. Como sea que fuese, lo seguro era que hubiera una historia interesante que contar. Nuevamente iba a hablar, haciendo una pequeña observación cuando el caos se apoderó de todo... Una vez Reiv hubo abierto la puerta, el cuerpo de la chica resultó ser una gran sorpresa. Al ver como la chica comenzaba a movilizarse de inmediato, se colocó de espaldas a la puerta, usándola de protección mientras escaneaba el pasillo por ruidos que se pudieran originar: pisadas, el trote de una persona, el pasar del aire, lo que fuera. Cuando no escucho nada, la puerta se convirtió en polvo. De nada debía quedarse ahí, por lo que se acercó para ayudar a terminar de liberar a la chica crucificada. A pesar de los intentos por salvarla, ya no podía oír el latido de su corazón al buscarlo, y el olor y la cantidad de sangre fresca derramada le indicaban que no había ya mucho que hacer sino darle una muerte digna. Ni siquiera su magia tenía un gran alcance cuando las personas estaban más del lado de la muerte.
Fue entonces que aquella mujer que le resultó de lo más autoritaria terminó enviándolos a todos a las habitaciones y a dictar órdenes. Guardando la espada en el cinto que llevaba a la cintura, se dedicó a inspeccionar el clavo que había encontrado en el suelo, buscando en él cualquier señal o mensaje que pudiera haber. Sin embargo, lo único que consiguió fue llenarse las manos de sangre ajena... Observando a la amiga de Reiv, prefirió guardarse sus pensamientos de que aquello era inútil, y se mantuvo alerta por si el atacante volvía.- Yo... - sin saber qué hacer, solo se le ocurrió una cosa para ayudar.- Iré a revisar si hay alguien.- Susurró a Reiv en el oído, y comenzó a caminar por el oscuro pasillo por el que, más probablemente, el atacante había tomado para salir.
Cuando Indira se acercó a Reiv a amedrentarle por beber alcohol, se dio cuenta de que entre ellos había algo extraño. Era algo como confianza o familiaridad. Como sea que fuese, lo seguro era que hubiera una historia interesante que contar. Nuevamente iba a hablar, haciendo una pequeña observación cuando el caos se apoderó de todo... Una vez Reiv hubo abierto la puerta, el cuerpo de la chica resultó ser una gran sorpresa. Al ver como la chica comenzaba a movilizarse de inmediato, se colocó de espaldas a la puerta, usándola de protección mientras escaneaba el pasillo por ruidos que se pudieran originar: pisadas, el trote de una persona, el pasar del aire, lo que fuera. Cuando no escucho nada, la puerta se convirtió en polvo. De nada debía quedarse ahí, por lo que se acercó para ayudar a terminar de liberar a la chica crucificada. A pesar de los intentos por salvarla, ya no podía oír el latido de su corazón al buscarlo, y el olor y la cantidad de sangre fresca derramada le indicaban que no había ya mucho que hacer sino darle una muerte digna. Ni siquiera su magia tenía un gran alcance cuando las personas estaban más del lado de la muerte.
Fue entonces que aquella mujer que le resultó de lo más autoritaria terminó enviándolos a todos a las habitaciones y a dictar órdenes. Guardando la espada en el cinto que llevaba a la cintura, se dedicó a inspeccionar el clavo que había encontrado en el suelo, buscando en él cualquier señal o mensaje que pudiera haber. Sin embargo, lo único que consiguió fue llenarse las manos de sangre ajena... Observando a la amiga de Reiv, prefirió guardarse sus pensamientos de que aquello era inútil, y se mantuvo alerta por si el atacante volvía.- Yo... - sin saber qué hacer, solo se le ocurrió una cosa para ayudar.- Iré a revisar si hay alguien.- Susurró a Reiv en el oído, y comenzó a caminar por el oscuro pasillo por el que, más probablemente, el atacante había tomado para salir.
Indira me recuerda eso de la borrachera y la desaparición, a lo que respondo pasando una mano por mi cara algo avergonzado por recordarlo. Juliet acepta al menos la copa, pero parece que aceptará poco más, ya que prefiere dormir al exterior y no ve necesario conocer al maestro. Tal vez sea mejor irnos a otro sitio, uno en el que no se sienta tan incómoda. Jonnai confiesa que ha tenido antes contacto con dragones, motivo por el cual controla bastante sobre ellos. Ahora da la casualidad de que hay más dragones en forma humana de lo que creía, y he tenido que tardar más de 20 años en enterarme. También me informa del poco tiempo que lleva aquí, aunque ya me lo suponía al no sonarme de nada. Lo que ya me va interesando más es eso de que le interesa mejorar el manejo de las sombras. Después de lo de los dragones resulta ser esta la segunda casualidad de la noche.
- En ese caso podemos preparar algún tipo de entrenamiento. He estado haciendo algunas prácticas de control de oscuridad ya, con un vampiro y una híbrida que tenía un manejo de las sombras algo extraño, aunque no es el tipo de manejo que deseo. No creo que me falte demasiado para alcanzar un dominio más o menos aceptable. - guardo silencio cuando Jonnai se dirige a Ling de una manera poco amistosa, observando la reacción del otro. Él se defiende diciendo que es partidario de la acción, lo que hace que me de cuenta de que tienen bastantes problemas internos. Unos quieren actuar, otros no. También me pregunto si de verdad a Jonnai le importa tanto la gente de ahí abajo como dice. En caso de ser así me gustaría saber cómo lo demuestra. Debería poder decir que a mi me importa lo que le pase a otros, que si lucho en la guerra es para ayudar a quien lo necesite o para contribuir a que acabe. Pero no es así. Sólo miro por mis propios intereses y por el de las escasas personas que me importan algo, que pueden contarse con los dedos de una mano. Quedaría muy bonito decir lo otro, pero no lo siento. Antes al menos me sentía involucrado en el bando ministerial, luchaba por algo, aunque fuese erróneo. Ahora es un egoísmo puro y duro. Tal vez un exceso de insensibilidad que no sé si debería preocuparme, o si puedo librarme de él siendo sacudido de alguna manera.
Después ya sucede todo el jaleo de la chica del consejo asesinada en la puerta, y parece que las conversaciones anteriores se quedan un poco fuera de lugar. Todos nos acercamos a la escena del crimen, aunque algunos reaccionan más rápido que yo. - Sí, era del consejo...- respondo a Jonnai cuando pregunta si era una de los Descendientes, mirando de reojo a Ling que como es lógico está impactado. No tarda en salir a la carrera para ver quién ha sido, por lo que suelto el aire con resignación. Dudo que eso le sirva de algo, aunque supongo que yo haría lo mismo si fuese alguien a quien tuviese estima.
No llego a atender a la petición de Indira, antes de que reaccione aparece Helena dando órdenes y mandándonos a dormir, como si fuésemos críos en un colegio. La miro mal por sus maneras, aunque esté histérica no me parece bien que aborde esto así. ¿Y si el asesino decide que es buena idea matarnos en las habitaciones, uno por uno? no pienso quedarme a descubrirlo, que se apañen ellos. Eso sí, da en qué pensar. Obviamente ha debido ser alguien con acceso a la isla. O se han equivocado trayendo alumnos o tienen más problemas internos de los que pensaba. Bastantes conspiraciones he visto dentro de los aurores como para extrañarme de nada. Por ahora me guardo esos pensamientos, esta noche no creo que se resuelva nada. Indira se va con Helena y la muerta a la enfermería, aunque antes se despide de mí con un fugaz abrazo que le devuelvo un instante. - Ten cuidado, la isla ya no es un lugar seguro. - le advierto antes de que desaparezca con la Paracelso, quedando a solas con Jonnai y Juliet. La pelirroja también decide irse por donde se fueron Ling y los demás, pero lo malo es que se va sola. - ¡Juliet, espera! ¿Quieres acabar ensartada como esa? - la llamo en voz alta mientras desaparece por el oscuro corredor, volviéndome después a Jonnai. - Me toca seguirla, alguien solo por los pasillos es un blanco muy fácil. Si quieres dejamos el entrenamiento para dentro de unos cinco días o así, pero en otro sitio. - pienso en posibles lugares, que no estén excesivamente concurridos y alejados de Londres. - Canterbury, por ejemplo. Cerca de la catedral. Allí nos vemos. - después me giro para llamar a Svart, que revolotea hacia mi para acompañarme por el pasillo, marchándonos ambos de allí.
Quizás Ling Hua me pareció más sensato tras explicar qué les limitaba a la hora de intervenir. Que eran un grupo, un… Consejo, y que la mayoría preferían desentenderse del problema. Le devolví una mirada comprensiva, asentí levemente. -Sin embargo, tal vez deberíais actuar individualmente. Nada os impide participar como personas, aunque no sea como grupo, ¿Cierto? Un hombre no cambia la guerra, pero puede salvar la vida de otro.- Todo eran palabras de mi madre que yo mismo había aprendido.
Del resto, solo Reiv parecía tener algo interesante que decirme. Dejé que la fiesta avanzara a su curso mientras consideraba su petición. Parecía interesado en el control de las sombras, que desafortunadamente, no había tenido oportunidad de practicar tanto como gustara. -Puedo ayudarte con eso. No es algo difícil, y una vez aprendes ya nunca se olvida. La cuestión es que empiece a suceder. Los vampiros son buenos en ello, casi más que cualquier otra raza… Me suena que alguna otra también es especialmente afín a oscuridad, pero...- Pensaba en el (aún no lo sabía) ex-capitán de la Alianza. Como drow tenía esa habilidad casi innata, que él despreciaba.
Cuando vimos el asesinato, algunos se preocuparon más que otros. Indira quería curarla. Pero cantaba a la vista que estaba muerta. Ling la reconoció y se marchó, y Reiv me confirmó que era del consejo. -... Parece que definitivamente no tienen la paz que buscan.- Pero, ¿Era algo interno? ¿Algo externo? No iba a quedarme a comprobarlo. Y menos cuando apareció la otra, que se encargó de quitarla de la tabla mediante magia, mientras que con un mal humor increíble nos mandaba a las habitaciones.
Ling fue el primero en marchar. Y luego la otra del consejo con el cadáver. Y luego Indira. Y luego la que no hablaba. Nos quedamos Reiv, el dragón y yo. Quiso concretar un lugar para el posible entrenamiento: Canterbury en cinco días. -¿Cinco días? De acuerdo, entonces. Buena… Suerte encontrándola.- Se había dado demasiado prisa en irse. Y yo no iba a tardar a hacer lo mismo: No me apetecía quedarme allí mientras hubiera asesinatos o drama interno. En mi habitación era un blanco demasiado fácil.
Así pues yo me fui por el pasillo, buscando la primera salida al exterior. Y una vez rociado por el aire nocturno decidí que lo mejor sería esperar a que se calmaran los ánimos allí arriba. Me quité la capa y me lancé al vacío, desplegando las alas que llevaba demasiado tiempo ocultas. Ahora que sabía la localización de la isla no debería ser un problema regresar. Y sería de hipócritas quedarme allí mucho tiempo.
Del resto, solo Reiv parecía tener algo interesante que decirme. Dejé que la fiesta avanzara a su curso mientras consideraba su petición. Parecía interesado en el control de las sombras, que desafortunadamente, no había tenido oportunidad de practicar tanto como gustara. -Puedo ayudarte con eso. No es algo difícil, y una vez aprendes ya nunca se olvida. La cuestión es que empiece a suceder. Los vampiros son buenos en ello, casi más que cualquier otra raza… Me suena que alguna otra también es especialmente afín a oscuridad, pero...- Pensaba en el (aún no lo sabía) ex-capitán de la Alianza. Como drow tenía esa habilidad casi innata, que él despreciaba.
Cuando vimos el asesinato, algunos se preocuparon más que otros. Indira quería curarla. Pero cantaba a la vista que estaba muerta. Ling la reconoció y se marchó, y Reiv me confirmó que era del consejo. -... Parece que definitivamente no tienen la paz que buscan.- Pero, ¿Era algo interno? ¿Algo externo? No iba a quedarme a comprobarlo. Y menos cuando apareció la otra, que se encargó de quitarla de la tabla mediante magia, mientras que con un mal humor increíble nos mandaba a las habitaciones.
Ling fue el primero en marchar. Y luego la otra del consejo con el cadáver. Y luego Indira. Y luego la que no hablaba. Nos quedamos Reiv, el dragón y yo. Quiso concretar un lugar para el posible entrenamiento: Canterbury en cinco días. -¿Cinco días? De acuerdo, entonces. Buena… Suerte encontrándola.- Se había dado demasiado prisa en irse. Y yo no iba a tardar a hacer lo mismo: No me apetecía quedarme allí mientras hubiera asesinatos o drama interno. En mi habitación era un blanco demasiado fácil.
Así pues yo me fui por el pasillo, buscando la primera salida al exterior. Y una vez rociado por el aire nocturno decidí que lo mejor sería esperar a que se calmaran los ánimos allí arriba. Me quité la capa y me lancé al vacío, desplegando las alas que llevaba demasiado tiempo ocultas. Ahora que sabía la localización de la isla no debería ser un problema regresar. Y sería de hipócritas quedarme allí mucho tiempo.
Estaba aburrido, no podía encontrar nuevos libros, nuevos conocimientos, nada para poder matar el tiempo. Así que salí de mi habitación y decidí caminar por los pasillos, para ver si me encontraba a alguien, tal vez pueda tener una conversación importante o enterarme de algo, no lo se, pero necesitaba interactuar con las personas.
Después de ir y ver por todo el edificio, paso por el comedor y veo algo terrible Kira Mandela estaba muerta, estaba en shock -Una del consejo, una experta en el Voodoo fue asesinada y en la misma isla- fue lo que pensé al verla, estaba en la puerta la clavaron contra la puerta del comedor, con las extremidades extendidas y los clavos en pies y manos. El cuerpo no parecía tan expuesto a violencia, golpes o alguna marca de forcejeo, solo estaban los clavos llenos de sangre. Por suerte llegaron algunos enfermeros para tratar de salvarla, Helena había llegado antes que yo, pudo bajarla de la puerta y cuando me acerque a ella no pude evitar escuchar que dijo que estaba muerta, pensé que me había equivocado ya que estaba susurrando pero por lo visto no era así.
-¡KIRA!- grite cuando Helena la cubrió con una sabana, haciéndome entender que si estaba muerta, y luego de que Helena le dijera a los invitados que estuvieran atentos se aleja con el cuerpo, no sabía si seguirla o buscar indicios del culpable o culpables por tal acto horrible. Pero era más que obvio que fue alguien que tiene acceso a la isla.
-Necesitare ver bien todo con detalle o solo ir a ver como esta Helena-.
Después de ir y ver por todo el edificio, paso por el comedor y veo algo terrible Kira Mandela estaba muerta, estaba en shock -Una del consejo, una experta en el Voodoo fue asesinada y en la misma isla- fue lo que pensé al verla, estaba en la puerta la clavaron contra la puerta del comedor, con las extremidades extendidas y los clavos en pies y manos. El cuerpo no parecía tan expuesto a violencia, golpes o alguna marca de forcejeo, solo estaban los clavos llenos de sangre. Por suerte llegaron algunos enfermeros para tratar de salvarla, Helena había llegado antes que yo, pudo bajarla de la puerta y cuando me acerque a ella no pude evitar escuchar que dijo que estaba muerta, pensé que me había equivocado ya que estaba susurrando pero por lo visto no era así.
-¡KIRA!- grite cuando Helena la cubrió con una sabana, haciéndome entender que si estaba muerta, y luego de que Helena le dijera a los invitados que estuvieran atentos se aleja con el cuerpo, no sabía si seguirla o buscar indicios del culpable o culpables por tal acto horrible. Pero era más que obvio que fue alguien que tiene acceso a la isla.
-Necesitare ver bien todo con detalle o solo ir a ver como esta Helena-.
Markus y sus nuevos amigos subimos por las escaleras que conducen de los calabozos a las cocinas y al comedor, se encuentra alterado y nervioso. Y les estudia todo el rato, mirando paranoicamente hacia sus espaldas, pues Markus sospechaba que administrador hubiese entrado por detrás de ellos.
Al llegar a la puerta se pega a ella, y chista a los tipos que le siguen, abre con cuidado para inspeccionar el interior haciéndoles un gesto a sus compañeros para que se queden ahí esperando. La cocina huele a pizza con piña y a Markus se le abre el apetito, pero intenta concentrarse en lo que tiene que hacer, que es algo importante.
Consigue mandar al carajo a todos los que estaban en el comedor, ya fueran saltimbanquis, despistados, estudiantes o descendientes. TODOS están fuera porque Markus lo ha ordenado, y si alguien se resiste, le manda un chispazo. La escusa es que tiene cosas que investigar -A ver si a estos mequetrefes Markus les va a decir sus planes, para que se los copien y los publiquen en internet-
Tras expulsar a todos maneja el metal de la puerta para que se retuerza y se bloqueen las salidas. Tras eso Markus corre por todo el salón hasta llegar a la otra puerta, donde estaban los otros dos, haciendo una breve parada para coger un trozo de pizza.
Markus recibe a sus amigos con la comida en la boca y les dice que entren, con gestos, para bloquear la puerta cuando lo hacen, nuevamente. Ahora están solos y protegidos.
-Corremos un gran peligro. Todos lo hacemos- dice Markus haciendo pequeñas paradas para comer un nuevo trozo de pizza -Aquí podréis descansar y comer algo. Pero pronto se darán cuenta del truco. ¡Medicinas! Sí. Y ropa. Para él. Está roto. Tú has roto a mis amigos, pero Markus voy a ayudar-
Markus está acelerado, arrastra a Lyran a Adramelech al salón principal. Vuelve corriendo a las cocinas y sale con platos variados, reconfortantes mientras va hablando solo sobre lo que tiene que hacer. -Pociones. Ropa. Derrotar a administrador- "Pizza. Pizza. Pizza"
Un ente sobresalta a Markus. Un demonio de Matvey exige verle. Habla rápido y tenebroso, por lo que a Markus le da mal yuyu. Habla de un cuerpo que era yo y que no era yo, junto a un ataque... y que me tengo que presentar sí o sí ante Matvey y que se convoca a todos los descendientes a un Consejo de emergencia. OTRO. -¡Que sí, que sí! FUSH FUSH. Aparta bicho. Han convocado otro cónclave. ¡Administador está haciendo de las suyas por la isla y copia mi cara. MALDITO SEA!- Markus habla con gravedad a sus invitados en su último viaje al comedor después de hablar con el demonio, que a saber dónde se queda. -En Ouroboros solo hay un Tesla. ¡Y ESE SOY YO!- "¿Qué clase de broma es esta? Oh... espera" -Bellatrix... Giovanni... ¡EL MULTIVERSO ESTÁ A PUNTO DE COLAPSAR!- Markus corre por toda la sala en círculos mientras se tira de los pelos, gritando, entrando en pánico
Al llegar a la puerta se pega a ella, y chista a los tipos que le siguen, abre con cuidado para inspeccionar el interior haciéndoles un gesto a sus compañeros para que se queden ahí esperando. La cocina huele a pizza con piña y a Markus se le abre el apetito, pero intenta concentrarse en lo que tiene que hacer, que es algo importante.
Consigue mandar al carajo a todos los que estaban en el comedor, ya fueran saltimbanquis, despistados, estudiantes o descendientes. TODOS están fuera porque Markus lo ha ordenado, y si alguien se resiste, le manda un chispazo. La escusa es que tiene cosas que investigar -A ver si a estos mequetrefes Markus les va a decir sus planes, para que se los copien y los publiquen en internet-
Tras expulsar a todos maneja el metal de la puerta para que se retuerza y se bloqueen las salidas. Tras eso Markus corre por todo el salón hasta llegar a la otra puerta, donde estaban los otros dos, haciendo una breve parada para coger un trozo de pizza.
Markus recibe a sus amigos con la comida en la boca y les dice que entren, con gestos, para bloquear la puerta cuando lo hacen, nuevamente. Ahora están solos y protegidos.
-Corremos un gran peligro. Todos lo hacemos- dice Markus haciendo pequeñas paradas para comer un nuevo trozo de pizza -Aquí podréis descansar y comer algo. Pero pronto se darán cuenta del truco. ¡Medicinas! Sí. Y ropa. Para él. Está roto. Tú has roto a mis amigos, pero Markus voy a ayudar-
Markus está acelerado, arrastra a Lyran a Adramelech al salón principal. Vuelve corriendo a las cocinas y sale con platos variados, reconfortantes mientras va hablando solo sobre lo que tiene que hacer. -Pociones. Ropa. Derrotar a administrador- "Pizza. Pizza. Pizza"
Un ente sobresalta a Markus. Un demonio de Matvey exige verle. Habla rápido y tenebroso, por lo que a Markus le da mal yuyu. Habla de un cuerpo que era yo y que no era yo, junto a un ataque... y que me tengo que presentar sí o sí ante Matvey y que se convoca a todos los descendientes a un Consejo de emergencia. OTRO. -¡Que sí, que sí! FUSH FUSH. Aparta bicho. Han convocado otro cónclave. ¡Administador está haciendo de las suyas por la isla y copia mi cara. MALDITO SEA!- Markus habla con gravedad a sus invitados en su último viaje al comedor después de hablar con el demonio, que a saber dónde se queda. -En Ouroboros solo hay un Tesla. ¡Y ESE SOY YO!- "¿Qué clase de broma es esta? Oh... espera" -Bellatrix... Giovanni... ¡EL MULTIVERSO ESTÁ A PUNTO DE COLAPSAR!- Markus corre por toda la sala en círculos mientras se tira de los pelos, gritando, entrando en pánico
Al final decidimos seguir a markus y salir por aquellas escaleras. Mientras fui respondiendo a lo que había dicho el soul.
- que clase de nigromante era ese de Irlanda del que me hablas? -gracias a matvey, había descubierto que también habían nigromantes buenos.
- setelah barrett... Lo conozco. Pero yo también llevo años sin verlo, no se que habrá sido de el. Que fue lo que os enemistó?
Finalmente llegamos al comedor y alli Tesla se encargó de echar a quien pudiese quedar y selló las puertas. No me gustó mucho sentirme encerrado pro sabía que con mi magia aquello no era problema.
Nos arrastro a la sala principal donde empezó a sacar comida como un descosido. Miré los platos, lo cierto es que tenía el estómago cerrado pero por cortesía agarré una patata frita y la mastiqué.
- adramelech, sientate y descansa un poco . Es verdad, necesitas otra ropa.... De médico? Así fue como engañasteis a Lucio? Tesla, el chico necesita pociones, no un pollo asado.
Apareció un demonio de la nada y me puse en guardia hasta saber que era un enviado del ruso, llevando un extraño mensaje
- se puede saber que está pasando? Por qué el atacante tenía mi rostro?y que es eso de un muerto falso?
No se parecía en nada este Tesla al que había hablado conmigo en la boda o investigado aquel trasto de la alianza . Sería esquizofrénico? Aunque si los miraba bien... Me pareció detectar alguna diferencia física. Pero no estaba seguro.
- pues me parece que hay dos teslas, amigo. Y que si eso es malo, deberías hacer algo para solucionarlo.
Pero entró en panico, se puso a correr y a gritar. Suspiré porb enesima vez. No me gustaba mucho usarla pero la situación lo requería.. meto la mano en el bolsillo de mi traje buscando la pequeña aguamarina mágica que solía llevar conmigo y activé su magia al contacto de mis dedos. Automáticamente sentí como mi mente dejaba de correr desbocada. Me acerqué a tesla y lo detuve tomándolo por el hombro, con la misma mano que sujetaba el aguamarina, para hacerlos entrar en contacto y transmitirle también aquella claridad de mente, pues necesitábamos al genio tranquilo..
En ese momento lo vi. Fue algo extraño, algo que ocurrió en mi mente. Como un breve flashazo, confuso, ruidoso. Las bestias arrasaban Londres y Ouroboros caía del cielo.... La visión terminó rápido y me dejó confuso. Aparte mi mano de Tesla bruscamente retirando la aguamarina. Lo habría visto el también? Lo miré, interrogandolo con la mirada. Si las propiedades mágicas de la piedra lograban dar claridad de mente, otro de sus efectos podía ser este... Lo cual podía contrarrestar perfectamente cualquier tranquilidad que pudiese hacer sentir. Mi mirada era fija y un tanto asustada, que acababa de ver? Era el futuro? Uno de muchos? Una probabilidad?
- que clase de nigromante era ese de Irlanda del que me hablas? -gracias a matvey, había descubierto que también habían nigromantes buenos.
- setelah barrett... Lo conozco. Pero yo también llevo años sin verlo, no se que habrá sido de el. Que fue lo que os enemistó?
Finalmente llegamos al comedor y alli Tesla se encargó de echar a quien pudiese quedar y selló las puertas. No me gustó mucho sentirme encerrado pro sabía que con mi magia aquello no era problema.
Nos arrastro a la sala principal donde empezó a sacar comida como un descosido. Miré los platos, lo cierto es que tenía el estómago cerrado pero por cortesía agarré una patata frita y la mastiqué.
- adramelech, sientate y descansa un poco . Es verdad, necesitas otra ropa.... De médico? Así fue como engañasteis a Lucio? Tesla, el chico necesita pociones, no un pollo asado.
Apareció un demonio de la nada y me puse en guardia hasta saber que era un enviado del ruso, llevando un extraño mensaje
- se puede saber que está pasando? Por qué el atacante tenía mi rostro?y que es eso de un muerto falso?
No se parecía en nada este Tesla al que había hablado conmigo en la boda o investigado aquel trasto de la alianza . Sería esquizofrénico? Aunque si los miraba bien... Me pareció detectar alguna diferencia física. Pero no estaba seguro.
- pues me parece que hay dos teslas, amigo. Y que si eso es malo, deberías hacer algo para solucionarlo.
Pero entró en panico, se puso a correr y a gritar. Suspiré porb enesima vez. No me gustaba mucho usarla pero la situación lo requería.. meto la mano en el bolsillo de mi traje buscando la pequeña aguamarina mágica que solía llevar conmigo y activé su magia al contacto de mis dedos. Automáticamente sentí como mi mente dejaba de correr desbocada. Me acerqué a tesla y lo detuve tomándolo por el hombro, con la misma mano que sujetaba el aguamarina, para hacerlos entrar en contacto y transmitirle también aquella claridad de mente, pues necesitábamos al genio tranquilo..
En ese momento lo vi. Fue algo extraño, algo que ocurrió en mi mente. Como un breve flashazo, confuso, ruidoso. Las bestias arrasaban Londres y Ouroboros caía del cielo.... La visión terminó rápido y me dejó confuso. Aparte mi mano de Tesla bruscamente retirando la aguamarina. Lo habría visto el también? Lo miré, interrogandolo con la mirada. Si las propiedades mágicas de la piedra lograban dar claridad de mente, otro de sus efectos podía ser este... Lo cual podía contrarrestar perfectamente cualquier tranquilidad que pudiese hacer sentir. Mi mirada era fija y un tanto asustada, que acababa de ver? Era el futuro? Uno de muchos? Una probabilidad?
Una mueca de desagrado apareció en mi rostro al tratar de describir al nigromante por el que me preguntó Lyran mientras subíamos por las escaleras. - Fistandantilus, el nigromante de la Torre de la Alta Hechicería en Irlanda. Era un viejo retorcido que abrazaba los ideales de pureza de sangre de los magos incluso con más fervor que los propios Blood Keepers. Defendía las antiguas tradiciones de un modo casi fanático, despreciando incluso a magos que no tuviesen el nivel de poder que él esperaba, o que considerase débiles...como los propios renegados. El mundo estará mejor sin sus delirios de grandeza y sin sus ideas retrógradas. - eso le dará una idea del tipo de nigromante que era ese tipo, aunque me he ahorrado muchos detalles que sería mejor dejar para otro momento. También tuve que resumir un poco al hablarle de Setelah Barrett, algo que también daba para bastante rato de conversación. Duele hablar de lo que pasó en relación con él, pero Lyran ofrece cierta confianza a la hora de explicarse.
- Se apropió de algo que era nuestro, las calaveras. Me engañó. Dijo que nos las devolvería a cambio de que mi hermano sacase un demonio del cuerpo de una chica. Aquello salió mal, y perdí a mi hermano. - también fue culpa mía por meter en ese lío a Astaroth, pero eso no exime a a Barrett. Si por casualidad sigue vivo y me lo volviese a cruzar no sé qué haría. Con ese pensamiento en mente llegamos por fin al final de esas escaleras por las que nos conduce Markus, y posteriormente al comedor que cierra a cal y canto para que podamos hablar sin interrupciones. No hace falta que Lyran me pida que tome asiento, lo hago yo mismo porque ya empiezo a estar mareado por la pérdida de sangre y los daños de la explosión. Asiento a la pregunta de Lyran sobre la ropa de médico, que es la que llevo puesta desde que nos colamos en Ouroboros. - Sí...suplantamos a dos médicos del equipo de Lucio usando multijugos. Por eso nos trajo aquí sin hacernos preguntas. Él no tiene la culpa. - como mucho el sistema de seguridad de la isla que permite que funcionen en ella hechizos de transformación o pociones para ello. Sea como sea, nos descubrieron.
Dejo que hablen de lo sucedido en las celdas, pues me estresa un poco la manera de hablar de Markus y estoy bastante cansado para seguir dándole a la cabeza. Entré en la isla con Vanessa y con las calaveras y ahora resulta que he perdido ambas cosas. - ¿Qué vais a hacer ahora conmigo? ¿a dónde vamos? -
los miro extrañado cuando Lyran utiliza esa piedra azulada con Tesla, sin entender muy bien a qué viene eso ahora. Parece que el peliazul está algo sorprendido por algo que ha sentido.
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PS: 72 - 5= 67
- Se apropió de algo que era nuestro, las calaveras. Me engañó. Dijo que nos las devolvería a cambio de que mi hermano sacase un demonio del cuerpo de una chica. Aquello salió mal, y perdí a mi hermano. - también fue culpa mía por meter en ese lío a Astaroth, pero eso no exime a a Barrett. Si por casualidad sigue vivo y me lo volviese a cruzar no sé qué haría. Con ese pensamiento en mente llegamos por fin al final de esas escaleras por las que nos conduce Markus, y posteriormente al comedor que cierra a cal y canto para que podamos hablar sin interrupciones. No hace falta que Lyran me pida que tome asiento, lo hago yo mismo porque ya empiezo a estar mareado por la pérdida de sangre y los daños de la explosión. Asiento a la pregunta de Lyran sobre la ropa de médico, que es la que llevo puesta desde que nos colamos en Ouroboros. - Sí...suplantamos a dos médicos del equipo de Lucio usando multijugos. Por eso nos trajo aquí sin hacernos preguntas. Él no tiene la culpa. - como mucho el sistema de seguridad de la isla que permite que funcionen en ella hechizos de transformación o pociones para ello. Sea como sea, nos descubrieron.
Dejo que hablen de lo sucedido en las celdas, pues me estresa un poco la manera de hablar de Markus y estoy bastante cansado para seguir dándole a la cabeza. Entré en la isla con Vanessa y con las calaveras y ahora resulta que he perdido ambas cosas. - ¿Qué vais a hacer ahora conmigo? ¿a dónde vamos? -
los miro extrañado cuando Lyran utiliza esa piedra azulada con Tesla, sin entender muy bien a qué viene eso ahora. Parece que el peliazul está algo sorprendido por algo que ha sentido.
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PS: 72 - 5= 67
-Que sí. que sí. Tesla ahora traerá pociones, pero Tesla tiene que pensar en muchas cosas a la vez. Ropa, comida y pociones. Lucio no va a funcionar, no sé si sigue roto. ¿Cuando vosotros hacéis eso de romper a la gente, no se puede curar jamás?- "Markus podría pedir ayuda a Lucio para que venga a curar a este señor... o no"
"No, no es buena idea; Markus desecha la idea. Sí. sí"
-Pero Matvey va a venir en cualquier momento. Estoy seguro, vendrá con su demonio. Él le avisará. Las cosas no están bien, ¿no lo véis? No. No. Hay muchas cosas mal. La gente está mal, hay mucha gente en Ouroboros.... Mucha, no buena-
Me exaspero, me tiro de los pilos y hasta doy un salto asustado cuando Lyran me pone su garra azul encima. Tiemblo como un conejo encerrado en una trampa de un cazador, pues en cualquier momento va a venir Matvey. Toda la euforia que había sentido al principio se disipa y se convierte en pánico. Si el nigromante nos descubre a los dos, a Lyran y a mí, con el apresado, nos convocarán a cónclave y nos exhiliarán, como habían hecho con Jean de Molay. O peor. ¿Quién dice que no estén implicados en la muerte de Helena?
"No, no. Somos todos amigos. Los amigos no nos matamos entre nosotros, ¿no?"
Sin embargo el efecto de la piedra azul parece calmarme los nervios. Al menos las conexiones de ideas parecen ir a un ritmo no frenético como hasta ahora. Sí, por un lado estaba Matvey y su demonio que me había localizado; por otro lado, el chico herido y lo que necesitaba de sus calaveras; por otro lado mi clon, seguramente haya venido de otra dimensión a.... Por un instante dejé de respirar. Paralizado y pálido, mucho más céreo que de costumbre, podría parecer que el pulso reaccionó igual. ¿Lyran lo había visto? Sin moverme un ápice le estudié por el rabillo del ojo. Creo que sí.
Me moví rápido. Cogí algo de sal (por si las moscas), con un chasquido de los dedos las puertas se abrieron para que los que se habían quedado fuera entraran y justo en el momento en el que el primero va a hacerlo, les cojo a los dos y nos desaparecemos de allí.
"No, no es buena idea; Markus desecha la idea. Sí. sí"
-Pero Matvey va a venir en cualquier momento. Estoy seguro, vendrá con su demonio. Él le avisará. Las cosas no están bien, ¿no lo véis? No. No. Hay muchas cosas mal. La gente está mal, hay mucha gente en Ouroboros.... Mucha, no buena-
Me exaspero, me tiro de los pilos y hasta doy un salto asustado cuando Lyran me pone su garra azul encima. Tiemblo como un conejo encerrado en una trampa de un cazador, pues en cualquier momento va a venir Matvey. Toda la euforia que había sentido al principio se disipa y se convierte en pánico. Si el nigromante nos descubre a los dos, a Lyran y a mí, con el apresado, nos convocarán a cónclave y nos exhiliarán, como habían hecho con Jean de Molay. O peor. ¿Quién dice que no estén implicados en la muerte de Helena?
"No, no. Somos todos amigos. Los amigos no nos matamos entre nosotros, ¿no?"
Sin embargo el efecto de la piedra azul parece calmarme los nervios. Al menos las conexiones de ideas parecen ir a un ritmo no frenético como hasta ahora. Sí, por un lado estaba Matvey y su demonio que me había localizado; por otro lado, el chico herido y lo que necesitaba de sus calaveras; por otro lado mi clon, seguramente haya venido de otra dimensión a.... Por un instante dejé de respirar. Paralizado y pálido, mucho más céreo que de costumbre, podría parecer que el pulso reaccionó igual. ¿Lyran lo había visto? Sin moverme un ápice le estudié por el rabillo del ojo. Creo que sí.
Me moví rápido. Cogí algo de sal (por si las moscas), con un chasquido de los dedos las puertas se abrieron para que los que se habían quedado fuera entraran y justo en el momento en el que el primero va a hacerlo, les cojo a los dos y nos desaparecemos de allí.
Noviembre de 2040
La isla Ouroboros se elevó nuevamente a los cielos, tras la destrucción de los satélites antimagia que bloqueaban el flujo de energía mágica en todo el planeta. Antiguos rituales fueron necesarios para volver a levantar Ouroboros, acudiendo a la información de los fundadores, aquellos que la pusieron en el aire por primera vez, hace cientos de años.
Una mitad de la isla sigue siendo la antigua Ouroboros, que se salvó parcialmente de la caída y ha sido reconstruida por Adael Cohen, sus elementaristas y otros colaboradores. La otra mitad de la isla es completamente nueva, formada desde cero con nuevas rocas, puesto que la mitad que existía antes quedó totalmente destruida. Sus ruinas permanecerán en en Beinn Dearg , lugar donde se realizó el ritual.
Llevaba un buen rato haciendo preparativos, tomando textos de aquí y allá para poder ir a casa y así continuar con la investigación, ayudar a Lucio con la ministra y tenerlo todo preparado para cuando fuera a hablar con Matvey, pues cuanto más claro lo tuviera todo menos tenía que molestar al miembro del consejo. mi concentración era bastante conocida ya que cuando me metía en la biblioteca o leía un libro no paraba, pasando días enteros con la cabeza pegada a los pergaminos, pero esta vez mi estómago me estaba dando un toque de atención y al no tener mis ojos los otros sentidos se habían agudizado, el fénix también graznó sabiendo que era hora de ir a comer -Está bien, está bien, vamos a comer antes de seguir- metí todo en mi bolsa con un hechizo para reducir su tamaño y que entrara todo en una cajita, bien cerradito por si acaso, desapareciendo del despacho rumbo al comedor.
Aparecí en el comedor que era tan animado y ruidoso como siempre a la hora de comer, lo malo es que al aparecer no me percaté de que tenía alguien delante, chocando contra la espalda de alguien -Oh! lo siento mucho! estás bien? perdona, no te he visto- dije al desconocido, al menos de momento y hasta que empezó a hablar lo que me hizo reconocer su voz, más o menos -¿Adramelech?- pregunté sin estar muy seguro si se trataba del Soul.
Aparecí en el comedor que era tan animado y ruidoso como siempre a la hora de comer, lo malo es que al aparecer no me percaté de que tenía alguien delante, chocando contra la espalda de alguien -Oh! lo siento mucho! estás bien? perdona, no te he visto- dije al desconocido, al menos de momento y hasta que empezó a hablar lo que me hizo reconocer su voz, más o menos -¿Adramelech?- pregunté sin estar muy seguro si se trataba del Soul.
Ellyos Kakumei
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Nacionalidad
- En Capitulos Anteriores...:
- Adael Cohen escribió:El mago se mostró horrorizado ante la visión del cachorrito kneazle dislocandose la mandíbula para comer gente, se encogió de hombros y asintió resignado ante la conclusión de la Soul sobre que era un gato con habilidades de perro. El guardia dio un paso hacia atrás asustado ante la agresión tan gratuita y negó energéticamente con la cabeza a lo de oler su ropa interior. Sus compañeros desde atrás lanzaron silbidos y vítores al guardia que se giró a ellos colorado como un tomate, se reunió con ellos y les pidió que se detuvieran.
-Si no lo haces tú, lo hago yo.- Dijo uno de los que estaba entre el grupo, comentario que hizo reír a carcajadas a todo el resto, incluido el que revisó el bolso.
-Cada vez dejan entrar a gente más vulgar.- Dijo ya menos color rojo y más color piel. -Llevale el kneazle a los estudiantes de Darwin para que lo analicen, avisa a los de adentro para que mantengan un ojo sobre esos Souls y que les preparen una habitación.- Ordenó a una guardia.
-¡La que tiene las ventanas tapadas por las plantas de Sofía!- Más carcajadas y la guardia enviada a hacer los recados se desapareció de allí con una sonrisa. Mientras tanto el descendiente no pudo escuchar los comentarios de los miembros de seguridad por su sordera parcial, pero intuyó que si pasaban más tiempo allí las cosas iban a terminar mal porque las miradas de recelo si que las había visto. Tampoco era como si pudiera decirles “Ey!¡Quiten esa expresión de sus rostros!”. Algunos de ellos habían sido sus aprendices, pero no podía ordenarles qué pensar o qué cara poner, así que optó por tomar por los hombros con un brazo a cada Soul y empujarlos suavemente al interior de una buena vez para que las gigantes y macizas puertas de la entrada se cerraran detrás de ellos y el tema quedara zanjado.
-Bueno, si, tenemos muchos privilegios, pero también tenemos muchas responsabilidades. Cada ceremonia tiene sus protocolos... y tenemos muchas ceremonias; las conmemoraciones en las que se recuerda cada primer miembro del Consejo, la del Torneo de Ouroboros, casamientos, velorios, ceremonias por cambio de miembro del concejo, fiestas que sirven como excusa para hacer presentaciones de proyectos o inventos y otros eventos importantes que conmemoran hechos memorables del pasado, como la fundación del Consejo de los 20, etcétera. Yo tuve mi ceremonia de iniciación, porque no nací manejando los cuatro elementos, nadie posee ese poder por nacimiento, se requiere de un rito para conseguirlo.- Explicó ante el comentario de gente rica y poderosa. Tuvo el impulso de abrazar al Soul cuando dijo lo de la reconstrucción, pero se contuvo. Contenerse lo hizo ponerse rojo y morderse el labio inferior de las ganas que tenía, en una próxima ocasión le pediría un abrazo, para probar si accedía.
-¡Gracias! Fue un trabajo en equipo, participaron muchos de mis estudiantes y además tuvimos ayuda con los planos de Jack Newton y Giordano Da Vinci, Markus Tesla y sus aprendices se encargaron de que la isla recobrara su energía y Sean Eire y Catherine Le Fay supervisaron la implementación de las medidas de seguridad. Esos que nos detuvieron en la entrada son el cuerpo militar encargado de la seguridad del Concejo de lo 20 y la policía de la isla de Ouroboros, se los llama la Orden de Merlín porque es lo que quedó de aquella época, así que no se extrañen cuando vean pasar gente con uniforme parecido.- Respondió al comentario mientras caminaban por los perfectos y cuidados jardines. En eso Adael vió a un jardinero cortando un arbusto con dedicación. Se disculpó un momento del par y fue corriendo a abrazar cálidamente al hombre de avanzada edad y falda escocesa. El anciano respondió al abrazo muy feliz de verlo devuelta en la isla sano y salvo, le dió unos cuantos besos en la cara y lo dejó volver con los Souls.
-Mi padre, Timothy Cohen.- Adael alzó una mano saludándolo y Tim alzó la suya en respuesta y saludando sonriente a los nuevos amigos de su hijo para luego volver a sus quehaceres, al mismo tiempo el grupo continuó avanzando. Alzó las cejas sonrriente ante tantas preguntas de parte del Soul que mostraban genuino interés, si había algo que le gustaba a Adael era explicar.
-Las especialidades de los miembros del Consejo de los 20 son; Encantamientos, magia blanca, protección y defensa, Sean Eire. Control energético, Markus Tesla. Nigromancia, magia negra e hipnosis, Matvey Rasputín. Maleficios, Catherine Le Fay. Controlar la forma del licántropo, Altair Kirgyakos. Druidismo y animagia, Sarah Darwin. Sanación, Lucio Galenus. Herbología y pociones, la irresistible Sofía Dióscorides. Metamorfomagia, Ling Hua. Control mental, legeremancia, oclumancia, telepatía, telekinesis, meditación y armonía, Mei Xian. Aritmancia y Numerologia, Sayid Ibn Salah. Tecnomagia, Giordano Da Vinci. Astronomía y física, Jack Newton. Transformaciones, Rosse Mcgonagall. Médium y vidente, Bellatrix Alighieri. Alquimia y transmutaciones, descendiente de Theophrastus Bombast von Hohenheim, que actualmente es menor de edad, así que no ejerce aún. Invocación de seres y en dragones, descendiente de Vlad Tepes, que también es menor de edad. Y las más recientes incorporaciones al concejo; Radiactividad y diversidad de elementos, descendiente de Marie Curie y Magigenética, descendiente de Rosalind Franklin.- Enumeró de memoria.
-La forma de organizar las clases depende de la temática y el profesor. Están los que prefieren abocarse a la investigación, como Sean... antes de quedarse ciego y están los que prefieren enseñar como yo, que de vez en cuando me sumo a alguna investigación, pero no es algo que me llame demasiado la atención. También están los que dan sólo teoría, o los que dan teoría y práctica, o los que dan solo práctica. Mi especialidad tiene poca teoría, así que me aboco de lleno a la práctica. Con Galenus es teoría y práctica y las prácticas se hacen en el hospital. Y para quién se organizan las clases, eso es ya, enteramente, a gusto del Concejal, están los que no les gusta tanto dar clases, como Bellatrix Alighieri, y toman a uno o dos aprendices fijos o como yo que no me sacio de estudiantes. Las condiciones básicas son que, da igual la raza, pero dada que esta es una institución dedicada a impulsar la magia, un requisito básico es que posea magia o al menos potencial para realizarla, que tenga de 17 años para arriba, sin máximo establecido y estar libre de crímenes que el Consejo considere como un problema a la hora de formar parte de la comunidad de Ouroboros. Se realiza una evaluación previa, tras la cual, se considera si puede ser admitido o no. Y ya, las clases se realizan aquí, el campo de entrenamiento, o en las aulas de clases y prácticas, que tienen todos los implementos necesarios. Discúlpenme un momento.- Dijo al llegar al campo. Luego se tiró boca abajo contra el suelo y lo abrazó o, bueno, lo intentó, mantuvo sus brazos abiertos a modo de abrazo.
-Hogar, dulce hogar.- Dijo y le dió un par de besos al piso. Tras ésto se levantó y continuó caminando.
-Vengan, les mostrare las aulas de clases y prácticas.- Mientras caminaban a través de los jardínes, para llegar a las aulas, comenzó a escucharse un sonido que venía de detrás, se escuchaban muchos pasos, como si estuvieran corriendo, cuando se dió vuelta se encontró con una legión de estudiantes elementaríastas del fuego de no más de 20 años que venían hacia él. Lo rodearon y cada una dijo algo distinto creando un murmullo inentendible mientras se agitaban a su alrededor, ante ésto el descendiente pudo pensar en un solo culpable.
-Aiden está de vacaciones con su tío, ya volverá en unos días, al igual que ustedes a sus clases. Vayan y disfrútenlas mientras puedan.- Dijo y zanjó el tema con las chicas. Los dirigió a los salones de piedra, algunos estaban ocupados por estudiantes y su profesor y otros estaban vacíos. Adael lo miró cuando se detuvo a su altura.
-Ah! Si! El nigromante Astaroth Svensson, lo recuerdo, lo eligió Matvey, pueden preguntarle a él, lo pueden encontrar en el sótano de la zona residencial, será el último lugar que visitaremos. Ésta es la sala de reuniones generales, la usamos cuando Los Descendientes deben dar un comunicado a la sociedad mágica.- Dijo señalándola. Luego continuó caminando, un estudiante justo pasó, así que aprovechó para darle su bolso y pedirle que lo lleve a su habitación. Caminaron por unos minutos más hasta llegar al concurrido comedor.
-¿Tienen hambre? Yo estoy hambriento.- Tomó un plato, la comida apareció en el mágicamente, animó al par a hacer lo mismo y fue a sentarse en un lugar en el que pudieran estar los tres cerca para continuar hablando.
-¿Y bien?¿Qué les parece Ouroboros hasta ahora?- Dijo mientras se llevaba el tenedor a la boca para luego masticar la comida.
Seguí caminando por la isla a golpe de olfato, pero las plantas estaban demostrando ser unas buenas contrincantes contra él, haciéndome estornudar cada dos por tres, al final me acabé perdiendo y suspiré pensando que a este paso nunca iba a encontrar a Johan, debo de ser el único dragón con un pésimo sentido de la orientación y que se pierde cada dos por tres, soy el orgullo de mi raza ¡Yuju! En el edificio cercano que encontré escuché el sonido de gente hablando, aunque mi oido de dragón no alcanzaba para entender de qué exactamente estaban hablando.
Me acerqué y cuanto más cerca estaba, más me empezaba a oler a comida... comiiiiiiidaaaaaaa *torrente de babas incoming* Mi estomago empezó a quejarse y la boca hacerseme agua, llevaba un tiempecillo sin comer y la gusa es la gusa... No necesito la comida... No la necesito... ¡LA NECESITO! Empecé a olfatear para seguir el rastro del olorcito a comida y salí corriendo en estampida dragonil hacia la fuente de ese olor con la lengua hacia afuera. "Comida, comida, comida" iba pensando hasta que llegué un ventanal del edificio y se escuchaban las voces, debían de estar comiendo y a mi me rugían cada vez más las tripas...
Abrí la ventana suavemente y asomé mi cabeza de dragón por ella sonriendo.
- Hoooooooooli, disculpad pero el olorcito es demasiado tentador y yo tengo mucha hambre, si me disculpan... - alargué una garra y cogí algo de comida y empecé a comer - Buen provechoooooo - dije mientras comía cual glotón un poquito de cada plato, me quedé un momento pensativo y torcí la cabeza - Uuuuuuh... ¿no tenéis miedo de los dragones verdad? Uuuuuh mi nombre es Ellyos y soy un dragón inofensivo - dije sonriendo y moviendo la cola al son.
Había un olor familiar, me acerqué hasta Adramelech y lo olfateé un poco... sí, su olor me era demasiado familiar... pero no caigo el porqué, hasta que veo que encima suya cae una persona, me asusto y me doy con la cabeza en el marco de la ventana y me pongo las garras en la cabeza. Con los dientes recogo a Sean quitándolo de encima de Adramelech y lo poso suavemente en el suelo.
Llegué con Adael y Rosse hasta el comedor, comentando por lo bajo con ésta última lo de los lujos del lugar. - Mientras puedan beneficiarse todos de ello y no haya restricciones...eso sí, dudo que los que no han vivido fuera de la isla supiesen de la magnitud real de la guerra hasta que Ouroboros cayó y se vieron afectados por la pérdida de magia. - había hecho falta aquello para que colaborasen. Me pregunté si no habría seguido todo igual de no suceder lo del bloqueo de magia.
El comedor era lo suficientemente amplio como para albergar a un montón de gente, y debía reconocer que olía bastante bien lo que quiera que estuviesen cocinando. Imité a Adael, cogiendo un plato para que apareciese comida en él, ante mi asombro. Esperé a que Rosse hiciese lo mismo, dirigiéndome hacia la mesa. Antes de llegar a sentarme se chocaron conmigo por detrás, lo que provocó que se cayese algo de comida del plato. No me enfadé por aquello, me giré con calma para encontrarme cara a cara con Sean, confirmando que lo había reconocido por su voz. - Descendiente de Merlín...- saludé haciendo una leve inclinación de cabeza, fijándome mejor en el aspecto de sus ojos. Al parecer no habían podido solucionar las secuelas de la explosión de magia en Praga. - Sí, soy yo. Me alegro de verte más entero que la última vez. Hace bastante tiempo de aquello. - a mi me lo parecía. Me sobresalté un poco al ver emerger la cabeza de un dragón por la ventana, aunque hablase como si fuese el dragón más simpático del mundo. Observé con cautela lo que hizo recolocando a Sean, bajando la guardia al ver que no había peligro. - Hola, Ellyos. ¿Nos conocemos? - no recordaba, aunque sí me sonaba algo el nombre. - Eso espero, no hemos tenido muy buenas experiencias con los dragones. - el puñetero Smaug custodió dos de nuestras calaveras durante muchos años, nos costó recuperarlas.
Guié a Sean para que se sentara a la mesa con nosotros, comenzando por fin a comer con Adael y respondiendo a su pregunta sobre qué nos parecía la isla. - Parece un sitio muy seguro, y que ofrece muchas posibilidades a la comunidad mágica. A simple vista parece todo idílico...aunque la experiencia me dice que no existen esos lugares, o que siempre acaba torciéndose algo. Es lo que tienen las sociedades, siempre surge el conflicto de modo inevitable.
El comedor era lo suficientemente amplio como para albergar a un montón de gente, y debía reconocer que olía bastante bien lo que quiera que estuviesen cocinando. Imité a Adael, cogiendo un plato para que apareciese comida en él, ante mi asombro. Esperé a que Rosse hiciese lo mismo, dirigiéndome hacia la mesa. Antes de llegar a sentarme se chocaron conmigo por detrás, lo que provocó que se cayese algo de comida del plato. No me enfadé por aquello, me giré con calma para encontrarme cara a cara con Sean, confirmando que lo había reconocido por su voz. - Descendiente de Merlín...- saludé haciendo una leve inclinación de cabeza, fijándome mejor en el aspecto de sus ojos. Al parecer no habían podido solucionar las secuelas de la explosión de magia en Praga. - Sí, soy yo. Me alegro de verte más entero que la última vez. Hace bastante tiempo de aquello. - a mi me lo parecía. Me sobresalté un poco al ver emerger la cabeza de un dragón por la ventana, aunque hablase como si fuese el dragón más simpático del mundo. Observé con cautela lo que hizo recolocando a Sean, bajando la guardia al ver que no había peligro. - Hola, Ellyos. ¿Nos conocemos? - no recordaba, aunque sí me sonaba algo el nombre. - Eso espero, no hemos tenido muy buenas experiencias con los dragones. - el puñetero Smaug custodió dos de nuestras calaveras durante muchos años, nos costó recuperarlas.
Guié a Sean para que se sentara a la mesa con nosotros, comenzando por fin a comer con Adael y respondiendo a su pregunta sobre qué nos parecía la isla. - Parece un sitio muy seguro, y que ofrece muchas posibilidades a la comunidad mágica. A simple vista parece todo idílico...aunque la experiencia me dice que no existen esos lugares, o que siempre acaba torciéndose algo. Es lo que tienen las sociedades, siempre surge el conflicto de modo inevitable.
-Oh! ¿Te interesa trabajar Rosse? ¿Qué sabes hacer? Ah! Antes que nada, si tienes referencias, de seguro tienes el puesto asegurado.- Comentó inocentemente ante las palabras de la Soul sobre recaudar en una noche. Mientras buscaban un lugar para sentarse, el jardinero padre de Adael pasó al lado de ellos con su plato.
-Buen provecho, jóvenes.- Dijo y revolvió el cabello de Adael distraída y cariñosamente para continuar su camino, detrás de él venían dos mujeres charlando muy en lo suyo, pero cuando la delgada se fijó en Adael se acercó para darle un delicado beso en la mejilla.
-Hola cielito.- Dijo suavemente.
-Hola ma.- Apenas dijo eso, la otra mujer que era un poco más robusta tomó un cachete del joven y lo apretó.
-Ayyyy! Mírate nada más! Cada día estás más guapo! ¿Estás más alto?- Dijo con aflautada voz la mujer.
-Hola tía Pam, me alegra verte.- Dijo con tono resignado, la mujer feliz de la vida, al fin le soltó momento en el que él se frotó la cara adolorido, a esto le siguió una legión de personas de variadas edades, desde bebés hasta ancianos encorvados.
-¿Qué pasó Dylan? ¡Hola abuelo Jacob! Abuela Kara, gracias por el pastel de fruta. Gisele tengo unas dudas sobre la magia elementarista del fuego ¡Esaú! No me he olvidado del partido pendiente de Disco de Poder. Gad, es bueno verte con todos los dedos. Que lindo vestido Hayley. Abuelo Aser ¿estrenando túnica nueva? Luego quiero revisar ese tatuaje, Isacar. Más tarde me cuentas cómo te va con los estudiantes elementaristas de la tierra Dianne ¿Practicaste la partitura que te dejé, Nat? ¡Mandy!¡Isaac! ¡Muchas felicitaciones! Luego paso a ver a la bebé. Hola abue Gina, estoy de este lado.- Dijo ésto último a la anciana que miraba para el otro lado porque no veía ni a dos centímetros de su cara. Luego de que el grupo avanzara a través del salón, después de saludar al muchacho y a Sean y buscando sus propios sitios para comer, una mujer con rasgos parecidos a los de Adael se acercó a los Souls con desdén plasmado en su rostro.
-Así que estos son los sangre sucia ¿Qué digo sucia? Más bien podrida, ni siquiera nacieron con magia, la robaron.- Dijo mirando al mago elementarista.
-Éste no es el momento hermana, déjanos en paz.- Dijo el mago con el ceño fruncido.
-Y ahora comen entre nosotros. Vienen a contaminarnos. Eres un inútil. Tienes un solo trabajo; proponer buenas decisiones en el Consejo. No eres digno del Espíritu de la Naturaleza.- Ella era una de las pocas personas que lograban colmarle la paciencia.
-Desaparece de una vez.- Dijo visiblemente molesto. La mujer tomó el brazo de la Soul y miró el brazalete con cuchilla retráctil, para luego mirar a su hermano.
-Ladrones.- Él nunca diría que su esposo se divorció de ella por ser una maldita arpía tóxica, en su lugar…
-¡MAMÁ! ZOE ESTA ARRUINANDO MIS TRABAJOS DIPLOMÁTICOS.- El antiguo y confiable método. Su madre le lanzó LA mirada a la hermana del elementarista ante lo cual, ésta última, frunció el ceño y empezó a dirigirse a donde estaba todo el resto de la familia alejándose de los Souls.
-Eres un bebé llorón.- Casi no pudo terminar la frase cuando aparecieron ante ella los dientes de un dragón que asomó la cabeza por la ventana, ella no se fijó en que estaba sonriendo, sólo vió los colmillotes y quedó petrificada de miedo.
-Zoe Clodomira Cohen, como no te vea sentada a mi lado en éste instante, tendrás que tejer tantas telas que te sangraran las manos.- Dijo la madre en completa calma, Zoe se movió sin perder el contacto visual con los colmillos del dragón y cuando se sintió más segura corrió para sentarse junto a su madre. Luego de dejar que el dragón tomará su comida y ésta volviera a aparecer en el plato, Adael alternó su mirada entre el dragón y el Soul preguntándose si se conocían de antes.
-Ellyos, el dragón inofensivo ¿has visto tus colmillos?- Dijo sonriente. -Te puedo conseguir algo para comer de tu talla y comer afuera o puedes acompañarnos a la mesa, pero para eso tienes que cambiar a tu forma humana ¿Qué prefieres?- Había dragones que no les gustaba cambiar a su forma humana. -Cuidado grandulón.- Dijo cuando el dragón se chocó contra el marco de la ventana haciendo que un poco de polvo cayera desde el techo por el impacto en la estructura.
-Hola Sean, la misión terminó sin heridos, con el permiso de visitar a los Souls Reapers libremente y con el acuerdo de demostrar ante la comunidad mágica nuestra alianza y cooperación, por eso accedieron a venir, aunque se han presentado algunas situaciones desagradables.- Saludo y actualizó a Sean cuando el dragón lo levantó. -Mi familia es genial, la amo mucho… pero mi hermana… aghhhh… es complicado… todavía es muy reciente todo esto y han sido siglos de tradiciones… llevará su tiempo. Entenderé si desean volver hoy a la Torre, sepan que están invitados a pasar el tiempo que quieran, pero en principio cenemos.- Luego ya sentados a la mesa continuaron hablando.
-No puedo negarlo, la verdad es que al estar tan aislados, verdaderamente parecen dos mundos distintos, incluso después de la caída de la isla y a pesar de que buscamos mantener informados a los habitantes, pocos se dan una idea de la vida fuera de aquí. Yo mismo me enteré de que había todo un mundo allí afuera pocos años antes de ser nombrado miembro del Consejo de los 20.- Los recuerdos de aquella época hicieron ensombrecer el rostro del hombre, el cual habitualmente se mostraba jovial. El siguiente comentario de la mujer hizo que los nubarrones que se habían formado en su mente se despejen un poco. Miró a través de los ventanales el paisaje de la zona residencial perfectamente limpia y apacible, con caminos iluminados por mágicas fuentes de luz flotantes, rodeada por arboledas y lagunas que reflejaban esas luces y, de fondo, el cielo estrellado.
-Si, no se parece mucho a la Torre de Alta Hechicera.- Dijo devolviendo la atención a su plato de comida con una ligera sonrisa y llevándose otro bocado a la boca. Emitió un “¡JA!” irónico ante el comentario de Adramelech.
-El tercer nombre de mi hermana es Conflicto, no en realidad, pero entienden a lo que me refiero. Créanme cuando les digo que, puede que no lo parezca, pero ya estamos bastante torcidos, los del Concejo nos encargamos de intentar que las cosas no se tuerzan más.- Hablar más de trabajo lo agobiaba así que buscó otro tema de conversación.
-¡Botritis! Mírate nada más, lindas plumas, está tan grande que en cualquier momento te saca a pasear, Sean. Yo encontré un kneazle en el bosque helado junto a la Torre de Alta Hechicería, en la entrada me lo confiscaron por no tener la licencia para kneazles, pero de seguro mañana lo recupero. Tengo que encontrarle un sitio para dormir, comer, hacer sus necesidades y juguetes varios. Deberé hablar con Darwin a primera hora mañana ¿Ustedes tienen ganas de hacer algo en particular?- Preguntó mirando a los Souls mientras comía otro bocado.
-Buen provecho, jóvenes.- Dijo y revolvió el cabello de Adael distraída y cariñosamente para continuar su camino, detrás de él venían dos mujeres charlando muy en lo suyo, pero cuando la delgada se fijó en Adael se acercó para darle un delicado beso en la mejilla.
-Hola cielito.- Dijo suavemente.
-Hola ma.- Apenas dijo eso, la otra mujer que era un poco más robusta tomó un cachete del joven y lo apretó.
-Ayyyy! Mírate nada más! Cada día estás más guapo! ¿Estás más alto?- Dijo con aflautada voz la mujer.
-Hola tía Pam, me alegra verte.- Dijo con tono resignado, la mujer feliz de la vida, al fin le soltó momento en el que él se frotó la cara adolorido, a esto le siguió una legión de personas de variadas edades, desde bebés hasta ancianos encorvados.
-¿Qué pasó Dylan? ¡Hola abuelo Jacob! Abuela Kara, gracias por el pastel de fruta. Gisele tengo unas dudas sobre la magia elementarista del fuego ¡Esaú! No me he olvidado del partido pendiente de Disco de Poder. Gad, es bueno verte con todos los dedos. Que lindo vestido Hayley. Abuelo Aser ¿estrenando túnica nueva? Luego quiero revisar ese tatuaje, Isacar. Más tarde me cuentas cómo te va con los estudiantes elementaristas de la tierra Dianne ¿Practicaste la partitura que te dejé, Nat? ¡Mandy!¡Isaac! ¡Muchas felicitaciones! Luego paso a ver a la bebé. Hola abue Gina, estoy de este lado.- Dijo ésto último a la anciana que miraba para el otro lado porque no veía ni a dos centímetros de su cara. Luego de que el grupo avanzara a través del salón, después de saludar al muchacho y a Sean y buscando sus propios sitios para comer, una mujer con rasgos parecidos a los de Adael se acercó a los Souls con desdén plasmado en su rostro.
-Así que estos son los sangre sucia ¿Qué digo sucia? Más bien podrida, ni siquiera nacieron con magia, la robaron.- Dijo mirando al mago elementarista.
-Éste no es el momento hermana, déjanos en paz.- Dijo el mago con el ceño fruncido.
-Y ahora comen entre nosotros. Vienen a contaminarnos. Eres un inútil. Tienes un solo trabajo; proponer buenas decisiones en el Consejo. No eres digno del Espíritu de la Naturaleza.- Ella era una de las pocas personas que lograban colmarle la paciencia.
-Desaparece de una vez.- Dijo visiblemente molesto. La mujer tomó el brazo de la Soul y miró el brazalete con cuchilla retráctil, para luego mirar a su hermano.
-Ladrones.- Él nunca diría que su esposo se divorció de ella por ser una maldita arpía tóxica, en su lugar…
-¡MAMÁ! ZOE ESTA ARRUINANDO MIS TRABAJOS DIPLOMÁTICOS.- El antiguo y confiable método. Su madre le lanzó LA mirada a la hermana del elementarista ante lo cual, ésta última, frunció el ceño y empezó a dirigirse a donde estaba todo el resto de la familia alejándose de los Souls.
-Eres un bebé llorón.- Casi no pudo terminar la frase cuando aparecieron ante ella los dientes de un dragón que asomó la cabeza por la ventana, ella no se fijó en que estaba sonriendo, sólo vió los colmillotes y quedó petrificada de miedo.
-Zoe Clodomira Cohen, como no te vea sentada a mi lado en éste instante, tendrás que tejer tantas telas que te sangraran las manos.- Dijo la madre en completa calma, Zoe se movió sin perder el contacto visual con los colmillos del dragón y cuando se sintió más segura corrió para sentarse junto a su madre. Luego de dejar que el dragón tomará su comida y ésta volviera a aparecer en el plato, Adael alternó su mirada entre el dragón y el Soul preguntándose si se conocían de antes.
-Ellyos, el dragón inofensivo ¿has visto tus colmillos?- Dijo sonriente. -Te puedo conseguir algo para comer de tu talla y comer afuera o puedes acompañarnos a la mesa, pero para eso tienes que cambiar a tu forma humana ¿Qué prefieres?- Había dragones que no les gustaba cambiar a su forma humana. -Cuidado grandulón.- Dijo cuando el dragón se chocó contra el marco de la ventana haciendo que un poco de polvo cayera desde el techo por el impacto en la estructura.
-Hola Sean, la misión terminó sin heridos, con el permiso de visitar a los Souls Reapers libremente y con el acuerdo de demostrar ante la comunidad mágica nuestra alianza y cooperación, por eso accedieron a venir, aunque se han presentado algunas situaciones desagradables.- Saludo y actualizó a Sean cuando el dragón lo levantó. -Mi familia es genial, la amo mucho… pero mi hermana… aghhhh… es complicado… todavía es muy reciente todo esto y han sido siglos de tradiciones… llevará su tiempo. Entenderé si desean volver hoy a la Torre, sepan que están invitados a pasar el tiempo que quieran, pero en principio cenemos.- Luego ya sentados a la mesa continuaron hablando.
-No puedo negarlo, la verdad es que al estar tan aislados, verdaderamente parecen dos mundos distintos, incluso después de la caída de la isla y a pesar de que buscamos mantener informados a los habitantes, pocos se dan una idea de la vida fuera de aquí. Yo mismo me enteré de que había todo un mundo allí afuera pocos años antes de ser nombrado miembro del Consejo de los 20.- Los recuerdos de aquella época hicieron ensombrecer el rostro del hombre, el cual habitualmente se mostraba jovial. El siguiente comentario de la mujer hizo que los nubarrones que se habían formado en su mente se despejen un poco. Miró a través de los ventanales el paisaje de la zona residencial perfectamente limpia y apacible, con caminos iluminados por mágicas fuentes de luz flotantes, rodeada por arboledas y lagunas que reflejaban esas luces y, de fondo, el cielo estrellado.
-Si, no se parece mucho a la Torre de Alta Hechicera.- Dijo devolviendo la atención a su plato de comida con una ligera sonrisa y llevándose otro bocado a la boca. Emitió un “¡JA!” irónico ante el comentario de Adramelech.
-El tercer nombre de mi hermana es Conflicto, no en realidad, pero entienden a lo que me refiero. Créanme cuando les digo que, puede que no lo parezca, pero ya estamos bastante torcidos, los del Concejo nos encargamos de intentar que las cosas no se tuerzan más.- Hablar más de trabajo lo agobiaba así que buscó otro tema de conversación.
-¡Botritis! Mírate nada más, lindas plumas, está tan grande que en cualquier momento te saca a pasear, Sean. Yo encontré un kneazle en el bosque helado junto a la Torre de Alta Hechicería, en la entrada me lo confiscaron por no tener la licencia para kneazles, pero de seguro mañana lo recupero. Tengo que encontrarle un sitio para dormir, comer, hacer sus necesidades y juguetes varios. Deberé hablar con Darwin a primera hora mañana ¿Ustedes tienen ganas de hacer algo en particular?- Preguntó mirando a los Souls mientras comía otro bocado.
Rosse Kenway
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-Se puede decir que hago que las personas la pasen bien…- Dije al notar la inocencia del hombre. En verdad no podía creer en que clase de burbuja vivía esta gente. Bufe nuevamente al notar como más personas se sumaron a nuestro alrededor, primero el ciego y luego el dragón, que al oír su nombre dude creer de quien se trataba, su voz era algo distorsionada pero estaba segura que era uno de los hombres que asistieron a la noche de citas rápidas en el burdel. Eso sumado a la gran cantidad de familiares de Adael que vinieron a saludarlo. Me gire a la mujer que se acerco a insultarlo la cual la mire de arriba a abajo.
-Creo que la podrida es usted señora. -Dije tapándome la nariz con mis dedos pulgar e indice en forma de pinza.- O al menos algo se le pudrió en la boca… Debería hacérselo ver. -Al ver que tomaba de mi brazo me levante rápidamente haciendo que la silla donde estaba sentada cayera al suelo, jale mi brazo con violencia tomándola con mi mano metálica del cuello de su camisa.- Vuelve a tocarme, y esa cosa que tienes por cara terminara mas deformada de lo que ya lo esta. Lárgate de aquí, estorbo, y no vuelvas a aparecerte en mi presencia porque te prometo que lo lamentaras…
Volví a levantar mi silla una vez la mujer se alejo. levante mi mano metálica hacia el dragón saludándolo.- Hola Ellyos… -Salude tranquilamente, sin tocar la comida, solo dejando el cuchillo clavado en esta. Todo lo sucedido recientemente me había cerrado el estomago.
-No pase mas de unas pocas horas dentro de la torre, por lo que no sabría decirte como es ahí dentro… Pero puedo decirte como es la vida de alguien intentando sobrevivir a la guerra y a la pobreza, y te aseguro que las personas que viven aquí no tienen ni la mas mínima idea. No deben pelear por comida. No deben venderse para poder tener algo de dinero. No sufren lo que es ver morir a tu amigos por enfermedades. Están tan acostumbrados a vivir dentro de su burbuja color de rosa, que poco conocen de las miserias. Por mas que la isla cayera, y que conozcan por teoría como es allá abajo, en realidad no saben nada. -Le hable seriamente a Adael mirándolo a la cara.
-Creo que la podrida es usted señora. -Dije tapándome la nariz con mis dedos pulgar e indice en forma de pinza.- O al menos algo se le pudrió en la boca… Debería hacérselo ver. -Al ver que tomaba de mi brazo me levante rápidamente haciendo que la silla donde estaba sentada cayera al suelo, jale mi brazo con violencia tomándola con mi mano metálica del cuello de su camisa.- Vuelve a tocarme, y esa cosa que tienes por cara terminara mas deformada de lo que ya lo esta. Lárgate de aquí, estorbo, y no vuelvas a aparecerte en mi presencia porque te prometo que lo lamentaras…
Volví a levantar mi silla una vez la mujer se alejo. levante mi mano metálica hacia el dragón saludándolo.- Hola Ellyos… -Salude tranquilamente, sin tocar la comida, solo dejando el cuchillo clavado en esta. Todo lo sucedido recientemente me había cerrado el estomago.
-No pase mas de unas pocas horas dentro de la torre, por lo que no sabría decirte como es ahí dentro… Pero puedo decirte como es la vida de alguien intentando sobrevivir a la guerra y a la pobreza, y te aseguro que las personas que viven aquí no tienen ni la mas mínima idea. No deben pelear por comida. No deben venderse para poder tener algo de dinero. No sufren lo que es ver morir a tu amigos por enfermedades. Están tan acostumbrados a vivir dentro de su burbuja color de rosa, que poco conocen de las miserias. Por mas que la isla cayera, y que conozcan por teoría como es allá abajo, en realidad no saben nada. -Le hable seriamente a Adael mirándolo a la cara.
Se disculpó con la persona ante él, podía ver su aura pero no saber quien era hasta el momento en que el Soul reaper habló para después confirmar de quien se trataba -Adramenech! me alegro mucho de verte!- hice una pausa y me encogí de hombros -Bueno, ya me entiendes- me reí por lo bajo intentando restarle importancia al asunto, de repente un aura nueva que desconocía se acercó, algo me tomó de la ropa y Rubi graznó -Eh? - algo lo había posicionado a un lado mientras se formaba un revuelo en el comedor, no era algo malo, más bien había algunas risas y comentarios -Qué está pasando?- pregunté a los demás para poder enterarme de lo que sucedía.
Adael también se encontraba con ellos, mencionó un dragón por lo que probablemente eso era lo que estaba sucediendo y como había pensado no era grave -Si tienes hambre puedes ir a las dragoneras o unirte a nosotros en tu forma humana- dije en alto en dirección al revuelo y lo que intuía era el dragón por el tamaño. Su sonrisa se hizo presente cuando Adael le dio aquel informe -Eso es maravilloso, me alegro de que por fin hayáis decidido venir a la isla, me habría gustado ir también pero seguro que estabais en buenas manos, a Zaph ya la conocías ¿Verdad? salió esta mañana también al encuentro, espero que no haya sido muy ruda, a veces habla de forma muy seca pero es una buena persona- Dijo orgulloso de su familiar.
Pasaron a la mesa y mientras Adael hablaba sobre su familia asintió -Aquí la familia es algo muy importante, nos cuidamos unos a otros, con o sin lazos de sangre, somos una unidad en la isla.. supongo que para vosotros es lo mismo- dijo al joven Soul que lo había ayudado a sentarse en la mesa dándole las gracias por ello. la conversación seguía fluyendo hasta tocar el tema del aislamiento, algo que sin duda nos había costado -Lo del aislamiento es un problema, te mantiene alejado de los enemigos pero también de los nuevos amigos, la caída de nuestra isla fue una tragedia pero gracias a eso tenemos la oportunidad de consolidar una alianza y colaborar unos con otros-.
Seguramente Adael ya le había enseñado la parte principal de la isla pero no estaba de más decirlo -Sois invitados especiales y Adael un gran guía, espero que os guste la isla y nuestras instalaciones... aunque si pasáis por la biblioteca siento mucho el revuelo, estoy llevando a cabo ciertas investigaciones y es difícil ponerlo todo en sus sitio si no ves por dónde vas- de nuevo una risa leve.
El tema cambió radicalmente cuando Adael se refirió a Rubi con aquel nombre, ya lo había escuchado por parte de Giordano cuando lo llamó "hijo del averno" o algo parecido y el Fénix también lo sabía por lo que graznó con algo de mal humor -Adael, no lo llames así, Seguro es cosa de Giordano... su nombre es Rubi- Acarició al pájaro suavemente mientras le daba un trozo de carne fresca para que se calmara. la historia del kneazle era interesante -Me encantan los kneazle! son muy inteligentes aunque un poco ariscos a veces, espero que puedas tenerlo pronto, seguramente sea un gran compañero- la comida empezó a llegar por fin, había pedido algo rápido y ligero para comer acompañado de una taza de té y scones para acompañar, con un movimiento de mano el azucarero se movió y dejó caer tres cucharadas de azúcar en la taza para después remover con la cucharita que también flotaba y se movía por si sola -Habéis visto ya los jardines? son preciosos y muy tranquilos, Sofía lo mantiene en unas condiciones excepcionales, también está la plataforma de combate, está en un extremo de la isla, los chicos de control elemental se lucen bastante, sobretodo los de aire control, son dignos de ver, tal vez Adael os pueda dar una demostración-
Adael también se encontraba con ellos, mencionó un dragón por lo que probablemente eso era lo que estaba sucediendo y como había pensado no era grave -Si tienes hambre puedes ir a las dragoneras o unirte a nosotros en tu forma humana- dije en alto en dirección al revuelo y lo que intuía era el dragón por el tamaño. Su sonrisa se hizo presente cuando Adael le dio aquel informe -Eso es maravilloso, me alegro de que por fin hayáis decidido venir a la isla, me habría gustado ir también pero seguro que estabais en buenas manos, a Zaph ya la conocías ¿Verdad? salió esta mañana también al encuentro, espero que no haya sido muy ruda, a veces habla de forma muy seca pero es una buena persona- Dijo orgulloso de su familiar.
Pasaron a la mesa y mientras Adael hablaba sobre su familia asintió -Aquí la familia es algo muy importante, nos cuidamos unos a otros, con o sin lazos de sangre, somos una unidad en la isla.. supongo que para vosotros es lo mismo- dijo al joven Soul que lo había ayudado a sentarse en la mesa dándole las gracias por ello. la conversación seguía fluyendo hasta tocar el tema del aislamiento, algo que sin duda nos había costado -Lo del aislamiento es un problema, te mantiene alejado de los enemigos pero también de los nuevos amigos, la caída de nuestra isla fue una tragedia pero gracias a eso tenemos la oportunidad de consolidar una alianza y colaborar unos con otros-.
Seguramente Adael ya le había enseñado la parte principal de la isla pero no estaba de más decirlo -Sois invitados especiales y Adael un gran guía, espero que os guste la isla y nuestras instalaciones... aunque si pasáis por la biblioteca siento mucho el revuelo, estoy llevando a cabo ciertas investigaciones y es difícil ponerlo todo en sus sitio si no ves por dónde vas- de nuevo una risa leve.
El tema cambió radicalmente cuando Adael se refirió a Rubi con aquel nombre, ya lo había escuchado por parte de Giordano cuando lo llamó "hijo del averno" o algo parecido y el Fénix también lo sabía por lo que graznó con algo de mal humor -Adael, no lo llames así, Seguro es cosa de Giordano... su nombre es Rubi- Acarició al pájaro suavemente mientras le daba un trozo de carne fresca para que se calmara. la historia del kneazle era interesante -Me encantan los kneazle! son muy inteligentes aunque un poco ariscos a veces, espero que puedas tenerlo pronto, seguramente sea un gran compañero- la comida empezó a llegar por fin, había pedido algo rápido y ligero para comer acompañado de una taza de té y scones para acompañar, con un movimiento de mano el azucarero se movió y dejó caer tres cucharadas de azúcar en la taza para después remover con la cucharita que también flotaba y se movía por si sola -Habéis visto ya los jardines? son preciosos y muy tranquilos, Sofía lo mantiene en unas condiciones excepcionales, también está la plataforma de combate, está en un extremo de la isla, los chicos de control elemental se lucen bastante, sobretodo los de aire control, son dignos de ver, tal vez Adael os pueda dar una demostración-
Zaphira Eire
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Después de dejarle a Newton el marrón, salí de los calabozos para buscar a Sean que me había mandado a llamar con aquella nota mientras me encontraba en la torre de hechicería. Fui preguntando a Alumnos y personas de la zona por si alguien me daba razón de él pero nada, seguí dando vueltas cuando estando cerca del comedor una de las chicos dijo haber visto al descendiente dentro con Adael.
Me acerqué y como siempre era un lugar animado y con mucha gente pero esta vez había revuelo, un dragón desde los ventanales parecía estar tomando comida -Eh! quién eres?, no te había visto antes en la isla... Los dragones deben registrar su entrada en la zona de administración!- Me acerqué al susodicho pero antes de llegar me topé con la mesa en la que estaba Sean con Adael y para mi sorpresa, Adramelech -Al final has decidido venir, avísame cuando te vayas, tengo que enviarle un informe y un paquete a tu abuelo- dije al joven Soul mientras me acercaba a Sean.
Puse una mano en su hombro de forma gentil dejando un beso en su frente para tomar asiento a su lado -Perdona el retraso, estaba atendiendo asuntos, hubo un contratiempo... ¿Ya has comido? eso parece poco, no estás comiendo bien, estás perdiendo peso Sean- se estaba comiendo un Scone relleno de nata manchando levemente la comisura de los labios -Tu te crees, si es que solo comes dulces, cualquier día te da un algo, ¿no quieres un par de huevos fritos?- dije mientras sacaba un pañuelo de papel para limpiarle la nata en los labios, claramente no le gustaba porque estaba frente a los otros y había conseguido sonrojarlo pero esas eran cosas que a mi no me importaban, era casi como algo involuntario cuando estaba con el chico, mucho más desde que le afligía aquella ceguera volviéndome más protectora con él.
Me acerqué y como siempre era un lugar animado y con mucha gente pero esta vez había revuelo, un dragón desde los ventanales parecía estar tomando comida -Eh! quién eres?, no te había visto antes en la isla... Los dragones deben registrar su entrada en la zona de administración!- Me acerqué al susodicho pero antes de llegar me topé con la mesa en la que estaba Sean con Adael y para mi sorpresa, Adramelech -Al final has decidido venir, avísame cuando te vayas, tengo que enviarle un informe y un paquete a tu abuelo- dije al joven Soul mientras me acercaba a Sean.
Puse una mano en su hombro de forma gentil dejando un beso en su frente para tomar asiento a su lado -Perdona el retraso, estaba atendiendo asuntos, hubo un contratiempo... ¿Ya has comido? eso parece poco, no estás comiendo bien, estás perdiendo peso Sean- se estaba comiendo un Scone relleno de nata manchando levemente la comisura de los labios -Tu te crees, si es que solo comes dulces, cualquier día te da un algo, ¿no quieres un par de huevos fritos?- dije mientras sacaba un pañuelo de papel para limpiarle la nata en los labios, claramente no le gustaba porque estaba frente a los otros y había conseguido sonrojarlo pero esas eran cosas que a mi no me importaban, era casi como algo involuntario cuando estaba con el chico, mucho más desde que le afligía aquella ceguera volviéndome más protectora con él.
Ellyos Kakumei
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Volví a olisquear a Adramleech, esta vez un poco más fuerte haciendo que sus pelos se alzaran debido al poder succionante de mis fosas nasales draconianas, sí, el aroma me es familiar pero no acabo de reconocer el porque ni cuando lo conocí, le di un par de vueltas más a la máquina pensante pero nada... oooooooh sí, ahora me acuerdo, cuando me desperté en el hospital de Ouroboros su aroma estaba por la estancia.
- Siento no acordarme de ti, porque no recuerdo tu figura, pero si tu olor... es algo que quedó cuando me desperté en la habitación del hospital en Ouroboros cuando me atendieron, sí eres uno de los que me ayudó, gracias y lo siento por no acordarme de ti, Adramelech.
Se me estaba haciendo la boca agua, me daban la posibilidad de comer ahí pero en mi forma humana, o sino en otro lugar con mi forma dragón... ¡La comida me puede! Además como decía mamá, a un hombre lo conquistas por su estomago... Mi cuerpo empezó a brillar, una pequeña brisa se empezó a formar rodeando mi cuerpo brillante mientras iba desapareciendo y en uno de los asientos libres se formó una densa capa de hielo donde podría caber una persona entera, cuando el hielo se rompió aparecí yo sentado en la silla con mi forma humana. Me quité un poco de polvo de hielo de la melena y la ropa y cogí los cubiertos.
- ¡Muchas gracias por la invitación! ¡Ellyos Kakumei para serviros, un placer!
Empecé a comer y vi como se desarrollaba la comilona en el comedor, unos se notaban que eran familiares, aunque se notaba un poco de tensión en el ambiente, por el tono de la mujer Adramelech y la otra chica debían de ser humanos entonces o una mezcla, ugh como odio eso. Miré a Rosse e intenté entablar conversación con ella para bajar el tono del ambiente.
- Tiene un color de pelo muy lindo, señorita, queda muy precioso con el tono de sus ojos- - luego miré a Adramelech - Y me encanta tu sudadera - miré para Adael - Puedo ser un adolescente, pero un dragón no se mide por sus colmillos. - dije hinchando los carrillos, cuando entró aquella chica me dijo que debia registrarme antes de entrar - Mi no sabía, era mi primerito día :3
- Siento no acordarme de ti, porque no recuerdo tu figura, pero si tu olor... es algo que quedó cuando me desperté en la habitación del hospital en Ouroboros cuando me atendieron, sí eres uno de los que me ayudó, gracias y lo siento por no acordarme de ti, Adramelech.
Se me estaba haciendo la boca agua, me daban la posibilidad de comer ahí pero en mi forma humana, o sino en otro lugar con mi forma dragón... ¡La comida me puede! Además como decía mamá, a un hombre lo conquistas por su estomago... Mi cuerpo empezó a brillar, una pequeña brisa se empezó a formar rodeando mi cuerpo brillante mientras iba desapareciendo y en uno de los asientos libres se formó una densa capa de hielo donde podría caber una persona entera, cuando el hielo se rompió aparecí yo sentado en la silla con mi forma humana. Me quité un poco de polvo de hielo de la melena y la ropa y cogí los cubiertos.
- ¡Muchas gracias por la invitación! ¡Ellyos Kakumei para serviros, un placer!
Empecé a comer y vi como se desarrollaba la comilona en el comedor, unos se notaban que eran familiares, aunque se notaba un poco de tensión en el ambiente, por el tono de la mujer Adramelech y la otra chica debían de ser humanos entonces o una mezcla, ugh como odio eso. Miré a Rosse e intenté entablar conversación con ella para bajar el tono del ambiente.
- Tiene un color de pelo muy lindo, señorita, queda muy precioso con el tono de sus ojos- - luego miré a Adramelech - Y me encanta tu sudadera - miré para Adael - Puedo ser un adolescente, pero un dragón no se mide por sus colmillos. - dije hinchando los carrillos, cuando entró aquella chica me dijo que debia registrarme antes de entrar - Mi no sabía, era mi primerito día :3
Me quedé pensativo con el modo de Sean de tomarse su ceguera, admirando que fuese capaz de reírse de ello. - Si puedo hacer algo para ayudarte...tal vez la calavera de sanación, quienes tienen sus poderes... - murmuré para que sólo él pudiese oírme. Por experiencia sabía que aunque pareciese que se lo tomaba a broma debía tener también sus momentos jodidos.
El posterior olisqueo del dragón me inquietó bastante, y tampoco caía en quién era cuando me dijo lo de que reconocía mi olor. Las piezas comenzaron a encajar cuando dijo lo del hospital de Ouroboros. Yo sólo estuve allí una vez, y fue para robar poderes a dos que estaban inconscientes. Todo quedó claro cuando lo vi adoptar su forma humana. Reconocía su rostro...era al que le había robado la magia de control del aire. Se me debió notar en la cara la sorpresa, incluso parecía un tanto incómodo al escuchar que me daba las gracias. Encima me hacia halagos sobre la ropa. - No me las des. Debería dártelas a ti. - dudé unos segundos en si debería decirle la verdad o no, optando por una revelación a medias. - La hermandad del Aire está creciendo gracias a tus poderes. -
Empecé a agobiarme con tanto familiar de Adael llegando, y con tanta gente que se empezaba a acumular en el comedor. No me agradaban las multitudes y tener que socializar durante demasiado rato con gente desconocida. Además, la que parecía ser la hermana de Adael comenzó a soltar comentarios bastante maleducados. La miré con dureza, haciendo un sonido de reproche antes de responderle seriamente. - A ti parece que te robaron la educación y la dignidad, será mejor que vayas a buscarlas. - Adael y su madre se encargaron de que se alejase de nosotros, aunque Adael lo pidió de un modo un tanto infantil. Era curioso verlo rodeado de su familia, se me hacía mucho más joven de lo que pensaba que era. Seguro que tampoco entendió la referencia de Rosse y su trabajo, que iba de que las personas lo pasasen "bien". Seguro que se atragantaba con la comida si se enteraba.
Ella seguía insistiendo en lo de las diferencias en la vida de unos y otros, los de la isla y los de abajo. No le faltaba razón, pero no había manera de que los de aquí supiesen exactamente lo que era, a pesar de haber pasado también por problemas. - Por eso los más privilegiados tienen la obligación de ayudar a los demás, y eso es lo que buscaremos. - intervine para intentar zanjar el tema porque al final no iba a llevarnos a ninguna parte. Le hice un gesto como queriendo decir que cuándo nos íbamos, aunque tanto Adael como Sean estaban siendo muy amables. Se agradecía que hiciesen de anfitriones.
- Tal vez deje la visita a la biblioteca para otra ocasión, me interesa saber más sobre los archivos históricos que tenéis. Los jardines los vimos de pasada, sí, creo que pueden serles útiles a algunos de los nuestros, cuando los traigamos para que puedan visitar esto. Ha sido un buen recorrido, hemos visto las partes principales. Nos quedamos con eso y con que habéis demostrado que de verdad queréis tratarnos como a iguales. Por hoy creo que nos retiraremos, pero acordaremos próximas visitas. - iba a levantarme de la mesa, aunque me quedé un poco más al ver llegar a Zaphira a donde estábamos. - ¿Informe y paquete? ¿de qué va eso? puedes dármelo ya, no tardaremos en irnos. - desvié la mirada hacia Sean cuando empezó a tratarlo como si fuese su abuela, de un modo entre entrañable y gracioso. Aquí todos parecían bastante cercanos y familiares, contrastaba bastante con lo que había vivido yo.
Arturo Lizarraga
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Se comprende, yo haría lo mismo en una situación similar—respondo cuando niega mi posibilidad de elección. Entonces empieza a darme un ligero contexto, con esa tal Alianza Humana. Cuya base es la tecnología avanzada en post de compensar la falta de magia, ¿por qué hay conflicto con ellos?, ¿quiénes iniciaron dicho conflicto?, ¿es publica esta guerra?, tendré que averiguarlo luego—la proporción es similar a la suya, al menos de los magos tradicionales, a diferencia de los agentes abeja que están en auge en la última década, yo soy parte de ese grupo particular.
El senior aun parece dudoso ante lo que comento, pero al menos parece de mente abierta a pesar de que no le he presentado pruebas a él propiamente. Prosigue con su explicación de la Alianza. Me parece intuir que esta confrontación es a nivel público. Sigue en misterio el cómo inicio esta pelea. Vuelve a escena ese otro grupo, los Blood Keepers, supremacistas en pocas palabras. Sin duda 2 facciones problemáticas y con motivaciones para ser de mecha corta. Por fortuna, los Blood Keepers han perdido poder, mejor para mí, menos distracciones, de momento. ¿Descendientes? ¿De quién?, me refreno de preguntar para no interrumpir en su explicación.
Me asegura que la señorita Victoria es de temer—espera, ¿los dragones se pueden transformar aquí?—pregunte sorprendido—vaya, como dije, solo era una broma, no me esperaba que realmente haya que temerle—va a ser incomodo mencionar mi facción y mi título si ella u otro dragón están cerca.
Al fin se dignan para atenderme y liberarme. Habiéndome presentado, el hace lo mismo--¿disculpa?, ¿descendiente de…ese Newton?—pregunto con estupefacción mientras termino de saludar—que yo sepa, Newton no tuvo hijos, pero mi profesión me ha mostrado que la historia no es lo que parece—es mucho más rara de lo que uno podría imaginarse. El Consejo de los 20, estará ligado a esos Descendientes o es una entidad separada?, me pregunto que tanta similitud tiene con el Consejo de Venecia. En eso, llega un médico, con un atuendo curioso, con sus propias maneras hace lo suyo y sano más rápido, puede ser tanto por la pericia y magia del médico como de mi conexión con la misma—muchas gracias, es gratificante no sentir dolor ni molestias, solo espero que el jet lag no sea muy severo—ignoro en que parte del mundo he ido a parar.
Entonces partimos hacia otro lugar, siendo el senior Jack mi guía al nuevo destino—supongo que una duda inicial seria, ¿Dónde diablos estoy?, sé que es una isla, pero no tengo idea en que parte del mundo se ubica, y el asunto de las facciones ya me han dado algo de contexto, de hecho hay un par de similitudes con los de mi mundo—le sigo mientras me indica la dirección a caminar—hablando de mi mundo, ahí 3 grandes facciones gobiernan desde las sombras al mundo, estas son: Los Templarios, Los Illuminatis y El Dragón, esos forman el triunvirato del llamado Mundo Secreto, pero no son los únicos, también están los Druidas de Avalon, El Santuario de los Secretos, los Fenicios, estos cinco forman parte del Consejo de Venecia, quienes regulan las peleas entre el triunvirato y ayuda a evitar que el conocimiento de lo mágico y sobrenatural salga a la luz y El Grupo Orochi—ahí me detengo un momento, pues es la facción objetivo y el que va a causar problemas próximamente—estos últimos no forman parte del Consejo, pero se las arreglaron para tener algo de influencia en el mismo, son similares a los Illuminatis en tecnomagia y recursos económicos pero tienen una faceta publica que les beneficia en algunos aspectos.
Seguimos hablando de otros detalles tanto de este mundo como del mío unos minutos más antes de llegar a lo que es un muy animado comedor grupal, muy pintoresco, el olor a comida me abre el apetito, será necesario para no estar con el estómago vacío una vez me va a dormir, lo necesito profundamente, pero primero debo comer y si me es posible, conseguir más información de este mundo para no estar tan desubicado del todo.
El senior aun parece dudoso ante lo que comento, pero al menos parece de mente abierta a pesar de que no le he presentado pruebas a él propiamente. Prosigue con su explicación de la Alianza. Me parece intuir que esta confrontación es a nivel público. Sigue en misterio el cómo inicio esta pelea. Vuelve a escena ese otro grupo, los Blood Keepers, supremacistas en pocas palabras. Sin duda 2 facciones problemáticas y con motivaciones para ser de mecha corta. Por fortuna, los Blood Keepers han perdido poder, mejor para mí, menos distracciones, de momento. ¿Descendientes? ¿De quién?, me refreno de preguntar para no interrumpir en su explicación.
Me asegura que la señorita Victoria es de temer—espera, ¿los dragones se pueden transformar aquí?—pregunte sorprendido—vaya, como dije, solo era una broma, no me esperaba que realmente haya que temerle—va a ser incomodo mencionar mi facción y mi título si ella u otro dragón están cerca.
Al fin se dignan para atenderme y liberarme. Habiéndome presentado, el hace lo mismo--¿disculpa?, ¿descendiente de…ese Newton?—pregunto con estupefacción mientras termino de saludar—que yo sepa, Newton no tuvo hijos, pero mi profesión me ha mostrado que la historia no es lo que parece—es mucho más rara de lo que uno podría imaginarse. El Consejo de los 20, estará ligado a esos Descendientes o es una entidad separada?, me pregunto que tanta similitud tiene con el Consejo de Venecia. En eso, llega un médico, con un atuendo curioso, con sus propias maneras hace lo suyo y sano más rápido, puede ser tanto por la pericia y magia del médico como de mi conexión con la misma—muchas gracias, es gratificante no sentir dolor ni molestias, solo espero que el jet lag no sea muy severo—ignoro en que parte del mundo he ido a parar.
Entonces partimos hacia otro lugar, siendo el senior Jack mi guía al nuevo destino—supongo que una duda inicial seria, ¿Dónde diablos estoy?, sé que es una isla, pero no tengo idea en que parte del mundo se ubica, y el asunto de las facciones ya me han dado algo de contexto, de hecho hay un par de similitudes con los de mi mundo—le sigo mientras me indica la dirección a caminar—hablando de mi mundo, ahí 3 grandes facciones gobiernan desde las sombras al mundo, estas son: Los Templarios, Los Illuminatis y El Dragón, esos forman el triunvirato del llamado Mundo Secreto, pero no son los únicos, también están los Druidas de Avalon, El Santuario de los Secretos, los Fenicios, estos cinco forman parte del Consejo de Venecia, quienes regulan las peleas entre el triunvirato y ayuda a evitar que el conocimiento de lo mágico y sobrenatural salga a la luz y El Grupo Orochi—ahí me detengo un momento, pues es la facción objetivo y el que va a causar problemas próximamente—estos últimos no forman parte del Consejo, pero se las arreglaron para tener algo de influencia en el mismo, son similares a los Illuminatis en tecnomagia y recursos económicos pero tienen una faceta publica que les beneficia en algunos aspectos.
Seguimos hablando de otros detalles tanto de este mundo como del mío unos minutos más antes de llegar a lo que es un muy animado comedor grupal, muy pintoresco, el olor a comida me abre el apetito, será necesario para no estar con el estómago vacío una vez me va a dormir, lo necesito profundamente, pero primero debo comer y si me es posible, conseguir más información de este mundo para no estar tan desubicado del todo.
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