Aguafiestas.- Balbuceó mientras el moreno aún hablaba. Rodó los ojos e hizo sonidos de frustración ante la contestación de Reiv y la enumeración de todas las cosas que habían salido mal.- Pero no nos capturaron en la fiesta, sino en la post-fiesta.- Murmuró, con una sonrisilla recordando lo que había ocurrido después, relajándose cuando Reiv decidió dejar de ser tan reprensivo, y luego dándole un codazo por aquel murmullo. Al menos la conversación del traje parecía haber tenido reacción. Le empujó a modo de jugueteo con el hombro al verle aquella ligera expresión ruborizada.- Te queda lindo el color.- Susurró, refiriéndose al rubor, aunque también podía decirse que al traje. No tardó en replicar ese mismo color en sus propias mejillas al escuchar las últimas oraciones de su frase. Incluso tuvo que agachar la mirada tratando de ocultar un poco su reacción.- No hagas eso...- Susurró un poco críptica, reprendiéndole mientras pensaba en todos los posibles significados, esperando que Kyllian no hubiera escuchado e interpretado la frase.
Una vez que los empujones surgieron su efecto, los destellos de un hermoso salón le dejaron encantada. Vio con curiosidad cada detalle de la arquitectura, que era lo que más le sorprendía, pero también a quienes bailaban alrededor. Caminando a lo largo de la pista, pudo apreciar mejor a las personas.- Se ven felices. Me gustaría poder verme así, tan despreocupada. Siento que podría encajar aquí si tan solo... - Se quedó en silencio mirando la pista de baila al no poder terminar la oración. Era como un ambiente embriagador, donde olvidar los problemas parecía fácil. Tan lejos del mundo real y tan cerca del mágico.- Parece magia. Pero una magia distinta que yo no sé hacer.- Soltó por fin la mano de Reiv mientras se dedicaba a girar para observar lo que tenía alrededor. Cuando dio la vuelta, se detuvo junto a él y rozó las puntas de sus dedos contra las de él.- ¿Eran adinerados? ¿Con desenvolverte te refieres a bailar o a portarte con decencia con otra gente? Cualquiera de los dos deben ser talentos muy bien guardados.- Bromeó, volviendo a darle otro empujón juguetón con el hombro. Su siguiente declaración le tomó por sorpresa, echándole una mirada que reflejaba su grata reacción.- ¿Qué dices? ¿Me estás diciendo que hay una posibilidad de que hoy bailemos?
Aunque su sonrisa era ligera, se rompió en un segundo al recordar con remordimiento la última vez que se había emborrachado. Gran parte de la culpa de todo lo que habían sufrido y sufrían venía de una borrachera que ella provocó; y la última vez que tuvo una copa en la mano debía cuidarse de beber alcohol. El pecho le oprimió un segundo hasta que tomó la copa y dio un sorbo, volviéndose a posicionar en el presente como hacía a modo terapia cuando los malos pensamientos llegaban a ella.- Tal vez... si aún tienes habitación aquí...- Fue conciente al instante de que aquello podía equipararse al comentario del moreno sobre su vestido, por lo que agachó la mirada ruborizada por segunda vez en la noche. - ¿Por qué no mejor tomamos una y vamos decidiendo sobre las siguientes según se necesiten? - Una salida diplomática a un problema con la bebida, aunque debía admitir que no era mala idea. Mientras tomaba un sorbo de nuevo, no pudo evitar escuchar la llegada de una horda de renegados y personas de la brigada encabezada por Johan. Le sacó una sonrisa verlo, pues sabía que ahora él y Reiv estaban en un mejor lugar.- Llegó tu hermano. Con mucha gente.- Susurró, incluida entre ellas la esposa, de la que conoció su historia durante las noches en el castillo. Debía admitir que, aunque no hablaba con ella, no la conocía y aunque podía sonar egoista, encontraba consuelo en pensar que no era la única mujer que había pasado por ciertas cosas, y a eso debía su mejoría en humor de las últimas semanas.
Una vez que los empujones surgieron su efecto, los destellos de un hermoso salón le dejaron encantada. Vio con curiosidad cada detalle de la arquitectura, que era lo que más le sorprendía, pero también a quienes bailaban alrededor. Caminando a lo largo de la pista, pudo apreciar mejor a las personas.- Se ven felices. Me gustaría poder verme así, tan despreocupada. Siento que podría encajar aquí si tan solo... - Se quedó en silencio mirando la pista de baila al no poder terminar la oración. Era como un ambiente embriagador, donde olvidar los problemas parecía fácil. Tan lejos del mundo real y tan cerca del mágico.- Parece magia. Pero una magia distinta que yo no sé hacer.- Soltó por fin la mano de Reiv mientras se dedicaba a girar para observar lo que tenía alrededor. Cuando dio la vuelta, se detuvo junto a él y rozó las puntas de sus dedos contra las de él.- ¿Eran adinerados? ¿Con desenvolverte te refieres a bailar o a portarte con decencia con otra gente? Cualquiera de los dos deben ser talentos muy bien guardados.- Bromeó, volviendo a darle otro empujón juguetón con el hombro. Su siguiente declaración le tomó por sorpresa, echándole una mirada que reflejaba su grata reacción.- ¿Qué dices? ¿Me estás diciendo que hay una posibilidad de que hoy bailemos?
Aunque su sonrisa era ligera, se rompió en un segundo al recordar con remordimiento la última vez que se había emborrachado. Gran parte de la culpa de todo lo que habían sufrido y sufrían venía de una borrachera que ella provocó; y la última vez que tuvo una copa en la mano debía cuidarse de beber alcohol. El pecho le oprimió un segundo hasta que tomó la copa y dio un sorbo, volviéndose a posicionar en el presente como hacía a modo terapia cuando los malos pensamientos llegaban a ella.- Tal vez... si aún tienes habitación aquí...- Fue conciente al instante de que aquello podía equipararse al comentario del moreno sobre su vestido, por lo que agachó la mirada ruborizada por segunda vez en la noche. - ¿Por qué no mejor tomamos una y vamos decidiendo sobre las siguientes según se necesiten? - Una salida diplomática a un problema con la bebida, aunque debía admitir que no era mala idea. Mientras tomaba un sorbo de nuevo, no pudo evitar escuchar la llegada de una horda de renegados y personas de la brigada encabezada por Johan. Le sacó una sonrisa verlo, pues sabía que ahora él y Reiv estaban en un mejor lugar.- Llegó tu hermano. Con mucha gente.- Susurró, incluida entre ellas la esposa, de la que conoció su historia durante las noches en el castillo. Debía admitir que, aunque no hablaba con ella, no la conocía y aunque podía sonar egoista, encontraba consuelo en pensar que no era la única mujer que había pasado por ciertas cosas, y a eso debía su mejoría en humor de las últimas semanas.
Oh, no es nada, es que parece que tienes los ojos en otra... persona.- Murmuro aunque no he logrado descifrar en quien.- Bueno, eso me pone en buen lugar si quisiera conquistarte, ya tengo el nombre correcto.- Bromeo soltando una suave carcajada ante la visible incomodidad del galeno.
Las conjeturas del galeno me dan mucho de que pensar sobre lo de los linajes.- La verdad es que no tengo ni idea de qué hace Jack. Nunca me di el tiempo de charlar... Pero Avicena... ¿Otro médico? ¿ tu no crees que te hará competencia? - Alcé un poco la ceja, tratando de encontrar su opición, aunque en ese momento acaba la canción y nos corta el momento. Le solté un momento para aplaudir a la banda, aunque tomando de nuevo su brazo cuando lo ofrece para salir de la pista, llegando hasta Sean para seguir hablando de nuestro deber en aquel lugar. La sorpresa que emana de la pregunta del joven mago me impacta y le atiendo con un asentimiento.- Vaya, creí que sería una persona más memorable para mis queridos compañeros que no me visitaron ni una sola vez mientras realizaba mis investigaciones en la tierra. Hermosa ave, debo agregar.- Susurro, dejando un poco la conversación principal por unos minutos para hacer migas con el ave.
Flamel... Que interesante elección, Sean. Seguro será una contienda cerrada.
Las conjeturas del galeno me dan mucho de que pensar sobre lo de los linajes.- La verdad es que no tengo ni idea de qué hace Jack. Nunca me di el tiempo de charlar... Pero Avicena... ¿Otro médico? ¿ tu no crees que te hará competencia? - Alcé un poco la ceja, tratando de encontrar su opición, aunque en ese momento acaba la canción y nos corta el momento. Le solté un momento para aplaudir a la banda, aunque tomando de nuevo su brazo cuando lo ofrece para salir de la pista, llegando hasta Sean para seguir hablando de nuestro deber en aquel lugar. La sorpresa que emana de la pregunta del joven mago me impacta y le atiendo con un asentimiento.- Vaya, creí que sería una persona más memorable para mis queridos compañeros que no me visitaron ni una sola vez mientras realizaba mis investigaciones en la tierra. Hermosa ave, debo agregar.- Susurro, dejando un poco la conversación principal por unos minutos para hacer migas con el ave.
Flamel... Que interesante elección, Sean. Seguro será una contienda cerrada.
Después de algunos días se me pasó el susto del otro Johan, pero no la paranoia. Cada vez que veía a Johan le hablaba mentalmente para cerciorarme de que era realmente él y no "Johan".
Cuando me explicaron que había una isla flotante en la que toda esa gente del castillo había vivido a saber cuanto tiempo sin intervenir en absolutamente nada me sorprendí, después me indigné un poco. Y ahora estaba en su fiesta.
El lugar era sorprendente aunque lo de vestirme para este tipo de ocasiones ya lo había olvidado. Recoloqué el vestido que me habían dado recordando lo incómodo que era. Antes disfrutaba este tipo de eventos, cuando todo no era una locura. Posiblemente la última vez que me arreglé así fue en nuestra boda.
Suspiré mirando el brazo de Johan. Habíamos venido juntos pero la cosa seguía igual, al menos para mí. Tampoco habíamos tenido tiempo de hablar del tema.
-Nyara!
Alcé la voz un poco cuando se puso a correr como si hubiese comido 4000 regalices. Por suerte Justin marchó tras ella.
Mi ceja se elevó cuando Johan habló sobre los bailes del colegio.
-No aguantabas ni un vals nunca.
Puntualicé mientras nos movíamos por la sala.
-Me parece bastante clasista y anticuado la verdad. No entiendo la necesidad de hacerlo igual que no entiendo que se lleven tanto tiempo encerrados aquí sin hacer nada por los de abajo.
Solté por lo bajo intentando que no me escuchase nadie que pudiese ofenderse. Suspiré mirando alrededor observando alguna cara conocida mientras escuchaba las explicaciones.
-tu hermano también está aquí.
Informé a la par que abría los ojos al verle beber.
"Y parece que va rápido"
Cuando me explicaron que había una isla flotante en la que toda esa gente del castillo había vivido a saber cuanto tiempo sin intervenir en absolutamente nada me sorprendí, después me indigné un poco. Y ahora estaba en su fiesta.
El lugar era sorprendente aunque lo de vestirme para este tipo de ocasiones ya lo había olvidado. Recoloqué el vestido que me habían dado recordando lo incómodo que era. Antes disfrutaba este tipo de eventos, cuando todo no era una locura. Posiblemente la última vez que me arreglé así fue en nuestra boda.
Suspiré mirando el brazo de Johan. Habíamos venido juntos pero la cosa seguía igual, al menos para mí. Tampoco habíamos tenido tiempo de hablar del tema.
-Nyara!
Alcé la voz un poco cuando se puso a correr como si hubiese comido 4000 regalices. Por suerte Justin marchó tras ella.
Mi ceja se elevó cuando Johan habló sobre los bailes del colegio.
-No aguantabas ni un vals nunca.
Puntualicé mientras nos movíamos por la sala.
-Me parece bastante clasista y anticuado la verdad. No entiendo la necesidad de hacerlo igual que no entiendo que se lleven tanto tiempo encerrados aquí sin hacer nada por los de abajo.
Solté por lo bajo intentando que no me escuchase nadie que pudiese ofenderse. Suspiré mirando alrededor observando alguna cara conocida mientras escuchaba las explicaciones.
-tu hermano también está aquí.
Informé a la par que abría los ojos al verle beber.
"Y parece que va rápido"
Decidí que debía acudir a esa fiesta de Ouroboros, pues era una buena oportunidad para seguir con los planes que se habían truncado con la caída de la isla. Tal vez no los mismos, pero similares, con alguna remodelación para ajustarse a las circunstancias. Ya había escuchado eso de que querían sustituir los linajes perdidos, aunque en mi opinión sobraban unos cuantos linajes de inútiles.
Aparezco en la fiesta sin ninguno de mis compañeros de los Blood Keepers, que se habían quedado en nuestra guarida. A Lytta lo había dejado de niñero, sin esperara a que me dijese que sí, por si cambiaba de opinión. Rybar no sé qué pensaría de todo esto, tampoco esperé por si quería venirse. Entro al lugar con aires de diva, vestida de un modo digno para una reina. Al menos una vez lo fui. El lugar está a la altura de la ocasión, perfectamente engalanado y con gente que sirva a los invitados. Ya era hora de que hiciesen algo así, que lo del castillo Le Fay fue todo decadente y vergonzoso. Lo único que podrían haber hecho bien era lo de aprovechar la convergencia, y ni siquiera aquello salió bien del todo. Examino a los presentes y dónde están cada uno, haciendo una mueca de desagrado al ver a las parejas que bailan de modo más o menos romántico. - Ugh...por favor, qué empalago. - murmuro arqueando una ceja, echando otro vistazo por allí a ver si veía a Rasputín, el padre de mi bastardo. Tendría que haberlo matado cuando pude, así habría sido más sencillo hacerme regente. Tomo una copa de una bandeja, paseándome entre los grupitos que se forman para escuchar lo que se comenta. En el de Sean y compañía ya están hablando de propuestas de linajes, como quien habla de su comida favorita. Decido acercarme finalmente a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , no porque me caiga bien, sino porque es de la Brigada y me apetece reírme en su cara un rato. - Fíjate, quién te iba a decir a ti que ibas a acabar compartiendo fiestas y refugio conmigo. Qué irónico todo...
Aparezco en la fiesta sin ninguno de mis compañeros de los Blood Keepers, que se habían quedado en nuestra guarida. A Lytta lo había dejado de niñero, sin esperara a que me dijese que sí, por si cambiaba de opinión. Rybar no sé qué pensaría de todo esto, tampoco esperé por si quería venirse. Entro al lugar con aires de diva, vestida de un modo digno para una reina. Al menos una vez lo fui. El lugar está a la altura de la ocasión, perfectamente engalanado y con gente que sirva a los invitados. Ya era hora de que hiciesen algo así, que lo del castillo Le Fay fue todo decadente y vergonzoso. Lo único que podrían haber hecho bien era lo de aprovechar la convergencia, y ni siquiera aquello salió bien del todo. Examino a los presentes y dónde están cada uno, haciendo una mueca de desagrado al ver a las parejas que bailan de modo más o menos romántico. - Ugh...por favor, qué empalago. - murmuro arqueando una ceja, echando otro vistazo por allí a ver si veía a Rasputín, el padre de mi bastardo. Tendría que haberlo matado cuando pude, así habría sido más sencillo hacerme regente. Tomo una copa de una bandeja, paseándome entre los grupitos que se forman para escuchar lo que se comenta. En el de Sean y compañía ya están hablando de propuestas de linajes, como quien habla de su comida favorita. Decido acercarme finalmente a [Tienes que estar registrado y conectado para ver este vínculo] , no porque me caiga bien, sino porque es de la Brigada y me apetece reírme en su cara un rato. - Fíjate, quién te iba a decir a ti que ibas a acabar compartiendo fiestas y refugio conmigo. Qué irónico todo...
- Sean:
- Sean Eire escribió:Al acabar el baile me retiro con Nathalie, mi alumna hacia un lado de la pista, no sabía ni como había sobrevivido a aquello, hasta me faltaba un poco el aire como si hubiera corrido una maratón, quería pensar que era por no haberme recuperado del todo por aquello de la magia y no por ser un ratón de biblioteca, aunque considerando el tiempo que había pasado encerrado y lo poco que me movía, tenía sentido que fuera más por lo segundo, la chica se retira con la excusa de ir a por unas bebidas, no podía verla pero la notaba tan feliz como hermione bailando con Viktor Krum... ¿habría encontrado a alguien que le gustara o algo así? tal vez también estaba buscando bebidas y por eso se fue -Tranquila, yo te espero aquí, ve a disfrutar de la fiesta- le dedico una sonrisa mientras ella dice que no tarda.
No sabía con quién había ido cada descendiente, estaba seguro de que ninguno de ellos tendría dificultades para encontrar pareja, pero pensar en Lucio bailando con una bella mujer era un tanto extraño, pero me alegraba de no poder verlo. Giordano era el que más curiosidad me causaba, ¿habría podido tan siquiera encontrar pareja para el baile? y lo más importante ¿tomar a la susodicha de las manos o la cintura? seguro que en cualquier momento la soltaba y si escuchaba un golpe sordo seguido de un quejido ahí estaría Gio, la imagen hasta me resulta graciosa y no puedo evitar reirme con mi mirada fijada en algún punto de la sala. Un graznido de Rubi me alerta de algo -qué ocurre? - me giro inmediatamente y puedo escuchar la silla de Tesla que al parecer quería arrancarle una pluma al fenix que claramente se altera -Eso no se hace Markus! podría haberte hecho daño... te daré una de sus plumas cuando se desprendan por si solas- acaricio al ave para intentar tranquilizarla, la cual se acerca a mi mano para poder hacerlo, la verdad es que no entendía porqué era tan agresivo con todo el mundo, hasta parecía tener una especie de rivalidad con Zaphira "cosas de la juventud" pensaba, pues apenas tenía un mes y algo, una nimiedad considerando su gran esperanza de vida.
Después de aquel incidente la chica regresa con las bebidas, dejando una en mi mano para después tomarme del brazo, según ella para guiarme por la sala pero estábamos de pie... no lo entendía pero lo aceptaba. bebo lo que sea que fuera lo que la chica hubiera traido, tenía un sabor fuerte, tal vez algo con alcohol por lo que apenas le di un sorbo, es en ese momento que una voz familiar se acerca y de forma automática sonrío en la dirección por la que la escucho -Créeme, no sabes cuanto me alegra que se haya acabado esa tortura ¿podemos votar por desechar esa tradición?- no podía ver, pero si sabía que Lucio se había acercado con alguien más, giro un poco la cabeza intentando averiguar de quien se trataba pero no daba con la respuesta, aún así un aroma a flores me da una pequeña pista de la acompañante del médico -Sofía, eres tu?- poco a poco empezaba a distinguir al menos a los miembros del consejo.
La pregunta sobre mi candidato para ocupar un puesto en el consejo me hace ponerme un poco serio -Si, ya lo he decidido, aunque puede que no a todo el mundo le agrade, aún así sé que será una gran incorporación además de desempeñar una gran labor- carraspeo un poco y siento como el ave en mi hombro acaricia mi mejilla, eso es que quiere atención o tiene hambre, igualmente la acaricio mientras fijo mi mirada en algún pinto al azar -aunque te puedo decir que tengo un segundo candidato menos problemático, algún descendiente de Nicolas Flamel, después de todo necesitamos un nuevo alquimista y creo que estará a la altura de las circunstancias.-
- Sofía:
- Sofía Dioscórides escribió:Oh, no es nada, es que parece que tienes los ojos en otra... persona.- Murmuro aunque no he logrado descifrar en quien.- Bueno, eso me pone en buen lugar si quisiera conquistarte, ya tengo el nombre correcto.- Bromeo soltando una suave carcajada ante la visible incomodidad del galeno.
Las conjeturas del galeno me dan mucho de que pensar sobre lo de los linajes.- La verdad es que no tengo ni idea de qué hace Jack. Nunca me di el tiempo de charlar... Pero Avicena... ¿Otro médico? ¿ tu no crees que te hará competencia? - Alcé un poco la ceja, tratando de encontrar su opición, aunque en ese momento acaba la canción y nos corta el momento. Le solté un momento para aplaudir a la banda, aunque tomando de nuevo su brazo cuando lo ofrece para salir de la pista, llegando hasta Sean para seguir hablando de nuestro deber en aquel lugar. La sorpresa que emana de la pregunta del joven mago me impacta y le atiendo con un asentimiento.- Vaya, creí que sería una persona más memorable para mis queridos compañeros que no me visitaron ni una sola vez mientras realizaba mis investigaciones en la tierra. Hermosa ave, debo agregar.- Susurro, dejando un poco la conversación principal por unos minutos para hacer migas con el ave.
Flamel... Que interesante elección, Sean. Seguro será una contienda cerrada.
El perspicaz comentario de Sofía es suficiente para alertarme de que tal vez no estoy siendo lo suficientemente discreto con eso de echar miradas hacia donde estaba Sean. Intento disimular para no descubrirme, sonriendo de manera algo forzada mientras niego a eso de tener los ojos puestos en otra persona. Incluso me siento algo culpable por seguir su broma posterior. - Sí, lo del nombre no es un mal comienzo. Lo pensaré. - comento manteniendo esa sonrisa algo incómoda, librándome de seguir hablando de eso porque pasamos al tema de los linajes. - No me asusta la competencia, creo que puede ser enriquecedor, aunque el Consejo abogue por diversificar las ramas. Leyes y costumbres, como tantas otras cosas. - me encojo de hombros, mientras avanzábamos al lugar en el que encuentra Sean. Le pido a la alumna que lo acompaña que nos deje a solas unos minutos para tratar temas importantes. Digo todo ello con mi sonrisa amable, por supuesto, aunque en realidad es para que se largue un rato y deje de revolotear alrededor de Eire.
No sé si Sofía se habrá fijado en la ceguera de Sean, así que se lo explico por lo bajo, para que entienda por qué pregunta para confirmar si es ella. - Por supuesto, quitar los bailes y unas cuantas cosas más. No estaría mal una reforma de tradiciones antiguas...- se me ocurren un par al menos, pero sería un escándalo proponerlo. Miro a Sean un tanto intrigado por su primera idea, la propuesta de alguien que podría no gustar al Consejo. - Puedes hacer la propuesta, todo dependerá de las votaciones. - decido tomar la copa que estaba bebiendo Sean, para probar qué era. Esa maldita cosa del demonio quema la garganta. Eso o que yo estoy poco acostumbrado. - Mejor mantén la mente clara, esto que te han traído es muy fuerte. - cuando menciona el linaje Flamel hago un gesto de contrariedad, recordando que ya lo intentamos. - Hubo una de ese linaje que fue propuesta, pero se esfumó sin llegar a hacer nada. Además, el linaje de Paracelso no se ha perdido, sólo que su descendencia no ha llegado aún a la mayoría de edad. Es complicado...- está claro que cara uno tenemos unas ideas, y que va a hacer roces cuando nos toque votar.
- No te preocupes por ella, este sitio es seguro. - A pesar de decir eso, continué vigilando de tanto en tanto a Nyara y a Justin, por si acaso el chaval necesitaba ayuda o si la niña la liaba demasiado o hacía algo peligroso. Estábamos haciendo de padres de manera conjunta casi por primera vez, porque entre unas cosas y otras no habíamos podido hacerlo a pesar de que ella y la cría llevasen ya bastantes meses aquí. Su operación de corazón y convalecencia, los meses que pasé prisionero tras el asalto, mi huida...al final sólo habíamos estado relativamente tranquilos durante el último mes, pareciendo casi una familia normal. No habíamos tocado ningún tema que pudiese alterar esa tranquilidad, pero estaba claro que debíamos hacerlo. No sabíamos ni en qué punto estábamos, aunque los meses de encierro me habían hecho darme cuenta de muchas cosas.
- ¿Cómo que no? fui un par de veces a esos bailes, antes de que destruyeran el colegio. Eran un aburrimiento, pero iba para verte. - estoy a punto de soltar un "qué tiempos aquellos", pero me callo para no parecer el típico viejo que añora el pasado. La miro con una media sonrisa cuando se pone a soltar eso de que este evento es anticuado y clasista, asintiendo. - Y aquí estamos, a pesar de todo. Han hecho más cosas en los últimos meses que en muchos años. Deberían haber intervenido antes en la guerra, pero tampoco hay que desdeñar a los nuevos aliados y lo que han ayudado desde que decidieron participar. Puede que no se hubieran decidido si no se hubiesen quedado sin isla. - tampoco comprendo demasiado el propósito de la fiesta, si de lo que se trata es de anunciar nuevos linajes. Tal vez sea sólo por ofrecer fiesta y diversión a sus invitados. Mi hermano parece que se ha tomado eso muy a pecho, pues ya va con una copa en la mano. - ¿Has hablado con ella alguna vez o te la ha presentado Reiv? - pregunto haciendo un gesto con la cabeza, refiriéndome a Juliet. Tal vez lo hicieran durante el tiempo en el que yo no estuve.
Por ahora nos acercamos más hacia donde está el feral. En vez de eso, decido mandar un mensaje mental a Kyllian para que se acerque cuando quiera, por si está ocupado en ese momento.
"Kyllian, soy el hermano de Reiv. Me gustaría hablar contigo cuando tengas un rato."
- ¿Cómo que no? fui un par de veces a esos bailes, antes de que destruyeran el colegio. Eran un aburrimiento, pero iba para verte. - estoy a punto de soltar un "qué tiempos aquellos", pero me callo para no parecer el típico viejo que añora el pasado. La miro con una media sonrisa cuando se pone a soltar eso de que este evento es anticuado y clasista, asintiendo. - Y aquí estamos, a pesar de todo. Han hecho más cosas en los últimos meses que en muchos años. Deberían haber intervenido antes en la guerra, pero tampoco hay que desdeñar a los nuevos aliados y lo que han ayudado desde que decidieron participar. Puede que no se hubieran decidido si no se hubiesen quedado sin isla. - tampoco comprendo demasiado el propósito de la fiesta, si de lo que se trata es de anunciar nuevos linajes. Tal vez sea sólo por ofrecer fiesta y diversión a sus invitados. Mi hermano parece que se ha tomado eso muy a pecho, pues ya va con una copa en la mano. - ¿Has hablado con ella alguna vez o te la ha presentado Reiv? - pregunto haciendo un gesto con la cabeza, refiriéndome a Juliet. Tal vez lo hicieran durante el tiempo en el que yo no estuve.
Por ahora nos acercamos más hacia donde está el feral. En vez de eso, decido mandar un mensaje mental a Kyllian para que se acerque cuando quiera, por si está ocupado en ese momento.
"Kyllian, soy el hermano de Reiv. Me gustaría hablar contigo cuando tengas un rato."
Estaba de risas con alguno de esos aprendices de alguien, de los típicos que nos cruzamos por los pasillos de vez en cuando por Ouroboros, compartiendo un momento de distensión según la gente iba yendo y viniendo al centro de la pista, bailando uno de esos vals archianticuados. Yo por mi parte hubiese preferido algo un poco más moderno, pero bueno, la música el ambiente y la compañía eran agradables. A pesar de que la moneda comunicadora ya no pueda ser usada, juego con ella entre los dedos, esperando a que vibrara con alguna visita inesperada.
Veo al ya no tan pequeño Justin corriendo detrás de su prima y le saludo alzándole la mano en un momento de descanso de la persecución, volviendo a la conversación con el aprendiz. Y por supuesto la visita inesperada llegó, pero no de la forma que yo esperaba que llegara. Ver venir a Adele hace que me cambie el gesto. Me preguntan si estoy bien, a lo que me disculpo con una sonrisa marcada, un tanto, por la desgana de que la Blood Keeper estuviera rondando. Seguro que vendría a buscar cizaña. -Fíjate, que puede que seas tú la que ahora comparta espacio conmigo. Bienvenida al mundo real, qué lástima que se te acaban esos momentos tan tuyos de reinona que te traías, guapa. Espero que disfrutes del baile, y recuerditos a tus amigos que parece que no han podido acompañarte. Besis- Cojo a mi acompañante del brazo y me lo llevo a otro lado de la sala, para alejarnos de ella. La tiraría de los pelos si pudiera, pero está claro que tengo más clase y saber estar que la antigua reina de Francia, porque claro, lo de reina iba con segunda intención.
"Bicho, que es un bicho"
Y ya no puedo estar tranquila, y de vez en cuando busco por el rabillo del ojo la presencia de la dama. O le pido a mi acompañante que me dijera dónde está. Busco, igualmente la salida del lugar, pero decido quedarme. Esa harpía no iba a aguarme la fiesta, pero ahora más que nunca desearía que estuvieran aquí alguno de los compañeros del barco.
Veo al ya no tan pequeño Justin corriendo detrás de su prima y le saludo alzándole la mano en un momento de descanso de la persecución, volviendo a la conversación con el aprendiz. Y por supuesto la visita inesperada llegó, pero no de la forma que yo esperaba que llegara. Ver venir a Adele hace que me cambie el gesto. Me preguntan si estoy bien, a lo que me disculpo con una sonrisa marcada, un tanto, por la desgana de que la Blood Keeper estuviera rondando. Seguro que vendría a buscar cizaña. -Fíjate, que puede que seas tú la que ahora comparta espacio conmigo. Bienvenida al mundo real, qué lástima que se te acaban esos momentos tan tuyos de reinona que te traías, guapa. Espero que disfrutes del baile, y recuerditos a tus amigos que parece que no han podido acompañarte. Besis- Cojo a mi acompañante del brazo y me lo llevo a otro lado de la sala, para alejarnos de ella. La tiraría de los pelos si pudiera, pero está claro que tengo más clase y saber estar que la antigua reina de Francia, porque claro, lo de reina iba con segunda intención.
"Bicho, que es un bicho"
Y ya no puedo estar tranquila, y de vez en cuando busco por el rabillo del ojo la presencia de la dama. O le pido a mi acompañante que me dijera dónde está. Busco, igualmente la salida del lugar, pero decido quedarme. Esa harpía no iba a aguarme la fiesta, pero ahora más que nunca desearía que estuvieran aquí alguno de los compañeros del barco.
Llego allí con el grupo que trae Johan. Hacía mucho que no iba a una fiesta así que cuando me enteré no dudé en asistir.
Peiné mi asalvajado pelo para que pareciese decente y rescaté uno de los vestidos robados que tenía por ahí. Algo sencillo... Vale NO. Escogí el vestido más cantoso con mi pelo. Uno dorado cuello barco con mangas largas y un escote a la espalda que se perdía al infinito. Que? Una tiene que aprovechar estas cosas para usar lo que roba en palacios ajenos. Vale?
Al llegar y escuchar el vals y ver el ambiente tan tradicional me desilusioné un poquillo. Recordaba las fiestas en París con el resto de las chicas. Suspiré tomando una de las copas que ofrecían y comencé a andaf por ahí entre la gente.
La mayoría hablaba de magia, clases y linajes. Tomé un tragazo de la copa y cuando se terminó agarré otra.
"Pues vaya panda de muermos"
Sonreí al ver al fondo a Cleo. Parecía algo intranquila mirando a todos lados así que decidí acercarme por la espalda. Agarré sus hombros meneandola un poco.
-Cleoooooooo!
Le planté un besazo en la cara y sonreí.
-Sabes cuando empieza la fiesta de verdad?
Solté bebiendo despreocupadamente mientras miraba alrededor.
Peiné mi asalvajado pelo para que pareciese decente y rescaté uno de los vestidos robados que tenía por ahí. Algo sencillo... Vale NO. Escogí el vestido más cantoso con mi pelo. Uno dorado cuello barco con mangas largas y un escote a la espalda que se perdía al infinito. Que? Una tiene que aprovechar estas cosas para usar lo que roba en palacios ajenos. Vale?
Al llegar y escuchar el vals y ver el ambiente tan tradicional me desilusioné un poquillo. Recordaba las fiestas en París con el resto de las chicas. Suspiré tomando una de las copas que ofrecían y comencé a andaf por ahí entre la gente.
La mayoría hablaba de magia, clases y linajes. Tomé un tragazo de la copa y cuando se terminó agarré otra.
"Pues vaya panda de muermos"
Sonreí al ver al fondo a Cleo. Parecía algo intranquila mirando a todos lados así que decidí acercarme por la espalda. Agarré sus hombros meneandola un poco.
-Cleoooooooo!
Le planté un besazo en la cara y sonreí.
-Sabes cuando empieza la fiesta de verdad?
Solté bebiendo despreocupadamente mientras miraba alrededor.
Le lanzo una mirada al oir que iba a los bailes por mí. No es que no lo supiese sino que recuerdo como llegaba estaba cinco minutos y se marchaba.
-Siempre tenía que bailar con el pelirrojo de un curso por detrás nuestro.
"Al menos bailaba bastante bien"
Separo mi brazo del suyo al aparecer un camarero. Agarro una copa con ambas manos y le miro. Sonrío igual cuando el lo hace.
-que pasa?
Chasco la lengua observando el líquido de la copa.
-No te confundas. Les estoy muy agradecida. De no ser por ellos...
De no ser por ellos estaría tiesa desde hace meses. Aunque no tengo claro si estar agradecida es la palabra. El tik tok seguía ahí recordandome que tal vez no debería seguir en este mundo.
-es solo que... Pensar que han estado observando todo lo que ha pasado...
"Termeritus, los vampiros, los alemanes, los franceses... "
Suspiré bebiendo de mi copa y desvié la mirada hacia la pareja.
-hemos coincidido pero no hemos hablado... Pensé en hacerlo hace poco pero...
Encogí mis hombros.
-No sé, tengo a Nyara todo el día pegada a mí y...
"Y no sé si sería bueno para esa chica"
-Siempre tenía que bailar con el pelirrojo de un curso por detrás nuestro.
"Al menos bailaba bastante bien"
Separo mi brazo del suyo al aparecer un camarero. Agarro una copa con ambas manos y le miro. Sonrío igual cuando el lo hace.
-que pasa?
Chasco la lengua observando el líquido de la copa.
-No te confundas. Les estoy muy agradecida. De no ser por ellos...
De no ser por ellos estaría tiesa desde hace meses. Aunque no tengo claro si estar agradecida es la palabra. El tik tok seguía ahí recordandome que tal vez no debería seguir en este mundo.
-es solo que... Pensar que han estado observando todo lo que ha pasado...
"Termeritus, los vampiros, los alemanes, los franceses... "
Suspiré bebiendo de mi copa y desvié la mirada hacia la pareja.
-hemos coincidido pero no hemos hablado... Pensé en hacerlo hace poco pero...
Encogí mis hombros.
-No sé, tengo a Nyara todo el día pegada a mí y...
"Y no sé si sería bueno para esa chica"
- Juliet:
- Juliet Bennett escribió:Aguafiestas.- Balbuceó mientras el moreno aún hablaba. Rodó los ojos e hizo sonidos de frustración ante la contestación de Reiv y la enumeración de todas las cosas que habían salido mal.- Pero no nos capturaron en la fiesta, sino en la post-fiesta.- Murmuró, con una sonrisilla recordando lo que había ocurrido después, relajándose cuando Reiv decidió dejar de ser tan reprensivo, y luego dándole un codazo por aquel murmullo. Al menos la conversación del traje parecía haber tenido reacción. Le empujó a modo de jugueteo con el hombro al verle aquella ligera expresión ruborizada.- Te queda lindo el color.- Susurró, refiriéndose al rubor, aunque también podía decirse que al traje. No tardó en replicar ese mismo color en sus propias mejillas al escuchar las últimas oraciones de su frase. Incluso tuvo que agachar la mirada tratando de ocultar un poco su reacción.- No hagas eso...- Susurró un poco críptica, reprendiéndole mientras pensaba en todos los posibles significados, esperando que Kyllian no hubiera escuchado e interpretado la frase.
Una vez que los empujones surgieron su efecto, los destellos de un hermoso salón le dejaron encantada. Vio con curiosidad cada detalle de la arquitectura, que era lo que más le sorprendía, pero también a quienes bailaban alrededor. Caminando a lo largo de la pista, pudo apreciar mejor a las personas.- Se ven felices. Me gustaría poder verme así, tan despreocupada. Siento que podría encajar aquí si tan solo... - Se quedó en silencio mirando la pista de baila al no poder terminar la oración. Era como un ambiente embriagador, donde olvidar los problemas parecía fácil. Tan lejos del mundo real y tan cerca del mágico.- Parece magia. Pero una magia distinta que yo no sé hacer.- Soltó por fin la mano de Reiv mientras se dedicaba a girar para observar lo que tenía alrededor. Cuando dio la vuelta, se detuvo junto a él y rozó las puntas de sus dedos contra las de él.- ¿Eran adinerados? ¿Con desenvolverte te refieres a bailar o a portarte con decencia con otra gente? Cualquiera de los dos deben ser talentos muy bien guardados.- Bromeó, volviendo a darle otro empujón juguetón con el hombro. Su siguiente declaración le tomó por sorpresa, echándole una mirada que reflejaba su grata reacción.- ¿Qué dices? ¿Me estás diciendo que hay una posibilidad de que hoy bailemos?
Aunque su sonrisa era ligera, se rompió en un segundo al recordar con remordimiento la última vez que se había emborrachado. Gran parte de la culpa de todo lo que habían sufrido y sufrían venía de una borrachera que ella provocó; y la última vez que tuvo una copa en la mano debía cuidarse de beber alcohol. El pecho le oprimió un segundo hasta que tomó la copa y dio un sorbo, volviéndose a posicionar en el presente como hacía a modo terapia cuando los malos pensamientos llegaban a ella.- Tal vez... si aún tienes habitación aquí...- Fue conciente al instante de que aquello podía equipararse al comentario del moreno sobre su vestido, por lo que agachó la mirada ruborizada por segunda vez en la noche. - ¿Por qué no mejor tomamos una y vamos decidiendo sobre las siguientes según se necesiten? - Una salida diplomática a un problema con la bebida, aunque debía admitir que no era mala idea. Mientras tomaba un sorbo de nuevo, no pudo evitar escuchar la llegada de una horda de renegados y personas de la brigada encabezada por Johan. Le sacó una sonrisa verlo, pues sabía que ahora él y Reiv estaban en un mejor lugar.- Llegó tu hermano. Con mucha gente.- Susurró, incluida entre ellas la esposa, de la que conoció su historia durante las noches en el castillo. Debía admitir que, aunque no hablaba con ella, no la conocía y aunque podía sonar egoista, encontraba consuelo en pensar que no era la única mujer que había pasado por ciertas cosas, y a eso debía su mejoría en humor de las últimas semanas.
- Yaaa, pero la post-fiesta fue consecuencia de la fiesta. - remato para intentar llevar la razón, aunque técnicamente no la tengo. Decido no decir nada cuando se da cuenta de que me puse algo rojo por un momento, aunque luego es a ella a la que le toca ruborizarse por el modo en que se podía tomar lo que dije sobre el vestido. Paseamos de la mano por el salón, haciendo la ronda de reconocimiento del lugar y de la gente, tomándonos el tiempo suficiente para ir con calma.
- ¿De qué manera crees que lo harías?
La insto a terminar la frase de cómo podría encajar aquí, comprendiendo a qué se refiere con eso de poder estar tan despreocupada. En parte la entiendo, despreocuparse por completo es casi imposible. - Tampoco sabemos por lo que que habrá pasado cada uno de los que están aquí. Puede que alguno piense lo mismo al vernos a nosotros. - lo cierto es que el ambiente es extrañamente alegre y tranquilo, "magia", como sugiere Juliet. La falta de costumbre hace que nos cueste vernos en estas situaciones. Niego con la cabeza cuando pregunta si mis abuelos eran adinerados, tampoco era para tanto.
- No vivíamos mal. Y tenían posición social en la sociedad mágica. No tanta como los Black, ni por supuesto nada comparado con todo lo que tendrán los Descendientes. Ya no me queda nada de lo que me dejaron. Seguro que tienes tú más herencia con todo lo que tiene Thran en la cueva. - la miro entornando los ojos con cara de fastidio por eso de que si me refería a lo de portarme decentemente o a bailar, respondiendo con una risa irónica. - Jaa, ja. Qué graciosa. Si soy todo educación y buenos modales. Y sí, te debo un baile hoy, y otras cuantas cosas, no se me ha olvidado. - se me derrama algo de la copa cuando me da ese ligero empujón con el hombro, así que le respondo con las mismas, sin darme cuenta de que se ha quedado como pensativa al tener la copa en la mano. - Debería seguir teniendo mi habitación aquí, si lo han reconstruido todo como estaba... - esta vez si que me doy cuenta de por dónde va la cosa, aunque ella misma se retracta rápido. No sé a qué viene la vergüenza con eso. Echo otro trago a mi copa, como queriendo decir que no iba a cortarme. - A ellos si que no los he visto nunca borrachos. - comento refiriéndome a mi hermano y a Josephine, fijándome en que se han dejado por ahí a la niña corriendo. - Brr...críos escandalosos. ¿Para qué traer niños a una fiesta?
El inicio de la ceremonia y la continuación de la fiesta marchan perfectamente, todos parecen divertirse y el ambiente es agradable para la mayoría. Tras el baile inicial me retiro a un discreto segundo plano, tomando una copa de vino mientras aguardo el momento de comenzar a deliberar las cuestiones importantes. Hay que dejar algo de tiempo para que los jóvenes se diviertan y socialicen, aunque tampoco puedo esperar mucho porque si no se me hace la hora de irme a la cama, que ya tengo una edad. Me paseo por la sala escuchando comentarios de unos y otros, que ya empiezan a hablar de sus propuestas para los nuevos linajes. Yo ya tenía algunas ideas, que tal vez no encajen con las del resto.
Las votaciones serán de viva voz, dando motivos para ello. Tendrán que acercarse a un enorme cáliz de llamas azuladas, situado en lo alto de la escalinata. Allí apuntarán el nombre en el pergamino, echándolo al cáliz. Los miembros del Consejo ya lo saben, al menos los que estuvieron atentos al protocolo que hablamos en las reuniones. Me dirijo hacia esa zona de la escalera, permaneciendo a la espera por el momento.
Las votaciones serán de viva voz, dando motivos para ello. Tendrán que acercarse a un enorme cáliz de llamas azuladas, situado en lo alto de la escalinata. Allí apuntarán el nombre en el pergamino, echándolo al cáliz. Los miembros del Consejo ya lo saben, al menos los que estuvieron atentos al protocolo que hablamos en las reuniones. Me dirijo hacia esa zona de la escalera, permaneciendo a la espera por el momento.
Había llegado de las primeras al baile aunque había permanecido en un segundo discreto plano hablando con todo el mundo. Estaba realmente emocionada porque esta fiesta parecía que todo volvía a empezar. Que quedaba todo atrás y que todo renacía, dejamos atrás los malos recuerdos y podemos crecer a partir de ellos, para no repetir los errores pasados.
Los compañeros estaban radiantes esa noche. Yo había elegido un vestido vaporoso, pero reconozco que no estaba muy cómoda, y hubiese preferido cualquier otro con botas o pantalones. Me despido de mi compañero de vals para animarme a la conversación de Lucio, Sean y Sofía, cogiendo por el camino una copa de vino tinto. -Chicos- Abarco por detrás a Sofía y a Lucio. A Sean le cojo de la mano, para que sepa de mi ubicación. -Hola Sean. Hola Rubí...- Saludo al fénix en especial, estas aves majestuosas siempre necesitan un plus de atención. Espero que el ave esté receptiva para hacerle una carantoña, si se deja. -Es un gusto poder vernos otra vez todos juntos de nuevo, ¿estábais hablando de temas serios? ¿En una fiesta? ¿Cómo es esto posible? Debería estar prohibido...-
Los compañeros estaban radiantes esa noche. Yo había elegido un vestido vaporoso, pero reconozco que no estaba muy cómoda, y hubiese preferido cualquier otro con botas o pantalones. Me despido de mi compañero de vals para animarme a la conversación de Lucio, Sean y Sofía, cogiendo por el camino una copa de vino tinto. -Chicos- Abarco por detrás a Sofía y a Lucio. A Sean le cojo de la mano, para que sepa de mi ubicación. -Hola Sean. Hola Rubí...- Saludo al fénix en especial, estas aves majestuosas siempre necesitan un plus de atención. Espero que el ave esté receptiva para hacerle una carantoña, si se deja. -Es un gusto poder vernos otra vez todos juntos de nuevo, ¿estábais hablando de temas serios? ¿En una fiesta? ¿Cómo es esto posible? Debería estar prohibido...-
Me miro las uñas fingiendo aburrimiento mientras Cleopatra me da esa respuesta, girando después la cabeza hacia ella con una ligera sonrisa en los labios. - Oh por favor...qué malota eres, cuánto voy a llorar por estar en el mismo espacio que tú y por haber venido sola. Realmente sabes cómo atacar a la gente. Gracias, disfrutaré del baile. - alzo mi copa hacia ella con suficiencia a modo de despedida, sin dejar de sonreír. Me doy media vuelta cuando se marcha la poligonera esa, dando otro sobro de mi copa mientras miro alrededor. Por suerte no está el pelirrojo de la Brigada, el que sigue en plan ofendidito porque mate a un insustancial miembro de su grupo. Él mató al cretino de mi marido y no sigo llorando por lo mismo años después. Pesaditos.
En realidad me interesa bien poco unirme a cualquier conversación, están muy protocolarios y lentos para anunciar lo interesante de venir aquí. El viejales ya ha subido por la escalera como si fuese a hacer algo, pero se ve que le duele la cadera y se lo toma con tiempo. Empiezo a murmurar por lo bajo para mi misma, aunque mi cara sigue siendo de cordialidad. - Pero habla de una vez... idiota. Estas cosas con Termetitus no pasaban. Él si que sabía dar anuncios. - y sabía caldear el ambiente, hasta intentaba quemar a alguien si hacía falta. Yo no estaba allí, pero me contaron que casi quema a la mujer del líder de los renegados. Precisamente andan por allí, así que comento algo cuando paso a su lado.
- ¿Disfrutando de la fiesta sin que te quemen en la hoguera por traidora a la sangre? esta gente es muy permisiva con los de vuestra calaña, muy blanditos. Así les va. Haría falta gente como nosotros, con mano dura. Así serían efectivos los del consejo de pacotilla este. - bebo otro trago hasta acabarme la copa, dejándola en la mano de Josephine como si fuese una vulgar sirvienta. Si la coge, bien. Y si no...pues copa al suelo. Como me sigo aburriendo decido hacer tiempo hasta que el viejo hable, así que sigo mi paseo por la sala, pasando ahora delante de Reiv y Juliet. - Otro traidor a la sangre...¿qué haces tú con los renegados? - lo miro de arriba a abajo con desprecio, chasqueando la lengua. - Si lo llego a saber no te hubiese estrenado aquel día en mi alcoba, qué decepción y qué vergüenza... - me aseguro de remarcar las palabras para que lo escuche su acompañante, Juliet. Suspiro al darme la vuelta, yendo por ahí a coger otra copa mientras me dirijo a las escaleras en las que está Newton, a la expectativa.
- Josephine:
- Josephine Patterson escribió:Le lanzo una mirada al oir que iba a los bailes por mí. No es que no lo supiese sino que recuerdo como llegaba estaba cinco minutos y se marchaba.
-Siempre tenía que bailar con el pelirrojo de un curso por detrás nuestro.
"Al menos bailaba bastante bien"
Separo mi brazo del suyo al aparecer un camarero. Agarro una copa con ambas manos y le miro. Sonrío igual cuando el lo hace.
-que pasa?
Chasco la lengua observando el líquido de la copa.
-No te confundas. Les estoy muy agradecida. De no ser por ellos...
De no ser por ellos estaría tiesa desde hace meses. Aunque no tengo claro si estar agradecida es la palabra. El tik tok seguía ahí recordandome que tal vez no debería seguir en este mundo.
-es solo que... Pensar que han estado observando todo lo que ha pasado...
"Termeritus, los vampiros, los alemanes, los franceses... "
Suspiré bebiendo de mi copa y desvié la mirada hacia la pareja.
-hemos coincidido pero no hemos hablado... Pensé en hacerlo hace poco pero...
Encogí mis hombros.
-No sé, tengo a Nyara todo el día pegada a mí y...
"Y no sé si sería bueno para esa chica"
Pongo cara de repelús al recordar al pelirrojo ese que dice, me caía bastante mal. Sin embargo, he de reconocer que eran buenos tiempos, sin preocupaciones reales o de importancia. Cojo una copa de la bandeja de uno de los camareros que pasan a nuestro lado, bebiendo un buen trago. - No pasa nada, sólo que me gusta escucharte tan reivindicativa. - contesto con media sonrisa, encogiéndome de hombros. Asiento a lo que dice después, algo más serio. Yo también soy consciente de que ella no estaría aquí de no ser por el corazón mecánico que le hicieron, y la operación.
- Lo sé. Y por eso yo también les estaré siempre agradecido. Aunque...no sé si sentirme un poco hipócrita. El alquimista también te salvó una vez y ninguno de los dos le agradecimos nada. - la situación era diferente, pero el resultado fue el mismo. Prefiero no recordar mucho de lo que hice aquella noche. Bebo otro poco más, esta vez echando un vistazo general a los grupos que hay por la sala, los formados por los miembros del Consejo. En eso lleva razón, permanecieron demasiado tiempo callados. - Vivían en su burbuja. No les afectaba lo que pasaba y sólo se limitaban a seleccionar a magos que les resultasen interesantes por sus habilidades. El que no actúa y decide mirar para otro lado se acaba convirtiendo en cómplice de lo que sucede.- sentencio antes de acabarme la copa de otro trago, pensando en todos aquellos que siguen sin tomar partido. Ojalá no se hubiesen acobardado tantos con lo que sucedió en la plaza del Ministerio de la Paz. - Puedes intentar acercarte ahora si quieres. Nyara está con Justin, atormentándole. - bromeo al ver al adolescente siguiendo a la cría, que no se cansa. - Yo puedo llamar a Reiv mientras.
Una risilla le ganó al recordar la post-fiesta, pues aunque no tenía una imagen vívida, sí que sabía que había hecho más de una travesura por el camino.- El alcohol me hace hacer cosas, yo no soy así.- Comentó a modo broma, tratando de ocultar vanamente su sonrisa. Sin embargo, su rostro tomó un tono más tranquilo con la pregunta del moreno, para la cual se tomó un minuto para responder mientras dejaba los ojos puestos en quienes bailaban gracilmente alrededor.
Se encogió de hombros suavemente antes de poder hablar.- Quizás si fuera un lugar que de verdad pareciera seguro. Ya nada lo es, pero si tan solo pudiera dejar de... pensar. Podría bajar la guardia un momento. Estar en el lugar y en el momento sin analizar cada rostro desconocido. Quizás ahí encajaría...- Alisó su falda de manera repetitiva, un tanto incómoda por lo que acababa de decir, murmurando aún más bajo de lo que ya hacía.- Es injusto decirlo, todos aquí necesitan paz, no la merezco más que nadie. No puedo solo desearlo y esperar que se conceda.- Comentó sintiendo la reflexión de Reiv, pues en efecto era algo similar entre todos los que estaban en el lugar. Afortunadamente, la historia sobre los abuelos de Reiv y la posición de su familia le sacaron de sus pensamientos y se permitió volver a tomar su mano.- No me sorprendería que todo fuera robado... No nos ha hecho falta nada, aunque seguro algo se podría recuperar si así lo quisieras. Podemos rastrear o ir a tu casa, robarnos algo, que más da.
Ante la promesa de un baile y más cosas misteriosas, solo alcanzó a senreír y a recargar la mejilla en su hombro, viendo a las parejas bailar. Se volvía aburrido después de un rato, pero era lo que tocaba hacer entre copa y copa, y así se sentía más ligera la velada. Aunque la creencia de Reiv de seguir teniendo su habitación no significaba nada por si sola, el tono de la conversación daba para muchas cosas. Tras pensar un momento en sus palabras, alzó la mirada hasta encontrar la del moreno. Lo hacía a menudo, como si aquello al final fuera a desbloquear su don de telepatía y finalmente podría saber sus pensamientos sin preguntar.- Claro. Por si bebes mucho, desaparecer sería un caos. Sería conveniente...- Al aludir a Johan y Jo, giró el rostro hasta encontrarles un poco más allá.- Bebe, él bebe, pero creo que resiste bien el alcohol.- No recordaba si aquella noche habían mezclado vino y vodka además de sus labios. Las inhibiciones habían quedado fuera, pero no tanto como para declararlo ebrio. La negativa de Reiv de aceptar a la niña en aquella reunión devolvió la mirada de la pelirroja a su rostro, haciendo escrutinio de su expresión, sobre todo de si era sincera. Al final, le pasó la mano libre por la cintura, atrayéndole con una sonrisa en labios. Eran esos pequeños desaires hacia los infantes los que aligeraban su carga y regresaban su buen humor. Al menos podía hacer por un rato como que todo fue para bien.- Ya no hay con quien dejarlos, recuerda que el burdel se quemó. Tu lugar favorito en el mundo.
Mientras veía alrededor, no pudo evitar captar a cierta rubia que parecía ir por la fiesta de mala manera. Incluso pareciendo incordiar a la gente. Gente como la rubia acompañante de Johan a quien estaba viendo hasta hacía unos segundos, por lo de la cría. Tan lejos como estaban, apenas y notó los gestos de las personas a su alrededor. Sin embargo, ni en sus más creativas fantasías creyó que una de las molestadas sería precisamente ella. Su mirada se clavó en ella como hierro caliente. Su inconsciente entendió la frase mucho antes que su mente conciente, así que para cuando captó lo que sus palabras significaban, las uñas ya las tenía clavadas en el costado de Reiv y su copa ya estaba en el suelo. No tenía noción alguna de cuando habría sido aquella vez, pero Reiv tenía bastante experiencia en el área, por lo que calculaba que de aquello ya habrían pasado varios años. Más quizás de los que deberían. A su mente llegó un rostro, de repente, de alguien a quien no había visto en muchos años y se preguntó si él también tendría en el rostro la superioridad pedante de quien tomó algo que no le correspondía. Caminó tras ella en un segundo. Al darse cuenta, practicamente la tenía cara a cara.
- No es tuyo.- Dijo, mirándole a los ojos, controlándo la respiración con maestría, y también el tono de su voz, aunque su cabeza estaba en blanco.- No es tu sirviente, no es tu perro, no es tu esclavo. No sé quien eres, tampoco me importa. No lo mires de nuevo. No te acerques a él. Enferma.- Di un paso atrás, luego otro, comenzando a alejarse, pero con el instinto de saltar sobre ella y acabarla, que era todo lo que podía pensar.
Se encogió de hombros suavemente antes de poder hablar.- Quizás si fuera un lugar que de verdad pareciera seguro. Ya nada lo es, pero si tan solo pudiera dejar de... pensar. Podría bajar la guardia un momento. Estar en el lugar y en el momento sin analizar cada rostro desconocido. Quizás ahí encajaría...- Alisó su falda de manera repetitiva, un tanto incómoda por lo que acababa de decir, murmurando aún más bajo de lo que ya hacía.- Es injusto decirlo, todos aquí necesitan paz, no la merezco más que nadie. No puedo solo desearlo y esperar que se conceda.- Comentó sintiendo la reflexión de Reiv, pues en efecto era algo similar entre todos los que estaban en el lugar. Afortunadamente, la historia sobre los abuelos de Reiv y la posición de su familia le sacaron de sus pensamientos y se permitió volver a tomar su mano.- No me sorprendería que todo fuera robado... No nos ha hecho falta nada, aunque seguro algo se podría recuperar si así lo quisieras. Podemos rastrear o ir a tu casa, robarnos algo, que más da.
Ante la promesa de un baile y más cosas misteriosas, solo alcanzó a senreír y a recargar la mejilla en su hombro, viendo a las parejas bailar. Se volvía aburrido después de un rato, pero era lo que tocaba hacer entre copa y copa, y así se sentía más ligera la velada. Aunque la creencia de Reiv de seguir teniendo su habitación no significaba nada por si sola, el tono de la conversación daba para muchas cosas. Tras pensar un momento en sus palabras, alzó la mirada hasta encontrar la del moreno. Lo hacía a menudo, como si aquello al final fuera a desbloquear su don de telepatía y finalmente podría saber sus pensamientos sin preguntar.- Claro. Por si bebes mucho, desaparecer sería un caos. Sería conveniente...- Al aludir a Johan y Jo, giró el rostro hasta encontrarles un poco más allá.- Bebe, él bebe, pero creo que resiste bien el alcohol.- No recordaba si aquella noche habían mezclado vino y vodka además de sus labios. Las inhibiciones habían quedado fuera, pero no tanto como para declararlo ebrio. La negativa de Reiv de aceptar a la niña en aquella reunión devolvió la mirada de la pelirroja a su rostro, haciendo escrutinio de su expresión, sobre todo de si era sincera. Al final, le pasó la mano libre por la cintura, atrayéndole con una sonrisa en labios. Eran esos pequeños desaires hacia los infantes los que aligeraban su carga y regresaban su buen humor. Al menos podía hacer por un rato como que todo fue para bien.- Ya no hay con quien dejarlos, recuerda que el burdel se quemó. Tu lugar favorito en el mundo.
Mientras veía alrededor, no pudo evitar captar a cierta rubia que parecía ir por la fiesta de mala manera. Incluso pareciendo incordiar a la gente. Gente como la rubia acompañante de Johan a quien estaba viendo hasta hacía unos segundos, por lo de la cría. Tan lejos como estaban, apenas y notó los gestos de las personas a su alrededor. Sin embargo, ni en sus más creativas fantasías creyó que una de las molestadas sería precisamente ella. Su mirada se clavó en ella como hierro caliente. Su inconsciente entendió la frase mucho antes que su mente conciente, así que para cuando captó lo que sus palabras significaban, las uñas ya las tenía clavadas en el costado de Reiv y su copa ya estaba en el suelo. No tenía noción alguna de cuando habría sido aquella vez, pero Reiv tenía bastante experiencia en el área, por lo que calculaba que de aquello ya habrían pasado varios años. Más quizás de los que deberían. A su mente llegó un rostro, de repente, de alguien a quien no había visto en muchos años y se preguntó si él también tendría en el rostro la superioridad pedante de quien tomó algo que no le correspondía. Caminó tras ella en un segundo. Al darse cuenta, practicamente la tenía cara a cara.
- No es tuyo.- Dijo, mirándole a los ojos, controlándo la respiración con maestría, y también el tono de su voz, aunque su cabeza estaba en blanco.- No es tu sirviente, no es tu perro, no es tu esclavo. No sé quien eres, tampoco me importa. No lo mires de nuevo. No te acerques a él. Enferma.- Di un paso atrás, luego otro, comenzando a alejarse, pero con el instinto de saltar sobre ella y acabarla, que era todo lo que podía pensar.
Observé su cara cuando mencionaba a ese muchacho.
-Johan!... era amable y simpático, no pongas esa cara.
Solté riendo un poco y desviando la mirada por ahí aún con una sonrisilla de medio lado. Era la misma cara que ponía en el colegio cuando le veía con ella. Por un momento cruzó su mente el pensamiento de si pondría esa misma cara si ahora mismo saliese con otra persona.
No es que me lo hubiese planteado, ni siquiera sabía si quería hacerlo o si estaba preparada. Si ambos estaban preparados. No, desde luego que no. Pero simplemente lo pensé. Puede que en algún momento tuviese que ocurrir, o puede que no.
Esos segundos desconcertantes de mi mente pasaron de largo cuando soltó aquello. Solté una leve risa, casi como un soplido llevando la copa a mis labios.
-No...no es ser reivindicativa...
Dije con cierto tono vergonzoso al ver su sonrisa dando un trago a la copa.Casi lo tomé como un cumplido por su parte hasta que recordé que precisamente había pensado que por eso era por lo que le gustaba ella. Reivindicativa... Alcé una ceja ante la plabra hipócrita y terminé de tragar negando.
-Yo le estoy agradecida. No es que haya tenido la oportunidad de decirle nada y no es que lo hiciese por la bondad de su corazón pero...
Encogí un hombro dando a entender que gracias a él también estaba aquí. Demasiados cambios de corazón. Demasiado tiempo ganado a mi favor. Miré a mi alrededor mientras hablaba de la burbuja de aquellos magos. El lugar tenía un aire mágico tradicional. Como el castillo Black o parecidos. Asentí a su sugerencia buscando a Nyara con la mirada, justo cuando por mi lado pasó Adele.
Mi gesto se tornó serio a la par que mi cuerpo se encogió un poco recordando como me ataron a un mástil en medio del Ministerio de Magia. Apreté mis labios y mi nariz se frunció mientras bebía. Abrí la boca para responderle algo pero de pronto me ví tratando de agarrar la copa que se escurría entre mis manos mientras ella se largaba.
La observé desde mi sitio y resoplé.
"Maldita arpía rubia...."
Me extrañé al ver que se acercaba hacia Reiv y Juliet. Miré un segundo a Johan cuando la rubia se paró junto a ellos y tras dejar la copa vacía en la bandeja de uno de los camareros que pasaban por allí, encaminé mis pasos hacia ellos.
Por el camino pude ver como estaba diciéndoles algo y la cara de Juliet mientras la rubia se marchaba. Aceleré el paso cuando la pelirroja salió tras la mujer. Para cuando la alcancé estaba soltandole unas cuantas cosas a la cara. Miré a la rubia y luego al hombre que estaba esperando en las escaleras para anunciar algo importante.
No, yo no era reivindicativa. Agarré a Juliet del hombro con mi mano libre y sonreí.
-Juliet.... vamos a tomar algo.
Sugerí tratando que el conflicto no fuese a mayores. Desvié la mirada a Adele.
-Es solo una señora mayor que se aburre.
Solté sin más tratando de girar a la chica que ya había comenzado a alejarse por si sola,pasando mi brazo sobre sus hombros mientras le apretaba con la mano el brazo suavemente.
Tomé un trago a la copa que dejé en cuanto pasó un camarero. Desvié la mirada hacia la rubia que ya estaba lejos y después miré a Juliet.
-Solo intenta provocar, no le des el gusto.
Dije dulcemente apretando mis labios después algo preocupada.
-¿Estás bien?
No es que tuviese confianza con ella, pero no podía dejar de preguntar a sabiendas de que podía decirme que no me metiese en sus asuntos.
-Johan!... era amable y simpático, no pongas esa cara.
Solté riendo un poco y desviando la mirada por ahí aún con una sonrisilla de medio lado. Era la misma cara que ponía en el colegio cuando le veía con ella. Por un momento cruzó su mente el pensamiento de si pondría esa misma cara si ahora mismo saliese con otra persona.
No es que me lo hubiese planteado, ni siquiera sabía si quería hacerlo o si estaba preparada. Si ambos estaban preparados. No, desde luego que no. Pero simplemente lo pensé. Puede que en algún momento tuviese que ocurrir, o puede que no.
Esos segundos desconcertantes de mi mente pasaron de largo cuando soltó aquello. Solté una leve risa, casi como un soplido llevando la copa a mis labios.
-No...no es ser reivindicativa...
Dije con cierto tono vergonzoso al ver su sonrisa dando un trago a la copa.Casi lo tomé como un cumplido por su parte hasta que recordé que precisamente había pensado que por eso era por lo que le gustaba ella. Reivindicativa... Alcé una ceja ante la plabra hipócrita y terminé de tragar negando.
-Yo le estoy agradecida. No es que haya tenido la oportunidad de decirle nada y no es que lo hiciese por la bondad de su corazón pero...
Encogí un hombro dando a entender que gracias a él también estaba aquí. Demasiados cambios de corazón. Demasiado tiempo ganado a mi favor. Miré a mi alrededor mientras hablaba de la burbuja de aquellos magos. El lugar tenía un aire mágico tradicional. Como el castillo Black o parecidos. Asentí a su sugerencia buscando a Nyara con la mirada, justo cuando por mi lado pasó Adele.
Mi gesto se tornó serio a la par que mi cuerpo se encogió un poco recordando como me ataron a un mástil en medio del Ministerio de Magia. Apreté mis labios y mi nariz se frunció mientras bebía. Abrí la boca para responderle algo pero de pronto me ví tratando de agarrar la copa que se escurría entre mis manos mientras ella se largaba.
La observé desde mi sitio y resoplé.
"Maldita arpía rubia...."
Me extrañé al ver que se acercaba hacia Reiv y Juliet. Miré un segundo a Johan cuando la rubia se paró junto a ellos y tras dejar la copa vacía en la bandeja de uno de los camareros que pasaban por allí, encaminé mis pasos hacia ellos.
Por el camino pude ver como estaba diciéndoles algo y la cara de Juliet mientras la rubia se marchaba. Aceleré el paso cuando la pelirroja salió tras la mujer. Para cuando la alcancé estaba soltandole unas cuantas cosas a la cara. Miré a la rubia y luego al hombre que estaba esperando en las escaleras para anunciar algo importante.
No, yo no era reivindicativa. Agarré a Juliet del hombro con mi mano libre y sonreí.
-Juliet.... vamos a tomar algo.
Sugerí tratando que el conflicto no fuese a mayores. Desvié la mirada a Adele.
-Es solo una señora mayor que se aburre.
Solté sin más tratando de girar a la chica que ya había comenzado a alejarse por si sola,pasando mi brazo sobre sus hombros mientras le apretaba con la mano el brazo suavemente.
Tomé un trago a la copa que dejé en cuanto pasó un camarero. Desvié la mirada hacia la rubia que ya estaba lejos y después miré a Juliet.
-Solo intenta provocar, no le des el gusto.
Dije dulcemente apretando mis labios después algo preocupada.
-¿Estás bien?
No es que tuviese confianza con ella, pero no podía dejar de preguntar a sabiendas de que podía decirme que no me metiese en sus asuntos.
- Lucio:
- Lucio Galenus escribió:
El perspicaz comentario de Sofía es suficiente para alertarme de que tal vez no estoy siendo lo suficientemente discreto con eso de echar miradas hacia donde estaba Sean. Intento disimular para no descubrirme, sonriendo de manera algo forzada mientras niego a eso de tener los ojos puestos en otra persona. Incluso me siento algo culpable por seguir su broma posterior. - Sí, lo del nombre no es un mal comienzo. Lo pensaré. - comento manteniendo esa sonrisa algo incómoda, librándome de seguir hablando de eso porque pasamos al tema de los linajes. - No me asusta la competencia, creo que puede ser enriquecedor, aunque el Consejo abogue por diversificar las ramas. Leyes y costumbres, como tantas otras cosas. - me encojo de hombros, mientras avanzábamos al lugar en el que encuentra Sean. Le pido a la alumna que lo acompaña que nos deje a solas unos minutos para tratar temas importantes. Digo todo ello con mi sonrisa amable, por supuesto, aunque en realidad es para que se largue un rato y deje de revolotear alrededor de Eire.
No sé si Sofía se habrá fijado en la ceguera de Sean, así que se lo explico por lo bajo, para que entienda por qué pregunta para confirmar si es ella. - Por supuesto, quitar los bailes y unas cuantas cosas más. No estaría mal una reforma de tradiciones antiguas...- se me ocurren un par al menos, pero sería un escándalo proponerlo. Miro a Sean un tanto intrigado por su primera idea, la propuesta de alguien que podría no gustar al Consejo. - Puedes hacer la propuesta, todo dependerá de las votaciones. - decido tomar la copa que estaba bebiendo Sean, para probar qué era. Esa maldita cosa del demonio quema la garganta. Eso o que yo estoy poco acostumbrado. - Mejor mantén la mente clara, esto que te han traído es muy fuerte. - cuando menciona el linaje Flamel hago un gesto de contrariedad, recordando que ya lo intentamos. - Hubo una de ese linaje que fue propuesta, pero se esfumó sin llegar a hacer nada. Además, el linaje de Paracelso no se ha perdido, sólo que su descendencia no ha llegado aún a la mayoría de edad. Es complicado...- está claro que cara uno tenemos unas ideas, y que va a hacer roces cuando nos toque votar.
El comentario de Sofía me hace agachar un poco la cabeza y sonreír de forma un poco más amarga, pues aunque me encontraba mucho mejor después de un tiempo de recuperación aún me costaba no pensar en todo lo que no podía hacer al perder mi vista, como por ejemplo reconocer a mi compañera -Lo siento Sofía, no era mi intención, es difícil saber quien eres si no te puedo ver, aún me estoy acostumbrando- en seguida Lucio cambia el tema cuando hago mi propuesta sobre quitar los bailes, si lo proponía ya tenía un voto a mi favor -Entonces podemos unirnos y hacer una lista de cosas para quitar el polvo a las tradiciones del consejo- digo riendo ante eso pues ciertamente muchas estaban obsoletas para los tiempos que corren, como intentar ver una película en DVD con una gramola.
-Oh, solo he bebido un sorbo, no me gusta el alcohol- no digo nada respecto a mi decisión problemática pero la de flamel me hace pensar en mi segunda opción -Tienes Razón, aunque con todo lo que ha pasado puede que Flamel lo reconsidere, es decir, hasta hace poco conseguimos unir a muchos de los mágicos que hasta hace unos meses se mataban entre ellos y con la ayuda de todos hemos conseguido superar la adversidad... solo espero que siga así - en ese momento otra voz se une a nosotros, me toma de la mano y sé en seguida quién es -Hola Sarah, me alegro de escucharte... y Rubi también- el Fenix era bastante especial pero al parecer que lo trataran como uno más le agradaba bastante. -Estamos hablando sobre reformar algunas tradiciones del consejo y sobre nuestros candidatos, después de todo la fiesta solo es una tapadera para esto-
Continuamos hablando un poco más pero el Fenix nota un movimiento en la sala y así me lo hace saber con un toque en mi mejilla -Parece que va a comenzar la votación... algo se ha movido en la sala? ya han sacado el caliz?- pregunto a mis compañeros pensando que ahora que mi idea de presentar a flamel había caído, tenía que buscar otro o conformarme con la idea principal que tenía en mente.
- Ya, claaaro, el alcohol. - repongo con tono irónico a eso de echarle las culpas al alcohol, aunque sí que tuvo parte de culpa en eso de estar menos alerta. Precisamente de eso me habla, de estar alerta en todo momento y de tener miedo de estar en el lugar equivocado. Ni siquiera en un lugar así se siente segura, y no la culpo. - No es tan importante encajar, ¿por qué esa necesidad? sólo...deja que suceda lo que tenga que ser, habla con quien tengas que hablar, y acabarás donde tengas que acabar. Nunca habría creído que acabaría con los renegados, y aquí estoy. - hago un gesto con ambos brazos a los lados, extendiéndolos un poco.
- No, no basta con desear la paz, ya me di cuenta. Tendremos que ir a por ello. - paso una mano tras su cintura, acercándola un poco hacia mí. Pasar de la situación no es una opción. Sólo espero que ella no se haya echado atrás con todo lo que nos pasó en los campos. Hago un gesto negativo con la cabeza cuando propone lo de ir a mi antigua casa. - Se quemó hace mucho tiempo, allí no hay nada. Y...prefiero no volver nunca más. - me da una especie de escalofrío al recordar la voz que escuché en mi cabeza cuando estaba allí, nunca me había pasado algo así. No de alguien muerto.
- ¿Cómo sabes eso de que él resiste bien el alcohol? no hemos compartido fiestas, que yo recuerde... - no, ahora mismo no se me viene ninguna a la memoria. A no ser que tenga algo que ver con aquella época en la que parecían TAN amigos. Frunzo un poco el ceño al pensarlo, más cuando lo relaciona con lo del burdel. Ahí me fui cuando vi aquello. - Fue una turbia historia lo de aquella noche...- no podemos decir mucho más al respecto, porque enseguida aparece Adele. Su única intención es joder, como deja claro nada más abrir la boca.
- Pasa de ella. - pongo la mano en la espalda de Juliet para intentar que se de la vuelta, con la intención de ignorar a la rubia hasta que suelta eso de que me "estrenó". Le lanzo una mirada de rabia por ir desvelando esas cosas, avergonzado por haberme dejado llevar por ella en aquella ocasión. - Cierra la puta boca. Sólo sueltas veneno al hablar. - miro de reojo a Juliet para saber cómo se lo ha tomado, pero se marcha detrás de Adele antes de que yo pueda hacer nada. Por un momento creo que le va a soltar una bofetada o algo, aunque se queda en duras palabras. Su reacción no es contra mí, sino contra ella, que se lo merece bastante más. Por suerte Josephine sale al quite, intentando calmar a Juliet para que no haya más bronca con Adele. Me acerco a ambas para asegurarme de que la francesa no se les acerque, mirando con desconfianza. - Gracias a ambas. Lo mejor es no hacerle ni caso. - aunque tenía ganas de sacarla a empujones de la sala. - Si vuelve...haremos que sufra un desgraciado accidente. - murmuro antes de alejarme de las chicas, tras avisar de que voy a buscarles algo de beber.
- No, no basta con desear la paz, ya me di cuenta. Tendremos que ir a por ello. - paso una mano tras su cintura, acercándola un poco hacia mí. Pasar de la situación no es una opción. Sólo espero que ella no se haya echado atrás con todo lo que nos pasó en los campos. Hago un gesto negativo con la cabeza cuando propone lo de ir a mi antigua casa. - Se quemó hace mucho tiempo, allí no hay nada. Y...prefiero no volver nunca más. - me da una especie de escalofrío al recordar la voz que escuché en mi cabeza cuando estaba allí, nunca me había pasado algo así. No de alguien muerto.
- ¿Cómo sabes eso de que él resiste bien el alcohol? no hemos compartido fiestas, que yo recuerde... - no, ahora mismo no se me viene ninguna a la memoria. A no ser que tenga algo que ver con aquella época en la que parecían TAN amigos. Frunzo un poco el ceño al pensarlo, más cuando lo relaciona con lo del burdel. Ahí me fui cuando vi aquello. - Fue una turbia historia lo de aquella noche...- no podemos decir mucho más al respecto, porque enseguida aparece Adele. Su única intención es joder, como deja claro nada más abrir la boca.
- Pasa de ella. - pongo la mano en la espalda de Juliet para intentar que se de la vuelta, con la intención de ignorar a la rubia hasta que suelta eso de que me "estrenó". Le lanzo una mirada de rabia por ir desvelando esas cosas, avergonzado por haberme dejado llevar por ella en aquella ocasión. - Cierra la puta boca. Sólo sueltas veneno al hablar. - miro de reojo a Juliet para saber cómo se lo ha tomado, pero se marcha detrás de Adele antes de que yo pueda hacer nada. Por un momento creo que le va a soltar una bofetada o algo, aunque se queda en duras palabras. Su reacción no es contra mí, sino contra ella, que se lo merece bastante más. Por suerte Josephine sale al quite, intentando calmar a Juliet para que no haya más bronca con Adele. Me acerco a ambas para asegurarme de que la francesa no se les acerque, mirando con desconfianza. - Gracias a ambas. Lo mejor es no hacerle ni caso. - aunque tenía ganas de sacarla a empujones de la sala. - Si vuelve...haremos que sufra un desgraciado accidente. - murmuro antes de alejarme de las chicas, tras avisar de que voy a buscarles algo de beber.
Saludo amablemente a Sarah cuando se incorpora al grupo, poniendo cara de disculpa por eso de hablar de temas serios en una fiesta. - Sí, no deberíamos, pero...se supone que la fiesta también es para eso. Creo que han añadido la fiesta para que no se haga tedioso, y para que los invitados disfruten un poco. ¿Ya decidiste tu voto, Sarah? - me acerco un poco más a Sean, apoyándolo en eso de las tradiciones del Consejo mientras pongo mi mano real sobre su hombro durante un momento, apretando levemente. - Lo secundo, sería un buen momento para rehacer el reglamento, para adaptarlo a los nuevos tiempos y hacer que sea más...inclusivo. - me hubiese gustado intercambiar alguna mirada de complicidad con él, pero es imposible por culpa de lo que le pasó en los ojos. Suspiro algo apenado, más por eso que por el abandono de Flamel.
- Puede que haya que buscar otra persona de esa línea, porque perdimos la pista a la que se supone que entraría. En fin...mejor a otra cosa. Le decía a Sofía que propondría a alguien del linaje de Avicena, aunque sea otro médico. O del linaje de Hipócrates. También tengo otra opción...pero me esperaré a ver qué dicen los demás. Espero que podamos dejarlo solucionado esta noche. - le paso a Sean una copa de algo que no es tan alcohólico, ya que él mismo ha dicho que no le gusta demasiado el alcohol. Continuamos hablando del tema un poco más, hasta que comienza a haber algo de movimiento en la sala. Por un lado parece que hay algo de lío con Adele. Hago una mueca de disgusto, nunca estuve de acuerdo con traerla al torneo. Por otro lado está Jack, en lo alto de la escalera como si fuese a anunciar algo. - Así es, va a comenzar. Preparaos. - Me posiciono al lado de Sean, mirando hacia el frente mientras mi mano real busca disimuladamente la suya, tomándola. Tal vez nadie lo note, con todo el barullo y la expectación. Bajo bastante la voz, esperando que sólo pueda escucharme él. - Estoy contigo en las decisiones que tomes esta noche, sobre votos o sobre cambios en el reglamento. No te dejaré solo ante el peligro. - siempre le he apoyado, y esta vez no será distinto.
- Puede que haya que buscar otra persona de esa línea, porque perdimos la pista a la que se supone que entraría. En fin...mejor a otra cosa. Le decía a Sofía que propondría a alguien del linaje de Avicena, aunque sea otro médico. O del linaje de Hipócrates. También tengo otra opción...pero me esperaré a ver qué dicen los demás. Espero que podamos dejarlo solucionado esta noche. - le paso a Sean una copa de algo que no es tan alcohólico, ya que él mismo ha dicho que no le gusta demasiado el alcohol. Continuamos hablando del tema un poco más, hasta que comienza a haber algo de movimiento en la sala. Por un lado parece que hay algo de lío con Adele. Hago una mueca de disgusto, nunca estuve de acuerdo con traerla al torneo. Por otro lado está Jack, en lo alto de la escalera como si fuese a anunciar algo. - Así es, va a comenzar. Preparaos. - Me posiciono al lado de Sean, mirando hacia el frente mientras mi mano real busca disimuladamente la suya, tomándola. Tal vez nadie lo note, con todo el barullo y la expectación. Bajo bastante la voz, esperando que sólo pueda escucharme él. - Estoy contigo en las decisiones que tomes esta noche, sobre votos o sobre cambios en el reglamento. No te dejaré solo ante el peligro. - siempre le he apoyado, y esta vez no será distinto.
Aguardé unos minutos más por cortesía, lo suficiente para que se diesen cuenta de mi presencia en lo alto de la escalera. Esperé allí lo justo para que terminasen con la canción y con algunas charlas, permaneciendo estático y con las manos entrelazadas tras la espalda. Me dediqué a observar a unos y a otros, los gestos, las sonrisas, las conversaciones más o menos animadas...así es como me gustaba ver a la gente de la isla. Era un contraste muy fuerte con lo vivido meses atrás, donde todo era sufrimiento, pérdida e incertidumbre. No es que esa incertidumbre hubiese desaparecido por completo, pero la carga era más liviana durante esta noche.
Funcionó eso de quedarse allí callado sin decir nada, poco a poco las miradas fueron volviendo hacia mí, como cuando era profesor en la universidad de Cambridge y mi sola presencia bastaba para hacer callar a los alumnos. - Espero que estén disfrutando de la velada. Llega por fin el momento de las votaciones. Los presentes miembros del Consejo se acercarán al Cáliz de los Fundadores para anunciar su votación, tirando el pergamino con el nombre, y dando motivos de por qué creen que debe ser así. Los más votados serán los que ocupen los dos puestos vacantes en el Consejo, el que quedó tras la muerte de Kira Mandela, y el que se perdió por el abandono de Jean de Molay. - hago una pequeña pausa, mirando algo más serio a mis compañeros.
- El reglamento también recoge otra circunstancia...podrá ser expulsado del Consejo todo aquel que no demuestre suficiente valía, el que pueda perjudicar al Consejo, o aquel que peque de dejación de funciones, cosa que sucedería en el caso de no tomar aprendices o de ignorar por completo los asuntos y quehaceres propuestos por el Consejo. Eso significa que es posible proponer a alguien para ser expulsado, siempre y cuando se justifique el motivo. - tras esa aclaración vuelvo a hacer otra pausa, dejando que analicen lo que acabo de decirles. - También cabe la posibilidad de presentar o que se presenten nuevos candidatos, que habrán de superar las pruebas que se les imponga para obtener el beneplácito de la mayoría. - procedo a realizar el ritual, tras dar las pertinentes instrucciones. Tomo un trozo de pergamino que hay situado en una mesa tras el cáliz, escribiendo el nombre que creía oportuno. Luego enrollo el pergamino, regresando frente al cáliz.
- Propongo buscar el linaje de Rosalind Franklin, responsable de importantes contribuciones a la comprensión de la estructura del ADN. Como mujer de ciencia, fue injustamente ignorada durante mucho tiempo, a pesar de sus importantes descubrimientos. Sé que también pertenecía a la comunidad mágica, y que sus habilidades estaban relacionadas con eso mismo...con la estructura genética. Es un campo de conocimiento del que carecemos actualmente en el Consejo. Es cierto que tenemos metamorfomagos, como Rosse McGonagall, y animagos, como Sarah Darwin, pero creo que el linaje de Franklin podría aportarnos una nueva visión en la comprensión de nuestras diferencias y similitudes con los humanos. - echo el pergamino al fuego azul tras mi discurso, haciendo que chisporrotease de manera llamativa mientras el papel ardía en su interior. Las llamas danzaron para mostrar al descendiente de ese linaje, que se esfumó en cuestión de segundos. Después me retiré del puesto visible, dejando que fuesen los compañeros los que subiesen a dar su voto.
Funcionó eso de quedarse allí callado sin decir nada, poco a poco las miradas fueron volviendo hacia mí, como cuando era profesor en la universidad de Cambridge y mi sola presencia bastaba para hacer callar a los alumnos. - Espero que estén disfrutando de la velada. Llega por fin el momento de las votaciones. Los presentes miembros del Consejo se acercarán al Cáliz de los Fundadores para anunciar su votación, tirando el pergamino con el nombre, y dando motivos de por qué creen que debe ser así. Los más votados serán los que ocupen los dos puestos vacantes en el Consejo, el que quedó tras la muerte de Kira Mandela, y el que se perdió por el abandono de Jean de Molay. - hago una pequeña pausa, mirando algo más serio a mis compañeros.
- El reglamento también recoge otra circunstancia...podrá ser expulsado del Consejo todo aquel que no demuestre suficiente valía, el que pueda perjudicar al Consejo, o aquel que peque de dejación de funciones, cosa que sucedería en el caso de no tomar aprendices o de ignorar por completo los asuntos y quehaceres propuestos por el Consejo. Eso significa que es posible proponer a alguien para ser expulsado, siempre y cuando se justifique el motivo. - tras esa aclaración vuelvo a hacer otra pausa, dejando que analicen lo que acabo de decirles. - También cabe la posibilidad de presentar o que se presenten nuevos candidatos, que habrán de superar las pruebas que se les imponga para obtener el beneplácito de la mayoría. - procedo a realizar el ritual, tras dar las pertinentes instrucciones. Tomo un trozo de pergamino que hay situado en una mesa tras el cáliz, escribiendo el nombre que creía oportuno. Luego enrollo el pergamino, regresando frente al cáliz.
- Propongo buscar el linaje de Rosalind Franklin, responsable de importantes contribuciones a la comprensión de la estructura del ADN. Como mujer de ciencia, fue injustamente ignorada durante mucho tiempo, a pesar de sus importantes descubrimientos. Sé que también pertenecía a la comunidad mágica, y que sus habilidades estaban relacionadas con eso mismo...con la estructura genética. Es un campo de conocimiento del que carecemos actualmente en el Consejo. Es cierto que tenemos metamorfomagos, como Rosse McGonagall, y animagos, como Sarah Darwin, pero creo que el linaje de Franklin podría aportarnos una nueva visión en la comprensión de nuestras diferencias y similitudes con los humanos. - echo el pergamino al fuego azul tras mi discurso, haciendo que chisporrotease de manera llamativa mientras el papel ardía en su interior. Las llamas danzaron para mostrar al descendiente de ese linaje, que se esfumó en cuestión de segundos. Después me retiré del puesto visible, dejando que fuesen los compañeros los que subiesen a dar su voto.
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