Zona de reunión

Tanto correr me habia dejado exhausto tambien a mi, pero habia merecido la pena. Cuando oimos al lobaco venir, nos escondimos. Yo me metí debajo de una mesa y observé a los otros dos esconderse....

"que raro, pasa de largo el perro"

Cuando pasó, miré a Johan y Thalos y me aventuré a ir con ellos cuando seguian al otro. Que qué?

-Oh si clarro, yo ya me veo poniendole la correa a Jarrko parra que se venga conmigo....

"ESTAMOS LOCOS?!"

Me autocontesté a mi mismo cuando Johan parecia querer retarnos, Thalos se lo pensó y asintió

"pues parece que si, locos de atar"

- Está bien está bien... agh. Todo sea porr un camarrada. EEEEEEEEEEEEEH LOBOOOOOO!

Salí de mi escondite lanzandole un pedrolo a Ian a la cabeza y luego de asegurarme que me habia visto a base de bien, eché a correr en direccion contraria. A ver si quería clavarle el diente a este maravilloso cuerpo ruso

Sigo aproximándome más y más al lobo tullido, gruñendo de manera cada vez más hostil, como si me molestase que estuviese en mi territorio. Voy a lanzarle un zarpazo, pero antes de eso una comida en forma de ruso llama mi atención. Parece una carne más tierna, y una presa más divertida de cazar. Salgo tras él como un desesperado, tirando parte de una montaña de escombros cuando trepo a ella para darle caza. Además me percato de la presencia de dos personas más, con lo que se multiplican las presas para mí. Me centro por ahora en una de ellas, lanzando un zarpazo a la espalda del ruso para ver si lo tengo a tiro.

Consigo derribarlo en el suelo por lo rápido de mi carrera, plantándole las dos patas delanteras encima para impedir que se escape. Después acerco mi nariz a él, olfateando y gruñendo mientras le lleno de babas. El caso es que el olor me resulta familiar, como de un aliado. Igual que con Jarkko, me cuesta lanzarle al degüello con él, es como si una parte lo impidiese. A pesar de eso sí que le clavo bien las garras en la espalda, dejando caer todo el peso de mi cuerpo sobre el Tolstoi.

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dado probabilidad: ¿le derribo o no?

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Le hago a Thalos un breve resumen del asunto Da Vinci mientras buscamos materiales, que yo pensaba que conocía al tipo por haber estado alguna vez en Ouroboros. - Entonces ese tío es descendiente del primer Da Vinci que conocemos. Es un poco lunático, pero es un genio. Además, se ha encargado de diseñar un corazón artificial para Josephine. - así queda todo explicado, hasta que nos toca lidiar con el asunto de los dos lobos. Por un momento noto las miradas de Yaroslav y Thalos como si estuviesen a punto de rajarse, pero eso de proponer un reto no les deja decir que no. Y tal vez también el hecho de que quieran ayudar a un compañero. - Vamos, cosas más difíciles has hecho, Tolstoi. ¿No te asustará ponerle la correa a un lobo tullido, no? - le pico un poco más por si duda, hasta que acepta ser él quien distraiga a Ian. - Perfecto, entonces Thalos yo vamos a por Jarkko. No tardaremos. - la verdad es que me he metido muy pronto en este berenjenal, teniendo en cuenta que ahora no podemos usar la desaparición. Lo vamos a tener jodido, al menos las horas que quedan para el final de luna llena.

- Puedo encargarme de él, al menos la parte de ponerle algo en las fauces para que no tengamos riesgo de que nos muerda. Lo demás no será complicado, así no puede ni correr. Ve, derriba algo. - por mi parte agarro unos cables del suelo de los que quedaron por ahí tirados con el centinela, acercándome por detrás a Jarkko con todo el sigilo posible para que no se mueva. Después me lanzo por detrás de su cuello, agarrándolo con el brazo mientras que con la otra mano lío los cables alrededor de sus fauces todo lo rápido que puedo. El lobo se retuerce y forcejea, pero mucho menos de lo que podría esperarse en un licántropo que está bien. Mientras trato de controlarlo veo por el rabillo del ojo que Yaroslav está en problemas, así que le doy el aviso a Thalos, como yo no puedo soltar a Jarkko hasta asegurar los nudos. - ¡Thalos! ¡quítale a Ian de encima, dispara a una pata si es necesario, él se curará, pero si muerde a Yaroslav es irreversible! - más vale tener que venir luego a recogerle a que nos acabe mordiendo al ruso, así que espero que no se corte. Una vez tengo asegurados los nudos de las fauces sigo intentando que deje de moverse, así que intento atarle las dos patas traseras para que al menos podamos arrastrarle. Ahí sí que me llevo un zarpazo incontrolado por su parte, recibiendo el corte en el antebrazo. Procuro darme prisa para no recibir otro, liando las patas a toda velocidad hasta que ya no puede ponerse en pie.

- Claro, pongámosle la correa al lobo, solo puede pegarnos un bocado mortal y cosas asi

Me quejaba de vicio, realmente, pues ya estabamos en ello. El ruso loco tenia ganas de morir o algo porque salio disparado para llamar la atencion de Ian...asi que johan y yo no nos demoramos demasiado en hacer lo nuestro. Él se encargó de casi todo, yo le eché un cable conforme lo iba necesitando. Cuando por fin lo ata estoy dispuesto a ayudar a arrastrarlo para sacarlo de ahi.

- Lo arrastramos y lo dejamos afuera vigilado o algo hasta que despierte...a mi coche el perro no se sube! Bastante tengo ya con el elfo y el dragon

Discutí con Johan, hasta que oi su grito de advertencia. Me giré y vi que Ian habia derribado a Yaroslav y preparé mi pistola, con sangre fria, apuntando al lican

- Ni lo menciones... - ya habia pensado en dispararle aun antes que me lo dijera. Una cosa tenia clara y era que no se sobrevivia con paños calientes, ni uno mismo, ni los compañeros a los que se pretendía proteger. Ian podría encajar una bala. Apunté a su pata delantera, una de las que aprisionaba a Yaroslav, y disparé en direccion a su biceps lobuno.

- Ruso, cierra los ojos! - sabia que el tiro lo atraería hacia nosotros asi que acto seguido le lancé una bomba de luz al lobo en todo el hocico. No lo dñaria pero nos daria unos segundos y a él lo confundiria un poco - Johan, sácalo de aqui.

El condenado lobo corría que te cagas....y claro, me acabó pillando. Me derribó boca abajo, peor aun si cabe, boca arriba habria podido defenderme mejor pero asi...poco rango de movimiento tenia.

- Oof! - se me escapó todo el aire cuando plantó sus patazas encima mio. - APARRTA DE ENCIMA, IAN, MALDITA SEA! ME VAS A TENERR QUE PAGARR UNA CHAQUETA NUEVA!!!

No contento con ello me babeó la cara, olisqueandome, parecia una peli de miedo en la que él era el T-Rex asesino y yo el investigador guapo (?). Grité de dolor cuando sentí sus garras perforar mi carne, ademas de todo su peso aplastando mi caja torácica.

- Thalos! - los llame con el aire que me quedaba, pidiendo el relevo. No se hizo esperar....oí un disparo, una orden, y cerré los ojos como me pidió. Vi el flashazo a traves de mis parpados cerrados. En cuanto noté que la presion sobre mi cedia lo mas minimo, me revolví y, con mi martillo, golpeé hacia donde creia que debia de seguir el lobo, sin calcular demasiado bien para no perder valiosas fracciones de segundo. Me puse en pie renqueando un poco yendo hacia otra montonera de escombros, esta mas alta, decidiendo trepar por ellas.
- Vamos Ian, tu no quierres hacer esto....ha?!

La maldita cena que he atrapado no se quiere estar quieta, y encima evitan que pueda hincarle el diente cuando me disparan a una de las patas. Me revuelvo rápidamente con furia, buscando al atacante que ha disparado. Gruño mostrando todos los colmillos cuando doy con Thalos, pero sucede algo más antes de que pueda echar a correr velozmente hacia él para lanzarle a la yugular.

Un enorme destello de algo que lanza provoca que mis ojos queden cegados durante varios segundos, en los que no hago más que gruñir y moverme desorientado de un lado para otro. Recibo así otro martillazo por parte del ruso, cayendo hacia un lado aturdido y dolorido. En cuanto recupero la vista lanzo un aullido lúgubre y profundo, volviendo a correr de nuevo tras Tolstoi.

Lo sigo mientras trepo la montaña de escombros, pero en un momento dado mi pata mueve algún objeto que no debe y la montonera de basura y rocas empieza a ceder. Es entonces cuando la ladera se desplaza y comienza a desmoronarse, provocando que acabe enterrado bajo un montón de cables, metales, piedras, y otras cosas rotas. Termino atrapado de ese modo, gruñendo y haciendo ruidos lastimeros mientras intento salir de ahí, aunque por el momento no vaya a conseguirlo.


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off: Ian fuera de combate

Todo es pelea en este instante: pelea con licántropo, pelea con Thalos porque no quiere que le suba a un lobo al coche...el caso es quejarse. - Joder, Thalos, ni que fuese tu coche, ¡que eso lo has robado! - le echo en cara mientras termino de forcejear con el licántropo, pidiéndole ayuda para poder arrastrar al enorme lobo. - Además, será el coche más inclusivo que jamás se haya visto. Podemos montarle en el techo del coche. Hemos hecho viajes peores, y lo sabes. - le advierto para que no me ponga pegas al viaje multiracial inclusivo en coche desde Bastion Hollow hasta Escocia, ahí es nada.

Enseguida se encarga de disparar a Ian, sin dudar y de manera certera. La bomba de luz , o lo que sea eso, hace el resto. - ¡Tolstoi, corre más! ¡pero suelta el martillo, que así te hundes! - le grito ya de los nervios mientras le veo subir la montaña esa de escombros, agobiándome porque veo que en una de estas Ian le alcanza. Al final los escombros ceden y parte de la montaña se hunde, engullendo al lican con ella. Me siento un poco mal por el chico, pero que se quede ahí encerrado es lo mejor que nos puede pasar por ahora. Se le escucha hacer ruidos, así que debe estar más o menos bien. Luego habrá que venir a por él, cuando pase la luna. Respiro aliviado, esperando a que Yaroslav regrese con nosotros. Está un poco herido, pero nada que no pueda resistir hasta que lleguemos al castillo Le Fay.

"buen equipo, lo mismo valen para atrapar un licántropo que para luchar contra el fin del mundo"

Después comenzamos a arrastrar a Jarkko entre los tres, saliendo de la derruida zonas de reuniones para comenzar a recorrer los laberínticos pasillos de la base. De vez en cuando paramos, que el lobo pesa bastante y cansa. Además, se remueve mucho y es difícil. El caso es que tras poco más de 20 minutos conseguimos abandonar la base, saliendo a la superficie donde nos espera el séquito de Thalos.

Las horas pasan y despierto por fin tras la luna llena, ya destransformado y bajo un montón de escombros que me dejaron aprisionado. En cuanto espabilo escapar algunas quejas de dolor, por los golpes que me soltaron en la cara y el disparo del brazo, demás de estar ahí medio aplastado. Maldigo todo lo habido y por haber, blasfemando cual irlandés borracho por la situación en la que me encuentro. Sigo recordando lo que sucede tras la luna, por aquellas secuelas que me quedaron, pero los recuerdos están como mezclados y confusos, tal vez por lo alterado de mi estado. Sé que no llegue a atacar a Jarkko, pero sí le amenacé de cerca, y no sé qué hubiese pasado si no hubiesen llegado los renegados. El sentimiento de culpabilidad me revuelve las tripas, le había dicho a Jarkko que confiase en mí y he estado a punto de hacerle daño. Definitivamente no me puedo fiar de mi mismo mientras esta dure esta mierda de la falta de magia, ya no controlo nada de lo que hago durante las lunas llenas, y eso que me ha costado mucho tiempo conseguirlo con los entrenamientos del clan. También recuerdo que el maldito Yaroslav me soltó con el martillo en todo el hocico. Sé que tenía que defenderse, al igual que Thalos con el disparo.

Descanso unos minutos más antes de salir, por suerte no me falta el aire al haber dejado en los escombros el hueco del licántropo que era. Al cabo de un rato voy haciendo esfuerzos por ir quitando lo que tengo encima, reptando hacia arriba poco a poco para sacar por fin la mano al exterior. Otros pocos minutos más y por fin consigo salir, sucio, ensangrentado, y en pelotas. Me pongo en pie como puedo, comenzando a caminar lentamente para descender la montaña de escombros. No sé a dónde ir ni qué hacer. Lo único positivo es que sé que Jarkko está ahora en buenas manos, posiblemente en el castillo Le Fay, que es donde están todos refugiados. Tal vez no pase nada por ir allí ahora que acaba de pasar la luna, puede que no ponga en peligro a nadie. Además, me pueden las ganas de ver a mi familia, aunque sea media hora. Salgo por fin de la destruida zona de reuniones, y de la base después de recorrerla, poniendo así rumbo hacia el castillo Le Fay, aunque a pie tardaré varios días en llegar.