Recuerdo del primer mensaje :
La zona de reunión es una de las más amplias de la base subterránea de los renegados. Aquí se reúnen para establecer estrategias de guerra, reacciones ante asaltos y la seguridad de los Renegados. También se guarda el armamento necesario y se da entrenamiento a quien lo necesite.
Chasqueo la lengua ridiculizando ese mote por el que se hace conocer. Scar. De alguna manera era compresible no ir predicando su nombre, y sobretodo su apellido por ahí. Pero ya le valía elegir un apodo menos ridículo que aquel.
- Sí - respondo secamente. Su siguiente pregunta era ahora que más me punzaba. Hasta ahora el problema era que yo sabía que ella estaba aquí, pero y ella... qué diablos haría ella cuando me encontrase aquí. Dudo que le tome por sorpresa. Seguro que seguía por ahí 'rompiendo corazones' como ella decía, y yo, para ser honesto, fingiendo hasta ahora que sólo fue una amante más. - Pues no, supongo que no lo sabe, de lo contrario no hubiera venido aquí - a lo mejor estaba preejuzgándola pero mi experiencia no me ayudaba a tener una imagen mejor de ella.
Sin embargo, el cansancio y la desgana me abandonan un poco cuando Thalos afirma que la vió. Soy tan idiota que por un momento me siento afortunado de estar con una persona que ha tenido contacto con ella. Sonrío algo nostálgico cuando me dice que vino ''algo puerca'', ya sabía que toda la buena educación y elegancia que le podían haber enseñado en su familia la tiró por tierra en menos de lo que canta un gallo, convirtiéndose, como Thalos dice, en una superviviente. Y era verdad, agallas no le faltaban, no sabía si seguía traficando con drogas, en cierto modo me alegraba saber que se uniría a nosotros, si no huía otra vez al verme, claro. Mi compañero ha sido breve y más o menos directo, lo habitual en él.
Thalos se va hacia la mesa de la sala ojeando su galeón... mientras me quedo de pie como un pasmarote pensando qué podría preguntarle más, la curiosidad ahora me mataba.
- Oye, ¿mantiene su mal carácter? - hice una pequeña pausa, Thalos era poco hablador, así que me dispuse a contarle algo para comprendiese porqué necesitaba saber sobre ella - Mira... estuve con ella hace años, quiero saber qué encontraré cuando la vea...
- Sí - respondo secamente. Su siguiente pregunta era ahora que más me punzaba. Hasta ahora el problema era que yo sabía que ella estaba aquí, pero y ella... qué diablos haría ella cuando me encontrase aquí. Dudo que le tome por sorpresa. Seguro que seguía por ahí 'rompiendo corazones' como ella decía, y yo, para ser honesto, fingiendo hasta ahora que sólo fue una amante más. - Pues no, supongo que no lo sabe, de lo contrario no hubiera venido aquí - a lo mejor estaba preejuzgándola pero mi experiencia no me ayudaba a tener una imagen mejor de ella.
Sin embargo, el cansancio y la desgana me abandonan un poco cuando Thalos afirma que la vió. Soy tan idiota que por un momento me siento afortunado de estar con una persona que ha tenido contacto con ella. Sonrío algo nostálgico cuando me dice que vino ''algo puerca'', ya sabía que toda la buena educación y elegancia que le podían haber enseñado en su familia la tiró por tierra en menos de lo que canta un gallo, convirtiéndose, como Thalos dice, en una superviviente. Y era verdad, agallas no le faltaban, no sabía si seguía traficando con drogas, en cierto modo me alegraba saber que se uniría a nosotros, si no huía otra vez al verme, claro. Mi compañero ha sido breve y más o menos directo, lo habitual en él.
Thalos se va hacia la mesa de la sala ojeando su galeón... mientras me quedo de pie como un pasmarote pensando qué podría preguntarle más, la curiosidad ahora me mataba.
- Oye, ¿mantiene su mal carácter? - hice una pequeña pausa, Thalos era poco hablador, así que me dispuse a contarle algo para comprendiese porqué necesitaba saber sobre ella - Mira... estuve con ella hace años, quiero saber qué encontraré cuando la vea...
Le tomó un buen rato de caminar por los pasillos, siguiendo a personas que no conocía y no la conocían para darse cuenta a donde iban. Trataba de cubrirse el rostro lo más posible, o agacharlo cuando podía para que no sospecharan de ella, no tenía muchas ganas de explicar todo lo que había pasado y lo que hacía en aquel lugar. Seguramente eran una pandilla de ariscos, y con el buen humor que se cargaba no quería echarlo todo a la basura.
Llegó al final a una sala amplia, donde ya había un par de personas discutiendo alguna cuestión. Se mantuvo cerca de la pared, recargándose en ella y tratando de no interrumpir mientras escuchaba un poco la conversación, que de buenas a primeras no sabía bien de que se trataba. Parecía que hablaban de una chica, pero no alcanzó de todo a escuchar el nombre. En aquel lugar, cercana a la puerta por si había que salir rápidamente, esperó a que Reiv entrara, a ver que le parecía la conversación a él. Esperaba que él encontrara un poco más de sentido que el que ella podía ver.
Aunque fijándose bien, reconoció a uno de los que estaban discutiendo en la habitación. Era el hombre que había sacado al niño de las habitaciones aquella mañana, antes de que se levantaran.- Mira, él estuvo temprano en la habitación, recogió a un niño pequeño.- Le dijo a Reiv en voz baja, procurando no perder detalle de él. El parche en su ojo le parecía que era una buena historia que contar, aunque parecía bastante arisco como para hacerlo. Seguramente no le preguntaría, pero Johan quizás sabría las razones.- Creo que hemos llegado tarde a la reunión.- Susurró en voz baja al ver que no comprendía la mitad de lo que decían.
Llegó al final a una sala amplia, donde ya había un par de personas discutiendo alguna cuestión. Se mantuvo cerca de la pared, recargándose en ella y tratando de no interrumpir mientras escuchaba un poco la conversación, que de buenas a primeras no sabía bien de que se trataba. Parecía que hablaban de una chica, pero no alcanzó de todo a escuchar el nombre. En aquel lugar, cercana a la puerta por si había que salir rápidamente, esperó a que Reiv entrara, a ver que le parecía la conversación a él. Esperaba que él encontrara un poco más de sentido que el que ella podía ver.
Aunque fijándose bien, reconoció a uno de los que estaban discutiendo en la habitación. Era el hombre que había sacado al niño de las habitaciones aquella mañana, antes de que se levantaran.- Mira, él estuvo temprano en la habitación, recogió a un niño pequeño.- Le dijo a Reiv en voz baja, procurando no perder detalle de él. El parche en su ojo le parecía que era una buena historia que contar, aunque parecía bastante arisco como para hacerlo. Seguramente no le preguntaría, pero Johan quizás sabría las razones.- Creo que hemos llegado tarde a la reunión.- Susurró en voz baja al ver que no comprendía la mitad de lo que decían.
Al final acabamos yendo los dos hacia la sala de reuniones, las intenciones de cotillear son más fuertes que las ganas de ponerse a trabajar ahora mismo. Me dejo al dragón en las habitaciones, más tarde volveré a por él y lo sacaré al aire libre. Mientras avanzamos le voy indicando a Juliet por dónde quedan los baños, el comedor, la salida principal, etc...para si tiene que moverse o salir ella sola no se pierda.
Finalmente llegamos a la sala a la que está dirigiéndose la gente, que más que una sala parece una especie de nave industrial grande, con aspecto de almacén de armas y demás. Ya hay unos cuantos tipos que no conozco por allí reunidos, y como convocantes (o eso parecen al estar en el centro) Thalos Draven y otro tío que no conozco. Me acerco más a Juliet, hablando en voz baja para que sólo me escuche ella.
- Sí, el del parche sé quién es. Era otro enemigo. El muy puto me disparó una vez. - tampoco es raro, sólo tenía enemigos por aquella época. - No sé si llegamos tarde, pero seguro que falta más gente. Es raro que no esté Johan. - que yo sepa él solía estar en casi todas las reuniones, así que puede que le haya pasado algo. Me enteraré también. - Espera, voy a preguntar de qué va esto.- Decido acercarme un poco a Thalos y al otro, interviniendo aunque estén hablando de a saber qué. Pregunto a ambos, aunque a Thalos lo miro regular, rencores y tal. - ¿Habéis visto a Johan? Traigo a alguien que quiso "reclutar". Y otra cosa...¿esto de qué va? ¿tenéis una reunión importante o algo así? Si se está acabando el mundo, más todavía, quiero enterarme.
Finalmente llegamos a la sala a la que está dirigiéndose la gente, que más que una sala parece una especie de nave industrial grande, con aspecto de almacén de armas y demás. Ya hay unos cuantos tipos que no conozco por allí reunidos, y como convocantes (o eso parecen al estar en el centro) Thalos Draven y otro tío que no conozco. Me acerco más a Juliet, hablando en voz baja para que sólo me escuche ella.
- Sí, el del parche sé quién es. Era otro enemigo. El muy puto me disparó una vez. - tampoco es raro, sólo tenía enemigos por aquella época. - No sé si llegamos tarde, pero seguro que falta más gente. Es raro que no esté Johan. - que yo sepa él solía estar en casi todas las reuniones, así que puede que le haya pasado algo. Me enteraré también. - Espera, voy a preguntar de qué va esto.- Decido acercarme un poco a Thalos y al otro, interviniendo aunque estén hablando de a saber qué. Pregunto a ambos, aunque a Thalos lo miro regular, rencores y tal. - ¿Habéis visto a Johan? Traigo a alguien que quiso "reclutar". Y otra cosa...¿esto de qué va? ¿tenéis una reunión importante o algo así? Si se está acabando el mundo, más todavía, quiero enterarme.
La teletransportación hizo mella en mi. Todo dio vueltas por momentos y la negrura regresó. Desorientado apoyé el peso en la muleta que había de permitirme no caer al suelo. Esa fue la primera imagen que el resto debieron obtener de mi: Un elfo oscuro pálido, cansado, ojeroso y con cara de haber sido apalizado recientemente. Al menos iba decentemente peinado, con el largo pelo cayendo en una muy apretada coleta y largos mechones por otros lados. Con ropa típica de los elfos, que por ser para gente algo más… Delgada que yo, se ceñía con fuerza a la piel hasta el punto de marcar algo toda forma, y una larga capa que casi llegaba al suelo. La sangre que había perdido o donado me daba una imagen terrible, y la herida del cuello, fresca y al descubierto, hablaba bastante de mi actual estado. Mi cuerpo luchaba por mantenerse despierto.
Cerré brevemente los ojos antes de murmurar a Yaroslav un -Gracias- por haberme facilitado el viaje, y de abrir los ojos para, poco a poco, recuperar la visión. Una que no me dejó indiferente. Habían cuatro personas. Dos me sonaban. Las otras dos no. Las que menos impacto me causaron fueron un hombre y una mujer, que parecían haber llegado recientemente por sus preguntas. Las otras dos debían haber sido interrumpidas en cual fuera su conversación. Y esas dos me hacían temer mucho más.
Uno de ellos era el… El padre que había visto en China Town. Con su hijo. Que no me matara aquel día tal vez significara que había comprendido mi acto, mi intento por proteger al chaval. Pero por otra parte dudo que olvidara rápidamente aquello. Y mucho menos que pudiera hablarme sin rencores. El otro tal vez fuera irreconciliable. Su rostro me sonaba… A pesar de lo mucho que había olvidado de esa época, en la que ejercía de Ejecutor, en campos. Las muchas palizas que di a prisioneros, los muchos que pasaron por mi mano… Y mis desprecios.
No habría olvidado aquello. Yo no lo había hecho ni tras los muchos intentos de los científicos para que lo hiciera. Pero no tenía pensado que eso fuera a opacar mi presencia y actuación en la reunión. La vida de muchos podía pender de los resultados de aquello. Sin querer traer ningún asunto personal al asador di un paso al frente, que casi acabó conmigo en el suelo. El mareo me hacía débil. Me temblaba la mano, el aire me faltaba y perdía la nitidez en todo instante.
-... Buenos días.- “No, Ailanthus. Así no. No es lo mejor para gente a la que has intentado matar.” -Yaroslav me ha informado sobre la reunión que aquí me acontecerá, y como vigilante, me ha traído hasta aquí…- Que supieran que estaba “controlado”. A modo de “preso”, y no de invitado. -Soy consciente de todos los… Problemas personales que puede haber pero… Aún cuando me gustaría resolverlos, creo que los actuales acontecimientos son más vitales. Esta base está en el punto de mira de la Alianza, y saben ya de su localización. Lo único que les faltaba concretar son las coordenadas concretas… Y dudo que no hayan obtenido eso ya, de un modo u otro.
Busqué asiento. -Pero no lucharán aquí.- No. Morgana quería algo donde pudiera usar el potencial de la alianza. Máquinas. Ataque aéreo. Había insistido con aquello. -Como ex-capitán de la Alianza Humana, tengo bastante información. Recopilé parte que envié a mi hermano. Y tengo mis propios apuntes.- Silencio. No me creerían. -Y, como el hombre que soy ahora, Ailanthus Sreysnah…- Demasiado cerimoniosa presentación -Estoy dispuesto a compartir todo lo que sé para evitar muertes innecesarias en vuestro bando.
Cerré brevemente los ojos antes de murmurar a Yaroslav un -Gracias- por haberme facilitado el viaje, y de abrir los ojos para, poco a poco, recuperar la visión. Una que no me dejó indiferente. Habían cuatro personas. Dos me sonaban. Las otras dos no. Las que menos impacto me causaron fueron un hombre y una mujer, que parecían haber llegado recientemente por sus preguntas. Las otras dos debían haber sido interrumpidas en cual fuera su conversación. Y esas dos me hacían temer mucho más.
Uno de ellos era el… El padre que había visto en China Town. Con su hijo. Que no me matara aquel día tal vez significara que había comprendido mi acto, mi intento por proteger al chaval. Pero por otra parte dudo que olvidara rápidamente aquello. Y mucho menos que pudiera hablarme sin rencores. El otro tal vez fuera irreconciliable. Su rostro me sonaba… A pesar de lo mucho que había olvidado de esa época, en la que ejercía de Ejecutor, en campos. Las muchas palizas que di a prisioneros, los muchos que pasaron por mi mano… Y mis desprecios.
No habría olvidado aquello. Yo no lo había hecho ni tras los muchos intentos de los científicos para que lo hiciera. Pero no tenía pensado que eso fuera a opacar mi presencia y actuación en la reunión. La vida de muchos podía pender de los resultados de aquello. Sin querer traer ningún asunto personal al asador di un paso al frente, que casi acabó conmigo en el suelo. El mareo me hacía débil. Me temblaba la mano, el aire me faltaba y perdía la nitidez en todo instante.
-... Buenos días.- “No, Ailanthus. Así no. No es lo mejor para gente a la que has intentado matar.” -Yaroslav me ha informado sobre la reunión que aquí me acontecerá, y como vigilante, me ha traído hasta aquí…- Que supieran que estaba “controlado”. A modo de “preso”, y no de invitado. -Soy consciente de todos los… Problemas personales que puede haber pero… Aún cuando me gustaría resolverlos, creo que los actuales acontecimientos son más vitales. Esta base está en el punto de mira de la Alianza, y saben ya de su localización. Lo único que les faltaba concretar son las coordenadas concretas… Y dudo que no hayan obtenido eso ya, de un modo u otro.
Busqué asiento. -Pero no lucharán aquí.- No. Morgana quería algo donde pudiera usar el potencial de la alianza. Máquinas. Ataque aéreo. Había insistido con aquello. -Como ex-capitán de la Alianza Humana, tengo bastante información. Recopilé parte que envié a mi hermano. Y tengo mis propios apuntes.- Silencio. No me creerían. -Y, como el hombre que soy ahora, Ailanthus Sreysnah…- Demasiado cerimoniosa presentación -Estoy dispuesto a compartir todo lo que sé para evitar muertes innecesarias en vuestro bando.
Habia visto una sonrisa nostalgica en su cara cuando le dije como me la encontré a ella. Alex aun tarda un rato aun en volver a preguntarme algo sobe la chica en cuestion. Da la sensacion de que se esta conteniendo, pero que la curiosidad es mas fuerte que el.
-Mal caracter....si, tiene bastante mala hostia. - sonrio de lado mirandolo a medias cuando se pone a darme explicaciones. No me hacian falta. Me habia hecho a la idea. Miro al chico con una sonrisa algo socarrona...habian tenido algo. ¿Que qué se iba a encontrar?
- Un arma cargada. -eso es lo que iba a encontrarse. Lo señalo con mi indice antes de volver la mirada a la puerta, alzando mi ceja. -Es lo que consigues por enamorarte.
"una absoluta mierda"
Tenemos visita, por fin. Pero...no quienes esperaba. Una chica, como pelirroja, a la cual no conozco....y Reiv. Ninguno era Renegado. Aun no se dignan a entrar asi que desvio un momento la vista hacia Eason. Podia empatizar en cierto modo con su estado actual.
-Eh, ahi arriba lo has hecho bien. Concéntrate.
El castaño por fin se adelanta y habla, pidiendo informacion de Johan y diciendo que viene acompañando a alguien que Johan queria reclutar, aunque dice esa palabra con un tono algo rarito. Lo miro con cara de malas pulgas pero decido contestarle.
-Johan ha salido con unos cuantos de los nuestros al hospital. Misión de abastecimiento. ¿Quien es ese alguien? - mi ojo se posa en Juliet. Probablemente se refiriese a ella, lo cual explicaria el asunto. Ahora que lo recuerdo...cuando me llamo para ir a conocer a Scar, dijo que faltaba otra. Tendria sentido.
"vaya con el crio, pero que impaciente"
-Pues te esperas a que llegue mas gente porque no lo vamos a repetir infinitas veces. - le contesté asi a Reiv. Johan podia ser amable con él, yo no tenia por qué.
El chasquido de la aparicion me hace girar el rostro hacia dos recien llegados peliblancos. A uno lo conozco mas que de sobra, el ruso...el otro no tanto. Permanezco con las dos manos apoyadas en la mesa, de pie, mirando a los que acaban de llegar. En concreto al elfo, que tiene un aspecto de pena comparado a la ultima vez que lo vi. Afortunadamente Johan me habia informado del asunto via mensaje de moneda. Me habia dicho que fue Chloe quien entró al herido capitan de la alianza, o ya no tan capitan, y a su hermano, un mercenario. Los que vi en China Town, vaya. Que la chica lo habia hecho sin pedir permiso....Estos Hacksaw, siempre liandola.
En fin, que el pobre diablo ese era el mismo que habia puesto un cuchillo en la garganta de mi hijo, pero tambien era el mismo que no le habia hecho ningun daño pese a poder hacerlo, y lo habia protegido en cierto modo. De lo unico que podia acusarlo era de hacerlo llorar descontroladamente y de pegarle el susto de su vida. Y de eso me encargaría en darle su merecido, sin lugar a duda...pero este no era el momento. Me lo reservaria para otra ocasion, mucho mas "intima".
-En lo que a mi respecta, nuestra balanza de sangre está a cero. Amenazaste a mi hijo y eso no lo perdono, pero tambien lo protegiste de Morgana.
Observé al Tolstoi cuando lo mencionó intuyendo que Johan le habria pedido que lo vigilase en todo momento. Una especie de prisionero con ventajas y condescendencias. Sonrei de lado de modo enigmatico acordandome de mis dias aqui como prisionero. Del por culo que les di. No lo recordaba todo, pero....
Luego miré a Reiv. Bueno, ahi tienes mas o menos tu explicacion de lo que esta pasando, chaval. Si aguantas y tienes paciencia, igual llegues a saber mas cosas que te has perdido. El drow se agarra a hablarnos de las rencillas personales, que sabe que existen, que si las solucionaremos luego....en fin, palabreria. Yo ya lo tenia decidido desde que lo vi aparecer ahi. Pongo la mirada en blanco por lo pomposo de su presentacion, nombre y apellido incluidos que por mi parte ya conocia, soltando un breve resoplido, esperando a que termine. Luego hago un gesto como de " y bien?"
-Que, ya has terminado? Bien, pues asi estan las cosas. Eason y yo hemos encontrado a un blood keeper ahi arriba, chipeado hasta hace nada, que se ha puesto a cantar y a decir que lo habian enviado a posta para localizarnos y mas cosas que no os terminan de incumbir. Asi que sí, estaba muy cerca de la entrada. Podemos asumir que saben donde estamos, que su espia ha fracasado y que saben que tienen poco tiempo. En ocasiones como esta lo que hacemos es evacuar. Niños, heridos, enfermos...el que se queda lo hace bajo su puta propia responsabilidad.
Se nos habian sumado algunos renegados mas (pnj, que si no esto parece un desierto) conforme hablabamos. Lo importante es que se enterasen de la situacion de riesgo y que habia que evacuar a los no aptos para la lucha .Que seria en campo abierto...era casi de suponer .Que ventaja tenian los militares aqui abajo?
-Prepararemos un contraataque
Entonces, la moneda que tenia en mi mano bajo la mesa se recalienta. La levanto para leerla, es Johan. Que evacuemos, dice....seh, eso ya lo habia presupuesto yo. Vuelvo a guardarla donde corresponde.
-No perdamos tiempo. Ya sabeis cuales son los lugares de evacuacion para estos casos, a donde teneis que ir o llevar a los que no pueden pelear a refugiaros. -al menos, los renegados si que lo sabian. Pero a mi, ahora con Reed a salvo, lo que me interesaba era el contraataque, sin lugar a dudas.
-Mal caracter....si, tiene bastante mala hostia. - sonrio de lado mirandolo a medias cuando se pone a darme explicaciones. No me hacian falta. Me habia hecho a la idea. Miro al chico con una sonrisa algo socarrona...habian tenido algo. ¿Que qué se iba a encontrar?
- Un arma cargada. -eso es lo que iba a encontrarse. Lo señalo con mi indice antes de volver la mirada a la puerta, alzando mi ceja. -Es lo que consigues por enamorarte.
"una absoluta mierda"
Tenemos visita, por fin. Pero...no quienes esperaba. Una chica, como pelirroja, a la cual no conozco....y Reiv. Ninguno era Renegado. Aun no se dignan a entrar asi que desvio un momento la vista hacia Eason. Podia empatizar en cierto modo con su estado actual.
-Eh, ahi arriba lo has hecho bien. Concéntrate.
El castaño por fin se adelanta y habla, pidiendo informacion de Johan y diciendo que viene acompañando a alguien que Johan queria reclutar, aunque dice esa palabra con un tono algo rarito. Lo miro con cara de malas pulgas pero decido contestarle.
-Johan ha salido con unos cuantos de los nuestros al hospital. Misión de abastecimiento. ¿Quien es ese alguien? - mi ojo se posa en Juliet. Probablemente se refiriese a ella, lo cual explicaria el asunto. Ahora que lo recuerdo...cuando me llamo para ir a conocer a Scar, dijo que faltaba otra. Tendria sentido.
"vaya con el crio, pero que impaciente"
-Pues te esperas a que llegue mas gente porque no lo vamos a repetir infinitas veces. - le contesté asi a Reiv. Johan podia ser amable con él, yo no tenia por qué.
El chasquido de la aparicion me hace girar el rostro hacia dos recien llegados peliblancos. A uno lo conozco mas que de sobra, el ruso...el otro no tanto. Permanezco con las dos manos apoyadas en la mesa, de pie, mirando a los que acaban de llegar. En concreto al elfo, que tiene un aspecto de pena comparado a la ultima vez que lo vi. Afortunadamente Johan me habia informado del asunto via mensaje de moneda. Me habia dicho que fue Chloe quien entró al herido capitan de la alianza, o ya no tan capitan, y a su hermano, un mercenario. Los que vi en China Town, vaya. Que la chica lo habia hecho sin pedir permiso....Estos Hacksaw, siempre liandola.
En fin, que el pobre diablo ese era el mismo que habia puesto un cuchillo en la garganta de mi hijo, pero tambien era el mismo que no le habia hecho ningun daño pese a poder hacerlo, y lo habia protegido en cierto modo. De lo unico que podia acusarlo era de hacerlo llorar descontroladamente y de pegarle el susto de su vida. Y de eso me encargaría en darle su merecido, sin lugar a duda...pero este no era el momento. Me lo reservaria para otra ocasion, mucho mas "intima".
-En lo que a mi respecta, nuestra balanza de sangre está a cero. Amenazaste a mi hijo y eso no lo perdono, pero tambien lo protegiste de Morgana.
Observé al Tolstoi cuando lo mencionó intuyendo que Johan le habria pedido que lo vigilase en todo momento. Una especie de prisionero con ventajas y condescendencias. Sonrei de lado de modo enigmatico acordandome de mis dias aqui como prisionero. Del por culo que les di. No lo recordaba todo, pero....
Luego miré a Reiv. Bueno, ahi tienes mas o menos tu explicacion de lo que esta pasando, chaval. Si aguantas y tienes paciencia, igual llegues a saber mas cosas que te has perdido. El drow se agarra a hablarnos de las rencillas personales, que sabe que existen, que si las solucionaremos luego....en fin, palabreria. Yo ya lo tenia decidido desde que lo vi aparecer ahi. Pongo la mirada en blanco por lo pomposo de su presentacion, nombre y apellido incluidos que por mi parte ya conocia, soltando un breve resoplido, esperando a que termine. Luego hago un gesto como de " y bien?"
-Que, ya has terminado? Bien, pues asi estan las cosas. Eason y yo hemos encontrado a un blood keeper ahi arriba, chipeado hasta hace nada, que se ha puesto a cantar y a decir que lo habian enviado a posta para localizarnos y mas cosas que no os terminan de incumbir. Asi que sí, estaba muy cerca de la entrada. Podemos asumir que saben donde estamos, que su espia ha fracasado y que saben que tienen poco tiempo. En ocasiones como esta lo que hacemos es evacuar. Niños, heridos, enfermos...el que se queda lo hace bajo su puta propia responsabilidad.
Se nos habian sumado algunos renegados mas (pnj, que si no esto parece un desierto) conforme hablabamos. Lo importante es que se enterasen de la situacion de riesgo y que habia que evacuar a los no aptos para la lucha .Que seria en campo abierto...era casi de suponer .Que ventaja tenian los militares aqui abajo?
-Prepararemos un contraataque
Entonces, la moneda que tenia en mi mano bajo la mesa se recalienta. La levanto para leerla, es Johan. Que evacuemos, dice....seh, eso ya lo habia presupuesto yo. Vuelvo a guardarla donde corresponde.
-No perdamos tiempo. Ya sabeis cuales son los lugares de evacuacion para estos casos, a donde teneis que ir o llevar a los que no pueden pelear a refugiaros. -al menos, los renegados si que lo sabian. Pero a mi, ahora con Reed a salvo, lo que me interesaba era el contraataque, sin lugar a dudas.
Chasqueo la lengua seguido de una sonrisa bastante irónica. Era difícil decidirme entre una Alexa con buen carácter o una con mala hostia tal y como la conocí. Poco a poco me voy a acercando con los bolsillos en los pantalones del pantalón hacia la mesa principal de la sala a la vez que comienzo a escuchar pasos de la gente que debe de estar a punto de entrar. Pero dejo zanjar a Thalos con la respuesta a mi última pregunta. Con resignación escucho que lo iba encontrar en ella era un arma cargada. Supongo que, a mi pesar, no lo podría haber descrito mejor. Sólo esperaba que ese arma cargada se encontrase apuntando hacia mí. Con perplejidad respondo cuando Thalos da por hecho que estoy enamorado. Todavía.
Después de esta breve conversación logro recomponer mi actitud, incitado además por Thalos, es algo que le agradezco con una mueca de confianza y me posiciono junto a él para comenzar a informar a la gente sobre lo que se nos venía encima. Una chica pelirroja junto con otro que no llego a caer en su identidad entran por la puerta. Éste último no tarda en pedir explicaciones, lo cual me parece bastante entrometido, no me suena su cara y ni me parece que venga por aquí habitualmente. Thalos se encarga de responderle fulminantemente, y yo lo hago pero con una mirada similar. Me fijo algo más en la joven con la misma dureza en la mirada, tiene una de esas caras que incitan a la generosidad, aunque tampoco me recuerda haberla visto aquí nunca.
Me pilla por sorpresa la aparición de Yaroslav... con... - ¡Venga ya! ¿¡Qué diablos es esto!? - manifiesto espontáneamente al ver al capitán tránsfugo de la Alianza allí. Si habían intentando colarnos al líder Blood Keeper en la base ¿por qué no iban a hacerlo con su propio capitán en calidad de mártir? Thalos reacciona con mas sosiego y firmeza. Yo sin embargo me aprieto lo puños para no abalanzarme sobre él, y más aún después de haberle arrancado el chip a un tío que seguramente fue detenido por su culpa. A medida que va hablando se me pasan imágenes de mis padres por la cabeza en los campos, y aunque parece que es consciente del daño que ha hecho, si estaba allí en calidad de preso no puedo más que aferrarme a la idea de que realmente no sea otra cabeza de turco de la Alianza y realmente nos ayude.
Ailanthus, así recordé que le llamaban el periódico. En los campos, cuando era un adolescente y lo vi por primera vez le miré ilusionado con que me sacase a mí y a mi familia de allí, cuando todavía no habían empezado las torturas y los experimentos que él mismo ordenaba. Y ahora lo tenía allí delante, bajo mi vigilancia ya estaría con la cara irreconocible. Más valía que su ayuda y la información que nos estaba dando compensase todas aquellas palizas porque si no le iba a arrancar yo mismo el cuello de cuajo tardase lo que tardase.
Es evidente que trato de no entrar en cólera con el traidor, Thalos toma la palabra para explicar todo lo sucedido. Intercalo miradas de desconfianza con los brazos cruzados a cualquier cosa que pudiera hacer o decir Ailanthus, con miradas más atentas a Thalos. Cuando termina alentando a llevar a cabo el plan de evacuación cuanto antes considero que todo está dicho, doy un golpe en la mesa dándolo por terminado. Sólo nos quedaba esperar a los demás que estaban con Johan, entre ellos Alexa, y organizar a los que íbamos a luchar el contraataque, sin embargo, aquello podía empezar en cualquier momento, lo cual me lleva irremediablemente a preguntar a Thalos. - ¿Esperaremos a Johan para organizarlos? Deberíamos asegurarnos de que llegarán de una pieza. - le comento en voz baja fuera de los oídos de los demás, en mi subconsciente quizás estaba palpitando la figura de Alexa.
Después de esta breve conversación logro recomponer mi actitud, incitado además por Thalos, es algo que le agradezco con una mueca de confianza y me posiciono junto a él para comenzar a informar a la gente sobre lo que se nos venía encima. Una chica pelirroja junto con otro que no llego a caer en su identidad entran por la puerta. Éste último no tarda en pedir explicaciones, lo cual me parece bastante entrometido, no me suena su cara y ni me parece que venga por aquí habitualmente. Thalos se encarga de responderle fulminantemente, y yo lo hago pero con una mirada similar. Me fijo algo más en la joven con la misma dureza en la mirada, tiene una de esas caras que incitan a la generosidad, aunque tampoco me recuerda haberla visto aquí nunca.
Me pilla por sorpresa la aparición de Yaroslav... con... - ¡Venga ya! ¿¡Qué diablos es esto!? - manifiesto espontáneamente al ver al capitán tránsfugo de la Alianza allí. Si habían intentando colarnos al líder Blood Keeper en la base ¿por qué no iban a hacerlo con su propio capitán en calidad de mártir? Thalos reacciona con mas sosiego y firmeza. Yo sin embargo me aprieto lo puños para no abalanzarme sobre él, y más aún después de haberle arrancado el chip a un tío que seguramente fue detenido por su culpa. A medida que va hablando se me pasan imágenes de mis padres por la cabeza en los campos, y aunque parece que es consciente del daño que ha hecho, si estaba allí en calidad de preso no puedo más que aferrarme a la idea de que realmente no sea otra cabeza de turco de la Alianza y realmente nos ayude.
Ailanthus, así recordé que le llamaban el periódico. En los campos, cuando era un adolescente y lo vi por primera vez le miré ilusionado con que me sacase a mí y a mi familia de allí, cuando todavía no habían empezado las torturas y los experimentos que él mismo ordenaba. Y ahora lo tenía allí delante, bajo mi vigilancia ya estaría con la cara irreconocible. Más valía que su ayuda y la información que nos estaba dando compensase todas aquellas palizas porque si no le iba a arrancar yo mismo el cuello de cuajo tardase lo que tardase.
Es evidente que trato de no entrar en cólera con el traidor, Thalos toma la palabra para explicar todo lo sucedido. Intercalo miradas de desconfianza con los brazos cruzados a cualquier cosa que pudiera hacer o decir Ailanthus, con miradas más atentas a Thalos. Cuando termina alentando a llevar a cabo el plan de evacuación cuanto antes considero que todo está dicho, doy un golpe en la mesa dándolo por terminado. Sólo nos quedaba esperar a los demás que estaban con Johan, entre ellos Alexa, y organizar a los que íbamos a luchar el contraataque, sin embargo, aquello podía empezar en cualquier momento, lo cual me lleva irremediablemente a preguntar a Thalos. - ¿Esperaremos a Johan para organizarlos? Deberíamos asegurarnos de que llegarán de una pieza. - le comento en voz baja fuera de los oídos de los demás, en mi subconsciente quizás estaba palpitando la figura de Alexa.
Conseguimos abandonar Londres rápidamente gracias a la moto, llegando en poco tiempo a las afueras de la ciudad, más libres de peligros de centinelas y sistemas antidesaparición. En la periferia bajamos de la moto, la cual guardé en una de las tres cápsulas (las otras dos son las que entregué a Scar y a Vanessa para la misión). Cargué a Scar al hombro y sujeté a Vanessa por el brazo, concentrándome unos segundos antes de usar la desaparición. Casi de manera instantánea aparecemos en la zona que utilizamos para reuniones, que es el sitio que escogí al saber que debían estar todos allí reunidos, según me dijo Thalos. Mucho más efectivo que esperar que alguien acuda a la enfermería, allí habría más gente.
Aparecemos justo en medio de la reunión, al lado de Thalos y Alex. Suelto el brazo de Vanessa para que pueda moverse, y a Scar la cojo un poco mejor, bajándola de mi hombro para sujetarla con ambos brazos. - Buscad a algún sanador, necesitamos saber qué le ha pasado. Han conseguido salir del hospital por su propio pie, pero la he encontrado así. - dejo a la muchacha sobre una mesa metálica, echando después un vistazo alrededor, para comprobar los asistentes. Yaroslav seguía vigilando a Ailanthus, así que todo correcto. Espero que su hermano le haga el relevo en algún momento, para que no se canse. Alex y Thalos llevaban la voz cantante en la reunión, así que seguro que pueden seguir según lo acordado antes, evacuación. Luego pensamos el resto.
Me extraña ver a Reiv por allí, pero lo comprendo al verlo acompañado de Juliet, a la que saludo con un gesto de la cabeza. - Veo que al final decidiste acercarte por aquí. Ya pensé que no vendrías...luego hablo contigo, tengo que volver a irme.- me dirijo directamente a Juliet, evitando esta vez decir su nombre. A Reiv no le digo nada, no tengo tiempo. - Draven, ahora vuelvo, tengo que ir a por el resto de gente. Vanessa os podrá contar más de la misión. - dicho esto me vuelvo a desaparecer, para realizar el mismo procedimiento con el que vine.
Aparecemos justo en medio de la reunión, al lado de Thalos y Alex. Suelto el brazo de Vanessa para que pueda moverse, y a Scar la cojo un poco mejor, bajándola de mi hombro para sujetarla con ambos brazos. - Buscad a algún sanador, necesitamos saber qué le ha pasado. Han conseguido salir del hospital por su propio pie, pero la he encontrado así. - dejo a la muchacha sobre una mesa metálica, echando después un vistazo alrededor, para comprobar los asistentes. Yaroslav seguía vigilando a Ailanthus, así que todo correcto. Espero que su hermano le haga el relevo en algún momento, para que no se canse. Alex y Thalos llevaban la voz cantante en la reunión, así que seguro que pueden seguir según lo acordado antes, evacuación. Luego pensamos el resto.
Me extraña ver a Reiv por allí, pero lo comprendo al verlo acompañado de Juliet, a la que saludo con un gesto de la cabeza. - Veo que al final decidiste acercarte por aquí. Ya pensé que no vendrías...luego hablo contigo, tengo que volver a irme.- me dirijo directamente a Juliet, evitando esta vez decir su nombre. A Reiv no le digo nada, no tengo tiempo. - Draven, ahora vuelvo, tengo que ir a por el resto de gente. Vanessa os podrá contar más de la misión. - dicho esto me vuelvo a desaparecer, para realizar el mismo procedimiento con el que vine.
La respuesta de Thalos resulta poco amable, aunque no me esperaba otra cosa de él. Hay demasiada gente aquí que me cae mal, pero no tengo por qué ser amigo suyo, con que me apañe el lugar es suficiente. - No creo que cueste tanto repetir la mierda de plan que tengáis, que seguro que se resume en dos palabras. - replico con cara de 'me caes jodidamente mal', sin que haya más necesidad de cruzar palabra con él. Retrocedo un par de pasos, regresando con Juliet. A ella le iría cuchicheando a continuación todos los trapos sucios que van a ir saliendo, para que se entera de la película y deje de estar perdida. - Este fue un soldado traidor, pero ahora es amigo de mi hermano. Siempre fue un idiota. El de al lado no lo conozco. - otra sorpresa, se han traído al drow capitán de la Alianza. Más tontos y no nacen. Me río por lo bajo, casi me divierte la situación. Me divertiría del todo si no fuese porque me quedo sin un sitio más al que acudir. El negro se pone modo apocalíptico, diciendo que puede que nos hayan localizado ya. Y luego se ofrece a ayudar, aparentemente de manera desinteresada. Todo muy raro. Sigo cotilleando con Juliet, en susurros.
- Y ese es un capitán de la Alianza, lo extraño es que le dejasen llegar a líder. Ahora lo han metido aquí. Están como cabras. - me mantendría callado, pero qué se le va a hacer, buscar líos y enfrentamientos me sale casi de manera natural, así que ... - ¿Y toda esa vena altruista por qué? ¿por qué quieres ayudar a los renegados? son unos muertos de hambre sin capacidad ofensiva real, hay que reconocer eso. - me gano algunas miradas de mal genio entre los renegados de alrededor, pero sigo hablando.
- A no ser que los quieras porque son tu única forma de mantenerte vivo ahora que has dejado el ejército. No se sale así como así de una organización de esas...durarías poco por libre. - eso lo sé bien, vivir por libre es complicado, pero al menos nadie te pide nada. - Va, ahora sigue hablando. Cuenta también tu maravilloso plan. Igual unido al de Thalos llega a buen puerto...- los miro con media sonrisa de burla, es como divertido verlos ocupándose de cómo van a arreglar el desaguisado montado. Luego hablan de Rybar, que lo han visto arriba, husmeando donde no debe. Más traidores libres, esto parece traidorilandia. Después aparece Johan de la nada, llevando del brazo a la chica con la que tonteaba en el baile de Halloween, el muy capullo, teniendo mujer. Y en brazos va la chica que me vaciló en el Moulin. ¿Seguirá de borrachera?. Ah, no, que ha sido en misión. Enseguida se pira de nuevo, él siempre hace eso, te hace caso lo justo. Luego adiós muy buenas. - Capullo...
- Y ese es un capitán de la Alianza, lo extraño es que le dejasen llegar a líder. Ahora lo han metido aquí. Están como cabras. - me mantendría callado, pero qué se le va a hacer, buscar líos y enfrentamientos me sale casi de manera natural, así que ... - ¿Y toda esa vena altruista por qué? ¿por qué quieres ayudar a los renegados? son unos muertos de hambre sin capacidad ofensiva real, hay que reconocer eso. - me gano algunas miradas de mal genio entre los renegados de alrededor, pero sigo hablando.
- A no ser que los quieras porque son tu única forma de mantenerte vivo ahora que has dejado el ejército. No se sale así como así de una organización de esas...durarías poco por libre. - eso lo sé bien, vivir por libre es complicado, pero al menos nadie te pide nada. - Va, ahora sigue hablando. Cuenta también tu maravilloso plan. Igual unido al de Thalos llega a buen puerto...- los miro con media sonrisa de burla, es como divertido verlos ocupándose de cómo van a arreglar el desaguisado montado. Luego hablan de Rybar, que lo han visto arriba, husmeando donde no debe. Más traidores libres, esto parece traidorilandia. Después aparece Johan de la nada, llevando del brazo a la chica con la que tonteaba en el baile de Halloween, el muy capullo, teniendo mujer. Y en brazos va la chica que me vaciló en el Moulin. ¿Seguirá de borrachera?. Ah, no, que ha sido en misión. Enseguida se pira de nuevo, él siempre hace eso, te hace caso lo justo. Luego adiós muy buenas. - Capullo...
No trató de detener a Reiv cuando dijo que pediría información al que le había disparado, más se acercó un poco al centro tras él para poder escuchar lo que decían, incrédula de que la gente pareciera ir olvidando que les dispararon. Parecía que todos podían ir cambiando de bando a como conviniese. Estaba bien si se cambiaban a la causa de los mágicos convencidos, pero también podía ser al revés, y eso quizás haría mucho más daño. De cualquier modo, se acercó lo que pudo: También quería enterarse si estaba sucediendo algo. La mención de Johan le dio un trago amargo. Quizás aún tenía que disculparse con él y con Alexa por dejarlos esperando la última vez, y a ella por desairar ir con ella.
Así como al pirata del parche, ella también reaccionó extrañada ante la palabra "reclutar". No parecía que muchos de los que estaban ahí estuvieran "reclutados". Se veían bastante convencidos de lo que hacían. Cuando los ojos... el ojo del pirata se posó en ella, automáticamente alzó la barbilla. Era un movimiento instintivo que hacía para reconocer que no estaba intimidada por la situación. Ni siquiera sabía por qué lo hacía ya que ya no estaba en el coliseo. Sus ojos también se posaron en el acompañante del hombre, pero no logró darle atención cuando Thalos ya estaba maltratando a Reiv. Alzó una ceja en incredulidad; el mundo estaba lleno de veneno, no había razón para no ser amables de vez en cuando. De cualquier modo, la respuesta de Reiv también dejaba que desear. Oh, cómo odiaba los patriarcados. Lo de "soldado traidor" que le chismeó Reiv sí le llamaba la atención. Se mantuvo lo más impasible que pudo, observando aún la escena.
A medida que llegaba más gente, iba recorriéndose. No quería estar en el centro de la multitud. Eso solo dificultaría sus posibilidades de sobrevivir en caso de que algo pasara... y algo realmente estaba pasando. Un drow entró a la sala, como por arte de magia. Había visto algunos en su vida, pero no los recordaba tan ensangrentados. O al menos no vivos y ensangrentados. A pesar de todo lo alterados que parecían todos, el drow llegó a explicar un poco la situación y a poner algo de orden en la cabeza de la joven pelirroja. No entendió la mitad de lo que dijeron, pues aún no tenía muy claro quien era la alianza, pero lo que sí supo interpretar es que no faltaba mucho para que el lugar volara en pedazos.
Aquello no la dejó nada tranquila. Menos aún cuando le aclaró el moreno que aquel también era un traidor o algo así.- ¿Son todos traidores o qué? Tú también te fuiste de no sé dónde. Qué confianza me das.- Murmuró a Reiv por aquello de que parecía que la mitad de los que estaban habían traicionado algo antes de llegar a la base. De cualquier modo, un contraataque tan improvisado, no estaba segura de que les fuera a salir bien aquello. Se le hacía menos riesgoso, en su cabeza, que hicieran la evacuación. De cualquier forma, si ya tenían las coordenadas del lugar, la base quedaba inhabitable. Pero, pasó lo que siempre tenía que pasar: hombres al control, luchando en desventaja antes que ceder. Su instinto de sobrevivencia le indicaba que estaban locos, y seguramente no le faltaba razón.
No pasó mucho más antes de que otro recién aparecido llegara con más gente a la sala. Johan venía con dos chicas, y una de ellas era, efectivamente, una de las personas a las que pretendía buscar. No tardó mucho Johan en encontrarla entre la gente, aunque estaba segura de que no era tan visible. Respondió el saludo con un asentimiento de cabeza y media sonrisa en el rostro.- Ya me disculparé propiamente en otra ocasión.- Susurró asintiendo a su saludo y dándole libre para que fuera a seguir con la locura de plan que se tramaban.
Dirigió una mirada al moreno que la había traído, justo antes de acercarse unos pasos más a Scar.- Suena a que está dormida.- Murmuró escuchando su respiración mientras llegaba hasta la camilla, tomándole de la mano. La cantidad de personas en la sala le imposibilitaba utilizar los oídos para ver que le pasaba, por lo que procedió a sentirla. Mientras hacía un repaso de su energía, podía sentir una sustancia extraña en su sangre. Algo que no era propio del cuerpo, o quizás sí, no había sentido a muchos humanos antes... Comenzó a rastrear en el cuerpo de la chica, pasando la mano desde su mano hasta su hombro y sintiendo cómo se acumulaban en la base del cuello. Removió los cabellos de la chica, palpando con los dedos el cuello hasta donde sintió una ligera inflamación.- Aquí.- Susurró mientras giraba el rostro de la chica y encontraba el pinchazo con que la habían dejado inconsciente.- Algo le inyectaron. Lo tiene en la sangre pero se concentra en la cabeza. Pudo ser cualquier cosa. Desde somníferos hasta alguna droga que afecte el cerebro... No soy doctor.- Finalizó su diagnóstico con la aclaración, para que si luego se moría o algo no le echaran la culpa a ella... La otra opción era que fuera alguna sustancia normal en los humanos y que sacándola la matara o algo, pero eran riesgos normales en el oficio. Sobre todo cuando no tienes mucha experiencia. Mejor prevenir que lamentar.- Necesito otro humano.
Así como al pirata del parche, ella también reaccionó extrañada ante la palabra "reclutar". No parecía que muchos de los que estaban ahí estuvieran "reclutados". Se veían bastante convencidos de lo que hacían. Cuando los ojos... el ojo del pirata se posó en ella, automáticamente alzó la barbilla. Era un movimiento instintivo que hacía para reconocer que no estaba intimidada por la situación. Ni siquiera sabía por qué lo hacía ya que ya no estaba en el coliseo. Sus ojos también se posaron en el acompañante del hombre, pero no logró darle atención cuando Thalos ya estaba maltratando a Reiv. Alzó una ceja en incredulidad; el mundo estaba lleno de veneno, no había razón para no ser amables de vez en cuando. De cualquier modo, la respuesta de Reiv también dejaba que desear. Oh, cómo odiaba los patriarcados. Lo de "soldado traidor" que le chismeó Reiv sí le llamaba la atención. Se mantuvo lo más impasible que pudo, observando aún la escena.
A medida que llegaba más gente, iba recorriéndose. No quería estar en el centro de la multitud. Eso solo dificultaría sus posibilidades de sobrevivir en caso de que algo pasara... y algo realmente estaba pasando. Un drow entró a la sala, como por arte de magia. Había visto algunos en su vida, pero no los recordaba tan ensangrentados. O al menos no vivos y ensangrentados. A pesar de todo lo alterados que parecían todos, el drow llegó a explicar un poco la situación y a poner algo de orden en la cabeza de la joven pelirroja. No entendió la mitad de lo que dijeron, pues aún no tenía muy claro quien era la alianza, pero lo que sí supo interpretar es que no faltaba mucho para que el lugar volara en pedazos.
Aquello no la dejó nada tranquila. Menos aún cuando le aclaró el moreno que aquel también era un traidor o algo así.- ¿Son todos traidores o qué? Tú también te fuiste de no sé dónde. Qué confianza me das.- Murmuró a Reiv por aquello de que parecía que la mitad de los que estaban habían traicionado algo antes de llegar a la base. De cualquier modo, un contraataque tan improvisado, no estaba segura de que les fuera a salir bien aquello. Se le hacía menos riesgoso, en su cabeza, que hicieran la evacuación. De cualquier forma, si ya tenían las coordenadas del lugar, la base quedaba inhabitable. Pero, pasó lo que siempre tenía que pasar: hombres al control, luchando en desventaja antes que ceder. Su instinto de sobrevivencia le indicaba que estaban locos, y seguramente no le faltaba razón.
No pasó mucho más antes de que otro recién aparecido llegara con más gente a la sala. Johan venía con dos chicas, y una de ellas era, efectivamente, una de las personas a las que pretendía buscar. No tardó mucho Johan en encontrarla entre la gente, aunque estaba segura de que no era tan visible. Respondió el saludo con un asentimiento de cabeza y media sonrisa en el rostro.- Ya me disculparé propiamente en otra ocasión.- Susurró asintiendo a su saludo y dándole libre para que fuera a seguir con la locura de plan que se tramaban.
Dirigió una mirada al moreno que la había traído, justo antes de acercarse unos pasos más a Scar.- Suena a que está dormida.- Murmuró escuchando su respiración mientras llegaba hasta la camilla, tomándole de la mano. La cantidad de personas en la sala le imposibilitaba utilizar los oídos para ver que le pasaba, por lo que procedió a sentirla. Mientras hacía un repaso de su energía, podía sentir una sustancia extraña en su sangre. Algo que no era propio del cuerpo, o quizás sí, no había sentido a muchos humanos antes... Comenzó a rastrear en el cuerpo de la chica, pasando la mano desde su mano hasta su hombro y sintiendo cómo se acumulaban en la base del cuello. Removió los cabellos de la chica, palpando con los dedos el cuello hasta donde sintió una ligera inflamación.- Aquí.- Susurró mientras giraba el rostro de la chica y encontraba el pinchazo con que la habían dejado inconsciente.- Algo le inyectaron. Lo tiene en la sangre pero se concentra en la cabeza. Pudo ser cualquier cosa. Desde somníferos hasta alguna droga que afecte el cerebro... No soy doctor.- Finalizó su diagnóstico con la aclaración, para que si luego se moría o algo no le echaran la culpa a ella... La otra opción era que fuera alguna sustancia normal en los humanos y que sacándola la matara o algo, pero eran riesgos normales en el oficio. Sobre todo cuando no tienes mucha experiencia. Mejor prevenir que lamentar.- Necesito otro humano.
Johan se acerca con la moto al verme salir y buscar a Scar, tendida en el suelo. Se le ve agitado, más de lo normal me refiero, no lo típico de "estamos haciendo algo malo y no nos ha salido como esperábamos". Él me pregunta qué le han hecho, así que respondo.
-Pues un médico idiota, que ha intentado pararnos y le ha clavado una aguja con yo que sé qué.
La carga delante suya en la moto y me pide que suba detrás, no me demoro en hacerle caso. Es un poco extraño estar ahora aquí abrazada a él... pero no tengo la cabeza como para tonterías, Scar puede estar muriéndose, y aún hay gente en la puerta de la enfermería luchando contra soldados que han venido al oír la alarma del hospital. Cuando Johan avisa a Bastet y otra chica nos largamos de allí, dirección a la base.
Después de guardar la moto coge a Scar para subirla en su hombro y me toma a mí por el brazo, haciéndonos aparecer en la sala de reuniones de la base. Estoy acostumbrada ya a esto, pero esperaba acabar en la enfermería o incluso la entrada, no aquí, que además está lleno de gente. "¿Qué ha pasado aquí? Creo que me he perdido algo..."
Johan me deja libre de su agarre y pone a Scar sobre una mesa de metal, tumbada. Aún respira, pero me preocupa que su estado pueda empeorar, así que espero a que alguno de la sala pueda hacer algo por mi compañera o vaya a buscar a alguien que lo haga. Después de hablarle a una pelirroja (¿De dónde ha salido esta? ¿Me voy una noche y vuelven a invadirnos los pelirrojos?) se larga otra vez, dejándome a mí el explicar la misión.
Me acerco a Scar para tenerla vigilada, por si deja de respirar y hay que darle algunas hostias, miro al resto en silencio y empiezo a hablar, contando resumidamente la noche.
-A ver, nos hemos infiltrado en el hospital humano a por material, supongo que la mayoría ya sabéis que andamos muy escasos y no tenemos mucha gente que sepa utilizar magia para curar heridas. El caso es que cuando estábamos ya a punto de salir hemos tenido algunas complicaciones, le han inyectado algo a Scar, por eso Johan y el resto han tenido que intervenir creando una distracción para cubrirnos.
Miro a Thalos, que suele ser el que controla todas las reuniones, al ruso, al pirata con la pelirroja (¿Ya se ha cansado de la chica alada? Menudo tío...) y algunos más. Espero a ver qué dicen, apoyada contra la mesa, el cansancio comienza a llegar a mi cuerpo ahora que los nervios y la adrenalina se van acabando. Aunque sigo preocupada por Scar... esos malditos médicos. Luego la otra chica se acerca, examinándola. Tengo algo de esperanza, pero finalmente admite no estar segura de qué es, así que seguimos igual.
-Pues un médico idiota, que ha intentado pararnos y le ha clavado una aguja con yo que sé qué.
La carga delante suya en la moto y me pide que suba detrás, no me demoro en hacerle caso. Es un poco extraño estar ahora aquí abrazada a él... pero no tengo la cabeza como para tonterías, Scar puede estar muriéndose, y aún hay gente en la puerta de la enfermería luchando contra soldados que han venido al oír la alarma del hospital. Cuando Johan avisa a Bastet y otra chica nos largamos de allí, dirección a la base.
Después de guardar la moto coge a Scar para subirla en su hombro y me toma a mí por el brazo, haciéndonos aparecer en la sala de reuniones de la base. Estoy acostumbrada ya a esto, pero esperaba acabar en la enfermería o incluso la entrada, no aquí, que además está lleno de gente. "¿Qué ha pasado aquí? Creo que me he perdido algo..."
Johan me deja libre de su agarre y pone a Scar sobre una mesa de metal, tumbada. Aún respira, pero me preocupa que su estado pueda empeorar, así que espero a que alguno de la sala pueda hacer algo por mi compañera o vaya a buscar a alguien que lo haga. Después de hablarle a una pelirroja (¿De dónde ha salido esta? ¿Me voy una noche y vuelven a invadirnos los pelirrojos?) se larga otra vez, dejándome a mí el explicar la misión.
Me acerco a Scar para tenerla vigilada, por si deja de respirar y hay que darle algunas hostias, miro al resto en silencio y empiezo a hablar, contando resumidamente la noche.
-A ver, nos hemos infiltrado en el hospital humano a por material, supongo que la mayoría ya sabéis que andamos muy escasos y no tenemos mucha gente que sepa utilizar magia para curar heridas. El caso es que cuando estábamos ya a punto de salir hemos tenido algunas complicaciones, le han inyectado algo a Scar, por eso Johan y el resto han tenido que intervenir creando una distracción para cubrirnos.
Miro a Thalos, que suele ser el que controla todas las reuniones, al ruso, al pirata con la pelirroja (¿Ya se ha cansado de la chica alada? Menudo tío...) y algunos más. Espero a ver qué dicen, apoyada contra la mesa, el cansancio comienza a llegar a mi cuerpo ahora que los nervios y la adrenalina se van acabando. Aunque sigo preocupada por Scar... esos malditos médicos. Luego la otra chica se acerca, examinándola. Tengo algo de esperanza, pero finalmente admite no estar segura de qué es, así que seguimos igual.
Después de dejar a Sygdom en enfermería me dirigí tan rápido como pude a la reunión. Pude notar que había varias personas, bastantes a medida que iba llegando, y cuando abrí la puerta, la densidad de los pensamientos era un caos. Tomé posición a varios pasos detrás del tumulto de gente y traté de concentrarme en averiguar qué se había hablado antes de que yo llegara. Lo último y más evidente era que había que preparar un contraataque pues estábamos en peligro. Me sentí satisfecha de haber dedicidido venir aquí tan oportunamente y poder ser de ayuda.
Una vez enterada de lo esencial, miré a las espaldas de los allí presentes. Dos presidían la reunión, un tuerto gruñón al que ya había visto antes y un joven más introvertido que no sabía quién era. Una muchacha pelirroja, acompañada de, si no me equivocaba, el hermano de Johan Black, que sólo se dedicaba a ridiculizar los esfuerzos que se estaban haciendo por proteger la base. Apreté los labios, poniendo morritos algo indignada a la vez que me centré sólo en él para registrarle la cabeza hasta que... - Muchacho, estos 'muertos de hambre' están manteniendo el techo que tienes encima de tu cabeza. Si no tienes agallas para luchar, vete de aquí. - sentencio manteniendo mi típico tono amable. No olvido lanzar un guiño a Thalos, que estaba especialmente siendo atacado por este individuo.
Junto a Thalos y el otro desconocido aparece teletransportado Johan junto a dos chicas, una es Vanessa, una compañera bastante maja de la Brigada, y la otra está inconsciente. Una vez está postrada ésta última sobre una mesa. Tampoco hago por acercarme al tumulto, me mantengo sin llamar la atención detrás de todos mientras Vanessa explica lo que ha pasado. Sin embargo la tal Scar no parece estar grave, simplemente parece sedada, su cabeza sólo está relajada.
Una vez enterada de lo esencial, miré a las espaldas de los allí presentes. Dos presidían la reunión, un tuerto gruñón al que ya había visto antes y un joven más introvertido que no sabía quién era. Una muchacha pelirroja, acompañada de, si no me equivocaba, el hermano de Johan Black, que sólo se dedicaba a ridiculizar los esfuerzos que se estaban haciendo por proteger la base. Apreté los labios, poniendo morritos algo indignada a la vez que me centré sólo en él para registrarle la cabeza hasta que... - Muchacho, estos 'muertos de hambre' están manteniendo el techo que tienes encima de tu cabeza. Si no tienes agallas para luchar, vete de aquí. - sentencio manteniendo mi típico tono amable. No olvido lanzar un guiño a Thalos, que estaba especialmente siendo atacado por este individuo.
Junto a Thalos y el otro desconocido aparece teletransportado Johan junto a dos chicas, una es Vanessa, una compañera bastante maja de la Brigada, y la otra está inconsciente. Una vez está postrada ésta última sobre una mesa. Tampoco hago por acercarme al tumulto, me mantengo sin llamar la atención detrás de todos mientras Vanessa explica lo que ha pasado. Sin embargo la tal Scar no parece estar grave, simplemente parece sedada, su cabeza sólo está relajada.
Mi presencia no sería bienvenida, pero aquello ocupaba un lugar poco relevante en mis prioridades. Si bien había dejado que antes el desprecio opacara mi firmeza, no estaba dispuesto a dejar pasar aquello otra vez. En la Alianza había logrado inmunizarme a insultos, aprender a ignorar indirectas. Con esa resolución en mente dejé que las cosas siguieran su curso natural. No esperaba tampoco una cálida bienvenida. Aunque Alex no dudó en proferir una exclamación de sorpresa -e inconvenciencia- al verme. La mirada que le dirigí no fue de molestia, si no de… Comprensión. Le había dado palizas a aquel hombre. Y había recurrido a las torturas, con sorna, convencido de que aquello era la solución. Y lo que más temía es que lo había disfrutado. Había sido feliz al… Al aplastar a los enemigos de la Alianza.
-753.- No quería recalcar su número de forma despectiva. Era el “nombre” por el que lo había conocido, y la única forma de manifestar que seguía recordando quien era. Cuando lo conocí era aún un adolescente. -No he olvidado lo ocurrido en campos y me gustaría disculparme al respecto. No es ahora momento de debatirlo, pero me gustaría poder… Aclarar todo eso después de la reunión. No soy ya el perro de la Alianza.- Podía comprender que él, más que nadie más en la sala, tuviera resentimientos al respecto.
No tanto por Thalos. Soltó un comentario sobre el balance de “sangre”. Con algo más de fuerza que con la que hablé a Alex, mucho más directo, me dirigí a él. -Si bien habría preferido no amenazarle, era la única forma de evitar que Morgana supiera que era un traidor y que acabara por dispararnos a ambos, a tu hijo y a mí. Habría preferido que las cosas fueran diferentes. Pero no estaba dispuesto a arriesgar la vida del chaval por un… Llanto. Le debo una disculpa.- “A él, no a ti”. No quería dar más juego al asunto y me ahorré los comentarios.
La pelirroja tal vez me miró, pero ella no habló. Fue el otro chaval el que hizo un comentario. Un adolescente cualquiera con ganas de hacerse el chistoso, muy probablemente un mercenario, pues se distanciaba y se diferenciaba de los renegados. Me preguntó porqué les ayudaba. Que eran unos muertos de hambre. Luego se contestó a si mismo, respondiendo que era una forma de “protegerme”. Que no era fácil irse de rositas, dicho de forma más coloquial. -Puesto que ya pareces saberlo todo y no necesitas de las respuestas de otros, procederé como tu mismo has dicho a discutir mi “maravilloso plan”.- No me apetecía darle cuerda. Dando por finalizado mi breve diálogo con él me senté para escuchar lo que Thalos tuviera que decir respecto el plan.
Mi “palabrería”, muy excesiva y élfica, fue tomada por él con resoplos y quizás hasta molestia. Le alcé las cejas como respuesta. Me preguntó con ironía que si ya había terminado. -Me viene de raza.- Un instante de sonrisa. Los drows no éramos así, pero aún debíamos tener algo a ver con nuestros primos de la superfície. Expuso la situación: Había encontrado a Rybar arriba con el chip… Y todo. Se me borró la expresión del rostro. Que había que evacuar, y quien se quedara, que lo hiciera bajo su responsabilidad. Asentí brevemente. En el fondo me alegraba que decidieran actuar con tanta inmediatez, y que a la mínima supieran marcharse de allí.
Alex quiso dar por finalizado el discurso. Yo no. -Viendo la cantidad de mercenarios que rondan esta base…- Mirada a Reiv. Pensé en Dyospiros. -Sería fácil pensar que puede haber alguno vendiendo información. Cuando la gente se refugie, deberían procurar muchísima dispersión. No sé si son lugares específicos y marcados, pero lo que mejor funcionaría en este momento es que cada uno fuera por donde pudiera.- Fruncí algo el ceño. -Puede que se enteren de antemano de que vaciaremos la base antes del ataque… Hay que tener en cuenta esa variable.-
Me levanté, apoyando mi peso en la muleta. -En todo caso, el contraataque será peligroso. No hago más que recalcar lo obvio, y sin embargo…- Rebusqué en mi típica bolsa de viaje mi inseparable libreta. Busqué la página y, acercándome al dúo Alex y Thalos, se los mostré. Habían anotadas muchas cifras, sobre número de soldados, de aviones, centinelas y todo aquello. Era algo que un capitán debía saber, y algo que había considerado oportuno guardar, aunque no se lo había pasado a Dyospiros. -No es una cifra exacta, es probable que para cuando ataquen haya ido en aumento. Habrán doblado armamento y todo eso. Es demasiado, y gran parte de ello aparecerá el día en el que ataquen. Si quitamos todo lo que no pueden utilizar en lugares cerrados, sin embargo, la fuerza se reduce a más de la mitad.
Campo abierto no. Era peligroso. Pero… -Y sin embargo sospecho que tendrán algún plan para provocar que salgamos al exterior.- Miré a otro lado. -Hay… Dos posibilidades. La primera es quedarnos y resistir. La segunda es atacarles directamente cuando aparezcan… En otro lugar. Por supuesto dejarán números considerables en la base, pero habrían desplegado demasiadas fuerzas como para oponer gran defensa. Escaramuza rápida e ignorar este lugar… El cual podrían destrozar, claro está.
Habían traído a alguien de repente. Apareció el borde con dos chavalas, una inconsciente y la otra despierta. Una explicó lo ocurrido y la pelirroja se acercó a ella. Desapareció Johan. Sin prestar demasiada atención me dirigí a Thalos. -En la Alianza fuiste buen artificero, ¿No es así, Draven?- Sabía cosas de antes. -Si nos queremos quedar necesitaremos dos cosas. Bombas de pulso electromagnéticas, que tal vez tengas, o tal vez podamos conseguir… Eso y dragones. Tenemos que deshacernos de todas las máquinas. Los helicópteros y aviones caerían rápido con ellas, dependen demasiado de circuitos tecnológicos ya.- Cogí mi libreta y busqué otra página. Direcciones.
-Y tengo algunos apuntes sobre donde podríamos conseguir las bombas. Las fábricas y todo eso. Algo rápido, fugaz… Sé de alguien que podría facilitarnos la huida.- Ilztvyll. -¿Qué os parece?
-753.- No quería recalcar su número de forma despectiva. Era el “nombre” por el que lo había conocido, y la única forma de manifestar que seguía recordando quien era. Cuando lo conocí era aún un adolescente. -No he olvidado lo ocurrido en campos y me gustaría disculparme al respecto. No es ahora momento de debatirlo, pero me gustaría poder… Aclarar todo eso después de la reunión. No soy ya el perro de la Alianza.- Podía comprender que él, más que nadie más en la sala, tuviera resentimientos al respecto.
No tanto por Thalos. Soltó un comentario sobre el balance de “sangre”. Con algo más de fuerza que con la que hablé a Alex, mucho más directo, me dirigí a él. -Si bien habría preferido no amenazarle, era la única forma de evitar que Morgana supiera que era un traidor y que acabara por dispararnos a ambos, a tu hijo y a mí. Habría preferido que las cosas fueran diferentes. Pero no estaba dispuesto a arriesgar la vida del chaval por un… Llanto. Le debo una disculpa.- “A él, no a ti”. No quería dar más juego al asunto y me ahorré los comentarios.
La pelirroja tal vez me miró, pero ella no habló. Fue el otro chaval el que hizo un comentario. Un adolescente cualquiera con ganas de hacerse el chistoso, muy probablemente un mercenario, pues se distanciaba y se diferenciaba de los renegados. Me preguntó porqué les ayudaba. Que eran unos muertos de hambre. Luego se contestó a si mismo, respondiendo que era una forma de “protegerme”. Que no era fácil irse de rositas, dicho de forma más coloquial. -Puesto que ya pareces saberlo todo y no necesitas de las respuestas de otros, procederé como tu mismo has dicho a discutir mi “maravilloso plan”.- No me apetecía darle cuerda. Dando por finalizado mi breve diálogo con él me senté para escuchar lo que Thalos tuviera que decir respecto el plan.
Mi “palabrería”, muy excesiva y élfica, fue tomada por él con resoplos y quizás hasta molestia. Le alcé las cejas como respuesta. Me preguntó con ironía que si ya había terminado. -Me viene de raza.- Un instante de sonrisa. Los drows no éramos así, pero aún debíamos tener algo a ver con nuestros primos de la superfície. Expuso la situación: Había encontrado a Rybar arriba con el chip… Y todo. Se me borró la expresión del rostro. Que había que evacuar, y quien se quedara, que lo hiciera bajo su responsabilidad. Asentí brevemente. En el fondo me alegraba que decidieran actuar con tanta inmediatez, y que a la mínima supieran marcharse de allí.
Alex quiso dar por finalizado el discurso. Yo no. -Viendo la cantidad de mercenarios que rondan esta base…- Mirada a Reiv. Pensé en Dyospiros. -Sería fácil pensar que puede haber alguno vendiendo información. Cuando la gente se refugie, deberían procurar muchísima dispersión. No sé si son lugares específicos y marcados, pero lo que mejor funcionaría en este momento es que cada uno fuera por donde pudiera.- Fruncí algo el ceño. -Puede que se enteren de antemano de que vaciaremos la base antes del ataque… Hay que tener en cuenta esa variable.-
Me levanté, apoyando mi peso en la muleta. -En todo caso, el contraataque será peligroso. No hago más que recalcar lo obvio, y sin embargo…- Rebusqué en mi típica bolsa de viaje mi inseparable libreta. Busqué la página y, acercándome al dúo Alex y Thalos, se los mostré. Habían anotadas muchas cifras, sobre número de soldados, de aviones, centinelas y todo aquello. Era algo que un capitán debía saber, y algo que había considerado oportuno guardar, aunque no se lo había pasado a Dyospiros. -No es una cifra exacta, es probable que para cuando ataquen haya ido en aumento. Habrán doblado armamento y todo eso. Es demasiado, y gran parte de ello aparecerá el día en el que ataquen. Si quitamos todo lo que no pueden utilizar en lugares cerrados, sin embargo, la fuerza se reduce a más de la mitad.
Campo abierto no. Era peligroso. Pero… -Y sin embargo sospecho que tendrán algún plan para provocar que salgamos al exterior.- Miré a otro lado. -Hay… Dos posibilidades. La primera es quedarnos y resistir. La segunda es atacarles directamente cuando aparezcan… En otro lugar. Por supuesto dejarán números considerables en la base, pero habrían desplegado demasiadas fuerzas como para oponer gran defensa. Escaramuza rápida e ignorar este lugar… El cual podrían destrozar, claro está.
Habían traído a alguien de repente. Apareció el borde con dos chavalas, una inconsciente y la otra despierta. Una explicó lo ocurrido y la pelirroja se acercó a ella. Desapareció Johan. Sin prestar demasiada atención me dirigí a Thalos. -En la Alianza fuiste buen artificero, ¿No es así, Draven?- Sabía cosas de antes. -Si nos queremos quedar necesitaremos dos cosas. Bombas de pulso electromagnéticas, que tal vez tengas, o tal vez podamos conseguir… Eso y dragones. Tenemos que deshacernos de todas las máquinas. Los helicópteros y aviones caerían rápido con ellas, dependen demasiado de circuitos tecnológicos ya.- Cogí mi libreta y busqué otra página. Direcciones.
-Y tengo algunos apuntes sobre donde podríamos conseguir las bombas. Las fábricas y todo eso. Algo rápido, fugaz… Sé de alguien que podría facilitarnos la huida.- Ilztvyll. -¿Qué os parece?
-Nah, no podemos perder tiempo. Johan sabe que podemos organizarnos solitos. En cuanto llegue verá. -le contesté asi a Alex con sencillez. Johan habia coincidido en lo de la evacuacion, y estaba seguro que el muy cabron no perderia ocasion de realizar un buen contrataque.
Su hermanito, sin embargo, se pone farruco a decir que no cree que nos cueste tanto repetir aquella mierda de plan que quiera que tengamos en mente. Mi ojo bueno se estrecha, y una sonrisa extremo asesina se intuye en mis labios. Niño, te estamparia la cabeza contra la pared si no hubiese gente delante. Me rio un poco, algo solo visible por un movimiento de mis hombros, que se alzan brevemente.
-Me cuesta tanto repetirlo como a ti mantener el pico cerrado, pazguato.
Le digo a Reiv con una condesdenciente sonrisa, dando el asunto por zanjado. La chica pelirroja que lo estaba acompañando me lanza alguna mirada, pero a diferencia que Reiv, no parece una bocazas incurable.... Intervino entonces otra muchacha de cuya llegada no me habia percatado, Lea. Puso un poco al castaño en su sitio y la miré, captando ese guiño de ojo. Le habria devuelto el gesto, pero en mi caso...habria quedado como un simple parpadeo. Asi que le levanté la punta de una ceja, descendi ligeramente mi barbilla mirandola y asentí de modo muy breve.
Poco me gustó el modo de Ailanthus de llamar a Alex, por un puto numero. En el ejército siempre eramos tratados como numeros. Pero el habia sido preso en aquellas malditas celdas. Y el otro lo dejó clarito, diciendo que queria esclarecer cosas y pedir perdon.... No me jodas, si pedir perdon fuese suficiente.... Chasqueo la lengua cuando vuelve a hablar de mi hijo. Prefiero dejar a Reed al margen ahora, puesto que nos hemos juntado una buena cantidad de personas en la sala....
Justo entonces aparecio Johan, con Scar y Vanessa. Dejaron a la chica sobre la mesa, parecia que algo habia salido mal.
-Black, me cago en la puta....
Pero me deja con la palabra en la boca como tanto le gusta hacer, y mi ceño fruncido evidencia la rabia que me da eso. Lo insulto por lo bajo cagandome en las calaveras de todos sus ascendientes, y miro hacia Scar. Voy a acercarme a ella pero me detengo cuando Juliet lo hace antes y la examina. Vanessa explica que es lo que habia pasado, habian conseguido el objetivo pero con algun que otro inconveniente.
-Tu, pelirr.... -no, ese apodo, no. Debia referirme a Juliet por otros medios, "pelirrojas" solo habia una para mi. -Tú. Otro humano? Para que? Yo lo soy. Tu eres sanadora....?
Scar era demasiado terca para palmarla, de lo poco que de ella habia visto...seguramente estaria drogada o algo. Lo que me preocupaba es que le hubiesen inyectado algo similar a la digitalina, o algo que pudiera provocar que su ritmo cardiaco se jodiera, pero no parecia tal el caso. Alguna droga, anestesico, seria probablemente lo que la mantenia asi... pero si la cantidad habia sido excesiva podia ser mortal.
Volví mi mirada hacia el drow, que se pone a darnos consejos sobre como evacuar la base. Que se dispersen, dice. Como si no lo supieran ya.
-Gracias por tu interés, sabemos evacuar una base, no somos como esos capullos de las series de television o las pelis que se refugian todos en el mismo sitio. - ironía.
Muestra entonces unos papeles, con cifras de sus efectivos militares, sobre todo en cuanto a tanques, aviones o centinelas se refieren. Obviamente son superiores a nosotros, pero...eso no nos importó nunca. Escuché las alternativas que segun Ailanthus, teniamos. Nos oblgiarian a salir de la base, con algun bombardeo, alguna trampa, vete a saber, para luchar a campo abierto. Con los que no pudieran luchar evacuados y a salvo, una cosa menos de la que preocuparnos. Señale con la cabeza a uno de los que habian por ahi congregados (PNJ).
-Corre la voz, id preparando la evacuación.
Luego segui mirando aquellas listas de numeros, echando algun que otro vistazo de reojo a Scar, Alex y Juliet. A ver si sacaban algo en claro. La posibilidad de atacarlos en otro punto en cuanto ellos estuvieran aqui....y cederles Bastion Hollow....era una decision importante. Si conocian la ubicacion de la base, que sentido tenia continuar ocultándola? Aferrándonos a ella?
-Bien, asi están las cosas. O luchamos por Bastion Hollow, o aprovechamos que atacan aqui para atacar nosotros alli. Yo digo que luchemos por Bastion Hollow. Os parecerá menos logico, quizá, menos "práctico"- dije mirando a los compañeros. - Pero nosotros tenemos mas que perder. A ellos les podremos destrozar parte de su monstruosa y enorme base militar, o algun edificio politico, pero tienen mucha mas capacidad para recuperarse, en poco tiempo estarian como lo estaban antes. Sin embargo si nos destrozan este lugar les estaremos indicando una cosa: que pueden cargarse cualquier otra base que nos montemos. Que somos como las ratas que piensan y que huimos de una madriguera a otra. Ya lo hicimos en el pasado, y nos expulsaron de un refugio tras otro, destrozandolas. Hasta que volvimos aqui. Si nos plantamos...les demostraremos que da igual que sepan donde estamos. Que no pueden darnos donde mas nos duele y que no somos gatitos asustados a los que pueden bufar y asustar. Es una apuesta fuerte.
"pero hay que plantarse"
-Yo no quiero ceder Bastion Hollow. ¿Vosotros?
Tenían que dar su opinión, y me referí a todos. Las cosas aqui no eran como en el ejército, y a mi me habia costado acostumbrarme a eso, pero eran una buena ancla. Ailanthus mencionó mis conocimientos como artificiero, a lo que asenti. PEM?
-Créeme, si tuviese de eso, habrias visto centinelas caer como moscas hace tiempo. Pero podemos conseguirlas. Te llevaré conmigo de excursion, elfo, ya veras que bien lo pasamos buscando de eso. - y si tenia direcciones de fabricas, era cuestion de ponerse, aunque una sonrisa algo malevola se colocó en mis labios.Luego, dragones.... - Hay uno en la Brigada, pero no contamos con más. -desconocia la condicion de Juliet.
-Vanessa. Lo que hayais obtenido del hospital, no lo lleves a la enfermeria. Si luchamos, debemos montar un campamento hospital relativamente apartado de aqui pero lo suficientemente cerca, para los heridos que puedan resultar.
En mi cabeza ya habia un plan mas o menos formado. Pero antes de continuar (que me esta quedando monstruosamente largo) esperaria a escuchar a los demas, si querian defender el sitio o no.
Su hermanito, sin embargo, se pone farruco a decir que no cree que nos cueste tanto repetir aquella mierda de plan que quiera que tengamos en mente. Mi ojo bueno se estrecha, y una sonrisa extremo asesina se intuye en mis labios. Niño, te estamparia la cabeza contra la pared si no hubiese gente delante. Me rio un poco, algo solo visible por un movimiento de mis hombros, que se alzan brevemente.
-Me cuesta tanto repetirlo como a ti mantener el pico cerrado, pazguato.
Le digo a Reiv con una condesdenciente sonrisa, dando el asunto por zanjado. La chica pelirroja que lo estaba acompañando me lanza alguna mirada, pero a diferencia que Reiv, no parece una bocazas incurable.... Intervino entonces otra muchacha de cuya llegada no me habia percatado, Lea. Puso un poco al castaño en su sitio y la miré, captando ese guiño de ojo. Le habria devuelto el gesto, pero en mi caso...habria quedado como un simple parpadeo. Asi que le levanté la punta de una ceja, descendi ligeramente mi barbilla mirandola y asentí de modo muy breve.
Poco me gustó el modo de Ailanthus de llamar a Alex, por un puto numero. En el ejército siempre eramos tratados como numeros. Pero el habia sido preso en aquellas malditas celdas. Y el otro lo dejó clarito, diciendo que queria esclarecer cosas y pedir perdon.... No me jodas, si pedir perdon fuese suficiente.... Chasqueo la lengua cuando vuelve a hablar de mi hijo. Prefiero dejar a Reed al margen ahora, puesto que nos hemos juntado una buena cantidad de personas en la sala....
Justo entonces aparecio Johan, con Scar y Vanessa. Dejaron a la chica sobre la mesa, parecia que algo habia salido mal.
-Black, me cago en la puta....
Pero me deja con la palabra en la boca como tanto le gusta hacer, y mi ceño fruncido evidencia la rabia que me da eso. Lo insulto por lo bajo cagandome en las calaveras de todos sus ascendientes, y miro hacia Scar. Voy a acercarme a ella pero me detengo cuando Juliet lo hace antes y la examina. Vanessa explica que es lo que habia pasado, habian conseguido el objetivo pero con algun que otro inconveniente.
-Tu, pelirr.... -no, ese apodo, no. Debia referirme a Juliet por otros medios, "pelirrojas" solo habia una para mi. -Tú. Otro humano? Para que? Yo lo soy. Tu eres sanadora....?
Scar era demasiado terca para palmarla, de lo poco que de ella habia visto...seguramente estaria drogada o algo. Lo que me preocupaba es que le hubiesen inyectado algo similar a la digitalina, o algo que pudiera provocar que su ritmo cardiaco se jodiera, pero no parecia tal el caso. Alguna droga, anestesico, seria probablemente lo que la mantenia asi... pero si la cantidad habia sido excesiva podia ser mortal.
Volví mi mirada hacia el drow, que se pone a darnos consejos sobre como evacuar la base. Que se dispersen, dice. Como si no lo supieran ya.
-Gracias por tu interés, sabemos evacuar una base, no somos como esos capullos de las series de television o las pelis que se refugian todos en el mismo sitio. - ironía.
Muestra entonces unos papeles, con cifras de sus efectivos militares, sobre todo en cuanto a tanques, aviones o centinelas se refieren. Obviamente son superiores a nosotros, pero...eso no nos importó nunca. Escuché las alternativas que segun Ailanthus, teniamos. Nos oblgiarian a salir de la base, con algun bombardeo, alguna trampa, vete a saber, para luchar a campo abierto. Con los que no pudieran luchar evacuados y a salvo, una cosa menos de la que preocuparnos. Señale con la cabeza a uno de los que habian por ahi congregados (PNJ).
-Corre la voz, id preparando la evacuación.
Luego segui mirando aquellas listas de numeros, echando algun que otro vistazo de reojo a Scar, Alex y Juliet. A ver si sacaban algo en claro. La posibilidad de atacarlos en otro punto en cuanto ellos estuvieran aqui....y cederles Bastion Hollow....era una decision importante. Si conocian la ubicacion de la base, que sentido tenia continuar ocultándola? Aferrándonos a ella?
-Bien, asi están las cosas. O luchamos por Bastion Hollow, o aprovechamos que atacan aqui para atacar nosotros alli. Yo digo que luchemos por Bastion Hollow. Os parecerá menos logico, quizá, menos "práctico"- dije mirando a los compañeros. - Pero nosotros tenemos mas que perder. A ellos les podremos destrozar parte de su monstruosa y enorme base militar, o algun edificio politico, pero tienen mucha mas capacidad para recuperarse, en poco tiempo estarian como lo estaban antes. Sin embargo si nos destrozan este lugar les estaremos indicando una cosa: que pueden cargarse cualquier otra base que nos montemos. Que somos como las ratas que piensan y que huimos de una madriguera a otra. Ya lo hicimos en el pasado, y nos expulsaron de un refugio tras otro, destrozandolas. Hasta que volvimos aqui. Si nos plantamos...les demostraremos que da igual que sepan donde estamos. Que no pueden darnos donde mas nos duele y que no somos gatitos asustados a los que pueden bufar y asustar. Es una apuesta fuerte.
"pero hay que plantarse"
-Yo no quiero ceder Bastion Hollow. ¿Vosotros?
Tenían que dar su opinión, y me referí a todos. Las cosas aqui no eran como en el ejército, y a mi me habia costado acostumbrarme a eso, pero eran una buena ancla. Ailanthus mencionó mis conocimientos como artificiero, a lo que asenti. PEM?
-Créeme, si tuviese de eso, habrias visto centinelas caer como moscas hace tiempo. Pero podemos conseguirlas. Te llevaré conmigo de excursion, elfo, ya veras que bien lo pasamos buscando de eso. - y si tenia direcciones de fabricas, era cuestion de ponerse, aunque una sonrisa algo malevola se colocó en mis labios.Luego, dragones.... - Hay uno en la Brigada, pero no contamos con más. -desconocia la condicion de Juliet.
-Vanessa. Lo que hayais obtenido del hospital, no lo lleves a la enfermeria. Si luchamos, debemos montar un campamento hospital relativamente apartado de aqui pero lo suficientemente cerca, para los heridos que puedan resultar.
En mi cabeza ya habia un plan mas o menos formado. Pero antes de continuar (que me esta quedando monstruosamente largo) esperaria a escuchar a los demas, si querian defender el sitio o no.
Ailanthus, estaba allí como prisionero arrepentido de su paso por la Alianza, y todavía tenía la valentía de llamarme por mi número de preso. En cierto modo fue satisfactorio que lo recordase pero sus disculpas son lo mismo que no decir nada. Bufé y le aparté la mirada con repugnancia, y no le contesté si quiera. En otra situación le hubiera aplastado la cabeza, pero ahora, si nos quería ser útil, lo esencial era la unidad de los Renegados. También se disculpó con Thalos por lo haberle puesto un cuchillo en el cuello a su hijo, todas sus palabras me sabía nada, le iba a costar mucho más integrarse aquí que toda la información sobre la Alianza que nos pueda dar.
Mi estado de mal humor no se serenó, el hermano de Johan era imbécil, ni siquiera llegaba a enteder el por qué de su llegada a la reunión si nos tomaba por muertos de hambre. Otra joven de la que ni siquiera me percaté de su llegada le lanza un buen comentario invitándole a irse, dudaba que lo hiciese si ni los comentarios de Thalos lograban espantarlo. Sin embargo me mantengo en la línea de muchacha, con voz amable forzada aunque con la cara de perro de la que no me puedo separar le contesto. - Ahí tienes la puerta.- y le aparto la mirada con cierta mueca de asco. No estábamos para soportar estorbos de gente que ni siquiera es habitual aquí y más ahora.
Por otro lado, y con algo de recelo dejo continuar a Ailanthus dando más información. Cuando se acerca a mí y a Thalos libreta en mano estoy a milésimas de segundo de hacerlo arder, sin embargo algo de mi atención se van a las cifras de sus papeles, números extensos sobre soldados y demás. Llego a una conclusión aunque continúo sin dirigirme a Ailathus: - Definitivamente, en algún momento nos obligarán a salir, y entonces nos estarán esperando. - eso era lo que pensaba. - Pretenden que estas paredes sean nuestra ratonera, hagamos que sea al revés. - Bastion Hollow estaba rodeado de bosque, si el punto fuerte de la Alianza era el campo abierto, no les daremos ese gusto. - No tardarán en atacar, no serán ellos quiénes nos esperen a nosotros, nosotros les esperaremos a ellos fuera. - era una idea poco desalentadora para nuestro Bastion el cual dejaríamos vacío hasta asegurar su seguridad de ser necesario.
Pocas palabras se dijeron más cuando aparecen junto a nosotros Johan y Vanessa... con... nunca hubiera imaginado que sería así el reencuento con Alexa. Todo atisbo de mal humor desaparece sustituyéndose por preocupación y confusión y a saber qué más. Cuando Johan la suelta encima de la mesa me pongo con una calma inusual por el otro lado mirándola fijamente, su piel extremadamente blanca brillaba con su pelo negro. Estuve deseando verla desde aquel día en que rompí a llorar porque se había ido. Sabía que nuestros destinos estaban atados de alguna manera. Como le decía hasta la saciedad, nunca me pareció casualidad que nuestras vidas se hubieran cruzado y todo ese lío. Alexa fue especial desde que la vi durmiendo en la mesa de aquel bar. Y ahora estaba allí, delante mía inconsciente a causa de algo que nadie sabía qué era. Me mantuve en calma apartándole el pelo de cara con extrema lentitud mientras la chica pelirroja confirma que le han inyectado algo que no sabe qué es en el cuello.
La últimas palabras de Thalos escapan a mis oídos cuando me encuentro concentrado en Alexa, como si mirándola con extrema devoción fuese a despertar de un momento a otro. Llevarla a enfermería iba a ser inútil con la evacuación en marcha, se quedaría allí, si no despertaba yo mismo me encargaría de llevarla a un lugar seguro, corriendo con toda las consecuencias de su reacción al verme.
Mi estado de mal humor no se serenó, el hermano de Johan era imbécil, ni siquiera llegaba a enteder el por qué de su llegada a la reunión si nos tomaba por muertos de hambre. Otra joven de la que ni siquiera me percaté de su llegada le lanza un buen comentario invitándole a irse, dudaba que lo hiciese si ni los comentarios de Thalos lograban espantarlo. Sin embargo me mantengo en la línea de muchacha, con voz amable forzada aunque con la cara de perro de la que no me puedo separar le contesto. - Ahí tienes la puerta.- y le aparto la mirada con cierta mueca de asco. No estábamos para soportar estorbos de gente que ni siquiera es habitual aquí y más ahora.
Por otro lado, y con algo de recelo dejo continuar a Ailanthus dando más información. Cuando se acerca a mí y a Thalos libreta en mano estoy a milésimas de segundo de hacerlo arder, sin embargo algo de mi atención se van a las cifras de sus papeles, números extensos sobre soldados y demás. Llego a una conclusión aunque continúo sin dirigirme a Ailathus: - Definitivamente, en algún momento nos obligarán a salir, y entonces nos estarán esperando. - eso era lo que pensaba. - Pretenden que estas paredes sean nuestra ratonera, hagamos que sea al revés. - Bastion Hollow estaba rodeado de bosque, si el punto fuerte de la Alianza era el campo abierto, no les daremos ese gusto. - No tardarán en atacar, no serán ellos quiénes nos esperen a nosotros, nosotros les esperaremos a ellos fuera. - era una idea poco desalentadora para nuestro Bastion el cual dejaríamos vacío hasta asegurar su seguridad de ser necesario.
Pocas palabras se dijeron más cuando aparecen junto a nosotros Johan y Vanessa... con... nunca hubiera imaginado que sería así el reencuento con Alexa. Todo atisbo de mal humor desaparece sustituyéndose por preocupación y confusión y a saber qué más. Cuando Johan la suelta encima de la mesa me pongo con una calma inusual por el otro lado mirándola fijamente, su piel extremadamente blanca brillaba con su pelo negro. Estuve deseando verla desde aquel día en que rompí a llorar porque se había ido. Sabía que nuestros destinos estaban atados de alguna manera. Como le decía hasta la saciedad, nunca me pareció casualidad que nuestras vidas se hubieran cruzado y todo ese lío. Alexa fue especial desde que la vi durmiendo en la mesa de aquel bar. Y ahora estaba allí, delante mía inconsciente a causa de algo que nadie sabía qué era. Me mantuve en calma apartándole el pelo de cara con extrema lentitud mientras la chica pelirroja confirma que le han inyectado algo que no sabe qué es en el cuello.
La últimas palabras de Thalos escapan a mis oídos cuando me encuentro concentrado en Alexa, como si mirándola con extrema devoción fuese a despertar de un momento a otro. Llevarla a enfermería iba a ser inútil con la evacuación en marcha, se quedaría allí, si no despertaba yo mismo me encargaría de llevarla a un lugar seguro, corriendo con toda las consecuencias de su reacción al verme.
Juliet se queda bastante sorprendida por el gran número de traidores por metro cuadrado que hay aquí. Thalos y Ailanthus a la Alianza, yo a los ministeriales. Y obviamente no hay traidores a los renegados aquí, porque no les dejarían estar, pero también ha habido. Comenta la poca confianza que le doy, a lo que murmuro por lo bajo. - No te equivoques, no traicionaré a alguien que hace unos días me salvó la vida. No soy idiota hasta ese punto.- le aclaro para que sepa que a ella no se la voy a jugar, y en general a cualquiera que me haya prestado ayuda desinteresada en algún momento. Podré mirar mucho por mi propio interés, pero tampoco me gusta olvidar ese tipo de detalles. Conviene tener ciertas alianzas personales, aunque no se pertenezca a ningún grupo. Y también es cierto que siento cierta curiosidad por la pelirroja, así que supongo que seguiremos relacionándonos en el futuro, sin traiciones ni cosas raras de por medio. De vez en cuando la miro de reojo, fijándome más detenidamente en su perfil, ojos o cabello, por no decir el conjunto de su cuerpo.
Después, y como era de esperar, un aluvión de críticas a mi comentario. Predecibles todos ellos, por eso me encojo de hombros con cara de que me la sopla mucho, incluso me hace gracia verlos así de irritados. Una habla de mis agallas, lo cual veo una chorrada. - Uno lucha aquellas batallas que le interesan, luchar todas es absurdo. - el drow, que como el reconoce también actúa por conveniencia, prefiere ponerse a hablar de su plan, aunque antes tiene una pequeña charla con el tío que acompaña a Thalos. Al parecer fue su torturador. Si yo tuviese delante a alguien que me llama por un número y me ha tenido encerrado no dudaría en meterle el puño en los dientes, para empezar. El insulto de Thalos me da también bastante igual, siendo lo más suave que he recibido de él. Alex también me manda a largarme, cosa que no tardaré en hacer porque le veo poco interés a esto. Si eso luego le pregunto a Juliet en qué ha quedado todo. Ella se acerca a atender a la chica que ha dejado Johan, Scar, aprovechando que tiene conocimientos de sanación. Tampoco parece que pueda hacer mucho por ahora. La otra chavala de la Brigada, Vanessa, explica lo que han ido a hacer al hospital. La recurrente misión de saqueo, necesaria para mantener la base. Luego todos se ponen a hablar de planes, sobre todo el drow y Draven, aunque cada uno dice cosas diferentes. Una de las cosas que no me gusta escuchar es lo de los dragones, lo de usarlos contra los aviones. Espero que Juliet no vaya. Yo desde luego no dejaría ir a Svart aunque fuese más grande.
- Seguro que te jodía que te usasen de perro de la Alianza...y ahora quieres usar tú a los dragones del mismo modo. Y también se ve que te has quedado con ganas en eso de mandar, que vienes aquí organizando. - la verdad es que me importa poco que quiera mandar, pero es por meterme con él un poco más antes de irme de aquí. Lo de las bombas me parece bien, pero no es tan sencillo robarlas. Como no intenten fabricar alguna dudo que consigan algo. El discurso de Thalos suena hasta motivador, pero no sé yo si les dará resultado. Recuerdo los tiempos en los que los atacábamos, este lugar siempre fue difícil. Y el asunto tiene una solución compleja, hagan lo que hagan. - Acabad con sus líderes, y quedarán como pollos sin cabeza. Así sólo os vais a desgastar matando a los soldados que os envíen. Y tienen infinitos casi...ah, y mientras que haya centinelas poco se va a avanzar, hagáis lo que hagáis. - me acerco un momento a Juliet, para avisarla de que iba fuera. - Yo salgo, voy a buscar a Svart para liberarlo por el bosque un rato. Si quieres luego sales y me cuentas. - y dicho esto me doy media vuelta, abandonando la reunión esta que no lleva a ningún lado.
Después, y como era de esperar, un aluvión de críticas a mi comentario. Predecibles todos ellos, por eso me encojo de hombros con cara de que me la sopla mucho, incluso me hace gracia verlos así de irritados. Una habla de mis agallas, lo cual veo una chorrada. - Uno lucha aquellas batallas que le interesan, luchar todas es absurdo. - el drow, que como el reconoce también actúa por conveniencia, prefiere ponerse a hablar de su plan, aunque antes tiene una pequeña charla con el tío que acompaña a Thalos. Al parecer fue su torturador. Si yo tuviese delante a alguien que me llama por un número y me ha tenido encerrado no dudaría en meterle el puño en los dientes, para empezar. El insulto de Thalos me da también bastante igual, siendo lo más suave que he recibido de él. Alex también me manda a largarme, cosa que no tardaré en hacer porque le veo poco interés a esto. Si eso luego le pregunto a Juliet en qué ha quedado todo. Ella se acerca a atender a la chica que ha dejado Johan, Scar, aprovechando que tiene conocimientos de sanación. Tampoco parece que pueda hacer mucho por ahora. La otra chavala de la Brigada, Vanessa, explica lo que han ido a hacer al hospital. La recurrente misión de saqueo, necesaria para mantener la base. Luego todos se ponen a hablar de planes, sobre todo el drow y Draven, aunque cada uno dice cosas diferentes. Una de las cosas que no me gusta escuchar es lo de los dragones, lo de usarlos contra los aviones. Espero que Juliet no vaya. Yo desde luego no dejaría ir a Svart aunque fuese más grande.
- Seguro que te jodía que te usasen de perro de la Alianza...y ahora quieres usar tú a los dragones del mismo modo. Y también se ve que te has quedado con ganas en eso de mandar, que vienes aquí organizando. - la verdad es que me importa poco que quiera mandar, pero es por meterme con él un poco más antes de irme de aquí. Lo de las bombas me parece bien, pero no es tan sencillo robarlas. Como no intenten fabricar alguna dudo que consigan algo. El discurso de Thalos suena hasta motivador, pero no sé yo si les dará resultado. Recuerdo los tiempos en los que los atacábamos, este lugar siempre fue difícil. Y el asunto tiene una solución compleja, hagan lo que hagan. - Acabad con sus líderes, y quedarán como pollos sin cabeza. Así sólo os vais a desgastar matando a los soldados que os envíen. Y tienen infinitos casi...ah, y mientras que haya centinelas poco se va a avanzar, hagáis lo que hagáis. - me acerco un momento a Juliet, para avisarla de que iba fuera. - Yo salgo, voy a buscar a Svart para liberarlo por el bosque un rato. Si quieres luego sales y me cuentas. - y dicho esto me doy media vuelta, abandonando la reunión esta que no lleva a ningún lado.
Me desesperaba la poca paciencia que Alex tenía conmigo. La comprendía pero no me convenía. Si bien él se negaba a mirarme, asqueado, yo buscaba poder hablarlo tranquilamente. Podía entender porqué podría negarse… Y sin embargo creía que era el momento de cerrar aquellas heridas del pasado, de hablarlo, sacarlo de una vez… Aún tenía muchos capítulos por terminar. Había hecho cosas atroces, sí. Y no podía soportarlo. Tampoco podía tragar la idea de que el… Anciano estuviera en campos por nuestra culpa. El gentío que ahí se había acumulado, incluída la mujer que había visto en la enfermería, había respuesto a Reiv con bastante agresividad. Era una pérdida de tiempo darle cuerda. Los adolescentes… Sencillamente estaban para llamar la atención.
La situación de la sala, con las que habían venido del hospital, era un poco confusa. Me dolía la cabeza y el mareo por la pérdida de sangre se hacía cada vez más evidente, mi figura un poco lamentable, tan… Dependiente de la muleta. En el fondo de los planes nos estábamos preocupando cuatro gatos. Algunos renegados escuchaban de fondo, pero intervenir, lo hacían pocos. Mi colaboración en la reunión era recibida con… Ironías por parte de Thalos. Le miré en silencio. Esperé que el eterno aburrimiento que desprendían mis ojos comprendían que más que cansado de aquellas burlas, estaba ya desinteresado por ello.
“Tal vez no seáis tan buenos combatientes cuando estáis viviendo bajo tierra como ratas.” Lo pensé y no lo dije. Alex, sin querer hablarme, mencionó algo obvio. Que nos querrían hacer salir. Mencionó esperarles nosotros fuera… -Eso… Será un poco complicado.- No colaría. -Esperan llegar aquí y encontrar mucha gente. Si nos detectan en el exterior, que sería fácil con sus escáneres aún estuviéramos bien escondidos, no serán tan imbéciles como para proceder con su plan. Necesitaríamos cámaras, para saber cuando se acercan, y salir mediante teletransporte en el moment justo. Cuando estén demasiado confiados para acercarse pero no lo suficientemente cerca como para que nos afecte el radio de desaparición.- Encontrar cámaras de vigilancia podría ser más o menos complicado…
Thalos pidió que corrieran la voz de evacuar. A Alex, lo habíamos perdido en el momento que apareció Scar. Pareció interesarse más por ella. Fue más o menos entonces cuando Reiv decidió meterse en los asuntos que hablábamos. Me recordó que los dragones no eran perros, y que tenía ganas de mandar. No iba a prestar atención a lo segundo. No iba a darle juego. -¿Me tiene que venir a recordar un adolescente que los dragones no son perros? ¿Qué pasa, te crees especial por conocer alguno? Felicidades. No eres el único.- Ciento ocho años daban mucho plazo para comprender de ellos… De hecho, tenía un libro hablando únicamente sobre estos.
Me dediqué a escuchar a Thalos quien exponía ambas opciones que mencioné yo antes. Largas explicaciones sobre porqué no quería ceder Bastion, aún considerando aquella opción más arriesgada. En el fondo era un buen lugar y… Bastante bien localizado. Pero tenía sus riesgos, mantenerlos alí. -Quedarnos aquí puede conllevar más muertes, más riesgos… Pero tiene otro valor, Draven.- Entrecerré los ojos, pensativo. Me había sentado encima de la mesa y me rascaba por encima de la nuca, evitando la herida. -No dudes que tomarán rehenes, si vienen aquí. Gente a campos. Pero los más altos jefazos asistirán a la batalla, incluída Morgana. Adivino que le guardas cierto rencor, ¿No?- Intento de complicidad.
-Es una época crítica para la Alianza y esta puede ser una buena opción para quitar de en medio altos cargos. Pueden poner más, pero las elecciones no hacen más que dividir el ejército. Si podemos quitar de en medio la capitana, desaparecido Javert y… Habiendo traicionado el otro capitán, no tendrán a nadie influencial para poner al mando.- Ya era obvia que había una parte más progresista en el ejército y otra mucho más conservadora. Si abríamos más y más aquella brecha, podría provocar una crisis interna, peleas entre ellos…
No ganaríamos nada intentando defender el bastión. Nos superaban en recursos. Pero sí que podríamos sacar algo en el caso de poder centrarnos en los jefes gordos. La posterior “invitación” de Thalos al mencionar lo de las bombas, con esa… Perturbadora sonrisa, la suya. -Dame unos días para la pierna y saldremos.- ¿Era demasiado confiar en él? Quería demostrarle que quería algo de compañerismo. -Atacaremos un camión. Algo fugaz. ¿Qué me dices?
Dragones. Uno. De la brigada. -Oh. ¿Uno rojo? El odio hacia ese es unánime en la Alianza.- A diferencia de la bronca de Reiv, era obvio que actuaba por decisión propia. Un dragón rojo jamás serviría al bien si no era por su propio pensamiento. Y hablando del mercenario, este se había ido… Suspiré con desgana. La reunión era como un poco caótica. -Deberíamos buscar una zona de huida lo suficientemente profunda para poder teletransportarse cuando estén los centinelas. Hay una cueva cerca por la que no podrían entrar. Y otra para el campamento… Tal vez también subterráneo. Es mejor llevar los heridos donde estén a salvo de las máquinas. Pero no podemos fiarnos de la base como lugar seguro.- La cueva de la desesperación igual sería útil. -Podría buscar un sitio adecuado en la cueva de aquí. Profundo, para evitar los dispositivos, pero no lo suficiente para encontrarnos aberraciones de las profundidades.
La situación de la sala, con las que habían venido del hospital, era un poco confusa. Me dolía la cabeza y el mareo por la pérdida de sangre se hacía cada vez más evidente, mi figura un poco lamentable, tan… Dependiente de la muleta. En el fondo de los planes nos estábamos preocupando cuatro gatos. Algunos renegados escuchaban de fondo, pero intervenir, lo hacían pocos. Mi colaboración en la reunión era recibida con… Ironías por parte de Thalos. Le miré en silencio. Esperé que el eterno aburrimiento que desprendían mis ojos comprendían que más que cansado de aquellas burlas, estaba ya desinteresado por ello.
“Tal vez no seáis tan buenos combatientes cuando estáis viviendo bajo tierra como ratas.” Lo pensé y no lo dije. Alex, sin querer hablarme, mencionó algo obvio. Que nos querrían hacer salir. Mencionó esperarles nosotros fuera… -Eso… Será un poco complicado.- No colaría. -Esperan llegar aquí y encontrar mucha gente. Si nos detectan en el exterior, que sería fácil con sus escáneres aún estuviéramos bien escondidos, no serán tan imbéciles como para proceder con su plan. Necesitaríamos cámaras, para saber cuando se acercan, y salir mediante teletransporte en el moment justo. Cuando estén demasiado confiados para acercarse pero no lo suficientemente cerca como para que nos afecte el radio de desaparición.- Encontrar cámaras de vigilancia podría ser más o menos complicado…
Thalos pidió que corrieran la voz de evacuar. A Alex, lo habíamos perdido en el momento que apareció Scar. Pareció interesarse más por ella. Fue más o menos entonces cuando Reiv decidió meterse en los asuntos que hablábamos. Me recordó que los dragones no eran perros, y que tenía ganas de mandar. No iba a prestar atención a lo segundo. No iba a darle juego. -¿Me tiene que venir a recordar un adolescente que los dragones no son perros? ¿Qué pasa, te crees especial por conocer alguno? Felicidades. No eres el único.- Ciento ocho años daban mucho plazo para comprender de ellos… De hecho, tenía un libro hablando únicamente sobre estos.
Me dediqué a escuchar a Thalos quien exponía ambas opciones que mencioné yo antes. Largas explicaciones sobre porqué no quería ceder Bastion, aún considerando aquella opción más arriesgada. En el fondo era un buen lugar y… Bastante bien localizado. Pero tenía sus riesgos, mantenerlos alí. -Quedarnos aquí puede conllevar más muertes, más riesgos… Pero tiene otro valor, Draven.- Entrecerré los ojos, pensativo. Me había sentado encima de la mesa y me rascaba por encima de la nuca, evitando la herida. -No dudes que tomarán rehenes, si vienen aquí. Gente a campos. Pero los más altos jefazos asistirán a la batalla, incluída Morgana. Adivino que le guardas cierto rencor, ¿No?- Intento de complicidad.
-Es una época crítica para la Alianza y esta puede ser una buena opción para quitar de en medio altos cargos. Pueden poner más, pero las elecciones no hacen más que dividir el ejército. Si podemos quitar de en medio la capitana, desaparecido Javert y… Habiendo traicionado el otro capitán, no tendrán a nadie influencial para poner al mando.- Ya era obvia que había una parte más progresista en el ejército y otra mucho más conservadora. Si abríamos más y más aquella brecha, podría provocar una crisis interna, peleas entre ellos…
No ganaríamos nada intentando defender el bastión. Nos superaban en recursos. Pero sí que podríamos sacar algo en el caso de poder centrarnos en los jefes gordos. La posterior “invitación” de Thalos al mencionar lo de las bombas, con esa… Perturbadora sonrisa, la suya. -Dame unos días para la pierna y saldremos.- ¿Era demasiado confiar en él? Quería demostrarle que quería algo de compañerismo. -Atacaremos un camión. Algo fugaz. ¿Qué me dices?
Dragones. Uno. De la brigada. -Oh. ¿Uno rojo? El odio hacia ese es unánime en la Alianza.- A diferencia de la bronca de Reiv, era obvio que actuaba por decisión propia. Un dragón rojo jamás serviría al bien si no era por su propio pensamiento. Y hablando del mercenario, este se había ido… Suspiré con desgana. La reunión era como un poco caótica. -Deberíamos buscar una zona de huida lo suficientemente profunda para poder teletransportarse cuando estén los centinelas. Hay una cueva cerca por la que no podrían entrar. Y otra para el campamento… Tal vez también subterráneo. Es mejor llevar los heridos donde estén a salvo de las máquinas. Pero no podemos fiarnos de la base como lugar seguro.- La cueva de la desesperación igual sería útil. -Podría buscar un sitio adecuado en la cueva de aquí. Profundo, para evitar los dispositivos, pero no lo suficiente para encontrarnos aberraciones de las profundidades.
Mientras revisaba a la chica, no tardó en notar como Vanessa también era humana. Lo notaba en el olor que desprendía, su esencia, a pesar de estar en la sala abarrotada. Pensó en utilizarla a ella, pero se veía demasiado cansada y si venían juntas tal vez hubieran estado expuestas a lo que fuera que tenía. Y ahora que confirmaba lo de la aguja, podía estar más segura. Mientras trataba de adivinar qué le habían inyectado, pasó del micro enfrentamiento entre Reiv y todo el mundo. Había veces en las que la gente debía aprender a quedarse callada, pero ella no era quien para recriminar. Después de todo, él podía opinar en lo que quisiera y si sus comentarios eran negativos no podía hacer nada por suavizarlos.
Cuando escuchó la manera en que el pirata la llamaba, entornó suavemente los ojos.- Que original.- Le susurró a Scar, riéndose con aquello de estarle hablando a los muertos o algo similar. De cualquier manera, se alejó de la chica y se acercó al hombre del parche del ojo, posándose detrás de él y poniéndole las manos en los hombros. -No te muevas demasiado. Respira normalmente.- Murmuró, tratando de encontrar si los humanos tenían normalmente la misma sustancia en el cuerpo que Scar tenía. No quería terminar sacándole algo que necesitaba para vivir, pues no había tratado con muchos humanos en el pasado. Al menos no para sanarles... Tras pasar las manos por los hombros del contrario, y los dedos por su nuca, obtuvo lo que deseaba.- Muy bien, 'moreno', eso es todo.- Le dijo al que le había tratado de dar el mote de "pelirroja". No le respondió al resto de sus preguntas, pues ya había aclarado que no era doctora. Cuando volvió con Scar, al tomarle de nuevo la mano, sintió como aquello ya estaba siendo asimilado por su cuerpo. Se estaba disipando y perdiendo las cantidades que tenía.- Se está disipando. Ya no lo tiene en la sangre. Quizás despierte pronto.- Susurró, o quizás no... quizás Vanessa podría oirla, pero el resto de la gente no.
No pasó mucho tiempo antes de que tuviera que escuchar bien la conversación que se llevaba a cabo al centro de la sala. Dragones, necesitaban dragones. No le parecía absurdo ni arriesgado, pero no quería ser la pieza inevitable en aquella lucha que no sabía ni siquiera si quería luchar. Decían que al menos ya tenían a un dragón, pero necesitaban siempre un plan B en caso de que no encontraran más. Una manera de destruir todo lo que se avecinaba. Y con ese pensamiento en mente y con la defensa draconiana que Reiv soltó al aire, se quedó de pie detrás de la camilla de Scar, escuchando simplemente el plan mientras lo formulaban. Y aún con el discurso tan impecable del pirata, no podía decir que estuviera convencida de nada.
Cuando escuchó la manera en que el pirata la llamaba, entornó suavemente los ojos.- Que original.- Le susurró a Scar, riéndose con aquello de estarle hablando a los muertos o algo similar. De cualquier manera, se alejó de la chica y se acercó al hombre del parche del ojo, posándose detrás de él y poniéndole las manos en los hombros. -No te muevas demasiado. Respira normalmente.- Murmuró, tratando de encontrar si los humanos tenían normalmente la misma sustancia en el cuerpo que Scar tenía. No quería terminar sacándole algo que necesitaba para vivir, pues no había tratado con muchos humanos en el pasado. Al menos no para sanarles... Tras pasar las manos por los hombros del contrario, y los dedos por su nuca, obtuvo lo que deseaba.- Muy bien, 'moreno', eso es todo.- Le dijo al que le había tratado de dar el mote de "pelirroja". No le respondió al resto de sus preguntas, pues ya había aclarado que no era doctora. Cuando volvió con Scar, al tomarle de nuevo la mano, sintió como aquello ya estaba siendo asimilado por su cuerpo. Se estaba disipando y perdiendo las cantidades que tenía.- Se está disipando. Ya no lo tiene en la sangre. Quizás despierte pronto.- Susurró, o quizás no... quizás Vanessa podría oirla, pero el resto de la gente no.
No pasó mucho tiempo antes de que tuviera que escuchar bien la conversación que se llevaba a cabo al centro de la sala. Dragones, necesitaban dragones. No le parecía absurdo ni arriesgado, pero no quería ser la pieza inevitable en aquella lucha que no sabía ni siquiera si quería luchar. Decían que al menos ya tenían a un dragón, pero necesitaban siempre un plan B en caso de que no encontraran más. Una manera de destruir todo lo que se avecinaba. Y con ese pensamiento en mente y con la defensa draconiana que Reiv soltó al aire, se quedó de pie detrás de la camilla de Scar, escuchando simplemente el plan mientras lo formulaban. Y aún con el discurso tan impecable del pirata, no podía decir que estuviera convencida de nada.
Caminó hacia la barra americana y volvió en cuestión de segundos con una botella de licor, y dos vasos anchos. Los depositó encima de la mesa de madera y procedió a servirlo en los vasos con una sonrisa orgullosa. El licor tenía poca graduación, era habitual en mi padre tener tanta prudencia conmigo, pero después de los entrenamientos hasta me permitía darme a saborear mis primeros tragos de alcohol. Al fin y al cabo yo ya casi era mayor de edad, e iba a tener que alistarme al ejército pronto, y si como decía papá iba a ascender rápidamente, el ocio era algo que tendría que olvidar. Se dirigió hacia un estéreo viejo que había en la sala y hurgó entre sus cd's hasta encontrar una canción, empezó a sonar y regresó a su lugar, junto a mí.
-Te estoy enseñando muchas cosas pero jamás te enseñado el gusto de escuchar esta obra maestra... - comentó mi padre más alegre de lo normal.
Comienza a sonar una melodía algo difusa, no puedo distinguir ni una palabra, cantan varias voces. Poco a poco la imagen de mi padre sonriente frente a mí se va diluyendo a oscuridad, al igual que la melodía desconocida....
-Te estoy enseñando muchas cosas pero jamás te enseñado el gusto de escuchar esta obra maestra... - comentó mi padre más alegre de lo normal.
Comienza a sonar una melodía algo difusa, no puedo distinguir ni una palabra, cantan varias voces. Poco a poco la imagen de mi padre sonriente frente a mí se va diluyendo a oscuridad, al igual que la melodía desconocida....
Finalmente me veo obligada a semiabrir los ojos, con demasiada extrañeza observo a las figuras que hay junto a mí, hay más, pero mis ojos se paralizan en Alex. No quiero saber qué me ha pasado, ni dónde estoy, ni porqué él está allí. No sé qué decir. Abro mi boca pero tras unos segundos de ésta no logra salir absolutamente nada, solo se queda suspendida en el aire esperando a que mi cerebro asimilase verlo allí y se le ocurriera algo que decir. Paso de la confusión a la vergüenza. Finalmente le aparto a Alex la mirada, me palpo el cuello, recuerdo aquello que me inyectó el médico del hospital. No pudo ser nada bueno, pero tampoco nada malo. Nada malo podría haberme facilitado el mejor sueño que había echado en meses, al menos de eso me trataba de convencer para quitarle importancia al asunto.
Ver a Vanessa y a Thalos me confirma que estoy en un sitio seguro. Extrañamente Juliet está allí, mientras me esfuerzo por cambiar mi postura a una más erguida.
- Me alegra verte... - digo a Juliet en voz baja en un tono algo quebrado a causa todavía del adormecimiento. Hay más gente allí de lo que pensaba, muchos desconocidos, Reiv, el muchacho al que incordié estando resacosa... Pero con el sueño que me traigo lo que menos me interesa es saber qué hacen ahí, porque espero que no estén congregados así por mí.
Termino bajando más espabilada de la mesa como si nada, alzando una ceja miro a Vanessa y digo en tono irónico - Pues si esta es la fiesta que me ha organizado Johan... joder...- no quiero ni pensar qué haría en mi velatorio. Vanessa era la única que lo pillaría, los demás, con este empanamiento me daban igual.
Acto seguido me voy de la sala haciendo 'eses' algo confundida a terminar en una cama el sueño que me habían interrumpido.
Cuando Johan desaparece el caos vuelve a la habitación, me percato del drow que se acerca a Thalos y Alex, reconociéndolo como uno de los altos mandos de la Alianza. Mi primer instinto es sacar mi revólver y apuntarle a la cabeza, exigiendo respuestas. Pero decido esperar y escuchar, atenta a los que andan en la sala de reunión.
Las únicas de la Brigada somos Lea y yo, lo que me gusta menos a medida que voy escuchando el tema de conversación. ¿Evacuar la Base? ¿Luchar? ¿Cuándo han descubierto nuestra posición? ¿Y cómo? Hay demasiadas preguntas… pero otra me preocupa más aún, ¿dónde están el resto? Ben bien puede andar borracho por vete tú a saber dónde, Nery durmiendo o volando por ahí, Mérida jugando a basebol (?) y Lykaios… La luna llena fue reciente, y él es un despistado. Aprovechando mi moneda adquirida hace unas horas les mando un mensaje a todos los que me es posible: "Sala de reuniones, en cuanto podáis".
Cuando levanto la vista Juliet está frente a Thalos, aunque se acerca luego a Scar y dice que se está yendo lo que tenga, que puede despertar pronto. Es un alivio escuchar eso, aunque sea de una desconocida. Vuelvo mi atención al drow y Thalos, atenta a su discurso, defendiendo una postura peligrosa y arriesgada. Nunca he sido yo muy lógica, así que no dudo en responderle apoyando su idea de defender la Base.
-No, no deberíamos dejar que nos tengan en jaque y persiguiéndonos, no somos hormigas a las que echas agua y huyen a buscar otro agujero.
Asiento a sus palabras sobre los cacharros y demás cosas que hemos obtenido del hospital, es un buen plan. Mi pequeño cabreo se pasa cuando me doy cuenta de que Scar está despertando, y Alex a su lado mirándola como si fuese el príncipe azul que se maravilla de ver a la princesa por fin saliendo de su hechizado sueño. Creo que me he perdido algo entre los dos… bah, me alegra ver a mi compañera despierta, aunque algo drogada parece. Se va espabilando y antes de salir de aquí me dice con cierta ironía que vaya la pinta de la fiesta que ha organizado Johan. Una sonrisa se dibuja por mis labios y la despido, decidiendo ir a buscarla luego, que ella tiene la otra cápsula.
-Descansa, si necesitas algo avísame.
Señalo la moneda y vuelvo al tema de la reunión, proteger la Base o abandonarla, mientras evacuamos a los enfermos y personas de riesgo no sé exactamente a dónde. Tendré que pedir detalles cuando acabe todo…
Las únicas de la Brigada somos Lea y yo, lo que me gusta menos a medida que voy escuchando el tema de conversación. ¿Evacuar la Base? ¿Luchar? ¿Cuándo han descubierto nuestra posición? ¿Y cómo? Hay demasiadas preguntas… pero otra me preocupa más aún, ¿dónde están el resto? Ben bien puede andar borracho por vete tú a saber dónde, Nery durmiendo o volando por ahí, Mérida jugando a basebol (?) y Lykaios… La luna llena fue reciente, y él es un despistado. Aprovechando mi moneda adquirida hace unas horas les mando un mensaje a todos los que me es posible: "Sala de reuniones, en cuanto podáis".
Cuando levanto la vista Juliet está frente a Thalos, aunque se acerca luego a Scar y dice que se está yendo lo que tenga, que puede despertar pronto. Es un alivio escuchar eso, aunque sea de una desconocida. Vuelvo mi atención al drow y Thalos, atenta a su discurso, defendiendo una postura peligrosa y arriesgada. Nunca he sido yo muy lógica, así que no dudo en responderle apoyando su idea de defender la Base.
-No, no deberíamos dejar que nos tengan en jaque y persiguiéndonos, no somos hormigas a las que echas agua y huyen a buscar otro agujero.
Asiento a sus palabras sobre los cacharros y demás cosas que hemos obtenido del hospital, es un buen plan. Mi pequeño cabreo se pasa cuando me doy cuenta de que Scar está despertando, y Alex a su lado mirándola como si fuese el príncipe azul que se maravilla de ver a la princesa por fin saliendo de su hechizado sueño. Creo que me he perdido algo entre los dos… bah, me alegra ver a mi compañera despierta, aunque algo drogada parece. Se va espabilando y antes de salir de aquí me dice con cierta ironía que vaya la pinta de la fiesta que ha organizado Johan. Una sonrisa se dibuja por mis labios y la despido, decidiendo ir a buscarla luego, que ella tiene la otra cápsula.
-Descansa, si necesitas algo avísame.
Señalo la moneda y vuelvo al tema de la reunión, proteger la Base o abandonarla, mientras evacuamos a los enfermos y personas de riesgo no sé exactamente a dónde. Tendré que pedir detalles cuando acabe todo…
Empujo la puerta con uno de mis hombros, la miro de malas formas, siempre me ha parecido una puerta muy pesada a pesar de que el resto de la gente la abre con normalidad. Creo que alguien le ha lanzado un hechizo contra mi persona o algo así. Tras mi batalla de miradas contra la puerta acabo por entrar mientras Reed sigue cantando una vez mas la malsonante canción.
-Hola gente que no conozco.
Saludo a los presentes que me resultaban poco o nada familiares y alzo el mentón como saludo a Draven.
-La gente no sabe que estamos evacuando ni por que lo hacemos, alguien debería decir algo por ahí.
Me acerco a Draven y encojo mis hombros mientras recoloco a Reed en brazos.
-No sé donde llevarle.
Susurro por lo bajo y entrecierro los ojos recordando que debo matarle.
-Y sé lo que hicisteis el ultimo verano en Chinatown.
Miro a los demás que están todos en plan reunión de la resistencia, serios y preocupados y todo el rollo.
-Hola gente que no conozco.
Saludo a los presentes que me resultaban poco o nada familiares y alzo el mentón como saludo a Draven.
-La gente no sabe que estamos evacuando ni por que lo hacemos, alguien debería decir algo por ahí.
Me acerco a Draven y encojo mis hombros mientras recoloco a Reed en brazos.
-No sé donde llevarle.
Susurro por lo bajo y entrecierro los ojos recordando que debo matarle.
-Y sé lo que hicisteis el ultimo verano en Chinatown.
Miro a los demás que están todos en plan reunión de la resistencia, serios y preocupados y todo el rollo.
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