Fight Club [Fábrica abandonada II]
Una de las muchas fábricas abandonadas de la periferia de Londres, aunque en este lugar se organizan peleas ilegales. Un ring de combate preside la zona central, alrededor de la cual se reúnen los espectadores. Los combates que aquí se realizan pueden ser de 1 contra 1 o de 2 contra 2. Estos combates ilegales no son obra de ningún bando en particular, son más bien asunto de mercenarios u otros individuos que van por libre.
Hay dos modalidades, una para aquellos que se presentan libremente para pelear y sacar beneficios económicos para sí mismos, y otra en la que interviene la trata de esclavos, pues hay algunos aprovechados que ganan dinero en combates a través de dichos esclavos (pueden ser humanos o seres con magia, sin distinción).
- Reglas del club:
On rol
- La primera regla del Club de la Lucha es no hablar del Club de la Lucha. nopudeevitarloxD
- Por motivos de espacio y discreción no se permiten transformaciones de ningún tipo.
- No se puede matar.
- Los esclavos podrán ser vendidos o comprados en este lugar.
- Nadie garantiza que todo el mundo vuelva a salir de aquí como una persona libre.
Off rol
- Pierde el primero cuyos PS lleguen a 0 o se desmaye, en el caso de hacerlo interpretativo. Obviamente no se puede matar o mutilar sin permiso del otro usuario.
- Los combates pueden ser a dados o interpretativo. Si es interpretativo ambas partes deberán estar de acuerdo en hacerlo así y con el desarrollo del combate, sin importar quien pierda o gane.
- El ganador de cada combate ganará 50 puntos (dinero). El perdedor se llevará 25. Postear en este tema Solicitud recompensas Fight Club
- Las peleas que aquí se hagan también sirven como combate/entrenamiento para adquirir o mejorar nuevas habilidades, al igual que cualquier otro combate fuera de este sitio. (más información aquí )
Ya habían pasado varias semanas del gran ataque que había tenido de parte de Raz, Mike no hablo en ningún momento sobre eso ni me hizo preguntas al respecto. Me vigilo todo este tiempo, todo lo que hacia, si iba a cazar, si me transformaba o recorría el centro comercial, el estaba ahí. Después de tanto tiempo sola eso era demasiado extraño, nunca había tenido a alguien vigilandome o acompañándome, al menos no en todo este tiempo y el tenerlo ahora era extraño, mas aun siendo que el chico era menor que yo, cosa que siempre evite, aunque realmente nunca haya pasado nada realmente.
Me escape mientras que el moreno dormía, necesitaba estar sola un rato y creía que esa era la única forma para estar conmigo misma... Ya que Raz se bloqueo desde el día de la posesión, ya no volvió a hablarme luego de eso, lo cual en parte me ponía mal, ya que él fue el que me ayudo en varias ocasiones, con el único que pude hablar, evitando que me volviera aun mas loca de lo que ya estaba.
Suspire profundo mientras caminaba hasta llegar a una fabrica abandonada, una nueva vieja amiga, al entrar vi que no era igual a las otras fabricas. Me encontré con unos tipos un tanto extraños, al principio quisieron echarme del lugar pero lo impedí, por lo que me contaron de que se trataba y las reglas que tendría. Si eso era cierto luego tendría que mentirle a Mike de donde estuve, si es que se despierta antes de que yo llegue. Hace algunos días me escabullí al igual que hoy, encontrando aquella pócima extraña en su mochila, por lo que sabia evitaba el embarazo, pero no habíamos estado solos desde hacia ya bastante, por lo que me hacia pensar que la tenia antes de conocernos o la consiguió el día que le rompieron la nariz... Luego del incidente de las duchas...
Me indicaron esperar a un nuevo contrincante en lo que algunos tipos ahí ya estaban luchando o entrenando... O lo que sea. También supe que se hacían negocios bastante perturbadores en el lugar pero no me importo, sabia defenderme asique no tenia nada de que temer.
Me escape mientras que el moreno dormía, necesitaba estar sola un rato y creía que esa era la única forma para estar conmigo misma... Ya que Raz se bloqueo desde el día de la posesión, ya no volvió a hablarme luego de eso, lo cual en parte me ponía mal, ya que él fue el que me ayudo en varias ocasiones, con el único que pude hablar, evitando que me volviera aun mas loca de lo que ya estaba.
Suspire profundo mientras caminaba hasta llegar a una fabrica abandonada, una nueva vieja amiga, al entrar vi que no era igual a las otras fabricas. Me encontré con unos tipos un tanto extraños, al principio quisieron echarme del lugar pero lo impedí, por lo que me contaron de que se trataba y las reglas que tendría. Si eso era cierto luego tendría que mentirle a Mike de donde estuve, si es que se despierta antes de que yo llegue. Hace algunos días me escabullí al igual que hoy, encontrando aquella pócima extraña en su mochila, por lo que sabia evitaba el embarazo, pero no habíamos estado solos desde hacia ya bastante, por lo que me hacia pensar que la tenia antes de conocernos o la consiguió el día que le rompieron la nariz... Luego del incidente de las duchas...
Me indicaron esperar a un nuevo contrincante en lo que algunos tipos ahí ya estaban luchando o entrenando... O lo que sea. También supe que se hacían negocios bastante perturbadores en el lugar pero no me importo, sabia defenderme asique no tenia nada de que temer.
Había llegado hace poco a Londres y después de vagar varios días por los alrededores, encontré lo que parecía ser una antigua fabrica. Pese a parecer abandonada en el exterior, alguien había pasado por allí hacía poco. Una vez llegado a lo que podría ser la entrada, Seiju apareció en mi cabeza.
"Cuidado, no creo que estemos solos..."
"Cuidado, no creo que estemos solos..."
Mis pasos se dirigieron a un lugar que ya conocía con anterioridad. Había hecho algunos amigos no convencionales en lugares como aquellos, que ahora me daban la pauta para seguir y conseguir nuevas experiencias. Por lo que me habían dicho, aquel lugar era un hervidero de peleas ilegales, apuestas, y una que otra cosita más que te puedes encontrar en los lugares donde la ley no existe.
Llegué sin mucho que esperar. Aunque me habían proporcionado con una contraseña, no tuve que darla, pues en la entrada encontré a uno de los 'amigos' que me había invitado. Se veía, por la cantidad de gente y la calidad que se veía de los luchadores, que sería un buen espectáculo. Mostré el dinero, que llevaba colgado en una bolsa del pantalón antes de que pudiera ingresar al lugar.
Tras una sonrisa con el de la entrada, nos dirigimos a una zona ligeramente más elevada que rodeaba el lugar con una barandilla a un metro de las cabezas de todos. Mientras esperábamos a que los luchadores terminaran de anotarse para las rondas, el alcohol no se hizo esperar. Solo tomé una copa con algo fuerte, sin saber realmente que había dentro.
Desde el privilegiado lugar donde me encontraba, se veía bien el improvisado ring, o lo que fuera, que aunque estaba bien delimitado, era sabido que a veces las intensas luchas no se contenían solamente en él. Caminé un poco hasta que alcancé a ver a todos los esclavos encadenados. Había guardado la esperanza que en uno de aquellos lugares estuviera la chica a la que buscaba, pero nuevamente no se encontraba por ahí, al menos no a la vista. DDe un solo trago, acabé con mi copa y tomé otra, esperando impaciente para que empezara la acción.
Llegué sin mucho que esperar. Aunque me habían proporcionado con una contraseña, no tuve que darla, pues en la entrada encontré a uno de los 'amigos' que me había invitado. Se veía, por la cantidad de gente y la calidad que se veía de los luchadores, que sería un buen espectáculo. Mostré el dinero, que llevaba colgado en una bolsa del pantalón antes de que pudiera ingresar al lugar.
Tras una sonrisa con el de la entrada, nos dirigimos a una zona ligeramente más elevada que rodeaba el lugar con una barandilla a un metro de las cabezas de todos. Mientras esperábamos a que los luchadores terminaran de anotarse para las rondas, el alcohol no se hizo esperar. Solo tomé una copa con algo fuerte, sin saber realmente que había dentro.
Desde el privilegiado lugar donde me encontraba, se veía bien el improvisado ring, o lo que fuera, que aunque estaba bien delimitado, era sabido que a veces las intensas luchas no se contenían solamente en él. Caminé un poco hasta que alcancé a ver a todos los esclavos encadenados. Había guardado la esperanza que en uno de aquellos lugares estuviera la chica a la que buscaba, pero nuevamente no se encontraba por ahí, al menos no a la vista. DDe un solo trago, acabé con mi copa y tomé otra, esperando impaciente para que empezara la acción.
Aparecemos Juliet y yo en la zona de la periferia de Londres tras abandonar el castillo del vampiro y después de haber dejado a Svart cazando por libre en una zona algo alejada de donde nos encontramos. No le he explicad demasiado a Juliet sobre el lugar al que venimos, aunque lo que yo sé tampoco es suficiente. Es la primera vez que vengo, pero he escuchado bastantes rumores sobre lo que se hace aquí, y además he visto movimiento por la zona que ocupa una de las fábricas abandonadas.
- Me han contado que en este sitio se puede ganar dinero mediante peleas y apuestas, aunque nunca he venido a comprobarlo. Hoy puede ser un buen momento. - la miro de reojo tratando de averiguar qué piensa, aunque puedo imaginarlo. Ella tuvo que luchar en el coliseo por obligación, así que esto debe parecerle estúpido. - Participaré, si es cierto lo que he oído. Necesito la pasta, últimamente no he conseguido misiones nuevas, y de algo hay que vivir.- no hace falta que me justifique, pero lo hago para que entienda que no es una simple pelea por diversión. Además, también tiene algo de entrenamiento, lo cual me puede venir bien si quiero seguir mejorando mis habilidades. Los seguratas de la entrada no nos ponen demasiado inconveniente para pasar, pues ya hay bastante gente llegando al lugar para ver las peleas. En la puerta metálica de la fábrica hay un cartel con las normas del Club de la Lucha, aunque la primera de ellas me hace bastante gracia. Si no se puede hablar del club...¿qué hace tanta gente aquí?. Antes de adentrarnos más en la fábrica me detengo un momento para dirigirme a Juliet.
- No hace falta que te quedes si no quieres, quiero decir...sé que no te gustan este tipo de cosas. - tiene total libertad para marcharse, no me voy mosquear por ello. Después continúo mi camino hacia el interior de la fábrica, viendo el ring de lucha en el centro, y al lado una mesa donde hacen cola unos cuantos para inscribirse. No me percato de la presencia de dos personas que conozco en el lugar, el elfo Thranduil o de Rocío, pues hay bastante gente como para localizarlos entre el barullo de gente que empieza a hacer escándalo, entre apuestas y demás. Por ahora no hay nadie luchando, supongo que empezarán cuando hagan emparejamientos de combate. Hago cola hasta que llega mi turno, dando mis datos para participar en el combate, a la espera de que me llamen para combatir.
- Me han contado que en este sitio se puede ganar dinero mediante peleas y apuestas, aunque nunca he venido a comprobarlo. Hoy puede ser un buen momento. - la miro de reojo tratando de averiguar qué piensa, aunque puedo imaginarlo. Ella tuvo que luchar en el coliseo por obligación, así que esto debe parecerle estúpido. - Participaré, si es cierto lo que he oído. Necesito la pasta, últimamente no he conseguido misiones nuevas, y de algo hay que vivir.- no hace falta que me justifique, pero lo hago para que entienda que no es una simple pelea por diversión. Además, también tiene algo de entrenamiento, lo cual me puede venir bien si quiero seguir mejorando mis habilidades. Los seguratas de la entrada no nos ponen demasiado inconveniente para pasar, pues ya hay bastante gente llegando al lugar para ver las peleas. En la puerta metálica de la fábrica hay un cartel con las normas del Club de la Lucha, aunque la primera de ellas me hace bastante gracia. Si no se puede hablar del club...¿qué hace tanta gente aquí?. Antes de adentrarnos más en la fábrica me detengo un momento para dirigirme a Juliet.
- No hace falta que te quedes si no quieres, quiero decir...sé que no te gustan este tipo de cosas. - tiene total libertad para marcharse, no me voy mosquear por ello. Después continúo mi camino hacia el interior de la fábrica, viendo el ring de lucha en el centro, y al lado una mesa donde hacen cola unos cuantos para inscribirse. No me percato de la presencia de dos personas que conozco en el lugar, el elfo Thranduil o de Rocío, pues hay bastante gente como para localizarlos entre el barullo de gente que empieza a hacer escándalo, entre apuestas y demás. Por ahora no hay nadie luchando, supongo que empezarán cuando hagan emparejamientos de combate. Hago cola hasta que llega mi turno, dando mis datos para participar en el combate, a la espera de que me llamen para combatir.
Al parecer no estaba frente a una puerta sino que era un boquete en la pared que daba a una habitación vacía. Tras inspeccionarla me dispuse a rodear el edificio, pues no encontré nada de interés.
Pasados unos minutos deambulando por la zona, vi que se acercaba alguien, un humano de marcadas facciones caucásicas. Por su apariencia y su aura supuse que no era de por esa zona, según lo que había estudiado tenia que tratarse de lo que se llama un elfo. El sitio de por si no me inspiraba confianza y supuse que si alguien andaba por ahí no era para tramar nada bueno, de modo que tan rápido como pude me escondí en la lejanía.
Gracias a ése ser descubrí por donde estaba la verdadera entrada y, cuando me aseguré de que no era vigilado por nadie, me acerque a hurtadillas para poder examinar el interior del edificio. En realidad me daba igual lo que pudiera encontrar dentro pero nunca había estado ante la presencia de un elfo y la curiosidad pudo vencer a mi sensatez.
"Que se supone que haces? A caso no notas la sed de sangre de éste lugar?Hace demasiado que no luchas y si te tienden una emboscada no tendrás nada que hacer"
-Calla de una vez! Para ser un "asesino" te acobardas por cualquier cosa últimamente!
"Eres tu! Que eres un debilucho y si tu mueres yo también!
Dejando las discusiones con mi compañero para más tarde, eche una ojeada al interior del edificio. Al ver que estaba lleno de gente me decidí a entrar. No hacia falta ver para saber que la gente se estaba zurrando de lo lindo en ése lugar, el olor a sangre y a sudor penetraba en cada uno de mis sentidos.
"Mira, ese ser al que observabas.."
Gracias al aviso de mi camarada me percaté de que el elfo estaba en una mesa tomando una copa. No parecía tener malas intenciones así que me acerqué a conocerlo...
Pasados unos minutos deambulando por la zona, vi que se acercaba alguien, un humano de marcadas facciones caucásicas. Por su apariencia y su aura supuse que no era de por esa zona, según lo que había estudiado tenia que tratarse de lo que se llama un elfo. El sitio de por si no me inspiraba confianza y supuse que si alguien andaba por ahí no era para tramar nada bueno, de modo que tan rápido como pude me escondí en la lejanía.
Gracias a ése ser descubrí por donde estaba la verdadera entrada y, cuando me aseguré de que no era vigilado por nadie, me acerque a hurtadillas para poder examinar el interior del edificio. En realidad me daba igual lo que pudiera encontrar dentro pero nunca había estado ante la presencia de un elfo y la curiosidad pudo vencer a mi sensatez.
"Que se supone que haces? A caso no notas la sed de sangre de éste lugar?Hace demasiado que no luchas y si te tienden una emboscada no tendrás nada que hacer"
-Calla de una vez! Para ser un "asesino" te acobardas por cualquier cosa últimamente!
"Eres tu! Que eres un debilucho y si tu mueres yo también!
Dejando las discusiones con mi compañero para más tarde, eche una ojeada al interior del edificio. Al ver que estaba lleno de gente me decidí a entrar. No hacia falta ver para saber que la gente se estaba zurrando de lo lindo en ése lugar, el olor a sangre y a sudor penetraba en cada uno de mis sentidos.
"Mira, ese ser al que observabas.."
Gracias al aviso de mi camarada me percaté de que el elfo estaba en una mesa tomando una copa. No parecía tener malas intenciones así que me acerqué a conocerlo...
Me había logrado anotar antes de que se hiciera una cola de gente muy larga, al inicio el tipo que tomo mis datos me miro con burla pero pase de eso, en verdad no me importaba que no me vieran como alguien ruda, ya que después de todo tenia una pequeña ayudita espiritual que esperaba que apareciera cuando este luchando.
Al sentarme a esperar a que mi turno de lucha llegara vi en la cola a Reiv, aunque por toda la gente no pude llegar a él para hablarle. Y a su vez debía resolver un pequeño problemilla interior con mi ''querido amigo''.
''Háblame al menos''
No logre oír nada mas que el barullo del lugar y suspire tapando mi rostro con mis manos.
''Si hice algo en verdad lo lamento... Háblame, por favor''
''¿Que mierda quieres?''
Su voz era seria hasta incluso podía notar el desagrado, suspire y fruncí un poco el ceño.
''No te hice nada para que estés así''
''Te quedaste con ese idiota''
''¿Y eso te afecta en algo? No, asique no me ignores, Mike no hará que me deshaga de ti... Nadie lo hará''
''Me da igual''
-Agh... Idiota...
''Eres tu''
No pude evitar sonreír al escuchar aquello, hacia mucho que no lo escuchaba llamarme así o responderme algún insulto. En parte me dejaba algo tranquila, al menos Raz seguía ahí y podía volverlo a oír.
''Solo por hoy, dejare que tomes parte del control... Descargate todo lo que quieras''
''Mmm... Eso podría servir...''
La esclerótica de mi ojo derecho se volvió completamente negra. Me levante del asiento en el que estaba y viendo que varios de los que pelearían estaban entrenando o calentando un poco decidí hacer lo mismo. Me quite las muñequeras y la camiseta ya que no pensaba volver a llenarla de sangre o romperla, por lo que la deje a un lado junto a mi quedando con la venda cubriendo mis pechos, para comenzar a golpear una de las bolsas de boxeo que colgaba de una de las vigas del techo, golpeándola con fuerza y una sonrisa ladina de parte de Razassel.
Al sentarme a esperar a que mi turno de lucha llegara vi en la cola a Reiv, aunque por toda la gente no pude llegar a él para hablarle. Y a su vez debía resolver un pequeño problemilla interior con mi ''querido amigo''.
''Háblame al menos''
No logre oír nada mas que el barullo del lugar y suspire tapando mi rostro con mis manos.
''Si hice algo en verdad lo lamento... Háblame, por favor''
''¿Que mierda quieres?''
Su voz era seria hasta incluso podía notar el desagrado, suspire y fruncí un poco el ceño.
''No te hice nada para que estés así''
''Te quedaste con ese idiota''
''¿Y eso te afecta en algo? No, asique no me ignores, Mike no hará que me deshaga de ti... Nadie lo hará''
''Me da igual''
-Agh... Idiota...
''Eres tu''
No pude evitar sonreír al escuchar aquello, hacia mucho que no lo escuchaba llamarme así o responderme algún insulto. En parte me dejaba algo tranquila, al menos Raz seguía ahí y podía volverlo a oír.
''Solo por hoy, dejare que tomes parte del control... Descargate todo lo que quieras''
''Mmm... Eso podría servir...''
La esclerótica de mi ojo derecho se volvió completamente negra. Me levante del asiento en el que estaba y viendo que varios de los que pelearían estaban entrenando o calentando un poco decidí hacer lo mismo. Me quite las muñequeras y la camiseta ya que no pensaba volver a llenarla de sangre o romperla, por lo que la deje a un lado junto a mi quedando con la venda cubriendo mis pechos, para comenzar a golpear una de las bolsas de boxeo que colgaba de una de las vigas del techo, golpeándola con fuerza y una sonrisa ladina de parte de Razassel.
No había pensado mucho a donde irían después de pasar a visitar a Sirius. Se había dejado llevar por Reiv los últimos días, dejándole a él la ardua tarea de pensar donde dormirían, pues seguramente tendría más conocimiento de los hoteles de mala muerte de toda la ciudad. Sin embargo, nada la había preparado para el lugar a donde la llevaban tras dejar a Svart alejado. Con la mochila bien puesta a cuestas, le siguió por el desolador panorama de la periferia de Londres, donde parecía dirigirse a una fábrica abandonada.
Aunque no habían cruzado palabra, ella por estar alerta a los alrededores, se sintió de lo peor al escuchar lo que decía de las peleas y las apuestas. Se apresuró a tomarle la mano, aunque no creyó que eso fuera a detenerlo simplemente mientras seguían caminando.- Claro, quien no ama las apuestas...- Alabó al tratar de desviar su atención de participar hacia alguna otra de las actividades que había, sin mucho éxito. No pudo evitar soltar algo así como un gemido ahogado cuando escuchó que participaría.- Reiv, no la necesitas, ¿qué hay de la banda de mercenarios que querías formar? Además, cualquiera de los revolucionarios te ayudaría de necesitarlo.
No estaba segura de si su rostro reflejaba o no fielmente el pánico que sentía a medida que se acercaban al lugar. Sabía muy bien que aquellas cosas eran para personas muy bien preparadas, pero nunca faltaban los esclavos, aún en Londres. Se dio cuenta del momento en que su mano se entrelazó de la del contrario con fuerza, mas no pudo hacer nada por evitarlo. Su cuerpo era más reacio a seguir su camino a medida que llegaban a la gran puerta metálica que había en el frente.
Sintió como Reiv se detenía al frente del cartel que dictaba las reglas, un poco apartados de quienes intentaban entrar. Escuchó lo que él decía mientras se dedicaba a leer las últimas dos reglas. Donde avisaba de la presencia de esclavos y, sobre todo, donde nadie aseguraba que no fueran a serlo en un futuro.- Reiv.- Se paró frente a él alarmada por el lugar. Sabía que él era capaz y que lo más seguro sería que nada más allá de una buena pelea pasara, pero eso no le detuvo de mirarle directo a los ojos, tratando de encontrar en el las razones para hacerlo dar media vuelta y marcharse del lugar. Le tomó del cuello para acercarle suavemente y, finalmente, abrazarle con fuerza. Le tomó la mano de nueva cuenta, entrando con él al lugar mientras agachaba la cabeza, esperando el que sería el turno de Reiv para anotarse para las próximas peleas. Era como una derrota personal. Había jurado salir del Coliseo y ahí estaba, por voluntad propia, acompañando a alguien que lo hacía, al menos en parte, por dinero. Recargó la frente en el hombro del moreno, resignada a no decir nada que le pudiera afectar durante la pelea.
Recordó entonces del intento que hizo de cargarla en el hospital. Su brazo no había estado bien entonces y dudó que en la borrachera hubiera decidido encontrar quien le curara. Le tomó del interior del codo con la mano que llevaba libre, conjurando poco a poco la ténue luz azul y el hielo que ayudarían a mejorar su brazo, con un poco de suerte. Una vez que se anotó, le apartó un poco, llevándole de la mano hasta un lugar que tenía un poco menos de densidad de personas.- ¿Tienes un plan? Dime cómo te sientes.- Murmuró, evitando mirarle a los ojos, pues aunque le dolía demasiado dejarlo competir, había cambiado de prioridades. Ahora, la meta era salir de aquel lugar libres.
Sanación = 20 + 10 habilidad a Reiv
Aunque no habían cruzado palabra, ella por estar alerta a los alrededores, se sintió de lo peor al escuchar lo que decía de las peleas y las apuestas. Se apresuró a tomarle la mano, aunque no creyó que eso fuera a detenerlo simplemente mientras seguían caminando.- Claro, quien no ama las apuestas...- Alabó al tratar de desviar su atención de participar hacia alguna otra de las actividades que había, sin mucho éxito. No pudo evitar soltar algo así como un gemido ahogado cuando escuchó que participaría.- Reiv, no la necesitas, ¿qué hay de la banda de mercenarios que querías formar? Además, cualquiera de los revolucionarios te ayudaría de necesitarlo.
No estaba segura de si su rostro reflejaba o no fielmente el pánico que sentía a medida que se acercaban al lugar. Sabía muy bien que aquellas cosas eran para personas muy bien preparadas, pero nunca faltaban los esclavos, aún en Londres. Se dio cuenta del momento en que su mano se entrelazó de la del contrario con fuerza, mas no pudo hacer nada por evitarlo. Su cuerpo era más reacio a seguir su camino a medida que llegaban a la gran puerta metálica que había en el frente.
Sintió como Reiv se detenía al frente del cartel que dictaba las reglas, un poco apartados de quienes intentaban entrar. Escuchó lo que él decía mientras se dedicaba a leer las últimas dos reglas. Donde avisaba de la presencia de esclavos y, sobre todo, donde nadie aseguraba que no fueran a serlo en un futuro.- Reiv.- Se paró frente a él alarmada por el lugar. Sabía que él era capaz y que lo más seguro sería que nada más allá de una buena pelea pasara, pero eso no le detuvo de mirarle directo a los ojos, tratando de encontrar en el las razones para hacerlo dar media vuelta y marcharse del lugar. Le tomó del cuello para acercarle suavemente y, finalmente, abrazarle con fuerza. Le tomó la mano de nueva cuenta, entrando con él al lugar mientras agachaba la cabeza, esperando el que sería el turno de Reiv para anotarse para las próximas peleas. Era como una derrota personal. Había jurado salir del Coliseo y ahí estaba, por voluntad propia, acompañando a alguien que lo hacía, al menos en parte, por dinero. Recargó la frente en el hombro del moreno, resignada a no decir nada que le pudiera afectar durante la pelea.
Recordó entonces del intento que hizo de cargarla en el hospital. Su brazo no había estado bien entonces y dudó que en la borrachera hubiera decidido encontrar quien le curara. Le tomó del interior del codo con la mano que llevaba libre, conjurando poco a poco la ténue luz azul y el hielo que ayudarían a mejorar su brazo, con un poco de suerte. Una vez que se anotó, le apartó un poco, llevándole de la mano hasta un lugar que tenía un poco menos de densidad de personas.- ¿Tienes un plan? Dime cómo te sientes.- Murmuró, evitando mirarle a los ojos, pues aunque le dolía demasiado dejarlo competir, había cambiado de prioridades. Ahora, la meta era salir de aquel lugar libres.
Sanación = 20 + 10 habilidad a Reiv
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Juliet Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
Su gesto de tomarme la mano me hace pensar que preferiría detenerme para que no entrase ahí, tratando en cierto modo de disuadirme por medio de las palabras. Eso de no necesitar el dinero es relativo, pues no todo funciona siempre a base de trueques, es imprescindible contar con algo de dinero. - Claro que hace falta. Hay que sobrevivir como sea, y no siempre podemos confiar en que nos ayuden con algo de comida o lo que sea. Robar continuamente tampoco es práctico. - emito un sonido irónico cuando me menciona a los renegados, o resistentes, como solían llamarlos antes. - Esos también son unos muertos de hambre. No sé qué hacen para mantenerse, pero sospecho que viven a base de comercio ilegal y robos. Hace tiempo que debieron terminarse los ahorros, en caso de que los tuviesen. - los Black solían ser gente de dinero, pero con la guerra se perdió buena parte de su fortuna. La familia que permaneció en el bando ministerial pudo vivir bien durante algún tiempo, pero ya no queda ninguno de esos.
Comprendo que pueda estar así de tensa por los recuerdos del coliseo, por lo que trato de tranquilizarla respecto a este sitio. - Sé lo que estás pensando...y no tiene nada que ver con aquello. Esto no es más que un tugurio de peleas ilegales, nada más. - a pesar de lo que ponga en la puerta, no creo que sea tan jodido como aquello por lo que pasó ella. Su mirada lo dice todo, no quiere estar aquí pero a pesar de ello se queda. La abrazo con fuerza cuando ella lo hace, de tal modo que casi parece un abrazo de antes de entrar en batalla, aunque no sea el caso exactamente. - De verdad, no pasará nada. Y si ves algo raro...sal corriendo. - Sé que no suena muy tranquilizador, pero debo advertirle por si acaso. Después nos dirigimos juntos hacia el lugar de las inscripciones, cosa que no lleva demasiado tiempo. Ella permanece a mi lado con cierta resignación, pero prefiero no decirle nada más por ahora para no ponerla más nerviosa. Nos apartamos un poco de la multitud una vez que termino de inscribirme, momento de tranquilidad que Juliet emplea para utilizar conmigo su magia sanadora. Ellyos me había curado bastante tras la pelea, pero no estaba al completo e iba arrastrando algunas molestias desde entonces, no estaba en plena forma. Con la ayuda de mi compañera me siento con más energía para pelear.
- Mucho mejor, gracias. - miro de reojo hacia el ring, encogiéndome de hombros por lo del plan. - No tengo nada pensado, lo que vaya surgiendo según con quien me toque. Es mi primera vez en un sitio así, pero no soy nuevo en esto de pelear. Veremos...- en ese momento dicen mi nombre en voz alta a través de un megáfono, pidiéndome que suba al ring para comenzar. - Me toca. Deséame suerte. - Le guiño un ojo a Juliet antes de darme la vuelta para encaminarme hacia el ring, subiendo por uno de los laterales. Me quito la cazadora antes de empezar, a la espera de que suba mi rival. Echo un vistazo alrededor, buscando con la mirada alguna cara conocida. Esta vez si que localizo a un par, ahora que puedo observar desde cierta altura. Thranduil se encuentra entre el público, y Rocío entrenando con un saco de boxeo. Supongo que el primero no va a participar, a juzgar por lo relajado de su actitud, pero sí lo espero de Rocío. De no ser así no estaría entrenando en este lugar.
------------
PS: 121 + 30 curación de Juliet= 150, completo
Comprendo que pueda estar así de tensa por los recuerdos del coliseo, por lo que trato de tranquilizarla respecto a este sitio. - Sé lo que estás pensando...y no tiene nada que ver con aquello. Esto no es más que un tugurio de peleas ilegales, nada más. - a pesar de lo que ponga en la puerta, no creo que sea tan jodido como aquello por lo que pasó ella. Su mirada lo dice todo, no quiere estar aquí pero a pesar de ello se queda. La abrazo con fuerza cuando ella lo hace, de tal modo que casi parece un abrazo de antes de entrar en batalla, aunque no sea el caso exactamente. - De verdad, no pasará nada. Y si ves algo raro...sal corriendo. - Sé que no suena muy tranquilizador, pero debo advertirle por si acaso. Después nos dirigimos juntos hacia el lugar de las inscripciones, cosa que no lleva demasiado tiempo. Ella permanece a mi lado con cierta resignación, pero prefiero no decirle nada más por ahora para no ponerla más nerviosa. Nos apartamos un poco de la multitud una vez que termino de inscribirme, momento de tranquilidad que Juliet emplea para utilizar conmigo su magia sanadora. Ellyos me había curado bastante tras la pelea, pero no estaba al completo e iba arrastrando algunas molestias desde entonces, no estaba en plena forma. Con la ayuda de mi compañera me siento con más energía para pelear.
- Mucho mejor, gracias. - miro de reojo hacia el ring, encogiéndome de hombros por lo del plan. - No tengo nada pensado, lo que vaya surgiendo según con quien me toque. Es mi primera vez en un sitio así, pero no soy nuevo en esto de pelear. Veremos...- en ese momento dicen mi nombre en voz alta a través de un megáfono, pidiéndome que suba al ring para comenzar. - Me toca. Deséame suerte. - Le guiño un ojo a Juliet antes de darme la vuelta para encaminarme hacia el ring, subiendo por uno de los laterales. Me quito la cazadora antes de empezar, a la espera de que suba mi rival. Echo un vistazo alrededor, buscando con la mirada alguna cara conocida. Esta vez si que localizo a un par, ahora que puedo observar desde cierta altura. Thranduil se encuentra entre el público, y Rocío entrenando con un saco de boxeo. Supongo que el primero no va a participar, a juzgar por lo relajado de su actitud, pero sí lo espero de Rocío. De no ser así no estaría entrenando en este lugar.
------------
PS: 121 + 30 curación de Juliet= 150, completo
El lugar no parecía ser exactamente un lugar para elfos, pero estaba bien. La gente había comenzado a entrenar, los recién llegados estaban tomando sus lugares, y ahora, mientras bebía de mi tercer vaso de aquel alcohol misterioso que no lograba descifrar, había decidido ya a quienes apostaría a favor de los que habían estado haciendo fila para inscribirse.
Un destello rojizo captó mi atención. La melena de una chica que se parecía muchísimo, de rostro, a otra mujer a la que conocía bien. Tras fijarme un rato, la asocié con la chica a la que había visto en la reunión. La que se parecía a lo que debía ser Juliet después de tantos años.
La sensación de que alguien me observaba me atrapó por un instante, y volví mi mirada a quienes estaban más cerca de mi, encontrándome con un desconocido que decidió no hablarme a pesar de que se sentía claramente la intención. Sin más que hacer, pasé un momento a prestarle atención a sus pensamientos, dándome cuenta que dentro de sí parecía una voz fija, no solamente una en distintas capas como el resto de las personas. Al escuchar que me observaba, hablando de sí mismo entercera persona, me quedé un poco con la espina.
Volví mi mirada para buscar a Irina, o mejor dicho, a la que seguramente era Juliet. Al perderla de vista, no pude sino esperar que no estuviera aquí para pelear después de todo lo que había pasado con ella.- Que triste es la vida sin alcohol, amigo mío. Pide una copa, no van a rechazarte mientras tu dinero brille como el de todos.- Murmuré para él, volviendo a verle a él mientras le invitaba a la mesa. No tenía la mejor vista del ring, pero podíamos ver con tranquilidad todo el lugar.
Un destello rojizo captó mi atención. La melena de una chica que se parecía muchísimo, de rostro, a otra mujer a la que conocía bien. Tras fijarme un rato, la asocié con la chica a la que había visto en la reunión. La que se parecía a lo que debía ser Juliet después de tantos años.
La sensación de que alguien me observaba me atrapó por un instante, y volví mi mirada a quienes estaban más cerca de mi, encontrándome con un desconocido que decidió no hablarme a pesar de que se sentía claramente la intención. Sin más que hacer, pasé un momento a prestarle atención a sus pensamientos, dándome cuenta que dentro de sí parecía una voz fija, no solamente una en distintas capas como el resto de las personas. Al escuchar que me observaba, hablando de sí mismo entercera persona, me quedé un poco con la espina.
Volví mi mirada para buscar a Irina, o mejor dicho, a la que seguramente era Juliet. Al perderla de vista, no pude sino esperar que no estuviera aquí para pelear después de todo lo que había pasado con ella.- Que triste es la vida sin alcohol, amigo mío. Pide una copa, no van a rechazarte mientras tu dinero brille como el de todos.- Murmuré para él, volviendo a verle a él mientras le invitaba a la mesa. No tenía la mejor vista del ring, pero podíamos ver con tranquilidad todo el lugar.
Aunque el contrario mencionaba que robar continuamente no era práctico, ella tenía sus dudas. No había vivido exactamente de robar los últimos años, y supuso que no habría botines grandes en las periferias de la ciudad. Pero sí era viable de hacer trabajitos en distintos lugares por donde pasaba. Le era fácil conseguir trabajos, pues aceptaba cualquier cosa durante el tiempo en que huía de Italia, pero no era divertido hacer los trabajos sucios de otros, en eso debía estar de acuerdo. Y aunque tratar a los renegados de muertos de hambre le hacía gracia, no fue la suficiente para sacarle una sonrisa.
Sus intentos de quitar el Coliseo de su cabeza solo sirvieron un poco para centrarse en el abrazo y no en lo que decía a continuación.- Sí, correré hacia ti. No te dejo ahora, no voy a dejarte cuando la cosa se ponga peor.- Susurró durante el abrazo. Aunque para el resto de la gente, el momento más sencillo para dejar de ser fieles era en el peor de los momentos, para ella tenía otro significado. Aquellos malos momentos eran justo cuando menos debía separarse de quienes le importaban. Si había algo en sus ojos además de malos augurios, también era la determinación de quedarse a su lado y regresarlo con bien a casa, donde quiera que eso fuera.
Al menos, con el brazo totalmente recuperado, estaba más tranquila de que ganara. En el instante en que estaba pensando en qué consejo darle por ser su primera vez en peleas de aquel tipo, su nombre resonó entre las paredes de metal de aquel gran espacio. Le tomó el rostro con ambas manos, para que pusiera atención a lo que le decía antes de que fuera a subirse al ring.- Sé que dice afuera "No matar", pero por defenderse harán lo que sea. Noquear es mejor que matar. Espera lo peor y pega duro.- Susurró con el corazón acelerado. Sin pensarlo demasiado, le dio un beso en la mejilla que demoró más de lo que había planeado mientras aceptaba dejarlo ir.- Ve, iré a apostar mi dinero por ti. Así haremos doble.- Susurró y le dejó ir, deseándole la mejor de las suertes, aunque con el peor de los pensamientos en la cabeza.
Sus intentos de quitar el Coliseo de su cabeza solo sirvieron un poco para centrarse en el abrazo y no en lo que decía a continuación.- Sí, correré hacia ti. No te dejo ahora, no voy a dejarte cuando la cosa se ponga peor.- Susurró durante el abrazo. Aunque para el resto de la gente, el momento más sencillo para dejar de ser fieles era en el peor de los momentos, para ella tenía otro significado. Aquellos malos momentos eran justo cuando menos debía separarse de quienes le importaban. Si había algo en sus ojos además de malos augurios, también era la determinación de quedarse a su lado y regresarlo con bien a casa, donde quiera que eso fuera.
Al menos, con el brazo totalmente recuperado, estaba más tranquila de que ganara. En el instante en que estaba pensando en qué consejo darle por ser su primera vez en peleas de aquel tipo, su nombre resonó entre las paredes de metal de aquel gran espacio. Le tomó el rostro con ambas manos, para que pusiera atención a lo que le decía antes de que fuera a subirse al ring.- Sé que dice afuera "No matar", pero por defenderse harán lo que sea. Noquear es mejor que matar. Espera lo peor y pega duro.- Susurró con el corazón acelerado. Sin pensarlo demasiado, le dio un beso en la mejilla que demoró más de lo que había planeado mientras aceptaba dejarlo ir.- Ve, iré a apostar mi dinero por ti. Así haremos doble.- Susurró y le dejó ir, deseándole la mejor de las suertes, aunque con el peor de los pensamientos en la cabeza.
Sin darme cuenta me quedé hablando con Seiju mientras miraba en dirección al elfo. Pese a haber simplememte estudiado su aura, podía parecer que lo estaba mirando mal, sinceramente no tengo ni idea de que expresión tenía en aquel momento. Note como no acababa de confiar en mí y, según dijo Seiju, me estaba mirando. Me decidia a ir a hablarle pero en el momento en que iba a dar mi primer paso, oí una voz que me invitaba a tomar una copa. Era el él, supongo que notó mi presencia o que simplemente ponia cara rara mientras lo "miraba".
Me llevó a una mesa alejada del barullo, aún así se podía tener un buen control del lugar desde allí. Tras unos momentos de incomodo silencio mientras esperabamos nuestras copas, decidí romper el hielo...
-¿Qué hay forastero!?No... Espera.. el forastero soy yo... Emmm... Hmmm... Ah me llamo Jack! Encantado, acabo de llegar a Londres.
"Qué se supone que estás haciendo inútil?"
"Callate! Ya sabes que me cuesta hablar con hombres! Grh... Quiero conocer alguna chica de buen ver, Londres solía tener fama de eso..."
Para variar me quede inmerso en la discusión con mi espíritu... No obstante, el elfo no parecía tener malas intenciones pues su presencia era bastante amigable..
Me llevó a una mesa alejada del barullo, aún así se podía tener un buen control del lugar desde allí. Tras unos momentos de incomodo silencio mientras esperabamos nuestras copas, decidí romper el hielo...
-¿Qué hay forastero!?No... Espera.. el forastero soy yo... Emmm... Hmmm... Ah me llamo Jack! Encantado, acabo de llegar a Londres.
"Qué se supone que estás haciendo inútil?"
"Callate! Ya sabes que me cuesta hablar con hombres! Grh... Quiero conocer alguna chica de buen ver, Londres solía tener fama de eso..."
Para variar me quede inmerso en la discusión con mi espíritu... No obstante, el elfo no parecía tener malas intenciones pues su presencia era bastante amigable..
Estaba calentando un poco esperando a que me llamaran y fue el momento en que llego mi turno, mi nombre sonó por el megáfono para que me dirija al ring. Estaba tan metida en mis pensamiento que ni siquiera escuche cuando dijeron el nombre de mi oponente o si es que lo habían llamado.
Camine al ring tranquilamente, dejando mis cosas en mi esquina para subir a este. Quede un poco sorprendida al ver a Reiv como mi contrincante, después de todo en el hospital habíamos arreglado para luchar próximamente y ese día llego. Sonreí tanto por mi parte como por la de Raz y me acerque al medio del ring para saludarlo, como normalmente hacen en todas las peleas, supongo.
''Vamos a romperle la cara''
''Tranquilo... En nada comenzara y podrás hacer lo que te plazca''
Una sonrisa de lado se formo en mi rostro creada por Raz, el cual estaba muy emocionado de comenzar a golpear con mi consentimiento. Respiro hondo cerrando por unos segundos mis ojos para sentir como la oscuridad me rodeaba. Cambio y fuera.
Abrí los ojos cuando la campana sonó, dejando ver mis ennegrecidos y muertos ojos, junto a una gran sonrisa en mis labios. Tenia muchas ganas de golpear y ver sangre, y ahora que tenia la oportunidad no la desperdiciaría. Cerré mis puños con fuerza para atacar al moreno con un puñetazo directo al rostro.
----
Ataque a Reiv
0 Dado + 20 base + 10 habilidad fisica= 30
Camine al ring tranquilamente, dejando mis cosas en mi esquina para subir a este. Quede un poco sorprendida al ver a Reiv como mi contrincante, después de todo en el hospital habíamos arreglado para luchar próximamente y ese día llego. Sonreí tanto por mi parte como por la de Raz y me acerque al medio del ring para saludarlo, como normalmente hacen en todas las peleas, supongo.
''Vamos a romperle la cara''
''Tranquilo... En nada comenzara y podrás hacer lo que te plazca''
Una sonrisa de lado se formo en mi rostro creada por Raz, el cual estaba muy emocionado de comenzar a golpear con mi consentimiento. Respiro hondo cerrando por unos segundos mis ojos para sentir como la oscuridad me rodeaba. Cambio y fuera.
Narración de Razassel
Abrí los ojos cuando la campana sonó, dejando ver mis ennegrecidos y muertos ojos, junto a una gran sonrisa en mis labios. Tenia muchas ganas de golpear y ver sangre, y ahora que tenia la oportunidad no la desperdiciaría. Cerré mis puños con fuerza para atacar al moreno con un puñetazo directo al rostro.
----
Ataque a Reiv
0 Dado + 20 base + 10 habilidad fisica= 30
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Rocio Dixon' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Físico' :
'Ataque Físico' :
La despedida de Juliet me anima de cara al combate que voy a disputar, sabiendo además que podríamos ganar el doble, ella por apuesta y yo en caso de salir vencedor. También me resulta llamativo que diga que no me va a dejar solo ahora, pues hace cosa de un mes, cuando estábamos intentando solucionar lo del SPM, me advirtió que si me contagiaba tendría que alejarse. La situación ahora es distinta, pero no puedo evitar fijarme en eso de que esté dispuesta a quedarse. La sigo con la mirada para ver dónde se sitúa, aprovechando la posición que tengo desde el ring para ver mejor. También me fijo en el elfo que localicé antes, hablando con alguien. La otra persona que conozco, Rocío, resulta ser mi contrincante. Podría haber sido cualquier otro luchador de los que hay en aquel lugar, pero curiosamente me ha ido a tocar con ella, a la cual conocí en una situación bastante complicada. Se ha recuperado bastante bien, ya que de no ser así no se presentaría a combatir a este nivel.
Ella parece ligeramente sorprendida al encontrarme en el ring, y no es la única. La saludo de la manera reglamentaria, murmurando unas palabras antes de comenzar . - Sé que nos debíamos un combate, pero no pensé que sería aquí. - sonrío de lado también, tengo ganas de ver de qué es capaz como luchadora. Sé que debe ser buena y contenerse es una falta de respeto para el rival. Retrocedo de espaldas unos pasos, hasta mi esquina del cuadrilátero. El juez del combate coge el micrófono para presentarnos a ambos, dando nuestros nombres y raza, lo que hemos usado para inscribirnos. También deja claro que somos novatos por aquí, a lo que muchos abuchean, no sé por qué.
"palurdos"
Me concentro en los segundos previos al combate, pero sin cerrar los ojos, al contrario que Rocío. Cuando vuelve a abrirlos confirmo lo que creí haber visto antes. Ahora tiene ambos ojos completamente negros, lo cual me desconcierta. No sé si se debe a lo que me explicó sobre el ser que la poseía, o si tiene que ver con alguna habilidad similar a la que yo aprendí mediante batallas y entrenamientos.
La campana de inicio del combate da paso al primer ataque por parte de Rocío, un puñetazo que viene directo a mi rostro. Esquivo el gran golpe por poco, echando la cara hacia un lado y recibiendo sólo un poco de roce en el lateral de la mejilla. El golpe venía con fuerza, y de haber acertado en la cara ya estaría sangrando. Guardo las distancias retrocediendo unos pasos, cerrando los puños para prepararme para bloquear o lo que sea. No puedo evitar la curiosidad por lo de sus ojos, así que aprovecho para preguntarle. - Rocío, eso de los ojos...¿qué cojones es? ¿tiene que ver con lo que me contaste? - suelto sin rodeos mientras conjuro una pequeña bola de fuego en mi mano, arrojándola hacia uno de los brazos de la muchacha. Por ahora estamos midiéndonos ambos, observando cómo nos movemos y lo que podemos hacer.
-------------------
Ataque mágico:
dado 5 + 19 stat ataque mágico + 10 hab. ficha= 34 a Rocío
defensa física:
dado 15 + 13 stat defensa física= 28
daño: 30-28= 2
PS: 150-2= 148
Ella parece ligeramente sorprendida al encontrarme en el ring, y no es la única. La saludo de la manera reglamentaria, murmurando unas palabras antes de comenzar . - Sé que nos debíamos un combate, pero no pensé que sería aquí. - sonrío de lado también, tengo ganas de ver de qué es capaz como luchadora. Sé que debe ser buena y contenerse es una falta de respeto para el rival. Retrocedo de espaldas unos pasos, hasta mi esquina del cuadrilátero. El juez del combate coge el micrófono para presentarnos a ambos, dando nuestros nombres y raza, lo que hemos usado para inscribirnos. También deja claro que somos novatos por aquí, a lo que muchos abuchean, no sé por qué.
"palurdos"
Me concentro en los segundos previos al combate, pero sin cerrar los ojos, al contrario que Rocío. Cuando vuelve a abrirlos confirmo lo que creí haber visto antes. Ahora tiene ambos ojos completamente negros, lo cual me desconcierta. No sé si se debe a lo que me explicó sobre el ser que la poseía, o si tiene que ver con alguna habilidad similar a la que yo aprendí mediante batallas y entrenamientos.
La campana de inicio del combate da paso al primer ataque por parte de Rocío, un puñetazo que viene directo a mi rostro. Esquivo el gran golpe por poco, echando la cara hacia un lado y recibiendo sólo un poco de roce en el lateral de la mejilla. El golpe venía con fuerza, y de haber acertado en la cara ya estaría sangrando. Guardo las distancias retrocediendo unos pasos, cerrando los puños para prepararme para bloquear o lo que sea. No puedo evitar la curiosidad por lo de sus ojos, así que aprovecho para preguntarle. - Rocío, eso de los ojos...¿qué cojones es? ¿tiene que ver con lo que me contaste? - suelto sin rodeos mientras conjuro una pequeña bola de fuego en mi mano, arrojándola hacia uno de los brazos de la muchacha. Por ahora estamos midiéndonos ambos, observando cómo nos movemos y lo que podemos hacer.
-------------------
Ataque mágico:
dado 5 + 19 stat ataque mágico + 10 hab. ficha= 34 a Rocío
defensa física:
dado 15 + 13 stat defensa física= 28
daño: 30-28= 2
PS: 150-2= 148
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Reiv Black' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Mágico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Mágico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
Me puse cómodo mientras esperaba a que los combatientes del primer encuentro se acercaran al ring. Lo que no me esperaba es que ese chico, el de la reunión y la sala de citas del burdel, estuviera ahí. Y mucho menos con la que, sigo pensando, que es mi sobrina. Aún así, se le veía bastante confiado y seguro. Quizás me tocaría apostar por él si el otro contendiente no parecía como para dar buen juego. Afortunadamente, para ser los dos magos, estaban en igualdad de condiciones.
Siéntate, Jack, recién llegado. Tómate una cerveza, o lo que gustes.- Bromeé mientras sacaba la bolsa de dinero y se lo daba a uno de los que recogían las apuestas por las mesas. Le di una mirada a Rocio, la otra contrincante y chasqueé la lengua. En estos tiempos, las mujeres eran muy difíciles de juzgar. Aún bonitas y dulces, solían ser más fieras que un hombre. Pero lo que me convenció fue que ella hizo el primer movimiento, y fuera de ser mujer u hombre, o parecer un poco debilucha sin conocerla, puse mi dinero por ella. Simplemente porque siempre se aprecia al primero que planta la cara para el combate.- Todo a Rocío.- Le dije al chico antes de que me diera el recibo, sacando mi cigarrillo antes de encenderlo.
¿Y bien? ¿Por qué haz llegado a Londres? Es una ciudad mala con los recién llegados.
Siéntate, Jack, recién llegado. Tómate una cerveza, o lo que gustes.- Bromeé mientras sacaba la bolsa de dinero y se lo daba a uno de los que recogían las apuestas por las mesas. Le di una mirada a Rocio, la otra contrincante y chasqueé la lengua. En estos tiempos, las mujeres eran muy difíciles de juzgar. Aún bonitas y dulces, solían ser más fieras que un hombre. Pero lo que me convenció fue que ella hizo el primer movimiento, y fuera de ser mujer u hombre, o parecer un poco debilucha sin conocerla, puse mi dinero por ella. Simplemente porque siempre se aprecia al primero que planta la cara para el combate.- Todo a Rocío.- Le dije al chico antes de que me diera el recibo, sacando mi cigarrillo antes de encenderlo.
¿Y bien? ¿Por qué haz llegado a Londres? Es una ciudad mala con los recién llegados.
-La verdad, he llegado por pura causalidad, seguía al viento y me dejé caer por aquí. Quizás en un tiempo visite escocia, hace tiempo leí sobre ciertas leyendas del lugar que me llamaron la atención.
Por lo que vi las apuestas estaban a la orden del día en ese sitio. Aún me quedaban reservas pero un poco de dinero no me iría mal, de modo que, sin ser descortés ni dejar la charla con mi acompañante, puse mi atención sobre el ring.
Al parecer, uno de los luchadores tenia una aura extraña, diferente a cualquiera que hubiera visto, de hecho no parecía ni la de un humano.
"Qué opinas Seiju?"
"Es obvio que no es un humano cualquiera, fíjate, está poseída"
"Ya veo, así que si te hubieras salido con la tuya..."
"Quizás..."
Por lo visto, al elfo también le interesaba el combate en cierto modo. Así que al rato de empezar el primer asalto, con el fin de situarme en el combate y darle conversación, le pregunté:
-¿Quienes son? ¿Conoces a alguno?
Por lo que vi las apuestas estaban a la orden del día en ese sitio. Aún me quedaban reservas pero un poco de dinero no me iría mal, de modo que, sin ser descortés ni dejar la charla con mi acompañante, puse mi atención sobre el ring.
Al parecer, uno de los luchadores tenia una aura extraña, diferente a cualquiera que hubiera visto, de hecho no parecía ni la de un humano.
"Qué opinas Seiju?"
"Es obvio que no es un humano cualquiera, fíjate, está poseída"
"Ya veo, así que si te hubieras salido con la tuya..."
"Quizás..."
Por lo visto, al elfo también le interesaba el combate en cierto modo. Así que al rato de empezar el primer asalto, con el fin de situarme en el combate y darle conversación, le pregunté:
-¿Quienes son? ¿Conoces a alguno?
Escocia nunca ha sido un país que me atraiga, aunque podría parecer lo contrario. Dicen que ahí tienen la mejor cerveza del mundo.
Comenté por encima de los gritos generalizados de muerte y destrucción. Bebí de mi vaso antes de llevarme el cigarrillo a la boca para encenderlo. Costaba un poco concentrarse en la pelea con tantas cosas sucediendo alrededor y tanta gente gritando, pero no pude evitar tomarme unos instantes para localizar de nueva cuenta a Juliet por entre la multitud.
Ante la pregunta de Jack, asentí, y comencé a explicar aún con el cigarro entre los labios.- La última vez que lo vi, montó una buena pelea en un burdel, iba borracho pero se las apañó para hacerlo bien. Debe ser bueno sobrio.- Dije, haciendo una pausa ligera mientras intentaba recordar a la chica.- A ella no la conozco, pero me gusta su iniciativa. Aunque no estoy seguro de sus oportunidades. Nunca la he visto pelear.
Comenté por encima de los gritos generalizados de muerte y destrucción. Bebí de mi vaso antes de llevarme el cigarrillo a la boca para encenderlo. Costaba un poco concentrarse en la pelea con tantas cosas sucediendo alrededor y tanta gente gritando, pero no pude evitar tomarme unos instantes para localizar de nueva cuenta a Juliet por entre la multitud.
Ante la pregunta de Jack, asentí, y comencé a explicar aún con el cigarro entre los labios.- La última vez que lo vi, montó una buena pelea en un burdel, iba borracho pero se las apañó para hacerlo bien. Debe ser bueno sobrio.- Dije, haciendo una pausa ligera mientras intentaba recordar a la chica.- A ella no la conozco, pero me gusta su iniciativa. Aunque no estoy seguro de sus oportunidades. Nunca la he visto pelear.
Contenido patrocinado
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.