Fight Club [Fábrica abandonada II]

Tal y como esperaba, la bola de fuego que lanzo no consigue ni rozarla. Suelto un suspiro de exasperación, extinguiendo cualquier llama de la palma de mi mano. Todavía resuena en mi cabeza el plan "malvado” de usar la confianza en Rocío para vender a los renegados, pero en este momento lo único que puedo hacer es preocuparme por mí mismo. Espero el golpe definitivo cuando se acerca a mí, demasiado exhausto para hacer magia o dar un último golpe físico que no sea completamente absurdo. Me cuesta mantenerme en pie y siento que de un momento a otro voy a acabar besando el suelo


“joder...como no busque otra manera de ganar dinero acabo hecho mierda en dos días”


- Ah, eres tú. Te has perdido una buena batalla. Tu amigo y yo no nos llevamos nada bien...-

Por fin regresa Rocío, justo al final de la batalla. Se me hace extraño eso de haber luchado con dos a la vez, es la primera vez que lo hago, y no sé aún si me gusta o no repetiría. Uno de sus ojos vuelve a estar “vivo”, aunque el otro siga igual. Su voz vuelve a sonar más a ella misma. Además, el otro no me agradecería nada. No tengo claro tampoco si debo advertirle, ambos parecen compenetrados y ella no lo siente como un peligro para ella misma.

– La próxima vez lo hacemos como socios, más útil que esto...- aunque a ella le ha ido bien así, a pesar de tener su cuerpo ocupado por otro. Además es la ganadora del combate, terminando con una patada en la cabeza que me acaba dejando completamente  inconsciente en el  suelo, tirado boca abajo y ajeno a todo el jaleo que se organiza cuando dan como vencedora a Rocío.


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PS: 26 - (45+5) = -24

Después del emotivo encuentro familiar del elfo, volvimos a charlar mientras el combate llegaba a su fase final. Esta vez, pero, las palabras fueron escasas pues estábamos concentrados en el combate. Se respiraba la emoción en el ambiente, los dos combatientes atacaban con todo lo que tenian. No obstante, la chica parecía quitarle bastante ventaja a su contrincante. De repente, con una preciosa patada que me sacó las palabras de la boca -Wow!... la chica desplomó a su oponente en un segundo.

Rápidamente, en ver que el combate había terminado, le dije a Thranduil:

-Oh! parece que ya ha acabado! Como te dije quiero hablar con esa chica, así que iré antes que sea demasiado tarde... Por cierto! Encantado de conocerte! Espero que el destino nos reúna de nuevo.

Y, mientras me alejaba entre la multitud con una leve sonrisa en mi cara por mi primer conocido en Londres, me giré para despedirme efusivamente de Thranduil.

Era difícil moverse por la cantidad de gente que había pero poco a poco conseguí abrirme paso hasta el Ring. Allí estaba la chica, bajando del cuadrilítero para ir a cobrar su apuesta. En un segundo me interpuse en su camino para conocerla...

-Hola! Estas ocupada después de cobrar la apuesta?

Aquella última patada había sido un fuerte sello para terminar el combate. Aún cuando ella no se veía como una fresca lechuga, había sido suficiente para dejar inconsciente a Reiv. Siempre era bueno encontrar una chica con fuerza en las piernas...

Aunque me sentía mal por el chico y por Juliet,  que era quien le acompañaba. al menos tendría dinero por unos días si cobraba mi apuesta. Y a veces, el dinero era más importante que la salud de otros, sobre todo si las habilidades de la chica eran ciertas y podía sanar como me había contado su madre.

Y tal y como Jack lo había dicho con anterioridad, decidió ir a ver a la chica, a Rocío, por cuestiones que tenían que ver con su posesión.- Me parece bien, Jack. Espero que obtengas las respuestas que estés buscando. Mi mesa está siempre abierta para tí. Saluda a Rocío de mi parte.- Le di una calada al cigarro y me dediqué a ver como se perdía entre la multitud, haciendo una seña con la mano a manera de despedida cuando él se giró para hacer lo mismo.

Solo esperé un par de peleas más. Perdí algo de dinero por dejarme llevar por gente con mucho músculo y nada de cerebro, pero logré recuperarme en la siguiente. Pagué mi cuenta de las bebidas y recogí el dinero, guardándolo entre las ropas cuando estuvo en mis manos. Y finalmente, dejé el lugar.

La tensión de los últimos minutos del combate fue tal que la joven pelirroja comenzó a morderse las uñas, un hábito horrible que había dejado hacía muchos años. A pesar de todos gritando elrededor, ella se mantenía callada, con la mirada fija en el ring. Y le vio, le vio rendirse, sin defender aquella última patada, y aunque podía ser por cansancio, dolió en el fondo que se dejara ir así como así.

No tocó la lona cuando ella ya estaba corriendo hacia el ring. Tuvo que empujar a mucha gente antes de alcanzar a acercarse un poco. Incluso los dragones se despertaron por el ajetreo de la carrera. Cuando estuvo cerca del ring, tomó una de las cuerdas y la usó para entrar, olvidándose un momento de todo cuanto había alrededor. Se tomó un segundo para lanzarle una mirada a Rocio. No le guardaba rencor, la última vez que le había visto había estado con el SPM y le alegraba que ya estuviera mejor. De cualquier modo, sentía que la última patada había sido innecesaria por ser en la cabeza.

Se arrodilló al lado de Reiv, con la oreja en su pecho. Normalmente habría escuchado su respiración desde una buena distancia, pero con todo el alboroto no podía saber si realmente lo estaba haciendo. En un primer instante, parecía que estaba bien, aunque débil por la pelea. Se agobió un rato, pensando en cómo haría para sacarlo de ahí. Tenía la idea de que podría arrastrarlo hasta afuera con la fuerza que tenía y después convertirse, pero prefería no moverlo mucho, a menos que estuviera consciente. En eso se le ocurrió una loca idea.

Como si de una idea revolucionaria se tratara, posó sus manos en el pecho del contrario y comenzó a usar su magia de sanación. El brillo azulino se veía por encima de sus manos. Sabía que debían bajar pronto del ring, pero tenía como prioridad el atender primero al herido.

Oh, Reiv. Si tan solo ...- No tenía la menor idea de cómo terminar la oración. Pero sentía que era algo que tenía que expresar.

Curación: 30 + 10 a Reiv

El miembro 'Juliet Bennett' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Curación' :

No paso más de un minuto tirado en el suelo en estado de inconsciencia, pues enseguida acude Juliet a socorrerme y a realizar los primeros auxilios a pie de pista. Su habilidad de sanación consigue traerme de vuelta, haciendo que recupere el conocimiento tras varios segundos de sanación. Al abrir los ojos sólo veo una figura borrosa y rojiza mezclada con azul, diciendo algo que parece mi nombre. Al enfocar un poco mejor consigo distinguir a Juliet ayudándome a despertar, así que pongo mi mano sobre la suya para que lo deje por ahora, ya ha conseguido reanimarme. Me incorporo lentamente, haciendo una mueca de dolor al cambiar de posición. La cabeza me da vueltas y el jaleo de la gente no lo hace mucho mejor. Alzo la cabeza hacia Juliet, con una mirada que puede ser de disculpa por el resultado de la batalla.

- Ya me dijiste que no era buena idea...supongo que ahora es cuando viene el 'te lo dije'.

"tampoco sé si me ha servido para mejorar y entrenar, ¿cuenta aunque te peguen una paliza?"

Suelto una mezcla de suspiro-queja al respirar, echando mano a una de las cuerdas del ring para intentar levantarme, puesto que empiezan a echarnos de allí para que nos marchemos y puedan seguir con otros combates. Bajo del ring como buenamente puedo, aunque sigo bastante hecho polvo. - Al menos vamos a cobrar el puñetero premio de consolación. - murmuro algo fastidiado porque la cuantía es menor, y dará para poco. Señalo la mesa en la que se cobran los premios, esperando que me acompañe para ir allí. - Supongo que desde fuera se ha visto un desastre de pelea por mi parte.- la miro de reojo, sabiendo que no me va a mentir ni edulcorar lo que piense. No esperaba perder de esa manera, y menos quedar tan para el arrastre.

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PS: -24 + 40= 16

Soltó el más grande de los suspiros cuando vio los ojos abiertos de Reiv, aún tirado en el piso. Por un instante, parecía que no lograba enfocar su mirada en absoluto, por lo que colocó su mano en la mejilla y le dio ligeros golpecitos hasta que él solo comenzó a incorporarse. Se le antojó darle uno más fuerte, solo para darle el gusto de que se comiera otro golpe, que parecían gustarle bastante, pero detuvo sus impulsos y procuró mostrarle una cara amiga antes que un rostro de "te lo dije", tal como él lo mencionaba.

Le pasó un brazo por detrás del cuello y lo atrajo a él en un rápido abrazo, aliviada de que estuviera bien y pudiera hablar con claridad y con su conocida labia.- Creo que me lo ahorraré para un lugar más tranquilo, donde escuches mi "te lo dije" más claro.- Suspiró y le ayudó a levantarse suavemente y a salir del ring. Una vez abajo, le atrajo para pasar su cuerpo por debajo del brazo de Reiv con tal ayudarle a mantenerse en pie, aún cuando parecía lo suficientemente capaz de caminar por ahora. Ya que la pelea había acabado y que había un espacio entre esta y la siguiente, la gente se había dispersado un poco y era más fácil caminar entre ellos. Aún con las malas caras de quienes habían apostado a favor de Reiv, la chica se sentía cómoda, pues esa vez no era ella la que se encontraba en aquella situación. La realidad era que el contexto no era el mismo, pues la gente muchas veces le había mostrado simpatía, aún cuando perdía.

Soltó una suave carcajada al escucharle hablar del premio de consolación y decidió que era un buen momento para hacerle una broma.- Sí, vamos por tu premio y por el mío.- Bromeó con el rostro tranquilo y una media sonrisa mientras se dirigían a la mesa que Reiv había señalado.

La verdad es que me perdí una parte de la pelea. ¿En dónde tenías la cabeza? Sentí que estabas disperso o contenido... o que no estabas teniendo un buen día. Te faltó soltarte un poco y defenderte con más precisión. Te irá mejor en la próxima.- Susurró un tanto entristecida mientras recordaba las imágenes en su cabeza y deseaba que no se tomara lo de la próxima vez con tanta literalidad.

Tras unos minutos formados frente a la mesa, cogió el dinero que le tocaba a Reiv por la pelea y un fajo de billetes que le entregaron a cambio del boleto que su tío le había dado. Dudó un instante antes de tomar dicha cantidad, pues aunque no recordaba haber visto tanto dinero junto en su vida, tenía la sensación de que pasaría por ingenua si mostraba su sorpresa. Después de un instante, reconoció que seguro no era tanto si su tío podía desprenderse de él con tanta facilidad. Dejó su sorpresa de lado y lo tomó con firmeza para luego meterlo en su mochila con rapidez, aprovechando para echar un vistazo a los dragonzuelos, que parecían un tanto curiosos de los ruidos del exterior, aunque también algo apabullados. También guardó el dinero de Reiv, para que no hiciera menos su derrota por haber ganado un premio de consolación.

Se tomó un segundo antes de salir del recinto para buscar a Thranduil con la mirada. Se tomó el tiempo para dedicarle una sonrisa austera y finalmente dio media vuelta para salir de la fábrica. Era increíble como el bullicio de adentro se quedaba encerrado y afuera solo había silencios.- Vámonos de aquí.- Suspiró suavemente una vez afuera, pues el ruido ya no la tenía tan estresada.- Hoy yo invito la cena.- Sonrió dulcemente y se quedó aún abrazada a él, con la esperanza de que el resto del día no fuera tan ajetreado como en inicio.

Suelto un ‘auch’ por lo bajo al recibir su abrazo, pues ahora cualquier contacto, por poco que sea, resulta un tanto doloroso. Juliet se muestra  lo suficientemente compasiva como para dejar los ‘te lo dije’ para luego, cuando estemos lejos de aquí y cuando sea más persona de lo que soy ahora. – Seré todo oídos para entonces.-  Agradezco su ayuda para levantarme del suelo, bajar del ring y caminar hasta la fila de entrega de dinero, pues sin ella me estaría costando mucho más esto de quitarme de escena. El gentío comienza a dispersarse un poco, entre risotadas y bastante jaleo. Algunos me miran bastante mal, pero simplemente paso de ellos e ignoro sus miradas. Mientras no tengan gana de pelea todo irá bien.  Ya en la fila me percato que ella también ha dicho ‘mi premio’, un dinero extra a parte del mío.


- ¿Tú premio? ¿has apostado? – y si ha ganado algo es porque su apuesta ha ido en contra mía. Me río por lo bajo por lo cómico de la situación, negando con la cabeza. – Joder...menos mal que no confiaste en mí, si no ahora seríamos apaleados y pobres, todo en uno. – su reporte de situación de lo que ha visto en la pelea me deja un tanto pensativo y serio, no entiendo qué es lo que ha pasado exactamente. – No lo sé. No conseguía darle, y cuando ella me acertaba siempre lo hacía de lleno, golpes certeros y a puntos importantes. Tendré que entrenar más y ser mejor. – murmuro con convencimiento y ambición, aunque por otra parte me doy cuenta de que he sonado como el típico personaje de anime obsesionado por ser más fuerte. – En fin...creo que los golpes me han dejado más gilipollas de lo que ya estaba. – al menos nos llevamos algo de dinero, ella por una cosa y yo por otra.

Nos alejamos de la mesa de cobro antes de que a alguien se le ocurra   robarnos, saliendo al exterior de la fábrica. Hace bastante frío si se compara con el interior, aunque  lo bueno es que me despeja un poco la cabeza. Inspiro a medias, apoyando después la cabeza sobre el hombro de Juliet mientras cierro un momento los ojos. – Sí, vamos a un lugar tranquilo, sin gente loca gritando. – levanto la cabeza para mirarla a los ojos, arreglándomelas para componer una sonrisa de lado  al escuchar eso de que invita ella a cenar.  – ¿Me estás invitando a una cita? Creo que puedes aspirar a algo más que un medio muerto, pero...acepto. – dicho esto me concentro todo lo posible en un destino, haciendo un esfuerzo y consiguiendo desaparecernos de allí a los dos.



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PS: 16

No le di importancia a la pelirroja que sano un poco a Reiv y baje del ring para ir por mi recompensa. Me quede algo extrañada al ver al castaño frente a mi, se sentía algo extraño, tenia un aura fuera de lo común.

''No te fíes... No esta solo''

-¿Porque?

Pregunte seriamente y lo suficientemente alto para que se escuchara por sobre los gritos de la multitud y mirandolo fijamente, sus ojos eran extraños, blancos. Paso a un lado del hombre golpeando su hombro al pasar para camunar hacia la mesa para cobrar su recompensa.

''¿Era como nosotros verdad?''

''Algo asi... Tiene algo dentro... Pero nosotros somos mejores''

''No cuestionare eso... Es verdad''

Conte el dinero de la recompensa para guardarlos en uno de mis bolsillos de cuero. Quejándome un poco por mis heridas.

''¿Sabes lo que seria gracioso? Que llamitas apareciera por esa puerta''

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Daño recibido: 106 - 2= 104

A primera vista me sorprendí ante su pregunta, luego me di cuenta que era obvia, quien iría sin rechistar con un extraño?

-Creo que somos bastante parecidos, hace tiempo que busco a alguien como tu para aprender sobre ciertas cosas... En el combate no eras "tu" quién luchaba, me equivoco?

No estaba seguro de poder convencerla tan fácilmente pero ya que mis intenciones eran buenas tenia cierta esperanza en que así fuera. De acuerdo, Londres había pasado muchos estragos y sus habitantes no vivían en un campo de flores pero no todo el mundo tenia que ser malo ¿No?

"Esperas que te crea así por las buenas?""

"tienes razón..."

Por fin había encontrado a alguien de quien aprender aspectos sobre Seiju, no podía perder esta oportunidad, así que esperé ansioso por una respuesta...

Al escucharlo vi que varios a nuestro alrededor se giraban hacia nosotros. Lo tome por el pañuelo que tenia en el cuello para sacarlo de la fabrica a rastras para empujarlo contra la pared de esta una vez fuera.

-¿Acaso quieres que me maten? No puedes simplemente decir que yo no gane de esa forma y rodeada de los que perdieron sus apuestas. Veo que somos parecidos, pero no hay nada que yo te pueda enseñar, esto no es algo que simplemente se pueda explicar así como así.

Uno de mis ojos se volvió negro salvo por el iris que quedo siendo de mi color y podía sentir como un molesto Raz tomaba parte del control.

-Aprender a controlar a un espiritud es igual que pescar estrellas, es imposible... Solo se necesita compatibilidad y paciencia... Si no se tiene una al menos podrás intentar no matarte de lo molesto que sera eso para tu cabeza... No molestes ciego.- Mi ojo volvió a ser blanco y bufe al escuchar como lo llamaba, pero no pediría perdón por él. Ademas de que era la forma mas fácil de hacer que una persona se alejara o te siguiera, ademas de que en cualquiera de los casos debía irme de ahí, ya había estado bastante tiempo lejos y seguro estaría preocupado- Él sabe mas que yo... Si quieres saber mas vamonos y si no... Pues adiós.

Me di media vuelta y camine alejándome del lugar con mi dinero en el bolsillo y caminando hacia la otra fabrica ya que quería cazar algo para cenar antes de volver al centro comercial. Al menos volvería con algo en las manos a modo de disculpa para Mike por haberme ido por tanto tiempo.

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Daño recibido: 104 - 2= 102

No esperaba una respuesta tan "amable" por su parte.

"Vaya, no esperaba esa mala leche, y eso que tenia su puntillo mientras luchaba"

"Dejala, seguro que esta loca"

"Hehe... suerte que no te oye, sino seguro que te arranca las pelotas...Ah no que no tienes! hahahaha"

"El que no las tiene eres tu que ni siquiera has dicho nada mientras te soltaba el sermon"

Después de pensar por un rato decidí seguir a la chica a pesar de no parecer absolutamente de acuerdo con la idea, total, no teníamos nada que hacer. Con un pequeño acelerón me acerqué hasta su posición...

-Vale! Me ha convencido tu buen humor, voy a acompañarte! Por cierto, me llamo Jack y tu?

Los hombres aquellos se habian encontrado fortuitamente a un drow con muy mal aspecto en una de las naves abandonadas adyacentes. Uno con pintas de haberse partido los dientes con alguien, y que aun desde el suelo, se las habia apañado para esguinzarle la rótula a uno de ellos de una patada. Así que, habian sacado conclusiones y tras dejarlo inconsciente (aunque dado su estado, poco merito tenia aquello ya) lo habian arrastrado hasta la nave abandonada donde se organizaban las peleas al margen de toda ley. Donde algunos entraban de modo voluntario a ganarse un dinero o a paliar la angustia y el aburrimiento de sus vidas vacias, y donde otros entraban obligados....

En ese ultimo grupo se podria incluir a mi persona, aunque a decir verdad, tampoco es que me fuese a resistir.  Volviendo a lo anterior: aquellos tipos habian vendido al drow moribundo que se habian encontrado  a uno de los tipos que organizaba las luchas. No siempre habia gente que quisiera partirse la cara voluntariamente contra los colosos que a veces se presentaban alli, asi que venia bien tener "stock".  Fui vendido por....no se cuantas libras? No me preguntéis, es algo que descubriria luego y olvidaria por orgullo, pero el precio seguramente os pareceria humillante. Pero tampoco iban a pagar mas por un elfo oscuro medio muerto. El caso es que los que me habian llevado alli, marcharon con los bolsillos algo mas llenos, y a mi me llevaron a cualquier estancia cochambrosa adyacente  a la fabrica, seguramente con un suelo terroso recubierto por cartones sucios y paredes hechas a base de chapa....

Me arreglaron la nariz partida, me despojaron de mi chaquetón, me arreglaron los dedos rotos (presumiblemente con algo de magia) y me dejaron las manos vendadas libres de las esposas. También me pusieron algún potingue para las quemaduras de la cara y la cubrieron con vendas, y cosieron los cortes mas profundos de la cara con hilo y aguja, incluido el del labio y la ceja, que las patadas a la cara habían logrado causar. Esas cosas dejarian cicatriz. Y dormí a intervalos ahi tirado entre cartones, por tres dias al menos, con la cabeza vagabundeando, perdido en mis pesadillas, que no eran si no recuerdos de mi realidad revividos en los sueños.

Cuando me desperté del todo sería cuando me enteraría de que ahora tenía un dueño, que se habia asegurado que no me escapase atandome un tobillo con una cadena al suelo, y que no me dejaria irme hasta que 1. no recuperase todo el dinero que le habia hecho perder al comprarme y curarme, y 2. que ademas de de eso debia darle beneficios, al menos del 60% sobre sus pérdidas. Valoré mis opciones: mis huesos aun no estaban soldados, y seguía rodeado de enemigos. Y no había nada ahora que yo quisiera hacer con mi vida. Asi que si esto iba, como me habia indicado "mi dueño", sobre partir la cara a otros y evitar que te la partan en la medida de lo posible, era algo que podía hacer, algo con lo que seguir agotando mi mente, caras contra las que seguir descargando mi ira, y golpes  a recibir con los que seguir expiando mis faltas. Así que apenas hablé con él, salvo para hacer las preguntas básicas, y a partir de entonces, no volví a abrir la boca, ni para dirigirme a él ni a ninguna otra persona. Mi primer combate no tardaría en llegar.

Y entre una pelea y otra, no haría mucho más con mi vida, salvo limitarme a estar en aquel cubículo, pensando, intentando no pensar, queriendo pensar...no estaba fuerte, ni mucho menos, pero me mantenia a flote a base de rabia. Y los combates de aquel sitio, aunque obligado, arrojaban una via de escape a mi cabeza.

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off: y aquí se va a quedar depositado, para quien quiera venir a pelear (dadme dineros (?))

La resaca de la luna llena se nos va de las manos, cuando nos queremos dar cuenta nos hemos largado del bosque para irnos a beber por cualquier tugurio, que los daños de la transformación duelen menos con un poco de alcohol. La cosa es que nos pasamos de la raya, y antes de darnos cuenta estamos demasiado ebrios para volver a casa, así que nos ponemos a deambular por los alrededores de Londres para que se nos pase un poco. Acabamos en la zona de suburbios y fábricas abandonadas, llegando hasta la puerta de una fábrica en concreto. Al ver a tanta gente en la puerta me pica la curiosidad, haciendo que recuerde entonces algunos comentarios que hicieron compañeros renegados sobre este sitio.

- Deberíamos entrar ahí y sacar toda la pasta que podamos. No sé si se podrá luchar en equipo, pero si no ...pues luchamos de uno en uno. - la verdad es que me apetece probarme, y a simple vista no parece excesivamente peligroso. Al principio tengo una sombra de duda porque no me gusta ser yo el que arrastre a Jarkko a sitios peligrosos, pero al entrar no me da excesiva mala espina. Sólo es un sitio de peleas ilegales, ni más ni menos. Echo un vistazo al cartel de las normas, las cuales sólo limitan en transformaciones. Queremos luchar en equipo, pero por ahora no hay otro equipo con el que medirnos, así que al inscribirnos acordamos que empiezo peleando yo y luego él. No tengo que esperar demasiado hasta que me dejan subir al ring, donde espero a mi primer contrincante. La muchedumbre arma un jaleo impresionante, haciendo sus últimas apuestas antes de que comience uno de los últimos combates de la noche.

Para no gustarme demasiado el alcohol, me habia dejado llevar facilmente por las buenas noticias de la tarde anterior y , como bien habia dicho mi amigo, los dolores se anestesiaban un poco con aquellas bebidas. Bien cierto fue. No llegamos al punto de perder todo el sentido de la prudencia, pero si decidimos que un poco de dinero podia hacernos bien.

Asi que rondando por el area descubrimos un lugar interesante. Me indigné al principio porque no nos dejaban luchar juntos, pero pudimos llegar a un acuerdo...

-Vale, tu los cansas primero. Yo termino el trabajo. Por cierto, creo que apostaré por tí. - me rei antes de darle un golpe en la espalda y animarlo a subir. - Vigilo mientras!

Queria decirle que mientras él se peleaba, ademas de vigilar que no me lo matasen (aunque confiaba bastante en su fuerza) pondria mis otros sentidos en comprobar que ningun indeseable con olor a polvora o a ejército se acercase a nosotros sin ser antes advertido.

PEro cuando Ian subió al rin y comenzó el griterio, me puse atento a lo que ocurria ahi arriba, porque habia algo que me hacia mucha ilusion de hacer realmetne....y eso era pasarle una silla a mi compañero para que la estampase contra la espalda de alguien en caso de necesidad.

Llevaba metido en aquel tugurio cosa de medio mes o quizá algo mas, no llevaba la cuenta del tiempo, a decir verdad. Pero era facil pasar alli los dias, o las noches, o lo que fuera. Pocas cosas de las que preocuparme, de hecho. A medida que los huesos de mis costillas se fueron sellando y mis manos recuperando, enterraba con cada puñetazo dado y recibido más y más mis recuerdos, como quien encierra un monstruo en un cofre y lo entierra en arena fina. Pero eso no me convertía en alguien mejor, alguien con menos pecados....al contrario: anestesiaba cualquier sentimiento de amistad, culpa o fraternidad que hubiese podido albergar en el pasado, como negando la existencia de que aquello alguna vez existió. Me hacía menos yo. Era más fácil ser menos yo.


Aquella noche me aguardaba un ultimo combate, a juzgar por la algarabía de afuera. Yo estaba en mi cuartucho comprobando que mi muela siguiera en su sitio tras el combate de por la tarde... no es que tuviera muy buen aspecto por los cortes y moratones de la cara, pero sin duda lo que mas llamaba la atencion eran los ojos, marcados por profundas ojeras y una sed de violencia insaciable, carentes de brillo. Entró el que se denominaba a si mismo como dueño mío y de mis ganancias y me dijo que quedaba otro combate, que a ver si ganaba este porque llevaba una racha de mierda y que asi nunca iba a lograr saldar mi deuda con él por  "salvarme la vida".

Sin responderle me levanté de ahi con cierta desgana y me dirigí a la zona del ring. Me abri paso a  empujones, varios de alli ya me conocían de haberme visto en otras pelea, y me subí al ring. Miro al tipo que tengo delante y lo evalúo: no es un armario empotrado, pero sé distinguir la postura que adopta un guerrero sobre el campo de batalla y la que adopta un novato, y éste  no era un novato alguno.

No me andaría con tonterías con el. Llevaba mi cuchillo, un cuchillo corriente y moliente salvo por el hecho de que era AQUEL cuchillo; escondido en la manga de mi brazo derecho. El caso es que cuando miré mejor al chico a la cara, creí que me sonaba de algo, más no estaba del todo seguro. ¿Lo había visto antes? ¿Bajo que circunstancias? Mi ceño se frunció levemente. Me posicioné, ladeandome ligeramente, y con una mano lo invité a comenzar. Quería analizar de que palo iba antes de lanzarme yo a lo loco...

O eso pensó mi parte racional. Porque mi cuerpo reaccionó antes y le lancé un globo de oscuridad a la cara y luego me arrojé contra él para embestirle con un gruñido, sacando mi cuchillo para buscar insertarlo en su muslo.

Hablar hablé poco, eso si. Si era verdad que nos habiamos cruzado en algun momento, no queria saber ni quien era.

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ataque fisico
20 dados+10 habilidad especial+23 base+5guantes= 58 PS fisico

El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Ataque Físico' :

Trato de localizar a Jarkko entre la muchedumbre tras despedirme de él, dándome bastante confianza el hecho de tener a una persona amiga entre el público. Después me centro en el contrincante que sube al ring, frunciendo el ceño extrañado al creer reconocerlo. No estoy seguro de ello, pues a mí todos los drows me parecen iguales, y tampoco recuerdo a ninguno con ese peinado. Tal vez luego me venga a la mente si realmente lo conozco o no. El tipo no parece muy hablador, y también tiene ya mala pinta antes de empezar, como si llevase varias peleas encima. Eso quiere decir que puede ser peligroso y tener mucha experiencia en este tipo de combate, por lo que me pongo aún más alerta si cabe.

El caso es que iba a saludarle y al menos presentarme, pero mi rival se adelanta antes de eso. No me esperaba para nada eso del globo de oscuridad, que me impide ver los movimientos de ataque del drow y por supuesto su cuchillo. Éste acaba clavado en mi muslo sin que pueda hacer mucho para esquivar adecuadamente, excepto echarme un poco hacia atrás por puro instinto. Suelto un gruñido de dolor de manera instantánea, propinando un fuerte y agresivo puñetazo contra el torso de Dyospiros, en algún lugar entre el abdomen y el pecho. Espero que con esto se aparte lo suficiente, lo justo para poder alejarme del puto filo que me ha clavado.

- ¡Por eso los drows tenéis fama de rastreros, y bien merecida! ¿se permite usar cuchillos?- increpo a Dyospiros por su comportamiento, pero el tipo que hace de "árbitro" grita en voz alta que cualquier estilo de lucha está permitido. A decir verdad lo único que he leído en la puerta se refería a no usar transformaciones o no respetar el estilo individual o en parejas, no mencionaba nada de armas, simplemente lo di por lógico.

- Tch...como quieras.- murmuro un tanto cabreado, pensando en sacar las dos espadas gemelas que suelo manejar habitualmente, aunque lo cierto es que ahora me apetece más partirle el jeto a puñetazos.




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ataque físico

dado 20 + 29 stat ataque fisico + 10 hab. + 5 lican= 64


defensa fisica

dado 15 + 10 stat defensa física + 5 lican= 30

daño: 58 - 30= 28

PS: 150 - 28= 122 (sangrado fuerte en siguiente post)

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Defensa Física' :

El cuchillo se hundió en su muslo, hendiendo la carne con facilidad. Le había pillado desprevenido, el golpe habia acertado de lleno... era sencillo cuando se pillaba a la presa desprevenida. Espera, presa? No. Esto eran combates, aqui nadie podía morir, no se luchaba por supervivencia si no por dinero. Me atonté unos instantes, los suficientes para no efectuar ningun movimiento defensa y que su puñetazo me impactase de lleno. Me separé de él doblado hacia delante, me habia quedado sin respiracion por su golpe, pero no caí.

El chico en cuestion era rematadametne fuerte. Miré mi cuchillo brillante por su sangre y luego lo miré a él...observé que llevaba espadas envainadas. Se metió con los de mi raza y aquello me sacó una torva pero pesarosa sonrisa a los labios.

- Sí, y sin duda harías bien en tener cuidado.... no hay normas en el combate, mas allá de no matar o eso de las transformaciones....aunque no recuerdo muy bien como iba el asunto de las mutilaciones. - me encogí de hombros. - Correré el riesgo.

El árbitro tambien habia gritado algo. Aunque me dolía aun el estomago por su hostia, y las costillas se quejaban, volví a la carga. Ya le habia jorobado una pierna, ahora queria ir a por alguna articulacion importante. Quizá su hombro derecho. Me lancé de nuevo contra él con velocidad, cuchillo en mano... fingí un ataque frontal justo cuando le quitaba el handicap de la oscuridad, para impulsar una respuesta instintiva y poco meditada, pero pronto cambié la direccion de mis movimientos y con rapidez me puse a su espalda como si de un arriesgado paso de baile se tratara, para dirigir la punta de mi cuchillo contra la articulacion de su hombro.

"demasiado cerca del cuello"

Controlarse formaba parte del trato. Y del espectáculo.
-Tanto os aburrís para venir aquí? - farfullé intentando poner rapidamente distancia entre uno y otro tras mi ataque, no queria que su contraataque volviese a pillarme tan cerca.



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ataque fisico
30 dado+ 10 habilidad+ 5 guantes+ 23 base= 68 Ps daño fisico

defensa fisica
20 dado + 10 base = 30 ps defensa

64-30= 34
150-34= 116 PS y sangrado fuerte al proximo