Sector III: habitaciones

20dado+10base+5guante=35 defensa. Cubro su ataque

ataque a Vor
15 dado+17base+5guante+10hab= 47 PS daño
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Miro a mi alrededor y asiento a lo que dice Vor, es más que probable que hayan tenido problemas.
-Si. Por todos estos indicios....mira, la puerta está llena de marcas de bala. Y solo hay un cadaver .No creo que se hayan librado de todos los problemas.

"lo que no me apetece es encontrarme con el escuadron que dirige Ailanthus. Que irónico todo, joder"
-Bueno, optemos por la simbiosis. Es lo mas sabio- digo en referencia a eso de prestar a ayuda si los encontramos y lo necesitan. Por mi parte, no hay problema. Me satisface de sobremanera lo que he visto que han hecho, y que es nada mas y nada menos que liberar a unos cuantos presos y joderles los fantasticos planes a los cientificos y personal de estas instalaciones. Para mi como mercenario eso ya es un pago. O quizá, mas que como mercenario, como persona.

No las tengo todas conmigo con eso de que está desertico y tal, asi que avanzo un poco mirando a Roac trastear, efectivamente. -Si, puede que nosotros tambien podamos salvar algo.

"pero quiza aun sea demasiado pronto..."

Veo que le quita el casco, se lo pone...voy a decirle que no haga guarrerias, que a saber que lleva el casco ese y que se lo quite, cuando lo veo hacer algo un poco raro. Como retroceder acojonadisimo y decir cosas sin sentido, para luego salir pitando a la carrera hacia la otra punta del recinto, cual alma que lleva el diablo.

-¿Roäc? Qué coño haces? -voy a mirar a Vor para ver si él me puede explicar algo, pero cuando lo hago, éste me está gritando que si soy un monstruo y he matado a no se quien. -Que mierdas estás diciendo....


Pero cuando me quiero dar cuenta, no es a Vor a quien tengo frente a mi, si no a mi mismo. Una version de mi que me acojona bastante, porque no tiene ojos, las cuencas vacias y sangrantes. Y en lugar de mi abrigo normal, llevo puesta una bata de cientifico, y porto varias jeringuillas. Se abalanza contra mi, y veo sus dientes, extrañamente afilados...desenvaino mi espada primero, y con una mano agarro su cuello y desvio el ataque, saltando tambien hacia el lado opuesto. He aprovechado su fuerza para fintarlo. Luego lanzo un tajo a su hombro.
-No te acerques a mi!

El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Defensa Física' :

Estoy en fase trauma sentado en el suelo con la espalda contra la pared, viendo a drows correr de un lado para otro matando gente. Intento que no me vean y me cubro la cabeza. Algunos hasta intentan matarse entre ellos...

Siento que algo me empuja y pego un bote arrastrandome lejos del bastón, hasta que se pone en forma de plancha frente a mi. No lo reconozco como a Osten, mi realidad sigue deformada. En su reflejo veo a dos jovenes semielfos, similares a mi pero no iguales. Ellos tambien están muertos, como los que vi antes....

-Bien? Nada va bien!

"esto es un infierno, hay que salir de aqui...huir....huir!!"

Le respondo a lo que me dicen aquellos dos cadáveres, momento en el cual escucho un disparo. Agacho la cabeza levantando los brazos, para protegerme otra vez, desplazando con violencia el aire que hay a mi alrededor. En esos instantes, levanto a mi alrededor unas poderosas corrientes de viento, que comienzan a girar entorno a mi en una esfera bastante amplia. Es visible gracias a que arrastran el polvo que habia cerca, algunos papelillos, cosas de poco peso...mantengo los ojos cerrados con fuerza, solo concentrado en protegerme usando esa esfera de viento a mi alrededor. De momento, no sirve para mucho y sigo en la paranoia...lo bueno de eso es que he alejado el aire contaminado por la toxina de mi, y que realmente, no habia llegado a inhalar demasiada. Con suerte, si ellos no se mataban antes, mi cabeza se iria despejando....solo faltaba eso, que aguantasen.

-Si los han aliberado es porque les pillaba de paso.- Gruñí yo en voz baja. Porque seguía desconfiando de ellos y me hacía razones en mi cabeza para justificar mi odio hacia ellos. Muy por ejemplo estaba… El primer enfrentamiento que habíamos tenido. Adam no había dudado en atacar a Ailanthus incluso antes de que este iniciara la ofensiva. Ni aún con el parentesco que comparían ellos dos… Poco le importaba qué fueran o dejaran de ser ellos dos. Como era de esperar. Los magos iban por un camino, y nosotros, debíamos ir por otro. Tal era mi convicción. Aunque siempre que me recordaba ese odio me preguntaba, “¿Y Roäc?”, que él era y no era mago. ¿Se uniría a nosotros, si hacíamos el clan? ¿O no?

No, por supuesto que no. Me recordé que tampoco éramos muy parecidos. Nosotros no íbamos a ser… pacíficos, y él… No. Claro que no. No, no. -Que les jodan. A ellos, y cada uno de los mililitros de su asquerosa sangre. Son todos iguales.- Me brillaban los ojos con una rabia extraña, con una ofensa que ya me había tomado casi personalmente. -Nosotros salvaremos lo único que nos haya de importar aquí. El resto no importa.- Suspiré con muy mala leche, observando a Roäc hacer el idiota. Mirándolo con una expresión extraña… Quizás algo molesta. Sí, molesta, enfadada. Aunque ya dejé de verlo en cuanto Dyos lo llamó, palabras que ni escuché bien. Y ya se fue todo al traste en cuanto él me respondió que qué mierdas hablaba.

-Sabes perfectamente de qué estoy hablando. ¡LO SABES! O qué, ¿El tajo que me diste en el pecho? No, eso jamás pasó. JAMÁS, ¿Cierto? ¡Y LO HICISTE A PLACER! ¡Yo te he dado TODA mi confianza, todo lo que he podido! He llegado a confiar en tí, he llegado a considerarte un amigo… Y… Ya… ¡YA SABES QUE NO SOLO ESO!- Le miré con unos ojos distantes, enrojecidos, inyectados en rabia. Torcí mi gesto en uno de rabia en cuanto me apartó como si fuera un simple pedazo de basura, porque así mismo me trató, mientras saltaba. Agarrándome del cuello. Yo me preparaba para poder defenderme de su posible ataque, pero…

Un disparo me sacó toda la concentración. No llegó a dañarme gracias a… Un cacho de Zer’tath en forma de escudo, que había logrado convocar al final, tras mucho esfuerzo, ya que no me obedecía. Pero me hizo girar mi cabeza, visualizar una figura confusa en la lejanía, un soldado. Un corte me sacó de mi ensimismamiento, uno acompañado con un “no te acerques a mí”. Le observé con los ojos asustados. Me llevé una mano al hombro, retirándome un poco, temblando. Fue el mismo hombro, porque sabía que ahí aún debía tener restos. A diferencia de él, yo lo veía tal y como realmente era. Él. Con su pelo corto, sus ojos morados, su piel oscura y ese abrigo que alguna vez le había robado. Y me atacaba, y me hería, una vez más. Su sola figura era capaz de imponerme miedo, y eso, eso es lo que más me aterrorizaba. -Estoy cansado de tí, D… Dyos.- Me retiré un par de pasos más, observando el cristal, agarrándolo, obligándolo una vez más a obedecerme. La otra mano se manchaba muy rápidamente de sangre.

-¿Por qué lo sigues intentando? ¿Por qué no te rindes de una vez, porqué no paras ya? No… ¿No te das cuenta que no eres útil al mundo? No sirves… Para nada más ya… Que hacer daño… Mírate. Contra mí, Vor’Kalth. Y ni te das cuenta. Estás mal de la cabeza. Estás muy, muy mal. Y no tiene arreglo. No… No haces nada más que herir a los de tu alrededor, y… Luego dices arrepentirte. Pero en el fondo sabes que no, es parte de tí, de tu naturaleza. Y estás orgulloso de ello.- Formé una lanza, una vez más. Apunté hacia él con el pulso temblante. Y corrí, y corrí, y no dejé de correr, buscando su pecho, buscando su corazón, buscando meterle la punta de aquel arma tan profundamente como me permitieran mis fuerzas. -¡TE ODIO!


-Sí, sí que va bien, bueno… ¡NO TAN MAL! Pero… No… no sé que pasa...- Empezó a convocar una ventisca a su alrededor y yo me aparté, no pudiendo soportar aquel viento y la continua fuerza que me llamaba, gritos, locuras, Vor’Kalth reclamando que fuera a su lado, que le acompañara, que quería matar a Dyos. “Joder, no.” Pensé. Pero un trozo de mí me fue arrancado con absoluta impotencia de mi parte para evitarlo. Y sabía perfectamente qué significaba eso.

-... ¿¡PODRÍAIS HACER EL FAVOR DE FUNCIONAR UN POCO, AL MENOS!? ¡No os estoy pidiendo tanto!- Grité desesperadamente, terriblemente molesto con todo aquello. Estaba cansado de ser ya el ser inofensivo de siempre. Casi pude sentir placer al notar un cacho de mí usándose como arma, como debía ser. Era aquello más fácil. Mucho, mucho más fácil. Ser un objeto, que me usaran como quisiera, no responsabilizarme de sus cosas. Ya estaba muerto. Descansar. Estaba agotado de existir, de luchar contra mi naturaleza. Algo muy, muy en el fondo de mí, rezaba porque mi hermano perdiera. No podría quedarme con él si se quedaba aquí. Y al fin sería… libre. Libre. Sus palabras y sus órdenes me taladraban la cabeza, y ya no era él. Hacía tiempo que no lo era. Solo una sombra del pasado que por alguna razón llevaba mi sangre, un gilipollas que ni siquiera se hacía llamar Vest ya. Vor’Kalth. Eso era todo. Un asesino, un… Un… No lo sabía. Pero en aquel momento me habría encantado no haberme visto obligado a defenderle con un cacho de mí. Que lo hicieran callar de una maldita vez, y que yo, al fin, pudiera tener paz.


Daño causado: 20 (base) + 10 (habilidad) + 30 (dados) + 5 (racial) = 65 a Dyos
Daño recibido: 47 (Dyos) + 25 (soldado) = 72
72 - 5 (base) - 15 (armadura) - 10 (habilidad) - 5 (racial) - 15 (dados) = 22
PS: 150 - 22 = 128

El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque Mágico' :


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#2 'Defensa Mágica' :

Lo flipaba. Ellos dos se mataban y me dejaban a mí de lado, que hiciera lo que quisiera. Me planteé huir. Pero nada me decía que no fueran a venir por mí, y yo, me había propuesto llevarle la cabeza de uno de ellos a quien fuera ya. Solo sabía que los quería muertos. Así que no dudé ya en apuntar al mismo de antes, con muy mala fe. El otro le había dado un tajo que no estaba mal, pero mi bala no le había llegado y aún quedaba mucho por tumbarle. Así que tras apuntar un poco le disparé, tal y como efectuaba su ataque.

Ya me encargaría del otro en cuanto tocara. -¡Venga, daos duro! No os odiáis tanto? ¡Claro que sí! Que corra la sangre, sí- Porque yo, como más se mataran, mucho mejor tendría el panorama. Vaya que sí.

El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Dado opciones' : 2

defensa
5dad+5guante+10stat=20
65-20=45
150-35=105 (sangrado fuerte)

y ataque al final no ataco por motivos de narrativa XD
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Mi tajo le ha alcanzado, y yo lo miro con prudencia, apuntandolo con la punta de mi espada, pero retrocediendo...no lo trato como a un enemigo normal,si no como si realmente...como si esa imagen de mismo de verdad me diese miedo. No es si no un reflejo de mi pasado lo que me asusta. Ese ser vestido de cientifico, con los ojos sacados, me habla...la voz no me concuerda del todo. No es la mia. Lo que me dice no tiene sentido para mi...

-Yo no te hice nada de eso...y...y si te lo hice...tú...yo....lo que sea...eres un monstruo y te lo mereces... -sigo apartandome de el, con la espada por delante.

Mi propia imagen, que realmente es Vor, me dice que está cansado de mi. Y la verdad es que yo no podria estar de acuerdo con lo que creo que me estoy diciendo a mi mismo.
-Rendirme...? y si me rindo...que hago...? No sé rendirme.... me da mas miedo eso que...que.... -eso, rendirse. -Espera, Vor'Kalth? Tú no eres yo. Me estás confundiendo. -la imagen distorsionada que tenía de el siendo yo desaparece, y es susituida por una del drow, la autentica. Oigo sus palabras como amplificadas a mi alrededor, y me resultan terrotificas, porque siento que son verdades. Verdades que me dan miedo, partes de mi mismo que quiero negar una y otra vez, dandome igual a quien tenga que engañar, incluso si es engañarme a mi mismo.

Suelto las armas cuando viene corriendo hacia mi, sigo retrocediendo a pasos cortos. Su cara de rabia e ira lo dice todo, puede que le ponga fin. Pero el instinto hace algo util por mi y provoca que levante mis enguantadas manos sujetando esa lanza que crea para intentar atravesarme el pecho, desviandola un poco hacia el hombro. Aunque no evito que la clave de todos modos.

-No estoy orgulloso de ello, no lo estoy-elevo un poco la voz, aunque tampoco me sale muy fuerte. Aun con la cosa esa clavada en mi, sigo retrocediendo hasta extraerlo, provocando que caiga un chorreton de mi sangre al suelo.
-Sólo quieres volverme mas loco....y no tengo por que hacerte caso....no estoy roto, no lo estoy -y me repito eso a mi mismo enfermizamente. La paranoia sigue tomando formas muy diversas, pero Vor se mantiene ahi. Unos barrotes de metal se elevan del suelo y me dejan encerrado......ahora estoy atrapado aqui y no podre volver a salir nunca, y mi compañero se ha vuelto contra mi.

El miembro 'Dyospiros' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque Físico' :


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#2 'Defensa Física' :

"tengo miedo"

"Cuenta ovejitas, Aiwë, tú cuentalas"

Sigo con los ojos fuertemente cerrados y con esa esfera en forma de vendaval que me protege. Consigo contar ovejitas y todo.
-Meeeery tenia unaaaaovejiita unaaaaaaooove-jita....eh, que no tontorculo, quesa no es....

"es la de una, dos,tres...AGH que muermo"

Consigo hasta oir la voz de ...Osten? gritando? Las cosas empiezan a ponerse raras. Abro un poco los ojos, por fin, pero sigo manteniendo esos vendavales a mi alrededor. Me duele la maldita cabeza. Siguen habiendo cosas que no cuadran...pero al menos ya no veo los cadaveres de nadie, cadaveres que no deberian haber estado ahi nunca.

-Osten? Que está pasando? Veo cosas. He visto cosas. Joder que puto miedo. Tu no las ves?

Puesto que mi cabeza está algo mas despejada desde que estoy haciendo eso con el aire, intuyo que es buena idea mantenerlo. Al alzar mi mirada doy con un problema tambien...dos drows peleandose entre ellos de modo muy sangriento, y al fondo...otro drow mas con una...pistola? Qué moderno.
-Osten, creo que he fumao algo. No es la primera vez que me pasa...es como aquella vez con aquella planta del bosque...que colocón...macho...

"es eso? estoy en la droga? Y ellos tambien?"

Aunque a ratos mi vision se deforma y aparecen alucinaciones que me dan algo de pavor, como drows colmilludos asesinos de ojos rojos y zarpas ensangrentadas, que parece que me van a atacar, son cada vez como mas debiles, como mas una  sombra. Entonces dejo de respirar, aguantando unos instantes, y hago cesar toda aquella locura de vientos. Me pongo en pie, espantando a la nada con las manos (restos de alucinaciones) y me acerco a una pared...quedando muy quieto suspendido sobre las puntas de mis pies. Ojos cerrados, mejillas infladas.... puedo sentir en ese instante el aire que sale de los respiraderos de arriba. Lo que sentí antes. Entiendo entonces que están echando algo raro al aire que respiramos. Cuando no aguanto mas la respiracion vuelvo a generar esa esfera a mi alrededor. Con un movimiento de mi mano dirijo un golpe de viento contra ese respiradero, con intenciones de hacer retroceder unos instantes el avance ese gas raro. Cada vez comprendo más y más nuestra autentica situacion, y eso no es menos terrorifico...miro a los drows, tengo que hacer algo con ellos.

"ains, siempre me tienen separándolos"

-EEEEEEEEEHH QUE TENEMOS QUE SALIR DE AQUI! EMPANAOS!- genero un tornado muy breve entre ellos dos, para que se separen un poco. Me tocará arrastrarlos hacia el hueco de la puerta si toca. Asi tenga que ser a empujones.

"oh, eso, a empujones. IDEACA"

Vuelvo a aguantar la respiracion y desvanezco mi esfera protectora, dirigiendola hacia ellos dos para envolverlos y arrastrarlos hacia donde estoy yo. Vale, va a ser incomodo un rato, y fijo que se me resisten. Pero necesito que se acerquen al agujero de la puerta. Creo que en el proceso, me llevo tambien al soldado...

-¡LO HICISTE, TU LO HICISTE! ¡No soy un monstruo! Tu…- ¿No lo era? ¿Por qué veía mis manos manchadas de sangre? No, era mi sangre. No, no. Pero pronto iba a ser la suya. Se secaba, se mojaban las manos de carmesí. -¡RENDIRTE! Eso es… Ya… Ya está, ¡Es todo una lucha sin sentido! ¡Un baño de sangre! Un…- Y fue de repente cuando me reconoció. Mi nombre sonó en su boca, y de repente, algo dentro de mí hizo click. Algo iba mal. Algo iba terriblemente mal. -No, yo no soy tú…- Pero siquiera eso impidió que le atacara. Que clavara aquella lanza en su hombro. Logró desviar el golpe para nuestra suerte con sus manos, vacías, habiendo soltado sus armas.

La sangre pronto lo manchó todo. Se sacó él mismo el arma y el cristal entero estaba bañado en ello. Yo retrocedí también, tal y como me apartaba, tal y como me decía que no estaba orgulloso. Abrí la boca y la cerré, me llevé una mano a esta y me manché también el rostro. Estaban pegajosas, mis manos. Ya no sabía cual era su sangre y cual era la mía. Me decía que no tenía porqué hacerme caso. Y sangraba, y estaba herido, y se moría. Sí, sí. Yo lo veía allí, arrodillado, impotente, repitiéndose miserablemente que no estaba roto, que no lo estaba, y que no. Avancé unos pasos hacia él. Otro disparo. Otro que el cristal paró por mí, que se había escapado ya de mis manos.

-D-Dyos…- Lo miraba. No, no era un monstruo. Allí puesto, allí tirado, él no era un monstruo. Estaba débil y tenía suficientes problemas con intentar negar estar roto. Casi como un animal herido. Y yo lo veía, y me daba cuenta que yo mismo lo había herido. Lo que tanto solía querer proteger, dañado por mí. Porque yo… -”Vor. Tú. Tú eres el único monstruo aquí. Tanto clamas querer proteger a la gente, ¿Pero no les haces tú más daño? Míralo. ¡MÍRALO!”- Una voz en mi cabeza, yo mismo, me repetía mis pecados. Le grité que callara. -”¡MÍRALO, VEST SYGDOM! ¿Por qué lo intentas siquiera? ¡Todo lo que está a tu alrededor muere, y muere por tu culpa!”

-Dyos… Yo… No… No quería…- Estaba llorando. Estaba llorando muchísimo. Me acerqué un poco hacia él, pero quería huir. No quería dañarle de nuevo. Veía visiones, mis manos llenas de nuevo con algún arma, como si fuera a ejecutarle. No. No. NO. -”¿Por qué quieres amistades? ¿Para tratarlas así? ¡Si encima los odias, a todos! ¿Y eso que pensaste de Roäc? ¿Por qué has tenido que decirle eso a Dyos? ¡Estás mal! ¡ESTÁS MAL!”- Llamé al bastón para que viniera entre mis manos. No. No quería estar armado. Pero ya había tomado forma, ya tenía en mi mano un cristal en forma de espada. Aún me faltaba un cacho. -”¿No te das cuenta que estarían todos mejor sin tí? No solo ellos dos, a quienes dañas, hieres… ¡Incluso tu bastón lo agradecería! No traes más que miseria, más que dolor…”- Miré el arma una vez más.

-... Tú no me vas a dejar, ¿No?- Miré una vez más mi espada. No iba a ser la primera vez que lo intentara, pero… Alcé el arma y traté de hacer todo el daño posible, la hoja se pegó a mi carne y la cortó muy limpiamente, muy cerca del cuello. No. Algo no cuadraba. El bastón, aunque lo había intentado yo, nunca antes me había dejado autoherirme. No. No… Pero ahí estaba. Esa herida. El arma bañada de sangre. Por primera vez… Un tornado nos separó a ambos. Lo contemplé temblando, cayendo al suelo, llevándome una mano a la sangre que me salía, mareado. Empecé a toser con fuerza debido al aire que había a nuestro alrededor. Y de repente estábamos siendo empujados, y Roäc decía algo de salir de allí… Roäc… Allí seguía, aún… Me incorporé como pude mientras nos seguía empujando, y una vez de pie, salí corriendo hacia allá donde nos trataba de empujar, ahorrando que tuviera que empujarme a mí. La cosa es que una vez llegado allí seguí corriendo, y corriendo, y corriendo. Pasé a su lado y lo vi también a él malherido, cosa de las ilusiones. Y yo no lo había protegido, por supuesto. -No, no. Roäc. No voy a salir de aquí, yo…- Volví a toser con mucha fuerza. -Me quedo aquí. Será mejor para todos. Me quedo aquí, y ya, y… Y… No tendréis que preocuparos más por mí. No podré hacer más daño. No podré odiar más.

Pero antes de poder alejarme demasiado de él tropecé nuevamente, y esta vez el golpe no me permitió levantarme de nuevo. Busqué aún la espada de cristal una vez más para acabar con aquello, pero por alguna razón, ya no estaba en mi mano.


-... ¿Roäc?- Se había puesto a cantar. Y yo ya no entendía nada. Absolutamente nada. Estaban todos locos y yo era el único cuerdo en la sala. Al cabo de un rato reparó en mi presencia y me dijo que veía cosas, y que si no las veía yo. -Veo que estás aquí tirado en el suelo diciendo cosas raras. Y que los drows se están matando. Y que el soldado le está disparando a Vor.- Volví a mi forma de cristal normal, intentando calmarme un poco. -... ¿Colocar? No, no te entiendo… ¿Has fumado? ¿Pero no eres muy joven para eso? ¡ROÄC! Maldita sea, ¡Qué más dará eso ahora! Hay… Hay que hacer algo, yo…

Noté el otro trozo de mí ser transformado en espada. “No irás a hacerlo, ¿No?”, me pregunté. Y lo podría haber impedido, ya lo había hecho otras muchas veces. Pero esa vez no. El cristal atravesó el cuello de Vor por uno de los costados y le dejó una herida bastante considerable. Roäc estaba haciendo algo raro con los aires, y yo no entendía mucho. Y se lo dije. -No… No sé qué estás haciendo, eh… Oh. Los acabas de separar. Mira a Vest. Se… Se ha abierto el cuello…- Lo vi empezar a correr hacia nosotros en cuanto Roäc hizo el intento de empujarlos. Lo contemplé, durantes unos instantes, con desprecio. Sus pensamientos me taladraban la cabeza. No dejaba de gritarse verdades, que hería, que dañaba, que era un monstruo, y que estaría mejor muerto. Y lo peor de todo es que era cierto.

Pero… Algo dentro de mí me dijo que no podía dejar que se matara allí mismo. Atraje el trozo de cristal que tenía entre manos para evitar que se volviera a autolesionar. -Está… fuera de sí. Aún no creo que se de cuenta si hablo en voz alta.- No iba a dejar que muriera. Era algo que me había prometido a mi mismo, por mucho que lo odiara. Lo acusaba de haberse vuelto loco, necio, asesino. ¿Pero no se me había ido la olla a mí también ya? Estábamos los dos para el arrastre. Decidí… Que si debíamos ir al infierno por nuestras acciones, aunque yo no creía en eso del infierno, no me importaría. Lo vi caer al suelo y buscar mi arma, maldecir no poder acabar aquella faena. -... No se va a mover más de ahí, no te preocupes por ello. Lo que más miedo me da ahora es…- Y otro disparo en la distancia.


Defensa base supera el daño del soldado
Daño causado: 20 (base) + 10 (habilidad) + 15 (dados) + 5 (racial) = 50 a mi mismo
PS: 128 - 50 - 5 = 73

El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'Ataque Mágico' :

Yo estaba ya animando ahí que se dieran de ostias, y definitivamente el más nigga de ellos se llevó una buena ahí. Pero las cosas empezaron a tocarme las narices cuando sencillamente se agachó y empezó a hablarse como un desquiciado mental, diciendo gilipolleces. Claro, ¿Por qué iban a luchar como hombres de verdad, si no lo eran? ¿Para qué? Menuda estupidez. Y el otro en vez de aprovechar su debilidad se dio un corte a sí mismo, muy emo él. Menuda pérdida de tiempo.

Pero me tocó los cojoncillos en cuanto el viento empezó a empujarnos a todos. Oh, el palomo. El puñetero palomo que ahí estaba. Intentando llevarse a los dos drows desquiciados con él. ¡Menudo pelmazo, pensé! Lo quería muerto de una jodida vez. A él. A los dos orejas picudas más. Y a ese cristal que hablaba también. Le apunté sin pensármelo dos veces a la cabeza, aunque no fue el mejor tiro de la historia por culpa de lo que nos iba arrastrando. Empecé a correr en la dirección contraria para librarme del arrastre y, tras situarme en un lugar más o menos seguro, pensé. Huir o no? ¿Qué tenía a perder si me escapaba? Habían un par un poco tocadillos, pero...

... Eché a correr por patas. Estaba muy cansado de su mierda. -¡AHÍ OS LA APAÑÁIS!- Y no pensé en ná más que salvar mi vidilla, una vez hecho to el daño.

Ostia a Röac: 20

El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Ataque Tecnológico' :


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#2 'Probabilidad' :

105-5=100 PS

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Continuo inmerso en mis alucinaciones por culpa del maldito gas aquel, de rodillas en el suelo, con las manos sobre mi cabeza y diciendo cosas sin sentido, muy velozmente y en voz baja. Llaman mi nombre y levanto la mirada, viendo al semidrow. En mi cabeza, no tiene mejor cara que en la realidad. Ahora a él tambien le faltan los ojos...parece que está muerto. ¿Pero si está muerto por que se pone las armas en el cuello? Se corta, salpicando bastante sangre. Yo me sujeto mi propia herida mirandolo a él ahora, alucinado, dejando de respirar unos instantes. Todo a mi alrededor se difumina, se escuchan mil voces y no paran de caminar sombras entre nosotros.

"que?Por qué haces eso?"

- No fue mi culpa, lo juro

Pienso confuso, cuando un golpe de viento nos empuja y ademas, empieza a arrastrarnos. Los barrotes que creia que me encerraban se deshacen en niebla cuando los atravieso, dandome cuenta de que no eran barrotes reales... Intento ponerme en pie al ver a una criatura demoniaca que es la que intenta atraernos hacia si. En realidad es Roäc, pero para mi de amistoso tiene poco. Estiro mis brazos por lo menos recuperando a tiempo mis armas del suelo por si tengo que emplearlas, levantandome en el ultimo momento y alzando la punta de mi espada contra el moreno.

Voy a decirle algo pero desvio la mirada al oir un grito, viendo a un soldado huir. No me importa que huya, me parece perfecto. En otras circunstancias habria ido tras el pero ahora me da mas miedo lo que tengo delante. Asi que vuelvo a mirar al frente. El viento no para de agitarse a nuestro alrededor, y ni mi espada ni mis ojos pierden de vista ahora a Roac, mientras que es Vor el que sigue en el suelo.

-¿Que ocurre? Quieres matarnos verdad? nos atraes a tu trampa? Ya estamos todos muertos, no hace falta que te tomes tantas molestias.

defensa fisica 15+8 stat= 23 Supero ataque de yellow
sanacion 0 racial +40 vilya= 40 heal para vor
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-Bueno, Osten, yo siempre fui un crío desobediente. -le digo a mi amigo bastón con el ceño fruncido cuando me dice que si no era muy joven para fumar. Y las alucinaciones no eran agradables, nunca. O bueno, a veces molaban, para que mentir. Solo que estas habian sido demasiado reales, con tan poco tiempo expuestos a ellas....

"pero los drows ya llevan mas tiempo del que me gustaria respirando de este aire"

Dyospiros se ha quedado de rodillas en el suelo totalmente empanao, debe de estar pasandolo mal pero al menos no hace nada. Pero Vor se pone la espada en el cuello y se pega un tajo. Yo apunto estoy de perder el control y de provocar que se desvanezca la esfera protectora que me he armado alrededor.
-PERO TUSTÁS LOCO CHIQUILLOOOOOOOO!? Has visto eso?! QUE LA SANGRE NO SALTA DE LA ROPA!

Indignado, señalo al gemelo que no es un bastón. Él viene corriendo hacia nosotros, bien, me facilita el trabajo. Oh, nada de eso. Porque pasa de largo y sigue corriendo cual lunatico. Menos mal que se tropieza. Cuando se pone dramático a decirnos que nos lo dejemos ahi, lo miro con los parpados caidos, las cejas levantadas y la boca espatarrada.
-Osten, le pegas el capón tú o se lo pego yo?

"bueno, se lo guardo para cuando no se esté muriendo, ok"

De verdad parece que Vor no va a poder levantarse, entonces oigo un disparo y pego un brinco a un lado muy exagerado, saliendo indemne del ataque del soldado huidor. No le hago nada, a enemigo que huye, puente de planta. No habria podido usar mi habilidad de viento para frenarla, porque la estoy ocupando en mantener el veneno del aire lejos de mi, asi que he tenido suerte de haber conseguido salir de su trayectoria sin mas. Me rio nerviosamente mirando a Dyos, que ha recuperado sus armas. Éste parece que tiene ganas de mas y me apunta con su espada.

-Dyos, amigo mio. Es cierto, estamos todos muertos. Y yo soy Caronte, y voy a sacaros de aqui, porque no quieres que nos quedemos en el infierno, ¿verdad?

Si no puedes derrotar a las alucinaciones y al terror, únete a ellas. Dejo de respirar unos instantes, necesito intentar curar al semidrow. Asi pues los vientos, al dejar de manejarlos yo, se detienen...me acerco a Vor y le intento canalizar mi magia de sanacion de modo apresurado, tanto, que no me sale demasiado bien. Una vez más es el potenciador magico del anillo el que salva el día. El metal arde en mi dedo, indicandome el abuso al que estoy sometiendo mi magia en esta larguisima jornada. Una vez he visto su herida cerrarse un poco. Aun contengo la respiracion cuando de un empujón a base de viento saco a Dyospiros de este sector por el agujero que dejaron los otros magos en la inmensa puerta, y aun la contengo cuando me agacho para coger el brazo de Vor y echarlo sobre mis hombros para caminar y salir de alli. Pero a partir de ese punto, tendrian que caminar los dos por su propio pie. Eso o los dejo groguis. Finalmente, dejamos atrás este horrible horrible sector.

El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa Física' :


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#2 'Probabilidad' :

Habia pasado ya...cuanto tiempo? No sabría decirlo. Se me hacia mas de un mes, o quizá dos....si, quizá dos meses, desde que había ocurrido el ataque aquel a la base. Y para entonces yo ya llevaba allí unas semanas, antes de eso. Pero ahora...ahora simplemente no sabia que dia era. Intuia que debía de haber entrado ya el año nuevo, y ahí seguía. Ahí metido. Y ahí seguiría, conforme empiezo a pensar mas y mas a menudo.

Las heridas que me habían provocado ya se habían cerrado, los puntos secado y caído, las vendas del pecho ya no eran necesarias. Sin embargo mi brazo derecho seguía igual de destrozado que al principio. Un apéndice metálico roto a la altura del codo, inútil e inservible.

Estoy sentado en el suelo en un rincón de la habitación, o mejor dicho, celda. Porque eso es lo que son. Ya había llegado a conocerme cada milímetro de ese sitio, y cada milímetro odiaba. Al igual que las estúpidas prendas grises y frias que nos hacían vestir. Cuanto echaba de menos mi capa. Y...mi magia. Sobre todo aquello.

Tras las alucinaciones producidas por el gas, cuando desperté en la enfermería, lo primero que hice fue intentar lanzar una maldición a uno de los enfermeros, pero solo consegui recibir una dolorosa descarga eléctrica. No pude hacer nada de magia. Entonces me di cuenta de que aunque la alucinación había sido toda mentira, lo cierto era que de algun modo, habían conseguido que no pudiese realizar mi magia. En resumen, estaba desvalido, no servia para nada. Humillado era decir poco.

Clavo mis ojos en la puerta de aquella celda, la verdad todo había estado muy silencioso últimamente. Quiza el dia en el que decidieran matarme estaba ya cerca, quizá no. ¿Qué podía hacer yo, salvo esperar? Sobrevivir parecía una pésima idea. Descartar de una vez que los Blood Keepers restantes de la organización viniesen a por mi? Cuanto mas lo pensaba mas podía odiarlos. Sabia que no tenia por que esperar que viniesen por mi, no habían lazos de amistad o lealtad, esos que por otra parte parecían unir a los Renegados. Pero si el caso hubiese sido al revés, si uno de ellos hubiese sido capturado...yo habría ido a por ellos. No por hacerle un favor ni nada. Simplemente para demostrarles a los humanos que con mis cosas no se juega, que esos magos son mios y que ellos no los tocan, que no se los pueden quedar. Simple posesividad.

Toso un poco, carraspeando después. Me pongo en pie, cansado simplemente tras hacer ese gesto. Simplemente dejo el suelo para sentarme en el catre y recostarme ahí. Cierro los ojos, con mi mano sobre el estómago. No es momento para perder la cabeza. Aun no había llegado al punto de comenzar a hablar solo, pero quizá ese momento no andase lejos.

Ingreso en la celda del prisionero este que no recuerdo su nombre, pero que lleva aqui ya la tira de tiempo. Está hecho mierda, para que mentir. No le hemos reparado las cosas rotas (su brazo ese tan majo) nos hemos dedicado a hacer lavados cerebrales y esas mierdas, como experimentillos cientificos crueles. Para trabajos forzados el pobre no sirve, es un spageti que apenas se tiene en pie, y ademas, sin brazo. Y con muy mal mirar.

Miro una ficha, papeles que llevo en mis manos.
-Uhmm...Rybar, no? Auror, si. Si, aunque ahora, os haciais llamar...qué, Blood Keepers?

Suelto una risa por lo bajo, bastante burlona. Un par de guardias vienen conmigo y comienzan a atarlo y a levantarlo.

-Trasladad al despojo este a la sala de entrevistas, que quiero hablar con él. Si, y disponedlo todo. Y que alguien me baje la nueva actualizacion del Candy Crush!

Sacan a Rybar de ahi, que no opone demasiada resistencia, y yo salgo silbando tras ellos