Recuerdo del primer mensaje :
Casa de aspecto rural, amplia y protegida por hechizos de protección y barreras que permiten el paso solo de aquellas personas autorizadas por los descendientes de Galeno y Merlín.
En su interior hay una gran biblioteca con la colección personal de ambos descendientes., una consulta privada y una habitación de hechizos y encantamientos.
Biblioteca:
Habitación principal:
Salón:
Casa de aspecto rural, amplia y protegida por hechizos de protección y barreras que permiten el paso solo de aquellas personas autorizadas por los descendientes de Galeno y Merlín.
En su interior hay una gran biblioteca con la colección personal de ambos descendientes., una consulta privada y una habitación de hechizos y encantamientos.
Biblioteca:
Habitación principal:
Salón:
Seguí unos segundos más mirando al infinito sin decidirme sobre lo que hacer, hasta que escuché la voz de Sean a mis espaldas. Me llevé un pequeño sobresalto, girándome hacia él mientras que miraba su pulsera. Puse cara de circunstancia porque no quería que se enterase de nada, pero al final se había acabado enterando. - Deberías seguir durmiendo. No hay nada que puedas ni debas hacer en este momento. - me levanté para ir hacia su lado de la cama, sentándome en ese otro lado mientras ponía una mano en su hombro para mirarle a la cara. De nada servía ocultarle lo que pasaba.
- Sayid y los demás llevan un mes de misión para buscar al androide que hackeó Sigrid en la Ciudadela. Catherine ha bajado a ayudarles ahora que por los visto hay problemas. - apreté los labios como intentando no responder a eso de que en qué pensaba Catherine para bajar, pero al final lo acabé soltando. - Tú también bajaste a tierra, sin decir nada a nadie, sin avisar de hacia dónde ibas, y para conseguir el pensadero. Apenas fueron unos minutos, y mira lo que te pasó. Es una imprudencia, venga de quien venga. Catherine tampoco debería estar abajo. Sus poderes no son los más prácticos contra unas máquinas. - no supe decirle a qué hora había llegado el mensaje, así que hice un gesto negativo. - No me he fijado, tal vez hace media hora o más. En cualquier caso no puedes hacer nada. Yo sí tengo que hacer algo, ya sea bajando a evacuar heridos o yendo a preparar ya el hospital. Si llegan varios como venías tú...- me puse en pie de inmediato, sacando el busca del hospital para enviar un mensaje general a todos los trabajadores, avisando para que estuviesen preparados.
- Sayid y los demás llevan un mes de misión para buscar al androide que hackeó Sigrid en la Ciudadela. Catherine ha bajado a ayudarles ahora que por los visto hay problemas. - apreté los labios como intentando no responder a eso de que en qué pensaba Catherine para bajar, pero al final lo acabé soltando. - Tú también bajaste a tierra, sin decir nada a nadie, sin avisar de hacia dónde ibas, y para conseguir el pensadero. Apenas fueron unos minutos, y mira lo que te pasó. Es una imprudencia, venga de quien venga. Catherine tampoco debería estar abajo. Sus poderes no son los más prácticos contra unas máquinas. - no supe decirle a qué hora había llegado el mensaje, así que hice un gesto negativo. - No me he fijado, tal vez hace media hora o más. En cualquier caso no puedes hacer nada. Yo sí tengo que hacer algo, ya sea bajando a evacuar heridos o yendo a preparar ya el hospital. Si llegan varios como venías tú...- me puse en pie de inmediato, sacando el busca del hospital para enviar un mensaje general a todos los trabajadores, avisando para que estuviesen preparados.
me apresuré a enviarle aquel mensaje a Catherine para después sentarme al borde de la cama y probar suerte con mis piernas para ver si podía al menos tenerme en pie pero la voz de Lucio me detuvo - ya he dormido suficiente Lucio, algo habrá que pueda hacer- alguna barrera, algún hechizo, lo que fuera. El moreno se levantó y se acercó a mi posando su mano en mi hombro para explicarme la situación, al mismo tiempo que yo dormía, Sayid había ido a tierra para encontrar a aquel androide tal y como se dijo en la reunión antes de la aparición de los Pendragon, me llevé una mano a la frente pensando en todo el tiempo que había perdido sintiéndome de nuevo mal por ello y las palabras de Lucio no me ayudaban.
Fruncí el ceño claramente enfadado por aquello pero tampoco podía replicar pues no le faltaba razón, había sido culpa mía pero tampoco sabía que la IA había evolucionado tanto, al menos mi imprudencia había dejado claro que SAM no nos daría tregua por muchos asuntos internos que tuviéramos que atender. De nuevo me dijo que no podía hacer nada e iba a reclamar pero surgió la idea de bajar -NO!- la respuesta fue instantánea, Lucio era lo suficientemente capaz de defenderse pero si estaba curando y concentrado en sus pacientes... apreté los labios y esperé a que enviara el mensaje, no podía dejar que se fuera -Si vas al hospital me quedo... en el campo de batalla no puedes operar, pero si bajas no me pidas que me quede sin hacer nada, ya viste lo de francia, ahora puede ser incluso peor- dejé la pulsera aun lado y lo abracé con fuerza, acababa de despertar y ya se tenía que ir.
Fruncí el ceño claramente enfadado por aquello pero tampoco podía replicar pues no le faltaba razón, había sido culpa mía pero tampoco sabía que la IA había evolucionado tanto, al menos mi imprudencia había dejado claro que SAM no nos daría tregua por muchos asuntos internos que tuviéramos que atender. De nuevo me dijo que no podía hacer nada e iba a reclamar pero surgió la idea de bajar -NO!- la respuesta fue instantánea, Lucio era lo suficientemente capaz de defenderse pero si estaba curando y concentrado en sus pacientes... apreté los labios y esperé a que enviara el mensaje, no podía dejar que se fuera -Si vas al hospital me quedo... en el campo de batalla no puedes operar, pero si bajas no me pidas que me quede sin hacer nada, ya viste lo de francia, ahora puede ser incluso peor- dejé la pulsera aun lado y lo abracé con fuerza, acababa de despertar y ya se tenía que ir.
Sabía de sobra que Sean no era tan fácil de convencer, que no asumía que en esta ocasión no podía hacer nada. Por eso no quería que se enterase del mensaje, aunque era demasiado tarde. Me puse serio con el asunto, no iba a admitir que intentase moverse del sitio. - Me niego. Como médico te prohíbo tajantemente que intentes moverte de esta cama. No podrías, pero aunque lo hicieras. Es una locura pretender ir a una batalla tras haber despertado de un mes en coma. - noté que se mosqueaba al recordarle lo de su excursión con Zaphira, pero no dijo nada porque debió pensar que tenía razón.
Mi posible decisión de bajar fue lo que le hizo reaccionar de manera inmediata. Enseguida me hizo una especie de chantaje para que no bajase, amenazando con seguirme abajo si iba. Aún no había decidido lo que hacer, pero con eso fue suficiente para terminar de pensarlo. Lo abracé de vuelta cuando él lo hizo, tratando de tranquilizarle un poco.
- Lo sé, lo sé...necesitarán todos los médicos disponibles, no debería arriesgarme a ser baja. Hay que ser responsable. Abajo es posible que no pueda hacer mucho. Pero sí que necesitan gente que pueda sacarlos de ahí. - terminé de tomar mi decisión, suspirando como dando a entender que él ganaba, que me quedaría. - Iré al hospital a prepararlo todo, con la condición de que te quedes aquí sin moverte y descanses. Promete que no irás a ningún lado, y que si necesitas algo me enviarás un mensaje. El resto de miembros del Consejo ya están avisados, así que deberían bajar a ayudar cuanto antes, especialmente aquellos que saben luchar. - finalmente me separé de él tras darle un rápido beso en los labios, yendo hacia el armario para comenzar a vestirme. No había tiempo que perder.
- Te informaré cuando pueda, y si necesitas decirme algo urgente envíame un patronus, no podré mirar mucho el brazalete comunicador. - terminé de vestirme para ir al hospital, mirándolo un instante con dudas antes de marchar. - Dile a Zaphira que venga a acompañarte para que no te quedes solo, ¿vale? - volví a despedirme de él, desapareciéndome después con destino al trabajo.
Mi posible decisión de bajar fue lo que le hizo reaccionar de manera inmediata. Enseguida me hizo una especie de chantaje para que no bajase, amenazando con seguirme abajo si iba. Aún no había decidido lo que hacer, pero con eso fue suficiente para terminar de pensarlo. Lo abracé de vuelta cuando él lo hizo, tratando de tranquilizarle un poco.
- Lo sé, lo sé...necesitarán todos los médicos disponibles, no debería arriesgarme a ser baja. Hay que ser responsable. Abajo es posible que no pueda hacer mucho. Pero sí que necesitan gente que pueda sacarlos de ahí. - terminé de tomar mi decisión, suspirando como dando a entender que él ganaba, que me quedaría. - Iré al hospital a prepararlo todo, con la condición de que te quedes aquí sin moverte y descanses. Promete que no irás a ningún lado, y que si necesitas algo me enviarás un mensaje. El resto de miembros del Consejo ya están avisados, así que deberían bajar a ayudar cuanto antes, especialmente aquellos que saben luchar. - finalmente me separé de él tras darle un rápido beso en los labios, yendo hacia el armario para comenzar a vestirme. No había tiempo que perder.
- Te informaré cuando pueda, y si necesitas decirme algo urgente envíame un patronus, no podré mirar mucho el brazalete comunicador. - terminé de vestirme para ir al hospital, mirándolo un instante con dudas antes de marchar. - Dile a Zaphira que venga a acompañarte para que no te quedes solo, ¿vale? - volví a despedirme de él, desapareciéndome después con destino al trabajo.
Lucio se había puesto serio y eso quería decir que no había argumento alguno para que me dejara ayudar y de nuevo me decía que tenía que quedarme a descansar, pero ya no quería descansar, no podría aunque quisiera sabiendo que mis compañeros estaban en peligro y mucho menos cuando sugirió que bajaría a la batalla, eso si que no, no lo dejaría marchar solo y así se lo hice saber aunque sonara a chantaje.
Abracé al moreno con fuerza, la poca que me podía permitir para que no se fuera mientras el me correspondía, sabía que podrían necesitarlo pero esta vez me permitiría ser egoísta, al final yo ganaba, él se quedaba en la isla y yo a descansar -Vale, me quedo aquí, te avisaré si pasa algo- le devolví el beso y me quedé mirándolo mientras se vestía, acercándole los calcetines y otras cosas del cajón con mi magia.
Asentí repetidas veces a sus indicaciones y al final me hizo sonreír con tanta preocupación de marido recién casado -Tranquilo, estaré bien, bajaré a la biblioteca para distraerme un rato mientras viene Zaphira y te enviaré un mensaje si algo ocurre, pero si me necesitas para algo haz lo mismo, de acuerdo? aún puedo hacer magia- esperé a que se acercara de nuevo para darle un beso en la mejilla y así despedirme de él cumpliendo con mi promesa de quedarme a descansar... más o menos.
Abracé al moreno con fuerza, la poca que me podía permitir para que no se fuera mientras el me correspondía, sabía que podrían necesitarlo pero esta vez me permitiría ser egoísta, al final yo ganaba, él se quedaba en la isla y yo a descansar -Vale, me quedo aquí, te avisaré si pasa algo- le devolví el beso y me quedé mirándolo mientras se vestía, acercándole los calcetines y otras cosas del cajón con mi magia.
Asentí repetidas veces a sus indicaciones y al final me hizo sonreír con tanta preocupación de marido recién casado -Tranquilo, estaré bien, bajaré a la biblioteca para distraerme un rato mientras viene Zaphira y te enviaré un mensaje si algo ocurre, pero si me necesitas para algo haz lo mismo, de acuerdo? aún puedo hacer magia- esperé a que se acercara de nuevo para darle un beso en la mejilla y así despedirme de él cumpliendo con mi promesa de quedarme a descansar... más o menos.
Era suficiente el tiempo para que Sean hubiese hecho alguna cosa, o eso quería creer. Apareció en la entrada de la casa y abrió la puerta con cierta brusquedad -¡SEAN! ¿Dónde estás? ¡Tienes 3 minutos para darme todo lo que necesito para escapar sin desaparecernos!- Gritó, entrando a la casa y arrastrando a Adael del antebrazo -Venga, quítate el traje. ¿Tienes algo con lo que protegerte aparte de tus poderes?- Le preguntó al elementalista mirándolo de arriba abajo.
-¡¡¡SEAAAAN!! DOS MINUTOS Y MEDIO- Sabía que no iba a poder aparecerse donde había estado Ian exactamente, pero volvería al sitio donde se desapareció con Yaroslav y se movería con los lobos hasta llegar a donde estaba Ian. Le mandó un mensaje mental diciéndole que estaba buscando trasladores para luego descender. Esperaba llegar a tiempo. Catherine alzó la pierna y se sacó la daga de la bota y se la tendió a Adael con un gesto serio -Por si acaso- La bruja golpeó el suelo con el báculo y los lobos fueron en busca del encantador.
TRANSFIERO DAGA A ADAEL.
3/8
-¡¡¡SEAAAAN!! DOS MINUTOS Y MEDIO- Sabía que no iba a poder aparecerse donde había estado Ian exactamente, pero volvería al sitio donde se desapareció con Yaroslav y se movería con los lobos hasta llegar a donde estaba Ian. Le mandó un mensaje mental diciéndole que estaba buscando trasladores para luego descender. Esperaba llegar a tiempo. Catherine alzó la pierna y se sacó la daga de la bota y se la tendió a Adael con un gesto serio -Por si acaso- La bruja golpeó el suelo con el báculo y los lobos fueron en busca del encantador.
TRANSFIERO DAGA A ADAEL.
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En cuanto Lucio se marchó me dirigí a la biblioteca tal y como había dicho pero no para leer algo tranquilamente, no podía quedarme quieto y sin hacer nada así que pensé en la forma más fácil de ayudarlos, trasladores... solo me quedaba un problema y era cómo demonios hacerlos llegar a los que estaban abajo.
Llamé al fénix para que me ayudara a moverme por la casa pues apenas podía mantenerme en pie, su teletransportación me venía de perlas, solo esperaba que no se quemara nada mientras iba de un sitio a otro. Dibujé un gran circulo mágico con mi magia y en medio deposité lo primero que encontré , un par de zapatillas de andar por casa, ya era complicado hacer un traslador pero esperaba que con dos se apañaran además de modificarlos levemente.
Estaba en medio de la faena cuando escuché los gritos de Catherine venir desde arriba aunque no estaba sola -Tráelos Rubi- porque no tenía fuerzas para chillar desde el quinto pino y perdería la concentración. el círculo mágico brillaba intensamente mientras una esfera de luz rodeaba toda la habitación, recité una y otra vez las palabras que me ayudaban a conjurar el encantamiento y con mis manos iba cerrando aquella esfera de forma remota, como si toda aquella luz debiera entrar en esos dos objetos, al final lo conseguí pero estaba agotado, no solo por mi condición física sino por la mágica, dejándome caer en una silla.
-Cath, solo he podido hacer dos, espero que os apañéis, os llevarán directamente hasta el hospital - me quedaba sin aire pero tenía que mantener la compostura, con un movimiento de mano mi piedra lunar apareció volando y se la di al fénix -tu llevas piedra, ésta es para Sayid o quien la necesite, llévate a Rubi, también puede traer gente con su desaparición y bajarte hasta Londres- acaricié al pájaro y le di las instrucciones pertinentes que enseguida se posó sobre la bruja -no le digas a Lucio que os he ayudado o me mata, el traslador puede ser un arma de doble filo así que lo he modificado, para activarlo tenéis que recitar esto, suerte y volved a casa, todos.- le di un trozo de papel para que supiera cuales eran las palabras y enseguida se desaparecieron de allí.
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Transfiero piedra lunar a CAth
Llamé al fénix para que me ayudara a moverme por la casa pues apenas podía mantenerme en pie, su teletransportación me venía de perlas, solo esperaba que no se quemara nada mientras iba de un sitio a otro. Dibujé un gran circulo mágico con mi magia y en medio deposité lo primero que encontré , un par de zapatillas de andar por casa, ya era complicado hacer un traslador pero esperaba que con dos se apañaran además de modificarlos levemente.
Estaba en medio de la faena cuando escuché los gritos de Catherine venir desde arriba aunque no estaba sola -Tráelos Rubi- porque no tenía fuerzas para chillar desde el quinto pino y perdería la concentración. el círculo mágico brillaba intensamente mientras una esfera de luz rodeaba toda la habitación, recité una y otra vez las palabras que me ayudaban a conjurar el encantamiento y con mis manos iba cerrando aquella esfera de forma remota, como si toda aquella luz debiera entrar en esos dos objetos, al final lo conseguí pero estaba agotado, no solo por mi condición física sino por la mágica, dejándome caer en una silla.
-Cath, solo he podido hacer dos, espero que os apañéis, os llevarán directamente hasta el hospital - me quedaba sin aire pero tenía que mantener la compostura, con un movimiento de mano mi piedra lunar apareció volando y se la di al fénix -tu llevas piedra, ésta es para Sayid o quien la necesite, llévate a Rubi, también puede traer gente con su desaparición y bajarte hasta Londres- acaricié al pájaro y le di las instrucciones pertinentes que enseguida se posó sobre la bruja -no le digas a Lucio que os he ayudado o me mata, el traslador puede ser un arma de doble filo así que lo he modificado, para activarlo tenéis que recitar esto, suerte y volved a casa, todos.- le di un trozo de papel para que supiera cuales eran las palabras y enseguida se desaparecieron de allí.
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Transfiero piedra lunar a CAth
Caminó plácidamente por las veredas de árboles que separaban la zona residencial del hospital disfrutando el espectáculo de los últimos rayos de sol del día y de sentir el pasto cosquilleando entre los dedos de sus pies al caminar.
Dió unas cuantas vueltas antes de lograr llegar a la casa y cuando finalmente llegó ya era de noche. Sabía que al día siguiente se debía levantar temprano, pero disfrutaba estar al aire libre. Tocó el timbre y aguardó a que le abrieran mientras llevaba levitando aquellas pantuflas.
Dió unas cuantas vueltas antes de lograr llegar a la casa y cuando finalmente llegó ya era de noche. Sabía que al día siguiente se debía levantar temprano, pero disfrutaba estar al aire libre. Tocó el timbre y aguardó a que le abrieran mientras llevaba levitando aquellas pantuflas.
En cuanto Catherine y Adael se marcharon me quedé solo en esa casa tan grande y sentía que las paredes se me echaban encima por culpa de la incertidumbre, Lucio se había ido a trabajar y probablemente volvería tarde, tampoco sabía nada de los de la misión y me sentía mal por no poder hacer más por ellos, eso y que convencí a Lucio de quedarse cuando podrían necesitarlo abajo -soy horrible..- me dije a mi mismo mientras me encogía en aquella silla solitaria de la biblioteca esperando por noticias de alguien.
al cabo de un rato escuché ruidos en la parte de arriba, me asusté porque en principio debería estar solo, nadie que no fuera un descendiente o Zaphira podía entrar en los terrenos gracias a las barreras, puse los pies en el suelo, ahora me tenía que apañar descalzo porque se habían llevado mis zapatillas como trasladores y no les iba a dar uno de mis libros. Me levanté de la silla despacito y di un par de pasos para asomar la cabeza por la puerta -¿Hola? quién es?- seguí avanzando no sin antes hacer aparecer mi báculo para que me hiciera de bastón y por si acaso tenía que atacar a lo que fuera que tenía en la casa, cuando pasé el umbral de la puerta vi como algo pasó corriendo cerca de mis pies, ya estaba oscureciendo así que no lo vi, pegué un grito y encendí todas las luces de la casa para identificar esa cosa y fue entonces cuando reconocí los ojos felinos -Madre mía Azlan... que susto..- me dejé caer en el sofá con la mano en el pecho porque el corazón me iba a mil y no estaba para esos trotes.
Le di algo de comer y agua al animalillo de Adael , al menos me hacía compañía mientras alguien se dignaba a darme noticias, pero nada, las horas pasaron y la noche llegó mientras yo miraba el brazalete una y otra vez, me decidí a escribir un mensaje pero entonces el timbre de la puerta sonó, abrí los ojos como platos y de inmediato la abrí con un encantamiento pues era mucho más rápido que ir yo mismo con mi paso de vieja. Al ver al descendiente allí me alegré mucho, llevaba las zapatillas en la mano por lo que habían vuelto , enseguida lo ataqué a preguntas y le quité los trasladores para transformarlos en objetos normales una vez más -Adael! por todos los dioses, ¿estás bien? estás cuebierto de sangre! y los demás? Catherine está bien? quién más ha bajado?-
al cabo de un rato escuché ruidos en la parte de arriba, me asusté porque en principio debería estar solo, nadie que no fuera un descendiente o Zaphira podía entrar en los terrenos gracias a las barreras, puse los pies en el suelo, ahora me tenía que apañar descalzo porque se habían llevado mis zapatillas como trasladores y no les iba a dar uno de mis libros. Me levanté de la silla despacito y di un par de pasos para asomar la cabeza por la puerta -¿Hola? quién es?- seguí avanzando no sin antes hacer aparecer mi báculo para que me hiciera de bastón y por si acaso tenía que atacar a lo que fuera que tenía en la casa, cuando pasé el umbral de la puerta vi como algo pasó corriendo cerca de mis pies, ya estaba oscureciendo así que no lo vi, pegué un grito y encendí todas las luces de la casa para identificar esa cosa y fue entonces cuando reconocí los ojos felinos -Madre mía Azlan... que susto..- me dejé caer en el sofá con la mano en el pecho porque el corazón me iba a mil y no estaba para esos trotes.
Le di algo de comer y agua al animalillo de Adael , al menos me hacía compañía mientras alguien se dignaba a darme noticias, pero nada, las horas pasaron y la noche llegó mientras yo miraba el brazalete una y otra vez, me decidí a escribir un mensaje pero entonces el timbre de la puerta sonó, abrí los ojos como platos y de inmediato la abrí con un encantamiento pues era mucho más rápido que ir yo mismo con mi paso de vieja. Al ver al descendiente allí me alegré mucho, llevaba las zapatillas en la mano por lo que habían vuelto , enseguida lo ataqué a preguntas y le quité los trasladores para transformarlos en objetos normales una vez más -Adael! por todos los dioses, ¿estás bien? estás cuebierto de sangre! y los demás? Catherine está bien? quién más ha bajado?-
La puerta se abrió sola frente al joven maestro. Asomó la cabeza, mirando a ambos lados, luego atrás y de nuevo al interior, las luces estaban prendidas y, viendo que nadie le impedía el paso, supuso que tenía permitido entrar así que ingresó. Alcanzó a avanzar unos pasos, iba a preguntar si había alguien en casa pero un acelerado Sean lo sorprendió.
Se fijó en lo que el descendiente de Merlín decía y, efectivamente, su traje estaba manchado con sangre, incluso aún llevaba la toalla con la que había hecho presión en la herida del Soul por lo que ésta estaba aún peor. Hizo memoria e intentó responder las preguntas en orden.
-Hola Sean, si, estoy bien, la sangre debe ser de Adramelech en su mayoría, estaba muy herido, pero ahora esta en terapia intensiva, creo.- Dijo mirando a su alrededor.
-Los demás están bien, Cat está ilesa, fue a buscar a Aedan con Ian, que también está bien, Giordano… diría que está bien, lo ví en el hospital pero lo perdí de vista, a Sayid se lo veía muy agotado pero bien y Altaïr… debería estar aquí junto con Rubí.- Dijo, en eso algo rozó su pierna y, al fijarse, vió que se trataba de Azlan que se frotaba contra sus piernas y las de Sean.
-Lamento haberte dejado a Azlan sin avisarte, con el apuro no hice a tiempo ¿Causó problemas?- Preguntó acariciando el suave pelaje.
Se fijó en lo que el descendiente de Merlín decía y, efectivamente, su traje estaba manchado con sangre, incluso aún llevaba la toalla con la que había hecho presión en la herida del Soul por lo que ésta estaba aún peor. Hizo memoria e intentó responder las preguntas en orden.
-Hola Sean, si, estoy bien, la sangre debe ser de Adramelech en su mayoría, estaba muy herido, pero ahora esta en terapia intensiva, creo.- Dijo mirando a su alrededor.
-Los demás están bien, Cat está ilesa, fue a buscar a Aedan con Ian, que también está bien, Giordano… diría que está bien, lo ví en el hospital pero lo perdí de vista, a Sayid se lo veía muy agotado pero bien y Altaïr… debería estar aquí junto con Rubí.- Dijo, en eso algo rozó su pierna y, al fijarse, vió que se trataba de Azlan que se frotaba contra sus piernas y las de Sean.
-Lamento haberte dejado a Azlan sin avisarte, con el apuro no hice a tiempo ¿Causó problemas?- Preguntó acariciando el suave pelaje.
-Pasa no te quedes ahí, siéntate, tienes que estar cansado- le indiqué que podía sentarse en el sofá mientras con mi magia hice desaparecer esa gran mancha de sangre que llevaba en la ropa pero cuando me dijo que era de Adramelech me preocupé -Oh no, pobre Adra... hay que avisar a su abuelo- aunque a mi me daba pánico, mejor que lo hiciera Zaphira que parecía llevarse mejor con él, un papel voló hasta mi mano al igual que una pluma para escribir un mensaje a la dragona y que ella se encargara, pobre, solo le escribía para dejarle mis marrones. El papel se dobló en sí mismo y se transformó en un pajarillo que salió volando a toda velocidad de allí.
el resto de preguntas no tardaron en ser contestadas y al menos eran buenas, mas o menos.. tomé de nuevo el brazalete para enviar un mensaje a Catherine y a Gio -Rubi lo traerá a salvo, seguramente habrá aparecido en otro lugar...- dije mientras escribía a la morena y después al tecnomago.
-"Catherine, me ha dicho Adael que estás bien! menos mal, pero ya podrías haberme avisado!"
-"Gio, me acabo de enterar de que has bajado! estás bien? me ha dicho Adael que te vio en el hospital, ¿te han curado? ¿te ha pasado algo? dime si necesitas cualquier cosa"
me habría quejado de mis amigos pero no podía después de lo que yo mismo había hecho un mes atrás, hasta Lucio me lo había echado en cara antes pero al menos estaban de nuevo en la isla, suspiré al sentirme más tranquilo y miré al animal de aspecto felino rozar nuestras piernas -Tranquilo, solo me hadado un pequeño suso, no sabía que estaba aquí... ¿Tienes hambre? me queda algo de pasta carbonara-
el resto de preguntas no tardaron en ser contestadas y al menos eran buenas, mas o menos.. tomé de nuevo el brazalete para enviar un mensaje a Catherine y a Gio -Rubi lo traerá a salvo, seguramente habrá aparecido en otro lugar...- dije mientras escribía a la morena y después al tecnomago.
-"Catherine, me ha dicho Adael que estás bien! menos mal, pero ya podrías haberme avisado!"
-"Gio, me acabo de enterar de que has bajado! estás bien? me ha dicho Adael que te vio en el hospital, ¿te han curado? ¿te ha pasado algo? dime si necesitas cualquier cosa"
me habría quejado de mis amigos pero no podía después de lo que yo mismo había hecho un mes atrás, hasta Lucio me lo había echado en cara antes pero al menos estaban de nuevo en la isla, suspiré al sentirme más tranquilo y miré al animal de aspecto felino rozar nuestras piernas -Tranquilo, solo me hadado un pequeño suso, no sabía que estaba aquí... ¿Tienes hambre? me queda algo de pasta carbonara-
Aceptó su ofrecimiento de tomar asiento en el sofá, aunque no estaba cansado, su participación en tierra firme había sido breve. Le agradeció por quitar la sangre de su amado traje, ahora había menos que frotar. No quería manchar los muebles así que dobló la toalla sobre su regazo, cuidando que no toque el sofá.
Le pareció correcto dar aviso al Svensson más mayor, aunque no sería Adael quien lo haga, era demasiado para el mago, no tenía el coraje. Asintió, conforme con la hipótesis de Sean sobre Rubí y Altaïr. Sonrió de lado mientras rascaba al felino detrás de la oreja porque le dió gracia saber que Azlan le había dado un pequeño susto.
Miró a Sean y luego a un reloj cuando le ofreció pasta mientras el kneazle iba a comer lo que el otro le había servido. Eran las 21 horas, justo la hora en la que cenaba y era una buena oportunidad para hablar con calma.
-¡Claro! Deja que aviso que cenaré aquí.- Dijo y se levantó del sofá. Se detuvo dudoso para preguntar qué hacer con la toalla, aclarando que era del hospital, que planeaba devolverla, y con todo lo que llevaba encima, dónde ponerlo para no importunar. Una vez resuelto eso, se dirigió a la ventana más cercana para abrirla y dejar que el aire otoñal entre a la estancia.
-¡ESAÚ!- Gritó a la quietud de la noche.
-¿QUÉ?- Se escuchó a lo lejos.
-¡HOY CENO FUERA!- Dió aviso.
-¡ESTÁ BIEN!- Fue la respuesta.
-Dicen que está bien.- Le comunico a Sean tras cerrar la ventana.
-Linda casa, por cierto ¿Hace cuánto vives aquí?- Dijo mirando la estancia.
Le pareció correcto dar aviso al Svensson más mayor, aunque no sería Adael quien lo haga, era demasiado para el mago, no tenía el coraje. Asintió, conforme con la hipótesis de Sean sobre Rubí y Altaïr. Sonrió de lado mientras rascaba al felino detrás de la oreja porque le dió gracia saber que Azlan le había dado un pequeño susto.
Miró a Sean y luego a un reloj cuando le ofreció pasta mientras el kneazle iba a comer lo que el otro le había servido. Eran las 21 horas, justo la hora en la que cenaba y era una buena oportunidad para hablar con calma.
-¡Claro! Deja que aviso que cenaré aquí.- Dijo y se levantó del sofá. Se detuvo dudoso para preguntar qué hacer con la toalla, aclarando que era del hospital, que planeaba devolverla, y con todo lo que llevaba encima, dónde ponerlo para no importunar. Una vez resuelto eso, se dirigió a la ventana más cercana para abrirla y dejar que el aire otoñal entre a la estancia.
-¡ESAÚ!- Gritó a la quietud de la noche.
-¿QUÉ?- Se escuchó a lo lejos.
-¡HOY CENO FUERA!- Dió aviso.
-¡ESTÁ BIEN!- Fue la respuesta.
-Dicen que está bien.- Le comunico a Sean tras cerrar la ventana.
-Linda casa, por cierto ¿Hace cuánto vives aquí?- Dijo mirando la estancia.
Adael aceptó mi propuesta y pensé que usaría su brazalete así que tomé el mío para ver si me había llegado algún mensaje pero de repente abrió la ventana y empezó a gritar a la nada, me quedé bastante pillado pero entonces me pareció escuchar una voz traída por el viento -Vaya, no sabía que se podía hacer eso con el aire ¿es por tu control elemental?- pregunté por simple curiosidad, siempre se aprendía algo nuevo en Ouroboros.
En cuanto el mago avisó a...su madre, supuse, moví mis manos y desde la cocina los platos empezaron a salir de forma ordenada y automática para preparar la mesa a nuestro invitado, suspiré cuando preguntó por la casa mientras le echaba un vistazo a la chimenea -me mudé aquí hace un mes y algo pero la verdad es que la he disfrutado poco...- la primera semana porque no podía ver y el mes siguiente en el hospital. Una copa tintineó desde el comedor anunciando que todo estaba listo, me levanté pesadamente tomando mi báculo para apoyarme y así poder dirigirme a la mesa.
El comedor no era demasiado grande, no estaba pensado para albergar a muchos y Lucio y yo preferíamos comer juntos en la cocina, aún así la mesa estaba preparada con un mantel blanco, cubiertos, más de los que necesitarías para comer pasta, copas de cristal y por supuesto, la cena, pero frente a mi solo estaba un juego de té , no tenía mucha hambre pero el té siempre era bienvenido -Adelante, buen provecho, espero que te guste- dije invitando al mago a que empezara, por mi parte la tetera voló y sirvió el té mientras el azucarero se acercaba para poner dos cucharadas de azúcar indicando que ya quedaba poca -si, habrá que ir a comprar más- en ese momento me llegó el mensaje de Catherine confirmando que estaba bien pero había gente herida y Gio seguía sin contestarme.
"Está bien, descansa y por supuesto que atenderé a mi prometido! hablamos después"
Se me escapó una sonrisa tonta al escribir aquel mensaje, lo de prometido sonaba muy bien y la verdad , me hacía sentir bastante moñas mientras miraba mi anillo nuevo. Volví a mi taza de té disfrutando de su aroma, mientras Adael comía pero no pasó mucho hasta que un nuevo mensaje entró, por fin tenía la respuesta de Gio y al parecer se encontraba bien
"Me tenías preocupado ¿por qué siempre huyes del hospital? ni habrás dejado que te echen un vistazo, pero me alegro de que estés bien"
Lo de la piedra era secundario pero no sabía si después significaba esa misma noche u otro día pero con eso estaban todos los descendientes localizados, excepto Altair que a saber dónde paraba.
En cuanto el mago avisó a...su madre, supuse, moví mis manos y desde la cocina los platos empezaron a salir de forma ordenada y automática para preparar la mesa a nuestro invitado, suspiré cuando preguntó por la casa mientras le echaba un vistazo a la chimenea -me mudé aquí hace un mes y algo pero la verdad es que la he disfrutado poco...- la primera semana porque no podía ver y el mes siguiente en el hospital. Una copa tintineó desde el comedor anunciando que todo estaba listo, me levanté pesadamente tomando mi báculo para apoyarme y así poder dirigirme a la mesa.
El comedor no era demasiado grande, no estaba pensado para albergar a muchos y Lucio y yo preferíamos comer juntos en la cocina, aún así la mesa estaba preparada con un mantel blanco, cubiertos, más de los que necesitarías para comer pasta, copas de cristal y por supuesto, la cena, pero frente a mi solo estaba un juego de té , no tenía mucha hambre pero el té siempre era bienvenido -Adelante, buen provecho, espero que te guste- dije invitando al mago a que empezara, por mi parte la tetera voló y sirvió el té mientras el azucarero se acercaba para poner dos cucharadas de azúcar indicando que ya quedaba poca -si, habrá que ir a comprar más- en ese momento me llegó el mensaje de Catherine confirmando que estaba bien pero había gente herida y Gio seguía sin contestarme.
"Está bien, descansa y por supuesto que atenderé a mi prometido! hablamos después"
Se me escapó una sonrisa tonta al escribir aquel mensaje, lo de prometido sonaba muy bien y la verdad , me hacía sentir bastante moñas mientras miraba mi anillo nuevo. Volví a mi taza de té disfrutando de su aroma, mientras Adael comía pero no pasó mucho hasta que un nuevo mensaje entró, por fin tenía la respuesta de Gio y al parecer se encontraba bien
"Me tenías preocupado ¿por qué siempre huyes del hospital? ni habrás dejado que te echen un vistazo, pero me alegro de que estés bien"
Lo de la piedra era secundario pero no sabía si después significaba esa misma noche u otro día pero con eso estaban todos los descendientes localizados, excepto Altair que a saber dónde paraba.
-Mmm… con la magia sobre el aire se puede aumentar el rango del sonido… pero no hace tanta falta en este caso, mi casa no está tan lejos de aquí.- La mayoría de las residencias se encontraban en el área residencial, salvo que alguien se mude a la solitaria casa del bosque… esa podría ser la casa de soltero de Adael para dejar la casa de la familia. Con el tema de avisar en casa resuelto, el mago observó cautivado a los utensilios prepararse a sí mismos para la cena. Enseguida todo estuvo listo así que, tras ofrecerle su ayuda para caminar viendo que necesitaba apoyarse en el báculo, ambos se dirigieron al ordenado y limpio comedor.
-Y eso ¿Por qué?- Preguntó con curiosidad sobre la razón de no haberla disfrutado mientras se sentaba a la mesa ayudado por su magia del aire y tomaba un tenedor para enrrollar los espaguetis en él para comer el primer bocado.
-Y eso ¿Por qué?- Preguntó con curiosidad sobre la razón de no haberla disfrutado mientras se sentaba a la mesa ayudado por su magia del aire y tomaba un tenedor para enrrollar los espaguetis en él para comer el primer bocado.
Me quedé pensando en lo que decía Adael, podría ser interesante para desarrollar un nuevo hechizo comunicador así que hice que una pluma lo apuntara y el papel fuera hasta mi escritorio para dejarlo en tareas pendientes.
Di un sorbo al té y después respondí a la pregunta del mago -Pues la primera semana aún no podía ver, así que no pude contemplar mi biblioteca nueva y esta mañana he salido del hospital después de un mes así que no la he disfrutado en condiciones- Terminé mi taza y pedí otra que la tetera se encargó de llenar inmediatamente.
Los mensajes con Catherine y Gio me habían dejado más tranquilo, ambos estaban bien y con eso podría dormir tranquilo -Gio está bien, gracias por venir Adael, si no me dices tu que habéis vuelto este par no me habría dejado despierto toda la noche- les iba a dar carbón por su cumpleaños! que aún teníamos pendiente la fiesta... reunión de amigos, no me gustaban las fiestas -¿Quieres un poco más de pasta? y creo que Lucio tiene un par de botellas de vino en la cocina por si te apetece-
Di un sorbo al té y después respondí a la pregunta del mago -Pues la primera semana aún no podía ver, así que no pude contemplar mi biblioteca nueva y esta mañana he salido del hospital después de un mes así que no la he disfrutado en condiciones- Terminé mi taza y pedí otra que la tetera se encargó de llenar inmediatamente.
Los mensajes con Catherine y Gio me habían dejado más tranquilo, ambos estaban bien y con eso podría dormir tranquilo -Gio está bien, gracias por venir Adael, si no me dices tu que habéis vuelto este par no me habría dejado despierto toda la noche- les iba a dar carbón por su cumpleaños! que aún teníamos pendiente la fiesta... reunión de amigos, no me gustaban las fiestas -¿Quieres un poco más de pasta? y creo que Lucio tiene un par de botellas de vino en la cocina por si te apetece-
Abrió los ojos mientras masticaba al recordar que había recuperado la visión y lo felicitó luego de tragar.
-¡¿Saliste del hospital ésta mañana luego de un mes?!¡¿Qué te pasó?!- La noticia lo alarmó, tal vez había pasado demasiado tiempo ocupado. Asintió diciendo que no tenía por que agradecer, señaló que recién iba por su primer bocado, que aún quedaba mucho en el plato como para rellenar en ése momento y agradeció el ofrecimiento pero aclaró que no tomaba alcohol y que no quería importunar a Lucio.
Azlan se sentó al lado del mago elementarista para pararse sobre sus patas traseras un par de veces y tocar con su patita la pierna o el brazo que pudiera alcanzar para pedirle comida. No era el hambre lo que impulsaba al felino ya que había comido lo que el descendiente de Merlín le había dado así que Adael no le hizo caso.
-Dime ¿Qué opinas de los Cónclaves?- Preguntó cambiando de tema mientras enrrollada otro montón de espaguetis en el tenedor para comer el segundo bocado.
-¡¿Saliste del hospital ésta mañana luego de un mes?!¡¿Qué te pasó?!- La noticia lo alarmó, tal vez había pasado demasiado tiempo ocupado. Asintió diciendo que no tenía por que agradecer, señaló que recién iba por su primer bocado, que aún quedaba mucho en el plato como para rellenar en ése momento y agradeció el ofrecimiento pero aclaró que no tomaba alcohol y que no quería importunar a Lucio.
Azlan se sentó al lado del mago elementarista para pararse sobre sus patas traseras un par de veces y tocar con su patita la pierna o el brazo que pudiera alcanzar para pedirle comida. No era el hambre lo que impulsaba al felino ya que había comido lo que el descendiente de Merlín le había dado así que Adael no le hizo caso.
-Dime ¿Qué opinas de los Cónclaves?- Preguntó cambiando de tema mientras enrrollada otro montón de espaguetis en el tenedor para comer el segundo bocado.
Agradecí por lo de mi ceguera al mago, incluso para mi era extraño lo de volver a ver y a duras penas disfruté un día de mi vista antes de ir a parar al hospital, me encogí cuando preguntó que me había pasado algo avergonzado por ello, aún tenía la bronca de Lucio pendiente - Pues... Después del dichoso parlamento con los Pendragon bajé a tierra para buscar el pensadero del primer consejo de los 20, estaba escondido cerca de las ruinas de lo que conocemos como Camelot y me pudo la curiosidad, al final la máquina me encontró y nos atacó, Zaphira me trajo a casa...-pero lo hizo de una forma muy extraña ¿como había vuelto? Tenía algo parecido a una laguna mental o simplemente no quería acordarme.
Adael rechazó el vino, algo normal la verdad, yo tampoco gozaba mucho del alcohol pero debía ser un buen anfitrión. El roce por debajo de la mesa del felino me distrajo mientras se abría paso hasta Adael, no estaba acostumbrado a eso y me hizo dar un pequeño bote, al parecer quería comida, pero le había dejado algo antes y un poco de agua, el mago no le dio importancia así que hice lo mismo.
La pregunta sobre los cónclaves me tomó por sorpresa pero lo pensé un momento - me parecen abrumadores la verdad y por lo general son portadores de malas noticias pero necesarios, después de todo si no es por trabajo los descendientes no solemos reunirnos- con algunas excepciones claro está porque solía ver a Catherine y a Lucio, a Gio menos últimamente - por qué lo preguntas? -
Adael rechazó el vino, algo normal la verdad, yo tampoco gozaba mucho del alcohol pero debía ser un buen anfitrión. El roce por debajo de la mesa del felino me distrajo mientras se abría paso hasta Adael, no estaba acostumbrado a eso y me hizo dar un pequeño bote, al parecer quería comida, pero le había dejado algo antes y un poco de agua, el mago no le dio importancia así que hice lo mismo.
La pregunta sobre los cónclaves me tomó por sorpresa pero lo pensé un momento - me parecen abrumadores la verdad y por lo general son portadores de malas noticias pero necesarios, después de todo si no es por trabajo los descendientes no solemos reunirnos- con algunas excepciones claro está porque solía ver a Catherine y a Lucio, a Gio menos últimamente - por qué lo preguntas? -
Viendo que no conseguía la atención de Adael, lo intentó con Sean. Azlan se sentó al lado de la silla del descendiente de Merlín para pararse sobre sus patas traseras un par de veces y tocar suavemente con sus patitas la pierna o el brazo que pudiera alcanzar del muchacho.
-¡No!¡Azlan!- Lo reprendió cuando el mago se dió cuenta de lo que hacía. El felino apenas movió las orejas y continúo mirando a Sean sin inmutarse.
-Por que quiero saber tu opinión.- Respondió luego de tragar.
-Y ¿Por qué te parecen abrumadores?- Preguntó al tiempo que clavaba el tenedor en la pasta para comer otro bocado.
-¡No!¡Azlan!- Lo reprendió cuando el mago se dió cuenta de lo que hacía. El felino apenas movió las orejas y continúo mirando a Sean sin inmutarse.
-Por que quiero saber tu opinión.- Respondió luego de tragar.
-Y ¿Por qué te parecen abrumadores?- Preguntó al tiempo que clavaba el tenedor en la pasta para comer otro bocado.
La criatura se acercó a mi buscando atención y solo pude sonreír -No te preocupes, tu come tranquilo y yo lo distraigo- comenté mientras acariciaba la cabeza del felino para después invitarlo a que se posara en mi regazo, si le apetecía claro.
Mientras que con una mano prestaba atención a Azlan con la otra tomé la taza de té para darle un sorbo a la vez que pensaba sobre la pregunta de Adael - De forma personal prefiero los sitios tranquilos con pocas personas además de conversaciones amenas o sobre ideas y curiosidades, soy curioso en cuanto a conocimiento se refiere y una rata de biblioteca- le rasqué detrás de las orejas a Azlan y seguí -pero evaluando los cónclaves de forma global son reuniones en las que tomamos decisiones muy importantes, tanto que la vida de otros pueden depender de ello, incluso miles, es un gran peso sobre nuestros hombros, al menos en mi opinión- lo que me llevaba a pensar que si teníamos que decidir por otros porqué la decisión se tenía que reducir a unos pocos? pero eso no se lo diría a Adael.
Di otro sorbo y pensé un poco más -Los debates también me cuestan aunque no lo parezca y por desgracia dejo que mis emociones tomen el control más de lo que debería, aunque no soy el único, quizás por eso siempre acabo discutiendo con Altair- que seguía sin aparecer.
Mientras que con una mano prestaba atención a Azlan con la otra tomé la taza de té para darle un sorbo a la vez que pensaba sobre la pregunta de Adael - De forma personal prefiero los sitios tranquilos con pocas personas además de conversaciones amenas o sobre ideas y curiosidades, soy curioso en cuanto a conocimiento se refiere y una rata de biblioteca- le rasqué detrás de las orejas a Azlan y seguí -pero evaluando los cónclaves de forma global son reuniones en las que tomamos decisiones muy importantes, tanto que la vida de otros pueden depender de ello, incluso miles, es un gran peso sobre nuestros hombros, al menos en mi opinión- lo que me llevaba a pensar que si teníamos que decidir por otros porqué la decisión se tenía que reducir a unos pocos? pero eso no se lo diría a Adael.
Di otro sorbo y pensé un poco más -Los debates también me cuestan aunque no lo parezca y por desgracia dejo que mis emociones tomen el control más de lo que debería, aunque no soy el único, quizás por eso siempre acabo discutiendo con Altair- que seguía sin aparecer.
Aparecí frente a la casa de Sean y Lucio para devolverle la piedra esa porque si lo dejaba para luego fijo que se me olvidaba. Ademas dudaba que esa noche fuese a dormir en absoluto.
Habia pensado en ir al i+D a darle la lata a Tesla con lo del androide y la idea de las bombas de Faraday portables....porque por qué no.
Llamé a la puerta usando el baston.
"estúpida Gwen, estúpida Gwen! Tendré que quemar dibujos por su culpa! Odio quemar dibujos!"
"pero si los quemas serás como mucho mas obvio, no crees"
"no me preguntes, no me preguntes! no tengo ni idea"
- Sean! TE TRAIGO TU PEDROLO! ESTAS DURMIENDO?! DESPIERTA!
"y si le tiro la piedra por la ventana?"
-PUEDO PRACTICAR EL VANDALISMO SI ESTAS DORMIDO!!
Habia pensado en ir al i+D a darle la lata a Tesla con lo del androide y la idea de las bombas de Faraday portables....porque por qué no.
Llamé a la puerta usando el baston.
"estúpida Gwen, estúpida Gwen! Tendré que quemar dibujos por su culpa! Odio quemar dibujos!"
"pero si los quemas serás como mucho mas obvio, no crees"
"no me preguntes, no me preguntes! no tengo ni idea"
- Sean! TE TRAIGO TU PEDROLO! ESTAS DURMIENDO?! DESPIERTA!
"y si le tiro la piedra por la ventana?"
-PUEDO PRACTICAR EL VANDALISMO SI ESTAS DORMIDO!!
Azlan se frotó contra la mano de Sean, alegre por conseguir atención al fin, y saltó a su regazo para sentarse allí y mirar el mundo desde la nueva perspectiva que la altura de la silla le permitía. Ronroneaba sonoramente mientras recibía caricias y frotaba su cabeza con todo lo que tenía al alcance como la mesa y la taza, lo cual le sacó una sonrisa a Adael.
Escuchó atentamente al descendiente de Merlín mientras comía un par de bocados más. Los magos compartían la avidez por el conocimiento, ya que Adael elegiría las actividades al aire libre siempre que pueda y estaba acostumbrado a las reuniones multitudinarias tras tantos años con su prolifera familia. También compartían la dificultad para debatir, lo que hizo sentir un poco mejor al moreno.
-Y ¿Qué emociones te invaden?- Últimamente la impotencia era lo que lo asolaba sobre todo durante los Cónclaves y, tal vez como un método de autopreservación, la apatía era lo que le seguía inmediatamente. Quizás si encontraba la diferencia entre los sentimientos de ambos, daría con la respuesta a la tristeza que lo perseguía y, con suerte, a las pesadillas.
La sordera no le permitió escuchar los gritos del tecnomago.
Escuchó atentamente al descendiente de Merlín mientras comía un par de bocados más. Los magos compartían la avidez por el conocimiento, ya que Adael elegiría las actividades al aire libre siempre que pueda y estaba acostumbrado a las reuniones multitudinarias tras tantos años con su prolifera familia. También compartían la dificultad para debatir, lo que hizo sentir un poco mejor al moreno.
-Y ¿Qué emociones te invaden?- Últimamente la impotencia era lo que lo asolaba sobre todo durante los Cónclaves y, tal vez como un método de autopreservación, la apatía era lo que le seguía inmediatamente. Quizás si encontraba la diferencia entre los sentimientos de ambos, daría con la respuesta a la tristeza que lo perseguía y, con suerte, a las pesadillas.
La sordera no le permitió escuchar los gritos del tecnomago.
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