Torre de Alta Hechicería [cerca de Monte Aventino]

87 PNJ - 10 (fallo, desertaron) = 77 PNJ restantes
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emme


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ATAQUE
77 PNJX30 STAT= 2.310 DAÑOS A TORRE


sumatorio de daños:
85 lyo+200 (10 inferi asta)+64 astaroth+ 45 demonio khal+70 infers+2.070 guardian soul+750 soul PNJ+ 92 khaled= 3.376

DEFENSAS
77 PNJx30 stat= 2.310 def
3.376-2.310=1.066 daños totales //150 PS = 7 soldados más caen

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QUEDAN
70/100 PNJ


DM: nigromantes del equipo, si queréis ver si podeis reanimar cuerpos de PNJ muertos, tirad 1d10 a ver cuantos lográis antes de que se los lleven. Como solo han morido 7 os dividis el resultado del dado entre 2.

Lyosha observó con un delicioso y pecaminoso placer a los soldados que desaparecían o caían muertos. Cerró los ojos un instante arqueándose mientras movía las manos al frente y absorbía toda esa energía que sus cuchillas extraían para ella. Se relamió los labios antes de sonreír y soltar una perturbadora risa baja, ronca y satisfactoria. Se sentía gloriosamente fuerte y poderosa, como si todo lo que alguna vez hubiese perdido volviera a su sitio. Hizo que las cuchillas abandonaran los cuerpos actuales y siguieran avanzando a través del enemigo. Algunos de los hechizos contra la torre fueron fáciles de paralizar, sólo movió el escudo a diestra y siniestra repeliendo aquellas que bolas de fuego con rapidez.

Ah, el caos. Magnífico.
A Sirius le habría gustado aquel campo.
La risa continuó un poco más.
Hasta que se extinguió.

Al ver al demonio aparecer frente a Khaled el escudo de Lyosha y su arak se movieron en su mano para ponerse delante de Khaled. Sobre su cadáver iba a ponerle las manos encima a su hermano. No sería la primera ni la última vez que batallaría a un demonio así que si tenía que dirigir su ataque hacia él, bueno, no iba a tenerle lástima alguna. Pero su hermano se las arregló bien y cuando lo vio reafirmar su dominancia tuvo que ponerse delante de él para mirarlo a los ojos -Khaled- Aquello era un llamado de atención porque había sentido un extraño bajón en su vínculo después de aquello. Algo no iba bien, de eso estaba segura y quería buscar respuestas pero al oír el nombre de su sobrino tensó los labios. Si ella se sentía así…él…

Se acercó a Astaroth para tomarlo por los hombros y llevarlo dentro de la torre. Como si tenía que noquearlo, pero dentro, donde nadie pudiera ver o presenciar el lío -¿Astaroth?-


85PS +5: 90 + 85 (habilidad tormenta de cuchillas): 150 PS completo.

CD botas 7/8
Grifo 1/5 CD
Anillo 5/5


AM:   15 + 5cana + 10 hab+ 5 guantes+ 10capa +30 stat: 75 a soldados.
DM:0 + 5 cana + 10 hab + 10 escudo + 25 stat: 45 a torre.

El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque' :


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#2 'Defensa' :

PS: 120


Los murmullos y rezos prosiguieron durante un rato más, extendiendo la magia del nigromante por toda la zona perimetral a la torre, como las raíces de un árbol. Unas raíces que estaban requiriendo cada vez más energía y con cada gasto mayor concentración. El ceño se arqueaba, el entrecejo y la mandíbula se tensaba. Quien estuviera cerca podría escuchaba el rechinar de los dientes. Y es que la concentración estaba siendo vapuleada por flashazos de todo tipo: un inocente paseo comiendo turrón de chocolate, un día de entrenamiento en el ejército, la fría nieve de Ouroboros durante el torneo, un viaje en barco con su hermano, el rostro de Mónica en posesión, el de George Takker, las lecciones reprobatorias de su madre, Khaled... Seguía mascullando sus hechizos, pero se colaban palabras que no le correspondían, para confusión de algún inferí despistado. Se le coló entre sus pensamientos la culpa que había echado a los dragones por quemar la casa de su familia, de su mujer, incluso fue capaz de recrear la cara de su chica y de su hija siendo devoradas por el fuego. Apretó los puños con fuerza y descartó aquel recuerdo, que no le correspondía. Pero a ese le siguió el de la ciudad de Londres, la batalla, los androides y el rostro del Descendiente Ibn Salah y sus dagas. El calor de su sangre escapándose, el último suspiro que ahogó la respiración. Necesitó apoyarse sobre una pared, el verdad no necesitaba respirar pero aquella sensación de asfixia era tan real que… Cerró los ojos, tratando de concentrarse en otro asunto. En cualquier otra cosa, murmulló un salmo con una voz rota que cada vez se silenciaba más.

Abrió los ojos, en blanco y se quedó paralizado, en mitad del campo de combate que se le desapareció a su visión. Frente a él estaba Adramelech, en una casa que no conocía, con un hombre de aspecto extraño y una mujer de pelo morado. Se abrió un agujero en el suelo. Murmuró las palabras para mandar a aquel demonio al infierno, pero sus tentáculos le arrastraron. Gritó y cayó de rodillas. La respiración se le empezaba a entrecortar y a hacer pesada, con sabor a metal y a fuego. El mismo que había en el infierno, donde murió -¡Khaled! ¡Abuelo!- Gritó, extendiendo las manos. Le buscaba con pavor, el dolor le recorría las muertas entrañas. Y rompió a llorar, consciente de su muerte y de lo solo que se encontraba en aquel lugar hasta que alguien lo movió y dejó notar la brisa del exterior para sustituirlo por el enrarecido aire de un espacio cerrado. Le llamaron, le tocaron.

-¡No me toques!- Le recriminó a aquella voz, apartándola de él con un empujón que se le hizo como si moviera una montaña. Estaba de rodillas, en el suelo, el cuerpo de Jed pesaba, su mente estaba confusa y cansada, su magia mermaba. Había cesado los rezos de ataque a los Guardinis, pero los convocados todavía conservaban las órdenes de atacar a matar. De rodillas y con la mirada clavada en el suelo de la torre se le dibujó una sonrisa con sabor a sangre, una carcajada que podría haber sido perfectamente no humana. Era la misma con la que se reía el demonio que le poseyó y que le arrebató la vida, por segunda vez años atrás, a manos de su hermano y de su propio abuelo. El joven cuerpo poseído de Astaroth se debatía en las ataduras mágicas del soul nigromante, su abuelo, que se encontraba en su sagrada torre. Allí era donde trataron de expulsar al demonio, pero él pudo con el mejor nigromante y se llevó la vida de su nieto, el que podría haber sido el sucesor del grandísimo Khaled Svensson. Las imágenes del ritual, de los cánticos, de las runas reverberaron en la mente del revenant hasta que todo se tornó oscuro.

El cuerpo de Jed cayó al suelo, exhausto después de luchar contra los recuerdos de tres muertes. Se hizo una bola temblorosa durante unos segundos, deseando que todo acabara ya, que podía con tanto. Entonces apareció Adramelech y su voz de cuando era pequeño, y Cleopatra tratando de compartir turrón durante la breve estancia de Ouroboros. Por ellos lo hacía, si por él fuera ya se hubiera rendido, con total seguridad. Apretó los dientes para volver a ponerse en pie con suma dificultad, con la pesada chaqueta negra de cuero cubriendo su cuerpo, quién diría que podría parecer la muerte. Las voces seguían hablando, a su alrededor, los gritos, los sabores, los miedos. Abrió los ojos con la mirada fija en el exterior, la boca entreabierta y la mandíbula desencajada. Se giró de forma desafiante -Tenemos una batalla que ganar- Masculló a la revenant que le había tratado de encerrar, canalizando aquellas voces para lanzar un ataque más fuerte a aquellos guardianes con los brazos del elemental de sombras.

”CUENTAS”:

El miembro 'Astaroth Takker Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Defensa' :


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#3 'Ataque' :


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#4 'Ataque' :


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#5 'Defensa' :

Resucitación inferis de PNJ muertos 1d10: 1. No resucito ninguno a tiempo (caca) se los llevan a todos.
Khaled:   150/150 PS
40 soul: 120/150 PS
ESCUDOS TORRE: 4.460/5000
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Vi caer a algunos de sus soldados, no demasiados.... 7 auras se apagaron. Muchas más quedaban. Con cada oleada de ataque, nos debilitabamos más y mas, y no lográbamos hacer descender sus números con suficiente rapidez....

Podía sentir no solo mi fatiga, si no la de los otros Svensson, y la del resto de los Soul. Intenté convertir en inferis a los que acababan de morir, pero ya estaban prevenidos: sus compañeros evacuaron los cadáveres.

Frustrado, comandé al demonio que siguiese atacando. Lyosha se puso frente a mi y me llamó la atención con la sencillez de simplemente, decir mi nombre. La miré....agotado. Habíamos venido a Roma solo para caer bajo el asedio de los magos? Era más facil cuando simplemente hacíamos arder tabernas y destrozábamos escuelas de magos....

- Grandes objetivos, grandes guerras, Lyosha... - le respondí, haciendo una mueca de que no habia nada que hacersele, que no podiamos evitar esto. Los magos nos respetarían. Después de esto, tendrían que hacerlo.

Insté a los Soul Reaper a seguir concentrados en el ataque a los soldados, y en desviar sus hechizos lejos de los escudos de la Torre. Podía notar como se debilitaban. Sacrifiqué a dos inferis, que fueron desintegrados bajo los hechizos de los magos.

Vi de refilón como Lyosha se  llevaba a Astaroth y supe por qué, pues yo también notaba la debilidad del vínculo. Aun asi, no podía dejar de dirigir magia a la Torre, debía de aguantar porque con solo 50 Soul Reaper defendiendola, si caian las barreras nos arrasarían.


Inspiré con fuerza y continué, despues de haber redirigido la magia hacia la Torre. Aun era pronto para decidir el resultado de la batalla.

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dados:

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque' :


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#2 'Defensa' :


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#3 'Dado (10)' :

QUEDAN
70/100 PNJ
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emme

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dados:

DM: nigromantes del equipo, si queréis ver si podeis reanimar cuerpos de PNJ muertos, tirad 1d10 a ver cuantos lográis antes de que se los lleven. Como solo han morido 7 os dividis el resultado del dado entre 2.
En el siguiente turno PNJ, ya se hacen efectivos los refuerzos y el ariete comenzará su asedio.

Grandes objetivos, grandes guerras, Lyosha.... La revenant se le quedó mirando con un gesto sombrío. ¿Acaso creía que no lo sabía? Si alguien iba a entenderlo, era ella -Cuando yo lo hice, me jugué la mía sola. Tú tienes dos a cargo- Le espetó con bastante más acidez de la que pretendía. Astaroth pareció controlarse pese a un momento en el que Lyosha pensó ponerle unas pesadas esposas atadas a la pared. Aún así, pese a su respuesta, entrecerró los ojos -Ya lo sé. La tuya...es interna- Le espetó y lo cierto es que no sabría muy bien cuánto tiempo podrían controlarse si Khaled estaba así, lo que la llevaba a preguntarse ¿Por qué ella no había tenido ningún atisbo de Diana?

Al salir vio que las fuerzas contrarias aún seguían en pie y se puso entre Khaled y Astaroth por si al segundo le daba un ataque de locura no se le ocurriera atacar a Khaled. También tenía vigilados a los demonios por si alguno se salía de control e iba a por ellos. La tensión empezaba a acumularse en sus hombros pero se concentró en enviar aquellas cuchillas de nuevo contra los enemigos, rajando lo que encontraran por el medio. Movió el escudo para desviar algunos ataques hacia la torre.

Pero en un instante todo cambió. Vitoreos, del área contraria, por un ariete que amenazaba la seguridad de la torre. Lo observó y analizó un poco. No necesitaba reportarse ni explicarlo, era algo hecho de metal con lo cual... Alzó las manos lentamente, dejando el arakh y escudo en el piso de momento. Intentó hacerlo caer de lado para luego rodarlo sobre las tropas contrarias pero...no funcionó. Frunció el ceño y volvió a intentarlo pero parecía no responder a sus manos lo que hizo que pronto fuera consciente de lo que sucedía. Una risa oscura subió desde su garganta -Está encantado. Aprenden rápido- Y los habían esperado toda su vida. Pero eso no implicaba que no pudiera...Bueno, trabajar de otras maneras. Lyosha reunió sus cuchillas y las dirigió directamente a los bicornios para entorpecer el avance de este -Hay que matarlos cuanto antes o llegarán igualmente... Que alguien de la hermandad de fuego intente propagar el fuego enemigo en las tropas- Gritó con fuerza hacia los Souls que le acompañaban.

AM 0 + 10 hab + 5cana + 30 stat + 5 guantes: 50 a tropas
DM  5 + 10 hab + 5cana + 25 stat + 10 escudo:  55

Probabilidad: 5/10 Se retrasa la llegada del ariete un turno por matar 5 bicornios.

CD botas 7/8
Grifo 2/5 CD
Capa 1/6

El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Ataque' :


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#2 'Defensa' :


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#3 'Probabilidad' :

PS: 90

Siquiera respondí al comentario de Lyosha. Sabía perfectamente cuál eran mis luchas. Lo que trataba era de controlar las mías internas, conseguir derrotar a los malditos guardianes y, por supuesto, no empezar una confrontación con otra revenant. No era el momento. De modo que no le dirigió palabra, solo un gruñido malhumorado. Sabía que no debía perder concentración en la magia que estaba realizando e igual que estaba manteniendo en la medida de lo posible la conexión del revenant, solo esperaba que Khaled también aguantara.

Sin embargo, aquellas voces, aquellos recuerdos, aquellos latigazos y flashes de todas sus vidas golpeaban con fuerza, agotaban físicamente el cuerpo del renacido Jed, aturullan la mente del humano y el alma del reencarnado. Sin embargo, había sido la propia revenant compañera la que le dijo que usara todos esas voces para canalizarlas y potenciar la magia. De modo que eso fue lo que hice, dirigir todas aquellas sensaciones al ataque y la defensa del control que de los inferis y del elemental. Los soldados no paraban de atacar la torre, los muy hijos de puta no cesaban en su empeño, por tanto era vital reducir su número y ataque a la torre, y por lo tanto las órdenes iban orientadas en aquel objetivo. La pequeña horda de inferis gritó y saltó a atacar al grupo de soldados, algunos incluso dieron sus propias resucitadas vidas como sacrificio a su nuevo aliado, falleciendo de nuevo en pos de un mandatario mayor. El elemental también atacó, moviéndose entre las sombras, para arrebatar la vida y asfixiar a sus enemigos.

Dos caídos se levantaron. Alzaron la mirada confundida hacia los nigromantes, esperando las instrucciones. El sonido de las trompetas y los pasos de los bicornios les llamó la atención y voltearon en la dirección del mismo. Gruñó cuando se dijo que el ariete estaba encantando, de modo que trató de maldecir a los bicornios para detener el avance, tal y como estaba haciendo Lyosha. Sin éxito por su parte, pero frenando el avance del mismo gracias a la caída de los bicornios. -Hay que evitar que avancen… Atacad a las bestias, parece que están desprotegidas- Indiqué a los compañeros Souls

dados:

El miembro 'Astaroth Takker Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa' :


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#2 'Ataque' :


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#3 'Probabilidad' :

El miembro 'Astaroth Takker Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Probabilidad' :


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#2 'Dado (10)' :

PS
TORRE: 3.865/5.000
Khaled:   100/150 PS
40 soul: 120/150 PS
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Esta vez no tardé tanto, nada más sentir las vidas de aquellos magos agotarse, pronuncié las palabras de la magia negra de resurrección, antes de que sus compañeros pudieran evacuarlos. Instantáneamente, los resucitados se volvieron contra quienes antaño fueron sus compañeros. Cuerpos ensangrentados, con los ojos iluminados por la magia del nigromante.

La respuesta de Lyosha se quedó sin que yo se la devolviera. Simplemente la miré con una expresión seria, torva. Evidentemente, no era solo mi vida la que estaba en juego, si no la de ella, y la de Astaroth. Su instinto de autopreservacion hablaba. Desgraciadamente, al final daba igual cuantas vidas hubiese en juego, puesto que el propósito final era el que guiaría mis acciones.

Siempre lo había hecho.

Los souls empezaron a desatar un infierno de llamas entre los soldados mientras aquel ariete hacia acto de presencia.

Astaroth y Lyosha se encargaron de frenarlo, el tiempo suficiente para que no avanzara más, por el momento....

- El Guardián sigue aguantando y cada vez quedan menos enemigos. Podemos lograrlo.

Solo había que reservar energías....esperar a que retornasen. De momento no parecía necesario emplear más el Portal del Tiempo. Uní mi ataque al del resto de Souls, necesitaba energía....asi que extendí mi mano centrándome en uno de aquellos magos cualesquiera, rezando unas palabras que le comenzaron a robar la vitalidad para transferirmela a mi.

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dados:

El miembro 'Khaled Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado (10)' :


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#2 'Ataque' :


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#3 'Defensa' :

QUEDAN
63/100 PNJ
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emme

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dados:

DM: nigromantes del equipo, si queréis ver si podeis reanimar cuerpos de 10 PNJ muertos, tirad 1d10 a ver cuantos lográis antes de que se los lleven. Con un máximo de 10 (obvio) entre khaled y Astaroth.


Ariete: su avance queda ralentizado por la acción de Lyosha. No llega a las barreras. PHEW.

Refuerzos: Llegan. Cuantos? 1DADO50= 27
27x30stat= 810 daño extra a escudos Torre

El miembro 'PNJ' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Dado (50)' : 27

Los Svensson tenían una buena habilidad para comunicarse con la mirada, al menos los tres cascarrabias que estaban reunidos frente a la torre para defenderla. No iba a decirle nada a Khaled que no le hubiese dicho ya y con Astaroth… bueno… Su relación era igual de bonita que la de un perro y un gato.

Lyosha observó la llegada de los hipogrifos y sus jinetes con algo de molestia…¿Cuándo llegaban SUS refuerzos? Podría haber ganado mucha energía tras su tormenta de cuchillas pero aún así el cansancio empezaba a tocarle las narices. ¿Y si caía de largo a largo allí? Qué humillación. Sólo por determinación no lo haría.

Bajó un solo escalón, aún sin salir de los escudos, y tomó una larga inspiración. Clavó el arakh en el piso y bajó una rodilla al suelo para concentrarse en sus poderes. En ese momento, sabiendo que quizás no podría contra los bicornios eran pocas las opciones que le quedaban así que cerró los ojos y calmó su mente. Poco a poco el metal que había quedado desperdigado volvió hacia ella, todo aquello que respondía a su poder fue convocado para unirse a sí misma y luego desplegarse alrededor de la torre en un último esfuerzo por aguantar lo que venía en camino. Su escudo desapareció, su yelmo se fue, su arakh también y con cada pedazo de armadura que se iba su energía también mermaba pero eso no importaba demasiado ¿No?

Doy 100 PS: 1000 a los escudos de la torre.
150PS- 100: 50 PS.

DM: 0 + 10 escudo + 25 hab + 10 hab aprob ficha: 45 de defensa a la torre.


CD botas 8/8
Grifo 3/5 CD
Capa 2/6

El miembro 'Lyosha Svensson' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Defensa' :

Se me escapó una risa por el comentario de Vanessa sobre la actualización del techo del panteón. Asentí como respuesta a las palabras de la pelirroja entendiendo que había diferencias de opinión entre los Soul Reaper. Tras el emocionante discurso de Adramelech y los enérgicos gritos de guerra de personas dispuestas a dar todo de sí para crear un mundo en el que sea posible acceder a la magia sin importar el origen, las preguntas de la bruja de fuego y de la de metal devolvieron mi mente al aquí y ahora de forma algo brusca, así que me giré hacia el pelinegro esperando respuestas de su parte. Se me ocurrió que podríamos correr como el viento, pero ni me gasté en proponerlo en voz alta porque la sugerencia de la castaña sonaba mejor. Asentí de acuerdo con ser llevado para atender a los heridos y, tras una fuerte sensación de presión en todo el cuerpo, nos encontramos fuera de la torre, cubiertos por una barrera que abarcaba el perímetro del edificio.

El paisaje que se extendía ante mis ojos me quitó todo el aire de los pulmones. Reinaba el caos en el campo de batalla ennegrecido por el rastro del fuego. Guerreros desaparecían al ser alcanzados por la oscuridad, el guardián arremetía con todo a su paso y un... ser... atacaba a diestra y siniestra las líneas enemigas. Se volvió atronador el sonido de los rápidos latidos de mi corazón y sentí mis extremidades temblorosas. Entre todo eso, una máquina de metal con cabeza de lobo se cernía amenazante avanzando en nuestra dirección lentamente pero sin pausa, escoltada por guerreros que cabalgaban el cielo. Respiré profundo y me acerqué a Khaled, Lyosha y el ropero que lo había visto antes algunas veces. -En Agripa resolvimos unos acertijos que abrieron una puerta al escondite subterráneo de unos Souls que Adramelech reconoció.- Comencé a decir mientras los revisaba con la mirada en busca de heridas.

-Nos contaron que ellos reconstruyeron el panteón desde las ruinas para protegerse de los androides y de los magos.- No encontré lesiones graves pero el cansancio en sus expresiones era evidente. La peliblanca y el armario eran los que peor se veían así que me concentré en ellos. -Accedieron a venir a ayudar y los refuerzos están esperando allí un portal con el que puedan llegar aquí.- Dije mientras apoyaba una mano en el hombro de la mujer y me concentraba en que la energía hiciera su camino desde mi cuerpo hacia ella. -Son veinte... veinticinco, más o menos.- Saqué un frasco y se lo di al peliblanco. -Es reabastecedora, te hará sentir mejor.- Lo animé a que tome la poción. Tomé el brazo de Lyosha con la firmeza que da la experiencia en medicina, me di la libertad de hacer caso omiso a sus deseos de que no la toque dadas las circunstancias y preparé la parte interior de su codo para el pinchazo.

-Yo no soy el enemigo, hago esto porque quiero que te sientas bien ¿lo entiendes? Necesito que cooperes conmigo.- Mi voz fue inflexible cuando le hablé a la Matriarca del la Hermandad de Metal y mis ojos color jade buscaron su fría mirada. Mandé también a volar el tratamiento de “usted” porque me dio la real gana e introduje la aguja atravesando su piel hasta llegar a la vena. Su elaborado maquillaje me hizo suponer que ella le daba mucho valor a la apariencia así que escondí la bolsa de sangre entre su ropa de forma tal que siga colgando boca abajo para que la sangre siga fluyendo por la vía hasta el torrente sanguíneo sin interferir con su look. Me aparté, la miré para analizar mi obra y solté una risa entre dientes. -La guerra te sienta bien.- Posé mis ojos en el grandote de rasgos cuadrados, en Adramelech y en el estoico Khaled. -Les sienta bien a todos ustedes.- Por otro lado, mis heridas estaban a la vista porque un costado de mi sudadera estaba agujereado por balas y una manga había sido incinerada.

Mis lesiones no sangraban pero se notaba que la piel nueva aún se estaba acomodando sobre la carne, sobre todo la tirante piel del brazo que se estaba recuperando de haber pasado por fuego. Miré más allá de la barrera mágica, a esa... cosa de humo negro y llamas. -Eso es un demonio de verdad, ¿cierto?- Podía sentirlo por lo rápido y fuerte que mi pulso comenzaba a correr cada vez que ponía mis ojos sobre ese ser.

CUENTAS:
Curación: 5 Dado + 18 Stat + 10 calavera de sanación = 33
Le doy a ASTAROTH una poción reabastecedora de sangre (5/5 dosis)
Le doy a LYOSHA 33 PS + una bolsa de sangre 0-