Planta de habitaciones para ingresos

Cuando apareció en el hospital Aurora y Eleonore, su madre, le informaron de la mejoría de Vishous y Arleen sonrió abiertamente -Pues voy a verlo directamente- Le dio un abrazo a cada una y se fue directamente a la habitación de su hermano. Al entrar, pudo ver a una de las Descendientes y sonrió haciendo una reverencia -Descendiente Darwin- Saludó -Buenos días a los dos… Me ha dicho mamá que estás mejor. Lucio es un excelente sanador- Mencionó la morena acercándose a su hermano, alargó la mano y le acarició el rostro -Pasaré luego antes de irme. Tengo que revisar a un paciente. Sigue las indicaciones- Se inclinó y le dejó un beso en la mejilla con cariño. Tras eso vio a Sarah e hizo otra reverencia para retirarse escuchando la advertencia de no ir por la habitación del psicópata.

Tras eso evitó ir por la habitación del drow y dio una vuelta grande para ir hasta la habitación donde se encontraba el Sr. Draven. Tocó dos veces y abrió la puerta para ingresar observándolo despierto, aquello la llenó de alegría y se notó inmediatamente cuando su sonrisa se amplió y los ojos le brillaron -Buenos días, Sr. Draven. ¿Qué tal ha dormido esta noche? ¿Ha tenido pesadillas, problemas, algo que reportar?- Inquirió por curiosidad y fue acercándose hacia la historia donde observó que todo se había llevado a cabo según sus indicaciones. Anotó la hora de su visita y que el paciente estaba despierto, después de eso dejó la historia en su sitio y fue acercándose a él evaluándolo con la mirada por si desarrollaba de nuevo una actitud agresiva -Tengo que hacer un par de pruebas de rutina, después de todo, la operación llevó su tiempo ¿Me lo permite?- Preguntó mostrándole la luz que acababa de hacer aparecer en su mano.  

OFF: Entra y sale de la habitación de V, luego va a la habitación de Gelion.

Gruñí en silencio cuando alguien me llamó por mi nombre, revolviéndome en la cama, frotando los puños de mis manos con mis ojos. Tardé unos segundos en ubicarme en tiempo y lugar. Recordé lo que hacía allí unos segundos más tarde: habíamos ido a ver a V, pero estaba inconsciente y en lo que esperábamos, Morfeo se acunó en sus brazos.

Me incorporé en el butacón donde había decidido dormir, con cara de sueño claramente evidente. Eleanore tenía un maravilloso despertar, y eso le dio envidia, porque ella estaba hecha un guiñapo dormido y despeinado. Pero lo suficiente como para poder entender que el teniente estaba bien, lo cual le alegró profundamente. Eleanore se retiró de la habitación y Sarah se crujió el cuello, ya un poco más despierta -No digas tonterías, ¿cómo iba a no venir? Tenía que reírme de ti en tu cara…- Dije en tono jocoso, dándole un golpecito en el hombro -No, en serio, estaba preocupada. Me lo dijo Amaya ayer y vine en cuanto me enteré, pero ya estaba Lucio interviniéndote. ¿Cómo estás? ¿Quieres algo?- Cambió el asiento, pasando del butacón al borde de la cama, para cogerle con curiosidad la cara y examinar el ojo -Está como nuevo…- Dije arqueando la ceja, el trabajo de reparación era estupendo. Ni pareciera que allí hubiera habido una lesión en el pasado.

La llegada de Arleen no le pilló por sorpresa, saludó y se levantó de la cama para dejarle espacio. Salió y volvió. -¿Necesitas algo? ¿Quieres que te traiga algo? Café… ropa limpia…-

Una carcajada sonora ocupó la habitación cuando Sarah dijo que quería reírse de su cara -Llegaste tarde, pelirroja. Porque ahora estoy hecho un bombón. O como diría Aldaron, el patrimonio de Ouroboros está intacto- Le guiñó un ojo recibiendo el golpe en el hombro sin siquiera importunarse por ello. Sonrió cuando le dijo que se lo comunico Amaya, estaba seguro de que en algún momento su prima aparecería por allí para darle la caña y cuando lo viera como nuevo le diría que rápido se pusiera a trabajar -Mira… subestime al enemigo y ese tipo estaba loco. Acabe aquí pero realmente… son gajes del oficio, para poder mantener a la isla en paz- dijo alzando suavemente los hombros.

Dejó que le examinera con una sonrisa. El parpadeo probando un ojo y luego el otro -Si, es cierto … aunque hay algo que… bueno, supongo que será cosa de guardar reposo como me recomendaron- Dijo alzando los hombros. Estaba seguro de que eso podría ayudarle. No se esforzaria demasiado y procuraría seguir las reglas. Lo cierto es que haber perdido parte de su visión le habia hecho pensar en un futuro muy distinto del que tenía… predispuesto. Aunque lo cierto es que no había pensado en una mierda de su futuro porque estaba con la cantaleta de "vivir el día". Hasta que Chloe y Sofía abrieron la caja de Pandora. O de Leticia. Pero gracias a ellas… y a lo que le había pasado, veía todo desde otra perspectiva.

-Cafe estaría bien. Negro y sin azúcar. Por lo demás no me preocupo. Esta misma tarde me darán de alta y ya me ocuparé de todo en casa- Le sonrió porque no necesitaba nada más. Lo habían aseado antes de la cirugía de Anteia así que … estando en cama no había hecho mucho más -Gracias, por venir y preocuparte- Dijo cogiéndole la mano y apretándola para luego soltarle y permitirle que fuera a buscar el café.

Al final pasé toda la noche entre despertares sin quererlo. Por la mañana me trajeron una bandeja de desayuno con eso a lo que ellos llamaban comida, que dejé en su sitio intacta y a pesar de que la cabeza ya se notaba menos embotada no había sido capaz de abandonar la cama.
Estaba sentado con una rodilla doblada apoyado en ella, con la cabeza en cualquier otro sitio menos en aquel lugar cuando apareció la doctora con sus alegres preguntas. La seguí con la mirada pero después clavé la vista en la ventana.
Seguía hablando y preguntando. Tenía que comprobar algo así que hice un gesto con la mano como indicando que procediese manteniendo mi rostro serio.
-Los calambres han desparecido.
Murmuré escuetamente.
-¿Ha funcionado Doc?Porque si sigo conectado a ese chisme...- Lo había estado meditando aquella larga noche. Gruñí pensativo como reticente a decirlo-Tendréis que acabar conmigo. No pienso vivir una vida en la que me impongan que debo hacer.

Lo percibió un poco más pensativo y tranquilo que la última vez. Nostálgico ¿Quizás? Se acercó hacia el después de tener su autorización y le cogió del mentón para que le mirara, de esa forma le pidió que siguiera la luz con los ojos y la fue moviendo lentamente para ver la respuesta. Iba a pedirle que se levantará y así ver toda la coordinación de su cuerpo por si algún nervio le daba problemas.

De pronto le preguntó aquello y sonrió feliz pero lo que continuó le borró el gesto en seguida -Sr. Draven todo ha funcionado perfectamente…- Le mantuvo la mirada mientras empezaba a sonreír esperando poder darle algo esperanza. Aprovechó y se sentó a su lado, le cogió la mano y le dio varias palmaditas - Nadie os va a decir cómo vivir mi amiga Belle ha roto el vínculo que os mantenía junto a SAM. Pero seguís teniendo la pila cervical. Estaba muy dañada, algunos circuitos se vieron afectados y eso también afectó nervios pero pude arreglarlo- Espero que aquello le pusiera una sonrisa en el rostro, pero lo dudaba para ser sincera.

Pronto llegó el patronus de Belle y Arleen sonrió al oír la voz de su amiga, pero más aún cuando le dio aquella noticia. Se levantó emocionada y se llevó una mano a la boca para ocultar su gesto emocionado. Sin embargo, al levantarse sintió de nuevo las agujetas y se tambaleó un poco. Acabo sosteniéndose de la camilla antes de soltar una pequeña risita que intento ocultar al recomponerse para mirar al paciente -ESO ha sido un gran avance. Y todo gracias a usted. Porque Belle ha logrado replicarla y eso implica que, en el futuro, de seguir avanzando podremos darle la independencia a los humanos y magos que llevan la pila sin afectar su funcionamiento biológico ni neuronal… oh!...- Ni siquiera pensó en ello, conjuro tres patronus. Uno en respuesta a Belle, otro a Sayid y otro a Giordano.

-Levantaos …- Ella tenía ganas de cantar pero debía controlar sus emociones y hacer toda la revisión para luego ir a ver a Belle -Necesito veros caminando y… necesito revisar toda vuestra coordinación física. Así que … vamos vamos. Arriba-

-Siempre has sido un bombón. Pero los bombones también se derriten- Alcé las cejas, por supuesto que había doble sentido en lo del bombón y las palabras estaban escogidas a propósito. Claro que era un bombón, el maldito, traía a toda la isla loca. -Y has salido intacto esta vez. Quizás deberías tomarlo con más calma, es la segunda paliza que te damos en cuestión de semanas… - Escuché su exposición, pareciéndome un poco excusa. La excusa de la paz de Ouroboros la tenía más que resabiada… -Eso de la paz de Ouroboros lo dice mucho Markus, yo… me lo haría mirar- Le dije, dándole un golpecito en la frente.

Caminé hasta la puerta, apuntándome el tipo de café que quería. Me encogí de hombros quitándole importancia a lo del tema de ir a verle. -No tienes por qué darlas. Ahora vuelvo, no te rompas la cara, otra vez…- Le guiñé un ojo y salí de la habitación, para dirigirme a la planta de abajo y comprar un par de cafés para desayunar. Tenía algo de hambre, de modo que pedí también algo de fruta y tostadas. Al parecer el servicio mágico lo haría aparecer en la habitación. Oh, ok, not bad. Pagué y volví a subir.

A mi llegada, toda la comida pagada, estaba en la habitación. Entregué el café a V y yo me hice con mi tostada y mi café vespertino. Me volví a sentar al borde la cama, acomodándome para poder preguntarle otro de los temas que me había llevado a la habitación -V… tengo una pregunta que hacerte. ¿Quién certificó la muerte de Matvey? Tú viste todo lo que pasó el día de la fiesta de recepción de los Pendragon…- Puse los ojos en blanco, recordando el cómo nos habían tomado el pelo los dragoncios con sus cosas -Yo estaba con los efectos de la analgesia y de la crecehuesos y la verdad es que hay detalles que se me escapan…-

Se rió sobre aquello de los bombones derretidos pero…Lo dejó estar. Lo siguiente, ya no tanto -La segunda paliza…- Se mordió el labio, asintiendo con suavidad pero con el ego fuertemente herido. Era cierto que Sarah lo había machucado pero había estado en igual de condiciones muchas veces …Hasta el oso. Hasta que apareció el oso. Recapitulando el ataque estaba seguro de que tenía mucho que aquel modo berseker que tenía el drow. Necesitaba saber más de él pero, lo cierto, es que tampoco quería obsesionarse; pronto bajarían y acabarían con SAM y todos volverían a sus casas y la isla sería lo mismo de antes -Markus y yo pensamos igual. No es de locos, es de genios- Dijo golpeándose la sien con suavidad.

Lo de “no romperse la cara” hizo que sonriera de lado pero cuando se fue mordió las muelas. Sabía que… Tenían que mantener una imagen y habían dejado los limites bien puestos pero le sorprendía que Sofía no hubiese tenido siquiera la decencia de responderle a la carta. Era muy extraño en ella y estaba seguro que tenía que ver con el tema del hospital. Noticias, le habían dado malas noticias. ¿Qué le habían dicho? ¿Tendría SPM? ¿O algo así? ¿Cáncer? Aquello le puso nervioso, tanto que deseó por un momento saltarse las reglas e ir a su casa pero …No podía permitírselo.

Cogió el café cuando apareció y bebió un trago que le supo a gloria, por lo caliente que estaba, le ayudó a organizar sus pensamientos. Le miró agradeciéndole al alzar suavemente la taza y mover la cabeza -No lo sé- Respondió con sinceridad -Vi mucho, no todo. Matvey llegó diciendo que Bellatrix había traicionado al Consejo y luego ella le atacó. La Descendiente Le Fay le atacó a ella pero hasta allí llegué…Ordené que sacaran a todos los Descendientes- Hizo una leve pausa, pensando en la pelirroja, y tomó otro trago de café -Entonces saqué a la Descendiente Dioscórides y mis compañeros a las demás. Tuve que reorganizarnos y entonces empecé con la misión de la protección de las casas o el refuerzo- Sin embargo, la pregunta le pareció extraña -¿Por qué lo preguntas? ¿El linaje tal vez? ¿Ese hueco libre que tanto quieren los Pendragon?

Lo de que Markus no era un loco, sigo un genio, no pudo evitar que hiciera que soltara una carcajada. Poco ha tenido que interactuar con él, claramente, de lo contrario estaba segura de que lo tacharía de majadero. Tampoco le dio más importancia de la que no tenía.

Durante el improvisado desayuno escuchó lo que el teniente le relataba acerca del día del supuesto asesinato de Matvey. Pero, ¿cómo no iba a saber quién certificó la muerte de Matvey? ¿Nadie se agachó para mirar el cadáver supuesto y cerciorarse de que realmente lo estaba? ¿O que estaba herido? Le vino a la cabeza la paliza que le dieron a Desmond LeFay, y el ataque que lo mató, el del tal Hacksaw, el padre del marido de Catherine. Me terminé la tostada en dos bocados, dejando tan solo el café para beber. Negué con la cabeza -No, no tiene nada que ver con los linajes ni con los Pendraagon- Iba a seguir respondiéndole, para contarle el porqué de mis dudas, pero frené en seco. Quizás estaba comprometiendo a V en algo que podría tener resultados nefastos. Suficiente que ya le había contado todo esto a Amaya, y, ahora que lo pensaba, quizás no hubiera sido buena idea -No, por nada. Estaba intentando poner mis pensamientos en orden, ese día está un poco emborronado. Como ya te he dicho, estaba con los analgésicos- Mentí, a medias. Pero tampoco había conseguido las respuestas que necesitaba. Bebí del café y sonreí -Cosas mías, ya sabes… los genios- Bromeé por lo que había dicho antes -Tengo una reunión con Sayid, si no acabo muy tarde volveré para hacerte un rato compañía- Bajé de la cama de un salto y le di un escueto y corto beso en los labios al teniente, aprovechando que estaba en cama y no podría vengarse. Tras ello, salí de la habitación, acelerando el paso por el pasillo para abandonar el hospital finalmente.

Le pareció rara la respuesta de Sarah pero no quería profundizar demasiado en eso porque lo cierto es que todo había sucedido demasiado rápido. Pero parecía que ella también -Todo pasó demasiado rápido, creo que no te puedo ayudar mucho en eso. Le fay se llevó inmediatamente a Matvey y creo que luego se dio la noticia de su muerte. Los guardias no pudimos acercarnos-

-Puede ser que ya esté dado de alta- Le informo a Sarah antes de irse sorprendiéndose de aquel beso porque era intencional. Se le quedó mirando raro cuando se retiró porque más allá de un par de oraciones doble intencionadas no habían hecho nada más. Sonrió, para si mismo, pensando que lo del bombón y su atenta visita tenían algo que ver. Chequearla su agenda.

Las siguientes horas pasaron lentas pero tras la orden de Lucio y el reposo guardado le dieron el alta. Su madre ya le había traído ropa y se cambió por un atuendo de invierno informal. Se fue caminando del hospital después de que su padre se llevará a su madre. Tenía un objetivo en mente.

Fui al hospital a ver a Dyospiros al enterarme de que había acabado allí, pero al llegar tuve problemas para que me dejasen verlo. En la puerta había cuatro guardias, a los que tuve que suplicar con cara de pena. Les dije que era mi única familia, que él me necesitaba y que tenía problemas mentales. Tras insistir mucho me dejaron pasar, aunque siempre bajo vigilancia.

El pobre Dyos estaba todo drogado y no se enteraba de nada, pero igualmente me acerqué a él. cogí una silla para sentarme a su lado, suspirando pesarosamente antes de empezar a hablarle.

- Ojalá supiese cómo ayudarte...como cuando te encontré en la calle. - me asomé a la puerta para decirle a los guardias que avisasen a un médico, que tampoco podían tenerle constantemente drogado. Eso no era muy ético.

Con un par de días de convivencia con Thoren estaba agotado, de hecho, deseaba ir a trabajar para no tener que sufrir microinfartos cuando sus animales se comieron a Rosmerta, mi pobre helecho, tenía que hacer algo porque a ese paso se me iban a comer los ingredientes de pociones y tendríamos una tragedia. Me acerqué al mostrador para saludar a Doris y quejarme un rato y después ir a hacer las rondas pertinentes.

Me cambié mientras bostezaba malamente porque mi hermoso ruso roncaba como un oso acatarrado y yo con mir orejotas lo escuchaba como si durmiera en la misma habitación. Fui hasta las habitaciones y el primer caso era el del drow, Vishous ya me había comentado algo pero no sabía que se trataba de mi compi de borracheras, al llegar los guardias me cerraron el paso y fruncí el ceño porque entre el sueño y que me hicieran el rollo ese de pase VIP en mis dominios no me gustaba un pelo, en ese momento salió el primo de Dyospiros que no recordaba como se llamaba -Hey! hola, he venido a ver a tu primo...- entonces miré a los guardias con los brazos en jarras -porque soy el médico, si tenéis algún problema las quejas al teniente Royden, ahora fuera, fus fus!- aquellos hombres se miraron entre ellos y yo pasé sin más cerrando la puerta tras de mi no sin antes advertirles que no molestaran, hombre ya.

Una vez dentro le guiñé un ojo a Crasulaceo que aún no me acuerdo de su nombre pero vamos a ponerlo, me acerqué a la cama y vi todas las drogas que tenía el pobre drow tirado en la cama -Madre mía ni que fuera un caballo, que exagerados- cerré el gotero para que dejara de pasarle medicación y le inyecté algo para que fuera despertando poco a poco mientras le iba revisando las heridas que había recibido cuando lo capturaron, al terminar miré a su primo -Sus heridas han cicatrizado casi por completo, en condiciones normales podrías llevartelo a casa pero debido a la situación tenemos que esperar por ayuda de psiquiatrís... ¿que puedes decirme de eso?-

Mi organismo comenzó a responder a lo que quiera que fuese que Aldaron me habia inyectado, y empezaba a espabilar, a ser consciente de él. No me dolían las heridas ya, estaban curadas como quien dice, pero el cuerpo entero si, de estar en la misma posicion tanto tiempo....

Desperté despacio, pero eso no eliminó ni las náuseas, ni el mareo ni la fuerte desorientacion, a causa de la sedacion de varios dias. Ni sabía donde estaba, ni que había pasado.... y la habitacion me daba vueltas. Creía que iba a vomitar, pero no lo hice, se quedó como una sensación desagradable, de esto que quieres pero no. El cazador se habia ido. Ahora mismo, no iba a resultar util, para nada. Los demás se habian encargado de hacerlo callar.

Tenia recuerdos muy borrosos y no sabía si eran parte de una pesadilla o no. Ojalá lo fueran. Empezaban a volver a mi mente. Pero no completos, si no como fotogramas, retazos de una pelicula vivida en segunda persona, a trozos. Recordaba que Chloe me habia llamado. Recordaba a mi primo en las cocinas y a los guardias, a ellos levemente. Recordaba escribir mi nombre en un espejo, con...sangre. Emití un sonido de queja, la cabeza....me estaba matando. Pero me habia parecido oir a mi primo...

"me da miedo preguntar...."

- Cras... - intenté estirar mi mano hacia él, pero no pude porque estaban atadas. Mierda. Así que.... así de malo habia sido?

"al menos él está bien"

Al escuchar que todo había ido bien suspiré aliviado para mis adentros tratando de que no fuese evidente de cara al exterior.
La doctora parecía más contenta que el día anterior y mucho más...tocona. De reojo miré por un segundo cuando agarró mi mano y a pesar de querer apartarla de golpe simplemente resoplé por lo bajo. Al fin y al cabo esa mujer había salvado mi vida.
Tras ello comenzó a ordenar de nuevo. Tardé un poco en acceder pero finalmente me puse en pie.
Me realizó varias pruebas y tras ello se marchó, a mí me quedaban algunos días para recuperarme pero por lo visto todo comenzaba a funcionar correctamente.

Pegué un bote en la silla al ver entrar a un elfo con bata de médico, cosa que me tranquilizó porque pensé que eran los guardias para reñirme. Entrecerré los ojos para leer el nombre en su bata, murmurando "Aldaron" por lo bajo. - Hola, Aldaron. Soy Crasuláceo, su primo, y única familia. - me levanté de la silla algo inquieto, pensando que me diría cosas malas de él. Sonreí más confiado al ver que echaba a los guardias, eso me dio tranquilidad.

- Sí, está muy dormido. Le han puesto demasiado droga. - murmuré apenado mirando al pobre primo, soltando un suspiro cuando dijo que no me lo podía llevar a casa. Asuntos de la cabeza. - Pues...la primera vez que le vi...estaba como en el comedor, agresivo. - evité decir lo del montón de matados a sus pies, que bastante tenía ya. - pero poco a poco fui consiguiendo recuperarlo. Ah, tiene problemas con el alcohol también. Es como que le da el yuyazo y le cambia la personalidad. ¿Sabe cómo se le puede ayudar? cuando está normal es muy buena gente. - me aproximé más a la cama al ver que, poco a poco, Dyos iba despertando. Intentó estirar su mano hacia mí, pero no pudo por estar atado. Me acerqué para cogerla y tranquilizarle.

- Tranquilo, primo. Estás en el hospital...no hay que lamentar nada. - ningún muerto al menos, algo era algo. - ¿Eres tú, verdad? ¿podemos soltarte?

Saludé al Drow pequeñín que al parecer no me recordaba del lefay, asentí cuando me dijo que era su única familia mientras miraba el informe del paciente drogado que estaba en la cama. Me acerqué para quitar la medicación al Drow compañero de borracheras y en cuanto fue espabilando me alejé un poco por si acaso -Muy bien Crasulaceo, ahora irá despertando poco a poco, es bueno que tenga una persona conocida cuando despierte... según lo que me cuentas podemos estar tratando con bipolaridad, eso en un caso simple, también puede tratarse de un trastorno de personalidad múltiple pero eso lo van a diagnosticar los compañeros de psiquiatría, en cualquiera de los dos casos se le dará tratamiento para conseguir que su mente permanezca estable y que estos episodios de...ira, no se vuelvan a repetir-

Dyospiros fue despertando y al ver que no había señales de agresividad me acerqué a él para darle al botoncito y que la cama fuera subiendo, estar tanto tiempo acostado no le sentaba bien a nadie -¡Hola compi de borrachera!¿te acuerdas de mi? en caso de que no lo hagas soy el doctor Failon, amigo orejas picudas~ como dice tu primo estás en el hospital, has liado una buena, de momento no te puedo soltar pero voy a hacerte un par de pruebas- rebusqué en mi bolsillo de la bata y saqué algo que parecía un boli pero que tenía una luz especial, porque soy médico y sé que si le enchufo con una luz normal le quemo la retina al pobre drow, apunté a mi mano para asegurarme de que funcionaba y entonces abrí un parpado del paciente, le di con la luz y me aseguré de que sus reflejos fueran correctos en ambos ojos, saqué mi estetoscopio y comprobé sus latidos, todo correcto y bien definido bajo esa bata... y el corazón también sonaba bien.

Una vez hechas las pruebas pertinentes me aparté para hablar con su primo -Como ya te he dicho antes no se puede marchar, hablaré con el teniente Royden para que al menos os dejen intimidad en la habitación, le vamos a quitar los sedantes pero hasta no tener un diagnóstico psicológico me temo que no podemos soltarle, una enfermera vendrá después a quitarle el gotero y el resto de cosas, sería bueno que lo acompañaras un rato- le di una palmadita en el hombro y entonces me dirigí a Dyospiros -Vendré mañana a verte, en un rato te traen algo de comer, ligerito que llevas mucho tiempo dormido- me despedí de ambos y salí de la habitación dejandole claro a los guardias que no pasaran, se podían quedar en la puerta pero la intimidad del paciente fuera criminal o no era prioridad y si no les gustaba las quejas a Lucio que para eso era el director.

Asentí vagamente, sí, era yo.

- No...nada de soltarme. - no me podía fiar. Bastaría otro detonante para....no, no lo tenía controlado, para nada. No me fiaba para nada. Me preocupaba demasiado lo que había intentado hacer, el reguero de caos que habia ido dejando por una impulsión de amenaza. - Me acuerdo. Nos conocimos en el castillo aquel, verdad?

Me puse tenso por el asunto de las pruebas, pero sabía que este elfo era de fiar o eso pensaba yo, y el simple hecho de que fuese él y no cualquier otro mas parecido a un humano bastó para que no me pusiera histérico perdido, pese a estar atado (cosa que por otra parte queria que siguiera asi).

Seguía mareado y algo aturdido, aunque ahora al menos estaba inclinado y podia verlos mejor. Diagnóstico psicologico? - Qué es eso de diagnostico chicologico? - emití un gruñido por lo bajo cerrando los ojos de nuevo, me dolia demasiado la cabeza para entender nada.

"no quiero que me suelten....y al mismo tiempo me da miedo que no lo hagan"

- Gracias Aldaron. - si, me acordaba de su nombre. Cuando el elfo se fue, me quedé un rato en silencio, tratando de poner orden a mis pensamientos. Al cabo de un rato le hablé a mi primo, expresándole mis dudas. - ¿Crees que estoy poseido o algo?

Me quedé flipando con eso de que Dyos podía ser bipolar o tener personalidad múltiple, pero el caso es que encajaba todo bastante bien con lo que le pasaba al primo. El elfo médico Aldaron fue bastante majo con nosotros, a diferencia de los guardias, pero nos recalcó que todavía no podía irse del hospital. Tampoco quisieron soltarle, lo cual me dio penilla. El primo tampoco quiso que le soltaran, no se fiaba de él. Di las gracias a Aldaron antes de que se marchase, quedando a solas con Dyospiros, que ahora sí parecía ser él.

- No, no creo que estés poseído. - murmuré con seriedad cuando me hizo esa pregunta, sentándome a los pies de su cama. Seguro que nadie le había hecho una posesión. - Lo que me ha dicho el médico es que cree que puedes tener personalidad múltiple. Como que eres tú, pero a la vez...¿otros? no lo entiendo muy bien. Porque yo creo que no somos todo el rato el mismo. - me rasqué la barbilla confuso, pensando si yo era el mismo que cuando salí de las ciudades subterráneas. Algo había cambiado, así que no era el mismo drow.

- Y todos tenemos cambios de humor. Pero a lo mejor a tu te afectan más por las cosas que te han pasado. Yo estaba escondido en el metro y no me ha pasado casi nada, pero tú...- en realidad desconocía en profundidad sus problemas, sólo los imaginaba, o muy por encima. Teníamos en común al viejo drow, Szyraenk, que nos había dejado. - Oye, a lo mejor puedo hacerte de psicólogo si me cuentas las cosas. Por ahora te dejaré descansar la cabeza y distraerte con una revista de cotilleos de Ouroboros que hay en la sala de espera. Así dejarás la mente ameba y no pensarás. Y luego a comer y a dormir. Te traeré unas sopas, que las comidas del hospital son un asco. - bajé la voz para que no me escuchasen, y después fui a por aquella revista hecha con Comic Sans.
.
.
.

A partir de ahí los días fueron transcurriendo, y yo le traía noticias del exterior. Hasta mis oídos había llegado al noticia de que ese día la plaza se había llenado de gente para despedir a los que se iban de misión atierra, así que se lo conté a Dyos esperando que no le diese envidia un poco de acción.

---------------

off: Crasu y Dyos actualizados a día de la misión

Estoy empezando a ver un preocupante patrón desde que he llegado a este mundo, nunca había visitado el hospital tan seguido en un largo tiempo. Tengo que ir a renovar mi feng shui para llamar la fortuna a mi vida. Y sí, estoy de vuelta, por las ramas, pero vivo al menos. No sé si tomé las decisiones correctas, pero no había más remedio que abortar la misión. La oscuridad del bosque no es solo agresividad desmedida, hay cierta inteligencia en sus actos. Si se ha de volver, tiene que ser más preparados.

Por eso luego de haber despertado al día siguiente, la general Amaya me ha solicitado mi propia versión de los hechos. Le explique lo sucedido desde mi punto de vista y porque decidí finalizar la misión sin haberla cumplido del todo. Solo consiguiendo pistas con cierta conexión pero nada concreto o esclarecedor. Una sustancia extraña que afecta el bosque, una fauna desproporcionadamente agresiva y “algo” en el interior que nos acechaba. Ignoro si ha decidido hacer otra expedición para salvar a Aidan, Espero que si hayan avisado a los Soul Reapers, los moradores de la torre. Que son los que más peligro corren al estar en medio del bosque.

En fin, me había preparado para un castigo por la muerte de los soldados bajo mi cargo, pero resulta que mi decisión de abortar fue la acertada, pero que mi fallo fue el no haberlo hecho antes y que debería aprender de este error. Más muertes a mi lista en mi conciencia, grandioso. Tendré que ir a sus funerales para presentar mis respetos, aunque no sé como lo tomaran sus familiares. Al menos hay una noticia no tan funesta. Ya se está investigando la sustancia y están en espera de resultados.

Después de un par de días, tuve permitido recibir visitas. No faltaba mucho para que me dieran de alta, solo faltaba un poco más de reposo y seguir la advertencia de no realizar demasiado esfuerzo para que las heridas no se agraven.

Newt, ¿Cómo estás?, parece que fuimos los más molidos hace unos días—comenté como si no fuera la cosa—últimamente he tenido una racha de mala suerte, toca geomancia para las buenas vibras—enfatizo con las manos como si aleteara las manos, básicamente un aplauso para los sordos—pero si, estuvo inquietante esa situación, y no sé si lo que alcanzamos a recoger servirá de algo, y como no formo parte de la guardia, dudo que me informen a menos que deba volver al bosque para enfrentar la amenaza que yace en su interior—supongo que es momento de la seriedad—solo espero que Aidan haya sido rescatado, aunque hay alta probabilidad de que no haya sobrevivido, enfrentarse a lo desconocido siempre te deja un costo por salvarse—un precio que pagas de una u otra manera—¿sabes cómo están los demás?, sé quiénes lograron cruzar, pero también vi que estaban heridos—inquiero con curiosidad.

Scamander despertó en una habitación desconocida nuevamente.  Después de unos minutos,  ubicó que se hallaba otra vez en el hospital. 

Recordó todo lo sucedido y se sintió avergonzado.  Jesús indecisión  con respecto a  atacar a las criaturas que los agredieron había costado mucho,  en especial vidas.  De sólo pensar en aquellos que habían pagado con sangre su inacción era algo que pesaba en su conciencia.  

Pronto escuchó una voz conocida,  lo que le hizo incorporarse y sentarse en la cama.  Vio a Arturo pasar al interior de la habitación y le esbozó una tibia sonrisa. 

- La verdad,   creo que hubo  otros a quienes les fue peor.- Murmuró el Magizoologista  no muy alegre. Escuchó lo dicho por Arturo y lo miró con esperanza.  - ¿Crees que logren encontrarlos?- Inquirió,  refiriéndose a  Aidan y cualquier otro que hubiera quedado atrás.  De hecho,  deseaba que lo dejarán volver a buscarlos.

Recordó los días en que trabajó,  casi involuntariamente,  para Dumbledore,  siendo su "agente" en América con respecto al tema de Grindelwald.  - ¿Entonces,  no sabes que era esa cosa?- Preguntó,  hablando sobre aquellas sustancias y reconectando,  muy a su pesar, con su "yo" conspirador de los años de la primera guerra mágica.

Al enterarse del estado del señor Scamander y de Razor, se dirigió raudamente a su encuentro. Preguntó agitado en la recepción por su condición actual y su ubicación, le informaron que se encontraban bien pero necesitaban reposo y le facilitaron el número de la habitación por lo que, tras agradecer, se encaminó hacia la planta de habitaciones para ingresos. Una vez allí, abrió suavemente la puerta, lo justo para poder asomar la cabeza y ver si en el interior los pacientes estaban dormidos o despiertos ya que no quería interrumpir su sueño. Los encontró hablando así que ingresó, el ambiente era serio entonces los saludó con una sobria inclinación de cabeza.

-Faltaste al entrenamiento.- Regañó a Arturo posando sus ojos en él, aunque en su mirada no había rencor. -Me preocupa su actitud voluntariosa... aunque al mismo tiempo se agradece.- Expresó en un pesado suspiro refiriéndose tanto al peliblanco como al señor Scamander. -¿Qué sucedió?- Les preguntó angustiado. Quería saber la razón por la que el reconocido magizoologista y el viajero dimensional habían acabado ahí. -Su reputación le precede, señor Scamander, y corríjame si me equivoco, pero apuesto que tiene tanta o más curiosidad que yo por saber sobre las criaturas del mundo del viajero dimensional aquí presente. Cuéntanos sobre tu mundo Arturo.- El mundo del joven maestro era el mismo que el del hombre de rulos pelirrojos con unos muchos años de diferencia, pero el de Razor era uno distinto.