Planta de habitaciones para ingresos

Al final me había quedado dormido con el galeón en la mano, no habia sido capaz de mantenerme despierto. EL caso es que como suele pasar, no me di cuenta de cual fue el momento exacto en el cual caí rendido...

Dormí la mayor parte de la noche pero para antes del amanecer, ya estaba con el ojo abierto. Y empezaba a impacientarme, habian muchas cosas por hacer... me habia incorporado en la cama, colocandome las almohadas para quedar sentado con la espalda sobre estas. Necesitaba información, saber de Reed, y de Erika.

Oi entonces a Johan, que habló con voz ronca. Desvié la mirada hacia él, viendo que comenzaba a recobrar la consciencia, con aquella pregunta. Sonreí de lado, respondiendole de modo ironico.

- Tú que crees? - alcé mis hombros. - Oh...a lo mejor estás en una simulación de VR. A lo mejor todo esto es mentira. O yo soy un androide. O lo eres tú. Como James.

Me reí por lo bajo, un poco malignamente, no sabía por qué pero era maraviloso jugar trucos mentales malignos con un somnoliento Johan.

- Solo se que comenzaron a llegar al hospital poco despues que nosotros. No tengo mucha información. Aunque...

Señalé con la cabeza a la mujer rubia, Shyvanna me habia dicho que se llamaba, cuando entró, sobre sus dos piernas. Eh, si ella ya estaba despachada, por que yo no?

- Vienes a darnos el alta? - comenté con una ceja alzada. - Estamos bien. Pero tu tienes buen aspecto teniendo en cuenta que la ultima vez que te vi te derrumbabas vomitando sangre.

Luego se puso a sobar a Thoren muy a saco y desvié la mirada hacia Johan, intercambiando un gesto muy elocuente con él. Cuando terminó con el ruso nos dedicó a ambos unas lentas miradas que a mi entender, decían mucho de lo que estaba pensando. Iba como una moto, eso sin duda. Qué muchacha....

- El unico trío que éste y yo nos hemos montado fue con su tía y no fue un trío amoroso precisamente. Aunque es cierto que yo terminé debajo, te acuerdas? En ese entonces les habría reventado la cabeza a ambos. Lo siento por tu cordura mental, Shyvanna - ladeé la cabeza, mirando a Johan y luego a ella. Se ofrecía voluntaria? La repasé con la mirada. No estaba nada mal, tenía ...muy buen cuerpo. Pero...no había ni punto de comparación. - ¿Cómo están tus hermanos? El rubio, el que se quedó atrapado también con Sirius.

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Terminé de incorporarme y reacomodarme la almohada en la espalda, echando una mirada de mosqueo a Thalos por intentar engañarme con eso de que  estábamos en realidad virtual o que éramos androides. Lo de la realidad virtual ya lo habíamos vivido y fue una putada que no me apetecía recordar.  - Ninguna realidad virtual o androide podría ser tan borde. Pero me vale como respuesta. Estamos vivos y lo hemos conseguido de una maldita vez. - inspiré profundamente aliviado, nos había costado mucho solucionar aquello. Estaba claro que los de Turín lo habían logrado también.  

La llegada de Shyvanna me sorprendió porque no me esperaba una visita por su parte, y mucho menos que estuviese ya en pie. A lo mejor era una impaciente como nosotros y había salido por su cuenta. O no, porque llevaba un pijama como el resto del servicio médico.  - Sí, ya mejor. ¿Y los tuyos? los saqué un poco a lo bestia del lugar y casi pensé que alguno la había palmado. - empecé a alucinar bastante cuando entró modo ligar a saco con el inconsciente Thoren,  mirando de inmediato a Thalos con cara de cotilleo inminente. Alcé la ceja cuando nos hizo esa pregunta tan directa, sin saber si iba en broma o preguntaba en serio. Thalos se encargó de responder, metiendo a la loca de mi tía Macaret de por medio. - Agh, calla. Queríamos matarnos todos a todos. - fue una manera curiosa de conocerse, desde luego. Me hizo gracia que ella se imaginase eso y pensase en una afortunada, intuyendo por su mirada que venía pensado en cosas erótico festivas para celebrar la victoria.  - No hay afortunada. Bueno, la suya supongo que quemaría viva a quien quisiera trío con Thalos. - comenté refiriéndome a Erika, la veía capaz.  - ¿De qué conoces a Thoren?

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Había caído como un tronco con todas las drogas que nos habían puesto en vena tras curarnos, así que no empecé a despertarme hasta  muy tarde.  El ronroneo  y los besos de alguien me fueron espabilando poco a poco, aunque pensaba que eran todo imaginaciones mías, sueños.   - Mmm...andrroides no...-  murmuré todavía con los ojos cerrados, escuchando a medias algo de una cita. Al abrir los ojos me encontré con  una persona rubia sentada en mi cama, y solté lo primero que se me vino a la cabeza. - Aldarron...olvidé el plátano. - me pasé el puño por los ojos para desemborronar la vista, dándome cuenta por fin de que era la chica de la  misión. - ¿Shyvanna? - empecé a incorporarme despacio, maldiciendo en ruso por lo bajo porque me dolían hasta las pestañas.  Aunque eso era señal de que seguía vivo y que no estaba soñando con Shyvanna.

- ¡ME HAS SALVADO! - grité con la voz algo ronca antes de tirar de ella para intentar darle un abrazo efusivo.  Después miré alrededor, estaba con más gente de la misión. Y también estaba Yaroslav, algo que no entendí. - ¡HERMANO! ¿¡QUÉ HACES AQUÍ?! - solté otro gritaco, aunque esta vez me pasó factura y acabé autoprovocándome dolor de cabeza por lo escandaloso. - Ay...el sufrrimiento.- me quejé antes de volver a mirar a Shyvanna, echándole un vistazo interesado a su escote mientras volvía a apoyar la espalda en la almohada. - ¿Qué ha  pasado? -  por lo menos que alguien me explicase algo, ya que me ponían en la habitación con gente que no me caía bien.

Estaba en esto que estas medio despierto, oyes voces pero no, quieres seguir sopando, te haces el sueco a ver si cuela.....

Pero no. No puedes seguir ignorando los hechos cuando gritan tu nombre de ese modo.

Gruñí algo y me incorporé, agarrando las sabanas con un cabreo evidente, mirando a Thoren.

- QUE?! - grité de igual modo. - ME ALEGRO DE VERRTE MEJOR, HERRMANO! - y le tiré mi almohada. Que le dio tambien a Shyvanna, ya que estaban super cerca y la almohada era larga.

Mire a mi alrededor, estaban los que habiamos sacado de Londres...y yo que hacia aqui? Ah si, una roca me aplastó la cabeza. Varias veces, al parecer.

- Os sacamos de la torre de Londrres porrque se caia encima y a algunos del equipo de rescate pues nos cayerron trrozos mas grrandes que a otros. - me acaricié la sien, aun me dolía. - Que pasó en la torre? Teneis que contarrme todo! Segurro que fue una batlala epica!

Me levanté, porque yo en realidad no estaba tan mal, exhibiendo mi pijama de hospital y me acerqué a las ventanas, asomandome y viendo que afuera todo bien. Luego me asomé a la puerta....

- Hmm...no hay morros en la costa...

-No. No dicto órdenes aquí- Le respondió a Thalos alzando suavemente un hombro antes de escuchar lo que le dijo después. El rostro de la Pendragon se oscureció y el horrible sentimiento de dolor, de perder la fuerza y la vida volvió a colarse en ella como un escalofrío. Su mirada cambió de algo casual a algo más profundo e intenso pero no dijo palabra. Se desvió hacia Thoren y buscó lo que, sin duda, era su zona de confort.

-Quería agradeceros por sacarnos, sin vosotros quizás no estuviéramos aquí. Sé que mi hermano está en la UCI junto a Freyja, Goth e Ixión en las habitaciones. Ahora iré a verlos- Mencionó, sonriendo de lado mientras intentaba reacomodarse y olvidar esa sensación de frialdad y muerte de su cuerpo. El murmullo de Thoren le hizo sonreír, ya se despertaría. Le acarició el pecho sintiendo sus pectorales divinos y pensó en concentrarse en buscar heridas pero la conversación del trío era más interesante -Oh…Nadie dijo nada de trío amoroso- Enfatizó la palabra arrugando la nariz -La diversión y el sexo es una cosa, amor otra distinta- Era otro tipo de comunión, una con la que Shyvanna estaba más que contenta. Miró de nuevo a Thalos cuando Johan advirtió aquello -Umm sutil forma de cortar el rollo, moreno. ¿Y tú? ¿Tienes a alguien que quiera quemarme viva por divertirme? - Alzó ambas cejas un momento.

-¿Atrapado?- Inquirió cuando mencionó a Darren pensando que le había perdido de vista en cierto momento. Se mordió el labio -Él está perfecto. Lo curé en cuanto lo vi- Le había abrazado con fuerza, eso era buen motivo. Quería verlo, sí, quería verlos a todos y llevarlos a Avalon. De pronto, Thoren se despertó hablando de un plátano y Shyvanna lo miró con el ceño fruncido -De esta misión ¿Vosotros? - Le preguntó a Johan y luego a Thalos para luego escuchar aquel grito que la hizo reírse, mira, no lo iba a corregir ¿para qué? Mejor que estuviera agradecido y que le diera las gracias con creces, aprovechó el abrazo para restregarse un poco contra él sintiendo el roce contra su piel y sonriendo pícaramente por el escalofrío de placer que le recorrió.

-¿Hermano?- Los ojos de Shyvanna brillaron cuando el otro despertó. Esas “r”. Lo chequeó de arriba abajo mordiéndose el labio antes de recibir la almohada, que le robó otra risa. De acuerdo…Fiesta de pijama con peleas de almohadas y todos desnudos. Le encantaba esa idea ¿Quién se unía? Miró a Thoren recostarse quejándose y lo miró con una sonrisa grande -Lo logramos, Thoren. Ahora somos los salvadores- Le dijo acercando su cabeza a la de él -Y quiero mi recompensa- Agregó y con algo de cuidado se sentó a horcajadas sobre él mientras lo besaba, ignorando deliberadamente a todo el mundo a su alrededor, dejó descansar su cuerpo sobre el de él,  hasta que cierto movimiento le produjo dolor.  Siseó un poco y se sentó, con la frustración siendo muy evidente en su rostro, para ver al hermano de Thoren decir algo de moros -El moro salió corriendo cuando le estaba curando. No entiendo porqué doy tanto miedo- Hizo un gesto de confusión y luego alzó los hombros. Recorrió de nuevo a Yaros con la mirada y observó a Thoren, luego a Yaros, luego a Thoren -¿Os habéis montado un trío? ¿Los hermanitos? – Volvió la vista a Thoren y le acarició el labio suavemente con la punta del dedo índice -¿O no te gusta compartir? Tienes toda la pinta de ser un individualista empotradorrrr-   Ronroneó para luego dejar escapar un suspiro, como ligeramente nostálgico, a sabiendas de que debía esperar -Cuando te den el alta tienes que buscarme en el castillo Pendragon, el de las montañas. No te abrigues mucho porque acabarás sin ropa-

HABITACIÓN 10 - ALA DESCENDIENTES - SAYID IBN SALAH


Saludó con la cabeza  a los tres guardias apostados en la puerta de Sayid, bajo sus propias órdenes nadie podría entrar en esa habitación sin previa aprobación. Nunca estaba demás la vigilancia cuando había algún Pendragon cerca. Ingresó allí, al día siguiente, esperando encontrarlo tranquilo. El día anterior cuando había venido lo había encontrado de nuevo dormido, aparentemente, había estado muy preocupado y le habían sedado.

Con el nuevo despunte del amanecer y a sabiendas de que Arleen había dormido en casa de Sofía, podía venir a hablar con él con más calma. Lo cierto es que aún estaba todo muy reciente y no sabía cómo informárselo a Sayid con suavidad. Esperaba que con su forma de decir las cosas no se lo tomara a mal. Tras analizar mucho la conversación de ayer con Arleen, Vishous se dio cuenta de que Sayid no tenía nada que ver.

Nada.

De modo que a base de una conversación incómoda se iba a enterar de lo que estaba pasando por la cabeza de su hermana y que ella no tenía forma de decírselo y ellos habían estado demasiado ciegos para ver. No, ciegos no. Ocupados. Pero ahora la misión había acabado y … Sayid tenía otra batalla que librar aquí. Aunque no estaría solo, ni él ni Arleen; estaría con ellos y estaba seguro de que Sofía también.

Esperó, sentado en una silla, en silencio mientras se miraba la mano y canalizaba cierta energía creando un campo de los suyos. Si el Descendiente Eire se había ofrecido a ayudarlo no iba a caer en saco roto, quería que le quitara esa mierda de la cara y del brazo.

...

Después de un par de horas esperando, Sayid seguía sopas y él no era quien para despertar a un Descendiente de su descanso tras la misión. Lidiaría él con Arleen así que se desapareció.

- Touché. - respondí cuando Johan dijo que ninguna RV podría ser tan borde. Valía como prueba, no? El mundo era raro. Había que quedarse con lo tangible, o uno....se volvería loco del todo. Mas aun, quiero decir.

Asuntos de tríos a parte, me hizo gracia como Johan se refirió a Erika, pero asentí, totalmente de acuerdo.


"uh, que no hay afortunada? Entonces no está en nada ni con Jo ni con Vyka?"

Lo miré con cara cotilla, en plan, me tienes que contar algo....pero dejé eso a un lado, no era mi estilo. O si? Quiza lo era pero queria disimular que era un maldito cotilla.
- Joder Tosltoi, deja de gritar. - le dije al...bueno, a los rusos, porque el otro empezó a dar caña tambien. Shyvanna parecía tan decepcionada por nuestro no-trío que tuvo que sobetear mas a Thoren.

Nos agradeció haberlos sacado de alli y asentí lentamente. La miré con una ceja alzada....era evidente que habiamos ido todos a nuestra bola al inicio de la misión, no habiamos estado muy "unidos"

- No ibamos a dejaros tirados. Honor de compañeros de armas. El campo de batalla nos iguala a todos....que os sacaríamos de ahi si acababais heridos era algo que se debía de suponer como mínimo, que haríamos. Tan deshonrosos no somos, no Johan? - le dije con una sonrisa de lado. La verdad, nos habiamos ganado mala fama o algo.

"Cuando ser soldado significaba algo.... no como ahora"

Concordaba con la rubia en lo de amor y sexo, pero eso me llevó a encoger los hombros, mi postura era firme.
- Pues imagínate cuando tienes ambos a la vez. - rollos amorosos a parte.... carraspeé cuando se le subio encima, parecia que iban a hacer una peli porno en cualquier momento. - Eh eh, cortaros un poco que tenéis publico. Si os vais a poner a follar entonces que me traigan cigarrillos y yo me pongo a fumar, puestos a romper protocolos de hospitales...

Me terminó dando la risa por lo bajo, modo descojone, por las cosas que se estaban diciendo, bueno, por las cosas que decía Shyvanna al par de hermanos, mas bien. Menudo show.

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El agradecimiento de la Pendragon me sorprendió, aunque tal vez fuesen prejuicios previos porque los habían vendido como unos soberbios. En realidad los conocía poco, no podía juzgar. - No hace falta dar las gracias. Me alegra que los vuestros estén también recuperándose. Luchasteis bien. Y lo que dice Thalos...es muy sucio dejar tirados a otros en el campo de batalla. No hacemos eso. - le di la razón a Thalos, claro que no éramos tan deshonrosos. En esas cosas no.

Me encogí de hombros con cara de culpabilidad por eso de cortarle el rollo, tampoco era mi intención, pero se me había venido Erika a la mente. - Ya no. - respondí algo más serio y de manera escueta a eso de si tenía a alguien que quisiera quemarla por divertirse. Con Josephine ya no había relación de pareja como para que le importase algo así, y con Victorya...nunca hubo relación como tal. A ninguna de las dos le importaría mucho lo que yo hiciese o dejase de hacer. - ¿Y tú, tienes alguien a quien darle celos?- pregunté sin cortarme, ya que ella se había puesto a hablar de tríos así sin más. Lo mío era simple curiosidad.

Aluciné bastante cuando dijo que conocía a Thoren únicamente de la misión, como quien liga en un bar. - De colaboraciones con la Resistencia rusa. Aunque...ahora va por libre. - más bien había sido él quien se había separado, por sus berrinches absurdos. Él comenzó a despertar, y por suerte Yaroslav también, así que decidí hacerles un resumen a los dos de lo que había pasado en la parte final de la batalla. - Tuvimos que aguantar protegiendo al androide hasta que cargó el código, y después...todo empezó a venirse abajo mientras se transformaba. Menos mal que llegaste con el grupo de rescate, Yaros. Lo demás...pues muchas puertas y llaves, androides pesados, gas venenoso...esa clase de putadas de IA malvada- intercambié otra mirada de "mira qué a saco va" con Thalos, especialmente cuando le dijo lo del trío a los hermanos Tolstoi. La situación se volvió algo incómoda de repente, no queríamos una porno en directo y tampoco quería dormirme sabiendo que podían hacer cosas en la habitación.

- Eso dejadlo para la fiesta de celebración, ¿o qué? porque habrá fiesta... - intenté desviar la conversación, haciendo un gesto a Yaros para que controlase a su hermano y su ligue.

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La almohada que lanzó Yaros me dio en toda la cara, pero no me importó porque aquello significaba que él estaba bien, que no había acabado horriblemente herido por bajar a rescatarme. - ¡YA PODEMOS ESCAPARNOS ROBANDO MÁS SILLAS DE ABUELA! - le respondí también a voces a pesar de que Thalos se quejase de nuestros gritos. Además, seguro que mi hermano entendía al referencia y me ayudaba a salir de allí. Seguro que de acoplados en casa de Jo nos recuperábamos mejor que ahí. - Entonces estás aquí porque te cayerron trrozos de techo...- me quedé pensativo un momento tras su explicación y la de Johan, resulta que me había perdido la mejor parte del fin de misión. No contesté directamente a Johan, ni tampoco hablé con Thalos, que me había echado en cara lo de no ayudarles con lo de las medicinas. Casi mejor que Yaroslav no lo supiese, que no quería malos rollos. Lo importante era que habíamos ganado, tal y como decía Shyvanna.

- Los salvadorres...qué bien suena. - y encima tenía a una mujer como ella que había sacado de la misión, todo eran buenas noticias. - Nos recibirán con honorres. Yo también merrezco tu recompensa. - sonreí con toda la intención mientras ella se sentaba a horcajadas. - Sin nadie que nos interrumpa. - no como los pesados de sus hermanos, que estaban todo el rato atosigando. Intenté disimular una mueca de molestia cuando se puso encima, todavía no estaba yo para esos trotes. El beso no me sorprendió porque ya lo habíamos hecho en la misión, y tampoco me importó el público. Hubiese querido seguirlo, pero ella también parecía estar un poco regular todavía. - Dame dos o tres días y verrás. Así tú también recuperrar tu polska interrior. - le comenté de manera confidencial, rodando después los ojos por las quejas de Thalos. - Pues fuma, a ver si así nos echan a todos. - lo que sí que no esperaba para nada era la pregunta de Shyvanna sobre tríos con hermanos, a lo que negué como si me hubiese preguntado lo más raro del mundo. A lo mejor ella tenía esas costumbres...

- ¡No! ¿es que tú con tus hermanos sí? - aquella imagen no me gustó nada, porque ya sabía quiénes eran sus hermanos y me dio bastante mal rollo imaginarla en esa tesitura. - Los Tolstoi no compartimos mujer, sólo vodka. ¿Verdad, hermano? Sólo compartimos a Jo. - no di más explicaciones, al principio lo solté sin malicia como refiriéndome a que era amiga de ambos, aunque más suya que mía. Luego caí en que se podía malinterpretar y que estaba Johan allí, pero decidí callarme para que el otro pensase lo que quisiera. El caso es que Jo me gustaba para mi hermano, y así se separaría definitivamente del Black. Dejé mis maquiavélicos planes de lado porque estaba cansado, suspirando embobado al mirar a Shyvanna decirme que la buscase en las montañas para ese plan tan claro de empotración como ella decía. Lo que no me gustaba era su casa, su casa y sus horribles hermanos. - O si lo prefieres nos vemos en el piso del elf... - me quedé a medias, corrigiendo después con una sonrisa. - Mi piso. Pasaré a recogerte en la plaza y te llevaré a mi piso. Te enviar mensaje con el día y hora.

Se rió un poco cuando Thalos les pidió que dejaran de gritar -Eso eso…Ocupar la boca en cosas más importantes- Alzó las cejas varias veces para hacer referencia a sí misma, por supuesto. Tras eso, quisieron aclarar que aunque hubiesen estado alejados al principio tenían cierto honor de batalla lo que le hizo mirarlos con una sonrisa leve. ¿Sus hermanos habrían pensado lo mismo? Lo dudaba. Si tenían que ponerse ellos por delante, o salvar a alguno de los suyos, darían prioridad. Creía… Era un asunto…pragmático

Miró a Thalos soltar aquello de tener las dos cosas a la vez y ella le sonrió abiertamente, de forma bastante sincera y aunque habló de algo más bien complicado no se notó en su tono de voz, no había reproche en él -Entonces afortunados sois, no todos tenemos la libertad de tener los dos- Dados a elegir, Shyvanna en el fondo deseaba conseguirlo pero había sido educada para tener sus prioridades en orden y dentro de ellas estaba ser casada en beneficio de su linaje. La respuesta de Johan fue tan seca y triste que hizo que hiciera una pequeña mueca -Pillo que es un tema peliagudo. Pero si algún día quieres olvidarte un poquito de las complicaciones…- Alzó el hombro y le batió las pestañas para luego soltar una risa cuando preguntó lo de ella -¿Crees que si hubiese alguien estaría aquí, caliente como el sol, buscando un hombre que me satisfaga?- Negó con la cabeza -Nadie puede sentir celos si no hay lazos y están las cosas claras- Agregó.

Cuando Thoren mencionó que él también merecía recompensas asintió -En eso tienes toda la razón- Lo de las interrupciones, bueno, últimamente sus hermanos estaban muy muy pesaditos. Y su hermana también. No sabía qué historia se traían entre manos pero ella, sola y soltera, iba a disfrutar del nuevo catálogo de hombres de aquella isla -Sí…Debemos- Dijo a lo de recuperarse cuando todos empezaron a hablar y a cortarles el rollo -Dejad la envidia- Puso los ojos en blanco y se acomodó la ropa para luego echarse el cabello hacia atrás toda elegancia ella.

El rebote de la pregunta del trío con sus hermanos hizo que hiciera una mueca de asco al pensar en Wiwi -No, con mis hermanos no- Señaló, porque Gwen había visto cosas y Lake...Miró a Yaroslav -Pero ten en cuenta, que ustedes me tendrían a mí en medio…No es la misma interacción, Thoren- Dijo mirando hacia el techo mientras las imágenes seguían avanzando en su mente, se movió con suavidad con un solo propósito, pero decidió detenerse, frustrada, cuando otro ramalazo de dolor le vibró por todo el cuerpo. Soltó un suave suspiro -Yo también puedo compartir a Jo, quien sea que es. Hace rato que busco un cuarteto con química, el último trío me dejó con tantas ganas… Y mientras más azúcar, más dulce- Se humedeció los labios y decidió que debía salir de aquí, oyendo eso de su piso -Por mi, si me quieres empotrar en el primer roble con el que nos estampemos- Terminó por robarle un último beso corto antes de bajarse con cuidado, por él y por ella -Si quieres que traiga mis juguetitos avísame- Le guiñó un ojo y entonces se giró hacia el resto de hombres de la habitación, se llevó las manos a la cadera y  ladeó la cabeza, evaluándolos

-No lo jodas- Le dijo a Thalos señalándolo con el ceño levemente fruncido -Ahora tenéis vuestra libertad, aprovecharla- Asintió varias veces como autoconvenciéndose de que aquello era bueno. Ellos podían, sí. Luego de eso miró a Johan, entrecerró un poco más la mirada. Abrió la boca un par de veces y luego apretó las muelas. Se mordió el labio -Me gustaría decirte que nunca es tarde para pedir perdón… O… ¿Qué hubiese pasado si hubiesen destruido la isla? ¿De qué te habrías arrepentido? ¿Qué te quedó por decir?- Entonces dejó caer los brazos – Pero… Eso m...- De pronto alguien abrió la puerta y cuando Shyvanna se giró se encontró con la mirada de Artamir. La rubia soltó un grito expresivo de emoción y le saltó encima, él la agarró al vuelo -¡He sobrevivido!- Le gritó a Artamir en el oído mientras el dragón echaba una fría mirada alrededor, saliendo de allí y cerrando la puerta con un portazo que hizo vibrar todas las paredes.

Me quedé vigilando la entrada a ver si daba con el momento adecuado para iniciar la fuga, pero es que cada 15 segundos o asi, cruzaba alguien al fondo del pasillo...

Escuchaba a medias la conversacion. Asi fue como me enteré de lo de Johan , que no tenia a nadie. Bueno Jo me lo había contado ya pero ahora el lo confirmabna! QUE FUERTE. Lo miré indignadísimo. Como podía hacerle eso a Jo? Porrrr queee?!

Le partiría las piernas.

O al menos le amenazaria con hacerlo...

Porque eramos amigos, un poco, y eso.

- Ugh, no. - dije con asco y frialdad  a lo hacer un trio con Thoren y Shyvanna. La sola imagen me provocó escalofrios. Sería como cuando lo pillaba con las revistas porno, en la base de San Petersburgo (tiempos oscuros y solitarios) pero peor. Quedaron para echar un quiqui mientras Thoren decia que él y yo a la unica mujer que habiamos compartido era a Jo, a lo cual asentí.

- Perro Jo tampoco comparrte! Los rusos no somos tan comunistas como pensais.

La rubia se fue, pegaron un portazo  e instantaneamente abri la puerta para ver si iniciabamos la fuga, pero entonces llegaron los enfermeros a querer revisarnos y nos jodieron el plan.... protesté todo lo que pude y más pero no nos dejaron fugarnos.

Cuando nos dejaron los enfermeros fue cuando amenacé a Johan con partirle las piernas si tonteaba con el robótico corazón de Jo. Le dije que debía engrasarlo con mucho cuidado y no romperlo.

Luego canté Alejandro Sanz porque me habia aprendido una cancion en español y venía al pelo para la situacion. Después de eso recuerdo que me drogaron, como al drow, para que me sobara y no diera por saco.

Al día siguiente, vinieron a darnos el alta para que pudieramos irnos a nuestras casas, felices como perdices.

El bueno de Vincent Farnesio comenzó su ronda de revisión de heridos para ver a cuáles podía darles por fin el alta, aunque en los días anteriores ya había dado unas cuantas. A los que estuviesen bien los mandaría a casa a descansar y a tomar calditos, además les daría una piruleta si se portaban bien. Pasó por varias habitaciones dando altas, y al llegar a la de los Pendragon los encontró en un estado bastante bueno, ya recuperados. Les revisó para asegurarse, entregándoles su piruleta de premio. Al cabo de unos minutos pudieron marcharse de allí, al igual que otros que habían pasado por la UCI y que ya habían sido trasladados a planta. Incluso pudo liberar al vampiro del tanque de sangre, dejándole vía libre para ir a donde quisiese, con su propia bolsa de sangre para seguir bebiendo y recuperándose. También dio el alta a Chloe y a Sarah. Únicamente hubo tres que se quedaron, Amaya, Iroh y Cleopatra.

Con todas las altas que había habido recientemente me pareció que la zona más tranquila del hospital en ese momento sería la planta de ingresos. Además, así podrían estar padre e hijo juntos en la misma habitación y el pequeño estaría mucho más vigilado que en urgencias donde la vorágine de gente siempre era aterrador. Les indiqué dónde debían dejar la camilla y pedí al compañero que avisara al jefe, que se supone que era mi responsable el día de hoy… bueno, lo era hace un par de horas. Cogí los guantes azules y una de esas batas que había perchadas y me acerqué a Aedan, esperando que su padre me respondiera a las preguntas que me había contestado antes. -Hola, yo me llamo Justin ¿Y tú, cómo te llamas? ¿Y cómo se llama tu amiguito?- Le pregunté al niño bajo la supervisión de su padre. Esperé sus respuestas fijándome atentamente en los gestos del pequeño -¿Dónde te duele? ¿Te duele la tripita? ¿Te cuesta respirar?-

No sabía palpar la zona abdominal, de modo que no lo hice, esperé a que llegara alguien de mayor rango. Pero todo lo demás podría hacerlo yo solo. -Descúbralo- Le indiqué a su padre. Cogí todo el material básico: el esfingomanómetro pediátrico, el fonendoscopio que le había robado a un compañero, el termómetro y volví a sentarme al lado del niño y procedí con el primero chequeo, rezando a Merlín para que llegara Lucio lo antes posible “Lleva vomitando toda la noche” Recordé -Si no tolera la ingesta oral habrá que ponerle una vía…- Reflexioné en voz alta, buscando todo el material que iba a necesitar. Lo de la sangre en el vómito me parecía súper sospechoso, pero no sabía bien cómo solucionar eso. Aquello era raro, Shyvanna no se había aquejado de aquello. Cogí las primeras constantes y datos y los fui apuntando con cuidado en el informe médico.

El paciente, menor de unos dos años, acude con su padre aquejado de fuertes dolores, vómitos desde anoche y fiebre. Hematemesis presenciada. CyOx3, normorreactivo, ligera palidez.
A la exploración se observa una marca, posiblemente de magia oscura o una maldición, que irradia desde el pecho hasta el cuello y parte del brazo. Se toman constantes: fiebre 39ºC, saturación normal, FC: 130, hipotensión PA: 40/80

-Voy a cogerle sangre para un análisis y si no aguanta la bebida ni la comida voy a pedir un suero glucosado- Información para su padre. Cogí aire y preparé el material para la venopunción. -Va a ser un pinchacito- Le expliqué al niño, rezando para que no duela más de la cuenta y esta vez fluyera la sangre como debía. Pero no y me cagué por dentro del miedo. Recordé las indicaciones de Lucio sobre las causas de error en los análisis de sangre y probé a mover ligeramente la aguja por si, por tratar de hacerlo con cuidado, no había llegado a la vena. Al final, el fluido apareció en el tubo y suspiré aliviado.

El miembro 'Justin Granger' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

Antes de subir a planta intenté responder a Justin todo lo que me había dicho, aunque empezaba a impacientarme por aquello de que no viniese nadie que no estuviese en prácticas. Ni siquiera estaba Chloe por allí. - ¿No están Lucio, Anteia, Oscurus o Jo? - eran los que recordaba, así de primeras. No me separé de la camilla de Aedan hasta que llegamos a la habitación, lugar en el que el Justin intentó hablar con el niño. Él abrió los ojos un momento para mirarle, aunque demasiado agotado para hablar y respiraba entrecortadamente. Se señaló la tripa mientras soltaba un débil quejido, pero luego volvió a cerrar los ojos. Rápidamente le quité la camiseta del pijama, dejando espacio a Justin para que pudiese examinarle mejor. Le pasé una mano por la mejilla a Aedan, intentando espabilarlo sin éxito. .

- ¿Qué le pasa? ¿por qué no reacciona? - pregunté a Justin con tono desesperado, asintiendo rápidamente a lo del suero porque no había otra manera. - Intenté darle agua, pero nada. - apoyé la mano en la cabeza del pequeño mientras el chaval intentaba sacarle sangre, esperando que con aquello tuviésemos más datos de cómo curarlo. No dejaba de darle vueltas a que la única solución podría ser la que habían propuesto. Si era magia tan antigua y oscura no habría manera fácil de solucionarlo. Giré la cabeza hacia Jarkko, recordando lo que había hablado con Catherine sobre lo que sucedió en casa de los Pendragon.

- ¿A ti te han hecho algo en la cabeza? - no lo parecí a simple vista, pero por si acaso le habían metido algo como a mí.

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éxito: sigue consciente
fallo: no reacciona

El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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'Probabilidad' :

El mensaje de Ian no le tranquilizó en lo absoluto. Nada. Nada. Había estado investigando un par de asuntos y atendiendo otros tantos del Consejo y cuando apareció en el hospital Doris en seguida le indicó el sitio pero la palidez de la mujer…No le dio buena espina. Empezó a apretar el paso pero antes de darse cuenta estaba corriendo como alma que lleva el diablo. Abrió la puerta de la habitación y cuando vio la escena el corazón se le fue al piso.

-No…- Una línea plateada de lágrimas se acumuló en sus ojos y buscó la mirada de Ian esperando encontrar respuestas en ella. Cuando se acercó a la camilla vio a su bebito pálido, con los labios rojos por la sangre que había tosido y dormido. ¿Dormido? Un escalofrío le recorrió el cuerpo mientras sentía que las rodillas empezaban a fallarle. Empezó a caminar tambaleante hacia él, soltando un gemido de dolor ante la imagen  y cogió la manito de su niño -Aedan, cariño…- Susurró agachándose y llevando una de sus manos temblorosas hacia su frente, ardiendo como mil demonios  y mientras lo observaba fue consciente de cómo la maldición empezaba a subir por su piel.

Su estómago se hizo un nudo y miró a Ian, las lágrimas cayeron por su rostro sin siquiera pestañear -No encontré nada- Susurró con la voz quebrada, observó a Jarkko un instante sin importarle que viera a través de la propia mentira que le había dicho al Consejo, y volvió su cabeza hacia Aedan mientras seguía acariciándolo -Aedan, despierta- Pidió y rezó antes de realmente organizarse mentalmente para pedirle a Lucio,  Anteia, Jo…A Oscurus incluso que vinieran a ayudar a su bebé. Sólo…sólo que lo estabilizaran, ella se encargaría de lo demás.

El mensaje de Catherine le había puesto los pelos de punta, al menos estaba ya en el hospital, por ende, llegar hasta la habitación no fue difícil. El caso…El caso sí.  Vio a Justin sólo y se acercó poniéndole una mano en el hombro para que se apartara, leyó todo lo que había escrito y le sonrió -Perfecto…Ponle una vía con suero y también con antipiréticos, hará que le baje la fiebre. Mientras tanto mantener el ambiente fresco y no arroparlo. Mantenerle las piernas arriba...Y preparar otra vía para transfusión, en el expediente debe decir su tipo de sangre-

Lo de la maldición…Eso sí que… Se inclinó sobre el bebé, mirando a Catherine y a Ian con calma, esperando que comprendieran la necesidad de que se encontraran bien -La única forma de contener una maldición mientras está activa es con magia blanca y purificación. Los síntomas que veis ahora es porque el cuerpo de Aedan la está combatiendo- Expresó con un tono muy muy muy tranquilo aunque por dentro temía por la vida del crío. Sus manos ya habían empezado a enviar parte de su magia hacia el abdomen de Aedan. Era tan pequeño… Inspiró profundamente y la mantuvo actuando.

Vio que otros ayudantes habían entrado y ordeno que empezaran a monitorear los signos vitales. Aunque Aedan estaba dormido su corazón seguía latiendo correctamente -Tenemos que llevarlo a resonancia primero- Les explicó -Sólo puede venir uno- Informó claramente a los dos mientras miraba a Justin -Ve  y que preparen la máquina- Esperó a que Justin se fuera y entonces los observó a ellos -Cath… ¿Puedes quitarla? ¿Eres experta en ellas, no? ¿Qué necesitas?- Preguntó manteniendo su canalización.

Seguí a Ian rapidamente tras la camilla en la que se habian llevado a Aedan, pero permaneciendo en un segundo plano. Ian había dicho que era culpa de los putos Pendragon, y la verdad es que lo creía.

Tragué saliva, estaba preocupado por el niño y no podía hacer mucho mas salvo observar y estar alli para ayudar a Ian....moralmente? Si, porque otra cosa...

Cuando se giró y me preguntó aquello lo miré genuinamente exgtrañado y preocupado a partes iguales.
- Que yo sepa....no. Sospechas algo? A tí...te han hecho algo? Estuvimos demasiado tiempo inconscientes en su casa....

"Y eso si fue culpa mia, maldita sea"

Sabía de sobra como se sentía tener la cabeza alienada por los pensamientos e ideas de otros, y la sola idea me repugnaba. Catherine no tardó en llegar, desmoronándose ante la vision de su hijo. Y no me extrañaba, hablaban de una maldición que se extendía por...por un cuerpo tan pequeño. Y al parecer, cortar por lo sano, esta vez no era una opción. Apreté mis metálicos puños mientras las sombras del interior de mis brazos se agitaban lentamente, e intercambié una mirada rapida con Ian.
- Quien lo ha maldito?

Empezaba a acumularse gente en aquella sala y eso no era lo que esperaba. Resultó ser que el amigo del padre de la criatura tuvo por bien aparecerse por el hospital y andar siguiéndoles por los pasillos. Traté de explicar a Ian que no era la primera vez que veía aquella marca, solo que, en la ocasión anterior era bastante más diferente -Era más oscura, y no tenía esas ramificaciones- Le expliqué. Quizás estaba así por ser un infante, no tenía ni idea. Pero la descendiente LeFay tenía una marca similar e Ian confirmaba la presencia de la maldición y que los Pendragon tenían algo que ver. Aquello descartaba el contagio y que se hubiera activado con los juegos sexuales entre Shyvanna y Thoren. Pero, ¿entonces? ¿Qué vinculaba a Catherine, Aedan y, como mínimo, a Shyvanna? Y, ¿por qué Lucio tardaba tanto? Se le acababan los recursos de qué es lo que podía y sabía hacer. No lo había hecho nunca, pero quizás, si canalizaba magia de sanación…

-He llamado a Lucio… estará al caer- Le expliqué al padre. Y entonces todo se puso raro porque el niño quedó inconsciente. Traté de llamarle la atención, las palabras no funcionaban y el estímulo táctil tampoco… solo quedaba el doloroso. Gracias a todos los dioses paganos que a aquella molestia el niño ponía caras raras. Oscurus le había dicho en urgencias que, si pasaba algo similar, debía poner oxígeno y estimular para valorar consciencia. Cuando se levantó de la silla para ir a por el material llegó la madre. Le dejó espacio por respeto y empatía, sintiendo cómo el corazón se le encogía. Se mordió los labios, para hacerse físicamente daño y tratar de pasar por encima de aquel sufrimiento, se estaba poniendo muy nervioso y tenía que tratar de calmar aquellos sentimientos para enfocarse en buscar soluciones a aquel problema. ¿Pero por qué no venía nadie a ayudarle, maldita sea? En ese momento, quería llorar. Mucho y muy fuerte. Cogió aire y se acercó a la cama. -Los médicos están de camino. No tardarán, ¿vale?- Se dirigió a Catherine, pero en realidad aquello era un recordatorio para sí mismo -Voy a ponerle oxígeno para… que esté mejor- Le colocó aquellas gafas nasales pediátricas, casi de juguete. Si no venía nadie, a la de ya, tomaría las decisiones por él solo. Total, ya tenía el suero en el bolsillo, y la vía estaba cogida… Ni se percató de la entrada de la doctora. El contacto de Anteia sobre su hombro se notó como un chorrazo de paz en su mente. Se le escapó una bocanada de aire, relajada ante toda la tensión. Asintió y empezó a operar como le habían indicado. Purgó el suero y lo puso en la vía, ya lo tenía preparado. Preparó los antipiréticos para inyectarlos en la canalización y en aquella sala había también reabastecedoras, a falta de sangre. Las puso también. Mientras, escuchaba aquello de que solo la magia blanca podría curar aquello. Quizás Sean sabría cómo hacerlo… o sabía de alguien que fuera rompemaldiciones.

Asintió a Anteia, salió corriendo de aquella habitación para preparar la maquinaria necesaria para tratar al niño. ¿Qué es lo que no estaba encajando? Catherine, Aedan, Shyvanna, los Pendragon… Sí, la maldición era la misma, pero, ¿cómo podía atacar todos aquellos los cabos? ¿Era algo que les pasaría a todos los afectados por aquella maldición? ¿Cuántos más estaban afectados por aquello? Muchas preguntas, pocas respuestas. -Dra. Malfoy, la resonancia ya está lista- Le respondió, resuelto, cuando volvió a la sala donde estaba el niño con todas aquellas personas. ¿Sabría Lucio qué estaba pasando?