Recuerdo del primer mensaje :
Planta de habitaciones para pacientes ingresados. Hay varias habitaciones, con varias camas en cada habitación. Las camas pueden separarse con biombos.
Planta de habitaciones para pacientes ingresados. Hay varias habitaciones, con varias camas en cada habitación. Las camas pueden separarse con biombos.
La seguridad con la que le habló Vishous le infundó valor. Tal vez no era consciente de la importancia que tenía tenerlo de su lado. Sabía que en esa situación lo más importante para ella iba a ser su familia, apoyarse en ellos cuando se sintiera incómoda. Pero las amenazas de Vishous de lastimar a Sayid le parecieron descabelladas y fuera de lugar. Si se iba a poner en ese plan mejor era no contarle nada. Se mantendría calladita para que no hubiese problemas. No podía imaginarse de lo que sería capaz su hermano por ella pero por sus palabras se daba una idea y no pretendía que su honor se viera manchado por una relación infeliz.
-Que no, Vishous…- Murmuró antes de escuchar aquello de Sofía, lo miró con una ceja alzada y bastante sorprendida. No tuvo ni qué preguntar. La había dejado sin palabras. Nunca había pensado no sólo que se atrevería a casarse él sino que además con una Descendiente, complaciendo a madre. Iba a preguntarle tantas cosas pero estaba clarísimo por su rostro que era lo único que iba a soltar en ese momento. Suspiró, como dando por zanjado el tema hasta más adelante. Al oír la puerta se puso nerviosa de nuevo y lo miró, subió una mano para taparle la boca como si lo que hubiese dicho era cruel pecado.
Se reacomodó en la camilla cuando V se levantó y trató de estar presentable pero lo cierto es que tenía una pinta deplorable de enferma, pero no lo sabía, porque no tenía espejo. Estaba sólo un ápice mejor que ayer -Adelante- Musitó notando que V le tapaba toda la imagen de Sayid y negando con la cabeza con una sonrisa. Pero las primeras palabras le resultaron ofensivas y arqueó las cejas con sorpresa, en cuanto escuchó un murmullo carraspeó -Adiós hermano- Despidió y lo vio irse tras Sayid, la morena miró al Descendiente con una sonrisa incómoda -Lo siento. Tengo hermanos sobreprotectores y padres exigentes- Explicó y se pasó el cabello detrás de las orejas viendo cómo cerraba la puerta detrás de él.
No sabía si tenía que darle la respuesta inmediatamente pero le parecía absurdo no tener, siquiera, una conversación educada -¿Cómo os encontráis hoy? ¿Todas vuestras heridas sanaron?- Preguntó, por hacer un poco de charla mientras acomodaba las sábanas que la cubrían como si con eso pudiera retrasar el tiempo y la pregunta que venía a hacerle y que le generaba tantísimo nerviosismo. Tanto que en la máquina se vio, de nuevo, que su corazón latía con rapidez. Miró hacia allí y se rió un poco, nerviosa, por supuesto; y miró a Sayid como disculpándose por ello mientras se le sonrojaban las mejillas.
-Que no, Vishous…- Murmuró antes de escuchar aquello de Sofía, lo miró con una ceja alzada y bastante sorprendida. No tuvo ni qué preguntar. La había dejado sin palabras. Nunca había pensado no sólo que se atrevería a casarse él sino que además con una Descendiente, complaciendo a madre. Iba a preguntarle tantas cosas pero estaba clarísimo por su rostro que era lo único que iba a soltar en ese momento. Suspiró, como dando por zanjado el tema hasta más adelante. Al oír la puerta se puso nerviosa de nuevo y lo miró, subió una mano para taparle la boca como si lo que hubiese dicho era cruel pecado.
Se reacomodó en la camilla cuando V se levantó y trató de estar presentable pero lo cierto es que tenía una pinta deplorable de enferma, pero no lo sabía, porque no tenía espejo. Estaba sólo un ápice mejor que ayer -Adelante- Musitó notando que V le tapaba toda la imagen de Sayid y negando con la cabeza con una sonrisa. Pero las primeras palabras le resultaron ofensivas y arqueó las cejas con sorpresa, en cuanto escuchó un murmullo carraspeó -Adiós hermano- Despidió y lo vio irse tras Sayid, la morena miró al Descendiente con una sonrisa incómoda -Lo siento. Tengo hermanos sobreprotectores y padres exigentes- Explicó y se pasó el cabello detrás de las orejas viendo cómo cerraba la puerta detrás de él.
No sabía si tenía que darle la respuesta inmediatamente pero le parecía absurdo no tener, siquiera, una conversación educada -¿Cómo os encontráis hoy? ¿Todas vuestras heridas sanaron?- Preguntó, por hacer un poco de charla mientras acomodaba las sábanas que la cubrían como si con eso pudiera retrasar el tiempo y la pregunta que venía a hacerle y que le generaba tantísimo nerviosismo. Tanto que en la máquina se vio, de nuevo, que su corazón latía con rapidez. Miró hacia allí y se rió un poco, nerviosa, por supuesto; y miró a Sayid como disculpándose por ello mientras se le sonrojaban las mejillas.
Sayid Ibn Salah
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Al escuchar la voz de la sanadora abrí la puerta encontrándome con el teniente Royden, lo saludé con una sonrisa como era habitual pero parecía no estar por la labor -Buenos días teniente- dije en un tono serio cruzando mis manos a mi espalda mientras me erguía en una pose imponente, no sabía a que venía aquello pero la descortesía y las malas maneras no eran santo de mi devoción, levanté una ceja cuando me recorrió con la mirada y abrió la boca nuevamente pero Arleen lo atajó con un simple sonido -Nos veremos después en las dependencias de la guardia teniente- si tenía algo que decirme estaría encantado de escucharlo en un entrenamiento.
en cuanto nos quedamos a solar pasé hasta la silla cerca de la mujer aún con un gesto poco amable, buena forma de empezar la mañana -No se preocupe señorita Royden, comprendo que es una situación difícil para todos y no menos inesperada para ambos- me senté y me crucé de brazos mirándola por fin, parecía nerviosa y su sonrisa era forzada, de inmediato relajé el gesto al escuchar su pregunta y sonreí amablemente -No se preocupe por mi, no soy yo quien está en una cama de hospital, con descansar un día más estaré perfecto ¿que tal se encuentra usted esta mañana? ayer parecía algo alterada cuando llegué- el aparato a su lado empezó a hacer un ruido más seguido y supuse que mi pequeña charla con su hermano la había puesto nerviosa.
Cambié el tema por algo menos serio recordando la conversación del día anterior -¿como va el proyecto con Giordano? ¿al final regresó a verla ayer?- los había interrumpido de forma un tanto descortés y claro, entendía la mirada de molestia por parte del italiano y sobretodo la de ella -Siento haber tenido que interrumpir su conversación con él, en otras circunstancias me habría marchado pero considero que esto es un tema serio-
en cuanto nos quedamos a solar pasé hasta la silla cerca de la mujer aún con un gesto poco amable, buena forma de empezar la mañana -No se preocupe señorita Royden, comprendo que es una situación difícil para todos y no menos inesperada para ambos- me senté y me crucé de brazos mirándola por fin, parecía nerviosa y su sonrisa era forzada, de inmediato relajé el gesto al escuchar su pregunta y sonreí amablemente -No se preocupe por mi, no soy yo quien está en una cama de hospital, con descansar un día más estaré perfecto ¿que tal se encuentra usted esta mañana? ayer parecía algo alterada cuando llegué- el aparato a su lado empezó a hacer un ruido más seguido y supuse que mi pequeña charla con su hermano la había puesto nerviosa.
Cambié el tema por algo menos serio recordando la conversación del día anterior -¿como va el proyecto con Giordano? ¿al final regresó a verla ayer?- los había interrumpido de forma un tanto descortés y claro, entendía la mirada de molestia por parte del italiano y sobretodo la de ella -Siento haber tenido que interrumpir su conversación con él, en otras circunstancias me habría marchado pero considero que esto es un tema serio-
Bellatrix Alighieri escribió:Aquella muchacha no conocía a Bellatrix, si lo hiciera sabría que la bruja no sonreía ni cuando estaba feliz y tampoco parecía muy observadora ya que tener los globos oculares completamente teñidos de negro no era algo normal, se ve que ni siquiera había prestado atención a su voz.
A Reapper le resultó gracioso que no le creyera sobre que no era Bellatrix, a ella por otra parte le resultó casi insultante. Buscó recuperar el control de su cuerpo con más fuerza, tuvo ligeros espasmos y el negro de los ojos se aclaró por un instante pero luego volvió el negro sólido. Reapper no estaba dispuesto a volver al aburrimiento en el que la bruja lo confinaba.
-¿Crees que te va a responder?¿Responderle una zanahoria? No, pero voy a responder por ella sólo para que te arrepientas por no haberme preguntado a mí. Ella no está completamente en desacuerdo con los Pendragon ¿Escuchaste lo que dijo durante la fiesta de la elección de nuevos linajes? Dejó entrever algunos de sus pensamientos, por lo general juzga en silencio.- Habló con su voz chillona y apresuradamente, sabiendo que Bellatrix volvería a tomar el control pronto.
-Para lo único que me habla es para criticar a los miembros del Concejo, es desespe- No pudo terminar la oración ya que el alma de Bellatrix volvió a tomar el control del cuerpo erradicando la bruma negra de sus ojos para volver a dejar a la vista sus ojos azul hielo.
Se reacomodó en la camilla, sentándose, miró a la mujer y carraspeo incómoda preguntándose si debía disculparse. Reapper no solo la había agredido verbalmente, sino también físicamente, eso era preocupante.
-Lamento lo ocurrido. Has hecho bien en no seguirle el juego. Entenderé si resuelves volver a esposarme, ya me siento mejor.- Habló con la voz de siempre con tono pausado y contenido. Le tendió las muñecas para que le vuelva a poner los grilletes, si así lo consideraba conveniente.
-¿Cuándo seré dada de alta?- Ansiaba salir de aquel lugar, debía charlar con cada miembro del Concejo, recuperar el puesto del Concejo que le correspondía, ganar la confianza de los Pendragon y sus vasallos para que el sacrificio de Matvey no sea en vano, deshacerse de ellos y traer de vuelta al nigromante, cueste lo que cueste.
La Bellatrix poseída me daba bastante mal rollo, y mucho más de pensar todo lo que iba asociado con espíritus, posesiones, demonios y demás. El que se encargaba de esos temas era Matvey, y no estaba aquí para ayudar. Pensé en llamar a Aldaron, pero él tampoco tendría mucha idea del asunto. Esperaba poder controlar la situación yo sola. Me mantuve a los pies de la cama, sin acercarme aún por prudencia. Escuchar el apellido Pendragon me puso bastante tensa. - ¿En qué está de acuerdo con los Pendragon? no han actuado bien. - tampoco me gustó eso de que Bellatrix criticase a los miembros del Consejo, favorecía la desunión y podía provocar problemas. La frase quedó a medias cuando la mujer pareció volver a su ser, sin todas aquellas características espeluznantes que indicaban la posesión.
"aunque sigue diciendo Concejo en vez de Consejo"
- Mmm...supongo que vuelvo a hablar con Bellatrix. No sabía que te pasaba eso de manera tan intensa. Sé lo de que hablas con espíritus y demás, pero...pensé que posesiones como la del espíritu Pendragon no eran habituales. ¿Quién era el otro? ¿Es cierto lo que dice sobre ti?- pregunté con cierto temor, acercándome un poco a ella. Negué con la cabeza cuando me ofreció sus muñecas para ponerle los grilletes. No me correspondía a mí volver a esposarla. - Drenaban tu energía mágica. No te voy a poner las cadenas. Quiero que estés fuerte para mantener a raya a ese espíritu y a cualquier otro que pueda perjudicar. Desconozco lo que quieren hacer los guardias contigo, pero puedo avisarles. - me acerqué a ella para examinarla, comprobando que su temperatura ya no era tan baja como cuando llegó, y que con las sanaciones y otras pociones había mejorado. - Te sacaré sangre para hacerte un análisis y ver si estás lista para irte. - me di la vuelta para ir hacia el armario de materiales, preparando lo necesario para una extracción. Después regresé a su lado, pidiendo que extendiera el brazo.
Al recordar porqué estaba alterada cuando llegó Sayid las mejillas le cobraron un color un poco más intenso -Un compañero hizo un comentario fuera de lugar que me puso nerviosa- Le explicó con total naturalidad pese a que estaba realmente alterada, al menos interiormente, pero Arleen era una persona que había aprendido -gracias a su profesión- a controlar los nervios e incluso el pulso pero no su corazón y tampoco la máquina, a la que le dedicó una mirada de molestia por delatarla -Pero estoy bien. Ayer en la tarde me sedaron y han pasado en varias ocasiones para hacerme sanaciones. Yo me he hecho unas propias. Creo que en dos días o menos podrán darme de alta, dependerá de ellos. Esta vez me han quitado toda la autoridad- Le explicó a Sayid antes de recostarse en la camilla un poco más cómoda y relajada. Al menos no estaba enojado por la actitud de Vishous y eso la tranquilizaba.
La mencionó de Giordano hizo que mirara su libreta, que limpió de inexistentes motas de pelusa, con una leve sonrisa -No, no volvió pero he hecho varios avances con respecto a los índices a evaluar para una posible extracción. Y también estoy pensando en qué tipo de instrumentos o pociones sería factible que llevaran para una curación exprés – Alzó la vista hacia él, con ligera curiosidad, después de todo se había quedado con la espinita desde el día anterior al oír sus sugerencias -¿Os gustaría verlas? – No le tuteó porque él no lo estaba haciendo y no se saltaría aquella norma del protocolo tan descaradamente.
-Si… es un tema serio- Arleen se removió incómoda pero sólo para girarse un poco hacia él y aunque la máquina seguía delatando su corazón acelerado sonrió con tranquilidad -Ayer… Me preguntasteis si tenía una persona especial. Tuve mucho tiempo para pensar y me sorprendió que os fuerais tan rápido pero sobretodo que hayáis dado por sentado que yo no os preguntaría si vos tenéis a alguien especial…- Se apartó un mechón del cabello y se lo puso tras la oreja de nuevo, mientras esperaba la respuesta -Sé que debéis casaros pero ¿Es que vos tampoco podéis elegir? ¿Qué sucede si dijera que no? ¿Qué pasaría con usted?- Inquirió, demasiado curiosa para mantener la boca callada.
Alargó una mano hacia él para que no malinterpretara las cosas, como pidiéndole un momento -Son preguntas hipotéticas. Quisiera entender la situación al completo- Señaló y entonces sonrió con dulzura y sinceridad, recordando la promesa que se había hecho a sí misma el día anterior. Y una promesa que le había hecho a él, aunque él no lo supiera aún -Porque indiferentemente de las respuestas, estaría encantada de ser vuestra esposa- Pero después se llevó el dedo índice a la barbilla -Excepto si vuestro corazón pertenece a otra mujer. Eso...sería hacernos daño a los tres-
La mencionó de Giordano hizo que mirara su libreta, que limpió de inexistentes motas de pelusa, con una leve sonrisa -No, no volvió pero he hecho varios avances con respecto a los índices a evaluar para una posible extracción. Y también estoy pensando en qué tipo de instrumentos o pociones sería factible que llevaran para una curación exprés – Alzó la vista hacia él, con ligera curiosidad, después de todo se había quedado con la espinita desde el día anterior al oír sus sugerencias -¿Os gustaría verlas? – No le tuteó porque él no lo estaba haciendo y no se saltaría aquella norma del protocolo tan descaradamente.
-Si… es un tema serio- Arleen se removió incómoda pero sólo para girarse un poco hacia él y aunque la máquina seguía delatando su corazón acelerado sonrió con tranquilidad -Ayer… Me preguntasteis si tenía una persona especial. Tuve mucho tiempo para pensar y me sorprendió que os fuerais tan rápido pero sobretodo que hayáis dado por sentado que yo no os preguntaría si vos tenéis a alguien especial…- Se apartó un mechón del cabello y se lo puso tras la oreja de nuevo, mientras esperaba la respuesta -Sé que debéis casaros pero ¿Es que vos tampoco podéis elegir? ¿Qué sucede si dijera que no? ¿Qué pasaría con usted?- Inquirió, demasiado curiosa para mantener la boca callada.
Alargó una mano hacia él para que no malinterpretara las cosas, como pidiéndole un momento -Son preguntas hipotéticas. Quisiera entender la situación al completo- Señaló y entonces sonrió con dulzura y sinceridad, recordando la promesa que se había hecho a sí misma el día anterior. Y una promesa que le había hecho a él, aunque él no lo supiera aún -Porque indiferentemente de las respuestas, estaría encantada de ser vuestra esposa- Pero después se llevó el dedo índice a la barbilla -Excepto si vuestro corazón pertenece a otra mujer. Eso...sería hacernos daño a los tres-
Sayid Ibn Salah
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Con lo del comentario estaba claro de quien era la culpa, había pillado al elfo con las manos en la masa y solo pude echarme a reír -Aldaron no es lo que puedes definir como una persona discreta, pero no es mala persona, no se lo tengas en cuenta- ahora entendía lo que hacía ayer en la puerta. Asentí cuando me explicó que se encontraba mejor pero eso de hacerse autosanaciones ¿estaba bien? - a Juzgar por el sonido de la máquina diría que sus compañeros han hecho bien en quitarle autoridad, a veces no somos conscientes de nosotros mismos pero siempre viene bien una mano amiga que te abra los ojos, aunque sea un elfo algo chalado- dije guiñándole un ojo en señal de complicidad, la notaba demasiado tensa y no sabía si era por mi presencia u otra cosa.
De nuevo asentí cuando me ofreció sus anotaciones sobre la máquina de extracción, no había perdido el tiempo y sin duda era una persona inteligente -Es muy interesante señorita Royden, ¿que tal añadir algo de defensa extra? el campo de batalla no espera por nadie y en caso de que tomaran como objetivo al autómata la persona de dentro podría verse comprometida... es solo una sugerencia- le devolví el cuaderno y ya que estaba añadí algo más -si necesita ayuda y puedo brindársela sepa que estaré encantado de colaborar-
hice una pequeña reverencia a modo de disculpa por mi marcha en el día anterior, no lo consideré precipitado pero ella tenía otra impresión -Lo siento mucho, pensé que sería mejor dejaros meditar algo tan importante- escuché sus preguntas y me sorprendió -Verá señorita Royden, no es que no pueda elegir pero mi posición me deja poco tiempo para asuntos personales y por supuesto es un reclamo para otras más interesadas en mi posición y no en la persona, siempre aspiré a encontrar esa persona especial y créame cuando le digo que si la tuviera ya estaría casado, pero por desgracia no ha sido así y mi deber como descendiente me obliga a casarme y dejar un heredero que tome mi lugar en el consejo- le sonreí cuando su mano se extendió hacia mi y la tomé con la mía -Yo estoy obligado por las leyes del consejo pero no es justo que se vea arrastrada a esta situación, es una mujer libre señorita Royden y decida lo que decida yo la apoyaré-
La declaración de la morena a pesar de ser una opción me tomó por sorpresa, esperaba algo de duda pero parecía convencida de ello -no hay nadie a quien pueda entregar mi corazón en este momento así que no se preocupe..- dejé la silla y aún sosteniendo su mano me arrodillé al lado de la cama -pero si de verdad está segura de esto, le puedo prometer que daré todo de mi parte por darle la vida que se merece- después de eso dejé un delicado beso en su mano para levantarme y escuchar su respuesta definitiva.
De nuevo asentí cuando me ofreció sus anotaciones sobre la máquina de extracción, no había perdido el tiempo y sin duda era una persona inteligente -Es muy interesante señorita Royden, ¿que tal añadir algo de defensa extra? el campo de batalla no espera por nadie y en caso de que tomaran como objetivo al autómata la persona de dentro podría verse comprometida... es solo una sugerencia- le devolví el cuaderno y ya que estaba añadí algo más -si necesita ayuda y puedo brindársela sepa que estaré encantado de colaborar-
hice una pequeña reverencia a modo de disculpa por mi marcha en el día anterior, no lo consideré precipitado pero ella tenía otra impresión -Lo siento mucho, pensé que sería mejor dejaros meditar algo tan importante- escuché sus preguntas y me sorprendió -Verá señorita Royden, no es que no pueda elegir pero mi posición me deja poco tiempo para asuntos personales y por supuesto es un reclamo para otras más interesadas en mi posición y no en la persona, siempre aspiré a encontrar esa persona especial y créame cuando le digo que si la tuviera ya estaría casado, pero por desgracia no ha sido así y mi deber como descendiente me obliga a casarme y dejar un heredero que tome mi lugar en el consejo- le sonreí cuando su mano se extendió hacia mi y la tomé con la mía -Yo estoy obligado por las leyes del consejo pero no es justo que se vea arrastrada a esta situación, es una mujer libre señorita Royden y decida lo que decida yo la apoyaré-
La declaración de la morena a pesar de ser una opción me tomó por sorpresa, esperaba algo de duda pero parecía convencida de ello -no hay nadie a quien pueda entregar mi corazón en este momento así que no se preocupe..- dejé la silla y aún sosteniendo su mano me arrodillé al lado de la cama -pero si de verdad está segura de esto, le puedo prometer que daré todo de mi parte por darle la vida que se merece- después de eso dejé un delicado beso en su mano para levantarme y escuchar su respuesta definitiva.
Cuando indicó lo de la máquina sonrió brevemente de lado. Era cierto que no estaba autorizada pero era bien consciente de dónde sentía dolor, mucho más que ellos; con lo cual desde su punto de vista no había nadie mejor que ella misma para curarse pero no añadiría nada -La máquina suena así porque tengo el corazón acelerado- Le dijo manteniendo la cordialidad, con suma simpatía.
Estudió su rostro al ver las anotaciones, sin duda, había inteligencia y eso le generaba mucha paz. Si algo había temido es que no pudiera tener conversaciones con la persona con la que pasaría el resto de su vida. Le resultaba absolutamente agobiante un panorama de silencio en su residencia. O que no tuvieran nada en común. La sugerencia fue bien tomada y Arleen no perdió tiempo en anotarla. El autómata de por sí sería una especie de cápsula pero no sabría si podrían instalar un mecanismo de autodefensa, en ese ámbito Giordano tenía más experiencia -Sería un placer. Todo estamos juntos en esto- Indicó, terminando de anotar con su hermosa caligrafía. Guardo la libreta hacia un lado para acatar asuntos más importantes.
-No tenía que meditarlo. Me han preparado toda mi vida para esto- Indicó con tranquilidad para después negar con la cabeza, indicándole que no le importaba. Lo demás si que lo oyó con interés y de verdad que le resultó tranquilizador que tuviera la deferencia de preguntarle su opinión. Recordó a Aldaron y su escasa información malsana sobre Sayid, tal vez aquel hombre era lo que se esperaba de un Descendiente. Un ejemplo a seguir. Aunque era consciente de que había hablado de herederos. Tal vez era momento de decirle que no era virgen. ¿O eso para después? Se le colorearon las mejillas de nuevo pensando en que no era un tema que queria tratar pero tal vez para él sería de importancia
Pero entonces se levantó y le aseguró que no había nadie más. Eso le tranquilizó también. Al menos los dos iban a casarse sin tener sus corazones comprometidos. Tal vez podían llegar a algo más. Arleen lo miró cuando se arrodilló entre sorprendida y emocionada, sintiendo que el corazón le latía con más fuerza porque nunca se imaginó que un matrimonio arreglado podría resultar tan romántico. La morena se llevó la otra mano al corazón y asintió brevemente -Estoy segura- Indicó y apretó su mano con suavidad como dando por sentado que estaba de acuerdo. Inspiró profundamente, sintiendo que estaba por darle algo porque eso era lo más romántico que le había sucedido en los últimos… En toda su vida. Ni sus citas habían sido tan bonitas -Y tenga por seguro que yo haré lo mismo- Indicó con una sonrisa dulce. Al menos, aquello pintaba bien.
No le soltó la mano, le sostuvo un momento y le miró a los ojos con curiosidad -¿Ya podemos tutearnos?- Cuestionó confundida -Porque…- Inspiró de nuevo, muy profundamente, se le notaba el agobio a leguas -Tengo algo que deciros… No sé si…Mi madre habrá informado a vuestra familia. No estoy segura de que lo sepa. Pero yo…- Entrecerró los ojos sintiendo que el sonrojo empezaba a esparcirse hasta las orejas, buscando las palabras exactas para no sonar vulgar. No sabía si en su religión aquello era una afrenta -No soy doncella. No sé si eso…Afectará el enlace o no….Ni quedaré perfecta Se señaló el hombro donde seguramente habría una cicatriz muy fina -...Pero considero que debería decírselo-
Estudió su rostro al ver las anotaciones, sin duda, había inteligencia y eso le generaba mucha paz. Si algo había temido es que no pudiera tener conversaciones con la persona con la que pasaría el resto de su vida. Le resultaba absolutamente agobiante un panorama de silencio en su residencia. O que no tuvieran nada en común. La sugerencia fue bien tomada y Arleen no perdió tiempo en anotarla. El autómata de por sí sería una especie de cápsula pero no sabría si podrían instalar un mecanismo de autodefensa, en ese ámbito Giordano tenía más experiencia -Sería un placer. Todo estamos juntos en esto- Indicó, terminando de anotar con su hermosa caligrafía. Guardo la libreta hacia un lado para acatar asuntos más importantes.
-No tenía que meditarlo. Me han preparado toda mi vida para esto- Indicó con tranquilidad para después negar con la cabeza, indicándole que no le importaba. Lo demás si que lo oyó con interés y de verdad que le resultó tranquilizador que tuviera la deferencia de preguntarle su opinión. Recordó a Aldaron y su escasa información malsana sobre Sayid, tal vez aquel hombre era lo que se esperaba de un Descendiente. Un ejemplo a seguir. Aunque era consciente de que había hablado de herederos. Tal vez era momento de decirle que no era virgen. ¿O eso para después? Se le colorearon las mejillas de nuevo pensando en que no era un tema que queria tratar pero tal vez para él sería de importancia
Pero entonces se levantó y le aseguró que no había nadie más. Eso le tranquilizó también. Al menos los dos iban a casarse sin tener sus corazones comprometidos. Tal vez podían llegar a algo más. Arleen lo miró cuando se arrodilló entre sorprendida y emocionada, sintiendo que el corazón le latía con más fuerza porque nunca se imaginó que un matrimonio arreglado podría resultar tan romántico. La morena se llevó la otra mano al corazón y asintió brevemente -Estoy segura- Indicó y apretó su mano con suavidad como dando por sentado que estaba de acuerdo. Inspiró profundamente, sintiendo que estaba por darle algo porque eso era lo más romántico que le había sucedido en los últimos… En toda su vida. Ni sus citas habían sido tan bonitas -Y tenga por seguro que yo haré lo mismo- Indicó con una sonrisa dulce. Al menos, aquello pintaba bien.
No le soltó la mano, le sostuvo un momento y le miró a los ojos con curiosidad -¿Ya podemos tutearnos?- Cuestionó confundida -Porque…- Inspiró de nuevo, muy profundamente, se le notaba el agobio a leguas -Tengo algo que deciros… No sé si…Mi madre habrá informado a vuestra familia. No estoy segura de que lo sepa. Pero yo…- Entrecerró los ojos sintiendo que el sonrojo empezaba a esparcirse hasta las orejas, buscando las palabras exactas para no sonar vulgar. No sabía si en su religión aquello era una afrenta -No soy doncella. No sé si eso…Afectará el enlace o no….Ni quedaré perfecta Se señaló el hombro donde seguramente habría una cicatriz muy fina -...Pero considero que debería decírselo-
Sayid Ibn Salah
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Nacionalidad
no dije nada ante la aclaración de la sanadora por la máquina, podía ver que si ritmo cardíaco iba acelerado, lo que me inquietaba era la razón pero si ella no se molestaba por ello tal vez lo mejor era no preguntar, con lo de la libreta hice los mismo en cuanto se la devolví pero al decir que todos estábamos juntos no pude evitar pensar en Sigrid y por supuesto informar a la morena de su presencia en mi residencia de ser necesario.
No tardamos mucho en abordar el tema de la boda pero la respuesta de Arleen no me dejó menos preocupado ¿qué significaba exactamente que la llevaban preparando para eso toda la vida? lo último que quería era una cazafortunas más que solo quería ser la mujer de un descendiente y vivir del cuento aunque ella tenía toda una carrera y una vida, además dudaba que mi abuela hubiera seleccionado a cualquier persona por lo que solo me quedaba darle el beneficio de la duda.
De nuevo le pregunté si estaba segura con toda la cortesía que me caracterizaba, vi el color de sus mejillas y el infernal pitido de la máquina lo acompañaba, la respuesta era afirmativa así que ya no había marcha atrás, tendríamos boda -Entonces vendré a verla en los próximos días mientras permanezca aquí para preparar cosas y ultimar detalles- ella decidió no soltarme y dijo aquello de tutearnos, que dadas las circunstancias suponía que estaría bien hacerlo ya que a ella le parecía bien, iba contestarle pero entonces siguió hablando y parecía que era importante por su actitud, puse mi mano libre sobre la que ella sujetaba algo preocupado al ver que se le atragantaban las palabras y entonces me soltó aquello que me dejó sorprendido no por lo que decía, sino por que ella considerará que era necesario decirlo.
La misma mano de antes la llevé a mis labios ocultando mi sonrisa mientras apretaba los labios para que no se me escapara nada y hacerla sentir incómoda, carraspeé un poco recobrando la compostura y sentándome a su lado en la cama -Como ya te he dicho antes, eres una mujer libre y desde luego perfecta, las heridas y cicatrices son solo un recuerdo de lo que somos y nos dejan ver el camino que hemos recorrido, que nos hemos hecho más fuertes, así que no te avergüences de ello- la tuteé dándole a entender que estaba de acuerdo con eso y de nuevo besé su mano pero esta vez no oculté mi sonrisa -respecto a lo otro, no me importa en absoluto, pero si te quedas más tranquila será nuestro primer secreto- y ya que estábamos de confesiones tenía que hacer la mía -una vez salgas del hospital ¿vas a querer venir a mi casa o te quedarás con tus padres hasta la boda? me gustaría tenerlo todo preparado si decides venir a vivir conmigo, aunque debo ser yo quien confiese ahora, no vivo solo, ahora mismo una amiga se queda conmigo, espero que no te importe pero si es así le conseguiré de inmediato un nuevo lugar en el que pueda alojarse-
No tardamos mucho en abordar el tema de la boda pero la respuesta de Arleen no me dejó menos preocupado ¿qué significaba exactamente que la llevaban preparando para eso toda la vida? lo último que quería era una cazafortunas más que solo quería ser la mujer de un descendiente y vivir del cuento aunque ella tenía toda una carrera y una vida, además dudaba que mi abuela hubiera seleccionado a cualquier persona por lo que solo me quedaba darle el beneficio de la duda.
De nuevo le pregunté si estaba segura con toda la cortesía que me caracterizaba, vi el color de sus mejillas y el infernal pitido de la máquina lo acompañaba, la respuesta era afirmativa así que ya no había marcha atrás, tendríamos boda -Entonces vendré a verla en los próximos días mientras permanezca aquí para preparar cosas y ultimar detalles- ella decidió no soltarme y dijo aquello de tutearnos, que dadas las circunstancias suponía que estaría bien hacerlo ya que a ella le parecía bien, iba contestarle pero entonces siguió hablando y parecía que era importante por su actitud, puse mi mano libre sobre la que ella sujetaba algo preocupado al ver que se le atragantaban las palabras y entonces me soltó aquello que me dejó sorprendido no por lo que decía, sino por que ella considerará que era necesario decirlo.
La misma mano de antes la llevé a mis labios ocultando mi sonrisa mientras apretaba los labios para que no se me escapara nada y hacerla sentir incómoda, carraspeé un poco recobrando la compostura y sentándome a su lado en la cama -Como ya te he dicho antes, eres una mujer libre y desde luego perfecta, las heridas y cicatrices son solo un recuerdo de lo que somos y nos dejan ver el camino que hemos recorrido, que nos hemos hecho más fuertes, así que no te avergüences de ello- la tuteé dándole a entender que estaba de acuerdo con eso y de nuevo besé su mano pero esta vez no oculté mi sonrisa -respecto a lo otro, no me importa en absoluto, pero si te quedas más tranquila será nuestro primer secreto- y ya que estábamos de confesiones tenía que hacer la mía -una vez salgas del hospital ¿vas a querer venir a mi casa o te quedarás con tus padres hasta la boda? me gustaría tenerlo todo preparado si decides venir a vivir conmigo, aunque debo ser yo quien confiese ahora, no vivo solo, ahora mismo una amiga se queda conmigo, espero que no te importe pero si es así le conseguiré de inmediato un nuevo lugar en el que pueda alojarse-
Chloe Hacksaw escribió:La Bellatrix poseída me daba bastante mal rollo, y mucho más de pensar todo lo que iba asociado con espíritus, posesiones, demonios y demás. El que se encargaba de esos temas era Matvey, y no estaba aquí para ayudar. Pensé en llamar a Aldaron, pero él tampoco tendría mucha idea del asunto. Esperaba poder controlar la situación yo sola. Me mantuve a los pies de la cama, sin acercarme aún por prudencia. Escuchar el apellido Pendragon me puso bastante tensa. - ¿En qué está de acuerdo con los Pendragon? no han actuado bien. - tampoco me gustó eso de que Bellatrix criticase a los miembros del Consejo, favorecía la desunión y podía provocar problemas. La frase quedó a medias cuando la mujer pareció volver a su ser, sin todas aquellas características espeluznantes que indicaban la posesión.
"aunque sigue diciendo Concejo en vez de Consejo"
- Mmm...supongo que vuelvo a hablar con Bellatrix. No sabía que te pasaba eso de manera tan intensa. Sé lo de que hablas con espíritus y demás, pero...pensé que posesiones como la del espíritu Pendragon no eran habituales. ¿Quién era el otro? ¿Es cierto lo que dice sobre ti?- pregunté con cierto temor, acercándome un poco a ella. Negué con la cabeza cuando me ofreció sus muñecas para ponerle los grilletes. No me correspondía a mí volver a esposarla. - Drenaban tu energía mágica. No te voy a poner las cadenas. Quiero que estés fuerte para mantener a raya a ese espíritu y a cualquier otro que pueda perjudicar. Desconozco lo que quieren hacer los guardias contigo, pero puedo avisarles. - me acerqué a ella para examinarla, comprobando que su temperatura ya no era tan baja como cuando llegó, y que con las sanaciones y otras pociones había mejorado. - Te sacaré sangre para hacerte un análisis y ver si estás lista para irte. - me di la vuelta para ir hacia el armario de materiales, preparando lo necesario para una extracción. Después regresé a su lado, pidiendo que extendiera el brazo.
Reapper fue echado antes de poder seguir hablando y la macabra sonrisa desapareció de la cara de la mujer para dar paso a una expresión seria. Dirigió su fría mirada hacia donde el espíritu se encontraba riéndose a carcajada limpia, la bruja lo conocía lo suficiente como para saber que los regaños solo lo divertían más, así que aplicó la ley del hielo ignorandolo.
Dirigió su atención a la mujer frente a ella, aunque le fue imposible no notar lo caprichoso que se puso Reapper. Sus ojos podían ver las almas que rondaban por el lugar sin rumbo y desde la perspectiva de aquellos que no podían ver a los muertos, su mirada parecía perderse en el vacío. Le dedicó una mirada severa a la viva que "supuso" estar hablando con Bellatrix. Por su puesto que hablaba con ella ¿Acaso la había visto sonreír o planear alguna broma pesada?¡Incluso se había disculpado!
Suavizó un poco la expresión porque le resultó ligeramente enternecedor que piense que eso era intenso. A todo esto, sus sentidos podían percibir susurros y sollozos a su alrededor y se preguntó si tendrían un rosario para así poder rezar. Como respuesta a sus preguntas le dedicó una mirada acompañada por un silencio sepulcral. La expresión seria y cargada de desdén se instaló en su rostro al escuchar a la mujer hablar con tal ignorancia del valor que tiene el arte de la mediación entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Analizó su expresión cuando se aproximó, ingresando al rango en el que, sin dudas, sentiría su aura helada, aunque no tan fría como cuando fue ingresada. No se resistió al acercamiento aunque se mostró reticente, no era algo personal, los pocos acercamientos físicos que tuvo fueron con Desmond y Matvey y ninguno terminó bien.
-Si, avisales que solicito audiencia con…- ¿Con quién?¿Por dónde debería empezar? Tal vez por Jack Newton, sus conocimientos de astronomía enriquecerían las predicciones de la bruja, o Sayid Ibn Salah, podrían comparar información con el experto en aritmancia y numerología (mientras fumaban cachimba), o Sofía Dióscorides, podría visitarla con la excusa de ir a buscar plantas de marihuana y de paso charlar con ella, o Sarah Darwin para consultar el punto de vista desde el druidismo, o Keli'l Franklin para estudiar las diferencias entre su control de la carne y la modificación del tejido de la realidad dimensional o Lucio Galenus para charlar sobre su hipocresía y compartir un conocimiento sobre medicina mágica que quizás le interesaría, o Markus Tesla porque tenía una teoría sobre las dimensiones que quizás le interesaría, o… agh… Giordano Da Vinci… eran compatriotas quiera o no y tenía unas ideas para una máquina que permitiría crear una dimensión que sería un bucle infinito, un refugio seguro. Recordó a los guardias que eran su sombra día y noche y se puso a pensar durante un largo rato llegando a murmurar cosas sin sentido.
-Inferido inferido inferis mojo, no, solo hablar muertos. Levantatatveuatveu levantaratveu levantar magbeu nigro…- Extendió el brazo.
-¿Con quién me recomiendas tener una audiencia?- Le preguntó a la mujer.
Sayid Ibn Salah escribió:no dije nada ante la aclaración de la sanadora por la máquina, podía ver que si ritmo cardíaco iba acelerado, lo que me inquietaba era la razón pero si ella no se molestaba por ello tal vez lo mejor era no preguntar, con lo de la libreta hice los mismo en cuanto se la devolví pero al decir que todos estábamos juntos no pude evitar pensar en Sigrid y por supuesto informar a la morena de su presencia en mi residencia de ser necesario.
No tardamos mucho en abordar el tema de la boda pero la respuesta de Arleen no me dejó menos preocupado ¿qué significaba exactamente que la llevaban preparando para eso toda la vida? lo último que quería era una cazafortunas más que solo quería ser la mujer de un descendiente y vivir del cuento aunque ella tenía toda una carrera y una vida, además dudaba que mi abuela hubiera seleccionado a cualquier persona por lo que solo me quedaba darle el beneficio de la duda.
De nuevo le pregunté si estaba segura con toda la cortesía que me caracterizaba, vi el color de sus mejillas y el infernal pitido de la máquina lo acompañaba, la respuesta era afirmativa así que ya no había marcha atrás, tendríamos boda -Entonces vendré a verla en los próximos días mientras permanezca aquí para preparar cosas y ultimar detalles- ella decidió no soltarme y dijo aquello de tutearnos, que dadas las circunstancias suponía que estaría bien hacerlo ya que a ella le parecía bien, iba contestarle pero entonces siguió hablando y parecía que era importante por su actitud, puse mi mano libre sobre la que ella sujetaba algo preocupado al ver que se le atragantaban las palabras y entonces me soltó aquello que me dejó sorprendido no por lo que decía, sino por que ella considerará que era necesario decirlo.
La misma mano de antes la llevé a mis labios ocultando mi sonrisa mientras apretaba los labios para que no se me escapara nada y hacerla sentir incómoda, carraspeé un poco recobrando la compostura y sentándome a su lado en la cama -Como ya te he dicho antes, eres una mujer libre y desde luego perfecta, las heridas y cicatrices son solo un recuerdo de lo que somos y nos dejan ver el camino que hemos recorrido, que nos hemos hecho más fuertes, así que no te avergüences de ello- la tuteé dándole a entender que estaba de acuerdo con eso y de nuevo besé su mano pero esta vez no oculté mi sonrisa -respecto a lo otro, no me importa en absoluto, pero si te quedas más tranquila será nuestro primer secreto- y ya que estábamos de confesiones tenía que hacer la mía -una vez salgas del hospital ¿vas a querer venir a mi casa o te quedarás con tus padres hasta la boda? me gustaría tenerlo todo preparado si decides venir a vivir conmigo, aunque debo ser yo quien confiese ahora, no vivo solo, ahora mismo una amiga se queda conmigo, espero que no te importe pero si es así le conseguiré de inmediato un nuevo lugar en el que pueda alojarse-
Escuchar que le vendría a ver para los detalles de la boda la sorprendió, le miró a los ojos con profunda curiosidad -¿Mi madre no se ha puesto en contacto?- Inquirió, bastante sorprendida de que Eleonore no hiciera de aquella boda algo muy suyo. La mujer había soñado con ese momento desde que Arleen tenía memoria. Ella tenía sus propias ilusiones pero estaba muy consciente de que la boda se haría al estilo de su madre. No obstante, Sayid no parecía muy dispuesto a la idea sino más bien a contar con ella. La hizo sonreír con un aleteo de esperanza en el corazón. Tal vez podía tener una ceremonia preciosa, a su estilo -Nos casaremos según vuestras tradiciones ¿No?- Preguntó dubitativa, había mucho que no sabía sobre él y de pronto quiso saberlo todo -¿Cuál es vuestra especialidad en el Consejo? ¿Qué edad tenéis?-
Lo notó sorprendido cuando le dijo que no era doncella y bajó la mirada, intentó apartar la mano pero él la mantuvo y se la llevó a los labios. Lo vio sonreír cuando le miró de refilón sin comprender cuál sería su reacción hasta que se sentó en la cama y empezó a hablarle. Arleen poco a poco fue alzándola la mirada para observarlo escuchando aquella bonita metáfora sobre lo que significaba una cicatriz -De acuerdo- Le parecía un argumento con peso y, por la forma en la que la miraba, diría que por experiencia así que asintió simplemente.
Después de eso le dio tranquilidad sobre su doncellez y le sonrió, esta vez más animada -Me parece buena idea. Gracias por ser comprensivo- Le indicó y escuchó posteriormente lo de mudarse de inmediato, le pilló por sorpresa por supuesto pero tras analizarlo un poco negó -No, debo volver a mi casa y organizar las cosas antes de mudarme. Creo que podríamos enviar mis cosas el domingo y tras la ceremonia el lunes podría ir directamente a su casa…A tu casa…¿A nuestra casa?- Se rió un poco antes de oír eso sobre de que vivía otra mujer, le pareció un poco extraño -¿Una amiga?- Preguntó con curiosidad para luego llevarse una mano a la barbilla. Lo cierto es que tal vez fuera un poco incómodo si iban a empezar una vida juntos pero también podría ser lo contrario, podría ayudarle a conocerle mejor -No tengo ningún problema. Quizás a futuro cuando estemos armando nuestra propia familia sea un momento propicio para que estemos solos pero por ahora, será un placer para mí conocer a vuestra amiga…A tu amiga- Se llevó una mano a los ojos, riéndose un poco por divagar entre el respeto y el tuteo -¿Cómo se llama?-
Bellatrix Alighieri escribió:
Reapper fue echado antes de poder seguir hablando y la macabra sonrisa desapareció de la cara de la mujer para dar paso a una expresión seria. Dirigió su fría mirada hacia donde el espíritu se encontraba riéndose a carcajada limpia, la bruja lo conocía lo suficiente como para saber que los regaños solo lo divertían más, así que aplicó la ley del hielo ignorandolo.
Dirigió su atención a la mujer frente a ella, aunque le fue imposible no notar lo caprichoso que se puso Reapper. Sus ojos podían ver las almas que rondaban por el lugar sin rumbo y desde la perspectiva de aquellos que no podían ver a los muertos, su mirada parecía perderse en el vacío. Le dedicó una mirada severa a la viva que "supuso" estar hablando con Bellatrix. Por su puesto que hablaba con ella ¿Acaso la había visto sonreír o planear alguna broma pesada?¡Incluso se había disculpado!
Suavizó un poco la expresión porque le resultó ligeramente enternecedor que piense que eso era intenso. A todo esto, sus sentidos podían percibir susurros y sollozos a su alrededor y se preguntó si tendrían un rosario para así poder rezar. Como respuesta a sus preguntas le dedicó una mirada acompañada por un silencio sepulcral. La expresión seria y cargada de desdén se instaló en su rostro al escuchar a la mujer hablar con tal ignorancia del valor que tiene el arte de la mediación entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Analizó su expresión cuando se aproximó, ingresando al rango en el que, sin dudas, sentiría su aura helada, aunque no tan fría como cuando fue ingresada. No se resistió al acercamiento aunque se mostró reticente, no era algo personal, los pocos acercamientos físicos que tuvo fueron con Desmond y Matvey y ninguno terminó bien.
-Si, avisales que solicito audiencia con…- ¿Con quién?¿Por dónde debería empezar? Tal vez por Jack Newton, sus conocimientos de astronomía enriquecerían las predicciones de la bruja, o Sayid Ibn Salah, podrían comparar información con el experto en aritmancia y numerología (mientras fumaban cachimba), o Sofía Dióscorides, podría visitarla con la excusa de ir a buscar plantas de marihuana y de paso charlar con ella, o Sarah Darwin para consultar el punto de vista desde el druidismo, o Keli'l Franklin para estudiar las diferencias entre su control de la carne y la modificación del tejido de la realidad dimensional o Lucio Galenus para charlar sobre su hipocresía y compartir un conocimiento sobre medicina mágica que quizás le interesaría, o Markus Tesla porque tenía una teoría sobre las dimensiones que quizás le interesaría, o… agh… Giordano Da Vinci… eran compatriotas quiera o no y tenía unas ideas para una máquina que permitiría crear una dimensión que sería un bucle infinito, un refugio seguro. Recordó a los guardias que eran su sombra día y noche y se puso a pensar durante un largo rato llegando a murmurar cosas sin sentido.
-Inferido inferido inferis mojo, no, solo hablar muertos. Levantatatveuatveu levantaratveu levantar magbeu nigro…- Extendió el brazo.
-¿Con quién me recomiendas tener una audiencia?- Le preguntó a la mujer.
Sentí una especie de escalofrío al acercarme a Bellatrix, sobre todo al tocar su frío brazo para realizar la extracción de sangre para analizar. Eché un vistazo de reojo a su rostro cuando se puso a decir cosas raras, como si se le hubiese ido la pinza. Tal vez por eso la apodaban "Locatrix". Me concentré en la aguja durante unos segundos, obteniendo un pequeño tubo que le di al compañero que entró a la habitación. También me informó que Aldaron requería de mi presencia en la planta de críticos. - Será un análisis rápido. En unos minutos te dirán los resultados. - también le dije al compañero que informase a los guardias de que probablemente tendrían que escoltar a Bellatrix en las próximas horas, pues cabía la posibilidad de que le diesen el alta hoy.
- De solicitar audiencia ya te encargas tú, de momento he pedido que llamen a los guardias. Ellos vendrán a recogerte y te traerán ropa, supongo.- ni ella misma parecía saber con quién quería hablar, así que la dejé que meditase al respecto. Le puse un algodón en el brazo para que apretase un rato, quitándome después los guantes y tirándolos a la basura. - No lo sé. No soy la persona más apropiada para decirte si debes hablar con uno o con otro. Lo único que puedo recomendarte es... - suspiré no muy convencida, aunque al final opté por ser sincera. - Que digas la verdad. Que decidas tus lealtades. Sé lo de Matvey. Y no tiene ningún sentido nada de aquello. No puedes pretender tener amigos si traicionas su confianza. Piénsalo. - me mordí el labio inferior al pensar que había sido demasiado directa, demasiado clara. Bueno, ella había pedido opinión. Decidí realizar sobre ella una última sanación mágica para que pudiese irse algo más repuesta, canalizando mi magia sobre ella para revitalizarla un poco.
- Bueno, eso creo que servirá. Espera unos minutos a que venga mi compañero con los resultados. Yo tengo que irme. Suerte. - me despedí de ella con una leve sonrisa, dándome después la vuelta para marcharme de allí, en busca del jefe Aldaron.
Sayid Ibn Salah
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- Arleen:
- Arleen escribió:
Escuchar que le vendría a ver para los detalles de la boda la sorprendió, le miró a los ojos con profunda curiosidad -¿Mi madre no se ha puesto en contacto?- Inquirió, bastante sorprendida de que Eleonore no hiciera de aquella boda algo muy suyo. La mujer había soñado con ese momento desde que Arleen tenía memoria. Ella tenía sus propias ilusiones pero estaba muy consciente de que la boda se haría al estilo de su madre. No obstante, Sayid no parecía muy dispuesto a la idea sino más bien a contar con ella. La hizo sonreír con un aleteo de esperanza en el corazón. Tal vez podía tener una ceremonia preciosa, a su estilo -Nos casaremos según vuestras tradiciones ¿No?- Preguntó dubitativa, había mucho que no sabía sobre él y de pronto quiso saberlo todo -¿Cuál es vuestra especialidad en el Consejo? ¿Qué edad tenéis?-
Lo notó sorprendido cuando le dijo que no era doncella y bajó la mirada, intentó apartar la mano pero él la mantuvo y se la llevó a los labios. Lo vio sonreír cuando le miró de refilón sin comprender cuál sería su reacción hasta que se sentó en la cama y empezó a hablarle. Arleen poco a poco fue alzándola la mirada para observarlo escuchando aquella bonita metáfora sobre lo que significaba una cicatriz -De acuerdo- Le parecía un argumento con peso y, por la forma en la que la miraba, diría que por experiencia así que asintió simplemente.
Después de eso le dio tranquilidad sobre su doncellez y le sonrió, esta vez más animada -Me parece buena idea. Gracias por ser comprensivo- Le indicó y escuchó posteriormente lo de mudarse de inmediato, le pilló por sorpresa por supuesto pero tras analizarlo un poco negó -No, debo volver a mi casa y organizar las cosas antes de mudarme. Creo que podríamos enviar mis cosas el domingo y tras la ceremonia el lunes podría ir directamente a su casa…A tu casa…¿A nuestra casa?- Se rió un poco antes de oír eso sobre de que vivía otra mujer, le pareció un poco extraño -¿Una amiga?- Preguntó con curiosidad para luego llevarse una mano a la barbilla. Lo cierto es que tal vez fuera un poco incómodo si iban a empezar una vida juntos pero también podría ser lo contrario, podría ayudarle a conocerle mejor -No tengo ningún problema. Quizás a futuro cuando estemos armando nuestra propia familia sea un momento propicio para que estemos solos pero por ahora, será un placer para mí conocer a vuestra amiga…A tu amiga- Se llevó una mano a los ojos, riéndose un poco por divagar entre el respeto y el tuteo -¿Cómo se llama?-
Lo cierto es que no sabía absolutamente nada de los preparativos de la boda, no me había puesto en ello ya que ni tan siquiera sabía si se iba a celebrar o no, pero ahora que ella había aceptado tocaba meter mano o tanto su madre como mi hermana , mi abuela y Halim harían lo que les diera la gana -Tu madre puede aconsejarte, pero es tu boda, tu tienes la última palabra- faltaría más, encima de obligados que no pudiera elegir lo que quería para su boda. -Había pensado en algo mixto ¿qué te parece? una ceremonia oficial y después la fiesta un poco más tradicional para mi familia- Arleen era curiosa, eso estaba bien, pero de inmediato las preguntas empezaron a surgir sin descanso, sonreí y contesté a todo de forma calmada -Soy el descendiente de Saladino, mis especialidades son las estrategias de batalla, invocación de armas mágicas y la numerología y aritmancia, me encargo de la guardia con ayuda de Zaphira, no sé si la conoces- me quedé pensando un momento por si me dejaba algo en el tintero pero solo quedaba decirle mi edad -cumplí 32 en febrero y por la fecha en la que estamos estoy más cerca de los 33- me daba curiosidad saber su edad y preguntar por ello pero por cortesía no lo haría.
Tanto el tema de la cicatriz como su condición de doncella quedaban zanjados, apreciaba su sinceridad pero también era cierto que resultaba extraña una confesión así, por suerte no me había visto a punto de reírme ni se lo había tomado a mal. Cuando le propuse venir a mi casa ella prefirió volver a la suya para prepararlo todo, no había objeciones por mi parte -en ese caso pediré que lo tengan todo preparado el lunes cuando vengas a nuestra casa- y esperaba que con eso tuviera clara su duda.
Respecto a Sigrid no parecía haber ningún problema, en principio. Asentí cuando reiteró lo de mi amiga y la vi reírse al dudar sobre la forma de dirigirse a mi -Ya te acostumbrarás, no te preocupes- puede que incluso a mi se me escapara alguna formalidad en cualquier momento -Es la señorita Miller... bueno, Sigrid, no le gustan mucho las formalidades. Está trabajando con los ministros en el código que necesitamos para acabar con la IA, es una pieza clave en nuestra misión, sin ella tal vez no tendríamos la más mínima oportunidad... y es una excelente peluquera-
El hecho de que, en efecto, tuviera poder para decidir y que Sayid le insistiera en eso la hizo sonreír con un aire de ensueño. Eso…Era novedoso y precioso, como si aquel remanente de libertad que había tenido hacia tres días siguiera alli -Quiero gardenias…- Murmuró por lo bajo, antes de subir la mirada hacia él -Me gustan las gardenias…sé que son flores que no se dan en esta época pero creo que algo podremos hacer- Luego asintió a lo que le dijo de la ceremonia, era algo bonito para hacer -Sí, es una buena idea- Indicó antes de escuchar todo lo que empezaba a decirle y hubo un momento en el que se le quedó mirando con cierta picardía -¿Qué día de febrero naciste?...Tenemos la misma edad. Pero soy mayor… Yo…- Miró a Sayid parpadeando con cierta sorpresa al recordar algo -Cumplo años en dos días…- Frunció el ceño, entre confundida y alegre sonriendo de lado, para luego negar con la cabeza -Estoy segura de que no es casualidad la movida de mi madre- Indicó.
Escuchar aquello de “nuestra” casa le resultaba extraño. Era su casa, tendría sus cosas, sus gustos en decoración y estaba segurísima de que muchisima influencia de su cultura; algo de lo que tendría que aprender mucho. Esperaba que fuera tolerante con ella porque no conocía demasiado sobre él. Asintió a aquello de que se acostumbraría porque estaba segura de eso, tendría que acostumbrarse a todo. Incluso a él, le miró a los ojos y luego le recorrió el rostro con cierta intensidad como si lo estudiara. Aldaron tenía razón, era de buen ver.
-Sigrid Miller- Repitió asintiendo, interesada por saber quien era. Por alguna razón pensó que se trataría de alguna amiga de la infancia pero al oír todo lo que decía le pareció sumamente interesante. Era posible que la hubiese visto en el I+D pero que simplemente no se hubiesen presentado. Tal vez la reconocería si la viera de nuevo -Me gustará conocerla. Tengo mucha curiosidad por todo el ámbito tecnológico. Es más, Belle Simmons me ayudó a gestionar el tema de las pilas. Tiene algún tipo de poder, podríamos presentársela a Sigrid para que le ayude…- Después se quedó callada y entrecerró los ojos mirándole -¿Es buena peluquera? – No sabía muy bien a qué venía eso y movió la cabeza como esperando que hablara.
Escuchar aquello de “nuestra” casa le resultaba extraño. Era su casa, tendría sus cosas, sus gustos en decoración y estaba segurísima de que muchisima influencia de su cultura; algo de lo que tendría que aprender mucho. Esperaba que fuera tolerante con ella porque no conocía demasiado sobre él. Asintió a aquello de que se acostumbraría porque estaba segura de eso, tendría que acostumbrarse a todo. Incluso a él, le miró a los ojos y luego le recorrió el rostro con cierta intensidad como si lo estudiara. Aldaron tenía razón, era de buen ver.
-Sigrid Miller- Repitió asintiendo, interesada por saber quien era. Por alguna razón pensó que se trataría de alguna amiga de la infancia pero al oír todo lo que decía le pareció sumamente interesante. Era posible que la hubiese visto en el I+D pero que simplemente no se hubiesen presentado. Tal vez la reconocería si la viera de nuevo -Me gustará conocerla. Tengo mucha curiosidad por todo el ámbito tecnológico. Es más, Belle Simmons me ayudó a gestionar el tema de las pilas. Tiene algún tipo de poder, podríamos presentársela a Sigrid para que le ayude…- Después se quedó callada y entrecerró los ojos mirándole -¿Es buena peluquera? – No sabía muy bien a qué venía eso y movió la cabeza como esperando que hablara.
Sayid Ibn Salah
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Sonreí con su petición de las flores, mi intuición no me había fallado y ahora me arrepentía de no haberle traido las flores que compré esa mañana -no te preocupes, tus deseos son órdenes, si quieres gardenias, tendrás gardenias ¿algo más? pide lo que quieras- esperé por su respuesta y además estaba de acuerdo con mi idea, omaba nota mental de todo cuanto decía y hacía, sus gestos, el pitido de la máquina cuando algo la ponía nerviosa, todo para saber tanto como pudiera de mi futura esposa.
-Nací el 2 de Febrero, buena fecha según los números- ella tenía la misma edad y eso era bueno, por su aspecto me preocupaba que fuera mucho más joven que yo pero ¿dos días para su cumpleaños y ni eso sabía de ella? no podía ser -entonces digam..dime, Arleen, ¿qué otra cosa te gusta a parte de las gardenias?- ya sabía yo que en algún momento se me iba a escapar la formalidad pero lo importante sería su respuesta y dependiendo de ello su regalo de cumpleaños. La madre de la sanadora parecía estar muy presente en todo momento, la boda, su cumpleaños... todo, torcí levemente el gesto por eso -Bueno, en cuanto forme su propia familia ya no estará bajo el amparo de su madre, formará su propio hogar y se regirá bajo sus propias reglas, espero que lo tenga... lo tengas en cuenta- pero algo me decía que no me llevaría demasiado bien con mi suegra.
ella parecía interesada en Sigrid y eso era bueno, me gustaba que tuviera la mente abierta y tantointerés en la tecnología, seguramente se llevarían bien -Por supuesto! la conocerás en cuanto vengas a casa, es un auténtico prodigio en su campo, pero no se lo digas - bromeé con ello pensando que tal vez me llevaría uno de eso codazos suyos -Ahora mismo está ocupada ¿recuerdas lo que hablamos ayer sobre los campos antidesaparición? le pedí que ayudara a Giordano y Tesla con eso, aceptó colaborar con los sódigos de los androides pero estoy seguro que en cuanto tenga un hueco te ayudará con lo de la pila, después de todo también es importante-
Mi comentario sobre la peluquera parecíó sacarla de lugar y solo pude reír por ello -Perdona, perdona, fallo mío, es una larga historia pero me ha ayudado a arreglar mi corte, tuve unos cuantos problemas capilares durante la misión, estoy deseando que crezca de nuevo- y ya iba tocando hacerle una visita a Sofía para que me ayudará no solo con eso sinó con las flores, miré mi reloj y el tiempo había pasado volando, la miré de nuevo a ella y me levanté de la cama -Ha sido una encantadora charla, pero debo marcharme, tengo que hacer una visita más antes de ir a hacer mi ronda con la guardia- me acerqué un poco más y tomé ambas manos entre las mías para besarlas y después mirarla directamente a los ojos -volveré mañana por la tarde a visitarte querida, hasta entonces espero que te encuentres mejor- la dejé y en cuanto solté sus manos hice una reverencia para después dejar la habitación en busca de otra buena amiga.
-Nací el 2 de Febrero, buena fecha según los números- ella tenía la misma edad y eso era bueno, por su aspecto me preocupaba que fuera mucho más joven que yo pero ¿dos días para su cumpleaños y ni eso sabía de ella? no podía ser -entonces digam..dime, Arleen, ¿qué otra cosa te gusta a parte de las gardenias?- ya sabía yo que en algún momento se me iba a escapar la formalidad pero lo importante sería su respuesta y dependiendo de ello su regalo de cumpleaños. La madre de la sanadora parecía estar muy presente en todo momento, la boda, su cumpleaños... todo, torcí levemente el gesto por eso -Bueno, en cuanto forme su propia familia ya no estará bajo el amparo de su madre, formará su propio hogar y se regirá bajo sus propias reglas, espero que lo tenga... lo tengas en cuenta- pero algo me decía que no me llevaría demasiado bien con mi suegra.
ella parecía interesada en Sigrid y eso era bueno, me gustaba que tuviera la mente abierta y tantointerés en la tecnología, seguramente se llevarían bien -Por supuesto! la conocerás en cuanto vengas a casa, es un auténtico prodigio en su campo, pero no se lo digas - bromeé con ello pensando que tal vez me llevaría uno de eso codazos suyos -Ahora mismo está ocupada ¿recuerdas lo que hablamos ayer sobre los campos antidesaparición? le pedí que ayudara a Giordano y Tesla con eso, aceptó colaborar con los sódigos de los androides pero estoy seguro que en cuanto tenga un hueco te ayudará con lo de la pila, después de todo también es importante-
Mi comentario sobre la peluquera parecíó sacarla de lugar y solo pude reír por ello -Perdona, perdona, fallo mío, es una larga historia pero me ha ayudado a arreglar mi corte, tuve unos cuantos problemas capilares durante la misión, estoy deseando que crezca de nuevo- y ya iba tocando hacerle una visita a Sofía para que me ayudará no solo con eso sinó con las flores, miré mi reloj y el tiempo había pasado volando, la miré de nuevo a ella y me levanté de la cama -Ha sido una encantadora charla, pero debo marcharme, tengo que hacer una visita más antes de ir a hacer mi ronda con la guardia- me acerqué un poco más y tomé ambas manos entre las mías para besarlas y después mirarla directamente a los ojos -volveré mañana por la tarde a visitarte querida, hasta entonces espero que te encuentres mejor- la dejé y en cuanto solté sus manos hice una reverencia para después dejar la habitación en busca de otra buena amiga.
La severa expresión de la bruja se profundizó haciendose más sombría ¿Quién creía ser para tutearla?¿Pensaba que estaba hablando con una amiga?¿Que tenía derecho por haber pedido su concejo?¿De dónde salió aquella confianza? Una señorita maleducada, sin duda alguna. Maleducada y alcornoque. Le pidió la hora y la otra le respondió "azul".Chloe Hacksaw escribió:Sentí una especie de escalofrío al acercarme a Bellatrix, sobre todo al tocar su frío brazo para realizar la extracción de sangre para analizar. Eché un vistazo de reojo a su rostro cuando se puso a decir cosas raras, como si se le hubiese ido la pinza. Tal vez por eso la apodaban "Locatrix". Me concentré en la aguja durante unos segundos, obteniendo un pequeño tubo que le di al compañero que entró a la habitación. También me informó que Aldaron requería de mi presencia en la planta de críticos. - Será un análisis rápido. En unos minutos te dirán los resultados. - también le dije al compañero que informase a los guardias de que probablemente tendrían que escoltar a Bellatrix en las próximas horas, pues cabía la posibilidad de que le diesen el alta hoy.
- De solicitar audiencia ya te encargas tú, de momento he pedido que llamen a los guardias. Ellos vendrán a recogerte y te traerán ropa, supongo.- ni ella misma parecía saber con quién quería hablar, así que la dejé que meditase al respecto. Le puse un algodón en el brazo para que apretase un rato, quitándome después los guantes y tirándolos a la basura. - No lo sé. No soy la persona más apropiada para decirte si debes hablar con uno o con otro. Lo único que puedo recomendarte es... - suspiré no muy convencida, aunque al final opté por ser sincera. - Que digas la verdad. Que decidas tus lealtades. Sé lo de Matvey. Y no tiene ningún sentido nada de aquello. No puedes pretender tener amigos si traicionas su confianza. Piénsalo. - me mordí el labio inferior al pensar que había sido demasiado directa, demasiado clara. Bueno, ella había pedido opinión. Decidí realizar sobre ella una última sanación mágica para que pudiese irse algo más repuesta, canalizando mi magia sobre ella para revitalizarla un poco.
- Bueno, eso creo que servirá. Espera unos minutos a que venga mi compañero con los resultados. Yo tengo que irme. Suerte. - me despedí de ella con una leve sonrisa, dándome después la vuelta para marcharme de allí, en busca del jefe Aldaron.
Había hecho bien, hasta la fecha, en mantenerse alejada del hospital y procuraria no volver a acercarse. Por muy habilidoso que sea el personal, parecía abundar la ignorancia, aunque teniendo un director como el que había, no le extrañó. De seguro aceptaba al que supiera poner una curita en el menor tiempo posible.
El hospital había decaído mucho desde que el actual director había asumido, la morgue se había mantenido de forma bastante decente y no gracias a él. Su magia de sanación se sintió como un soplo de aire fresco pero la expresión de la mujer seguía siendo de desdén.
-Desaparece de mi vista.- Ordenó con con voz queda y contenida. Ésa fue su única respuesta al deseo de suerte de la contraria, que se apresure a irse. Los vivos no dejaban de decepcionarla una y otra vez… bueno, los muertos también dejaban qué desear. Los resultados dieron normal dadas las condiciones de salud de la bruja, pero la mirada que le dirigió al enfermero, cuando éste le indicó que debería asistir regularmente para su tratamiento, lo dejó blanco del susto.
-Manden terapeutas a mi residencia.- Sentenció. Si tanto les preocupaba mantenerla con vida, para no tener que adjudicar su muerte a su propia negligencia, solo quedaba esa opción. No era como si le gustara que gente extraña entre a su espacio personal y la toque. Finalmente fue dada de alta, la vistieron con sus elegantes ropajes, la encadenaron y desapareció de allí.
Se quedó mirándole cuando le preguntó si había otra cosa que quisiera. Era raro tener tanta libertad de decisión -Las mesas…Blancas. Con decoraciones en dorado tal vez. Pero…Es vuestra... Tu boda también ¿Qué quieres tú?- Inquirió algo nerviosa pensando en todo lo que podía pedir para su boda porque no tenía límites. Ese era el problema -Sólo quiero que nos divirtamos ¿De acuerdo? No sé mucho de bodas…La de mi prima Amaya fue inspirada en Asia y no fui a la de la Descendiente Le Fay- Pero luego se le ocurrió una idea interesante y sonrió, apretándole las manos a Sayid -¡Pero Aldaron me puede ayudar, seguro tendrá buenas ideas, hablaré con él hoy!-
Al escuchar la fecha le miró con curiosidad para luego sonreír como si guardara un secreto pero no dijo nada en referencia a eso -Me gusta… Me gustan los pájaros. Tengo un gran espacio en casa donde tengo varias especies de pájaros. Me gusta…El karaoke. Me agrada cantar…- Se puso a pensar un poco y frunció el ceño brevemente -El ajedrez mágico. La tecnomagia y todo lo que implique avanzar y adecuarnos a nuestra época. Me gusta… coleccionar diademas y tiaras que nunca uso porque nunca tengo oportunidad de hacerlo- Se rió un poco pero luego lo dejó estar. A lo que le dijo de formar su propio hogar con sus propias regla sólo atinó a asentir. Se sentía extraño pero al mismo tiempo familiar ya que era lo que había deseado el lunes cuando hablaba con Jo.
-De acuerdo. Será nuestro segundo secreto- Indicó pensando en Sigrid con curiosidad por conocerla. Los campos antidesaparición sin duda habían sido un gran problema en cuando a la extracción de gente así que le pareció una excelente idea que colaborara. La risa que vino después le hizo mirarlo con gracia hasta entender porqué llevaba turbante. Ella asintió comprendiendo hasta que se despidió. Al menos no había sido un momento incómodo, ella le apretó las manos con suavidad sonriendo un poco más cuando le dijo querida -Cuídate- Se despidió de él y cuando se quedó sola se acostó en la camilla soñando despierta un rato antes de volver a ponerse manos a la obra con el proyecto de Giordano, aunque en la página siguiente, escribía ideas para su boda.
Al escuchar la fecha le miró con curiosidad para luego sonreír como si guardara un secreto pero no dijo nada en referencia a eso -Me gusta… Me gustan los pájaros. Tengo un gran espacio en casa donde tengo varias especies de pájaros. Me gusta…El karaoke. Me agrada cantar…- Se puso a pensar un poco y frunció el ceño brevemente -El ajedrez mágico. La tecnomagia y todo lo que implique avanzar y adecuarnos a nuestra época. Me gusta… coleccionar diademas y tiaras que nunca uso porque nunca tengo oportunidad de hacerlo- Se rió un poco pero luego lo dejó estar. A lo que le dijo de formar su propio hogar con sus propias regla sólo atinó a asentir. Se sentía extraño pero al mismo tiempo familiar ya que era lo que había deseado el lunes cuando hablaba con Jo.
-De acuerdo. Será nuestro segundo secreto- Indicó pensando en Sigrid con curiosidad por conocerla. Los campos antidesaparición sin duda habían sido un gran problema en cuando a la extracción de gente así que le pareció una excelente idea que colaborara. La risa que vino después le hizo mirarlo con gracia hasta entender porqué llevaba turbante. Ella asintió comprendiendo hasta que se despidió. Al menos no había sido un momento incómodo, ella le apretó las manos con suavidad sonriendo un poco más cuando le dijo querida -Cuídate- Se despidió de él y cuando se quedó sola se acostó en la camilla soñando despierta un rato antes de volver a ponerse manos a la obra con el proyecto de Giordano, aunque en la página siguiente, escribía ideas para su boda.
===En habitación de Arleen===
El encuentro la había dejado trastornada. Tanto que tuvo que detenerse a mitad de camino al hospital para beber un poco de agua y reponerse. Después de un rato, caminó, pues prefería llegar antes de que otra cosa sucediera. Si perdía a la chica o si le daban el alta antes de que llegara, tendría que buscarla por toda la isla y no estaba particularmente ansiosa de encontrarse con su madre.
Entró al hospital, sonriéndole a todo mundo como solía hacer, llevando el paquete que traía consigo hasta el área de fármacos, que contenía encargos de especies y plantas para algunas pociones y remedios que ahí se preparaban. Dejó las cosas y subió hasta el área de habitaciones, engatusando a un enfermero con el que tenía pegue para que le diera el número de habitación de Arleen.
Tocó a la puerta un par de veces pero no esperó a que le respondieran. Abrió con cuidado y luego dio un giro, cerrando la puerta y sonriendo grandemente.-¡Hola, cariño! ¿Emocionada por tu gran día? - Preguntó, entrando quitada de la pena y acercándose a su cama. Dejó un par de orquídeas que llevaba para ella en uno de los jarrones que ponían a los lados de las camas y también dejó ahí los libros que llevaba. No pudo evitar darle un gran abrazo, que en realidad no la tocó mucho por no saber qué tan herida estaba, pero si tocó sus hombros y le dio un beso en la mejilla.- ¿Qué te ha ocurrido, cariño? ¡Quería morir cuando me dijeron que estabas en el hospital! ¡Es imposible! ¡A tan poco de tu gran día! - Comenzó a hablar, acomodándole un poco el cabello aquí y allá, peinándole con los dedos.- Me contó Sayid un poco de tus deseos, pero tendrás que perdonarle, es un hombre detallista, amoroso, respetuoso, atento, dulce, mágico... pero no tiene idea de flores. Así que...- Tomó el libro que había dejado en la mesa. Un tomo completo para las gardenias.- Estamos preparando la tierra para el millón de gardenias que necesitamos, pero no quiero equivocarme en la variedad, o variedades, que te gustan. ¿Qué te parece?
Aldaron Failon
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Después de la pequeña intervención de Reiv me pasé por recepción para pedir los vídeos de seguridad y que además llamaran a alguien de la guardia, esperaba que pronto o me tocaría tirar de contactos. Una vez resuelto aquello me pasé por la sala de personal para hacer el vago un buen rato, comerme una bomba de chocolate del tamaño de mi cabeza con mi cafecito y mis revistas de boda y otras cosas que había ido recoilando por ahí, ahora tenía dos misiones, la primera era la despedida de soltera de Arleen que se nos casaba super pronto y la otra ir preparando el bodorrio más maravilloso en la historia de Ouroboros, que como se casaban dos descen pensaba tirarles la casa por la ventana, seguro que tenían un montón de oro y cosas de esas de gente importante por ahí.
Me puse manos a la obra con una libretita para apuntar cosas, del striper me olvidaba porque seguro me ganaba una colleja, así que fuera, algo más de tranquis para empezar la noche, un Karaoke seguro, porque era una cosa de rancios pero con unos copazos cualquiera se subía al escenario a cantar cualquier mierda, como la canción de los fruitis y cosas así, alcohol para matar un dragón, pero serían bebidas de esas que entraban suaves, mojitos, margaritas, cosas con zumos de frutas para que se confiaran y después no se pudieran levantar, un bote de veritaserum y uno de amortentia, no para drogar a nadie, tenía un par de juegos en mente... bueno el veritaserum ya vería si se ponían tontos a no confesar cosas.. me quedé pensando en más cosas, nos haría falta comida pero para eso podía pedir a los invitados que trajeran algo de casa para compartir, tipical spanish, yo llevaría un maravilloso brownie con sorpresa -Que divertido será esto- dije para mi mismo mientras me reía solo y apuntaba cosas.
lo tenía ya casi todo, las bebidas, lo de la comida, el luga.. mierda, ¿dónde podía hacerlo? en mi casa no, que yo vivía en una ratonera, muy mona, con mis plantitas y mi ruso de atrezzo, en casa de Arleen ni de coña que su madre seguro nos cortaba el rollo, al resto de invitados pues no los conocía, ni sabía a quien invitaría Arleen, a Lucio por supuesto... se acababa de comprar una casa nueva... ya tenía sitio que no me diría que no.
Miré el reloj de la pared y ya de paso el poster ese asqueroso -mañana lo quemo- dije en voz alta antes de recoger mis cosas para ir a ganarme las lentejas. Por hoy solo tenía que echar un vistazo a los ingresados de la misión, así que me fui directamente hasta las habitaciones, la morena pecadora embarazada aún tenía que quedarse unos días más pero sus heridas eran mínimas teniendo en cuenta que llegó con heridas de nanobots, para ella de momento sanaciones y Anteia que se encargara del resto,a los rusos pasé a verlos por vicio, así veía a Thoren haciendo cosas de Thoren, la pelirroja había pasado a ser cosa de Anteia por lo que solo me quedaban el resto. Pasé a la habitación del feral y Mérida encontrándolos juntos de nuevo -Pero bueno! para que os doy dos camas!? será posible, a ver majo, vengo a ver esas heridas así que vuelve a tu cama- el feral obedeció y le quité el vendaje para poder echar un vistazo, la regeneración de los ferales era impresionante, aunque la plata le iba a dejar otra hermosa cicatriz en el cuello, canalicé mi magia para hacerle una última curación antes de darle su informe -Bueno, todo marcha perfectamente pero tendrás las cuerdas vocales tocadas un tiempo, no fuerces la voz y ven una vez a la semana para hacerte chequeos, las cosas frías pueden ayudar a la inflamación así que estás autorizado a comer helado hasta que te salga por las orejas- firmé su informe y le hice la receta de las pociones y medicinas que tendría que pedir.
Miré a Mérida y la señalé con el lápiz -tu nada de lácteos, dieta blanda durante esta semana, bajo en grasas y solo carnes blancas, todo cocido o a la plancha, poca sal, tienes cita con Anteia en una semana para ver como marcha tu embarazo, las nauseas son normales pero si sientes que de nuevo se descontrola te vienes a urgencias- firmé sus papeles con la prescripción correspondiente y les di el alta a ambos -ea, ya sois libres! os podéis ir cuando queráis- salí de la habitación y los dejé solos para que siguieran con sus cosas de recién.. lo que fueran porque ahora venía el plato principal, llegué hasta la puerta de Arleen y la abrí sin tocar ni nada más contento que unas castañas -Arleeen! te tengo un fiestorro preparado! necesito que me digas tus invitados y... uy- había tardado, otra vez, en ver que había alguien dentro pero esta vez era la descendiente de discórides -Sofía! que gusto verte! ya te has enterado de la noticia? estoy preparando la despedida de soltera de la muchacha, ¿te vienes? -
Me puse manos a la obra con una libretita para apuntar cosas, del striper me olvidaba porque seguro me ganaba una colleja, así que fuera, algo más de tranquis para empezar la noche, un Karaoke seguro, porque era una cosa de rancios pero con unos copazos cualquiera se subía al escenario a cantar cualquier mierda, como la canción de los fruitis y cosas así, alcohol para matar un dragón, pero serían bebidas de esas que entraban suaves, mojitos, margaritas, cosas con zumos de frutas para que se confiaran y después no se pudieran levantar, un bote de veritaserum y uno de amortentia, no para drogar a nadie, tenía un par de juegos en mente... bueno el veritaserum ya vería si se ponían tontos a no confesar cosas.. me quedé pensando en más cosas, nos haría falta comida pero para eso podía pedir a los invitados que trajeran algo de casa para compartir, tipical spanish, yo llevaría un maravilloso brownie con sorpresa -Que divertido será esto- dije para mi mismo mientras me reía solo y apuntaba cosas.
lo tenía ya casi todo, las bebidas, lo de la comida, el luga.. mierda, ¿dónde podía hacerlo? en mi casa no, que yo vivía en una ratonera, muy mona, con mis plantitas y mi ruso de atrezzo, en casa de Arleen ni de coña que su madre seguro nos cortaba el rollo, al resto de invitados pues no los conocía, ni sabía a quien invitaría Arleen, a Lucio por supuesto... se acababa de comprar una casa nueva... ya tenía sitio que no me diría que no.
Miré el reloj de la pared y ya de paso el poster ese asqueroso -mañana lo quemo- dije en voz alta antes de recoger mis cosas para ir a ganarme las lentejas. Por hoy solo tenía que echar un vistazo a los ingresados de la misión, así que me fui directamente hasta las habitaciones, la morena pecadora embarazada aún tenía que quedarse unos días más pero sus heridas eran mínimas teniendo en cuenta que llegó con heridas de nanobots, para ella de momento sanaciones y Anteia que se encargara del resto,a los rusos pasé a verlos por vicio, así veía a Thoren haciendo cosas de Thoren, la pelirroja había pasado a ser cosa de Anteia por lo que solo me quedaban el resto. Pasé a la habitación del feral y Mérida encontrándolos juntos de nuevo -Pero bueno! para que os doy dos camas!? será posible, a ver majo, vengo a ver esas heridas así que vuelve a tu cama- el feral obedeció y le quité el vendaje para poder echar un vistazo, la regeneración de los ferales era impresionante, aunque la plata le iba a dejar otra hermosa cicatriz en el cuello, canalicé mi magia para hacerle una última curación antes de darle su informe -Bueno, todo marcha perfectamente pero tendrás las cuerdas vocales tocadas un tiempo, no fuerces la voz y ven una vez a la semana para hacerte chequeos, las cosas frías pueden ayudar a la inflamación así que estás autorizado a comer helado hasta que te salga por las orejas- firmé su informe y le hice la receta de las pociones y medicinas que tendría que pedir.
Miré a Mérida y la señalé con el lápiz -tu nada de lácteos, dieta blanda durante esta semana, bajo en grasas y solo carnes blancas, todo cocido o a la plancha, poca sal, tienes cita con Anteia en una semana para ver como marcha tu embarazo, las nauseas son normales pero si sientes que de nuevo se descontrola te vienes a urgencias- firmé sus papeles con la prescripción correspondiente y les di el alta a ambos -ea, ya sois libres! os podéis ir cuando queráis- salí de la habitación y los dejé solos para que siguieran con sus cosas de recién.. lo que fueran porque ahora venía el plato principal, llegué hasta la puerta de Arleen y la abrí sin tocar ni nada más contento que unas castañas -Arleeen! te tengo un fiestorro preparado! necesito que me digas tus invitados y... uy- había tardado, otra vez, en ver que había alguien dentro pero esta vez era la descendiente de discórides -Sofía! que gusto verte! ya te has enterado de la noticia? estoy preparando la despedida de soltera de la muchacha, ¿te vienes? -
La libreta ya llevaba bastante más hojas de anotaciones de las que ella consideraba, entre las que estaban hablar con Aldaron, Lucio y también con Jo; porque si había magos chipeados eso implicaba que SAM también podía echar maldiciones y no sabía a profundidad cómo proceder con el área. Antes de darse cuenta habían ido a darle comida, hizo la pausa pertinente y siguió con lo suyo. Después de unas tres horas escuchó la puerta y se extrañó porque fue abierta directamente y se encontró con nada más y nada menos que la Descendiente Sofía Dioscórides. Estaba empezando a sentirse abrumada. Primero Lucio, luego trabajaba con Da Vinci, se encargó de Tesla y trabajo con estos dos y Newton cuando el tema de la nanotecnología. Fue protegida por Altair y Giordano abajo, Giordano la había visitado con preocupación y Sayid con una propuesta de matrimonio y ahora…venía ella.
Estaba dándole un pequeño estremecimiento al verla acercarse con tanta confianza y empezar a arreglarla. La oyó hablar de Sayid y sonrió de lado, era una bonita descripción; al menos alguien parecía poder darle más información acerca de él. -Fui atacada por SAM, Giordano solicitó mi ayuda para colaborar en la misión- Le explicó sonrojándose un poco mientras cerraba la libreta mientras admiraba las orquídeas y luego veía el libro. Se atragantó con aquello del “millón” de gardenias. Ella había pensado en colocarlas en los centros de las mesas y algunas en un arco floral para la ceremonia occidental. La miró perpleja cuando empezó a sacar especificaciones de las flores -No lo sé… Eh….- Se giró hacia el florero donde estaban las flores que Sayid había traído el día anterior y las señaló -Esas me gustan- Le respondió a Sofía.
De pronto, Aldaron aparece más entusiasmado de lo normal. Pero a él ya estaba acostumbrado asi que sonrió levemente escuchando todo lo de la despedida con las cejas arqueadas -Pero…¿Alguien ha hablado con mi madre?- Preguntó, a vox populi, porque estaba segura de que las ideas de Eleonore harían presión. Al caer en eso miró al elfo y luego a Sofía con curiosidad porque los dos parecían conocerse y eran extrovertido y Arleen tenía cierta información confidencial de V. ¿Tenía un tipo? ¿Era eso? ¡¿Y apenas ahora lo descubría?! Sonrió para sí misma y luego los miró a ambos -A ver…¿Invitados? Pues el personal del hospital por supuesto, el Descendiente Tesla y Da vinci, Newton también pero supongo que también son invitados de Sayid. Mi prima, la General Hua Amaya. Y mis hermanos…Aurora…- Empezó a enumerar y pronto recordó que había anotado en la lista y abrió la libreta por la hoja que correspondía -Oh y Belle Simmons, creo que puede hablar con Sigrid sobre temas de tecnología que les interesaran- Soltó la empollona antes de mirarlos a ambos con una sonrisa -Gracias por vuestra ayuda.
Estaba dándole un pequeño estremecimiento al verla acercarse con tanta confianza y empezar a arreglarla. La oyó hablar de Sayid y sonrió de lado, era una bonita descripción; al menos alguien parecía poder darle más información acerca de él. -Fui atacada por SAM, Giordano solicitó mi ayuda para colaborar en la misión- Le explicó sonrojándose un poco mientras cerraba la libreta mientras admiraba las orquídeas y luego veía el libro. Se atragantó con aquello del “millón” de gardenias. Ella había pensado en colocarlas en los centros de las mesas y algunas en un arco floral para la ceremonia occidental. La miró perpleja cuando empezó a sacar especificaciones de las flores -No lo sé… Eh….- Se giró hacia el florero donde estaban las flores que Sayid había traído el día anterior y las señaló -Esas me gustan- Le respondió a Sofía.
De pronto, Aldaron aparece más entusiasmado de lo normal. Pero a él ya estaba acostumbrado asi que sonrió levemente escuchando todo lo de la despedida con las cejas arqueadas -Pero…¿Alguien ha hablado con mi madre?- Preguntó, a vox populi, porque estaba segura de que las ideas de Eleonore harían presión. Al caer en eso miró al elfo y luego a Sofía con curiosidad porque los dos parecían conocerse y eran extrovertido y Arleen tenía cierta información confidencial de V. ¿Tenía un tipo? ¿Era eso? ¡¿Y apenas ahora lo descubría?! Sonrió para sí misma y luego los miró a ambos -A ver…¿Invitados? Pues el personal del hospital por supuesto, el Descendiente Tesla y Da vinci, Newton también pero supongo que también son invitados de Sayid. Mi prima, la General Hua Amaya. Y mis hermanos…Aurora…- Empezó a enumerar y pronto recordó que había anotado en la lista y abrió la libreta por la hoja que correspondía -Oh y Belle Simmons, creo que puede hablar con Sigrid sobre temas de tecnología que les interesaran- Soltó la empollona antes de mirarlos a ambos con una sonrisa -Gracias por vuestra ayuda.
No tenía manera de consolar a la chica en lo que a SAM se trataba, pero terminó por chasquear la lengua y arreglarle el cabello con cariño, de manera más paciente y amorosa por lo que había vivido.- Pues ya está. Nos encargaremos de las malas noticias después...- Susurró
Pasó directamente el libro sus páginas hasta llegar a todas las fotografías. Miró con ojo experto la flor que le señaló asintiendo y comenzando a pasar las páginas hasta encontrar la que buscaba.- ¡Ajá! Esta es, una flor bellísima. Será la principal, resaltaremos su bella forma, haremos contraste con orquídeas, que son más pequeñas y delicadas y quizás con algunas rosas en punto de botón si quieres añadir algo de color a los arreglos. Me dijo que las mesas estarían con dorado, podríamos agregar algunos hilos de oro y follaje ornamental también con algún toque dorado. Me encantan los arreglos con follaje, pero eso me lo avisas tu, no quiero imponerte nada. Y también pensaba en hilos de oro cayendo del techo para acomodar las gardenias por todo el jardín. Que no haya un espacio sin ellas. Piénsate eso y me avisas antes del fin de semana.
¡Aldaron! ¿Cómo va todo? - Preguntó al verlo entrar, sonriéndole de oreja a oreja mientras se acercaba a él para darle dos besos.- ¡Si, me han contado esta mañana! ¡Me encantaría acompañarles! Pero no puedo... Ahora que sé que estás organizando una despedida de soltera, tengo que hacer lo mismo, porque La Madrina tiene que hacer ese día inolvidable.- Sonrió de nuevo, volteando a ver a la chica con una sonrisilla de disculpa por si a ella no le habían dicho esa noticia aún. Escuchó lo de la madre e intercambió una miradilla con Aldaron.- Si te dejo más tranquila, puedo hablar con ella, pero la fiesta será a tu gusto, cariño, no al de ella. Pero le puedo dar por el lado hasta que vea lo que preparamos.- Sonrió, pensando en que quizás podría concederle una cosa o dos.- Aldaron, tómate unos días de descanso el fin de semana ¿si?, necesitaré muchas manos.- Dijo poniéndole una carilla de perro que le quedaba de lo más mona, aunque no tenía intención de apartarle del trabajo que le gustaba.- Yo solo necesito un tema para la fiesta y comenzaré a idear cosas. También... le ofrecí a Sayid el jardín. Hay manera de aclimatarlo, pero si lo prefieres seguro que el Gran Salón está libre y podemos hacer cosas maravillosas en él.- Sonrió, desaconsejando completamente la idea porque con pocas gardenias ya tenía el perfume en la punta de la nariz.
Pasó directamente el libro sus páginas hasta llegar a todas las fotografías. Miró con ojo experto la flor que le señaló asintiendo y comenzando a pasar las páginas hasta encontrar la que buscaba.- ¡Ajá! Esta es, una flor bellísima. Será la principal, resaltaremos su bella forma, haremos contraste con orquídeas, que son más pequeñas y delicadas y quizás con algunas rosas en punto de botón si quieres añadir algo de color a los arreglos. Me dijo que las mesas estarían con dorado, podríamos agregar algunos hilos de oro y follaje ornamental también con algún toque dorado. Me encantan los arreglos con follaje, pero eso me lo avisas tu, no quiero imponerte nada. Y también pensaba en hilos de oro cayendo del techo para acomodar las gardenias por todo el jardín. Que no haya un espacio sin ellas. Piénsate eso y me avisas antes del fin de semana.
¡Aldaron! ¿Cómo va todo? - Preguntó al verlo entrar, sonriéndole de oreja a oreja mientras se acercaba a él para darle dos besos.- ¡Si, me han contado esta mañana! ¡Me encantaría acompañarles! Pero no puedo... Ahora que sé que estás organizando una despedida de soltera, tengo que hacer lo mismo, porque La Madrina tiene que hacer ese día inolvidable.- Sonrió de nuevo, volteando a ver a la chica con una sonrisilla de disculpa por si a ella no le habían dicho esa noticia aún. Escuchó lo de la madre e intercambió una miradilla con Aldaron.- Si te dejo más tranquila, puedo hablar con ella, pero la fiesta será a tu gusto, cariño, no al de ella. Pero le puedo dar por el lado hasta que vea lo que preparamos.- Sonrió, pensando en que quizás podría concederle una cosa o dos.- Aldaron, tómate unos días de descanso el fin de semana ¿si?, necesitaré muchas manos.- Dijo poniéndole una carilla de perro que le quedaba de lo más mona, aunque no tenía intención de apartarle del trabajo que le gustaba.- Yo solo necesito un tema para la fiesta y comenzaré a idear cosas. También... le ofrecí a Sayid el jardín. Hay manera de aclimatarlo, pero si lo prefieres seguro que el Gran Salón está libre y podemos hacer cosas maravillosas en él.- Sonrió, desaconsejando completamente la idea porque con pocas gardenias ya tenía el perfume en la punta de la nariz.
Aldaron Failon
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Daba gusto hablar con sofía, era el camello más guapo que había tenido nunca oye y encima maja aunque las clases de su familia de majas tenían poco, no sé ni como conseguí graduarme -Pues chica, todo bien, trabajando, como siempre ¿que tal tu jardín?- empezamos aquella conversación casual como si nada pero a lo que íbamos, la boda. La descendiente era la madrina de la boda, al menos por parte de Sayid ¿tenian de eso en su cultura? bueno, daba lo mismo -¿En serio!? felicidades! pues a ver quien monta la mejor despedida! de momento lo tengo todo planeado y..- me detuve y miré a Arleen cuando dijo lo de su madre con cara de indignación -¿para que me mire y me diga que pensaba que te la organizaba Lucio? de eso nada, además, de donde yo vengo los padres no meten las narices en la despedida de soltera, eso es cosa de los amigos y como mucho los primos borrachos del pueblo- y ya estaba, igual la fiesta sería en casa de Lucio así que teníamos excusa, seguro que su madre esperaría de todo menos un buen desmadre en la casa del director descendiente del hospital.
Sofía por su parte tampoco parecía muy convencida sobre dejarle cosas a su madre pero si Arleen quería eso no había de otra -eso, Sofía tiene razón, si quieres que tu madre meta la zarpa nosotros te dejamos, que es tu boda, menos la despedida, prohibido padres, pero la boda... eso es todo cosa tuya, que tiene que estar a tu gusto-
Escuché las sugerencias de Arleen sobre sus invitados y... ¿Newton y Tesla!? en serio? yo lo apuntaba todo, el personal del hospital... vaale, eso ya me chirriaba -Hermosa mía, vamos a dar una fiesta que no será de etiqueta, la haremos en plan tranquis -solo al principio- pero habrá alguna copita y tal, algún desmelene, piensa bien en los invitados, lo mejor son amigos cercanos y gente enrollada con la que puedas echarte unas risas, como sugerencia, pero yo lo que tu digas- esperaba que me echara para atrás a los dos primeros y solo me dejara la gente chachi, que un señor de 90 años y el rarito del consejo como que no pegaban mucho.
Volví con Sofía al tema de la boda y me pidió unos días libres para ayudar -lo que tu quieras! hasta tres días me puedo tomar, que Lucio me debe vacaciones y yo esto no me lo pierdo, tu dime cómo, cuando y dónde!- me apuntaba a un bombardeo y así de paso pillaba ideas y cosas varias para la otra boda que de momento no tenía fecha. Arleen sonrió para darnos las gracias y a mi se me saltó un "aww" quien la viera, hace nada quería pegarme y ahora me da las gracias -Tu tranquila que vas a tener una boda maravillosa!-
Sofía por su parte tampoco parecía muy convencida sobre dejarle cosas a su madre pero si Arleen quería eso no había de otra -eso, Sofía tiene razón, si quieres que tu madre meta la zarpa nosotros te dejamos, que es tu boda, menos la despedida, prohibido padres, pero la boda... eso es todo cosa tuya, que tiene que estar a tu gusto-
Escuché las sugerencias de Arleen sobre sus invitados y... ¿Newton y Tesla!? en serio? yo lo apuntaba todo, el personal del hospital... vaale, eso ya me chirriaba -Hermosa mía, vamos a dar una fiesta que no será de etiqueta, la haremos en plan tranquis -solo al principio- pero habrá alguna copita y tal, algún desmelene, piensa bien en los invitados, lo mejor son amigos cercanos y gente enrollada con la que puedas echarte unas risas, como sugerencia, pero yo lo que tu digas- esperaba que me echara para atrás a los dos primeros y solo me dejara la gente chachi, que un señor de 90 años y el rarito del consejo como que no pegaban mucho.
Volví con Sofía al tema de la boda y me pidió unos días libres para ayudar -lo que tu quieras! hasta tres días me puedo tomar, que Lucio me debe vacaciones y yo esto no me lo pierdo, tu dime cómo, cuando y dónde!- me apuntaba a un bombardeo y así de paso pillaba ideas y cosas varias para la otra boda que de momento no tenía fecha. Arleen sonrió para darnos las gracias y a mi se me saltó un "aww" quien la viera, hace nada quería pegarme y ahora me da las gracias -Tu tranquila que vas a tener una boda maravillosa!-
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