Entrada & Áreas Verdes

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'Probabilidad' :

Aparecí en la entrada del hospital, acercandome despues acarreando mi bolsa y perseguido por dos de mis automatas que me llevaban el resto de bultos y maletas. Necesitaba un lugar de trabajo, y por mas que quisiera, mi taller no servía, y el campamento de las highlands tampoco. Ademas asi contaría con Arleen, mi aprendiz. Ojala tuvieramos el i+D para desarrollarlo, seria mas facil. Pero me repetia a mi mismo que lo importante no es la flecha si no el indio que la dispara.

Habia pensado tambien en las torres de SAM destrozadas, pero...eso, estaban algo destrozadas. Quizá luego, para sacar mas informacion estructural sobre los portales. De todos modos dudaba que pudiera cambiarles la funcionalidad hasta el punto que queria Cath, pero...nada era imposible hasta intentarlo. Parecía mas asequible lo otro.

"Obsidiana de troya...cristales de cuarzo....necesitaré de eso."

Pase a la recepcion y mandé a mis autómatas a buscar algun hueco libre en los intestinos del hospital, el sótano, bajo el suelo donde no molestaramos a nada ni nadie. Localicé a un par de tipos que parecían estar montando guardia y que de hecho me cortaron el paso tanto a mi como a mis automatas.

- Eh...sí, estoy buscando a Arleen. Identificacion? Como si hiciera falta. Giordano Da Vinci. - los miré esperando una rapida disculpa, que pasa? no me habian reconocido?

El contacto de Jarkko le había devuelto el calor al cuerpo y se quedó un rato con él así, al menos hasta que fue a por la ropa. Llevaba uno de los conjuntos de los sanadores y en ese instante se dio cuenta de que… ¿Por qué nunca tenía ropa acorde para ella? Siempre eran tallas más pequeñas o más grandes pero nunca la justa. En este caso era pequeña y se sentía como ese coso verde del que a veces hablaban Ian y Azahar.

Medio ofuscada por ello, pero más enfocada en su misión, fue contándole a Jarkko de camino a la salida lo que había ocurrido. Para su propia suerte se encontró con un tipo que reconocería en cualquier sitio ¿Que por qué? Pues porque en la isla corrían muchos rumores del sótano de aquel italiano que a Savannah en una de sus noches calientes habría estado dispuesta a comprobar.

-Eh…- Le tomó del hombro a Jarkko -Las casualidades no existen- Indicó caminando con él hacia Giordano y mirandolo con tanto…cargado -Tengo un mensaje para el Consejo…De un…espíritu- Miró al guardia que le miraba igual de raro que ella a él y estuvo a punto de gruñir y mostrarle los dientes ¿De qué iba? -Es sobre el árbol ¿puedo daróslo?-

- Como que tengo que esperar? Tú me has oido? Que soy Giordano Da Vinci, y necesito meter todos estos objetos en un sótano inmediatamente! No son juguetes, sabes? Son artilugios de gran calidad y muy finos, tremendamente utiles, y que....

Y asi me pilló Savannah, exigiéndole al segurata poco informado de turno, que por favore, me dieran un sótano alli para dejar mis trastos. Desvié la mirada hacia ella cuando dijo la palabra "Consejo". Y cuando dijo "mensaje espiritu" la miré de arriba abajo, un poco como Ryan Gosling en el gif ese.

- Claro. Espero que sea un espíritu tipo Cásper y las noticias sean buenas.

En estas que un pajarraco lechúzico se coló en el hospital hasta tirarme una carta en la cara y salir volando de nuevo. Maldije al pajaro estupido odioso y desenvolví la carta reconociendo la letra al instante, incluso antes de leer, y comencé a leer mientras esperaba la respuesta de Savannah porque....si, porque sabia hacer mas de una cosa a la vez. Y mas de dos, por cierto.

Savannah evaluó los autómatas y todo lo que llevaban encima y … oye, 1+1= 2. ¿Iba a armarse uno de sus sótanos en el hospital? Ahora el calor que Jarkko le había devuelto estaba subiendo un par de grados centígrados y no pudo evitar pensar en Giordano de una forma muy creativa… Uniendo a Jarkko a la pintura.

“Artilugios finos y de buena calidad. Quizás le pido uno”, pensó mirando de reojo a Jarkko y tomándole medidas, volvió la mirada hacia Gio que le observaba de una forma muy rara y Savannah se acomodó la ropa un poco, estirándose la camisa a ver si con eso parecía más formal. No, no lo hacía.

-No lo son- Empezó a moverse alejándose un poco del guardia y se cruzó de brazos mirando al pájaro loco ataca descendientes -Es una advertencia. El espíritu fue enviado para decirnos que el abrazo del Sanguis Ligno ocurrirá pronto y que NO hay tiempo. Peor aun, no se puede evitar. Quiere que lo sobrevivamos para pelear después- Se removió un poco incómoda porque odiaba dar noticias fatalistas -Dijo que vienen a por más sangre, venganza,almas…Y mencionó el apellido Pendragon- Advirtió haciendo una leve mueca.

"Estimado Descendiente de DaVinci,

Le informo que nuestro pacto ha dejado de ser válido por nuestra parte. Me temo que no puedo ofreceros ayuda con el Sanguis Ligno, aunque sospecho que tampoco la queríais.

Espero que el joven Khan pueda recuperar los huevos que encontramos y reconozca el valor que tienen los templos.

Si aceptáis un pequeño consejo, alejaos de Ouroboros.

Atra gülai un ilian taught ono un atra ono waíse sköliro frá rauthr.
G"

- ....cómo que Atra gülai un ilian taught ono un atra ono waíse sköliro frá rauthr? Eso es nuevo! es diferente! no lo entiendo, qué significa? - zarandé la carta con la mano que la sujetaba, golpeandola con los dedos de la otra antes de darme golpes a mi mismo en mi sien, como indicando que Gwen se habia debido de volver loca al cambiar le modo de despedirse, porque todo sonaba mal, horrible y dramatico.

"alejaos de Ouroboros!"

- Dile que si no puede ser más clara! - le grité al puto pajaro que ya salia volando por la puerta, pero nada. Bufé, mirando a Savannah, porque por suerte, su...mensaje aportaba algo de claridad. - Pues tu amigo el espíritu llega justo a tiempo.

Si, yo también sabía sumar 1+1, pero no igual que Savannah.
-El abrazo del Sanguis... - me pasé una mano por la barbilla, pensativo. Podia referirse a los eventos recientes, de las raices creciendo y ocupando casi todo Ouroboros? No, eso ya habia ocurrido. Se trataba de una advertencia, de algo que no habia ocurrido aun. Claro, Pendragon.... Gwen tambien me habia intentado avisar con esa carta, tambien me habia recomendado salir de la isla, y que no podían ayudar mas. Desarrugué la carta para leer de nuevo.

- Por qué la carta de Gwen Pendragon, diciendome que no pueden ayudarnos con el Sanguis Ligno y que como consejo nos alejemos de Ouroboros, llega en el mismo momento que tu mensaje del espiritu sobre el abrazo del Sanguis, lo inevitable que es, y que lo unico que podemos hacer es sobrevivir al choque para pelear despues?

"mi teoría?"

- O es una trampa para mantenernos alejados de la isla y obrar a su antojo, o arbol padre va a por arbol hijo.... - y solo había una manera de comprobarlo. Observé a Savannah y su acompañante, como si me interesara la opinión que tenían. - Os apetece una expedicioncilla rapida para comprobarlo?

Sugerí, mientras levantaba el comunicador de mi antebrazo para escribir un rapido mensaje y alertar al Consejo. Quizá influía que sí, que me sentía un poco en la cima de la montaña rusa, ahora mismo.

Miré a mis autómatas y les ordené con un gesto de la mano y una expresión facial muy elocuente que se largasen de la recepcion con mis cosas y encontraran como fuera un maldito sotano para mis experimentos.

Intercambió una mirada rara con Jarkko cuando Giordano empezó a hablarle a la carta una y otra vez sin llegar a comprender de qué iba. Miró al pájaro cuando le gritó y forzó una sonrisa como intentando aparentar una normalidad que no sentía, sobre todo porque su cabeza estaba en otra cosa…

Se quedó oyendo el análisis del Descendiente mientras pensaba en llegar a casa y quitarse esa ropa prestada y hacer buen uso de ella -Porque no existen las casualidades- Le dijo a Giordano mirando a Jarkko y guiñándole un ojo por referencia a lo que había dicho antes pero con un subtono que sólo su pareja entendería.

La “petición de ayuda” hizo que Savannah mirara a Jarkko como preguntándoselo, pero entonces se le iluminó la bombillas -Apetecerme me apetecen tus aparatos útiles, finos y de buena calidad. Yo he dado el mensaje, pero si me das uno, te acompañamos- Sonrió abiertamente con afabilidad, aunque aquello era una forma de sacar algo a cambio…Porque igual lo haría, porque su clan, su ex clan, formaba parte de Ouroboros y no permitiría que sus padres se vieran afectados por ese árbol -Uno que aguante bien- Le especificó porque bueno…siendo los dos licántropos.

El par de dos se miró. Observé a Jarkko y miré sus brazos, sonriendo mientras asentía al reconocer en esa artesanía el metal y el sello de mi casa. Ah, si, habia sido un trabajo interesante, el suyo.

- Tú eres Jarkko, y tu debes de ser Savannah. - acababa de terminar de enviar el mensaje por el brazalete, justo despues de hacerlo habia dado con sus nombres. Miré mi reloj, observé a los automatas perderse por ahi antes de que Savannah soltara aquello con tanta emocion. Vaya, debia de ser una admiradora de mi trabajo. Aunque me pilló algo desprevenido su entusiasmo, no pude menos que sonreirle de modo embaucador, por....naturaleza, no por otra cosa. Porque por las miradas del uno y de la otra, hasta yo me daba cuenta de que ahi habia algo.

- Trato hecho, nunca dejo a nadie insatisfecho en ese sentido. - dicho y hecho, puse una mano en el hombro de ella y otra en el de él, y nos desaparecimos de alli rumbo a Ouroboros, a echar un rapido....rapido vistazo.

El portal creado con la piedra los llevó directamente a la entrada de aquel nuevo hospital del que Catherine le había hablado alguna vez. No le hacía mucha gracia entrar en un lugar perteneciente a la tal Arleen Royden, a la que no había tratado nada bien durante la misión de Roma. Se guardó la piedra en el bolsillo del pantalón de manera disimulada, mirando después a su alrededor de manera evaluadora. No era su terreno, y eso lo tenía en modo alerta. Tampoco iba a permitir que la cuidadora de Zephyr se separase de ellos, aunque no entrase a la consulta. - A lo mejor la elfa se equivoca. - murmuró mientras avanzaban hacia la puerta, entornando la mirada. - Porque a ver cómo se lo explican si al final es verdad. - que parecía que sí, pero no las tenía todas consigo.

Al entrar puso cara de disgusto porque aquello le parecía bastante moderno. Le faltaba...el aire a lugar creado por alguien que consideraba preciada su magia. Estaba tan acostumbrado al estanque de sangre del Sanguis para casos graves que eso se le hacía extraño. - ¿Qué vas a hacer cuando terminemos aquí? ¿piensas reunirte con ellos? - inquirió señalando al brazalete, en el que había mirado antes mensajes. - Seguro que les hace mucha ilusión que yo te acompañe. - añadió con una sonrisa maliciosa, porque aunque estuviese jodido por lo de Ávalon encontraba algo de satisfacción en haber sido el motivo de que los otros también se jodieran. Se alejó un poco de ella para ir hacia recepción, apoyando un codo sobre el mostrador con aires de superioridad.

- Catherine Le Fay requiere de los servicios del hospital de una de las vasallas de Ouroboros. Rápido.

No, no estaba mejor. Pero al menos podía respirar. Seguía igual de distraída y dispersa, como en shock de sentir aquel vacío tan grande dentro de ella. No había conseguido las palabras para explicarle a Wthyr que ella era la isla y la isla era ella. Que su vínculo era fuerte porque formaba parte de sí misma. No sabía bien cómo explicarle ese sentimiento, siempre le habían costado poner en palabras lo que percibía.

Atravesó el portal siguiendo a Wthyr, un poco por inercia. Todo había ocurrido demasiado rápido y aún estaba algo desubicada. Alzó la mirada hacia él ante su pregunta, escuchando el brazalete pitar con la llegada de nuevos mensajes. Bajó la vista al aparato y tensó suavemente los labios -Supongo, no lo sé- Realmente, del Consejo no quería ver a nadie que no fuera Giordano o Matvey, quizás Mei o Ling. El resto, por ella, podían morirse todos.

-No me puede importar menos lo que piensen. Ahora mismo este es un problema de todos- Susurró contrariada mientras lo dejaba avanzar hacia la recepción, quedándose un poco atrás para leer el mensaje de Rosse, Markus y Leroy. Analizó la respuesta de Rosse, dándose cuenta de que quizás no había sido muy explícita con lo que estaba diciendo… Pero…

¿Se estaba ofreciendo para sacrificarse? Parpadeó con sorpresa. Aún así…la verdad es que ella misma lo había pensado y sólo se había echado para atrás por sus hijos, y por Ian y Wthyr. Sólo y únicamente. Se removió incómoda, si bien no soportaba a Rosse y poco tiempo antes había pensado que le daba igual que se muriera…Acceder a un sacrificio así le parecía un poco brusco. Tragó en seco y siguió leyendo lo demás. La sugerencia de Markus le pareció un poco más acorde. La isla estaba viva,a su manera, quizás si pudieramos perfeccionarla para convertirse en ese portal podría servir. Ahora mismo estaba en las garras del Sanguis Ligno, pero quizás podían recuperarla.

El mensaje de Leroy era tan… tan cliché. Tenía que responder. Movió los dedos pero entonces… Entonces decidió que no iba a entrar en tonterías con ese hombre. Respiró profundo y respondió normalmente a los mensajes. Poco después conectó mentalmente con Ian para mandarle un mensaje, un poco…preocupada por los niños. Tras ello se giró hacia Wthyr acercándose finalmente -¿Has dicho vasalla?- Preguntó, porque había oído de fondo un poco su petición mientras estaba en sus cavilaciones -Ouroboros no es una monarquía…Y Londres no forma parte de la isla- Sonrió de lado -Arleen no me debe nada- Le recordó y se giró a la recepcionista -Cualquier sanador que esté disponible está bien. Tenemos una consulta sobre mi embarazo- Resumió.

Elizabeth medio se apresuró un poco hacia el área de entrada, la recepción al escuchar que había un apuro allí y también alcanzo a comprender que un tipo con pintas que daban miedo exigía la atención de uno de los vasallos de Ouroboros. ¿Ouroboros tenía vasallos? Aquello le pintaba muy absurdo, excéntrico por decirlo de alguna manera. De todas maneras, necesitaban a una sanadora y ella lo era, aunque no fura ninguna vasalla de nada. Eso también lo habían puesto de manifiesto y la habían dejado a ella.

Alzo una ceja cuando llego a la entrada encontrándose con las dos personas. Ese día se encontraba con el uniforme reglamentario puesto, el que utilizaba cada vez que estaba en el hospital funcionando de asistencia. Se había atado su corto pelo azul de forma tal para que no le estorbara en la cara. Se acercó a ellos con total calma dirigiéndose en primer lugar al hombre. -Cuanto lo siento. Me temo que no soy vasalla de Ouroboros pero si soy una sanadora por lo que tendrá que conformarse conmigo dado a los apuros. - Luego se dio la vuelta hacia la morena a la que sonrió, la recordaba de ese día de emergencia y esperaba que se sintiera mejor con aquella situación. -Hola Catherine, a ti si te recuerdo… Soy Elizabeth Knox… Lo digo por si no me había presentado antes. - Y recordaba no haberlo hecho, pero lo expuso en esas palabras para sonar más amigable. -Bueno, entonces ¿En qué puedo ayudarte?-

La perspectiva de tener que verles las caras a los del Consejo no era precisamente lo que más le apetecía, aunque tampoco podía negar que siempre estaba dispuesto a discutir con esos cretinos. Catherine llevaba razón en que ahora era un problema de todos, aunque lo habrían evitado si los otros hubiesen hecho las cosas bien desde un principio. - Esa es la mentalidad. Estás por encima de ellos como para que te importe lo que piensen. - mencionó antes de dejarla sola para ir al mostrador a hacer su demanda, echando un vistazo general a la mujer de cabello azul que les atendió. Por algún motivo le daba la sensación de que le era "familiar".

- Tú tal vez no seas vasalla, pero sí la Royden que lo dirige. - se giró un momento hacia Catherine cuando se acercó a puntualizar otra vez eso de que no era una monarquía, que si no le debía nada y todo ese discurso de que no eran vasallos. Arqueó una ceja con cara de "no tenéis ni idea", cruzándose de brazos mientras la morena le decía el motivo de la visita. Al parecer ya se conocían...y encima el apellido Knox también le sonaba a él. Era la familia esa tan grande que eran amigos también del Hacksaw. Y según recordaba...el capitán de la Brigada también.

- ¿De qué os conocéis? - preguntó a Catherine con disimulada curiosidad, descruzando los brazos mientras la otra ofrecía su ayuda. Supuestamente ya le habían dicho el motivo de la visita, pero habría que ser más explícitos. - Necesitamos confirmar el embarazo, y saber si está todo bien porque tenemos algunas...dudas. - giró la cabeza un momento a la elfa que se había quedado detrás, yendo a coger a Zephyr en brazos para regresar al mostrador para que entendiese un poco por dónde iba la cosa. - Sólo han pasado tres meses desde que nació él.

Ladeó la cabeza hacia Wthyr, haciendole un gesto de “¿En serio?”, luego negó con la cabeza pensando que esa actitud siempre la había tenido pero en los últimos años había logrado un poco más de conexión con otros miembros. Aún así…

Catherine acabó alargando la mano hacia el antebrazo de Wthyr para apretarlo con suavidad, tratando de ser lo más sutil posible. Tras ello estableció la conexión mental con él. “Tienes que parar con eso de la monarquía, Wthyr, en serio… Ouroboros no trabaja así y nunca lo hemos hecho. Nos tildarán de soberbios y acabarán negándonos ayuda. No es lo que queremos”.

-Gracias- Le dijo a la mujer que se estaba ofreciendo a ayudarlos. La reconocía de la noche con Ian pero la verdad no se había quedado con su nombre, había estado más enfocada en salvar a Ian que en aquellos a su alrededor. Tensó con suavidad los labios al oírla decir su nombre porque le daba vergüenza reconocer que ella no sabía el suyo, una vergüenza que coloreó sus mejillas rápidamente. -Encantada Elizabeth- Aquella presentación acabó con el pequeño ataque de ansiedad que estaba dándole.

Volvió la mirada hacia Wthyr -¿Recuerdas el día que te dije que estaba en Londres por Ian?- Esperó a ver si ubicaba la noche y ella se concentró sólo en el vínculo, no dejando que los recuerdos volaran a su mente -Tuvimos que traerlo al hospital y Elizabeth junto a Anteia me ayudaron, bueno, le ayudaron- Acabó por explicar mientras Anna se acercaba tras dejarle a Zephyr a Wthyr. Catherine alargó la mano para acariciarle el cabello a Zephyr -Y Aelin. Fue un embarazo de mellizos. Algo especial- Murmuró mirando a su hijo y esperando que Ian le contestara pronto, confiaba en que si algo estaba mal le avisaría.

-Buenas, soy Anna… Además de que ha tenido otro embarazo recientemente, percibo cierto desarrollo anormal en el proceso- Le explicó a Elizabeth -Tengo la impresión de que ha recibido una descarga mágica que ha acelerado su crecimiento. Necesitamos confirmarlo- Catherine la dejó hablar mientras miraba el brazalete e iba respondiendo a la par, arrugando el gesto cuando Rosse habló y recordó lo que había ocurrido en la última reunión.

OFF: Eli tira dado +7 ha visto algún embarazo mágico antes.

Dejo que Catherine se entendiera con él, parecía que sabía sobrellevarlo y a la peli azul le parecía… Dejémoslo en un tanto. Pero ella no estaba allí para juzgar, claro que no, ella estaba allí para ayudar. -Estoy igualmente encantada. - Y también lo estuvo cuando la viera la primera vez, aunque esa fue cuando no estuvo en las mejores condiciones. Asintió con la cabeza a las explicaciones que le daba Catherine.

Apretó los labios, porque no quería reír con las acciones del hombre, que por cierto aun no sabía su nombre. Le pareció un poco extraña la forma de comportarse, porque entre una persona arrogante y los gestos de una persona que quería que le entendiera perfectamente como si fuera una retardada, no tenía por donde perderse y la poca ternura que le causara todo aquello, termino por derretirse. –Tres meses no creen que es muy poco tiempo para volver a quedar en estado? - Miro al pequeño niño que le hizo mucha gracia, aquella pequeña criaturita le recordaba a Cleor y Cheria cuando eran unos bebes. -Entonces tu eres? - Necesitaba un nombre para la cara a la cual se dirigía, solo si es que no quisiera que lo llamara por algún adjetivo.

Anna termino de comentarle las circunstancias mientras veía que Catherine perdida en lo que estuviera haciendo, lo que se le ocurrió que podría dejarles pasar a alguna sala y que le pudieran contar sus cosas más cómodamente, sobre todo si parecía haber problemas con las suposiciones que se hacía de todo lo que le estaban contando.

Descarga mágica y crecimiento acelerado del embrión… Nunca escucho eso, solo lo natural de tener un bebe. Entonces más que por un chequeo médico rutinario de un embarazo, quieran a alguien que les confirmara sobre aquel embarazo sobre el que solo había oído rumores, lo que la dejo asiendo un puchero. -Lo siento, no los puedo ayudar con eso, pero si quieres puedo hacer una revisión para saber cómo está él bebe. - Aunque igualmente no sabía si serviría de mucho.

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'Dado (10)' :

La regañina mental de Catherine le pareció un poco exagerada porque tampoco había dicho nada que no fuese cierto. Los Royden esos vivían para complacer a los Descendientes, y en jerarquía estaban por debajo  de ellos. Eso los convertía en vasallos o algo similar, aunque fuesen de modernos. Se limitó a inspirar modo enfado, pero no dijo nada porque no se iban a poner de acuerdo y además le era un tema de conversación irrelevante. Finalmente acabó presentándose de manera más o menos formal con la sanadora, dando nombre y apellido. - Así que la conoces de ese día...- recordó que le había dicho a ella que el licántropo seguía teniendo suerte de que después de todo estuviese ahí en esos casos. Precisamente después de lo que le había hecho a Aelin. Recolocó a Zephyr en sus brazos, asintiendo a eso de que sí que había sido algo especial. Podrían haber fracasado rompiendo la maldición.

Miró de reojo a Anna un poco incómodo cuando se puso a hablar, por algún motivo le irritaba la presencia de la elfa. Sabía demasiado, se entrometía, opinaba...demasiados años a sus espaldas. Al menos aceleró la explicación, porque él ya quería ir al asunto. Arqueó aún más la ceja por el comentario de que 3 meses era muy poco tiempo, conteniéndose de decir un "no me digas".  Mientras hablaban se les acercó una lechuza portando una carta que le entregó directamente en mano. Se apartó un poco en el mostrador para leerla, reconociendo de inmediato la cuidada caligrafía de Gwen.

Gwen escribió:Querido hermano,

Como sabes me encuentro en Irlanda junto al resto de las sacerdotisas en compañía de los druidas de la isla de Man. Desde aquí, cada noche puedo observar los destellos de nuestro hogar. No he podido resistirme a volar hasta allí.
Sin embargo no he tomado tierra, no te enfades. Simplemente quería saber qué estaba sucediendo. Las islas se han roto en varios pedazos, todas se encuentran unidas por raíces de ambos árboles. También hay un velo extraño a su alrededor, parecido a las brumas pero...¿Recuerdas cuando me portaba mal y la abuela decía que si seguía haciéndolo me empujaría al velo de los espectros?Me recordaba a eso.
Y...sé que dejamos atrás en Avalon a alguna gente.Tal vez los de Ouroboros también lo hicieron pero parecía que había demasiadas personas. Las calles están concurridas aunque no distingo a nadie a través de la oscuridad de ese velo.
Las raíces continúan en movimiento, tal vez aún no ha terminado la convergencia.
Atra du evarínya ono varda, Wthyr-vodhr [que las estrellas te protejan, honorable Wthyr]
G.

Tuvo que releer un par de veces para asegurarse de que había leído  bien lo de los espectros. Él también recordaba lo  de su abuela. Por lo que parecía las islas no habían colisionado sin más, sino que eso había producido efectos indeseados. Tomó un bolígrafo de los que habían por  ahí para escribir por el reverso de la carta, respondiendo a Gwen rápidamente.

Carta de Wthyr escribió:Querida hermana,

Has sido prudente, has hecho lo correcto. Avisa al resto para que no se acerquen allí, si lo que planteas sobre el velo de los espectros es como decía la abuela...es peligroso aterrizar ahí. Espero que nadie haya decidido retornar, pero si es así es posible que el Sanguis haya tomado posesión de ellos. Catherine va a reunirse con los Descendientes más tarde, te informaré al respecto. Tengo que seguir investigando.

W.

Reenvió la carta en la pata de la lechuza, poniéndose después  al corriente. - Vamos de una vez, no perdamos el tiempo. Hágale las pruebas correspondientes. ¿Por ahí? - señalo el cartel que indicaba la planta a la que debían ir, pasando la mano tras la cintura de Catherine para comenzar a moverse en esa dirección junto con la sanadora, saliendo de recepción.

¿Nena  o nene? Par nena, impar nene.

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'Dado (10)' :

Aparecimos en el hospital con ...los animos un poco más calmados. Al menos nos habíamos sacado todo lo que teniamos que decirnos y nos lo habíamos dicho. No estaba arreglado, que va, pero las cartas si estaban sobre la mesa y eso era bueno. No le había llegado a responder a lo que me habia dicho en la casa, sobre que seguro que en aquella epoca yo pensaba que él era idiota por sus creencias. Bueno, en otro momento, quizás.

- Aun nos queda dilucidar algunas cosas...y tenemos que patrullar el área porque estoy seguro de que este no ha sido el jaque mate. Hace falta información...

Avanzamos a paso vivo los dos hacia la entrada del hospital, ingresando a su interior. Los soldados de la puerta me reconocieron y saludaron, todo parecía en orden asi que les pedí informe.

- Donde está la directora? - el relevo había llegado rapido. Me informaron de lo que habia pasado con los otros soldados y mientras, envié un sms a Arleen. - Avísala tu tambien Black, seguro que tu mensaje lo lee antes. - sobre todo si se lo enviaba mentalmente. - Habéis actuado bien. - les dije a los soldados, el encontronazo se habia gestionado sin violencia. - Pero vamos a tener que hacer algunos pedidos al departamento cientifico....

"no me gusta que me los vayan desmayando asi a las buenas"

Titubeó un poco al llegar a la entrada porque… La había evitado a toda costa durante todos los días que había ido a trabajar. Entraba por urgencias o usaba la red flu. Ese titubeo afecto el taconeo con el que avanzaba sola por los pasillos, que no era del todo regular, porque paraba en cada esquina para ver que no hubiese nadie extraño.

Al llegar allí vio a Thalos y a Johan, relajandose casi de inmediato. Aún así su mirada se desvió brevemente hacia los jardines, el miedo seguía allí y, por lo que parecía, había armado un campamento perenne. Odiaba ese sentimiento, odiaba sentirse así en el sitio que había ideado para ser seguro para todo el mundo. El concepto ahora le parecía tan estúpido como le habían advertido Oscurus, Jo, Thalos, Gelion, Amaya y…básicamente todo el mundo.

Al final sí que era una payasa, como decía Sayid.

Se acercó finalmente hacia ellos comprendiendo que el plural era por Johan y no por Gelion, por ella, mejor. Dejó escapar el aire en un suspiro controlado mientras se inclinaba para dejarle un beso en la mejilla a cada uno -Gracias- Susurró sonriendo luego a los soldados. Poco a poco había notado que su reticencia al contacto no era con todos los hombres, era con aquellos con los que se sentía insegura…Si no los conocía o lo hacía poco…Le costaba estar cerca. También si había muchos, la multitud… Cuando la superaban en número.

Oyó risas y, por un momento, no supo si era de sus recuerdos o en la vida real y miró alrededor buscando el origen para darse cuenta de que era lo primero -Yo…hablé con Markus. Le…- Tragó en seco, incómoda mientras le subían los colores en un parpadeo -Le grité un par de cosas…