Sector II: Cuarentena

El miembro 'Ares Kylee' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Defensa Mágica' :


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#2 'Ataque Mágico' :

Conseguí desarmar exitosamente al soldado, aunque antes habia soltado un rafagazo de balas que esperaba Ares hubiese logrado bloquear. Estaba encaramado sobre el soldado sujetandolo contra el suelo pero me las apañé para pegarle una patada a su arma y tirarla lejos de mi.

"joder, echaba de menos pelear a puños descubiertos"

Pero no me gusta nada lo que le está diciendole a mi compañero, asi que lo sacudo brevemente.
-Cállate! - escuché a Ares de fondo y supe que habia salido ileso. Quise creer que aquello que decia iba en broma. Iba a prepararme para soltarle otro puñetazo al soldado cuando lo escuché cerca de mi, confesandome que aquel muggle que era su padre no era otro que Andreas Wilhelm. Quedé con cara de puta sorpresa y me giré para mirarlo.

-QUÉ? PERO QUÉ? -Ese?!

Pero las sorpresas no acababan ahi. De la nada aparecio un portal del cual salieron tres reyes magos que se pusieron a repartir paquetitos. Yo me quedé boquiabierto y miré a Ares.
-No habras vuelto a drogarme?

Gaspar se acercó a mi y me echó la bronca, yo lo miraba cual niño emocionado, pese a que me estuviese reprendiendo. Pero tenia los ojos brillantes y una enorme sonrisa mientras lo veia echarme la bronca.
- Ohh...muchas gracias viejo! Sabia que existiais! Yo siempre crei en vosotros! -les hice un gesto muy canipandillero de llevarme el puño a la patata y luego señalarlos, pegando un grito absurdo cuando el carbon explosivo reventó a mis pies.

Aquello me apartó del soldado, con lo cual pudo hablar con el otro Rey mago y luego ser cargado por Ares. Yo me levanté con los pelos de punta y ennegrecidos por la explosion, jodidamente emocionado. Agarré mi otro regalo y me acerqué a Ares dandole un par de palmadas en la espalda.
-Ya tenemos una buena historia para contar. Vamos!

Ellos se fueron y volvimos a quedar solos. El gesto de Ares de salvar al soldado me parecia arriesgado, pero loable. Asi que me eché mi nueva y recien adquirida rara capa por encima de los hombros y echamos a correr guiados por Ares, él y el soldado, yo y los 5 prisioneros liberados, direccion al Sector I, dejando atras el II

Todo estaba completamente oscuro, no escuchaba nada, no sentía nada, ni los brazos, ni las manos, ni siquiera las piernas... Tenía cierto sabor metálico en la boca, era sangre, no, otra vez no... Estaba seguro de que no le habían dado de comer así que posiblemente se habría comido a su compañero de celda "Reiv", pensó, pues en su mente tenía un vago recuerdo de algo, gritos, unos licantropos que le atacaban, una chica de pelo rojo... Y como no, el malnacido de cabello rubio.

Intentó levantarse del frío suelo, llevaba puestos unos harapos que olían francamente mal, casi que hubiera preferido quitarselos pero no tenía fuerzas ni para eso, a duras penas consigue levantarse lo suficientemente para apoyarse en la pared y recostarse en un rincón de la habitación. Se sentía como una mierda, como si todo el maldito ejercito le hubiese marchado por encima, empieza a toser con fuerza lo que le causaba aún más dolor en las costillas, se tapa la boca con la mano como puede y al apartarla echa un vistazo, había pequeñas gotas de sangre en esta.

Las horas pasaban, sentía escalofríos, no paraba de toser y apenas si podía respirar por el dolor de su pecho, alguna vez había sufrido las consecuencias de su transformación pero no de esa forma - es como si... Hubiera pasado mucho tiempo... Pero la luna llena fue ayer... - dijo para si mismo, era agradable escuchar una voz aunque solo fuera la suya propia y ahí se quedó, esperando poder morir pues parecía la única forma de escapar de aquel lugar.

Un par de científicos escoltados por soldados llevan a la zona de cuarentena a dos magos capturados hace unos días. Ya han pasado por las pertinentes pruebas en las que se les saca una muestra de sangre y se les coloca el nuevo chip en forma de nanotecnología, a petición de Wilhelm. También se han curado las heridas que se les produjeron en la captura que llevó a cabo el centinela. Éamon quiere tenerles aquí apartados hasta que pueda interrogarles debidamente, pues por lo visto son peces gordos de esos de la isla extraña que cayó a tierra. Las compuertas metálicas de la zona de cuarentena se abren cuando introduzco el código, dejando paso al frío interior. Los soldados empujan a los dos detenidos, Rosse y Ling, que van debidamente esposados y ya con su ropa de prisioneros.

- Aquí os quedáis hasta que el ministro O'Connell venga a veros. - suelto de malas formas, echando un vistazo al feral que había en el interior. Una semana de transformación le había dejado exhausto, no creo que hiciese mucho. Debemos seguir analizando su muestra de sangre para descubrir qué puede haber provocado esa transformación tan larga, porque no estamos seguros de si el satélite tiene efectos secundarios en los seres, además el consabido bloqueo de magia. - Ah...cuidado con el gato...es agresivo y ha matado a unos cuantos esta semana. Vosotros veréis... - sonrío de manera desagradable, volviendo a cerrar las compuertas para marcharme después.

Después de un tiempo que podrían haber sido horas o días, escucha otra cosa que no sean gritos de tortura ahogados en la lejanía, parecía que se acercaba gente a su celda, aún así permaneció en su rincón, mimetizándose con las paredes, cuando la puerta se abre de golpe, pone su mano frente a sus ojos, la luz era cegadora a pesar de ser tenue pero estaba algo sensible después de la transformación, lo primero que vio fue a uno de los científicos después dos personas que eran empujadas al interior de la jaula por soldados, no se mueve aunque se lo ordene a su cuerpo este a penas le responde, pero la boca le funciona bien, de momento. -no me jodas... el capullo ese viene otra vez? parece que tiene bastante tiempo libre...- .

El científico sonríe y dice aquelas palabras... ¿una semana? ¿a unos cuantos? no, eso era imposible... no podía, ya le pesaba bastante en la consciencia haber matado a esas dos chicas hace unas noches, incluso el guardia justo antes de la trasformación... y Reiv, no conseguía recordar nada y cuanto más se esforzaba más difuso era todo, se lleva las manos a la cabeza y acto seguido mira al científico. -Qué coño estás diciendo, puto minion de mierda? una semana? no llevo aquí una puta semana!! yo... la luna llena fue ayer! ven aquí puto cobarde!.- alza la voz pero sin mucho éxito, los guardias cierran la puerta, a duras penas ha podido levantarse del sitio, la cabeza le duele y el remordimiento le golpea acompañado por la duda, ¿estaba diciendo la verdad? ¿había matado a tantas personas? se sienta de nuevo en el suelo, sin decir nada, tampoco le prestaba atención a los nuevos, mejor no vincularse con más compañeros de celda candidatos a comida para gato.

Ya habian pasado algunos dias, no se cuantos, desde que nos capturasen a Rosse y a mi. Pero eso no queria decir qe estuviese menos cabreado.... Por el momento la cosa no habia ido "demasiado" mal. No habia habido ningun interrogatorio chungo, que era lo que yo me esperaba nada mas pisar aquello.  Pero en fin, mejor.

Nos azuzaron a una celda fria y que olia a gato encerrado, que daba muy malas vibras, con nuestras espositas y nuestra ropa fea.  Me giré mirando mal al cientifico, reconociendo el nombre que empleó, O'Connel. Se fue y dirigí una mirada al chico, entendiendo ahora lo del olor a gato...y estornudé. Me froté la nariz, pensando que debia ser un feral, ademas uno muy cabreado.

- La luna llena no fue ayer - le informé, el chaval parecia haber perdido la nocion del tiempo del todo. Miré a mi alrededor, y luego miré a Rosse y asentí. Quizá este chico pudiese decirnos algo, aunque pasaba bastante de nosotros. Me acerqué a él y me agaché en frente suyo. - ¿Cómo te llamas? Que puedes decirnos de este sitio?

Un desastre, todo un puto desastre. Así puede denominarse al plan con el que intenté distraer al centinela para que no siguiese a Sean, que espero que al menos lograse escapar. Más le vale, porque si no mis planes de ligotear con él se irán al traste. Ja...si consigo salir de aquí con vida. Lo peor de todo fue ver cómo mataban al joven dragocanijo, aquel ser metálico sin alma le atravesó el cráneo, haciendo que me quedase sin respiración durante unos segundos. El pobre Ling también acabó pagando por mi intento de huida fallido, y acabó conmigo en las garras de aquel centinela.

Así terminamos dando con nuestros hermosos cuerpos descendénticos en los horribles campos de concentración. Nada más llegar nos curaron de manera más o menos aceptable, tampoco nada para tirar cohetes. No estábamos excesivamente heridos, así que permanecimos conscientes para verles las feas jetas a esos científicos que daban escalofríos. Por mucho que los insulté y pataleé no sirvió de nada. Se quedaron también con nuestra sangre, a lo que les grité que tenía amigos que les iban a hacer una felonía que se iban a cagar la "patalante". Nos tuvieron allí tal vez entre 5 o 6 días, entre pruebas y preguntas absurdas que no quisimos responder. Mucho menos las comprometidas. Después de eso...nos implantaron algo, no sabía qué, pero seguro que los compañeros cerebritos lo habrían entendido.

Finalmente nos llevan por un pasillo hasta lo que parece una sala para guardar los fiambres, fría y metálica. Nos arrojan después de decir que nuestro compañero de celda es poco menos que Hannibal Lecter, aunque el pobre parece más bien un chaval jodido que un criminal. En cuanto cierran la puerta me pongo a aporrearla, gitando cabreadísima. - ¡QUE NOS DEJÉIS SALIR! ¡HOSTIA PUTA YA! ¡JODER! - no sirve de nada, sólo para hacerme daño en las muñecas con las esposas y fastidiarme la voz. Al cabo de un rato me siento en el suelo, pegada a la puerta y toda enfurruñada.

- No van a parar hasta que nos saquen todo sobre los nuestros...sobre Ouroboros. Todavía tenemos mucho que perder. - Ling se acerca al chico de la celda, que con lo que le han dicho se ha quedado bastante rayado. - Bah, ni caso al científico frikazo ese. ¿Tú has visto su cara? sólo es un attention whore. Seguro que nos puedes echar una mano...¿has visto a más prisioneros últimamente? - tengo la duda de si fuimos los únicos atrapados o si trajeron a alguien más, y quizás el chico lo sepa. - ¿Cuánto...cuánto tiempo llevas encerrado? - pregunto dubitativa porque seguro que es una putada darse cuenta de que lleva mucho tiempo aquí.

Se queda un rato mirando a los recién llegados, la reacción de la chica era muy parecida a la que había tenido él al llegar, cuando despertó en la enfermería pero rápidamente vuelve a centrarse en mirar a la nada, si no se mueve puede que no le vean, como los t-rex y cosas así, pero no funciona con gente pues el chico que parecía asiático empieza a hablarle.

Seguramente estarían hablándole un buen rato hasta que soltara prenda, así que lo mejor era quitárselos de encima, suspiró y decidió empezar a contestar preguntas. -Me llamo Kyllian...soy un Feral así que hasta la siguiente luna estais a salvo de mi, lo que debería preocuparos es el cabrón de Éamon, intentad no cabrearlo mucho, no aprendáis a las malas como yo- Se quita el trapo que le cubría el torso para enseñarles las horribles marcas que aquel hombre le había dejado en la piel unas semanas atrás.

Cuando la rubia por fin habla y dice lo de Ouroboros, hace conjeturas, posiblemente sean estudiantes de la maldita isla flotante a juzgar por su juventud, rueda los ojos y les chista para que se callen, señalando a una de las esquinas, de forma muy tenue algo reflejaba la poca luz que había en aquella celda, era una cámara de vigilancia -Primera regla, las paredes tienen ojos en esta mierda de lugar, así que no hagáis nada raro si no quereís que vengan los guardias...-.

La pelirroja parecía haberse calmado y ahora le dirigía la palabra, contestó a la primera pregunta negando con la cabeza -Sois los primeros que veo en un buen rato, aunque me he despertado esta mañana... si el puto friki que os ha traído tiene razón, me he pasado una semana entera convertido eso hace un total de tres semanas en este agujero... la mierda de la magia no solo os afecta a los niños pijos que vais a la dichosa isla flotante...ahora sabréis lo que es vivir como el resto de los mortales y no en vuestro país feliz, en la casa de gominola de la calle de la piruleta.-

- Rosse, para! Solo vas a conseguir hacerte daño - y dejarme sordo de paso, con tanto berrido. Por fortuna pareció caer pronto en la cuenta ella también de que eso no le iba a servir de mucho.

Volví a prestar atención a kyllian, y cuando se presentó le saludé al estilo de mi cultura, con las manos juntas (no era difícil por las esposas) y una pequeña reverencia de cabeza además de una sonrisa
- encantado kyllian, yo soy Ling. Gracias por el consejo.

Miré lo que le habían hecho cuando nos enseñó aquellas heridas en su torso, y farfulle un "monstruos" por lo bajo. Me puse en pie, todo rastro anterior de sonrisa borrado y fui donde Rosse. Iba a contestarle a eso de ouroboros hasta que el feral nos avisó:

Nos tenían vigilados.

Asentí con la cabeza y acerqué mis labios al oído de Rosse, tapandolos con mi mano para amortiguar mejor el sonido y susurrarle:
- no podemos decirles nada de nada, o será el fin de las oportunidades que tenemos para ganar. Da igual con qué nos amenacen. - me separé de ella y le apreté un hombro... - prometido.

Cabía la posibilidad de que nos amenazasen con dañar al otro, pero aún asi tendríamos que mantenernos fuertes y pensar en los demás, los que ojalá hubiesen llegado al castillo.

El nombre ouroboros pareció despertar algunos sentimientos en el feral,y no buenos. Pero era interesante lo de que hubiese estado transformado tanto tiempo...
- rosse, crees que Altair también....?

Entonces el otro senpuso chulito, y si hasta el momento yo había ido en plan tranqui y todo chill, ahi fue un poco a la mierda.

- y tú qué sabes? Niños pijos? Tomamos la decisión de abrir Ouroboros a todo el que lo necesitase.... Siento que no hayas tenido la suerte de que te encontrásemos a tiempo para ofrecerte la ayuda pero no te voy a dejar que hables así de Ouroboros cuando uno de los nuestros acaba de morir hace apenas unas semana! Que estés encabronado porque tú vida haya sido una mierda no va a hacer que me trague tus insultos, whiskas!- quizá en otro momento no hubiese t reaccionado tan así, pero la muerte de snagov, del dragocanijo, el ruido de su cráneo al ser perforado, la idea de que hubiesen podido cazar o incluso matar a otro de mis amigos... Me hicieron saltar


"Uyy que mal karma.... "

Pues sí que tenía parte de razón el científico que nos ha encerrado, el chaval es un feral, y como nos toque pasar una luna llena aquí con él ya podemos darnos por muertos. Ojalá estuviese aquí Altair para lidiar con el feral, porque nuestro compañero en esa forma no pierde el control. - Vaaya...pues entonces mejor que nos hagamos amigos antes de la próxima luna llena. - sonrío de manera nerviosa porque ya lo estoy visualizando, y no me gusta nada en absoluto. Seguro que quiere que nos coma aquí mismo. Observo las marchas que le han hecho en las torturas, poniendo cara de disgusto al conocer que se las había hecho Éamon, el mismo que dicen que vendrá a vernos. Al menos dice que no ha visto a más prisioneros en tiempo, aunque eso simplemente puede ser porque le tienen aquí aislado de todo y todos.

Empiezo a mirar de manera paranoica hacia todos lados al escuchar eso de que las paredes escuchan. Con lo bocazas que soy me va a costar mantenerme callada y no soltar nada que no deba mientras hablo en la celda. Resoplo con desesperación, acabando por tumbarme en el suelo de espaldas mientras miro al techo. - Menuda mierda. - mascullo sin ganas de hacerme la positiva Mr Wonderful de los Descendientes ni nada por el estilo. - ¿Y aquí qué hacemos para pasar el rato? igual si me aburro mucho me da por comeros antes de que tú nos comas a nosotros. - me quedo unos segundos más ahí tirada, haciendo sonidos de queja lastimera como de orco apuñalao hasta que el feral se pone modo chungo con nosotros por ser de Ouroboros. El chino también entra en modo Bruce Lee, y yo me incorporo rápidamente para seguir el enfrentamiento.

- Pero cuánto odio, chaval. No sabes nada de nosotros. Ling lleva razón, hemos estado ayudando con hospitales y acogiendo gente, la que podíamos cuando la encontrábamos. - me levanto del suelo un poco en plan peleona, aunque intento contenerme pensando qué dirían otros compañeros del Consejo, los más sensatos. Se supone que tenemos que dar ejemplo. - Sólo porque tú lo pasas mal quieres que el resto lo pase mal. - suelto un hum indignado por lo bajo, apartándome un poco porque ya se encarga Ling de decirle cuatro cosas. - Más nos vale encontrar un modo de no volvernos locos aquí dentro. Cuando vengan a por nosotros también te sacarán a ti, así que relaja. Va, cuéntanos qué quieres ser de mayor y esas cosas. - le pido por cambiar de tema, aunque en el fondo tenga resquemor por lo que ha dicho y ganas de seguir la pelea.

cuando los dos le replican no puede hacer otra cosa más que reírse, no podían ir en serio, de verdad le estaban replicando por una sola persona? él mismo había visto a unos cuantos ser ejecutados de forma pública, por favor, los muy cabrones hacían transmisiones por la televisión para que todos vieran lo que les esperaba a los seres mágicos que eran capturados. Discúlpeme su eminencia, ¿acaso he herido sus sentimientos? LOS DESCENDIENTES, no vosotros, han abierto las puertas a los que puedan llegar a vosotros pero que hay de los que se quedan atrás? los que son capturados y traídos aquí? los que torturan y son ejecutados públicamente? es que no tenéis televisión en vuestra torre de marfil? cada semana transmiten ejecuciones, la última que vi fue el mes pasado durante la luna roja,  quemaron a una chica en la hoguera y todo el puto Londres lo vio, no me vengas con el rollo de "hacemos todo lo que podemos" porque llegáis tarde, los descendientes deberían haber movido el culo antes, aunque vosotros solo sois SIMPLES ALUMNOS.-   al decir lo de alumnos hace bastante énfasis,esperaba que se diera cuenta alguno de los dos de lo que intentaba hacer,  es cierto que les replicaba pero se había dado cuenta de algo "nosotros" "Ouroboros" "Altair" esos dos no eran simples alumnos, parecían tener un rango más, era peligroso que siguieran abriendo esas bocazas, el cabrón de Éamon los torturaría una y otra vez si se enteraba de que ocultaban información.

Rueda los ojos cuando ambos le dicen los "porque tu lo pases mal" "porque estés encabronado" joder es que esta gente se piensa que la vida es color de rosa? sinceramente a parte de la muerte de sus padres a manos de una muchedumbre furiosa, su vida no había ido tan mal quitando el hecho de que estaba allí encerrado. "cuando nos saquen de aquí..." mierda! la chica esperaba que fueran a por ella, eran cebo fresco, alzó la voz sin dejarla terminar la frase levantándose de su confortable esquina -¡JODER ES QUE NO OS CALLÁIS NUNCA! hasta los guardias que nos están escuchando y viendo por las putas cámaras tienen que estar hasta la polla de vuestro parloteo, ni les hará falta torturaros para que habléis joder!- si les decía educadamente que se callaran, a lo mejor sospechaban algo, así que ¿porqué no continuar siendo un capullo?.

Con mis ojillos estos entornaos de asiatico lo miré mal, pero claro, to el rato con los ojos entornaos parecia que lo miraba con rencor gran parte del tiempo, salvo si sonreía, claro esta, cosa que ahora....no se daba. Sus eminencias? Y... nos estaba tomando por estudiantes? Vale que eramos jovenes, pero yo que se, tio....

Lo dejé hablar por respeto apretando mis esposados puños, molesto.
-Ya te lo he dicho, lo siento! Y para tu información la torre de marfil como tu la llamas se estampó en la tierra... Además mas vale tarde que nunca, no?

"Y dale con lo de simples alumnos"

Iba a llevarle la contraria, pero.... oh. Caí. Vi lo que intentaba hacer. Era un capullo, pero no tanto. Quizá... ayudaria aquello a mantener todo lo que sabiamos a salvo?

- Si, somos simples alumnos, y qué? Eso no quiere decir que no los tenga en estima. - La tension habia ido creciendo, el se habia puesto en pie, yo me habia arrimado a el hasta quedar bien frente a frente. - Tu podrás odiarlos todo lo que quieras pero para mi son mi unica familia. Asi que...retíralo!

Y aun con las manos esposadas me las apañé para hacer una llave, acercandome mucho a él, pasando mis esposadas manos tras su cabeza y metiendo mi cadera contra un lateral de la suya, la pierna que tenia mas cercana a él me sirvió para propinarle un leve rodillazo que podria hacerlo perder el equilibrio y entonces con el agarre que le tenia por la cabeza lo terminaria por dirigir al suelo para quedar encima de él, retorciendole un brazo tras la espalda. - Lo retiras?

Me entra tal indignación cuando nos llama eminencias que no lo puedo disimular lo más mínimo, abriendo mucho la boca mientras frunzo el ceño. Es como que nos echa la culpa de todo lo que pasa simplemente porque a nosotros no nos haya pasado lo mismo. Está visto que no le vamos a convencer, pero ya me está cabreando bastante. Al principio no entiendo por qué pone tanto énfasis en lo de ser simples alumnos, aunque tras darle un par de vueltas me acabo dando cuenta de que es una especie de codazo, guiño, guiño. Algo así como para que nos tomen por alumnos en lugar de por lo que somos, miembros del Consejo de los 20. Casi me hace ilusión que me vea tan jovenzuela como para poder llamarme alumna. Eso no quita para que siga un poco enfadada por ponernos verdes.

- ¡Eso, somos simples alumnos que no tenemos ni puta idea de nada! - grito en voz muy alta, para que lo escuchen en los micrófonos de la celda o en las cámaras de seguridad, lo que sea.  - ¡Pero aunque seamos unos inútiles totales no quiere decir que no les apreciemos, porque son tan sanguinarios que arrancan gargantas de un mordisco y retuercen las tripas de sus rivales antes de matarles! - digo en voz exageradamente alta y sobreactuada, soltando una risilla por el comentario de Kyllian sobre no callarnos nunca. - Uhh...no lo sabes tú bien. Por allí los tengo hartitos a todos. "Rosse, cállate" "Rosse, que me duele la cabeza ya" "Rosse, odio tus bromas..." y así. - trago saliva al escuchar eso de la tortura, que una cosa es suponer que lo hacen, y otra que nos lo confirme él. Tengo algo de miedo de no poder enfrentar lo que nos hagan, si se da el caso. Les destrozaré los tímpanos, eso seguro, y con información falsa.

De repente el chino se pone a hacer sus cosas de Kung Fu contra el chaval,  a lo que pongo cara de dolor al fijarme en lo de la llave. Yo las había sufrido alguna vez.  - Va, va, déjalo. Ya ha reconocido su error. - en realidad no lo ha hecho, pero decido darlo por supuesto. - Vamos a dejarle, bastante tiene con lo que tiene. - me acerqué a ellos para tratar de separarles, aunque seguramente acaba cobrando también, por meterme.

El chico parecía listo, había hecho exactamente lo que quería, ahora podría decirles algo sin que el resto sospechara... joder, ella a pesar de parecer mayor parecía tonta, menuda forma de sobreactuar... "Éamon se la va a comer viva..." pensó, la dejó hablar mientras susurraba con la cara contra el suelo para que el chico le escuchará -Abre bien las orejotas y asegúrate de tener controlada a tu amiga, no os hagáis los importantes, haceos pasar por mosquitas muertas o os usarán para atraer a vuestros amigos o lo que sea que tengáis, os torturarán hasta sacaros la última gota de información, he conocido a Altair, si salís de aquí antes que yo decidle que Leila es importante para Éamon... y... hay un chico, su nombre es Reiv Black, lleva más tiempo que yo aquí, puede que nadie sepa que está aquí, puede que tenga familia o amigos preocupados por él... y sobretodo no os pongais chulos con Éamon, no se toma demasiado bien las bromas.- dicho esto empieza a revolverse como loco, intentando soltarse del agarre del chico, acto seguido mira a rosse con cara de malas pulgas y arremete contra ella con palabras, lo que mejor se le da.

-Cállate maldita zorra! espero que te corten la puta lengua! a ver si el cabrón de Éamon te pone un puto botón de silencio! ¡NO VAIS A VALER NI PARA CARNE DE GATO DEBILUCHOS!- se suelta del agarre de ling y sin pensarlo le da un puñetazo en la cara, se levanta y empuja a Rosse contra la cama o lo que debería serlo y va hasta la puerta para aporrearla y llamar la atención de los guardias -¡SACADME DE AQUÍ HIJOS DE PUTA! AL MENOS DADME UNA CELDA VIP CAPULLOS! PARA QUÉ ME METÉIS CON LOS NIÑOS PIJOS ÉSTOS! ÉAMON! ÉAMON! TRAE TU CARA DE TENER UN PALO METIDO POR EL CULO HASTA AQUÍ Y SUÉLTAME! - aporrea la puerta seguidamente hasta que alguien se digna a abrirla, se lleva una paliza pero al menos era más convincente que la chica.

- No, no lo ha reconocido!

Respondí a Rosse, pero la deje que siguiese hablando...el chico parecia querer decirme algo importante. Asi que lo escuché, pero sin soltarlo.

La primera parte de su advertencia me hizo soltar un "Hmpf!" muy ufano, como si no me hubiesee dado cuenta ya de ello. Pero engañarlos en ese aspecto seria dificil. Aunque con mi corta edad y mi acento chino, podria hacerme el gilipollas un rato, eso seguro.... lo siguiente me interesó mas, pues conocia a Altair y el nombre de una muchacha por quien sentia debilidad Eamon

- No, si salimos saldremos juntos. - le dije con los dientes apretados, en un susurro que sonaba a amenaza pero era una promesa.

"Reiv Black?"

- Lo conozco....Reiv.....

"estuvo en el torneo!"

Mientras visualizaba los recuerdos que tenia de Reiv en el torneo, el muy gatuno se retorcio bajo mia. Logró retorcerse y me estampó un puñetazo en la cara con toda su fuerza feral que me tiró al suelo, partiendome el labio de abajo por el golpe contra los dientes propios

"esta desquiciao!"

Me quedé sentado en el suelo limpiandome la sangre de la boca viendo como tras empujar a Rosse gritaba contra la puerta, hasta que abrieron para darle una paliza nazi frente a nuestros ojos. Miré a la puerta bierta...oportunidad? Nah.... habian otros dos guardias ahi afuera vigilando con cara de mala hostia.... Le lancé una mirada a Rosse y negué "no hagas nada, y no digas nada". Me jodía mucho ver aquello, por mas que él me acabase de partir los morros. Se detendrian antes de matarlo?

No consigo enterarme de qué es lo que parece decirle Kyllian a Sean, pues en ese momento no estoy encima de ellos y encima el otro ha hablado como en susurros. Miro a ambos mosqueada, seguro que es importante y debo saberlo, aunque haya que ser discretos si le ha dado una información importante. Lo siguiente que sucede que acabo recibiendo también por culpa de querer ir a separarlos, de tal manera que termino siendo lanzada contra una especie de camastro cutre por culpa del empujón del chico salvaje. - ¡A mi no me insultas de esa manera, maleducado! ¡Tú si que no vas a durar aquí nada, seguro que no hay nadie que quiera venir a salvarte porque eres insoportable! - replico levantándome de donde me ha tirado, toda cabreada por las formas de chalado que ha tenido. Puede que me haya pasado con lo que le he dicho, pero me he hartado de esforzarme por ser conciliadora.

- ¡Vas a ver tú si valemos o no valemos, idiota! ¡te vas a tener que tragar tus palabras! ¡estar aquí te ha transtornado!

Voy hacia él para devolverle el golpe y apartarlo de la puerta, pero aparecen los guardias antes de que pueda hacer nada. Eso de insultar al jefe no creo que lo pasen por alto, y mucho menos el escándalo que está montando. Precisamente por eso empiezan a darle una paliza, ante lo que me quedo paralizada durante algunos segundos. Ling parece optar por un perfil bajo, no hacer nada para no acabar recibiendo también. Yo por un momento estoy por hacer eso, pero finalmente decido actuar, aunque la líe. Si me quedo quieta no haré más que darle la razón en que los de Ouroboros no hacemos nada ni ayudamos a la gente, y no me da la gana de que se quede con esa idea. Decido meterme contra los guardias, intentando arrebatarles alguna de las armas que portan para intentar escapar de allí ahora que las puertas estaban abiertas, y de paso distraer la atención sobre Kyllian. Sobra decir que no lo consigo, provocando que acaben pegándome a mí también. Entre dos guardias me arrastran por los brazos para sacarme de allí hacia otro sitio, poniendo rumbo desconocido para mí...

En cuanto se abre la puerta los guardias se abalanzan sobre él, golpeándole y dándole alguna que otra descarga, aún así su cuerpo ya estaba tan adolorido que casi ni podía notar más dolor, se retuerce un poco con las descargas y entonces la chica se lanza contra los guardias, abre los ojos como platos, intenta gritarle para que se detenga o a los guardias para que no le peguen pero se muerde la lengua, si daba el más mínimo indicio de que se preocupaba por los chicos la tapadera se iría al traste.

Apretó los dientes cuando se la llevaron, quería ayudarla pero en su estado era imposible, apenas si podía mantenerse en pie, se levanta y respira profundamente, el pecho volvía a dolerle y ahora aquel camastro parecía lo mejor que podía ofrecerle un hotel cinco estrellas, se deja caer pesadamente, primero se queda mirando al techo, luego echa un vistazo al chico, estaba claro que estaba acojonado -Lo he intentado... siento lo de tu amiga...- dice en un susurro mientras se da la vuelta para quedar mirando hacia la pared.

Me estaba poniendo de los nervios tragar con lo que le hacian a Kyllian. Yo, que siempre habia sido partidario de meternos en la guerra de lleno. Bueno...siempre, desde que entré al consejo hará un par de años como mucho.  Pero el caso es que ahi estaba yo, mirando sin hacer nada... esto tambien formaba parte del plan de Kyllian? Rosse pareció reaccionar antes. En realidad, sentí que ella SI estaba haciendo lo que debia....aunque a veces hacer lo que debas sea una gran estupidez.

-ROSSE, NO! - me puse en pie cuando la golpearon y tiraron de ella para sacarla de alli, pero me encontré con un empujon por parte de ellos que me desequilibró lo suficiente para que cerrasen la puerta en mis morros. - ROSSEEEE! - Gruñí frustado y le pegué un puñetazo a la puerta.

"mierda, a donde se la han llevado? No la matarán, verdad?"

Miré a todas partes en aquel lugar, ahora SI que estaba nervioso. De no ser porque Kyllian seguía ahi....me habría entrado mas agobio todavía. Reiv, Leila...esos nombres me bailaban ahora en la cabeza pero de que me servían aquí? Reiv era fuerte. Lo habia visto en aquel estupido torneo. Cómo...?

"Bueno. Snagov tambien lo era"

Escuché a Kyllian farfullar algo asi como una disculpa. Me quedé ahi de pie plantificado...esperando que la puerta se abriese de nuevo, pero no se iba a abrir.  Tenía un nudo en el estomago. Me fui al lado opuesto de la puerta, al final de la celda, y me senté ahi, mirando a la puerta y con la espalda en la pared, escondiendo la cara entre los brazos. Traté de alegrar la voz antes de hablar, sonar a que me estaba burlando, o algo asi, pero me salio bastante rota.
- Te han dado fuerte, huh?

"Rosse.... aguanta"

- Yo también lo siento. - me pasé una mano por los ojos, bruscamente. - Cuéntame algo. No quiero dormirme. Sabes a donde pueden habersela llevado?

Esto iba a ser duro para él, para los dos, solo esperaba que a la chica no le hicieran nada peor que darle unos cuantos golpes, aunque eso se lo callaba, no era el momento de decirle esas cosas al chico, siguió hablando por lo bajito contestando a las preguntas que pudiera, podía escuchar perfectamente a ling por su condición de Feral pero quizás él no podría, aún así lo intenta sin moverse de su posición actual para que no le vean mover los labios. -Créeme, los golpes de esos guardias no son nada... seguramente se la lleven a una celda de aislamiento, con suerte la traerán de vuelta en unas horas o un par de días...-

¿Qué podía contarle mientras estaban allí? cualquier cosa que pudiera serle útil en ese momento era totalmente inapropiado si no que ría que se le fuese la olla... se puso a darle vueltas a la cabeza pero no encontraba nada, de tanto pensar por fin dio con algo que podría contarle -Mis padres eran magos... fueron alumnos en Ouroboros, se conocieron allí, mi padre me adiestro desde pequeño para poder sobrevivir en los bosques ademas de enseñarme lo básico de la magia, posiblemente habría acabado siendo un niño pijo como vosotros si no los hubieran matado-

Se ríe amargamente al pensar en ello, hacía ya mucho que no pensaba en sus padres, no le gustaba recordarlos, aún los echaba de menos y eso le causaba tristeza y la tristeza era algo que no se podía permitir pues siempre pensó que era señal de debilidad, o eso fue lo que aprendió de Allen.

Hablaba muy flojo y me costaba escucharlo. Pero si me acercaba mas a él...pareceria que nos habiamos hecho coleguis. Pero total, a los guardias que mas les daba que nos pegasemos o compartiesemos anecdotas? Ya se habian llevado a Rosse.

- Que respuesta mas ambigua. Ese tipo de respuestas suelen ocultar cosas mas oscuras. - el feral se habia esforzado, no obstante. Empezaba a darme cuenta que no era tanto uñas y dientes por dentro como aparentaba por fuera. Más aun cuando hizo sus esfuerzos por redirigir mi mente al contarme aquello de su vida. Al oir lo de Ouroboros, por fin desenterré la cara de mis brazos. - Ah si? Que...curioso.

"igual mi madre llegó a conocerlos...."

Me reí un poco por lo bajo cuando dijo eso de niño pijo, pero en realidad era una risa breve y un tanto triste, porque aquello me lo habia dicho acompañado de la noticia de sus padres, asi que acabó siendo un sonido similar al que habia hecho él. Sentí nostalgia.

-Quienes fueron? Lo sabes? - creía que, si lo que me decia era cierto (para que inventarse eso?) comenzaba a comprender un tanto mejor su tirria hacia el Consejo y Ouroboros en general.