Recuerdo del primer mensaje :
Cualquier mago o bruja que haya incumplido las normas de trabajo, pasa al sector dos, CUARENTENA, todo en pos de su seguridad, para aprender cual es su autentico lugar. ¿Calabozos de castigo? No, por favor, no nos gusta llamarlos asi. Todo es por el bien de los magos y brujas de nuestra comunidad.
Dejo que Adam sea quien responda y hable, porque yo me he quedado demasiado parado nuevmente al ver que otro soldado queda inmovil tras mi golpe, en este caso, un miserable placaje que ha bastado para dejarlo quietecito. Se habia estado riendo como un maniaco cuando fui a atacarle, y me habia disparado, pero yo habia conjurado un pequeño escudo magico protector y solo me habian rozado algunas balas, y ahora yace en el suelo con el cuello en una posicion un tanto extraña. Muerto, probablemente. Otro? Tengo ganas de que se acabe todo esto.
"no creo que halles paz ni muerto..."
Pero un grito me hace apartar la mirada de aquel que acaba de morir con el cuello roto, apartandome de los disparos del otro. Muchos ni me impactan, estampandose con la puerta tras de mi resonando metalicamente en la estancia. Una bala me pasa rozando la pierna, es algo doloroso, pero no reviste demasiada gravedad. Y aquel soldado tardaria poco en caer a causa de sus graves heridas, sin necesidad de que se le hiciese nada mas.
-Joder...si tanto los apreciais...llamad a los enfermeros o algo.... se...se dejan morir asi....
"y eso no"
El grito de Adam me espabila, Pamela agarra a la niña y desaparece por el hueco de la puerta, rumbo al sector I. En ese momento se ha empezado a liberar la toxina, pero aun no somos conscientes. Voy por Ian, con intenciones de cargarlo y salir de alli con él...pero entonces oigo la risa de desquiciado de Ailanthus y el ataque que lanza contra Adam. No puedo irme sin mas, por mucho que me lo haya dicho....aunque sé que él querria que sacase a Ian de alli a toda costa. Aun no puedo. Me pongo frente al chico, lo defenderé con mi cuerpo si hace falta. Pero le lanzo un conjuro a Ailanthus, no demasiado fuerte, ni empleando mi habilidad personal, simplemente un hechizo repulsor, para empujarlo y apartarlo de Adam. Toso levemente, cerrando los ojos con fuerza unos instantes, porque acabo de marearme. Aunque lo achaco a la falta de sangre.
Cuando los vuelvo a abrir las lineas se desdibujan. Veo a Adam, y a Ian que está en el suelo. Pero los pasillos me recuerdan a los de Hogwarts, y de pronto están en llamas. Arden, y cadaveres de mis estudiantes yacen por doquier aqui y allá. Hasta escucho sus gritos. Los soldados a mis ojos ahora aparecen como aurores, esos magos asesinos de niños... Es como vivirlo todo de nuevo, como si fuese real. Me quedo mirando a la nada, con una expresion de miedo en el rostro... aunque a pesar de todo, no es solo miedo, panico o terror, si no dolor y culpabilidad. Oigo susurros, en mis oidos, y me giro, pero...no hay nadie a mis espaldas. ¿Que está pasando aqui? ¿Donde estoy?
________________________
20 +10 (soldados) =30 daño
defensa magica
5dado+10stat+5canalz= 20
10 Ps de daño
100-10-2 sangrado leve=89 PS
ataque magico a ail
5 dado+5canalz+15 stat= 25 PS
"no creo que halles paz ni muerto..."
Pero un grito me hace apartar la mirada de aquel que acaba de morir con el cuello roto, apartandome de los disparos del otro. Muchos ni me impactan, estampandose con la puerta tras de mi resonando metalicamente en la estancia. Una bala me pasa rozando la pierna, es algo doloroso, pero no reviste demasiada gravedad. Y aquel soldado tardaria poco en caer a causa de sus graves heridas, sin necesidad de que se le hiciese nada mas.
-Joder...si tanto los apreciais...llamad a los enfermeros o algo.... se...se dejan morir asi....
"y eso no"
El grito de Adam me espabila, Pamela agarra a la niña y desaparece por el hueco de la puerta, rumbo al sector I. En ese momento se ha empezado a liberar la toxina, pero aun no somos conscientes. Voy por Ian, con intenciones de cargarlo y salir de alli con él...pero entonces oigo la risa de desquiciado de Ailanthus y el ataque que lanza contra Adam. No puedo irme sin mas, por mucho que me lo haya dicho....aunque sé que él querria que sacase a Ian de alli a toda costa. Aun no puedo. Me pongo frente al chico, lo defenderé con mi cuerpo si hace falta. Pero le lanzo un conjuro a Ailanthus, no demasiado fuerte, ni empleando mi habilidad personal, simplemente un hechizo repulsor, para empujarlo y apartarlo de Adam. Toso levemente, cerrando los ojos con fuerza unos instantes, porque acabo de marearme. Aunque lo achaco a la falta de sangre.
Cuando los vuelvo a abrir las lineas se desdibujan. Veo a Adam, y a Ian que está en el suelo. Pero los pasillos me recuerdan a los de Hogwarts, y de pronto están en llamas. Arden, y cadaveres de mis estudiantes yacen por doquier aqui y allá. Hasta escucho sus gritos. Los soldados a mis ojos ahora aparecen como aurores, esos magos asesinos de niños... Es como vivirlo todo de nuevo, como si fuese real. Me quedo mirando a la nada, con una expresion de miedo en el rostro... aunque a pesar de todo, no es solo miedo, panico o terror, si no dolor y culpabilidad. Oigo susurros, en mis oidos, y me giro, pero...no hay nadie a mis espaldas. ¿Que está pasando aqui? ¿Donde estoy?
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20 +10 (soldados) =30 daño
defensa magica
5dado+10stat+5canalz= 20
10 Ps de daño
100-10-2 sangrado leve=89 PS
ataque magico a ail
5 dado+5canalz+15 stat= 25 PS
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El miembro 'Lyran Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Defensa Mágica' :
--------------------------------
#2 'Ataque Mágico' :
#1 'Defensa Mágica' :
--------------------------------
#2 'Ataque Mágico' :
Soldado Alianza Humana
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59-33=26
26- 10 (mi defensaaa)=16 pupa
150-16=134 PS
daño a Adam
0+5=5 PS
_____________________________________________
Empiezo a pensar que debo ser miope o algo porque no se....me defiendo como puedo, pero es el jefe quien mas me ayuda, haciendo que las heridas que recibo sean menores. Miro al capitan con adoracion pero lamentando que pueda sufrir daños
-Capitan, no vuelva a hacer eso! Es el deber de los soldados proteger al capitan!!!!!!
Miro a mi alrededor, sufriendo al ver morir a dos de mis compañeros. Nunca me trataron bien, no fueron educados conmigo, pero ahroa me dan pena. Y todo se pone tenso y se gritan. Se que se ha liberado el gas porque dan la orden. Yo llevo mi mascara y activo el sistema de respiracion y filtrado de toxinas.
-Capitan, use proteccion....ya mismo!
le doy unos toquecitos en el hombro, pero su risa de maniaco me hace dudar de si me oyo o no. No se. Pero me ha dado una orden. Atacar al mago, verde que eche a correr tras la mujer fugada. Apunto a adam y disparo...
-NO OS METAIS CON MI CAPITAAAAAAAAAAN!!
Pero de verdad, el disparo poco mas y me explota en la cara. Creo que me han dado un arma defectuosa. Alguien debe estar comploteando contra mi, alguien quiere que yo muera. Seguramente haya sido amarillo.
26- 10 (mi defensaaa)=16 pupa
150-16=134 PS
daño a Adam
0+5=5 PS
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Empiezo a pensar que debo ser miope o algo porque no se....me defiendo como puedo, pero es el jefe quien mas me ayuda, haciendo que las heridas que recibo sean menores. Miro al capitan con adoracion pero lamentando que pueda sufrir daños
-Capitan, no vuelva a hacer eso! Es el deber de los soldados proteger al capitan!!!!!!
Miro a mi alrededor, sufriendo al ver morir a dos de mis compañeros. Nunca me trataron bien, no fueron educados conmigo, pero ahroa me dan pena. Y todo se pone tenso y se gritan. Se que se ha liberado el gas porque dan la orden. Yo llevo mi mascara y activo el sistema de respiracion y filtrado de toxinas.
-Capitan, use proteccion....ya mismo!
le doy unos toquecitos en el hombro, pero su risa de maniaco me hace dudar de si me oyo o no. No se. Pero me ha dado una orden. Atacar al mago, verde que eche a correr tras la mujer fugada. Apunto a adam y disparo...
-NO OS METAIS CON MI CAPITAAAAAAAAAAN!!
Pero de verdad, el disparo poco mas y me explota en la cara. Creo que me han dado un arma defectuosa. Alguien debe estar comploteando contra mi, alguien quiere que yo muera. Seguramente haya sido amarillo.
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El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
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Aquellas personas tuvieron la piedad de no herir a una pobre y menstruada mujercilla como yo, y por lo tanto, pude salir de aquel ataque bastante fina. Me puse en pie tras haberme cagado en todo el personal, especialmente en amarillo, y miré a mi alrededor renovada. Ni sabía que estaban echando gas. El capullo de marrón había tenido su culo salvado por el jefe al cual le estaba comiendo lo que se llama la picha, aunque solo con palabras. Seguro que se tocaba con él. Ya me lo imaginaba, en plan... "Oh, capitán, no sea usted tan duro conmigo, capitán... ¡OH SÍ! ¡ME PONES!" Escupiría de no haber llevado un casco.
La cuestión es que la zorra aquella seguía en pie y tenía órdenes de seguir atentando con ella. Pero es que ni me apetecía, siendo sinceros. Yo la veía ya muy muerta y no estaba segura de si necesitaría mucha ayuda pa palmarla... -Oye, tu, te veo las bocas muy largas también, ¿No crees?- Dije entre dientes. Y es que se habían metido con el jefe. Lo vi salir medio disparado por alguna magia rara y antes de que se fuera a estampar con nada lo cogí de la chaqueta. Me miró con una mirada muy muy desquiciadilla y con una mueca que no sabía si era sonrisa o no. Pero me encogí de hombros.
-¿Sabes, mago? No me apetece ir a otras elecciones para evitar que acabemos bajo la dictadura de Javert. Así que deja de tocar las narices al personal, que una mujer tiene muchas cosas que hacer en su vida e ir en sus horas libres a juntarme con decenas de amarillos me da palo.- Suspiré muy cansadita. Quería irme a casa con todos mis gatos y no salir de allí. Seguro que estaban ya arañándome las cortinas. Almas cándidas. Disparé al mago porculero al pecho, porque a mí eso de apuntar a las patas me empezaba a parecer poco emocionante. Y escuchaba al drow decir que lo quería muerto o algo, así que... Dos pájaros de un tiro. Pájaros, sí. Les llevaría pájaros a mis gatos.
Daño a Adam: 15 + 5 = 20
Defensa a Ail: 20
La cuestión es que la zorra aquella seguía en pie y tenía órdenes de seguir atentando con ella. Pero es que ni me apetecía, siendo sinceros. Yo la veía ya muy muerta y no estaba segura de si necesitaría mucha ayuda pa palmarla... -Oye, tu, te veo las bocas muy largas también, ¿No crees?- Dije entre dientes. Y es que se habían metido con el jefe. Lo vi salir medio disparado por alguna magia rara y antes de que se fuera a estampar con nada lo cogí de la chaqueta. Me miró con una mirada muy muy desquiciadilla y con una mueca que no sabía si era sonrisa o no. Pero me encogí de hombros.
-¿Sabes, mago? No me apetece ir a otras elecciones para evitar que acabemos bajo la dictadura de Javert. Así que deja de tocar las narices al personal, que una mujer tiene muchas cosas que hacer en su vida e ir en sus horas libres a juntarme con decenas de amarillos me da palo.- Suspiré muy cansadita. Quería irme a casa con todos mis gatos y no salir de allí. Seguro que estaban ya arañándome las cortinas. Almas cándidas. Disparé al mago porculero al pecho, porque a mí eso de apuntar a las patas me empezaba a parecer poco emocionante. Y escuchaba al drow decir que lo quería muerto o algo, así que... Dos pájaros de un tiro. Pájaros, sí. Les llevaría pájaros a mis gatos.
Daño a Adam: 15 + 5 = 20
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#1 'Ataque Tecnológico' :
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#2 'Defensa Tecnológica' :
Abrí los ojos hace ya varios minutos, cuando llegamos a este sector, aunque he tardado hasta ahora en espabilar mínimamente. Lo primero que he visto, algo borroso, ha sido la cara de mi padre, con gesto preocupado. También me ha dicho algo, pero no lo he entendido muy bien. La confusión y desorientación por culpa de la sedación provocan que no consiga entender nada hasta ahora. Poco a poco voy recordando, asimilando esos recuerdos que me vienen y asociándolo a la situación que tengo ante mi. Reconozco ese odioso pasillo por haber pasado antes por aquí, la zona de encierro a la que me trajeron y donde me visitó el capitán Javert. Sólo que ahora no son soldados los que me arrastran, sino mi propio padre, acompañado por Lyran.
Mi lento y drogado cerebro logra unir todas esas piezas por fin, comprendiendo que han venido a por mí, que se han metido en este agujero infernal para intentar sacarme. Por un lado temo que por mi culpa se queden aquí, pero por otro me siento más que agradecido por ver cómo se la están jugando al venir aquí. Por lo que puedo ver al fijarme un poco no estamos solos, tres soldados más han venido a retenernos. Tampoco escucho mucho de lo que dicen, me suena atropellado y lejano, no presto demasiada atención. Sólo sé que me suena hostil. Llevo demasiado tiempo drogado y encerrado, así que no tengo la fuerza que solía tener, estoy demasiado débil como para ser una ayuda en condiciones en una situación así. De todos modos puedo intentar dejar a mi padre más libre para luchar, haciendo que me suelte y no tenga que llevarme con mi brazo sobre sus hombros. - Puedo moverme solo...- murmuro con voz rasposa, moviéndome un poco para que me suelte y se deje un brazo libre. El gas que comienza a liberarse me hace toser un par de veces, aunque ninguno de los tres que intentamos salir tengamos ni la menor idea de lo que está sucediendo. Para cuando me he soltado de mi padre empiezo a arrepentirme de haberlo hecho, porque el mareo que me da acaba haciendo que caiga de rodillas al suelo, con el corazón bastante acelerado, golpeando fuertemente en el pecho. Al haber perdido la noción del tiempo ya no sé ni cuando es la luna llena, si es por eso, o si es simplemente producto de algo que me hayan hecho.
Entonces se da un cóctel de circunstancias bastante complejo, ya que por un lado empiezan a sentirse los efectos del gas, y por otro empieza a iniciarse el proceso de transformación por luna llena. - Mierda...no, ahora no...¡tenéis que huir, tenéis que salir corriendo como sea! - alzo más la voz para que se den cuenta de lo que está pasando, arrastrándome por el suelo a gatas mientras trato de alejarme un poco de ellos, aunque no llego muy lejos, quedando justo delante de ambos. La escena comienza a disolverse en un torbellino confuso y grisáceo, en el cual ya estoy transformado en lobo, me siento como tal y veo mis zarpas, aunque en la realidad no lo esté aún. No olvidemos que esto son los miedos que reproduce mi mente por culpa del gas. En esta visión el escenario es diferente. Ya no son los pasillos, pero hay sangre por todos lados, al igual que en el escenario real. También hay entrañas esparcidas por todos lados, algunas incluso en mis garras. El horror de la escena se completa con el resto de actores presentes en la obra, la mayoría de ellos ya destripados o a medias de ser devorados...La alucinación tiene interferencias y se rompe un momento por mi propio grito de dolor proveniente del mundo real, el momento en el que se rompen y desencajan los huesos no es cualquier cosa, trayéndome un instante a la realidad. Sigo estando en ese frío pasillo, retorciéndome en el suelo y sin entender nada de lo que está pasando. Mi padre y Lyran están de pie, vivos. No sé si me estoy volviendo loco, si me estoy transformando de verdad o si estoy soñando y nada de esto está pasando. Regresa la alucinación, todavía soy humano y mi mente me la juega como tal. Ahora veo lo que quedó interrumpido antes. La grotesca imagen de mi mismo con el hocico ensangrentado tras haber matado a mi padre, mi hermana, Lyran, mi madre, Catherine, Azahar, Anteia...todos aquellos que considero mis amigos y familia. Yo los he matado a todos. Mi peor miedo se ha cumplido.
Otro grito de dolor ahora más similar a un aullido, más propio de una bestia, haciendo que regrese de nuevo al maldito pasillo del sector II. Ellos siguen aquí. Sea un sueño o no, no puedo hacer otra cosa que gritarles, no quiero que se repita en bucle una y otra vez la imagen de todos devorados. Mi voz apenas suena ya humana cuando rujo para que se muevan. - ¡CORRED, LARGAOS! - después de esas palabras la bestia termina por tomar el control, creciendo hasta aumentar por mucho el tamaño de mi yo humano, quedando de espaldas a mi padre y delante de él cuando por fin finaliza la transformación, dejando paso a un gran licántropo negro. Un peligro potencial para todos los presentes. Al quedarme ahí delante soy un obstáculo para los ataques que fuesen dirigidos a él, pero no tardo mucho en moverme del sitio tras mostrar mis fauces, saltando justo contra lo que tengo delante. El soldado verde que ha sujetado a Ailanthus. El zarpazo que lanzo va desde el hombro hacia abajo, con la potencia del salto.
----------------------------------
ataque físico: dado 10+ 15 stat ataq.físico +10 por transformación=35 a Ailanthus
defensa física: dado 15+10 stat def.física + 10 por transformación=35 a Adam
PS normal:135
vida de licántropo:100
Mi lento y drogado cerebro logra unir todas esas piezas por fin, comprendiendo que han venido a por mí, que se han metido en este agujero infernal para intentar sacarme. Por un lado temo que por mi culpa se queden aquí, pero por otro me siento más que agradecido por ver cómo se la están jugando al venir aquí. Por lo que puedo ver al fijarme un poco no estamos solos, tres soldados más han venido a retenernos. Tampoco escucho mucho de lo que dicen, me suena atropellado y lejano, no presto demasiada atención. Sólo sé que me suena hostil. Llevo demasiado tiempo drogado y encerrado, así que no tengo la fuerza que solía tener, estoy demasiado débil como para ser una ayuda en condiciones en una situación así. De todos modos puedo intentar dejar a mi padre más libre para luchar, haciendo que me suelte y no tenga que llevarme con mi brazo sobre sus hombros. - Puedo moverme solo...- murmuro con voz rasposa, moviéndome un poco para que me suelte y se deje un brazo libre. El gas que comienza a liberarse me hace toser un par de veces, aunque ninguno de los tres que intentamos salir tengamos ni la menor idea de lo que está sucediendo. Para cuando me he soltado de mi padre empiezo a arrepentirme de haberlo hecho, porque el mareo que me da acaba haciendo que caiga de rodillas al suelo, con el corazón bastante acelerado, golpeando fuertemente en el pecho. Al haber perdido la noción del tiempo ya no sé ni cuando es la luna llena, si es por eso, o si es simplemente producto de algo que me hayan hecho.
Entonces se da un cóctel de circunstancias bastante complejo, ya que por un lado empiezan a sentirse los efectos del gas, y por otro empieza a iniciarse el proceso de transformación por luna llena. - Mierda...no, ahora no...¡tenéis que huir, tenéis que salir corriendo como sea! - alzo más la voz para que se den cuenta de lo que está pasando, arrastrándome por el suelo a gatas mientras trato de alejarme un poco de ellos, aunque no llego muy lejos, quedando justo delante de ambos. La escena comienza a disolverse en un torbellino confuso y grisáceo, en el cual ya estoy transformado en lobo, me siento como tal y veo mis zarpas, aunque en la realidad no lo esté aún. No olvidemos que esto son los miedos que reproduce mi mente por culpa del gas. En esta visión el escenario es diferente. Ya no son los pasillos, pero hay sangre por todos lados, al igual que en el escenario real. También hay entrañas esparcidas por todos lados, algunas incluso en mis garras. El horror de la escena se completa con el resto de actores presentes en la obra, la mayoría de ellos ya destripados o a medias de ser devorados...La alucinación tiene interferencias y se rompe un momento por mi propio grito de dolor proveniente del mundo real, el momento en el que se rompen y desencajan los huesos no es cualquier cosa, trayéndome un instante a la realidad. Sigo estando en ese frío pasillo, retorciéndome en el suelo y sin entender nada de lo que está pasando. Mi padre y Lyran están de pie, vivos. No sé si me estoy volviendo loco, si me estoy transformando de verdad o si estoy soñando y nada de esto está pasando. Regresa la alucinación, todavía soy humano y mi mente me la juega como tal. Ahora veo lo que quedó interrumpido antes. La grotesca imagen de mi mismo con el hocico ensangrentado tras haber matado a mi padre, mi hermana, Lyran, mi madre, Catherine, Azahar, Anteia...todos aquellos que considero mis amigos y familia. Yo los he matado a todos. Mi peor miedo se ha cumplido.
Otro grito de dolor ahora más similar a un aullido, más propio de una bestia, haciendo que regrese de nuevo al maldito pasillo del sector II. Ellos siguen aquí. Sea un sueño o no, no puedo hacer otra cosa que gritarles, no quiero que se repita en bucle una y otra vez la imagen de todos devorados. Mi voz apenas suena ya humana cuando rujo para que se muevan. - ¡CORRED, LARGAOS! - después de esas palabras la bestia termina por tomar el control, creciendo hasta aumentar por mucho el tamaño de mi yo humano, quedando de espaldas a mi padre y delante de él cuando por fin finaliza la transformación, dejando paso a un gran licántropo negro. Un peligro potencial para todos los presentes. Al quedarme ahí delante soy un obstáculo para los ataques que fuesen dirigidos a él, pero no tardo mucho en moverme del sitio tras mostrar mis fauces, saltando justo contra lo que tengo delante. El soldado verde que ha sujetado a Ailanthus. El zarpazo que lanzo va desde el hombro hacia abajo, con la potencia del salto.
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ataque físico: dado 10+ 15 stat ataq.físico +10 por transformación=35 a Ailanthus
defensa física: dado 15+10 stat def.física + 10 por transformación=35 a Adam
PS normal:135
vida de licántropo:100
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El miembro 'Ian Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Físico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Físico' :
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#2 'Defensa Física' :
-... No… No sé… Tal vez. O no…- Su culpa, decía que no era su culpa. Lo contemplé con la mirada tan fría como confusa. No sabía ya de qué hablaba, de qué se acusaba, o a mí… Solo sabía que quería estar en cualquier otro lugar. Seguía muy atragantado, respirando mal, tosiendo peor. Sentí en la distancia el grito de Röac preguntando si estaba loco, algo de la ropa… -¡No solo estoy loco! ¡Es lo siguiente! Ya, no sé que hay después, pero… ¡Estoy haciendo lo correcto!- Y yo corría, con la sangre cayendo de mi hombro, con el mareo presente en mi cabeza, con todo y todo dando vueltas, círculos, las imagenes confusas. Las luces se me antojaban mucho más poderosas de lo que eran y estaba ciego por momentos, entrecerraba los ojos…
¿Por qué mencionó a Osten? Ahora que lo decía, me daba la sensación de haber escuchado su voz. Una voz más entre decenas y decenas de ellas. Pero aquella parecía extrañamente real, y… -¡OSTEN ESTÁ MUERTO!- Vi de reojo el brevísimo enfrentamiento que tuvieron ambos, o tal vez iba a ser más largo. Dyos no dejaba de soltar incoherencias de su boca. Que estábamos todos muertos, No, no era cierto. Y el otro respondía de forma enigmática… ¿Quién era Caronte? Me confundía sentir aquellos nombres que no entendía. Todo era confusión, todo era mareo, lío, un infierno incomprensible.
-¡DYOS! ¡DÉJALE EN PAZ!- Grité, sacando algo de luz en mi cabeza repentinamente. -¡AL QUE BUSCAS ES A MÍ! ¡ÉL NO NOS HA HECHO NADA! ¡Como le pongas un dedo encima te juro que…- Lo mataría allí mismo. No tenía menor problema en hacerlo, aparte de que estaba medio muerto. Incluso hubo un antojo en mi cabeza de dañarle, pero por otra parte, el bastón se mantuvo completamente inmóvil. No dejaba de observarles. Miré a Roäc tal y como este hacía algo por curarme. Yo también noté la herida del hombro cerrarse poco a poco, muy poco a poco. Poco… Poco demasiado. Sacó a Dyos de allí a la fuerza y luego me agarró a mí, uno de mis brazos. Yo vacilé.
-Y… ¿Y si os hago daño? No, no… No os lo haré… Yo…- Sentía que en cualquier momento me iría a abandonar. Pero era él mi única salida en aquel momento, la única forma de salir de allí con la cabeza encima de mis hombros. Y quizás también el único que lograría sacarme de mi infierno personal. Me agarré con fuerza a él, tratando de no hacerle daño, y llamé al bastón. Tosía por el viento que había a nuestro alrededor, el polvo, la basurilla que iba levantando. Empezamos a caminar para salir de allí. Yo no le quitaba el brazo de encima: Más que ser una necesidad física era una necesidad psicológica. Si lo soltaba la realidad dejaría de ser la correcta. Era mi única conexión, y dependía por completo de él, al menos hasta recuperarme un poco.
Pensé en mi bastón y abrí la mano. Este acudió a mí. Yo busqué a Dyos con la mirada, observándolo. -Mira, no… No te vamos a hacer daño, ¿Vale? Yo… No, no. No pienso hacerlo. Déjame un momento…- Envié una breve petición a mi bastón. Lo ibamos a curar. Lo clavé en el suelo y miré al drow con atención, soltando unas breves palabras en mi lengua. Zer’tath hizo muy buen trabajo y logró estabilizar un poco mi confusión en aquel acto, y conseguimos, en conjunto, cerrar un tanto la herida que le habíamos hecho en el pecho. De hecho se la dejamos muy bonita.
Tras eso, finalmente, llegamos al segundo sector. Todo estabas patas arriba. Habían dos muertos ya. Magos. Los magos seguían peleando. Tenían a un par consigo, a una niña y… ¿Un puto chucho? ¿Otro, otro jodido licántropo? Un par de soldados allí, también. Y finalmente lo que ya temíamos encontrarnos: Ailanthus Sreysnah. Allí, con el rostro demente, siendo atacado. Yo paré en seco sin dejar de apoyarme en Röac. Poco a poco iba tranquilizándome y no sabía porqué, lo asocié con él, con su presencia. Pero aquello… Se pasaba de rojo oscuro. -¿No podéis sencillamente, no sé, HUIR sin matar…- Porque claro, como me esperaba, no estaban teniendo reparos con él. Que se cargaran a los soldados que les diera la gana. Pero eso era una cosa, y otra muy distinta, que tocaran a uno de mi raza. Zer’tath entendió aquello. Y… De hecho, me llamó, con la voz de Osten, diciendo que me mantuviera cerca.
-Röac, vamos a parar esto. Tu… ¿Tu no querer más muerte ya, no? ¡Aún poder hacer algo! Acompañar, ¿Sí?- Lo arrastré un poco, intentando ponerme en medio de aquel embrollo, aunque al ritmo que marcara Röac. No iba a despegarme de él. Fue el bastón quien se dedicó a parar el golpe, porque él fue más rápido que yo. Tuve que apartar a un tanto sorprendido Ailanthus de un empujón. Lo tiré al suelo, pero… Bah. Realismo. Miré al chucho. Miré los magos. Miré a los soldados, y miré a MIS elfos. El bastón habló por mí, mandando un poco a cada uno que hacer. Yo sonreí ligeramente, por primera vez en mucho tiempo, sintiendo que íbamos a poder hacer algo bien. Tal y como Osten hubiera querido. … Tal y como Osten quería.
-Soldados, y… Ailanthus. Mirad. Me caer de culo. Pero esto es lo que mi hermano haber querido, lo que Röac probablemente quiera. Se acabó. Cada uno a su lugar. No ganar nada con más muertes.- Miré a Ailanthus de reojo. -Sácalos de aquí. A tí, a tus dos soldados. Inventate algo. Me da igual el qué, pero…- Y como mi hermano dijo, aquello, se terminaba allí.
-Un crío desobediente… No, eso no está bien. Yo siempre obedecí a papá. Y a Savant. Aunque él daba órdenes estúpidas.- Pero la cuestión era ser tranquilito y hacer lo que los mayores decían. Vor era más rebelde en ese sentido. Empezó a gritar mucho en cuanto mi hermano se dio el corte. Yo lo tuve que contemplar con mayor silencio. -No te va a escuchar. No me escucha ni a mí. No creo que ese sea su… mayor problema.- Siquiera era la ropa de siempre, si no una túnica raída, sucia, que había encontrado casi por casualidad.
-No… No deberías mencionar mi nombre. El capón, dáselo tu. Creo que va a sospechar de mí.- Le respondí rápidamente, confuso por el grito que acababa de proferir el drow en respuesta a escuchar la palabra “mágica”. Y luego estaba el otro. Dyospiros, amenazándole, y Roäc, siguiento su locura. -¡Nadie te va a hacer daño! No… No es tan difícil entenderlo, ¿Sí? No…- Vor observaba nuestra posición y gritaba sus cosas, su voz opacando la mía. En el fondo lo agradecía, no nos engañemos. Por suerte aún no lograba diferenciar la realidad de la ficción. Röac se encargó de curarle un poco y sacó al otro de aquel infernal sector, cargando a mi hermano a su manera.
Pensó en mí tal y como abría la mano. Acudí en la forma de bastón, esta vez sí, intuyendo sus intenciones. Íbamos a curarle. Y salió bastante bien. Tuve que ordenar un poco sus impulsos mágicos para que pudiéramos hacer aquello decentemente. Y lo conseguimos. Me situé tras eso cerca de Dyospiros buscando mantenerlo a raya si era necesario. O apoyarlo, si lo veía importante. El sector II no estaba en buenas condiciones y me asustó ver aquellos dos muertos en el suelo. Y encima los magos se estaban metiendo con el que era hermano de nuestro drow. Ah, no. Ahí ya no. Escuché algo en mi cabeza, la voluntad de Vor era confusa, por una parte quería hacer algo, por otra estaba muy débil... -“Y una mierda, que tu estás “”””””colocao”””””” aún. Seguro que luego te cortas las venas si te tropiezas y no logras una mierda”- No se lo pude responder pero lo pensé.
Yo me puse en medio de todo aquel jaleo. Ya llegaría a Vor.. -¡Conmigo, Vest! No te separes de Röac. ¡Ya te explicará!- Seguridad ante todo. No quería que Vor quedara gaseado de nuevo, ahora que estaba más fino -Ya… ¡Ya ha corrido suficiente sangre por hoy! ¡Ya basta!- Había adoptado forma de escudo para parar el ataque. -Vosotros, magos. Haced lo que sea necesario con el… licántropo y sacadlo de aquí.- Él no lo sabía. Continuó mi discurso y dijo algo en drow… al drow. -Todo esto TERMINA AQUÍ.- Grité. -Y no quiero niñadas por ninguno de los dos lados. No es deber de un par de adolescentes tener que parar todo esto, demostrad que los adultos tenéis cabeza para algo.
PS: 73 + 40 = 113
Curación al nigga menor: 30 (dados) + 10 (base) = 40
Defensa al nigga mayor: 10 (habilidad) + 10 (dados) + 5 (racial) + 5 base + 15 armadura = 45
¿Por qué mencionó a Osten? Ahora que lo decía, me daba la sensación de haber escuchado su voz. Una voz más entre decenas y decenas de ellas. Pero aquella parecía extrañamente real, y… -¡OSTEN ESTÁ MUERTO!- Vi de reojo el brevísimo enfrentamiento que tuvieron ambos, o tal vez iba a ser más largo. Dyos no dejaba de soltar incoherencias de su boca. Que estábamos todos muertos, No, no era cierto. Y el otro respondía de forma enigmática… ¿Quién era Caronte? Me confundía sentir aquellos nombres que no entendía. Todo era confusión, todo era mareo, lío, un infierno incomprensible.
-¡DYOS! ¡DÉJALE EN PAZ!- Grité, sacando algo de luz en mi cabeza repentinamente. -¡AL QUE BUSCAS ES A MÍ! ¡ÉL NO NOS HA HECHO NADA! ¡Como le pongas un dedo encima te juro que…- Lo mataría allí mismo. No tenía menor problema en hacerlo, aparte de que estaba medio muerto. Incluso hubo un antojo en mi cabeza de dañarle, pero por otra parte, el bastón se mantuvo completamente inmóvil. No dejaba de observarles. Miré a Roäc tal y como este hacía algo por curarme. Yo también noté la herida del hombro cerrarse poco a poco, muy poco a poco. Poco… Poco demasiado. Sacó a Dyos de allí a la fuerza y luego me agarró a mí, uno de mis brazos. Yo vacilé.
-Y… ¿Y si os hago daño? No, no… No os lo haré… Yo…- Sentía que en cualquier momento me iría a abandonar. Pero era él mi única salida en aquel momento, la única forma de salir de allí con la cabeza encima de mis hombros. Y quizás también el único que lograría sacarme de mi infierno personal. Me agarré con fuerza a él, tratando de no hacerle daño, y llamé al bastón. Tosía por el viento que había a nuestro alrededor, el polvo, la basurilla que iba levantando. Empezamos a caminar para salir de allí. Yo no le quitaba el brazo de encima: Más que ser una necesidad física era una necesidad psicológica. Si lo soltaba la realidad dejaría de ser la correcta. Era mi única conexión, y dependía por completo de él, al menos hasta recuperarme un poco.
Pensé en mi bastón y abrí la mano. Este acudió a mí. Yo busqué a Dyos con la mirada, observándolo. -Mira, no… No te vamos a hacer daño, ¿Vale? Yo… No, no. No pienso hacerlo. Déjame un momento…- Envié una breve petición a mi bastón. Lo ibamos a curar. Lo clavé en el suelo y miré al drow con atención, soltando unas breves palabras en mi lengua. Zer’tath hizo muy buen trabajo y logró estabilizar un poco mi confusión en aquel acto, y conseguimos, en conjunto, cerrar un tanto la herida que le habíamos hecho en el pecho. De hecho se la dejamos muy bonita.
Tras eso, finalmente, llegamos al segundo sector. Todo estabas patas arriba. Habían dos muertos ya. Magos. Los magos seguían peleando. Tenían a un par consigo, a una niña y… ¿Un puto chucho? ¿Otro, otro jodido licántropo? Un par de soldados allí, también. Y finalmente lo que ya temíamos encontrarnos: Ailanthus Sreysnah. Allí, con el rostro demente, siendo atacado. Yo paré en seco sin dejar de apoyarme en Röac. Poco a poco iba tranquilizándome y no sabía porqué, lo asocié con él, con su presencia. Pero aquello… Se pasaba de rojo oscuro. -¿No podéis sencillamente, no sé, HUIR sin matar…- Porque claro, como me esperaba, no estaban teniendo reparos con él. Que se cargaran a los soldados que les diera la gana. Pero eso era una cosa, y otra muy distinta, que tocaran a uno de mi raza. Zer’tath entendió aquello. Y… De hecho, me llamó, con la voz de Osten, diciendo que me mantuviera cerca.
-Röac, vamos a parar esto. Tu… ¿Tu no querer más muerte ya, no? ¡Aún poder hacer algo! Acompañar, ¿Sí?- Lo arrastré un poco, intentando ponerme en medio de aquel embrollo, aunque al ritmo que marcara Röac. No iba a despegarme de él. Fue el bastón quien se dedicó a parar el golpe, porque él fue más rápido que yo. Tuve que apartar a un tanto sorprendido Ailanthus de un empujón. Lo tiré al suelo, pero… Bah. Realismo. Miré al chucho. Miré los magos. Miré a los soldados, y miré a MIS elfos. El bastón habló por mí, mandando un poco a cada uno que hacer. Yo sonreí ligeramente, por primera vez en mucho tiempo, sintiendo que íbamos a poder hacer algo bien. Tal y como Osten hubiera querido. … Tal y como Osten quería.
-Soldados, y… Ailanthus. Mirad. Me caer de culo. Pero esto es lo que mi hermano haber querido, lo que Röac probablemente quiera. Se acabó. Cada uno a su lugar. No ganar nada con más muertes.- Miré a Ailanthus de reojo. -Sácalos de aquí. A tí, a tus dos soldados. Inventate algo. Me da igual el qué, pero…- Y como mi hermano dijo, aquello, se terminaba allí.
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-Un crío desobediente… No, eso no está bien. Yo siempre obedecí a papá. Y a Savant. Aunque él daba órdenes estúpidas.- Pero la cuestión era ser tranquilito y hacer lo que los mayores decían. Vor era más rebelde en ese sentido. Empezó a gritar mucho en cuanto mi hermano se dio el corte. Yo lo tuve que contemplar con mayor silencio. -No te va a escuchar. No me escucha ni a mí. No creo que ese sea su… mayor problema.- Siquiera era la ropa de siempre, si no una túnica raída, sucia, que había encontrado casi por casualidad.
-No… No deberías mencionar mi nombre. El capón, dáselo tu. Creo que va a sospechar de mí.- Le respondí rápidamente, confuso por el grito que acababa de proferir el drow en respuesta a escuchar la palabra “mágica”. Y luego estaba el otro. Dyospiros, amenazándole, y Roäc, siguiento su locura. -¡Nadie te va a hacer daño! No… No es tan difícil entenderlo, ¿Sí? No…- Vor observaba nuestra posición y gritaba sus cosas, su voz opacando la mía. En el fondo lo agradecía, no nos engañemos. Por suerte aún no lograba diferenciar la realidad de la ficción. Röac se encargó de curarle un poco y sacó al otro de aquel infernal sector, cargando a mi hermano a su manera.
Pensó en mí tal y como abría la mano. Acudí en la forma de bastón, esta vez sí, intuyendo sus intenciones. Íbamos a curarle. Y salió bastante bien. Tuve que ordenar un poco sus impulsos mágicos para que pudiéramos hacer aquello decentemente. Y lo conseguimos. Me situé tras eso cerca de Dyospiros buscando mantenerlo a raya si era necesario. O apoyarlo, si lo veía importante. El sector II no estaba en buenas condiciones y me asustó ver aquellos dos muertos en el suelo. Y encima los magos se estaban metiendo con el que era hermano de nuestro drow. Ah, no. Ahí ya no. Escuché algo en mi cabeza, la voluntad de Vor era confusa, por una parte quería hacer algo, por otra estaba muy débil... -“Y una mierda, que tu estás “”””””colocao”””””” aún. Seguro que luego te cortas las venas si te tropiezas y no logras una mierda”- No se lo pude responder pero lo pensé.
Yo me puse en medio de todo aquel jaleo. Ya llegaría a Vor.. -¡Conmigo, Vest! No te separes de Röac. ¡Ya te explicará!- Seguridad ante todo. No quería que Vor quedara gaseado de nuevo, ahora que estaba más fino -Ya… ¡Ya ha corrido suficiente sangre por hoy! ¡Ya basta!- Había adoptado forma de escudo para parar el ataque. -Vosotros, magos. Haced lo que sea necesario con el… licántropo y sacadlo de aquí.- Él no lo sabía. Continuó mi discurso y dijo algo en drow… al drow. -Todo esto TERMINA AQUÍ.- Grité. -Y no quiero niñadas por ninguno de los dos lados. No es deber de un par de adolescentes tener que parar todo esto, demostrad que los adultos tenéis cabeza para algo.
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PS: 73 + 40 = 113
Curación al nigga menor: 30 (dados) + 10 (base) = 40
Defensa al nigga mayor: 10 (habilidad) + 10 (dados) + 5 (racial) + 5 base + 15 armadura = 45
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
--------------------------------
#3 'Defensa Mágica' :
#1 'Curación' :
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#2 'Probabilidad' :
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#3 'Defensa Mágica' :
Aguardo junto a la brecha recién abierta en el metal, con la intención de volverla a cerrar en cuanto pasasen todos y saliese yo mismo. De esta manera ganaríamos al menos unos minutos de ventaja sobre ellos, que no parecen tener la intención de dejar que nos larguemos así como así. Ese es el plan que en teoría debería funcionar, escapar mientras quedan bloqueados al cerrarse el hueco. Aunque desgraciadamente los planes nunca resultan ir del modo esperado. La única que consigue pasar al otro lado es Pamela, llevando a la cría que habíamos traído hasta aquí. El siguiente que espero que pase es Lyran, pero los muy cabrones siguen insistiendo. - ¡ Lyran, eres el siguiente!- Ignoro el discurso de Ailanthus sobre el valor que tienen los soldados para él, aunque noto como si por momentos fuese desquiciándose más y más. Tampoco me importa que me insulte, estoy demasiado acostumbrado a ello. Además ya le he dicho antes lo que pienso sobre su charla moralista respecto a nuestra obligación de salvar al hermano que quiere que protejamos pero que él ha atacado. - Estás loco...no te aclaras ni tú mismo, así que cierra la puta boca y deja de rayarnos a los demás con tus paranoias. - replico apretando los dientes con rabia cuando ya empieza a cargarme tanta queja. Mientras tanto Ian ha comenzando a espabilar un poco más, aunque no puedo prestarle mucha atención ahora mismo. Parece que quiere soltarse, argumentando que puede sostenerse solo. - Ian, no, no te separes, dudo que puedas correr ahora.- murmuro para que me escuche él solo, sin poder dejar de escuchar por otro lado a Ailanthus. Mi hijo consigue separarse, cayendo de rodillas al suelo, todo por no seguir mi consejo de quedarse quieto. En ese momento es cuando empezamos a inhalar el gas que ha comenzado a llenar la zona en la que estamos.
Me agacho para tratar de ayuda a Ian a levantarse, pero las últimas palabras del elfo oscuro son la gota que colma el vaso. Proclama a los cuatro vientos que de ninguna manera, que no puedo irme y que tengo que morir aquí porque a él le da la gana. No puedo permitirme hacer hacer eso, supondría dejar huérfanos a mis hijos, y ya han tenido que vivir sin padre demasiado tiempo. - Que te jodan, pégate tú un tiro y haznos un favor a todos. - parece que mi consejo de pegarse él un tiro no surte efecto, decide apuntarme a mi. El tiro de la pistola esa rara iba dirigido a la mano, pero al haberme agachado acaba impactando en mi brazo, por encima del codo.
A partir de ese momento los sucesos se aceleran y toman un rumbo bastante diabólico. Tras el disparo escucho mi propio grito amortiguado, como si fuese ajeno, no así el dolor lacerante que éste provoca. Todo lo que me rodea comienza a verse como envuelto por una bruma densa, pero todavía puedo distinguir a Ian en el suelo, retorciéndose de dolor mientras se transforma en licántropo. También puedo escuchar a Lyran de fondo, tosiendo por culpa del gas. Los disparos de ambos soldados, verde y marrón, iban dirigidos a mi persona, pero parece que al final no me alcanzan de lleno gracias a la bestia que acaba de alzarse ante mí como si de un muro se tratase. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo antes de empezar a perder la noción de la realidad. A pesar de la voz de alarma de mi cerebro ordenando que me mueva no soy capaz de hacerlo, y ya no es sólo por las heridas. Fracaso, es el último pensamiento coherente que tengo, pensando que no seré capaz de sacarlo de aquí. Ni siquiera soy consciente de la entrada del equipo de los drows, mi mente está lejos de allí.
El escenario termina de cambiar por completo, la niebla se disipa y deja paso a un escenario conocido. El cementerio de Bastion Hollow. El silencio lo envuelve todo de manera sobrecogedora, hasta que de la nada comienzan a surgir bastantes seres etéreos de rostros fantasmales entre azulados y verdosos, comenzando a rodearme. Todos ellos mudos, con los ojos vacíos, como pruebas irrefutables de mi tortuoso pasado. Algunos rostros ya los creía olvidados, otros por desgracia los recuerdo demasiado bien. La figura de Jane Malfoy es, de entre todas las vidas que segué como auror, la que provoca recuerdos más dolorosos. Permanece flotando ante mí, tan muda como las demás. Empiezo a desesperarme por ese silencio, pero de repente todas las voces comienzan al unísono una letanía lúgubre e ininteligible al principio, lamentos y acusaciones después. Un frío extremo se apodera de mí, el terror me impide moverme y el aire comienza a faltarme, como si de un ataque de cientos de dementores se tratase. Parece como si quisiesen hacer trizas los últimos vestigios de mi alma, absorberla hasta que no quede nada.
- Lo siento, lo siento, lo siento...- repito una y otra vez en un murmullo casi inaudible, dejándome caer sobre las rodillas. Las palabras son inútiles, no sirven de nada ya. Aunque a veces haya dicho que no me arrepiento de haber matado a algunos, en el fondo no es así. Cada muerte acaba pesando, por mucho que lo algunos lo merecieran o fuese para salvar la propia vida, por mucho que sus muertes fuesen un medio para conseguir aquel fin del golpe de Estado, o por mucho que varias de aquellos asesinatos los hubiese cometido al principio de mi carrera como auror, cuando estaba enajenado. Sus almas ya vienen a por mí. Y en el fondo sé que lo merezco. Sé que tienen todo el derecho a arrebatarme mi vida porque yo lo hice con la suya. Así que no lucho, ni me atrevo a replicar. Me dejo caer sobre mis rodillas, con la cabeza baja, dejando que su macabra sinfonía inunde mi mente.
Pero el desfile de aquellos que murieron a mis manos no ha terminado todavía. Aparece arrodillado ante mí aquel con el que empezó todo, mi padre, Jason Hacksaw, tal y como lo recordaba la última vez que lo vi. Vuelvo a tener 15 años y estoy frente a él, con aquella daga entre mis manos, la misma que usé para matarlo. La misma que acabo de coger también fuera de la alucinación. La risa de Jason me taladra los oídos, en realidad cada palabra que pronuncia lo hace. - ¿Lo ves? Te lo dije, te dije que sucedería, eres como yo...te has convertido en mí. Sí...sí... te has convertido en lo que yo soy. Un asesino. Un despojo. Un día tu hijo también querrá matarte, y se cerrará el círculo. Si no lo ha hecho aún es porque no ha podido, pero ganas no le faltan. Quítate tú mismo del medio y tu hijo no tendrá que mancharse las manos con la sangre de su padre, como tú lo hiciste. Líbrale de ese futuro. Vamos, hazlo. Mátate como lo hiciste conmigo. Mátate como ya intenté obligarte a hacer una vez- en una ocasión él intento usar su poder para controlarme y hacer que me matase, pero la intervención de mi mentor, Ian Foster, impidió que aquello sucediera. Daeron también lo habría impedido si hubiese estado, pero ahora mismo sólo puedo ver su cara de decepción al pensar en él. Menos mal que no vivió para ver en lo que me convertí. Sólo me queda obedecer el mandato de mi padre, que se esfuma delante de mí. Ahora me veo con su aspecto, es como si fuese él y yo al mismo tiempo. La daga esta apuntando hacia mi pecho, tal y como la tenía segundos antes de matarlo. Y tal y como hice aquella vez hago crecer la hoja del metal de manera rápida, de manera que acaba atravesando mi pecho de lado a lado.
-----------------
ataque mágico: dado 15 + 14 stat ataque mágico + 5 canalizador+ 10 habilidad= 45 a Adam
defensa física: dado 10 + 10 stat defensa física + 5 peto=25 + 35 defensa de Ian: 60
ataques a adam: 20 +5+45 +45 (autoataque)=115
daño total recibido: 115-60=55
PS: 90-55=35
(sin sangrado por poción,2º post)
Me agacho para tratar de ayuda a Ian a levantarse, pero las últimas palabras del elfo oscuro son la gota que colma el vaso. Proclama a los cuatro vientos que de ninguna manera, que no puedo irme y que tengo que morir aquí porque a él le da la gana. No puedo permitirme hacer hacer eso, supondría dejar huérfanos a mis hijos, y ya han tenido que vivir sin padre demasiado tiempo. - Que te jodan, pégate tú un tiro y haznos un favor a todos. - parece que mi consejo de pegarse él un tiro no surte efecto, decide apuntarme a mi. El tiro de la pistola esa rara iba dirigido a la mano, pero al haberme agachado acaba impactando en mi brazo, por encima del codo.
A partir de ese momento los sucesos se aceleran y toman un rumbo bastante diabólico. Tras el disparo escucho mi propio grito amortiguado, como si fuese ajeno, no así el dolor lacerante que éste provoca. Todo lo que me rodea comienza a verse como envuelto por una bruma densa, pero todavía puedo distinguir a Ian en el suelo, retorciéndose de dolor mientras se transforma en licántropo. También puedo escuchar a Lyran de fondo, tosiendo por culpa del gas. Los disparos de ambos soldados, verde y marrón, iban dirigidos a mi persona, pero parece que al final no me alcanzan de lleno gracias a la bestia que acaba de alzarse ante mí como si de un muro se tratase. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo antes de empezar a perder la noción de la realidad. A pesar de la voz de alarma de mi cerebro ordenando que me mueva no soy capaz de hacerlo, y ya no es sólo por las heridas. Fracaso, es el último pensamiento coherente que tengo, pensando que no seré capaz de sacarlo de aquí. Ni siquiera soy consciente de la entrada del equipo de los drows, mi mente está lejos de allí.
El escenario termina de cambiar por completo, la niebla se disipa y deja paso a un escenario conocido. El cementerio de Bastion Hollow. El silencio lo envuelve todo de manera sobrecogedora, hasta que de la nada comienzan a surgir bastantes seres etéreos de rostros fantasmales entre azulados y verdosos, comenzando a rodearme. Todos ellos mudos, con los ojos vacíos, como pruebas irrefutables de mi tortuoso pasado. Algunos rostros ya los creía olvidados, otros por desgracia los recuerdo demasiado bien. La figura de Jane Malfoy es, de entre todas las vidas que segué como auror, la que provoca recuerdos más dolorosos. Permanece flotando ante mí, tan muda como las demás. Empiezo a desesperarme por ese silencio, pero de repente todas las voces comienzan al unísono una letanía lúgubre e ininteligible al principio, lamentos y acusaciones después. Un frío extremo se apodera de mí, el terror me impide moverme y el aire comienza a faltarme, como si de un ataque de cientos de dementores se tratase. Parece como si quisiesen hacer trizas los últimos vestigios de mi alma, absorberla hasta que no quede nada.
- Lo siento, lo siento, lo siento...- repito una y otra vez en un murmullo casi inaudible, dejándome caer sobre las rodillas. Las palabras son inútiles, no sirven de nada ya. Aunque a veces haya dicho que no me arrepiento de haber matado a algunos, en el fondo no es así. Cada muerte acaba pesando, por mucho que lo algunos lo merecieran o fuese para salvar la propia vida, por mucho que sus muertes fuesen un medio para conseguir aquel fin del golpe de Estado, o por mucho que varias de aquellos asesinatos los hubiese cometido al principio de mi carrera como auror, cuando estaba enajenado. Sus almas ya vienen a por mí. Y en el fondo sé que lo merezco. Sé que tienen todo el derecho a arrebatarme mi vida porque yo lo hice con la suya. Así que no lucho, ni me atrevo a replicar. Me dejo caer sobre mis rodillas, con la cabeza baja, dejando que su macabra sinfonía inunde mi mente.
Pero el desfile de aquellos que murieron a mis manos no ha terminado todavía. Aparece arrodillado ante mí aquel con el que empezó todo, mi padre, Jason Hacksaw, tal y como lo recordaba la última vez que lo vi. Vuelvo a tener 15 años y estoy frente a él, con aquella daga entre mis manos, la misma que usé para matarlo. La misma que acabo de coger también fuera de la alucinación. La risa de Jason me taladra los oídos, en realidad cada palabra que pronuncia lo hace. - ¿Lo ves? Te lo dije, te dije que sucedería, eres como yo...te has convertido en mí. Sí...sí... te has convertido en lo que yo soy. Un asesino. Un despojo. Un día tu hijo también querrá matarte, y se cerrará el círculo. Si no lo ha hecho aún es porque no ha podido, pero ganas no le faltan. Quítate tú mismo del medio y tu hijo no tendrá que mancharse las manos con la sangre de su padre, como tú lo hiciste. Líbrale de ese futuro. Vamos, hazlo. Mátate como lo hiciste conmigo. Mátate como ya intenté obligarte a hacer una vez- en una ocasión él intento usar su poder para controlarme y hacer que me matase, pero la intervención de mi mentor, Ian Foster, impidió que aquello sucediera. Daeron también lo habría impedido si hubiese estado, pero ahora mismo sólo puedo ver su cara de decepción al pensar en él. Menos mal que no vivió para ver en lo que me convertí. Sólo me queda obedecer el mandato de mi padre, que se esfuma delante de mí. Ahora me veo con su aspecto, es como si fuese él y yo al mismo tiempo. La daga esta apuntando hacia mi pecho, tal y como la tenía segundos antes de matarlo. Y tal y como hice aquella vez hago crecer la hoja del metal de manera rápida, de manera que acaba atravesando mi pecho de lado a lado.
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ataque mágico: dado 15 + 14 stat ataque mágico + 5 canalizador+ 10 habilidad= 45 a Adam
defensa física: dado 10 + 10 stat defensa física + 5 peto=25 + 35 defensa de Ian: 60
ataques a adam: 20 +5+45 +45 (autoataque)=115
daño total recibido: 115-60=55
PS: 90-55=35
(sin sangrado por poción,2º post)
Dados
Raza
mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Adam Hacksaw' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Mágico' :
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#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Mágico' :
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#2 'Defensa Física' :
-¿Para qué llamaríamos a un médico? ¿Para que lo matárais antes de que pudiera llegar? ¿Te crees que no me gustaría poder hacer que lo atendieran? ¡Pero no, no llegaría a tiempo!- Me acababa de dar la razón el hecho de que la rubia, ni corta ni tan pancha, acabara de darle una patada para rematarlo. A alguien que ya moría, él solo. En cuanto me había acercado al sucio mago, a aquel animal, aquella bestia, trató de alejarme allí con un hechizo. Un asqueroso hechizo. Fue verde el que me salvó de que me hiciera mayor daño con aquello, parándome antes de que acabara por los suelos.
Marrón seguía hablando de que no debía hacer eso. -No soy capitán por sacrificaros como ratas, como ellos creen. No… ¡SE EQUIVOCAN!- Me trataban como un animal. Ellos mismos abandonaban, ellos mismos dejaban a gente atrás, pero sin embargo, ¿Yo era el que consideraba a los soldados simples números? ¿YO? Protección. Me reía. Sí, ya había cogido aquello de la enfermería, y en teoría, debía ser suficiente. O no. No estaba del todo seguro… Aunque creo que inhalara o no gas acabaría igual de ido.
La rubia logró fugarse de allí, como era de esperar. Mis soldados habían atacado a Adam. -Seguid con eso.- Suspiré yo. Me seguía insultando, me seguía mancillando mientras pedía que saliera Lyran. No. No iba a dejar que se escaparan, no iba a permitirlo. Se iban a ir o con ellos o sin nadie, esa era mi decisión. -No… No hay razón para intentar hablar con un… una aberración como tú.- Eran aberraciones, deformes, demasiadas orgullosas de su poder, demasiado encerradas en lo que eran ellos. Todo era ellos. Ellos, ellos y ellos. No se iban a preocupar de nadie más que de su asquerosa gente.
Por eso cuando me dijo que me pegara un tiro acabó de sacarme de mis casillas. -Oh, ¿Te crees que nunca lo he considerado? ¿TE CREES QUE NUNCA LO HE INTENTADO?- Le grité con los ojos inyectados en sangre, brillando. Notaba unas ansias terribles de querer destrozarlo. Una rabia gutural quería salir de mis entrañas, me pedía que lo sumiera en la oscuridad absoluta que podía crear mediante magia. Magia. MAGIA. Estaba pensando en aquel momento en usar la magia, y si no lo hice, era por el puñetero chip que llevaba encima.
Lo que si que pude hacer es dispararle otra vez con el pulso más temblante en un costado del torso. -¿NO QUERÍAS DISPAROS? ¡DISFRÚTATELOS! Soldados, ¡Ya sabéis que hacer!- Pero tenía otros problemas de los que preocuparme. Uno de los magos… Empezaba a comportarse de forma extraña. El de pelo azul parecía muy confuso muy repentinamente… Y no fue el único. Al que yo atacaba también, tanto, que empezó a decir que lo sentía. Pero no hablaba conmigo. Tenía como la mirada perdida, como si ambos vieran cosas que… Yo no podía. No, claro que no. Magos, a su bola.
Y el que se estaban llevando, el tal Ian, estaba empezando a comportarse de forma extraña. Apenas había podido hacer nada ahora. Pero se acababa de separar. Tosía. Gritaba que no, que no podía ser, alguna gilipollez como esa. Mientras que… No. No. NO. NO. NO. Se estraba transformando. Sí, era un licántropo. Lo supe desde que lo vi. -... Marrón, verde. No dejéis que os muerda. Por lo que más queráis en este mundo.- Me alejé lo que pude. Era lo último que necesitaba. Con el rostro deformado por aquella locura que me había dado, con los ánimos por los suelos, quise apartarme de aquel animal que gritara que nos largáramos. Saltó contra mí casi de inmediato, con intención de darme un buen zarpazo… Me cubrí. Pero el daño nunca llegó, solo caí al suelo. Al abrir los ojos había un escudo semitransparente delante de mí, centelleando brusco ante mis ojos. El semielfo, el drow y el semidrow. Los que me faltaban.
Me alejé temblando. ¿Por qué me habían protegido? El dueño del palo iba algo herido, muy aferrado al semielfo, más lento. Y mi hermano no lucía buena cara, casi… Como si hubiera sido víctima también de aquel ir de olla general. El semidrow y… Su bastón, que por alguna razón hablaban, estaban intentando que no hubieran más ataques entre un bando y otro. Algo… extraño. Querían la paz. Ambos. El enano llevaba medio rostro vendado y se había echado unas cantidades importantes de betadine, y tenía alguna herida que no acababa de recordar. Una en el cuello con muy mala pinta.
La voz que surgía del bastón parecía tan o más infantil que la de su propietario, aunque tenían un parecido muy escamante. Pero no podía atacarles a ellos, eran demasiado jóvenes. Paz. Paz. Nada de darse golpes unos a otros. Paz. Sonaba tan fácil, ¿Y como querían que intentara disimular? Estaban los magos para el arrastre, ellos no iban a poder controlar a aquel animal. Esa responsabilidad caía sobre mí. Toda aquella responsabilidad, todo… Todo caía sobre mí. El licántropo seguía allí, como la bestia que era. Aquellos críos intentando defenderme. Mi hermano. Mi hermano, expuesto a tantas cosas. No quería que lo hirieran. Pero tampoco a mis soldados. Ni tampoco a los magos.
Todo lo que quería sería decir que pararan, invitarlos a un té, hacer las paces. Crear una nueva Alianza, acabar con la guerra, la paz la puñetera paz. En aquel momento tuve aquella lucidez, aquel deseo. Y me prometí que iba a sobrevivir lo suficiente como para que eso ocurriera. Me incorporé un poco, mirando al licántropo. Todo en lo que podía confiar… Mi instinto más voraz seguía gritando que usara magia contra aquello. Pero… ¿El qué? ¿Qué iba a lograr confundirle, qué podría intentar evitar que dañara a nadie, que pudiera incluso extender su condición? No quería que acabara mordiendo a nadie, ni que nadie tuviera que sufrir aquella maldición. Ni amigos ni enemigos. Ni aliados ni contrincantes. Ni defensores ni atacantes.
-Saca tu a los que puedas o los que te importen.- Respondí brevemente al joven, decidiendo que iba a hacer. -Oloth…- Susurré, cerrando los ojos, meditanto aquella palabra. Habían pasado años. -Oloth… ¡OLOTH!- Retorcí mis manos y dirigí un gesto agónico contra el licántropo, tratando de hacer todo lo que pudiera. Al principio tenue, luego con mucha más fuerza. Una oscuridad impenetrable incluso para nuestros ojos, que aparecía ante los suyos, que buscaba adherirse a su rostro y cegarlo. Era una habilidad muy conocida por los drows y que yo había logrado dominar.
Pero no podía usarla ya, no sin un precio. Una terrible descarga recorrió todo mi cuerpo, del cuello, que me hizo gritar con muchísima fuerza, hasta la punta de los pies. Caí al suelo bruscamente. Pero el hechizo estaba hecho. Dudaba poder mantenerlo mucho rato, pero era cuestión de darle tiempo. Pero me quedé inmóvil en el suelo, encogido, intentando superar aquella descarga. Nunca antes la había sufrido. Nunca antes había necesitado usar la magia. Pero… Ya estaba hecho. Ya estaba hecho, ya estaba hecho. Esperaba que para cuando pudiera siquiera abrir de nuevo mis párpados todos se hubieran ido de una maldita vez. -No… No dejéis que muerda… Huid...- No sé si hablaba a mis soldados o al enemigo. No creo que ni hubiera llegado a meditar aquellas palabras.
Daño recibido: 35 (Ian) + 25 (Lyran) = 60
Defensa: 45 (Enano) + 20 (verde) = 65, no recibo daño
Marrón seguía hablando de que no debía hacer eso. -No soy capitán por sacrificaros como ratas, como ellos creen. No… ¡SE EQUIVOCAN!- Me trataban como un animal. Ellos mismos abandonaban, ellos mismos dejaban a gente atrás, pero sin embargo, ¿Yo era el que consideraba a los soldados simples números? ¿YO? Protección. Me reía. Sí, ya había cogido aquello de la enfermería, y en teoría, debía ser suficiente. O no. No estaba del todo seguro… Aunque creo que inhalara o no gas acabaría igual de ido.
La rubia logró fugarse de allí, como era de esperar. Mis soldados habían atacado a Adam. -Seguid con eso.- Suspiré yo. Me seguía insultando, me seguía mancillando mientras pedía que saliera Lyran. No. No iba a dejar que se escaparan, no iba a permitirlo. Se iban a ir o con ellos o sin nadie, esa era mi decisión. -No… No hay razón para intentar hablar con un… una aberración como tú.- Eran aberraciones, deformes, demasiadas orgullosas de su poder, demasiado encerradas en lo que eran ellos. Todo era ellos. Ellos, ellos y ellos. No se iban a preocupar de nadie más que de su asquerosa gente.
Por eso cuando me dijo que me pegara un tiro acabó de sacarme de mis casillas. -Oh, ¿Te crees que nunca lo he considerado? ¿TE CREES QUE NUNCA LO HE INTENTADO?- Le grité con los ojos inyectados en sangre, brillando. Notaba unas ansias terribles de querer destrozarlo. Una rabia gutural quería salir de mis entrañas, me pedía que lo sumiera en la oscuridad absoluta que podía crear mediante magia. Magia. MAGIA. Estaba pensando en aquel momento en usar la magia, y si no lo hice, era por el puñetero chip que llevaba encima.
Lo que si que pude hacer es dispararle otra vez con el pulso más temblante en un costado del torso. -¿NO QUERÍAS DISPAROS? ¡DISFRÚTATELOS! Soldados, ¡Ya sabéis que hacer!- Pero tenía otros problemas de los que preocuparme. Uno de los magos… Empezaba a comportarse de forma extraña. El de pelo azul parecía muy confuso muy repentinamente… Y no fue el único. Al que yo atacaba también, tanto, que empezó a decir que lo sentía. Pero no hablaba conmigo. Tenía como la mirada perdida, como si ambos vieran cosas que… Yo no podía. No, claro que no. Magos, a su bola.
Y el que se estaban llevando, el tal Ian, estaba empezando a comportarse de forma extraña. Apenas había podido hacer nada ahora. Pero se acababa de separar. Tosía. Gritaba que no, que no podía ser, alguna gilipollez como esa. Mientras que… No. No. NO. NO. NO. Se estraba transformando. Sí, era un licántropo. Lo supe desde que lo vi. -... Marrón, verde. No dejéis que os muerda. Por lo que más queráis en este mundo.- Me alejé lo que pude. Era lo último que necesitaba. Con el rostro deformado por aquella locura que me había dado, con los ánimos por los suelos, quise apartarme de aquel animal que gritara que nos largáramos. Saltó contra mí casi de inmediato, con intención de darme un buen zarpazo… Me cubrí. Pero el daño nunca llegó, solo caí al suelo. Al abrir los ojos había un escudo semitransparente delante de mí, centelleando brusco ante mis ojos. El semielfo, el drow y el semidrow. Los que me faltaban.
Me alejé temblando. ¿Por qué me habían protegido? El dueño del palo iba algo herido, muy aferrado al semielfo, más lento. Y mi hermano no lucía buena cara, casi… Como si hubiera sido víctima también de aquel ir de olla general. El semidrow y… Su bastón, que por alguna razón hablaban, estaban intentando que no hubieran más ataques entre un bando y otro. Algo… extraño. Querían la paz. Ambos. El enano llevaba medio rostro vendado y se había echado unas cantidades importantes de betadine, y tenía alguna herida que no acababa de recordar. Una en el cuello con muy mala pinta.
La voz que surgía del bastón parecía tan o más infantil que la de su propietario, aunque tenían un parecido muy escamante. Pero no podía atacarles a ellos, eran demasiado jóvenes. Paz. Paz. Nada de darse golpes unos a otros. Paz. Sonaba tan fácil, ¿Y como querían que intentara disimular? Estaban los magos para el arrastre, ellos no iban a poder controlar a aquel animal. Esa responsabilidad caía sobre mí. Toda aquella responsabilidad, todo… Todo caía sobre mí. El licántropo seguía allí, como la bestia que era. Aquellos críos intentando defenderme. Mi hermano. Mi hermano, expuesto a tantas cosas. No quería que lo hirieran. Pero tampoco a mis soldados. Ni tampoco a los magos.
Todo lo que quería sería decir que pararan, invitarlos a un té, hacer las paces. Crear una nueva Alianza, acabar con la guerra, la paz la puñetera paz. En aquel momento tuve aquella lucidez, aquel deseo. Y me prometí que iba a sobrevivir lo suficiente como para que eso ocurriera. Me incorporé un poco, mirando al licántropo. Todo en lo que podía confiar… Mi instinto más voraz seguía gritando que usara magia contra aquello. Pero… ¿El qué? ¿Qué iba a lograr confundirle, qué podría intentar evitar que dañara a nadie, que pudiera incluso extender su condición? No quería que acabara mordiendo a nadie, ni que nadie tuviera que sufrir aquella maldición. Ni amigos ni enemigos. Ni aliados ni contrincantes. Ni defensores ni atacantes.
-Saca tu a los que puedas o los que te importen.- Respondí brevemente al joven, decidiendo que iba a hacer. -Oloth…- Susurré, cerrando los ojos, meditanto aquella palabra. Habían pasado años. -Oloth… ¡OLOTH!- Retorcí mis manos y dirigí un gesto agónico contra el licántropo, tratando de hacer todo lo que pudiera. Al principio tenue, luego con mucha más fuerza. Una oscuridad impenetrable incluso para nuestros ojos, que aparecía ante los suyos, que buscaba adherirse a su rostro y cegarlo. Era una habilidad muy conocida por los drows y que yo había logrado dominar.
Pero no podía usarla ya, no sin un precio. Una terrible descarga recorrió todo mi cuerpo, del cuello, que me hizo gritar con muchísima fuerza, hasta la punta de los pies. Caí al suelo bruscamente. Pero el hechizo estaba hecho. Dudaba poder mantenerlo mucho rato, pero era cuestión de darle tiempo. Pero me quedé inmóvil en el suelo, encogido, intentando superar aquella descarga. Nunca antes la había sufrido. Nunca antes había necesitado usar la magia. Pero… Ya estaba hecho. Ya estaba hecho, ya estaba hecho. Esperaba que para cuando pudiera siquiera abrir de nuevo mis párpados todos se hubieran ido de una maldita vez. -No… No dejéis que muerda… Huid...- No sé si hablaba a mis soldados o al enemigo. No creo que ni hubiera llegado a meditar aquellas palabras.
_____________________________________________________
Daño a Adam: 5 (dados) + 20 (stats pistola) + 10 (habilidad) = 35Daño recibido: 35 (Ian) + 25 (Lyran) = 60
Defensa: 45 (Enano) + 20 (verde) = 65, no recibo daño
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Bando
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Edad
Nacionalidad
El miembro 'Ailanthus Sreysnah' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
#1 'Ataque Tecnológico' :
--------------------------------
#2 'Defensa Física' :
Habiamos avanzado por el pasillo rumbo al sector II, no sin puto problemas. Yo seguia haciendo que el aire girase entorno nuestro, sin descanso. Apenas con tiempo para hacer nada mas, empleando uno solo de mis brazos para ejercer dicho control sobre el aire, pues el otro andaba ocupado ayudando a Vor a avanzar. Dyospiros camina a mi otro lado, pero es simplemente un manojo de nervios, o una sombra de si mismo al que parece aterrorizarle cada pared de ese pasillo.
Pero tengo permiso de Osten para acollejear a Vor en cuanto sea el momento, cosa que hare si mi cerebro no se olvida, sin embargo no tengo permiso para decir mas su nombre. Con lo que me mola pronunciar Osten. A todo esto, que sigo con el casco del soldado muerto puesto. Me siento como un bendito saquehobbit. Pero él ya no iba a usarlo...que el dios unicornio lo tenga en su gloria, si es que la merece.
Y no habia yo comentado nada mas acerca de las paranoias de un drow u otro, simplemente me limito a guiarlos con mas paciencia que una madre. Que si se intentan matar otra vez, espero que no se peguen un tajo al cuello tan fuerte como para despegarselo de un tajo, y que dejen intervenir a vilya antes de que eso ocurra. Llevamos unos minutos andando, yo sinceramente esperando que los efectos del gas inhalado vayan reduciendose un poco....por mi parte, parecen haber desaparecido del todo. Habia respirado muy poco y el resto del tiempo, lo habia mantenido lejos de mi organismo.
Pronto comenzamos a oir jaleo y llegamos a la zona de accion. Ailanthus otra vez. Sangre por doquier y un par de caidos, otros por los suelos, otros aguantando.... y un maravilloso agujero abierto en la puerta que me arranca una sonrisa. Ah, y un lobo. Tambien le sonrio al lobo.
-Me gusta. ¿Puedo quedármelo? Parece esponjoso y con mala hostia....adorab....blehh?!
Mi palabra termina a medias cuando Osten sale disparado, momento en el que me percato que el perrito adorable no es tan adorable pues pretende zarpear a Ailanthus. Pero Osten lo evita. Vor dice que vamos a detener esto y tira de mi, y yo tiro de Dyos para que no se quede atrás. Chasqueo la lengua porque no puedo permitir que mi control sobre el viento se detenga en ningun momento, y para ello debo mantener mi brazo en constante movimiento para manejarlo.
-Hola, yo soy ese Roäc, afortunadamente, ya no estoy en la droga.-digo saludandolos a todos como si no me conociesen, cuando Vor dice eso de que que no se sigan matando es tambien lo que yo quiera, probablemente. Y lo es en parte.
"bien, bien, está intentando ser pacífico...es un comienzo"
Miro a Adam torciendo mi cabeza, viendo que tiene una daga enterrada en el pecho, que ademas sujeta el mismo. Joder, eso no tiene buena pinta. Autolesiones? Acababa de ver eso en Vor. Sin duda los de este sector tambien se han visto afectados por el aire raro alucinogeno. Miro a Ailanthus, que conjura una esfera de oscuridad alrededor de la cabeza del lobo.Si lo deja a oscuras igual nos da mas margen de actuacion, si. Pero entonces cae frito por si quiera haber intentado usar la magia. Le levanto las cejas bajo mi casco, hasta que recuerdo que no me puede ver, y me giro a Vor, el cual tengo mas cerca
-Bien hecho. Ahora falta todo lo demas -digo en voz baja, para que el semidrow pueda oirme.
"a ver, piensa. Somos unos cuantos, si....oh, vale"
Me quito el casco de stormtrooper y se lo planto a Dyos, entonces de un brusco pero muy atinado golpe de viento, empujo al empanado drow hacia la puerta. Es como jugar al billar, pero sin palo. Dyos es la bola y el agujero de la puerta es el agujero de la mesa. Quizá se enfade por esto luego, si lo recuerda, pero como creo que sigue drogado, no lo recordará. O si? El caso es que...
-Bola ocho!-exclamo al ver mi bola drow ser empujado exitosamente a traves del agujero de la puerta. -esperanos ahi que ahora vamos!!! y...esto...aguanta la respiracion!
"ups"
Aguanto la respiracion yo mismo unos instantes, los justos para conjurar un hechizo de sanacion sobre el que tiene la daga clavadisima en el pecho, que parece una fuente de sangre ahora mismo.
Noto un chispazo en el dedo del anillo al hacerlo, mas fuerte que antes, como si el artefacto me dijese "vale ya" o "devuelveme a mi legitimo dueñooooooooooooo". Yo me encargaré de llevarlos a todos al sector uno si hace falta, pero sinceramente, no se como vamos a apañarnoslas para ello. Bastante tengo despues de aquello con ampliar la esfera de viento, haciendola mas grande para que abarque a todos en la zona, impulsando el aire contaminado fuera de nuestra zona. Miro al perro, a Vor, y a Ailanthus. ¿De donde ha salido el perro, en serio? ¡¿DE DONDE?!
_______
sanacion a Adam
0+40=40 PS
Pero tengo permiso de Osten para acollejear a Vor en cuanto sea el momento, cosa que hare si mi cerebro no se olvida, sin embargo no tengo permiso para decir mas su nombre. Con lo que me mola pronunciar Osten. A todo esto, que sigo con el casco del soldado muerto puesto. Me siento como un bendito saquehobbit. Pero él ya no iba a usarlo...que el dios unicornio lo tenga en su gloria, si es que la merece.
Y no habia yo comentado nada mas acerca de las paranoias de un drow u otro, simplemente me limito a guiarlos con mas paciencia que una madre. Que si se intentan matar otra vez, espero que no se peguen un tajo al cuello tan fuerte como para despegarselo de un tajo, y que dejen intervenir a vilya antes de que eso ocurra. Llevamos unos minutos andando, yo sinceramente esperando que los efectos del gas inhalado vayan reduciendose un poco....por mi parte, parecen haber desaparecido del todo. Habia respirado muy poco y el resto del tiempo, lo habia mantenido lejos de mi organismo.
Pronto comenzamos a oir jaleo y llegamos a la zona de accion. Ailanthus otra vez. Sangre por doquier y un par de caidos, otros por los suelos, otros aguantando.... y un maravilloso agujero abierto en la puerta que me arranca una sonrisa. Ah, y un lobo. Tambien le sonrio al lobo.
-Me gusta. ¿Puedo quedármelo? Parece esponjoso y con mala hostia....adorab....blehh?!
Mi palabra termina a medias cuando Osten sale disparado, momento en el que me percato que el perrito adorable no es tan adorable pues pretende zarpear a Ailanthus. Pero Osten lo evita. Vor dice que vamos a detener esto y tira de mi, y yo tiro de Dyos para que no se quede atrás. Chasqueo la lengua porque no puedo permitir que mi control sobre el viento se detenga en ningun momento, y para ello debo mantener mi brazo en constante movimiento para manejarlo.
-Hola, yo soy ese Roäc, afortunadamente, ya no estoy en la droga.-digo saludandolos a todos como si no me conociesen, cuando Vor dice eso de que que no se sigan matando es tambien lo que yo quiera, probablemente. Y lo es en parte.
"bien, bien, está intentando ser pacífico...es un comienzo"
Miro a Adam torciendo mi cabeza, viendo que tiene una daga enterrada en el pecho, que ademas sujeta el mismo. Joder, eso no tiene buena pinta. Autolesiones? Acababa de ver eso en Vor. Sin duda los de este sector tambien se han visto afectados por el aire raro alucinogeno. Miro a Ailanthus, que conjura una esfera de oscuridad alrededor de la cabeza del lobo.Si lo deja a oscuras igual nos da mas margen de actuacion, si. Pero entonces cae frito por si quiera haber intentado usar la magia. Le levanto las cejas bajo mi casco, hasta que recuerdo que no me puede ver, y me giro a Vor, el cual tengo mas cerca
-Bien hecho. Ahora falta todo lo demas -digo en voz baja, para que el semidrow pueda oirme.
"a ver, piensa. Somos unos cuantos, si....oh, vale"
Me quito el casco de stormtrooper y se lo planto a Dyos, entonces de un brusco pero muy atinado golpe de viento, empujo al empanado drow hacia la puerta. Es como jugar al billar, pero sin palo. Dyos es la bola y el agujero de la puerta es el agujero de la mesa. Quizá se enfade por esto luego, si lo recuerda, pero como creo que sigue drogado, no lo recordará. O si? El caso es que...
-Bola ocho!-exclamo al ver mi bola drow ser empujado exitosamente a traves del agujero de la puerta. -esperanos ahi que ahora vamos!!! y...esto...aguanta la respiracion!
"ups"
Aguanto la respiracion yo mismo unos instantes, los justos para conjurar un hechizo de sanacion sobre el que tiene la daga clavadisima en el pecho, que parece una fuente de sangre ahora mismo.
Noto un chispazo en el dedo del anillo al hacerlo, mas fuerte que antes, como si el artefacto me dijese "vale ya" o "devuelveme a mi legitimo dueñooooooooooooo". Yo me encargaré de llevarlos a todos al sector uno si hace falta, pero sinceramente, no se como vamos a apañarnoslas para ello. Bastante tengo despues de aquello con ampliar la esfera de viento, haciendola mas grande para que abarque a todos en la zona, impulsando el aire contaminado fuera de nuestra zona. Miro al perro, a Vor, y a Ailanthus. ¿De donde ha salido el perro, en serio? ¡¿DE DONDE?!
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sanacion a Adam
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El miembro 'Aiwëndil' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Probabilidad' :
'Probabilidad' :
Todo me daba vueltas. Todo me daba, aún, vueltas. Vueltas y más vueltas. Aún sentía voces a mi alrededor, palabras confusas. Sentía a Osten. Lo sentía, como si fuera uno más, como si siguiera vivo, como si su voz surgiera del bastón. Pero yo sabía que todo aquello era mentira, yo sabía que todo aquello era una ilusión, una simple ilusión… Y en el fondo, él también lo sabía. Por eso había tenido el descaro de hablar delante mía. Sabía que no me daría cuenta. Y de hecho, acertó. Nuestra llegada provocó alguna que otra reacción, pero definitivamente no la esperada. El gas -aunque yo no sabía que había un gas, aún- estaba volviendolos a todos un poco lelos.
Uno de ellos se atacaba. Qué irónico, pensé. Hacía poco había hecho exactamente lo mismo. Y mascullaba cosas en su locura, y yo me lo miraba, con un atisbo de pena en mis ojos. Osten no habría querido que me quedara de brazos cruzados. Pero por otra parte… Estaba muy cansado. Quizás podría haber hecho algo por curarle aunque fuera. Pero no podía. Sencillamente, no podía. Todo me daba demasiadas vueltas. Solo sabía que quería salir de allí. Solo sabía que no podía preocuparme de personas que ni conocía. Solo sabía que quería que los míos estuvieran a salvo, y pudiéramos quedarnos todos en paz, y respirar tranquilos. Dormir, descansar, curarnos. Lo que fuera. -No te lo puedes quedar. Es una persona… Lobo… Lo que sea. Licántropo. Si te muerde no te hará gracia alguna.- Le respondí yo, desconfiado.
Ailanthus también estaba fuera de sí, tenía la expresión de un loco más que la del cuerdo segundo capitán de la Alianza que nos habíamos encontrado. Estaba allí, medio agachado, no exactamente herido físicamente pero sí en el orgullo. Incapaz de hacer nada, muy miserable. Me decía que sacara yo a los que me importaban o los que pudiera. -Me encantaría hacerlo. La cosa es que NO colaboran.- Le respondí con un deje furioso. Miré a Roäc. No había forma de convencerle de irnos de allí sin todos, porque a él no le iba a parecer bien no salir en conjunto. Yo ya lo había intentado, colaborar un poco. Pero pasaban de nosotros. Como si no estuviéramos, inmersos en sus pesadillas, en sus locuras personales…
Él se presentó. -Creo que no te escuchar, y… ¿De qué droga hablar?- Hice rechinar los dientes porque me esperaba algo más de ayuda por su parte, que me sacara las castañas del fuego mágicamente. Ya lo había intentado. Ser una buena persona, y tenía nulos resultados. Ailanthus parecía tener un plan muy muy similar porque trató de cegar al licántropo. ¡Hasta aquel tío sabía usar la asquerosa magia drow! Envidia, y de esa muy poco sana. Por supuesto cayó frito en el suelo y ahí quise alzar el bastón para intentar ayudarle, pero me di cuenta que no, que eso era mala idea. Y para cuando alcé la cabeza, Röac decía algo de bien hecho. -No, ¡Mal hecho! ¡Todo mal, muy mal! Espera, ¿Qué…?
Estaba sacando de allí a Dyos. Le había puesto el casco y lo empujaba brutamente. -... Zer’tath, no te separes de él.- Le susurré al bastón y se me escapó de entre las manos, marchándose este tras el drow. El elfo decía algo de aguantar la respiración. Yo le imité… ¡Y SE HABÍA PUESTO A CURAR A UNO DE ELLOS! Le miré con los ojos encendidos. ¿En eso se preocupaba ahora? ¿Que un tío que no conocía de nada se cortara las venas? ¡Menuda estupidez! Le cogí de la mano en cuanto acabó de hacer la suya, observando el cristal. Me pegué la mano en sí contra la mejilla. Y me quemé el moflete. Aquello estaba mal. Mal. Mal. Muy mal. Putamente mal. -¿¡Quieres curarle!? Bien, ¡CURÉMOSLE!- Gruñí, soltando un hechizo más que triste. No sé si fue la falta de bastón, la de cordura o la de ganas que le puse, pero fue de esos que dices “pa eso no haces ná”
-No uses más eso, por lo que más quieras. Te va a arrancar un dedo.- Advertí al pajarraco, muy serio. Vino el bastón de repente hacia nosotros y le miré con muy pero que muy mala cara. ¡Le había dicho que protegiera a Dyos! Pero… Se enroscó en mi bufanda y me empujó. Casi me tiró al suelo. Y lo hizo con insistencia. Miré al pajarraco una vez más con el ceño fruncido. -... Röac, creo que quiere que vayamos con él. Creo que hay más gente, y… Mira esto.- Dos soldados por allí revoloteando, magos en el suelo con sus pesadillas mentales, un licántropo y un drow frito. Era una estampa muy triste. Más por esos dos muertos. -No podríamos hacer nada ni aunque lograran desempanarse los magos… No con ese lobo. Deberíamos intentar ir a salvar lo que quiera que… ¡ZER’TATH, QUE ME AHOGAS!- Si insistía tanto es que había algo importante. -Nos vamos. Nos llevamos a los de la siguiente sala, los sacamos de aquí y todos contentos.
Y muy serio le cogí de la mano del anillo y más o menos, salimos de aquel repugnante sector de una vez. Y yo no tenía planes de volver.
CURO 10 PS A ADAM PORQUE SOY ESPECIAL
Uno de ellos se atacaba. Qué irónico, pensé. Hacía poco había hecho exactamente lo mismo. Y mascullaba cosas en su locura, y yo me lo miraba, con un atisbo de pena en mis ojos. Osten no habría querido que me quedara de brazos cruzados. Pero por otra parte… Estaba muy cansado. Quizás podría haber hecho algo por curarle aunque fuera. Pero no podía. Sencillamente, no podía. Todo me daba demasiadas vueltas. Solo sabía que quería salir de allí. Solo sabía que no podía preocuparme de personas que ni conocía. Solo sabía que quería que los míos estuvieran a salvo, y pudiéramos quedarnos todos en paz, y respirar tranquilos. Dormir, descansar, curarnos. Lo que fuera. -No te lo puedes quedar. Es una persona… Lobo… Lo que sea. Licántropo. Si te muerde no te hará gracia alguna.- Le respondí yo, desconfiado.
Ailanthus también estaba fuera de sí, tenía la expresión de un loco más que la del cuerdo segundo capitán de la Alianza que nos habíamos encontrado. Estaba allí, medio agachado, no exactamente herido físicamente pero sí en el orgullo. Incapaz de hacer nada, muy miserable. Me decía que sacara yo a los que me importaban o los que pudiera. -Me encantaría hacerlo. La cosa es que NO colaboran.- Le respondí con un deje furioso. Miré a Roäc. No había forma de convencerle de irnos de allí sin todos, porque a él no le iba a parecer bien no salir en conjunto. Yo ya lo había intentado, colaborar un poco. Pero pasaban de nosotros. Como si no estuviéramos, inmersos en sus pesadillas, en sus locuras personales…
Él se presentó. -Creo que no te escuchar, y… ¿De qué droga hablar?- Hice rechinar los dientes porque me esperaba algo más de ayuda por su parte, que me sacara las castañas del fuego mágicamente. Ya lo había intentado. Ser una buena persona, y tenía nulos resultados. Ailanthus parecía tener un plan muy muy similar porque trató de cegar al licántropo. ¡Hasta aquel tío sabía usar la asquerosa magia drow! Envidia, y de esa muy poco sana. Por supuesto cayó frito en el suelo y ahí quise alzar el bastón para intentar ayudarle, pero me di cuenta que no, que eso era mala idea. Y para cuando alcé la cabeza, Röac decía algo de bien hecho. -No, ¡Mal hecho! ¡Todo mal, muy mal! Espera, ¿Qué…?
Estaba sacando de allí a Dyos. Le había puesto el casco y lo empujaba brutamente. -... Zer’tath, no te separes de él.- Le susurré al bastón y se me escapó de entre las manos, marchándose este tras el drow. El elfo decía algo de aguantar la respiración. Yo le imité… ¡Y SE HABÍA PUESTO A CURAR A UNO DE ELLOS! Le miré con los ojos encendidos. ¿En eso se preocupaba ahora? ¿Que un tío que no conocía de nada se cortara las venas? ¡Menuda estupidez! Le cogí de la mano en cuanto acabó de hacer la suya, observando el cristal. Me pegué la mano en sí contra la mejilla. Y me quemé el moflete. Aquello estaba mal. Mal. Mal. Muy mal. Putamente mal. -¿¡Quieres curarle!? Bien, ¡CURÉMOSLE!- Gruñí, soltando un hechizo más que triste. No sé si fue la falta de bastón, la de cordura o la de ganas que le puse, pero fue de esos que dices “pa eso no haces ná”
-No uses más eso, por lo que más quieras. Te va a arrancar un dedo.- Advertí al pajarraco, muy serio. Vino el bastón de repente hacia nosotros y le miré con muy pero que muy mala cara. ¡Le había dicho que protegiera a Dyos! Pero… Se enroscó en mi bufanda y me empujó. Casi me tiró al suelo. Y lo hizo con insistencia. Miré al pajarraco una vez más con el ceño fruncido. -... Röac, creo que quiere que vayamos con él. Creo que hay más gente, y… Mira esto.- Dos soldados por allí revoloteando, magos en el suelo con sus pesadillas mentales, un licántropo y un drow frito. Era una estampa muy triste. Más por esos dos muertos. -No podríamos hacer nada ni aunque lograran desempanarse los magos… No con ese lobo. Deberíamos intentar ir a salvar lo que quiera que… ¡ZER’TATH, QUE ME AHOGAS!- Si insistía tanto es que había algo importante. -Nos vamos. Nos llevamos a los de la siguiente sala, los sacamos de aquí y todos contentos.
Y muy serio le cogí de la mano del anillo y más o menos, salimos de aquel repugnante sector de una vez. Y yo no tenía planes de volver.
CURO 10 PS A ADAM PORQUE SOY ESPECIAL
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Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Curación' :
'Curación' :
89-2=87 PS
___
La situacion no podia pintar peor. Además de que llevo mucho tiempo sin recibir respuesta de Catherine, en el caso de que ella intentase hacer ahora cualquier conexion con mi mente, no obtendria nada de valor. Solo terror y mas terror, y ninguna respuesta. La realidad deformada y terrorifica que se plantea ante mis ojos sigue siendo la misma. La masacre de Hogwarts de mano de los aurores. Esos soldados muertos del suelo son ahora estudiantes de 16 años. Ian, lo mismo. Adam está alli tambien.
-Esperad...tenemos que salir de aqui...esto es una trampa...
No logro articular mucho mas. Ian se espabila, nos grita que nos vayamos. Pero no podemos irnos sin él, no podemos irnos sin todos los que aun quedan vivos. Sería un error del que me arrepentiria toda mi vida...
Contemplo con horror como Ian se convierte en una bestia terrible. La neurotoxina hace que no lo aprecie tan solo como el lobo que es, si no como algo mucho mas temible. Va a atacar a uno de los presentes, pero una barrera mágica parece frenarlo. Es alguien, intentando crear la paz...pero no, es imposible que podamos tener paz, mientras esa gente siga atacandonos y acorralandonos. Mientras esa bestia siga intentando destrozarnos a todos. Las voces y los dueños me son confusas, por supuesto, pero algo que dicen...es cierto. Es nuestro deber como adultos protegerlos. Porque para estamos ahi. Para eso estoy ahi. Da igual el terror que me rodee, si aun quedan jovenes con vida en este colegio, hay que sacarlos de aqui.
-Adam, Adam, tenemos que seguir... -me acerco a él, sigo aterrorizado, y él está de rodillas. Pero entonces veo aquello que hace con su daga y mis dedos se aprietan con fuerza contra su hombro, arrebatandole el cuchillo en cuanto me es posible, aunque por toda la sangre, veo que ya es tarde. -¡ESO NO!
Por un momento parece que logro respirar mejor, ver las cosas con mas claridad. Es el tiempo que el semielfo ha pasado alejando de nosotros el gas toxico, aunque ese buen efecto no tardaria en desvanecerse, tan pronto como ellos se marchan de ahi, que es en seguida. Bueno, por lo menos estan a salvo, temporalmente.
El monstruo...no es un monstruo en realidad, es simplemente Ian, en licántropo. El drow soldado está en el suelo, gritando que huyan, o que huyamos, vete a saber. Tiro de Adam, arrastrandolo si hace falta, acercandonos a la puerta. Agarro una metralleta del suelo que habia dejado caer un soldado y se la arrojo a Ian a la cabeza con toda la fuerza que puedo. Luego me quito una bota y se la arrojo tambien.
-POR AQUI, MALDITO! -le grito, tirando de Adam. No dejo de llamar su atencion, no puede quedarse aqui. Es probable que en breves, yo volviese a estar tan aterrorizado por culpa del gas como para dejar de llamar su atencion, pero por el momento lo he hecho y bastará con que no me lo distraigan. Empujo al Hacksaw por el hueco de la puerta y luego salgo yo, sin dejar de esperar a que el licántropo me siga.
_______-
ataque a Ian
10 stat+15= 25 PS a Ian
___
La situacion no podia pintar peor. Además de que llevo mucho tiempo sin recibir respuesta de Catherine, en el caso de que ella intentase hacer ahora cualquier conexion con mi mente, no obtendria nada de valor. Solo terror y mas terror, y ninguna respuesta. La realidad deformada y terrorifica que se plantea ante mis ojos sigue siendo la misma. La masacre de Hogwarts de mano de los aurores. Esos soldados muertos del suelo son ahora estudiantes de 16 años. Ian, lo mismo. Adam está alli tambien.
-Esperad...tenemos que salir de aqui...esto es una trampa...
No logro articular mucho mas. Ian se espabila, nos grita que nos vayamos. Pero no podemos irnos sin él, no podemos irnos sin todos los que aun quedan vivos. Sería un error del que me arrepentiria toda mi vida...
Contemplo con horror como Ian se convierte en una bestia terrible. La neurotoxina hace que no lo aprecie tan solo como el lobo que es, si no como algo mucho mas temible. Va a atacar a uno de los presentes, pero una barrera mágica parece frenarlo. Es alguien, intentando crear la paz...pero no, es imposible que podamos tener paz, mientras esa gente siga atacandonos y acorralandonos. Mientras esa bestia siga intentando destrozarnos a todos. Las voces y los dueños me son confusas, por supuesto, pero algo que dicen...es cierto. Es nuestro deber como adultos protegerlos. Porque para estamos ahi. Para eso estoy ahi. Da igual el terror que me rodee, si aun quedan jovenes con vida en este colegio, hay que sacarlos de aqui.
-Adam, Adam, tenemos que seguir... -me acerco a él, sigo aterrorizado, y él está de rodillas. Pero entonces veo aquello que hace con su daga y mis dedos se aprietan con fuerza contra su hombro, arrebatandole el cuchillo en cuanto me es posible, aunque por toda la sangre, veo que ya es tarde. -¡ESO NO!
Por un momento parece que logro respirar mejor, ver las cosas con mas claridad. Es el tiempo que el semielfo ha pasado alejando de nosotros el gas toxico, aunque ese buen efecto no tardaria en desvanecerse, tan pronto como ellos se marchan de ahi, que es en seguida. Bueno, por lo menos estan a salvo, temporalmente.
El monstruo...no es un monstruo en realidad, es simplemente Ian, en licántropo. El drow soldado está en el suelo, gritando que huyan, o que huyamos, vete a saber. Tiro de Adam, arrastrandolo si hace falta, acercandonos a la puerta. Agarro una metralleta del suelo que habia dejado caer un soldado y se la arrojo a Ian a la cabeza con toda la fuerza que puedo. Luego me quito una bota y se la arrojo tambien.
-POR AQUI, MALDITO! -le grito, tirando de Adam. No dejo de llamar su atencion, no puede quedarse aqui. Es probable que en breves, yo volviese a estar tan aterrorizado por culpa del gas como para dejar de llamar su atencion, pero por el momento lo he hecho y bastará con que no me lo distraigan. Empujo al Hacksaw por el hueco de la puerta y luego salgo yo, sin dejar de esperar a que el licántropo me siga.
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ataque a Ian
10 stat+15= 25 PS a Ian
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El miembro 'Lyran Knox' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Ataque Físico' :
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