SECTOR V: Laboratorio y Enfermeria

Aprecio el sentido del humor del secuestrado a pesar de lo desfavorable de su situación, siempre es mejor un prisionero que se ría a uno que me ande con lloros y quejas, que eso perturba el ambiente de trabajo. - Muy bien, me gusta cómo te lo estás tomando. ¿Sabes? una vez tuve un prisionero que no paraba de lloriquear porque lo transforme en quimera, era realmente desagradable. ¡Encima de que lo hice mejor de lo que nunca sería! era un tipejo patético...- me acerco más a él con la jeringuilla de sedante, aunque tal vez no haga falta. Él mismo se sienta en la camilla y no parece querer resistirse, lo que me hace las cosas más fáciles. En ese momento aparece mi colega, Lucius, que ha debido tomarse un descanso en sus tareas.

- Sí, no ha estado mal lo de hacer trabajo de campo, pero por ahora sólo he capturado uno. Para la siguiente expedición creo que pediré que los secuestros los hagan soldados y centinelas, y yo me dedicaré al trabajo de laboratorio y recogida de muestras. Además, he encargado insectos biónicos similares a los que esparcieron el virus del SPM, pero esta vez para que traigan muestras de sangre al laboratorio, una muestra mucho más amplia. Los datos almacenados en los archivos de criminales pueden ser útiles para que los insectos centren su prioridad en recoger muestras de aquellos que tenemos fichados, aunque tampoco vamos a hacer ascos a otras muestras. - le paso la jeringuilla a Lucius, ya que nuestro invitado a mostrado interés en él.

- Así que prefieres a Lucius...- comento con sorna, dando una palmada en el hombro de mi compañero. - Pues todo tuyo. Que te examine y saque muestras de ADN, veremos para qué puedes ser útil. Te trataremos bien al principio, la parte de las torturas y sufrimientos variados vendrá luego. - sonrío como si no estuviese hablando de que no lo va a pasar bien aquí, como si estuviésemos hablando de nimiedades. Me aproximo a Lucius, hablándole al oído. - Voy a echar un vistazo a la sala donde tengo el otro proyecto, ya sabes...si me necesitas para algo manda un becario de laboratorio para que me informe. Analiza al nuevo que he traído, sangre, capacidad de regeneración y posibles usos del individuo, volveré más tarde. - dejo de susurrar a Lucius, alejándome de él para abandonar la sala, cerrando la puerta para salir en dirección a la sala en la que tenemos el proyecto de los clones, que debe estar ya muy avanzado y listo para la siguiente fase.

Habia estado alli recuperandome el tiempo pertinente hasta que el científico me sedó para llevarme al quirófano a hacer los injertos y solucionar aquello de que me hubiesen quemado el brazo entero y parte del tronco. Para mi todo pasó en un abrir y cerrar de ojos, las drogas se encargaron de ello, y para cuando comencé a despertar, aun no sentía demasiado dolor.

Solo vi muchas vendas alrededor de mi torso y brazo, y al lado, a Lucius. Le escuché, aunque la cabeza se me iba un poco y me atacaba el sueño.- Raro y con molestias...bueno...no es nada nuevo... - rezongué, incorporandome. La verdad es que malestar tenia, pero bien podria achacarlo a la reciente operacion.

Lucius se fue tras darme aquel informe. Yo sentía que me había dado el alta, temporalmente. Asi que dejé transcurrir unos minutos mas y, cuando me sentí en condiciones, me fui levantando. Fui poniendo mi ropa con cuidado sobre las partes del cuerpo vendadas y cuando estuve listo, pedí que me devolvieran mis armas. Por lo que comprobé, seguía autorizado a portar mi dominator, porque me la devolvieron sin ponerme pegas. Luego, me dispuse a salir del area, y cuando lo hice vi por las cristaleras de una de las salas anexas como metían a lo que tenia toda la pinta de ser una criatura mágica. No le hice mayor caso al asunto, al fin y al cabo no era cosa mia.

Pero en algo tenia razon Lucius: tenia que tomarme las cosas con calma. Aun sentia malestar, cansancio y la vision estaba algo borrosa. No estaba como para salir a cazar esta noche...y menos con los injertos recien realizados. Aunque quizá si podria apoyar en alguna patrulla de soldados.

Con estos pensamientos, salí del recinto tras pasar los controles de seguridad necesarios.

Mi colega me cuenta su experiencia de estudio de campo y sus posibles ideas para obtener muestras de manera más sencilla y sin contratiempos, lo cual es una buena idea, podemos dedicarnos en entero a nuestros experimentos cómodamente mientras otros nos proporcionan los medios y lo necesario para desarrollarlos. veo que ha traído a un extraño joven, tanto sus ropajes como adornos son muy particulares, por no mencionar de que tiene un excéntrico maquillaje, me recuerda a algunos jóvenes nobles con los que me he topado que tenían unas costumbres un poco similares, aunque no es que yo luciera muy normal la verdad.

Por un momento me hizo gracia la situación, ver a Tobias levemente molesto por la petición del sujeto de pruebas de que yo fuera su médico y no él, me entrega la jeringuilla con la que amenazaba a Jin y se marchó, no sin antes decirme por donde iba a estar por si necesitaba ayuda y que le enviase el recado por algún becario. Cuando se fue, guardé la jeringuilla, no creo que la fuese a necesitar, pero por si acaso es mejor tenerla a mano y me encogí de hombros, su comentario sobre torturas y demás vicisitudes sobre ello me dejó un poco más claro que tipo de científico era Tobias.

- Mi buen Tobias, hay métodos más científicos para conseguir lo que uno necesita sin llegar a extremos - dije al aire mientras tomaba una libreta y un boligrafo - muy bien, vayamos contigo, voy a hacerte unas preguntas y tu has de contestarlas sinceramente, las necesarias para conocerte mejor, empecemos... ¿Nombre? ¿Raza?

Vi como Tobias se retiraba por lo que le mande un beso algo burlón sonriendo de lado para volver mi vista al rubio y nuevo poseedor de la jeringa con la que el castaño me amenazaba. Cruce mis piernas mirando al nuevo científico de arriba a abajo.

-Eres bastante guapo...-Dije sin problema alguno, nada que no haya dicho antes ni que tuviera porque guardarme como si de un secreto se tratara.-Pregúntame todo lo que quieras... Y no cobro mucho para hacer lo que quieras -Mi sonrisa ladina en ningún momento desapareció.- Me llamo Jin, un gusto... Soy mitad alado y mitad elfo -Dije sin problema alguno- Ahora cuéntame un poco de ti ¿Como te llamas? ¿Que es lo que te hizo ser científico?

Paseo por la amplia sala laboratorio en la que se encuentran los tanques de los clones que hemos estado desarrollando estos últimos meses, esperando mientras los becarios que tengo a mi cargo terminan de sacar a los nuevos especímenes. El crecimiento acelerado al que han sido sometidos ha logrado que lleguen a una etapa de adolescencia de manera artificial, mediante una combinación de ingeniería genética y magia de transformaciones aplicada al crecimiento. No sé si sus organismos serán muy estables con todo lo que hemos hecho con ellos, no sería de extrañar que tuviesen fallos, pues he empleado más mecanismos de aceleración que los que usamos con nuestro "hijo". Por ahora lo que me interesa demostrar es que soy capaz de crear un ejército mejorado, con capacidad de usar magia y de beneficiarse de las características positivas de otras especies, como por ejemplo la longevidad de los elfos, o las habilidades de los magos.

Los seres que tengo frente a mí son sólo la primera remesa, los del ensayo-error. El tiempo que duren vivos me es indiferente, al fin y al cabo no los considero personas de pleno derecho, sino herramientas creadas por y para nuestros intereses. Es algo similar a los androides, puesto que ninguno de ellos ha nacido, en el sentido estricto de la palabra. La única diferencia entre unos y otros, en mi opinión, es la composición de cada uno. Metal y circuitos por un lado, sangre y huesos por otro.

Mis ayudantes ayudan a los desnudos seres a ubicarse en su llegada al mundo, proporcionándoles algo de vestimenta sencilla para que se la pongan por encima. Sigo paseando con las manos a la espalda por el pasillo de los tanques, con una ligera sonrisa que denota mi satisfacción al terminar por fin esta fase de la investigación. Decido dedicar unas palabras a los recién llegados, para ellos debo ser su padre, su creador, y aquel al que deben lealtad.

- Bienvenidos.- les llamaría por su nombre, pero no tienen ninguno, así que habrá que nombrarlos por una letra, número, una combinación de ambas u otro nombre estrafalario. Para ellos debe ser extraño llegar al mundo con esta edad y sin tener una vida o recuerdos previos. O tal vez no, puesto que no conocen nada hasta ahora, nada del mundo exterior. Puede que no sepan ni lo que son, ni tengan autoconciencia. Ahora mismo son un libro en blanco a rellenar por mí, a diferencia de los androides y sus recuerdos preestablecidos de antemano en su programación. - Podéis llamarme creador, pues yo os he traído a la vida. - analizo sus rostros con detenimiento, pudiendo observar expresiones de confusión generalizadas. También es bastante notoria la base genética empleada, pues muchos de los clones son como era yo a esa edad, y otros tantos son como mi compañero, Lucius. Algunos son una mezcla de ambos, y otros tienen rasgos de otros personajes conocidos...

- Dejadme que os diga una cosa: la vida en sí misma no tiene ningún sentido, excepto el que cada uno quiera darle. A partir de ahora comenzaréis a buscarle sentido, yo os ayudaré. Os enseñarán todo aquello que debéis saber, os entrenarán, os convertirán en unos seres que muchos envidiarán. La evolución...el futuro os aguarda. Supervisaré todo cuanto hagáis y os acompañaré. - ordeno a mis ayudantes que dirijan a los clones fuera del sector, conduciéndolos después de manera ordenada hacia un camión que se encuentra debidamente vigilado en la salida del recinto. Todos los experimentos van montando en el vehículo, el cual cierra las puertas para que no escape ninguno. Monto yo también en ese camión, abandonando definitivamente los campos de concentración con los "hijos" de Lucius y míos. Nuestra siguiente parada será la base militar.

Interesante, el sujeto se muestra cooperador, por no decir algo picaresco, si eso me ayuda a conseguir lo que necesito puedo seguirle el juego, voy tomando notas en el bloc, interesante, posee dos razas, aunque de alado tenemos muestras de sobra, la de elfo nos vendría bien, siempre fueron seres muy ligados a la magia y a la naturaleza. Observo que hace una apariencia sobre mi físico.

- Me gusta cuidarme, que sea científico no significa que deba abandonarme y ser un esperpento.

Sigo tomando notas y observo el resto de preguntas que debo rellenar en el formulario, no es gran cosa pero nos deja suficiente información para saber en que nos puede beneficiar un sujeto de pruebas. después de darme información sobre él mismo, me pregunta sobre mi, mi nombre y porque razón me hice científico. Bueno, no pasa nada por que le conteste, quizá el entablar conversación me ayude a conseguir toda la información requerida por mi amigo Tobias.

- Soy Lucius Kakumei, y lo de ser científico lo llevo en la sangre, los Kakumei somos una familia dada al conocimiento, al progreso y al orden, así que he pensado que la mejor manera de cumplir con mi propósito es la ciencia, pero no todos somos científicos, otros han ido por otras ramas para cultivar la extensa herencia familiar que tenemos, ahora mismo no trabajo para la Alianza, solo coopero, yo tengo mi propio grupo, pero la Alianza tiene un mejor equipamiento y ellos estaban realizando unos experimentos que me interesaban desde hace tiempo y con ayuda de su equipamiento puedo realizar.

-Eso no lo niego, cariño, solo que en lo que llevo de vida vi muchos científicos, médicos, etc. Pero pocos se veían tan bien...

Dije encogiéndome de hombros, tranquilamente, como si de una charla tomando un café se tratara y por cierto eso no podía faltar. - ¿Puedo pedir que me sirvan un té o eso compromete las pruebas? Es que, en verdad estoy hambriento. -Dije poniendo una mano sobre mi vientre y haciendo una pequeña mueca malestar.

-Mmm entiendo, todos son como las musas de las artes... Y si son igual de guapos que tu, me gustaría conocerlos. -Dije sonriendo de forma coqueta.- Supongo que teniendo este equipamiento es mas fácil trabajar que con el tuyo... aunque seria muy simple robarlo... Hasta tal vez por tu lado pudieras hacer mejores experimentos, aun... Aunque poco se de ese experimento.

- Realmente hace mucho tiempo que he perdido el contacto con la familia, así que no puedo presentartelos y menos corroborar si son como yo. - suspiro un poco, no se a donde pretende llegar con sus coqueteos, no pienso ayudarle a escapar.

Le tomo una muestra de sangre tal como me había pedido mi compañero de ciencia, Tobias, pinchando suavemente en su brazo y extrayendo una pequeña muestra suficiente para experimentar delicadamente. Etiqueto la muestra y la dejo en una cajita portatubos, me pregunto como le irá a Tobias con la experimentación, espero recibir prontas noticias suyas, después de todo no es que me haga mucha gracia estar a solas en este laboratorio de la Alianza, rodeado de gente con recelos hacia los magos.

- Ciertamente, ese lugar está mucho mejor abastecido, después de todo, el dinero no es una preocupación aquí dentro - dije antes de acercarme hasta una salita donde había un científico para pedirle algo de comer para el preso, luego regresé a su lado para continuar con nuestra conversación - pero la verdad es que no estoy en posición como para robar nada de aquí, pondría en peligro toda la organización y todo lo que estoy haciendo, la alianza es una fuerza y una potencia muy sería y no creo que haya gente con muchos recursos ahora mismo para plantarles cara. En un momento te traerán algo para que puedas comer.

Lo escucho con tranquilidad dándole mi brazo para que me pinchara viendo todo el proceso para verlo irse unos momentos para mirar todo a mi alrededor.

-Pero lo sera cuando decidan traicionarte. La alianza es así, todos son descartables... -Dije con tranquilidad al verlo volver y mirándolo a los ojos, cruzando mis piernas.- Podrías pagar, hay muchos mercenarios y ladrones buscando trabajo, ademas que la alianza poco a poco se esta debilitando mas... Es algo muy inestable. Solo dime cuando quieras, tengo dinero de sobra para poder abastecer tu laboratorio con todo lo que hay aquí y mas...

Sonreía de lado hablando como si fuera una simple charla de amigos. Me levante de la camilla estirándome un poco ya que el estar tanto tiempo sentado me molestaba bastante. Al escuchar que pronto me traerían comida le sonreí agradeciendo con in gesto de cabeza.

-Solo espero que no sea nada con carne...

Un rastrero ataque a traición y por la espalda me ha tenido apartado del trabajo más tiempo del que estoy acostumbrado, y lo peor de todo es que no puede ver de quién se trataba. No, lo peor de todo con diferencia es que desde ese maldito ataque no he sido capaz de volver a usar mis poderes, ni siquiera después de haber abandonado el hospital al que me llevaron los soldados que me encontraron. Esos soldados me habrían rematado allí mismo de no ser por el pacto circunstancial que mantengo con los suyos, pero no dudo ni por un momento que tratarán de eliminarme cuando deje de serles útil. He de manejar la situación para hasta entonces, sacando todo el beneficio posible. La idea de volver al trabajo no consigue apartar el mal humor que me invade desde que comprobé que no podía usar mis poderes, por mucho de que intente convencerme de que es temporal. Tengo ciertas sospechas de quiénes podrían ser, pero tampoco termina de cuadrarme.

El regreso a los laboratorios de los campos de concentración resulta un tanto decepcionante, han avanzado poco sin mí. El prisionero que conseguí ha sido llevado a las celdas de los campos, y mi otro compañero se supone que ha salido a atender unos asuntos. Lo bueno es que tengo el laboratorio para trabajar a solas, con calma. Me siento a la mesa que suelo utilizar, repasando el cuaderno de apuntes que conservo en un cajón bajo llave. Tampoco sería necesario hacerlo, dudo que puedan comprender el galimatías de esas páginas. Me detengo brevemente en la página en la que teorizo sobre la inmortalidad, recordando el intento frustrado de hacer nuevas piedras, que era lo que trataba de hacer cuando fui atacado. Volveré a eso más tarde. Por ahora paso a otra página en la que tengo más cosas que pueden interesarle a la Alianza, ahora que ya les he hecho la primera entrega de la fase beta del desarrollo de clones. El bloqueo de magia a gran escala les interesaría, algo que no dependa de un virus, como en el caso del SPM. Pero claro, yo tampoco quiero salir perjudicado con todo ello, así que he de ser cuidadoso.

El proyecto Lebensborn me llevó a un interesante descubrimiento, pues un par de bebés poseían una extraña característica que anulaba la energía mágica cuando se estaba a muy escasa distancia. Es un dato interesante del que partir, así que intentaré aplicarlo y desarrolla una estrategia de investigación en base a lo que tengo. Trabajo varias horas en la fase inicial del proyecto, estudiando tanto el material genético que obtuve como las fuerzas que son capaces de bloquear o contrarrestar la energía de origen mágico, generando unos cuantos modelos de estudio por ordenador. Por ahora no avanzo demasiado, así que me levanto frustrado y cansado de la mesa de trabajo, pensando en darme una vuelta para airearme y volver luego con más ganas. Abandono el laboratorio y los campos, previo paso de controles de seguridad. Una vez en el exterior, cerca del muro que protege el lugar, me encuentro con un extraño mensajero que me entrega una carta. Extiendo la mano para cogerla, a pesar de lo enigmático de la situación. Cuando termino de leerla el otro ya se ha marchado, pero me queda más o menos clara la idea. Al no poder desaparecerme no me queda más remedio que hacer el camino hacia la ciudad a pie, no quiero pedirle nada a ningún soldado ni que se enteren de lo que hago en mi tiempo libre. Mis negocios son sólo míos. Me echo la capucha del oscuro abrigo por la cabeza, alejándome de allí bajo la típica llovizna londinense.

Abro los ojos pero solamente veo borrones. Un borrón grisáceo y algunos trastos que no distingo.
-mmmmmmm
Murmuro algo tremendamente bajo a la par que parpadeo varias veces y vuelvo a quejarme. Trato de incorporarme torpemente y un sonido metálico junto con una fuerza en mis extremidades impide que me levante.
Mi mente intenta pensar que está pasando o que ha pasado, pero estoy tan confusa que solamente giro la cabeza y me pongo a mirar borrones.
-Tengo que... levantar...
Tiro de nuevo de mi cuerpo y vuelve a suceder lo mismo. Pegada a donde sea que estoy tumbada. Intento enfocar la vista a la par que muevo la mano. Cadenas... Grilletes algo así. Suspiro al saber que he sido atrapada.
"Estás vieja... "
Me dispongo a derretir las cadenas y de pronto un chorro de electricidad invade mi cuerpo por lo que pego un grito bastante audible a la par que por fin me espabilo. Como soy bastante terca repito la operación varias veces mientras grito e insulto al aire.

Me envían a los estúpidos campos de concentración para vigilar a otra estúpida de los renegados que nos han traído, haciéndome ir hasta allí con la muleta y todo, que todavía no se me ha curado la pierna tras la batalla con los malditos trolls. La culpa fue, cómo no, de los renegados y su absurdo mensaje televisado, que hizo que a la gente le diese por ponerse gilipollas y saliese a la calle a manifestarse. Lo demás ya es historia, atacaron criaturas mágicas, llegaron los renegados a "ayudar" y la Alianza se los acabó llegando. A la que han traído creo que no la conozco en persona, aunque sí tenemos información sobre ella. Los científicos me guían hasta donde la tienen, atada y recibiendo descargas eléctricas como un ratón de experimentos.

- Yo que tú dejaría de hacer eso. Se te va a freír el cerebro más de lo que ya lo tienes. ¿Cómo eres tan tonta para caer en la trampa después de lo que les ha pasado a tus amigos?

"a saber de dónde sale esta tía ahora...¿Erika Malfoy han dicho?"

- Seguro que ya estabais planeando alguna mierda para ir a rescatar al traidor de Draven y a los demás. Nos tenéis muy hasta los cojones. - cojo una silla para sentarme a descansar, dejando la muleta al lado. Mientras saco la pistola para apuntarla, aunque no pienso hacer nada por ahora.



........


off: no me acuerdo si estas dos se conocían ya XD si eso edito

Continúo mi absurda lucha contra las ataduras. Sé que no sirve de nada pero trato de entender como mierdas funcionan esas descargas.
"Deben ser las cadenas o la camilla... lo mismo si consigo volcarla... "
Voy a intentar balancearme para tirar la camilla cuándo la puerta se abre, cosa que hace que instintivamente mi cuerpo reaccione con fuego, lo que en la situación actual se corresponde en otra descarga más. Suspiro y miro de reojo a la mujer que entra a la sala. Parece que no está en el mejor de sus momentos a juzgar por esa muleta.
-oh tranquila, me he acostumbrado después de la agradable visita de tus colegas centinelas.
Murmuro mirando al techo. Ese rato entre soledad y descargas he conseguido recordar que me han dado una paliza de muerte. Ruedo los ojos cuándo me llama estúpida.
"Que les ha pasado exactamente?"
-Hacía mucho que no os hacía una visita y me he dicho 'ey!puedes ir a quemarles el chiringuito a esos hijos de puta.'
Suelto con una sonrisa socarrona mientras vuelvo a prestar atención a la mujer.
-Pero no recordaba lo cobardes que sois y que mandáis máquinas a hacer vuestro trabajo.
Chasco la lengua y miro al techo restándo importancia. Contengo la respiración y cierro inevitablemente el puño al oir su nombre. Busco con la mirada a la mujer que ahora apunta con la pistola. Sonrío levantando una de las comisuras de mis labios.
-tú y yo sabemos que no vas a matarme. Me habéis curado por algo. Pero si te da seguridad tu cacharrito...

Enviado desde Topic'it

- Pues tú sigue así, si te exterminas por tu cuenta podré largarme de aquí y tomarme el día libre. A tu ritmo

Me encojo de hombros como queriendo decir que me importa un carajo que siga friéndose a descargas, me da igual lo que le pase. Tampoco me pueden poner pegas porque se muera una prisionera, si son masocas es cosa suya. Los jefes se están poniendo muy cansinos con eso de coleccionar renegados, no tardaremos en recibir visita de esos pesados para rescatarlos. Seguro que todos en la Alianza son conscientes de ello, y ya han tomado medidas preventivas por lo que pueda pasar. Más les vale, empiezo a estar harta de este trabajo.

- Bah, llegas tarde. Ya ha habido otro pirado intentando quemar uno de nuestros sitios. - no le digo exactamente qué sitio, para no darle pistas de del lugar en el que está. Me estoy refiriendo a Benjamin Red, que fue visto en la entrada de la base militar mientras arrojada bolas de fuego por encima del muro. No pudieron pillarlo, se largo de allí como quien hace una travesura rápida. - Al fin y al cabo lo único que hacéis es sufrir una y otra vez...deberíais dejarlo. - y yo también debería dejarlo, pero no puedo porque ahora su su maldita esclava, su perro de presa. Me resbala bastante que nos llame cobardes, hace tiempo que ese tipo de insultos dejaron de importarme.

- Lo hacemos porque podemos. Y no, en esto momento no estamos por la labor de matarte...pero no cantes victoria tan pronto. - sonrío con desdén, pensando en que con un simple disparo de la pistola de los ejecutores podría desintegrarle la cabeza.  Por ahora no me han pedido que la torture o interrogue a fondo, eso no es cosa mía. - Da igual el plan que hayáis montado. Se las apañarán para joderos bien. Tal vez si me cuentas de qué va la cosa te dejemos salir de aquí.

"o tal vez no"

Arqueo una ceja sorprendida por la actitud pasota de la mujer. Más bien siento algo de decepción. Si de algo sirve eso de ser capturada es el poder reirte en la cara de tus captores y que se note que les jode. Resoplo negando con la cabeza.
-Que sepas que nunca me había tocado un soldado que estuviese desencantado con su trabajo. Si no vas a hacerlo bien exijo que me traigan otro. ME OÍS?TRAEDME UNO QUE NO SEA UN VAGO!
Grito hacia la puerta riendo un poco, que ya total, me da un poco igual. Al oir eso de pirado pienso en Draven y borro la sonrisa un poquitín, encaja con el aunque luego lo descarto por eso del fuego. Thalos es más de explotar todo lo que pilla.
Encojo los hombros negando.
- Será cosa de costumbre pero aunque nos jodáis disfruto el doble cuando os jodemos a vosotros.
Suelto una risilla al oirla admitir que no me va a matar de momento.
"Pasa mil de todo, cómo han cambiado los interrogatorios"
Dejo de reir poco a poco y tras escuchar lo último me pienso que decir. Si digo que no sé que mierdas me cuenta entonces si que me va a meter un tiro, pero tampoco puedo decirle nada tan facilmente. Suspiro y giro el rostro para mirarla directamente.
-Tal vez si me sueltas ahora seré indulgente el día que derrita tu cuerpo entre mis llamas.
Suelto de un modo bastante perturbador y después arqueo una ceja.
-Que mierda habéis hecho con ellos?

La furgoneta militar en la que hemos sacado a Thalos llega hasta los campos de concentración, que se encuentran a varios kilómetros de la base militar. Sacarlo y trasladarlo al interior del recinto no da problema alguno, pues va completamente drogado y atado en una camilla. Los soldados que me acompañan lo trasladan hasta la zona de laboratorios en la que se encuentra la otra prisionera, entrando con la camilla en la habitación en la que están ella y la ejecutora Morgana.

- Aquí está el encargo de Wilhelm. - informo escuetamente, agachándome después para susurrar algo al oído de Morgana. Después me acerco al preso que acabamos de traer. No mueve ni un músculo, casi podría parecer que está muerto. Saco de mi maletín una inyección más, poniéndola cerca de su cuello. - Carrie Smith, ¿verdad? - todavía tenemos sus datos en nuestros informes, todo sobre ella y el proceso de reeducación que sufrió. Su mente no debió quedar muy bien después de aquello. Pincho lo que llevo en la jeringuilla en el cuello de Thalos, sin preguntar nada a Erika ni a Morgana. Después me acerco a la pelirroja, cogiéndola bruscamente por el pelo para levantar su cabeza y comprobar que ya le han puesto el chip. Luego la suelto a lo bestia, dejando que se golpee en el proceso. - Se acabó todo. Ya no queda nadie para venir a por vosotros. Habéis hecho que los maten...todo ha fracasado. Tal y como están las cosas sólo te queda el camino de la tortura diaria o el volver al camino correcto, volver a servir a la Alianza Humana.

Reacciono con crispación cuando me echa en cara eso de que estoy desmotivada con mi trabajo, poniéndome de nuevo en pie con la ayuda de la muleta para ir hacia ella. La agarro con fuerza por las mejillas, clavándole las uñas por la rabia que le pongo. Me ha tocado la moral con eso de que no hago bien mi trabajo, porque antes lo hacía bien y me lo pagaron degradándome. Poco me importa que haya cámaras grabando todo, me desahogo y suelto lo que tenga que soltar.

- No tienes ni puta idea. Por vuestra culpa he perdido el puesto que tenía, por vuestra culpa estuve meses pudriéndome en uno de esos malditos calabozos de magos. A tus compañeros no les importó encerrarme ahí y utilizarme después. No les importó. Al ejército también le dio igual. No trataron de buscarme, y cuando volví me tomaron por traidora. Y aquí estoy...haciendo un trabajo de mierda para algo en lo que ya no creo y teniendo a tiro a uno de esos desgraciados de los renegados. ¿Quieres que haga méritos para que me den el premio a empleado del mes?  - apunto con la pistola a su sien, deseando apretar el gatillo en ese momento. No son las órdenes, pero... - Dime, ¿qué deberíamos hacer contigo? -  sus amenazas y bravuconerías hacen que esté de acuerdo en una única cosa, pues yo también podría decirse que encuentro cierta motivación en joderles.

No hace falta que responda a la pregunta de qué hemos hecho con los demás, en ese momento entra el científico con la camilla de Thalos. Me aparto de Erika para volver a sentarme en mi silla, escuchando lo que el científico tiene que decirme. Resoplo con aburrimiento, levantándome de nuevo con cara de fastidio. - Está bien. Te quedas tú al cargo. - ahora empieza él con lo de comerle la cabeza llamándola de otra manera y diciéndole que todos han muerto. Lo que me temo es que nos va a caer un ataque de todos los suyos, no sé si aquí o en la base, pero va a suceder seguro. - No te rías tanto, bruja, que igual acabas tragándote tus palabras. -  Dejo al científico con Erika, marchándome del laboratorio y del sector a paso lento.

Medio cierro un ojos cuando por fin reacciona y me agarra la cara.
"ouch, que uñas más largas"
Escucho a la mujer, lo desencantada que está con todo y en cierto modo lo comprendo y lo comparto. No puedo evitar responder con una mirada de compasión, parece que simplemente esta mujer no siente pertenencia a ningún lugar, es una abandonada. Abro un poco los ojos al ver la pistola en mi sien, mirando de reojo al cañón.
-Bueno tampoco nos pongamos así tía...
Murmuro como puedo dada la presión de su mano sobre mi rostro.
"tampoco te van a dar un premio por matarme, o eso creo."
Oigo la puerta abrirse y desvío la mirada lo suficiente para ver que están entrando con una camilla, unas botas hechas mierda y poco más, hasta que me suelta Morgana y puedo moverme un poco para mirar mejor. Siento una pequeña pero creciente presión en el pecho que trato de controlar para que no se note demasiado mientras sigo con la mirada al tipo que ha entrado junto a Draven. Le susurra algo a la mujer y se dirige hacia la camilla.
"No está muerto verdad?"
Sigo sin soltar palabra a pesar de que el hombre se dirige a mí con ese nombre, únicamente puedo mirar cómo el contenido de esa jeringuilla va introduciéndose en Draven, y en que está atado. Sí, está atado.
"Oh joder, está vivo"
Llego a esa conclusión y no puedo evitar soltar un suspiro mientras mi cabeza se posa sobre la camilla, pero instantáneamente es elevada de manera brusca. Miro al tipo arrugando mi nariz y estoy preparando un buen escupitazo justo cuando me suelta el muy cabrón, haciendo que suelte un quejido por el golpe en la cabeza. Oigo a la mujer despedirse con esa frasecilla.
-Recuerda que hemos quedado para quemarte!
Suelto justo antes de que el hombre me empiece a decir que todo el mundo ha muerto. Entorno los ojos y resoplo cansada.
-¿siempre tenéis que soltar el mismo cuento?no cuela .
niego varias veces sabiendo que es imposible que se hayan cargado a toda la resistencia y sus aliados, menos esa panda de pringados. Suelto una risotada bastante alta al oir eso de volver con la Alianza.
-¡Pero si incluso a Carrie la caéis mal!Y a esa que se acaba de ir también!¿Crees que quiero trabajar al servicio de unos inútiles que solamente saben mandar robots?
Vuelvo a mirar de reojo a Draven sin ver que se mueva ni nada de nada y regreso la mirada al científico.
-¿Dónde está el otro?

El pinchazo en el cuello con lo que quiera que sea que me inyectó el cientifico hizo su efecto al cabo de unos cuantos segundos, quiza cosa de medio minuto. El corazón acelerado subitamente al igual que la respiracion provocan un despertar abrupto, más teniendo en cuenta que lo ultimo de lo que habia sido consciente era de aquella experiencia en realidad virtual de tortura y muerte, que se habia sentido muy real hasta que descubrí que no lo era y habian decidido partirme el cuello.

Total, que me desperté de golpe, tomando grandes bocanadas de aire como si me hubiese estado asfixiando, queriendo levantarme y encontrandome con que eso era imposible por las ataduras a la camilla. Vi un techo, unas luces, una figura borrosa....

"me habia muerto, eso fue un sueño? eran las drogas? Como demonios lo lograron? Eh"

"vuelvo a ver"

"fue todo una alucinacion"

El dolor por aquellas heridas habia desaparecido, como si nunca hubiesen estado en mi cuerpo, solo quedaba el recuerdo en la mente.....y Solo quedaba el dolor leve de aquellas reales pero mal curadas provocadas por el ataque del centinela....hace cuanto...? cuanto tiempo habia pasado incosnciente? no podia saberlo. No mucho, si las heridas seguian jodiendome...no podia hacer mas de una semana, seguro. Pero algo me hizo dejar de darle vueltas a todo aquello, fue la vision de un cientifico uniformado mas como un miembro de la alianza que como un blood keeper.

- Esto ya me cuadra algo mas...

Farfulle con voz ronca pero socarrona. Habia oido una voz conocida? Ladeé la cabeza y vi a Erika, en una situacion muy similar a la mia. Fruncí el ceño, no podia ser, la ignoré e hice como si no estuviese alli. Otra vez? Pensaba que seguia inmerso en una simulacion o mas bien, como yo no sabia que en realidad el sistema que habian usado era de simulaciones, bajo algun efecto de droga o algo asi.
- Te he dicho que te dejes de mierdas alucinógenas, os he pillado el truco y no voy a contaros nada. Esto me aburre.

- Oh si, yo me quedo al cargo, Morgana. Será un placer inmenso. - y es que no me podia creer la suerte que teniamos de haber podido cazar al objeto de mis sobornos simulados.

Mientras el tuerto despertaba, yo me dedicaba a observar a la mujer, con una sonrisita de felicidad en mi cara.

- El caso es que esta vez el cuento es real, querida. Bueno, Morgana tiene...."daddy issues" con la Alianza...confio en que los solucione

ME gustó que hablase de Carrie como si fuese una mas.

- Dime te ha quedado division de la personalidad? Podemos hacer que aparezca ella? Si es asi, como?

Chasqueé la lengua. Por que todos los renegados eran tan deslenguados y se metian con nuestras maquinas? Entonces despertó Thalos, por fin. Pero se puso a hablar, maldito sea el y su voz

- Y a mi me aburre tu voz. - saqué una mordaza y se la lie bien fuerte a la boca sin darle oportunidad al muy loco de morderme ni nada, que ya sabia como se las gastaba gracias a la RV. Luego lo agarré del cabello y le susurré al oido con violencia contenida, como conteniendo el odio y el placer en mi voz. - Te dije que la teniamos, imbecil.

Lo solté y fui hacia Erika. Agarré ahora el cabello de ella nuevamente, de la parte de la nuca, un buen mechoncito, y pegué un tiron tan fuerte que se lo arranqué, cuero cabelludo incluido, y luego se lo tiré a Thalos.
- Venga, a ver si aprendes a distinguir los matices entre una simulacion y la realidad. Esto ya lo hicimos verdad? Pero ahora es mejor. Pasamos al acido? Mmmm.... ah si, un clasico primero. - saqué los alicates de mi bata y lo enganché a la uña del meñique de la mujer, y de un tiron, bam, uña fuera.