Recuerdo del primer mensaje :
El trabajo es muy duro, y algun mago puede acabar agotado o herido. Como es impensable trasladar a un prisionero hasta el hospital de la ciudad, se les atiende en el propio centro. Aunque aqui los cientificos tambien llevan a cabo algun que otro experimento de dudosa calidad moral.
Nota: en los temas de enfermería los personajes recuperan 20 PS por día (off rol, reales) que pasen aquí, contados desde el momento en que posteen o que otro personaje les traiga, explicitando en su post que están aquí.
Nota: en los temas de enfermería los personajes recuperan 20 PS por día (off rol, reales) que pasen aquí, contados desde el momento en que posteen o que otro personaje les traiga, explicitando en su post que están aquí.
Soldado Alianza Humana
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Yo pienso que ha sido erroneo dejarlos marchar, eramos cuatro contra tres, y ellos estaban heridos. En mi opinion deberiamos haber luchado, ahi nos dejaramos la vida.
-Cobardicas
Farfulllo bajo mi casco sobre todo en referencia a Brown y un poco tambien al capitan. -Y que, los dejamos ir sin mas?
"pues tampoco me parece bien"
Ruedo la mirada dejando que el lameculos de mi compañero atienda al capitan, los intrusos se las han pirado tras mucho grito y mucha frasecita. A mi me tienen hasta los ovarios ya.
-Que no joder, que te he insultado, dejame en paz. -lo que hay que aguantar. Y sale pitando sin que le hayan dado la orden tras los otros. Yo no pienso ir. Puede que sea muy rebota pero no desacato ordenes de esa manera.
-Tu, panoli, vuelve!! -luego miro al capitan -que hacemos? Vamos tras el? Vamos al sector III ya? Estan cerrando las puertas, eso es que va a ocurrir algo. Esperamos sus ordenes capitan!
-Cobardicas
Farfulllo bajo mi casco sobre todo en referencia a Brown y un poco tambien al capitan. -Y que, los dejamos ir sin mas?
"pues tampoco me parece bien"
Ruedo la mirada dejando que el lameculos de mi compañero atienda al capitan, los intrusos se las han pirado tras mucho grito y mucha frasecita. A mi me tienen hasta los ovarios ya.
-Que no joder, que te he insultado, dejame en paz. -lo que hay que aguantar. Y sale pitando sin que le hayan dado la orden tras los otros. Yo no pienso ir. Puede que sea muy rebota pero no desacato ordenes de esa manera.
-Tu, panoli, vuelve!! -luego miro al capitan -que hacemos? Vamos tras el? Vamos al sector III ya? Estan cerrando las puertas, eso es que va a ocurrir algo. Esperamos sus ordenes capitan!
Vale. Definitivamente no. Definitivamente no había debido intentar matar a Ailanthus Sreysnah. Yo es que… No los sentí, mucho. Roäc ya me lo había advertido, pero no fue hasta el aviso que Dyos que me di cuenta que realmente NO debía haberle hecho aquello, porque dijo algo de que le había ayudado. Yo creía que el pajarraco no quería que matara porque el pobre era pacifista, a su manera. Pero todo aquello me llegó muy tarde porque Dyos era más bien lentillo con las cosas, aunque ya es mucho pedir a una empanadilla que te conteste. Y para cuando quise aflojar la daga, yo estaba estampado contra la pared y muy, muy pero que muy nervioso.
No estoy exactamente seguro de como fueron pasando las cosas. Yo… Había gritado, sí. Y habría mordido a Ailanthus de haber tenido oportunidad, eso también. Me había gritado el drow may… menor y amargado que no, que basta, que eso no estaba bien. Bueno. Solo me dijo “Basta, Vor”. Pero seguro que lo otro también. Pero claro, como siempre, había llegado tarde. -LO VAS A PAGAR, LO QUE HAS HACER, IMBÉCIL, PEDAZO DE MIERDA- Le gritaba yo amenazadoramente a Ailanthus mientras estaba medio cogido por él. Y tenía la cara yo hecha polvo, ensangrentada, y me daba la sensación de estar muriéndome a cada instante, de que se me cayera el pellejo… Había notado a Roäc un poco preocupado al verme.
Eso significaba que me había visto. -Lojuroquévolveréparaacabarloqueheempezadohoylojurolojurolojuro…- Mascullé a Ailanthus muy pero que muy nervioso. Y este ni me decía nada. Agarré bien a nuestro drow y este gritó que esperara, llamó a Roäc como si yo estuviera secuestrándolo, y yo intenté arrastrarlo tan fuera de allí como me fue posible, medio a ciegas. Y Roäc gritaba dentro. ¡Que no lo había abandonado! Me hacía sentir mal que creyera eso, pero... Y encima yo me quedaba con el muy muy MUY idiota de Dyos para que me consolara mis grandes problemas.
Me miraba con cara muy pero que muy asesina. Me decía que me alegrara. QUE ME ALEGRARA. ¡No comprendía mis desgracias! ¡Mis muchas penas, dolores, sufrimientos! Es que a los adolescentes no nos entiende nadie. ¡Él era un cascarrabias, no sabía de la vida, de la amistad, de la belleza, del amor! ¿Qué importa en este mundo si no todo eso? -¡NO! ¡NO PIENSO SENTIR BIEN!- Le gruñí, tragando sangre. -Duele, duele mucho, y… ¡No entiendes! ¡No me comprender, tu! ¡No sabes porqué sufrir yo! Siempre así, tan gruñón. ¡EMPANADILLA! ¡Eres empanadilla! Traes miseria a mis sufrimientos, ¡Mis llantos no te entrar en cabeza! ¡No se solucionar nada así, gruñendo! ¡Muérome ahora mismo si he de vivir con tal herida en mi rostro, Dyos! No poder soportar esta condena, ¡Y tu así, tan cruel, que juzgas! ¡No, no, no!- Y a nuestras espaldas Roäc encima nos llamaba drows cojoneros y nos perseguía. Seguramente ya lo tuviéramos pegado al culo porque yo correr corría poco ya.
Pateé una puerta para entrar a otra sala muy parecida a la otra, aunque sin gente. -No os matéis mientras me curo- Solté el abrigo de Dyos finalmente y me metí allí dentro con ambas manos en la cara. Lloriqueando aún me las apañé para buscar un espejo y verme, por fin, dignamente. -¿Ves eso, Zer’tath!? ¡Por los pechos de Lloth!- Estaba horrible. Y más porque tenía la cara enfurruñada y un ojo rojo de tanto llorar. El otro estaba rojo porque se me había colado mucha sangre allí dentro. Y no veía una mierda. Cogí el bastón y traté de conjurar un hechizo rápido, que salió bastante de puta madre. Noté mi bastón especialmente colaborador en aquella ocasión, como si comprendiera la gran importancia de aquello. Porque es que tenía mucha. La mayoría del pellejo se cerró aunque me quedó algo de picor, y nada me decía que no se fuera a reabrir.
Después de eso procuré desinfectar la herida, o sus restos, y tratarla tan bien como pude en aquellas condiciones. Conseguí betadine y casi que me embadurné toda la cara en él. Y luego me puse un par de gasas sobre la piel aún abierta y me vendé medio rostro, definitivamente de forma poco curiosa. Me había quitado la capucha. Comprobé que tuviera todas las cosas en su sitio: El bastón me acompañaba, no me faltaba la bufanda, llevaba mi bolsita y la pluma seguía entre mis ropas. Aproveché para robar todo lo que me fuera posible de aquella enfermería, ya fueran medicamentos, desinfectantes, más vendas, gasas y esparadrapos, así como distintos utensilios muy majos dentro de sus bolsas de plástico. Y luego con toda la mala ostia del mundo mandé a Zer’tath a destrozar todo aparato electrónico que quedara por allí, inclusive la cámara. Me puse de nuevo la capucha y, un poco más tranquilo, me dispuse salir.
-C-Creo que ya está- Susurré, acabando de ponerme bien el pelo y con la mirada muy gacha. -E… Estoy más presentable, ¿N-No?- Miré hacia la salida muy muy rápido. -... Esa puerta no estaba ahí antes. No. Mierda. Mierda, mierda…- Corrí hacia ella y le di un golpe. Y otro. Y otro. Y Zer’tath también. Mierda. -D-Dyos… ¿Tu… Tu sabes la clave? Tu… saliste de aquí, ¿No es… así?- Le pregunté con la voz temblante, aterrado. Estábamos muy bajo tierra y no había otra salida hacia el exterior. Si no podíamos abrir aquello, no tendríamos escapatoria. -No, no, no… ¡NO, JODER!- Y yo es que me desesperaba rápido. -¡NOS TENÍAN QUE ENCERRAR! ¿Qué, tendremos que esperar a nuestra muerte? No… ¡NO, JODER! Juro que voy a volver a esa PUTA enfermería y voy a arrastrar al coletas de mierda y nos va a escoltar a la puñetera salida, si tanto dices que ha ayudado. Eso o pienso OBLIGAR de la peor de las maneras posibles al imbécil que insultó a Roäc a abrirnos el paso.- Y es que no me había olvidado de su careto. Bueno. Careto no. Me había memorizado las manchas y marcas de su traje, con la esperanza de poder matarlo en cuanto se me cruzara la oportunidad.
PS: 121 + 40 = Full vida! fuck you ail
No estoy exactamente seguro de como fueron pasando las cosas. Yo… Había gritado, sí. Y habría mordido a Ailanthus de haber tenido oportunidad, eso también. Me había gritado el drow may… menor y amargado que no, que basta, que eso no estaba bien. Bueno. Solo me dijo “Basta, Vor”. Pero seguro que lo otro también. Pero claro, como siempre, había llegado tarde. -LO VAS A PAGAR, LO QUE HAS HACER, IMBÉCIL, PEDAZO DE MIERDA- Le gritaba yo amenazadoramente a Ailanthus mientras estaba medio cogido por él. Y tenía la cara yo hecha polvo, ensangrentada, y me daba la sensación de estar muriéndome a cada instante, de que se me cayera el pellejo… Había notado a Roäc un poco preocupado al verme.
Eso significaba que me había visto. -Lojuroquévolveréparaacabarloqueheempezadohoylojurolojurolojuro…- Mascullé a Ailanthus muy pero que muy nervioso. Y este ni me decía nada. Agarré bien a nuestro drow y este gritó que esperara, llamó a Roäc como si yo estuviera secuestrándolo, y yo intenté arrastrarlo tan fuera de allí como me fue posible, medio a ciegas. Y Roäc gritaba dentro. ¡Que no lo había abandonado! Me hacía sentir mal que creyera eso, pero... Y encima yo me quedaba con el muy muy MUY idiota de Dyos para que me consolara mis grandes problemas.
Me miraba con cara muy pero que muy asesina. Me decía que me alegrara. QUE ME ALEGRARA. ¡No comprendía mis desgracias! ¡Mis muchas penas, dolores, sufrimientos! Es que a los adolescentes no nos entiende nadie. ¡Él era un cascarrabias, no sabía de la vida, de la amistad, de la belleza, del amor! ¿Qué importa en este mundo si no todo eso? -¡NO! ¡NO PIENSO SENTIR BIEN!- Le gruñí, tragando sangre. -Duele, duele mucho, y… ¡No entiendes! ¡No me comprender, tu! ¡No sabes porqué sufrir yo! Siempre así, tan gruñón. ¡EMPANADILLA! ¡Eres empanadilla! Traes miseria a mis sufrimientos, ¡Mis llantos no te entrar en cabeza! ¡No se solucionar nada así, gruñendo! ¡Muérome ahora mismo si he de vivir con tal herida en mi rostro, Dyos! No poder soportar esta condena, ¡Y tu así, tan cruel, que juzgas! ¡No, no, no!- Y a nuestras espaldas Roäc encima nos llamaba drows cojoneros y nos perseguía. Seguramente ya lo tuviéramos pegado al culo porque yo correr corría poco ya.
Pateé una puerta para entrar a otra sala muy parecida a la otra, aunque sin gente. -No os matéis mientras me curo- Solté el abrigo de Dyos finalmente y me metí allí dentro con ambas manos en la cara. Lloriqueando aún me las apañé para buscar un espejo y verme, por fin, dignamente. -¿Ves eso, Zer’tath!? ¡Por los pechos de Lloth!- Estaba horrible. Y más porque tenía la cara enfurruñada y un ojo rojo de tanto llorar. El otro estaba rojo porque se me había colado mucha sangre allí dentro. Y no veía una mierda. Cogí el bastón y traté de conjurar un hechizo rápido, que salió bastante de puta madre. Noté mi bastón especialmente colaborador en aquella ocasión, como si comprendiera la gran importancia de aquello. Porque es que tenía mucha. La mayoría del pellejo se cerró aunque me quedó algo de picor, y nada me decía que no se fuera a reabrir.
Después de eso procuré desinfectar la herida, o sus restos, y tratarla tan bien como pude en aquellas condiciones. Conseguí betadine y casi que me embadurné toda la cara en él. Y luego me puse un par de gasas sobre la piel aún abierta y me vendé medio rostro, definitivamente de forma poco curiosa. Me había quitado la capucha. Comprobé que tuviera todas las cosas en su sitio: El bastón me acompañaba, no me faltaba la bufanda, llevaba mi bolsita y la pluma seguía entre mis ropas. Aproveché para robar todo lo que me fuera posible de aquella enfermería, ya fueran medicamentos, desinfectantes, más vendas, gasas y esparadrapos, así como distintos utensilios muy majos dentro de sus bolsas de plástico. Y luego con toda la mala ostia del mundo mandé a Zer’tath a destrozar todo aparato electrónico que quedara por allí, inclusive la cámara. Me puse de nuevo la capucha y, un poco más tranquilo, me dispuse salir.
-C-Creo que ya está- Susurré, acabando de ponerme bien el pelo y con la mirada muy gacha. -E… Estoy más presentable, ¿N-No?- Miré hacia la salida muy muy rápido. -... Esa puerta no estaba ahí antes. No. Mierda. Mierda, mierda…- Corrí hacia ella y le di un golpe. Y otro. Y otro. Y Zer’tath también. Mierda. -D-Dyos… ¿Tu… Tu sabes la clave? Tu… saliste de aquí, ¿No es… así?- Le pregunté con la voz temblante, aterrado. Estábamos muy bajo tierra y no había otra salida hacia el exterior. Si no podíamos abrir aquello, no tendríamos escapatoria. -No, no, no… ¡NO, JODER!- Y yo es que me desesperaba rápido. -¡NOS TENÍAN QUE ENCERRAR! ¿Qué, tendremos que esperar a nuestra muerte? No… ¡NO, JODER! Juro que voy a volver a esa PUTA enfermería y voy a arrastrar al coletas de mierda y nos va a escoltar a la puñetera salida, si tanto dices que ha ayudado. Eso o pienso OBLIGAR de la peor de las maneras posibles al imbécil que insultó a Roäc a abrirnos el paso.- Y es que no me había olvidado de su careto. Bueno. Careto no. Me había memorizado las manchas y marcas de su traje, con la esperanza de poder matarlo en cuanto se me cruzara la oportunidad.
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Curación: 10 (base) + 30 = 40PS: 121 + 40 = Full vida! fuck you ail
Dados
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mensajes
puntos
Alineamiento
Ocupación
Bando
Apodo
Edad
Nacionalidad
El miembro 'Vor'Kalth' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
#1 'Curación' :
--------------------------------
#2 'Probabilidad' :
Escucho a Roac amenazarnos a nuestras espaldas, su voz se acerca y tal factor me alivia bastante pues se que nos pisa los talones. Por fortuna creo que no nos sigue nadie mas. Sigo corriendo con Vor, adecuando un poco mi ritmo al suyo, que es bien jodido. Lo miro con cara de que me van a estallar las neuronas cuando me suelta semejante drama adolescente de que no se por qué sufre y ademas me llama empanadilla
-Sufres porque te duele la cara! Menudo tajo! Eso lo entiendo! Como no vas a sufrir?! Yo tambien sufriria, pero se curará! Y no dejará cicatriz asi que deja de preocuparte por eso! - y luego vil y condena y juzgar y añadir miseria a su sufrimiento, yo? No puedo entender tantas cosas mientras trato de sobrevivir. Le respondo con un .... -ASDafsadg...Vor! - bueno, por supuesto no hace falta decir que no me daba cuenta del segundo origen de su sufrimiento o angustia emocional.
Derrapo cuando el frena abriendo la puerta de otro departamento de una patada y entra. -Matarnos? -lo miro un poco extrañado antes de que entre, yo me quedo ahi montando guardia, viendo a Roäc llegar por fin y alcanzarnos. Lo miro dandome cuenta de a que se referia Vor. Vale, mi ultima conversacion a solas con Roäc no habia ido muy bien, y luego todo se habia precipitado en esta mision. Pero por algun motivo estoy dejando de sentirme incomodo en su presencia, siendo capaz de ver mas allá-
-Gracias por la cura de antes - y me llevo la mano a las costillas donde recibi el disparo. -Es...es increible, lo de mi hermano. Habernos tenido que encontrar aqui. Con lo grande que es el mundo. -le revelo un poco lo que son mis pensamientos en voz alta, como solía hacer. Dejo escapar un suspiro y pego un bote al oir el jaleo que arma Vor en aquel departamento. Esta destrozando cosas? Voy a entrar, por si es que tiene problemas, pero entonces sale él...mas cargado que un gitano tras pasarse entre un grupo de chinos en trafalgar square. Y vendado y con la cara llena de algo amarillo raro.
-Vale, parece que está algo me....
Pero no me da tiempo a comentarle nada más de el porque puertas. Les gruño al percatarme de ellas, me acerco y las golpeo, pero de nada sirve.
-Claves, si....yo...las recuerdo pero seguro que las han cambiado. -me acerco a un pequeño panel en la pared e introduzco unos numeros pero como habia sospechado, no sirve de nada. Asi que ahostio la pared al lado del panel. No quiero cargarme el panel.
-Pero ellos las saben...los necesitamos a ellos. -digo tras reflexionar pasandome la mano brevemente por la barbilla, asintiendo a lo que dice Vor. Cambio al drow, por si acaso -El coletas...Ailanthus? No puede escoltarnos, Vor....si lo pillan....lo acusaran de traicion y lo matarán.
"pero necesitamos las claves, joder"
Vor está muy nervioso, lo cual se evidencia por sus gritos, pero lo que dice....no es tan descabellado, quiza, la unica opcion. -Voy a ver si puedo hacerme con algun capullo de esos con discrecion.
-Sufres porque te duele la cara! Menudo tajo! Eso lo entiendo! Como no vas a sufrir?! Yo tambien sufriria, pero se curará! Y no dejará cicatriz asi que deja de preocuparte por eso! - y luego vil y condena y juzgar y añadir miseria a su sufrimiento, yo? No puedo entender tantas cosas mientras trato de sobrevivir. Le respondo con un .... -ASDafsadg...Vor! - bueno, por supuesto no hace falta decir que no me daba cuenta del segundo origen de su sufrimiento o angustia emocional.
Derrapo cuando el frena abriendo la puerta de otro departamento de una patada y entra. -Matarnos? -lo miro un poco extrañado antes de que entre, yo me quedo ahi montando guardia, viendo a Roäc llegar por fin y alcanzarnos. Lo miro dandome cuenta de a que se referia Vor. Vale, mi ultima conversacion a solas con Roäc no habia ido muy bien, y luego todo se habia precipitado en esta mision. Pero por algun motivo estoy dejando de sentirme incomodo en su presencia, siendo capaz de ver mas allá-
-Gracias por la cura de antes - y me llevo la mano a las costillas donde recibi el disparo. -Es...es increible, lo de mi hermano. Habernos tenido que encontrar aqui. Con lo grande que es el mundo. -le revelo un poco lo que son mis pensamientos en voz alta, como solía hacer. Dejo escapar un suspiro y pego un bote al oir el jaleo que arma Vor en aquel departamento. Esta destrozando cosas? Voy a entrar, por si es que tiene problemas, pero entonces sale él...mas cargado que un gitano tras pasarse entre un grupo de chinos en trafalgar square. Y vendado y con la cara llena de algo amarillo raro.
-Vale, parece que está algo me....
Pero no me da tiempo a comentarle nada más de el porque puertas. Les gruño al percatarme de ellas, me acerco y las golpeo, pero de nada sirve.
-Claves, si....yo...las recuerdo pero seguro que las han cambiado. -me acerco a un pequeño panel en la pared e introduzco unos numeros pero como habia sospechado, no sirve de nada. Asi que ahostio la pared al lado del panel. No quiero cargarme el panel.
-Pero ellos las saben...los necesitamos a ellos. -digo tras reflexionar pasandome la mano brevemente por la barbilla, asintiendo a lo que dice Vor. Cambio al drow, por si acaso -El coletas...Ailanthus? No puede escoltarnos, Vor....si lo pillan....lo acusaran de traicion y lo matarán.
"pero necesitamos las claves, joder"
Vor está muy nervioso, lo cual se evidencia por sus gritos, pero lo que dice....no es tan descabellado, quiza, la unica opcion. -Voy a ver si puedo hacerme con algun capullo de esos con discrecion.
Me voy riendo mientras escucho al otro llamarlo a voz en grito empanadilla. Son como un dúo comico a ratos.
"pos me ha caio bien el hermano otro, a ver si luego lo puedo conocer mas"
Parece que no nos han atacado por la espalda ni nada, bien. Finalmente les doy alcance pero Vor se mete muy temperamentalmente a una sala, a curarse. Me podria haber dejao a mi! Pero si no quiere que ni le vea...entonces miro a Dyos, que me agradece lo de antes y ademas me habla, contandome algo sobre sus impresiones. Es algo que agradezco enormemente, puesto que parece que está algo menos distante.
-De ná. ¿Te encuentras mejor? -escucho lo de su hermano, y hago descender una ceja, asintiendo. -Caprichos del destino. Azar o quizá no tanto. Depende de lo que nosotros queramos creer pero...parece que esta de tu lao, eso no te anima?
Y le doy unas palmaditas en el hombro. Yo tambien oigo todo el jaleo de dentro de la enfermeria y por un momento voy a entrar, pero entonces sale él, vendado cual momia de halloween....
-¿que has liado ahi? un desfile de elefantes? -le miro la cara torciendo un poco mi cabeza. Si, habia sido peligroso, habia podido perder el ojo. Pero por fortuna.... -Yo te encuentro muy mono, no te preocupes, sólo deja de cortar cuellos. -así, sin mas.
Luego suelto un estufido mirando a la puerta metalica, viendo como los dos drows la golpean. Las puertas metalicas me ponen de mal humor porque encierran, y eso, no.
-Vale, vale, no os pongais nerviosos. -hago el gesto ese de jurassic park y los velocirraptores y le lanzo un corrientazo de viento a la puerta, pero obviamente, ni se inmuta. Puto viento! Dyos y Vor hacen planes, yo me rasco la sien con una ceja levantada mirando a eso cuando mencionan al soldado insultón. -Ah, no ofensa tomada. Probablemente él viva acomplejado aunque no lo sepa.
"pos me ha caio bien el hermano otro, a ver si luego lo puedo conocer mas"
Parece que no nos han atacado por la espalda ni nada, bien. Finalmente les doy alcance pero Vor se mete muy temperamentalmente a una sala, a curarse. Me podria haber dejao a mi! Pero si no quiere que ni le vea...entonces miro a Dyos, que me agradece lo de antes y ademas me habla, contandome algo sobre sus impresiones. Es algo que agradezco enormemente, puesto que parece que está algo menos distante.
-De ná. ¿Te encuentras mejor? -escucho lo de su hermano, y hago descender una ceja, asintiendo. -Caprichos del destino. Azar o quizá no tanto. Depende de lo que nosotros queramos creer pero...parece que esta de tu lao, eso no te anima?
Y le doy unas palmaditas en el hombro. Yo tambien oigo todo el jaleo de dentro de la enfermeria y por un momento voy a entrar, pero entonces sale él, vendado cual momia de halloween....
-¿que has liado ahi? un desfile de elefantes? -le miro la cara torciendo un poco mi cabeza. Si, habia sido peligroso, habia podido perder el ojo. Pero por fortuna.... -Yo te encuentro muy mono, no te preocupes, sólo deja de cortar cuellos. -así, sin mas.
Luego suelto un estufido mirando a la puerta metalica, viendo como los dos drows la golpean. Las puertas metalicas me ponen de mal humor porque encierran, y eso, no.
-Vale, vale, no os pongais nerviosos. -hago el gesto ese de jurassic park y los velocirraptores y le lanzo un corrientazo de viento a la puerta, pero obviamente, ni se inmuta. Puto viento! Dyos y Vor hacen planes, yo me rasco la sien con una ceja levantada mirando a eso cuando mencionan al soldado insultón. -Ah, no ofensa tomada. Probablemente él viva acomplejado aunque no lo sepa.
Y él me hablaba muy a gritos porque era un gruñón animalico instintivo y cuando se ponía así no había quien lo controlara. Me decía que claro. Que sufría porque era un buen tajo. Pero él no entendía que con ese tajo venía otro más grande y más profundo… -¡Me han dado un tajo en el corazón, Dyos!- Le dije con voz muy muy pero que muy preocupada. Y luego me gruñó mi nombre tras emitir unas tantas galimatías. -¿¡Q-QUÉ QUIERER QUE YO LE HACER, MÍSERO DE TI!?- Aún farfullaba cosas, maldiciones, vithires y tales tonterías para cuando me metí en la enfermería. Ni Zer’tath ni yo nos pudimos empanar de la conversación que mantuvieron allí fuera, que probablemente fue importante para su convivencia. Pero me alegró muy mucho encontrarmelos a los dos más o menos enteros, con la cabeza encima de los hombros. Y yo ahí iba, vendado.
Cuando salí el drow estaba de acuerdo con que lucía algo mejor. Roäc me preguntó algo de unos elefantes y yo lo miré muy confuso. -No, solo estar cogiendo cosas necesarias para el… porvenir, sí. Porque ya saber tu, ellos van sobrados. Míralos. Con sus máquinas fancy. Yo cojo cosas, ya caer en cuenta de coletas por no defender bien.- Con una sonrisa un poco torcida y tapada por las vendas saqué de mi preciado botín un pequeño palo con un espejo en la punta, probablemente para algo de los dientes. Yo no sabía que carajos era. Se lo di. -Yo conseguir cosas bonitas, ¿Sí? ¡Y provisiones medicinales!- Me pesaba un poco el saco. Un poco bastante, pero… Worth it!
Me dijo una frase que me dejó un poco quieto parao. Eso de cortar cuellos se intentaría, pero… -¿¡Cómo que muy mono!? ¡No! ¡Roäc, tu estar loco! Yo no mono, ¡Yo semi-drow semi-elfo! Tu te crees… ¡Con un mono!- Gruñí muy mucho. Porque me sentía insultado. Vale, que ya sabía que era feo, pero… ¿Un PRIMATE? ¡Que me comparara antes con una rata! Tenían más gracia y estaban riquísimas. Pero teníamos problemas de los que preocuparnos, aunque yo tenía ese en mente. Mi… Mi autoestima estaba por los suelos. -Un mono… prrrrrftttt…- Soltaba de vez en cuando, furioso. Dyospiros no logró dar con las claves porque las habían cambiado.
-Lo juro que… Los mato, ¡¡LOS MATO!!- ¿Las habrían esperado a sabiendas de que Dyospiros volvería? ¿Realmente confiaban en su retorno? Me dijo que los necesitábamos, a ellos. Y estaba pensando. Dyos, pensando. Eso era un logro. Pero se negó a que usáramos a su hermano… Me explicó brevemente las razones por las cuales aquello era entre mala idea y terrible. Lo miré con la expresión un poco molesta al principio porque mi yo cabreado no lo comprendía, aunque luego… Relajé un poco la expresión. -Deberíamos cogerlo entonces a la fuerza. Que se venga con nosotros, no dejaremos que le pillen. Total, si nos tienen que atrapar qué más da que seamos tres o cuarto. Que sea lo que Lloth quiera.- Mascullé algo más comprensivo.
Roäc nos advertía que no nos pusiéramos nerviosos. Con un gesto raro, casi como si fuéramos animalicos. -Elefante, mono, ahora… Qué, ¿Lagarto? ¡Deja de rebajar a categoría de animal, bicho! ¡Aquí único animal eres tu! ¡Urraco, que eres un urraco!- Me bufé como un gato, yo. Ni sus ostias ni los golpes de Dyos ni los míos ni los de Zer’tath pudieron sacarnos de ahí. Nuestro drow decía que iba a ir a por un capullo. -Valm uns’aa- Que venía a significar, “acompañadme”. No sé si lo decía a ellos o solo a Zer’tath, pero este se situó a mi lado y yo empecé a caminar de vuelta a donde habíamos venido, con paso apresurado. Un paso tras otro. -Me da igual que no haber ofensas, Roäc. Es imbécil. Yo solucionar problemas, no preocupar. Yo ser buen con esto. Diplomacia, lo llamar. ¿Sí?- Ya era no únicamente por los varios insultos que le había soltado, si no porque también había criticado el amor libre indirectamente. ¡Estaba metiéndose con mis creencias! Y luego me decían a mí por criticar la religión cristiana, que debía respetar las formas de pensar de otros. Y yo les preguntaba, “¿Y qué poderes da Dios a sus dévotos?, ¿Y cuando manifesta su presencia? ¿Lo has visto alguna vez?” Y todo eran negativas. Lloth era la única puta deidad real. Joder. La mayoría de drows tenían razones para hacerlo. Y no paridas mentales, la mayoría dejaban marcas físicas.
Pensaba yo en esas cosas cuando Zer’tath se desvió, rápido y furioso, y se fue a clavar él solo contra un muy apretado soldado contra una columna. Él. Con muy mala ostia y sin mirar si seguía acompañado cogí uno de los trozos que flotaba de mi bastón por ahí, lo transformé en una daga y le intenté degollar allí mismo. Hacía menos de cinco minutos Roäc me había dicho que no cortara cuellos, así que estaba procurando cortar solo por la cabeza, porque eso era más bonito y así lo respetaba. Pero aún así ni me paré a pensar que lo necesitaríamos vivo. Aquello era algo personal.
Cuando salí el drow estaba de acuerdo con que lucía algo mejor. Roäc me preguntó algo de unos elefantes y yo lo miré muy confuso. -No, solo estar cogiendo cosas necesarias para el… porvenir, sí. Porque ya saber tu, ellos van sobrados. Míralos. Con sus máquinas fancy. Yo cojo cosas, ya caer en cuenta de coletas por no defender bien.- Con una sonrisa un poco torcida y tapada por las vendas saqué de mi preciado botín un pequeño palo con un espejo en la punta, probablemente para algo de los dientes. Yo no sabía que carajos era. Se lo di. -Yo conseguir cosas bonitas, ¿Sí? ¡Y provisiones medicinales!- Me pesaba un poco el saco. Un poco bastante, pero… Worth it!
Me dijo una frase que me dejó un poco quieto parao. Eso de cortar cuellos se intentaría, pero… -¿¡Cómo que muy mono!? ¡No! ¡Roäc, tu estar loco! Yo no mono, ¡Yo semi-drow semi-elfo! Tu te crees… ¡Con un mono!- Gruñí muy mucho. Porque me sentía insultado. Vale, que ya sabía que era feo, pero… ¿Un PRIMATE? ¡Que me comparara antes con una rata! Tenían más gracia y estaban riquísimas. Pero teníamos problemas de los que preocuparnos, aunque yo tenía ese en mente. Mi… Mi autoestima estaba por los suelos. -Un mono… prrrrrftttt…- Soltaba de vez en cuando, furioso. Dyospiros no logró dar con las claves porque las habían cambiado.
-Lo juro que… Los mato, ¡¡LOS MATO!!- ¿Las habrían esperado a sabiendas de que Dyospiros volvería? ¿Realmente confiaban en su retorno? Me dijo que los necesitábamos, a ellos. Y estaba pensando. Dyos, pensando. Eso era un logro. Pero se negó a que usáramos a su hermano… Me explicó brevemente las razones por las cuales aquello era entre mala idea y terrible. Lo miré con la expresión un poco molesta al principio porque mi yo cabreado no lo comprendía, aunque luego… Relajé un poco la expresión. -Deberíamos cogerlo entonces a la fuerza. Que se venga con nosotros, no dejaremos que le pillen. Total, si nos tienen que atrapar qué más da que seamos tres o cuarto. Que sea lo que Lloth quiera.- Mascullé algo más comprensivo.
Roäc nos advertía que no nos pusiéramos nerviosos. Con un gesto raro, casi como si fuéramos animalicos. -Elefante, mono, ahora… Qué, ¿Lagarto? ¡Deja de rebajar a categoría de animal, bicho! ¡Aquí único animal eres tu! ¡Urraco, que eres un urraco!- Me bufé como un gato, yo. Ni sus ostias ni los golpes de Dyos ni los míos ni los de Zer’tath pudieron sacarnos de ahí. Nuestro drow decía que iba a ir a por un capullo. -Valm uns’aa- Que venía a significar, “acompañadme”. No sé si lo decía a ellos o solo a Zer’tath, pero este se situó a mi lado y yo empecé a caminar de vuelta a donde habíamos venido, con paso apresurado. Un paso tras otro. -Me da igual que no haber ofensas, Roäc. Es imbécil. Yo solucionar problemas, no preocupar. Yo ser buen con esto. Diplomacia, lo llamar. ¿Sí?- Ya era no únicamente por los varios insultos que le había soltado, si no porque también había criticado el amor libre indirectamente. ¡Estaba metiéndose con mis creencias! Y luego me decían a mí por criticar la religión cristiana, que debía respetar las formas de pensar de otros. Y yo les preguntaba, “¿Y qué poderes da Dios a sus dévotos?, ¿Y cuando manifesta su presencia? ¿Lo has visto alguna vez?” Y todo eran negativas. Lloth era la única puta deidad real. Joder. La mayoría de drows tenían razones para hacerlo. Y no paridas mentales, la mayoría dejaban marcas físicas.
Pensaba yo en esas cosas cuando Zer’tath se desvió, rápido y furioso, y se fue a clavar él solo contra un muy apretado soldado contra una columna. Él. Con muy mala ostia y sin mirar si seguía acompañado cogí uno de los trozos que flotaba de mi bastón por ahí, lo transformé en una daga y le intenté degollar allí mismo. Hacía menos de cinco minutos Roäc me había dicho que no cortara cuellos, así que estaba procurando cortar solo por la cabeza, porque eso era más bonito y así lo respetaba. Pero aún así ni me paré a pensar que lo necesitaríamos vivo. Aquello era algo personal.
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Panoli. Seguro que era un mote cariñoso, me dije. Pero no me siguieron, y es que claro, confiaban muy mucho en mí. No iban a creer que no era capaz de cargarme a tres heridos orejas picudas mariconazos, ¿No? Vaya... Yo estaba allí en absoluto escondido como un cobarde tras esa columnilla, viga, pilastro pegao en la pared. Estaba esperando al momento estratégico para pegarle un tiro en las sienes al criajo imbécil. No entendía mucho de lo que hablaban porque estaba a cierta distancia, llevaba casco, intercalaban alguna frase en idiomas raros y cada cual se gastaba un acento curioso. Y mis orejas no tenían tiempo para escuchar semejantes tonterías.
Así pues, con el arma en mano, la preparé bien en silencio. Pensaba en la gloria que conseguiría aquel día... -"En cuanto les traiga a los tres muertos a verde seguro segurísimo que comprenderá que solo un hombre como yo puede protegerla, vaya que sí."- Mi mente se deleitaba con tales pensamientos. Eso y el preciosísimo brillo del arma. Y yo estaba ahí, muy muy empanado, cuando de repente vine a ver el cristal más chachi de la historia ahí flotando. -"¡Le hará un buen collar a Verde! ¡Vaya que sí!"- Recordé sin embargo muy tarde qué era aquella cosa. Una puta arma. Y de repente tenía un jodido bicho raro y pequeñajo encima mía tratando de degollarme con muy muy mala puntería. Eso o mala fe.
-¡ME CAGO EN LA PUTÍSIMA MADRE QUE PARIÓ A TODA VUESTRA RAZA! ¿ES EL DÍA DEL ORGULLO O ME HE EQUIVOCADO? ¡JODER, QUITA, QUE ME LO PEGAS, BICHO AUTISTA!- Lo aparté de un empujón y cedió con relativa facilidad, y luego le di un tiro en el pecho sin pensármelo dos veces. Luego me retiré de un par de zancadas y apunté directamente al de pelos brillantes a las sienes. -AJÁ. No os estaba espiando, que conste. ¡Habéis caído en mi trampa! ¡Las manos hacia arriba! Verde no apreciará taaanto la caza si no viene viva.
DAÑO (vor creo): 30 + 5 base = 35
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Así pues, con el arma en mano, la preparé bien en silencio. Pensaba en la gloria que conseguiría aquel día... -"En cuanto les traiga a los tres muertos a verde seguro segurísimo que comprenderá que solo un hombre como yo puede protegerla, vaya que sí."- Mi mente se deleitaba con tales pensamientos. Eso y el preciosísimo brillo del arma. Y yo estaba ahí, muy muy empanado, cuando de repente vine a ver el cristal más chachi de la historia ahí flotando. -"¡Le hará un buen collar a Verde! ¡Vaya que sí!"- Recordé sin embargo muy tarde qué era aquella cosa. Una puta arma. Y de repente tenía un jodido bicho raro y pequeñajo encima mía tratando de degollarme con muy muy mala puntería. Eso o mala fe.
-¡ME CAGO EN LA PUTÍSIMA MADRE QUE PARIÓ A TODA VUESTRA RAZA! ¿ES EL DÍA DEL ORGULLO O ME HE EQUIVOCADO? ¡JODER, QUITA, QUE ME LO PEGAS, BICHO AUTISTA!- Lo aparté de un empujón y cedió con relativa facilidad, y luego le di un tiro en el pecho sin pensármelo dos veces. Luego me retiré de un par de zancadas y apunté directamente al de pelos brillantes a las sienes. -AJÁ. No os estaba espiando, que conste. ¡Habéis caído en mi trampa! ¡Las manos hacia arriba! Verde no apreciará taaanto la caza si no viene viva.
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Quizás no tan igualitos… Una frase extraña en un momento extraño, tras aquel gesto que yo le dediqué. Pronto comprendí a qué se refería, que… Mi hermano no parecía tan dado a darse cuenta de esas cosas. Hizo una sonrisa extraña y yo le asentí muy brevemente, de un gesto de cabeza casi imperceptible. Y aún así lo consideré suficiente. Provocó unos breves vientos en el interior que me hicieron maldecir en voz alta, y finalmente pude dedicar mi atención a los soldados. Escuché a uno de ellos -una- decir, cobardicas. Le devolví una mirada un… Un poco especial. Los ojos brillantes, con una sonrisa a muy mala ostia. Marrón fue mucho más efusivo a la hora de agradecer y asentí brevemente. Era probablemente muy nuevo en el ejército, pero agradecía tener al menos a uno fiel entre los tres.
-No busques que agradezcan nada. Es mi deber al fin y al cabo- Sonreí un poco en cuanto me soltó aquella larga parrafada de méritos que me atribuía. Y me preguntó si podía encargarse de la espalda. Alcé un poco las cejas, sorprendido, pero le asentí en pocos momentos. Me tomé la libertad de responder a verde mientras tanto. Marrón acababa de mencionar el sector tres de nuevo. -Creo que no has entendido mi plan, querida. Ellos van a tardar mucho más en llegar al sector tres que nosotros. Existen salidas de emergencia que nos llevarán directamente a donde necesitemos. Y allí… Les podremos recibir de una vez por todas, con refuerzos.- Le dirigí una sonrisa enigmática.
Amarillo y verde se pelearon y el primero se marchó. Al principio me preocupé, pero… El comentario que me dirigió marrón me hizo fruncir el ceño. Aparato respiratorio. Conseguí uno tan rápido me fue posible comprendiendo de inmediato qué pretendía hacer Andreas. -”Eso significa… No…”- Ellos. Me preocupaban ellos. No, no debía preocuparme, estaba seguro que el control del viento les salvaría los pulmones. Pero aún así… Me levanté en cuanto marrón acabó agradeciendo con un leve gesto de mi cabeza y contemplé a verde con los ojos severos, mientras me asaltaba a preguntas. -Verde acaba de desobedecer órdenes claras. No seré yo quien vaya a salvarle de las posibles consecuencias.- Le respondí con seriedad. Y si lo que decía de que las puertas se estaban cerrando, estaba seguro que ellos agradecerían mucho que no fuera acompañado. -Iremos de inmediato por la salida de emergencia y allí nos encargaremos de ayudar a los soldados a reducir el grupo de Sector III, y también de recibir al grupo de sector V, que tardará más debido al movimiento de Wilhelm.
Jodido bastardo. -Y creo que tu misma agradecerás que no hablemos ni una vez más de amarillo.- Eso se lo dije casi con un susurro. Tras cargarme mis cosas y asegurarme las vendas, les pedí con un gesto que me siguieran, con escabulléndome por otros pasillos sin mucho problema para abrirme paso, pues cualquiera allí ya sabía las claves. Y procuré cerrar toda puerta detrás de mí. Pero no tenía ni idea de qué haría si los encontrábamos… Una tercera vez. Recé al destino que me ayudara.
-No busques que agradezcan nada. Es mi deber al fin y al cabo- Sonreí un poco en cuanto me soltó aquella larga parrafada de méritos que me atribuía. Y me preguntó si podía encargarse de la espalda. Alcé un poco las cejas, sorprendido, pero le asentí en pocos momentos. Me tomé la libertad de responder a verde mientras tanto. Marrón acababa de mencionar el sector tres de nuevo. -Creo que no has entendido mi plan, querida. Ellos van a tardar mucho más en llegar al sector tres que nosotros. Existen salidas de emergencia que nos llevarán directamente a donde necesitemos. Y allí… Les podremos recibir de una vez por todas, con refuerzos.- Le dirigí una sonrisa enigmática.
Amarillo y verde se pelearon y el primero se marchó. Al principio me preocupé, pero… El comentario que me dirigió marrón me hizo fruncir el ceño. Aparato respiratorio. Conseguí uno tan rápido me fue posible comprendiendo de inmediato qué pretendía hacer Andreas. -”Eso significa… No…”- Ellos. Me preocupaban ellos. No, no debía preocuparme, estaba seguro que el control del viento les salvaría los pulmones. Pero aún así… Me levanté en cuanto marrón acabó agradeciendo con un leve gesto de mi cabeza y contemplé a verde con los ojos severos, mientras me asaltaba a preguntas. -Verde acaba de desobedecer órdenes claras. No seré yo quien vaya a salvarle de las posibles consecuencias.- Le respondí con seriedad. Y si lo que decía de que las puertas se estaban cerrando, estaba seguro que ellos agradecerían mucho que no fuera acompañado. -Iremos de inmediato por la salida de emergencia y allí nos encargaremos de ayudar a los soldados a reducir el grupo de Sector III, y también de recibir al grupo de sector V, que tardará más debido al movimiento de Wilhelm.
Jodido bastardo. -Y creo que tu misma agradecerás que no hablemos ni una vez más de amarillo.- Eso se lo dije casi con un susurro. Tras cargarme mis cosas y asegurarme las vendas, les pedí con un gesto que me siguieran, con escabulléndome por otros pasillos sin mucho problema para abrirme paso, pues cualquiera allí ya sabía las claves. Y procuré cerrar toda puerta detrás de mí. Pero no tenía ni idea de qué haría si los encontrábamos… Una tercera vez. Recé al destino que me ayudara.
-Si, estoy mejor... -Le respondo con el semblante algo serio, mirando a mi alrededor con cierto nerviosismo, a esas paredes metalicas. Estaria mejor cuando salieramos.
¿Que si es para alegrarse que pareciera que estaba de nuestra parte? Pues si. Pero aun asi....demasiadas cosas repentinas y de golpe. Tanto tiempo viviendo despacio y de pronto todo se precipita. Reencuentros, descubrimientos, y momentos de estos en los que estas a punto de morir. Pero...
"joder, esto SI es vida"
Y me sale la puta sonrisa mas extraña y feliz que habia esbozado en mucho tiempo. Pero dura poco, la borro deprisa, porque no es momento para eso....es solo que acabo de darme cuenta.
-Mono es bonito. -le aclaro a Vor, dejando de ahostiar las teclas de las claves de una vez, porque nada, no funcionaria. Necesitabamos a alguien. Y vuelvo a negar alo que dice Vor
-No puede simplemente venirse con nosotros, ni podemos llevarnoslo. El chip, recuerdas? Da igual, sigue perteneciéndoles. -y señalo mi nuca
Lo acompaño cuando lo dice.Habia recuperado mi espada que habia quedado caida en el suelo, en el camino de vuelta, volvia a tener mis dos armas. Pero el baston viviente se nos adelanta a todos, como una exhlacion, clavandose. Perfecto, asi que habia un soldado....Corro yo tambien hacia él, es el momento de las hostias. Se va a arrepentir si quiera de haber vneido. Y si no recuerdo mal, es el que me pegó el tiro. No llego a tiempo para frenar el ataque que hace a Vor, pero ahora apunta a Roäc. Lo placajeo pero como probablemente tenga mas fuerza fisica que yo, con mi espada dirijo un tajo a su pierna....mas concretamente, justo a la ingle.
-La soldado no te apreciará tanto si se te cae otra cosa, no serán nuestras cabezas lo que caigan.
Y clavo con fuerza mi daga tambien, en su otra ingle, subo, amenazando a sus partes nobles. Lo miro con una sonrisa de sadico placer en el rostro.
-Dime los numeros que necesito.
____
20dad+10hab+5guantes+17stat=52 , 52+5=57 PS daño a amarillo
uso botas de la celeridad
2 dado sin bonuses
5
¿Que si es para alegrarse que pareciera que estaba de nuestra parte? Pues si. Pero aun asi....demasiadas cosas repentinas y de golpe. Tanto tiempo viviendo despacio y de pronto todo se precipita. Reencuentros, descubrimientos, y momentos de estos en los que estas a punto de morir. Pero...
"joder, esto SI es vida"
Y me sale la puta sonrisa mas extraña y feliz que habia esbozado en mucho tiempo. Pero dura poco, la borro deprisa, porque no es momento para eso....es solo que acabo de darme cuenta.
-Mono es bonito. -le aclaro a Vor, dejando de ahostiar las teclas de las claves de una vez, porque nada, no funcionaria. Necesitabamos a alguien. Y vuelvo a negar alo que dice Vor
-No puede simplemente venirse con nosotros, ni podemos llevarnoslo. El chip, recuerdas? Da igual, sigue perteneciéndoles. -y señalo mi nuca
Lo acompaño cuando lo dice.Habia recuperado mi espada que habia quedado caida en el suelo, en el camino de vuelta, volvia a tener mis dos armas. Pero el baston viviente se nos adelanta a todos, como una exhlacion, clavandose. Perfecto, asi que habia un soldado....Corro yo tambien hacia él, es el momento de las hostias. Se va a arrepentir si quiera de haber vneido. Y si no recuerdo mal, es el que me pegó el tiro. No llego a tiempo para frenar el ataque que hace a Vor, pero ahora apunta a Roäc. Lo placajeo pero como probablemente tenga mas fuerza fisica que yo, con mi espada dirijo un tajo a su pierna....mas concretamente, justo a la ingle.
-La soldado no te apreciará tanto si se te cae otra cosa, no serán nuestras cabezas lo que caigan.
Y clavo con fuerza mi daga tambien, en su otra ingle, subo, amenazando a sus partes nobles. Lo miro con una sonrisa de sadico placer en el rostro.
-Dime los numeros que necesito.
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-Oh, y esas cosas, donde estan?
Lo miro curioso investigando su capa, inclinando el cuerpo ligeramente hacia un lado, investigo si se le ve algo por ahi que pueda coger. Pero no hace falta que husmee mas, el solo lo saca...un brillantisimo palo plateado con un espejo al final. Lo quiero. No se por que ni para que pero lo quiero, ya. Mis manos se abalanzan sobre tan preciado objeto tan pronto me lo ofrece, y lo acerco a mis ojos mirandolo fascinado, pasando un poco del mundo. Es un tesoro.
Su indignacion me pasa algo desapercibida porque lo estoy flipando con el trasto, pero no del todo .Se piensa que lo he insultado comparandolo con un primate, y me rio. Está clarísimamente ofuscado.
-No Vor, solo tu agudeza mental podria compararse ahora mismo con la de un primate
Pero ellos tienen cosas mas importantes que hacer, como pensar en como sacarnos de alli...yo les dejo, golpeando la puerta con mi palo de madera, haciendo unos cansinisimos sonidos metalicos mientras ellos van a pegarle al soldado.
-Animal y a mucha honra! -respondo mientras suelto otra palo-hostia a la puerta, Vor ya se ha ido y no es que vaya a escuchar mi respuesta .Oigo de lejos los gritos de un soldado y se que ellos dos van a por el, y por un momento me da pena. Miro a Vilya, reluciente en mi dedo. Me concentro un momento, en sanar las heridas que me restaban....
"Espero que no lo maten, aun asi"
____
sanacion 10+40 vilya= 50. PS restituidos al completo
Lo miro curioso investigando su capa, inclinando el cuerpo ligeramente hacia un lado, investigo si se le ve algo por ahi que pueda coger. Pero no hace falta que husmee mas, el solo lo saca...un brillantisimo palo plateado con un espejo al final. Lo quiero. No se por que ni para que pero lo quiero, ya. Mis manos se abalanzan sobre tan preciado objeto tan pronto me lo ofrece, y lo acerco a mis ojos mirandolo fascinado, pasando un poco del mundo. Es un tesoro.
Su indignacion me pasa algo desapercibida porque lo estoy flipando con el trasto, pero no del todo .Se piensa que lo he insultado comparandolo con un primate, y me rio. Está clarísimamente ofuscado.
-No Vor, solo tu agudeza mental podria compararse ahora mismo con la de un primate
Pero ellos tienen cosas mas importantes que hacer, como pensar en como sacarnos de alli...yo les dejo, golpeando la puerta con mi palo de madera, haciendo unos cansinisimos sonidos metalicos mientras ellos van a pegarle al soldado.
-Animal y a mucha honra! -respondo mientras suelto otra palo-hostia a la puerta, Vor ya se ha ido y no es que vaya a escuchar mi respuesta .Oigo de lejos los gritos de un soldado y se que ellos dos van a por el, y por un momento me da pena. Miro a Vilya, reluciente en mi dedo. Me concentro un momento, en sanar las heridas que me restaban....
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Probablemente la cosa más rara de todas de aquel día fue ver a Dyos sonriendo sin parecer que quisiera matar a nadie. Me quedé quietísimo en la salida de la enfermería, porque yo no sabía de qué habían estado hablando. Fruncí mucho el ceño. Casi como enfadado. No… No entendía aquello. -¿E-Estás bien, Dyos…?- Le pregunté con muy mucho miedo, porque es que encima no es que fuera el mejor contexto para sonreír. Muchos metros bajo tierra en una puta enfermería de nuestros enemigos, en un lugar donde probablemente lo hubiera pasado más mal que bien en un pasado.
Por supuesto flipé a Roäc con aquel aparato metálico. Se lo miró como quien tiene un anillo muy especial, aunque de eso también tenía, y casi lo podría haber jurado que dentro de su cabeza se decía algo como “MI TESOOOOORO”, y me lo arrebató de las manos, sin dejar de fliparlo en colores. Yo le sonreí un poco tontamente. Aunque de repente, me vino a decir Dyos que mono no era un mono, si no bonito. -... ¿Qué?- Lo miré unos segundos sin entender nada. Parpadeé. Luego me puse muy nervioso. -... ¡N-No, qué va! ¡Que yo no ser eso! Dyos, ¡Tu estar tonto! Seguro que referir a bonito del norte, ¿Sí? ¡Me gastar cara de besugo! Definitivamente tu no carburar.- Le dije, más jodidamente rojo que un tomate. Roäc decía que mi agudeza mental era la de un primate. -¿¡Q-Qué decir tu con eso, mala bestia!? ¡Grr! ¡GRRR!- Le gruñí con los brazos cruzados.
No dejé de darle vueltas ni cuando Dyos me mencionó las nefastas consecuencias si nos lo lleváramos. Yo le dirigí una mirada muy seria por aquel asunto… No… No era tan seguro… -... Si ellos creer que nosotros secuestrar… No matar, creo.- Me sonaba extraño que hablara de él como una propiedad. -Sé donde está el chip. Me fijé muy bien en aquella imagen. Es… Hacer un corte, remover un poco con Zer’tath, sacarlo y… Curar. Estoy seguro de que no es tan difícil. Estamos Roäc y yo, deberíamos poder cerrar esa herida mucho antes de que fuera algo peligroso.- Hablé con muy considerable seriedad. No me importaría tener que hurgar en un cuello abierto perteneciente a su hermano si era para sacar una de esas condenadas máquinas.
Luego vino aquella discusión… “Discusión” con el soldado. Yo me tiré encima suya como un animal y logré darle un corte en el cuello, creo. Empezó a gritarme no se qué del orgullo y que me quitara. -¡ORGULLO ÉLFICO! ¡AUPA TEAM OREJAS PICUDAS!- Le grité con igual de mala ostia, preparando ya la boca para darle un buen mordisco donde fuera. Pero me dio un empujoncín y yo casi me aparté voluntariamente, viendo lo que se le venía encima. El tiro hizo otra vez, “plink”, encima de un metalillo de mi armadura.
Casi fui a lanzarme a por él cuando lo vi apuntar a Roäc, pero Dyospiros llegó antes y se le lanzó encima con algunos comentarios crueles y una intención de castrarlo bastante basta. Empezó a chillar tal y como le abría el pellejo de la ingle… Y yo miré para un lado. Eso. Eso era incluso demasiado para mi. Chillaba como un cochino. La frase de Dyos pronto explicó el porqué de tan cruel ataque. Él miró muy nervioso a todos los lados y durante los segundos que me dirigió la mirada desde bajo de su casco intenté hacer… algo. Brillaron mis ojos a consecuencia, devolviendole una mirada aún más grave, como si intentara ver yo más allá. Números, números, pensaba. Pero no pude mantener aquel intento apenas unos instantes y pronto regresaron a la normalidad, frunciendo el ceño.
-Mira, el perro parece que se lo está considerando- Mi bastón se situó detrás de la nuca y por primera vez en mucho tiempo tuve que hacer un esfuerzo para que no fuera a matarlo allí mismo. Brillaba de color carmesí, muy… Muy enfadado. Pero mucho. A veces me daba la sensación de poder percibir su estado de ánimo, y en aquella ocasión, incluso me amedrentó. Le pinchó el cuello no con intención de hacer daño, si no joder e intentar forzar que comenzara a caminar. -Tira, anda. Igual nos considerar hacer algo con Verde para que te la poder disfrutar… Si tu portar bien.- Me dirigí al panel esperando a que el drow lo trajera, mirando al semielfo al llegar. Primero con normalidad, luego poniéndome un poco firme y mirándolo de reojo. Sin saber muy bien que hacer le fui a poner una mano en el hombro, pero de alguna forma acabé poniéndosela encima de la cabeza, y me acerqué a su oreja.
Hablé, o eso intenté. Se me fue todo el aire de los pulmones. Igual hasta hizo cosquillas. Me intenté calmar un poco… -Tú y yo tenemos que hablar, cuando salgamos de aquí.- Y desenredé mi manita de sus melenas, que de alguna forma se había colado bastante entre sus abundantes cabellos, y miré a otro lado, como quien no quiere la cosa.
Daño recibido: 35 - 30 (dado) - 5 (base) = a tu casa
Por supuesto flipé a Roäc con aquel aparato metálico. Se lo miró como quien tiene un anillo muy especial, aunque de eso también tenía, y casi lo podría haber jurado que dentro de su cabeza se decía algo como “MI TESOOOOORO”, y me lo arrebató de las manos, sin dejar de fliparlo en colores. Yo le sonreí un poco tontamente. Aunque de repente, me vino a decir Dyos que mono no era un mono, si no bonito. -... ¿Qué?- Lo miré unos segundos sin entender nada. Parpadeé. Luego me puse muy nervioso. -... ¡N-No, qué va! ¡Que yo no ser eso! Dyos, ¡Tu estar tonto! Seguro que referir a bonito del norte, ¿Sí? ¡Me gastar cara de besugo! Definitivamente tu no carburar.- Le dije, más jodidamente rojo que un tomate. Roäc decía que mi agudeza mental era la de un primate. -¿¡Q-Qué decir tu con eso, mala bestia!? ¡Grr! ¡GRRR!- Le gruñí con los brazos cruzados.
No dejé de darle vueltas ni cuando Dyos me mencionó las nefastas consecuencias si nos lo lleváramos. Yo le dirigí una mirada muy seria por aquel asunto… No… No era tan seguro… -... Si ellos creer que nosotros secuestrar… No matar, creo.- Me sonaba extraño que hablara de él como una propiedad. -Sé donde está el chip. Me fijé muy bien en aquella imagen. Es… Hacer un corte, remover un poco con Zer’tath, sacarlo y… Curar. Estoy seguro de que no es tan difícil. Estamos Roäc y yo, deberíamos poder cerrar esa herida mucho antes de que fuera algo peligroso.- Hablé con muy considerable seriedad. No me importaría tener que hurgar en un cuello abierto perteneciente a su hermano si era para sacar una de esas condenadas máquinas.
Luego vino aquella discusión… “Discusión” con el soldado. Yo me tiré encima suya como un animal y logré darle un corte en el cuello, creo. Empezó a gritarme no se qué del orgullo y que me quitara. -¡ORGULLO ÉLFICO! ¡AUPA TEAM OREJAS PICUDAS!- Le grité con igual de mala ostia, preparando ya la boca para darle un buen mordisco donde fuera. Pero me dio un empujoncín y yo casi me aparté voluntariamente, viendo lo que se le venía encima. El tiro hizo otra vez, “plink”, encima de un metalillo de mi armadura.
Casi fui a lanzarme a por él cuando lo vi apuntar a Roäc, pero Dyospiros llegó antes y se le lanzó encima con algunos comentarios crueles y una intención de castrarlo bastante basta. Empezó a chillar tal y como le abría el pellejo de la ingle… Y yo miré para un lado. Eso. Eso era incluso demasiado para mi. Chillaba como un cochino. La frase de Dyos pronto explicó el porqué de tan cruel ataque. Él miró muy nervioso a todos los lados y durante los segundos que me dirigió la mirada desde bajo de su casco intenté hacer… algo. Brillaron mis ojos a consecuencia, devolviendole una mirada aún más grave, como si intentara ver yo más allá. Números, números, pensaba. Pero no pude mantener aquel intento apenas unos instantes y pronto regresaron a la normalidad, frunciendo el ceño.
-Mira, el perro parece que se lo está considerando- Mi bastón se situó detrás de la nuca y por primera vez en mucho tiempo tuve que hacer un esfuerzo para que no fuera a matarlo allí mismo. Brillaba de color carmesí, muy… Muy enfadado. Pero mucho. A veces me daba la sensación de poder percibir su estado de ánimo, y en aquella ocasión, incluso me amedrentó. Le pinchó el cuello no con intención de hacer daño, si no joder e intentar forzar que comenzara a caminar. -Tira, anda. Igual nos considerar hacer algo con Verde para que te la poder disfrutar… Si tu portar bien.- Me dirigí al panel esperando a que el drow lo trajera, mirando al semielfo al llegar. Primero con normalidad, luego poniéndome un poco firme y mirándolo de reojo. Sin saber muy bien que hacer le fui a poner una mano en el hombro, pero de alguna forma acabé poniéndosela encima de la cabeza, y me acerqué a su oreja.
Hablé, o eso intenté. Se me fue todo el aire de los pulmones. Igual hasta hizo cosquillas. Me intenté calmar un poco… -Tú y yo tenemos que hablar, cuando salgamos de aquí.- Y desenredé mi manita de sus melenas, que de alguna forma se había colado bastante entre sus abundantes cabellos, y miré a otro lado, como quien no quiere la cosa.
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Jodidos bichos. Muy jodidos y retorcidos bichos. Me cagué ya en el padre del enano de mierda en cuanto, al recibir el disparo, un poco más y le escupe en la cara a la bala. Tan ancho, él. Pero el mayor de mis problemas no fue ese, ya apuntaba yo al elfo en cuanto me sorprendió una alimaña extraña, negra, amorfa, bastante bajita, con una sonrisa muy muy MUY tétrica y gritando algo sobre verde mientras me intentaba... Castrar. Ya lo único que me faltaba. Que aquellos salvajes me sacaran lo mejor de mí para su disfrute personal. Grité mucho, no de forma especialmente masculina, mientras intentaba quitármelo de encima sin éxito. -JODER, ¡PUTOS ANSIOSOS DE MIERDA! ¡QUE NO, QUE ES PARA VERDE! ¡SEGURO QUE VOSOTROS HARÉIS ALGO SATÁNICO CON ELLO!- Ya me los imaginaba rezando alrededor de mis noblísimas partes para que les creciera su masculinidad.
Aunque ni con los poderes que pudiera aportarle podrían jamás igualar algo como el mío. Pero con ambas hojas tan cerquita... Me lo miré buscando alguna forma, cualquiera, de salir de allí. Así me matara antes que condenarme a vivir como un castrati. Habló algo de números... -¿Quieres números? ¡Quítate de encima! Yo te doy números, ¡CUALQUIER COSA ANTES QUE CHRISTOPHER!- Todo hombre que se preciara debía tener un nombre para sus partes viriles. Muy cojo cojesco por los cortes y considerando la oferta del enano, tiré el arma en el suelo, aunque aún me quedaba una pistola. Me acerqué al panel y les puse la condenadísima contraseña. Notaba que me mareaba por momentos. Me fallaban las putas piernas, me faltaba sangre, y pronto veía muy posible morir. Pero si moría, que fuera con aquello que me dotó de todo orgullo.
La puerta se abrió tras accionar el panel y yo me los quedé mirando, sabiendo que estaba un poco jodido. Tres contra uno... -¿Necesitáis algo más? Yo... Eh, esto... ¡Soy muy buen aliado! Yo... ¡Oh, querido palomo! Eso que hacías con el anillo para curar pintaba bien, ¿No crees? ¿No querrías ayudar a un pobre desgraciado como yo para caminar? Como erais, ¿Orejas picudas? ¡Mi madre decía que yo las tenía grandes! Os... ¿Os vale eso?- Eso de que era cobarde era mentira. Yo era un ESTRATEGA!
Daño recibido: 57 - 5 = 52
110 - 52 - 5 (sangrado) = 53
Aunque ni con los poderes que pudiera aportarle podrían jamás igualar algo como el mío. Pero con ambas hojas tan cerquita... Me lo miré buscando alguna forma, cualquiera, de salir de allí. Así me matara antes que condenarme a vivir como un castrati. Habló algo de números... -¿Quieres números? ¡Quítate de encima! Yo te doy números, ¡CUALQUIER COSA ANTES QUE CHRISTOPHER!- Todo hombre que se preciara debía tener un nombre para sus partes viriles. Muy cojo cojesco por los cortes y considerando la oferta del enano, tiré el arma en el suelo, aunque aún me quedaba una pistola. Me acerqué al panel y les puse la condenadísima contraseña. Notaba que me mareaba por momentos. Me fallaban las putas piernas, me faltaba sangre, y pronto veía muy posible morir. Pero si moría, que fuera con aquello que me dotó de todo orgullo.
La puerta se abrió tras accionar el panel y yo me los quedé mirando, sabiendo que estaba un poco jodido. Tres contra uno... -¿Necesitáis algo más? Yo... Eh, esto... ¡Soy muy buen aliado! Yo... ¡Oh, querido palomo! Eso que hacías con el anillo para curar pintaba bien, ¿No crees? ¿No querrías ayudar a un pobre desgraciado como yo para caminar? Como erais, ¿Orejas picudas? ¡Mi madre decía que yo las tenía grandes! Os... ¿Os vale eso?- Eso de que era cobarde era mentira. Yo era un ESTRATEGA!
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El miembro 'Soldado Alianza Humana' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
'Defensa Tecnológica' :
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¿Que si estaba bien? Claro que estaba bien. Que preguntas. Lo unico que me preocupaba ahora era espicharla. Mas por ellos que por mi, en realidad. Todo esto lo pienso mientras hurgo en la ingle del soldadito, que ahora lloriquea.
-Deja de gritar, que me molesta.O deslizo esto dentro de tus cuerdas vocales? -y saco la daga acercandosela al menton. Podria hacerlas sonar como un violin, o no funcionaba asi la cosa?. Y rapidamente accede a darnos las contraseñas.Camina de pena y va dejando sangre en el suelo pero yo no me fio y lo sigo apuntando con la daga.
Lo vigilo cuando mete las claves, observando sus dedos para memorizarlas. ¿Todas las puertas tenian la misma clave? No podria arriesgarme y que no fuese asi...Asi que no podemos matarlo, aun. Le lanzo una mirada a Vor, indicandole que debemos conservar al soldado con vida, qeu es nuestro mejor pasaporte por el momento.
-Claro, tu te quedas con nosotros, pueden haber msa puertas de esas. - pensaba que nos la intentaria colar, pero el tio no ha dudado por un instante en darnos la clave real....y la pesada puerta de acero de este pasillo se abre. Empujo levemente al soldado.
-Adelante, vamos. Haz algo raro y sabes lo que te espera.
Miro a Vor, que habia hablado en drow sobre Ailanthus, y que llevaba cierta dosis de razon, respondo en drow tras valorarlo. -Remover? Tu crees que podrias removerle ahi sin tocarle nada?
"definitivamente si todo se tuerce mucho,....habra que hacerlo"
Yo iba pensando en aquello, mientras me encargaba del soldado, de que no se intentase fugar o jugarnosla. Al menos habia tirado un arma y mi espada le apuntaba a la nuca todo el rato obligandolo a avanzar. No tardamos en divisar otra de esas puertas alla mas adelante al final del pasillo.
-Deja de gritar, que me molesta.O deslizo esto dentro de tus cuerdas vocales? -y saco la daga acercandosela al menton. Podria hacerlas sonar como un violin, o no funcionaba asi la cosa?. Y rapidamente accede a darnos las contraseñas.Camina de pena y va dejando sangre en el suelo pero yo no me fio y lo sigo apuntando con la daga.
Lo vigilo cuando mete las claves, observando sus dedos para memorizarlas. ¿Todas las puertas tenian la misma clave? No podria arriesgarme y que no fuese asi...Asi que no podemos matarlo, aun. Le lanzo una mirada a Vor, indicandole que debemos conservar al soldado con vida, qeu es nuestro mejor pasaporte por el momento.
-Claro, tu te quedas con nosotros, pueden haber msa puertas de esas. - pensaba que nos la intentaria colar, pero el tio no ha dudado por un instante en darnos la clave real....y la pesada puerta de acero de este pasillo se abre. Empujo levemente al soldado.
-Adelante, vamos. Haz algo raro y sabes lo que te espera.
Miro a Vor, que habia hablado en drow sobre Ailanthus, y que llevaba cierta dosis de razon, respondo en drow tras valorarlo. -Remover? Tu crees que podrias removerle ahi sin tocarle nada?
"definitivamente si todo se tuerce mucho,....habra que hacerlo"
Yo iba pensando en aquello, mientras me encargaba del soldado, de que no se intentase fugar o jugarnosla. Al menos habia tirado un arma y mi espada le apuntaba a la nuca todo el rato obligandolo a avanzar. No tardamos en divisar otra de esas puertas alla mas adelante al final del pasillo.
Oigo los chillidos del pobre yellow y me entretengo en ponerme el palo metalico del miniespejo tras la oreja. Queda bastante resulton, seguro. Al menos brilla lo suficiente como para molar. Ademas me hacia gracia como de rojo se habia puesto Vor cuando comparé su intelecto con el de un primate. Es muy divertido picarlo y ver las caras que se le ponen al gruñir.
"se vuelve casi rojo"
Retornan los dos drow con el soldado, echando mas sangre que un cerdo al suelo. Yo lo miro con cierta indiferencia, soy consciente de que me ha apuntado con el arma varias veces y que por la intervencion de unos y otros no ha llegado a dispararme. Veo su arma, el rifle, que ha dejado por ahi tirado...Parece que el pajarito va a cantar. Me quedo al lado del panel, viendo al soldado teclear algo, pero la mirada de Vor capta mi atencion y se la devuelvo. Parece que me va a poner la mano en el hombro pero acaba en mi cabeza, provocando un leve encogimiento. Luego efectivamente me hace unas cosquillas de morirse porque se acerca a mi oreja y me pega medio soplido, sacudo un poco mi cabeza como acto reflejo. Que hace el zagal? No voy a negar que me ha pillado un tanto desprevenido. ¿Hablar? ¿Hablar? De que cosas?
"hablar? Me encanta hablar!!!!"
Lo miro con cara de "ok" mezclada con absoluta felicidad, aunque luego una de mis cejas se alza en un deje un tanto menos...inocente. -Me parece bien! Hablemos! Por qué no ahora?- no me planteo ni por un momento que sea el tipico y negativo "tenemos que hablar"
Entonces las puertas metalicas se abren, por gracia y merito del soldado. Que se pone a rogarme, llamandome palomo. Dyos lo obliga a avanzar y yo frunzo mi ceño, situandome de su lado de un par de zancadas.
-Tú, sucio! No me llames palomo. - les sigo el ritmo hasta que llegamos a otra puerta, o casi, porque aun queda al fondo del pasillo. Vale, la verdad es que el desgraciado del soldado me da pena. Y la otra parte de la verdad es que lo necesitamos vivo y en medio segundo los dos lo han dejado medio muerto. -No es que me des pena, ni nada de eso. Es pa ser prácticos. -me planto frente a él, me acerco mucho, porque se que eso le va a joder, sonrio con malicia y estiro mis manos hacia él...para agarrar la pistola que aun conservaba y arrebatarsela. -Eso decia tu madre?
"pues la mia decía que toda vida era valiosa"
Me quedo mortalmente serio frente a él, empleando la magia de sanacion en sus heridas. Ya podian ladrarme el par de drows todo lo que quisieran. Y le alargo la pistola a Dyospiros para que se la quede él.
"y tú vas a salvar las nuestras aunque no quieras. Dejemos la balanza equilibrada"
____
10+40=50PS a soldado yellow (de curacion eh? eh?)
"se vuelve casi rojo"
Retornan los dos drow con el soldado, echando mas sangre que un cerdo al suelo. Yo lo miro con cierta indiferencia, soy consciente de que me ha apuntado con el arma varias veces y que por la intervencion de unos y otros no ha llegado a dispararme. Veo su arma, el rifle, que ha dejado por ahi tirado...Parece que el pajarito va a cantar. Me quedo al lado del panel, viendo al soldado teclear algo, pero la mirada de Vor capta mi atencion y se la devuelvo. Parece que me va a poner la mano en el hombro pero acaba en mi cabeza, provocando un leve encogimiento. Luego efectivamente me hace unas cosquillas de morirse porque se acerca a mi oreja y me pega medio soplido, sacudo un poco mi cabeza como acto reflejo. Que hace el zagal? No voy a negar que me ha pillado un tanto desprevenido. ¿Hablar? ¿Hablar? De que cosas?
"hablar? Me encanta hablar!!!!"
Lo miro con cara de "ok" mezclada con absoluta felicidad, aunque luego una de mis cejas se alza en un deje un tanto menos...inocente. -Me parece bien! Hablemos! Por qué no ahora?- no me planteo ni por un momento que sea el tipico y negativo "tenemos que hablar"
Entonces las puertas metalicas se abren, por gracia y merito del soldado. Que se pone a rogarme, llamandome palomo. Dyos lo obliga a avanzar y yo frunzo mi ceño, situandome de su lado de un par de zancadas.
-Tú, sucio! No me llames palomo. - les sigo el ritmo hasta que llegamos a otra puerta, o casi, porque aun queda al fondo del pasillo. Vale, la verdad es que el desgraciado del soldado me da pena. Y la otra parte de la verdad es que lo necesitamos vivo y en medio segundo los dos lo han dejado medio muerto. -No es que me des pena, ni nada de eso. Es pa ser prácticos. -me planto frente a él, me acerco mucho, porque se que eso le va a joder, sonrio con malicia y estiro mis manos hacia él...para agarrar la pistola que aun conservaba y arrebatarsela. -Eso decia tu madre?
"pues la mia decía que toda vida era valiosa"
Me quedo mortalmente serio frente a él, empleando la magia de sanacion en sus heridas. Ya podian ladrarme el par de drows todo lo que quisieran. Y le alargo la pistola a Dyospiros para que se la quede él.
"y tú vas a salvar las nuestras aunque no quieras. Dejemos la balanza equilibrada"
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10+40=50PS a soldado yellow (de curacion eh? eh?)
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