Beinn Dearg, Ruinas de Ouroboros

Qué horror de época ... O mejor dicho, ya ya puestos a ser sinceros... Que horror de vida.

Es ahora que le llega a la mente lo feliz qué solía ser cuando todavía no era una descendendiente, y lo miserable qué se ha vuelto desde que tuvo que tomar el cargo.

Y hasta ahora había conseguido evitar esos pensamientos, supone que lleva muchos años intentando de forma infructuosa actuar como si nada hubiera pasado, simplemente aún comportándose prácticamente igual que como en aquellos tiempos, nunca dejó verdaderamente de ser la niña que perdió a su padre y heredó su deuda con Ouroboros...

Y como tal, ahora mismo estaba llendo a la bendita reunión... Sin ninguna idea, cada una qué se le ocurría la descartaba, y la que más plausible sonaba, se demostró tan imposible como las demás, simplemente, cada vez era más obvio que tanto Marcus como Sofía tenían la razón desde el primer día, cuando en la reunión le dijeron que lo mejor que podría hacer, no serviría de nada.

Cosa que francamente era dolorosa, pero sin embargo, y más allá de las palabras, quedaba demostrado que así era, cada vez quedaba demostrado, no podría ayudar ni siquiera de forma indirecta.

Y cuando llegó... Los vió, el rey pendragon, cuya aparición fue anunciada así que obviamente no es sorpresa, y Merlín, el liante, vaya forma de empezar, podría incluso hacer un chiste al respecto de esto pero... Ni siquiera siente el ánimo necesario para hacer eso, así que suspira.

Luego de esto, se limita a darle una mirada a los dos, una mirada sin dudas llena del más profundo y arrollador cansancio qué puedan expresar un par de ojos humanos, y luego de eso procede a recargarse sobre un escombro al azar, con las manos tras la nuca, sin decir nada, pues no tiene nada que decir.

En los días posteriores había cuidado a los niños y cuidado de sí misma con mimo, tratando de prestarles la suficiente atención mientras estudiaba la interacción de Aelin con sus hermanos y entrenaba con Aedan su conexión psíquica. También había estudiado los diarios y se había dado cuenta de que Wthyr no había sido el primero en cuestionar los rituales al Sanguis Ligno. ¿CP seguiría en el árbol? ¿Sería un alma aliada? Eso esperaba. Quizás… podían contar con ellos.

Los mensajes de Wthyr habían sido un poco… fríos y Catherine se sintió profundamente incómoda y aquellas noches de sobrepensar lo que había hecho y dicho supo que había cometido un error en abrir la boca. Debería haberse callado y dejarlo hacer lo que considerara. Él era un Rey con responsabilidades y ella una Descendiente con tantas otras. No podía juzgarlo por lo que ella haría. Eran personas distintas. De pronto sintió que toda su relación volvía a estar en un punto de peligrosa fragilidad y aquello la entristecía enormemente.

Intentó contactar con Ian para dejarle a los niños pero no consiguió respuesta, lo que le preocupó así que cuando fue a la casa Hacksaw habló con Adam sobre los pequeños y le contó la situación; lo que la perturbó, preocupó y molestó a partes iguales. ¿Qué hacía de nuevo con el rubio? Hablaría con Oscurus para que lo atendiera.

Finalmente, lista, abrió el portal hacia las ruinas no tardando en ubicar el centro de la reunión y a los presentes. No sólo por el dragón negro que le hacía saber que Wthyr estaba allí, sino por la forma en la que su magia respondía a la presencia del Pendragon. Catherine se acomodó la falda del vestido con el que intentaba ocultar su embarazo, con un nerviosismo horrible que le había robado el apetito desde el día anterior. ¿Cómo iba a saludarlo ahora?

Con el pulso acelerado, se dirigió hacia donde estaban los tres que habían llegado -Merlín, McGonagall- Saludó con un movimiento de cabeza cortés a ambos pero apartó la vista con rapidez, sin perderse el detalle de Excalibur. Suavizó el gesto al ver a Wthyr, y sonrió brevemente acortó los pasos hasta llegar a él recorriendo su rostro con la mirada tratando de leer… qué era lo que tenía que hacer, cómo comportarse…Que le diera una pista. Sin embargo, le pudo el ansia y se puso de puntillas para robarle un beso corto y suave -Hola-

Esperando la tan ansiada reunión, había pasado un buen rato caminando por Beinn Dearg entre las ruinas. Antes de eso, había hecho bien en atender a su familia. Con Vishous volvía a conectar con cada caricia, y Aura cada vez estaba más intranquila, aunque sus abuelos habían encontrado la manera de darle momentos de paz bajo los bosques de Grecia.

Cada momento que tuvo ocasión, había pasado su día meditando, leyendo, investigando, absorbiendo conocimientos del bosque y su energía. En general, buscando una salida a toda la situación, lo más completa que se pudiera. Y no había encontrado una solución definitiva, pero sí una serie de enseñanzas que había olvidado después de tantos meses de estrés, luchas y conflictos. Enseñanzas que le inquietaban, porque no sabía si podrían finalmente conciliar las diferencias y trabajar en equipo lo suficiente como para salir de las circunstancias.

Llegó a paso lento a aquel lugar. Lo primero que se veía el enorme dragón negro de Wthyr Pendragón. Tres días atrás, habría sentido nauseas en el estómago de solo pensar en él, pero ahora estaba bastante tranquila con su presencia, incluso con el beso que creía haber visto a Catherine darle. No sabía si ya habían iniciado la reunión, pero suponía que Rose y Leroy no habían dado una bienvenida adecuada, o de ningún tipo. Besó a Rose y a Leroy antes de acercarse a Catherine y a su esposo. A ella la miró por un segundo, había... algo. Algo nuevo, algo raro, pero familiar en ella. Un brillo... Levantó la mirada sin saber por qué le sonreía, feliz de verla. No intentó acercarse a besarla, pues sabía le molestaba.- Que bueno es verte. Espero estén bien los niños.- Dijo en voz baja, porque no era asunto del Consejo y quizás al resto no le importara la pregunta. Por último, posó su mirada en Wthyr, viéndolo quizás por primera vez en la vida, sin juzgarle y sin temerle.

Gracias por acompañarnos en esta reunión, Wthyr.- Dijo en voz conciliadora diretamente al moreno antes de girar el cuerpo hacia el dragón presente. Aquella criatura tenía más magia antigua que cualquiera. Magia pura, directa desde la creación; y con aquella adoración, inclinó brevemente la cabeza reconociendo su grandeza. No tardó en girarse de nuevo al grupo y ocupar algún lugar alrededor, alejándose del dragón para no darle la espalda.- ¿Han sabido algo de Matvey? ¿De la isla? Ya casi no siento al bosque.

Apareció en las ruinas en compañía de Ling, ya que Nikolaos no había estado anteriormente en ese sitio, el asiático se ofreció voluntario a llevarlo. Ya allí había varias caras conocidas del Consejo y uno que no, por ende, decidió ocuparse de saludar a sus compañeros con un beso en la mejilla a las damas y un asentimiento de cabeza a Merlín que... seguía sin inspirarle una confianza clara.

Fue acercándose entonces a la pareja, pasando de los detalles que a Sofía parecían dársele bien, él sólo veía a una ojerosa muchacha un tanto pálida lo que le llevó a preguntarse si se encontraba bien -Catherine Le Fay, intuyo- No sólo porque no la había visto nunca si no porque estaba al lado de un hombre que tenía un inmenso dragón a sus espaldas, y el aroma del hombre estaba levemente asociado al de ella -Creo que no hemos tenido el gusto de vernos cara a cara- Expresó el licántropo y extendió la mano para estrechársela, desconociendo su apatía por el contacto.

Tras ello se giró hacia Wthyr -Y con usted tampoco, soy Nikolaos Kirgyakos, descendiente de Licaón- Expresó formalmente extendiendo su mano para presentarse ante Wthyr. Suponía que el nombre le sonaría como el frente rebelde en su imperio particular, pero en ese momento no estaba allí en calidad de licántropo griego sino de Descendiente de Ouroboros. Aún así... Se giró hacia Catherine para hablar en voz baja -Ya que has convocado tú la reunión agradecería que no dejaras que Merlín lleve la voz cantante- Ni su tono ni su voz tenían nada de broma, pero era algo afable.

Movió la cabeza suavemente a modo de despedida y dirigió sus pasos hacia Sofía, una vez cerca se inclinó para hablarle en cierta intimidad -Me gustaría poder hablar con tu esposo y contigo sobre la situación en Grecia y la seguridad de vuestra hija-

Mei apareció en las ruinas de Beinn Dearg, no muy lejos del grupo, con un aspecto terriblemente cansado y un pequeño tambaleo que de algun modo sus delgaduchas piernas lograron soportar. Se acurrucó un poco su kimono y avanzó hacia el grupo, mostrando una expresión neutra, aunque cuando vio a Ling y a Cath mutó a una pequeña sonrisa.

- Ni hao. - miró a los demás y los saludó con profundas reverencias: Rosse, Sofia, Nikolaos, Wthyr, y quien quiera más que estuviera alli ya. Ah si, Merlin. Jack y su hijo, incluidos, que aparecieron alli al poco de mi saludo.

"falta gente"

- Tlaigo noticias impoltantes. - paseó sus grandes y brillantes ojos por todos, incluido Wthyr Pendragon y su...gran...dragón. - He echado un vistazo rápido desde lo que hay dentlo.....

Durante el tiempo que pasó se dedicó a supervisar a los presos, a los criminales solo les quedaba trabajar con disciplina para reinsertarse en la sociedad como individuos de bien que transitan la senda de la rectitud, ganándose su libertad de ese modo. Era largo el camino que había que recorrer para corregir las estructuras mentales y las conductas perjudiciales pero Azlan, entre otros, eran buenos acompañantes terapéuticos, eran un refuerzo positivo. Para alentar su progreso espiritual les mostró la unión trascendental de la naturaleza con todo en el universo y cómo ésta guía el destino. Debían esforzarse para conseguir la redención y ser dignos de la gran misión concedida por el divino designio.

Se celebró también el noveno cumpleaños de Hohenheim, en la fiesta incluso hubo una piñata y el joven maestro se dedicó a hacer artísticos maquillajes faciales para todo el que quisiera. Su regalo para el futuro miembro del Consejo fue una elegante túnica y además le prestó atención a cómo se llevaba el alquimista con la hija de Amaya, Mizuki. En un punto hubo que separarlos porque se llevaban muy mal. Luego de eso investigó para encontrar respuestas a las inquietudes que lo asolaban. El recopilador de sortilegios único en su clase fue un bloc de notas del brazalete comunicador, allí registró los conjuros que consiguió descifrar, le resultaba algo incómodo pero tampoco tenía el tiempo ni las ganas de escribirlos a mano, así que ahí se quedarían hasta encontrar una mejor opción.

Cerró los ojos y meditó en silencio apreciando la relajante melodía que cantaba el río y el viento que mecía su cabello castaño. Durante esos días, las mañanas eran cada vez más frescas y el color del follaje estaba tomando tonalidades otoñales. Su ser estaba alineado con las fuerzas de la creación y sentía los cambios de los elementos en su propio cuerpo. Tomó una profunda respiración y exhaló. Su vínculo con el Espíritu de la Naturaleza que, a su vez lo unía con sus antepasados, vibró ante su llamado y, con una plegaria en los labios, le rogó a la divinidad que bendijera la tierra en la que estaban, haciéndola próspera. Antes de levantarse, llamó a Azlan, el kneazle se subió de un ágil salto a sus hombros y se dirigieron juntos hacia el grupo. -Hola.- Saludó en general al llegar y se dedicó a rascar detrás de la oreja del felino, ese punto que tanto le gustaba.

¿Porcentaje de avance en el proceso de reformación de los criminales? (Dado 10) 6%
¿Cómo se llevan Mizuki y Hohenheim? (Dado 10) 2 se llevan para el ojete xD

El miembro 'Adael Cohen' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

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#1 'Dado (10)' :


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#2 'Dado (10)' :

Mantuvo a raya la impaciencia de comenzar con aquello el tiempo suficiente hasta que apareció el egocéntrico de Leroy, haciéndole alzar una ceja ante su numerito de subirse a una piedra para ponerse a hablar desde allí. ¿Tenía complejo de estatura o qué le pasaba?  - Empiezas mal, Merlín. - cruzó los brazos, lanzándole una mirada inquisitiva.  - Tal vez seas tú el que debería comenzar disculpándose por lo que le hiciste a Lake. -  que él supiese no se había vuelto a repetir, pero con haberle hecho daño una vez era suficiente. - Aunque ninguno de los dos consideramos que eso sea suficiente...- si por él fuese le pagaría exactamente con la misma moneda, pero en ese momento tenían que hacer la puta reunión.

La llegada de Rosse le recordó que venían para eso, así que evitó vengarse de Leroy por el momento. No la saludó porque ella tampoco lo hizo, y apenas segundos después su atención la captó la aparición de Catherine. Por un momento quiso ir a reencontrarse con ella del mismo modo que lo había hecho en Italia, pero enseguida se detuvo y aquello quedó en un imperceptible movimiento. No habían estado muy comunicativos durante los días que se habían separado y  tampoco sabía si ella querría ese tipo de recibimiento. La siguió con la mirada hasta que llegó a su lado, observando el detalle de su vestimenta amplia como si quisiera ocultar aquel embarazo que iba tan rápido. Le sorprendió que le saludase con un beso, confundiéndole un poco porque pensaba que ambos se habían mosqueado un poco al separarse.  - Nada de torres separadas, estamos en la misma. - susurró sólo para ella, sacándose esa frase que le había estado molestando toda la semana. Después le hizo con la mirada la pregunta no verbal de si estaba bien, aunque la llegada de Sofía y los demás interrumpió cualquier otra posible comunicación.

La pelirroja estaba extrañamente amable, pero tal vez era porque se había fumado algo para ir zen a la reunión. El caso es que se le hacía un poco falso el modo en que se dirigió a él, dándole las gracias por acudir a la reunión. Si le tenía manía, que no disimulase. - No es una reunión por placer. No nos queda otro remedio, así que empecemos cuanto antes. - Por parte de los Descendientes ya estaban unos cuantos como para poder comenzar. No sabía si finalmente Gwen acudiría, pero informada estaba. El que suplía a Altair le pareció más educado que el primero, pero eso no era difícil. Menudo inútil se habían quitado de encima.  Se presentó por su nombre con seriedad, sin gestos de falsa cortesía porque no estaban allí para eso. La de los protocolos era Gwen. Las noticias de Mei parecían las más relevantes de todo lo dicho hasta el momento, así que la instó a hablar con un gesto.

- Di lo que sepas. Por ahora lo que sabemos es que aquello no es territorio para nada vivo. No podemos librar ahí ninguna batalla, debemos traerla a nuestro terreno. -

Se atusó un poco la barba mientras se ponía un poco de lado porque al parecer Wthyr aún no se había fijado en la espada que portaba colgada del cinto. Vaya un bruto que no distinguía una obra de arte aunque la tuviese delante. Sólo sabía de dragones salvajes. Soltó una risita jactante cuando mencionó lo de pedir disculpas por lo de Lake, haciéndose el loco aunque sabía perfectamente que le hablaba del voodoo que le había hecho. - Está molesta porque la rechacé, pero no he venido aquí a hablar de los fracasos de tu querida hermana. En fin. - volvió a pasarse una mano por el pelo para recolocarse un mechón movido por el viento, saludando después a Rosse con cortesía cuando apareció. - Rosse, querida. Gracias por hacerme compañía, empezaba a pensar que no acudiría nadie a la hora. - apoyó una mano en la espalda y con la otra empuñó el bastón en pose digna, mirando con condescendencia a Catherine cuando hizo su aparición para ir hacia Wthyr. Durmiendo con el enemigo, fatal todo.

Saludó a Sofía con dos besos cuando se acercó a él, aunque miró de reojo con disimulo y cierta envidia a su melena porque por un momento le pareció más suave que la suya propia. Ya le preguntaría por si tenía alguna poción específica de rutina capilar. - Quédate por aquí cerca, Sofía, que por aquella zona sueltan amenazas. - comentó al ver que la pelirroja se acercaba a Wthyr y Catherine. Luego miró con más condescendencia al nuevo, el licántropo, que le era casi tan sobrante como el crío de Tepes. Había unos cuantos que le sobraban en el Consejo, desde luego. A Adael también lo saludó con amabilidad, le gustaba su gato y tal. No podía ser malo si le gustaban los gatos, kneazle, o cualquier felino.

- Muy bien...así que habéis descubierto que no podemos pisar ese sitio. - dio un par de aplausos irónicos antes de rodar los ojos, apoyando después la mano de la espalda en el mango de la espada con toda la intención. - ¿Nadie sabe nada de Matvey aún? pues empezamos sin él. A ver, he estado estudiando algunos rituales conjuntos que ahora explicaré. También he notado que hemos perdido el vínculo que teníamos con la isla al jurar nuestro cargo, porque eso ya no es Ouroboros. Necesitamos más nigromantes, más chamanes, espiritistas, gente que controle invocaciones y almas. Si no los habéis llamado a la reunión, hacedlo.

Pudo notar qué el rey pendragon por su parte tampoco hizo comentario alguno al verla, cosa que para el gusto de ella ya era empezar bien, daba la impresión de que por lo menos no venía con intención de causar más conflicto, para ella esto ya era señal de que estaban todos en modo tregua por la reunión.

Leroy.

Ella procedió a devolver el saludo una vez recibido, antes de comentar.

Bueno, supongo que no podía andar tan mal como descendiente para no llegar.

Sí no se saca una frase de las suyas se atraganta, pero en fin, la próxima fue Catherine, otra con la que tenía claro que hacía falta: el mínimo necesario de contacto, por lo que cuando saludó, ella inclinó la cabeza brevemente en respuesta.

Catherine.

Y decidió no seguirla con la mirada, porque seguramente iba con Wthyr.

Y lo dicho, tregua, no va ni a mirarlos mal si puede evitarlo, tienen que resolver esta mierda apocalíptica de una buena vez, o morir en el intento, pero algo tienen que hacer, no pueden quedarse en la nada por otro minuto más, así que eso es lo que será.

Luego de eso ha venido Sofía, misma qué los ha saludado a base de besos al llegar, ella aceptó con calma, y dijo.

Buenas, Sofía.

Con ella no tenía ninguna particular aversión ni nada del estilo, así que la saluda normal, y luego dice.

Nada qué no haya dicho por medio de los mensajes.

Por desgracia no tenía nada sobre la isla más allá de lo ya descubierto, y bueno, luego de eso vinieron Ling y Nikolaos, uno de los dos que lo siente cercano de una forma extraña ya que los torturaron a ambos, y al otro porque ya han hablando y le ha caído bien, además también le ha dado un beso, mismo que ha respondido de igual manera, ya que el hombre no deja de ser todo un monumento griego.

Buenas, Nikolaos, Ling.

Y luego de eso, siguió poniendo atención, parece que el descendiente licantropo tiene asuntos políticos extra qué atender, pero esto no es algo que le concierna a ella por lo que va a lo que sigue, que viene siendo Mei, a que quien saluda inclinando la cabeza también.

Mei.

Y de paso, también ve a Newton...

¡Viejo Newton!

Le saluda con una gesto de la mano, quizás con algo más de energía... Porque francamente se alegra de que vuelva a estar consciente, es como que súbitamente se siente un poco mejor, aunque suene raro, como era el único con quien había compartido el hecho de que aún le afecta lo de su padre, le ha tomado aprecio de cierto modo...

Pero no era momento de eso, era momento de lo que comentaba Mei, porque al parecer había hecho la proyección y le había salido bien, cosa que ella agradece con el alma.

Venga entonces, cualquier cosa que hayas visto de ese lugar puede servir, hasta ahora eres la única con una idea de como es por dentro...

No dudó en decir, era importantisimo, lo que sea que diga será un avance significativo.

Y mientras iba con eso... Resultó llegar Adael, a quien ella saludó con un gesto luego de que él mismo salude.

Adael.

Pero finalmente, y luego de todo, Merlín como siempre, empezó a hablar en notable longitud, y bueno, ella no sabe de ningún nigromante más allá del viejo Matvey y de los de la calavera de la nigromancia de los Soul Reapers, así que tampoco sabría que responderle, solo le queda esperar a que Mei hable de que ha visto dentro de las islas fusionadas y luego Merlín les explique lo de los rituales qué dice...

La frase de Wthyr hizo que sonriera abiertamente durante un momento. Sabía bien que sus palabras habían generado toda esa mala energía entre ellos pero en ese momento necesitó sacárselo del pecho. Subió una mano hacia su camisa, acomodándola con suavidad mientras asentía como respuesta. Tras ello sólo encogió un hombro, no quería entrar en detalles. El cansancio había remitido un poco pero cuidar a tres niños, incluso con ayuda, era un poco complicado. Se quedó a su lado y no tardó mucho en deslizar su mano hacia la de él, entrelazando sus dedos. Una clara declaración de intenciones.

Observó acercarse a Sofía y se puso en alerta, esperando que soltara uno de esos comentarios de “no me importa que te mueras y dejes huérfanos a tus hijos porque tú has provocado esto” pero…No. Parpadeó sorprendida por su comentario y asintió con suavidad -Están bien, gracias por preguntar. ¿Cómo está Aura?- Inquirió de forma cordial. Se quedó aún más anonadada por lo que sí le dedicó a Wthyr y no tardó mucho en abrir un puente mental con él.

“Eso es nuevo… Aunque Sofía es una de las Descendientes más flexibles del Consejo. Al menos oye a los demás”

La llegada de Ling y Nikolaos hizo que evaluara al último de arriba abajo sin un ápice de suavidad, tras ello saludó a Ling con la mano. Qué grande que era ¿No? Altaïr se veía más flexible…Más…ágil. Este parecía una mole. Extendió la mano de forma reticente pero lo hizo -Así es- Dejó que atendiera a Wthyr, mientras metía la mano que le había tocado en los bolsillos. Esperaba que nadie más le tocara. Su comentario posterior le hizo evaluarlo un poco más. No estaba segura del tono pero el contenido de su frase… Como buena paranoica pensó que estaba probándola.

No pudo centrarse más porque llegó Mei a quien observó mucho más delgada de lo habitual, aquello no le gustó pero había visto cómo, después de Roma, había adelgazado por estar de reposo en la camilla. Le saludó con una sonrisa también. La llegada de Jack, Adael y los demás le importó poco.

La pregunta sobre Matvey la pilló con la defensa baja y sintió que se le hacia un nudo en el estómago. ¿Altair lo habría encontrado? Ahora no podía acercarse al Sanguis Ligno para realizar otro ritual con Lémoni. Sólo debía esperar que su padrino y hermano pudieran encontrar la salida. Iba a soltarle algo a Leroy cuando Khaled ingresó en su mente con una visión que hizo que todo su cuerpo se tensara y, por ende, apretara la mano de Wthyr, con quien tenía una conexión mental abierta y compartió el ritual.

“Entiendo perfectamente Khaled, gracias”, aunque el tono sobre el favor hizo que tensara los labios en una mueca de inconformidad que empeoró al ver la visión de la isla. Sin embargo, se quedó con lo último. ¿Un celestial? ¿Un ángel? Por inercia buscó a Matvey para preguntarle algo y…No lo encontró, lo que la irritó y preocupó a partes iguales.

-Mei, qué has visto?- Preguntó y después echó en falta otra cosa, alzó la mano y escribió por el brazalete a Giordano -¿Alguien sabe algo de Gio o Markus?- Inquirió -La sugerencia de Markus sobre usar a la isla no funcionará según me respondió Khaled- Alzó la mirada del brazalete para hablar con los demás -Creo que los Soul Reaper y su hermandad de nigromancia estarían dispuestos a colaborar pero siempre piden algo a cambio. No es un favor, es una transacción con ellos-

"¿Cómo sugieres traer la batalla fuera? ¿Pretendes sacar a Charles?", le preguntó a su esposo.

A pesar de todas las circunstancias que cada uno traía encima, Rosse y Leroy recibieron su saludo con cordialidad. Tuvo que sonreír suavemente a Leroy por su invitación a quedarse cerca, y le respondió suavemente.- Hay que cuidarnos de los muertos, no de los vivos.- Y en aquel momento, era más apremiante que nunca. Una enseñanza tan antigua que se les había olvidado en algún momento en el camino.

Aún faltaban algunos por llegar, así que tenía tiempo de alegrarse por los hijos de Catherine, alegrándose visiblemente cuando mencionó que los niños estaban bien. Sin embargo, algo en su mirada se ensombreció un poco cuando preguntó por Aura. El corazón le dio un vuelco, porque no podía decir la verdad, ¿cierto? - Está...- "Está sufriendo, está aterrada porque no entiende nada, está en dolor que no puedo evitarle" pensó, tratando de encontrar la mejor alternativa. Al final se decidió por la mentira. Al final, era su problema a resolver.- Está... bien...- Suspiró profundamente para poder respirar hondo y hacer frente al comentario de Wthyr.- Si bien no es de placer, puede ser fructífera. Entre todo lo que nos pasa por ahora, esta reunión es el menor de los males. Pero tienes razón, hay que iniciar.- Murmuró. Peor sería estar arriba, o en cualquiera de las islas. Aunque no fueran aliados, en ese momento colaborar se convertía en la única solución. Se alejó del par, quedando convenientemente en medio de los dos extremos del ring. En uno estaban Catherine y Wthyr. En el otro Leroy y Rosse. Si había que construir paz, quedaría en medio, ya lo había decidido.

Dejó que los nuevos que se unían la saludaran uno a uno, permitiéndoles continuar y posicionarse, hasta que Nikolaos se colocó a su lado. Creyó por un momento que su acertamiento tenía intención de permanecer a su lado durante la reunión, por lo que le tomó del brazo dedicándole una sonrisa. Se habían visto un poco por lo de los cultivos, pero era un hombre con iniciativa, práctico y agradable. Le tomó por sorpresa su comentario, y sobre todo el tono en que lo decía. Fue tanto el impacto que incluso trastabilló por un momento, pero pudo erguirse de nuevo. Le miró desde su altura con estupor y horror mezclados. No había manera de que estuviera en peligro si estaban bajo tierra. ¿Derrumbe? ¿Bombardeo? ¿Invasión? Todos los escenarios posibles le pasaban por la cabeza y los descartaba uno a uno, porque para ella el bosque era su fortaleza.- Están alternando entre Dodona y Élide, con toda mi familia. Llamaré a Vishous para que venga en cuanto tenga ocasión.-Trató de que la voz no le traicionara, porque de verdad comenzaba a sentir algo en el pecho que la estaba oprimiendo. ¿No estaba segura o Nikolaos solo quería que lo estuviera aún más? No tenía manera de saberlo. Envió el patronus, tratando de no sonar alarmada y después de eso, se perdió en sus pensamientos. No estaba ignorando los comentarios iniciales de todos sus compañeros, pero tenía que volver a su centro antes de participar siquiera.

- Es veldad, alli no hay nada vivo. - respondió a Wthyr, asintiendo levemente con la cabeza. Miró a Leroy con compasión cuando se mostró escéptico. - Yo sé algo de Matvey. - susurró cuando el hechicero preguntó por él pero cambió de tema rapidamente para dar inicio a la reunion.

Mei se posicionó en el punto que sus energías del feng shui le parecieron mas propicias, al moverse por aquellas ruinas y entre tantas mentes diversas.

Esperó a que todos terminasen de hablar para poder iniciar ella, con su vocecilla pausada, fina pero firme.

- He visto.... - carraspeó levemente. - es una ciudad plagada de espílitus de los mueltos. De los espilitus que estaban en vuestlo sanguis de Avalon, y en el de Oulobolos. Leconocí algunos...vi a Snagov... - buscó a Khan con la mirada, pero....donde estaba? - y Khan?

Observó al Pendragon antes de proseguir.
- Hasta nuestlos mueltos están en guela. Los vi peleal. Huil unos de otlos. - después observó a Cath. - Algunos pelseguían al niglomante, lo buscaban. Debe sel él....

Me había enterado de la reunión que se iba a celebrar para intentar solucionar toda la situación catastrófica que se habia desatado. Habia sido todo tan inesperado....Avalon, nuestro hogar, ya no teníamos ni eso. No entendía por qué el Sanguis nos hacía eso, aun cuando volaba sobre Falkor rumbo a Beinn Dearg. Es que no tenía sentido. Por qué destruir Avalon?

A no ser que no lo hubiera destruido....

Había estado investigando mucho, leyendo, como buena rata de biblioteca que era. En fin, a eso llevaba dedicandome toda la vida. Mis hermanos peleaban y mandaban tropas, mis hermanas luchaban, curaban y rezaban.... y yo estudiaba y leía.

Falkor no emitió rugido alguno, solo descendió y el unico sonido que advertia nuestra llegada era el del viento bajo sus alas. Aterrizamos algo apartados y él adquirió su forma élfica. Intercambiamos sendas miradas y avanzamos hacia el círculo de la reunión...pues parecían haber empezado. Saludé a la gente con un gesto de mi mano, especialmente a Sofía le dediqué una sonrisa, y a Wthyr lo saludé con un abrazo. A Catherine no la abracé, porque era muy bajita para abrazarla asi que....le di un par de golpecitos en el hombro a modo de saludo y me quedé al lado de mi hermano, escuchando, atendiendo.

Se ocupó de sostener a Sofía, escuchando sus palabras y asintiendo. Aquello de moverse de sitio era una buena estrategia, suponía que sus padres conocían la situación. Tras ello empezó a escuchar todas las directrices pensando que, en efecto, aún faltaba gente: Khan, Markus, Gio pero prefirió avanzar.

Oyó a Mei que traía bastante información pero que a Niko le parecía un poco abstracta. ¿Cómo peleabas con un espíritu? Él no tenía ni idea, quizás por eso Leroy hablaba de nigromantes y personas conocedoras de magia de almas. Observó a Catherine al hablar sobre los Souls Reapers -¿Y qué es lo que piden a cambio, Catherine?- Inquirió con su tono de voz serio y neutral, no era una persona dada a los exabruptos. Observó al nuevo Pendragon que saludó a Sofía y supuso que Le Fay no era la única que "confraternizar a" con el enemigo, como declaraban sus manos unidas.

-Wthyr, dices que hay que traer la pelea aquí. ¿Qué exactamente es lo que debemos enfrentar? ¿Almas, espíritus? ¿Qué es el Sanguis Ligno y cómo podemos ir en contra de un "árbol"? - hizo comillas con las manos, porque a él le quedaba más que claro que de árbol tenía lo justo.

Durante los días que habían pasado había tenido tiempo para pensar en como me sentía con todo lo acontecido. No me caracterizaba exteriorizar las ideas o sentimientos que rondaban en mi interior a menos que se me preguntase directamente por ello y en ocasiones tampoco sabía descifrar como expresarlo.

Recibí respuesta de ambas cartas. Seguí las instrucciones de Wthyr, mandando sendas cartas al resto de mis hermanos para avisarles de la situación y las sospechas sobre el destino que correríamos si pisábamos las nuevas islas. Respecto a la carta de DaVinci al principio sentí alivio al recibirla, confirmando que habían abandonado Ouroboros a tiempo más sin embargo, la batería de preguntas hizo que algo en mi cabeza saltase como una especie de alarma. Recordé entonces algunas de nuestras conversaciones, también repletas de preguntas por su parte y de acusaciones también. Mucho me temía que el Descendiente me utilizaba como una fuente de información.

No era algo que pudiese reprochar. Siendo un hombre inteligente era de prever que me utilizase de aquella forma. Pero sí generó bastante frustración en mi interior darme cuenta de que solamente era una cría estúpida. Sin embargo, ante todo educación, contesté a su carta.

Los días continuaron con la visita de mi hermano en la que le puse al día sobre la observación de los comportamientos de la isla y nos acercamos de nuevo a la misma. También, me interesé por los rituales de aquellos druidas irlandeses, muy unidos a la naturaleza. Realicé algunos con la intención de buscar un nuevo propósito en mi vida ahora que me encontraba tan perdida y sin embargo no encontré respuestas.

Al llegar el momento de la reunión con los Descendientes, al contrario que en ocasiones anteriores, decidí vestir las ropas de batalla y mi pelo acordemente trenzado. Principalmente porque siempre ocurría algo y en segundo lugar porque Shyvanna en un principio no iba a personarse, así que sin una labor que me caracterizase trataría de compensar su ausencia.

Alud tocó suelo a varios metros y tras bajar de su lomo me acerqué a su rostro susurrando algo antes de apartarme para ir hacia donde todos estaban reunidos. Llegaba tarde, muy tarde, y sin embargo no tenía intención de disculparme por ello. Ni tampoco de saludar cortésmente. Aproximé mis pasos al lugar que me correspondía, eso sí, al lado de Cedric por el momento a menos que llegase otro de mis hermanos.

Miré entonces a uno de los Descendientes que había tomado la palabra, más preguntas. Como si nosotros no las tuviésemos también. Me tensé un poco cuando llamó al Sanguis Ligno "árbol" aunque yo misma había utilizado ese término durante estos días así que aparté la vista pasándola por los demás para fijarme en el Descendiente de Merlín, no podía creer que se atreviese a presentarse después de lo que le hizo a Lake, más valía que mi hermana no apareciese o esto volvería a convertirse en una reunión no pacífica.

Suspiré-Es un ejército.-Respondí con voz neutra volviendo a mirar al Descendiente que había tomado la palabra.-De almas Pendragon y aliados que durante siglos han esperado su venganza. - Algo que nosotros no habíamos podido ofrecerles. Miré a Catherine entonces por un momento recordando la intromisión tan descuidada por su parte al hablar con el Sanguis Ligno y volví a apartar la mirada hacia Nikolaos.-También de sacerdotisas y enemigos sacrificados, pero aparentemente también de algunos detractores pertenecientes a la familia. Tal vez encontremos varios aliados.

Respondió el saludo del Descendiente de Merlín con un amable gesto y a Rosse le guiñó un ojo de forma jovial para luego dejar que en su rostro se dibuje una sonrisa lenta. El tema de poner fin a la amenaza de la sanguinaria planta mágica había sido planteado hace ya mucho tiempo y los descendientes de los traidores lo habían rechazado con desdén, era curioso verlos volver con la cola entre las patas.

Escuchó con expresión serena y los pies bien plantados en el suelo pero arqueó una ceja al notar la forma en la que Mei hablaba. ¿Le pasaba algo en la lengua? Sin embargo a nadie pareció extrañarle que de repente no pronunciara las erres.

Ante la mención de “batallas” y “ejércitos” se le hizo evidente que harían falta más pociones y recordó a una talentosa sanadora. Entre las notas que tenía en su brazalete comunicador dejó asentada la idea de contactarse con Josephine Patterson.

-Existe la posibilidad de privarlos de magia, aunque, claro, las islas volverían a caer y los Sanguis Lignos extenderían sus raíces por la tierra en busca de magia...- Pensó en voz alta e hizo una mueca mirando las ruinas.

-La poción astral...- Dijo clavando de pronto los ojos en la experta en pociones. -Eso facilitaría la tarea de buscar aliados.- No tenía que recaer todo en Mei, ella se veía débil. -La alquimia también podría ser una valiosa contribución.- Para crear la piedra filosofal era necesario extraer almas pero todo ese tema lo angustiaba, manipular esa energía se sentía incorrecto. Azlan sintió el malestar del joven maestro y buscó calmarlo a su manera, frotando su cabeza peluda contra la mejilla del moreno. Mientras rascaba el cuello del kneazle pudo sentir la relajante vibración del ronroneo, era como tener un masajeador peludo en los hombros.

-Esos rituales que mencionas tal vez se parecen a algo que encontré, ¿de qué se tratan?- Le preguntó a Leroy.

Cuando aparecí en el punto de encuentro de la reunión, la misma ya había empezado. Había estado lo suficientemente entretenido atendiendo las emergencias sanitarias y la consulta privada como para retrasarme en la reunión. La neurosis de la pelirroja embarazada no daba tampoco opción a sacarla de su espacio para ella seguro. Si se sentía más protegida en mitad del bosque, aislada cual ermitaña, ya no podía hacer más por convencerla de lo útil que podría ser en el campamento. Pero no entraba en razón. Y no me apetecía seguir discutiendo, la última acabó como acabó, eso sí, insistí que me fuera avisando cada poco tiempo de cualquier cambio en el embarazo, porque ya tendría que llegar a término. Dejé atrás todo artefacto que pudiera estar contaminado de aquella extraña enfermedad que empezaba a asolar al campamento y a los Guardias. De dónde había salido y cómo se había empezado a extender sería trabajo necesario para ya, y localizar la cura o los tratamientos paliativos eran los trabajos del ayer.

No me senté en el círculo, quedando lo suficientemente apartado como para no delatar mi presencia ni para molestar a nadie con estúpidas bienvenidas que solo harían que se perdiera más tiempo. Y tampoco es que nos sobrara. Traté de quedarme con las posiciones de cada uno de los intervinientes, Pendragon incluidos. Mientras se exponía algo de un ritual. Ritual con chamanes. Eso y batalla. Otra vez. -Si está el alma de Snagov, también estarán nuestros antiguos compañeros- Aliados, eso era lo que buscábamos. -Pero aliados para luchar contra… ¿quién?- Pregunté directamente a Mei, que al menos era la única de los presentes que había conseguido entrar en aquello. Igual esto lo habían dicho antes y al llegar tarde no me enteré de esta respuesta.

OFF: saltadme si me quedo muy atrás

Una sonrisa desdeñosa y una mirada de desprecio fueron la única respuesta a aquel comentario de Leroy sobre su hermana. Que se confiase, que le tenía un par guardadas y cuanto menos se lo esperase se las iba a cobrar. Tenía asuntos más importantes que atender en ese momento. Con la llegada de Catherine hubiese querido tener algunos segundos para hablar con ella de viva voz, pero coincidió con el momento en que empezaron a llegar todos y tuvo que conformarse con saber que estaba bien por medio de sus gestos. Entrelazó su mano con la de ella antes de que aquello comenzara, apretando levemente cuando abrió su conexión mental con él. Coincidió con el comentario sobre Sofía, no era de las que más le irritaban. Además, si Shyvanna la había secuestrado es que algo le habría visto que le interesara. Eso esperaba, que la reunión fuese útil y sacasen algo en claro de allí, aunque tuviesen que quedarse todo el día. Por el momento ya podían ir descartando lo del ritual de Khaled, cuya visión mental acababa de compartirle Catherine. Apretó levemente los labios con gesto de decepción por aquello de que únicamente valía un celestial, como si fuese tan sencillo encontrar uno o que estuviese dispuesto a sacrificarse. Los aplausos irónicos de Leroy lo sacaron de esas cavilaciones, dándole ganas de callarle la boca de imbécil que tenía.

- Podemos enviarte a ti directamente para estar seguros sobre lo de no pisar la isla. No sería una gran pérdida. - replicó con absoluto desinterés hacia él sin ni siquiera mirarlo, aunque la idea de los invocadores de espíritus ya la había pensado antes. Prefirió compartirlo con Catherine en primer lugar ya que le preguntó mentalmente, que supiese que él también había estado investigando por su cuenta.

"Si no podemos entrar allí, habrá que invocarlos y hacerlos salir. El linaje de Hammurabi puede realizar invocaciones, y hay otros modos, como usar la obsidiana de Troya, o piedras de la resurrección. Fue así como invoqué a Dana..."

Aunque tampoco sabía si ese tipo de invocación era la que requerían, ni quería ponerse a pensar demasiado en ello ni qué habría sucedido con su alma al unirse ambas islas. La descripción de Mei planteaba un escenario inquietante y desolador, dando a entender que habían salido del Sanguis para merodear por toda la isla en medio de una batalla. Un ejército, tal y como acababa de decir Gwen, que por fin había llegado para aportar más información. - Ha cumplido su objetivo de unir ambas islas, y en parte ya ha cumplido venganza arrebatándoos Ouroboros, pero no acabará ahí. No se quedará sólo en perseguir a los muertos en la isla. Dudo que vuestros antepasados y los detractores Pendragon del Sanguis sean suficientes para superarlos. - porque había voces que se oponían, pero no eran suficientes, o eso le pareció cuando conectaron y los escucharon. La llegada de Cedric y su saludo tan efusivo como siempre le hizo pensar que muchos de los que estaban ahí y se oponían habrían sido como Cedric. Habían estado obcecados durante demasiado tiempo, todo por la obediencia ciega y la promesa del poder. - ¿Averiguaste algo más? - preguntó por lo bajo, desviando su atención después hacia Nikolaos.

- Dije que hay que traer la pelea fuera porque aquello es territorio de los muertos, y si atravesamos las barreras acabaremos igual. Además, su pudiéramos enfrentarlos poco a poco en lugar de todos a la vez tendríamos más posibilidades, como cuando planteas una estrategia militar en la que un ejército grande se ve obligado a cruzar de dos en dos por un puente. Si logramos invocar a Charles fuera, no tendrá más apoyos. No es la primera vez que sale del Sanguis, aunque fuese por períodos breves. Poseyó a Bellatrix para acceder a Ouroboros, y después a Desmond. - en cuanto a almas y espíritus no tenía claro si había diferencia o era exactamente lo mismo, de esa respuesta que se encargase Gwen, así como de explicar qué era el Sanguis. Le hizo un gesto con la mirada para invitarla a hablar, entornando después levemente la mirada por la idea de Adael sobre privarlos de magia.

- No funcionaría...ya logró resistir al período en que la magia quedó bloqueada, el poder es tal que se debilitaba muy lentamente. - lo de la poción astral podría ser útil para que no tuviese que ser Catherine la que usase sus poderes de ese modo, para que alguien la relevase. Sin embargo endureció el gesto con indignación por lo de la alquimia, suponiendo a lo que se refería porque también había leído al respecto. - Me niego. No consentiré la aberración de crear piedras filosofales con las almas de quienes fueron mi familia. Merecen ser liberadas. No son un maldito material que puedas usar. - seguro que el tipo no opinaría igual si se tratase de los suyos, o si propusiese usar las almas de los Descendientes para hacer piedras.

"mimimimi, no sería una gran pérdida"

Repitió mentalmente las palabras de Wthyr en forma de burla, irritado además porque no se había parado a mirar que tenía LA ESPADA. Debería estar rabiando de envidia, tenía que hacerlo aún más evidente para que lo notase. O hacer algo para que viese que no podría tenerla. Sonrío falsamente al ofrecimiento de Wthyr sobre ir a la isla, soltando un simple "no" para zanjarlo. Miró a Catherine un tanto perplejo con cara de no entender qué pintaban los Soul Reapers en todo eso. Ella, siempre dándoselas de que tenía contactos.

- Pues no tenemos nada que ofrecerles, salvo diversión para sus nigromantes. - hizo un gesto con la mano como queriendo decir que pasando, recolocándose por enésima vez el cabello en posición. Al menos llevaba el pelo mejor que Mei, vaya corte tan horrible le habían hecho. Miró alrededor cuando preguntó por Khan, encogiéndose de hombros. - Ni idea. Holgazaneando o emborrachándose. Espero que el espíritu de Snagov, que en paz descanse, no lo esté viendo. Pero en fin...al menos has contactado con él. Qué horror, ahí atrapados con los espíritus de los Pendragon. Es como que querían amigos y casito a toda costa y han tenido que unir las islas por narices. - la idea de Adael sobre las piedras filosofales le hizo llevarse una mano a la barbilla con gesto pensativo, podía ser útil por mucho que el otro se pusiese a quejarse.

- Pues sí, así servirían de algo. Haría falta un buen alquimista, uno de fiar. - esbozó una sonrisa petulante cuando el elementarista le hizo la pregunta sobre los rituales, llegando por fin el momento de desenvainar la espada que portaba en el cinturón. La alzó al cielo épicamente, creando incluso un efecto de encantamiento de movimiento de telas a su alrededor y de destello en el metal para que quedase mejor. - ¡Excalibur y la Dama del Lago nos guiarán en nuestro camino! - bajó después la espada, pero sin dejar de presumir de ella. Después adoptó un tono místico y misterioso, apoyando la espada sobre la roca. - Fui a buscarla para pedirle ayuda. Me dio un encantamiento ritual de protección, para poder ir allí sin perecer en el intento. -